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TRADUCIDO POR: ABRAHAM RAMIREZ // abraham.rgb@gmail.

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Será bueno volver al Sleeping Lion. Después de quince días subiendo y bajando por el río Still,
persiguiendo una mala pista sobre un herrero desaparecido, casi puedes sentir el calor hogareño de
la posada, cuando las paredes de Gloomhaven aparecen a la vista. Estás casi en casa.

Siendo justos, no es solo un herrero. Un número alarmante de personas de los distritos más pobres
de la ciudad se encuentran desaparecidas. Sin embargo, por lo general, nadie se alarma por eso. Solo
otra pobre alma, olvidada aquí en el borde de la civilización. La esposa del herrero, Sandy, sin
embargo, logró reunir suficiente dinero para contratarte a ti y encontrar a su marido. No estás
seguro de dónde vino el dinero, pero, sin importar la fuente, no podría haber sido fácil, lo que hace
que sea doblemente doloroso regresar a la ciudad con las manos vacías.

Probablemente la paga no haya sido mucho, pero tú perteneces al “Jaw’s of the Lion", uno de los
grupos mercenarios más conocidos en este basurero de ciudad. Sin duda, no está de más aceptar un
caso de caridad de vez en cuando. Conseguir buenos trabajos depende de mantener una
reputación, después de todo. Es por eso que necesitas llegar al fondo de esto y no regresar con la
viuda, sin nada más que los callos en tus pies.

Por cierto, probablemente no deberías llamarla viuda cara a cara, al menos no hasta que se haya
confirmado el estado del herrero. Sin embargo, dado que ninguno de los desaparecidos ha
regresado, el panorama es sombrío.

A medida que estos pensamientos motivadores pasan por tu mente, notas un movimiento por
delante e inmediatamente sacas tu arma. El sol se ha puesto bajo en el cielo, lo que reduce la
visibilidad, pero se pueden ver claramente algunas barricadas de madera destartaladas que
bloquean el camino frente a ti. Y, efectivamente, cuando te acercas con cautela a la escena,
Vermlings saltan desde detrás de las obstrucciones, mostrando espadas toscas y palos afilados.

Tienes que admitir que estás bastante cansado por el viaje del día, pero, aun así, estas ratas de gran
tamaño ciertamente eligieron al grupo equivocado de viajeros para emboscar hoy. Después de todo,
ustedes son las "Jaws of the Lion", y siempre están listos para demostrar que solo hay un resultado
para cualquiera que se atreva a amenazarlos.
El camino de regreso a Gloomhaven ha sido largo. Y ahora, ser atacado por Vermlings cuando todo lo
que quieres es una comida caliente y una cama cálida, bueno, te vuelve loco. Lo suficientemente
loco como para matar a estas criaturas sarnosas antes de colapsar de agotamiento.

Por supuesto, los Vermlings tienen otros planes. Charlan sobre querer tu dinero y la carne de tus
huesos. Cosas desagradables, de verdad. Lo mejor es ignorar sus desvaríos y terminar con esto
rápidamente.

Te limpias la sangre del último Vermling de la cara y tus pensamientos vuelven al Sleeping Lion.
Seguro que ya tienen un guiso listo. Sería tan perfectamente cálido y relajante, y está justo
atravesando esa puerta, tan cerca que ya puedes saborearlo ...

Pero luego, te invade otro pensamiento. Es muy inusual —en realidad, descarado— que una manada
de Vermlings opere tan cerca de la ciudad. ¿Podrían estar detrás de la cadena de desapariciones? Es
una posibilidad remota, pero vale la pena investigarla, especialmente considerando el lugar de esta
emboscada no parece su base de operaciones. Probablemente haya un nido cerca que, con un poco
de suerte, tendrá más información sobre el herrero desaparecido.

Y tesoro. El tesoro estaría bien.


Las huellas son fáciles de detectar. Los vermlings nunca han sido conocidos por su sutileza. Sigues los
rasguños y los indicadores de un cuerpo que está siendo arrastrado hasta que te encuentras
acercándote a las paredes de Gloomhaven.

El sol está muy bajo, pero algo no va bien. Eso no es solo una sombra proyectada en una sección
inferior de la pared. Es un hoyo. Los Vermlings han construido un nido excavando en la propia pared.
Qué trabajadores.

Te agachas y tratas de acercarte sigilosamente, pero deben tener guardias vigilando la entrada. Se
oye un chillido agudo, y luego, varios Vermlings saltan de la oscuridad, blandiendo sus armas
penosas y mal hechas.

Ahora no hay más remedio que defenderse. Afortunadamente, has logrado recuperar el aliento,
pero definitivamente necesitarás un buen y largo baño después de esta terrible experiencia.

Con el nido inmundo limpio de esas miserables criaturas, te tomas tu tiempo para buscar en cada
rincón. Seguramente, la guardia de la ciudad querrá saber sobre esto: no es seguro tener túneles de
Vermlings atravesando las murallas. Desde ya, es bastante difícil defenderse de sus ataques.

Finalmente, logras encontrar una cantidad inesperadamente grande de oro debajo de unas tablas de
madera podridas. Examinando el tesoro, también encuentras una nota extraña. En un rasguño
crudo, detalla un acuerdo comercial entre los Vermling y alguien llamado Roland.

Aparentemente, a cambio de proporcionar cadáveres frescos, Roland pagaría a los Vermlings en oro.
Y a juzgar por la cantidad aquí, los Vermlings lograron matar a bastantes personas antes de que le
pusieras fin.

Es la mejor pista que tienes, así que es hora de descubrir a este personaje, Roland. Después de
descansar en el Sleeping Lion, por supuesto.
Después de llenarte de estofado y descansar cómodamente en el León Durmiente, comienzas tu día
temprano por la mañana. La primera orden del día es buscar información sobre alguien llamado
Roland. Parece ser que él ha estado haciendo un negocio al comprar cadáveres frescos; y te gustaría
saber el porqué.

La búsqueda va lenta al comienzo, pero eventualmente encuentras un par de vermlings en el Sinking


Market, los cuales se ven muy interesados en la venta de cadáveres. Luego de un poco de persuasión
tosca, ellos revelan que también están siendo pagados por un hombre llamado Roland para que le
lleven los cuerpos. Incluso te dan la locación de la entrega, un barco abandonado en el viejo puerto
(Old Docks).

Te diriges al muelle y miras alrededor. No te toma mucho tiempo darte cuenta de un navío
sospechoso. No solo está derramando un vil y negro liquido de la cubierta del barco, pero también
hay dos hombres con túnicas rojas haciendo guardia fuera del barco en el puerto. Ellos se dan
cuenta de que los estas mirando y hacen gestos rudos para que te marches. Parece que llegar al
fondo de esto requerirá partir un par de cráneos más.

Ciertamente no te da ningún placer examinar entre los restos humanos en el altar, pero termina
siendo útil, aun entre las ganas de vomitar.

Encuentras un pendiente – uno que Sandy describió en detalle como el que nunca se separaba del
cuello de su marido. Con esto en mano, almenos puedes traer algo de paz a la viuda del herrero e
informar a la guardia de la ciudad acerca de toda esta situación.

Aun así, tienes una pequeña sospecha de que este no es el final del camino. Todos estos hombres en
túnicas eran solo subordinados, lo que quiere decir que Roland sigue afuera. Uno podría argumentar
que esto es ahora el trabajo de la guardia de la ciudad, pero buscas la cabina del barco de todas
maneras y encuentras un curioso mapa. Es una representación pobre del distrito Boiler, y un edificio
está claramente marcado. Seguramente, no podría hacer daño ir a revisarlo.
Llegas al edificio marcado en el mapa – un antiguo matadero – y encuentras una escena inesperada.
El edificio se ha quemado enteramente y ahora no quedan más que ruinas. Esto es ciertamente
nuevo para ti, debido a que recuerdas claramente a la estructura aun intacta antes de que partieras
para el rio Still. Más aun, el hecho de que el edificio esté implicado en tu búsqueda, bueno, hace que
todo se vuelva aún más sospechoso, aunque aún no puedas descifrar el porqué.

Aun así, algo de búsqueda entre los restos carbonizados no detendrá tu búsqueda. Eventualmente,
encuentras unas escaleras que te llevan a un sótano de piedra. Dado que es el único lugar de la
estructura intacto, te adentras hacia abajo.

Un poderoso olor a muerte aumenta y se vuelve más poderoso a medida que desciendes, hasta el
punto en el que casi te abruma, envolviéndote como una sábana sofocante. Pensamientos de volver
comienzan a surgir en tu mente, pero entonces, escuchas el coro. El tono y el ritmo es similar al de
esos repugnantes en el barco con el altar sangriento.

No toma mucho tiempo en encontrar la fuente. Un pequeño pasillo en la base de las escaleras lleva
un cuarto grande y abierto, lleno de más subordinados de túnicas rojas. Su coro alcanza un
crescendo, y todo el piso comienza a temblar de manera violenta. Fisura eruptan del piso alrededor
de cuatro masivas piedras cubiertas con runas, esparcidas alrededor del cuarto. Hueco se abren en
el techo dejando caer grandes rocas al piso.

Tu mente se concentra en una menta singular, alejar todas las complicaciones de las últimas
semanas. Si no detienes cualquier ritual que esté sucediendo aquí, todos terminaran sepultados.

Te sientas en el piso y descansas por un segundo, mirando los corredores oscuros dirigiéndose lejos
de este cuarto, rezándole a Oak que más enemigos no aparezcan de las sombras. Afortunadamente
la salida permanece en silencio, pero eso no ayuda con tu creciente presentimiento. Algo está
debajo, en el fondo de este lugar. Hasta ahora has estado peleando ciegamente, tratando de llegar
al fondo de esta locura, y sea lo que sea – sea la respuesta que esperes encontrar- estará esperando
por ti al final al final de ese siguiente túnel. Es solamente una cuestión de tomar el siguiente paso.
Identificas el más horrido olor proveniente de uno de los corredores que salen del sótano de
matadero y continuas tu búsqueda por respuestas sobre qué es lo que está sucediendo con estos
cadáveres y porqué. Después de prender tu antorcha, desciendes en la oscuridad.

Momentos después, escuchas movimientos de pies y susurros despacio viniendo directamente


enfrente tuyo: “El ritual ha sido interrumpido! Tendremos que terminarlo en el Nexo, pero- “Hay una
breve pausa y luego alguien maldice la situación. “Ellos se acercan! Rápido, deténgalos mientras
completamos las preparaciones.”

El eco de pisadas comienza a re ceder antes de que otra voz emerja de la oscuridad: “¿Pero, como?
¡No puedo detenerlos yo solo!”

“Abre un portal!” grita la primera voz, ahora mucho más lejos. “Ellos deben ser detenidos!”

Comienzas a correr hacia adelante. Claramente estos maniáticos no quieren que destruyas tu
camino hacia ellos, así que eso es exactamente lo que planeas hacer. Eso era, hasta que múltiples
luces rojas aparecen enfrente tuyo, violentamente rompiendo la fábrica de la realidad hacia algún
otro plano. El circulo de portales ilumina la cara del fanático al centro de estos, lleno de pánico y
miedo.

De los portales emergen criaturas de puro caos, sus movimientos son un abanico de pesadillescas
alas, garras y tentáculos. Uno de ellos agarra al sollozante convocador y lo fuerza dentro de sus
fauces gigantes en el pecho del demonio. Hay un crujido húmedo y la cabeza del hombre
desaparece.

Las criaturas entonces tornan su atención hacia ti. Ellos producen un grito, mientras te miran con
intención malévolas, mientras uno de ellos termina su comida.

No importa cuán terribles fueran las criaturas, nada podría haberte preparado para lo que te
esperaba después esta última puerta de piedra. Un capullo gigante de carne sangrienta que palpita
agitadamente está enfrente tuyo. Segrega un fluido que cae al piso mientras desprende malicia.

“El nexo solo necesita un poco más de energía!” grita un hombre en túnica, mirándote en un ataque
de pánico. “Tendremos que tomar la tuya!”
El saco sangriento explota en un baño de vísceras y moco, y los fanáticos que gastaron tanta energía
tratando de protegerlo colapsan en el piso. Es realmente un desorden bastante asqueroso y pútrido,
pero almenos ya ha terminado.

…Y luego, uno de los hombres moribundos ríe. “Piensas que eso salvara tu ciudad? La perdición se
acercas mientras nuestros experimentos se vuelven más poderosos. Gloomhaven pronto será
envuelta en llamas, y los gritos serán los ecos que recorras las calles de la ciudad. El Blood God los
consumirá a todos”

Tus pensamientos retornan a la viuda Sandy, agarras al hombre, demandando saber dónde están
Roland y el resto de experimentos, pero él ya está muerto. Envés, decides agarrar un pedazo del
tumor y llevarlos a la Universidad. De repente los investigadores ahí pueden usarlo para traer más
luz sobre los acontecimientos que se están desarrollando en la situación.
Tu día comienza de la manera más mundana, entregando un pedazo sangriento de un tumor a algún
pesado investigador en la Universidad. Caminas entre los pasillos, recibiendo todo tipo de miradas
confusas, hasta que llegas a la puerta del profesor Haltrip, el mejor investigador de alquimia
orgánica, o almenos eso te dijeron en la recepción.

“Pasen!” Escuchas una pequeña, pero tosca voz en el otro lado de la puerta. Dentro, encuentras un
viejo Quatryl, el cual se ve más pequeño aun debido a una espalda jorobada. Él está escarbando
alrededor de su oficina buscando algo. Cuando te ve, una mirada de disgusto cruza su cara, pero
cuando ve el pedazo del tumor su mirada se abre con unos ojos maravillados.

Le explicas toda la situación – los desaparecidos, los Vermlings, el lodo negro, los terremotos, y el
tumor. Le explicas también que hay otros tumores ahí afuera, usados en nefarios planes
desconocidos; y luego el profesor se sienta a pensar silenciosamente por un momento
incómodamente largo.

“Bueno, entonces,” finalmente comienza, “tendremos que llevar esto al laboratorio con mucha
prisa. Ahí, podríamos lograr hacer algunas pruebas para verificar de que está compuesto – sus
distintas composiciones químicas. Una vez que sepamos eso, entonces de repente podremos
encontrar una manera de rastrear el resto.”

Le entregas el tumor, y luego, debido a que no tienes ninguna otra pista, esperas en su oficina por lo
que parecen ser horas, mirando a su colección de libros desorganizada, papeles, y botellas sucias
que apestan toda la sala.

Entonces, súbitamente, tu aburrido dia se vuelve mucho mas interesante. Haltrip entra disparado
nuevamente a su oficina, su cara llena de sangre. “Algo ha salido terriblemente mal en el
laboratorio!” Te grita y corre a travez del pasillo mucho mas rápido de lo que imaginabas de lo que
podría ser posible. Lo sigues, y el señala un cuarto con brotes sangrientos, varios asistentes de
laboratorio muertos y un enjambre de ratas las cuales los brotes deben haber transformado en
monstruosidades.

“Va a seguir expandiéndose!” Exclama Haltrip. “Haz algo, porfavor!”


Tu arma y tu cara están cubiertas con marcas rojas y negras – las muchas vísceras de un numero de
criaturas las cuales nunca pensaste que enfrentarías el día de hoy. Tu ojo izquierdo se retuerce un
poco.

“Bueno, entonces,” escuchas una familiar voz tosca atrás tuyo, “este es un verdadero desorden, y la
perdida de mis estudiantes es una horrible tragedia…” Haltrip se pierde en sus pensamientos,
mirando a la nada, hasta que su vista pasa a sus manos, en ella hay una piedra plana y suave,
cubierta en una pegajosa cinta verde.

“Pero no todo son malas noticias,” reacciona. “Basado en nuestros experimentos, y la violenta
reacción que el tumor tuvo con el ultimo en específico, fui capaz de desarrollar un método para
sentir cuando este tipo particular de materia orgánica está cerca”. Pesa la piedra en su mano. “Eso
es para lo que este brillo verde sirve.”

Él les da a cada uno una piedra pegajosa, y pasan las siguientes horas separados rebuscando cada
esquina de la ciudad, tratando de localizar más de esos brotes. Al final, encuentran dos locaciones:
un conjunto de edificios abandonados en el Sinking Market y un Warehouse ubicado en los Old
Docks.

Con algo de suerte, Roland está escondido en alguno de estos lugares, y puedes ponerle fin a todo
esto.
The Sinking Market: un área grande a lo largo de la costa oeste de Gloomhaven, donde solamente
vas si no tienes nada de dinero que robar o si quieres operar fuera de la vista de la guardia de la
ciudad. El distrito completo está hundiéndose lentamente dentro del Merchant’s Bay, y la ciudad la
ha abandonado, dejándola a podrirse a su propio ritmo.

Hay un gran número de casas desiertas en el área, algunas semi hundidas en el piso, pero solo un
grupo de ellas muestra signos del siniestro brote dentro. Empuñas tu arma y pateas la puerta más
cercana. Lo que sigue es la cacofonía de chillidos y la realización de que Vermlings nuevamente han
entrado a tu vida. No solo eso, pero más fanáticos están merodeando en la parte trasera de la
habitación. Más lacayos dispuestos a hacer nada bueno.

Das un vistazo al rastro de sangre saliendo a través de la puerta, y sabes que es lo que hay al otro
lado: otro malévolo tumor, palpitando y derramando oscura y vil energía. Te preparas para la pelea a
venir y atraviesas la puerta hacia adelante.

La palpitación del tumor se vuelve más lenta y luego se detiene completamente. Esta arruinado,
cortado y destrozado más allá de todo reconocimiento. La única cosa lógica que hacer es quemar los
restos para que no pueda plagar la ciudad de nuevo.

Sales de la vivienda que comienza a hundirse con el espíritu en alto. Está hecho. Hay solo un tumor
más que destruir y afortunadamente así estoy locos con túnicas dejaran por fin la ciudad en paz.

Pero entonces, puedes verlo al otro lado de la bahía. En la otra locación del tumor, en los Old Docks,
se alza una masiva columna de fuego. El calor de la explosión te golpea pocos momentos después y
te lanza contra el lodo.

Estabas muy tarde, y la explosión seguramente es solo el comienzo. Necesitas llegar a los Old Docks
tan rápido como puedas y detener lo que sea que se aproxime.
Los Old Docks: una vez fueron el icono brillante de la prosperidad de la clase burguesa de la ciudad,
pero ahora que el Merchant’s Guild ha construido su propio muelle al otro lado del Old Wall. Los Old
Docks se han convertido en un símbolo de suciedad y apatía. Hay aún bastante actividad aquí,
cargando y descargando bienes menos glamorosos de la ciudad como minerales, pieles y muchos,
pero muchos de pescados olorosos.

El declive de los negocios ha dejado un numero de almacenes abandonados, aunque la peste de


pescado realmente nunca se fue. Es en uno de estos edificios abandonados en el cual tu encuentras
signos de otro de estos siniestros brotes. Te preparas con tu arma y atraviesas la puerta.

Les toma un segundo a tus ojos ajustarse a la oscuridad, pero luego ves la inconfundible
combinación caótica de garras, alas y tentáculos merodeando detrás de estantes de bienes ya
olvidados. Los demonios emiten sonidos guturales de sus fauces; y tú te preparas para el combate.

Das un vistazo al rastro de sangre saliendo a través de la puerta, y sabes que es lo que hay al otro
lado: otro malévolo tumor, palpitando y derramando oscura y vil energía. Te preparas para la pelea a
venir y atraviesas la puerta hacia adelante.

La palpitación del tumor se vuelve más lenta y luego se detiene completamente. Esta arruinado,
cortado y destrozado más allá de todo reconocimiento. La única cosa lógica que hacer es quemar los
restos para que no pueda plagar la ciudad de nuevo.

Sales del almacén con el espíritu en alto. Está hecho. Hay solo un tumor más que destruir y
afortunadamente así estoy locos con túnicas dejaran por fin la ciudad en paz.

Pero entonces, puedes verlo al otro lado de la bahía. En la otra locación del tumor, en los Old Docks,
se alza una masiva columna de fuego. El calor de la explosión te golpea pocos momentos después y
te lanza contra las piedras.

Estabas muy tarde, y la explosión seguramente es solo el comienzo. Necesitas llegar al Sinking
Market tan rápido como puedas y detener lo que sea que se aproxime.
Llegas a la escena del tumor final, pero claramente es muy tarde. Metal torcido y madera quemada
te dan la bienvenida mientras desciendes entre los escombros. Cavas a través de pasajes colapsados
hasta que finalmente hallas el tumor, pero le ha crecido un caparazón duro – un chrysalis. Un
fanático aparece detrás de ti, riéndose de que el plan de Roland ha dado frutos, y entonces el
chrysalis explota mientras un nuevo horror emerge. Ya no es un objeto inanimado, pero una
colección de miembros corporales y dientes que se mueves con perversa eficiencia.

Los tentáculos del horror se sacuden de manera frenética, como si tratara de sostenerse a lo último
de vida que rápidamente está escapando de su grotesca forma. Mientras sangra en el piso de piedra,
sus movimientos se vuelven más apáticos, hasta que, con un último chillido agonizante, su terrible
masa se vuelve inerte. Alrededor de ella, las abominaciones que había creado también colapsan en
el piso.

Y con eso, está hecho. Por lo que puedes decir, has destruido las horribles criaturas de sangre que
plagaban la ciudad, y al hacerlo, frustraste los planes del vil grupo detrás de la desaparición del
herrero y de tantos otros. Finalmente puedes dejar de evadir las preguntas de la viuda y informar a
la guardia de la ciudad sobre todo lo que sabes. Roland parece que aún está vivo, pero,
seguramente, los guardias puedes tomar las riendas del asunto desde aquí barriendo con este
estúpido culto, y tú puedes volver recibir recompensas por matar cosas.

De hecho, mientras caminas devuelta al León Durmiente, vagamente soñando sobre un baño
caliente, recuerdas un rumor reciente sobre alguien alrededor el Hook Coast, ofreciendo oro a
mercenarios que quieran ir a pelear a su “gauntlet”. Eso puede ser algo que valga la pena investigar.
Cualquiera que construya más que una carpa a lo largo del Hook Coast tiene que estar loco. El área,
en las afueras de las murallas de Gloomhaven, está bajo constante amenaza de redadas de
Vermlings. Cuando llegas al “gauntlet”, ciertamente no hay duda del air de locura que desprende de
su dueño. Él está parado unas cuantas ramas encima de un árbol, quejándose sobre una nebulosa e
inminente perdición y su deseo de “arrancar a todos aquellas que no sean dignos de ser llamados
héroes.”

Tu nunca has tenido mucho deseo de ser un héroe, pero en está ofreciendo una tentadora
recompensa de 10 monedas de oro para cualquiera que pueda hacerse paso a través de sus
mascotas y sus artilugios, así que pones tus prejuicios de lado y te preparas dentro de la
tambaleante plataforma de madera. Temblorosas masas de cieno de dan la bienvenida, en conjunto
con unos particularmente desagradables artefactos explosivos.

El sonido de las explosiones aun retumba en tu cráneo mientras te haces paso entre la semi
destruida puerta de madera hacia la siguiente plataforma. Acá, te encuentras un tipo de locura
totalmente nuevo. Golems de piedra te miran con ojos muertos, mientras que a tu izquierda
boquillas oxidadas de hierro escupen nubes de gas venenoso que lentamente se va esparciendo por
el angosto andamio.

Entras a la parte final de la plataforma, imaginando que podría ser peor que lo que acabas de
experimentar. Y luego, ver a los chaos demons.

Te quedas pasmado por un momento. ¿Porque hay demonios aquí? ¿Quién es este loco ermitaño
que construyo esta cosa? Sacudes tu cabeza y empuñas tu arma para batallar estas horrendas
criaturas. También, te das cuentas que hay maquinas conectadas a las trampas de este cuarto, y
parecen estar moviéndose hacia ti. Eso debería ser divertido, también.
Matas a la ultimas de las criaturas y sale de la plataforma, buscando al viejo hombre. Envés
encuentras una nota escrita a mano con una escritura vagamente familiar.

“Alas, has vencido las trampas que me han proporcionado tantos cuerpos de mercenarios en el
pasado. Supongo que es tiempo de seguir mi camino. Ustedes son oponentes dignos – no hay duda
porque fueron capaces de destruir mis experimentos – pero aún están perdidos, al igual que el resto
de la ciudad. Los incito a simplemente sentarse y disfrutar de toda la violencia. – Roland”

Suspiras frustrado. De repente era muy optimista pensar que este negocio lo tenías en tus manos.
Además, el bastardo ni siquiera te pago.

Llevas la nota a la guardia de la ciudad, aun esperando solo lavar tus manos de toda la situación,
pero ellos tienen otras ideas.

“Oi, que bueno que aparecieron” dice el capitán, ignorando la nota que tratas de restregar en su
cara. “Hemos encontrado más actividad del culto de sangre. Parece que se han visto a algunos
lacayos en túnicas rojas entrar y salir de las alcantarillas en dos distritos diferentes de la ciudad.”

“No puedo dejar que ninguno de mis hombres vaya ahí abajo, pero si las famosas Jaws of the Lion
estuvieran dispuestas a ir a las alcantarillas a investigar, estaría dispuesto a pagar una fuerte suma.
Considerando que vuelvan con vida, por supuesto.”

La adulación normalmente no te conmueve, pero la “fuerte suma” ciertamente suena bien. El


capitán te enseña los lugares donde los hombres con túnica fueron vistos: en los barrios marginales
del Sinking Market y los barrios mucho más bonitos del Traveler’s District.
Prendes tus antorchas mientras te paras frente a la entrada de una alcantarilla en el Sinking Market,
medio sumergida en un líquido grotesco. Si hay algo peor que el Sinking Market, son las alcantarillas
debajo de ellas – un criadero para Vermlings, serpientes y otras cosas desagradables. Además, huele
terriblemente mal.

Por un segundo piensas que pudiste haber ido al Traveler’s District, la zona más lujosa de la ciudad.
Pero no, tuviste que venid aquí, porque no podías pensar en una mejor ubicación para estos
desquiciados cultistas de la sangre.

Y así, te tapas la nariz y te adentras. No te toma mucho tiempo en encontrar una gran cantidad de
problemas – un nido de serpientes y lodo negro bloquean el pasaje.

Parece que tendrás que andar corriente arriba a través de este túnel principal, pero el camino está
bloqueado por una gigante compuerta de hierro. No ves otro camino más que la vieja puerta al otro
lado del rio de la alcantarilla, la abres y esperas por lo mejor. Lo que recibes en cambio es una banda
de Vermlings. Más allá del grupo, cerca de un túnel en la pared, se encuentra una palanca oxidada.

Tiras de la palanca y oyes una gran cantidad de agua deslizarse detrás de ti. Viendo detrás de ti, ves
que el túnel principal que estaba bloqueado está libre ahora, y el torrente de agua atrapada detrás
de la compuerta está libre, desbordando el rio. Un camino hacia adelante se ha abierto. Solo tendrás
que luchar contra la corriente para llegar ahí.
Hacia el final del túnel, pasando la compuerta, eres capaz de escalar a una plataforma más elevada,
lejos del alcance de las corrientes del agua. Eventualmente, el torrente se calma, pero no antes de
que se lleve a todos los monstruos consigo hacia la bahía.

Con suerte, dentro de estos túneles encontraras lo que el culto de la sangre está tramando. También
tienes curiosidad en saber que era lo que los Verlimgs estaban cavando en el cuarto de al lado.
Puede valer la pena investigarlo.
El Traveler’s District, donde los mercaderes más ricos de la ciudad viven en enormes haciendas,
efectivamente, es la parte más lujosa de Gloomhaven. Te cuesta creer que un área tan resguardada
por la guardia de la ciudad sea un terreno de cultivo para estos cultistas, pero, como dijo el capitán,
los guardias raramente patrullan las alcantarillas, así que es posible que algo adverso está
sucediendo debajo de este lugar.

Apenas entras, te sorprendes por cuan inmaculados los túneles están. Algo no está bien. Las
alcantarillas no deberían ser tan limpias, y sientes una extraña energía emanando de los pilares en
esta habitación. Viendo de cerca con la luz de tu antorcha, llegas a ver pequeñas runas circulares
escritas alrededor de estos pilares. Algo definitivamente está sucediendo, destruye los pilares para
saber qué es lo que realmente está pasando.

Mientras el ultimo pilar cae, la pared más alejada parpadea, y súbitamente dos columnas y un arco
aparecen, dirigiéndote a una oscuridad más profunda. Un fuerte olor a muerte llega a tu nariz, una
extraña niebla purpura se asome al borde de tu visión y más de esa extraña energía emana del mas
allá.

La niebla purpura desaparece, y con ella, toda la ilusión de una alcantarilla impecable. Los ricos
producen desechos como cualquier otra persona.

Todo era una ilusión – incluso los horribles cadáveres y los espíritus. Levantas tu antorcha para tener
una mejor vista de tu nuevo panorama y te das cuenta de un nuevo pasaje adentrándose en las
entrañas de este lugar. De repente esto es lo que estaba siendo escondido en toda esta ilusión. Das
un paso en el pasaje, con la intención de descubrir que es lo que el culto está planeando.

No pasa mucho tiempo y encuentras una simple escalera llevándote devuelta a la superficie, pero
parece que dirige directamente a una de las grandes haciendas. Sea que el residente está envuelto
en toda esta locura, no puedes evitar darte cuenta de la oportunidad de escabullirte en una gran
mansión y volverte un poco más rico.
Caminas por el túnel principal por un buen rato. La corriente de la alcantarilla comienza a disminuir
con el tiempo, hasta que casi no hay agua, dejando una agria y gruesa capa de lodo.

Entonces, ves movimientos adelante, al borde de la luz de tu antorcha. Pequeñas criaturas –


primero, piensas que son mas Vermlings, pero estos están mojados – glóbulos vivientes llenos de un
líquido color rojo oscuro. Seguramente es el trabajo del culto de la sangre.

Después de pelear contra estas horribles y pequeñas criaturas de sangre, estas casi aliviado al darte
cuenta de que no estás en la última recamara. Haz encontrado más fanáticos, una vez más, en medio
de un ritual.

Algo definitivamente no está bien. Una masa de lodo negro se consume en un tazón de agua fétida
al fondo de la recamara, y mientras los cultistas corean, ves como una masa de color rojo crece
dentro de la cuenca. Están reproduciendo las viles criaturas de sangre a través de esta ritual oscuro,
y debe ser detenido.

Esta fábrica de repulsión ha sido cerrada. Cada vil criatura ha sido aplastada y está ahora esparcida a
través del piso. Aunque, este no es el final aún. Estos cultistas se rehúsan a hablar o dar información
sobre Roland, así que la única opción es seguir adelante. Enfrente, otro pasaje dirige más a fondo
dentro de esta pesadilla sangrienta. Mas maldad espera. Puedes sentirlo en tus huesos.
Dado el esfuerzo que alguien se tomó para esconder este pasaje en las alcantarillas, estas seguro
que te llevara a algún lugar significativo. Con algo de suerte, encontraras los últimos restos del culto
de la sangre, acobardándose en una esquina, y terminaras con ellos de una vez por todas.

Por supuesto, nada es tan simple como eso. Luego de algo de investigación, comienzas a escuchar
coros y el silbido de serpientes en el túnel enfrente tuyo. Avanzas y demandas saber dónde está
Roland, pero estos idiotas obsesionados con la sangre no son particularmente habladores.

Tratas de no ver como las pesadillas sangrientas desgarran su camino fuera de sus huéspedes
reptilianos mientras que los fanáticos observan y sonríen. Sangre a la que se le ha dado conciencia y
mala intención – el pensamiento te llena con un vacío sentimiento de inevitabilidad.

Y esto no es lo peor de todo. Estos cultistas se rehúsan a hablar o dar información sobre Roland, así
que la única opción es seguir adelante. Enfrente, otro pasaje dirige más a fondo dentro de esta
pesadilla sangrienta. Mas maldad espera. Puedes sentirlo en tus huesos.
“Así que, los grandiosos Jaws of the Lion vienen una vez más a arruinar mi trabajo”, escuchas el eco
de una voz a través de los túneles oscuros de las alcantarillas. Es la voz del ermitaño loco en Hook
Coast – la voz de Roland – y escurre con veneno. “Si tan solo se dieran cuenta lo fútil que fueron sus
esfuerzos. De hecho, no solo fútiles, más bien, me ayudaron.”

“No nos habíamos dado cuenta que glorioso regalo nos había brindado nuestro dios hasta aquel
incidente en la Universidad. Pensar que la corrupción que cultivamos podría, bajo las circunstancias
correctas, propagarse tan rápido, infectando nuevos huéspedes y transformándolos en Su imagen.”

Te adelantas, moviendo tu antorcha para iluminar cada esquina de la oscuridad, pero no puedes
encontrar la fuente de la voz.

“¡Y ya hemos tirado Su regalo en el suministro de agua! Es muy tarde. ¡Pronto, todos en la ciudad
serán esclavos del Blood God, y entonces podrás sentarte y observar toda la destrucción!”

Das un rugido y embistes hacia adelante, directo en dentro de una alcoba con un hombre con túnica
agachado enfrente de una mesa de alquimia. Sus frascos burbujean con un líquido negro que cae al
piso de piedra, corriendo por pequeños riachuelos que van por debajo de la puerta que está detrás
de él. Este no es Roland, pero piensas que deberías matarlo también.

Tu victoria triunfante dura poco tiempo. Estas en un área bajo Gloomhaven donde el agua del rio
Still se divierte en cisternas que suministrar la ciudad. Viendo todo el equipo roto y el líquido negro
que se escapa de este a las corrientes de agua que se dirigen a la ciudad, es claro para ti, el
suministro esta corrupto y no hay nada que puedas hacer para revertirlo ahora. Buscas entre los
cuerpos de los cultistas a Roland, pero lo único que encuentras es algo de oro suelto. Lo único que
queda hacer es tomar una muestra del líquido negro devuelta a la Universidad. Ellos te metieron en
este lio. Con algo de suerte, el Profesor Haltrip puede idear algún agente contrarrestante para
distribuir antes de que toda la ciudad se transforme en monstruosidades.
Entras corriendo a la oficina del Profesor Haltrip, sosteniendo un frasco del líquido negro. El viejo
quatryl se ve obviamente alarmado, pero tú no desperdicias tiempo y le explicas la situación
rápidamente hasta que un rostro determinado se ve en su cara.

“Una vez más, depende de mí salvar la ciudad, ¿eh?” pregunta el, parado desde su desordenado
escritorio. “Y no tenemos el lujo de tiempo. Creo que podemos hacer unos cuantos experimentos,
pero no serán fáciles – ni bonitos.”

“Necesitaremos inyectar cierto número de especímenes con variaciones de esta toxina y ver cómo
reaccionan a diferentes estímulos. Con suficiente información, deberíamos ser capaces de formular
una receta que contrarrestaría la transformación.”

Sale de su oficina y te dirige abajo, por un pasillo, a su laboratorio. “El estímulo es la parte donde
entras tú. Me percaté de que tu ultima expedición en mi laboratorio fue muy exitosa en acumular
información, así que necesitare algo similar aquí. Sera más controlado, definitivamente, pero
podemos recolectar tanta data como queramos, tan rápido como queramos, así que trataremos con
grandes grupos de especímenes a la vez.”

Haltrip le da el frasco negro a un nuevo asistente, y te dirige a un pequeño laboratorio. Después de


que entrar, cierra la puerta y la asegura del otro lado. “No te preocupes, esto terminara antes de
que te des cuenta. Comencemos con la primera fase.”

Haltrip toca el vidrio en la ventana entre los cuartos y te da una señal de que todo ha salido bien.

“¡Comienza la fase dos!” te grita enfáticamente. Esta mucho más feliz de los que debería estar,
dadas las circunstancias.
Con el ultimo experimento completado, Haltrip entra al laboratorio. Tu casi lo atacas después de
todo lo que te ha hecho pasar, pero su felicidad es infecciosa.

“¡Ahí esta!” grita. “¡Ese último intento, esa fue la clave! Tengo a mis asistentes trabajando en ello
ahora – un agente que completamente neutraliza los efectos de la toxina. Una vez que esté listo,
utilizaremos todos los recursos que la Universidad tiene a su disposición para distribuirlo por toda la
ciudad. ¡Con algo de suerte, evitaremos la crisis justo a tiempo!”

Su cara se hincha a los bordes con una sonrisa. Brilla con un sentido de orgullo, y tu casi te ríes de él,
antes de que un estruendoso sonido resuena por todo el edificio. La sonrisa de Haltrip desaparece.

“Eso vino del sureste,” se percata. “Sonó como un trueno, pero ni siquiera está lloviendo.”

Corres afuera justo a tiempo para ver un pilar de color rojo dispararse del cielo y conectar con el Old
Wall Gate. Segundos después, otro estruendo hace eco a través de la ciudad.

Indudablemente esto ha sido obra de Roland y su Blood God. ¿Qué otros trucos pueden tener bajo la
manga? Solo hay una manera de saberlo.
El sol baja en el horizonte mientras corres hacia el Old Wall Gate. Periodicas luces rojas combinadas
con el ocaso del sol dan la ilusión de que el cielo esta en llamas. Llegas a la escenas para presenciar
la congregación de fanáticos en túnicas rojas postrados en la puerta delantera, atormentados con
dolor.

“Ellos ya han digerido el regalo,” una voz resuena desde arriba. “Son devotos a nuestra causa, y por
eso nuestro Blood God nos da fuerza para realzar Su plan.” Una imponente figura se para encima del
Old Wall. Su estatura ciertamente ha cambiado, pero su cara – ciertamente es la de Roland.

Mientras tratas de decifrar que esta sucediendo, otra columna de luz roja cae del cielo, envolviendo
a Roland. El rie con alegría, mientras que su porte parece crecer.

“¡Intentas inocular la ciudad en contra de Su influencia, pero Él no lo permitirá!” Roland gruge.


“Ninguno de los entrometidos de la Universidad entrara al este de la ciudad. ¡Yo soy Su avatar de la
destrucción, y lo declaro de esa manera!”

En el suelo enfrente tuyo, los hombres en túnica gritar en agonía mientras comienzan a crecer
también. Sangrientos y carnosos bultos de musculo comienzan a salir de su cuerpo,
transformándolos en monstruosidades. Sus túnicas comienzan a romperse, y sus caras se vuelven un
caos irreconocible. Rugen en una odiosa cacofonía.

“¡Destruyan a todos los que se atrevan a enfrentarnos!” Roland comanda.

“Ah, que generoso de ustedes en venir y acompañarme,” Roland se rie. Levanta una gigantesca
espada con facilidad, y un rayo de luz roja se dispara del cielo, conectándose con la punta de la
espada, haciéndola crujir con energía. “Ven, déjame enseñarte todo el poder del enojo del Blood
God.”

Por un momento consideras huir, pero mirando las escaleras atrás, puedes observar más
monstruosidades juntándose abajo. Tu única esperanza es matar a Roland o esta locura jamas
terminara.
Roland rie mientras sangra profundamente de numerosas heridas. Escupe sangre, preparándose
para dar otro discurso sobre su estúpido dios y su tonto plan.

“Solo necesito un poco mas de energía,” tose con una sonrisa, levantando su espada una vez mas
hacia el cielo.

Pero ningún rayo cae del cielo. Roland frunce el ceño, una mirada confundida llena su rostro.

“Mi glorioso maestro,” suplica con gran esfuerzo y visible dolor. “Solo necesito un poco mas de
ayuda…”

Cae de rodillas, y sus sirvientes se vuelven cenizas, esfumados por los vientos del mar. Mientras te
acercas con arma listas, su gigantesca figura se reduce hasta que se asemeja a la imagen del hombre
frágil y viejo de Hook Coast.

“No…” el gruñe, y luego terminas con el.

Está hecho. Tu oponente yace muerto en la piedra ennegrecida, cubierto en la sangre que el amaba
tanto.

“¡¿Qué significa todo esto?!” El capitán de la guardia corre detrás de ti. Hay una escuadra completa
de soldados detrás de el. LE explicas lo que ha sucedido, recordándole sobre el oro que te prometio
por investigar las alcantarillas. Haces énfasis sobre como has extendido tus limites en tu búsqueda.

El te agradece con una pesada cartera de monedas, y tu dejas la escena en sus capaces manos. Tu
siguiente parada es con la viuda Sandy, donde le informas que la muerte de su marido a sido
completamente vengada. No parece consolarla del todo, pero almenos te hace sentir mejor a ti.

Finalmente, con el peso de la locura fuera de tus hombros, regresas al Sleeping Lion, con tu frente en
alto. Mientras entras a la posada, el aire cambia drásticamente. Las conversaciones se bajan de tono,
y varias miradas se tornan hacia ti.

Subitamente un grupo en una esquina comienza a golpear tazas de cerveza en sus mezas en un claro
ritmo. Y entonces, comienzan a corear.

“Jaws, Jaws, Jaws, JAWS, JAWS,!” El coro se vuelve mas fuerte hasta que todo el salon se ve envuelto
en el. Una sonrisa se escapa en tu rostro. Es bueno estar en casa.
Claro, normalmente no saldrías de tu camino para escabullirte dentro de la mansión de algún
mercader rico para robarte sus bienes. No eres un criminal común después de todo, pero la estada a
esta finca estaba detrás de la ilusoria pared en las alcantarillas del Traveler’s District, lo que implica
que su residente puede, de alguna manera, estar implicado en todo este lio. Solo quieres dar un
vistazo, y su encuentras algún tesoro u otro, que así sea.

Trepas despacio fuera de la salida de la alcantarilla hacia la gran entrada, adornada con unas cuantas
impresionantes estatuas de piedra. No parece que nadie esté en casa, así que es momento de ver
que puedes encontrar.

Buscas en un cofre de tesoros y te guardas lo más que puedes, pero de pronto, algo extraño sucede.
La estatua detrás de ti empieza a moverse. Observas en pánico mientras se baja de su pedestal
mientras da pasos amedrentadores y pesados hacia ti.

El peligro ahora es enserio. Más estatuas están cobrando vida de las que puedes combatir, así que es
hora de salir de aquí. Al menos estas cosas son lentas. No deberían ser capaces de seguirte. Mientras
te diriges devuelta a la entrada, ves más estatuas moviéndose en posición, te tienen rodeado.

Verdaderamente esperas que esas estatuas no puedan bajar escaleras mientras desciendes
rápidamente devuelta a las alcantarillas. No salió tan bien como esperabas, y no encontraste
exactamente ninguna evidencia, pero eres bastante más rico, así que para ti es una victoria.
Cualquier criadero de Vermlings dentro de la ciudad puede ser problemático, y la posibilidad de que
estos Vermlings puedan estar asociándose con esos locos de túnicas rocas o con los infectados por
sus experimentos, bueno, probablemente es mejor solamente exterminar a todo el grupo entero.

Avanzas pasando la palanca oxidada, a través del túnel cavado, dentro de una aún más vieja
conexión de conductos de alcantarillas. No tienes que adentrarte tanto antes de encontrarte con
estas pequeñas y salvajes criaturas, de las cuales sus pieles exudan brotes grotescos. Ellos gritan y
mueven sus armas violentamente hacia ti. Este lugar necesita ser destruido, pero de repente puedes
encontrar más información sobre el culto también.

Es un trabajo duro, destruir estos nidos mientras eres atacado por todos los lados. Dada la presencia
de las ratas deformadas, es claro que hay alguna conexión entre los Vermlings y el culto de la sangre,
pero no logras encontrar ninguna evidencia adicional. Todo lo que encuentras por tu esfuerzo en un
interesante anillo que podría tener algo de valor. Con la infección erradicada, haces tú salida.
Sigues las direcciones del canoso capitán a un deposito en los Old Docks donde sospecha que están
sus bienes escondidos. No estás seguro que encontraras cuando empujas la puerta de madera para
entrar al pobremente iluminado cuarto de reservas.

Una miscelánea de bienes está esparcida por todos lados, como si hubieran sido guardados
rápidamente. Cerca al centro del cuarto, encuentras a los culpables – un grupo de chaos demons
nada contentos de que hayas entrado. Pelear con ellos será una cosa, pero encontrar los bienes
correctos en todo este alboroto será otro problema diferente. ¿Quién sabe que estará esperando en
esta búsqueda para ti?

Tendras pesadillas sobre manzanas por una semana, pero finalmente encuentras los bienes
perdidos de la capitán y vuelves a su navio en los muelles por tu recompensa.

“¡Maravilloso!” exclama. “Necesitamos salir para Velcyll Harbor a primera hora de la mañana, y
hubiera sido un viaje mucho menos lucrativo si no hubiéramos tenido esto. Se venderá muy bien en
la tienda de orquídeas.”

Te entrega tu recompensa, y le deseas suerte en su viaje – la tacaña.


“Demonios,” es lo que dicen. Juzgando por lo que ya haz visto recientemente, no lo descartarias.
Han acontecido una cosa después de la otra en esta ciudad últimamente, entonces ¿porque los New
Docks deberían ser diferentes?

Sigues las direcciones de un mercader a una coleecion de pequeños almacenes en lo profundo del
distrito. Mientras te acercas, un extraño sentimiento te inunda. Algo definitivamente no esta bien, y
puedes sentilo en el aire. Hay una maldad palpable que se impregna en todo lugar. Te toma toda tu
fuerza de voluntad no huir del lugar y no volver a mirar atrás. Enves, sacas tu arma y te pones a
trabajar.

Este almacen esta muy silencioso, pero el terrible sentimiento solo incrementa. Algo se esta
escondiendo aquí, y vas a descubrir que es, aunque tengas que destruir todo.

El dolor en la parte trasera de tu cráneo palpita mas fuerte mientras te adentras en la habitación.
Sientes como tu mente esta siendo triturada, pero tienes que avanzar para ponerle fin a esta
maldad.

Entras al almacen y ves movimientos sospechosos entre los estantes de armas. Esto es seguido por
el sonido de silbidos y varias serpientes arrastrándose fuera de la oscuridad hacia ti. Extrañamente,
sientes que están siendo protegidas por alguna malévola fuerza en el fondo del cuarto.
Mientras el ultimo demonio muere, el aura de maldad alrededor es levantada. Estas feliz de
recuperar tu cordura.

Vuelves donde el mercader de Valrath con las buenas noticias y recibes tu paga por tus esfuerzos.
Llegas a la hora indicada a un oscuro callejón cerca de la muralla oeste de la ciudad. Estabas
esperando una emboscada y no estabas equivocado. Lo que sí es decepcionante, es que aquellos
que estaban cazando al Red Guard no aparecieron. Envés, enviaron algunos esbirros – algunos
Vermlings y un golem encantado.

El Red Guard estaba esperando algo más de comunicación, pero tus enemigos atacan sin decir
ninguna palabra apenas llegas. Cuando el golem se mueve, te das cuenta de que esta no es una
creación normal. Está forjado con una magia poderosa, incorporando una horda de raras y
venenosas serpientes provenientes del Red Desert. El mensaje está claro, y es sumamente personal.

Tu victoria le ha traído al Red Guard más tiempo. No hay duda, hay cosas más terribles a porvenir.
Los Valraths no perdonan tan fácilmente, pero el Red Guard está libre por hoy, y, más aun,
encuentras un anillo en el corazón de los engranajes del golem. Parece ser uno simple hecho de
acero, pero puedes sentir que tiene algo de energía de la forja Jhinda en el.

Toma un largo tiempo antes de que el Red Guard hable de nuevo.


Llegas a la plaza de Gloomhaven para una competencia y ves que toda el área ha sido convertida en
una gigante arena con un gran estadio alrededor. El Hatchet se mueves hacia el área de
participantes mientras que el resto sube hacia las gradas para observar el espectáculo.

La competencia en sí misma es brutal. Un esclavo tras otro se enfrenta a distintos monstruos y a


ninguno le va bien. Los afortunados son los que salen de la arena vivos.

Entonces, el Hatchet entra a la arena. Es hora de darle a esta gente un espectáculo.

El último de los agresores cae, y el Hatchet se para victorioso. La multitud se enloquece, vitoreando
y silbando salvajemente. Puedes ver como el Hatchet sonríe bajo la sombra de su sombrero –
realmente una ocurrencia muy extraña.

Los organizadores recompensan al Hatchet con un arma finamente elaborada como premio, y
ustedes no se quedan a ver si alguien más sobrevive la matanza. Seguramente, nadie tiene la
oportunidad de hacer un mejor espectáculo.
Llegas al borde sudeste del Void para encontrar una tormenta masiva dentro. Grandes ráfagas de
viento soplan la arena negra creando torrentes violentos.

La Voidwarden marcha hacia adelante y planta tres wards en las piedras. El viento se calma un poco,
pero el área aun parece ser increíblemente peligrosa.

La Voidwarden se voltea y explica que estos wards deberían mantener lo que este causando la
tormenta en tranquilidad, pero el Void mandara las fuerzas que tenga para romperlos. Debes
pararte entre los enemigos y los wards para asegurarte que la ciudad se mantenga a salvo.

Te relajas un poco, habiendo destruido una horda de terribles criaturas, pero la Voidwarden no baja
la guardia. Más están por venir. La pelea no ha acabado.

Obvio, mientras destruyes el demonio que viene corriendo, más se materializan detrás de él. Tu
energía se empieza a acabar, mientras esperas desesperadamente que estos sean los últimos que
vienen.

Caes detrás de los wards, rezando que esos fueran los últimos monstruos, pero con la resolución de
que pelearas hasta tu último suspiro si fuera necesario. Afortunadamente, eso no será necesario. Los
vientos se calman. La crisis fue detenida.

La Voidwarden está determinada en pasar la noche aquí para asegurarnos de que la amenaza en
verdad haya pasado. El resto de ustedes vuelve al Sleeping Lion.

Cuando se reencuentran en la mañana, la Voidwarden trae nuevas túnicas. Tu no le preguntas nada


sobre eso.
El Demolitionist simplemente no le puede decir “no” a un buen trabajo de demolición. No hay un
mejor sentimiento que aquel que proviene de destruir todo lo que está a la vista.

Te preparas y te diriges al edificio abandonado programado para ser destruido. El edificio ha estado
desierto por un tiempo, además hay todo un tema con una “maldición” andando, así que no estás
seguro que puedes encontrar dentro. Sientes la presencia de algunos espíritus deambulando, pero
ellos no van a impedirte el realizar tu trabajo.

Hay un gran gemido seguido por un agudo crack. El techo se tambalea, y entonces toda la estructura
se viene abajo, levantando una gran nube de polvo y montones de sonidos violentos.

Estas cegado y sordo por unos momentos, pero mientras el polvo se esparce, puedes ver un trabajo
bien hecho enfrente tuyo. El edificio está destruido, y cualquier tipo de maldición ha sido disipada. El
Demolitionist vuelve a reportarse donde el capataz y luego una su recompensa para construirse un
par de nuevas botas finas.

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