Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Estructura:
También habría que destacar este libro, El Antiguo Egipto: Tres mil años de Historia (2016) que
recogería las actuales investigaciones que ha extraído de Amarna mediante su estilo (muy
egipcio) de repasar diversos aspectos de la sociedad, cultura, política, religión, economía, arte,
moral y reflexiones egipcias de forma lineal-temporal, dividida en diez capítulos abarcando
cada espacio, hablando de la función clave de la teología egipcia como sustento del régimen, y
como ello afecta en el resto de los aspectos de la vida.
Valoración:
Lo que me ha gustado especialmente de este libro es su contundencia encarnada en su
brevedad, en menos de doscientas páginas ha resumido, como dice el título, tres mil años de
historia. Al igual que hemos dado en clase (curiosidad como eje principal de la investigación, y
por tanto, del conocimiento), el autor formula preguntas para introducir el temario, en este caso
serían las respuestas de dichas preguntas.
A modo de conclusión, puedo evaluar que me ha sorprendido la argumentación del autor para
evaluar si el Antiguo Egipto fue o no un Estado solvente, con la arriesgada comparación de
parámetros presentes aplicados al pasado, dando positivo en la balanza.
Hdt., “Libro II”.
Vida y trabajo del Autor:
Heródoto de Halicarnaso es considerado “El Padre de la Historia” en el mundo occidental que
sucedió a los logógrafos, primeros cronistas e historiadores, que trataban ya de separar
leyenda de hecho, y recogían prácticas culturales de diversos pueblos al habitar en Jonia.
Heródoto, continuando con esta tradición, se dedicó a viajar (según algunos autores no viajó a
todos los lugares de los que habla) y a recopilar información histórica y geográfica en su única
obra, “Historiae” dividida a su vez en nueve Libros donde todavía se introduce carácter
moralizante herencia de los trágicos.
Estructura:
El Libro II Euterpe tiene ciento ochenta y dos comentarios que desglosan el desarrollo de la
obra, en la que podríamos diferenciar tres temas: delimitación geográfica de Egipto
(delimitación territorial, ríos, países vecinos, montes etc.) costumbres (vida cotidiana,
alimentación, transporte, vestimenta, religión…) e historia (basada en lista de reyes) narrada
mediante el estilo anecdótico de Heródoto, bien por observaciones propias o por narraciones
de los sacerdotes, pareciendo más bien un libro de viajes de corte historiográfico.
Valoración:
El estilo anecdótico de Heródoto, aunque se desvía de la narración aséptica de la historia, a mi
entender muy saludable, tiene un componente que enriquece en cuestiones culturales, un
componente semejante al que Unamuno llamó “intrahistoria”. La historia fuera de estos
elementos narrativos y analíticos desde la óptica del historiador que observa y escucha, solo
nos proporcionaría las fuentes de investigación secundarias y primarias (como acostumbra el
método historiográfico) pero discrimina la fuente historiográficamente “humana” propiamente
dicho.
A esto habría que añadirle un problema que Heródoto presenta en su método moralizante: el
no observar la realidad analizada comprendiendo los parámetros culturales y éticos de la
sociedad estudiada (no confundir con justificar o asumir, sino entender para comprender) pues
entonces perdemos visión para analizar la historia de otra civilización o incluso la propia ( por
ejemplo algunos historiadores del arte siguen creyendo que el arte egipcio es inmóvil por la
falta de contacto con otras culturas o que no han desarrollado la apreciación de la realidad,
cuando por ejemplo las estatuas son jeroglíficos fuera de paredes, es decir, letras).
Estructura:
Se trata de un desarrollo cronológico, espacial y descriptivo de cada mito, fábula y leyenda
sustentada sobre las ilustraciones que añade en el trabajo con la intención de mostrar los
esfuerzos intelectuales de los egipcios para abarcar desde la creación del mundo, pasando por
historias de los dioses (que muestran parte de la visión antropológica-cultural egipcia) hasta
fábulas, para comprender las creencias egipcias.
Valoración:
A pesar de haber hallado una versión con disponibilidad limitada, debo reconocer que la
expresión cultural que sustentan los ritos, es decir, la religión, siempre me ha fascinado pues
muestra no sólo una visión mitológica, sino conceptual de la sociedad estudiada.
El estilo de Gorge Hart desglosa el mito de forma que se haga comprensible, y contrata
mentalidades a la egipcia, como la indoeuropea (la cual por ejemplo ve al género masculino
como celeste y femenino como terrestre, mientras que la egipcia invierte los géneros). Esta
comparación de mentalidades o sólo familiariza con las lecturas, sino que también facilita la
comprensión de otros esquemas antropológicos, que después explican justificaciones tales
como la de la estructura jerárquica faraónica (la Maza, la Autoridad, que ordena el Caos).
Estructura:
Se trata de un obra que funciona a modo de compilado de cuentos extraídos de la época
faraónica, generalmente asociados a dioses, animales mitológicos y personajes envueltos en
ambientes de la realiza, vecina o extranjera. Además de la traducción del texto original de la
fuente primaria en jeroglífico, lo tenemos acompañado de varias notas que aclaran parte de
expresiones concebidas en la mitología egipcia. También tenemos una breve explicación de la
narración a modo de introducción previo al texto propiamente hablando, que nos da información
tal como su estado de conservación, como debía ser el original, etc., con un lenguaje más
cercano a la época de su redacción o reedición.
Valoración:
Me ha recordado a los compilatorios de cuentos de otras épocas posteriores, más bien por
haber tenido la estructuración de este modo que de haber sido elaborado por un único escritor
con intención de utilizar la mitología como herramienta moralizante (pues estos cuentos sólo
tienen en común su redacción en el mundo faraónico y que concierne a la divinidad, bien
humana o mitológica, la fuente de la legitimidad del mundo faraónico).
Me ha sorprendido por ejemplo la Leyenda del Dios del Mar, ya que muestra la introducción, o
más bien interacción, de la diosa Astarté, que es de otro panteón, en relación con los dioses
egipcios. Otro que he de destacar es el de Verdad y Mentira, por su carácter moralizante similar
a las fábulas, como hemos mencionado anteriormente.
En mi opinión y salvando las abismales diferencia entre unos y otros, es lo más próximo a una
analogía entre el folclore occidental de mitos y leyendas y esta compilación extraída de
diversas épocas y recopiladas a una fecha muy posterior a su inscripción.
ASSMANN, J., “Egipto a la luz de una teoría pluralista de la
cultura” Akal (1995) (trad. A. Agud).
Vida y trabajo del Autor:
Jan Assman es un egiptólogo alemán formado en la materia de Egiptología y arqueología
clásica en diversas universidades como Múnich, París, Heidelberg y Göttingen. En 1966-1967,
fue socio del Instituto Arqueológico Alemán en El Cairo hasta 1971, y nombrado profesor en la
Universidad de Heilderberg y Constanza, donde aún permanece.
Estructura y Valoración.
La intencionalidad del autor es elaborar una teoría de la cultura con tintes relativistas que
entienda la historia como una expresión de la misma, y para ello recorre los periodos de
Imperio Antiguo (colonización interna, burocratización administrativa y demotización cultural),
Imperio Medio (desarrollo simbólico de la Primera Transición para hacer frente a la nueva
complejidad social) e Imperio Nuevo (introducción de reyes extranjeros y vínculo de religión y
estado con su respectiva evolución). Atendiendo a la evolución cultural marcada por la
transformación sociopolítica y económica circunstancial, se centra primero en causas, es decir,
en agentes externos que marcan el panorama material.
Me ha gustado especialmente como atendiendo a este desarrollo lineal de teoría cultural, Jan
Assmann lo reviste de otras facetas como puede ser la religión, economía, sociedad, política,
arte y las diversas circunstancias en las que se han encontrado las mismas para articular su
tesis.