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SEGUROS

Antecedentes históricos

Este contrato se gestó para proteger la navegación, que en la Antigüedad implicaba un riesgo
importante para las mercaderías. Los primeros contratos de seguro datan del siglo XII e inicialmente,
no se aseguraban las personas transportadas, sino las mercancías y las naves. Las primeras formas de
seguro marítimo tuvieron lugar en Venecia, Génova y Florencia.

Sin embargo, recién en los siglos XIV o XV puede verificarse la aparición de contratos de seguro en los
términos concebidos en la actualidad: involucrando una prima y distinguiendo la persona del
transportista de la del asegurador.

El seguro de vida, por su parte, encuentra su origen en Francia, en el siglo XVII, aunque este seguro
recién asume su forma actual en el siglo XIX, cuando las tablas de mortalidad permiten hacer un
cálculo del promedio de la vida humana.

En nuestro país, el contrato de seguro estaba regulado en forma incompleta por el Código de
Comercio. En 1937 se creó la Superintendencia de Seguros de la Nación como organismo de control
de la actividad aseguradora. En 1967 se sancionó la ley 17.418 de Seguros, este cuerpo legal regula el
contrato de seguro, aunque no contempla un régimen normativo respecto de la empresa
aseguradora.

Finalmente, en 1973 fue sancionada la ley 20.091 de Entidades de Seguros y su Control, que integra
la actividad aseguradora con el marco jurídico que le faltaba.

Actualmente el Contrato de Seguro se encuentra alcanzado por las disposiciones de los contratos
celebrados por adhesión y los de consumo. De esta manera, entendemos que la ley especial (17418)
debe acoplarse a los principios generales y reglas esenciales del CCC, sin perjuicio de regular lo
particular del contrato de seguro (en lo jurídico y técnico).

El régimen jurídico del contrato de seguro se vio fuertemente influido por la reforma del Código Civil
y Comercial.

Especialmente, por la incorporación de reglas para el contrato celebrado por adhesión y una fuerte
tutela del contrato de consumo, dentro de la normativa de fondo, han delineado un nuevo
paradigma para el contrato de seguro en nuestro medio: la protección del asegurado.

En la actualidad no debe dudarse que el contrato de seguro constituye un contrato de consumo


cuando se celebra a título oneroso, entre un consumidor final y una persona jurídica, que actuando
profesionalmente, se obliga mediante el pago de una prima, a prestar un servicio cual es la asunción
del riesgo previsto en la cobertura asegurativa. En consecuencia, resultan aplicables al contrato de
seguro celebrado con destino final de consumo, en cuanto resulte pertinente, las disposiciones de la
ley de protección al consumidor.

Quedan excluidos, en cambio, de la aplicación de las normas de defensa del consumidor aquellos
contratos de seguro en los que el asegurado no resulte consumidor, no lo celebre como “destinatario
final”, sino como profesional o se contraten con relación a un interés asegurable sobre bienes que
integran el proceso de producción, transformación, comercialización o prestación a terceros.
En este último supuesto, el asegurado no queda desprotegido ya que cuenta con la tutela propia de
las normas que rigen el contrato de seguro y la actividad aseguradora, así como aquellas que rigen
los contratos por adhesión que resultan suficientemente tuitivas.

De esta forma el contrato de seguro se encuentra específicamente regulado por la ley 17.418 de
Seguros, siendo complementado por la ley 20.091 de Entidades de Seguros y su Control que regula la
actividad de las compañías de seguros. Existe además numerosa legislación administrativa,
regulatoria de diferentes aspectos del contrato en examen.

Definición. Partes del contrato

El art. 1º, ley 17.418 de Seguros, prescribe que "hay contrato de seguro cuando el asegurador se
obliga, mediante una prima o cotización, a resarcir un daño o cumplir la prestación convenida si
ocurre el evento previsto".

Podemos definir el contrato de seguro como aquel por el cual una de las partes, denominada
tomador , se obliga al pago de una suma de dinero, denominada prima, y la otra, designada como
asegurador, se compromete al pago de una indemnización, dentro de los límites pactados, si acaece
el evento previsto, o a pagarle una suma fija o una renta ante la ocurrencia de un suceso extintivo de
la vida humana, durante el plazo de vigencia de la relación contractual.

En términos del derecho del consumidor, las compañías aseguradoras son proveedoras de un servicio
de indemnidad patrimonial.

Para encarar una explotación comercial seria de la actividad aseguradora, la empresa debe disminuir
patrimonialmente las consecuencias del álea. Esta operatoria puede lograrse únicamente mediante
la pluralidad de asegurados, cuyas primas constituyan un fondo común suficiente para atender los
siniestros que efectivamente ocurran, combinandose con otros tres factores que contribuyen a
minimizar los riesgos para la empresa:

1) la utilización de las "leyes de estadística", que permiten al asegurador "determinar


anticipadamente la probabilidad teórica o matemática de producción de siniestros (entidad del álea),
la regularidad con que se verifican (dato experimental), que denominaremos frecuencia y su costo
medio o entidad de la prestación";

2) la variedad de eventos previstos, que ocasiona una suerte de compensación entre los
acontecimientos con mayor probabilidad de ocurrencia y los que resultan menos frecuentes

3) la restricción de los riesgos, que ocurre cuando la empresa aseguradora establece un límite
máximo hasta el que responderá, de verificarse el acaecimiento del evento previsto.

Partes del contrato

1. Asegurador,empresa o compañía aseguradora: asume la cobertura del riesgo

Debe considerársela comprendida en la noción de «empresa» que trae el artículo 320 del
CCC, relacionado con la ley específica que es la 20.091 y, así, calificarla como una
organización profesional, experta, de objeto exclusivo, capacitada técnicamente para la
asunción y tratamiento del riesgo, la gestión de capitales y el pago de siniestros. sometida a
reglamentación y control estatal (ley 20091). Asume su prestación con un fin eminentemente
especulativo y de lucro.

La ley 20.091 de Entidades de Seguros y su Control prescribe que sólo pueden realizar
operaciones de seguros las siguientes personas jurídicas: sociedades anónimas, cooperativas
y de seguros mutuos, sucursales o agencias de sociedades extranjeras de estos tipos
societarios, y los organismos y entes oficiales o mixtos, nacionales, provinciales o
municipales (art. 2º, ley 20.091). Estas organizaciones deben, además, contar con la
respectiva autorización previa para funcionar y operar como tales, emanada por la autoridad
nacional de contralor de la actividad aseguradora, es decir, la Superintendencia de Seguros
de la Nación.

Si una persona que no cumple con las características explicadas, contra el pago de una prima,
se obligara a pagar una indemnización o cumplir con una prestación si ocurriera un evento
previsto, no se configuraría un contrato de seguro.

En ese mismo sentido, el art. 61, ley 20.091, determina que los contratos de seguro
celebrados por quien carezca de autorización para operar serán nulos.

La Corte ha sostenido que el sistema de control que el Estado ha confiado a la SSN tiene por
objeto primordial la salvaguarda de la fe pública (Fallos: 295:552; 313:929); así como
preservar un manejo comercial eficiente de las empresas encargadas de administrar una
importante masa de capital, en cuyo desempeño regular existe un interés social
comprometido y, además, una actividad decisiva para el desarrollo económico de la
comunidad.

2. Tomador del seguro: persona física o jurídica que contrata el seguro, suscribe la póliza y
abona la prima del seguro, quien puede coincidir o no con la persona del asegurado como
es el caso del seguro celebrado por cuenta ajena (previsto por el art. 10, ley 17.418).

Art. 21. Excepto lo previsto para los seguros de vida, el contrato puede celebrarse por cuenta
ajena, con o sin designación del tercero asegurado. En caso de duda, se presume que ha sido
celebrado por cuenta propia
Cuando se contrate por cuenta de quien corresponda o de otra manera quede
indeterminado si se trata de un seguro por cuenta propia o ajena, se aplicarán las
disposiciones de esta sección cuando resulte que se aseguró un interés ajeno.
Art. 22. El seguro por cuenta ajena obliga al asegurador aun cuando el tercero asegurado
invoque el contrato después de ocurrido el siniestro.

3. Asegurado: podrá ser parte en el contrato, cuando éste se contrate por cuenta propia, o
podrá ser un tercero a él, cuando el seguro sea contratado por cuenta ajena. Es la persona
que en sí misma o en sus bienes está expuesta al riesgo ej. el titular de un vehículo/casa o
una persona sobre la que recae un seguro de vida.
4. Beneficiario del seguro: es la persona que tiene derecho a ser indemnizada o a recibir la
prestación convenida por la compañía de seguros, si ocurre el siniestro estipulado en el
contrato.

La función de asegurado y de beneficiario suelen coincidir en una misma persona, aunque


ambas funciones necesariamente se dividen en los seguros de vida, por ejemplo, cuando se
asegura la propia vida en beneficio de otra persona. En este supuesto, el beneficiario no
resulta parte del contrato sino que se trata de un tercero beneficiario.

El seguro de vida también puede ser celebrado sobre la vida de un tercero (art. 128, ley
17.418). En este supuesto, se requiere el consentimiento por escrito del tercero, aunque este
consentimiento no lo convierte en parte contractual del seguro.

Es decir el tomador,asegurado y beneficiario pueden recaer sobre la misma persona o distintas.

TIPOS DE SEGUROS

El seguro de responsabilidad civil constituye una figura de habitual de celebración en la práctica


cotidiana, para asegurar los más variados riesgos como pueden ser daños o siniestros provocados
con automotores, por incendio, por enfermedades o accidentes, seguro de vida.

Por último, podemos mencionar al seguro previsto en la ley 24.557 de Riesgos del Trabajo, que el
empleador debe tomar para cada uno de los empleados que contrata. Este seguro cubre el riesgo de
enfermedades profesionales y accidentes ocurridos con motivo de la prestación laboral y constituye
un claro supuesto de contrato en el que la persona del tomador (empleador) difiere de la del
asegurado (trabajador).

Características del contrato

a)Bilateral: al momento de su celebración genera obligaciones para ambos contratantes. El


asegurado asume la obligación de pagar la prima y la compañía aseguradora se obliga a cumplir con
la prestación inicialmente convenida, si ocurre el evento previsto denominado siniestro.

b)Oneroso: Cada parte obtiene una ventaja ya que el asegurado obtiene la certeza de que, ante la
ocurrencia del evento dañoso determinado, conseguirá la compensación económica del perjuicio,
con los alcances pactados, mientras que el asegurador recibe el pago de la prima y, a cambio, asume
un riesgo patrimonial.

c)Consensual: el contrato de seguro se perfecciona con el mero consentimiento de los contratantes

d)Aleatorio: consiste en la incertidumbre sobre la ocurrencia del suceso previsto, o el momento de


su acaecimiento en el supuesto de los seguros de vida.

Aunque pudiera considerarse que el sistema contractual minimiza el álea para la empresa
aseguradora, esta característica siempre subsiste desde el punto de vista del asegurado, y esto
resulta suficiente para que el contrato se considere aleatorio.
e)No formal: art. 4º, párr. 1º, ley 17.418,prescribe que "el contrato de seguro es consensual; los
derechos y obligaciones recíprocos del asegurador y asegurado, empiezan desde que se ha celebrado
la convención, aun antes de emitirse la póliza".

La instrumentación de la póliza, que es el documento escrito emitido por la empresa aseguradora,


que plasma las condiciones generales y particulares del contrato, constituye una obligación a cargo
del asegurador, y no es un elemento estructural del contrato en estudio.

f)Típico: ostenta una regulación legal específica y completa, constituida por la ley 17.418 de Seguros,
complementada por la ley 20.091 de Entidades de Seguros y su Control.

g)De tracto sucesivo o de ejecución continuada: el plazo es un elemento esencial del seguro. El art.
17, ley 17.418, dispone que "se presume que el período de seguro es de un año, salvo que por la
naturaleza del riesgo la prima se calcule por tiempo distinto".

El contrato de seguro genera entre las partes una relación destinada a prolongarse en el tiempo, por
un período determinado durante el cual mantiene vigencia la responsabilidad del asegurador de
cubrir en la forma acordada las consecuencias patrimoniales del evento previsto.

Si bien la prima es única, su pago suele fraccionarse en términos periódicos, para facilitarlo. El pago
de la prima no es la única prestación a cargo del tomador del seguro; aun cuando la cumpliera en un
solo acto, persistirán por su cuenta otras prestaciones de carácter continuado, como las cargas
informativas, de salvamento o de manutención del estado del riesgo.

h)Intuitu personae:las cualidades de las partes resultan recíprocamente determinantes para la


celebración de este contrato. El asegurado o el tomador evalúan particularmente la trayectoria y la
solvencia de la empresa aseguradora, puesto que de estas circunstancias depende, en definitiva, el
efectivo cumplimiento de la finalidad contractual: que, ocurrido el evento previsto, el asegurador
cuente con un patrimonio suficiente para resarcir en la forma acordada, sus consecuencias dañosas.

La compañía aseguradora considera especialmente las características particulares del asegurado,


puesto que de ellas depende, en la mayoría de los casos, el cálculo de probabilidades de ocurrencia
del siniestro cubierto. El art. 82, párr. 1º, ley 17.418, prescribe que "el cambio del titular del interés
asegurado debe ser notificado al asegurador, quien podrá rescindir el contrato en el plazo de veinte
días y con preaviso de quince días, salvo pacto en contrario. El adquirente puede rescindir en el
término de quince días, sin observar preaviso alguno".

i) Integra un sistema de contratos conexos: organizado por la compañía aseguradora, que permite
que ésta pueda prever la efectiva ocurrencia de los eventos previstos y constituir un fondo suficiente
para el resarcimiento de las consecuencias patrimoniales de esos sucesos, mediante la celebración
repetida y continua de diferentes contratos de seguro.

Elementos esenciales

1. Consentimiento

El contrato de seguro se celebra necesariamente mediante la adhesión por parte del tomador a
cláusulas predispuestas de manera unilateralmente redactadas por la empresa aseguradora,
previamente aprobadas por la Superintendencia de Seguros de Salud de la Nación. El contrato es
celebrado por el asegurador con cada asegurado en forma particular, pero con base en condiciones
generales aplicables a todos los contratos que la empresa perfeccione.

2. Objeto

El objeto del contrato de seguro reside en el riesgo asegurado. El art. 2º, ley 17.418, prescribe que "el
contrato de seguro puede tener por objeto toda clase de riesgos si existe interés asegurable, salvo
prohibición expresa de la ley".

Halperin señala que el riesgo es un hecho eventual, generalmente futuro —aunque pueden
celebrarse seguros retroactivos—, del que puede derivar un daño o que puede afectar la vida
humana o la integridad física.

No puede asegurarse cualquier riesgo, sino que deben concurrir ciertos requisitos para que un riesgo
sea considerado asegurable. Los examinaremos a continuación:

a)Incertidumbre: no debe haber certeza de la ocurrencia del siniestro o de su momento. El contrato


de seguro será nulo si al tiempo de su celebración el siniestro se hubiera producido o desaparecido la
posibilidad de que se produjera (art. 3º, ley 17.418). La desaparición del riesgo durante la vigencia
del contrato determina su resolución.

El contrato de seguro puede celebrarse en forma retroactiva. Si se acuerda que comprende un


período anterior a su celebración, el contrato será nulo sólo si al tiempo de su conclusión el
asegurador conocía la imposibilidad de que ocurriese el siniestro o el tomador conocía que se había
producido (art. 3º, ley 17.418).

b)Objetividad: la ocurrencia no puede depender de la voluntad del asegurado. En consecuencia, la


provocación del siniestro produce la pérdida del derecho a la indemnización. La provocación culposa
puede incluirse en la asunción del riesgo.

c)Individualización: el riesgo asegurado debe encontrarse determinado, individualizado y delimitado


de manera específica en la póliza. Consiste en la determinación de la especie de riesgo, en la
enunciación del siniestro previsto (robo, muerte, incendio, etc.). Esta delimitación podrá ser
convencional o legal, según surja del contrato en particular o se encuentre determinada por la ley
17.418 para el tipo de seguro de que se trate.

PÓLIZA (art 11 a 14)

La póliza es el documento habitual en que se instrumenta el contrato de seguro. Se trata de un


elemento probatorio de la existencia y los alcances del contrato, aunque su emisión no es requisito
para el perfeccionamiento del acuerdo.

El asegurador está obligado a hacer entrega de la póliza al tomador del seguro (art. 11, ley 17.418),
quien, recordemos también, puede o no coincidir con el asegurado del contrato.

La póliza debe estar redactada en idioma nacional y utilizando términos claros y debe contener: 1)
los nombres y domicilios de las partes; 2) el interés o la persona asegurada; 3) los riesgos asumidos;
4) el momento desde el cual éstos se asumen y el plazo; 5) la prima o cotización; 6) la suma
asegurada; y 7) las condiciones generales del contrato. Podrán incluirse en la póliza condiciones
particulares (art. 11, ley 17.418).

En la póliza se plasman las condiciones generales y particulares del seguro contratado.

Prueba

El art. 11, ley 17.418, determina que "el contrato de seguro sólo puede probarse por escrito; sin
embargo, todos los demás medios de prueba serán admitidos, si hay principio de prueba por
escrito".

La existencia del contrato de seguro puede probarse por cualquier medio escrito, aunque por lo
común se utiliza un certificado emitido por la compañía de seguros o un recibo del pago del premio.
La jurisprudencia ha admitido como medio probatorio el peritaje contable resultado de la compulsa
de los libros de la empresa aseguradora.

PRIMA

Es el costo del riesgo asumido por el asegurador sin incluir los gastos de gestión propios de la
actividad. Puede ser reajustada según el riesgo haya disminuido o agravado, a veces con respecto al
concepto de prima se habla también de premio que es básicamente la prima más el costo financiero
total de la actividad (prima + gastos administrativos que hacen al valor total pagado por el tomador).
El pago de la prima será exigible contra entrega de la póliza, salvo que se haya emitido un certificado
provisorio de cobertura (art 30,31,32).

Obligaciones y derechos de las partes

ASEGURADOR

1. Obligaciones del asegurador

a)Expedir la póliza: la primera obligación a cargo del asegurador consiste en la emisión de la


póliza y su posterior entrega al tomador del seguro. La póliza debe cumplir con los requisitos
impuestos por el art. 11, ley 17.418.. El art. 30, ley 17.418, permite la emisión temporal de
un certificado o instrumento provisorio de cobertura.

b)Resarcir el daño o cumplir con la prestación convenida, ante la ocurrencia del evento
previsto: El límite máximo del resarcimiento lo constituye el perjuicio efectivamente
padecido por el asegurado, aplicándose el principio de no enriquecimiento, que prescribe
que el asegurado no puede pretender en el conjunto una indemnización que supere el
monto del daño sufrido (art. 68, ley 17.418).

El art. 61, ley 17.418, dispone que "el asegurador se obliga a resarcir, conforme al contrato, el
daño patrimonial causado por el siniestro sin incluir el lucro cesante, salvo cuando haya sido
expresamente convenido".
La ley ha dejado a las partes en libertad de acordar el procedimiento para determinar la
cuantía de la indemnización. El art. 78, ley 17.418, prescribe que "cuando el monto de los
daños se determina por peritos de acuerdo a lo convenido por las partes, el peritaje es
anulable si aparta evidentemente del real estado de las cosas o del procedimiento pactado.
Anulado el peritaje, se valuarán judicialmente los daños, previa pericia que se practicará de
acuerdo a la ley procesal".

c)Pronunciarse sobre los derechos del asegurado: el art. 56, ley 17.418, establece que la
empresa aseguradora debe emitir su pronunciamiento acerca de la procedencia y los
alcances de la pretensión del asegurado, dentro de los treinta días de recibida la información
complementaria relativa al siniestro, consistente en prueba instrumental sobre el hecho y la
copia de la denuncia policial efectuada (art. 56, ley 17.418). La omisión de pronunciarse
dentro del término legal implica la aceptación del siniestro por parte de la compañía
aseguradora, en los términos en que fuera denunciado por el asegurado.

d)Brindar asistencia al asegurado: en los seguros que cubren daños a terceros, que pueden
ocasionar reclamos judiciales contra el asegurado, iniciados por los damnificados, la empresa
aseguradora se obliga a brindar asistencia jurídica al asegurado.

e)Arbitrar los medios técnicos y económicos para afrontar la indemnización o el pago de la


prestación convenida

2. Derechos del asegurador

1) obtener el pago de la prima por parte de quien corresponda; 2) requerir al asegurado


prueba instrumental a fin de constatar la ocurrencia del siniestro y la cuantía de los daños
ocasionados; y 3) examinar las actuaciones administrativas o judiciales motivadas o
relacionadas con la investigación del siniestro, o constituirse en parte civil en la causa
criminal (art. 46, ley 17.418).

ASEGURADO

1. Obligaciones del asegurado (pagar la prima estipulada en el contrato)


2. Cargas del asegurado: a diferencia de las obligaciones, constituyen prestaciones cuyo
cumplimiento no es susceptible de exigirse compulsivamente, aunque su inobservancia
provoca la pérdida de determinados derechos para el incumplidor. Las cargas del asegurado
son: a) no obrar con reticencia ni efectuar declaraciones falsas; b) no agravar el riesgo e
informar al asegurador cualquier agravante; c) informar el acaecimiento del siniestro y los
daños sufridos dentro de los 3 dias; y d) cumplir con el deber de salvamento. A continuación
examinaremos cada una de estas cargas.

Consecuencias al incumplimiento de cargas art. 36,47 y 48

3. Derechos del asegurado 1) que se le haga entrega de la póliza que instrumente la relación
contractual con la aseguradora; 2) obtener, de la empresa aseguradora, la indemnización o la
prestación convenida ante la ocurrencia del evento previsto.
Infraseguro, sobreseguro y pluralidad de seguros

1. Infraseguro: cuando la suma asegurada es inferior al valor total del interés asegurable.

El infraseguro es un acto posible y lícito. Esta situación puede existir desde el momento de
celebración del contrato, ya sea intencional o no, o sobrevenir durante la vigencia del
contrato, cuando el valor del interés asegurado aumente.

Ocurrido el siniestro, la empresa aseguradora indemnizará el daño por el monto asegurado y


el asegurado deberá soportar el excedente. Si el perjuicio fuera parcial, el asegurador
responderá en forma proporcional.Halperin Explica que, de lo contrario, el asegurado
percibiría una indemnización desproporcionada en relación con las primas abonadas (arts. 65
y 73, ley 17.418).

2. Sobreseguro: cuando la suma asegurada supere notablemente el valor del interés asegurado
(art. 62, ley 17.418).

El sobreseguro puede ser contemporáneo a la celebración del contrato. El contrato será nulo
si se celebró con la intención de enriquecerse indebidamente con el excedente asegurado.
Habrá sobreseguro sobreviniente cuando se produzca una pérdida de valor del interés
asegurado durante la vigencia del contrato. Ante este supuesto, el asegurador o el tomador
pueden requerir su reducción.

3. Pluralidad de seguros: cuando se cubre el mismo interés asegurable, contra el mismo riesgo,
con diferentes aseguradores, en forma contemporánea. Esta práctica es lícita y resulta
necesaria cuando los riesgos exceden el plan financiero de una única compañía aseguradora.
De este modo, cuando cada uno de los contratos implica infraseguros, de su sumatoria se
obtiene una cobertura total.

En cambio, cuando se incurra en sobreseguro, los diferentes aseguradores concurrirán en


forma proporcional hasta alcanzar el valor del daño.

El asegurado se encuentra obligado a informar a todas las empresas aseguradoras la


existencia del resto de los contratos de seguro.

Responsabilidad por incumplimiento de las obligaciones contractuales

Ante la falta de pago de la prima en el tiempo y la forma convenidos, el asegurador no será


responsable por el siniestro ocurrido (art. 31, ley 17.418). Se señala que la suspensión de la
cobertura tiene lugar desde el momento en que el asegurado cae en mora y produce efectos hacia el
futuro.

Cuando la empresa aseguradora hubiera entregado la póliza sin percibir el pago de la prima, ante la
falta de cumplimiento de la obligación de pago, podrá rescindir el contrato otorgando un preaviso
por el plazo de un mes. La rescisión no se producirá si la prima es pagada antes del vencimiento del
plazo de denuncia.

El asegurador no será responsable por el siniestro ocurrido durante el plazo de denuncia, después de
dos días de notificada la opción de rescindir (art. 31, ley 17.418).
Efectos de la inobservancia de las cargas del asegurado

El incumplimiento de las cargas del asegurado engendra diversas consecuencias jurídicas según cuál
sea la carga incumplida:

a)Reticencia: cuando el asegurado (o el tomador) incurra en reticencia o brinde información falsa al


asegurador, el contrato será nulo, si la empresa aseguradora lo impugnara dentro de los tres meses
de haber conocido la reticencia o falsedad (art. 5º,6,8,etc ley 17.418).

En el caso de verificarse reticencia dolosa, el asegurador no restituirá al asegurado la prima


percibida.

En el supuesto de reticencia de buena fe ej. desconocía de su enfermedad, el asegurador podrá 1)


anular el contrato restituyendo la prima percibida con deducción de los gastos; o 2) reajustar la
prima al verdadero estado del riesgo, contando con la conformidad del asegurado (art. 5º, ley cit.).

El art 130 nos dice que una vez transcurridos 3 años desde la celebración del contrato de seguro de
vida, el asegurador no puede invocar la reticencia excepto que sea dolosa. ej. sabía de su
enfermedad y no lo dijo al contratar el seguro.

Este instituto es de carácter restrictivo y procede solamente cuando se le informó adecuadamente al


consumidor sobre lo que debía aportar de información con respecto al estrado del riesgo.

b)Agravación del riesgo: la agravación del estado de riesgo debe ser de naturaleza tal que ocasione
un desequilibrio significativo con relación a los beneficios y sacrificios correspondientes a la situación
original del contrato, alcanzando a influir en la posibilidad de producción del siniestro o en la
extensión de la obligación a cargo del asegurador. (art 37 a 43)

Diversas hipótesis que se presentan en este supuesto:

• Cuando el riesgo fuera agravado por un hecho del asegurado, éste debe denunciarlo antes de que
se produzca. En este supuesto, la cobertura quedará suspendida y la empresa aseguradora deberá
notificar su decisión de rescindir en el término de siete días (art. 39, ley 17.418).

• Si la agravación es por un hecho ajeno, el asegurador notificará su decisión de rescindir dentro del
término de un mes, otorgando un preaviso de siete días (art. 40, ley cit.).

• Si el tomador, obrando con culpa o negligencia, omitiera denunciar la agravación y el siniestro se


produjera durante la subsistencia del agravante, el asegurador no estará obligado a cumplir su
prestación, siempre que existiera relación de causalidad entre la circunstancia agravante y el siniestro
(art. 40, ley 17.418).

•Inobservancia de la carga de salvamento: la inobservancia dolosa o por culpa grave del asegurado
de la carga de salvamento libera a la empresa aseguradora de su obligación de indemnizar, en la
medida que el daño habría resultado menor sin esa violación (art. 72, ley 17.418).

•Incumplimiento de la carga de informar el acaecimiento del hecho dentro de los tres días
posteriores: en este supuesto, el asegurado perderá el derecho a la indemnización, salvo que
acredite caso fortuito, fuerza mayor o imposibilidad de hecho sin culpa o negligencia (art. 48, ley
17.418).

•Exageración fraudulenta de los daños por parte del asegurado el empleo de pruebas falsas para
acreditar los perjuicios ocasionados por el siniestro: si incurriera en cualquiera de estas conductas, el
asegurado también perderá el derecho a ser indemnizado (art. 47, ley 17.418).

•Inobservancia de otras cargas legales o contractuales: en aquellos supuestos en que la ley 17.418 no
determine los efectos del incumplimiento de una carga impuesta al asegurado, las partes pueden
convenir en la caducidad (pérdida) de los derechos del asegurado si el incumplimiento obedece a su
culpa o negligencia.

En esos supuestos, el régimen aplicable es el siguiente: 1) si la carga debía cumplirse antes del
siniestro, el asegurador deberá alegar la caducidad dentro del mes de conocido el incumplimiento.
Cuando el siniestro ocurre antes de que el asegurador alegue la caducidad, sólo se deberá la
prestación si el incumplimiento no influyó en el acaecimiento del siniestro o en la extensión de la
obligación del asegurador; 2) si la carga debía ejecutarse después del siniestro, el asegurador se
libera por el incumplimiento si éste influyó en la extensión de la obligación asumida. En el supuesto
de caducidad corresponde al asegurador la prima por el período en curso al tiempo en que conoció
el incumplimiento de la obligación o carga (art. 36, ley 17.418).

Extinción

a)Rescisión: la ley 17.418 autoriza la rescisión unilateral, exclusivamente para determinados


supuestos:

1) Los contratantes pueden convenir que cualquiera de las partes tendrá derecho a rescindir el
contrato sin expresar causa. Si el asegurador ejerciera la facultad de rescindir, deberá dar un preaviso
no menor de quince días y reembolsar la prima proporcional por el plazo no corrido. Si el asegurado
optara por la rescisión, el asegurador tendrá derecho a la prima devengada por el tiempo
transcurrido. Esta convención se encuentra prohibida en el supuesto de los seguros de vida (art. 18,
ley 17.418).

2) Cuando el siniestro sólo causa un daño parcial, ambas partes pueden rescindir unilateralmente el
contrato hasta el momento del pago de la indemnización. Si el asegurador opta por rescindir el
contrato, su responsabilidad cesará quince días después de haber notificado su decisión al
asegurado, y reembolsará la prima por el tiempo no transcurrido del período en curso en proporción
al remanente de la suma asegurada. Si el asegurado escogiera rescindir el vínculo jurídico, el
asegurador conservará el derecho a la prima por el período en curso y reembolsará la percibida por
los períodos futuros (art. 52, ley 17.418).

3) El asegurador podrá además rescindir el contrato en el caso de agravación del riesgo (art. 37, ley
17.418).

b)Caducidad de los derechos del asegurado.

Prescripción
Las acciones fundadas en el contrato de seguro prescriben en el plazo de un año, computado desde
que la obligación correspondiente es exigible. En el seguro de vida, el plazo de prescripción para el
beneficiario se computa desde que conoce la existencia del beneficio, pero en ningún caso excederá
de tres años desde el siniestro (art. 58, ley 17.418).

El contrato de reaseguro

El reaseguro consiste en un contrato que la empresa aseguradora celebra con otro asegurador,
denominado reasegurador, con la finalidad de protegerse de las consecuencias de los seguros que ha
otorgado, transfiriendo al reasegurador una parte o la totalidad de esos riesgos.

En el contrato de reaseguro, ambos contratantes,reasegurador y tomador del reaseguro, revisten la


condición de empresas aseguradoras.

Puede reasegurarse una cartera o grupo de seguros o un seguro en particular. La técnica del
reaseguro implica, para la empresa aseguradora, la posibilidad de repartir los riesgos asumidos. Sin
embargo, debemos destacar que, ante la ocurrencia del siniestro, el asegurador es el único obligado
frente al asegurado. El contrato de reaseguro no confiere al asegurado acción directa contra el
reasegurador (art. 160, ley 17.418).

Juego de los art 46,49 y 56

En términos generales, ocurrido el siniestro se debe comunicar dentro de los 3 días a la


aseguradora. Por su parte, la aseguradora no podrá sostener que no se cumplió con esta
carga si intervino pasado ese plazo en operaciones de salvamento o en la comprobación del
siniestro ej. manda una grúa a remolcar el vehículo.

Con respecto a la información complementaria (art.49), el asegurado está obligado a


suministrar a la aseguradora la información necesaria para verificar el siniestro, la extensión
de la prestación o permitir la realización de las indagaciones necesarias. Sin perjuicio de
esto, la aseguradora no puede ejercer abusivamente, ni de mala fe este requerimiento ej.
pedir al asegurado 8 presupuestos diferentes,50 fotos o cualquier documentación excesiva o
de imposible producción. El pedido de información no puede constituir una fuente de
dilación del pronunciamiento de la aseguradora.

El plazo del art. 56 nos va a decir que la aseguradora tiene que pronunciarse acerca del
derecho del asegurado dentro de los 30 días de recibida la información complementaria del
art 46, es decir, establecerá el monto indemnizatorio o rechazara la cobertura . La omisión
de pronunciarse en ese plazo importa aceptación tácita.

Transcurrido los 30 días,la aseguradora tendrá 15 dias para pagar (art 49).

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