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UNIVERSIDAD DEL CARIBE

(UNICARIBE)

ASIGNATURA:
Derecho Internacional Público Americano

TEMA:
La OEA en el conflicto de las Malvinas

PRESENTADO POR:
Gabriel Arache Reyes

FACILITADOR:
Cervantes Pena Pimentel

Santo Domingo, D.N.; República Dominicana


Agosto 2019
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN.......................................................................................................1
JUSTIFICACIÓN........................................................................................................2

CAPITULO I
ANTECEDENTES DEL CONFLICTO........................................................................3

CAPITULO II
CAUSA DEL CONFLICTO ENTRE ARGENTINA Y REINO UNIDO........................5
HECHOS RECIENTES DEL CONFLICTO................................................................7
LA ONU Y SUS RESOLUCIONES SOBRE EL CONFLICTO...................................8

CAPITULO III
POSICIÓN DE LOS PAÍSES LATINOAMERICANOS Y POSICIÓN DE LA OEA....9
CAPITULO IV...........................................................................................................12
EL TIAR Y SU NO APLICACIÓN AL CONFLICTO.................................................12

CAPITULO V
CONSECUENCIAS DEL CONFLICTO...................................................................14

CONCLUSIÓN.........................................................................................................16
BIBLIOGRAFÍA........................................................................................................17
ANEXOS..................................................................................................................18
INTRODUCCIÓN

Las Islas Malvinas, llamadas también Falkland Islands en la terminología inglesa,


figuran, junto con otros quince territorios, en la lista de territorios no autónomos de
Naciones Unidas. Como tales, están pendientes de descolonización. Las islas se
encuentran a una distancia de 480 kilómetros del territorio continental argentino,
sobre la plataforma continental, y a 770 kilómetros del Cabo de Hornos.

Estas islas mantienen una economía basada en la pesca y la ganadería, aunque


en las mismas se llevan a cabo investigaciones o exploraciones petroleras.
Mientras la OEA se disponía a votar el proyecto de resolución en Washington, la
Administración Reagan estaba inquieta ante la eventualidad de que se
incrementen las corrientes antinorteamericanas en Suramérica, como
consecuencia de la postura probritánica de EE UU en el conflicto de las Malvinas.

En su breve discurso ante el Consejo de la OEA, el secretario de Estado,


Alexander Haig, sin recibir ningún aplauso, aludió al peligro de que los soviéticos"
exploten las diferencias entre países aliados. Ofreció, una vez más, los buenos
oficios de la Administraci eagan para mediar en el conflicto, aspecto que rechaza
Buenos Aires. El embajador argentíno en EE UU declaró que lo que busca
Margaret Thatcher en el litigio del Atlántico Sur es sangre

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JUSTIFICACIÓN

La Asamblea General de la ONU volvió a pronunciarse sobre el conflicto una vez


pasada la guerra, reiterando todos los años la importancia de que ambos estados
reanuden las negociaciones con el fin de buscar una salida pacífica al problema.

El tema de la isla Malvinas forma parte de la agenda permanente y en los


documentos de la Mesa de la Asamblea General desde el año 2004, por lo que
puede ser tratado en cualquier momento previa notificación de un estado miembro.

Resalta el hecho que desde el inicio del conflicto las resoluciones de la Asamblea
General han reconocido la existencia de un conflicto por la soberanía de la isla
entre Argentina y Reino Unido. Los países en conflictos han sido exhortados a
resolver el conflicto mediante las negociaciones teniendo en cuenta los intereses y
no los deseos de los isleños.

En abril del 1982 y con estas palabras, Galtieri transmitía la decisión de la Junta
Militar de declarar la guerra a Gran Bretaña por las islas Malvinas. Su justificación:
“interpretar” el sentir del pueblo. Junto a la guerra, se ponía en pie también un
poderoso mecanismo de propaganda, ejercido desde grandes medios de
comunicación de masas, que ayudó a construir la visión triunfalista que el
Gobierno militar quería transmitir.

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CAPITULO I
ANTECEDENTES DEL CONFLICTO

Se considera que las islas en disputas fueron descubiertas por miembros de la


expedición de Magallanes al servicio del rey de España en el año 1520. Es a partir
de esta fecha que comienza aparecer en la cartografía europea, aunque con
diferentes nombres y pertenecían a los dominios españoles de américa.

El francés Louis Antoine de Bougainville en 1764 formo el primer asentamiento en


las islas, esta colonia estuvo compuesta en un inicio por unas treinta personas en
la isla Soledad, y se denominó Port Louis.

Cuando España se enteró de la situación hace un reclamo a Francia por la


propiedad de las islas, el cual es acogido por Francia y Bougainville abandona las
islas previo haber sido indemnizado por la corona española, las isla son devueltas
a España en 1767, luego de esto España mantuvo presencia en la isla hasta la
entrega de la misma a la naciente República de la Argentina.

Durante el proceso de devolución de la isla a España de los franceses entre 1765


y 1767 John Byron llego a la isla aprovechando el vacío de autoridad generado
entre la salida de los franceses en el 1765 y la llegada de los españoles en 1767 y
reclama las islas como propiedad de la corona inglesa formando acá una colonia
ballenera, para el 1767 la colonia inglesa en la isla se encontraba al mando de
Anthony Hunt, y es cuando la notica llega a España y esta da orden al gobernador
de Buenos Aires de expulsar a los ingleses de las islas.

Ante la ocupación de los ingleses de Port Egmont el gobernador de Buenos Aires


Ruiz Puente procedió a reclamar la propiedad de las isla en favor de la corona
española y a exigirle a los ingleses su inmediato retiro de las islas, la repuesta
inglesa fue contraria y los mismo hacían alusión a que esa islas las había
descubierto Inglaterra y que por lo tanto les pertenecían y daba un plazo de seis
meses para que los españoles que habitaban las islas las abandonaran, lo que
motivo a que la corona española actuara y se decidió él envió de dos fragatas

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desde Monte Video, las misma llegarían a Port Egmont para el mes de febrero de
1970.

Después de un infructuoso intercambio de correspondencia las tropas españolas


abrieron fuego sobre la ciudad provocando la rendición de las autoridades
británicas que habitaban las islas.

España saco por la fuerza a los Británicos, lo que generó una situación difícil entre
las coronas europeas, que las coloco al borde de la guerra, las gestiones
diplomáticas dieron resultado y se acordó volver a la situación previa al conflicto,
entregándole la posesión de las isla a los británicos pero a su vez se reconocía el
derecho de soberanía de los españoles sobre la isla.

Según establece la doctrina, existía una clausula secreta mediante la cual


Inglaterra abandonaría las islas una vez reparado el honor de la corona, con la
restitución de Port Egmont. Para finales de 1774, bajo la excusa de que la corona
generaba muchos gastos, finalmente la corona inglesa abandona las islas, previo
a su partida los ingleses dejaron una placa que reza de la siguiente manera:
“Sepan todas las naciones, que las Falkland Islands, con su puerto, los
almacenes, desembarcaderos, puertos naturales, habías y caletas a ellas
pertenecientes, son de exclusivo derecho y propiedad de su más sagrada
Majestad Jorge III, Rey de Gran Bretaña. En testimonio de lo cual, es colocada
esta placa y los colores de Su Majestad Británica dejados flameando como signo
de posesión por S. W. Clayton Oficial Comandante de las Falkland Islands. A.D.
1774”. Dicha placa quedo ubicada junto al fuerte de las islas.

Tras el abandono británico de las islas, quedó consolidado el dominio español


sobre las mismas, desde 1767 hasta 1810.

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CAPITULO II
CAUSA DEL CONFLICTO ENTRE ARGENTINA Y REINO UNIDO

En 1810, como consecuencia de la Revolución de Mayo y la instauración del


primer gobierno local en Buenos Aires, se ordenó la evacuación de las islas,
hecho que se produjo en enero de 1811. Desde ese momento y hasta 1820, las
islas permanecieron sin autoridades. Marinos de diferentes nacionalidades
faenaron en la zona sin ningún tipo de restricción.

Aun así, los primeros gobiernos de las Provincias Unidas del Río de La Plata
(futura República Argentina) tuvieron en cuenta a las Islas Malvinas en diversos
actos administrativos, a las que consideraron parte integrante de su territorio,
heredado de España por sucesión de Estados en aplicación del principio uti
possidetis iuris. En efecto, en 1810, las Provincias Unidas del Río de La Plata,
como comunidad política independiente, sucedieron a España en sus derechos
territoriales.

En 1820 el gobierno de las Provincias Unidas tomó posesión oficial del


archipiélago. El Coronel David Jewett, a bordo del buque La Heroína, fue
designado para que, en un acto público en Puerto Soledad (Port Luis,
anteriormente), tomara posesión de las islas. Al llegar a las islas, envió cartas a
todos los capitanes de los buques que se encontraban en la zona, notificándoles
que llegaba con el fin de tomar posesión de las islas en nombre de las Provincias
Unidas de Sudamérica. Ante la presencia de loberos y balleneros de diferentes
nacionalidades, entre ellos ingleses y norteamericanos, se leyó una declaración y
se izó la bandera argentina el 6 de noviembre de 1820.

Para el año 1823, se le otorgo por parte del gobierno argentino una autorización
para la colonización de las islas, al señor Jorge Pacheco, quien era conocido
como socio de Luis Vernet, esta autorización consistía en otorgársele treinta
leguas de tierra en la isla Soledad, con el usufructo de lo que en ellas produjera
incluyendo la pesca.

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Este primer intento no tuvo éxito lo que motivo una segunda expedición esta vez al
mando de Vernet en Junio de 1826. Debido al éxito alcanzado en esta expedición
el gobierno argentino amplio las concesiones dadas a Vernet y Pacheco en 1928,
Vernet logro captar inversionistas en la isla y activar la economía de la misma
acompañado este desarrollo del asentamiento de una población en las islas.

El 10 de junio de 1829 el gobierno de Buenos Aires creó la Comandancia Política


y Militar de las Malvinas, con jurisdicción sobre las islas adyacentes al Cabo de
Hornos en el Océano Atlántico, con sede en la Isla Soledad, y Luis Vernet fue
nombrado Comandante Político y Militar. Durante esta etapa, la población
ascendía a unas cien personas, que vivían de manera permanente en las islas.

El 30 de junio de 1830, tres barcos pesqueros de matrícula estadounidense se


encontraban violando las leyes establecidas por el gobierno argentino sobre la
cacería de focas, situación por la cual fueron detenidas. Entre las embarcaciones
había una llamada Harriet, la cual fue llevada a la capital Argentina para que su
Capitán fuese sometido a juicio, el comandante Vernet también acudió a Buenos
Aires a rendir informe del suceso.

Ante este incidente se produjo una enérgica protesta del cónsul de los EE.UU. en
Buenos Aires, quien exigía entre otras cosas: la devolución del buque y que
Vernet fuese sancionado, advirtiendo de que en caso contrario su gobierno
actuaría en consecuencia.

De igual manera llego a la Argentina una embarcación de origen estadounidense


denominada Lexington, comandada por el capitán Duncan , el cual navegando
bajo el pabellón francés llego a las islas Malvinas, atacando las mismas,
destruyendo sus infraestructura, ocasionando el abandono de su población y
abandonándola luego, no sin antes declarar las islas libres de todo gobierno.

Al tomar conocimiento de estos hechos, Argentina protestó ante Estados Unidos y


exigió reparaciones. Como consecuencia de estos hechos se rompieron las
relaciones diplomáticas entre la Argentina y los Estados Unidos de Norteamérica.

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HECHOS RECIENTES DEL CONFLICTO

En el año 1971, se produjo un acercamiento importante de ambas partes, a través


de la Declaración Conjunta del 1 de julio. Mediante la misma, se proponía la
adopción de una serie de medidas que, de haber sido aplicadas, hubieran
significado un avance fundamental para la solución definitiva de la disputa, ya que
buscaban facilitar el libre movimiento de personas y de bienes entre Argentina y
las Islas, en ambas direcciones.

La comunidad internacional también se ha pronunciado reiteradamente instando a


la República Argentina y al Reino Unido a reanudar sin demora las negociaciones
acerca de la soberanía en la III Cumbre Sudamericana en 2004, en la Cumbre de
Brasilia América del Sur - Países Árabes celebrada el 11 de mayo de 2005 y en la
Cumbre Unión Europea - Grupo de Río celebrada en Luxemburgo, citando solo
algunos ejemplos.

Las medidas más importantes de esta declaración eran:

•Creación de una Comisión Consultiva Especial, formada por representantes del


Ministerio de Relaciones Exteriores argentino y de la Embajada del Reino Unido
en Buenos Aires, cuyo fin era establecer y promover las comunicaciones entre
Argentina y las Islas.

•Otorgamiento por parte de las autoridades argentinas de un documento de viaje


para los residentes en las Islas, sin indicación de nacionalidad, para que pudieran
viajar a Argentina y circular libremente en ella.

•Exención del pago de tasas e impuestos y de cualquier otro derecho establecido


por las autoridades argentinas, a los habitantes de las Islas por cualquier actividad
desarrollada en las mismas.

•Establecimiento por parte de las autoridades británicas de un servicio marítimo


regular de pasajeros, cargas y correspondencia.

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•Exención del pago de impuestos para el equipaje de los residentes de las Islas,
que viajaran de las mismas a Argentina.

•Establecimiento por parte del gobierno argentino de un servicio aéreo regular de


frecuencia semanal de pasajeros, carga y correspondencia. Hasta tanto se
construyera un aeródromo en Puerto Stanley, el servicio se prestaría con aviones
anfibios.

•Medidas para agilizar las comunicaciones postales, telegráficas y telefónicas.

LA ONU Y SUS RESOLUCIONES SOBRE EL CONFLICTO.

Argentina siempre ha estado reclamando su titularidad sobre el territorio de las


Malvinas, el escenario de las Naciones Unidas no fue la excepción y estuvieron
presentes desde su fundación, a estos reclamos y los mismo han estado presente
desde la formación de dicha organización.

A la década del 1960 fue aprobada la Resolución 1514, la cual trataba de dar una
solución pacífica al conflicto, basada en la negociación en un marco multilateral.

Otras iniciativas llevadas a cabo fueron la Resolución 1654 mediante la cual se


creó el ´´Comité Especial encargado de examinar la situación de respecto a la
aplicación de la Declaración sobre la Concesión de la Independencia de los
Países y Pueblos Coloniales´´

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CAPITULO III
POSICIÓN DE LOS PAÍSES LATINOAMERICANOS Y POSICIÓN DE LA OEA

La posición de los países y la OEA como ocurriera en el caso de la ONU, la


Organización de Estados Americanos (OEA) fue un foro intensamente utilizado por
la diplomacia argentina para sumar votos favorables de la región en temas
"sensibles" a los intereses argentinos -particularmente la cuestión de las Malvinas.

La XV Asamblea General de la OEA demostró además la falta de consenso en


temas de relevancia que concernían al continente. Este problema se puso de
manifiesto cuando se resolvió la aprobación de lo actuado por el Grupo de
Contadora en relación con la crisis centroamericana.

Sin embargo, el visto bueno del organismo panamericano no incluyó ninguna


resolución que permitiera condenar el embargo comercial impuesto por Estados
Unidos a Nicaragua, o que convalidara la decisión del propio Grupo de Contadora
de suspenderlo durante 6 meses. Asimismo, en el caso de un proyecto de
resolución presentado por Uruguay y México, que exigía el retorno a la
democracia en Chile, el gobierno del último logró convencer a varios de los
miembros del organismo de que no lo apoyaran, frustrando así su aprobación.

La XVI Asamblea General de la OEA reunida en Guatemala, en noviembre de


1986, respaldó el comunicado del gobierno argentino, que sostenía que la "zona
de exclusión" decretada por Gran Bretaña alrededor de las Malvinas constituía
una "amenaza cierta" a la paz.

La resolución, aprobada por consenso de sus 31 miembros, instaba a la Argentina


y Gran Bretaña a negociar, criticaba la decisión británica en tanto generaba un
elemento adicional de tensión en el diferendo, y subrayaba la necesidad de evitar
acciones que como esta medida británica- agravaran el problema existente en el
Atlántico Sur. Las autoridades británicas rechazaron la resolución de la OEA,
limitándose a declarar que las potencias pesqueras tendrían que habituarse a las
nuevas disposiciones de Londres.

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Un nuevo respaldo de la OEA a la Argentina en la cuestión de Malvinas tuvo lugar
en Río de Janeiro el 4 de febrero de 1987, cuando una resolución del Comité
Jurídico Interamericano, el órgano consultivo del organismo panamericano, ratificó
que "la Argentina tiene inobjetable soberanía sobre las islas Malvinas", y calificó
como "un acto atentatorio no sólo contra el derecho sino también contra la paz y la
seguridad internacionales" la decisión británica de establecer una zona de
exclusión pesquera en aguas ubicadas alrededor del archipiélago.

La OEA no limitó su respaldo a la posición argentina en la cuestión de Malvinas,


sino que también se pronunció a favor de la continuidad democrática frente a la
crisis militar de Semana Santa que estalló en abril de 1987. Así, el 22 de dicho
mes, Venezuela presentó ante el foro multilateral una iniciativa para tratar la crisis
militar argentina, moción que fue respaldada por los representantes de Bolivia,
Brasil, Colombia, Estados Unidos, Guatemala, Panamá, Perú, República
Dominicana, Uruguay y Trinidad -Tobago.

El 1º de marzo de 1988, tuvo lugar en Washington una Reunión Extraordinaria del


Consejo Permanente de la OEA, convocada por la Argentina para analizar la
gravedad y posibles consecuencias de las maniobras militares que Gran Bretaña
tenía programado realizar días después en el Atlántico Sur, conocidas con el
nombre de "Fire Focus".

Argentina expandió su economía a través del comercio con los Aliados durante
toda la Guerra; recién en 1944 rompió relaciones diplomáticas con el Eje y en
1945 le declaró la guerra. Se estima que a lo largo del conflicto unos 4.000
argentinos combatieron como voluntarios de los Aliados.

El rol que tuvo Venezuela fue clave: era el principal proveedor de petróleo de los
Estados Unidos. Tras Pearl Harbor el Gobierno de Isaías Medina Angarita decidió
congelar los fondos de todos los ciudadanos que tenían nacionalidad de los países
del Eje y con la ayuda estadounidense implementó defensas en sus pozos
petrolíferos ante una posible invasión alemana.

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En 1942 dos tanqueros venezolanos fueron torpedeados y hundidos por los nazis,
el hecho no generó la declaración de guerra, pero sí el fortalecimiento de la
cooperación con Estados Unidos. De este modo se autorizó la utilización temporal
de bases militares venezolanas por el Ejército y la Armada del país del Norte.

Finalmente en 1945 Venezuela entró en guerra.

Al igual que sucedió con Argentina, en Uruguay la guerra significó un impulso


positivo para la economía; se intensificaron las exportaciones de productos
agropecuarios (especialmente famoso fue el ‘corned beef', una carne enlatada)
para abastecer a los contendientes y esto generó un gran ingreso de divisas y
cierta reindustrialización.

Durante la contienda el Gobierno uruguayo intentó mantener máxima neutralidad;


pero en 1945 le declaró la guerra a Alemania y Japón.

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CAPITULO IV
EL TIAR Y SU NO APLICACIÓN AL CONFLICTO

El sistema común de defensa continental que intentó ser el Tratado


Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), cuya convocatoria impulsa ahora
el gobierno argentino, tuvo su prueba de fuego en la Guerra de las Malvinas. Y
tuvo un fracaso rotundo.

Pese a haber sido antecesor de la Organización del Tratado del Atlántico Norte
(OTAN), los años y las aplicaciones controvertidas fueron llevando al TIAR hacia
una crisis tan pronunciada que hoy muchos de sus miembros lo consideran
obsoleto.

Impulsado por Washington en los albores de la Guerra Fría, el tratado nació en


Río de Janeiro, en 1947, y fue ratificado por 21 países. "Un ataque armado por
parte de cualquier Estado americano será considerado un ataque contra todos los
Estados americanos", establece en su artículo°.

Esa norma, columna vertebral del acuerdo, sólo se aplicó cuando benefició a los
objetivos de los Estados Unidos y se incumplió (o se pasó por alto) cuando no
coincidió con los intereses del socio más poderoso.

El tratado no fue convocado en 1961 tras la fallida invasión a Bahía de Cochinos,


en Cuba (que todavía era miembro del TIAR) y dio el visto bueno a las invasiones
a la República Dominicana, a Nicaragua y a Panamá y a la política norteamericana
durante la crisis de los misiles, en 1963.

El mecanismo fijado establece que los cancilleres de los países firmantes deben
reunirse ante el pedido explícito de uno de ellos que se sintiera afectado por otra
nación.

Hasta 1982, el TIAR había sido convocado 13 veces. Gracias a su intervención se


evitó que derivaran en guerras conflictos entre Costa Rica y Nicaragua (en 1948 y
1955) y entre Honduras y El Salvador (en 1969).
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Pero hasta el 22 de abril de 1982, cuando el canciller argentino Nicanor Costa
Méndez convocó el TIAR para reclamar ayuda frente al conflicto en las islas
Malvinas, los miembros del sistema común de defensa jamás se habían
enfrentado ante un verdadero estado de guerra.

Con la flota del Reino Unido acercándose al Atlántico Sur, el gobierno argentino
consideraba que eso constituía una amenaza contra la paz en el continente y
justificaba la invocación del compromiso del pacto. En la reforma del TIAR de 1975
la Argentina había logrado que se extendiera el límite de la zona de seguridad de
modo de que incluyera al archipiélago de las Malvinas.

Costa Méndez reclamaba la aplicación del artículo 8°, que compromete a los
países firmantes a tomar represalias económicas o diplomáticas conjuntas contra
el país agresor, de ser aprobado por la mayoría. Lo que no se fija es el uso de la
fuerza, que deja supeditado a la decisión de cada país.

Cuándo se aplicó el tratado

1957: Honduras y Nicaragua denunciaron mutuas agresiones. Los integrantes del


tratado actuaron para conseguir la paz y lograr la demarcación definitiva de la
frontera entre ambos países.

1962: se aprueba la política norteamericana tras la crisis de los misiles. Cuba es


excluida del TIAR. Se prohíbe la entrega de armas al régimen de Fidel Castro.

1975: un grupo mayoritario de los países integrantes pide, sin éxito, el cese del
bloque a Cuba.

1982: la mayoría vota en favor de apoyar a la Argentina en Malvinas. EE.UU. se


negó y ayudó militarmente a Gran Bretaña.

1983: se aprobó la invasión norteamericana a la isla de Grenada.

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CAPITULO V
CONSECUENCIAS DEL CONFLICTO

Antes de que comenzara el conflicto, y durante el mismo, se propusieron varios


planes de paz, que finalmente fueron rechazados que son los siguientes:

Estados Unidos, a través de su Secretario de Estado, Alexander Haig, en abril de


1982. Propuso el siguiente plan: Argentina debía retirar sus fuerzas militares de
las islas, al mismo tiempo que Gran Bretaña detendría el avance de su flota a la
zona de las islas, y levantaría el bloqueo naval.

Luego se establecería un período de transición de cinco años en el que ambos


países se comprometerían a re entablar las negociaciones. Durante este período
de transición, las islas serían administradas conjuntamente por Argentina, Gran
Bretaña, Estados Unidos, y seis países más. Una vez concluido el período de
transición de cinco años, los isleños tendrían la oportunidad de hacer oír su voz,
aprobando alguna de las propuestas definitivas hechas por Argentina y Gran
Bretaña. Tras sucesivas contraofertas de ambas partes, este plan fue descartado.
Al término de esta oferte el gobierno de los EEUU anuncio su apoyo a Inglaterra
en el conflicto.

Reino Unido durante el mes de mayo de 1982 propuso: Como primera medida, las
fuerzas militares argentinas deberían retirarse de las islas, y la flota británica
alejarse de sus costas. Un representante de las Naciones Unidas, designado por
su Secretario General, se encargaría de la administración de las islas de manera
provisional. En su labor, trabajaría conjuntamente con el Consejo Legislativo de
las islas.

Durante este período, Argentina y el Reino Unido podrían tener observadores en


el Consejo Legislativo. Bajo los auspicios del Secretario General de Naciones
Unidas, y, antes del fin de año, las partes debían acordar una solución pacífica de
la controversia. Esta propuesta fue rechazada por la Junta militar que gobernaba
en Argentina.

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La Primera Ministra británica, Margaret Tatcher, dio por finalizadas las
negociaciones diplomáticas de su gobierno, y retiró todas las ofertas hechas hasta
ese momento. Este plan de paz que fue rechazado por argentina, suponía un
importante cambio en la situación de las Islas, mejor que la anterior a la guerra, y
mejor que la actual.

Estas última propuesta fue la que tuvo mejor receptividad entre las partes,
lamentablemente mientras aún se estaba negociando la misma se produjo el
ataque al crucero argentino General Belgrado, justo en el momento en que el
presidente del Perú convocaba a una rueda de prensa para anunciar la firma de
este acuerdo, el crucero General Belgrado se encontraba fuera de la línea de
exclusión establecida por la corona Inglesa y este había sido seguido por más de
30 horas por el submarino Conqueror y la ordenes iniciales era de atacar en caso
de que entra dentro de la línea de exclusión, orden que dice el capitán del crucero
le fue variada luego el 2 de Mayo de 1982, con ese ataque perdieron la vida cerca
de 300 soldados argentinos y supuso el fin de las negociaciones, lo que lleva a
pensar a algunos historiadores que dicho ataque fue para evitar el acuerdo.

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CONCLUSIÓN

El sistema interamericano también fue el asiento de reclamos argentinos sobre las


Malvinas. Aunque los analistas reconocen que "si bien allí la acción fue muy
limitada" y la trascendencia de las declaraciones y reservas allí efectuadas "no
pasaron de constituir hechos declarativos ante la ausencia de Gran Bretaña en el
sistema regional americano.

Recién a partir de la Segunda Guerra Mundial, el sistema interamericano comenzó


a adquirir formas y perfiles más definidos y concretos. Durante la Primera Reunión
de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, realizada en Panamá en 1939,
se acordó la llamada "Declaración de Panamá". Además de declarar la
neutralidad, la misma estableció un zona de seguridad en las aguas adyacentes al
continente americano.

En esa oportunidad, la delegación argentina no perdió la oportunidad de explicitar


sus reclamos sobre la soberanía de las Islas Malvinas declarando que, dentro de
las aguas adyacentes al continente sudamericano, en la extensión de costas
correspondientes a la República Argentina en la zona que se delimita como libre
de todo acto hostil no se reconoce la existencia de colonias o posesiones de
países europeos, y agrega que especialmente se reserva y mantiene intactos los
legítimos títulos y derechos de la República Argentina a islas como las Malvinas,
así como a cualquier otras tierras argentinas que resultaren ubicadas dentro o más
allá de la línea.

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BIBLIOGRAFÍA

Costa Méndez, Nicanor: "Malvinas, esta es la historia". Buenos Aires, Editorial


Sudamericana, 1993.

Díaz Araujo, Enrique: "Malvinas, 1982 lo que no fue- Cuadernos de Historia no


Oficial". Mendoza, Editorial el Testigo, 2001.

Pabón, Daniel; Corbetta, Juan Carlos: "El conflicto entre argentina y Gran Bretaña
por las islas Malvinas". La plata, 1982.

Conles Tizado, Denís: Argentina: "Las Malvinas y el derecho a la


autodeterminación" en Revista Cuadernos para la Emancipación, No. 11,
diciembre de 1996.

Aguilar, Sergio; Cayuela, Ramón; Cruells, Eduardo: "Historia del siglo XX" (La
Nación). Barcelona, Ed. Salvat, 1996.

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ANEXOS

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