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Universidad Nacional de Costa Rica

Universidad Bíblica Latinoamericana

Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión


Maestría en Estudios Teológicos

Reseña:
Eclesiología y Ecumenismo, fundamentos y base escritural:
divergencias interpretativas

Elaborado por:
Sergio Vinicio Molina Vásquez

Trabajo presentado como requisito parcial del curso:


La Eclesiología y la Cuestión Ecuménica. EPG 715

Costa Rica, 2021


La Eclesiología es una disciplina auxiliar de la Teología que se dedica al estudio de los
distintos tratados, donde se analiza e investiga el rol que desempeña la iglesia como una
comunidad, entidad, colectiva, histórica, organizacional, doctrinal e institucional. El Doctor
en Misionología Eloy Bueno de la Fuente en su libro «Eclesiología» que forma parte de la
«Serie de Manuales de Teología» dentro de su obra busca afirmar su creencia en la Iglesia
desde una perspectiva de pueblo, cuerpo y templo.
En las escrituras, la palabra iglesia es una traducción y acercamiento del término
Ekklesía, el cual implica un llamado a una reunión, está expresión desde su uso helenístico
se utiliza para designar una «asamblea, comunidad, pueblo en el sentido sociológico y
religioso»1, reunida como resultado de un llamado sincero a la proclamación y
anunciamiento, dentro de la Teología del Nuevo Testamento, el término iglesia corresponde
a un grupo de creyentes sinceros reunidos para adorar en un determinado lugar, también a un
grupo de creyentes unidos que vivían en cierta localidad, además de un grupo de
congregaciones ubicadas dentro de una zona geográfica especifica, abarcando también a todo
el cuerpo de creyentes esparcidos por el mundo, y finalmente con implicaciones escatológicas
a toda la creación fiel en el cielo y en la tierra.
Es así que podemos ver el rol de «la iglesia como protagonista del ministerio de Dios
en cuanto a pueblo de Dios»2, orientando su enfoque en la historia y la experiencia humana,
lamentablemente el accionar desempeñado a lo largo de los siglos no ha sido el mejor ni
consecuente, por lo cual se ha luchado por mucho tiempo por recuperar su imagen y matizar
sus desaciertos. La iglesia primitiva se identificó en sus origines con los títulos de «Cuerpo
de Cristo»3, «Pueblo de Dios»4 y «Templo del Espíritu Santo en un sentido ontológico»5,
alegando una pertenencia y funcionamiento en relación con la Divinidad y bajo intenciones
profundas de mantener la comunión y la fe.
De esa manera se puede comprenderse que la iglesia del Nuevo Testamento defiere
en forma significativa de la contraparte del Antiguo Testamento, porque en vez de ser una

1
Hardin, Meyer, “Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, templo del Espíritu Santo, una consideración desde la
eclesiología protestante”, 469.
2
Bueno de la Fuente, Eloy, “Eclesiología”, Serie de Manual de Eclesiología, España, Biblioteca de Autores
Cristianos, 1998; 27-69.
3
Bueno de la Fuente, “Eclesiología”, Serie de Manual de Eclesiología, 28.
4
Bueno de la Fuente, “Eclesiología”, Serie de Manual de Eclesiología, 28.
5
Hardin, Meyer, “Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, templo del Espíritu Santo, una consideración desde la
eclesiología protestante”, 469.
iglesia nacional y colectiva, está se convirtió en una iglesia militante, misionera y que en el
postrer tiempo será una iglesia triunfante.
El pueblo de Dios se muestra como una iniciativa frontal del Padre Celestial, con la
finalidad de que este pueblo «le conociera de verdad y le sirviera con una vida santa» 6, la
elección de un pueblo por parte de Dios nunca debe entenderse de manera exclusivista, sino
de manera integradora, porque todo hombre y mujer han sido creados a imagen y semejanza
de Dios y en esta «virtud de la encarnación la raza humana ha sido consagrada, se puede
reconocer a toda la humanidad como pueblo de Dios»7, uno de los anhelos de Dios de para
su iglesia, es la valoración del amor regalado por Él mediante una «consagración al servicio
de la mediación y del encuentro»8.
Citando «la imagen bíblica de la Iglesia como Pueblo de Dios»9 se puede denotar esta
metáfora domina «la eclesiología de la Reforma»10 afirmando que toda la prioridad y la
soberanía de Dios radican en su obra de elección y salvación, también que existe una
dependencia permanente de la humanidad con la acción salvífica de Dios, la cual configura
un carácter de relación entre la humanidad y su Creador constituida por la misericordia,
pacto, promesa, y la fidelidad divina y por parte de la humanidad a través de la obediencia,
la fe y la esperanza, es así que reconociendo la igualdad necesaria, especial y esencial de
todos los creyentes critica las posiciones unilaterales jerárquicas de la iglesia, ya que son las
burocracias, nepotismos, exclusivismos, dogmas doctrinales y organizacionales los que
terminan entorpeciendo la razón de ser de la iglesia la cual es de acuerdo a su realidad una
iglesia santa, y al mismo tiempo que lucha contra el pecado y la cual tiene la necesidad de
ser justificada como resultado de un arrepentimiento sincero y un Reavivamiento y Reforma.
Bajo esa consolidación de identidad y en el cumplimiento de la función como pueblo
de Dios existe una «triple dialéctica propia del dinamismo de la historia de la salvación»11,
los cuales se resumen en: la dialéctica de concentración y expansión, continuando con una
dialéctica de la vocación y envió, que finalmente enfatiza que la alianza está animada por

6
Bueno de la Fuente, “Eclesiología”, Serie de Manual de Eclesiología, 30.
7
Bueno de la Fuente, “Eclesiología”, Serie de Manual de Eclesiología, 30.
8
Bueno de la Fuente, “Eclesiología”, Serie de Manual de Eclesiología, 31.
9
Hardin, Meyer, “Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, templo del Espíritu Santo, una consideración desde la
eclesiología protestante”, 467.
10
Hardin, Meyer, “Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, templo del Espíritu Santo, una consideración desde la
eclesiología protestante”, 467.
11
Bueno de la Fuente, “Eclesiología”, Serie de Manual de Eclesiología, 31.
una referencia de apertura, es pues en ese sentido que podemos entender que «el Dios creador
de todos los hombres establece de este modo la lógica del pueblo elegido; concreta en Él su
llamada y establece una alianza, pero para enviarlo con la tarea y misión de servir a la
reconciliación y reunificación de todos los pueblos»12.
Desde una perspectiva histórica se puede visualizar el llamado de Israel como pueblo
de Dios, basado en una «vocación y alianza»13 donde se busca la conformación de una
identidad distintiva en base a una adoración, consagración, elección, carácter y pacto, dentro
de la teología del pacto se resalta «la alianza y la constitución de sacerdotes y ministros de
Dios en medio de las naciones a fin de que todos los pueblos perciba la gloria de Yahvé y se
reconcilien con Él»14, el Antiguo Testamento describe a la iglesia como una congregación
bajo una organización y dentro de la cosmovisión del pueblo de Dios, a esto se le conoció
como la nación que Dios sacó y liberó de Egipto, la cual fue llamada como la «congregación
en el desierto» 15
Partiendo del legado histórico y el desarrollo de los cristianismos primitivos se afirma
la autoconciencia del nuevo pacto de Dios en la conformación de la Iglesia, en el
cumplimiento de su ministerio mesiánico fue dirigir «a todo el pueblo de Israel para invitarlo
a la conversión y a la recuperación de la vocación primera»16, esto en consonancia de ir
primero a las ovejas perdidas de Israel, dada esta misión «eligió a los Doce como símbolo de
la convocatoria definitiva de Israel»17, estableciendo una las bases de una iglesia
judeocristiana, en materia de la Ley y el pacto, Jesús no busca la anulación, sino el
cumplimiento de la misma, estableciendo una premisa que «la Ley debía ser interpretada
desde la intención originaria del Dios de la creación y no desde la estrecheces introducidas
por las tradiciones de los hombres»18, señalando que lo que hacían eran enseñar nada más
que mandamientos y enseñanzas de hombres.
Es muy importante resaltar que «el misterio de la Santa Iglesia se manifiesta en su
fundación, pues nuestro Señor Jesús inició su Iglesia predicando la buena nueva, es decir el

12
Bueno de la Fuente, “Eclesiología”, Serie de Manual de Eclesiología, 31.
13
Bueno de la Fuente, “Eclesiología”, Serie de Manual de Eclesiología, 32.
14
Bueno de la Fuente, “Eclesiología”, Serie de Manual de Eclesiología, 33.
15
Reina Valera 1995, Hechos 7:38.
16
Bueno de la Fuente, “Eclesiología”, Serie de Manual de Eclesiología, 35.
17
Bueno de la Fuente, “Eclesiología”, Serie de Manual de Eclesiología, 35.
18
Bueno de la Fuente, “Eclesiología”, Serie de Manual de Eclesiología, 35.
advenimiento del reino de Dios prometido muchos siglos antes de las Escrituras» 19, esa
fundación radica en un ministerio de amor de predicación, donde Jesús recorría todas las
ciudades, anunciando las buenas nuevas de salvación, sanando toda enfermedad, aliviando
toda dolencia y libertando a todos los cautivos,
Ante todos esos desafíos, «la comunidad cristiana debía responder con una postura
compleja y llena de matices, pero suficientemente clara y segura; comprendiéndose como
pueblo de Dios nuevo y verdadero y designándose como una Iglesia autentica de Dios»,20
pero no renunciando a su origen en Jesús y los apóstoles, por tal razón «la iglesia puede ser
designada como Israel de Dios»21 en perspectiva de la función de pueblo de Dios, la cual es
comunicar a otros las virtudes de Aquel que la llamó de las tinieblas a su luz admirable. «El
evangelio está ligado a Aquel que, antes y después de pascua, se reveló a los suyos como el
Señor, al ponerlos ante el Dios cercano y con ello en la libertad y responsabilidad de la fe»22
En su plan maravillo de salvación «Dios se designó tomar de los gentiles»23 para
integrarlos dentro de su pueblo, el término Ekklesía precisa el significado de pueblo de Dios
a la vez que se convierte en la designación básica y fundamental de los que creen en
Jesucristo»24, en ese desarrollo comunitario la temática de la reconciliación se centra en la
cruz de Cristo y en la obra del espíritu santo, todo eso llevo a un desarrollo de un culto
racional, como experiencia de la salvación.
En su descripción el profesor y sacerdote Hans Küng en su obra la Iglesia, desarrolla
la temática sobre la fundación de la Iglesia y su relación con Jesús y el Reino de Dios, el cual
hace referencia que «la predicación de la iglesia podía realizarse anónimamente, en ella no
interesa la persona sino el mensaje»25, situación que en la actualidad desde un punto
eclesiológico, la iglesia debe ser visible en aspectos sociales, su mensaje debe ser integrador,
con un interés marcado en comunicar y anunciar el evangelio de salvación, pero sin dejar por
fuera a las personas, se necesita crear una conciencia humanista que respete la individualidad
y proteja la intimidad espiritual, porque «la revelación actual del amor de Dios a los

19
Kung, Hans, “La Iglesia”, 97.
20
Bueno de la Fuente, “Eclesiología”, Serie de Manual de Eclesiología, 35.
21
Bueno de la Fuente, “Eclesiología”, Serie de Manual de Eclesiología, 36.
22
Kung, Hans, “La Iglesia”, España, Editorial Herder, 1968; 57-99.
23
Bueno de la Fuente, “Eclesiología”, Serie de Manual de Eclesiología, 36.
24
Bueno de la Fuente, “Eclesiología”, Serie de Manual de Eclesiología, 36.
25
Kung, Hans, “La Iglesia”, 59.
pecadores como signo de su reino escatológico, el perdón o gracia sin excepción, para todos
los que creen el mensaje de salud de Jesús y se convierten, la alegría de Dios al perdonar y
derramar copiosamente sus bienes de gracia, todo ello son características privativas e
incomparables del mensaje del reino que anuncia Jesús»26
Es así que se configura el sentido teológico de la iglesia como pueblo de Dios, bajo
diferentes elementos representativos los cuales se pueden mencionar que la «la iglesia debe
ser vista siempre dentro de la dialéctica de continuidad y discontinuidad entre Antiguo y
Nuevo Testamento»27, también que «la iglesia como pueblo y asamblea, hace patenten la
dimensión comunitaria de la fe y de la vida cristiana»28, seguidamente «la igualdad básica de
todos, en base precisamente a la radicalidad de la confesión de fe en Jesús»29, se reconoce
además «el componente escatológico, que establece a la iglesia como peregrina; al actualizar
la victoria escatológica del Padre en Jesús»30, y como un punto eclesiológico ecuménico
debemos tener siempre presente «respecto a otras religiones que todos los hombres proceden
del mismo origen y aspiran a encontrar al mismo Dios creador y recapitulador»31.
Poder entender que «la iglesia está condicionada por la muerte y resurrección de
Jesús»32, porque la fe radica en Jesús quien venció al maligno, derroto a la muerte y sistemas
de maldad, este mensaje Cristocéntrico, dando a entender que la «iglesia no tiene
simplemente su origen en la intención y mandato de Jesús anterior a la pascua, sino en todo
el acontecer de Cristo»33, por esa razón es significativo mencionar que «históricamente, la
raíz de la iglesia no está en las determinadas palabras de Jesús, ni tampoco propiamente en
su doctrina, sino en su persona, en su calidad de Mesías oculto y de resucitado entre los
muertos»34, la cruz señaló el fin de la misión del Israel nacional y colectivo; porque la
resurrección de Cristo por su parte, inauguró la iglesia cristiana consolidando su misión, la
cual consiste en la proclamación del mensaje de buenas nuevas de salvación por medio de la
sangre vindicadora de Cristo.

26
Kung, Hans, “La Iglesia”, 67.
27
Bueno de la Fuente, “Eclesiología”, Serie de Manual de Eclesiología, 39.
28
Bueno de la Fuente, “Eclesiología”, Serie de Manual de Eclesiología, 39.
29
Bueno de la Fuente, “Eclesiología”, Serie de Manual de Eclesiología, 39.
30
Bueno de la Fuente, “Eclesiología”, Serie de Manual de Eclesiología, 40.
31
Bueno de la Fuente, “Eclesiología”, Serie de Manual de Eclesiología, 40.
32
Kung, Hans, “La Iglesia”, 92.
33
Kung, Hans, “La Iglesia”, 95.
34
Kung, Hans, “La Iglesia”, 95.
Existen así mismo descripciones e imágenes metafóricas de la Iglesia, la primera que
podemos mencionar es la del cuerpo, dicha metáfora hace un énfasis marcado en la unidad
de la iglesia y en una relación funcional en el que cada miembro se mantiene unido con el
todo, bajo una premisa de que «en la cruz de Jesús reconcilia a todos los creyentes con Dios
en un solo cuerpo»35, que desde un caso ecuménico se vuelve un llamado real y autentico
para una unidad no humana en su concepción, sino en una unidad que se establezca en Jesús.
La siguiente metáfora a mencionar es la imagen de Templo, se entiende que la iglesia
es un edificio de Dios, así como Templo de Dios, en el cual mora y habita el Espíritu Santo,
que desde una Neumatología obra en favor de la iglesia como ese Consolador que está
presente en funciones protectoras, guiadoras, todos los días hasta el fin del mundo, también
se puede apreciar el detalle que «Jesús es el principal fundamento y la principal piedra del
ángulo»36, lo cual afirma que la iglesia como templo no es una estructura física muerta, sino
que despliega un crecimiento activo, real y dinámico.
Es así que desde una mirada escatológica la iglesia también recibe la descripción de
ser y llegar a ser una novia, esta representación en el cual vincula a Jesús como el novio y a
la iglesia como la novia, busca resaltar el amor de Jesús por su iglesia, la cual compró a precio
de sangre y la amó hasta lo sumo, es pues mediante su influencia santificadora a través de la
verdad contenida en la Palabra de Dios que la prepara para su encuentro, la purifica por medio
del bautismo, y constantemente obra en la justificación y santificación de la misma mediante
una obra redentiva donde simbólicamente le quita sus vestiduras sucias y la reviste con su
manto de su perfecta justicia con el fin de que la iglesia sea esa «Jerusalén de Arriba»37, que
será la contraparte espiritual de la Jerusalén terrenal.
Hay que darle un significado más íntimo y relacional a la Iglesia, una de las metáforas
biblias especiales es que se considera a «la iglesia del cielo y de la tierra como una familia
constituida»38, dentro del contexto familiar también se emplean ejemplos o ilustraciones de
la iglesia como familia desde una perspectiva de creyentes que se unen a esta familia por
adopción y a través de un nuevo nacimiento, resaltando una característica especial, la cual

35
Reina Valera 1995, Efesios 2:16
36
Reina Valera 1995, Efesios 2:20
37
Reina Valera 1995, Hebreos 12:22
38
Reina Valera 1995, Efesios 3:15
radica en la comunión cristiana, donde no solamente en una relación social y exclusivista,
sino a una apertura como la «comunión del evangelio»39.
Desde un punto ecuménico el Teólogo Luterano Meyer Hardin, busca realizar una
consideración desde la eclesiología de la Reforma protestante con el fin de presentar la
necesidad de una unidad en medio de la diversidad, un aspecto a considerar radica en que el
movimiento ecuménico ha sido impulsado en primera instancia por las iglesias protestantes,
asimismo comprender que «el Protestantismo es el efecto de un nombre colectivo»40,
designando así a un colectivo de iglesias diversas, que pretender encontrar y describir la
naturaleza y esencia común entre ellas, fue así que se visualiza el Protestantismo como «la
continuación y la conservación»41, esto en un intento de ser un «desarrollo y una
modificación ulterior del pensamiento de la Reforma en el contexto del pensamiento
moderno»42, cabiendo la pena mencionar que desde la cosmovisión de los reformadores la
sola fe «miraba a la renovación de la iglesia y de sus vidas»43 no desde una mirada excluyente
sino abierta a una integración de todo aquel que entendiera la premisa de que «la relación del
individuo con la Iglesia depende de su relación con Cristo»44, en ese sentido experimentar la
verdad de Dios, así como su amor salvífico y su compañía de protección y bendición.
Fue bajo este punto que radicó la diferencia radical entre el Protestantismo y
Catolicismo, esta consistía en «hacer depender la relación entre Cristo y el individuo de la
relación de éste con la iglesia»45, una afirmación muy compleja desde una mirada histórica
es poder señalar que «la Reforma estaba más cercana al Catolicismo de lo que está de sus
hijos y herederos los protestantes»46, realidad ultima que estos años se ha venido

39
Reina Valera 1995, Filipenses 1:5
40
Hardin, Meyer, “Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, templo del Espíritu Santo, una consideración desde la
eclesiología protestante”, 1-12.
41
Hardin, Meyer, “Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, templo del Espíritu Santo, una consideración desde la
eclesiología protestante”, 464.
42
Hardin, Meyer, “Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, templo del Espíritu Santo, una consideración desde la
eclesiología protestante”, 464.
43
Hardin, Meyer, “Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, templo del Espíritu Santo, una consideración desde la
eclesiología protestante”, 465.
44
Hardin, Meyer, “Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, templo del Espíritu Santo, una consideración desde la
eclesiología protestante”, 465.
45
Hardin, Meyer, “Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, templo del Espíritu Santo, una consideración desde la
eclesiología protestante”, 465.
46
Hardin, Meyer, “Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, templo del Espíritu Santo, una consideración desde la
eclesiología protestante”, 466.
acrecentando y que mediante esfuerzos de diálogo y participación, se han buscado y realizado
acercamientos entre denominaciones con el propósito de encontrar puntos positivos en
común y de limar asperezas que en otro tiempo fueron de separación, lucha, persecución y
conflicto, no perdiendo de vista la importancia del «Evangelio y la fe»47, la cual estable un
vínculo fundamental entre la «Soteriología y la Eclesiología»48
Una de las imágenes asociadas a Jesús es donde figura como cabeza de la iglesia, este
punto es importante desde una mirada eclesiológica para comprender y entender el gobierno
eclesiástico, es pues Jesús la cabeza de la iglesia y la fuente de toda autoridad dentro de la
misma, Jesús muestra su autoridad en el establecimiento de una iglesia cristiana, la cual
mediante la institución de sus ordenanzas, la iglesia humildemente administra, porque fue Él
quien la invistió con autoridad divina para actuar de forma correcta en su Nombre, situación
que en ese punto no puedo negar que algunos de los crimines de lesa humanidad se han
cometido en Nombre de la Deidad por una mala interpretación y aplicación de esa autoridad,
también Jesús ha enviado al Espíritu Santo para guiar a su iglesia bajo su autoridad y santidad.
«en resumen: en la eclesiología de la Reforma las tres imágenes de la Iglesia se unen: Pueblo
de Dios, Cuerpo de Cristo y Templo del Espíritu Santo»49.
El Doctor en Teología Paulo Nogueira en su artículo, «Pedro, la piedra y la autoridad
fundante en el cristianismo primitivo»50 en el cual busca «abrir nuevas posibilidades de
discusión del tema indagando por la función de autoridades y fundantes en el cristianismo
primitivo, en la caracterización de comunidades y en el desarrollo de sus símbolos de fe»51
es por esa razón que desde una apertura ecuménica y de espíritu científico cultivado en la
exégesis latinoamericana aborda implicaciones eclesiológicas que tienen implicaciones y
contextualizaciones se pueden entender funciones vitales de la iglesia, que siguiendo de las
instrucciones de las Escrituras se le han dado a la Iglesia «las llaves del reino de los cielos»52,

47
Hardin, Meyer, “Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, templo del Espíritu Santo, una consideración desde la
eclesiología protestante”, 466.
48
Hardin, Meyer, “Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, templo del Espíritu Santo, una consideración desde la
eclesiología protestante”, 466.
49
Hardin, Meyer, “Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, templo del Espíritu Santo, una consideración desde la
eclesiología protestante”, 468.
50
Paulo Nogueira, “Pedro, la piedra y la autoridad fundante en el cristianismo primitivo”, en: Revista
Ribla, #27, “El Evangelio de Mateo, la Iglesia de Jesús, utopía de una Iglesia nueva”, 66-74.
51
Nogueira Paulo, “Pedro, la piedra y la autoridad fundante en el cristianismo primitivo”, 66.
52
Reina Valera 1995, Mateo 16:19
esas llaves en palabras de Jesús, son los privilegios de la administración de las ordenanzas
divinas, las cuales son evidenciadas en el bautismo, lavamiento de los pies, comunión y la
cena del Señor, además de la gran comisión que radica en la «proclamación mundial del
Evangelio del Reino»53, y este es el mayor servicio que la iglesia puede promover para el
mundo.
Jesús le realiza una promesa a la iglesia la cual radica en su protección y cuidado
donde afirma que «las puertas del Hades no prevalecerán contra ella»54. En relación a este
punto podemos denotar que la «promesa de que las puertas del infierno no prevalecerán
contra ella, no tiene un carácter retorico o pura fuerza de expresión, el Hades, como morada
de los muertos, principados, potestades y autoridades, de hecho, no pueden vencer a la
comunidad que está escondida y enraizada en Jesús»55
Hay que tener sumo cuidado de tener ideas exclusivistas y caer en errores
hermenéuticos y exegéticos dentro de la eclesiología porque «transferimos nuestras
frustraciones al texto bíblico que, en verdad, tiene una perspectiva del todo diferente; en las
cartas pastorales se trata de la resistencia de una frágil comunidad, de mantenerse unidos
alrededor de símbolos que dan sentido a la vida, no dogmas inmutables»56, como teólogos,
también como miembros de una comunidad de fe, no debemos ser dogmáticos, sino abiertos
a siempre nueva luz para poder ser inclusivos desde nuestro corazón y poder aprender a través
unos de otros mediante el diálogo interreligioso e interdenominacional.
En su artículo «1 Timoteo ¡Qué problema!»57, la Teóloga y Biblista Elsa Tamez,
propone realizar «una relectura de las cartas pastorales desde la perspectiva
latinoamericana»58, porque es «posible encontrar un estímulo para seguir adelante en
contextos de opresión, pobreza, sexismos y discriminación»59, ya que en los textos bíblicos
se debe lograr percibir «la solidaridad de Dios con los excluidos» 60, uno de los desafíos

53
Reina Valera 1995, Mateo 24:14
54
Reina Valera 1995, Mateo 16;18
55
Nogueira Paulo, “Pedro, la piedra y la autoridad fundante en el cristianismo primitivo”, 81.
56
Nogueira Paulo, “Pedro, la piedra y la autoridad fundante en el cristianismo primitivo”, 71.
57
Elsa Tamez, “1 Timoteo: ¡Qué problema!”, Revista Pasos, #97, Costa Rica, DEI, 2-11.
58
Tamez Elsa, “1 Timoteo: ¡Qué problema!” 2
59
Tamez Elsa, “1 Timoteo: ¡Qué problema!” 2
60
Tamez Elsa, “1 Timoteo: ¡Qué problema!” 2
planteados son las tendencias a la exclusión, discriminación y sometimiento de las mujeres
y los esclavos a través de «una actitud de eclesialismo autoritario y verticalista»61
Finalmente se realiza la siguiente interrogante «¿Reencontrarán las iglesias
protestantes una comprensión tan profunda de la Iglesia?»62, solamente si lo hacen a través
de una experiencia de fe vivida, respetando la espiritualidad cristiana y la vida en la iglesia,
«sabiendo que el movimiento ecuménico actual, y en todas las iglesias que participan, la
noción de comunión, se ha convertido en una noción eclesiología central»63, lo que daría
como resultado a estos diálogos son una iglesia, como «una comunidad de hombres y mujeres
empeñados en la lucha por la paz, la justicia y la integridad de la creación como una
comunidad moral»64, es por esa razón que la Teología Feminista Latinoamericana acepta el
reto de poder «trabajar con los textos patriarcales, como las cartas pastorales, pero desde una
perspectiva hermenéutica y sin la tentación de maquillar los textos de una manera
liberadora»65, sino de afrontarlos de una manera real y autentica con el fin de crear una
conciencia social y eclesial se propone «desarrollar una nueva pedagogía hermenéutica
popular y comunitaria, donde la vocación cristiana de solidaridad con todos los excluidos
que buscan y colaboran con la manifestación del Reino de Dios hoy»66.
En nuestro contexto centroamericano es visible y evidente como hombres y mujeres
están acostumbrados a esperar de la Escritura la fortaleza para afrontar los vacíos
existenciales y poder luchar contrarrestando «la violencia, opresión y discriminación»67, es
entonces que se resaltan cuatro preocupaciones que se centran en el texto de 1 Timoteo de
las cuales mediante una relectura se pueden contextualizar en nuestros días; la primera
preocupación radica en la introducción e implementación de teologías extrañas a la tradición
cristiana, la cual es de gran peligro para iglesia de nuestros días, porque «si eliminamos todos
los adjetivos peyorativos contras las nuevas enseñanzas, observamos que el autor está

61
Tamez Elsa, “1 Timoteo: ¡Qué problema!” 2.
62
Hardin, Meyer, “Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, templo del Espíritu Santo, una consideración desde la
eclesiología protestante”, 473.
63
Hardin, Meyer, “Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, templo del Espíritu Santo, una consideración desde la
eclesiología protestante”, 473.
64
Hardin, Meyer, “Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, templo del Espíritu Santo, una consideración desde la
eclesiología protestante”, 474.
65
Tamez Elsa, “1 Timoteo: ¡Qué problema!” 2.
66
Tamez Elsa, “1 Timoteo: ¡Qué problema!” 2.
67
Tamez Elsa, “1 Timoteo: ¡Qué problema!” 2.
preocupado por el peligro de que los feligreses y lideres se entusiasmaran con una teología
abstracta y distanciada de las practicas correctas»68, la siguiente preocupación que se puede
mencionar es la presencia amenazante de los ricos, ya que el Apóstol Pablo miraba «el peligro
de una actitud que depositara su confianza en las riquezas, esta perspectiva era común en la
tradición evangélica ya que se exigía una opción; Dios o el dinero, pues no se puede servir a
dos señores »69, en contraste a ese punto la posición del enriquecimiento y la altanería de los
ricos, «no es diferente a la actitud que se tiene en la teología latinoamericana, porque aquí
creemos también que la raíz de todos los males es el amor al dinero, pero traducido ahora
como el ansia de acumular riqueza utilizando el mecanismo de sistemas económicos
injustos»70.
Continuando con la descripción de las preocupaciones se puede destacar la
participación de las mujeres en la iglesia, teniendo presente que en las «cartas pastorales
encontramos prescripciones y no descripciones»71, en sintonía en esta temática es importante
resaltar que «la prescripción ideológica dentro de una dinámica patriarcal y la realidad social
actual no siempre se corresponden»72, en el desarrollo de la iglesia primitiva era de una forma
visible la participación de las mujeres en la liturgia eclesiástica, porque ellas tenían «un papel
activo e importante en las comunidades cristianas, porque las mujeres cristianas predicaban,
enseñaban, debatían, bautizaban y servían»73.
Hoy en día en algunas comunidades eclesiales, las mujeres luchan por ser reconocidas
e involucradas en funciones administrativas y de servicio, porque en muchos sectores existen
puertas cerradas a la participación femenina, es importante que nuestras iglesias y
comunidades de fe pueden pregonar un mensaje de equidad, donde se afirme que todos somos
iguales delante de los ojos de Dios, es entonces que realizando una crítica de la carta «por
vía negativa nos enseña en América Latina a tomar en cuenta la complejidad en los análisis
sociales y la importancia vital de entrelazar siempre género, etnia y clase»74.

68
Tamez Elsa, “1 Timoteo: ¡Qué problema!” 3.
69
Tamez Elsa, “1 Timoteo: ¡Qué problema!” 3.
70
Tamez Elsa, “1 Timoteo: ¡Qué problema!” 5.
71
Tamez Elsa, “1 Timoteo: ¡Qué problema!” 6.
72
Tamez Elsa, “1 Timoteo: ¡Qué problema!” 6.
73
Tamez Elsa, “1 Timoteo: ¡Qué problema!” 6.
74
Tamez Elsa, “1 Timoteo: ¡Qué problema!” 7.
La última preocupación en mencionar es la del que dirán, evidenciando la inquietud
sobre la opinión de los de fuera, ya que «el discurso patriarcal de esta carta como la única
alternativa para sobrevivir a la hostilidad de la sociedad y de sus gobernantes para los
cristianos»75, dentro de esas cavilaciones aparecen la razón misionera y la otra práctica, «la
primera se vincula al deseo de que las comunidades cristianas no tengan problemas ni con
los vecinos ni con los gobernantes»76, la segunda en el contexto misionero «expresa la
creencia de que, a través de un buen comportamiento de los cristianos, los habitantes externos
a la comunidad se acerquen a ésta y se conviertan»77
En América Latina, muchas de las iglesias han perdido su voz profética por el
sometimiento al qué dirán, cuando los gobiernos quieren llevar a cabo alguna política y no
tiene el apoyo de la iglesia mayoritaria, a veces algunos evangélicos se sienten halagados de
ser tomados en cuenta y sacrifican el mensaje profético de Jesús, se olvidan que la fidelidad
al evangelio de la justicia y a la igualdad social está primero y que solo una posición profética
clara hará que se manifiesten los valores del Reino de Dios.
La existencia de varios conflictos interrelacionados en las comunidades cristianas, se
vuelven en una manera demasiado perjudiciales en el intento de hacer frente a esos conflictos
y la explicación de por qué hoy día muchas iglesias, a excepción de alguna que otra
protestante, son empedernidamente patriarcales, por el modo como organiza «el discurso de
la carta y gracias a la misoginia del autor, esto ayuda a ver detrás del texto el dinamismo de
una comunidad en donde las mujeres tenían un papel preponderante, que es algo querido por
Dios, finalmente la carta misma lanza a buscar otros respuestas bíblicas en otras comunidades
de aquel tiempo, que sean más satisfactorias a los anhelos de las mujeres pobres de las iglesias
de hoy»78
El sacerdote y profesor agustiniano Gonzalo Tejerina Arias en su obra «La gracia y
la comunión: ensayo de eclesiología fundamental» la cual es una obra abierta, señalando
que no es un tratado, sino un ensayo que invita a la reflexión sobre el misterio de la iglesia,
a través de cuatro bloques temáticos fundamentales que se nos presentan como: la renovación
de la iglesia y los retos del tiempo que expresan la preocupación de que la reflexión teológica

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Tamez Elsa, “1 Timoteo: ¡Qué problema!” 7.
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Tamez Elsa, “1 Timoteo: ¡Qué problema!” 7.
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Tamez Elsa, “1 Timoteo: ¡Qué problema!” 7.
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Tamez Elsa, “1 Timoteo: ¡Qué problema!” 8.
sea significativa e importante para nuestro tiempo, seguidamente la iglesia en el horizonte de
la gracia sin caer en una teología dogmática pero si fundamentalista, continuando con el
énfasis la iglesia en la dimensión de la comunión bajo la gracia, y por último el sacramento
de unidad entre la humanidad.
En su discurso conceptual, hay que entender la significación de la iglesia para el
cristiano por su implicación en Jesús autor y consumador de la fe, concretando que la iglesia
no es el centro de la vivencia cristiana, sino Jesús quien amo a la iglesia hasta lo sumo y se
entregó para la salvación de la misma, es pues de esa manera que sin la iglesia todo el discurso
de Jesús le faltaría el marco vivencial conceptual de todo lo que implica la eclesiología en su
marco referencial.
Se plantea las siguientes premisas en vísperas de las necesidades de ¿Por qué
necesitamos a la iglesia? ¿Es creíble esta iglesia hoy? ¿Cuál iglesia es la que es significativa
en nuestro tiempo? En ese punto la comunidad eclesial es indisociable de las cuestiones
radicales, porque la decisión cristiana y la misma viabilidad de la existencia del Dios de Jesús
tienen en la iglesia una condición objetiva de posibilidad. Todas estas premisas se encuentran
en el análisis de que no puede haber una fe cristiana sin la confiabilidad de la Iglesia, situación
que en la actualidad es importante poder tener una respuesta objetiva y real que frente a los
horrores, crímenes, acusaciones, escándalos, corrupción de los sistemas eclesiales que
dirigidos por seres humanos que desvirtuando y vituperando a Jesús ensucian el mensaje del
evangelio, por lo cual se necesita verdaderos cristianos y cristianas auténticas que sean leales
a sus convicciones comprendiendo que los principios no son negociables, demostrando que
el mensaje es real y que verdaderamente cambia vidas.
Como un punto final sobre la razonabilidad de la iglesia y su significante se concretan
los ejes centrales de la Gracia y Comunión contrastado con la Comunión y la Gracia como
clave hermenéutica, dando la funcionalidad y responsabilidad de la iglesia de cumplir su
misión como testigo de la gracia, portador de la misma y proclamador de que aún hay
esperanza, teniendo la conciencia de que la iglesia está abierta a un reavivamiento y reforma
de manera integradora en la acción y visión. En conclusión, todas las lecturas a medida que
se analizan los fundamentos y base estructural sobre las divergencias en las interpretaciones
no puedo dudar que la iglesia no sea parte de un plan divino, por lo cual puedo señalar que
Jesús sigue dirigiendo a su iglesia por medio del Espíritu Santo y las Sagradas Escrituras.

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