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Definición contador

Un contador es un profesional encargado de registrar los diversos estados económicos de una


empresa. Esta actividad implica tomar nota de la adquisición de derechos, obligaciones, bienes,
etc.
Así, se llegará a una evaluación del estado patrimonial de la empresa, teniendo una referencia
importante para determinar su valor. El contador se vale de toda la tradición de la contabilidad,
que tiene enorme cantidad de años entre nosotros; con la misma es posible tener a mano una
serie de procedimientos y reglas que dan cuenta de una manera eficiente de realizar registros
de las diversas operaciones que una empresa tiene bajo su órbita.
El arte de registrar la información financiera debe rastrearse hasta la antigüedad. No obstante,
los principios que rigen el proceso contable tienen su origen aproximadamente en el siglo XV.
Uno de los procedimientos más conocidos es el de partida doble, criterio que implica que se
establece dos partes que deben estar siempre en equilibrio y que van registrando las diversas
operaciones. Este interés en el desarrollo de una técnica que permita registrar eficientemente
las operaciones comerciales justamente surgió en un contexto de abundancia en este sentido,
donde el comercio tenía un rol de enorme trascendencia. Con el paso del tiempo la técnica se
fue puliendo y adaptando a nuevos escenarios.
El contador es el individuo que se forma en la práctica de esta técnica y que tiene el rol de
rubricar con su firma los estados contables de la empresa ante el fisco. Esto significa que
además de llevar la contabilidad de una empresa funcionará en buena medida como un garante
de la buena fe con la que están consignados los datos. En el caso de que los mismos sean falsos
existirán diversas formas de sancionarlo con motivo de un mal desempeño. En este sentido, el
rol de contador implica una gran responsabilidad.
Además del proceder obligatorio que se exige a cualquier empresa y que requiere
obligatoriamente la presencia de un contador, este rol puede ser de enorme importancia en lo
que respecta a la toma de decisiones. En efecto, el contador puede brindar información acerca
de cuáles son las mejores oportunidades para limitar los impuestos a pagar, conociendo
algunos de los vericuetos de cada legislación y evitando considerables costos de operación. Es
por ello que siempre es recomendable contar con el asesoramiento de un buen contador de
confianza que pueda ofrecer claridad en la materia impositiva, que generalmente suele ser
engorrosa.
Contador, del latín computator, es un adjetivo que hace referencia a aquél que cuenta. El

verbo contar, por su parte, tiene múltiples significados: puede referirse a numerar o computar

cosas; poner a alguien en el número que le corresponde; referir un suceso; o considerar.

Como sustantivo, un contador o contable es un individuo que aplica, gestiona, interpreta y

registra la contabilidad de una empresa o de una persona. Su objetivo es llevar la historia

contable de sus clientes, producir informes internos o para terceros y aportar información útil

para la toma de decisiones financieras. Convertirse en contador requiere del curso de estudios

universitarios de grado. De acuerdo al país, el título obtenido se conoce como Contador Público

Nacional, Contador Público Colegiado o Licenciado en Contabilidad, entre otras posibilidades.

Por ejemplo: “Llama al contador: acabo de recibir un aviso sobre una deuda impositiva”, “Mi

contador me recomendó un cambio de categoría para el próximo año”, “Tendremos que pedirle

al contador que realice una nueva liquidación del Impuesto a las Ganancias”.

Una persona también puede recibir el calificativo de contador cuando se dedica a narrar

relatos: “Mi abuelo era un gran contador de cuentos: cuando éramos chicos, mis hermanos y

yo pasábamos horas escuchándolo”, “Mis hijos dicen que soy un buen contador de historias de

suspenso”.

Un contador, por otra parte, puede ser un sistema, mecanismo o dispositivo que muestra

una sucesión numérica o que incrementa o disminuye un número de acuerdo a una señal de

entrada: “El gasista está analizando el contador de consumo para ver si funciona

correctamente”, “El contador del sitio web indica que hemos recibido más de 2.000 visitas en el

último mes”.
El trabajo del contador ha pasado de ser puramente manual, utilizando carpetas y libros, a
informático, gracias a la gran cantidad de aplicaciones específicas con las que cuenta en la
actualidad. Esto, además, le brinda la posibilidad de estar en contacto directo con sus clientes y
de mantenerlos al tanto de su situación segundo a segundo.
En el ámbito de la programación informática, un contador es una variable que se suele utilizar

en los bucles (también llamado ciclo, es una sentencia que se ejecuta una cierta cantidad de

veces, hasta que se cumpla la condición que se le haya asignado). En este caso, se trata de un

espacio en memoria destinado a contar el número de repeticiones del código dentro del bucle,

y sus utilidades pueden ser varias.

El objetivo básico de un contador dentro de un bucle es evidenciar que se ha alcanzado el

número máximo de ejecuciones, de acuerdo con lo establecido por la condición; por ejemplo: si

se desean mover 30 personajes de un videojuego con un código estructurado en un bucle, es

probable que la condición para que éste finalice sea «cuando alcance la vuelta número 30» y,

para detectar si se ha cumplido, el contador se debe incrementar en 1 cada repetición,

comenzando por el 0.

Cabe señalar que dentro de un bucle puede haber múltiples contadores. Por un lado, suele

haber uno principal, que se relaciona con la condición como se explica en el párrafo anterior;

pero, por ejemplo, puede haber un contador para conocer el número de personajes que han

colisionado contra un muro, otro para contar los que han muerto por haber sido interceptados

por un misil en esa vuelta, etcétera.

Otra distinción que se puede hacer entre los tipos de contador que se usan en la programación

es que algunos son globales (existen en toda la extensión del código), otros se crean al

comenzar un bloque y se destruyen al salir, unos conservan su valor a lo largo de varios frames

(cada cuadro de ejecución, generalmente más de 30 por segundo) y otros, los más comunes, se

resetean cada vez que se usan.

La contaduría y otras disciplinas


La contabilidad no es una disciplina que vive aislada, sino que necesariamente debe
relacionarse con otras que también tratan, directa o tangencialmente, hechos económicos y
sociales. Fundamentalmente, la contabilidad es una disciplina de carácter social, debido a que
la información que brinda está destinada a ser utilizada por la sociedad en su conjunto. De allí
que el Contador Público, tenga una importante responsabilidad social en el ejercicio de su
profesión.
        La Contabilidad es una disciplina independiente, con interrelaciones con otras. Algunas
zonas del objeto de estudio son concurrentes con otras disciplinas. De donde, las relaciones
que se dan con otras disciplinas son de complementación y no constituyen por sí mismas
indicadores de la existencia de una dependencia de la contabilidad de aquellas. Tan
fundamental es comprender la relación con otras disciplinas, que esa interrelación es la que
determina la existencia de distintas áreas de estudio y aplicación que tiene la Contabilidad.
Iremos mencionando algunos aspectos de las relaciones entre disciplinas, para que pueda
comprenderse por qué estos vínculos son disparadores de la existencia de áreas contables.
        Así, si la Contabilidad emite informes con el fin de que los usuarios internos tomen
decisiones que permitirán a un ente realizar actividades es porque la Administración no puede
ser ajena a ella. De hecho, más de una vez se ha dicho que contabilidad es el lenguaje de los
negocios[1], lo que evidencia que la disciplina contable es una fuente esencial para la toma de
decisiones por parte de los administradores de un ente. Aunque no estamos completamente de
acuerdo con esta aseveración (porque consideramos que la Contabilidad es apoyo de más cosas
que los negocios) la tomaremos como válida a los efectos de ver la relación con la
Administración.
        Por otra parte, así como la Contabilidad nutre a la Administración de informes que le
permiten realizar sus actividades, también ésta nutre a aquélla. En efecto, sería imposible para
la Administración utilizar los informes contables si la Contabilidad no comprendiera sus
necesidades y la de sus usuarios (por ejemplo, los gerentes de las empresas) y, por
consiguiente, es la Administración la que brinda ciertos conceptos y escalas de medición a la
Contabilidad para que ésta prepare los informes útiles. Por supuesto, la autonomía contable
permite la redefinición y reestructuración de esos conceptos, pero siempre comprendiendo las
necesidades de los administradores.
        Tan directa como la relación anterior es la que la contabilidad tiene con el Derecho, ya que
los hechos que deben registrarse e interpretarse surgen, muchas veces, de operaciones,
transacciones, contratos, etc., que son regulados jurídicamente en Códigos y Leyes. El
nacimiento de derechos y obligaciones producto del desarrollo de las actividades es un hecho
estudiado por el Derecho y muchos conceptos pensados, a priori, como contables o
económicos, son realmente jurídicos. Por otra parte, parece absurdo pensar en, por ejemplo,
un abogado de empresas dedicado a la rama comercial, que deba comprender si una quiebra
fue fraudulenta o no, si pudo ser evitada, o si existió mala gestión empresarial, sin comprender
las manifestaciones de los informes contables y los conceptos (no necesariamente, las normas)
que las sustentan. Se evidencia, en esta interrelación, cómo las disciplinas se complementan
mutuamente.
        No menos importante, deducción del párrafo anterior, es la relación que mantiene con la
Economía: la Contabilidad, en buena parte (pero, como veremos más adelante, no siempre),
manifiesta las consecuencias de hechos económicos, como compras, ventas, cobranzas, pagos,
etc. Y, si bien está estructurada con muchos criterios propios y redefinidos de otras disciplinas,
una importante cantidad de ellos surgen de y se emparentan directa o indirectamente con la
Economía. No obstante esta relación trascendente podemos afirmar que la Contabilidad no
depende de la Economía aunque su objetivo, en parte, sea exponer las consecuencias de los
hechos económicos. Afirmar esta dependencia significa desconocer las áreas contables.
Ninguna de las dos se somete a la otra. La Economía también trata de hechos que no puede
evidenciar la Contabilidad, y ésta mide las consecuencias de los hechos no siempre desde una
perspectiva económica. Muchas veces el criterio utilizado por ambas disciplinas es el mismo,
pero muchas otras no. Por lo tanto, no estamos de acuerdo con una dependencia de la
Contabilidad respecto de la Economía.
        Por otra parte, todas las actividades que realizan los entes se desarrollan en un contexto
macroeconómico en general y macroeconómico en particular, por lo que, difícilmente, la
disciplina que registra esas actividades pueda prescindir de esa relación. Estas actividades,
sumadas al derecho de propiedad privada reconocido en la sociedad económica moderna, son
las que nos hacen vislumbrar el concepto de patrimonio. Pero es imprescindible que la
Contabilidad vaya más allá de estas consideraciones económicas y jurídicas de los hechos.
Tiene, por el contrario, una visión propia de los hechos, y englobadora, de manera tal de que su
discurso debe estar asociado a todas las disciplinas que requieren de mediciones. En definitiva,
el patrimonio, desde la perspectiva contable, debería ser todo aquello susceptible de medición
en forma integrada. Por consiguiente, cada disciplina proveerá a la Contabilidad de la
herramienta de medición pertinente a cada necesidad.
        Eso ha hecho la Contabilidad tradicional, la que ha prosperado antes de la etapa de
investigación científica en la materia surgida a partir de mediados del siglo XX: tomó de la
economía la herramienta de medición por excelencia de los hechos económicos, la moneda.
Pero esa licencia ha sido sólo pragmática, y no conceptual. Es decir, al existir una Contabilidad
antes de la existencia de la moneda, es evidente que aquella no depende de la existencia de
ésta. Las mediciones monetarias son fundamentales en tanto y en cuanto la sociedad se ha
vuelto monetarista, pero no porque la Contabilidad lo sea. En el momento en que comienzan a
existir necesidades nuevas de nuevas mediciones de elementos de un patrimonio (que después
definiremos en función de este objetivo), la Contabilidad debe, enfáticamente debe, tomar
nuevas, distintas y complementarias herramientas de medición, probablemente tomadas de
otras disciplinas.
        En virtud del avance de la tecnología, y considerando que la contabilidad debe registrar un
importante volumen de datos provenientes de las operaciones realizadas por el ente, es claro
que existe una fuerte vinculación con la Informática, en especial en aquellas cuestiones que
tienen que ver con el funcionamiento de los sistemas contables. Esto no ha sido siempre así,
como ocurre con las tres disciplinas mencionadas anteriormente. Pero es cierto que el
advenimiento de la computación ha permitido a quienes confeccionan informes contables
perder menos tiempo en procesamiento de los datos y utilizarlo en la interpretación y análisis
de aquellos.
        No se agota aquí el listado de las disciplinas relacionadas con la contabilidad puesto que
debe extenderse a otras disciplinas como la Ética y la Filosofía, en lo que respecta,
mínimamente, a los conceptos de equidad, equilibrio e imparcialidad; la Semiología, en cuanto
la Contabilidad establece un lenguaje de comunicación con el usuario; la Ingeniería, en lo que
respecta a la necesidad de mediciones de elementos físicos construidos por el hombre; la
Geología, Zoología y Ecología, para las mediciones de elementos que conforman el patrimonio
ambiental; la Matemática, en la evidente apropiación de los números, para realizar mediciones;
la Sociología, en las mediciones de los elementos que contienen valor social; la Metodología de
las Ciencias, en el funcionamiento de la lógica de los sistemas contables y, esencialmente, en lo
que concierne a la investigación contable…. Algunas de estas relaciones, lo reconocemos, son
más evidentes y significativas que otras, aunque no las desarrollaremos más que en los puntos
siguientes, cuando analicemos cada una de las áreas contables. Estamos convencidos de la
existencia de estas relaciones, por más inverosímiles que parezcan, porque la mayoría de las
actividades que desarrolla una comunidad (y los individuos y organizaciones que viven en ella)
tienen consecuencias económicas o sociales y, por consiguiente, contables.
        Según nuestro criterio, la Contabilidad tiene distintas áreas de estudio y aplicación, que
deben definirse en función de algún parámetro claro. Si no fuese así, la disciplina sería proclive
a determinar áreas por el simple hecho de que exista un tema nuevo atrapado por la moda o
una actividad específica. Así, podría ser un área la contabilidad pesquera, la contabilidad
agropecuaria o la contabilidad forestal. Sin embargo, esto no puede ser así, puesto que las
áreas, en una disciplina de bases científicas no pueden determinarse de forma absolutamente
pragmática ni temporal. Nuestro parámetro para definir las áreas será la relación existente
entre el ente emisor de la información contable, el contenido de esa información y el usuario
de la misma
 Insistimos en que las áreas de la Contabilidad quedan definidas por la relación entre tres
aspectos: la entidad emisora de la información contable, el usuario de la misma y el contenido,
insistencia que nos servirá para comprender el punto siguiente.
        En función de todo lo mencionado, estamos en condiciones de ensayar una definición
propia.
        Pero previamente, para desarrollar una definición, debemos establecer qué hace la
Contabilidad (para luego adentrarnos en qué es).
        En nuestra visión, siguiendo el concepto que comenzamos a desarrollar en el punto
anterior, la Contabilidad y sus respectivas áreas dependen, en parte, de su contenido, es decir,
del elemento que define sus límites; dijimos que estos límites se daban en tres aspectos:
entidad emisora, usuario y contenido (propiamente dicho).
        En lo que respecta a la entidad emisora, la Teoría de la Contabilidad la llamará con el
nombre genérico de ente. El usuario, como ya hemos dicho, es quien utiliza la información
contable; los hemos dividido en internos y externos. El contenido es el concepto más
controvertido: en la teoría contable el contenido es el Patrimonio y su evolución, por lo que
dejamos establecido que la Contabilidad se ocupa del Patrimonio y de su evolución.
Por consiguiente, la teoría contable que estamos planteando es la tecnología social que tiene
por objeto buscar y utilizar unidades de medición y criterios de valuación del patrimonio de
cada ente, sea cual fuere éste y de describir, explicar y normalizar las causas y consecuencias de
la evolución de aquel.

 La relación de la contabilidad con otras disciplinas

La contabilidad no es independiente ni exclusiva como otra ciencia en particular. La


dependencia y su relación de la contabilidad con otras ciencias es la base fundamental para
salir adelante con la profesión. A continuación, te daremos a conocer las disciplinas o ciencias
que se relacionan con la contaduría general.
La contabilidad en relación con las matemáticas

La contabilidad se relaciona con las matemáticas, porque en todas las operaciones que se


realiza dentro de un cálculo contable, se debe ingresar operaciones comerciales y las mismas se
deben expresar mediante cálculos mercantiles, en terminó de moneda.

La contabilidad en relación con la economía política

La contabilidad también se relaciona con la política económica, porque todo negocio debe
estar bajo las normativas establecidas por esta ciencia, estableciendo y marcando las
tendencias económicas. Asimismo proporcionando reglas para las políticas de todo negocio o
empresa, indicando la moneda de circulación, distribución, sus precios y entre otros.

La contabilidad en relación con el derecho

La contabilidad se relaciona con el derecho mercantil, ya que este es el cuerpo de todas las
leyes, decretos, normativas vigentes que existen para los comerciantes en particular. Aquí
mismo, también se incluye a la contabilidad una relación con el derecho tributario, ya que el
mismo acondiciona muchos procedimientos que debemos seguir para cumplir con las
obligaciones de los impuestos establecidos. Finalmente también la contabilidad se relaciona
con el derecho laboral, porque una empresa debe de tener trabajadores bajo una ley que las
regula y les de beneficios dentro de su servicio de trabajo.

Esas tres relaciones qué mencionamos anteriormente son las principales y las más estrechas
que van de la mano con la contabilidad. Así mismo posteriormente también existen otras
relaciones de la contabilidad con otras áreas o ciencias, que son de menos valor, pero también
influyen dentro de una contabilidad comercial.
La contabilidad en relación con la administración

La contabilidad se relaciona con la carrera de administración, porque mediante la misma se


pueden realizar diversos procedimientos para obtener un mejor control o una mejor gerencia
dentro de la empresa o negocio. Tener una buena administración dentro de una empresa es la
mejor manera de poder maximizar el aprovechamiento de todos los recursos humanos que
cuenta la misma.

La contabilidad y su relación con las finanzas

La contabilidad se relaciona con las finanzas, porque de esa manera podemos informar y
tomar las decisiones previstas dentro de la empresa. Las finanzas en una empresa nos pueden
mostrar todas las incidencias que se estén llevando a cabo dentro de nuestros activos, pasivos y
capital, para posteriormente llegar a una toma de decisión en el área financiera. Asimismo
también podemos realizar gracias a las finanzas un análisis general en base a la información
prevista a todo nuestros estados financieros que arrojara nuestra contabilidad.

La contabilidad y su relación con la informática

La contabilidad se relaciona con la informática, porque hoy en la actualidad la informática es la


base de cualquier sistema dentro de una empresa. Gracias a la informática podemos crear un
sistema que nos proporcione todo el procesamiento de una contabilidad y procesar de manera
más tecnológica y práctica. Además, en el ámbito contable ya se cuenta con sistemas
netamente contables para el uso en las empresas.

La contabilidad y su relación con las estadísticas

La contabilidad se relaciona con las estadísticas, porque nos ayuda a realizar cálculos más
precisos y prácticos para obtener resultados mejores vistos en los estados financieros y la
contabilidad en general. Además, Las estadísticas ayuda a la contabilidad a poder mostrar
resultados de manera de Muestra o Representativa.

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