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M.

Violeta Pereyra - Ricardo Rodríguez Pereyra

MÁS DE UN SIGLO
EN MOVIMIENTO
1906-2016

INSTITUTO SUPERIOR DE EDUCACIÓN FÍSICA Nº 1 “DR. ENRIQUE ROMERO BREST”


Instituto Superior De Educación Física Nº 1
“Dr. Enrique Romero Brest”

MÁS DE UN SIGLO
EN MOVIMIENTO
1906-2016
M. Violeta Pereyra - Ricardo Rodríguez Pereyra
Pereyra, María Violeta
Más de un siglo en movimiento 1906-2016 / María Violeta Pereyra;
Ricardo Rodríguez Pereyra. - 1a ed. ilustrada. – C.A.B.A.: ISEF N°1, 2016.
CD-ROM, PDF

ISBN 978-987-42-0560-5

1. Educación Física. I. Rodríguez Pereyra, Ricardo II. Título


CDD 370.982

Instituto Superior de Educación Física Nº 1


“Dr. Enrique Romero Brest”

Edición de textos e investigación de archivo y fotografías
Martín A. Pereyra

Ilustraciones
Carlos M. Lau

Diseño de tapa e interior


Flavia Greco
Autoridades de la

Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Jefe de Gobierno

Lic. Horacio Rodriguez Larreta

Vicejefe de Gobierno

Lic. Diego Santilli

Ministra de Educación

Lic. María Soledad Acuña

Directora General de Educación Superior

Lic. Marcela Isabel Juana Pelanda

Director de Formación Docente

Lic. Fabián Valiño


Lic. Raúl Supital
(Rector)

Autoridades del

Instituto Superior de
Prof. Jorge Carlos Rossi
(Vice - rector)

Educación Física Nº 1

“Dr. Enrique Romero Brest”

Lic. María Teresa López


(Vice - rectora)

Lic. María Mercedes Semhan


(Vice - rectora)

Lic. Nora Edith Miranda


(Vice - rectora)
Agradecimientos

a los egresados de antaño, nuestros maestros:

Prof. Lila Tufró,

Prof. Nydia Brest,

Prof. Susana Weinrath

Prof. Marta Sánz

a los colegas de hoy:

Lic. Víctor Bloise,

Lic. Raúl Supital,

Lic. Oscar Rojas,

Prof. Teresa López,

Prof. Mercedes Semhan,

Lic. Irene Ávalos,

Mtr. Luis Erdociain,

Prof. Juan Carlos Enseñat,

Prof. Jorge Rossi

a quienes acompañaron el proceso de redacción con su entusiasmo,


ideas, sugerencias, documentos, fotografías, comentarios y otros aportes.
índice
PALABRAS PRELIMINARES 1

ACERCA DE ESTE LIBRO 3

EL CAMPO INSTITUCIONAL 6

PARADIGMAS: UNA MIRADA HACIA NUESTRO PASADO 7

LA CONSOLIDACIÓN DE UN PROYECTO 7

AMISTADES Y ESTRATEGIAS PEDAGÓGICAS 9

LA REFORMA DEL ‘40 11

NO SOLO CUESTIÓN DE NOMBRE 14

MIXTOS Y BIFURCADOS 15

AL COMPÁS DE LAS IDEAS 16

UN NÓMADE CENTENARIO: RECORRIDOS POR EL ESPACIO URBANO Y EL CONTEXTO HISTÓRICO 17

LA VIDA COTIDIANA EN EL INSTITUTO 19

UN FINAL DE RECORRIDO 23

NUESTROS ESPACIOS EN EL ISEF 25

EXPLORACIÓN DE LA MEMORIA Y ARCHIVOS DOCUMENTALES 28

COLECCIONES Y LEGADOS 28

EL CENTRO DE DOCUMENTACIÓN HISTÓRICA DEL ISEF Nº 1 30

LA BIBLIOTECA DEL INSTITUTO 32

LAS COLECCIONES DE LA BIBLIOTECA 33

ESPACIOS DE INDAGACIÓN 35

AYER HOY Y MAÑANA DEL LABORATORIO DE FISIOLOGIA 35

EL LABORATORIO PEDAGÓGICO 40

EL CAMPO DISCIPLINAR 43

LOS DEPARTAMENTOS Y SUS LEYENDAS 44

LA GIMNASIA RACIONAL Y SU SUPERACIÓN 44

LA GIMNASIA NEOSUECA Y SUS ECOS LOCALES 46


DEPORTES Y DEPORTISTAS 49

LOS DEPORTES DE CONJUNTO 49

DEPORTES INDIVIDUALES 56

NUESTOS DEPORTISTAS Y SUS TROFEOS 60

FUNDAMENTOS Y PUESTA EN ACCIÓN 62

PARADIGMAS Y CONTENIDOS DISCIPLINARES 62

FUNDAMENTOS FISIOLÓGICOS DE LA EDUCACIÓN FÍSICA 66

DE LA TEORÍA A LA PUESTA EN ACCIÓN 68

INTEGRACIÓN DOCENTE Y ESTRATEGIAS PARA SU DESARROLLO 69

LAS ACTIVIDADES EN LA NATURALEZA 69

LA RECREACIÓN Y EL TIEMPO LIBRE 72

LAS DANZAS FOLKÓRICAS Y EL TANGO 73

CRÓNICAS DE ONCE DÉCADAS 76

CRONISTAS DEL SIGLO XX 77

EL PASADO EN NUESTRO PRESENTE 79

LOS EGRESADOS RETORNAN 80

ECOS Y VOCES 82

SÍMBOLOS Y SIGNOS DE UNA INSTITUCIÓN CENTENARIA 87

LA I DEL INSTITUTO 87

BANDOS Y DISTINTIVOS 88

ÍCONOS DE UN RECORRIDO 89

IDENTIDAD SOLIDARIA 91

EL DÍA DE LA EDUCACIÓN FÍSICA Y SU CELEBRACIÓN 93

LA FIESTA DE RIVER 94

OTRAS CELEBRACIONES 96

A MODO DE EPÍLOGO 98

BIBLIOGRAFÍA 101

ENTREVISTAS 102
Palabras preliminares

La presentación de un libro sobre el ISEF Nº 1, originado en la anterior gestión habla a las claras
sobre lo que los autores reflejan a lo largo del mismo: el derrotero institucional de un nómade
centenario y la continuación de los esfuerzos e ideales que se mantuvieron hasta el presente a
pesar de obstáculos varios.

El Instituto goza hoy de un prestigio que trasciende las fronteras, como institución rectora desde
sus comienzos en la formación de docentes del país y por su carácter de verdadera “escuela”
digna de imitar.

Distintos locales fueron albergando nuestra casa a lo largo del tiempo hasta poder situarnos
en esta sede propia donde nos encontramos en la actualidad. Esas instalaciones, a veces
compartidas, transitorias, prestadas, son mostradas en este libro hasta llegar a los actuales
espacios, algunos de ellos en etapa de finalización. Hoy podemos afirmar que tenemos el
Instituto que siempre anhelamos y por cuya concreción trabajamos varias generaciones de
docentes, alumnos y personal en general. Docentes y miles de estudiantes dieron vida a la
institución, y otros arribarán para seguir aprendiendo a enseñar, y utilizar las canchas, gimnasios,
pistas, bibliotecas y espacios de investigación, dando sentido a nuestra misión.

La historia institucional del ISEF Nº 1 y su patrimonio histórico, así como las realizaciones
actuales, dan testimonio de las contribuciones que sus miembros hicieron y hacen en forma
ininterrumpida desde más de un siglo ya en pro de la educación física y del deporte en nuestro
país. Se trata aquí de demostrar su dinamismo desde la mirada y las voces de quienes fueron
sus protagonistas, visibles a veces pero con mayor frecuencia anónimos.

Reconocer nuestro presente sobre la base de un pasado relevante nos impone obligaciones
hacia el futuro desde nuestra acción presente. Por eso se propone aquí dar a conocer el
ayer y el hoy de la institución y celebrar su existencia rescatando de la memoria hechos y
protagonistas.

Con el deseo de mantener el sitial que le corresponde como pionero en Argentina y también
–factor indiscutido- porque por sus aulas pasaron estudiantes que dejaron una profunda
impronta en la educación física nacional, nos enorgullece y nos honra abrir estas páginas que
dan cuenta de más de un siglo en movimiento. También con la alegría de sentirnos parte de los
actores de una historia con “final feliz” y con la confianza de su continuación, entregamos esta
obra a los lectores, alumnos, docentes, amigos y a la comunidad toda.

Lic. Raúl Supital

Rector ISEF Nº 1 “Dr. Enrique Romero Brest”

1
2
Acerca de este libro

Gracias a la iniciativa del ex rector del Instituto, el Lic. Víctor Bloise, comenzamos a pergeñar el diseño de

una publicación que fuera representativa del Instituto. Lecturas, entrevistas, búsquedas y muchas horas

de escritura y elaboración, dieron su primer fruto a mediados del 2014. Ese primer producto fue revisado

y parcialmente reformulado tanto en su formato como en sus contenidos. Gracias a la participación de

Bloise en su rediseño, a sus sugerencias y aportes -que procuraban dar cuenta de aquello que consideraba

testimonios significativos, a partir de su propia experiencia de estudiante, docente y más de ocho años de

gestión al frente del Romero Brest- el texto fue enriquecido.

En la presentación preliminar redactada a fines de 2014, decía el entonces rector respecto de la vida

institucional: “Volver a colocar al Instituto en el lugar que merece y le corresponde por ser el pionero, y porque

por sus aulas pasaron estudiantes que luego fueron docentes que marcaron una huella en la Educación

Física del país, es un valor agregado a la vida de cada uno de los que la llevamos adelante, con la seguridad

de ser lo que deseamos desde un primer momento.” Al referirse al devenir del Instituto destacaba Bloise tanto

“el paso de un lugar compartido a uno propio, por primera vez en su historia, ya que fueron prestadas todas

las instalaciones que lo albergaron y que se muestran en estas páginas.” y agregaba: “Sin lugar a dudas,

aunque todavía falte finalizar algunos espacios, hoy podemos decir que tenemos el Instituto que siempre

quisimos y pensamos, y que por fin podemos dejar como legado. Futuras conducciones, docentes y miles

de estudiantes seguirán transitando nuestras canchas, aulas, gimnasios, pistas. Se podrá reconocer en estas

páginas el logro de uno de los grandes objetivos que nos propusimos al hacernos cargo de la conducción,

allá por el 2007, y que hoy vemos concretarse.”

Apelamos al rescate de su memoria en los hechos que se cuentan y el recuerdo de sus actores, gestores

de un movimiento más que centenario. En esa tarea fue decisiva la colaboración de Martín A. Pereyra en

la elaboración de algunos capítulos y en las revisiones de estilo que sugirió desde su perspectiva de lector

crítico y creativo.

Y así, como un organismo vivo, a partir de su concepción en abstracto, este libro se propuso mostrar algunas

claves que ayudaran al conocimiento y reconocimiento de una institución y, en forma casi natural el texto

se fue construyendo y reconstruyendo a lo largo de su propia gestación y a instancias de autoridades y

pares. Los relatos que legó el pasado de imágenes, ideas, tradiciones, documentos y testimonios, en tensión

3
con el contexto presente -que lo demanda como producto y lo amerita como necesario- se plasmaron sin

soslayar situaciones en las que la ironía y el humor las alejan de un relato que pudiera definirse como “oficial”.

El proceso no fue ajeno a todas estas realidades institucionales y personales, creativas y recreadoras en sí

mismas, que quedaron articuladas finalmente en torno a tres ejes: el institucional, el disciplinar y el de la

identidad.

La elaboración de Más de un siglo en movimiento. ISEF Nº 1 “Dr. E. Romero Brest” 1906-2015 se apoyó con

énfasis en los materiales iconográficos que atesora su Centro de Documentación Histórica y fue el resultado

de varios de los segmentos de actividades que se realizaron desde su creación. Al trabajo con las fuentes

escritas y el análisis iconológico de los alumnos y docentes cuyo paso por el Instituto fue registrado durante

más de un siglo, se sumaron entrevistas orales y videos, así como los aportes que proveían películas antiguas,

registros administrativos y de planes de estudios, itinerarios edilicios, cambios de denominación del Instituto,

diálogos cotidianos, tradiciones y emociones compartidas.

Imaginado al inicio como una historia institucional que permitiera reconocer al ISEF actual como legatario de

su historia centenaria, la elección de sus contenidos tuvo diferentes ritmos y orientaciones en su evolución,

y se desarrolló recorriendo tiempos y espacios, adentrándose en diversidad de cuestiones, apelando a los

recuerdos y los testimonios de quienes enseñaron y de quienes aprendieron en sus aulas, gimnasios y campos

de juego y hoy continúan reproduciendo y recreando la vida académica. En síntesis, la propia escritura de

este libro impuso los criterios, las líneas narrativas y la elección de los materiales del cúmulo de información

disponible. De esa rica base surgieron estas páginas, que se proponen dar a conocer simplemente la historia

de una institución dinamizada durante más de un siglo por el quehacer cotidiano de sus protagonistas.

Esa mirada miscelánea resultó, finalmente, en un homenaje a la Casa y a sus Gestores, y un acto de

reconocimiento a la dinámica y sinergia que éstos supieron imprimirle a la vida académica en movimiento.

Aunque heterogénea en sus recursos discursivos, esta obra intenta esbozar los fundamentos que llevaron a

Enrique Romero Brest a crear el instituto en el contexto de las tendencias pedagógicas, científicas y sociales

dominantes de la época y las surgidas en el curso del siglo XX, y que dieron lugar a diferentes modelos de

acción. Sus posteriores reformas también fueron exploradas, conjuntamente con su significado en la historia

del Instituto y de la educación física. Los paradigmas más sobresalientes se presentan como segmentos

de esta historia a partir de los profundos cambios que propusieron: el que corresponde a Romero Brest y su

Sistema Argentino de Educación Física, el de César Vásquez y la Dirección General de Educación Física,

y el tercero, que podemos asociar a los movimientos sociales y políticos de la segunda mitad del siglo XX

y vincular en sus inicios con la figura de Ramón Muros y su gestión en la Dirección Nacional de Educación

Física.

4
La cotidianeidad del pasado que dio identidad al Instituto y cuya proyección se preservó, fue recogida

en los relatos de sus protagonistas, las voces de las revistas estudiantiles y la iconografía. Hoy está presente

en la vida institucional en el cúmulo de testimonios que, en forma de objetos, trofeos y estatuas conviven

actualmente en los espacios de los antiguos y nuevos edificios del Instituto, formando un puente entre el

pasado y el presente y constituyéndose en una verdadera memoria. Memoria en el sentido de un pasado

común y en el de pertenencia que otorga identidad a la comunidad de esta casa de estudios. Por eso la

estructura de este libro articula la diversidad de contenidos en tres partes, la última de las cuales propone

una suerte de rescate de nuestra identidad y sus reformulaciones.

M. Violeta Pereyra y Ricardo Rodríguez Pereyra

Centro de Documentación Histórica del ISEF Nº 1, marzo de 2016

5
EL CAMPO INSTITUCIONAL

6
PARADIGMAS: UNA MIRADA HACIA NUESTRO PASADO

Los fundamentos de un paradigma se erigen de acuerdo a la concepción disciplinar que se tenga en la


materia a tratar y en un contexto determinado que acoge y da sentido a dicho proyecto, en nuestro caso
la educación física. Esta relación indisoluble entre ambos conceptos, eje disciplinar y contexto, tomaron
particular fuerza en dos períodos determinados y sentaron las bases de las actividades del Instituto en sus
rasgos estructurales, que perduraron por larga data. Estamos hablando de los paradigmas hegemónicos en
el siglo XX a partir del establecimiento del Sistema Argentino de Educación Física por Enrique Romero Brest. El
segundo, que es continuador e innovador, se implantó a partir del liderazgo de César Vásquez y la creación
de la Dirección General de Educación Física.

LA CONSOLIDACIÓN DE UN PROYECTO

Desde fines del siglo XIX, el Estado Nacional priorizó


políticas destinadas a la consolidación de una identidad
nacional, frente a las grandes masas de inmigrantes que
ingresaban al país. La creación de las escuelas normales
constituyeron un hito en materia de unificación cultural
y la educación física hizo su aporte al respecto no solo
desde un aspecto normalizador sino también desde la
construcción de las mujeres y de los hombres que fueran
de utilidad a la patria. Impulsado por Pablo Pizzurno,
el gran reformador en materia educativa, Enrique
Romero Brest fue instado a ocuparse del desarrollo de la
educación física en el país. En el marco del positivismo
de la época, ¿quién mejor que un médico para cumplir
esta misión? Su tesis doctoral enfocó el ejercicio físico
en la escuela desde el punto de vista higiénico y fue
presentada en 1900 en la Facultad de Ciencias Médicas

7
de la Universidad Nacional de Buenos Aires [sic].

El sistema creado por Enrique Romero Brest abordó la problemática de la educación física desde diferentes
dimensiones: fisiológica, psicológica, social y espiritual. En el marco de la hegemonía económica, política
y cultural de Inglaterra y de Europa en general, y encuadrado en los paradigmas de fines del siglo XIX, se
apoyó en los principios científicos y educativos del positivismo y del evolucionismo. Fue así que con el rigor
que la misión ameritaba, Romero Brest creó las bases de una institución destinada a formar profesores de
educación física. Rodeado de un cuerpo docente y directivo comprometido y con el respaldo del Estado
Nacional, llevaron adelante el proyecto que hoy en día nos identifica.

Desde lo disciplinar, sus postulados doctrinales fueron la antítesis al carácter militarista que se le había dado
hasta ese momento a una educación física no sistematizada en el país y representada por los Batallones
Escolares. Sus premisas constituyeron un todo con un método definido de acuerdo a ellas y basado en
procedimientos específicos: ejercicios gimnásticos metodizados; juegos educativos; deportes racionales y
concursos (i.e. competencias); rondas escolares y mediciones antropométricas.

Desde 1900 Enrique Romero Brest se preocupó por sistematizar y divulgar los fundamentos teóricos y los
recursos metodológicos requeridos para aplicar el sistema. A su primera elaboración, titulada “Curso de
Educación Física” le sucedieron otras publicaciones en la Revista de la Educación Física (órgano de difusión
del Instituto) y “Bases de la Educación Física Argentina”, y diversas obras como “Gimnástica fisiológica” y “El
Sentido Espiritual de la Educación Física”.

8
AMISTADES Y ESTRATEGIAS PEDAGÓGICAS

Pizzurno - Romero Brest

El encuentro entre el joven Enrique Romero Brest y el


pedagogo Pablo A. Pizzurno se produjo en el Colegio
Nacional Oeste (actual Mariano Moreno), a fines del
siglo XIX. Romero Brest todavía cursaba su carrera
de medicina y se desempeñaba como ayudante
en la cátedra de Trabajo Manual que dictaba allí un
profesor sueco: J. Gerardo Victorín. Se trataba de un
establecimiento privado creado en 1889 por Juan Tufró
y Pablo A. Pizzurno en el que se puso en práctica una
propuesta educativa innovadora.

Romero Brest sucedió a Victorín en su cátedra y se


convirtió una década más tarde en Director del Taller
de Trabajo Manual Educativo. Por entonces, el propio
Pizzurno instó a Romero Brest a abandonar la medicina
para dedicarse a la docencia de la educación física
y junto con Victorín conformaron el grupo conocido
como el “Triunvirato del Trabajo Manual”. Esta
denominación era reflejo de sus ideas en materia de
educación y de su puesta en acción a partir de la P. Pizzurno y E. Romero Brest
cátedra.

Con el fondo de un pizarrón donde el


grupo se autodenomina: “El triunvirato del
Trabajo Manual”, el texto escrito por debajo
reafirma la proximidad de los retratados: “En
lo fundamental y en el fondo, estamos de
acuerdo”. Se leen también las firmas Álamo,
Abedul y Morotibí que los identifican con esos
árboles por sus características personales:
Pizzurno es Alamo por su estatura; Victorín es
Abedul, por tratarse de una especie europea,
como él, y Romero Brest es Morotibí, por ser un
árbol criollo, por su origen correntino.
La amistad entre los tres hombres continuaría
a lo largo de sus vidas, si bien Victorín se
trasladó a Concordia cuando lo designaron
El Triunvirato del Trabajo Manual” Patio del Instituto Nacional Oeste Director de la Escuela de Comercio en 1908
(marzo 1896) y los vería solo en vacaciones. Romero Brest
y Pizzurno, en cambio, se reunieron con un
rito semanal que se repitió hasta la muerte de
éste en 1940.

9
La llegada de Pizzurno al Ministerio de Educación permitió plasmar un proyecto pedagógico innovador que
incluiría en forma definitiva la Educación Física en el sistema escolar y le daría proyección nacional.

Coll - Vásquez

Así como Pizzurno y Romero Brest, a partir


de su relación de amistad, pudieron diseñar
un paradigma educativo y llevar adelante
una serie de estrategias para desarrollar la
educación física en el país, Jorge Eduardo
Coll y César Vásquez dejaron su impronta
en la educación física a partir de su
vinculación personal. Esa relación había
surgido por la práctica deportiva en el
Club Universitario de Buenos Aires (C.U.B.A.)
y posibilitó que tuviera lugar un proyecto
diferente, resultado del cual se afianzaría
la educación física a escala nacional. Al
cumplimiento de ese objetivo se dirigió la
creación en 1938 de la Dirección Nacional
de Educación Física, medida adoptada por
J. Coll y C. Vásquez en el Instituto
Coll como Ministro de Justicia e Instrucción
Pública.

A pesar de su brevedad -durante la presidencia de Roberto M. Ortiz, de 1938 a 1940-, la gestión de Coll fue
fructífera y permitió superar algunas de las necesidades que se planteaban en materia educativa. Abogado
penalista y profesor universitario, Jorge Coll había sido alumno del Instituto Nacional Oeste y tuvo entre sus
profesores a Enrique Romero Brest, de quien no guardaría un buen recuerdo. Es probable que la designación
de César Vásquez como primer Director General de Educación Física haya sido fruto de la propuesta del
Dr. Carlos Broudeur, a la sazón subsecretario del Ministerio conducido por Coll, quien también era socio del
C.U.B.A.

Escribano de profesión, Vásquez tuvo una extensa actuación deportiva en atletismo, esgrima, rugby,
natación y waterpolo. Al asumir el cargo adoptó una serie de medidas cuya implementación en los
establecimientos nacionales buscaba mejorar la educación física escolar, entre las que se destacan los
cambios llevados a cabo en la formación de los docentes de la especialidad y la derogación del Sistema
Argentino de Educación Física en marzo de 1939 (resolución ministerial Nº 19).

No se brindaron razones teóricas ni prácticas para justificar la medida, que significó el final del primer gran
paradigma que había comenzado cuatro décadas antes con Enrique Romero Brest. La reforma propuesta
para la formación docente implicaría la modificación de los planes de estudio del Instituto y el aumento del
número de horas de clase que se dictaban, en especial las de carácter práctico, a la vez que cambiaron
sustancialmente los contenidos curriculares, introdujeron la enseñanza de las danzas folklóricas y los
campamentos.

10
LA REFORMA DEL ‘40

Los cambios políticos posteriores a la crisis de 1930, el alejamiento del fundador del Instituto de su cargo de
Director y la renovación del ambiente educativo bajo el ministerio de Coll llevaron a desplazar el liderazgo
de las políticas hasta ese momento hegemónicas en la Educación Física hacia la figura de César Vásquez.

En el país había nuevas demandas en lo político y por ende en materia educativa. De esta forma, el Estado
Nacional brindó su apoyo a esta figura, que iba a renovar la concepción de la educación física en nuestro
país desde una perspectiva que implicaba ‘argentinizarla’. La creación de una Dirección Nacional de
Educación Física permitió impulsar políticas que tuvieron un alcance muy amplio y produjeron un desarrollo
exponencial de la disciplina en todo el territorio nacional y de acuerdo a un modelo establecido por la
mencionada Dirección.

Si bien hubo continuidades con el Sistema Argentino de Educación Física en cuanto a lo disciplinar, el proyecto
de Vásquez se orientó hacia la formación de ciudadanos líderes a partir de la competencia. Consideraba
que la recuperación nacional, junto con la organización de la industria, daría la solución a los problemas
entre el capital y el trabajo, entre el campo y la administración nacional. Igual que en la etapa anterior,
se asumía que la educación era la base de “la grandeza espiritual y potencial de toda nación civilizada”.
En ese contexto, la importancia de la educación física derivaba de su misión principal, consistente en “la
formación de una juventud vigorosa y sana, disciplinada y austera, con sentimientos de pundonor nacional
y en condiciones permanentes de actuar allí donde la Nación lo necesite”. Sus expresiones no dejan duda
acerca de su participación en el proyecto político del estado de su tiempo. Se trataba de un proyecto con
centro en el Instituto de Buenos Aires y de alcance nacional.

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En su calidad de deportista experimentado en varias disciplinas, se apoyó en el deporte para el desarrollo
de su proyecto. Así por ejemplo, se valió de una práctica institucionalizada de Torneos Intercolegiales y de
la celebración del Día de la Educación Física para promover los valores de la misma a niveles nunca vistos
antes en nuestro país y que iban más allá de los establecimientos educativos.

Coincidente con la separación por sexos de los estudiantes de educación física, que a partir de 1940 llevaron
a cabo sus estudios en dos institutos, la creación de un sistema de internado para los alumnos provenientes
de las provincias –primero para varones y luego para mujeres– permitió que la enseñanza allí impartida se
reprodujera a lo largo de todo el país cuando los jóvenes egresados retornaban a sus lugares de origen,
formados en un Instituto de máxima calidad. El internado masculino se estableció en San Fernando mientras
que el femenino se mantuvo en la Capital Federal, ambos próximos a los respectivos institutos, que recién
volverían a reunirse dos décadas más tarde.

Esta medida, de alcance nacional logró que el ejercicio del rol docente en la especialidad se cumpliera
en forma similar a lo largo de todo el territorio y se complementó con otras igualmente relevantes como la
realización de campamentos educativos conducidos por profesores de educación física y la formación
de un equipo de Inspectores de Educación Física con el objeto de lograr un acercamiento directo a los
establecimientos escolares secundarios.

Ellas y ellos, separados por un alambrado

12
La perspectiva desde la que se llevó adelante la reforma del ’40
tenía fundamento en la propia experiencia que, como deportistas,
habían tenido sus protagonistas. La valoración de la proyección
social del deporte de alta competencia se transfirió a un proyecto
educativo de alcance nacional.

En los Juegos Olímpicos celebrados en Amsterdam


en 1928, el equipo argentino de waterpolo estaba
integrado por Ricardo Bustamante, Carlos Castro
Feijoo, Francisco Uranga, Jorge Enrique Moreau,
Mario Bistoletti, Luciano Rovere y César Vásquez.

(“El Gráfico”, octubre 1936)

Con la llegada de Oscar Ivanissevich como titular de la cartera


de Educación durante la presidencia de Juan Domingo Perón
se produjo un reacomodamiento del paradigma vigente para
la educación física que, no obstante, no significó su abandono.
La designación de Carlos Alberto Mondría para conducir la
Dirección Nacional de Educación Física permitió, por ejemplo,
la introducción del campamento como medio educativo que el
Instituto tomó a su cargo. También Ramón Campio Muros, quien
asumiría la dirección de los destinos nacionales de la disciplina
después del derrocamiento de Perón, dio continuidad y expansión
al proyecto, cuya gestión había acompañado bajo el liderazgo
de Vásquez.

Los cambios de la sociedad y las demandas y requerimientos


educativos dieron curso a transformaciones renovadas en forma
continua, y algunas figuras como las de Alberto Dallo y Enrique
Carlos Romero Brest adquirieron relevancia por la impronta que
dieron al Instituto, proponiéndose construir una teoría sobre la
cual sustentar sólidamente la práctica de la educación física.
Su formación como docentes de educación física explica sus
esfuerzos, enfocados en la cuestión disciplinar, cuya reformulación
se hizo hegemónica hasta la década de 1980.

Agregar a estos nombres los de todos los que recorrieron diferentes


espacios académicos en la institución para contribuir a dinamizar
el movimiento que se había comenzado excede los objetivos de
estas páginas, que igualmente los celebra.

13
NO SÓLO UNA CUESTIÓN DE NOMBRE

Es sabido que los sustantivos comunes definen la esencia de las cosas y nos permiten reconocerlas en la
multiplicidad de lo que existe. A través de su historia, nuestro I.S.E.F. Nº 1 recibió diferentes denominaciones
que fueron en sus primeras etapas una adecuación del nombre de la institución a su propio desarrollo
y, más recientemente, una expresión de los cambios que se verificaron en el proyecto educativo argentino
en general.

1906 Curso Normal de Educación Física (Decreto Presidencial del 1º de febrero)

1909 Escuela Normal de Educación Física (Decreto Ministerial)

1912 Instituto Nacional Superior de Educación Física [Ì.N.S.E.F.] (Ley de Presupuesto)

1932 Instituto Nacional de Educación Física [Ì.N.E.F.] (Ley de Presupuesto)

1939 El I.N.E.F. se destina exclusivamente al sexo femenino (Decreto de la Dirección General de Educación

Física) y se crea el Curso de Aplicación como sección masculina*

1961 Instituto Nacional de Educación Física [Ì.N.E.F.] “Dr. Enrique Romero Brest”, sección mujeres (Resolu-

ción Ministerial)

1967 Instituto Nacional de Educación Física [Ì.N.E.F.] de Buenos Aires, fusión de ambos Institutos (De-

creto del Director Nacional de Educación Física Deportes y Recreación)

1979 Instituto Nacional de Educación Física [Ì.N.E.F.] “Dr. Enrique Romero Brest” (Resolución del Ministro

de Cultura y Educación)

1994 Instituto de Educación Física [Ì. E.F.] Nº 1 “Dr. Enrique Romero Brest” (paso de la jurisdicción de la

Nación al de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires)

2004 Instituto Superior de Educación Física [Ì. S.E.F.] Nº 1 “Dr. Enrique Romero Brest” (Resolución del

Gobierno de la Ciudad)

*Denominado “Gral. Manuel Belgrano” (Decreto de junio de 1940) y luego Instituto Nacional de

Educación Física

14
Más allá del aspecto formal implícito en las alternativas modificaciones de su denominación, las diversas
instancias que condujeron a los cambios institucionales revelan innovaciones en las tendencias dominantes:
organizativas en algunos casos y disciplinares en otros.

MIXTOS Y BIFURCADOS

La separación de las secciones femenina y masculina expresa una trasformación relevante en la vida del
Instituto. La implementación del nuevo paradigma difería en este aspecto del establecido por Enrique
Romero Brest. Es probable que no sea ajena a esa decisión la pertenencia de César Vásquez al C.U.B.A.,
una institución hasta la actualidad estrictamente masculina. También la fusión de ambos institutos, casi
tres décadas después es reveladora de profundos cambios conceptuales en el sistema educativo.
Las fotografías de las primeras promociones de los Institutos, ideológicamente definidos por el proyecto
de Romero Brest la primera y del creado por César Vásquez la segunda, permiten asimilar a sendas repre-
sentaciones iconográficas dos momentos claves en la historia del Instituto. A estos egresados sucederían
en el tiempo las promociones de docentes de educación física que darían cuenta del progreso de la
disciplina y de su enseñanza.

Enrique Romero Brest (en el cen-


tro), Director del Curso Normal de
Educación Física y los egresados
de la primera promoción

(Buenos Aires,1907)

César Vásquez (sentado en


el centro), el Director y el
Regente del I.N.E.F. “Gral.
Manuel Belgrano” y los
egresados de la primera
promoción

(San Fernando, 1940)

15
AL COMPÁS DE LAS IDEAS

La orientación dada a la gestión institucional bajo


diferentes perspectivas, otorgó rasgos de identi- UN VICEDIRECTOR MASÓN
dad fácilmente perceptibles para el observador
externo, más allá de los planteos estrictamente
En la ceremonia fúnebre
disciplinares. La construcción de una institución
del Hermano Don Juan
escolar de base humanista, se fundó en los prin-
cipios del cientificismo y del higienismo, formas Valsecchi, llevada a cabo en el gran
del pensamiento de la época; en la afinidad templo masónico de la Fraternidad N°53,
con la masonería y en la formación médica de el orador oficial que leyó el discurso en
Enrique Romero Brest. Otra propuesta caracteri-
nombre de la Masonería Argentina fue
zaría al Instituto posterior a la reforma de César
Sebastián Durán Gauna, a la sazón Vicedi-
Vásquez, que adquirió una forma de visibilidad
diferente y que se enmarcó en las celebraciones rector del Instituto (Pergamino, 1914).
masivas, puestas escenográficas de un momento
histórico y de un proceso político y social.

La copa
La futura profesora de Educación Física llegó puntual a la Entrega de Premios de las compe-
tencias deportivas en el Colegio Militar. Era una mañana soleada y una pequeña delegación
de alumnas de 3º año del INEF de Buenos Aires, había ocupado su lugar en la for mación
frente a los equipos ganadores. La alumna había sido elegida para entregar la copa más
grande -correspondiente al Ar ma vencedora en las competencias- al general que, como
Director de Institutos Militares presidía el acto. De acuerdo al ceremonial debía entregarla
jerárquicamente al oficial que representaba al equipo ganador. Avanzó decidida hacia los
jefes militares ante la mirada solemne de la concurrencia. En sus manos llevaba el trofeo que
en segundos depositaría en las del orgulloso general. Pero algo siempre puede fallar: la alum-
na con una amplia sonrisa entregó la copa a un oficial … de menor rango y, considerando
cumplida su misión regresó a su puesto junto a la mesa de los trofeos. Ante la conster nación
general una voz resonó de inmediato y con fir meza, poniendo en evidencia la terrible con-
fusión. “Disculpe Mi General, la Señorita es un civil que no conoce las insignias de rango”, dijo
el maestro de ceremonias, pálido, mientras pasaba la copa de las manos impropias a las del
general.
No podía repetirse una situación similar; el ceremonial debía restablecerse y el capitán a
cargo, sin poder adiestrarla en los distintos tipos de insignias y distinciones que llevaban los
militares en su unifor me, optó por entregarle la siguiente copa,-algo más pequeña,- al tiempo
que le daba una sencilla consigna: “¡Al del huevo frito!”, para identificar al oficial que debía
recibirla.
El sol volvió a salir, después que el cielo parecía haberse nublado en ese inolvidable momento
en el cual la copa quedó en las manos equivocadas.

16
UN NÓMADE CENTENARIO:
RECORRIDOS POR EL ESPACIO URBANO Y EL CONTEXTO HISTÓRICO

Si el espacio físico que una institución ocupa es relevante para su funcionamiento, es indudable que el
nomadismo del Instituto dejó profundas huellas en él. Las sedes que lo albergaron en su prolongada vida
fueron múltiples y condicionaron su desarrollo. Así, desde la consolidación del Curso Permanente para
Maestros en 1906, su propia evolución y la del contexto histórico condujeron a locaciones transitorias hasta
que le fuera asignado el predio de Miguel Sánchez 1338 que ocupa en la actualidad. En ese recorrido de
más de un siglo por una decena de sedes, se verificaron adaptaciones que contribuyeron a modelar una
identidad tan dinámica y cambiante como los sucesivos traslados.

El Decreto de reorganización de la enseñan-


za de 1898, cuyo ideólogo había sido Pablo
Pizzurno, contó con una reglamentación de
autoría de Enrique Romero Brest. Su sanción
hizo obligatoria la educación física en los co-
legios nacionales y condujo a la creación de
los Cursos Normales Temporarios de Ejercicios
Físicos para Maestros (1901-1905), que fueron
dictados en las tres Escuelas Normales de la
Capital.

Con su declaración como definitivo, el Cur-


so Normal de Educación Física se consolidó
en 1906, bajo la dirección de Enrique Romero
Brest. El Decreto presidencial que le dio per-
manencia asignó como sede la Escuela Nor-
Escuela Normal de Mujeres
mal de Mujeres, aunque luego pasó a fun-
cionar en diferentes locales, entre ellos dos
escuelas y una casa particular.

17
En 1909 se creó la Escuela Normal de Educación Física, como un desarrollo del Curso Normal, lo que
implicó una nueva configuración y jerarquía institucional. Las autoridades decidieron darle una mejor
dotación y la Escuela se trasladó entonces a un local más apropiado, situado en Bartolomé Mitre 2520. Por
primera vez contó con un espacio propio que mantuvo hasta 1912 y que le permitió un desarrollo institucio-
nal acorde con la evolución de la disciplina.

Con su elevación a la categoría de Instituto Nacional Superior de Educación Física se impuso un nuevo
traslado a un predio más adecuado en el que el INSEF contó con un gimnasio y canchas de juego para
las prácticas requeridas, además de un Laboratorio de Fisiología y de mediciones antropométricas, un
Laboratorio de Fotografía y una Biblioteca.

La nueva sede de Coronel Díaz 2180 sería un ícono de ese proyecto, expresión de la madurez institucional
lograda y de su reconocimiento oficial.

Edificio de Coronel Díaz 2180

Una de las consecuencias de la revolución conservadora de 1930 y de los cambios políticos que se llevaron
a cabo fue la decisión de omitir en el nombre del Instituto la mención de su categoría de institución de
educación “Superior”. Ésta habría sido una de las causas de la renuncia indeclinable de Enrique Romero
Brest a la dirección del Instituto y su alejamiento de la función pública en 1932.

Entre las medidas de reorganización adoptadas en ese momento se cuentan la separación de secciones
por sexo en 1939 y la creación de los internados para los alumnos procedentes del interior del país. La sec-
ción masculina, convertida en Instituto de Aplicación General Belgrano, fue trasladada a San Fernando,
donde funcionó el internado de varones. La sección femenina conservó su denominación y la sede de
Coronel Díaz, que la albergó hasta 1957.

18
LA VIDA COTIDIANA EN EL INSTITUTO

Más allá de los registros de la historia, la vida de la comunidad del Instituto desde sus orígenes estuvo
cimentada en lazos afectivos y de pertenencia. Pero sería a partir de la creación del internado que éstos
se potenciaron y contribuyeron a la creación de una cotidianeidad socialmente revitalizada.

Sin contar inicialmente con un local propio, desde su creación en 1945. el internado femenino funcionó
en diferentes pensiones y locales alquilados al efecto por el Ministerio de Educación. La pensión de la
calle Billinghurst fue la primera y a ella siguieron otras casas, como la de Manuela Pedraza, próxima a la
1
nueva sede del Instituto de Republiquetas 1050. Después del derrocamiento del presidente Perón, las
instalaciones destinadas a las actividades de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) masculina, fueron
asignadas al Instituto femenino.

Las condiciones ofrecidas a las alumnas internas eran óptimas para su formación, ya que al alojamiento
y manutención que la beca contemplaba se agregaba la disponibilidad de la biblioteca y de las insta-
laciones para las prácticas deportivas en amplios horarios. El internado contaba con normas claras y
estrictas de funcionamiento: horarios para levantarse, para acostarse y para las comidas; controles
de asistencia y de pernocte fuera del internado, y días de salida del predio que las profesoras a cargo
registraban con rigurosidad. Todo esto contribuyó a la formación de vínculos personales establecidos para
disfrutar la cotidianeidad del Instituto y, muchas veces, también para soslayar la aplicación de sus reglas,
que eran estrictas y contemplaban todos los aspectos de la vida diaria.

Entre el ‘mayo francés’ y los pasos hacia la perfección


Una egresada relata: “Ingresé al internado en abril de 1968 y recuerdo algunas exigencias que hoy pare-
cen irreales pero que en aquel momento asumíamos como parte del esfuerzo hacia una concepción
de la vida en la cual cierta formalidad era insoslayable y el orden necesario para actuar daba sustento
a todo lo demás, incluso a la utopía que por entonces conmovía a muchos jóvenes”. También agrega:
“Hasta hacer la cama implicaba la obligación del uso de una técnica específica bien establecida: desde
su tendido para que las sábanas quedaran perfectamente extendidas hasta la forma de hacer el doblez
de las puntas, en tres pasos. Todavía hoy hago así mi cama, y no me resigno a que ha llegado el final de
las utopías”.

1
Llamada luego Crisólogo Larralde y en la actualidad Miguel Sánchez, en recuerdo del deportista desaparecido.

19
El predio de Republiquetas dependía del Ministerio de Educación y su uso fue compartido con el Centro
de Educación Física (CEF) Nº 1 y algunas escuelas secundarias de la Capital que impartían sus clases
curriculares de Educación Física en el lugar. Diez años después, ambos Institutos volvieron a fusionarse en
el INEF de Buenos Aires y al uso compartido de gimnasios, pista de atletismo, canchas, pileta y vestuarios.

Las actividades se desarrollaron allí hasta 1973, cuando el Instituto fue desalojado y el predio transferido
de la órbita del Ministerio de Cultura y Educación a la de Bienestar Social. Al año siguiente funcionó en las
instalaciones del Club Comunicaciones, alquiladas para las prácticas deportivas, mientras que las asig-
naturas de carácter teórico comenzaron a dictarse en aulas improvisadas en forma precaria.

SILENCIO, ESCUELA ABANDONADA es el títu-


lo del artículo publicado por la revista Siete
Días del 19/02/76, que denuncia un atentado
contra la educación física argentina.

“Víctimas de los avatares burocráticos, los


alumnos y profesores del Instituto Nacional
de Educación Física –que funciona hoy en
un solar en ruinas- soportan vicisitudes que
amenazan el futuro de la carrera”. El 31 de
marzo de 1974 el Instituto debió abandonar
las instalaciones que ocupaba y se trasladó
a los precarios locales cedidos en alquiler
por el Club de Comunicaciones, ubicado en
avenida San Martín y Beiró. El profesor Miri decía: “Fíjese, los alumnos se cambian en los vestuarios
del club pero después no pueden guardar la ropa allí porque no tienen armarios. Entonces deben
deambular de un lado a otro cargando con todo. (...) Desgraciadamente, todo esto no hace más
que empobrecer los niveles de enseñanza, sin duda inferiores a los de 1973”.

Pese a lo traumático de la situación que provocó ese imprevisto traslado, algunos testimonios permiten
reconocer el sentido del humor que afloraba en medio de las penurias y falta de condiciones edilicias
adecuadas para vivir el día a día.

20
El “Aula Peugeot”, por ejemplo, era una

habitación de paredes de ladrillos y cartón

prensado con un techo corredizo del mismo

material, en alusión al automóvil que gozaba

de popularidad por esa época.

Peugeot 504 modelo ´73

La etapa de Comunicaciones constituyó un hito y un punto de ruptura que alteró profundamente la vida
institucional y, a pesar de tratarse de un período breve, ya que en 1976 pudo volver a su lugar en el barrio
de Núñez, la experiencia de esos años provocó cambios notables en la identidad y autopercepción del
Instituto. Las dos piletas y algunos gimnasios y aulas con los que el Instituto había contado para su funcio-
namiento entre 1967 y 1973 habían sido demolidas y la disponibilidad de espacios estaba modificada.
Con todo, ese regreso del Instituto Nacional de Educación Física de Buenos Aires a Núñez representó el
comienzo de la última etapa en el derrotero por la capital.

En 1976 fue reubicado en un espacio que sería parte de su sede definitiva, accesible desde Republiquetas
1050. Aún cuando algunas construcciones desaparecieron y otras cambiaron de uso, la fisonomía general
de ese predio - que hoy ocupa el CENARD - aún puede reconocerse. Las aulas se construyeron en torno
al “cuadrado”, suerte de patio seco que sería el corazón de la Institución. Antes de finalizar esa década,
el 9 de marzo de 1979 tuvo lugar la restitución del nombre de su fundador al instituto.

Los cambios de la legislación que transfirieron los


establecimientos de educación terciaria del ám-
bito nacional al provincial, de acuerdo a la Ley
de Transferencia de Escuelas de 1994, llevaron
a una nueva modificación de su denominación.
Llamado entonces: Instituto de Educación Física
Nº 1 y tres años más tarde, recuperó en su nom-
bre la mención de la categoría de Superior que
ya se le había reconocido en 1912: Instituto Supe-
rior de Educación Física. El “cuadrado”

Al edificio ‘viejo’, que desde 1976 había servido


de sede para el dictado de materias teóricas,
se le incorporó el predio del Club YPF, entrega-
do al Instituto luego de su privatización. Los
responsables de esa gestión fueron algunos do-
centes que, en conocimiento de la vacancia se
ocuparon para que el predio fuera destinado al
Instituto.
Ingreso al Instituto (1976-2010)

21
Nuevas construcciones del ISEF Nº 1

El desalojo de las instalaciones del CENARD había llevado al rector Landini a adoptar una posición de resis-
tencia, ignorando la inminencia de la concreción de la medida dispuesta, lo que implicaba no iniciar
ninguna gestión. Los días avanzaban y los profesores asumieron el liderazgo y encontraron una vía de solu-
ción en la solicitud del predio de YPF lindante con el instituto. Gunardo Pedersen protagonizó la concreción
del proyecto y logró la asignación de ese espacio.

La disponibilidad del predio permitió la construcción de las nuevas aulas y gimnasios que constituyen las
modernas instalaciones del ISEF Nº 1, ahora propias, y con acceso independiente desde Miguel Sánchez
1338. El Convenio firmado entre la Dirección Nacional de Arquitectura Escolar y la Asociación Cooperadora
del INEF para la construcción de oficinas, aulas y otras instalaciones marcó el inicio de una nueva etapa
edilicia con la que se daba cierre al proceso centenario de su derrotero por la capital.

Tres sedes icónicas: Coronel Díaz 2180; Libertador 7000 (San Fernando) y Republiquetas 1050.

22
UN FINAL DE RECORRIDO

Lo que parecería ser el signo del final del trayecto recorrido, bien entrado el siglo XXI, encuentra a la insti-
tución con el reconocimiento académico merecido por su calidad educativa.

Ciudad de México, 16 de octubre de 2012.

Distinguido:

Victor Carlos Bloise,


De nuestra mayor consideración:
En nombre de la Organização das Américas para a Excelência Educa-
tiva - ODAEE, es un honor saludarle y a la vez informarle que la institución
que Usted dignamente representa:

Instituto Superior de Educación Física N 1 - Dr. Enrique Romero Brest


Ha sido declarado GANADOR DEL PREMIO SAPIENTIAE de Excelencia Educativa
2012.

La Comisión de Evaluación de la ODAEE, en sesión ordinaria ha resuelto con-


ceder a vuestra institución este significativo reconocimiento in-
ternacional, después de haber superado satisfactoriamente los
requisitos expuestos en el reglamento y bases del premio, lo que
refleja su perseverancia y constancia en el camino a la excelen-
cia educativa.

Dicha distinción internacional, es el merecido reconocimiento


a sus esfuerzos y logros institucionales, en la loable tarea de la
educación y cultura, que se evidencian en los valiosos beneficios
aportados a su país.
Tenemos el agrado de confirmarle que la Ceremonia de Pre-
miación “VI Premio Sapientiae a la Excelencia Educativa” y
Premiación del “Ranking de las Mejores Instituciones para Estudiar
en Iberoamérica” se realizará el día 27 de Octubre de 2012, a las
6:30 pm, en el Salón Revolución del hotel Meliá Reforma, ubicado
en Paseo de la Reforma, 1, México City.

A la satisfacción del reconocimiento a los esfuerzos de la comunidad del ISEF que produce la obtención
de esta distinción, necesariamente se impone una mirada al futuro, que nos compromete. Sabemos que
el presente ha sido resultado del trabajo de varias generaciones en un período de más de un siglo y que el
mañana debe honrarlas.

23
Otros galardones que nos enorgullecen y honran, además del Premio Sapientiae otorgado a la institución,
son las distinciones de carácter personal concedidas a sus alumnos y docentes. En primer lugar el esta-
blecimiento de un sitio en la Academia Nacional de Educación que lleva el nombre del fundador del
Instituto constituye un merecido reconocimiento a la labor de Enrique Romero Brest como educador y a su
proyección en la educación argentina.

Dos profesores de educación física fueron


elegidos para ocupar ese asiento:
la Dra. Gilda Lamarque de Romero Brest
(1911-2003), egresada del Instituto y destaca-
da pedagoga, se desempeñó como Vice-
presidenta de la Academia y el Prof. Alber-
to Dallo (1924-2013), uno de sus docentes
más destacados fue Miembro de Número
de la Academia.

La “Orden Dr. Enrique Romero Brest” fue creada en homenaje al fundador de nuestro instituto y pionero
de la educación física en Latinoamérica como reconocimiento a su labor, que fue entregada a docentes
destacados del continente. Fue recibida por el Prof. Mario López y el Mgtr. Raúl H. Gómez, egresados y do-
centes de este instituto de formación superior, entre otros.

A los premios y trofeos que los


equipos del Instituto obtuvieron
en múltiples disciplinas de com-
petencia en sus años de historia,
se suman los logrados por sus
alumnos y graduados en forma
individual en diversas prácticas
deportivas, concretadas en ám-
bitos externos. De esta forma
los logros que como deportistas
destacados alcanzaron algunos
miembros de la comunidad del
Instituto, los de sus egresados en
importantes producciones en la
educación, exhiben la multiplici-
dad de facetas de esta compleja
institución construida en la mezcla
de aproximaciones pedagógicas
y de investigación en las que se
amalgaman lo lúdico y lo expre-
sivo, la creación y el esfuerzo.

24
NUESTROS ESPACIOS EN EL ISEF
Invitación
Después de más de un siglo en movimiento, en “Acto de Inauguración del Gimnasio Polideportivo”
2008 se inició la entrega de las nuevas instala- que se realizará el día Lunes 7 de Abril a las 12.00 hs.
ciones construidas por el Gobierno de la CABA en Crisólogo Larralde 1320 – Buenos Aires
en un predio propio del Instituto y diseñadas Marzo 2008
para el desarrollo de las actividades específicas
del ISEF Nº 1.

Seis años más tarde sólo falta inaugurar la Pista de Atletismo y el Natatorio, que fueron bautizados durante
la Fiesta del Reencuentro, conjuntamente con los demás espacios. La primera llevará el nombre del pro-
fesor Simón Silvestrini, mientras que al Natatorio se asignó el de la profesora Marta Sánz, como justo home-
naje a dos notables docentes y especialistas, cuyas respectivas contribuciones al atletismo y a la natación
los hicieron trascender en el tiempo y en el recuerdo de la comunidad educativa.

Los nombres de docentes destacados en sus disciplinas

y recordados por sus alumnos se asignaron a los diversos

espacios del Instituto. 25


Uriel Propato es el nombre que lleva desde octubre la Cancha de Rugby, mientras que la Cancha de Fút-
bol fue designada con el del profesor José Zorzenón y la de Softbol bautizada con el del profesor Marcelo
Esteban Hulgich. Esos espacios del campus dan cuenta así de la labor realizada por los tres docentes en el
Instituto en diferentes momentos de su historia.

Los nombres que hoy ostentan aulas, gimnasios, canchas y espa-

cios diversos evocan un ideal de excelencia e innovación que los

aúna. Por él trabajaron en sus respectivas áreas, en los que se los

recuerda y homenajea.

Asimismo fueron homenajeados Alberto Dallo y Beatriz Martí en el Área


de Gimnasia. El primero se especializó en gimnasia sueca en Europa,
donde también dictó clases (en la Sportschule de Colonia, Alemania),
trabajó en la problemática teórica del movimiento y publicó varios li-
bros con Enrique Carlos Romero Brest. Por su trayectoria fue reconocido
con un sitial en la Academia Nacional de Educación. Marti, por su par-
te, fue becada a Suecia y llevó sus conocimientos por toda América.
Organizó y dirigió el Plan Nacional de Evaluación de la Aptitud física y
fue la creadora y directora de la ceremonia inaugural del Mundial 78.

Otro de los docentes distinguidos en la nominalización de los espacios del Instituto fue el profesor Alfredo
Miri, quien también se perfeccionó en la Sportschule de Colonia. La Cancha de Handbal, deporte que
identificó como importante agente educativo y a cuyo desarrollo dedicó su vida profesional, lleva hoy
su nombre en explícito reconocimiento a sus logros más significativos para la vida institucional: la incor-
poración de este deporte al plan de estudios del INEF en 1965 y su extraordinario desarrollo posterior, con
inclusión de la práctica femenina.

Los nombres de Juan Carlos Enseñat y Alberto Finguer fueron asignados respectivamente a las canchas
de Vóleibol y de Básquetbol, en reconocimiento por la labor que realizaron como docentes y especialistas

26
comprometidos con el desarrollo de sendos deportes, mientras que la Cancha de
Cestobol lleva el nombre de la profesora ‘Nenecha’ Brest descendiente del fundador
del Instituto que se dedicó a la enseñanza y desarrollo del deporte que él creara.

El antiguo edificio alberga los espacios que propi-

cian la investigación y se proyectan al futuro.

También algunos espacios del antiguo edifico recibieron su bautismo, honrando a


quienes podemos reconocer con orgullo como maestros y hacedores de la identidad
académica del ISEF Nº 1. La profesora Cristina Tognolini fue homenajeada por su aporte
a la investigación en el campo de la ciencias biológicas y el Laboratorio de Fisiología
-cuya re-fundación en el año 2000 la tiene como promotora- lleva ahora su nombre.
Al Laboratorio de Pedagogía del Deporte le fue asignado el nombre del profesor Raúl
Gómez, especialista en educación física escolar que recibió la Orden Panamericana al
Mérito “Enrique Romero Brest”.

Cabe mencionar también otros nombres y espacios no menos importantes. El de la pro-


fesora Zahira Sisini, fundadora de la cátedra de Danza Creativa Educacional, fue dado
al Salón de Usos Múltiples; el de Mauricio Seifert, organizador de los talleres de Tango en
el Instituto, al Aula de Tango, y el de la profesora Ida Lorenzo, quien tuvo una destacada
actuación en la docencia del área de las materias psicopedagógicas, el Aula 1. Por
último, el Área de Educación Física Infantil le fue asignado el nombre del profesor Miguel
Altabaz, en homenaje a su trayectoria en la Cátedra de Educación Física Infantil en el
INEF, mientras que el del Aula Verde correspondió al Profesor Juan Manuel Lourenço.

27
EXPLORACIÓN DE LA MEMORIA Y ARCHIVOS DOCUMENTALES

La memoria de una institución se construye de vestigios, pero no solo


de los atesorados voluntariamente sino también de aquellos que, por
diferentes razones, integran el mundo personal de los legatarios, en
general vinculados a áreas propias de sus profesiones e intereses, pero
no en forma exclusiva y excluyente. De esta diversidad de la memoria
contenida en el acervo, de los materiales no convencionales y de
su entrecruzamiento surgirán las miradas que permitan asociarse a la
memoria mayor de la nación.

Desde las primeras décadas del siglo XX, con la fotografía y el cine-
matógrafo como herramientas de perpetuación de la memoria, se
llevó a cabo la tarea de registro de datos cotidianos, destinados a
perdurar y a transformarse más tarde, por propia decantación, en un
nexo de unión entre el pasado y el presente, con la mirada puesta
en el futuro.

En el Instituto, ese puente invisible que comunica a los que los pre-
cedieron con las nuevas generaciones de alumnos y docentes fue tendido por los testimonios producidos
y almacenados por numerosos protagonistas comenzando por el fundador del Instituto, hombre multi-
facético y que fue un verdadero cronista de su tiempo. Enrique Romero Brest hizo posible con su legado
que ese puente fuera construido para recuperar el pasado institucional y su proyección nacional e
internacional.

COLECCIONES Y LEGADOS
Autor de un Manual de Geografía, En-

Una notable variedad de documentos y objetos dan rique Romero Brest documentó paisajes

cuenta de la memoria institucional del ISEF Nº l. Entre locales y del extranjero, y fotografió
ellos se encuentran materiales deportivos y aparatos innumerables individuos y situaciones
diversos, fotografías y videos, grabaciones y películas, de la vida del Instituto que dirigió: ejer-
revistas y libros, correspondencia, afiches, obras de cicios, prácticas del laboratorio y uso
arte, premios y distinciones. Este conjunto de testimo- del instrumental, vida social manifiesta
nios que proveen información escrita, en imágenes y
en actos y paseos por lugares carac-
objetos, recrean la historia y registran la evolución de
terísticos de recreación. La amplitud de
la Educación Física y de los distintos paradigmas que
sus registros iconográficos alcanza a los
a partir del Instituto dominaron la disciplina en nuestro
estudiantes y el cuerpo docente del
país durante décadas.
Instituto, lo mismo que a miembros de su

El conjunto del acervo con que cuenta el Centro fue propia familia, paisajes rurales y urbanos

incrementado en gran medida por las donaciones re- de Argentina y Europa.

28
alizadas por la Dra. Lamarque a partir de 1995. Este legado consta de gran parte de la obra editada del
Dr. Romero Brest, manuscritos y borradores de algunos de sus trabajos, correspondencia con Pablo Pizzurno
(de la década de 1930), materiales de la Sociedad ‘’Literatura y Declamación’’, de la Sociedad Literaria
del Colegio Nacional de Corrientes y apuntes que reflejan su pensamiento en momentos claves de la
estructuración de la educación física escolar. La donación sumó a los fondos ya existentes en el Centro
de Documentación Histórica variadas colecciones de fotografías, correspondencia oficial y familiar,
y papeles de trabajo producidos en su actividad como investigadora, manuscritos y dactilografiados,
además de los de su esposo Enrique Carlos y
los de su suegro.

Los numerosos libros, folletos, revistas y docu-


mentos de su biblioteca incluyen escritos en
español, alemán, francés, inglés, portugués,
ruso y sueco. Presentan una notable diversidad
temática vinculada a la educación en general
y a la educación física en particular y los de-
portes: biología, fisiología, anatomía, medicina,
higiene, psicología, pedagogía, didáctica, gim-
nasia, olimpismo, historia de los deportes, entre-
namiento, folklore y vida en la naturaleza.

El Legado de Gilda Lamarque de Romero Brest, que en


la actualidad forma parte del acervo documental del
Centro de Documentación Histórica del ISEF N° 1, está
formado por una amplia variedad de documentos y
materiales en varios soportes: papel (libros, revistas,
folletos y otros impresos), imágenes de la educación
física, del deporte, y de temas urbanos a principios del
siglo veinte en fotografías en placas de vidrio y papel;
hasta los aparatos inventados por Romero Brest para los
estudios biométricos y de ejercicios físicos. En el amplio
espectro de piezas atesoradas están también el bastón
personal de Romero Brest, su máquina de escribir,
muebles, banderines, vestimentas, patines y numerosas
piezas museológicas. En la diversidad de materiales lega-
dos existe un conjunto cuya naturaleza se aparta por su
tipología de los que integran las colecciones que podrían
llamarse clásicas en repositorios tales como bibliotecas, ar-
chivos, museos y centros de documentación.

Entre ellos se encuentran algunos cuya naturaleza


variada abarca desde textos manuscritos hasta objetos
personales. El diario que llevó en su juventud y su vejez

29
Enrique Carlos (1902-1985) y las libretas con apuntes del Dr. Romero Brest, se destacan del conjunto y
pueden considerarse parte de los tesoros del Centro de Documentación Histórica, junto con la Orden
Enrique Romero Brest, que fuera entregada a figuras destacadas del mundo del deporte y la educación
física de Latinoamérica, e incluso los planos de la instalación eléctrica del actual edificio de la Biblioteca
Nacional.

Además de sus creaciones de carácter pedagógico, Enrique Romero Brest fue el inventor de una serie
de aparatos de mediciones antropométricas, que se utilizaron en el antiguo Laboratorio de Fisiología y
Antropometría que hoy forma parte del patrimonio institucional.

A estas adquisiciones de las etapas tempranas de la vida institucional seguirían otras, resultado de las
donaciones de docentes y egresados. De diferentes alcances, a partir de los desarrollos profesionales
individuales, las colecciones de Luis Martín y de César Vásquez se distinguen por sus dimensiones y por su
riqueza. Otros legados atesorados son los de Guillermo Canessa, Beatriz Martí, Irma Bonelli, Helga Holze,
a los que se suman las de otros docentes y ex−docentes de la casa, y los provenientes de instituciones
como la biblioteca de la Asociación Cooperadora de la Dirección Nacional de Educación Física, Deportes
y Recreación, (llevada al Instituto después de su disolución) y la del Club YPF, entregada luego de la
privatización de dicha empresa.

EL CENTRO DE DOCUMENTACIÓN HISTÓRICA DEL I.S.E.F. Nº1

El Centro de Documentación histórica y Museo de la Educación Física y el Deporte del ISEF N°1 se creó
en 1999, para administrar y guardar esas colecciones y, a modo de reservorio del capital informativo, los
cataloga y prepara para uso de quienes asuman el desafío de comprender e interpretar el pasado de
la disciplina, sus agentes, sus gestores y el marco de su acción.

30
La incorporación del nombre “Gilda Lamarque
de Romero Brest” fue un reconocimiento tanto
al valor de su legado como a la relevancia de
su propia figura de pedagoga.

Egresada del INSEF en 1931, Gilda Lamarque


desarrolló una extensa carrera como edu- Gilda Lamarque, alumna del Instituto, ca. 1930.

cadora. Fue reconocida y consagrada por


su excelencia, lo que ameritó su ingreso a la
Academia Nacional de Educación, en la que
ocupó la “Silla Romero Brest”.
La estudiante curiosa

Entre las numerosas distinciones que recibió se La puesta en valor del patrimonio conservado
encuentra el Premio KONEX de Platino, que le en el Centro de Documentación Histórica del
fuera otorgado en 1996 y que en la actualidad
ISEF N°1 se dirige en primer lugar a la comu-
atesora el Centro de Documentación Histórica.
nidad del Instituto. Entre otras estrategias, los

docentes a cargo de Observación Institucional

llevaron a cabo con sus respectivos grupos

una serie de visitas, en el curso de las cuales

los estudiantes entraron en contacto con el

rico acervo del Centro. Conocieron así los

pormenores de muchos capítulos de la histo-

ria de la educación física y el deporte argen-

tinos, de sus protagonistas y logros, además

de encontrar la oportunidad de satisfacer sus

inquietudes personales. Muchas preguntas

surgieron durante el recorrido, en la interac-

ción de los jóvenes con una abrumadora can-

tidad de información brindada en ese curioso

espacio repleto de libros y objetos. Frente a

ese estimulante entorno, algunos alumnos

lograron expresarse con libertad y perspica-

cia, mientras que otros dieron rienda suelta a

su imaginación, pero la curiosidad de ninguno

de los visitantes resultó más llamativa que la

de esa joven alta y decidida, que sin titubeos

preguntó: “¿Y esto que es?, ¿para qué sirve?”

frente al tubo de la aspiradora utilizado para

la limpieza del lugar.

31
Además de los fondos mencionados, se atesora también una parte de la biblioteca de la Cooperadora
de la Dirección Nacional de Educación Física y materiales provenientes de la colección particular de
César Vásquez, su primer director. El Centro de Documentación Histórica ha recibido donaciones de
familiares de docentes y personalidades vinculadas a la educación física argentina. Tal es el caso de
Luis Andrés Martín, quien fuera Director del Instituto del Deporte y que aporta un importante reservorio
relativo a la historia del básquetbol en Argentina y Sudamérica y movimientos olímpicos.

El patrimonio histórico del cual es legatario el Centro de Documentación Histórica permite explorar en un
verdadero océano de información sobre nuestro pasado a través de su diversidad de materiales y lograr
entrecruzamientos y abordajes de alcance social, personal e institucional vinculados a la educación
física.

LA BIBLIOTECA DEL INSTITUTO

Con el transcurso del tiempo y los desplazamientos


del Instituto por diferentes sedes, la Biblioteca sufrió
múltiples transformaciones que modelaron sus car-
acterísticas, tanto en su concepción como en sus
instalaciones.

La Biblioteca, denominada “activa”, para difer-


enciarla de la “histórica” que alberga el Centro
de Documentación Histórica, se desarrolló a par-
tir del redimensionamiento y jerarquización del Biblioteca “histórica”
(Centro de Documentación Histórica)
Instituto Nacional Superior de Educación Física a
principios del siglo XX. En ese momento fue insta-
lada en el edificio de Coronel Díaz 2180, en el
espacio destinado a cumplir también la función
de Sala de Profesores. A las colecciones tempra-
namente reunidas se le sumaron en el curso de
décadas nuevas adquisiciones en una dinámica
de renovación que hasta el presente acompaña
las necesidades bibliográficas de una currícula
igualmente cambiante.

Las diversas modificaciones culminaron en su re-


localización en un recinto luminoso y confortable
Sala de Lectura en el 3er piso del antiguo
para la lectura, inaugurado en abril del 2014. Su edificio
ubicación actual en uno de los nuevos edificios
del Instituto es próxima a la entrada del ISEF N° 1.

32
LAS COLECCIONES DE LA BIBLIOTECA

El acervo de la Biblioteca alcanza los 2.500 ejemplares a los que se agre-


gan diversos títulos de revistas. La formación de sus colecciones se entron-
ca con la propia fundación de la Biblioteca cuyo núcleo original lo constituyó
la colección de libros y revistas de la Biblioteca de la Cooperadora del
Instituto, a la que se sumaron nuevos títulos a través de adquisiciones y
donaciones de profesores. Parte de ese acervo, fue transferido en 1999 al
Centro de Documentación Histórica, como Biblioteca Histórica cuya con-
sulta eventual satisface los requerimientos de los investigadores interesados
en el pasado del Instituto, de la educación física y de la práctica de
diversos deportes en el país, además de otras temáticas conexas.

Por tratarse de una biblioteca especializada, la colección de libros dis-


ponibles, abarca materias específicas de las áreas que se dictan en el
Instituto de los diferentes deportes, desde atletismo hasta windsurf, que
brindan información sobre reglamentos, técnicas, tácticas y todo tipo de
temas necesarios para la formación docente. Dispone además de una vas-
ta colección de libros de psicología, pedagogía general y específica de
la educación física, historia de la misma, olimpíadas y deportes olímpicos,
así como información sobre tests físicos e intelectuales. Entre ellos se desta-
can las obras de autoría de los propios docentes del Instituto, muchos de los
cuales alcanzaron una proyección académica que trascendió el ámbito
institucional e incluso nacional.

También cuenta con material multimedia para las diferentes asignaturas


y materiales de literatura gris en soporte papel: documentos de investi-
gaciones realizadas por alumnos y docentes, resúmenes, tesis, informes,
conferencias y congresos.

33
La modalidad de la Biblioteca es de estantería abierta, por lo cual sus usuarios,
en su mayor proporción alumnos, profesores y egresados, pueden acceder en
forma directa al estante y tomar contacto de inmediato con la totalidad del
material que compone su acervo.

Entre los servicios ofrecidos por la Biblioteca del Instituto se destacan los de
referencia al usuario por parte de los bibliotecarios, presentes en la sala durante
el horario de consulta, y el de préstamo para lectura in situ. En los planes a corto
plazo se encuentra en primer lugar el proyecto de diseminación amplia de los
fondos, implementado con la subida a la web institucional del catálogo en línea
de las colecciones para facilitar el acceso remoto a la información. En segun-
do lugar, concebido para el mediano plazo, se propone una nueva forma de
gestión para incrementar la adquisición de obras, tendiente a instaurar el servicio
de préstamo a domicilio, que en la actualidad es exclusivo para docentes de la
Institución.

De acuerdo a su misión esencial, se propone acompañar el proyecto pedagógi-


co del Instituto brindando bibliografía y documentación actualizada para for-
talecer la relación entre el alumnado y el cuerpo docente, y a la vez ofrecer
opciones de lectura extracurricular, cubriendo amplios campos de la cultura.

34
La Sala de Lectura actual
ESPACIOS DE INDAGACIÓN

El ISEF Nº 1 cuenta con dos laboratorios dedicados respectivamente a la indagación de los problemas
relativos a la fisiología y la pedagogía de la Educación Física y el Deporte. Aún cuando la creación del
primero se remonta a un par de décadas atrás y la del segundo es reciente, ya en la implementación del
Sistema Argentino de Educación las actividades de investigación estuvieron previstas, enfocadas en la
fisiología y la antropometría que se consideraron las requeridas para proveer de adecuado fundamento a
la práctica de la Educación Física.

AYER, HOY Y MAÑANA DEL LABORATORIO DE FISIOLOGÍA

El funcionamiento del Laboratorio de Fisiología del ISEF Nº 1 se articula en la actualidad con las clases
administradas por el Departamento de Ciencias Biológicas, de la misma manera que ocurría hace más de
100 años con su antecedente homónimo.

El Laboratorio de Fisiología fue creado en 1909 con posterioridad a la visita que el doctor Rómulo S.
Naón, Ministro de Justicia e Instrucción Pública, realizara al Curso Normal de Educación Física que fun-
cionaba en la sede de Azcuénaga 886. El ministro pudo ver su funcionamiento y éste fue el comienzo
del estudio de su organización y finalidades. Como consecuencia, el Curso Normal, por decreto del
presidente de la República, doctor José Figueroa Alcorta fue elevado a Escuela Normal de Educación
Física; se le proporcionó un nuevo local en la calle Bartolomé Mitre 2520 y se lo proveyó de dos salas
equipadas para el dictado de la cátedra de Fisiología y para la práctica antropométrica. Ese primer
espacio de docencia y experimentación constituye el germen de los que serían un lustro más tarde
el Laboratorio de Fisiología Experimental y el Laboratorio de Antropometría. Allí funcionó la Escuela
Normal de Educación Física hasta que, por la gestión del doctor Juan M. Garro, Ministro de Justicia e
Instrucción Pública, fue trasladada a un nuevo local, ubicado en Coronel Díaz 2180, con el nombre de

35
Sala antropométrica Sala de fisiología

Trabajos de fisiología experimental en el laboratorio del INSEF (ca. 1915)

Sobre el tema decía Romero Brest:

“Se persigue el conocimiento exacto de los efectos de los ejercicios en sus variadas maneras de apli-

cación sobre las funciones orgánicas para deducir de ellos las reglas metodológicas e higiénicas funda-

mentales de la aplicación de los mismos en la escuela en primer lugar y en todos los sujetos en general.

No se trata del estudio completo de toda la fisiología humana sino solamente de la fisiología humana

aplicada a la educación física.”

Romero Brest en clase de Fisiología Estudio del pulso radial con el esfigmógrafo Estudios con el espirómetro compensador
de Jacquet de Tissot

Instituto Nacional Superior de Educación Física.


El Laboratorio de Fisiología Experimental era el local más importante de la enseñanza de esa asigna-
tura. En la concepción de Romero Brest, la aplicación de la cultura física debía basarse forzosamente
en la fisiología en primer lugar y en consecuencia la enseñanza de esta materia representaba un alto
valor científico en el Instituto. Los trabajos de los alumnos realizados en el Laboratorio de Fisiología entre
1908 y 1916 alcanzaron el número de 2014 de acuerdo a los registros conservados. Las experiencias se
realizaban en los campos de la pneumografía, la esfigmografía, la pletismografía, la ergografía y la
antropometría. Un gráfico, publicado en la Revista de la Educación Física del Instituto, da cuenta de su
paulatino aumento. Ese es atribuible en primer lugar al mejoramiento de la dotación del laboratorio y al

36
nombramiento de un profesor especial de fisi-
ología experimental hecho en 1912.El control
de todos los alumnos del Instituto se llevaba a
cabo tres veces al año, al comenzar los cursos,
a mediados de año y al finalizar las clases, y los
resultados de esas mediciones se registraban
en un boletín elaborado especialmente por
la escuela. Anexo al Laboratorio de Fisiología
funcionaba el de Antropometría, bajo la direc-
ción de la profesora de Fisiología Experimental,
Juana Alzú. A partir del establecimiento del
Departamento de aplicación en el INSEF los
estudiantes del Instituto hicieron sus prácticas
con esa población escolar.

El equipamiento incluyó algunos aparatos de


medición inventados por el propio Enrique
Romero Brest, que con el transcurso del
tiempo fueron reemplazados y se exhiben hoy
en el Centro de Documentación Histórica.

El Laboratorio de Fisiología del Ejercicio y


Biomecánica “Prof. María Cristina Tognolini”
- bautizado con el nombre de quien fuera
gestora de su creación en el ISEF Nº 1 -
representa el rescate de un área que había
tenido relevancia en una etapa anterior del
Instituto. Por su iniciativa y con la colaboración
de un grupo de alumnos avanzados, en
2000 se presentaron dos proyectos de
investigación que permitieron disponer de los
recursos económicos necesarios para adquirir
el equipamiento requerido para poner en
marcha las actividades del laboratorio. Se
recuperaba así lo que los avatares de la
vida institucional habían diluido. La adición
del término Biomecánica al nombre del
actual Laboratorio de Fisiología es indicativa
de la inclusión de este aspecto en sus
actividades y, por lo tanto, contempla un
enfoque más abarcativo de su concepción
original y permite amplificar la investigación
del movimiento en el presente y orientar la
tendencia futura.

37
Siguiendo esa línea re-fundadora de ese
En 1917 sostenía Enrique Romero
espacio dedicado de manera específica a la
Brest:
experimentación e investigación, el Laboratorio
de Fisiología del Ejercicio y Biomecánica sumó a la “Se persigue el conocimien-
línea investigativa desarrollada por sus miembros, to exacto de los efectos de los
una de carácter didáctico-pedagógico, ejercicios en sus variadas mane-
orientada hacia la realización de talleres de
ras de aplicación sobre las fun-
aplicación práctica de los contenidos curriculares
ciones orgánicas para deducir de
de las asignaturas Fisiología I y II, Fisiología del
Ejercicio y Teoría y Práctica del Entrenamiento, ellos las reglas metodológicas e
así como también enfocada a algunos temas higiénicas fundamentales de la
específicos relacionados: Wingate test, Yo-Yo test,
aplicación de los mismos en la es-
evaluaciones antropométricas, potencia de salto,
cuela en primer lugar y en todos
flexibilidad, entrada en calor, etc.
los sujetos en general. No se trata

La diseminación de la producción del Laboratorio del estudio completo de toda la


se refleja en la actualidad en más de 20 trabajos fisiología humana sino solamente
de investigación originales, publicados online. Así,
de la fisiología humana aplicada
esta Revista Electrónica de Ciencias Aplicadas al
a la educación física.”
Deporte representa una herramienta de difusión
como lo fuera en su momento la Revista de
Educación creada por Enrique Romero Brest a
principios del siglo XX. Desde diferentes soportes,
los temas publicados expresan las preocupaciones
e intereses de los miembros de la comunidad
educativa. Se responde de este modo a las necesidades actuales de formación e información de
los estudiantes del instituto, en los aspectos específicos de la educación física y el deporte, de la
misma manera que se hacía cien años atrás, puesto que la importancia de las Ciencias Biológicas en
la formación de los docentes de educación física se remonta a los inicios del Instituto. Su relevancia
se vincula a una búsqueda de fundamentos científicos para la práctica docente que encontraron
en aquellas un predominante sustento. Es probable que esto fuera resultado de la formación médica
de su fundador y de los postulados del higienismo por entonces en boga.

Uno de los objetivos permanentes del laboratorio ha sido generar un espacio de divulgación e
intercambio académico a través de charlas y conferencias, actividades que en la tendencia actual
del laboratorio se retroalimentan de las nuevas líneas de indagación que se originan dentro y fuera del
propio instituto.

Como una apuesta al futuro, el Laboratorio pone su énfasis en el desarrollo de investigaciones


relacionadas con el proceso de enseñanza aprendizaje de los alumnos. Los nuevos recursos humanos
capacitados requeridos para su puesta en práctica implicó una intensificación de las interacciones con
las disciplinas curriculares y para ello se implementaron trabajos prácticos llevados a cabo en forma
conjunta en la modalidad de talleres.

38
Así, la fundamental integración de los contenidos
de carácter teórico y su experiencia empírica en
el campo se articula en los enfoques propuestos
por el laboratorio para dar respuesta a las planteos
planificados en las asignaturas del Departamento
de Ciencias Biológicas y en las que conforman otros
departamentos, a modo de diálogo entre los espacios
de investigación y de enseñanza.

El redimensionamiento del Laboratorio, con nuevas


propuestas que satisfagan el quehacer diario
profesional de los futuros docentes y que se acerquen
a las ciencias del movimiento, honra la tradición
de praxis sobre fundamentos científicos del Instituto
y la orientación de la actividad actual y futura
con sustento en el pasado, a la cual no es ajena
la extensión a la comunidad, contemplada en los
respectivos programas de acción.

39
EL LABORATORIO PEDAGÓGICO

De reciente creación, el Laboratorio de Investigaciones Pedagógicas de la Actividad Física y Deporte


“Prof. Raúl Gómez” reconoce en su denominación a quien fue su primer coordinador. Con su puesta
en marcha el Instituto se propuso responder a las necesidades actuales de la actividad docente
y su complejidad, así como a la demanda de especificidad de los abordajes pedagógicos, que son
insoslayables para una adecuada retroalimentación del proceso de enseñanza - apredizaje a través de
la indagación de la problemática educativa en el campo de la educación física.

Si bien cuenta con una historia muy breve, sus antecedentes podrían remontarse a la concepción
temprana del Instituto, en el que se procuró dotar a los docentes de una formación sustentada en
sólidas bases pedagógicas, y a la propia existencia de un Departamento de Investigación en el seno
del Instituto de hoy.

40
Los objetivos que dan marco general a las actividades del laboratorio
pedagógico buscan promover el desarrollo de procesos y proyectos de
investigación aptos para una innovación pedagógica de la disciplina y
para el desarrollo curricular en el ámbito de la pedagogía de las actividades
físicas y deportivas, que son nucleares en la formación de docentes de la
especialidad. En ese contexto, específicamente se persigue la promoción
de la vinculación entre el Instituto y otras instituciones interesadas en el
desarrollo de las actividades físicas y deportivas, en los campos de la
formación profesional, la gestión y la vida comunitaria entre otros.

El laboratorio, asimismo, tiene como objetivo

• Contribuir al enriquecimiento del fondo bibliográfico de la


institución ligado a la pedagogía de las actividades físicas
y deportivas (publicaciones periódicas, libros y videos), por
una acción sistemática de incorporación de nuevos insumos a
través de suscripciones, adquisiciones e intercambios con otras
instituciones. brindando el asesoramiento requerido al efecto.

• Propiciar la construcción de espacios de articulación entre las


asignaturas mas involucradas en la construcción de una cultura y
una actitud investigativa entre los estudiantes – futuros docentes.

• Asesorar y facilitar el desarrollo de proyectos de investigación,


para la innovación pedagógica, y el desarrollo curricular y
metodológico en el campo de la educación física escolar y extra
escolar.

• Promover activamente, en colaboración con el área respectiva,


la creación y desarrollo de actividades de capacitación
relacionadas con la pedagogía de las AFD.

• Difundir las actividades profesionales científicas y culturales


relacionadas con la pedagogía de las AFD.

• Contribuir a la difusión entre la población del sentido y los


efectos de la enseñanza y la práctica de las AFD en la población.

El enfoque de las actividades considera en la actualidad la necesidad


de abordar el perfil profesional y los dispositivos curriculares tanto
como las propuestas de la enseñanza en el campo de la formación de
los profesores. Las investigaciones se orientan en gran medida por la
acentuada preocupación por los procesos de construcción profesional,
formación pedagógica y perfil docente del profesor de Educación Física.

Sus indagaciones ofrecen diversas conclusiones y profundizaciones sobre


el funcionamiento de dispositivos en la formación, caracterizaciones de

41
sus dinámicas y descripciones de maneras y contextos en que operan las
cátedras, currícula y procesos y metodologías de enseñanza.

No obstante, el Laboratorio de Investigaciones Pedagógicas de la Actividad


Física y el Deporte propone una indagación de la relación entre las
prácticas de los alumnos y docentes -sus teorías y concepciones rectoras
adoptadas- con las postuladas y asumidas en el espacio del departamento
de práctica docente. Tal ejercicio de análisis y contrastación permite
ponderar las implicancias de los supuestos y teorías postuladas desde
el ámbito de las concepciones vigentes en la formación y construcción
profesional, como su probable modo e intensidad de incidencia en las
prácticas docentes de los estudiantes. Hace posible, además, profundizar
la probidad ya desarrollada en la identidad institucional en el campo
de la investigación y, en particular la propia indagación y revisión de
sus dispositivos curriculares, prácticas, supuestos y concepciones de la
formación que propone el ISEF Nº 1.

El Laboratorio es concebido asimismo como un espacio de consulta, a


modo de foro de intercambio, en función de ponderar diferentes aportes,
voces e ideas que puedan expresarse sobre los temas enfocados. Entre
sus objetivos se destaca la propuesta de establecer y estrechar vínculos
con docentes, cátedras, Departamentos e Institutos de Investigación
e instituciones del área y del ámbito de Estudio de la Actividad Física y
el Deporte, para promover la conformación de espacios comunes, de
proyectos conjuntos de investigación en el área de las pedagogías del
cuerpo. Al llevar a cabo las acciones de investigación y construcción
de conocimiento, la participación de alumnos investigadores en tales
espacios resulta estimulada a través de análisis o búsqueda de información
y del planteo de problemas, todo lo cual conduce a la producción de
saberes en el área en cuestión.

Con el mismo objetivo, el Laboratorio de Investigaciones Pedagógicas


de la Actividad Física y el Deporte propone problemas-objeto de
investigación en forma conjunta con las cátedras. De esta manera se
articula una retroalimentación que, sinérgicamente, permite construir y
reconstruir esos saberes promovidos desde la práctica docente.

Este tan dinámico como nuevo espacio de investigación da oportunidad


de articulación con la enseñanza de las disciplinas fundamentadoras y
con la acción docente que se concreta a través de la realización de
seminarios y talleres desarrollados en el marco de este espacio, que tienen
el propósito de contribuir al abordaje de la dimensión pedagógica que es
clave para la formación que brinda el Instituto.

42
EL CAMPO DISCIPLINAR

43
LOS DEPARTAMENTOS Y SUS LEYENDAS

Desde el Sistema Argentino creado por el Dr. Enrique Romero Brest, cuya idea rectora fue activar y educar
las funciones corporales (circulación, respiración y buen nivel postural), muchos fueron los sistemas de
gimnasia que se aplicaron en los más de 100 años de vida del Instituto. Su desarrollo siguió dos líneas de
trabajo diferente, de acuerdo a los objetivos que se propusieron para dar una respuesta desde la cátedra
a las demandas cambiantes del contexto social, cultural y político. La gimnasia formativa y sus formas
deportivas progresaron entonces siguiendo itinerarios compartidos a la vez que particulares.

LA GIMNASIA RACIONAL Y SU SUPERACIÓN

En las tres primeras décadas del siglo XX, los objetivos de edu-
cación corporal se sustentaron en el logro de una adecuada
alineación corporal y de una formación morfológica y funcio-
nal armónica, uno de cuyos elementos básicos eran los ejer-
cicios gimnásticos metodizados. Los fundamentos científicos
sobre los cuales se sustentó el Sistema Argentino dieron lugar
a una práctica en la que los ejercicios se sistematizaron de
acuerdo a una propuesta basada en el mejoramiento de la
salud. Éstos atendían a cuestiones de orden anatómico y
fisiológico controladas que se complementaban con juegos
y competencias.

Sobre esa base se adoptaron luego una diversidad de siste-


mas que permitieron perfeccionar y reformular los objetivos
de acuerdo a los avances que la disciplina experimentaba
en el mundo europeo: la gimnasia sueca tradicional, que se
proponía la formación física armónica y una postura del
tipo militar mediante ejercicios construidos; la danesa, que
creando cadenas de movimientos buscaba el desarrollo de
las cualidades físicas (fuerza, flexibilidad, destreza); la caliste-
nia, que componía series de ejercicios con acompañamiento
musical; el sistema neosueco; la gimnasia rítmica y la gim-
nasia moderna, que además de los cambios técnicos y
metodológicos, introdujo el trabajo con elementos.

44
En la vida del Instituto la gimnasia tuvo un lugar casi he-
gemónico en los planes de estudios desde los comienzos
de la vida institucional. Tal vez por ello se constituyó en un
componente poderoso en la idiosincrasia del Instituto y
su evolución fue notable desde la Gimnasia Racional del
Sistema Argentino de Romero Brest a la multiplicidad de
formulaciones contemporánea, pasando por los ejercicios
rítmicos y construidos.

Las numerosas “historias” que circularon por pasillos, gim-


nasios y canchas a través de generaciones de estudiantes
y graduados del Instituto recuerdan con frecuencia las
relativas a los docentes del Departamento de
Gimnasia. La del ”Caballero Rojo”, por ejem-
plo, es destacable, porque detrás de la agili-
dad y plasticidad de movimientos del mítico
luchador de Titanes en el Ring (un exitoso pro- Clase de Gimnasia Artística femenina (ca. 1915)
grama televisivo de lucha libre que a partir
de 1962 y con varias interrupciones fue emiti-
do hasta 2001), algunos creyeron reconocer
la figura atlética de un eximio ejecutante de
gimnasia. ¿Se trataría de un gimnasta? La in-
triga alrededor del personaje persistió durante
años y en cada barrio del país apareció alguien que
decía ser el Caballero Rojo.

El Instituto no quedó al margen y atribuyó su identidad a


Leo (notable gimnasta y docente del Departamento de
Gimnasia), un profesor que representaba las exigencias de Clase de Gimnasia Racional (ca. 1915)

la disciplina y la sostuvo frente a generaciones de alumnos


que reclamaban sin alcanzar a comprender el exacerba-
do sentido de excelencia que dominaba la cotidianeidad de sus clases. Esa demanda a los alumnos, en
el gimnasio de aparatos del antiguo Instituto de Republiquetas 1050, se reflejó al cuantificar el nivel
comparativo de ejecución del grupo y sentenció categóricamente: “Yo … ¡diez!, Dios … ¡nueve! y ustedes
… ¡lo que puedan!, porque ustedes me han visto ejecutar la rutina en las anillas; pero a Dios yo nunca lo
vi”. Es posible que la autoproyección a horizontes míticos del propio Leo fuera lo que justificó que durante
años la comunidad educativa le atribuyera además la identidad del Caballero Rojo. Recién en 2007 se
develaría esa misteriosa figura, cuando falleció el único y auténtico Caballero Rojo: Humberto “Baby”
Reynoso, y el periodismo dio la noticia.

Más allá de ésta y otras “leyendas” que el departamento de gimnasia atesora como legado propio de sus
miembros, la dinámica de los tiempos y la propia evolución de la disciplina también se vieron representa-
dos en las propuestas que la gimnasia brindó al Instituto.

45
Los cambios conceptuales que condujeron a la introducción de nuevas formalizaciones gimnásticas
se vieron impulsados por el hijo del fundador del Instituto a partir de la década de 1940. Enrique Carlos
Romero Brest fue, no obstante, un continuador de las ideas sobre la gimnasia, el juego y el deporte que su
padre había afianzado a través de los planes de estudio del Instituto, en el que él mismo se había formado
como profesor de Educación Física. En su carrera docente advirtió la relevancia de los cambios verificados
en otros países y a fines de la década de 1940 propició un replanteo de las técnicas y de los ejercicios
gimnásticos. La renovación de los presupuestos teóricos a la que se consagró con Alberto Dallo permitió
que una nueva sistematización y unos métodos actualizados fuesen puestos en práctica en las cátedras
en las que éste último se desempeñó, en los respectivos Institutos de Buenos Aires (femenino) y General
Manuel Belgrano (masculino).

La nueva concepción puso énfasis en el movimiento y trascendió el ámbito de la gimnasia para elaborar
una pedagogía del cuerpo en la que aquél se reconocía como elemento significativo primario para la for-
mación corporal y su motricidad. Así, a partir del movimiento adquirieron forma las diferentes actividades
físicas (gimnasia, juego, actividades acuáticas, deportes individuales y de conjunto, danza, actividades
físicas recreativas, actividades de vida en la naturaleza, actividades específicas de la vida cotidiana y
laboral), y su diferenciación se hizo según estuviesen orientadas hacia el área formal o no formal de
la educación corporal. En ese marco conceptual, la gimnasia -como sistematización específica del
movimiento y de sus técnicas de ejecución- se constituyó en herramienta didáctica de la formación física,
conformada por ejercicios gimnásticos elaborados a partir de movimientos específicamente construidos o
naturales del hombre sistematizados.

Las diferentes denominaciones de las propuestas gimnásticas registradas en los programas de enseñanza
desde la década de 1940 son elocuentes: mientras que entre 1906 y 1911 se daban tres horas semanales
de Gimnasia Práctica en cada año de carrera, en 1912 se introduce una hora de Gimnasia Teórica en el
primer año de la carrera. Esa distribución de contenidos teóricos y prácticos se mantuvo hasta 1924 y, al
agregarse un año de estudios a la carrera en 1915, en la carga horaria del tercer año se registró de nuevo
Gimnasia práctica, tres horas. En 1925 se incrementaron las horas de Gimnasia Teórica, estipulándose en
la denominación de ambas asignaturas que se trataba del Sistema Argentino, situación que se mantuvo
hasta 1938. En ese período se crearon dos Profesorados Especiales: en Gimnasia Estética para mujeres y
en Deportes y Atletismo para varones, cada uno de dos años de duración. Al femenino correspondían
tres horas de Gimnasia Estética y Orquéstica Escolar en primero e idéntica carga horaria en el siguiente.

Con la reforma del Instituto llevada a cabo en 1940 la Gimnasia incrementó su carga a seis horas semana-
les de clase en cada año al separarse el Instituto de Mujeres del de Varones y, cinco años más tarde hay
cuatro asignaturas para las alumnas del Instituto, que se denominan respectivamente Gimnasia y Gimna-
sia Rítmica (dictadas los tres años de estudios), Gimnasia Sueca (en el segundo) y Gimnasia Danesa (en el
tercero), no obstante mantenerse la cantidad de horas acreditadas para la disciplina.

LA GIMNASIA NEOSUECA Y SUS ECOS LOCALES

Los cambios de la década del ’50 fueron notables a partir de la influencia que ejercieron en nuestro medio
la visita de diversos equipos de gimnasia, entre los que pueden destacarse la del equipo olímpico alemán
que estuvo en Buenos Aires en 1952 y la del sueco dirigido por Ernst Idla dos años después.

46
Desde el Instituto se impulsó la modificación, y sus protagonis- Una “chica Idla” en el Instituto

tas fueron el propio Alberto Dallo y Beatriz Martí. Balanceos,


Las exhibiciones de gimnasia
ondas, saltos y giros, rítmicamente ejecutados de acuerdo
neosueca que Idla ofreció en
al estilo propio del movimiento, se difundieron e impusieron
renovando las clases de gimnasia, lo mismo que la manipu- nuestra región contaron con la
lación de elementos. Las Galas se convirtieron en un evento participación en el equipo de
reiterado anualmente dando oportunidad de exhibición a
una estudiante del Instituto
equipos escolares de todos los niveles cuyos docentes los ini-
elegida por Beatriz Martí entre
ciaban y entrenaban en las diferentes disciplinas gimnásticas.
sus gimnastas.

El desarrollo local de la gimnasia permitió que del equipo


dirigido por Beatriz Martí y de los discípulos de Alberto Dallo De “chica Idla”, con el andar del
surgieran quienes serían los protagonistas de la disciplina en
tiempo se convertiría en profe-
las décadas siguientes. Se había creado una ‘escuela’ cuya
sora de la sección femenina del
proyección nos alcanza y de la que son vívidos ecos, literal-
mente hablando, las rítmicas y acompasadas voces de man- Instituto, siendo reconocida en-

do que aún hoy emplean algunos docentes. La impronta de tonces como “Kitita” Améndola
estos maestros en el Instituto y su proyección en la educación (Norma Alicia Ortiz).
física argentina y más allá de sus fronteras justifica que el área
de Gimnasia del ISEF lleve sus nombres.

Con 18 suecas en el barco … Alberto Dallo regresa para innovar

Innovador de la práctica gimnástica en el Instituto, Alberto Dallo fue introducido en las corrientes europea
dominantes al promediar el siglo XX, como consecuencia de su conocimiento del sistema de Idla que se
aplicaba en Sao Paulo. Para perfeccionarse viajó a Dinamarca y Suecia, de donde regresó en 1954, con
18 suecas en el barco.

Dallo sintetizó su aporte en la reformulación que llevó a cabo a partir de la impronta que la gimnasia
danesa y sueca moderna dejaron en él. Apeló a una recreación de las voces de mando usadas, toma-
das del ejército, adicionándoles el compás musical cuando se pensó en plasmar una gimnasia rítmica.
En una entrevista Dallo se revela consciente de las limitaciones de los planes de estudios vigentes entre
1939 y 1947. Se preguntaba ¿qué espera del movimiento la pedagogía y acerca de la relación de éste
con la palabra? Una teoría que repensara el sistema poniendo el movimiento en el centro del análisis,
en lugar de enfocarse en el ejercicio.

Beatriz Martí y el equipo de gimnasia rítmica del Instituto Prof. Dallo en clase de Teoría de la Gimnasia,
(V Gimnasíada) el Juego y el Deporte

47
Las disciplinas que en la actualidad conforman las asignaturas del departamento contemplan, los abor-
dajes formativos de la gimnasia y su didáctica específica para uno y otro sexo, las prácticas orientadas
al deporte. El desarrollo de formas expresivas a través de la Danza Creativa Educacional, además de los
talleres expresivos de Conciencia Corporal y de Expresión Corporal muestran la rica diversidad que
renovó la oferta del departamento.

Centenario del Instituto 1906-2006

48
DEPORTES Y DEPORTISTAS

La práctica de los deportes no constituyó una preocupación prioritaria en la inicial sistematización de


la educación física argentina. No obstante, a comienzos del siglo XX la valoración de los deportes de
conjunto por Enrique Romero Brest se remonta al período fundacional del Instituto, aunque su mayor
jerarquización se produjo décadas más tarde, después del abandono del Sistema Argentino de Educación
Física y el cambio de los objetivos y métodos de enseñanza de la educación física.

La temprana incorporación extracurricular del deporte en la escuela no fue ajena a la formación del
fundador del Instituto en la práctica de deportes en el Colegio Nacional de Corrientes. A fines del siglo XIX
se sentía allí la influencia del sistema de educación inglés. Sin duda, esa experiencia lo llevó a ponderar
como herramienta pedagógica los deportes que los británicos difundieron por el país en forma conjunta
con la traza de los ferrocarriles. En el caso del fútbol Enrique Romero Brest lo introdujo en el Colegio Na-
cional Oeste, en la que desarrollaron sus innovadoras experiencias educativas Juan Tufró, Pablo Pizzurno y
otros destacados pedagogos de la época.

LOS DEPORTES DE CONJUNTO

Décadas más tarde, la práctica del fútbol se consolidaría en la escuela y para ello los profesores de edu-
cación física lo adoptarían, dado que era un agente de cultura física y social que se estimó como “precio-
so”. Era ésta una responsabilidad que el Instituto asumió, ya que debía atender este aspecto para brindar
a los futuros docentes de educación física una formación tan adecuada a su rol social como completa.

No obstante su temprana valoración, los deportes recién se incorporaron al plan de estudios del Instituto en
1925, cuando se crearon sendos profesorados específicos para mujeres y varones: los respectivos Profesora-
do Especial en Gimnasia Estética y el Profesorado Especial en Deportes y Atletismo (Varones), de dos años
de duración. Higiene del Ejercicio y Entrenamiento Deportivo fue incluida en la curricula del primer año de
ambos, en tanto que las asignaturas especiales del primero fueron Deportes femeninos y Gimnasia Estética y
Orquéstica Escolar, y para el segundo:Atletismo y Deportes. En ese contexto, uno de los primeros adoptados
fue el juego de Pelota al Cesto (el actual Cestobol), establecido para los estudiantes de ambos sexos.

49
El domingo no se descansa

Las mañanas dominicales se destinaron a las competencias deportivas en Instituto.

La práctica curricular de los llamados “Deportes racionales” se tornaba festiva en esas fechas en las que

los equipos de alumnas y alumnos del INSEF se enfrentaban en entusiastas justas.

El Instituto se propuso además participar en las competencias


en el nivel de las federaciones de deportes amateurs y a lo largo
de casi todo el siglo XX cosechó éxitos en algunos de los que los
equipos participaron.

La convicción en el papel relevante que debía cumplir el Profesor


de Educación Física puede reconocerse en la intensificación de
las horas dedicadas a las prácticas deportivas mientras estuvo
vigente el Sistema Argentino de Romero Brest. Esta preocupación
se reflejó en la obligación impuesta a los alumnos de participar
en las competencias de los diferentes “deportes racionales” que
se enseñaban en el Instituto. Disputadas los días domingo en la
sede de Coronel Díaz 2180, su realización se extendió en el tiem-
¬Equipo de Hockey del Instituto (1932)
po en forma regular, hasta que el deporte escolar se consolidó
y con ello los Torneos Intercolegiales adquirieron una dimensión
propicia para la participación de los equipos de Instituto.

El desarrollo de los deportes en el Instituto alcanzó una dimen-


sión diferente a partir de la década de 1940, y, con la creación
de la sección masculina del Instituto como una estructura
institucional separada de la femenina, las prácticas deportivas
lograron mayor especificidad en el desarrollo de su enseñan-
za. Un resultado sería la participación del Instituto en diferentes
competencias y en la fundación de las respectivas federaciones
de Pelota al Cesto y de Voleibol, deportes en los que cosecharía
triunfos destacables.

50
51
8 de noviembre de 1940
Asimismo, las condiciones espaciales a lo largo de la historia fijaron límites efectivos a la práctica de los
deportes, tanto en el Instituto como en las escuelas en las que los estudiantes debían ejercer su profesión.
A partir de esta situación es posible dar cuenta de la inclusión en los programas de educación física
-en las escuelas y en los planes de estudio para la formación docentes en la especialidad- de la mayor
difusión de algunos deportes en detrimento de otros. A esto deben sumarse las dificultades propias de los
diferentes deportes en relación a las técnicas de ejecución y los requerimientos de materiales didácticos
para su práctica.

Todos estos factores contribuyeron a su afianzamiento en algunos casos o su soslayo en otros. Dos buenos
ejemplos de deportes exitosos que fueron promovidos desde el Instituto como instrumentos formativos
son: Cestobol y Handball. El primero fue sistematizado como deporte “racional” por el propio Romero
Brest, quien ponderaba sus efectos benéficos en tanto actividad sofocante, a los que se agregaban
valoraciones sociales derivadas de su carácter lúdico y de competencia en equipo. Con el transcurso de
las décadas fue practicado en la sección femenina del Instituto, hasta que, recientemente los jóvenes se
proponen retornar a su práctica.

El Círculo de Cestobol, integrado por alumnas del ISEF Nº 1 promueve su práctica por parte de los chicos

que, luego de más de medio siglo de asociarlo a un deporte de mujeres les ofrece alguna resistencia

interna. A comienzos del ciclo lectivo de 2015 era posible ver en el Bar del ISEF que las chicas invitaban

a sus compañeros, entre otras cosas, a jugar Cestobol.

52Juego de Pelota al Cesto en el Instituto (ca. 1930)


Así como el juego de Pelota al Cesto había dado respuesta a las
necesidades de una institución surgida en los albores del siglo XX,
el Handball fue introducido en el Instituto por Alfredo Miri primero
como deporte para varones y luego para mujeres. En una entrevista
en la que se abordó en forma retrospectiva su mirada sobre el
Handball como deporte escolar, decía Alfredo Miri que a partir de
su formación especializada en Atletismo, se había convencido de
que este deporte de conjunto atendía mejor que ningún otro a la
práctica de las formas básicas del movimiento del hombre que el
atletismo desarrolla en forma específica: correr, saltar y lanzar, y a
partir de las cuales se da la resolución técnica a las demandas de
la práctica deportiva.

Igual que otros similares, el Círculo de Handball del Instituto cum-


plió con su objetivo de dar ocasión a los estudiantes de intensifi-
car la práctica de un deporte en el marco de desarrollo ofrecido
por la institución. Pero tuvo además un rol fundacional en la di-
fusión del deporte en el ámbito escolar y extraescolar, siendo en
particular destacable en relación al Handball femenino.

El “descubrimiento” de una vocación

Así como dice la expresión popular “La ocasión hace al ladrón”,

la oportunidad y un“incentivo” dado en forma convincente por

el profesor Alfredo Miri dieron lugar a que un joven estudiante del

INEF se convirtiera en entrenador de Handball femenino y que su

actividad permitiera que, con el transcurso de los años y la efica-

cia de los equipos que se formaron, se consolidara como disci-

plina deportiva para mujeres en el plan de estudios del Instituto.

Corría el año 1973 y seguramente Jorge Rossi, pues a él nos

referimos, ignoraba sus talentos para cumplir con esa misión, que

le había sido “sugerida” con sólida convicción por el profesor de

Handball. Eran tiempos de necesidad -por parte de los alumnos

que debían promocionar la asignatura y por parte del profesor

quien buscaba dar forma a su proyecto de consolidar el Handball

femenino-, deporte que no tenía hasta ese momento inserción

en el ámbito escolar. La claridad de las intenciones del profesor

Miri fueron elocuentes y Jorge tomó a su cargo la tarea de entrenar

al equipo de Handball femenino del INEF. Poco después logró con-

vertirlo en una potencia en los campeonatos de primera división

organizados por la federación.

53
Con la expansión masiva de los deportes de alta
competencia en la segunda mitad del siglo XX, el
Instituto dejó de presentar equipos en las divisiones
superiores en los campeonatos de las diferentes
federaciones deportivas, pero se mantuvo en un nivel
de competencia en el que las prácticas deportivas
de sus alumnos resultaron acordes con los objetivos
institucionales.

Los equipos del ISEF Nº 1 no abandonaron esa vo-


cación de participación en las competencias. En
los JUAR 2014 celebrados del 15 al 17 de agosto,
mostraron un exitoso desempeño de sus equipos en
las disciplinas en las que participaron. De las 17 insti-
tuciones que disputaron un lugar en el podio, Institu-
to destacó con sus victorias en una multiplicidad de
especialidades deportivas.

Por el contrario, en la historia del Instituto no faltaron


quienes fueron críticos de las exigencias y condi-
ciones de la enseñanza de los diversos deportes y
entre ellas el humor estudiantil se hizo presente en
la sexta entrega del año 3 de una revista estudiantil:
Pito

54
Una diversidad de deportes conforman hoy las disciplinas del Depar-
tamento de Deportes de Conjunto y las disciplinas enseñadas con-
stituyen una selección que sufrió variantes en los más de 100 años
de vida institucional. En la actualidad los deportes curriculares son
Básquetbol, Fútbol (Femenino y Masculino), Handball, Hockey,
Rugby y Voleibol, y mientras que la enseñanza se enfoca en el cono-
cimiento de cada deporte y su didáctica, la problemática del entre-
namiento y el alto rendimiento se encuadran en un marco diferente,
el Área Orientada.

Clase de Voleibol (1948)

55
DEPORTES INDIVIDUALES

Un proceso similar al de los deportes de conjunto se verificó con relación a los


deportes individuales en el Instituto, cuya práctica se intensificó a partir de los
cambios introducidos en la década de 1940. La enseñanza de las disciplinas
que se consolidaron en el plan de estudios del entonces INSEF tuvo modifica-
ciones en el tiempo y algunas fueron perdiendo espacio curricular a favor de
otras. El tenis podría ser un buen ejemplo de las primeras, ya que sus característi-
cas llevaron a Romero Brest a incorporar este deporte dentro de las actividades
propuestas para los estudiantes en los primeros años de vida del Instituto.

Tenis - Serie de posiciones

No obstante esta jerarquización, las necesidades espaciales que el Atletismo y


la Natación requerían, unidas a la dinámica de la vida institucional, represen-
taron importantes limitaciones para su puesta en práctica. Asimismo, el propio
proceso de desarrollo de ambos deportes como disciplinas de alto rendimiento
en el curso del siglo XX llevaron a que su enseñanza se consolidara como parte
del plan de estudios ofrecido por el Instituto a partir de 1945. En ese año se
estableció un nuevo plan de tres años de duración que incorporó una serie de

56
asignaturas destinadas al aprendizaje de diferentes deportes de conjunto. Pelota
al Cesto, Voleibol, Hockey, Básquetbol y Softbol- además de Natación, Atletismo y
Tenis ingresaron así a la currícula con una carga horaria que daba cuenta de su
relevancia. El cambio fue notable; la orientación diversificada para dar ocasión al
aprendizaje de una amplia variedad de disciplinas deportivas expresó un cambio
sustancial en la concepción de la educación física. A lo largo de los años, ésta se
conservaría, aunque con variados matices que pusieron de relieve su constante
adaptación a los cambios de cada período.

A partir del traslado de la sección femenina del Instituto a la sede de Republiquetas


1050, el hecho de contar en ese predio con espacios y equipamiento apropiados
para su práctica permitió dar mayor énfasis a ambos deportes. Se disponía ahora
de una pista de atletismo y de un natatorio cubierto para el dictado de las clases
y para la ejercitación de los alumnos. Ésto contribuyó a la excelencia de los nive-
les alcanzados en las diferentes disciplinas bajo la conducción de reconocidos
maestros. El Instituto alcanzaba así un nuevo período de esplendor.

Profesores inolvidables (por … diferentes razones)

Prof. Alfredo Miri (1970) Prof. Simón Sivestrini (1971)

Con estilos por completo diferentes, pero compartiendo objetivos y el compromiso


con la tarea de enseñar, el Atletismo se afianzó como disciplina curricular con una
perspectiva que garantizaba la adquisición de las técnicas y de su metodología de
enseñanza.

Las actividades desarrolladas en las clases y las dificultades que planteaban dieron
tema al humor estudiantil en las páginas de la revista PITO. Era la década del 80,

57
el Instituto disfrutaba de nuevo de las instalaciones de Núñez, después del período de precaria estancia
en el Club Comunicaciones, y el clima creado por la vuelta a la democracia permitía la crítica e incluso
invitaba a ella.

Formas de morir en INEF (Pito año 3 nº 6, p. 28)

“Nunca falta el que va a buscar la jabalina antes de los demás tiren la suya . .” “Las minúsculas colchonetas de salto en alto no garantizan la seguridad,
pero favorecen la puntería.”

Semejante al proceso del Atletismo, la Natación se incorporó a las asignaturas del Instituto en 1945 y su
evolución se produjo bajo el estímulo de las nuevas condiciones dadas para su práctica. En la sede de
Republiquetas el Instituto dispuso de una pileta cubierta climatizada en la que tenían lugar las clases de

natación.

De los dos natatorios, dos destinos

ubier ta Sin preocupación por el agujero de ozono,


la pileta desc
Alumnas en las alumnas del Instituto disfrutaron de un
(1960) solarium privilegiado junto a los vestuarios.
De los dos natatorios del predio de
Pile Republiquetas, uno sirvió a los fines
(19 ta des pedagógicos; otro a los sociales
70) cubie
r ta

58
Las características de los natatorios permitieron que, demás de los estilos de nado y sus metodologías de
enseñanza, los saltos ornamentales fueran incorporados en los programas de natación. Esos contenidos
se formularon a través de un proceso conducido por los propios docentes de natación a partir de la
década de 1950, mantenidos en el tiempo hasta reflejarse en la currícula actual.

Clase de natación (1962) Prof. Marta Sánz

Al ser convocada para cubrir una suplencia de la materia, Marta Sánz se propuso sistematizar la enseñanza
de la natación conjuntamente con otras colegas. Sus antecedentes como nadadora no le alcanzaban
para cumplir con su objetivo esencial: que sus alumnas aprendieran a nadar al mismo tiempo que a
enseñar. La consulta a Alberto Vera, profesor de sóftbol, acerca de cómo plantear la disciplina proveyó los
contenidos del programa, que fueron adaptados a la natación. Un enfoque más recreativo a la disciplina
se adoptó en los años 80 y, finalmente, la propuesta metodológica se completó con la adición de las
prácticas pedagógicas en natación.

Cristina Hardekopf, campeona sudamericana de saltos ornamentales en 1960 formaba parte del
cuerpo docente. El énfasis puesto por
ella en esta disciplina y la incorporación
como contenido de la enseñanza en el
tercer año de la natación sincronizada
permitieron que las alumnas que eran
buenas ejecutantes en los saltos desde
el trampolín, pudieran ahora compensar
los padecimientos sufridos por los
requerimientos técnicos de cada estilo
de nado, en los que otros docentes eran
implacables.

Portada de la Revista El Gráfico, año 41, nº


2116, 13/04/1960.
59
A través de los programas de las respectivas asignaturas que integran el Departamento
de Deportes Individuales, el dominio de ambas disciplinas se basa en un enfoque que
considera tanto el conocimiento y la práctica de los dos deportes como su didáctica de
enseñanza. A su turno, en el último tramo de la carrera, la articulación de las actividades
departamentales con los laboratorios de Fisiología y de Pedagogía permite alcanzar una
máxima optimización de las herramientas adquiridas por los estudiantes en el Instituto para
afrontar las exigencias del campo laboral.

La natación sincronizada y las técnicas de salvataje no carecieron de entidad para las


alumnas del Instituto. Cuenta una alumna: “No éramos Ester Williams pero… en tercer año
intentamos aprender algunos movimientos de natación sincronizada y llevar adelante la
elaboración de una pequeña coreografía. Tampoco resultábamos tener la competencia de
Mark Spitz en ninguno de los cuatro estilos en sus variantes de competencia, y con sentido
social aprendíamos técnicas de rescate que, eventualmente algunas debimos poner en
práctica incluso en nuestras vacaciones.” Así Juanita, una adolecente santiagueña que
cuidaba a los niños de una familia en su veraneo cordobés fue salvada de ahogarse en una
pileta. El destino quiso que la joven pesara 40 kg y que su rescatista, con unos pocos kilos
más y escasa fuerza, recordara y pusiera en práctica las maniobras aprendidas en clase.

A través del Área Orientada, el potencial del entrenamiento deportivo en la alta competencia
se integra en la curricula ofreciendo dos orientaciones: la primera: Musculación, Nutrición y
Entrenamiento de la Fuerza para el Deporte; la segunda: Orientación Formación Deportiva.
La especificidad del entrenamiento de deportes de conjunto -tales como fútbol, básquetbol,
rugby, voleibol-, lo mismo que algunos deportes individuales-como el atletismo y la natación,
presenta características verdaderamente interesantes que pueden ser abordadas en los
niveles escolares, como las ejercitaciones derivadas de su carácter acíclico.

NUESTROS DEPORTISTAS Y SUS TROFEOS

La práctica específica de diferentes especialidades se implementó históricamente a través


de los círculos, que funcionan al estilo de los clubes de egresados. En la actualidad la

60
competencia en su más alto nivel de rendimiento no está contemplada
en los objetivos del Instituto. Sin embargo, un puñado de alumnos son
campeones; deportistas que en forma individual y con base en otras
instituciones desarrollan sus prácticas de entrenamiento y compiten en
el máximo nivel. Los testimonios de sus logros, trofeos y camisetas, se
exhiben en muchos casos en el Instituto en el que se formaron como
profesores en una carrera que les dio oportunidad de aunar la pasión
deportiva y la profesión docente.

Con el transcurso de los años estos gestos parecen un prolongado eco


de las prácticas de “regalos” impuesta en las primeras décadas del
siglo XX, cuando los egresados ofrecían a la institución que los había
formado una diversidad de objetos, de obras de arte e instrumentos.
como signos de reconocimiento. Unos y otros se distribuyen hoy en
forma armónica en los edificios de ISEF Nº 1, proponiendo un diálogo
estético que permite que los vestigios del paso de los miembros de la
comunidad engalane nuestra cotidianeidad.

61
FUNDAMENTOS Y PUESTA EN ACCIÓN

A lo largo de su historia, para la formación de docentes de educación física, el Instituto contempló la enseñanza
tanto de los fundamentos de los que se vale la disciplina como de sus medios y su didáctica. El plan de
estudios fue integrando las asignaturas consideradas aptas para satisfacer los múltiples requerimientos de la
formación a la que se aspiraba, y su cambios dieron expresión a la búsqueda de los fundamentos teóricos
correspondientes a la propuesta pedagógica que impulsaba en cada caso, a la vez que sus contenidos
daban respuesta a los cambios verificados en el contexto político y social de la Argentina.

PARADIGMAS Y CONTENIDOS DISCIPLINARES

El Sistema Argentino de Educación Física fue la primera formulación programática de la disciplina y


con una fundamentación pedagógica y científica acorde a las ideas en boga en el momento de la
creación del Instituto. Esa sistematización y abordaje de la problemática de la educación física fue
amplia, y consideró su complejidad, tomándola desde sus diversas dimensiones: fisiológica, psicológica,
social y espiritual. Encuadrada en los paradigmas de fines del siglo XIX, en el marco histórico de la
hegemonía económica, política y cultural de Inglaterra y Europa en general, se apoyó en los principios
científicos y educativos del positivismo. Sus postulados doctrinales se correspondieron con el método
definido y con los procedimientos específicos adoptados, en tanto que la formación teórica y práctica
ofrecida a los alumnos se sustentó en las obras de Enrique Romero Brest y de otros autores de la época,
cuyo pensamiento se diseminó a través de la Revista de Educación Física.

Dirigida por el propio Romero Brest, esta publicación periódica fue concebida como órgano de difusión
del Instituto y sirvió para poner en circulación tanto cuestiones vinculadas a la teoría de la educación
física como a sus técnicas y práctica docente.

62
Desde 1900 Enrique Romero Brest se preocupó por sistematizar los fundamentos teóricos y
proponer los recursos metodológicos para aplicar el sistema, esfuerzo que dio por fruto una
elaboración primera, titulada “Curso de Educación Física”. A ella sucedieron otras publica-
ciones académicas realizadas en la Revista de la Educación Física y en varias obras de enver-
gadura mayor, como las “Bases de la Educación Física Argentina”, “Gimnástica fisiológica” y
“El Sentido Espiritual de la Educación Física”.

En el Sistema Argentino se proponían como medios educativos diferentes series de ejercicios


gimnásticos metodizados, juegos educativos, rondas escolares y práctica de deportes racio-
nales y concursos (es decir competencias), a los que se adicionaron las mediciones antro-
pométricas realizadas en el laboratorio del Instituto. En la curricula institucional se incluyeron
artículos relativos a su enseñanza y a los fundamentos -de carácter científico, pedagógico y
social-, que estaban en un todo de acuerdo con los principios y postulados del sistema.

Ejercicios gimnásticos
metodizados Rondas escolares Juegos educativos

Para conformar un diseño optimizado del


Instituto, Enrique Romero Brest se basó en
los datos que había recopilado en el Primer
Congreso Internacional de Educación Física
(París, 1913) y en la experiencia recogida durante
su viaje por varias ciudades europeas. Una nueva
reformulación del sistema fue propuesta por su
hijo, Enrique Carlos Romero Brest, quien había
sido comisionado por el Ministerio de Justicia e
Instrucción Pública para estudiar la educación
física en Europa y por el Comité Argentino como
delegado en el Séptimo Congreso Internacional
de Educación Física, reunido en Bruselas en
Concursos
1935. A su regreso el informe presentado sugiere
modificaciones a implementar en el plan de

63
64
estudios del Instituto. A través de las mismas se contemplaba la introducción de diferentes contenidos
curriculares, como el canto coral, que ya su padre había financiado desde la Cooperadora, y la
organización de campamentos.

Cuando en la década de 1940 el sistema aplicado a nivel nacional -del que el Instituto era gestor
protagónico- fue reemplazado por un nuevo paradigma, la reforma se inspiró en la ideología dominante
en la Argentina. La educación debía contemplar el aspecto físico además del intelectual y debía cuidar
la salud del futuro ciudadano como parte de la riqueza integral de la nación. Si bien la formulación tenía
en apariencia muchos puntos en común con los postulados en el sistema de Romero Brest, su desarrollo
implicaba un posicionamiento diferente, acorde a los tiempos que corrían.

La propia separación de las secciones por sexos


implicó líneas de enseñanza diferentes para mujeres
y varones, igual que la adopción del Método Único
El frenesí de una orgía o la selva africana
para el Consejo Nacional de Educación Física,
que requirió una adecuación de los contenidos
disciplinares ofrecidos por el Instituto a los futuros “Estas fiestas, como las de los “sokols” y las
docentes. demás de su índole, que se efectúan en

los países nórdicos del viejo mundo, ten-


El abandono del Sistema Argentino de Educación
drán así en el futuro un sentido de la recu-
Física creado por Romero Brest, hizo indispensable
la búsqueda de uno nuevo. La propuesta oficial peración nacional para nuestra juventud.

buscó uniformar los procedimientos vigentes en El ciudadano que deseamos formar podrá
materia de educación física y en 1945 la Secretaría exhibir, cara al sol, su fortaleza masculina; la
de Educación de la Nación impartió un Curso de
futura madre argentina ser gracia femeni-
Gimnasia Educativa cuyo contenido era el orden
na, todo ello a los aires de música y cantos
pedagógico para la enseñanza y ejecución de los
ejercicios que constituirían el plan tipo provisional de nuestra tierra, y en bailes llenos de gra-

del Método Único. Aprobado tres años más tarde, el cia y candor, como nuestras chacareras
Decreto 4.712 del 18/02/48 estableció su aplicación y cielitos. Porque no deseamos que nues-
obligatoria en las instituciones oficiales y privadas de
tras esposas y nuestras hijas tengan que
enseñanza escolar.
aceptar como algo inexorable esos bailes

La adecuación al nuevo proyecto educativo también importados, dislocantes y sensuales, con-


se vio reflejada en diversas medidas adoptadas cebidos seguramente en el frenesí de una
para el funcionamiento del Instituto, entre las que orgía o arrancados de la selva africana”.
se destaca la propia existencia del internado, que
(Conferencia de César Vásquez en el Día
permitió la consolidación de la proyección de la
de la Educación Física”. Exposición del 1er
reforma curricular a todo el territorio nacional, dando
homogeneidad a la práctica docente en el país. Aniversario de la Revolución del 4 de junio.

Buenos Aires, el 27 de junio de 1944)


Si bien la reforma impulsada por César Vásquez
promovió la práctica intensiva de los deportes, la
separación de los alumnos por su sexo implicó la
posibilidad de dar mayor especificidad a las materias

65
teórico-prácticas. En el Instituto femenino, cuya sede se mantuvo en la calle Coronel Díaz 2180, y en el
recién creado de varones, ubicado en San Fernando, se introdujeron en la currícula deportes, elegidos
de acuerdo al género de los estudiantes de una u otra institución y a las posibilidades de llevarlos a la
práctica.

Las necesidades de avanzar de acuerdo a los cambios globales verificados en la educación argentina
implicaron continuas adecuaciones que dieron lugar a reformas parciales de la currícula, como por
ejemplo la introducción en 1951 de dos materias: Psicología Aplicada a la educación Física y Actividades
Infantiles. Pero fueron los vaivenes de la política nacional los que provocaron las principales reformulaciones
disciplinares, junto con los cambios de nombres en la conducción de la Dirección Nacional de Educación
Física y, en consecuencia, del Instituto.

El derrocamiento del peronismo también


trajo aparejadas consecuencias de
Una resolución ministerial regulariza el funcio-
relevancia para el Instituto y 1956 fue un año
namiento de los INEF que en agosto de 1956
en el que debieron atravesarse numerosas
todavía no habían iniciado sus clases. También
dificultades.
autorizaba adoptar ad referendum medidas
“para corregir de inmediato deficiencias impor-
Un nuevo plan de estudios provisional
tantes”.
fue establecido por el Decreto 23.111
En el Libro de Clasificaciones del INEF, en el ítem del 28/12/1956. Con su implementación
de Observaciones de cada alumna quedó algunas asignaturas fueron sustituidas,
registrado: “Por resol. ministerial del 6/2/56 no mientras que otras se suspendieron o

se consideran como caso de excepción y por directamente se anularon. Asimismo, se

este año solamente, las materias que no fueron dispuso allí la provisión de cátedras por

dictadas en forma total y completa en el trans- concurso y se autorizó la organización de los


departamentos docentes, de aplicación,
curso del período lectivo de 1956.”
de per feccionamiento docente y de
investigaciones, además del médico.

FUNDAMENTOS FISIOLÓGICOS DE LA EDUCACIÓN FÍSICA

La importancia de las Ciencias Biológicas en la formación de los docentes de Educación Física


tuvo relevancia desde los inicios del Instituto y las bases científicas de la práctica educativa fueron
irrenunciables. Desde entonces el sustento que proveen a la actividad profesional fue predominante
en el Instituto y es probable que esto deba verse como resultado de la formación médica de su
fundador y del higienismo imperante en la época de su configuración.

Para 1916, la enseñanza de la fisiología se impartía en los tres años de la Carrera en los que las Ciencias
Biológicas eran abordadas. En el primer año se estudiaba el mecanismo del movimiento y la fisiología
de la locomoción en su acepción mecánica; en el segundo, la fisiología de la nutrición orientada a
las aplicaciones de la educación física; y en el tercero, la fisiología cerebral, la evolución orgánica y
funcional por la edad y los fenómenos más profundos de la fatiga muscular en sus aspectos nerviosos
y nutritivos sobre el organismo en general.

66
Una década después de la creación del Instituto, Enrique Romero Brest, decía:

“Se persigue el conocimiento exacto de los efectos de los ejercicios en sus variadas maneras

de aplicación sobre las funciones orgánicas para deducir de ellos las reglas metodológicas

e higiénicas fundamentales de la aplicación de los mismos en la escuela en primer lugar y en

todos los sujetos en general. No se trata del estudio completo de toda la fisiología humana

sino solamente de la fisiología humana aplicada a la educación física.

La dotación docente responsable del dictado de las diversas asignaturas tuvo particular relevancia por
su categoría como especialistas en la disciplina y por su compromiso con el proyecto pedagógico de
Instituto. Además del Dr. Enrique Romero Brest, el Instituto contó en su plantel con figuras de la talla de
Enrique Susini, entre otros.

Para el dictado de esas asignaturas, Rome-

ro Brest elaboró series de materiales es-

pecialmente diseñados para facilitar su

enseñanza que, permitían enfatizar las prác-

ticas llevadas a cabo en el aula Los conteni-

dos desarrollados en el curso de las clases

se abordaron en forma conjunta con los

planteos teóricos propios de esas disciplinas,

complementados con las experiencias

realizadas en el laboratorio de Fisiología.


Placa de vidrio (Legado Romero Brest)

El Departamento de Ciencias Biológicas está actualmente integrado por las asignaturas que contemplan
el conocimiento de la anatomía humana, la fisiología y la biomecánica. Otras disciplinas conexas como
la Educación para la Salud se integran en la currícula para atender a una formación integral de los
estudiantes, que también encuentran posibilidades de adquirir conocimientos de mayor especificidad
en los talleres que se proponen en forma anual: Taller de Estrategias de Integración para Personas con
Capacidades Especiales.

Aula de Fisiología c.1912 Clase de Anatomía ca. 2012

67
En cuanto a la Teoría y Práctica del Entrenamiento, es dictada en el Instituto y ofrece
una base de capacitación que permite su optimización a través del Área Orientada.

DE LA TEORÍA A LA PUESTA EN ACCIÓN

Si el sustento teórico y los fundamentos pedagógicos y fisiológicos de la enseñanza


de la educación física se abordan en su especificidad -y para los diferentes niveles y
campos de aplicación- en las disciplinas fundamentadoras de la currícula, la didácti-
ca de los deportes se enseña en forma conjunta con la de cada disciplina deportiva.

El movimiento de las ideas y las prácticas sociales en más de un siglo de vida dejaron
en el ISEF una impronta renovada. Hoy igual que ayer, se produce una dinámica de
retroalimentación entre las actividades propuestas por los docentes de los diferentes
departamentos para el dictado de las respectivas asignaturas y las prácticas de apli-
cación llevadas a cabo en los laboratorios del ISEF Nº 1 o en instituciones educativas,
recreativas y/o deportivas, dando cuenta, asimismo de las demandas y necesidades
internas y externas.

La ampliación del campo de actividad fue exponencial y a lo largo de su existencia


el Instituto modificó también las prácticas educativas, deportivas y sociales, y de
las restringidas a la enseñanza llevada a cabo en el ámbito formal de la escolaridad,
el Instituto sirve hoy a una multiplicidad de instituciones en las que tanto la educación
formal como la informal están presentes. Así, desde la temprana creación del Depar-
tamento de Aplicación –concebido en la década de 1920, espacio óptimo para el
desarrollo de las prácticas docentes de los estudiantes del Instituto, el siglo XXI de-
mandó una resocialización de esas prácticas en el seno de diversas instituciones, lo
que constituye en la actualidad la reversión de aquella realidad inicial, a través de la
diversidad de actividades que los estudiantes del ISEF Nº 1 llevan a cabo en escuelas
de todos los niveles, clubes, centros, asociaciones y otros agrupaciones de carácter
comunitario.

68
Práctica de educación física
(Departamento de Aplicación del INSEF, ca. 1920)
INTEGRACIÓN DOCENTE Y ESTRATEGIAS PARA SU DESARROLLO

Si bien los contenidos recreativos de las actividades físicas ocuparon un espacio importante en las formu-
laciones más tempranas de la educación física y, por lo tanto, se atendieron en las propuestas del Sistema
Argentino de Educación Física, fue a partir de la década de 1940 que tomaron impulso propio y se llevaron
a cabo los primeros campamentos educativos en el ámbito del Instituto. Desde entonces se desarrollaron,
en diversos momentos y con diferentes ritmos, los tres núcleos que en la actualidad conforman el Departa-
mento de Integración Docente: la vida en la naturaleza, la recreación y el tiempo libre, y las expresiones
tradicionales de baile, es decir danzas folklóricas argentinas y el tango.

LAS ACTIVIDADES EN LA NATURALEZA

En la década del ´20, durante la vigencia hegemónica del Sistema Argentino de Educación Física, se
reconoce la existencia de experiencias que luego, bajo otros conceptos, pasaron a formar parte de los
contenidos académicos del Instituto. El punto en el que convergen ambas formas de actividades, además
del ambiente natural en el cual se producen, es la función socializadora que contemplaban. En el para-
digma del fundador del Instituto las actividades que identificamos como propiamente de vida en la natu-
raleza y asociamos a la realización de campamentos tuvieron un carácter diferente y, en consecuencia,
su desarrollo no es comparable al establecido más adelante

En los albores del Instituto no se practicaban ni se enseñaban destrezas vinculadas con la vida del cam-
pamento, sino que primaba la parte social, entendida como el establecimiento y fortalecimiento de vín-
culos entre profesores, alumnos y personajes ajenos a la institución pero no al ámbito educativo, como
sería el caso de Pablo Pizzurno, figura
emblemática de la educación y co-
autor como ideólogo del proyecto
institucional.

Diversas fotografías plasman es-


tas situaciones extra curriculares.
Almuerzos, reuniones y paseos por
el Tigre o los bosques de Palermo,
constituyeron sin duda un elemento
aglutinador para el fortalecimiento
de una institución en pleno desarrollo y
que necesitaba exaltar valores como
la camaradería y el espíritu de per-
Pic-nic en el Tigre ca. 1920
tenencia de todos sus integrantes (5º a la derecha aparece P. Pizzurno)
para llevar a cabo su proyecto.

69
La gestión de César Vásquez fue la que promovió la práctica de acampes en los niveles escolares. Esta
línea de trabajo se afianzaría como consecuencia de su estrecha vinculación con Carlos Mondria, por
entonces Maestro Scout que se desempeñaría como Director General de Educación Física con el primer
gobierno de Perón y la llegada al Ministerio de Educación de Oscar Ivanisevich (1948-1950).

En la práctica, sus contenidos fueron tomados del


scoutismo, difundido en Argentina después de la
visita del creador del movimiento, Robert Baden
Powell en 1909. Las actividades eran en primer lugar El Prof. Luis Martín, responsable del dictado de la

las requeridas por la vida propia del campamento, asignatura campamento en el instituto, sostenía
además de una diversidad de propuestas recreati- que el hombre de la metrópoli había perdido
vas y de habilidad en interacción con la naturaleza.
el hábito de mirar hacia arriba para admirarse
Ellas abarcaban desde los juegos, hasta los fogones
con la inmensidad del firmamento y el brillo de
y la observación del cielo nocturno, lo que implica-
ba el reconocimiento de los elementos del paisa- las estrellas, situación condicionada por la im-

je astronómico. El campamento ofrecía una gran posibilidad efectiva de verlo desde una gran
oportunidad de propuestas integradoras que tras- urbe. También por eso la experiencia del cam-
cendían lo social para alcanzar una dimensión natu-
pamento era relevante, puesto que permitía
ral e incluso histórica, al remitir a las leyendas y mitos
recuperar parte de ese universo perdido con la
por los cuales el hombre desde la antigüedad había
mirado al cielo para entender la dinámica cósmica. modernidad y la urbanización
Nuestra urbanización creciente agudizó esa tenden-
cia creando la necesidad de atención del tema
en el Instituto, semejante a lo que ocurriría con la
problemática de la recreación y el tiempo libre.

Al quedar vacante la dirección del Instituto con el retiro de Enrique Romero Brest, en los planes de es-
tudio del período 1932-1938 se registraron modificaciones introducidas en forma no oficial, que luego
formaron parte del nuevo plan de estudios de Instituto, dividido en secciones (femenina y masculina).

Establecido por César Vásquez, el plan contempló la organización de campamentos, colonias y recreos
infantiles entre los contenidos generales propuestos para una materia, que en 1940 se denominaba Orga-
nización y que en 1945 quedó incorporada a la currícula del 2° año como Organización y Administración
de la Educación Física y Trabajos Prácticos.

“El primer campamento de alumnos del Instituto tuvo lugar en 1945 y se hizo en Sierra de la Ventana, en
el predio de la Asociación Cristiana de Jóvenes. En el primer contingente fueron los muchachos, que ya
estaban en San Fernando, y luego las chicas de segundo año. Como se invitó también a un pequeño
grupo de primero -el de las alumnas que tenían los mejores promedios, me eligieron”, recuerda Lila Tufró,
de la promoción 1947 y abanderada en esos años.

A éste campamento siguió en 1948 el primero de montaña, en el Lago Mascardi, en el que los alumnos
de Instituto dirigieron a los acampantes, elegidos entre los mejores alumnos de diferentes escuelas na-
cionales. A esta experiencia, organizada por la Dirección General de Educación Física siguió la práctica
regular de eventos similares, con lo que las actividades de campamento se fueron consolidando como

70
parte de los contenidos curriculares del Instituto.

Un nuevo hito lo constituyó la inauguración de diferentes centros que eran aptos para que los alumnos
de las escuelas experimentaran la vida en campamentos educativos. La de “Los Quebrachitos”,
se sumaba a la de otros, como resultado de la donación del predio de Villa Leonor al Ministerio de
Educación para que allí concurrieran contingentes femeninos y el propio ministro Ivanisevich concurrió
como visitante del primero que se realizó en 1951.

La política educativa desarrollada en el país desde la década de 1940 había promovido las actividades
de vida en la naturaleza en las escuelas, permitiendo su afianzamiento disciplinar. Dos décadas más tarde
Vida en la Naturaleza ya se había formalizado como una asignatura curricular. En el volumen 10, nº 2, de
la revista Acacia, la profesora Martha Vasallo enfatizaba en la potencia educativa y la posibilidad de
desarrollar valores físicos, mentales y espirituales en la diversidad de las actividades en campamento. Era
la década del ’60 y se sostenía que en él era posible lograr un conocimiento más íntimo de la naturaleza
asociado a una mejor apreciación del trabajo de conjunto y desarrollo de actitudes de tolerancia hacia
el otro, además de una experiencia espiritual más profunda.

En relación al aspecto social de estas prácticas de campamento, decía Jorge Saravì Riviere: “Los acam-
pantes, unidos inicialmente por el hecho de provenir de una escuela, tienen también cierta propensión,
frente al nuevo medio a cimentar lazos, a emprender con sentido colectivo la nueva vida. Además, el
nuevo mundo del propio campamento no es un mundo que el acampante encuentra construido, al que
deba adaptarse simplemente. Es un mundo a construir, y en cuya construcción, si está dirigido por autén-
ticos educadores se verá llamado a participar en forma activa”. (…) El campamento puede alcanzar así
a convertirse en expresión de un esfuerzo colectivo.”

71
La consolidación de estas ideas brindó al alumnado del
Instituto la posibilidad de experimentar y conducir campa-
mentos a través de asignaturas curriculares específicas, en
las que la educación es concebida en sus estrechas rela-
ciones con el otro y con el medio, y en la que se atiende a
la problemática ecológica y ambiental.

RECREACIÓN Y TIEMPO LIBRE

La problemática de la recreación y el uso del tiempo li- Prof. Cutrera con sus alumnas de
primer año (1969)
bre es propia del siglo XX, y fue recién en 1940 cuando
la asignatura Deportes y Recreación se incorporó al plan
de estudios del Instituto, como reconocimiento formal Protagonista indiscutido del de-
sarrollo de esta disciplina en el
del valor de lo recreativo en la vida social. La creación
marco de la formación de do-
de los Cuerpos de líderes (o Cuerpos de Adalides), los
centes de educación física, el
campeonatos intercolegiales y la fundación del Club profesor Juan Carlos Cutrera es
Colegial también fueron parte de este proyecto cuyo fin una de las figuras destacadas.
era reforzar los vínculos entre el deporte y la sociedad.
Los primeros tuvieron como principal función el desarrollo
del liderazgo estudiantil para sentar las bases de un mejor
desempeño en el área profesional. Los otros dos cumplían un rol motivador tendiente a la adquisición
de hábitos deportivos a través de las competencias experimentadas durante la vida escolar, como
factor de iniciación en la práctica deportiva. Con estos proyectos, Vásquez ideó las estrategias para que
la recreación se insertase con más fuerza en la sociedad, a través del deporte.

Cinco años más tarde la asignatura adquirió identidad propia, con independencia de la práctica de-
portiva y una nueva denominación: “Recreación. Trabajos prácticos”. El desarrollo de sus contenidos
se hizo efectivo con la sistematización de las actividades que proponía y con el replanteo global de la
cuestión del tiempo libre y el papel a cumplir por la recreación en la sociedad. Su abordaje desde la
escuela aparecía como complemento necesario de otras prácticas formativas que debía acometer la
educación física escolar en primer lugar y el concepto de educación permanente amplió el campo al
ámbito no formal. Esto implicó la búsqueda de un mejoramiento en la calidad de vida de los indi-
viduos por medio de experiencias motrices en situaciones recreativas que se fundan en la naturaleza
comunicativa, social y creativa de los sujetos.

Alfredo Loughlin sintetizaba el concepto de recreación como experiencia personal y reconocía en la


vivencia recreativa un sentimiento de plenitud, con matices de acuerdo a la personalidad de cada
uno y a la cultura en la que el sujeto se desenvolvía. Alentada por un interés profundo, “la recreación
auténtica es vivida como propia, mientras que la experiencia de tiempo libre no resulta recreativa en
forma automática y requiere como condición de una disponibilidad de energía psíquica y biológica”.

Similar al campamento, las vivencias y exploración de los alcances psico-sociales de la recreación con
sentido formativo implicó la adquisición de técnicas específicas para la conducción recreativa, en la
que las herramientas básicas aptas incluyeron el empleo de las correspondientes al área estético
expresiva.

72
LAS DANZAS FOLKLÓRICAS Y EL TANGO

La educación musical y rítmica estuvo contemplada tempranamente en los programas de formación


docente del Instituto y la incorporación en el plan de los estudios propuesto de otros contenidos integra-
dores permitió que se fueran estructurando en diferentes etapas respondiendo a los cambios sociopo-
líticos y culturales que le daban contexto. Tal situación está representada por las danzas folklóricas y el
tango, cada una de las cuales implicaría una revaloración de esas expresiones de baile populares que
identificaban a distintas regiones de la Argentina.

La enseñanza de música fue una actividad incorporada a los estudios a instancias del propio Romero
Brest en 1925. La Cooperadora contrató al maestro Felipe Boero, eximio compositor argentino autor de
la música del Himno del Instituto escrito por Enrique Romero Brest para identificarlo. Boero se hizo car-
go de la enseñanza de Cantos Corales en la institución, asignándosele una hora semanal de clase en
cada año de la carrera. Es probable que la asignatura Educación Vocal, que se dictaba en la década
de 1960, fuera un resabio de esta línea de estudio prevista tempranamente para la formación de los
docentes.

Una vez que el Sistema Argentino de Educación Física fue abandonado, los nuevos contenidos pro-
puestos para la educación Física incluyeron el Baile Folklórico, que en 1945 formaba parte de la
currícula del Segundo año. Desde entonces -y bajo diferentes denominaciones- el plan de estudios
incluyó la asignatura y la reforma sancionada en la siguiente la consolidó, conjuntamente con otras
formas de expresión como Danza Moderna y Educación Rítmica, Música y Canto.

A este proceso no sería ajena la necesidad de consolidar la construcción de una identidad nacio-
nal a través de la educación formal que, si a principios del siglo fue necesaria para integrar a una
población multicultural, al promediar el siglo el desarrollo de nacionalismos e inclusión social habría
enfatizado la enseñanza de Danzas folklóricas en las escuelas y, en consecuencia, quedó integrada
en la formación de los docentes de educación física, que debían impartir su enseñanza. Las clases
dictadas los días sábados servían a los alumnos y alumnas de instituto para aprender los pasos y las
coreografías de las danzas folklóricas argentinas, pero también para encontrarse en una de las pocas
actividades mixtas compartidas.

Unidos por la danza


La inclusión de las danzas folklóri-
cas en los Torneos Intercolegiales
que organizaba el Ministerio de
Educación fue una verdadera
oportunidad de integración de
los estudiantes secundarios. Las
escuelas de varones y mujeres
debían reunirse para participar, lo
que resultaba en una verdadera
fiesta, cuya preparación estaba a
cargo de los docentes egresados
del Instituto.

Exhibición en el INEF (ca. 1945)


73
La propia dinámica del tiempo determinó que los contenidos del Depar-
tamento de Integración Docente se fueran variando y enriqueciendo. Su
configuración actual los articula a través de una asignatura enfocada en
la recreación y una serie de talleres de vida en la naturaleza o de expre-
siones vinculadas a las danzas folklóricas argentinas y el tango. Los talleres
expresivos de Tango y Folklore representan hoy la instancia curricular que
satisface la doble demanda de conocimiento de nuestras raíces culturales y
de las vertientes populares de las danzas que nos identifican. El de Danzas
Folklóricas tiene por objeto despertar en los alumnos el interés por nuestros
bailes tradicionales a través de su enseñanza, en tanto que el de Tango es
concebido con un alto espíritu artístico, que completa y complementa
la formación profesional y que propicia una actitud de permanente
creatividad de los bailarines en forma individual a la vez que ejecutante
que procura su armonía en pareja.

Alumnos de los talleres de danzas folklóricas y Prof. Seifert y alumna del taller de tango (ISEF Nº 1, 2010)

El conocimiento y la práctica de las danzas folklóricas y de los bailes más


representativos del acervo cultural “porteño” -tango, milonga y vals- resultan
en el dominio de herramientas pedagógicas útiles al momento de inserción
en la docencia formal e informal. La enseñanza de las primeras, se remonta
a las reformas introducidas en la década de 1940, mientras que el Taller de
Tango se inició con Mauricio Seifert casi como una consecuencia directa del
éxito de “Tango Argentino” en el exterior. Este espectáculo, repercutió en
nuestro país en la notable recuperación del tango en las décadas siguientes
y el “2x4” casi en forma natural entró en el ISEF Nº 1.

74
Las asignaturas y talleres que conforman el Departamento de Integración Do-
cente se enfocan en el desempeño de los egresados del instituto en el ámbito
de la educación formal -abarcando los diversos niveles de enseñanza- y en el
informal. Tal vez mejor que cualquier otra expresión, la del taller de tango nos
permite reconocer su función social más allá de la escuela.

Después del cambio de plan de estudios de 1984, y con la redistribución de


los contenidos curriculares, la gimnasia se articuló más estrechamente con el
movimiento expresivo que con los deportes individuales, lo que la vinculó en
forma directa con la expresión corporal y los talleres de danzas folklóricas y de
tango, aún cuando sus diferencias sean notorias, tanto por sus objetivos como
por sus abordajes y niveles de aplicación.

75
CRÓNICAS DE ONCE DÉCADAS

76
CRONISTAS DEL SIGLO XX

Inspirados, tal vez, en la percepción del


fundador del Instituto como un cronista de
su tiempo que documentó de diferentes
formas todo lo que consideró importante,
el registro de nuestro momento histórico
quiso ser plasmado aquí al modo de los
cronistas. Se trata de una mirada que no
se propuso hacer una historia oficial de la
institución, sino dar cuenta de su vida y de
sus protagonistas. Nuestras fuentes, como
las de los cronistas, son heterogéneas y,
consecuente con esa miscelánea lo fue
la necesidad de transmitir las ideas y las
emociones que dieron sustento a la vida
institucional.

Así como el paso del Graff Zeppeling por


Buenos Aires en 1934 y su documentación
fotográfica por Enrique Romero Brest es
uno de los ejemplos que nos parece más
ilustrativo de esa mirada inquisidora con la
que nos identificamos, numerosos motivos
fueron retratados para fijar datos, situa-
ciones, personas, paisajes y ambientes
que permiten recuperar las expresiones
de su espíritu a través del tiempo. También
la idea de paso, de evento que ocurre y
provoca una reacción, se presenta como
caso ejemplar, como metáfora de una
historia de pasajes, de docentes y de es-
tudiantes por la institución, y de ésta por
múltiples espacios.

77
El énfasis puesto en algunos hechos se justifica en su percepción como cortes en la vida del Instituto que
marcaron cambios de rumbos profundos. A veces fueron extraordinariamente estimulantes y la memoria
que de ellos guardan quienes los vivieron es tan rica como variada. Fotos, libros, artículos periodísticos
dan cuenta, por ejemplo, de la vida del Instituto en la década de 1920 a 1930, mientras que no pudimos
conseguir registros fotográficos o recuerdos nítidos de quienes protagonizaron los años en los que la sede
del Instituto estuvo en el Club Comunicaciones.

Por esos años se verificaron también otros cambios políticos y culturales tan dramáticos como profundos
en la sociedad argentina, que representaron un punto final a una forma de vivir y sentir al instituto y de
disfrutar su mística de décadas, identificada en la I .

Tal vez una primera construcción de identidad institucional pueda reconocerse en el tránsito que
suponemos intencional, de un marco de desarrollo con énfasis en los aspectos académicos -que se
remonta a los Cursos Temporarios que le dieron origen-, hacia un proyecto que jerarquizó las relaciones
sociales y que lo dotó de un “aire de familia” fundamental para su sostenimiento. La simple con-
frontación de dos fotografías en las que se registra la presencia de Romero Brest sugiere un idéntico
mensaje: una familia en torno a una figura que constituye el foco de la composición: una anciana en la
primera y el fundador del Instituto en la segunda.

El Instituto creó su propia identidad contem-


poráneamente con la consolidación de un
modelo de estado y de sociedad cuya base
de población inmigratoria era heterogénea.
Por eso lo “familiar” respondería a la intención
de Enrique Romero Brest de dotar al cuerpo
docente y directivos de una identidad que pu-
diera proyectarse al Instituto en general y que
diera sentido al grupo. Por medio de identifica-
ciones que implicaban pautas y valores socia-
les compartidos, se puso en marcha un proceso
de homogeneización de identidad llevado a
cabo como estrategia para afrontar las dificul-
tades propias de una institución en formación y
con recursos acotados.

Esta relación entre lo ‘familiar’ y lo ‘profesional’


existente desde los albores del Instituto, per-
mitió la construcción de una mística que facilitó
el fortalecimiento de los lazos internos y aportó
vigor al proyecto liderado por Enrique Romero

78
Brest como “pater familia”. La metáfora podría referir hoy a su cuerpo social y la identificación hacerse
con la “comunidad” del Instituto mejor que con la “familia” imaginada por Romero Brest. El devenir del
siglo llevó a los jóvenes estudiantes a una posición institucional y social protagónica, y aún cuando los
vínculos establecidos entre el Instituto y su miembros tuvieron continuidad en el tiempo y contribuyeron a
la construcción de lo que llamamos “mística”, las formas cambiaron tanto que se hizo necesaria su refor-
mulación. Los nuevos códigos tienen hoy una dinámica que vertiginosamente supera toda consolidación.
El movimiento, no obstante, sigue siendo el símbolo que identifica a la comunidad y sus acciones.

EL PASADO EN NUESTRO PRESENTE

Una multiplicidad de actos tan variados como la realización de paseos, almuerzos y cenas de ca-
maradería y de celebraciones diversas consolidaron la concepción temprana del Instituto. También el
reconocimiento de los egresados hacia la institución que los había formado se materializó en diferentes
formas, una de las cuales fue la donación de obras de arte, de instrumental y objetos diversos, a modo
de reafirmación de los solidarios vínculos existentes.

En la primeras décadas de vida institucional, fue costumbre que los recién egresados ofrecieran un tributo
a su lugar de formación. Se trataba de obsequios hechos como
muestra de afecto y gratitud hacia la institución.

Obras de arte como el bronce de Picault “Semeur d’idées;


la escultura de mármol de Carrara de Andrea Bertossi “Ap-
passionata”; los cuadros “Il Discobulo” de Mirone, el “Apolo”
de Belvedere y la “Venere de Gnidia” de Prassitele fueron
donaciones que aún hoy acompañan nuestra cotidia-
neidad en el ISEF. Otros obsequios, como dos aparatos
de la Casa Gaumont, uno de proyecciones luminosas
(linterna mágica) y otro de vistas estereoscópicas,
dos relojes de pared Longines y una sala de primeros
auxilios fueron objetos de uso que los egresados
donaron con sentido más utilitario pero igualmente
como agradecimiento por lo recibido de la insti-
tución. Algunos de esos objetos resistieron el paso
del tiempo y hoy forman parte de nuestro patrimonio
Histórico.

Las fórmulas de la interacción, las ideas y lenguajes


cambiaron en más de un siglo de vida. Los ritos
creados y sus formas también se renovaron y por
eso hoy encontramos nuevas expresiones de
los vínculos que a diario construye, diluye y
reformula la comunidad.

79
LOS EGRESADOS RETORNAN

Con el tránsito del Curso Normal de Educación Física de temporario a permanente egresa
la primera promoción del Instituto. Conservamos su retrato, sus firmas autógrafas y una
lista cuya redacción se hizo décadas más tarde, cuando la institución ya se había
consolidado y disponía de una sede apropiada para el desarrollo de sus actividades
específicas.

Registro de Clasificaciones (1909)

Las páginas en blanco de los libros de calificaciones de la primera promoción no nos


permiten recuperar sus nombres. Sin embargo la lista de esos primeros egresados fue
transcripta muchos años después, en una copia cuyo membrete corresponde a la etapa
en la que varones y mujeres estudiaban en diferentes institutos.

80
Desde entonces, el retorno de los egresados al Instituto se produjo por medio de una multiplicidad de
comportamientos que recrean la institución al tiempo que se constituyen en articuladores entre las gen-
eraciones de estudiantes y graduados. Esa retroalimentación es, de hecho, una renovación de presen-
cias: atrae a las numerosas cohortes que se graduaron en Instituto y que un día al año se reencuentran
con él y en él.

81
Egresados de la Promoción 1947 en el 60 aniversario de su graduación (noviembre de 2007)

Mucho han cambiado los tiempos y con ellos los hábitos y formas de vinculación. Con cada encuentro
el Instituto tiene una cita con la historia, que es su propia historia y la que sus miembros construyeron en
conjunto. La identidad del Instituto es así continua y re-significada. No obstante, un ícono se ha mantenido
casi sin variantes e identifica a sus miembros; el mismo sirve también de insignia a otros institutos a lo largo
y a lo ancho del país. Pero entre ellas, la primera de las ies con las que se reconocen las instituciones de
formación de docentes de Educación Física, es la nuestra; es la I del Instituto, que de una u otra forma
encarnó la mística institucional a lo largo del siglo XX. De ella se apropiaron sus estudiantes de entonces
que, como los de hoy le dan el sentido que el propio tiempo impone.

Cada generación se expresó con su propia voz y un ejemplo de ello son las revistas publicadas, en las
que alumnos, docentes y egresados se hacen oír, y cuyos ecos resuenan con diferentes tonalidades aún
en nuestros días.

ECOS Y VOCES EN EL INSTITUTO

La vida institucional no fue ajena al ambiente


político y cultural general, que tuvo resonancia
en diferentes expresiones. Si las decisiones
curriculares fueron las más destacables, otras fór-
mulas de comunicación sirvieron para dar curso
y agencia a sus miembros. Menos formales, las
publicaciones de los alumnos del Instituto fueron
creadas al promediar el siglo XX y sirvieron para
expresar sus intereses y preocupaciones, no siem-
pre en coincidencia con la voz oficial.

La existencia de las revistas estudiantiles suele


ser efímera y a esto no escapan las publica-
ciones del Instituto, que en algunos casos no

82
sobrepasaron la decena de entregas. Sin embargo, no fue este un punto que disminuyera el entusiasmo
de sus creadores. Testimonio de la temprana búsqueda de una identidad propia, esas producciones
estudiantiles hacen posible la recuperación de la mirada de los alumnos del Instituto a través de las
distintas épocas en las cuales fueron apareciendo.

Desde el plano material son revistas de fabricación sencilla, pequeño formato y escasa tirada. Realizadas
a mimeógrafo, dactilografiadas, tipeadas; se sirvieron de la tecnología disponible en cada momento
histórico: desde las máquinas de escribir a las computadoras. Son publicaciones sin fotografías, con dibu-
jos realizados en la mayoría de los casos por alumnos entusiastas. Los dibujos y los apuntes humorísticos se
van desarrollando desde la ingenuidad de la mitad del siglo veinte hasta el pronunciamiento combativo
de las revistas surgidas de los centros de estudiantes de las últimas décadas.

A mediados de la década del 40 apareció Acacia, órgano de difusión de


las alumnas del Instituto. Publicación sencilla desde el punto de vista ma-
terial, su título aparece como acróstico:Amistad, Carácter, Alegría,
Ciencia, Ideal, Aspiraciones. Estas afirmaciones de valores se tradu-
cen en el lenguaje formal e ingenuo de la revista, en concordancia
con las normas de la época.

“La amistad es para el espíritu un sentimiento, para el carácter


una escuela. Una escuela donde sin maestros, sin programas
expresos se va modificando paulatinamente la manera de
ser de los hombres para sacarlos de su individualismo y ha-
cerlos integrar el conglomerado de la sociedad.” (tomado
de ACACIA nº 2, 1954)

El estilo de redacción fue evolucionando hacia notas de carácter pedagógico y de mayor enjundia. La
publicación contiene entrevistas a profesores, aforismos y noticias de actividades y fue la revista de las
alumnas de mayor duración del período previo a la transformación del Instituto en mixto. El Nº 4 había
aparecido en 1945 y para 1954 ya contaba el décimo año de existencia.

Casi contemporánea, en sus inicios Tam Tam fue quizás la más modesta de las publicaciones: una hoja
tamaño oficio plegada. Surgió de los estudiantes del Instituto de San Fernando, logró proyectarse al siglo
XXI. Un fragmento de la edición de 1958 pone de manifiesto una de las preocupaciones estudiantiles del
momento: LA EDUCACION SEXUAL.

“Tema tabú, dentro de la vieja escuela secundaria argentina y aún en el seno


de la vida familiar, la educación sexual, fue encarada por el Dr. Villa, a ini-
ciativa de la Subcomisión de Asistencia Social y respondiendo a la inquietud
general del alumnado, nacida en la ignorancia que afecta a la juventud
argentina toda.”

A mediados de los años 2000, se re-utilizó el nombre de esta icónica revista, en un formato muy similar al
de la original para crear una nueva publicación con contenidos actuales. Sostenida por los ex−alumnos,
al ritmo de los tiempos, se transformó en digital.

83
Con los cambios del siglo XX, a partir de la década del ‘60 las agrupaciones estudiantiles hicieron es-
cuchar sus voces con fuerza y vocación de protagonismo en la sociedad. El grupo de redacción de la
revista Vértice, publicada por el Club Colegial del INEF, declara en su editorial del número de septiembre
de 1965 que:

“(...) no pretende descubrir únicamente las actividades que se desarrollan en esta casa
de estudios, nuestro querido Instituto, sino visualizar el campo de la Educación Física,
forjando en cada uno de los lectores la inquietud que debe existir en todo educador:
‘ansias para educar mejor’.”

En su sumario se puede reconocer la concepción miscelánea e integradora que la identificaba, con


la inclusión de un artículo de la profesora Liselot Drümell “Roll adelante” y otro sobre “Fabricación de
mascarones” de Leandro Madueño. Una sección denominada el “Rincón de los bandos (dedicado a
los Rojo, Verde y Azul)”, humorismo y novedades literarias completaban la propuesta. El Club Colegial,
como una suerte de antecedente de los Centros de Estudiantes que se crearían más de una década
después, también editó el Boletín del Club Colegial en 1969.

Pito, órgano de expresión estudiantil. Aparecida en setiembre de 1984 ya desde su título permite advertir
los aires de renovación y destape que trajo aparejado el retorno a la democracia a partir de diciembre
de 1983. También se percibe la ilusión y la esperanza de cambio de la mano de un gobierno democrático
y del inicio del juicio a las Juntas militares que comenzó en 1985. Pito también da muestra del desarrollo
del Instituto y del entorno donde ella se concibe. El lenguaje ingenuo de las primeras revistas de mediados
del siglo XX deja paso a una nueva modalidad más informal, que revela a la vez la necesidad de
participación política y de cuestionamiento a las instituciones. Los jóvenes no solo se manifestaban en la
calle y en los festivales del rock nacional que renacía, sino en los centros de estudiantes, de los cuales el
de Instituto no sería una excepción.

Las secciones humorísticas de Pito, a tono con la época, muestran la influencia de revistas como Humor
y MAD, y se constituyen en vehículo de crítica.

84
Oxígeno. Publicación de Estudiantes (Centro de Estudiantes de Educación Física)
La portada del Nº 6 de noviembre de 1996 está dedicada al 90 aniversario del Instituto y
es una copia de la aparecida en Pito cuando se conmemoró el 80 aniversario.

Ambas reflejan el espíritu crítico del alumnado. Se


muestra una importante fachada delante de la cual
se ha instalado un micrófono y demás elementos que
representan un acto público. Detrás de la fachada
escenográfica se observa una construcción precaria,
coincidente con los reclamos acerca de la necesidad
de un local adecuado que fuera preocupación duran-
te décadas, antes de la inauguración de las actuales
instalaciones. La revista incluyó notas de profesores,
noticias de los cursos, juegos de ingenio y humorismo.

Mayéutica. Igual que las dos anteriores, fue la revista del Centro de Estudiantes
de Educación Física. En su número 2 del año 1, noviembre de 2002, se observa el
comienzo del surgimiento del tema de la violencia; no solo en términos físicos sino en
los entornos educativos.
“El ISEF Dr. Enrique Romero Brest es un ámbito de formación docente y como tal debe
prestar especial atención a los fenómenos de violencia o intolerancia que puedan
irrumpir en su seno, puesto que uno de sus objetivos es la valoración del diálogo y el
respeto mutuo.”

La revista estudiantil es ya un órgano combativo sin eufemismos a la hora de relatar


la realidad percibida. Veinte años de democracia permiten la expresión de desilusión
y disconformidad con los modelos establecidos. En una rápida lectura se observan
cuestionamientos que abarcan un amplio panorama, desde actitudes profesionales
hasta cambios en los planes de enseñanza. Se advierte la existencia de un centro de
estudiantes con críticas y propuestas. Aparecen temas relacionados a las instalaciones
edilicias y las obras requeridas, a la vez que se menciona el contexto de crisis política y
económica que hace desfilar a varios presidentes en el curso de pocos días.

En este breve recorrido en busca del rescate de las revistas de los estudiantes también
hemos podido encontrar algunas producidas por el propio instituto en diversas épocas
donde confluyen las voces de los docentes junto a la de los alumnos.

La revista Utopía, emanada del Grupo de Intercambio Cultural (GIC), fue una publi-
cación tan sencilla en su formato como profunda en sus reflexiones, de acuerdo a los
objetivos del grupo. Aparecida a fines de los ’90, su contenido da cuenta de las ac-
tividades y proyectos del GIC. Recogiendo artículos escritos por alumnos y docentes
que apostaban a una utopía, la lectura de la revista constituye un valioso testimonio
que recoge las voces juveniles y sus miradas sobre la historia reciente argentina que

85
vivieron. Con autoría de jóvenes con un alto grado de compromiso social, sus páginas
muestran que se ha recorrido un largo camino, el que llevó de las ingenuas voces de las
primeras revistas de los estudiantes y las enjundiosas de los docentes a una expresión de
madurez hecha a golpes de realidad.

También el caso de la Revista Inef Buenos Aires de 1967, muestra la acción sinérgica de
alumnos y profesores del Instituto y en su número 1 se celebra la fusión de las secciones
de Varones y Mujeres como no solo un mero compartir de instalaciones sino también
como una forma de tratar el problema de la relación hombre-mujer en el contexto de
la escuela.

Proyección es otro caso de revista institucional, en cuyo número 2 de octubre de 1979


incluyó un artículo sobre el homenaje que se le realizara a la memoria del Dr. Enrique
Romero Brest, restituyéndole su nombre al Instituto.

Los albores de la democracia también se vieron reflejados en la revista del claustro do-
cente. Una nueva agrupación, creada con el objeto de mejorar la calidad académica
e institucional fue el Centro de Profesores, de efímera existencia. En 1986 salió el primer
y único número de una revista que se proponía estimular y facilitar las condiciones
requeridas para diseminar la producción académica de los profesores del instituto con
el solo límite de su creación y correcta edición:
“Esta revista está abierta a todos aquellos docentes de la casa que deseen acercar
sus trabajos para su publicación. El material no es sometido a selección y su edición no
implica que la Comisión de Publicaciones acuerde necesariamente con lo expuesto
por los autores”

La visión miscelánea de los diferentes proyectos de expresión de las diferentes voces


del Instituto lleva, finalmente a Praxis aparecida en noviembre del 2012. Si bien es una
revista institucional, ella representa un nuevo concepto de publicación, editada con
apoyo económico del INFD. Con excelente impresión, a todo color y con fotografías; la
revista incluye textos de docentes y alumnos y una parte importante de la publicación
reproduce las presentaciones hechas en las Jornadas Académicas para Estudiantes
por Estudiantes, que se llevaron a cabo entre el 21 y el 23 de setiembre del 2011. En-
tre los objetivos propuestos, además de conmemorar los 106 años de la creación
del Instituto, estuvo el de abordar “temáticas vinculadas a la formación docente,
para debatir y abrir nuevos interrogantes que nos permitan ennoblecer nuestra tarea”,
según expresara el rector del Instituto, Lic. Víctor Bloise en la nota editorial.

Aunque la participación de los estudiantes en la vida institucional cambió sus formas


y estrategias de expresión, continúa dinámica y su voz adquiere los recursos que su
tiempo histórico le propone.

86
SÍMBOLOS Y SIGNOS DE UNA INSTITUCIÓN CENTENARIA

LA I DEL INSTITUTO

Entre los diversos vestigios materiales del Instituto de antaño que llega-
ron hasta nuestros días, el principal ícono, de carácter fundamental
como elemento de identificación del Instituto es la I. Una simple vocal
que se transformó en símbolo y distintivo, escrita con mayúscula. Tiene
tras de sí una larga historia que sobrepasa el sentido original de una le-
tra entre las veintiocho de nuestro alfabeto, y que también sirvió para
identificar a los institutos de formación docente en la especialidad
Educación Física. Pero entre todas… la nuestra es decana.

Más allá de las variantes tipográficas que podamos reconocer en los


formatos que adquirió con el transcurso del tiempo, esta letra mantuvo
su valor icónico en relación con la identidad y la mística institucional.
Entregada en forma de pequeña insignia de tela, cual si fuera un rito
iniciático al que el bautismo de los ingresantes habilitaba, muy pronto
la I se convirtió en distintivo de sus alumnos y de sus egresados. Su valor
visual está presente en toda la vida institucional, desde los membretes
que acompañan los instrumentos administrativos y prácticos, en
múltiples soportes (papel, cartulina, tela, bites) abarcando todo tipo
de merchandising, desde los equipos deportivos de alumnos y profe-
sores hasta los logos de la página web del Romero.

Esto no es circunstancial, sino el signo que hoy indica


pertenencia a la institución que la creó como distintivo.
Su sombra se proyecta en otros a lo largo y a lo
ancho del país, y reproduce -resignificada en
el actual contexto histórico- la identidad de
profesor de educación física.

87
BANDOS Y DISTINTIVOS

Otro de los elementos que hacen a la mística y a la identidad, son los bandos y sus distintivos. En el caso
de los primeros se trata de la división del alumnado en grupos a partir del nuevo paradigma establecido
en la década del ’40. En el inicio definidos como Bando Rojo y Bando Azul, se agregaría luego el Verde
hasta que a fines de los ‘50 el Azul fue relegado. Contrapartida de los ’Churos’ y ‘Guaynas’ que identifi-
caban a los muchachos en el INEF de San Fernando, los bandos Rojo y Verde se mantuvieron en el instituto
femenino como espacios de competencia interna que estimulaba la práctica de los deportes. Se daba así
continuidad a los “concursos” y “domingos deportivos” implementados desde los orígenes del Instituto por
su fundador. Su desarrollo fue paralelo al de los “círculos“, más específicos y que permitían la participación
de Instituto en los torneos y competencias de diversos deportes federados.

“Domingos deportivos” en el INSEF

Carrera mixta de “la banderita


(Concurso en el INSEF ca.1930)

“Fue una tarde del mes de abril que la señora de Cogorno, la directora del Instituto, nos reunió en el gim-
nasio y expuso la decisión tomada por el Consejo de Profesores. El alumnado sería dividido en dos ban-
dos y cada una habría de pertenecer a él hasta el final de su carrera. Y el 14 de mayo de 1946 nacieron
los bandos que por voluntad de sus integrantes se llamaron Rojo y Azul. Comenzaron las competencias
internas, en las cuales medio Instituto se enfrentaba al otro medio. (…) Un día aparecieron los distintivos,
el brazo izquierdo de las rojas ostentaba un triángulo blanco ribeteado de rojo y en el centro un indio en
posición arrodillada con su arco tenso y la flecha ya dirigida. Era el “abad pita” representante de una
raza americana noble y guerrera que probaba en la lucha, el arrojo, valor y destreza de sus hombres”.
(…) Y sobre la “I” las azules llevaban un pequeño escudo de paño lenci blanco, símbolo de pureza, y
en el centro un rombo azul, símbolo de nobleza en el pensar, en el sentir y en el proceder. Más tarde,
ese mismo año, los bandos realizaron un concurso de banderines y así en los partidos aparecieron las
compañeras alentando a las jugadoras con hurras y cantos mientras que agitaban ese trozo de paño
tan querido que era la materialización de sus afanes”. Fragmento firmado por “Lila, una ex alumna” en
las páginas de Acacia (1950).

Las competencias interbandos alcanzaron además otras áreas expresivas como el teatro, verdaderas
estrategias de búsqueda de excelencia que se aplicaron a partir de los recursos propios de la institución
y de sus miembros. Los nuevos tiempos y sus lenguajes llevarían a la renovación de los símbolos como
signos sustentados por las huellas del pasado.

88
ÍCONOS DE UN RECORRIDO

La mística institucional fue una construcción iniciada en los orígenes del Instituto y que se fue acentuando
con el paso del tiempo, para luego de casi un siglo de vigencia diluirse en una suerte de identidad global.
Ceremonia de entrega de la I, fiestas de presentación de los alumnos de primer año, ‘bautismo’ y otras
celebraciones sociales y deportivas, se realizaron anualmente con continuidad hasta la década de 1970.
Esas ideas también estuvieron presentes en diversas actividades asociadas a los símbolos, adoptados como
verdaderas herramientas de construcción de identidad.

Entre ellos se destaca el Himno, con letra de Enrique Romero Brest y música de Felipe Boero, que sería uno
de los símbolos creados en la etapa del Instituto Superior, junto con el gallardete y la I. Con el nuevo par-
adigma establecido en los ‘40, la Canción del Internado, obra de un alumno del INEF “General Belgrano”
devino en la Canción del Instituto que se cantaría en actos y eventos de todo tipo hasta la década de
1970. El espíritu se renovaba al ritmo de los cambios registrados.

Con el devenir y las mudanzas, las formas se transformaron. La mul-


tiplicidad de prácticas sociales de la comunidad
educativa representa la puesta
en acción de ideas
que refuerzan la
identidad y la inte-
gración institucional,
cada una en su tiem-
po histórico.
Este factor de iden-
tidad que se recrea
puede remontarse a los
albores del siglo XX y a
la creación del Instituto,
como un proyecto que
fue consolidándose des-
de lo disciplinar, en forma
conjunta con otros aspectos
que ponderaban los vínculos
sociales. Así pues, desde “lo
familiar”, que fue fundamental
para su sostenimiento inicial,el
Instituto transitó un prolonga-
do recorrido cuyo pasado hace
posible interpretarlo y compren-
derlo, y con ello saber quienes so-
mos y de donde venimos.

89
Innumerables imágenes del pasado de la institución y de las personas cuyas vidas
se entrecruzaron en ese ámbito pueden ser analizadas en forma sistemática. Como
verdaderos detectives, la mirada hacia el ayer nos permite aproximarnos a las ac-
ciones y a los personajes -y tras ellos a los conceptos- que rigieron las prácticas
sociales y pedagógicas pasadas, para acceder así a las ideas subyacentes en la
vida del Instituto de cada época.

Lo ‘familiar’ que constituiría un sistema de valores e ideales compartidos en lo disci-


plinar estuvo representado por el Sistema Argentino de Educación Física de Enrique
Romero Brest. Esta relación entre lo ‘familiar’ y lo ‘profesional’ permitió la construcción
de una identidad que facilitó el fortalecimiento de los lazos internos y aportó vigor al
proyecto liderado por su creador. Esa concepción marcaría el camino del Instituto
hasta finales de la década de 1930, momento en que el paradigma fue reempla-
zado. Su impronta, sin duda, definió el perfil de alumnos y docentes más allá de lo
estrictamente disciplinario y se replicó en la práctica profesional reproduciéndose en
el tiempo.

90
IDENTIDAD SOLIDARIA

Otros tiempos implicaron otras místicas y en sus postrimerías el siglo XX trajo su


renovación. La crisis de las ideología y el surgimiento de proyectos de una naturaleza
innovadora enraizaron en el Instituto. Algunos egresados regresan a la institución
que los formó para participar solidariamente en él o colaborar en la Asociación
Cooperadora, para perfeccionarse o enseñar, pero también para renovar en forma
reiterada su vínculo de gratitud. El Grupo de Intercambio Cultural (GIC) es tal vez
su mejor exponente.

EL GIC representa una de las más fructíferas iniciativas de la comunidad del Insti-
tuto. Surgido a comienzos de la década del 90, sus protagonistas consiguieron
imponer y sostener un proyecto que conquistó a la Institución, y logró expresarse en
la formulación de la currícula educativa. Sus miembros aspiran a una sociedad libre
y solidaria, en la que haya igualdad de oportunidades, y asumen el compromiso
como actutud personal y consideran necesarios la cooperación, el protagonismo
y el respeto.

“En la sonrisa, en el juego, en la búsqueda, en el abrazo, en los vínculos, en la


palabra, en la compañía, en la lucha, en el aprendizaje, en el otro, en cada uno
(…)”, es donde toman cuerpo nuestros sueños.

Grupo voluntario, independiente y autogestivo, en la actualidad está integrado por


estudiantes y egresados de diversas carreras, en su mayoría de Educación Física,

91
Recreación, Educación Popular, Artes, etc. y por quienes deseen
aportar desde sus conocimientos e historia personal a su trabajo.
Comunidades de Santiago del Estero (Vinará), La Rioja (Alto Jagüe,
Bajo Jagüe, Valle Hermoso y La Banda (Departamento de Vinchi-
na), Neuquén (Cajón El Huecú, Quili-Malal, Quilca, Pichai-Hue y
San Demetrio) y distintos barrios de vulnerabilidad social en Capital
Federal (Barrio de Chacarita) y Gran Buenos Aires constituyen su
campo de acción.

En 1991 seis estudiantes del primer año de la carrera de Educación


Física creyeron que para hacer un aporte a nuestra sociedad sólo
era necesario proponérselo y desde entonces el GIC transita por un
camino que lo lleva hacia una utopía, que era la propia.

Cientos de personas dejaron sus huellas e hicieron que el grupo


madurara y con ello el trabajo con las comunidades. Todos estos
años de experiencia, de acción y reflexión crítica, lo retroalimenta
mientras crece la utopía.

El GIC mantiene hoy su apuesta a la posibilidad de que transfor-


mar y construir la realidad está a su alcance, comprometiéndose
a trabajar voluntariamente promoviendo el intercambio y la reivin-
dicación cultural, la vinculación social, el diálogo, la actitud crítica
frente a la realidad y el protagonismo para transformarla, la salud, y
valores o conceptos como la libertad, igualdad de oportunidades,
compromiso, cooperación, respeto y educación, según afirma el
grupo en su página web.

Sus objetivos, reformulados en 2007, buscan construir colectivamente


espacios de participación e intercambio cultural donde se promue-
van la actitud crítica, la autogestión y el protagonismo para transfor-
mar la realidad. Se proponen específicamente: “generar procesos
que apunten a la construcción de proyectos autogestivos; construir
espacios de encuentro y contención para el uso creativo del tiempo
libre y el desarrollo integral de las personas; reivindicar las culturas
populares; y contribuir a la capacitación profesional.

Los proyectos atraviesan diversas disciplinas pero toman como base


la Educación Física y la Recreación, y se dirigen a las comunidades
rurales y urbanas de vulnerabilidad social. Para ello, la conformación
de estructuras de funcionamiento significativas que organicen
y canalicen el trabajo del grupo son tan esenciales como el
sostenimiento de una relación horizontal y de diálogo permanente
entre los participantes.

92
1939
EL DÍA DE LA EDUCACIÓN FÍSICA Y SU CELEBRACIÓN

Establecida oficialmente por el Decreto Nº 930 del 18 de julio de 1940, la Fiesta de la Educación Física fue
un símbolo destacable de la nueva organización que representó la Dirección General de Educación Física
en las décadas del ’40 y del ’50 y que continuaría inclusive después de su transformación en Dirección
Nacional de Educación Física. Bajo el impulso de esa Dirección, se convirtió en un evento de carácter
masivo a la vez que estrategia de difusión de las actividades del Instituto. El plan de acción de la recién
creada Dirección General contempló, además de la realización de competencias deportivas, torneos
atléticos y exhibiciones gimnásticas en todos los establecimientos escolares y organizó la Fiesta de la
Educación física a partir de 1939.

Fiesta de la Educación Física (Club de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, 1939)

Desfile de alumnas del Instituto I.N.S.E.F. y alumnos del Instituto “Gral. Manuel Belgrano”

93

Alumnas de establecimientos oficiales de Capital


en un movimiento rítmico
Las instalaciones del Club de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires y del Luna Park
sirvieron de escenario de las primeras celebraciones que, al adquirir una magnitud mayor
comenzaron a llevarse a cabo en el estadio Monumental de River Plate, el más grande del
país. Los registros fotográficos patrimonio del ISEF Nº 1 muestran que durante las décadas
del ’30 y del ’40 del siglo XX estos espectáculos de masas que aglutinaban a un público
entusiasta se consolidaron. Celebradas en primavera, las fiestas se abrían con un desfile de
estudiantes que llevaban las banderas de los establecimientos a los que representaban y
a continuación se realizaban actividades gimnásticas, deportivas y artísticas de mujeres y
de varones.

LA FIESTA DE RIVER

Fiesta de la Educación Física (River Plate, 1946)

Un decreto del Presidente Farrell estableció en 1944 el “Día de la Educación Física”, por el
cual el último sábado del mes de octubre de cada año los establecimientos secundarios
de enseñanza deberían realizar fiestas estudiantiles en las que se efectuaran formaciones,
desfiles, demostraciones gimnásticas y juegos.

El programa de la Fiesta celebrada en 1949, por ejemplo, consistió en un desfile de los equipos
participantes en los Concursos Intercolegiales al ritmo de la Marcha del Reservista, siguiendo

94
a los abanderados de los establecimientos secundarios que representaban a todas las
provincias y gobernaciones el país. Dispuestos en el campo del Estadio de River Plate,
se daba apertura formal al acto con el Himno Nacional y a continuación se entonaba
la Canción del Estudiante. En ese año se premió una Marcha de la Educación Física que
nunca alcanzó la popularidad de la anterior. Las actividades que los alumnos realizaban
daban cuenta de la metodología establecida, conocida como Método Único.
La ejecución de ejercicios gimnásticos y atléticos por parte de miles de estudiantes
secundarios era armónica y masiva e incluía una exhibición de danzas folklóricas.

Fotografías particulares y de periódicos muestran el paso de una multitud de jóvenes


formada por alumnos de colegios secundarios (públicos y privados), profesores de
educación física y autoridades civiles y militares de la República. La participación de las
autoridades políticas en este tipo de eventos es notable y revela la estrecha relación entre
el proyecto político y las celebraciones con introducción de desfiles de apertura. Éstos y
las exhibiciones se constituyeron en los ámbitos simbólicos de participación popular y de
interacción de las instituciones y los distintos sectores de la sociedad de la época.

95
Fiesta de la Educación Física.
Ingreso del Vicepresidente
de la Nación, Ramón S. Castillo,
y de Carlos A. Pueyrredón,
Intendente de Buenos Aires (River
Plate, 1941)

OTRAS CELEBRACIONES

Las formaciones estudiantiles no fueron ajenas a una tradición de desfiles cívico-militares que se entronca
con la historia de la nación argentina y que se consolidarían a lo largo del siglo XX. Una extensa iconografía
da cuenta de este tipo de eventos, que se articularon con el deporte y la educación. También el Instituto

Paso del Instituto ante el


Congreso en el desfile del 25
de Mayo de 1935, con dedi-
catoria a Romero Brest

96
estuvo presente en ellos y el paso de sus representaciones
con los estandartes y símbolos institucionales puede Inauguraciones del Mundial
observarse en fotografías de la época. y de ATC
“¡Hay que acortarlo!”, dijo en forma
La realización de este tipo de eventos contó con una carga categórica el oficial a cargo de la
simbólica fuertemente asociada al quehacer educativo
televisación, y un terminante:
y su difusión, tal como fueron originalmente concebidos.
“¡Va todo o no va nada!” respondió
Sin embargo, su formato masivo fue una herramienta
Beatriz Martí, Inspectora de la Direc-
utilizada en la década de 70 para la propaganda política
ción Nacional de Educación Física
de la dictadura militar y, perdido en el imaginario popular
responsable del esquema. Así lo
el sentido esencial de la celebración, la práctica fue
recuerdan las alumnas del Instituto
rápidamente abandonada.
que se encontraban en la primera

Las últimas realizaciones de la Fiesta de la Educación línea de ejecutantes.

Física que se registran son las de los años 1979 y 1980, Sobrevino entonces una negocia-

llevadas a cabo en el estadio de River Plate. Su formal ción: el desfile y la muestra se harían
desaparición se produjo con el cambio de jurisdicción completos, pero la transmisión tele-
de los establecimientos educativos, poco después del visiva comenzaría con el inicio de la
cual este tipo de muestras y desfiles relacionados con la exhibición gimnástica.
educación física dejaron de tener lugar.

A lo largo de su historia, el rol de alumnos, docentes y


egresados del Instituto sea como ejecutantes, conductores
u organizadores eficientes de las Fiestas de la Educación
Física llevó a la convocatoria de los inspectores de
educación física para la organización de la fiesta inaugural
del Campeonato Mundial de 1978. Era peligroso negarse a
participar y frente a la tarea asignada ésta se llevó a cabo
de acuerdo al “saber hacer” forjado en tres décadas de
experiencia

La fiesta de inauguración del mundial ’78 se organizó


de acuerdo a un plan cuidadosamente ensayado. Con
él se haría la primera emisión de televisión color desde
Argentina.

La duración del plan gimnástico resultó tan adecuada


para los inspectores de educación física que lo habían
concebido y coordinado, como excesiva para los directivos
militares de su transmisión por TV, regidos por otros criterios.

Fiesta inaugural del Mundial ‘78

97
A MODO DE EPILOGO

“Verdad es que la obra del Instituto es el resultado de los es-


fuerzos de todos, de maestros y discípulos, esfuerzos desinte-
resados y verdaderamente patrióticos en el alto significado
de este concepto” sostenía Enrique Romero Brest en 1917, en
una publicación destinada a difundir las características del
Instituto, y agregaba: “Todo lo expuesto en este folleto surge
de los documentos oficiales archivados en la institución y
en los hábitos de trabajo, conocidos por los alumnos y los
asistentes en sus diversas actividades. Deseo hacer constar
particularmente, como un acto de justicia que me es grato,
la constante solidaridad que ha unido a los alumnos y a los
colaboradores en la tarea docente.”

Después de más de un siglo en movimiento, un salto en


el tiempo permite ver al movimiento como metáfora de
un recorrido centenario y como realidad de un itinerario
en el espacio y en el tiempo, en el proceso de enseñar y
aprender; en el desarrollo de generaciones de docentes
vinculados a su propio escenario histórico y a los cambios
paradigmáticos. Resulta imposible no escuchar los ecos
de las palabras de sus protagonistas, de los pioneros, de
esos hombres y mujeres que acompañaron el proyecto de
Romero Brest para la Educación Física de nuestro país y que
nos siguen habitando.

Entre ellos Juana Alzú, egresada en 1916, se transformó


en una de las colaboradoras más próximas al fundador
del Instituto y en su discurso con motivo de la colación de
grado en representación de las alumnas dejó sentado una
visión del porvenir que los esfuerzos iniciales reflejaron
luego en los hechos de la historia institucional.

Daba cuenta allí de las condiciones, de los espacios, de los


recursos y las herramientas para la labor docente. Miraba el
recorrido del Instituto, orgullosa de su pasado y con entusi-
asmo hacia el futuro, ese futuro que hoy es nuestro presente
y que, siguiendo los ciclos de la vida, pronto volverá a
ser pasado. Hacía mención al primer cuerpo de profe-
sores constituido solamente por el director y el secretario,
que eran a la vez profesores de todas las asignaturas en

98
todos los cursos, y también a los recursos disponibles para
la enseñanza -como el sencillo y primitivo aparato registra-
dor de Marey, que llamaban cariñosamente el “abuelito”-,
hasta llegar al “bien surtido laboratorio de fisiología”, que
ella confiaba en que un día sentaría la norma científica de
la educación física racional, tal como la concebía Romero
Brest, reflexionaba Alzú.

Como parábola de un movimiento ininterrumpido de más


de 100 años, hemos elegido para el final de este libro una
voz juvenil, como símbolo de todas las generaciones que han
posicionado al ISEF N° 1 en un sitial preponderante.

“Día ha de llegar en que una peregrinación agradecida irá


en masa religiosa a visitar el modesto cuarto de sirvientes
que fue la primera sala directiva, en la escuela Rivadavia,
sala en donde se elaboró silenciosamente la obra que había
de venir a culminar hoy, con la recepción de los primeros
Profesores Superiores de Educación Física. Ha de ir también
la peregrinación a la casa humilde de la calle Azcuénaga
en donde un ministro progresista, el doctor Naón, descubrió
la escuela, el Curso Normal de Educación Física, como en-
tonces se llamaba, y la ungió por sus méritos propios con
los honores de Escuela Normal. Irá después a la casa de
Bartolomé Mitre, en la que comenzamos nuestros estudios
muchas de las que aquí estamos y de la que guardamos
tan gratos recuerdos. Aquella fue, en medio de su modestia,
un palacio que auguraba éxitos más grandes, como el que
nos trajo finalmente a esta casa, en donde como siempre,
nos establecimos lentamente, en medio de mezquindades
económicas, disimuladas por la alegría de poder hacer
mejor la tarea educativa del Instituto. Tal es la evolución
que hemos hecho en diez años de labor incesante: desde
el patio de una escuela primaria a este establecimiento
especial.”

99
100
bibliografía
Alzú, Juana. Discurso pronunciado por la señorita Juana A. Alzú, en nombre de sus
compañeras, en la colación de grados de 1916. Revista de Educación Física, Año 8 Nº
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Revista Pedagógica Argentina, 1890.

101
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Vásquez, César. Cartas y notas ministeriales. [Colección C. Vásquez del CDH-ISEF].

entrevistas
Nenecha Brest

Alberto Dallo

Alfredo Miri

Marta Sanz

Lila Tufró

102
103
nicialmente imaginado como una historia institucion al que
per mitiera reconocer al isef actual como legatario de su his-
t o r i a centenaria, la elección de sus contenidos tuvo diferentes ritmos y ori-
entaciones en su evolución, y se desarrolló recorriendo diferentes tiempos
y espacios, adentrándose en diversidad de cuestiones, apelando a los
recuerdos y los testimonios de quienes enseñaron y de quienes aprend-
ieron en sus aulas, gimnasios y campos de juego. En síntesis, la propia
génesis de este libro impuso los criterios, las líneas narrativas, los mate-
riales elegidos del cúmulo de información disponible. de esa rica base
de materiales surgieron estas páginas, que se proponen simplemente
dar a conocer la historia de una institución dinamizada durante más de
un siglo por el quehacer cotidiano de sus protagonistas

104

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