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Pereyra-Rodriguez Más de Un Siglo en Movimiento
Pereyra-Rodriguez Más de Un Siglo en Movimiento
MÁS DE UN SIGLO
EN MOVIMIENTO
1906-2016
MÁS DE UN SIGLO
EN MOVIMIENTO
1906-2016
M. Violeta Pereyra - Ricardo Rodríguez Pereyra
Pereyra, María Violeta
Más de un siglo en movimiento 1906-2016 / María Violeta Pereyra;
Ricardo Rodríguez Pereyra. - 1a ed. ilustrada. – C.A.B.A.: ISEF N°1, 2016.
CD-ROM, PDF
ISBN 978-987-42-0560-5
Ilustraciones
Carlos M. Lau
Jefe de Gobierno
Vicejefe de Gobierno
Ministra de Educación
Autoridades del
Instituto Superior de
Prof. Jorge Carlos Rossi
(Vice - rector)
Educación Física Nº 1
EL CAMPO INSTITUCIONAL 6
LA CONSOLIDACIÓN DE UN PROYECTO 7
MIXTOS Y BIFURCADOS 15
UN FINAL DE RECORRIDO 23
COLECCIONES Y LEGADOS 28
ESPACIOS DE INDAGACIÓN 35
EL LABORATORIO PEDAGÓGICO 40
EL CAMPO DISCIPLINAR 43
DEPORTES INDIVIDUALES 56
ECOS Y VOCES 82
LA I DEL INSTITUTO 87
BANDOS Y DISTINTIVOS 88
ÍCONOS DE UN RECORRIDO 89
IDENTIDAD SOLIDARIA 91
LA FIESTA DE RIVER 94
OTRAS CELEBRACIONES 96
A MODO DE EPÍLOGO 98
BIBLIOGRAFÍA 101
ENTREVISTAS 102
Palabras preliminares
La presentación de un libro sobre el ISEF Nº 1, originado en la anterior gestión habla a las claras
sobre lo que los autores reflejan a lo largo del mismo: el derrotero institucional de un nómade
centenario y la continuación de los esfuerzos e ideales que se mantuvieron hasta el presente a
pesar de obstáculos varios.
El Instituto goza hoy de un prestigio que trasciende las fronteras, como institución rectora desde
sus comienzos en la formación de docentes del país y por su carácter de verdadera “escuela”
digna de imitar.
Distintos locales fueron albergando nuestra casa a lo largo del tiempo hasta poder situarnos
en esta sede propia donde nos encontramos en la actualidad. Esas instalaciones, a veces
compartidas, transitorias, prestadas, son mostradas en este libro hasta llegar a los actuales
espacios, algunos de ellos en etapa de finalización. Hoy podemos afirmar que tenemos el
Instituto que siempre anhelamos y por cuya concreción trabajamos varias generaciones de
docentes, alumnos y personal en general. Docentes y miles de estudiantes dieron vida a la
institución, y otros arribarán para seguir aprendiendo a enseñar, y utilizar las canchas, gimnasios,
pistas, bibliotecas y espacios de investigación, dando sentido a nuestra misión.
La historia institucional del ISEF Nº 1 y su patrimonio histórico, así como las realizaciones
actuales, dan testimonio de las contribuciones que sus miembros hicieron y hacen en forma
ininterrumpida desde más de un siglo ya en pro de la educación física y del deporte en nuestro
país. Se trata aquí de demostrar su dinamismo desde la mirada y las voces de quienes fueron
sus protagonistas, visibles a veces pero con mayor frecuencia anónimos.
Reconocer nuestro presente sobre la base de un pasado relevante nos impone obligaciones
hacia el futuro desde nuestra acción presente. Por eso se propone aquí dar a conocer el
ayer y el hoy de la institución y celebrar su existencia rescatando de la memoria hechos y
protagonistas.
Con el deseo de mantener el sitial que le corresponde como pionero en Argentina y también
–factor indiscutido- porque por sus aulas pasaron estudiantes que dejaron una profunda
impronta en la educación física nacional, nos enorgullece y nos honra abrir estas páginas que
dan cuenta de más de un siglo en movimiento. También con la alegría de sentirnos parte de los
actores de una historia con “final feliz” y con la confianza de su continuación, entregamos esta
obra a los lectores, alumnos, docentes, amigos y a la comunidad toda.
1
2
Acerca de este libro
Gracias a la iniciativa del ex rector del Instituto, el Lic. Víctor Bloise, comenzamos a pergeñar el diseño de
una publicación que fuera representativa del Instituto. Lecturas, entrevistas, búsquedas y muchas horas
de escritura y elaboración, dieron su primer fruto a mediados del 2014. Ese primer producto fue revisado
Bloise en su rediseño, a sus sugerencias y aportes -que procuraban dar cuenta de aquello que consideraba
testimonios significativos, a partir de su propia experiencia de estudiante, docente y más de ocho años de
En la presentación preliminar redactada a fines de 2014, decía el entonces rector respecto de la vida
institucional: “Volver a colocar al Instituto en el lugar que merece y le corresponde por ser el pionero, y porque
por sus aulas pasaron estudiantes que luego fueron docentes que marcaron una huella en la Educación
Física del país, es un valor agregado a la vida de cada uno de los que la llevamos adelante, con la seguridad
de ser lo que deseamos desde un primer momento.” Al referirse al devenir del Instituto destacaba Bloise tanto
“el paso de un lugar compartido a uno propio, por primera vez en su historia, ya que fueron prestadas todas
las instalaciones que lo albergaron y que se muestran en estas páginas.” y agregaba: “Sin lugar a dudas,
aunque todavía falte finalizar algunos espacios, hoy podemos decir que tenemos el Instituto que siempre
quisimos y pensamos, y que por fin podemos dejar como legado. Futuras conducciones, docentes y miles
de estudiantes seguirán transitando nuestras canchas, aulas, gimnasios, pistas. Se podrá reconocer en estas
páginas el logro de uno de los grandes objetivos que nos propusimos al hacernos cargo de la conducción,
Apelamos al rescate de su memoria en los hechos que se cuentan y el recuerdo de sus actores, gestores
de un movimiento más que centenario. En esa tarea fue decisiva la colaboración de Martín A. Pereyra en
la elaboración de algunos capítulos y en las revisiones de estilo que sugirió desde su perspectiva de lector
crítico y creativo.
Y así, como un organismo vivo, a partir de su concepción en abstracto, este libro se propuso mostrar algunas
claves que ayudaran al conocimiento y reconocimiento de una institución y, en forma casi natural el texto
pares. Los relatos que legó el pasado de imágenes, ideas, tradiciones, documentos y testimonios, en tensión
3
con el contexto presente -que lo demanda como producto y lo amerita como necesario- se plasmaron sin
soslayar situaciones en las que la ironía y el humor las alejan de un relato que pudiera definirse como “oficial”.
El proceso no fue ajeno a todas estas realidades institucionales y personales, creativas y recreadoras en sí
mismas, que quedaron articuladas finalmente en torno a tres ejes: el institucional, el disciplinar y el de la
identidad.
La elaboración de Más de un siglo en movimiento. ISEF Nº 1 “Dr. E. Romero Brest” 1906-2015 se apoyó con
énfasis en los materiales iconográficos que atesora su Centro de Documentación Histórica y fue el resultado
de varios de los segmentos de actividades que se realizaron desde su creación. Al trabajo con las fuentes
escritas y el análisis iconológico de los alumnos y docentes cuyo paso por el Instituto fue registrado durante
más de un siglo, se sumaron entrevistas orales y videos, así como los aportes que proveían películas antiguas,
registros administrativos y de planes de estudios, itinerarios edilicios, cambios de denominación del Instituto,
Imaginado al inicio como una historia institucional que permitiera reconocer al ISEF actual como legatario de
su historia centenaria, la elección de sus contenidos tuvo diferentes ritmos y orientaciones en su evolución,
recuerdos y los testimonios de quienes enseñaron y de quienes aprendieron en sus aulas, gimnasios y campos
de juego y hoy continúan reproduciendo y recreando la vida académica. En síntesis, la propia escritura de
este libro impuso los criterios, las líneas narrativas y la elección de los materiales del cúmulo de información
disponible. De esa rica base surgieron estas páginas, que se proponen dar a conocer simplemente la historia
de una institución dinamizada durante más de un siglo por el quehacer cotidiano de sus protagonistas.
Esa mirada miscelánea resultó, finalmente, en un homenaje a la Casa y a sus Gestores, y un acto de
reconocimiento a la dinámica y sinergia que éstos supieron imprimirle a la vida académica en movimiento.
Aunque heterogénea en sus recursos discursivos, esta obra intenta esbozar los fundamentos que llevaron a
Enrique Romero Brest a crear el instituto en el contexto de las tendencias pedagógicas, científicas y sociales
dominantes de la época y las surgidas en el curso del siglo XX, y que dieron lugar a diferentes modelos de
acción. Sus posteriores reformas también fueron exploradas, conjuntamente con su significado en la historia
del Instituto y de la educación física. Los paradigmas más sobresalientes se presentan como segmentos
de esta historia a partir de los profundos cambios que propusieron: el que corresponde a Romero Brest y su
Sistema Argentino de Educación Física, el de César Vásquez y la Dirección General de Educación Física,
y el tercero, que podemos asociar a los movimientos sociales y políticos de la segunda mitad del siglo XX
y vincular en sus inicios con la figura de Ramón Muros y su gestión en la Dirección Nacional de Educación
Física.
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La cotidianeidad del pasado que dio identidad al Instituto y cuya proyección se preservó, fue recogida
en los relatos de sus protagonistas, las voces de las revistas estudiantiles y la iconografía. Hoy está presente
en la vida institucional en el cúmulo de testimonios que, en forma de objetos, trofeos y estatuas conviven
actualmente en los espacios de los antiguos y nuevos edificios del Instituto, formando un puente entre el
común y en el de pertenencia que otorga identidad a la comunidad de esta casa de estudios. Por eso la
estructura de este libro articula la diversidad de contenidos en tres partes, la última de las cuales propone
5
EL CAMPO INSTITUCIONAL
6
PARADIGMAS: UNA MIRADA HACIA NUESTRO PASADO
LA CONSOLIDACIÓN DE UN PROYECTO
7
de la Universidad Nacional de Buenos Aires [sic].
El sistema creado por Enrique Romero Brest abordó la problemática de la educación física desde diferentes
dimensiones: fisiológica, psicológica, social y espiritual. En el marco de la hegemonía económica, política
y cultural de Inglaterra y de Europa en general, y encuadrado en los paradigmas de fines del siglo XIX, se
apoyó en los principios científicos y educativos del positivismo y del evolucionismo. Fue así que con el rigor
que la misión ameritaba, Romero Brest creó las bases de una institución destinada a formar profesores de
educación física. Rodeado de un cuerpo docente y directivo comprometido y con el respaldo del Estado
Nacional, llevaron adelante el proyecto que hoy en día nos identifica.
Desde lo disciplinar, sus postulados doctrinales fueron la antítesis al carácter militarista que se le había dado
hasta ese momento a una educación física no sistematizada en el país y representada por los Batallones
Escolares. Sus premisas constituyeron un todo con un método definido de acuerdo a ellas y basado en
procedimientos específicos: ejercicios gimnásticos metodizados; juegos educativos; deportes racionales y
concursos (i.e. competencias); rondas escolares y mediciones antropométricas.
Desde 1900 Enrique Romero Brest se preocupó por sistematizar y divulgar los fundamentos teóricos y los
recursos metodológicos requeridos para aplicar el sistema. A su primera elaboración, titulada “Curso de
Educación Física” le sucedieron otras publicaciones en la Revista de la Educación Física (órgano de difusión
del Instituto) y “Bases de la Educación Física Argentina”, y diversas obras como “Gimnástica fisiológica” y “El
Sentido Espiritual de la Educación Física”.
8
AMISTADES Y ESTRATEGIAS PEDAGÓGICAS
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La llegada de Pizzurno al Ministerio de Educación permitió plasmar un proyecto pedagógico innovador que
incluiría en forma definitiva la Educación Física en el sistema escolar y le daría proyección nacional.
Coll - Vásquez
A pesar de su brevedad -durante la presidencia de Roberto M. Ortiz, de 1938 a 1940-, la gestión de Coll fue
fructífera y permitió superar algunas de las necesidades que se planteaban en materia educativa. Abogado
penalista y profesor universitario, Jorge Coll había sido alumno del Instituto Nacional Oeste y tuvo entre sus
profesores a Enrique Romero Brest, de quien no guardaría un buen recuerdo. Es probable que la designación
de César Vásquez como primer Director General de Educación Física haya sido fruto de la propuesta del
Dr. Carlos Broudeur, a la sazón subsecretario del Ministerio conducido por Coll, quien también era socio del
C.U.B.A.
Escribano de profesión, Vásquez tuvo una extensa actuación deportiva en atletismo, esgrima, rugby,
natación y waterpolo. Al asumir el cargo adoptó una serie de medidas cuya implementación en los
establecimientos nacionales buscaba mejorar la educación física escolar, entre las que se destacan los
cambios llevados a cabo en la formación de los docentes de la especialidad y la derogación del Sistema
Argentino de Educación Física en marzo de 1939 (resolución ministerial Nº 19).
No se brindaron razones teóricas ni prácticas para justificar la medida, que significó el final del primer gran
paradigma que había comenzado cuatro décadas antes con Enrique Romero Brest. La reforma propuesta
para la formación docente implicaría la modificación de los planes de estudio del Instituto y el aumento del
número de horas de clase que se dictaban, en especial las de carácter práctico, a la vez que cambiaron
sustancialmente los contenidos curriculares, introdujeron la enseñanza de las danzas folklóricas y los
campamentos.
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LA REFORMA DEL ‘40
Los cambios políticos posteriores a la crisis de 1930, el alejamiento del fundador del Instituto de su cargo de
Director y la renovación del ambiente educativo bajo el ministerio de Coll llevaron a desplazar el liderazgo
de las políticas hasta ese momento hegemónicas en la Educación Física hacia la figura de César Vásquez.
En el país había nuevas demandas en lo político y por ende en materia educativa. De esta forma, el Estado
Nacional brindó su apoyo a esta figura, que iba a renovar la concepción de la educación física en nuestro
país desde una perspectiva que implicaba ‘argentinizarla’. La creación de una Dirección Nacional de
Educación Física permitió impulsar políticas que tuvieron un alcance muy amplio y produjeron un desarrollo
exponencial de la disciplina en todo el territorio nacional y de acuerdo a un modelo establecido por la
mencionada Dirección.
Si bien hubo continuidades con el Sistema Argentino de Educación Física en cuanto a lo disciplinar, el proyecto
de Vásquez se orientó hacia la formación de ciudadanos líderes a partir de la competencia. Consideraba
que la recuperación nacional, junto con la organización de la industria, daría la solución a los problemas
entre el capital y el trabajo, entre el campo y la administración nacional. Igual que en la etapa anterior,
se asumía que la educación era la base de “la grandeza espiritual y potencial de toda nación civilizada”.
En ese contexto, la importancia de la educación física derivaba de su misión principal, consistente en “la
formación de una juventud vigorosa y sana, disciplinada y austera, con sentimientos de pundonor nacional
y en condiciones permanentes de actuar allí donde la Nación lo necesite”. Sus expresiones no dejan duda
acerca de su participación en el proyecto político del estado de su tiempo. Se trataba de un proyecto con
centro en el Instituto de Buenos Aires y de alcance nacional.
11
En su calidad de deportista experimentado en varias disciplinas, se apoyó en el deporte para el desarrollo
de su proyecto. Así por ejemplo, se valió de una práctica institucionalizada de Torneos Intercolegiales y de
la celebración del Día de la Educación Física para promover los valores de la misma a niveles nunca vistos
antes en nuestro país y que iban más allá de los establecimientos educativos.
Coincidente con la separación por sexos de los estudiantes de educación física, que a partir de 1940 llevaron
a cabo sus estudios en dos institutos, la creación de un sistema de internado para los alumnos provenientes
de las provincias –primero para varones y luego para mujeres– permitió que la enseñanza allí impartida se
reprodujera a lo largo de todo el país cuando los jóvenes egresados retornaban a sus lugares de origen,
formados en un Instituto de máxima calidad. El internado masculino se estableció en San Fernando mientras
que el femenino se mantuvo en la Capital Federal, ambos próximos a los respectivos institutos, que recién
volverían a reunirse dos décadas más tarde.
Esta medida, de alcance nacional logró que el ejercicio del rol docente en la especialidad se cumpliera
en forma similar a lo largo de todo el territorio y se complementó con otras igualmente relevantes como la
realización de campamentos educativos conducidos por profesores de educación física y la formación
de un equipo de Inspectores de Educación Física con el objeto de lograr un acercamiento directo a los
establecimientos escolares secundarios.
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La perspectiva desde la que se llevó adelante la reforma del ’40
tenía fundamento en la propia experiencia que, como deportistas,
habían tenido sus protagonistas. La valoración de la proyección
social del deporte de alta competencia se transfirió a un proyecto
educativo de alcance nacional.
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NO SÓLO UNA CUESTIÓN DE NOMBRE
Es sabido que los sustantivos comunes definen la esencia de las cosas y nos permiten reconocerlas en la
multiplicidad de lo que existe. A través de su historia, nuestro I.S.E.F. Nº 1 recibió diferentes denominaciones
que fueron en sus primeras etapas una adecuación del nombre de la institución a su propio desarrollo
y, más recientemente, una expresión de los cambios que se verificaron en el proyecto educativo argentino
en general.
1939 El I.N.E.F. se destina exclusivamente al sexo femenino (Decreto de la Dirección General de Educación
1961 Instituto Nacional de Educación Física [Ì.N.E.F.] “Dr. Enrique Romero Brest”, sección mujeres (Resolu-
ción Ministerial)
1967 Instituto Nacional de Educación Física [Ì.N.E.F.] de Buenos Aires, fusión de ambos Institutos (De-
1979 Instituto Nacional de Educación Física [Ì.N.E.F.] “Dr. Enrique Romero Brest” (Resolución del Ministro
de Cultura y Educación)
1994 Instituto de Educación Física [Ì. E.F.] Nº 1 “Dr. Enrique Romero Brest” (paso de la jurisdicción de la
2004 Instituto Superior de Educación Física [Ì. S.E.F.] Nº 1 “Dr. Enrique Romero Brest” (Resolución del
Gobierno de la Ciudad)
*Denominado “Gral. Manuel Belgrano” (Decreto de junio de 1940) y luego Instituto Nacional de
Educación Física
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Más allá del aspecto formal implícito en las alternativas modificaciones de su denominación, las diversas
instancias que condujeron a los cambios institucionales revelan innovaciones en las tendencias dominantes:
organizativas en algunos casos y disciplinares en otros.
MIXTOS Y BIFURCADOS
La separación de las secciones femenina y masculina expresa una trasformación relevante en la vida del
Instituto. La implementación del nuevo paradigma difería en este aspecto del establecido por Enrique
Romero Brest. Es probable que no sea ajena a esa decisión la pertenencia de César Vásquez al C.U.B.A.,
una institución hasta la actualidad estrictamente masculina. También la fusión de ambos institutos, casi
tres décadas después es reveladora de profundos cambios conceptuales en el sistema educativo.
Las fotografías de las primeras promociones de los Institutos, ideológicamente definidos por el proyecto
de Romero Brest la primera y del creado por César Vásquez la segunda, permiten asimilar a sendas repre-
sentaciones iconográficas dos momentos claves en la historia del Instituto. A estos egresados sucederían
en el tiempo las promociones de docentes de educación física que darían cuenta del progreso de la
disciplina y de su enseñanza.
(Buenos Aires,1907)
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AL COMPÁS DE LAS IDEAS
La copa
La futura profesora de Educación Física llegó puntual a la Entrega de Premios de las compe-
tencias deportivas en el Colegio Militar. Era una mañana soleada y una pequeña delegación
de alumnas de 3º año del INEF de Buenos Aires, había ocupado su lugar en la for mación
frente a los equipos ganadores. La alumna había sido elegida para entregar la copa más
grande -correspondiente al Ar ma vencedora en las competencias- al general que, como
Director de Institutos Militares presidía el acto. De acuerdo al ceremonial debía entregarla
jerárquicamente al oficial que representaba al equipo ganador. Avanzó decidida hacia los
jefes militares ante la mirada solemne de la concurrencia. En sus manos llevaba el trofeo que
en segundos depositaría en las del orgulloso general. Pero algo siempre puede fallar: la alum-
na con una amplia sonrisa entregó la copa a un oficial … de menor rango y, considerando
cumplida su misión regresó a su puesto junto a la mesa de los trofeos. Ante la conster nación
general una voz resonó de inmediato y con fir meza, poniendo en evidencia la terrible con-
fusión. “Disculpe Mi General, la Señorita es un civil que no conoce las insignias de rango”, dijo
el maestro de ceremonias, pálido, mientras pasaba la copa de las manos impropias a las del
general.
No podía repetirse una situación similar; el ceremonial debía restablecerse y el capitán a
cargo, sin poder adiestrarla en los distintos tipos de insignias y distinciones que llevaban los
militares en su unifor me, optó por entregarle la siguiente copa,-algo más pequeña,- al tiempo
que le daba una sencilla consigna: “¡Al del huevo frito!”, para identificar al oficial que debía
recibirla.
El sol volvió a salir, después que el cielo parecía haberse nublado en ese inolvidable momento
en el cual la copa quedó en las manos equivocadas.
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UN NÓMADE CENTENARIO:
RECORRIDOS POR EL ESPACIO URBANO Y EL CONTEXTO HISTÓRICO
Si el espacio físico que una institución ocupa es relevante para su funcionamiento, es indudable que el
nomadismo del Instituto dejó profundas huellas en él. Las sedes que lo albergaron en su prolongada vida
fueron múltiples y condicionaron su desarrollo. Así, desde la consolidación del Curso Permanente para
Maestros en 1906, su propia evolución y la del contexto histórico condujeron a locaciones transitorias hasta
que le fuera asignado el predio de Miguel Sánchez 1338 que ocupa en la actualidad. En ese recorrido de
más de un siglo por una decena de sedes, se verificaron adaptaciones que contribuyeron a modelar una
identidad tan dinámica y cambiante como los sucesivos traslados.
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En 1909 se creó la Escuela Normal de Educación Física, como un desarrollo del Curso Normal, lo que
implicó una nueva configuración y jerarquía institucional. Las autoridades decidieron darle una mejor
dotación y la Escuela se trasladó entonces a un local más apropiado, situado en Bartolomé Mitre 2520. Por
primera vez contó con un espacio propio que mantuvo hasta 1912 y que le permitió un desarrollo institucio-
nal acorde con la evolución de la disciplina.
Con su elevación a la categoría de Instituto Nacional Superior de Educación Física se impuso un nuevo
traslado a un predio más adecuado en el que el INSEF contó con un gimnasio y canchas de juego para
las prácticas requeridas, además de un Laboratorio de Fisiología y de mediciones antropométricas, un
Laboratorio de Fotografía y una Biblioteca.
La nueva sede de Coronel Díaz 2180 sería un ícono de ese proyecto, expresión de la madurez institucional
lograda y de su reconocimiento oficial.
Una de las consecuencias de la revolución conservadora de 1930 y de los cambios políticos que se llevaron
a cabo fue la decisión de omitir en el nombre del Instituto la mención de su categoría de institución de
educación “Superior”. Ésta habría sido una de las causas de la renuncia indeclinable de Enrique Romero
Brest a la dirección del Instituto y su alejamiento de la función pública en 1932.
Entre las medidas de reorganización adoptadas en ese momento se cuentan la separación de secciones
por sexo en 1939 y la creación de los internados para los alumnos procedentes del interior del país. La sec-
ción masculina, convertida en Instituto de Aplicación General Belgrano, fue trasladada a San Fernando,
donde funcionó el internado de varones. La sección femenina conservó su denominación y la sede de
Coronel Díaz, que la albergó hasta 1957.
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LA VIDA COTIDIANA EN EL INSTITUTO
Más allá de los registros de la historia, la vida de la comunidad del Instituto desde sus orígenes estuvo
cimentada en lazos afectivos y de pertenencia. Pero sería a partir de la creación del internado que éstos
se potenciaron y contribuyeron a la creación de una cotidianeidad socialmente revitalizada.
Sin contar inicialmente con un local propio, desde su creación en 1945. el internado femenino funcionó
en diferentes pensiones y locales alquilados al efecto por el Ministerio de Educación. La pensión de la
calle Billinghurst fue la primera y a ella siguieron otras casas, como la de Manuela Pedraza, próxima a la
1
nueva sede del Instituto de Republiquetas 1050. Después del derrocamiento del presidente Perón, las
instalaciones destinadas a las actividades de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) masculina, fueron
asignadas al Instituto femenino.
Las condiciones ofrecidas a las alumnas internas eran óptimas para su formación, ya que al alojamiento
y manutención que la beca contemplaba se agregaba la disponibilidad de la biblioteca y de las insta-
laciones para las prácticas deportivas en amplios horarios. El internado contaba con normas claras y
estrictas de funcionamiento: horarios para levantarse, para acostarse y para las comidas; controles
de asistencia y de pernocte fuera del internado, y días de salida del predio que las profesoras a cargo
registraban con rigurosidad. Todo esto contribuyó a la formación de vínculos personales establecidos para
disfrutar la cotidianeidad del Instituto y, muchas veces, también para soslayar la aplicación de sus reglas,
que eran estrictas y contemplaban todos los aspectos de la vida diaria.
1
Llamada luego Crisólogo Larralde y en la actualidad Miguel Sánchez, en recuerdo del deportista desaparecido.
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El predio de Republiquetas dependía del Ministerio de Educación y su uso fue compartido con el Centro
de Educación Física (CEF) Nº 1 y algunas escuelas secundarias de la Capital que impartían sus clases
curriculares de Educación Física en el lugar. Diez años después, ambos Institutos volvieron a fusionarse en
el INEF de Buenos Aires y al uso compartido de gimnasios, pista de atletismo, canchas, pileta y vestuarios.
Las actividades se desarrollaron allí hasta 1973, cuando el Instituto fue desalojado y el predio transferido
de la órbita del Ministerio de Cultura y Educación a la de Bienestar Social. Al año siguiente funcionó en las
instalaciones del Club Comunicaciones, alquiladas para las prácticas deportivas, mientras que las asig-
naturas de carácter teórico comenzaron a dictarse en aulas improvisadas en forma precaria.
Pese a lo traumático de la situación que provocó ese imprevisto traslado, algunos testimonios permiten
reconocer el sentido del humor que afloraba en medio de las penurias y falta de condiciones edilicias
adecuadas para vivir el día a día.
20
El “Aula Peugeot”, por ejemplo, era una
La etapa de Comunicaciones constituyó un hito y un punto de ruptura que alteró profundamente la vida
institucional y, a pesar de tratarse de un período breve, ya que en 1976 pudo volver a su lugar en el barrio
de Núñez, la experiencia de esos años provocó cambios notables en la identidad y autopercepción del
Instituto. Las dos piletas y algunos gimnasios y aulas con los que el Instituto había contado para su funcio-
namiento entre 1967 y 1973 habían sido demolidas y la disponibilidad de espacios estaba modificada.
Con todo, ese regreso del Instituto Nacional de Educación Física de Buenos Aires a Núñez representó el
comienzo de la última etapa en el derrotero por la capital.
En 1976 fue reubicado en un espacio que sería parte de su sede definitiva, accesible desde Republiquetas
1050. Aún cuando algunas construcciones desaparecieron y otras cambiaron de uso, la fisonomía general
de ese predio - que hoy ocupa el CENARD - aún puede reconocerse. Las aulas se construyeron en torno
al “cuadrado”, suerte de patio seco que sería el corazón de la Institución. Antes de finalizar esa década,
el 9 de marzo de 1979 tuvo lugar la restitución del nombre de su fundador al instituto.
21
Nuevas construcciones del ISEF Nº 1
El desalojo de las instalaciones del CENARD había llevado al rector Landini a adoptar una posición de resis-
tencia, ignorando la inminencia de la concreción de la medida dispuesta, lo que implicaba no iniciar
ninguna gestión. Los días avanzaban y los profesores asumieron el liderazgo y encontraron una vía de solu-
ción en la solicitud del predio de YPF lindante con el instituto. Gunardo Pedersen protagonizó la concreción
del proyecto y logró la asignación de ese espacio.
La disponibilidad del predio permitió la construcción de las nuevas aulas y gimnasios que constituyen las
modernas instalaciones del ISEF Nº 1, ahora propias, y con acceso independiente desde Miguel Sánchez
1338. El Convenio firmado entre la Dirección Nacional de Arquitectura Escolar y la Asociación Cooperadora
del INEF para la construcción de oficinas, aulas y otras instalaciones marcó el inicio de una nueva etapa
edilicia con la que se daba cierre al proceso centenario de su derrotero por la capital.
Tres sedes icónicas: Coronel Díaz 2180; Libertador 7000 (San Fernando) y Republiquetas 1050.
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UN FINAL DE RECORRIDO
Lo que parecería ser el signo del final del trayecto recorrido, bien entrado el siglo XXI, encuentra a la insti-
tución con el reconocimiento académico merecido por su calidad educativa.
Distinguido:
A la satisfacción del reconocimiento a los esfuerzos de la comunidad del ISEF que produce la obtención
de esta distinción, necesariamente se impone una mirada al futuro, que nos compromete. Sabemos que
el presente ha sido resultado del trabajo de varias generaciones en un período de más de un siglo y que el
mañana debe honrarlas.
23
Otros galardones que nos enorgullecen y honran, además del Premio Sapientiae otorgado a la institución,
son las distinciones de carácter personal concedidas a sus alumnos y docentes. En primer lugar el esta-
blecimiento de un sitio en la Academia Nacional de Educación que lleva el nombre del fundador del
Instituto constituye un merecido reconocimiento a la labor de Enrique Romero Brest como educador y a su
proyección en la educación argentina.
La “Orden Dr. Enrique Romero Brest” fue creada en homenaje al fundador de nuestro instituto y pionero
de la educación física en Latinoamérica como reconocimiento a su labor, que fue entregada a docentes
destacados del continente. Fue recibida por el Prof. Mario López y el Mgtr. Raúl H. Gómez, egresados y do-
centes de este instituto de formación superior, entre otros.
24
NUESTROS ESPACIOS EN EL ISEF
Invitación
Después de más de un siglo en movimiento, en “Acto de Inauguración del Gimnasio Polideportivo”
2008 se inició la entrega de las nuevas instala- que se realizará el día Lunes 7 de Abril a las 12.00 hs.
ciones construidas por el Gobierno de la CABA en Crisólogo Larralde 1320 – Buenos Aires
en un predio propio del Instituto y diseñadas Marzo 2008
para el desarrollo de las actividades específicas
del ISEF Nº 1.
Seis años más tarde sólo falta inaugurar la Pista de Atletismo y el Natatorio, que fueron bautizados durante
la Fiesta del Reencuentro, conjuntamente con los demás espacios. La primera llevará el nombre del pro-
fesor Simón Silvestrini, mientras que al Natatorio se asignó el de la profesora Marta Sánz, como justo home-
naje a dos notables docentes y especialistas, cuyas respectivas contribuciones al atletismo y a la natación
los hicieron trascender en el tiempo y en el recuerdo de la comunidad educativa.
recuerda y homenajea.
Otro de los docentes distinguidos en la nominalización de los espacios del Instituto fue el profesor Alfredo
Miri, quien también se perfeccionó en la Sportschule de Colonia. La Cancha de Handbal, deporte que
identificó como importante agente educativo y a cuyo desarrollo dedicó su vida profesional, lleva hoy
su nombre en explícito reconocimiento a sus logros más significativos para la vida institucional: la incor-
poración de este deporte al plan de estudios del INEF en 1965 y su extraordinario desarrollo posterior, con
inclusión de la práctica femenina.
Los nombres de Juan Carlos Enseñat y Alberto Finguer fueron asignados respectivamente a las canchas
de Vóleibol y de Básquetbol, en reconocimiento por la labor que realizaron como docentes y especialistas
26
comprometidos con el desarrollo de sendos deportes, mientras que la Cancha de
Cestobol lleva el nombre de la profesora ‘Nenecha’ Brest descendiente del fundador
del Instituto que se dedicó a la enseñanza y desarrollo del deporte que él creara.
27
EXPLORACIÓN DE LA MEMORIA Y ARCHIVOS DOCUMENTALES
Desde las primeras décadas del siglo XX, con la fotografía y el cine-
matógrafo como herramientas de perpetuación de la memoria, se
llevó a cabo la tarea de registro de datos cotidianos, destinados a
perdurar y a transformarse más tarde, por propia decantación, en un
nexo de unión entre el pasado y el presente, con la mirada puesta
en el futuro.
En el Instituto, ese puente invisible que comunica a los que los pre-
cedieron con las nuevas generaciones de alumnos y docentes fue tendido por los testimonios producidos
y almacenados por numerosos protagonistas comenzando por el fundador del Instituto, hombre multi-
facético y que fue un verdadero cronista de su tiempo. Enrique Romero Brest hizo posible con su legado
que ese puente fuera construido para recuperar el pasado institucional y su proyección nacional e
internacional.
COLECCIONES Y LEGADOS
Autor de un Manual de Geografía, En-
Una notable variedad de documentos y objetos dan rique Romero Brest documentó paisajes
cuenta de la memoria institucional del ISEF Nº l. Entre locales y del extranjero, y fotografió
ellos se encuentran materiales deportivos y aparatos innumerables individuos y situaciones
diversos, fotografías y videos, grabaciones y películas, de la vida del Instituto que dirigió: ejer-
revistas y libros, correspondencia, afiches, obras de cicios, prácticas del laboratorio y uso
arte, premios y distinciones. Este conjunto de testimo- del instrumental, vida social manifiesta
nios que proveen información escrita, en imágenes y
en actos y paseos por lugares carac-
objetos, recrean la historia y registran la evolución de
terísticos de recreación. La amplitud de
la Educación Física y de los distintos paradigmas que
sus registros iconográficos alcanza a los
a partir del Instituto dominaron la disciplina en nuestro
estudiantes y el cuerpo docente del
país durante décadas.
Instituto, lo mismo que a miembros de su
El conjunto del acervo con que cuenta el Centro fue propia familia, paisajes rurales y urbanos
28
alizadas por la Dra. Lamarque a partir de 1995. Este legado consta de gran parte de la obra editada del
Dr. Romero Brest, manuscritos y borradores de algunos de sus trabajos, correspondencia con Pablo Pizzurno
(de la década de 1930), materiales de la Sociedad ‘’Literatura y Declamación’’, de la Sociedad Literaria
del Colegio Nacional de Corrientes y apuntes que reflejan su pensamiento en momentos claves de la
estructuración de la educación física escolar. La donación sumó a los fondos ya existentes en el Centro
de Documentación Histórica variadas colecciones de fotografías, correspondencia oficial y familiar,
y papeles de trabajo producidos en su actividad como investigadora, manuscritos y dactilografiados,
además de los de su esposo Enrique Carlos y
los de su suegro.
29
Enrique Carlos (1902-1985) y las libretas con apuntes del Dr. Romero Brest, se destacan del conjunto y
pueden considerarse parte de los tesoros del Centro de Documentación Histórica, junto con la Orden
Enrique Romero Brest, que fuera entregada a figuras destacadas del mundo del deporte y la educación
física de Latinoamérica, e incluso los planos de la instalación eléctrica del actual edificio de la Biblioteca
Nacional.
Además de sus creaciones de carácter pedagógico, Enrique Romero Brest fue el inventor de una serie
de aparatos de mediciones antropométricas, que se utilizaron en el antiguo Laboratorio de Fisiología y
Antropometría que hoy forma parte del patrimonio institucional.
A estas adquisiciones de las etapas tempranas de la vida institucional seguirían otras, resultado de las
donaciones de docentes y egresados. De diferentes alcances, a partir de los desarrollos profesionales
individuales, las colecciones de Luis Martín y de César Vásquez se distinguen por sus dimensiones y por su
riqueza. Otros legados atesorados son los de Guillermo Canessa, Beatriz Martí, Irma Bonelli, Helga Holze,
a los que se suman las de otros docentes y ex−docentes de la casa, y los provenientes de instituciones
como la biblioteca de la Asociación Cooperadora de la Dirección Nacional de Educación Física, Deportes
y Recreación, (llevada al Instituto después de su disolución) y la del Club YPF, entregada luego de la
privatización de dicha empresa.
El Centro de Documentación histórica y Museo de la Educación Física y el Deporte del ISEF N°1 se creó
en 1999, para administrar y guardar esas colecciones y, a modo de reservorio del capital informativo, los
cataloga y prepara para uso de quienes asuman el desafío de comprender e interpretar el pasado de
la disciplina, sus agentes, sus gestores y el marco de su acción.
30
La incorporación del nombre “Gilda Lamarque
de Romero Brest” fue un reconocimiento tanto
al valor de su legado como a la relevancia de
su propia figura de pedagoga.
Entre las numerosas distinciones que recibió se La puesta en valor del patrimonio conservado
encuentra el Premio KONEX de Platino, que le en el Centro de Documentación Histórica del
fuera otorgado en 1996 y que en la actualidad
ISEF N°1 se dirige en primer lugar a la comu-
atesora el Centro de Documentación Histórica.
nidad del Instituto. Entre otras estrategias, los
31
Además de los fondos mencionados, se atesora también una parte de la biblioteca de la Cooperadora
de la Dirección Nacional de Educación Física y materiales provenientes de la colección particular de
César Vásquez, su primer director. El Centro de Documentación Histórica ha recibido donaciones de
familiares de docentes y personalidades vinculadas a la educación física argentina. Tal es el caso de
Luis Andrés Martín, quien fuera Director del Instituto del Deporte y que aporta un importante reservorio
relativo a la historia del básquetbol en Argentina y Sudamérica y movimientos olímpicos.
El patrimonio histórico del cual es legatario el Centro de Documentación Histórica permite explorar en un
verdadero océano de información sobre nuestro pasado a través de su diversidad de materiales y lograr
entrecruzamientos y abordajes de alcance social, personal e institucional vinculados a la educación
física.
32
LAS COLECCIONES DE LA BIBLIOTECA
33
La modalidad de la Biblioteca es de estantería abierta, por lo cual sus usuarios,
en su mayor proporción alumnos, profesores y egresados, pueden acceder en
forma directa al estante y tomar contacto de inmediato con la totalidad del
material que compone su acervo.
Entre los servicios ofrecidos por la Biblioteca del Instituto se destacan los de
referencia al usuario por parte de los bibliotecarios, presentes en la sala durante
el horario de consulta, y el de préstamo para lectura in situ. En los planes a corto
plazo se encuentra en primer lugar el proyecto de diseminación amplia de los
fondos, implementado con la subida a la web institucional del catálogo en línea
de las colecciones para facilitar el acceso remoto a la información. En segun-
do lugar, concebido para el mediano plazo, se propone una nueva forma de
gestión para incrementar la adquisición de obras, tendiente a instaurar el servicio
de préstamo a domicilio, que en la actualidad es exclusivo para docentes de la
Institución.
34
La Sala de Lectura actual
ESPACIOS DE INDAGACIÓN
El ISEF Nº 1 cuenta con dos laboratorios dedicados respectivamente a la indagación de los problemas
relativos a la fisiología y la pedagogía de la Educación Física y el Deporte. Aún cuando la creación del
primero se remonta a un par de décadas atrás y la del segundo es reciente, ya en la implementación del
Sistema Argentino de Educación las actividades de investigación estuvieron previstas, enfocadas en la
fisiología y la antropometría que se consideraron las requeridas para proveer de adecuado fundamento a
la práctica de la Educación Física.
El funcionamiento del Laboratorio de Fisiología del ISEF Nº 1 se articula en la actualidad con las clases
administradas por el Departamento de Ciencias Biológicas, de la misma manera que ocurría hace más de
100 años con su antecedente homónimo.
El Laboratorio de Fisiología fue creado en 1909 con posterioridad a la visita que el doctor Rómulo S.
Naón, Ministro de Justicia e Instrucción Pública, realizara al Curso Normal de Educación Física que fun-
cionaba en la sede de Azcuénaga 886. El ministro pudo ver su funcionamiento y éste fue el comienzo
del estudio de su organización y finalidades. Como consecuencia, el Curso Normal, por decreto del
presidente de la República, doctor José Figueroa Alcorta fue elevado a Escuela Normal de Educación
Física; se le proporcionó un nuevo local en la calle Bartolomé Mitre 2520 y se lo proveyó de dos salas
equipadas para el dictado de la cátedra de Fisiología y para la práctica antropométrica. Ese primer
espacio de docencia y experimentación constituye el germen de los que serían un lustro más tarde
el Laboratorio de Fisiología Experimental y el Laboratorio de Antropometría. Allí funcionó la Escuela
Normal de Educación Física hasta que, por la gestión del doctor Juan M. Garro, Ministro de Justicia e
Instrucción Pública, fue trasladada a un nuevo local, ubicado en Coronel Díaz 2180, con el nombre de
35
Sala antropométrica Sala de fisiología
“Se persigue el conocimiento exacto de los efectos de los ejercicios en sus variadas maneras de apli-
cación sobre las funciones orgánicas para deducir de ellos las reglas metodológicas e higiénicas funda-
mentales de la aplicación de los mismos en la escuela en primer lugar y en todos los sujetos en general.
No se trata del estudio completo de toda la fisiología humana sino solamente de la fisiología humana
Romero Brest en clase de Fisiología Estudio del pulso radial con el esfigmógrafo Estudios con el espirómetro compensador
de Jacquet de Tissot
36
nombramiento de un profesor especial de fisi-
ología experimental hecho en 1912.El control
de todos los alumnos del Instituto se llevaba a
cabo tres veces al año, al comenzar los cursos,
a mediados de año y al finalizar las clases, y los
resultados de esas mediciones se registraban
en un boletín elaborado especialmente por
la escuela. Anexo al Laboratorio de Fisiología
funcionaba el de Antropometría, bajo la direc-
ción de la profesora de Fisiología Experimental,
Juana Alzú. A partir del establecimiento del
Departamento de aplicación en el INSEF los
estudiantes del Instituto hicieron sus prácticas
con esa población escolar.
37
Siguiendo esa línea re-fundadora de ese
En 1917 sostenía Enrique Romero
espacio dedicado de manera específica a la
Brest:
experimentación e investigación, el Laboratorio
de Fisiología del Ejercicio y Biomecánica sumó a la “Se persigue el conocimien-
línea investigativa desarrollada por sus miembros, to exacto de los efectos de los
una de carácter didáctico-pedagógico, ejercicios en sus variadas mane-
orientada hacia la realización de talleres de
ras de aplicación sobre las fun-
aplicación práctica de los contenidos curriculares
ciones orgánicas para deducir de
de las asignaturas Fisiología I y II, Fisiología del
Ejercicio y Teoría y Práctica del Entrenamiento, ellos las reglas metodológicas e
así como también enfocada a algunos temas higiénicas fundamentales de la
específicos relacionados: Wingate test, Yo-Yo test,
aplicación de los mismos en la es-
evaluaciones antropométricas, potencia de salto,
cuela en primer lugar y en todos
flexibilidad, entrada en calor, etc.
los sujetos en general. No se trata
Uno de los objetivos permanentes del laboratorio ha sido generar un espacio de divulgación e
intercambio académico a través de charlas y conferencias, actividades que en la tendencia actual
del laboratorio se retroalimentan de las nuevas líneas de indagación que se originan dentro y fuera del
propio instituto.
38
Así, la fundamental integración de los contenidos
de carácter teórico y su experiencia empírica en
el campo se articula en los enfoques propuestos
por el laboratorio para dar respuesta a las planteos
planificados en las asignaturas del Departamento
de Ciencias Biológicas y en las que conforman otros
departamentos, a modo de diálogo entre los espacios
de investigación y de enseñanza.
39
EL LABORATORIO PEDAGÓGICO
Si bien cuenta con una historia muy breve, sus antecedentes podrían remontarse a la concepción
temprana del Instituto, en el que se procuró dotar a los docentes de una formación sustentada en
sólidas bases pedagógicas, y a la propia existencia de un Departamento de Investigación en el seno
del Instituto de hoy.
40
Los objetivos que dan marco general a las actividades del laboratorio
pedagógico buscan promover el desarrollo de procesos y proyectos de
investigación aptos para una innovación pedagógica de la disciplina y
para el desarrollo curricular en el ámbito de la pedagogía de las actividades
físicas y deportivas, que son nucleares en la formación de docentes de la
especialidad. En ese contexto, específicamente se persigue la promoción
de la vinculación entre el Instituto y otras instituciones interesadas en el
desarrollo de las actividades físicas y deportivas, en los campos de la
formación profesional, la gestión y la vida comunitaria entre otros.
41
sus dinámicas y descripciones de maneras y contextos en que operan las
cátedras, currícula y procesos y metodologías de enseñanza.
42
EL CAMPO DISCIPLINAR
43
LOS DEPARTAMENTOS Y SUS LEYENDAS
Desde el Sistema Argentino creado por el Dr. Enrique Romero Brest, cuya idea rectora fue activar y educar
las funciones corporales (circulación, respiración y buen nivel postural), muchos fueron los sistemas de
gimnasia que se aplicaron en los más de 100 años de vida del Instituto. Su desarrollo siguió dos líneas de
trabajo diferente, de acuerdo a los objetivos que se propusieron para dar una respuesta desde la cátedra
a las demandas cambiantes del contexto social, cultural y político. La gimnasia formativa y sus formas
deportivas progresaron entonces siguiendo itinerarios compartidos a la vez que particulares.
En las tres primeras décadas del siglo XX, los objetivos de edu-
cación corporal se sustentaron en el logro de una adecuada
alineación corporal y de una formación morfológica y funcio-
nal armónica, uno de cuyos elementos básicos eran los ejer-
cicios gimnásticos metodizados. Los fundamentos científicos
sobre los cuales se sustentó el Sistema Argentino dieron lugar
a una práctica en la que los ejercicios se sistematizaron de
acuerdo a una propuesta basada en el mejoramiento de la
salud. Éstos atendían a cuestiones de orden anatómico y
fisiológico controladas que se complementaban con juegos
y competencias.
44
En la vida del Instituto la gimnasia tuvo un lugar casi he-
gemónico en los planes de estudios desde los comienzos
de la vida institucional. Tal vez por ello se constituyó en un
componente poderoso en la idiosincrasia del Instituto y
su evolución fue notable desde la Gimnasia Racional del
Sistema Argentino de Romero Brest a la multiplicidad de
formulaciones contemporánea, pasando por los ejercicios
rítmicos y construidos.
Más allá de ésta y otras “leyendas” que el departamento de gimnasia atesora como legado propio de sus
miembros, la dinámica de los tiempos y la propia evolución de la disciplina también se vieron representa-
dos en las propuestas que la gimnasia brindó al Instituto.
45
Los cambios conceptuales que condujeron a la introducción de nuevas formalizaciones gimnásticas
se vieron impulsados por el hijo del fundador del Instituto a partir de la década de 1940. Enrique Carlos
Romero Brest fue, no obstante, un continuador de las ideas sobre la gimnasia, el juego y el deporte que su
padre había afianzado a través de los planes de estudio del Instituto, en el que él mismo se había formado
como profesor de Educación Física. En su carrera docente advirtió la relevancia de los cambios verificados
en otros países y a fines de la década de 1940 propició un replanteo de las técnicas y de los ejercicios
gimnásticos. La renovación de los presupuestos teóricos a la que se consagró con Alberto Dallo permitió
que una nueva sistematización y unos métodos actualizados fuesen puestos en práctica en las cátedras
en las que éste último se desempeñó, en los respectivos Institutos de Buenos Aires (femenino) y General
Manuel Belgrano (masculino).
La nueva concepción puso énfasis en el movimiento y trascendió el ámbito de la gimnasia para elaborar
una pedagogía del cuerpo en la que aquél se reconocía como elemento significativo primario para la for-
mación corporal y su motricidad. Así, a partir del movimiento adquirieron forma las diferentes actividades
físicas (gimnasia, juego, actividades acuáticas, deportes individuales y de conjunto, danza, actividades
físicas recreativas, actividades de vida en la naturaleza, actividades específicas de la vida cotidiana y
laboral), y su diferenciación se hizo según estuviesen orientadas hacia el área formal o no formal de
la educación corporal. En ese marco conceptual, la gimnasia -como sistematización específica del
movimiento y de sus técnicas de ejecución- se constituyó en herramienta didáctica de la formación física,
conformada por ejercicios gimnásticos elaborados a partir de movimientos específicamente construidos o
naturales del hombre sistematizados.
Las diferentes denominaciones de las propuestas gimnásticas registradas en los programas de enseñanza
desde la década de 1940 son elocuentes: mientras que entre 1906 y 1911 se daban tres horas semanales
de Gimnasia Práctica en cada año de carrera, en 1912 se introduce una hora de Gimnasia Teórica en el
primer año de la carrera. Esa distribución de contenidos teóricos y prácticos se mantuvo hasta 1924 y, al
agregarse un año de estudios a la carrera en 1915, en la carga horaria del tercer año se registró de nuevo
Gimnasia práctica, tres horas. En 1925 se incrementaron las horas de Gimnasia Teórica, estipulándose en
la denominación de ambas asignaturas que se trataba del Sistema Argentino, situación que se mantuvo
hasta 1938. En ese período se crearon dos Profesorados Especiales: en Gimnasia Estética para mujeres y
en Deportes y Atletismo para varones, cada uno de dos años de duración. Al femenino correspondían
tres horas de Gimnasia Estética y Orquéstica Escolar en primero e idéntica carga horaria en el siguiente.
Con la reforma del Instituto llevada a cabo en 1940 la Gimnasia incrementó su carga a seis horas semana-
les de clase en cada año al separarse el Instituto de Mujeres del de Varones y, cinco años más tarde hay
cuatro asignaturas para las alumnas del Instituto, que se denominan respectivamente Gimnasia y Gimna-
sia Rítmica (dictadas los tres años de estudios), Gimnasia Sueca (en el segundo) y Gimnasia Danesa (en el
tercero), no obstante mantenerse la cantidad de horas acreditadas para la disciplina.
Los cambios de la década del ’50 fueron notables a partir de la influencia que ejercieron en nuestro medio
la visita de diversos equipos de gimnasia, entre los que pueden destacarse la del equipo olímpico alemán
que estuvo en Buenos Aires en 1952 y la del sueco dirigido por Ernst Idla dos años después.
46
Desde el Instituto se impulsó la modificación, y sus protagonis- Una “chica Idla” en el Instituto
do que aún hoy emplean algunos docentes. La impronta de tonces como “Kitita” Améndola
estos maestros en el Instituto y su proyección en la educación (Norma Alicia Ortiz).
física argentina y más allá de sus fronteras justifica que el área
de Gimnasia del ISEF lleve sus nombres.
Innovador de la práctica gimnástica en el Instituto, Alberto Dallo fue introducido en las corrientes europea
dominantes al promediar el siglo XX, como consecuencia de su conocimiento del sistema de Idla que se
aplicaba en Sao Paulo. Para perfeccionarse viajó a Dinamarca y Suecia, de donde regresó en 1954, con
18 suecas en el barco.
Dallo sintetizó su aporte en la reformulación que llevó a cabo a partir de la impronta que la gimnasia
danesa y sueca moderna dejaron en él. Apeló a una recreación de las voces de mando usadas, toma-
das del ejército, adicionándoles el compás musical cuando se pensó en plasmar una gimnasia rítmica.
En una entrevista Dallo se revela consciente de las limitaciones de los planes de estudios vigentes entre
1939 y 1947. Se preguntaba ¿qué espera del movimiento la pedagogía y acerca de la relación de éste
con la palabra? Una teoría que repensara el sistema poniendo el movimiento en el centro del análisis,
en lugar de enfocarse en el ejercicio.
Beatriz Martí y el equipo de gimnasia rítmica del Instituto Prof. Dallo en clase de Teoría de la Gimnasia,
(V Gimnasíada) el Juego y el Deporte
47
Las disciplinas que en la actualidad conforman las asignaturas del departamento contemplan, los abor-
dajes formativos de la gimnasia y su didáctica específica para uno y otro sexo, las prácticas orientadas
al deporte. El desarrollo de formas expresivas a través de la Danza Creativa Educacional, además de los
talleres expresivos de Conciencia Corporal y de Expresión Corporal muestran la rica diversidad que
renovó la oferta del departamento.
48
DEPORTES Y DEPORTISTAS
La temprana incorporación extracurricular del deporte en la escuela no fue ajena a la formación del
fundador del Instituto en la práctica de deportes en el Colegio Nacional de Corrientes. A fines del siglo XIX
se sentía allí la influencia del sistema de educación inglés. Sin duda, esa experiencia lo llevó a ponderar
como herramienta pedagógica los deportes que los británicos difundieron por el país en forma conjunta
con la traza de los ferrocarriles. En el caso del fútbol Enrique Romero Brest lo introdujo en el Colegio Na-
cional Oeste, en la que desarrollaron sus innovadoras experiencias educativas Juan Tufró, Pablo Pizzurno y
otros destacados pedagogos de la época.
Décadas más tarde, la práctica del fútbol se consolidaría en la escuela y para ello los profesores de edu-
cación física lo adoptarían, dado que era un agente de cultura física y social que se estimó como “precio-
so”. Era ésta una responsabilidad que el Instituto asumió, ya que debía atender este aspecto para brindar
a los futuros docentes de educación física una formación tan adecuada a su rol social como completa.
No obstante su temprana valoración, los deportes recién se incorporaron al plan de estudios del Instituto en
1925, cuando se crearon sendos profesorados específicos para mujeres y varones: los respectivos Profesora-
do Especial en Gimnasia Estética y el Profesorado Especial en Deportes y Atletismo (Varones), de dos años
de duración. Higiene del Ejercicio y Entrenamiento Deportivo fue incluida en la curricula del primer año de
ambos, en tanto que las asignaturas especiales del primero fueron Deportes femeninos y Gimnasia Estética y
Orquéstica Escolar, y para el segundo:Atletismo y Deportes. En ese contexto, uno de los primeros adoptados
fue el juego de Pelota al Cesto (el actual Cestobol), establecido para los estudiantes de ambos sexos.
49
El domingo no se descansa
La práctica curricular de los llamados “Deportes racionales” se tornaba festiva en esas fechas en las que
50
51
8 de noviembre de 1940
Asimismo, las condiciones espaciales a lo largo de la historia fijaron límites efectivos a la práctica de los
deportes, tanto en el Instituto como en las escuelas en las que los estudiantes debían ejercer su profesión.
A partir de esta situación es posible dar cuenta de la inclusión en los programas de educación física
-en las escuelas y en los planes de estudio para la formación docentes en la especialidad- de la mayor
difusión de algunos deportes en detrimento de otros. A esto deben sumarse las dificultades propias de los
diferentes deportes en relación a las técnicas de ejecución y los requerimientos de materiales didácticos
para su práctica.
Todos estos factores contribuyeron a su afianzamiento en algunos casos o su soslayo en otros. Dos buenos
ejemplos de deportes exitosos que fueron promovidos desde el Instituto como instrumentos formativos
son: Cestobol y Handball. El primero fue sistematizado como deporte “racional” por el propio Romero
Brest, quien ponderaba sus efectos benéficos en tanto actividad sofocante, a los que se agregaban
valoraciones sociales derivadas de su carácter lúdico y de competencia en equipo. Con el transcurso de
las décadas fue practicado en la sección femenina del Instituto, hasta que, recientemente los jóvenes se
proponen retornar a su práctica.
El Círculo de Cestobol, integrado por alumnas del ISEF Nº 1 promueve su práctica por parte de los chicos
que, luego de más de medio siglo de asociarlo a un deporte de mujeres les ofrece alguna resistencia
interna. A comienzos del ciclo lectivo de 2015 era posible ver en el Bar del ISEF que las chicas invitaban
referimos, ignoraba sus talentos para cumplir con esa misión, que
53
Con la expansión masiva de los deportes de alta
competencia en la segunda mitad del siglo XX, el
Instituto dejó de presentar equipos en las divisiones
superiores en los campeonatos de las diferentes
federaciones deportivas, pero se mantuvo en un nivel
de competencia en el que las prácticas deportivas
de sus alumnos resultaron acordes con los objetivos
institucionales.
54
Una diversidad de deportes conforman hoy las disciplinas del Depar-
tamento de Deportes de Conjunto y las disciplinas enseñadas con-
stituyen una selección que sufrió variantes en los más de 100 años
de vida institucional. En la actualidad los deportes curriculares son
Básquetbol, Fútbol (Femenino y Masculino), Handball, Hockey,
Rugby y Voleibol, y mientras que la enseñanza se enfoca en el cono-
cimiento de cada deporte y su didáctica, la problemática del entre-
namiento y el alto rendimiento se encuadran en un marco diferente,
el Área Orientada.
55
DEPORTES INDIVIDUALES
56
asignaturas destinadas al aprendizaje de diferentes deportes de conjunto. Pelota
al Cesto, Voleibol, Hockey, Básquetbol y Softbol- además de Natación, Atletismo y
Tenis ingresaron así a la currícula con una carga horaria que daba cuenta de su
relevancia. El cambio fue notable; la orientación diversificada para dar ocasión al
aprendizaje de una amplia variedad de disciplinas deportivas expresó un cambio
sustancial en la concepción de la educación física. A lo largo de los años, ésta se
conservaría, aunque con variados matices que pusieron de relieve su constante
adaptación a los cambios de cada período.
Las actividades desarrolladas en las clases y las dificultades que planteaban dieron
tema al humor estudiantil en las páginas de la revista PITO. Era la década del 80,
57
el Instituto disfrutaba de nuevo de las instalaciones de Núñez, después del período de precaria estancia
en el Club Comunicaciones, y el clima creado por la vuelta a la democracia permitía la crítica e incluso
invitaba a ella.
“Nunca falta el que va a buscar la jabalina antes de los demás tiren la suya . .” “Las minúsculas colchonetas de salto en alto no garantizan la seguridad,
pero favorecen la puntería.”
Semejante al proceso del Atletismo, la Natación se incorporó a las asignaturas del Instituto en 1945 y su
evolución se produjo bajo el estímulo de las nuevas condiciones dadas para su práctica. En la sede de
Republiquetas el Instituto dispuso de una pileta cubierta climatizada en la que tenían lugar las clases de
natación.
58
Las características de los natatorios permitieron que, demás de los estilos de nado y sus metodologías de
enseñanza, los saltos ornamentales fueran incorporados en los programas de natación. Esos contenidos
se formularon a través de un proceso conducido por los propios docentes de natación a partir de la
década de 1950, mantenidos en el tiempo hasta reflejarse en la currícula actual.
Al ser convocada para cubrir una suplencia de la materia, Marta Sánz se propuso sistematizar la enseñanza
de la natación conjuntamente con otras colegas. Sus antecedentes como nadadora no le alcanzaban
para cumplir con su objetivo esencial: que sus alumnas aprendieran a nadar al mismo tiempo que a
enseñar. La consulta a Alberto Vera, profesor de sóftbol, acerca de cómo plantear la disciplina proveyó los
contenidos del programa, que fueron adaptados a la natación. Un enfoque más recreativo a la disciplina
se adoptó en los años 80 y, finalmente, la propuesta metodológica se completó con la adición de las
prácticas pedagógicas en natación.
Cristina Hardekopf, campeona sudamericana de saltos ornamentales en 1960 formaba parte del
cuerpo docente. El énfasis puesto por
ella en esta disciplina y la incorporación
como contenido de la enseñanza en el
tercer año de la natación sincronizada
permitieron que las alumnas que eran
buenas ejecutantes en los saltos desde
el trampolín, pudieran ahora compensar
los padecimientos sufridos por los
requerimientos técnicos de cada estilo
de nado, en los que otros docentes eran
implacables.
A través del Área Orientada, el potencial del entrenamiento deportivo en la alta competencia
se integra en la curricula ofreciendo dos orientaciones: la primera: Musculación, Nutrición y
Entrenamiento de la Fuerza para el Deporte; la segunda: Orientación Formación Deportiva.
La especificidad del entrenamiento de deportes de conjunto -tales como fútbol, básquetbol,
rugby, voleibol-, lo mismo que algunos deportes individuales-como el atletismo y la natación,
presenta características verdaderamente interesantes que pueden ser abordadas en los
niveles escolares, como las ejercitaciones derivadas de su carácter acíclico.
60
competencia en su más alto nivel de rendimiento no está contemplada
en los objetivos del Instituto. Sin embargo, un puñado de alumnos son
campeones; deportistas que en forma individual y con base en otras
instituciones desarrollan sus prácticas de entrenamiento y compiten en
el máximo nivel. Los testimonios de sus logros, trofeos y camisetas, se
exhiben en muchos casos en el Instituto en el que se formaron como
profesores en una carrera que les dio oportunidad de aunar la pasión
deportiva y la profesión docente.
61
FUNDAMENTOS Y PUESTA EN ACCIÓN
A lo largo de su historia, para la formación de docentes de educación física, el Instituto contempló la enseñanza
tanto de los fundamentos de los que se vale la disciplina como de sus medios y su didáctica. El plan de
estudios fue integrando las asignaturas consideradas aptas para satisfacer los múltiples requerimientos de la
formación a la que se aspiraba, y su cambios dieron expresión a la búsqueda de los fundamentos teóricos
correspondientes a la propuesta pedagógica que impulsaba en cada caso, a la vez que sus contenidos
daban respuesta a los cambios verificados en el contexto político y social de la Argentina.
Dirigida por el propio Romero Brest, esta publicación periódica fue concebida como órgano de difusión
del Instituto y sirvió para poner en circulación tanto cuestiones vinculadas a la teoría de la educación
física como a sus técnicas y práctica docente.
62
Desde 1900 Enrique Romero Brest se preocupó por sistematizar los fundamentos teóricos y
proponer los recursos metodológicos para aplicar el sistema, esfuerzo que dio por fruto una
elaboración primera, titulada “Curso de Educación Física”. A ella sucedieron otras publica-
ciones académicas realizadas en la Revista de la Educación Física y en varias obras de enver-
gadura mayor, como las “Bases de la Educación Física Argentina”, “Gimnástica fisiológica” y
“El Sentido Espiritual de la Educación Física”.
Ejercicios gimnásticos
metodizados Rondas escolares Juegos educativos
63
64
estudios del Instituto. A través de las mismas se contemplaba la introducción de diferentes contenidos
curriculares, como el canto coral, que ya su padre había financiado desde la Cooperadora, y la
organización de campamentos.
Cuando en la década de 1940 el sistema aplicado a nivel nacional -del que el Instituto era gestor
protagónico- fue reemplazado por un nuevo paradigma, la reforma se inspiró en la ideología dominante
en la Argentina. La educación debía contemplar el aspecto físico además del intelectual y debía cuidar
la salud del futuro ciudadano como parte de la riqueza integral de la nación. Si bien la formulación tenía
en apariencia muchos puntos en común con los postulados en el sistema de Romero Brest, su desarrollo
implicaba un posicionamiento diferente, acorde a los tiempos que corrían.
buscó uniformar los procedimientos vigentes en El ciudadano que deseamos formar podrá
materia de educación física y en 1945 la Secretaría exhibir, cara al sol, su fortaleza masculina; la
de Educación de la Nación impartió un Curso de
futura madre argentina ser gracia femeni-
Gimnasia Educativa cuyo contenido era el orden
na, todo ello a los aires de música y cantos
pedagógico para la enseñanza y ejecución de los
ejercicios que constituirían el plan tipo provisional de nuestra tierra, y en bailes llenos de gra-
del Método Único. Aprobado tres años más tarde, el cia y candor, como nuestras chacareras
Decreto 4.712 del 18/02/48 estableció su aplicación y cielitos. Porque no deseamos que nues-
obligatoria en las instituciones oficiales y privadas de
tras esposas y nuestras hijas tengan que
enseñanza escolar.
aceptar como algo inexorable esos bailes
65
teórico-prácticas. En el Instituto femenino, cuya sede se mantuvo en la calle Coronel Díaz 2180, y en el
recién creado de varones, ubicado en San Fernando, se introdujeron en la currícula deportes, elegidos
de acuerdo al género de los estudiantes de una u otra institución y a las posibilidades de llevarlos a la
práctica.
Las necesidades de avanzar de acuerdo a los cambios globales verificados en la educación argentina
implicaron continuas adecuaciones que dieron lugar a reformas parciales de la currícula, como por
ejemplo la introducción en 1951 de dos materias: Psicología Aplicada a la educación Física y Actividades
Infantiles. Pero fueron los vaivenes de la política nacional los que provocaron las principales reformulaciones
disciplinares, junto con los cambios de nombres en la conducción de la Dirección Nacional de Educación
Física y, en consecuencia, del Instituto.
este año solamente, las materias que no fueron dispuso allí la provisión de cátedras por
Para 1916, la enseñanza de la fisiología se impartía en los tres años de la Carrera en los que las Ciencias
Biológicas eran abordadas. En el primer año se estudiaba el mecanismo del movimiento y la fisiología
de la locomoción en su acepción mecánica; en el segundo, la fisiología de la nutrición orientada a
las aplicaciones de la educación física; y en el tercero, la fisiología cerebral, la evolución orgánica y
funcional por la edad y los fenómenos más profundos de la fatiga muscular en sus aspectos nerviosos
y nutritivos sobre el organismo en general.
66
Una década después de la creación del Instituto, Enrique Romero Brest, decía:
“Se persigue el conocimiento exacto de los efectos de los ejercicios en sus variadas maneras
de aplicación sobre las funciones orgánicas para deducir de ellos las reglas metodológicas
todos los sujetos en general. No se trata del estudio completo de toda la fisiología humana
La dotación docente responsable del dictado de las diversas asignaturas tuvo particular relevancia por
su categoría como especialistas en la disciplina y por su compromiso con el proyecto pedagógico de
Instituto. Además del Dr. Enrique Romero Brest, el Instituto contó en su plantel con figuras de la talla de
Enrique Susini, entre otros.
El Departamento de Ciencias Biológicas está actualmente integrado por las asignaturas que contemplan
el conocimiento de la anatomía humana, la fisiología y la biomecánica. Otras disciplinas conexas como
la Educación para la Salud se integran en la currícula para atender a una formación integral de los
estudiantes, que también encuentran posibilidades de adquirir conocimientos de mayor especificidad
en los talleres que se proponen en forma anual: Taller de Estrategias de Integración para Personas con
Capacidades Especiales.
67
En cuanto a la Teoría y Práctica del Entrenamiento, es dictada en el Instituto y ofrece
una base de capacitación que permite su optimización a través del Área Orientada.
El movimiento de las ideas y las prácticas sociales en más de un siglo de vida dejaron
en el ISEF una impronta renovada. Hoy igual que ayer, se produce una dinámica de
retroalimentación entre las actividades propuestas por los docentes de los diferentes
departamentos para el dictado de las respectivas asignaturas y las prácticas de apli-
cación llevadas a cabo en los laboratorios del ISEF Nº 1 o en instituciones educativas,
recreativas y/o deportivas, dando cuenta, asimismo de las demandas y necesidades
internas y externas.
68
Práctica de educación física
(Departamento de Aplicación del INSEF, ca. 1920)
INTEGRACIÓN DOCENTE Y ESTRATEGIAS PARA SU DESARROLLO
Si bien los contenidos recreativos de las actividades físicas ocuparon un espacio importante en las formu-
laciones más tempranas de la educación física y, por lo tanto, se atendieron en las propuestas del Sistema
Argentino de Educación Física, fue a partir de la década de 1940 que tomaron impulso propio y se llevaron
a cabo los primeros campamentos educativos en el ámbito del Instituto. Desde entonces se desarrollaron,
en diversos momentos y con diferentes ritmos, los tres núcleos que en la actualidad conforman el Departa-
mento de Integración Docente: la vida en la naturaleza, la recreación y el tiempo libre, y las expresiones
tradicionales de baile, es decir danzas folklóricas argentinas y el tango.
En la década del ´20, durante la vigencia hegemónica del Sistema Argentino de Educación Física, se
reconoce la existencia de experiencias que luego, bajo otros conceptos, pasaron a formar parte de los
contenidos académicos del Instituto. El punto en el que convergen ambas formas de actividades, además
del ambiente natural en el cual se producen, es la función socializadora que contemplaban. En el para-
digma del fundador del Instituto las actividades que identificamos como propiamente de vida en la natu-
raleza y asociamos a la realización de campamentos tuvieron un carácter diferente y, en consecuencia,
su desarrollo no es comparable al establecido más adelante
En los albores del Instituto no se practicaban ni se enseñaban destrezas vinculadas con la vida del cam-
pamento, sino que primaba la parte social, entendida como el establecimiento y fortalecimiento de vín-
culos entre profesores, alumnos y personajes ajenos a la institución pero no al ámbito educativo, como
sería el caso de Pablo Pizzurno, figura
emblemática de la educación y co-
autor como ideólogo del proyecto
institucional.
69
La gestión de César Vásquez fue la que promovió la práctica de acampes en los niveles escolares. Esta
línea de trabajo se afianzaría como consecuencia de su estrecha vinculación con Carlos Mondria, por
entonces Maestro Scout que se desempeñaría como Director General de Educación Física con el primer
gobierno de Perón y la llegada al Ministerio de Educación de Oscar Ivanisevich (1948-1950).
las requeridas por la vida propia del campamento, asignatura campamento en el instituto, sostenía
además de una diversidad de propuestas recreati- que el hombre de la metrópoli había perdido
vas y de habilidad en interacción con la naturaleza.
el hábito de mirar hacia arriba para admirarse
Ellas abarcaban desde los juegos, hasta los fogones
con la inmensidad del firmamento y el brillo de
y la observación del cielo nocturno, lo que implica-
ba el reconocimiento de los elementos del paisa- las estrellas, situación condicionada por la im-
je astronómico. El campamento ofrecía una gran posibilidad efectiva de verlo desde una gran
oportunidad de propuestas integradoras que tras- urbe. También por eso la experiencia del cam-
cendían lo social para alcanzar una dimensión natu-
pamento era relevante, puesto que permitía
ral e incluso histórica, al remitir a las leyendas y mitos
recuperar parte de ese universo perdido con la
por los cuales el hombre desde la antigüedad había
mirado al cielo para entender la dinámica cósmica. modernidad y la urbanización
Nuestra urbanización creciente agudizó esa tenden-
cia creando la necesidad de atención del tema
en el Instituto, semejante a lo que ocurriría con la
problemática de la recreación y el tiempo libre.
Al quedar vacante la dirección del Instituto con el retiro de Enrique Romero Brest, en los planes de es-
tudio del período 1932-1938 se registraron modificaciones introducidas en forma no oficial, que luego
formaron parte del nuevo plan de estudios de Instituto, dividido en secciones (femenina y masculina).
Establecido por César Vásquez, el plan contempló la organización de campamentos, colonias y recreos
infantiles entre los contenidos generales propuestos para una materia, que en 1940 se denominaba Orga-
nización y que en 1945 quedó incorporada a la currícula del 2° año como Organización y Administración
de la Educación Física y Trabajos Prácticos.
“El primer campamento de alumnos del Instituto tuvo lugar en 1945 y se hizo en Sierra de la Ventana, en
el predio de la Asociación Cristiana de Jóvenes. En el primer contingente fueron los muchachos, que ya
estaban en San Fernando, y luego las chicas de segundo año. Como se invitó también a un pequeño
grupo de primero -el de las alumnas que tenían los mejores promedios, me eligieron”, recuerda Lila Tufró,
de la promoción 1947 y abanderada en esos años.
A éste campamento siguió en 1948 el primero de montaña, en el Lago Mascardi, en el que los alumnos
de Instituto dirigieron a los acampantes, elegidos entre los mejores alumnos de diferentes escuelas na-
cionales. A esta experiencia, organizada por la Dirección General de Educación Física siguió la práctica
regular de eventos similares, con lo que las actividades de campamento se fueron consolidando como
70
parte de los contenidos curriculares del Instituto.
Un nuevo hito lo constituyó la inauguración de diferentes centros que eran aptos para que los alumnos
de las escuelas experimentaran la vida en campamentos educativos. La de “Los Quebrachitos”,
se sumaba a la de otros, como resultado de la donación del predio de Villa Leonor al Ministerio de
Educación para que allí concurrieran contingentes femeninos y el propio ministro Ivanisevich concurrió
como visitante del primero que se realizó en 1951.
La política educativa desarrollada en el país desde la década de 1940 había promovido las actividades
de vida en la naturaleza en las escuelas, permitiendo su afianzamiento disciplinar. Dos décadas más tarde
Vida en la Naturaleza ya se había formalizado como una asignatura curricular. En el volumen 10, nº 2, de
la revista Acacia, la profesora Martha Vasallo enfatizaba en la potencia educativa y la posibilidad de
desarrollar valores físicos, mentales y espirituales en la diversidad de las actividades en campamento. Era
la década del ’60 y se sostenía que en él era posible lograr un conocimiento más íntimo de la naturaleza
asociado a una mejor apreciación del trabajo de conjunto y desarrollo de actitudes de tolerancia hacia
el otro, además de una experiencia espiritual más profunda.
En relación al aspecto social de estas prácticas de campamento, decía Jorge Saravì Riviere: “Los acam-
pantes, unidos inicialmente por el hecho de provenir de una escuela, tienen también cierta propensión,
frente al nuevo medio a cimentar lazos, a emprender con sentido colectivo la nueva vida. Además, el
nuevo mundo del propio campamento no es un mundo que el acampante encuentra construido, al que
deba adaptarse simplemente. Es un mundo a construir, y en cuya construcción, si está dirigido por autén-
ticos educadores se verá llamado a participar en forma activa”. (…) El campamento puede alcanzar así
a convertirse en expresión de un esfuerzo colectivo.”
71
La consolidación de estas ideas brindó al alumnado del
Instituto la posibilidad de experimentar y conducir campa-
mentos a través de asignaturas curriculares específicas, en
las que la educación es concebida en sus estrechas rela-
ciones con el otro y con el medio, y en la que se atiende a
la problemática ecológica y ambiental.
La problemática de la recreación y el uso del tiempo li- Prof. Cutrera con sus alumnas de
primer año (1969)
bre es propia del siglo XX, y fue recién en 1940 cuando
la asignatura Deportes y Recreación se incorporó al plan
de estudios del Instituto, como reconocimiento formal Protagonista indiscutido del de-
sarrollo de esta disciplina en el
del valor de lo recreativo en la vida social. La creación
marco de la formación de do-
de los Cuerpos de líderes (o Cuerpos de Adalides), los
centes de educación física, el
campeonatos intercolegiales y la fundación del Club profesor Juan Carlos Cutrera es
Colegial también fueron parte de este proyecto cuyo fin una de las figuras destacadas.
era reforzar los vínculos entre el deporte y la sociedad.
Los primeros tuvieron como principal función el desarrollo
del liderazgo estudiantil para sentar las bases de un mejor
desempeño en el área profesional. Los otros dos cumplían un rol motivador tendiente a la adquisición
de hábitos deportivos a través de las competencias experimentadas durante la vida escolar, como
factor de iniciación en la práctica deportiva. Con estos proyectos, Vásquez ideó las estrategias para que
la recreación se insertase con más fuerza en la sociedad, a través del deporte.
Cinco años más tarde la asignatura adquirió identidad propia, con independencia de la práctica de-
portiva y una nueva denominación: “Recreación. Trabajos prácticos”. El desarrollo de sus contenidos
se hizo efectivo con la sistematización de las actividades que proponía y con el replanteo global de la
cuestión del tiempo libre y el papel a cumplir por la recreación en la sociedad. Su abordaje desde la
escuela aparecía como complemento necesario de otras prácticas formativas que debía acometer la
educación física escolar en primer lugar y el concepto de educación permanente amplió el campo al
ámbito no formal. Esto implicó la búsqueda de un mejoramiento en la calidad de vida de los indi-
viduos por medio de experiencias motrices en situaciones recreativas que se fundan en la naturaleza
comunicativa, social y creativa de los sujetos.
Similar al campamento, las vivencias y exploración de los alcances psico-sociales de la recreación con
sentido formativo implicó la adquisición de técnicas específicas para la conducción recreativa, en la
que las herramientas básicas aptas incluyeron el empleo de las correspondientes al área estético
expresiva.
72
LAS DANZAS FOLKLÓRICAS Y EL TANGO
La enseñanza de música fue una actividad incorporada a los estudios a instancias del propio Romero
Brest en 1925. La Cooperadora contrató al maestro Felipe Boero, eximio compositor argentino autor de
la música del Himno del Instituto escrito por Enrique Romero Brest para identificarlo. Boero se hizo car-
go de la enseñanza de Cantos Corales en la institución, asignándosele una hora semanal de clase en
cada año de la carrera. Es probable que la asignatura Educación Vocal, que se dictaba en la década
de 1960, fuera un resabio de esta línea de estudio prevista tempranamente para la formación de los
docentes.
Una vez que el Sistema Argentino de Educación Física fue abandonado, los nuevos contenidos pro-
puestos para la educación Física incluyeron el Baile Folklórico, que en 1945 formaba parte de la
currícula del Segundo año. Desde entonces -y bajo diferentes denominaciones- el plan de estudios
incluyó la asignatura y la reforma sancionada en la siguiente la consolidó, conjuntamente con otras
formas de expresión como Danza Moderna y Educación Rítmica, Música y Canto.
A este proceso no sería ajena la necesidad de consolidar la construcción de una identidad nacio-
nal a través de la educación formal que, si a principios del siglo fue necesaria para integrar a una
población multicultural, al promediar el siglo el desarrollo de nacionalismos e inclusión social habría
enfatizado la enseñanza de Danzas folklóricas en las escuelas y, en consecuencia, quedó integrada
en la formación de los docentes de educación física, que debían impartir su enseñanza. Las clases
dictadas los días sábados servían a los alumnos y alumnas de instituto para aprender los pasos y las
coreografías de las danzas folklóricas argentinas, pero también para encontrarse en una de las pocas
actividades mixtas compartidas.
Alumnos de los talleres de danzas folklóricas y Prof. Seifert y alumna del taller de tango (ISEF Nº 1, 2010)
74
Las asignaturas y talleres que conforman el Departamento de Integración Do-
cente se enfocan en el desempeño de los egresados del instituto en el ámbito
de la educación formal -abarcando los diversos niveles de enseñanza- y en el
informal. Tal vez mejor que cualquier otra expresión, la del taller de tango nos
permite reconocer su función social más allá de la escuela.
75
CRÓNICAS DE ONCE DÉCADAS
76
CRONISTAS DEL SIGLO XX
77
El énfasis puesto en algunos hechos se justifica en su percepción como cortes en la vida del Instituto que
marcaron cambios de rumbos profundos. A veces fueron extraordinariamente estimulantes y la memoria
que de ellos guardan quienes los vivieron es tan rica como variada. Fotos, libros, artículos periodísticos
dan cuenta, por ejemplo, de la vida del Instituto en la década de 1920 a 1930, mientras que no pudimos
conseguir registros fotográficos o recuerdos nítidos de quienes protagonizaron los años en los que la sede
del Instituto estuvo en el Club Comunicaciones.
Por esos años se verificaron también otros cambios políticos y culturales tan dramáticos como profundos
en la sociedad argentina, que representaron un punto final a una forma de vivir y sentir al instituto y de
disfrutar su mística de décadas, identificada en la I .
Tal vez una primera construcción de identidad institucional pueda reconocerse en el tránsito que
suponemos intencional, de un marco de desarrollo con énfasis en los aspectos académicos -que se
remonta a los Cursos Temporarios que le dieron origen-, hacia un proyecto que jerarquizó las relaciones
sociales y que lo dotó de un “aire de familia” fundamental para su sostenimiento. La simple con-
frontación de dos fotografías en las que se registra la presencia de Romero Brest sugiere un idéntico
mensaje: una familia en torno a una figura que constituye el foco de la composición: una anciana en la
primera y el fundador del Instituto en la segunda.
78
Brest como “pater familia”. La metáfora podría referir hoy a su cuerpo social y la identificación hacerse
con la “comunidad” del Instituto mejor que con la “familia” imaginada por Romero Brest. El devenir del
siglo llevó a los jóvenes estudiantes a una posición institucional y social protagónica, y aún cuando los
vínculos establecidos entre el Instituto y su miembros tuvieron continuidad en el tiempo y contribuyeron a
la construcción de lo que llamamos “mística”, las formas cambiaron tanto que se hizo necesaria su refor-
mulación. Los nuevos códigos tienen hoy una dinámica que vertiginosamente supera toda consolidación.
El movimiento, no obstante, sigue siendo el símbolo que identifica a la comunidad y sus acciones.
Una multiplicidad de actos tan variados como la realización de paseos, almuerzos y cenas de ca-
maradería y de celebraciones diversas consolidaron la concepción temprana del Instituto. También el
reconocimiento de los egresados hacia la institución que los había formado se materializó en diferentes
formas, una de las cuales fue la donación de obras de arte, de instrumental y objetos diversos, a modo
de reafirmación de los solidarios vínculos existentes.
En la primeras décadas de vida institucional, fue costumbre que los recién egresados ofrecieran un tributo
a su lugar de formación. Se trataba de obsequios hechos como
muestra de afecto y gratitud hacia la institución.
79
LOS EGRESADOS RETORNAN
Con el tránsito del Curso Normal de Educación Física de temporario a permanente egresa
la primera promoción del Instituto. Conservamos su retrato, sus firmas autógrafas y una
lista cuya redacción se hizo décadas más tarde, cuando la institución ya se había
consolidado y disponía de una sede apropiada para el desarrollo de sus actividades
específicas.
80
Desde entonces, el retorno de los egresados al Instituto se produjo por medio de una multiplicidad de
comportamientos que recrean la institución al tiempo que se constituyen en articuladores entre las gen-
eraciones de estudiantes y graduados. Esa retroalimentación es, de hecho, una renovación de presen-
cias: atrae a las numerosas cohortes que se graduaron en Instituto y que un día al año se reencuentran
con él y en él.
81
Egresados de la Promoción 1947 en el 60 aniversario de su graduación (noviembre de 2007)
Mucho han cambiado los tiempos y con ellos los hábitos y formas de vinculación. Con cada encuentro
el Instituto tiene una cita con la historia, que es su propia historia y la que sus miembros construyeron en
conjunto. La identidad del Instituto es así continua y re-significada. No obstante, un ícono se ha mantenido
casi sin variantes e identifica a sus miembros; el mismo sirve también de insignia a otros institutos a lo largo
y a lo ancho del país. Pero entre ellas, la primera de las ies con las que se reconocen las instituciones de
formación de docentes de Educación Física, es la nuestra; es la I del Instituto, que de una u otra forma
encarnó la mística institucional a lo largo del siglo XX. De ella se apropiaron sus estudiantes de entonces
que, como los de hoy le dan el sentido que el propio tiempo impone.
Cada generación se expresó con su propia voz y un ejemplo de ello son las revistas publicadas, en las
que alumnos, docentes y egresados se hacen oír, y cuyos ecos resuenan con diferentes tonalidades aún
en nuestros días.
82
sobrepasaron la decena de entregas. Sin embargo, no fue este un punto que disminuyera el entusiasmo
de sus creadores. Testimonio de la temprana búsqueda de una identidad propia, esas producciones
estudiantiles hacen posible la recuperación de la mirada de los alumnos del Instituto a través de las
distintas épocas en las cuales fueron apareciendo.
Desde el plano material son revistas de fabricación sencilla, pequeño formato y escasa tirada. Realizadas
a mimeógrafo, dactilografiadas, tipeadas; se sirvieron de la tecnología disponible en cada momento
histórico: desde las máquinas de escribir a las computadoras. Son publicaciones sin fotografías, con dibu-
jos realizados en la mayoría de los casos por alumnos entusiastas. Los dibujos y los apuntes humorísticos se
van desarrollando desde la ingenuidad de la mitad del siglo veinte hasta el pronunciamiento combativo
de las revistas surgidas de los centros de estudiantes de las últimas décadas.
El estilo de redacción fue evolucionando hacia notas de carácter pedagógico y de mayor enjundia. La
publicación contiene entrevistas a profesores, aforismos y noticias de actividades y fue la revista de las
alumnas de mayor duración del período previo a la transformación del Instituto en mixto. El Nº 4 había
aparecido en 1945 y para 1954 ya contaba el décimo año de existencia.
Casi contemporánea, en sus inicios Tam Tam fue quizás la más modesta de las publicaciones: una hoja
tamaño oficio plegada. Surgió de los estudiantes del Instituto de San Fernando, logró proyectarse al siglo
XXI. Un fragmento de la edición de 1958 pone de manifiesto una de las preocupaciones estudiantiles del
momento: LA EDUCACION SEXUAL.
A mediados de los años 2000, se re-utilizó el nombre de esta icónica revista, en un formato muy similar al
de la original para crear una nueva publicación con contenidos actuales. Sostenida por los ex−alumnos,
al ritmo de los tiempos, se transformó en digital.
83
Con los cambios del siglo XX, a partir de la década del ‘60 las agrupaciones estudiantiles hicieron es-
cuchar sus voces con fuerza y vocación de protagonismo en la sociedad. El grupo de redacción de la
revista Vértice, publicada por el Club Colegial del INEF, declara en su editorial del número de septiembre
de 1965 que:
“(...) no pretende descubrir únicamente las actividades que se desarrollan en esta casa
de estudios, nuestro querido Instituto, sino visualizar el campo de la Educación Física,
forjando en cada uno de los lectores la inquietud que debe existir en todo educador:
‘ansias para educar mejor’.”
Pito, órgano de expresión estudiantil. Aparecida en setiembre de 1984 ya desde su título permite advertir
los aires de renovación y destape que trajo aparejado el retorno a la democracia a partir de diciembre
de 1983. También se percibe la ilusión y la esperanza de cambio de la mano de un gobierno democrático
y del inicio del juicio a las Juntas militares que comenzó en 1985. Pito también da muestra del desarrollo
del Instituto y del entorno donde ella se concibe. El lenguaje ingenuo de las primeras revistas de mediados
del siglo XX deja paso a una nueva modalidad más informal, que revela a la vez la necesidad de
participación política y de cuestionamiento a las instituciones. Los jóvenes no solo se manifestaban en la
calle y en los festivales del rock nacional que renacía, sino en los centros de estudiantes, de los cuales el
de Instituto no sería una excepción.
Las secciones humorísticas de Pito, a tono con la época, muestran la influencia de revistas como Humor
y MAD, y se constituyen en vehículo de crítica.
84
Oxígeno. Publicación de Estudiantes (Centro de Estudiantes de Educación Física)
La portada del Nº 6 de noviembre de 1996 está dedicada al 90 aniversario del Instituto y
es una copia de la aparecida en Pito cuando se conmemoró el 80 aniversario.
Mayéutica. Igual que las dos anteriores, fue la revista del Centro de Estudiantes
de Educación Física. En su número 2 del año 1, noviembre de 2002, se observa el
comienzo del surgimiento del tema de la violencia; no solo en términos físicos sino en
los entornos educativos.
“El ISEF Dr. Enrique Romero Brest es un ámbito de formación docente y como tal debe
prestar especial atención a los fenómenos de violencia o intolerancia que puedan
irrumpir en su seno, puesto que uno de sus objetivos es la valoración del diálogo y el
respeto mutuo.”
En este breve recorrido en busca del rescate de las revistas de los estudiantes también
hemos podido encontrar algunas producidas por el propio instituto en diversas épocas
donde confluyen las voces de los docentes junto a la de los alumnos.
La revista Utopía, emanada del Grupo de Intercambio Cultural (GIC), fue una publi-
cación tan sencilla en su formato como profunda en sus reflexiones, de acuerdo a los
objetivos del grupo. Aparecida a fines de los ’90, su contenido da cuenta de las ac-
tividades y proyectos del GIC. Recogiendo artículos escritos por alumnos y docentes
que apostaban a una utopía, la lectura de la revista constituye un valioso testimonio
que recoge las voces juveniles y sus miradas sobre la historia reciente argentina que
85
vivieron. Con autoría de jóvenes con un alto grado de compromiso social, sus páginas
muestran que se ha recorrido un largo camino, el que llevó de las ingenuas voces de las
primeras revistas de los estudiantes y las enjundiosas de los docentes a una expresión de
madurez hecha a golpes de realidad.
También el caso de la Revista Inef Buenos Aires de 1967, muestra la acción sinérgica de
alumnos y profesores del Instituto y en su número 1 se celebra la fusión de las secciones
de Varones y Mujeres como no solo un mero compartir de instalaciones sino también
como una forma de tratar el problema de la relación hombre-mujer en el contexto de
la escuela.
Los albores de la democracia también se vieron reflejados en la revista del claustro do-
cente. Una nueva agrupación, creada con el objeto de mejorar la calidad académica
e institucional fue el Centro de Profesores, de efímera existencia. En 1986 salió el primer
y único número de una revista que se proponía estimular y facilitar las condiciones
requeridas para diseminar la producción académica de los profesores del instituto con
el solo límite de su creación y correcta edición:
“Esta revista está abierta a todos aquellos docentes de la casa que deseen acercar
sus trabajos para su publicación. El material no es sometido a selección y su edición no
implica que la Comisión de Publicaciones acuerde necesariamente con lo expuesto
por los autores”
86
SÍMBOLOS Y SIGNOS DE UNA INSTITUCIÓN CENTENARIA
LA I DEL INSTITUTO
Entre los diversos vestigios materiales del Instituto de antaño que llega-
ron hasta nuestros días, el principal ícono, de carácter fundamental
como elemento de identificación del Instituto es la I. Una simple vocal
que se transformó en símbolo y distintivo, escrita con mayúscula. Tiene
tras de sí una larga historia que sobrepasa el sentido original de una le-
tra entre las veintiocho de nuestro alfabeto, y que también sirvió para
identificar a los institutos de formación docente en la especialidad
Educación Física. Pero entre todas… la nuestra es decana.
87
BANDOS Y DISTINTIVOS
Otro de los elementos que hacen a la mística y a la identidad, son los bandos y sus distintivos. En el caso
de los primeros se trata de la división del alumnado en grupos a partir del nuevo paradigma establecido
en la década del ’40. En el inicio definidos como Bando Rojo y Bando Azul, se agregaría luego el Verde
hasta que a fines de los ‘50 el Azul fue relegado. Contrapartida de los ’Churos’ y ‘Guaynas’ que identifi-
caban a los muchachos en el INEF de San Fernando, los bandos Rojo y Verde se mantuvieron en el instituto
femenino como espacios de competencia interna que estimulaba la práctica de los deportes. Se daba así
continuidad a los “concursos” y “domingos deportivos” implementados desde los orígenes del Instituto por
su fundador. Su desarrollo fue paralelo al de los “círculos“, más específicos y que permitían la participación
de Instituto en los torneos y competencias de diversos deportes federados.
“Fue una tarde del mes de abril que la señora de Cogorno, la directora del Instituto, nos reunió en el gim-
nasio y expuso la decisión tomada por el Consejo de Profesores. El alumnado sería dividido en dos ban-
dos y cada una habría de pertenecer a él hasta el final de su carrera. Y el 14 de mayo de 1946 nacieron
los bandos que por voluntad de sus integrantes se llamaron Rojo y Azul. Comenzaron las competencias
internas, en las cuales medio Instituto se enfrentaba al otro medio. (…) Un día aparecieron los distintivos,
el brazo izquierdo de las rojas ostentaba un triángulo blanco ribeteado de rojo y en el centro un indio en
posición arrodillada con su arco tenso y la flecha ya dirigida. Era el “abad pita” representante de una
raza americana noble y guerrera que probaba en la lucha, el arrojo, valor y destreza de sus hombres”.
(…) Y sobre la “I” las azules llevaban un pequeño escudo de paño lenci blanco, símbolo de pureza, y
en el centro un rombo azul, símbolo de nobleza en el pensar, en el sentir y en el proceder. Más tarde,
ese mismo año, los bandos realizaron un concurso de banderines y así en los partidos aparecieron las
compañeras alentando a las jugadoras con hurras y cantos mientras que agitaban ese trozo de paño
tan querido que era la materialización de sus afanes”. Fragmento firmado por “Lila, una ex alumna” en
las páginas de Acacia (1950).
Las competencias interbandos alcanzaron además otras áreas expresivas como el teatro, verdaderas
estrategias de búsqueda de excelencia que se aplicaron a partir de los recursos propios de la institución
y de sus miembros. Los nuevos tiempos y sus lenguajes llevarían a la renovación de los símbolos como
signos sustentados por las huellas del pasado.
88
ÍCONOS DE UN RECORRIDO
La mística institucional fue una construcción iniciada en los orígenes del Instituto y que se fue acentuando
con el paso del tiempo, para luego de casi un siglo de vigencia diluirse en una suerte de identidad global.
Ceremonia de entrega de la I, fiestas de presentación de los alumnos de primer año, ‘bautismo’ y otras
celebraciones sociales y deportivas, se realizaron anualmente con continuidad hasta la década de 1970.
Esas ideas también estuvieron presentes en diversas actividades asociadas a los símbolos, adoptados como
verdaderas herramientas de construcción de identidad.
Entre ellos se destaca el Himno, con letra de Enrique Romero Brest y música de Felipe Boero, que sería uno
de los símbolos creados en la etapa del Instituto Superior, junto con el gallardete y la I. Con el nuevo par-
adigma establecido en los ‘40, la Canción del Internado, obra de un alumno del INEF “General Belgrano”
devino en la Canción del Instituto que se cantaría en actos y eventos de todo tipo hasta la década de
1970. El espíritu se renovaba al ritmo de los cambios registrados.
89
Innumerables imágenes del pasado de la institución y de las personas cuyas vidas
se entrecruzaron en ese ámbito pueden ser analizadas en forma sistemática. Como
verdaderos detectives, la mirada hacia el ayer nos permite aproximarnos a las ac-
ciones y a los personajes -y tras ellos a los conceptos- que rigieron las prácticas
sociales y pedagógicas pasadas, para acceder así a las ideas subyacentes en la
vida del Instituto de cada época.
90
IDENTIDAD SOLIDARIA
EL GIC representa una de las más fructíferas iniciativas de la comunidad del Insti-
tuto. Surgido a comienzos de la década del 90, sus protagonistas consiguieron
imponer y sostener un proyecto que conquistó a la Institución, y logró expresarse en
la formulación de la currícula educativa. Sus miembros aspiran a una sociedad libre
y solidaria, en la que haya igualdad de oportunidades, y asumen el compromiso
como actutud personal y consideran necesarios la cooperación, el protagonismo
y el respeto.
91
Recreación, Educación Popular, Artes, etc. y por quienes deseen
aportar desde sus conocimientos e historia personal a su trabajo.
Comunidades de Santiago del Estero (Vinará), La Rioja (Alto Jagüe,
Bajo Jagüe, Valle Hermoso y La Banda (Departamento de Vinchi-
na), Neuquén (Cajón El Huecú, Quili-Malal, Quilca, Pichai-Hue y
San Demetrio) y distintos barrios de vulnerabilidad social en Capital
Federal (Barrio de Chacarita) y Gran Buenos Aires constituyen su
campo de acción.
92
1939
EL DÍA DE LA EDUCACIÓN FÍSICA Y SU CELEBRACIÓN
Establecida oficialmente por el Decreto Nº 930 del 18 de julio de 1940, la Fiesta de la Educación Física fue
un símbolo destacable de la nueva organización que representó la Dirección General de Educación Física
en las décadas del ’40 y del ’50 y que continuaría inclusive después de su transformación en Dirección
Nacional de Educación Física. Bajo el impulso de esa Dirección, se convirtió en un evento de carácter
masivo a la vez que estrategia de difusión de las actividades del Instituto. El plan de acción de la recién
creada Dirección General contempló, además de la realización de competencias deportivas, torneos
atléticos y exhibiciones gimnásticas en todos los establecimientos escolares y organizó la Fiesta de la
Educación física a partir de 1939.
Desfile de alumnas del Instituto I.N.S.E.F. y alumnos del Instituto “Gral. Manuel Belgrano”
93
LA FIESTA DE RIVER
Un decreto del Presidente Farrell estableció en 1944 el “Día de la Educación Física”, por el
cual el último sábado del mes de octubre de cada año los establecimientos secundarios
de enseñanza deberían realizar fiestas estudiantiles en las que se efectuaran formaciones,
desfiles, demostraciones gimnásticas y juegos.
El programa de la Fiesta celebrada en 1949, por ejemplo, consistió en un desfile de los equipos
participantes en los Concursos Intercolegiales al ritmo de la Marcha del Reservista, siguiendo
94
a los abanderados de los establecimientos secundarios que representaban a todas las
provincias y gobernaciones el país. Dispuestos en el campo del Estadio de River Plate,
se daba apertura formal al acto con el Himno Nacional y a continuación se entonaba
la Canción del Estudiante. En ese año se premió una Marcha de la Educación Física que
nunca alcanzó la popularidad de la anterior. Las actividades que los alumnos realizaban
daban cuenta de la metodología establecida, conocida como Método Único.
La ejecución de ejercicios gimnásticos y atléticos por parte de miles de estudiantes
secundarios era armónica y masiva e incluía una exhibición de danzas folklóricas.
95
Fiesta de la Educación Física.
Ingreso del Vicepresidente
de la Nación, Ramón S. Castillo,
y de Carlos A. Pueyrredón,
Intendente de Buenos Aires (River
Plate, 1941)
OTRAS CELEBRACIONES
Las formaciones estudiantiles no fueron ajenas a una tradición de desfiles cívico-militares que se entronca
con la historia de la nación argentina y que se consolidarían a lo largo del siglo XX. Una extensa iconografía
da cuenta de este tipo de eventos, que se articularon con el deporte y la educación. También el Instituto
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estuvo presente en ellos y el paso de sus representaciones
con los estandartes y símbolos institucionales puede Inauguraciones del Mundial
observarse en fotografías de la época. y de ATC
“¡Hay que acortarlo!”, dijo en forma
La realización de este tipo de eventos contó con una carga categórica el oficial a cargo de la
simbólica fuertemente asociada al quehacer educativo
televisación, y un terminante:
y su difusión, tal como fueron originalmente concebidos.
“¡Va todo o no va nada!” respondió
Sin embargo, su formato masivo fue una herramienta
Beatriz Martí, Inspectora de la Direc-
utilizada en la década de 70 para la propaganda política
ción Nacional de Educación Física
de la dictadura militar y, perdido en el imaginario popular
responsable del esquema. Así lo
el sentido esencial de la celebración, la práctica fue
recuerdan las alumnas del Instituto
rápidamente abandonada.
que se encontraban en la primera
Física que se registran son las de los años 1979 y 1980, Sobrevino entonces una negocia-
llevadas a cabo en el estadio de River Plate. Su formal ción: el desfile y la muestra se harían
desaparición se produjo con el cambio de jurisdicción completos, pero la transmisión tele-
de los establecimientos educativos, poco después del visiva comenzaría con el inicio de la
cual este tipo de muestras y desfiles relacionados con la exhibición gimnástica.
educación física dejaron de tener lugar.
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A MODO DE EPILOGO
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todos los cursos, y también a los recursos disponibles para
la enseñanza -como el sencillo y primitivo aparato registra-
dor de Marey, que llamaban cariñosamente el “abuelito”-,
hasta llegar al “bien surtido laboratorio de fisiología”, que
ella confiaba en que un día sentaría la norma científica de
la educación física racional, tal como la concebía Romero
Brest, reflexionaba Alzú.
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bibliografía
Alzú, Juana. Discurso pronunciado por la señorita Juana A. Alzú, en nombre de sus
compañeras, en la colación de grados de 1916. Revista de Educación Física, Año 8 Nº
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Revista ACACIA. Órgano de las alumnas del INEF. Buenos Aires, 1945 y 1950.
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1 Nº 1, 1967.
entrevistas
Nenecha Brest
Alberto Dallo
Alfredo Miri
Marta Sanz
Lila Tufró
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nicialmente imaginado como una historia institucion al que
per mitiera reconocer al isef actual como legatario de su his-
t o r i a centenaria, la elección de sus contenidos tuvo diferentes ritmos y ori-
entaciones en su evolución, y se desarrolló recorriendo diferentes tiempos
y espacios, adentrándose en diversidad de cuestiones, apelando a los
recuerdos y los testimonios de quienes enseñaron y de quienes aprend-
ieron en sus aulas, gimnasios y campos de juego. En síntesis, la propia
génesis de este libro impuso los criterios, las líneas narrativas, los mate-
riales elegidos del cúmulo de información disponible. de esa rica base
de materiales surgieron estas páginas, que se proponen simplemente
dar a conocer la historia de una institución dinamizada durante más de
un siglo por el quehacer cotidiano de sus protagonistas
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