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Debido a la complejidad matemática de las formas curvilíneas proyectadas por Gehry, éste
decidió emplear un avanzado software inicialmente utilizado en la industria aeroespacial,
CATIA, para trasladar fielmente su concepto a la estructura y facilitar su construcción. Para
la piel exterior del edificio, el arquitecto eligió el titanio tras descartar otros materiales y
comprobar su comportamiento en unas muestras que había en el exterior de su propio
estudio. El acabado de las cerca de 33.000 finísimas planchas de titanio consigue un efecto
rugoso y orgánico, al que se suman los cambios de tonalidad del material según la
atmósfera reinante. Los otros dos materiales empleados en el edificio, piedra caliza y
vidrio, armonizan perfectamente, logrando un diseño arquitectónico de gran impacto
visual, hoy día convertido en verdadero icono de la ciudad en todo el mundo.
El diseño del edificio sigue el estilo de Frank Gehry. Inspirado en las formas y texturas de
un pez, se puede considerar una escultura, una obra de arte en sí mismo. Las formas no
tienen ninguna razón geométrica ni se rigen por ninguna ley. El museo es
fundamentalmente una cáscara que evoca el pasado industrial y la vida portuaria de
Bilbao, sus industrias tradicionales, metalúrgica y naviera están presentes en los
materiales y las formas: titanio y acero, velas desplegadas, barcos, un pez inmenso.
Se compone de una serie de volúmenes interconectados, unos de forma ortogonal
recubiertos de piedra y otros de forma orgánica cubiertos por una piel metálica de titanio,
que recuerdan imágenes de Metrópolis, con sus pasarelas y puentes atravesando el
espacio. La conexión entre volúmenes está dada por la piel de vidrio. El museo se integra a
la ciudad tanto por su altura como por los materiales empleados. Al encontrarse por
debajo de la cota de la ciudad, no sobrepasa al resto de los edificios. La piedra caliza, de
tono arenoso, fue especialmente seleccionada para este fin. Visto desde el río, la forma
del edificio se asemeja a un barco, mientras que visto desde arriba posee la forma de una
flor con tonos que cambian según la hora del día, pasa de tonos celestes a un brillo
deslumbrante al mediodía, de un ocre a un rojizo al atardecer.
Estructura
Debido a su complejidad matemática, las sinuosas curvas fueron diseñadas mediante un
programa informático de diseño tridimensional llamado Catia, que permitió diseñar y
calcular formas que, años antes no hubiese sido posible. El edificio está construido con
muros y techos de carga, los cuales tienen una estructura interna de barras metálicas que
forman cuadrículas con triangulaciones que se ensamblan para formar un único cuerpo.
Las formas del museo no podrían haberse conseguido de no haber usado muros y techos
portantes. Catia determinó el número de barras necesarias en cada lugar, así como su
disposición y orientación.
Además de esta estructura, los muros y techos tienen varias capas aislantes y un
revestimiento exterior de titanio. Cada pieza tiene una forma única y exclusiva para el
lugar que ocupa, determinada por Catia. Las superficies de doble curvatura de titanio se
obtienen a través de una doble trama de generatrices a partir de la geometría facetada. La
primera está formada por tubos circulares que definen la forma horizontal y sobre esta
van perfiles abiertos en “C”, para lograr la curvatura vertical, en los que se atornilla la
chapa galvanizada que cierra el volumen total. En su cara externa se colocó un refuerzo de
estanqueidad y por último las escamas de titanio, fijadas mediante grapas de acero
inoxidable.
Programa de diseño
Al comienzo de su trabajo, Gehry se resistía a utilizar un programa informático en su
proceso de diseño, pensando que el ordenador limitaría la arquitectura a simetrías, a
imágenes especulares y a “simples geometrías euclidianas”, sin resolver las cuestiones de
cómo visualizar los movimientos o gestos que tuvieran como resultado formas
esculturales en tres dimensiones. Gehry comentó: “No me gustaban en absoluto las
imágenes del ordenador, pero en cuanto encontré una manera de usarlo para construir,
conecté con él”. Jim Glymph, socio de Frank Gehry, incluyó diferentes paquetes de
software en el programa que facilitaron la ejecución del proyecto, ahorrando tiempo y
evitando una aplicación inadecuada de los materiales. (fig. 3)
Burj Khalifa
La Burj Khalifa fue llamado antes de su inauguración Burj Dubái. La construcción comenzó
el 21 de septiembre de 2004 y fue completada el 1 de octubre de 2009. Oficialmente se
inauguró el 4 de enero de 2010.
Su diseñador y creador fue el arquitecto Adrián Smith. En un principio, el Burj Khalifa iba a
tener el nombre de «Grollo Tower»; mediría 570 metros, lo suficiente para convertirlo en
el edificio más alto del mundo, y se iba a situar en Australia. La forma del rascacielos no
tenía nada que ver con el diseño actual. Su diseño consistía en un prisma con una punta
iluminada. Más tarde, se decidió aumentar la altura del edificio a más de 600 m. Una vez
ya ubicado en la ciudad de Dubái, su diseñador y creador decidió que la altura del
rascacielos iba a superar los 700 m. Fue entonces cuando se creó el modelo que
actualmente se conoce. La altura se mantuvo en secreto, pero se estimó entre los 800 y
los 820 m.
Se puede definir como el hotel que más récords mundiales acumula, ya que es el más alto
(321 m), el más lujoso (el único en el mundo de 7 estrellas) y naturalmente, uno de los
más caros: «Burj Al Arab» es la «Torre árabe» (por su significado) construida en medio del
mar, en una zona del Golfo Pérsico famosa por su arquitectura espectacular y futurista, y
sobre todo dedicada al turismo.
El impresionante edificio se eleva sobre una isla artificial a 300 metros de la costa,
enfrente de la playa de Jumeirah en Dubái, Emiratos Árabes. Una torre edificada en uno
de los entornos más hostiles de la tierra, sin las limitaciones de una tradición constructiva
establecida. Se trata de un complejo de entretenimiento completamente independiente,
con una escala abrumadora y una intencionada atmósfera de «patio de recreo», el edificio
es tan independiente de su localización como podría ser un trasatlántico.
Concepto
La gran membrana de tela de fibra de vidrio con aspecto de Teflón que cierra la pared del
atrio, se inclina hacia afuera mediante unos travesaños suspendidos de la cumbre de la
torre, reproduciendo de una manera bastante fiel las velas que ondean sujetas a sus
mástiles en los veleros que navegan en las proximidades. Sus arcos horizontales resisten
las cargas del viento, y el textil tensado entre esta especie de meridianos luce una
nervadura que lo convierte en un conjunto de paneles rígidos: “paraboloides
hiperbólicos”, reposando en una estabilidad perfecta. (fig.6)
DISEÑADOR: TOM WRIGHT
Principales Proyectos