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Comentario “La entrega total” (1941) de Robert Frost.

Por Paula Aguilar Velasco

‘The gift outright’

The land was ours before we were the land’s.


She was our land more than a hundred years
Before we were her people.
She was ours In Massachusetts, in Virginia,
But we were England’s, still colonials,
Possessing what we still were unpossessed by,
Possessed by what we now no more possessed.
Something we were withholding made us weak
Until we found out that it was ourselves
We were withholding from our land of living,
And forthwith found salvation in surrender.
Such as we were we gave ourselves outright
(The deed of gift was many deeds of war)
To the land vaguely realizing westward,
But still unstoried, artless, unenhanced,
Such as she was, such as she would become.

Robert Frost (1941)

Robert Frost nació el 26 de marzo de 1874 y es uno de los más importantes poetas
norteamericanos del siglo XX.
The gift outright es un poema que pertenece a la corriente del Modernismo publicado en
1941, año en el que Estados Unidos entra a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) al
declararle la guerra a Japón a raíz de los ataques nipones a las bases navales de Pearl
Harbor.

En el texto, Frost muestra el proceso por el cual los colonos británicos comenzaron
asentándose en América sin realmente sentir un apego emocional por la tierra, pero cómo
más adelante, con los conflictos en los que tuvieron que enfrentarse con la metrópoli para
mantener el territorio en el que se habían establecido, empezaron a sentir que esa tierra
siempre les había pertenecido y que por ello tenían que tenían que amarla y luchar por
defenderla. Debían defenderla porque les había sido regalada, de ahí el nombre del poema.
¿Regalada por quién? El autor no lo especifica, pero todo apunta a que “algo” superior.
Manifiesta que “ella”, América, ya existía antes de su llegada, de la llegada de los primeros
colonos británicos, y de que dicha tierra era de su propiedad aunque al principio la negasen.

Frost menciona Virginia y Massachusetts y no aleatoriamente, no son dos colonias elegidas


al azar; fueron las dos primeras colonias que los británicos establecieron y las que en gran
medida incitaron la guerra por la independencia y la autodeterminación de los Estados
Unidos. Expone también cómo los colonos fueron capaces de hacer frente a los británicos
porque eran fuertes gracias a que la tierra les pertenecía: pudieron terminar con el
sometimiento y la explotación de los británicos porque se sentían con el derecho a reclamar
la propiedad de una tierra que sabían suya. Se sentían “de la colonia” antes que británicos.
El autor desarrolla conscientemente una concepción identitaria que cohesiona a todos los
americanos por medio de la promoción del amor a la tierra que se habita. No es una
identidad individualista y que admita diferenciaciones: todos los americanos están unidos
por el orgullo que les nace al saberse de un lugar como América. El sentimiento de
pertenencia y posesión está presente a lo largo de todo el poema, es por ello que se repiten
constantemente expresiones como “nuestra tierra”, “era nuestra”, “éramos poseedores”, etc.
Este sentimiento es quizá el motivo por el que la obra fue escrita en 1936 pero se publicó
poco tiempo después de la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial. Se
necesitaban personas unidas que se autopercibiesen como parte de un “todo superior”. Que
no primase el individualismo. Quizá también por este motivo fue el texto elegido por el
presidente demócrata John F. Kennedy para su discurso de aceptación en 1961.

Para terminar, quiero comentar rápidamente los rasgos literarios. Personalmente considero
que si no tuviéramos en cuenta la perseguida belleza del léxico, el poema representaría un
ensalzamiento nacionalista y una narrativa histórica más que una obra poética. Pero es algo
que no podemos ignorar y en la obra encontramos ciertos aspectos interesantes. El autor se
decanta por un verso libre y de arte mayor, lo que considero que se debe al hecho de que
es una obra compuesta más de cara a la recitación en un discurso. También por ello
destaca el retoricismo empleado con el fin de conmover y convencer del amor y el orgullo
que los americanos han de sentir por pertenecer a América. Utiliza la ya mencionada
repetición de pronombres posesivos en primera persona del plural, es decir, no se conforma
con afirmar la propiedad de la tierra, sino que además conforma un grupo de propietarios
que incluye a todos los americanos. También es notable la personificación que Frost realiza
constantemente, por ejemplo al referirse a la tierra como “ella”.

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