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1. Las buenas obras se deben hacer para que Dios las vea (Mt 6:1-18).
a. Dios puso una espada encendida a la entrada del huerto del Edén para que Adán y Eva no
pudieran entrar.
i. De la misma manera, Jesús pone un “ten cuidado” antes de sus enseñanzas sobre
las buenas obras.
ii. Él no quiere que adoptemos la actitud de los fariseos. Veremos los tres ejemplos
de caridad, oración y ayuno. Nuestro Señor nos los dio para mostrarnos las
actitudes correctas e incorrectas hacia las buenas obras
b. En estos tres ejemplos les dice que se cuiden de hacer como los “hipócritas” (vv. 2, 5,
16), refiriéndose, principalmente a los religiosos estrictos de la época. Jesús está
recriminando la falta de sinceridad. Habla de los motivos que impulsaban estas nobles
acciones.
c. Hipócrita es el adjetivo que se le da a quien actúa con hipocresía, sea porque finge o
aparenta lo que no siente, o porque finge ser lo que no es. La palabra hipócrita proviene
del latín hypocrĭta, que se deriva del griego ὑποκριτής (hipocrités), que significa 'actor o
actriz'
ii. Ellos no daban para ayudar a otros. Daban para gloriarse. Si no había nadie
mirando, ¡no daban nada!
iii. v. 3 - Jesús no dice aquí que debemos hacer todo eso en secreto. Antes les
había dicho que fueran “luz al mundo”. Si pide que los motivos sean correctos... Ese
énfasis es que está tratando de dejar en claro, pues los religiosos habían hecho de
la limosna su forma de presentación de “buena gente”.
e. Los fariseos oraban en las esquinas de las calles para atraer la atención.
i. Había lágrimas en su voz, pero no había lágrimas en sus ojos. Un predicador
famoso llamado D. L. Moody en una ocasión invitó a un predicador a orar en su
iglesia. El predicador empezó a orar en voz alta, atrayendo atención a sí mismo. Oró
y siguió orando por mucho tiempo. Por fin Moody dijo a la gente, “¡Cantemos un
himno mientras nuestro hermano termina su oración!”
ii. Como los fariseos, él estaba orando para ser oído por los hombres y no por Dios (Mt
23:5).
iii. Aquí el Señor está fustigando de nuevo a los fariseos porque amaban las
oraciones ostentosas. Los judíos tenían varias oraciones que repetían tres veces
al dia, 9.00am, 12.00m y 3.00pm, donde estuvieran, alzando sus manos al cielo.
iv. v. 6 – La oración en secreto. No es que tengamos que escondernos para orar, ni que
la oración publica es un error, sino que la oración debe ser un vehículo que
transporte nuestra alma, así que debe ir en intimidad. Muchas veces, la soledad es
el mejor momento para orar.
v. v. 8 - Algunos se preguntan: “¿porque orar si Jesús dice que Dios ya sabe qué
es lo que necesitamos?”. En realidad, somos nosotros quienes necesitamos orar.
Para descansar en Él, para descansarnos al entregar las cargas en oración. Es
como cuando le contamos nuestras tristezas o debilidad o fallos a papá o a mamá.
ii. Dios pone el sello de “PAGADO” en la religión que se centra en uno mismo.
g. El ayuno, igual que la oracion, es una disciplina importante, pues nos ayuda a
centrarnos en la oración y en la súplica humilde.
i. El ayuno era obligatorio para los judios una vez al año, el Dia de la Expiación
(Levítico 23.32).
ii. Pero los fariseos ayunaban dos veces por semana para impresionar a los demás.
iii. Jesús no desestima el ayuno, sino que debiera practicarse sin demostrar tal
sacrificio, para que cumpla su objetivo.
i. En Mateo 5:16, Jesús dijo que nuestras buenas obras deben ser públicas. Pero aquí
en Mateo 6:4, 6 y 17, dice que nuestras buenas obras deben ser en privado. Un profesor
sabio en una ocasión reconcilió estos dos contrastes. Él dijo, “Muestra lo que estés tentado
a ocultar; oculta lo que estés tentado a mostrar.”
j. Somos llamados a dar, a orar y a ayunar, pero lo debemos hacer de manera que Dios sea
glorificado y no nosotros. Debemos buscar “impresionar” a Dios con nuestra actitud noble y
sincera, pero no a los hombres.
a. Las riquezas sirven como guía para nuestro corazón a lo largo de nuestra vida. Tal
como el ojo de una aguja sigue a la punta, el corazón de la persona sigue a su dinero.
Jesús dijo, “Donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Mt 6:21) .
b. Solamente de la venta de libros, John Wesley regaló más de 30 .000 libras esterlinas. Él dijo
a uno de sus predicadores en el año 1787 que él nunca regalaba menos de 1 .000 libras
cada año. Pero en el momento de su muerte, sólo tenía en su posesión unas cuantas libras.
Cuando ganaba 30 libras por año, usaba 28 para vivir y daba las otras dos al Señor. El
siguiente año su sueldo fue duplicado. Pero él siguió viviendo con 28 libras y daba el resto
al Señor. De esta manera, Dios le dio más y más riquezas .10 Él era un hombre que
conocía el secreto de lo que dice Billy Graham, “Dios nos dio dos manos—una para recibir,
y la otra para dar.”
c. Wesley nos amonestó acerca del dinero.
i. Él dijo que normalmente, cuando las riquezas aumentan, la verdadera religión y la
mente de Cristo disminuyen por la misma cantidad (Fil 2:5-8).
ii. Él dijo que cuando las riquezas aumentan, así mismo aumentan el orgullo, la ira y el
amor a este mundo.
iii. Wesley dijo que los que ganan todo lo que pueden, y ahorran todo lo que pueden,
deberían dar todo lo que puedan. De esta manera cuánto más ganan más crecerán
en gracia y se harán tesoros en el cielo.
iv. Wesley fue tan radical como Jesús en cuanto al dinero. Él dijo, “Cuando tengo
dinero, trato de deshacerme de él inmediatamente, antes que llegue a encontrar un
lugar en mi corazón.” Ojalá que las palabras de este gran hombre de Dios nos
animen a seguir su ejemplo.
ii. Jesús contó mas tarde la historia de un rico que amontonó riquezas sobre riquezas,
y cuando quiso sentarse a disfrutarlas escuchó una voz que le dijo: “necio, esta
noche vienen a pedirte tu alma, y lo que has ganado, ¿de quién será?” (Lucas 12.20-
32)
iv. Jesús remata este tema del verdadero valor de las riquezas diciéndoles que
aprendan a usar el buen discernimiento, que tengan el “ojo bueno”, vv. 22-24
3. El afán debe ser reemplazado por la confianza en nuestro Padre (Mt 6:25-34).
a. Los que no amontonan riquezas en este mundo pueden ser tentados a preocuparse
demasiado por lo que pasará mañana. Afán y ansiedad
i. Sin embargo, el problema es que los resultados que vienen sobre la persona, en vez
de ayudarla, la perjudican.
1. Es como cavar para intentar salir de un hueco grande. Nos aleja más de la
solución.
2. “No se dejen engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre
siembre, eso también cosechará.” Gálatas 6.7
ii. Tampoco somos como los huérfanos que no tienen padre. Tenemos un Padre
amoroso en el cielo. Él nos valora más que a las aves del cielo que Él alimenta.
iii. “Dios alimenta a las aves y viste aun a los lirios del campo...”
1. Dios ha prometido darnos cuidado en tiempos inseguros y difíciles
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante
de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.” Filipenses 4.6
iv. ¡Él piensa más en nosotros que en el campo que adorna con los lirios...! Tengo
un recuerdo muy fuerte de una plantación de alfalfa en frente de mi casa, siendo un
niño de unos 6-7 años. Esa siembra echa una flor de color púrpura, hermosa, pero
multiplicada por millones, era un espectáculo sublime. Sumado a eso un día llegaron
mariposas, pero millones de ellas, una mas linda que la otra... Si Dios puede hacer
eso...
v. “Hombres de poca fe...” parece tan sencillo, pero nos es fácil ejercer fe... Estamos
viendo la serie “The chosen”, que se centra no tanto en Jesús, sino mas que nada
en sus discípulos. Y se miran todos los caracteres y debilidades de ellos. Sus
trasfondos y temperamentos los traicionan muchas veces, pero ahí van, siguiendo a
Jesús... igual nosotros, creciendo en fe…
3. Buscar el Reino – que la vida y el culto del creyente estén bajo el gobierno y
el poder de Dios (sujetarse sin condiciones a ése señorío). Pedir que ese
gobierno divino se manifieste salvando almas y sometiendo los poderes
demoniacos
i. Jesús, en este pasaje, prohíbe uno de los males más comunes en la raza humana,
es decir, el hábito de juzgar con severidad e injusticia a los semejantes.
ii. Jesús no prohíbe toda clase de juicio, pues en múltiples pasajes bíblicos se nos
dice de ejercer correctamente el juicio...
1. Juan 7.24 “No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio”
2. 1 Corintios 2.15 “En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es
juzgado de nadie.”
iii. También el texto indica que la práctica que Jesús prohíbe se realizaba entre
creyentes: ¿Cómo diras a tu hermano...? (v. 4).
ii. Nadie puede evitar formar una opinión acerca de otras personas. Desde la
niñez se nos enseña la importancia de distinguir entre lo bueno y lo malo, lo
hermoso y lo feo, lo correcto y lo incorrecto. Pero algunos son profesionales en esto
de juzgar…
c. Hay varias razones por las cuales el creyente no debe practicar la crítica destructiva.
i. Uno que practica el juicio destructivo está atrayendo sobre sí mismo dos cosas:
ii. Cuando juzgamos a otros sin misericordia, Dios nos juzgará sin misericordia.
1. “Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia;
y la misericordia triunfa sobre el juicio.” Santiago 2.13
“No busquemos vengarnos, amados míos. Mejor dejemos que actúe la ira de Dios,
porque está escrito: «Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.” Romanos
12.19
d. Cuando practicamos la crítica destructiva corremos el riesgo de ver con claridad las faltas
insignificantes (“brizna”, v. 3, es una partícula pequeña de polvo) de otros, mientras no
observamos las faltas graves (“viga”, o tabla gruesa) en nuestros ojos.
i. La viga (v. 3) en nuestros ojos impide que veamos claramente las faltas de otros.
Este es el colmo de la hipocresía, pues pretendiendo “ayudar” a otro, en realidad lo
desanimamos, o lo aplastamos. Mario fue amonestado en su trabajo porque Silvia
hizo notar que había llegado 5 minutos tarde, mientras ella se encontraba en medio
de todas las peleas y conflictos de la oficina…
ii. Debemos entender que nuestro juicio es siempre parcial, pues nunca tenemos
todas las evidencias necesarias para un juicio cabal. Además, somos por naturaleza
parciales, arbitrarios y subjetivos en nuestros juicios.
i. Jesús está usando dos pares de metáforas equivalentes: lo santo a los perros, las
perlas a los cerdos.
ii. “Lo santo” y “perlas” son términos que se refieren a verdades o testimonios
espirituales que estimamos de gran valor. “Perros” y “cerdos” eran los dos animales
más repugnantes e inmundos para los judíos.
iii. Los judíos usaban estos términos para referirse generalmente a los gentiles.
Sin embargo, es casi seguro que Jesús tenía en mente una aplicación más general:
todo incrédulo que no quiere, o que no tiene capacidad para apreciar valores
espirituales.
iv. Los “perros” y “cerdos”, al ver “lo santo” y “las perlas” que se les echan, pensando
que es algo para satisfacer su apetito y al comprobar que no lo es, de furia puedan
atacar al que quería alimentarlos.
f. En resumen, ¿cuál debe ser la actitud del creyente hacia los demás?
i. Primero, debemos asegurar que nuestro ojo esté libre de “vigas”, o sea, que
nuestra vida esté limpia y correcta. Para lograr esto, es necesario un autoexamen
a la luz de las Escrituras y en la presencia del Señor quien escudriña lo más íntimo
de los corazones.
ii. Luego, debemos concentrarnos en las virtudes de otros y aun procurar mirar a
través de sus faltas para ver las posibilidades de lo que ellos pueden llegar a
ser.
iii. Además, a veces es mejor guardar silencio ( Mateo 26:63 “mas Jesús callaba”).
La falta de un buen sentido común frecuentemente pone en ridículo el evangelio y
hace mucho daño a la causa de Cristo. Tal falta se ve a menudo en programas
radiales y de televisión, reuniones al aire libre y en el evangelismo personal.
g. El juicio debe ser hecho considerando que “con la misma vara que medimos nos
volverán a medir”, Lucas 6.37-42
i. Creo que hay relación del “buen juicio” con el “pedid y se os dará”. Es decir: lo que
buscamos encontraremos...
ii. La regla de oro lo clarifica: “hagamos con los demás lo que querríamos que hagan
con nosotros...”
h. Verdades prácticas
iii. Además, mencionar las debilidades ajenas es a la vez minimizar las nuestras.
iv. Lo cierto es que juzgar es usurpar el lugar que corresponde sólo a Dios.