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Voces: LEALTAD COMERCIAL Y PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR - INFRACCIONES A LA

LEY DE LEALTAD COMERCIAL - PUBLICIDAD ENGAÑOSA - CONSUMIDOR - MULTA


ADMINISTRATIVA - DERECHO A LA INFORMACIÓN

Partes: Luis Losi S.A. c/ DNCI | recurso directo ley 24.240 - art. 45

Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal

Sala/Juzgado: V

Fecha: 17-mar-2015

Cita: MJ-JU-M-92156-AR | MJJ92156

Producto: MJ

Se confirmó la multa impuesta al recurrente por la Dirección Nacional de Comercio Interior por
haber realizado una publicidad gráfica de un servicio sin indicar el precio total de contado en
dinero efectivo, el precio financiado, la tasa de interés efectiva anual aplicada, así como
tampoco la razón social del oferente, su domicilio en el país y la fecha de inicio y finalización de
la publicidad.

Sumario:

1.-Corresponde confirmar la imposición de una multa por parte de la Dirección Nacional de


Comercio Interior a la actora por infracción al art. 8º , en concordancia con el art. 4º ,
ambos de la res. S.C.D y D.C. 7/2002, reglamentaria de la Ley 22.802 de Lealtad
Comercial, y la multa por no cumplir con el art. 7º de la Ley 24.240 de Defensa del
Consumidor, pues quedó demostrado que en el aviso gráfico publicitario de un servicio no
indicó el precio total de contado en dinero efectivo, el precio financiado, la tasa de interés
efectiva anual aplicada, así como tampoco la razón social del oferente, su domicilio en el país y
la fecha de inicio y finalización de la publicidad.

2.-Del aviso publicitario de autos surge que la actora publicó el importe del anticipo y las cuotas
a pagar por el servicio, pero no hizo lo mismo con el precio total de contado en dinero efectivo,
el precio financiado y la tasa de interés efectiva anual aplicada, hecho que no satisface
adecuadamente el deber de información requerido por el ordenamiento legal; lo cierto es que la
norma busca que el consumidor tenga certeza sobre el monto total a abonar y no se
encuentre, después de contratado el servicio, con costos adicionales.

3.-La falta de información obligatoria en los anuncios afecta el derecho de información del
consumidor sobre las características del servicio ofrecido, pues la información requerida por
las normas posibilita que los consumidores puedan conocer los alcances del servicio ofrecido y
reclamar ante un eventual incumplimiento de las condiciones pactadas.

4.-En cuanto a la incompetencia del Director Nacional de Comercio Interior para aplicar la ley
de Defensa del Consumidor, el texto original del art. 41 de la Ley 24.240 fijaba como
autoridad en la materia a la Secretaría de Industria y Comercio (hoy Secretaría de Comercio
Interior por la modificación introducida por la Ley 26.361 ) y el art. 43 la facultaba a
proponer el dictado de la reglamentación de la ley y elaborar políticas tendientes a la defensa
del consumidor e intervenir en su instrumentación mediante el dictado de las resoluciones
pertinentes, aptitud que mantiene al día de la fecha; en ese contexto, y con la autorización
expresa de este último artículo, se dictó la res. SICyM 1233/97 que previó delegar en la
Dirección Nacional de Comercio Interior el contralor, cumplimiento, juzgamiento en sede
administrativa y aplicación de las sanciones que correspondan de la Ley 24.240.

5.-Tanto la ley de Lealtad Comercial, como la de Defensa de la Competencia se integran con


sus normas generales y especiales a las relaciones de consumo previstas en la ley de Defensa
del Consumidor con el fin de garantizar una amplia, adecuada y efectiva protección de los
derechos de los usuarios y consumidores.

6.-La resolución S.C.D y D.C. 7/2002, no constituye un exceso reglamentario del Poder
Ejecutivo, en efecto, el art. 12 de la Ley 22.802 establece las facultades de la autoridad de
aplicación y entre ellas prevé la autorización expresa de dictar disposiciones reglamentarias
tendientes a establecer los requisitos mínimos de seguridad que deberán cumplir los productos
o servicios que no se encuentren regidos por otras leyes, así como también obliga a exhibir y
publicar precios.

7.-El derecho del consumidor es un sistema global de normas, principios, instituciones e


instrumentos que tiene por finalidad, por un lado, garantizar a dicho sujeto una posición de
equilibrio en sus relaciones con los empresarios y, por otro, preservar la lealtad en las
relaciones comerciales, de manera de evitar que se produzcan desvíos o captación potencial
de clientela por medio de métodos contrarios a dicha lealtad.

8.-Tampoco resulta conducente el argumento de que el costo financiero es asunto del banco
con el cliente, ya que se podría interpretar: a) que las cuotas que aparecen en la publicidad son
inexactas porque no figuran con el recargo propio de cada banco; o b) que no hay intereses en
el pago de las cuotas que figuran en la publicidad con los medios de pago que aparecen en
ella. Justamente lo que se busca es que la información sea cierta, clara y detallada.

9.-Las infracciones a la ley de lealtad comercial son formales, y su verificación supone por sí la
responsabilidad del infractor, sin que requiera la producción de un daño concreto sino
simplemente pura acción u omisión ; por ello su apreciación es objetiva y se configura por la
simple omisión que basta por sí para violar las normas, en tal sentido, no se requiere un daño
concreto a los derechos de los consumidores sino la posibilidad de su existencia, imponiendo
las normas legales pautas y conductas objetivas que deben ser respetadas, bajo
apercibimiento de las sanciones previstas en la norma.

Buenos Aires, 17 de marzo de 2015.


VISTOS:

Para resolver estos autos caratulados "LUIS LOSI SA C/ DNCI S/ Recurso Directo ley 24.240 -
art 45" y;

CONSIDERANDO:

1º) Que, por disposición 134/14, el Director Nacional de Comercio Interior impuso a Luis Losi
SA una multa de pesos veinte mil ($ 20.000) por infracción al art. 8º, en concordancia con el
art. 4º, ambos de la resolución S.C.D y D.C. 7/2002, reglamentaria de la ley 22.802 de Lealtad
Comercial, y otra por pesos veinte mil ($ 20.000) por no cumplir con el art. 7º de la ley 24.240
de Defensa del Consumidor (fs. 120/136).

Para así resolver, entendió que aquélla había realizado una publicación en el diario Clarín, el 9
de octubre de 2011, en la que podía leerse ".Para la mejor MAMÁ del mundo!! "BELLEZA Y
BIENESTAR" Validez: Octubre de 2011 (excepto feriado). Anticipo de $ 589 y 6 cuotas de $
393 para dos personas.", sin indicar el precio total de contado en dinero efectivo, el precio
financiado, la tasa de interés efectiva anual aplicada, así como tampoco la razón social del
oferente, su domicilio en el país y la fecha de inicio y finalización de la publicidad.

En concreto, señaló que la falta de información obligatoria en los anuncios afectó el derecho
de información del consumidor sobre las características del servicio ofrecido. Asimismo, indicó
que la información requerida por las normas posibilita que los consumidores puedan conocer
los alcances del servicio ofrecido y reclamar ante un eventual incumplimiento de las
condiciones pactadas.

En cuanto a la graduación de la multa, tomó en consideración el informe del Registro de


Antecedentes agregado al expediente, la actividad desarrollada por la sociedad infractora, su
posición en el mercado, los perjuicios resultantes de la infracción para el consumidor, los
intereses comprometidos y la naturaleza ejemplar y disuasiva que resulta propia de la medida
sancionatoria.

2º) Que, contra esa decisión, la empresa sancionada interpuso y fundó su recurso de
apelación a fs. 140/157vta.A fs. 207/218 el Estado Nacional (Ministerio de Economía y
Finanzas Públicas) contestó el traslado conferido.

El señor Fiscal General subrogante se expidió favorablemente respecto a la admisibilidad


formal del recurso (fs. 221) y también lo hizo sobre los planteos de inconstitucionalidad que
formuló la actora a fs. 283 y propuso rechazarlos (fs. 224 y vta.).

La actora manifiesta en su memorial que el Director de Comercio Interior resulta incompetente


para actuar como autoridad de aplicación de la ley 24.240 y, en consecuencia, solicita que se
declare la nulidad de los arts. 2º y 5º de la disposición recurrida. En este sentido, señala que el
art. 11 de la ley 22.802 designa a la Secretaría de Comercio Interior como autoridad de
aplicación de la ley, con autorización expresa para delegar sus atribuciones, inclusive las de
juzgamiento, en organismos de su dependencia jerárquica no inferiores al Director General.
Sin embargo, la Ley de Defensa del Consumidor no prevé tal facultad, ya que su art. 43
designa como autoridad de aplicación únicamente a la Secretaría de Comercio Interior.
Asimismo, afirma que la resolución de la ex Secretaria de Comercio y Minería 1233/97 es
ilegítima "por un vicio en la causa como antecedente de derecho y por un vicio en su objeto",
en cuanto autoriza al Secretario de Comercio Interior a delegar competencias asignadas por
ley.

Explica que el art. 1º de la res. 134/12 se fundó en normas nulas de nulidad absoluta que
contrarían el principio de supremacía constitucional.Para ello, asevera que la ex Secretaría de
Competencia, Desregulación y Defensa del Consumidor y la Secretaría de Coordinación
Técnica han incurrido en un exceso al dictar las resoluciones 7/2002 y 2/2005, reglamentarias
de la ley 22.802.

En este punto, aduce que la ley 22.802 regula cuestiones vinculadas a la identificación de
frutos, mercaderías, máquinas, equipos y artefactos que se comercialicen en el país pero no
incluye la "oferta de servicios", tal como lo hacen las resoluciones reglamentarias. Asimismo,
sostiene que el art. 12, inc. i, de la ley citada -en el que se funda la administración para dictar
las resoluciones reglamentarias 7/2002 y 2/2005-, faculta a la autoridad nacional a "obligar a
exhibir o publicar precios", pero no a dictar resoluciones que dispongan los contenidos
mínimos de las publicaciones. Por ello, solicita que se declare la nulidad absoluta de los arts.
4º y 8º de la res. S.C.D y D.C. 7/2002 así como su inconstitucionalidad por exceder la
atribución conferida por el art. 99 inc. 2º de la Constitución Nacional.

Esgrime que la disposición 134/14 es nula de nulidad absoluta por un vicio en su causa. Para
fundar su postura expone:

·Respecto de la falta de publicación del precio total de contado en dinero efectivo, el precio
financiado y la tasa de interés efectiva anual: que existió un análisis descontextualizado de los
hechos. El precio total era fácilmente calculable; no había intereses en las cuotas por eso no
se especificó tal situación y el costo financiero que cada entidad bancaria pueda cobrar a sus
clientes escapa a su responsabilidad y al control de la empresa.

·Respecto de la razón social y su domicilio en el país:que no resultaba adecuado desde el


punto de vista comercial y del "marketing", dado que Luis Losi SA es un compañía
constructora y el hotel resulta una unidad de negocios independiente y ajena al rubro de la
construcción.

·Respecto de la indicación de la fecha de inicio y finalización de la promoción: que se indicó en


los siguientes términos "validez: octubre de 2011 (excepto feriados)", no quedando margen de
duda respecto de su duración.

Manifiesta que la disposición es arbitraria ya que se fundó en antecedentes aparentes,


incluyendo citas dogmáticas que redundan en cuestiones de forma. Agrega, también, que se
omitió considerar las defensas planteadas con argumentos puramente formales.

Por otro lado, expresa que existieron vicios en el procedimiento administrativo y en este sentido
explica que:

·el art. 17, inc. a, de la ley 22.802 dispone que "se labrará un acta donde se hará constar
concretamente el hecho verificado y la disposición infringida", pero en el caso no se realizó
acta alguna. Se dictó un auto que no reunía los requisitos previstos por el art. 139 del Código
Procesal Penal, que es de aplicación supletoria.

·La administración rechazó en forma anticipada los planteos de nulidad del procedimiento y los
de inconstitucionalidad de las resoluciones de la ex SCDyDC 7/2002 y SCT 2/2005,
pronunciándose anticipadamente sobre cuestiones de fondo.

·no hubo dictamen del servicio jurídico permanente del Ministerio de Economía previo al
dictado de la disposición.

Finalmente, la apelante cuestiona los fundamentos utilizados por la Administración para


imponer el monto de la sanción y pide que sea dejada sin efecto.Subsidiariamente, y en caso
de que no se aceptaran los planteos antedichos, solicita que se reduzca al mínimo previsto por
la norma.

3º) Que, a los fines de resolver la cuestión planteada en estos autos, corresponde efectuar una
reseña de los aspectos relevantes del procedimiento.

Las actuaciones se inician de oficio con motivo de un aviso aparecido en el diario Clarín, el 9
de octubre de 2011, en el que se publicitó la estadía en un "hotel spa" (fs. 2).

Mediante el auto del 15 de diciembre de 2011, la Secretaría de Comercio Interior informó a


LUIS LOSI SA la posible infracción a los arts. 8º y 4º de la res. S.C.D y D.C. 7/2002,
reglamentaria de la ley 22.802 de Lealtad Comercial, y del art. 7º de la ley 24.240 y lo citó para
que en el plazo de diez días formulara descargo por escrito (fs. 31/32).

El 4 de enero de 2012, la actora presentó su defensa solicitando la nulidad absoluta y la


inconstitucionalidad por exceso reglamentario de las resoluciones 7/2002 y 2/2005, toda vez
que la ley 22.802 no contemplaba la "oferta de servicios". Denunció el incumplimiento del
debido proceso y solicitó su nulidad. Por último, consideró la inexistencia de la infracción: a)
porque el precio de la oferta era fácilmente calculable y; b) en cuanto a la razón social aclaró
que "Hotel Quirinale" era el nombre de fantasía y la razón social era Luis Losi SA (fs.
35/40vta.).

Proveyendo la presentación, la autoridad administrativa desestimó la inconstitucionalidad


pedida y rechazó el planteo de nulidad del procedimiento. En cuanto al primer punto, sostuvo
que no se encontraba dentro de sus facultades el control de constitucionalidad. Respecto al
segundo, argumentó que las actuaciones se iniciaron de oficio con el fin de investigar una
publicidad, todo ello según los lineamientos del art. 17 de la ley 22.802 (fs.92/94).

Frente a ello, la sumariada interpuso recurso de reposición con jerárquico en subsidio,


fundándose en el Código Procesal Penal y en la ley de Procedimientos Administrativos (fs.
97/102), que fue rechazado por el Director Nacional de Comercio del Interior (fs. 103/104).

4º) Que, en cuanto a la incompetencia del Director Nacional de Comercio Interior para aplicar
la ley de Defensa del Consumidor, es preciso recodar que el texto original del art. 41 de la ley
24.240 fijaba como autoridad en la materia a la Secretaría de Industria y Comercio (hoy
Secretaría de Comercio Interior por la modificación introducida por la ley 26.361) y el art. 43 la
facultaba a proponer el dictado de la reglamentación de la ley y elaborar políticas tendientes a
la defensa del consumidor e intervenir en su instrumentación mediante el dictado de las
resoluciones pertinentes, aptitud que mantiene al día de la fecha. En ese contexto, y con la
autorización expresa de este último artículo, se dictó la resolución SICyM 1233/97 que previó
delegar en la Dirección Nacional de Comercio Interior el contralor, cumplimiento, juzgamiento
en sede administrativa y aplicación de las sanciones que correspondan de la ley 24.240.
En tal inteligencia y, sobre la base de lo precedentemente expuesto, no pued e considerarse
ilegítima la actuación del Director Nacional de Comercio Interior, órgano dependiente del
Ministerio de Economía y que pertenece a la Administración Central. La ley no atribuye de
manera expresa la facultad de juzgamiento al Secretario de Comercio Interior sino que, por el
contrario, lo dota de facultades para que pueda cumplir con el deber que se le asigna, cual es,
la defensa de los consumidores y usuarios.A mayor abundamiento, debe tenerse presente que
tanto la ley de Lealtad Comercial, como la de Defensa de la Competencia se integran con sus
normas generales y especiales a las relaciones de consumo previstas en la ley de Defensa del
Consumidor con el fin de garantizar una amplia, adecuada y efectiva protección de los
derechos de los usuarios y consumidores.

5º) Que, respecto a la inconstitucionalidad de la resolución S.C.D y D.C. 7/2002 por constituir
un exceso reglamentario, cabe recordar que la Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene
dicho que: "la declaración de inconstitucionalidad es la más delicada de las funciones
susceptibles de encomendarse a un tribunal de justicia configurando un acto de suma
gravedad que debe ser considerado como ultima ratio del orden jurídico (Fallos: 260:153;
286:76; 288:325; 300:241 y 1087; 301:1062; 302:457 y 1149; 303:1708 y 324:920, entre
otros); por lo que no cabe formularla sino cuando un acabado examen del precepto conduce a
la convicción cierta de que su aplicación conculca el derecho o la garantía constitucional
invocados (Fallos: 315:923; 321:441), tampoco puede desconocerse que el acierto o el error,
el mérito o la conveniencia de las soluciones legislativas no son puntos sobre los que el Poder
Judicial deba pronunciarse (Fallos: 313:410), por lo que la declaración de inconstitucionalidad
de una ley -acto de suma gravedad institucional- exige que la repugnancia de la norma con
cláusula constitucional sea manifiesta, clara e indudable (Fallos: 314:424; 320:1166). Y que
quien tacha de inconstitucional una norma aduciendo que viola sus derechos de propiedad e
igualdad debe probar de modo concluyente como tal afectación ha tenido lugar"
(Fallos:314:1293 y 320:1166). Sobre tal base y por razones de mera brevedad, cabe remitirse
a lo expuesto por el señor Fiscal General en su dictamen para rechazar este planteo.

6º) Que, por otro lado, en relación con la nulidad planteada de la resolución 134/12 y los vicios
del procedimiento, cabe aclarar que las facultades del órgano judicial para revisar los actos de
la Administración en punto a su nulidad o anulabilidad son amplias. Esto, sin embargo, no lleva
implícita la atribución de un Tribunal para decidir sobre la cuestión material plantada, puesto
que existe el peligro de sustituir en sus funciones al Poder Ejecutivo, vulnerando así, el
principio republicano de división de poderes. Debe guardarse, por tanto, mucha cautela en este
sentido, merituando las circunstancias particulares del caso, teniendo presente si se está ante
una cuestión reglada legalmente o de carácter discrecional y si, con base a los elementos
reunidos en autos, puede arribarse a certeza en cuanto a la verdad material, sustancia sobre la
que opera el acto administrativo (cfr. esta Sala, "HSBC Bank Argentina SA c/ DNCI-DISP
47/10 (Expte. S01:57176/10)", sentencia del 19.10.10). En este sentido, el acta o la
constatación mediante la publicación efectuada de una publicidad constituyen dos medios
independientes para iniciar el procedimiento que no son susceptibles de causar nulidad alguna
toda vez que no afectan los derechos del administrado. Lo sustancial aquí es que el órgano
administrador realice una inspección en la que conste por escrito el resultado de
comprobaciones técnicas. En el caso, ese hecho se acreditó con el auto de fs. 31/32, en el
cual se imputó a la recurrente la posible infracción a las leyes de Lealtad Comercial y Defensa
del Consumidor y se corrió traslado a fin de que formulara su descargo sin violar el principio
constitucional de defensa en juicio.
Por otro lado, corresponde señalar que el dictamen de la Dirección de Actuaciones por
Infracciones se encuentra agregado a fs. 118/119, firmado por el abogado Eduardo F.
A.Blanco Apecetche, por el cual opinó que se encontraban configuradas las infracciones a las
leyes en cuestión.

7º) Que, aclarado ello, en primer lugar, se debe analizar si -como dice la parte- la ley de
Lealtad Comercial sólo regula cuestiones vinculadas a la identificación de frutos, mercaderías,
máquinas, equipos y artefactos. Al respecto, el capítulo III de la ley 22.802, denominado "de la
publicidad y promoción mediante premios", en su art. 9º prevé: "queda prohibida la realización
de cualquier clase de presentación, de publicidad o propaganda que mediante inexactitudes u
ocultamientos pueda inducir a error, engaño o confusión respecto de las características o
propiedades, naturaleza, origen, calidad, pureza, mezcla, cantidad, uso, precio, condiciones de
comercialización o técnicas de producción de bienes muebles, inmuebles o servicios". Es decir,
como su título lo indica, este capítulo se divide en dos artículos, de los cuales uno hace
referencia a las publicidades en general (art. 9º), y el otro, a la promoción mediante premios
(art. 10). Es por ello incorrecta y aislada la interpretación de la recurrente cuando sostiene que
este artículo y la ley en general no regulan cuestiones vinculadas a la oferta de servicios.
Interpretar lo contrario correspondería restringir sin sustento válido la protección que buscó
brindar la norma.

En otro orden de ideas, y respecto de la resolución S.C.D y D.C. 7/2002, corresponde


adelantar que tampoco es el resultado de un exceso reglamentario del Poder Ejecutivo. En
efecto, el art. 12 de la ley 22.802 establece las facultades de la autoridad de aplicación y entre
ellas prevé la autorización expresa de dictar disposiciones reglamentarias tendientes a
establecer los requisitos mínimos de seguridad que deberán cumplir los productos o servicios
que no se encuentren regidos por otras leyes, así como también obliga a exhibir y publicar
precios.Dentro de las atribuciones de la Secretaría de Comercio se encuentra esta facultad
reglamentaria la cual no es absoluta ni discrecional, sino que debe servir razonablemente a la
finalidad de la norma y no debe contrariar su esencia.

8º) Que, en lo atinente a la cuestión de fondo, el art. 7º de la ley 24.240 prevé: "la oferta
dirigida a consumidores potenciales indeterminados, obliga a quien la emite durante el tiempo
en que se realice, debiendo contener la fecha precisa de comienzo y de finalización, así como
también sus modalidades, condiciones o limitaciones"

Asimismo, el art. 8º de la res. 7/2002 prevé "Cuando se publiciten voluntariamente precios de


bienes, muebles o inmuebles, o servicios, por cualquier medio (gráfico, radial, televisivo,
cinematográfico, internet u otros), deberá hacerse de acuerdo con lo establecido en los
Artículos 2º, 3º, y 4º de la presente resolución, especificando además junto al bien publicitado,
la marca, el modelo, tipo o medida y país de origen del bien, debiendo precisar, en cada pieza
publicitaria, la ubicación y el alcance de los servicios cuando corresponda, como así también la
razón social del oferente y su domicilio en el país, o la indicación expresa de tal circunstancia
cuando no la hubiere.". En concordancia, el art. 4º dispone "Cuando los precios se exhiban
financiados deberá indicarse el precio de contado en dinero efectivo, el precio total financiado,
el anticipo si lo hubiere, la cantidad y monto de las cuotas, y la tasa de interés efectiva anual
aplicada, calculada sobre el precio de contado en dinero efectivo".

9º) Que, el derecho del consumidor es un sistema global de normas, principios, instituciones e
instrumentos que tiene por finalidad, por un lado, garantizar a dicho sujeto una posición de
equilibrio en sus relaciones con los empresarios y, por otro, preservar la lealtad en las
relaciones comerciales, de manera de evitar que se produzcan desvíos o captación potencial
de clientela por medio de métodos contrarios a dicha lealtad.Este sistema encuentra su
fundamento en el principio general del derecho del consumidor y usuario consagrado en el
artículo 42 de la Constitución Nacional, del que se deriva el derecho de aquéllos a la debida
información y su correlativo deber impuesto al proveedor.

10) Que, del aviso publicitario obrante a fs. 2 surge que la actora publicó el importe del anticipo
y las cuotas a pagar, pero no hizo lo mismo con el precio total de contado en dinero efectivo, el
precio financiado y la tasa de interés efectiva anual aplicada, hecho que no satisface
adecuadamente el deber de información requerido por el ordenamiento legal. Lo cierto es que
la norma busca que el consumidor tenga certeza sobre el monto total a abonar y no se
encuentre, después de contratado el servicio, con costos adicionales.

Tampoco resulta conducente el argumento de que el costo financiero es asunto del banco con
el cliente, ya que se podría interpretar: a) que las cuotas que aparecen en la publicidad son
inexactas porque no figuran con el recargo propio de cada banco; o b) que no hay intereses en
el pago de las cuotas que figuran en la publicidad con los medios de pago que aparecen en
ella. Justamente lo que se busca es que la información sea cierta, clara y detallada.

11) Que, en autos puede apreciarse que tampoco se mencionó la razón social y el domicilio de
la empresa oferente, hecho reconocido por la sancionada, sin que resulte suficiente la
explicación de que "no resultaba adecuado desde el punto de vista comercial y del marketing";
debiendo resaltarse que la recurrente admitió ese incumplimiento sin lograr justificarlo en
forma concluyente. Este requisito es de fundamental importancia ya que le permite al
consumidor conocer contra quien dirigir un eventual reclamo y cuál es su domicilio efectivo.

12) Que, la ley es clara cuando señala que el oferente de un producto o servicio debe
consignar "la fecha precisa de comienzo y de finalización" de la oferta.La indicación "octubre
de 2011 (excepto feriados)" no cubre los extremos requeridos por la norma, por lo que también
cabe desestimar esta defensa.

Corresponde recordar que este tipo de infracciones son formales, y su verificación supone por
sí la responsabilidad del infractor, sin que requiera la producción de un daño concreto sino
simplemente "pura acción" u "omisión"; por ello su apreciación es objetiva y se configura por la
simple omisión que basta por sí para violar las normas (cfr. Sala III, "Supermercados Norte c/
DNCI-DISP 364/04", sentencia del 09/10/06).

En tal sentido, no se requiere un daño concreto a los derechos de los consumidores sino la
posibilidad de su existencia y las normas legales imponen pautas y conductas objetivas que
deben ser respetadas, bajo apercibimiento de las sanciones previstas en la norma (cfr. esta
Sala, "Fate SAICI c/ DNCI s/ Defensa del Consumidor - Ley 24240 - art 4", sentencia del
08/05/14).

13) Que, respecto al agravio sobre el rechazo de los planteos de inconstitucionalidad en sede
administrativa, cabe aclarar que no son facultades de la administración expedirse sobre el
control de constitucionalidad de las normas, ya que es una atribución exclusiva del Poder
Judicial de la Nación.

Con relación a la sanción aplicada, su determinación y graduación es atribución primaria de la


autoridad administrativa, principio que sólo cede ante una manifiesta arbitrariedad (cfr. Sala V
in re: "Musso, Walter c/ Prefectura Naval Argentina", sentencia del 27/05/97).

Dado que la sanción no resulta desproporcionada en relación con la falta cometida, y que se
tuvieron en cuenta los antecedentes de la empresa sancionada (fs. 116), las características del
servicio y demás circunstancias del caso, no se advierte que aquélla resulte arbitraria por lo
que corresponde confirmarla, con costas a la vencida.

14) Que, corresponde regular los honorarios del letrado apoderado de la parte demandada Dr.
Manuel Ignacio Sandoval en la suma de ($.) y del letrado patrocinante ante Dr. Sebastián D.
Alanis en la suma de ($.) (arts. 6º, 7º, 9º, 19, 37 y 38 y concordantes de la ley de arancel),
cuyo pago será efectuado una vez denunciada la entidad bancaria y el número de cuenta en
que se deberán depositar los porcentajes correspondiente (resolución ME 138/07).

Por lo expuesto SE RESUELVE: Confirmar la disposición apelada, con costas (art. 68 del
CPCC) y regular los honorarios de los profesionales intervinientes en los términos del
considerando XIII.

Regístrese, notifíquese y devuélvase.

JORGE EDUARDO MORAN

MARCELO DANIEL DUFFY

ROGELIO W. VINCENTI

Ante mí

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