Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1 Cuando su relato fue publicado, Perkins Gilman le envió una copia al médico que le había prescripto la
“cura”, Weir Mitchell (mencionado en el cuento), y, a raíz de esta lectura, éste cambió el tratamiento.
Literatura Norteamericana- UBA- 2021
Práctico: Clase 4 – Vera Helena Jacovkis
aprender a no “perder el control”, no dejarse llevar por las fantasías, por “ideas excitantes” que
pueden tener consecuencias nefastas para su sistema nervioso (85).
El relato tiene la estructura de un diario íntimo o cuaderno de anotaciones, en el que la
narradora-protagonista va escribiendo diferentes entradas a lo largo de su estadía, siempre a
escondidas de su marido y de su cuñada, quien también la vigila. De este modo, observamos la
evolución de su enfermedad a la par que la de su escritura. El empapelado amarillo de la
habitación en la que se instalan, que ya desde el comienzo genera rechazo en la protagonista, se
va volviendo el centro del relato y el elemento disparador de su locura. De noche, el papel se
visualiza como una cárcel, con barrotes, y la protagonista comienza a ver una mujer que se agita,
intentando escapar, y que finalmente se multiplica (“A veces pienso que hay muchas mujeres
detrás, y a veces sólo una, y ella se arrastra rápidamente y al arrastrarse lo agita” –89). La
narradora asume el rol de ayudarla, despegando el empapelado de la pared, para terminar
conjugando su identidad con la de ella.
En términos generales, se considera que el cuento, como muchas de las ficciones
elaboradas por mujeres a lo largo del siglo XIX, permite, a partir de ciertas características
genéricas y vinculadas con el universo ficcional construido, decir o representar más (críticas,
miedos, fantasías) de lo que era socialmente posible para una mujer en la época. En este sentido,
el cuento se ha analizado como parte de lo que la crítica Ellen Moers (1985) llamó el “gótico
femenino”, un género que representa los temores y fantasías de la mujer en relación con la
sexualidad y la procreación, así como en cuanto a la creatividad literaria y la relación autora-
texto. Eulalia Piñero Gil (2013) ubica los orígenes de este género, en los Estados Unidos, en los
relatos de cautiverio: “Las narraciones que surgen de esas terribles experiencias son góticas en
cuanto a la obscuridad, el terror y el pánico que provocaban estos encuentros con ʻel otro’, al que
describían como si se tratase de huestes diabólicas” (75). Ella señala la invisibilidad de esta
literatura para gran parte de los estudiosos, a pesar de su gran éxito entre el público de la época,
e incluye el texto de Perkins Gilman en una de las tres grandes áreas que identifica dentro del
gótico femenino, la del “gótico doméstico”, en el que se muestra el terror o la angustia generados
por el ambiente asfixiante y rutinario de la casa a través de fantasías góticas o un secreto que se
presenta como un “esqueleto en el armario” (Piñero Gil, 2013, 80-81). El empapelado “simboliza
Literatura Norteamericana- UBA- 2021
Práctico: Clase 4 – Vera Helena Jacovkis
el lugar donde muchas mujeres están atrapadas e intentando salir de la prisión” (83).
En esta línea pero desde una perspectiva retórica, Peter Marston y Bambi Rockwell
(2021) señalan que el texto “subvierte una ideología patriarcal dominante” a partir de “racimos
asociativos”, agrupaciones asociativas o conjuntos de significados analizados en relación con las
descripciones que hace la narradora del papel amarillo (s/p). Si el color del empapelado se asocia
con sensaciones de disgusto y náusea, el diseño está ligado a imágenes del desorden y del caos,
la muerte y el horror; finalmente, la figura que la narradora percibe encerrada en el papel remite
a imágenes de dominación y resistencia. Se puede pensar, entonces, en metáforas de la opresión
que sufren las mujeres en la sociedad, cuyo victimario se presenta como un “monstruo: una figura
fuerza antinatural y destructiva” (Marston y Rockwell, 2021, s/p), y la situación se visualiza
como una enfermedad. Los autores sostienen que, a partir de estas asociaciones, el texto suscita
reacciones en los/as lectores/as que ponen en cuestión el orden social dominante y el lugar que
ocupa la mujer en él.
Resulta relevante, en este sentido, el papel que se le asigna al/la lector/a en la
interpretación y construcción de sentidos del texto y, de hecho, el final del texto ha sido leído de
diversas maneras: si bien algunas/os estudiosas/as lo consideran una victoria de la protagonista
sobre su marido-médico (en el desmayo que sufre éste y el “escape” que ella finalmente parece
conseguir), otras/os lo leen como una derrota (en la medida en que sólo consigue concretar esta
huida a expensas de su cordura, y además porque incluso en ese momento final el marido sigue
obstruyendo su camino con su cuerpo en el piso).
Como señalamos al comienzo, la ficción no es el único vehículo que utilizó Perkins
Gilman para denunciar la situación de la mujer en la sociedad. Ella fue una intelectual central en
los movimientos feministas estadounidenses de fines del siglo XIX y comienzos del XX, y uno
de sus aportes más significativos fue la publicación, en 1898, de Mujeres y economía, un texto
ensayístico en el que analiza la dependencia económica de las mujeres en relación con los
hombres. La escritora argumenta que las mujeres realizan diferentes labores (domésticas, de
maternidad) y trabajan, en realidad, más que los hombres, sin recibir remuneración por estos
servicios. Discute los diferentes argumentos que sostienen la “naturalidad” de dicha dependencia
económica para demostrar que se trata de una desigualdad que no se da en ninguna otra especie,
Literatura Norteamericana- UBA- 2021
Práctico: Clase 4 – Vera Helena Jacovkis
Consignas de lectura:
Relacione las diferentes descripciones del papel amarillo con el desarrollo de la locura de
la narradora-protagonista.
Caracterice el discurso médico sobre las mujeres en el relato.
¿Qué señales de rebeldía o resistencia podemos encontrar en el texto ante ese discurso?
Analice el cuento desde el concepto de “ansiedad hacia la autoría” de Gilbert y Gubar.
¿Considera que el final del cuento puede pensarse como una “victoria” o como una
“derrota” por parte de la narradora-protagonista? ¿Por qué?
Literatura Norteamericana- UBA- 2021
Práctico: Clase 4 – Vera Helena Jacovkis
Bibliografía:
Gilbert, Sandra y Gubar, Susan. “El contagio en la frase: la mujer escritora y la ansiedad por la
autoría”. En La loca del desván. La escritora y la imaginación literaria del siglo XIX.
Madrid: Cátedra, 1998, 59-104.
Marston, Peter J. y Bambi Rockwell. “Subversión retórica en la literatura feminista: ‘El
empapelado amarillo’, de Charlotte Perkins Gilman.” Traducción y notas de María Agustina
Raimondo para la Cátedra de Literatura Norteamericana de la UBA, 2021. Texto original:
Marston, Peter J. y Bambi Rockwell. “Charlotte Perkins Gilman’s ‘The Yellow Wallpaper’:
Rhetorical Subversion in Feminist Literature”, en Women’s Studies in Communication, 14,
n.º 2 (1991): 58-72.
Moers, Ellen. Literary Women: The Great Writers. Nueva York: Oxford University Press, 1985.
Perkins Gilman, Charlotte. “El empapelado amarillo”. Plural. N° 252 (1992): 84-90.
Perkins Gilman, Charlotte. Women and Economy. Boston: Small, Maynard & Co. 1898.
Consultado el 20 de agosto de 2021.
http://digital.library.upenn.edu/women/gilman/economics/economics.html
Piñero Gil, Eulalia. “Pesadillas con cuerpo de mujer en la literatura norteamericana”. Herejía y
belleza: Revista de estudios culturales sobre el movimiento gótico, 1 (Ejemplar dedicado a:
I Congreso sobre Arte, Literatura y Cultura Gótica Urbana) (2013): 73-90.