Antes de la Comunión del Cuerpo de Cristo ORACIONES PARA DECIR CON EL CORAZON

Panem cæléstem accípiam, et
nomen Dómini invocábo.
Antes de la Comunión de la Sangre de Cristo:
Quid retríbuam Dómino pro óm-
nibus, quæ retríbuit mihi? Cáli-
cem salutáris accípiam et nomen
Dómini invocábo. Láudans invo-
cabo Dominum, et ab inimícis
meis salvus ero.
Durante las abluciones:
Corpus tuum, Dómine, quod
sumpsi, et Sanguis quem potávi,
adhæreat viscéribus meis: et
præsta, ut in me non remáneat
scélerum mácula, quem pura et
sancta refecérunt sacraménta.
Qui vivis et regnas in sæcula
sæculórum. Amen.
De vuelta a la sacristía:
Pláceat tibi, sancta Trínitas, ob-
séquium servitútis meæ: et
præsta, ut sacrifícium, quod ócu-
lis tuæ maiestátis indígnus óbtuli, ofrecido a los ojos de tu Majes-
tibi sit acceptábile, mihíque et
ómnibus, pro quibus illud óbtuli,
sit, te miseránte, propitiábile. Per ofrecido, sea por tu piedad propi-
Christum Dóminum nostrum.
Amen.
Sancte Míchael Archángele, de-
fénde nos in proelio: contra ne-
quítiam et insídias diáboli esto
præsidium. Imperet illi Deus,
súpplices deprecámur: tuque,
Prínceps milítiæ cæléstis, sáta-
nam aliósque spíritus malígnos,
qui ad perditiónem animárum
pervagántur in mundo, divína
virtúte, in inférnum detrúde.
Amen.
Salve. Te Deum. Responso por los padres fallecidos
Tomaré el Pan celestial e invocaré
el nombre del Señor.
¿Qué devolveré al Señor por to-
dos los bienes que me ha otor-
gado? Tomaré el Cáliz de salva-
ción e invocaré el nombre del Se-
ñor. Con alabanzas invocaré al
Señor y seré libre de mis enemi-
gos.
Tu Cuerpo que he recibido y tu
Sangre que he bebido, adhieran-
se a mis entrañas, Señor; y haz
que no quede mancha de pecado
en mí, alimentado con tan puros y
santos Sacramentos. Tú que vi-
ves y reinas por los siglos de los
siglos. Así sea.
Séate agradable, oh Santa Trini-
dad, el homenaje de tu siervo; y
este sacrificio que yo, indigno, he
tad, te sea aceptable y, a mí y a
todos aquellos por quienes lo he
ciatorio. Por Jesucristo nuestro
Señor. Así sea.
San Miguel Arcángel, defiénde-
nos en el peligro: protégenos de
la maldad y las asechanzas del
diablo. Rogamos suplicantes que
Dios así lo mande, y tú, Príncipe
de la milicia celestial, a satanás y
los demás espíritus malignos que
procuran la perdición de las al-
mas, con el poder divino arrójalos
al infierno. Así sea.
Al lavarse las manos:
Da, Dómine, virtútem mánibus
meis ad abstergéndam omnem
máculam; ut sine pollutióne men-
tis et córporis váleam tibi servíre
Al ponerse el amito:
Impóne, Dómine, cápiti meo gá-
leam salútis ad expugnándos
diabólicos incúrsus.
Al vestirse el alba:
Deálba me, Dómine, et munda
cor meum; ut in Sánguine Agni
dealbátus gáudiis pérfruar sem-
pitérnis.
Al ceñirse con el cíngulo:
Præcínge me, Dómine, cíngulo
puritátis et extíngue in lumbis
meis humórem libídinis, ut má-
neat in me virtus continéntiæ et
castitátis.
Al ponerse la estola:
Redde mihi, Dómine, stolam im-
mortalitátis quam pérdidi in
prævaricatióne primi paréntis, et
quamvis indígnus accédo ad
tuum sacrum mystérium, mérear
tamen gáudium sempitérnum.
Al revestirse la casulla:
Dómine, qui dixísti: iugum meum
suave est et onus meum leve: fac
ut istud portáre sic váleam, quod
cónsequar tuam grátiam. Amen.
Mientras se dirige al altar:
Iúdica me, Deus, et discérne
cáusam meam de gente non
sancta; ab hómine iníquo et
dolóso érue me.
Quia tu es, Deus, fortitúdo mea;
quare me repulísti et quare tristis
incédo, dum afflígit me inimícus?
Da, Señor, fuerza a mis manos
para lavar toda fealdad, y poder
servirte sin mancha de cuerpo y
de alma.
Pon, Señor, sobre mi cabeza un
yelmo de salvación, para recha-
zar los asaltos del enemigo.
Purifícame, Señor, y limpia mi co-
razón; para que, purificado con la
Sangre del Cordero, pueda gozar
de las alegrías eternas.
Cíñeme, Señor, con el cíngulo de
la pureza, y apaga en mis miem-
bros el ardor de la concupiscen-
cia, para que permanezca siem-
pre en mí la fuerza de la conti-
nencia y de la castidad.
Devuélveme, Señor, la estola de
la inmortalidad que perdí con la
desobediencia de mis primeros
padres; y aun cuando me acer-
que, sin ser digno, a celebrar tus
sagrados misterios, haz que me-
rezca los gozos eternos
Señor, que dijiste: Mi yugo es
suave y mi carga ligera, concé-
deme que lo lleve de tal modo
que consiga los auxilios de tu
gracia. Así sea.
Júzgame Tú, Dios mío, y no
abandones mi causa a merced de
la gente malvada; líbrame del
hombre perverso y falaz.
Pues Tú eres, oh Dios, mi forta-
leza; ¿por qué me has des-
echado de Tí y por qué ando
triste, cuando me aflige mi ene-

Emítte lucem tuam, et veritátem
tuam: ipsa me deduxérunt, et
adduxérunt in montem sanctum
tuum, et in tabernácula tua.
Et introíbo ad altáre Dei. Ad
Deum qui lætíficat iuventútem
meam.
Confitébor tibi in cíthara, Deus,
Deus meus: quare tristis es,
ánima mea, et quare contúrbas
me?
Spera in Deo, quóniam adhuc
confitébor illi: salutáre, vultus mei
et Deus meus.
Glória Patri, et Fílio, et Spirítui
Sancto. Sicut erat in princípio, et
nunc et semper: et in sæcula
sæculórum. Amen.
Introíbo ad altáre Dei. Ad Deum
qui lætíficat iuventútem meam.
Al subir a la grada del altar
Aufer a nobis, quæsumus, Dó-
mine, iniquitátes nostras: ut ad
Sancta sanctórum puris mereámur
méntibus introíre. Per Christum
Dóminum nostrum. Amen.
Al besar el altar:
Orámus Te, Dómine, per mérita
Sanctórum tuórum, quorum relí-
quiæ hic sunt, et ómnium Sanctó-
rum: ut indúlgere dignéris ómnia
peccáta mea. Amen.
Al imponer incienso:
Ab illo + benedicáris, in cuius
honóre cremáberis. Amen.
Al incensar la oblata:
Incénsum istud a te bendíctum,
ascéndat ad te, Dómine: et des-
céndat super nos misericórdia tua.
Mientras inciensa el altar:
Dirigátur, Dómine, orátio mea,
sicut incénsum, in conspéctu tuo:
migo?
Envíame tu luz y tu verdad: ellas
me han de guiar y conducir a tu
monte santo, hasta llegar a tus
tabernáculos.
Y me acercaré al altar de Dios. Al
Dios que llena de alegría mi ju-
ventud.
Cantaré tus alabanzas con la cí-
tara, oh Dios, Dios mío; ¿por qué
estás triste, alma mía, y por qué
me llenas de turbación?
Espera en Dios, pues todavía he
de cantarle alabanzas, por ser mi
Dios y Salvador.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Es-
píritu Santo. Como era en un
principio, ahora y siempre, por los
siglos de los siglos. Así sea.
Me acercaré al altar de Dios. Al
Dios que llena de alegría mi ju-
ventud.
Te suplicamos, Señor, que borres
nuestras iniquidades, para que
merezcamos entrar con pureza de
corazón en el santuario. Por Jesu-
cristo nuestro Señor. Así sea.
Te rogamos, Señor, que, por los
méritos de tus Santos, cuyas reli-
quias están aquí, y de todos los
Santos, Te dignes perdonarme to-
dos mis pecados. Así sea.
Bendígate + Aquél en cuyo honor
serás quemado. Así sea.
Este incienso que has bendecido,
suba hasta Ti, Señor, y descienda
sobre nosotros tu misericordia.
Suba a tu presencia, Señor, como
el incienso, mi oración: sea la
elevátio mánuum meárum sacrifí- elevación de mis manos como el
cium vespertínum. Pone, Dómine, sacrificio vespertino. Pon, Señor,
custódiam ori meo, et óstium cir- guarda a mi boca y puerta
cumstántiæ lábiis meis: ut non fortificada a mis labios, para que
declínet cor meum in verba malí- mi corazón no se incline a pala-
tiæ, ad excusándas excusatiónes bras maliciosas, hasta buscar
in peccátis. pretextos en el pecar.
Al entregar el incensario:
Accéndat in nobis Dóminus Encienda el señor en nosotros el
ignem sui amóris, et flammam fuego de su amor, y la llama de
ætérnæ caritátis. Amen. su eterna caridad. Así sea.
Al dirigirse hacia el lavabo:
Veni, sanctificátor omnípotens Ven, Santificador Todopoderoso,
ætérne Deus, et bénedic hoc sa- Eterno Dios, y bendice este sacri-
crifícium, tuo sancto nómini ficio, preparado para tu santo
præparátum. nombre.
Tras el lavabo:
Súscipe, sancta Trínitas, hanc Recibe, oh Santa Trinidad, esta
oblatiónem, quam tibi offérimus, oblación que te ofrecemos en
ob memóriam passiónis, resu- memoria de la Pasión, Resurrec-
rrectiónis et ascensiónis Iesu ción y Ascensión de nuestro Se-
Christi, Dómini nostri: et in honó- ñor Jesucristo; y en honor de la
rem beátæ Maríæ semper Vírgi- Bienaventurada siempre Virgen
nis, et beati Ioánnis Baptístæ, et María, de San Juan Bautista, de
sanctórum Apostolórum Petri et los Santos Apóstoles Pedro y
Pauli, et Beati Iosephmaríæ, et Pablo, del Beato Josemaría y de
istorum et ómnium Sanctórum: ut todos los Santos, para que sea
illis profíciat ad honórem, nobis para ellos honor y para nosotros
autem ad salútem: et illi pro nobis salud, y ellos, en los cielos, se
intercédere dignéntur in cælis, dignen interceder por nosotros,
quorum memóriam ágimus in te- que celebramos su memoria en la
rris. Per eúndem Christum Dómi- tierra. Por el mismo Jesucristo
num nostrum. Amen nuestro Señor. Así sea.
Durante la Consagración:
1. Señor mío y Dios mío.
2. Adáuge nobis fidem, spem, caritátem.
3. Padre Santo, por el Corazón Inmaculado de María, os ofrezco a Jesús,
vuestro Hijo muy amado, y me ofrezco a mí mismo, en El, por El y con El,
a todas sus intenciones, y en nombre de todas las criaturas.
4. Adóro Te devóte, latens déitas.
5. Señor, danos la pureza y el gaudium cum pace a mí y a todos.