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SEXTA PARTE
(Continuación)
sol u·c ión en la p a rte resolutiva que d ice: como se ve, e l Admi nis
trador de Aduanas de Barranqu i l l a vuelve y repite, que él había
d idado l a reso l ución para que se cobrara e l bodegaje.
E n consecuencia, las l iquidaciones de bodegoje que se hu
bieran efectuado carecen de valor y sin efecto las Resoluciones
n úmeros 88, de fecha 2 de abril de 1 956 y 399, de fecha 1 7 de
octubre d e l mismo a ñ o, ori g i na rias d e esta Dirección. La l<esolu
ció n 2070 es de fecha 1 4 d e l 057.
El Administrador de Aduanas de Barra n q u i�la, seguramente
era un O f i c i a· ! del Ejército, o de la A rmada, y consideró esto como
orden d e l Ministro, eso sí como orden, y procedió en con5ecue n cia,
sin ver que entraba a un campo peligroso de delincuen.c ia. Y simul
táneamente con esa resol u ción, e n la misma fecha d e l , 1 4 de agos
to de 1 957, e l doctor Sarria, apoderado especial dé la e mpresa
Etl Tiempo, elevó a l Consejo de Estado un memoria l de desistimiento,
alegando como fundamento: "Este desistimiento y l a expresada re
'nu ncia obedecen a que e l a ctual Director General de Adu a n a s y
s:U Secretario, doctor Fernando Rodríguez Santos, por medio de la
ResS>Iución 2070 de esta fecha, ha declarado sin valor a·l g u n o los
actos acusados, ten iendo e n cuenta para e l lo, lo expuesto por
el suscrito en ·los memorándumes de 3 de mayo y 1 ° de j u l io del
añ-o e n curso, los que a l desarrollar los fundamentos j urídicos d e
l a demanda, d e muestran l a i lega-lidad d e ta les a ctos".
•el General Rojos Pini llo, yo he veni do a re sp onder por todos esos
cargos, me veo en l·a obligación de a l a r g a r es!as audien cias, a l a r
memori a l e leva do a estE!_ Despa cho por l a señora Raquel Bon i l l a viu
da de Wiesner, y de los documentos a l l í e n u nciados. Ruego a l señor
Fisca l mantenerme inform a d o d e la que haya desde l a invéstigación
q u e por este oficio se solicita."
Yo fui el primero e n espera r que de esto n o h u biera habido
n in g ú n resu ltado y q u e h u biera sido absuelto este Senador. No tengo
n i n g ú n i nterés en q ue se condene a. n i n g u n a persona. Este memori a l
d e l Procurador General de la Nación, l o he leído para comprobar
las afirmaciones que h ice ese día, de que ha bía a lg u nas cosas reJ a.
cionadas. con esta se ñora viuda de Wiesner. Ojalá que esto no h u
biera dado resu lta d o .
Por e s o m e h e remitido, señor Presidente, a l eer es'te me
moria,J, :para decir por qué dije que había a lg u nos cargos relacio
n a dos en este caso.
Tovar Concha :
-Está difamando u n a vez más.
Rojas:
-Si a lg una persona está d ifamando es el Procurador Genera'! d e
l a Nación.
La base de mis exposiciones de a ho ra en adelante, señ o r P re
sidente, están contenidas en la carta que con fecha 1 3 d e ju nio d e
1 958 ·le d irigí a los cinco m iembros de la J u nta M i l ita r, carta que se
g u ra mente l os señores Sena dores no • conocen, pero que contiene l a
historia de m uchos· hechos important�s, hechos q u e adoraré e n su
debida oportunidad� porque, como digo, son las bases d e l 1 O de
mayo, l a verdadera verdad sobre el 1 0 de mayo. Esto e s una carta
de j u n io 1 3 de 1 958, de Las P a l mas de Gran Cana ria.
S8ñores m iembros de l a J unta Militar, Mayor Genera l G ra briel
París, Mayor General Deogracias Fonseca, Vice a l m i ra nte Rubén Pie
d ra h ita, Brigadier Genera l Rafael Navas Pard o y Brigadier Gene
ra l Luis E. Ordónez. Bogotá.
Esta ndo para term i n a r su m a n dato como gobernantes dé Colom
bia, considero necesario y conveniente a na l izar en forma serena,
clara y senci l la, 1los a ntecedentes y las !Consecuencias del 1 3 d e junio
y del 10 de m ayo, pam revivir persona jes, record a r actuaciones
al pa recer olvidadas y p resta r hechos y deta l le s q ue perm itan a
lo opinión p ú b l ica apreciar la m a n era como ustedes cumpl ieron l a
misión qu·e l e s e ncomendé e l 1 O d e mayo, d e conti-n u a r e l Gobierno
de l as Fuerzas A rmadas. N o hay necesidad de violentar la memo
ria p a ra recordar que e l 7 de a gosto d e 1 950, cuando el doctor Lau
rea no Gómez asumió l a Presidencia d e la República, el partido
conservador se a g rupaba u n i do en torno a l Gobierno, y el partido
l i bera l se h a l laba en la oposición respirando odio y venga nza ha-
64 El Proceso P e n a l de Rojos Pinillo
m ía que el doctor Urda neta Arbeláez, con gran volu ntad y honesto
corc.zón, se convirtió en e l abanderado de tan patriótica campaña
y l u ch ó valientemente por desligarse de cualquier extraña y malsan::t
presión, que impidiera le recu peración del país y e l apacigua miento
de las ba1,1s' pasiones colectivas. Pero en su noble y generoso e mpe
ño tropezó con e l obstácu lo del Presidente titu•la r, que para la nzar
a Colombitl a l abismo a ba n donó su lecho de enfermo, asumió de
nuevo e l Porler y precipitó e•l 1 3 de junio.
Desde rni discurso en e l banqu·e te de la Escuela Mil itar el 22 �e
mayo de 1 953, e n que le ofrecí al doctor Urdaneta Arbeláez el res
p a l do total .y efectivo de •las Fuerzas Armadas, para gobernar nacio
na lmente sin desmayar en sus' aspiraciones por alcanzar la paz y el
im p l a ntamiento de las gara ntías ciudadan as, el doctor Gómez descu
brió fra ncamente sus planes de impedir la reorganización m i niste
rial con el caso de Felipe Echavarría y de no aceptar sino median
te ·u na severa y justa investigación l a cul pabilidad e i nconsciencia
d e m is suba lternos. Cuando a l gu nos días después fue cambiado el
Min istro de Guerra y salieron del Gabinete otros miembros, fui info r
mado de q u e el Presidente titu l a r asu miría el Poder en las horas de
la tarde, inmediatamente ordené que las tropas de Bogotá se a l is
taran para tom a r posesión de la ciudad, y le h ice saber que l a s
'f uerzas Arma das ·no .perm itiría n nuevas intervenciones suyas e n e l
Gobierno, porque el Gobierno bicéfalo estaba liquidado. Los Ofi
cia les q u e trabajaron conmigo en el Comando Genera l, y especial
mente los del Departamento de Informaciones del Estado Mayor Ge
nera l , saben con absol uta certid u m b r e que yo no tuve n i n g u n a inter
vención en el caso de Echavarrío, salvo orden que impartí que fue
estrictamente cumpl ido poro que lo alojaron e n e l Batal lón Guardia
P-residencial con todas los consideraciones debidos. E n el Ca s i no de
66 El Proceso Penal de Rojos Pinillo
cía c laramente cuándo debía ser p uesto e n l i bertad , ocho meses des
pués. Con l a visita providensia l ·de l Presidente de ·l a Repúbl ica, que
d a ba ·l ibre al comprender el Alcaide de la ·c árcel que estaba. come
tiendo un del ito definido y castigado por el Código Pen a l . La prensa
l i bre y responsa b l e que impunemente m e ca l u mn iaba ha pedido ais
l adam ente que se enju icie al Primer Mandatario porque i nterfirió la
justicia ordenando lo .libertad d e un pel i g roso criminal conservador.
A l principio decía n esto: q ue yo ha b ía soltado a u n pelig roso
criminal conservador. Recuerdo m uy b ie n ál corresponsal Camorgo
Gámez, q u e esteba. a m i lado ese d íD cua ndo pusimos en l ibertad a
ese pobre ·a nda na, que ya h a b ía pagado su condena. y recuerdo tam
bién, parece, que é l m e mostró el comu n icado q u e envió o l a co
rresponsa l ía que envío a su periódico oqu í e n Bogotá, elogiando a l
Presidente por ese a.cto ·d e ·h umanidad.
·E n cierta ocasión a lg u nos conservadores del Valle d e l Ca-uca
so l icitaron un visitador d e l Min isterio de J usticia, p or·q u e un J uez, hijo
de u n conocido crimi n a l q u e m u rió a m a n os del Ejército e n ·las re
vueltas del 9 de abril, q ue ría venga rse de León María Loza no poor
haber ayudado a ese ciudada no, en u n i ón de otros civiles conserva
dores, a descubrir e l l ug a r en donde el fam as; y conocido bando
lero se refug iaba con su cuad r i l l a.. 'El visitador e ncontró notorias ar
b itra ridades y g raves deficiencias, q u e a l ser conocidas por el Tri
bunal ocasionaron l a destitución del funcionario.
Cuando ·leí yo en la prensa e l i ntento de acusación por l a l iber
tad de J esús Ma ría Lozano, yo creo que se refería a este ca::o, yo
tengo m uy bueno memoria, p e ro no he podido acorda rme lo que
e n buena lógica significa que n o s uced ió, e l q u e yo hubiera l·la mcv:lo
por teléfono p a ra dar esa l ibertad de León María Lozano, q u e fi
g uró en e l exped iente, que no pasó a d e l a nte por prescripción, pero
q u iero aq u í resultar, y q ue e·l señor María Lozano era el jefe l a u rea
n ista del Departamento del V a l le, o uno de ·l os jefes l au reanistas, ta l
vez el prin cipa·l jefe l a u reon ista en el -campo pop u l ar. Y es evidente
que yo vi u n a fotografío que mostraron a l lá, e n que el ta l Jesús
María Loza no con ·u no de l os h ijos del doctor Laurea-no Gómez, es
decir, e l los eran a migos de J esús María Lozano, y lógicamente, eso
sí existen las fotografías . . .
H a b l a e l doctor Gómez Hurtado:
-Señor Presidente, eso sí tiene que probarme a mf, traer esas
fotografías.
Rojas P i n i l l o :
- L a fotografía se l a sacaron e n u n a comida que le d ió e n e l
mismo sitio, porque ·es e l caso, e l caso es m uy cu rioso, a m í m e invitó.
Antes del 1 3 de junio yo visité a T u;J u á , y el señor León María Lozano
me i nvitó a comer a su casa, yo fui con otros amigos, y me d i jo. "Mi
Genera l, siéntese a q u í en el m ismo sitio donde se sentó el h i jo del
El Proceso Penal de Rojas Pinillo 81
to de la vida subía, pero n u nca las clases traba j a d oras y las gentes
de l a clase media, es decir, los e m pl ·e ados, tuvieron las a n gustias q u e
se han ven i d o p resentando d espués del 1 O de mayo.
Con terca y sospechosa. i nsistencia se ped ía a l Gobierno q ue de
cretara e l cambio l i bre, para que l a l ey d e la oferta y la dema n•d a
estabiliza ra el vaior del peso colombiano y contuviera •l a conti n ua
a lza ·en el ·costo de la vida. Hasta el 1 0 de mayo fue una lucha per
m a nente la q u e sostuvimos con e·l Gab i nete Ejecutivo, contra ·los fi
nancistas y economistas d e todas las categorías y tendencias polí
ticas; existe u na grabación de mi conversación con los miembros de la
J u nta Directiva del Banco de l a •República, q u ienes term inaron acep
tando este punto de vista d e l Gobierno, d'e q u e la adopción de t a l me
dida e ra inconven iente p orqu e se presenta r ía n ·la s consecuencias
que hoy está lamenta n d o el país. Gráfica mente la califiq ué yo co
mo u na puñalada que se le d a ba al p u e b l o por l a espa·lda, aun
cuando a hora l a prensa que a ntes me aduló tánto, y hoy m e ca
l um ni a pa'r a enga ñar al puebl o y ocultar el fracaso del frente civil,
atribuye e l a lto costo d e ·la vida y l a cr·isis económica a los nego
cios particulares del General Rojas Pin i l l o y no entre otras causas
a l a medi·da del cambio l ib re, q ue prod u j o e l escanda loso enrique
cimiento de m is e nemi·gos.
Por otra parte, a u n ·cu a n do se h ubiera procedido con toda l a
reserva q u e e l caso i m ponía, y tomadas c o n a nticipación l a s de:fen
sas ·q u e la técnica aconseja, era imposible e.v itar la especul ación y las
excesivas gonancias de i nd u stria l es y comerciantes, a costa del m ayor
e mpobrecimiento de l os empleados y traba jadores. Materias primas
i mportad a s al cambio del 2,50 a utomáticamente subirían a má·s d el
dob le, en i g u a l fama el c osto d e la vida y el de l os a rtícu los ma
n ufacturados. Es decir, que sobrevendría i nevitab l eme.nte ·u n dob l e
encarecimiento. ¿Qué podría pasar después del 1 0 d e mayo, s i l a
m e d i d a d e l cam bio l ib re s e rad iodifu n d ió y s e avisó p o r l a p rensa
con dos meses de a nticipación? Y l os resortes económicos y finan
cieros d e ·la Na c i ó n estaban ya e n m a nos de los ú nicos y privi legia
dos b eneficia rios, y los m iem bros del Gobierno escasamente se con
virtieron en espectadores de · l a tra gedia colectiva.
Porqve ·i n d u rab lemente, los m i l ita res no entendíamos de estas
cuestiones financieras y ecor.1ómi cas. A ellos les d i jeron q u e la me
dida del cambio l i b re era ·l a salvación del país; el los cargaron so
bre •los h ombros de los Ministros civiles la responsab i l idad, y estam
paron su firma en ese decreto. Como decía ayer, esa es l a bom
b a de t i empo -no sé cuándo l l eg u e a estal l a r- de esta revo l ución
social q u e viene desde 1 957.
E l hombre de l a ca l l e tend ría que preguntarse: ¿Qué tienen
que ver l os negocios particulares del General Rojas P i n i l lo, que sal i ó
del p a ís hace y a trece meses, c o n e l i nsufrible oumento del costo de
El Proceso Penal de Rojas Pinillá 85
ya .que los pol íticos de tan poderosa nación deben pensar primero
en el frente e l ectora l infl uenciado por las amas de casa, que no to
leran d e ninguna m a nera la subida de precios en su principal be- ,_
(Co,ntinuaró}
ESTACI O N O M ETROS