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El documento habla sobre el poder del evangelio según 2 Corintios 4:7. Explica que a pesar de las limitaciones humanas, la luz y gloria de Dios se revelan a través del evangelio. Aunque el evangelio es un gran tesoro, los seres humanos son como vasijas de barro para llevarlo. Finalmente, a pesar de los sufrimientos temporales, el evangelio ofrece una gran recompensa eterna por la fe en Cristo y su resurrección.
Descripción original:
Sobre las bendiciones de anunciar el santo evangelio.
El documento habla sobre el poder del evangelio según 2 Corintios 4:7. Explica que a pesar de las limitaciones humanas, la luz y gloria de Dios se revelan a través del evangelio. Aunque el evangelio es un gran tesoro, los seres humanos son como vasijas de barro para llevarlo. Finalmente, a pesar de los sufrimientos temporales, el evangelio ofrece una gran recompensa eterna por la fe en Cristo y su resurrección.
El documento habla sobre el poder del evangelio según 2 Corintios 4:7. Explica que a pesar de las limitaciones humanas, la luz y gloria de Dios se revelan a través del evangelio. Aunque el evangelio es un gran tesoro, los seres humanos son como vasijas de barro para llevarlo. Finalmente, a pesar de los sufrimientos temporales, el evangelio ofrece una gran recompensa eterna por la fe en Cristo y su resurrección.
TEXTO BIBLICO: 2 CORINTIOS 4:7 INTRODUCCIÓN: Este tema abarca tres puntos principales: La Luz del Evangelio, un tesoro en vasos de barro y una gran recompensa eterna. El texto destaca el poder del Evangelio y la gloria de Dios, que son revelados en nosotros a pesar de nuestras limitaciones y nuestros errores. 1. LA LUZ DEL EVANGELIO. A. A diferencia de los falsos maestros, el ministerio de Pablo venía de Dios; era resultado de su misericordia. Pablo mantuvo su seguridad a pesar de diversos atentados desvergonzados por parte de sus enemigos de distorsionar su persona y sus enseñanzas. Pablo se sentía seguro cuando declaraba que estaba proclamando la verdad. No hay oposición alguna en este mundo que debilite la verdad acerca de Jesucristo. Al contrario: el hecho de que la verdad esté encubierta es resultado de la incredulidad de aquellos que han sido cegados por su afán de seguir a los dioses de esta generación impía. La gente no cree, porque se niega a creer y en vez de hacerlo, prefiere seguir los caminos de este mundo. La verdad que nosotros proclamamos no es una sabiduría oculta, la verdad es explícita y clara para todo aquel que quiera oírla y responder de manera positiva al gran don de Dios que es la salvación. (2 Corintios 4: 1 al 3) (Gálatas 1: 3 y 4). B. En 2 Corintio 4: 4 al 6, Pablo amplía su explicación del motivo por el cual los incrédulos rechazan el Evangelio: los ha cegado “el dios de este siglo” y no pueden ver la luz. Esto se refiere a Satanás, quien es identificado de la misma manera en otros lugares de las Escrituras (Juan 12:31). Al igual que Pablo, nosotros tampoco tenemos poder para transformar vidas. Cuando presentamos el Evangelio, debemos estar seguros de no atraer la atención de las personas con palabras huecas y un carisma humano. La luz del Evangelio es la que debe brillar, para entregar la verdad a aquellos que están perdidos en las tinieblas del pecado. (Juan 8:12). 2. UN TESORO EN VASOS DE BARRO. A. En los tiempos del Nuevo Testamento era frecuente que las personas guardaran los artículos de gran valor en vasijas de barro. Esta práctica ilustraba una importante verdad espiritual. El valor del Evangelio excede incluso al mayor tesoro de este mundo. Sin embargo, el vaso que aloja este tesoro es frágil y de poco valor. Esto significa que el valor del Evangelio está en su mensaje transformador, y no en las cualidades o capacidades de aquellos que lo presentan. (2 Corintios 4:7 al 9). B. Debemos tener presente que Pablo no temía que sus sufrimientos le impidieran seguir adelante. Al contrario, reconocia la gravedad y la dificultad de aquel sufrimiento, pero con todo glorificó a Dios por la manifestación de su poder a través de esa aflicción. Ciertamente enfrentó duras circunstancias como vaso frágil pero se regocijó de que Dios lo usara para proclamar el Evangelio. (1 Corintios 2: 1 al 5). 3. UNA GRAN RECOMPENSA ETERNA. A. Pablo era un gran hombre de fe ante la persecución. En 2 Corintios 4:13 habla de esta fe, y además cita el Salmo 116:10. Pablo tiene ese mismo espíritu de fe. Sin embargo, también vincula esa fe a Cristo: el mismo Dios que resucitó a Jesús de entre los muertos, también será quien levante a Pablo entre los muertos. (2 Corintios 4:13 al 15). B. La presencia del Espíritu en el creyente es lo que nos ayuda a reflexionar que las aflicciones del tiempo presente son ligeras, y solo duran un momento, comparadas con la gloria eterna de la salvación que recibimos de Dios. Tenemos al Espíritu Santo que nos fortalece en esta vida mientras nosotros esperamos anhelantes vivir eternamente con Cristo. En Cristo podemos encontrar fortaleza para hoy y esperanza para la eternidad. En este caso, podemos regocijarnos porque el Evangelio es predicado y Dios ilumina el entenebrecido corazón del hombre, de manera que la luz de la presencia de Cristo obre a través de nosotros para transformar aquellos que escuchen el mensaje de esperanza. (2 Corintios 4:16 al 18). CONCLUSIÓN El poder del Evangelio tiene sus raíces en las promesas y las enseñanzas de Cristo, y manifiesta así en nuestra vida. Dediquemos un momento a pensar en una manera de presentar el Evangelio. Cuando nos preparemos para dar testimonio de Cristo, pensemos cómo describiríamos el tesoro que Dios nos ha dado.