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Antoni Gaudi

ANGELY
Antoni Gaudí Cornet fue un arquitecto catalán que ha sido reconocido internacionalmente
como uno de los expertos más prodigiosos de su disciplina, además de uno de los máximos
exponentes del modernismo.

Gaudí nació el 25 de junio de 1852 en Reus, España. Provenía de una familia de


caldereros, hecho que le permitió al joven Antoni Gaudí adquirir una especial habilidad para
tratar el espacio y el volumen mientras ayudaba en el taller familiar. Su facilidad a la hora de
concebir los espacios y la transformación de materiales prosperó hasta convertirse en el
genio de la creación en tres dimensiones que posteriormente demostraría ser.

Estudió arquitectura en la Escuela de la Lonja y en la Escuela Técnica Superior de


Arquitectura de Barcelona, donde empezó a desarrollar su estilo característico. Con un
desempeño escolar promedio y tras desarrollar su enfoque único del diseño, sin duda
alguna fue un gran genio que quedará siempre inscrito en la historia de la arquitectura.

Pues este maestro tiene 7 de sus obras heredadas declaradas como Patrimonio de la
Humanidad por la UNESCO.

EL MODERNISMO Y GAUDÍ

Su actividad profesional se desarrolló en Barcelona, que a finales del s. XIX vivía un


momento de auge económico debido al florecimiento de la industria y el comercio. La nueva
burguesía enriquecida fue el gran patrocinador del modernismo, conocido como aquel
movimiento artístico europeo de finales del s. XIX.

El modernismo en Cataluña se nutrió de la "Renaixensa'' ( la cual fue un movimiento


cultural surgido dentro de la burguesía a raíz de las transformaciones provocadas por la
Revolución Industrial), este reivindicó la cultura y la política buscando referentes históricos
en la gloriosa Edad Media. Extrajo los elementos tradicionales catalanes y recuperó el
gótico como símbolo de su identidad.

SU ARQUITECTURA
Tras su éxito en la Exposición Universal, Gaudí se involucró profundamente con el nuevo
movimiento del modernismo en Barcelona. Llamada modernismo catalán, esta corriente
artística retomó varios elementos estéticos pertenecientes al género popular: una
preferencia por las curvas sobre las líneas rectas, la atención a los detalles y a la
decoración, una inclinación hacia las composiciones asimétricas, y diseños modelados a
partir de motivos orgánicos, incluyendo follaje, flores, animales y alas de insectos.

OTRAS INFLUENCIAS ARTÍSTICAS

Además de la influencia del art nouveau,(art Nuvo) el modernismo catalán también


incorporó elementos de otros movimientos populares de la época. Entre ellos se
encuentran: el enfoque artesanal presente en las artes y manualidades británicas; el estilo
ornamental y religioso del neogótico; y la decoración de azulejos, las columnas y los arcos
moriscos del orientalismo.

Antoni desarrolló su propio estilo de arquitectura único en todo el mundo, creando obras
bellamente decoradas en cada detalle, pero sin olvidar sus principales funcionalidades. Se
caracteriza por la búsqueda de nuevas soluciones estructurales, inspiradas en la naturaleza,
creando un estilo arquitectónico orgánico, una fusión perfecta de todas sus pasiones
personales: arquitectura, naturaleza, religión y Cataluña.

CAMILA

Sus obras iniciales se apoyaron en la hibridación y la reinterpretación de estilos históricos,


sobre todo de los medievales, góticos y mudéjar.

Las obras de Gaudí se reflejan en el uso de piedras de construcción curvadas, esculturas


de hierro retorcidas, y formas orgánicas que son trazas de la arquitectura de Gaudí en
Barcelona. La combinación de diseño original , piedras con formas interesantes, y colores
vibrantes en las obras de este arquitecto le dan una magnífica experiencia visual a quienes
las ven.

Este arquitecto tuvo dos etapas de inspiración:

EN SU ETAPA ORIENTALISTA

Que fue durante su paso por la universidad, el se interesó por la arquitectura egipcia, india,
persa y mudéjar, con especial predilección por la Alhambra. Sin embargo, el arquitecto
renovó y perfeccionó las técnicas de este estilo.

De estos edificios, se fijó en la estructura y ornamentación, lo cual se refleja en esta primera


etapa, en la que destacan construcciones como El Capricho, que resalta por los motivos
naturales y el uso de azulejos, de la misma manera que hará en la Casa Vicens, la primera
de las obras de Gaudí en Barcelona.

Por otro lado EN SU ETAPA NEOGÓTICA

Gaudí responde a otro de los movimientos historicistas que se vivieron al inicio del siglo XX
(20). Esta etapa fue una evolución natural para el arquitecto. Aquí reinterpreta el gótico
catalán, diseñando edificios en los que ya aparecen columnas helicoidales (estas las
podemos encontrar en la Sagrada Familia), también aparecen los famosos arcos catenarios
(los cuales permiten a Gaudí dotar a sus estructuras de un elemento de gran resistencia, ya
que la catenaria distribuye regularmente el peso que soporta, sufriendo únicamente fuerzas
tangenciales que se anulan entre ellas.)

Además, cabe destacar el uso de materiales procedentes del entorno de la construcción,


ideó como recreación algunos símbolos que se enmarcan en edificaciones con faceta
catalanista, valores arquitectónicos y estéticos, de carácter libre y de gran fuerza cromática.
Mencionado antes, Gaudi es considerado el maestro del Modernismo Catalán, aunque en
sus obras también incursionó el Arte Neogótico y otras veces el Arte Oriental.

Ahora les voy a hablar un poco acerca de sus famosas creaciones y es:

La Casa Batlló

En la Casa Batlló, el modernismo de Gaudí alcanza su plenitud. Lo que en principio era una
simple reforma de un edificio ya construido, le dio a Gaudí la oportunidad de crear una de
sus obras más poéticas.

Este edificio está en el centro de Barcelona, y fue reformado por Gaudí durante 1904 hasta
1906.

La Casa es sin duda alguna una obra maestra de forma, color y luz, en la que Antonio
Gaudí trabajó en conjunto con los mejores artesanos de la ciudad del momento.

Cada detalle del edificio está perfectamente hecho, y podemos apreciar obras con varios
materiales, hierro forjado, madera, vidrieras, azulejos de cerámica, adornos hechos con
piedra arenisca, todo esto creado por artesanos en formas que han logrado trascender en el
tiempo.

Antoni Gaudí no sacrificó la funcionalidad por la estética; dando al edificio grandes espacios
abiertos y ventilados, cubiertas en la parte superior de las chimeneas para permitir el
correcto flujo de aire, el uso de vidrio translúcido que permitió la entrada de la luz a la
vivienda pero sin perder privacidad de la misma y muchos más detalles funcionales.

La parte superior de la fachada recuerda el lomo de un dragón, con piezas de cerámica en


forma de escamas y de colores diversos, y una torre de aguja que se interpreta como la
lanza de San Jorge matando a la bestia. La parte central de la fachada es una gran
superficie ondulada, inspirada en el Mar Mediterráneo, y cubierta de fragmentos de cristales
y cerámica policromada.

De la fachada emergen los balcones, con barandillas de hierro fundido y mármol sobre
peanas en forma de concha. El interior del edificio, se articula alrededor de un patio central
de 50m² pensado para aprovechar al máximo la luz natural, y que por su decoración con
cerámica blanca y azul hace alusión o sentir como en una cueva submarina.

El piso principal, en el que residió la familia Batlló, fue íntegramente diseñado por Gaudí,
incluyendo el mobiliario y todos los elementos decorativos.

Con esta gran obra, este arquitecto nos dejó una Casa llena de símbolos, un imaginario
fantástico, un lienzo que explica una historia prácticamente indescifrable para que cada uno
la complete con su propia imaginación.

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