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Curso:
DERECHO PENAL CONSTITUCIONAL
Tema:
“HABEAS CORPUS”
Docente:
Dr. Julio Ríos Mayorga
Maestristas:
CUSCO – PERU
2017
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Índice
Introducción_____________________________________________________________4
1. Capítulo I___________________________________________________________5
1.1. El Habeas Corpus___________________________________________________5
1.2. Ámbito de Protección______________________________________________5
1.3. Finalidad________________________________________________________6
1.4. Características____________________________________________________6
1.5. Legitimación_____________________________________________________7
1.6. Modalidades de Habeas Corpus______________________________________7
1.6.1. Reparador____________________________________________________7
1.6.2. Restringido___________________________________________________8
1.6.3. Preventivo___________________________________________________8
1.6.4. Traslativo____________________________________________________9
1.6.5. Instructivo___________________________________________________9
1.6.6. Correctivo__________________________________________________10
1.6.7. Innovativo__________________________________________________11
1.6.8. Excepcional_________________________________________________12
1.6.9. Conexo_____________________________________________________12
1.6.10. Residual____________________________________________________13
1.7. Procedimiento de Habeas Corpus en el Código Procesal Constitucional______14
2. Capítulo II__________________________________________________________16
2.1. EL habeas Corpus contra resoluciones judiciales y disposiciones fiscales______16
2.1.1. EL Habeas corpus penal contra actos funcionales del poder judicial y del
Ministerio Publico._____________________________________________________16
2.1.1.1. El tribunal constitucional peruano y la tipología del Habeas Corpus_____16
2.1.2. Concepto del Habeas Corpus______________________________________17
2.1.3. Evolución Histórica del Habeas Corpus en el Perú_____________________18
2.1.4. Características del habeas Corpus__________________________________21
2.1.5. Requisitos que prevé el Código Procesal Constitucional para la procedencia
del hábeas corpus contra resoluciones judiciales._____________________________22
2.1.6. Que exista resolución judicial firme. ¿Los actos funcionales de los fiscales
también están comprendidos en el artículo 4 del Código Procesal constitucional?____23
2.1.7. Vulneración manifiesta del derecho constitucional invocado_____________25
2.1.8. Libertad individual y tutela procesal efectiva_________________________25
2.1.9. Consideraciones sobre la libertad individual según el Tribunal Constitucional
y el Poder Judicial._____________________________________________________25
2.1.10. Consideraciones sobre la tutela procesal efectiva._____________________26
3. Capítulo III_________________________________________________________27
3.1. Postura sobre la improcedencia del Hábeas Corpus contra actos de investigación
preliminar______________________________________________________________27
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Introducción
1. CAPÍTULO I
El habeas corpus puede ser entendido como derecho fundamental y como proceso. En
la primera aceptación se hace referencia al derecho que tienen las personas de recurrir a un
juez o tribunal competente para que si demora se pronuncie sobre la legalidad de su detención
y ordene su libertad si esta fuera considerada efectivamente ilegal. Esta noción guarda
reminiscencias con el origen histórico del habeas corpus.
[CITATION Gua16 \l 10250 ] Hace un enfoque indicando “que surgió como remedio
contra aprehensiones ilegales representando la defensa de aquello que los antiguos romanos
denominaban iusmovendi et ambulandi o los anglosajones consignaban como power of
locomotion”.
En su segunda aceptación, el habeas corpus desde su concepción inicial ha sido
considerado un instrumento de protección de uno de los atributos más valiosos de la persona
como es la libertad frente a cualquier acto de privación arbitraria de la misma
[ CITATION Ram10 \l 10250 ]. Este segundo plano conceptual del habeas corpus
indica la conformación de un verdadero proceso y más específicamente de un proceso
constitucional, de tipo urgente, mínimamente contradictorio, impugnativo y especial,
perteneciente a la jurisdicción constitucional de la libertad que engloba aquellos medios
destinados a afianzar los derechos humanos fundamentales, emergentes del texto
constitucional expresa o tácitamente.
El habeas corpus se sitúa entonces en el carril técnico jurídico de lo que se conoce
como proceso constitucional en la medida que se condice con el rasgo esencial de este
proceso, vale decir su carácter instrumental y la defensa de los derechos fundamentales.
“Artículo 25.- Derechos protegidos Procede el hábeas corpus ante la acción u omisión
que amenace o vulnere los siguientes derechos que, enunciativamente, conforman la
libertad individual: 1) La integridad personal, y el derecho a no ser sometido a tortura o
tratos inhumanos o humillantes, ni violentado para obtener declaraciones. 2) El derecho a
no ser obligado a prestar juramento ni compelido a declarar o reconocer culpabilidad
contra sí mismo, contra su cónyuge, o sus parientes dentro del cuarto grado de
consanguinidad o segundo de afinidad. 3) El derecho a no ser exiliado o desterrado o
confinado sino por sentencia firme. 4) El derecho a no ser expatriado ni separado del
lugar de residencia sino por mandato judicial o por aplicación de la Ley de Extranjería.
5) El derecho del extranjero, a quien se ha concedido asilo político, de no ser expulsado
al país cuyo gobierno lo persigue, o en ningún caso si peligrase su libertad o seguridad
por el hecho de ser expulsado (…).”
1.3. Finalidad
1.4. Características
1.6.2. Restringido
El hábeas corpus preventivo es aquel que viene siendo utilizado en los casos
en que, no habiéndose concretado la privación de la libertad, existe una amenaza
cierta e inminente de que ello ocurra, con vulneración de la Constitución o la ley de la
materia.
Concretizando el tema, en el caso Patricia Garrido Arcentales vs. Cap. PNP
Henry Huertas, el hábeas corpus preventivo tiene como requisito sine qua non, que los
actos destinados a la privación de la libertad se encuentran en proceso de ejecución;
por ende, la amenaza no debe ser conjetural ni presunta, debe ser cierta y de inminente
realización; se requiere que la amenaza sea conocida como verdadera, segura e
indubitable, que se manifieste con actos o palabras que no dejen duda alguna de su
ejecución y propósito; e inminente y posible, esto es, que no deje duda sobre su
ejecución en un plazo inmediato y previsible (véase la STC Exp. Nº 00399-96-
HC/TC).
Debemos decir que el Supremo Intérprete ha equiparado lo cierto con lo
eminente. La Real Academia Española define como “cierto” el resultado del
conocimiento de algo como verdadero, seguro e indubitable y lo inminente” como una
situación antecedente que denota el advenimiento de un hecho que está por suceder
prontamente. Jurisprudencialmente, en el caso Eleobina Mabel Aponte Chuquihuanca
donde se desarrolló la tipología del hábeas corpus de manera incompleta, esta
ciudadana no fue privada de su libertad, pero existió una amenaza, que provino de una
orden de detención dictada por el órgano jurisdiccional emplazado. “El mandato de
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1.6.5. Instructivo
1.6.7. Innovativo
[ CITATION Mar15 \l 10250 ]El hábeas corpus conexo viene siendo utilizado
cuando se presentan situaciones no previstas en los tipos anteriores, tales como la
restricción del derecho a ser asistido por un abogado defensor libremente elegido
desde que una persona es citada o detenida; o de ser obligado a prestar juramento; o
compelido a declarar o reconocer culpabilidad contra uno mismo, o contra él o la
cónyuge, etc.
Si bien no hace referencia a la privación o restricción en sí de la libertad física
o de la locomoción, guarda, empero, en grado razonable de vínculo y enlace con ellas.
Adicionalmente, permite que los derechos innominados (del art. 3 de la Constitución)
entroncados con la libertad física o de locomoción, puedan ser resguardados.
Este hábeas corpus procede en defensa de los derechos fundamentales de
contenido constitucional ligados a la libertad individual, para que la autoridad
jurisdiccional y administrativa respete el derecho al debido proceso y a la tutela
jurisdiccional efectiva que son garantías constitucionales, en el campo del Derecho
Procesal Penal. En el caso Margi Eveling Clavo Peralta, se mencionaron: a) la
garantía de no incriminación, el derecho al silencio, el derecho de defensa, que
implica la no declaración; b) el imputado tiene el derecho de declarar cuantas veces
quiera, pues es él quien controla la oportunidad y contenido de las informaciones que
desea incorporar al proceso; c) toda persona en un proceso penal tiene derecho a un
juez imparcial, que es una garantía limpia e igualitaria contienda procesal; d) el
derecho a ser juzgado sin dilaciones indebidas; e) el derecho de utilizar los medios de
prueba pertinentes; f) la garantía del ne bis in idem procesal; g) el derecho a la
presunción de inocencia; h) el derecho de defensa (el derecho en referencia tiene una
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2. CAPÍTULO II
jurídicos distinguibles del precedente vinculante, con el que mantiene una diferencia
de grado”.
Asimismo, la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, en su artículo 1,
define al Tribunal Constitucional como “el órgano supremo de interpretación y
control de la constitucionalidad. Es autónomo e independiente de los demás
constitucionales. Se encuentra sometido solo a la Constitución y a su Ley
Orgánica. El Tribunal Constitucional tiene como sede la ciudad de Arequipa.
Puede, por acuerdo mayoritario de sus miembros, tener sesiones descentralizadas
en cualquier otro lugar de la República”.
La superioridad del Alto Colegiado como el intérprete más calificado y
autorizado por el poder constituyente, coloca al Tribunal como guardián de los
derechos fundamentales y como órgano supremo de control de la Constitución
(artículo 201 de la Norma Fundamental). Entonces, si bien no es el único
intérprete, a él le corresponde decir la última palabra sobre lo que es o no
constitucional, y ningún poder u órgano constitucional puede contradecirlo o
desvincularse de sus decisiones, sino a costa de poner en cuestión tanto nuestro
sistema de justicia constitucional como el sistema democrático (STC Exp. N°
5961-2009-PA/TC).
Ahora bien, en atención a que los procesos constitucionale s –a diferencia
de los procesos ordinarios– son procesos de tutela de urgencia (es decir,
extraordinarios), cabe preguntarnos: ¿Hasta dónde el Tribunal, en el marco de un
proceso constitucional, puede revisar una tipificación penal y la subsunción de las
conductas en un tipo penal? Sobre el particular, el Tribunal Constitucional
también se ha pronunciado, precisando que –excepcionalmente– puede “efectuar
un control constitucional sobre una resolución judicial por afectación del
principio de legalidad penal y, en concreto, en aquellos casos en los que al aplicar
un tipo penal o imponer una sanción el juez penal se aparte del tenor literal del
precepto, o cuando la aplicación de un determinado precepto obedezca a pautas
interpretativas manifiestamente extravagantes o irrazonables, incompatibles con
el ordenamiento constitucional y su sistema material de valores”( cotejar STC
Exp. N° 2758-2004-HC/TC, f. j. 8.).
Por otro lado, el profesor [CITATION MarcadorDePosición1 \t \l
10250 ].nos dice que: “El Derecho Constitucional influye y conforma la política
criminal. La dogmática del sistema penal, por el contrario, es asunto de la
doctrina y la jurisprudencia, es decir, forma parte del ‘Derecho ordinario’ y es
monopolio de la ‘jurisdicción ordinaria’. Ya ahora deseo añadir una segunda
hipótesis que modula la anterior: un cierto ámbito de las cuestiones
fundamentales de la dogmática penal están abiertas a la influencia directa del
orden constitucional, es decir, en cierto modo se encuentran a la vez dentro de las
fronteras de la Constitución y en vinculación con la política criminal”.
1.1.2. Concepto del Habeas Corpus
El proceso de hábeas corpus está presente en casi todos los ordenamientos constitucionales
de Latinoamérica, bajo el influjo del modelo angloamericano. Si bien existe un tronco
común, cuenta con diversas variantes que se reflejan incluso en su denominación, pues
algunos ordenamientos lo conocen como recurso de exhibición personal (Honduras, El
Salvador y Guatemala), mientras que en Chile se le conoce como recurso de amparo. La
diferencia más notable se aprecia en México, en donde el hábeas corpus se encuentra
comprendido dentro del amparo. Incluso en aquellos países que distinguen al proceso de
amparo del de hábeas corpus, los derechos objeto de protección no siempre son los mismos.
En Colombia, por ejemplo, el hábeas corpus solo protege el derecho a no ser detenido en
forma arbitraria o ilegal; en cambio, la integridad personal se defiende a través de la tutela
de amparo. De otro lado, en Argentina, Costa Rica y Perú, el hábeas corpus protege tanto
la libertad física como la integridad personal”.
Las etapas evolutivas del hábeas corpus peruano, según el profesor [ CITATION
Dom73 \l 10250 ], son:
i. Primer periodo (que comprende desde 1897 a 1933): aparece para proteger
la libertad individual, y aun cuando se intentó ampliar su espectro de
protección a otras esferas, se mantuvo; sin embargo, en su concepción
primigenia. Destaca en este periodo el rango constitucional que adquiere
con su incorporación a la Ley Fundamental de 1920.
ii. Segundo periodo (que comprende desde 1933 a 1979): el hábeas corpus en
esta etapa extiende su protección no solo a la libertad individual, sino
también a los demás derechos constitucionales. Funcionó como hábeas
corpus en sentido escrito, y se tramitó en la vía penal; y de otro lado, como
amparo a partir del D.L. N° 17083, cuyo trámite se siguió en la vía civil.
iii. Tercer periodo (que comprende desde 1979 y que, en nuestra opinión,
termina abruptamente con la derogación de la Constitución de 1979 a raíz
del golpe de Estado del 5 de abril de 1992, fecha en que se disuelven el
Congreso y el Tribunal de Garantías Constitucionales): en rigor este
periodo abarcaría hasta la vigencia formal de la Constitución de 1979, es
decir, hasta 1992. Asimismo, estimamos que habría un virtual cuarto
periodo.
iv. Cuarto periodo (que se inicia con la Constitución de 1993 y con la
posterior legislación de sucesivas reformas a la primigenia Ley de Hábeas
Corpus y Amparo): en este período se mantienen los perfiles propios de
afirmar la libertad individual, hoy incorporados en la Constitución de 1993
a través de una confusa redacción que contempla que el hábeas corpus
tutela la libertad individual y los demás “derechos conexos”. En el marco de
la actual Constitución se aprecia una política legislativa de sucesivas
reformas, tanto del hábeas corpus como de la acción de amparo, muchas de
ellas, pareciera, tratando de restarle vigor a ambos institutos.
v. Quinto periodo (la inminente regulación del hábeas corpus en un Código
Procesal Constitucional): este periodo cabe ubicarlo bajo el escenario del
siglo XXI, y cuyo encaje normativo es el Código Procesal Constitucional
que regula todos los procesos constitucionales, entre los que se encuentra el
emblemático proceso de tutela de la libertad individual. Este periodo, a
futuro, desde nuestra perspectiva va a complementarse con una nueva Carta
Política, donde posiblemente se mantendrán todos los procesos
constitucionales, o puede crearse algún otro, como el de la acción de
inconstitucionalidad por omisión que venimos propugnando. No obstante,
la necesidad de tener un Código Procesal Constitucional hoy se ha tornado
una realidad.
hechos que propiciaron la interposición de este hábeas corpus atípico, así como los hechos
ocurridos después, y que encuentran acreditados debidamente en autos, traducen la existencia
de un cuadro generalizado de situaciones anómalas que giran alrededor de la persona de
Felipe Tudela y Barreda, generando duda razonable sobre el libre goce de sus derechos de
libertad individual e integridad personal” [ CITATION Jam12 \l 10250 ].
Luego, el Tribunal Constitucional ha establecido un hábeas corpus excepcional, que
es otra modalidad, la cual se presenta cuando estamos ante un estado de excepción en otras
palabras le daremos el nombre de emergencia– con un plazo de 60 días, en el que se
suspenden los derechos a la inviolabilidad de domicilio, libertad de tránsito, de reunión, y
libertad y seguridad personales. La suspensión de estos derechos no puede ser dejada al libre
arbitrio de la autoridad, sino que debe ajustarse a lo que se entienda como estrictamente
necesario y justificado, en orden a la observancia de los principios de razonabilidad y
proporcionalidad. Así, los procesos de hábeas corpus y amparo no se suspenden durante el
régimen de excepción.
Asimismo, encontramos el hábeas corpus residual que procede contra resoluciones
judiciales que afecten un derecho fundamental, tales como el debido proceso y la tutela
procesal efectiva. Como afectación al debido proceso material tenemos cualquier lesión o
amenaza de la razonabilidad y proporcionalidad; y en cuanto al debido proceso formal
tenemos afectaciones o amenazas a los derechos al juez natural, al plazo razonable, al
derecho de defensa, a la motivación de resoluciones, a la pluralidad de instancias, el derecho
de prueba, la cautela procesal y la cosa juzgada. Se afectará la tutela procesal efectiva cuando
se lesione la tutela judicial efectiva, vale decir, el acceso a la justicia y a la ejecución de
resoluciones judiciales, dado que contiene al debido proceso material y formal[ CITATION
Jam12 \l 10250 ].
En esta modalidad cabe destacar el hábeas corpus contra hábeas corpus, dado que
no existe en la jurisprudencia antecedente de este proceso, siendo muy ajeno a la figura del
amparo contra amparo. El Código Procesal Constitucional en ningún momento ha establecido
que no pueda prosperar un hábeas corpus por omisión judicial, sino que se refiere
exclusivamente al caso del hábeas corpus contra resoluciones judiciales firmes recaídas en
otro proceso constitucional. Si bien no hace referencia a la privación o restricción en sí de la
libertad física o de la locomoción, guarda, empero, un grado razonable de vínculo y enlace
con ellas. Adicionalmente, permite que los derechos innominados (artículo 3 de la
Constitución), entroncados con la libertad física o de locomoción, puedan ser resguardados.
Este hábeas corpus procede en defensa de los derechos fundamentales de contenido
constitucional ligados a la libertad individual, para que la autoridad jurisdiccional y
administrativa respete el derecho al debido proceso y a la tutela jurisdiccional efectiva, que
son garantías constitucionales en el campo del Derecho Procesal Penal. En el caso Margi
Eveling Clavo Peralta se mencionaron las siguientes: a) la garantía de no incriminación, el
derecho al silencio, el derecho de defensa, que implica la no declaración; b) el imputado tiene
el derecho de declarar cuantas veces quiera, pues es él quien controla la oportunidad y
contenido de las informaciones que desea incorporar al proceso; c) toda persona en un
proceso penal tiene derecho a un juez imparcial, que es una garantía a una limpia e igualitaria
contienda procesal, d) el derecho a ser juzgado sin dilaciones indebidas; e) el derecho de
utilizar los medios de prueba pertinentes; f) la garantía del ne bis in idem procesal; g) el
derecho a la presunción de inocencia; h) el derecho de defensa (el derecho en referencia tiene
una doble dimensión). En su vertiente material, se expresa en la posibilidad de que el
imputado pueda ejercer su propia defensa desde el mismo instante en que toma conocimiento
de que se le atribuye la comisión de un determinado delito. En su vertiente formal, supone la
asesoría técnica, la asistencia letrada, el patrocinio de abogado defensor durante todo el
proceso.
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Por otro lado, el derecho a la verdad es un derecho innominado que se protege a través
del hábeas corpus conexo, aun cuando fuere “descubierto” por la vía del hábeas corpus
instructivo. En el caso Genaro Villegas Namuche se precisó que el derecho a la verdad
consiste en el derecho de conocer las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que se han
cometido violaciones de derechos humanos, así como los motivos que impulsaron a sus
autores. Se trata de un bien jurídico colectivo inalienable, pero a su vez con una dimensión
individual que tiene por titulares a las víctimas, sus familias y a sus allegados (Cfr. STC Exp.
N° 2488-2002-HC/TC).
1.1.4. Características del habeas Corpus
a) Es de Naturaleza Procesal
Siendo el hábeas corpus una acción, contiene actos de carácter jurídico;
no solamente es de recurrencia del interesado con las formalidades que la ley
señala, sino también de la del juez o sala penal que admite la petición, que se
desplaza e interviene para constatar la detención indebida y para resolver la
consiguiente libertad.
Los jueces tenían y tienen actualmente la competencia para aplicar de modo directo
las normas constitucionales, y en particular las relativas a derechos fundamentales, en la
resolución de casos concretos. Todo ciudadano, de acuerdo con las reglas orgánicas y
procesales correspondientes, tiene la posibilidad de obtener la tutela jurídica de sus derechos,
aun cuando estos no hayan sido objeto de regulación legal, por supuesto, cuando esta vulnera
su contenido esencial. En este aspecto, creo que hoy es opinión pacífica que el
establecimiento de un sistema de jurisdicción concentrada, según el modelo austríaco, no
impide en modo alguno que los jueces ordinarios interpreten y apliquen la Constitución,
sobre todo en materia de derechos fundamentales[ CITATION VAL05 \l 10250 ].
Ahora bien, sobre la procedencia del hábeas corpus contra resoluciones judiciales
debemos ubicar, por ejemplo, lo que se ha dicho en el Expediente Nº 2007-3009-0-1601-JR-
PE-I, del 10 de julio de 2007, publicado el 20 de agosto del mismo año. En efecto, dicho fallo
ha señalado lo siguiente: “(…) para la procedencia de los procesos constitucionales de
defensa de los derechos constitucionales, se requiere la existencia de un acto lesivo contra el
cual reclamar la violación o amenaza de violación, el mismo que debe reunir las siguientes
características: a) el acto lesivo debe ser personal o directo; es decir que recaiga en una
persona determinada; b) el acto lesivo debe ser concreto, esto es, real, efectivo, tangible,
concreto o ineludible y actual; c) el acto lesivo debe ser manifiestamente ilegítimo e
incontestable, que tenga una naturaleza ilegal notoria, que no tiene asidero en la ley; d) debe
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ser arbitrario; e) debe atacar un derecho constitucional líquido, cierto e incontestable, lo que
significa que los derechos que se protegen a través de los procesos constitucionales son los
que nacen directamente de la Constitución y afectan los valores fundamentales del ser
humano”[ CITATION Jam12 \l 10250 ].
1.1.6. Que exista resolución judicial firme. ¿Los actos funcionales de los fiscales
también están comprendidos en el artículo 4 del Código Procesal
constitucional?
resolución que resulta inimpugnable por ausencia de una previsión legal que establezca un
recurso con este fin. Por lo tanto, cabe emitir pronunciamiento sobre el fondo del asunto.
En resumen, según el artículo 4 del Código Procesal Constitucional solo cabría la
presentación de una demanda de hábeas corpus por violación del derecho a la tutela procesal
efectiva cuando exista una resolución firme. La firmeza de las resoluciones judiciales es
aquel estado del proceso en el que no cabe presentar medio impugnatorio alguno y, por lo
tanto, solo cabría cuestionar la irregularidad de la actuación judicial a través del control
constitucional; consecuentemente, la inexistencia de firmeza comporta la improcedencia de la
demanda, tomando en cuenta la previsión legal del mencionado código. En un caso conocido
por la Sala Penal de Huancayo, actuando esta como órgano constitucional en grado de
apelación, se señaló que la resolución judicial cuestionada que disponía la ejecución de la
pena accesoria de inhabilitación impuesta al recurrente en una sentencia condenatoria por la
comisión de delito doloso, no había sido objeto de recurso impugnatorio alguno por el
recurrente sentenciado y destinatario de la inhabilitación dispuesta. Así, su conducta procesal
demuestra su aceptación y consentimiento respecto de lo resuelto; por lo tanto, la resolución
que supuestamente le produce agravio no tiene carácter firme, lo que hace improcedente la
demanda.
1.1.7. Vulneración manifiesta del derecho constitucional invocado
La procedencia de las garantías constitucionales, requiere necesariamente la
existencia de un acto vulnerado, amenazado. Y este generalmente está vinculado a dos
supuestos concretos: a la violación o la amenaza de un derecho constitucional, el que debe
reunir las siguientes características:
a) Deber ser personal y directo, es decir, que recaiga en una persona o personas
determinadas.
b) Debe ser concreto, esto es real, efectivo, tangible, ineludible y actual.
c) Debe ser manifiestamente ilegítimo e incontestable, que tenga una
naturaleza ilegal, notoria, que no tiene asidero en la ley.
d) Debe ser arbitrario.
e) Debe atacar un derecho constitucional cierto e incontestable.
constitucionalmente protegido del derecho invocado (artículo 5.1). Esas dos causales se
presentan en el presente caso; por lo que, la demanda debería ser incluso, rechazada
liminarmente; es decir, de un lado, no es una resolución firme la que se cuestiona; y, de otro
lado, al corresponder la valoración de los medios probatorios al juez ordinario, no cabe que el
juez constitucional resuelva al respecto modificando la medida cautelar, principio que
también ha sido establecido en la misma sentencia glosada del Tribunal Constitucional, en el
fundamento 15”.
1.1.8. Libertad individual y tutela procesal efectiva
línea, el tercer párrafo del artículo 4 del Código Procesal Constitucional desarrolla el
concepto de tutela procesal efectiva que comprende o incluye el derecho al debido proceso,
señalando: “Se entiende por tutela procesal efectiva aquella situación jurídica de una
persona en la que se respetan, de modo enunciativo, sus derechos de libre acceso al órgano
jurisdiccional, a probar, de defensa, al contradictorio e igualdad sustancial en el proceso, a
no ser desviado de la jurisdicción predeterminada ni sometido a procedimiento distintos de
los previstos por la ley, a la obtención de una resolución fundada en derecho,(…) y a la
observancia del principio de legalidad procesal penal”.
1.1.10. Consideraciones sobre la tutela procesal efectiva.
2. CAPÍTULO III
contenido ético valorativo de lo que deberá entenderse por ley, pues en esta
encontramos un contenido formal, uno material y otro político. Este último
contenido está vinculado directamente a los principios constitucionales que se ven
reflejados en los derechos humanos. Por lo que desde esta perspectiva, la
legalidad no solo es conforme a la ley, negando cualquier oposición a la misma
de parte de los derechos, sino que los derechos deberán de prevalecer sobre la ley
misma. Configurando solo así la vigencia del Estado Constitucional.
Sin embargo, ha de entenderse que la relación entre el Tribunal
Constitucional, como máximo organismo garantizador de la efectividad de los
derechos fundamentales, y el Ministerio Público, en su función persecutoria del
delito, es altamente conflictiva. En este contexto, no existe espacio en el que se
configure mayor nivel de confrontación entre la Constitución y el Ministerio
Público, que la etapa de la investigación fiscal, porque perseguir el delito implica
descubrir aquello que se oculta u ocultan otros, para lo cual es necesario salvar
algunos obstáculos, pero dentro del contexto de respeto a los derechos
fundamentales y sus respectivas garantías constitucionales.
2.1.1.4. Ejercicio de la función requirente
vigilante. No es de extrañar por eso que dentro del nuevo Código Procesal Penal,
se haya designado al juez de la etapa preparatoria como juez de garantías.
2.1.1.5. Afectación del derecho a la libertad
exige ser oído por el fiscal o policía; no para rendir una declaración formal, sino
la oportunidad que la parte requirente oiga por primera vez la posición del
denunciado. Esto solo y exclusivamente con la finalidad de ser oído, y no de
brindar declaración alguna.
Para [ CITATION GIM85 \l 10250 ], los actos de defensa en todo su
despliegue, desde el inicio de la investigación hasta la conclusión del proceso,
constituyen materia del hábeas corpus, no como resultado de una concepción
liberal-individualista (propia del Estado del siglo XIX) que concibe la defensa
como derecho potestativo del imputado, sino como producto de la defensa
pública, que responde a la concepción del Estado social sobre el proceso penal,
garantizando la defensa efectiva del procesado[ CITATION Rox02 \l 10250 ].
Aunque lo que se recoja dentro del procedimiento investigatorio carezca de
carácter vinculante, y que posteriormente, los medios de investigación sean
verificados a través de los medios de prueba, es de vital importancia prestar
declaración dentro de la etapa preliminar, pues, se podría evitar el inicio de un
proceso penal con el consiguiente menoscabo que se produce en la esfera
personal tanto material como espiritual del imputado. Si bien es cierto no hay
obligación de asistir a rendir declaración en esta etapa, existe la necesidad del
imputado de asistir e intentar aclarar los hechos, para evitar posteriores molestias.
Además, es necesario que las citaciones a las que se es convocado como
investigado, contengan la especificación de los cargos que se le imputan, de esa
manera poder preparar la defensa correspondiente. Caso contrario, estamos ante
un caso de indefensión, cuando se convoque al imputado a presentarse al
Ministerio Público, sin que se expliquen las razones de la citación.[ CITATION
Lil14 \l 10250 ].
2.1.1.8. Derecho a la imputación necesaria
3. CAPÍTULO IV
Esta causal de improcedencia implica que el demandante optó por otra vía
la de la justicia ordinaria para que sus derechos afectados sean protegidos. Al
respecto, se sabe que en todo proceso judicial no solo se debe respetar los
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4. Conclusiones
La siguiente conclusión es poder determinar las circunstancias del Habeas Corpus
como garantía constitucional de la libertad de la persona y proteger los derechos
protegidos que consignan en la constitución política del Perú.
Queda claro que la demanda de habeas corpus es interpuesta ante cualquier juez
jurisdiccional y este no puede negarse a resolverlo, así mimos dicha demanda debe ser
atendido en el tiempo menor posible, aun cuando la afectación se haya producido un
diferente lugar, vale decir que el proceso de habeas corpus de carácter sumarísimo
para las detenciones arbitrarias y excarcelaciones
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5. Recomendaciones
Frente a este tipo de garantía constitucional se debe de actuar de forma más eficiente
y no dilatar procesos de vulneración de derechos de la persona y conexos, no cabe
duda que en países como México el proceso constitucional como el habeas corpus,
solo es de aplicación para la detención arbitraria y los demás derechos vulnerados
están amparados en la acción de amparo para su protección, cabe decir en España el
habeas corpus es resuelto en una sola instancia, sin la necesidad de que haya una
apelación, implica que en nuestra legislación, el habeas corpus es de aplicación hasta
una tercera instancia, el tribunal constitucional.
El procedimiento del proceso de habeas Corpus en el proceso constitucional, en
cuanto la vulneración de un derecho primigenia o conexo es de interés de na
colectividad o de interés individual, sin embargo el tiempo para su apelación es de
solo dos días hábiles para impugnar, a todo ello el individuo al interponer una
demanda de habeas corpus, y para interponer el recurso de apelación el tiempo de dos
días no basta para el análisis de la sentencia,
48
. Bibliografía
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