 España

En España, diversos tribunales han dejado sin efecto medidas adoptadas por el
gobierno para prevenir contagios de la COVID-19. En agosto de 2020, un
juzgado de Mérida (Extremadura) consideró que la restricción de 15
personas como máximo en reuniones familiares resultaba
desproporcionada y lesionaba el derecho de reunión. También en agosto, en
Aragón un juez suspendió la medida que disponía el cierre de los bares a la
1:00 am. Asimismo, en octubre un tribunal dejó sin efecto la reducción del
aforo en bares y restaurantes.

Cabe anotar que en España, las restricciones a los derechos fundamentales

dispuestas por las comunidades autónomas deben ser sometidas a ratificación
judicial. Frente a ello, el gobierno español propuso una modificación normativa
para que los tribunales superiores de Justicia de cada comunidad autónoma,
en lugar de los juzgados contenciosos-administrativos, se encarguen de
evaluar las medidas adoptadas por el gobierno para enfrentar la pandemia.

De otro lado, algunos juzgados de León, Valladolid y Lugo dejaron anularon

sanciones impuestas a ciudadanos por desplazarse sin justificación durante la
cuarentena. El argumento fue que para imponer una sanción no bastaba que
estas personas se encuentren en una vía pública, sino que debía comprobarse
que se resistieron a obedecer un requerimiento expreso e individualizado de
retornar a sus domicilios.

 Colombia

En Colombia, a inicios de diciembre de 2020, un juzgado de Bogotá ordenó al

gobierno volver a exigir a los viajeros internacionales que deseen ingresar al
país contar con prueba PCR negativa de COVID-19 y disponer su cuarentena
preventiva por el plazo de 14 días. A consideración del juzgado, esta medida
debe mantenerse hasta que se cuente con una vacuna segura y eficaz.

Esta decisión fue emitida como consecuencia de una acción de tutela (similar a
nuestro proceso de amparo) presentada por un ciudadano. El presidente Iván
Duque anunció que no acatará dicho mandato judicial, pues la decisión del
gobierno de eliminar estas medidas fue adoptada con base en criterios
epidemiológicos y de infectología, además de estar acorde con los lineamientos
de la OPS y la OMS.