La humildad le gana a la maldad.

Un día una persona muy buena que siempre salía a comprar las cosas para hacer la comida se encontró
a un perro callejero que estaba famélico, el al ver esto entro a la tienda y compro una bolsa de purina
para darle al pobre perro hambriento, después de darle comida el perro lo siguió sin que el se diera
cuenta. Después de comprar las cosas se encontró con unas señoras que le decían “¿ese perro es tuyo?”
se dio la vuelta y vio al perro que le había dado comida y dijo “no, no es mío, me esta siguiendo por
que le había dado comida” a lo que las señoras le contestan “hubiera sido mejor que la comida se la
hubieras llenado de veneno para que así no tenga que estar por acá ese chandoso y comprarte uno de
raza” el hombre le respondió “hubiera mejor comprado pan y llenarlo de veneno pero no para el perro
si no para gente como usted que piensa que porque no es de raza no se puede andar por acá, ahora dime
una cosa, si este perro fuera de raza tu le echarías veneno” a lo que la señora se queda callada, el joven
le dice “vez, que sea de raza no significa que no deje de ser un perro, si sigues siendo así de mala con
los animales te va a pasar algo muy malo” las señoras se van y el muchacho ve a aquel perro flaco y
sucio; decide llevárselo y quedárselo, lo baña, le da de comer y lo lleva al veterinario si tiene alguna
enfermedad o le hacen falta vacunas. Allí se encuentra a la misma señora pero con un perro pequeño, la
mujer se le acerca y le pregunta “¿lo adoptaste?” el le contesta “si señora, lo traigo para ver si tiene
alguna enfermedad o le hacen falta las vacunas” ella le dice “es mejor que no gastes dinero en ese perro
ya que a cualquier momento se te muere” el le pregunta “¿ese es tu perro?” ella le contesta “si señor, es
un perro de raza que costo quinientos cincuenta mil pesos y dura mas que el tuyo” en ese momento lo
llaman a los dos para revisar los perros y el veterinario revisa el perro fino y dice “señora su perro tiene
una enfermedad que se genera por darles cualquier purina que no es la recomendada” la mujer
asombrada le dice “pero si es un perro fino, me habían garantizado que duraban mas” el veterinario le
dice “si es cierto pero para este tipo de perros toca comprarle cosas que no se le puede comprar a
cualquier perro” el veterinario cogió al perro callejero y de una vez la mujer le dice “no pierda el
tiempo con ese perro”, lo revisan y le dice al muchacho “su perro no tiene ninguna enfermedad, solo le
faltan unas vacunas y alimentarlo bien” el hombre le pregunta al veterinario “¿y que le doy de comer?”
el veterinario le responde “cualquier cosa, a diferencia de los perros finos estos resisten cualquier tipo
de comida” el muchacho acepta que le apliquen las vacunas y le agradece al veterinario, al salir del
veterinario ve a aquella mujer y sonríe diciendo “no que esos perros eran mas resistentes que los de la
calle” la mujer con lo mira y se va de ese lugar y el muchacho se va a su casa a disfrutar con su perro.