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Charla #28 y #29 “DESARROLLAR INTELIGENCIA EMOCIONAL”

Practicante en psicología María F. Brown

Referencias

https://psicologiaymente.com/psicologia/ejercicios-para-desarrollar-inteligencia-emocional

https://www.educapeques.com/escuela-de-padres/inteligencia-emocional.html
Dinámicas para los niños: trabajar la inteligencia emocional en grupo

5 actividades para trabajar las emociones en grupo.

1 – El espejo de las emociones

A los niños les encanta mirarse al espejo. Para ellos este es un gran entretenimiento. Es por eso
que utilizaremos un espejo para que ellos exploren sus propias emociones. El ejercicio consiste
en sentarse junto a los niños en el suelo y disponer un espejo grande frente a ellos. Ayuda a los
niños a imitar las siguientes emociones: tristeza, alegría, enfado, dolor, etc.

Haz tú primero cada una de estas emociones frente al espejo y luego ayuda a los niños para que
ellos comprendan la importancia de reconocer emociones ajenas y propias.

Puedes realizar esta dinámica a partir de los 3 años

2- Historias con emociones

En el caso que los niños sean un poco más grandes puedes añadir al juego anterior, un relato
donde cada niño podrá realizar la mímica de la emoción que corresponde a ese relato. Por
ejemplo: “estoy feliz porque el domingo visité a mi abuela” o “me siento nerviosa porque me
tengo que cambiar de escuela y eso me da un poco de miedo”. Es importante que con este
ejercicio cada niño logre identificar adecuadamente sus emociones y que pueda expresarlas de la
mejor manera.

Puedes realizar esta dinámica a partir de los 4 y ½ años

3- Escoge cuentos sobre educación emocional

Leer un cuento que nos ayude a recordar la importancia de amar a otros niños, compartir cosas
con ellos, ayudarles cuando más lo necesitan, son algunos de los objetivos de este tipo de
historias.

Puedes realizar esta dinámica a partir de los 5 años

4 – Reconociendo rostros y emociones en rostros

Para poder realizar este ejercicio debes preparar varios dibujos de rostros: un rostro feliz, otro
triste, llorando, enojado, etc.

Cada vez que coloques uno de los rostros frente de los niños, ellos tendrán que decir si ese rostro
está triste, enojado, contento, etc.

Puedes realizar esta dinámica a partir de los 5 años.

5 – Y tú qué sentirías si yo…


Plantea a los niños cómo se sentirían si algo ocurriera. Por ejemplo: ¿cómo se sentirían si la
maestra no llega a clases porque está internada en el hospital?, ¿Cómo te sentirías si te enteras
que un perro grande ha mordido a tu hermana y ella está llorando desconsoladamente? O ¿Cómo
te sentirías si de pronto te quedas sin ropa y tienes que pedir prestada a otros niños?

La finalidad de estas preguntas es que los niños sientan la función empática y logren “ponerse en
el lugar de otras personas”.
INFORMACION PARA ADOLESCENTES

1. Ten tu diario de emociones

Para comenzar a practicar la Inteligencia Emocional diariamente, no hay nada mejor que tener un
diario emocional. Esta actividad es simple, pues es similar al clásico diario de adolescente.

Para llevar a cabo el diario de emociones, sólo tienes que tomarte 10 o 20 minutos al día,
preferiblemente antes de acostarte, para hacer un repaso de cómo ha ido tu jornada a nivel
emocional. Si por ejemplo sientes que has estado experimentando estrés y te sientes triste,
anótalo. Revisa cómo te has sentido durante la semana y compáralo con la semana anterior.

Es importante que añadas estrategias para sentirte mejor, es decir, tareas que puedes realizar para
evitar el exceso de emociones negativas. Con el diario de las emociones es posible trabajar el
autoconocimiento emocional y la regulación emocional a medida que lo vas utilizando. Esta
estrategia es útil para entender tus emociones y para darte feedback sobre cómo te sientes.

2. Escucha activa: observa el lenguaje no verbal

La escucha activa es una de las habilidades sociales que todos deberíamos poseer pero que
raramente ponemos en práctica. Y es que existe una gran diferencia entre escuchar y oír. La
escucha activa se centra no solamente en las palabras, es decir, que tiene en cuenta el lenguaje no
verbal y la comunicación de las emociones.

Para llevarlo a cabo en tu día a día, es necesario que te tomes unos minutos de tus
conversaciones para, de manera voluntaria, escuchar activamente. Es posible que creas que es
sencillo, pero es habitual que en vez de prestar atención plena a la comunicación de la otra
persona, nuestros pensamientos y nuestras creencias contaminen nuestra comunicación
interpersonal. Así que la próxima vez que estés delante de alguien, tómate unos minutos para
observar su lenguaje corporal, sus gestos, sus miradas, sus expresiones y las emociones que
intenta transmitir el otro interlocutor.

3. La rueda de la vida

La rueda de la vida es una de las técnicas más eficaces para conocernos a nosotros mismos y
corregir aquellas áreas de nuestra vida con las que no estamos contentos. Realizar este ejercicio
no lleva más de 20 minutos y su funcionamiento es muy simple. Su eficacia es tal, que incluso
los expertos en desarrollo personal utilizan esta técnica.

Esta técnica nos ayuda a saber cuáles son nuestros deseos y necesidades, que muchas veces
quedan ocultos por la exigencias sociales. Por tanto, es una forma de empoderarnos frente a la
vida, de plasmar en un papel lo que realmente queremos y lo que es importante para nosotros.
Así podemos tener una visión clara más clara de hacia dónde queremos ir, desde fuera de nuestra
cabeza.

Para realizar este ejercicio, necesitamos una hoja de papel que contenga un círculo para que
podamos poner qué áreas de nuestra vida son importantes para nosotros y queremos trabajar. Por
ejemplo, trabajo, amistades, pareja, familia, ocio… Después, es necesario evaluar cada variable
con una puntuación que muestre nuestra preferencia. Por ejemplo, si el trabajo es lo más
importante, pondremos el número “1”. Una vez tengamos claro el orden de preferencia, es
necesario anotar diferentes acciones para mejorar nuestra vida.

4. Meditación vipassana

Existen diferentes tipos de meditación, y aunque muchas personas piensen que esta técnica
solamente sirve para calmarnos, algunas de estas prácticas meditativas son realmente útiles para
mejorar la Inteligencia Emocional. Una de las más conocidas es la meditación vipassana. De
hecho, vipassana es un término del idioma Pali que significa “observación” o “visión clara”.

La meditación vipassana pone énfasis en la conciencia y la atención en la respiración,


focalizando la mente en el aire que entra y sale por la nariz. Cuando la mente comienza a rumiar,
es necesario etiquetar los pensamientos y las emociones, observarlos y dejarlos ir, aceptándolos.

5. Detente un minuto

La regulación emocional también es una de las claves de la Inteligencia Emocional y de las


relaciones interpersonales. Pero no siempre es posible detenerse un minuto de nuestra vida para
analizar el momento presente. Imagínate que estás en una negociación colectiva en el trabajo y
las cosas se van de las manos. El ambiente se ha vuelto tenso y no estáis llegando a un acuerdo
porque existe un cierto tono de crispación. Es posible que desees pararte un momento, aclarar la
mente y responder y negociar con la cabeza más que con el corazón.

Puedes aprender a relajarte y controlar tus emociones con la meditación de un minuto. Una vez
que la hayas perfeccionado, puedes usarla en cualquier momento y en cualquier lugar. En el
ejemplo anterior (el de la negociación colectiva), si las cosas se van de las manos, siempre es
mejor tomarse 5 minutos de descanso para que las aguas vuelvan a su cauce y la negociación
pueda retomarse con serenidad. En esa situación podrías aprovechar ese descanso para practicar
este ejercicio.

6. Lee un libro
Las habilidades de Inteligencia Emocional es posible trabajarlas y mejorarlas con el tiempo. Si
quieres gozar de sus beneficios, es una buena opción leer algún libro de esta temática de los
muchos que hay en el mercado. Estos textos son una buena manera de adquirir conocimiento
tanto teórico como práctico, y seguro que notarás la diferencia. La variedad de libros es tal, que
incluso podrás ayudar a tus hijos a desarrollar la Inteligencia Emocional si es que lo deseas.

7. Consúltalo con el psicólogo

Asistir a sesiones de coaching para desarrollar tu Inteligencia Emocional. Un psicólogo te


ayudará a conocerte mejor y a desarrollar tus habilidades emocionales, además de acompañarte
en el proceso de cambio para que mejores tu bienestar y superes tus creencias limitantes. El
coach te facilitará herramientas que te ayudarán a mejorar tu Inteligencia Emocional y, además,
lograr tus metas y objetivos.

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