Está en la página 1de 191

O M

Historia económica

C
contemporánea

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


.
De la Revolución Industrial a nuestros días

DD
L A
FI

Historia económica

M
contemporánea
De la Revolución Industrial a nuestros días

CO
Alejandra Giuliani

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Miguel Mazzeo
Elena V. Marcaida

.
(Compiladores)

D
Ariel Filadoro - Adriana Giuliani - Alejandra Giuliani
Cecilia E. Incarnato - Nahuel Jalil - Marcela Lippi

D
Mercedes F. López Cantera - Miguel Mazzeo - Fernando Pita
Sebastián J. Rodríguez - Elena Scirica - Ezequiel Sirlin
Fernando Stratta - Jorge Wozniak - Agustín Wydler

L A
FI

historia y sociedad
Dirección editorial: Daniel Campione y Darío Stukalsky Índice
Corrección: Graciela Daleo

M
© 2014, de los autores
© 2014, Dialektik editora

O
Gral. Juan Lavalle 1087, Prólogo
(1638) Vicente López, Buenos Aires, Argentina Alejandra Giuliani y Miguel Mazzeo ....................................................................... 9
ediciones@dialektik.com.ar / www.dialektik.com.ar.

C
Una genealogía política de la teoría económica
Ariel Filadoro .......................................................................................................... 11

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Primera edición, agosto de 2014

.
Hecho el depósito que indica la ley 11.723 Capitalismo y Revolución Industrial en Gran Bretaña (1780-1850)

D
Editado en Argentina Alejandra Giuliani .................................................................................................. 41

La industrialización en Estados Unidos

D
Jorge Wozniak ......................................................................................................... 73
Historia económica contemporánea : de la Revolución Industrial a
¿El plan perfecto? La industrialización alemana en el siglo XIX
nuestros días / Ariel Filadoro ... [et.al.] ; compilado por
Cecilia E. Incarnato y Mercedes F. López Cantera .................................................. 91

A
Miguel Mazzeo ; Graciela Alejandra Giuliani ; Elena V. Marcaida
1a ed. - Vicente López : Dialektik Editora, 2014.
La primera crisis mundial del capitalismo y su recomposición (1850-1914)
384 p. ; 21x15 cm. - (Historia y sociedad; 5)
Nahuel Jalil ........................................................................................................... 107

L
ISBN 978-987-27865-1-9
El imperialismo: un análisis de la sociedad capitalista de los

I
siglos XIX y XX
1. Historia Económica. 2. Historia Universal. I. Filadoro, Ariel Alberto
Marcela Lippi ........................................................................................................ 121

F
II. Mazzeo, Miguel, comp. III. Giuliani, Graciela Alejandra, comp.
IV. Marcaida, Elena V., comp.
Taylorismo, fordismo y acumulación flexible. Modelos de acumulación y
CDD 330.9
organización del trabajo en el capitalismo


Agustín Wydler ..................................................................................................... 137

Expansión, crisis y recomposición. Estados Unidos, de los “años


Imagen de tapa: Steve Heap/Shutterstock.com locos” al estallido de la crisis y el New Deal
Imagen de contratapa: PhotoGraphyca/Shutterstock.com
Elena Scirica .......................................................................................................... 161

Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de cubierta, puede ser reproducida, almacenada o El nacimiento de un siglo. El período de entreguerras (1918-1939)
transmitida en manera alguna ni por ningún medio, ya sea eléctrico, mecánico, óptico, químico, de grabación Mercedes F. López Cantera .................................................................................... 187
o de fotocopia, sin el permiso del editor.
Una vía no capitalista. La economía de planificación centralizada en la Prólogo
Unión Soviética

M
Miguel Mazzeo ..................................................................................................... 203

La industrialización de Japón: el crecimiento de la posguerra y el toyotismo


Fernando Pita ........................................................................................................ 235

O
Este libro reúne trabajos escritos con el objetivo de iniciar a los lectores en
El ciclo de la economía mixta en el capitalismo central (1945-1973)
el estudio de la historia económica contemporánea. Presenta y analiza pro-
Ezequiel Sirlin ...................................................................................................... 251
cesos históricos relevantes de los últimos doscientos años con la aspiración

C
no menor de ayudar a comprender la complejidad de las relaciones sociales
La transformación del capitalismo finisecular en el espejo norteamericano. de este, nuestro mundo.

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Del Estado de bienestar a la globalización neoliberal
El punto de partida es la gran ruptura que significó el surgimiento del capi-
Sebastián J. Rodríguez ........................................................................................... 265

.
talismo, el proceso de modernización y su consecuencia más inmediata: la

D
Revolución Industrial, que potenció y aceleró una serie de tendencias
La industrialización del sudeste asiático
preexistentes. El punto de llegada remite a procesos recientes, tales como la
Adriana Giuliani ..................................................................................................289
globalización neoliberal, las diversas posibilidades de excederla, el desarro-

D
llo chino y su impacto mundial. La secuencia de los artículos permite una
El capitalismo neoliberal
lectura cronológica de procesos relevantes de la historia económica y a la
Fernando Pita y Ezequiel Sirlin ............................................................................ 303
vez el detenimiento en el análisis de factores ineludibles a la hora de com-
prenderlos. Así, se estudian procesos de industrialización, períodos de crisis

A
América Latina: esbozo para un esquema de interpretación
capitalista, políticas e instrumentos de intervención estatal en la vida econó-
Sebastián Rodríguez y Ariel Filadoro .................................................................... 323
mica, relaciones centro-periferia y diversas formas de organización de los
procesos de trabajo a lo largo del desarrollo capitalista.

L
China: visiones de la mutación Vale tener presente que la historia económica se ubica en un espacio inte-
Ezequiel Sirlin ...................................................................................................... 335
lectual muy particular, en la encrucijada de un conjunto de disciplinas y

I
saberes. En sus mejores versiones, la historia económica puede convertirse
Economía social: sus alcances y límites como alternativa al
en eje articulador y hasta armonizador de esas disciplinas y saberes. En esos

F
sistema capitalista
casos, la historia económica es el lugar de la complementación de un con-
Miguel Mazzeo y Fernando Stratta ...................................................................... 357
junto de variables explicativas. Sin dudas, los trabajos que integran este
volumen no reniegan de esa aspiración. No se les desdibuja el horizonte de


la multidisciplina y los saberes aproximativos pero integrales. Y el afán pe-
dagógico no conspira con la búsqueda de las realidades situadas detrás de
los fenómenos. Este sitio epistemológico, aparentemente privilegiado, en
líneas generales no ha contribuido al reconocimiento disciplinar de la histo-
ria económica. Por el contrario, permanece todavía como una disciplina rela-
tivamente marginal en muchos programas y planes de estudio, sobre todo de
economía y administración. Lamentablemente se sigue considerando a la
historia económica como una rama secundaria de la economía, como un
saber “poco práctico”. Sin embargo, la actividad económica está entramada
10 | MIGUEL MAZZEO Y ALEJANDRA GIULIANI PRÓLOGO | 11

en las relaciones sociales y políticas, y tiene su explicación históricamente Una genealogía política de la teoría económica
considerada. La separación entre la economía y la política es estéril y, en

M
palabras del economista John K. Galbraith, “es una pantalla que oculta la
realidad del poder y de las motivaciones económicas, fuente principal de
errores y confusiones en la orientación de la economía”.1 De modo que los Ariel Filadoro
hechos y procesos económicos no pueden explicarse de manera aislada y

O
autónoma, ni tampoco a partir de su ubicación en escenarios diferentes y
separados en político, económico y sociocultural.
De allí que, si bien estamos ante un libro coral, donde conviven distintas No se trata, sin embargo, de dar un terreno teórico continuo y sólido a todas las
formaciones académicas, diversas biografías intelectuales y distintas postu- genealogías dispersas, ni de imponerles desde arriba una especie de coronación teórica

C
ras, los trabajos comparten las posiciones que antes expresamos y presentan que las unifique, sino de precisar o de hacer evidente la apuesta que está en juego en

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


elementos comunes, estableciendo una coherencia que los atraviesa. Ade- esta oposición, en esta lucha, en esta insurrección de los saberes contra la institución y
más, y en relación a lo anterior, comparten las críticas a los modelos predictivos los efectos de saber y poder del discurso científico.

.
econométricos, en boga en algunos ámbitos académicos y, vale recordarlo, Michel Foucault, Genealogía del racismo

D
también políticos. Asimismo, comparten las críticas a toda práctica de entro-
nización de visiones particularistas, negadoras de la categoría de totalidad.
Se suele decir que la microeconomía tiende a ser despolitizante en todos los

D
planos. Los trabajos que coordinamos, todos, de modos diversos, reivindican
el carácter político de la economía. Finalmente, comparten la centralidad de
los sujetos sociales en el análisis de la economía y de su historia. Ello Introducción

A
conlleva el rechazo a las visiones simplificadoras de las realidades materia-
les y cosificadoras de los sujetos, visiones meramente instrumentales y En este trabajo se presentarán brevemente distintos enfoques de teoría eco-
tecnocráticas de la economía. nómica, es decir, se resumirá cómo se han ido observando y sistematizando

L
Este libro, como todos, tiene una historia. Ella se inicia en 2007 y se inscribe los procesos económicos en distintos momentos históricos. Si bien este es
en la Cátedra de Historia Económica Social General del CBC de la Univer- el objetivo amplio o general del texto, existe otro más acotado y, si se quiere,
sidad de Buenos Aires dirigida entonces por la Lic. Elena Marcaida. Ese de mayor trascendencia. Y es el de mostrar cómo la manera en que se

I
año, quienes formábamos parte de la Cátedra publicamos Historia económi- estudia la economía está íntimamente relacionada con las intenciones políti-

F
ca mundial contemporánea, compilado por la Lic. Elena Marcaida. Este, en cas que tiene aquel que se propone hacerlo.
buena medida, presenta más continuidades que rupturas con aquel libro. Estudiar en este breve artículo la historia de las ideas económicas no es una
Solo que las transformaciones mundiales de estos últimos años, así como el tarea sencilla, pues no resulta fácil elaborar una selección y, menos aun, un
permanente diálogo con nuestros alumnos y entre nosotros, sus docentes, resumen que incorpore lo más importante que se haya dicho y escrito en


nos llevaron a actualizar nuestro trabajo inicial. El resultado está en las torno al conocimiento económico a lo largo de la historia. En última instan-
páginas que siguen. cia, esto también será arbitrario. Es claro que cualquiera sea el contenido de
lo que sigue, su alcance será solo introductorio. Surge, en primer término, el
Alejandra Giuliani y Miguel Mazzeo problema de la selección de autores y temas: ¿a quiénes considerar?, ¿qué
corrientes incluir y cuáles excluir del análisis?, ¿hasta qué período retroce-
der en el tiempo? Pues bien, estas son, entre otras, las preguntas y proble-
mas con los que se enfrenta la historia. Y para entender la forma que toma
su respuesta, es necesario mirar el presente. Son los problemas que hoy nos
1
John K. Galbraith, Historia de la Economía, Buenos Aires, Ariel, 1994.
tocan los que guían el estudio histórico; son los problemas económicos,
12 | ARIEL FILADORO UNA GENEALOGÍA POLÍTICA DE LA TEORÍA ECONÓMICA | 13

sociales y políticos contemporáneos los que generan preguntas que se in- En relación con lo anterior, vale decir que el conocimiento económico, tal
tenta responder mirando y construyendo la historia económica, social y po- como todo tipo de saberes, está acotado al tiempo y lugar en que es pensado y

M
lítica. Y más aun, es una inquietud en torno del futuro la que conduce al elaborado. Este elemento resulta importante para comprender el surgimiento
pasado; una inquietud de cambio que dé solución a los problemas presentes de corrientes que, juzgadas desde el presente, pueden parecer “ingenuas”. Del
es el filtro que sirve para seleccionar qué nos interesa del pasado. mismo modo, al considerar este aspecto, se puede reconocer el horizonte que
Desde esta perspectiva, se ha intentado realizar una selección de corrientes de opera sobre el conocimiento actual y ampliar la conciencia de lo posible en

O
pensamiento económico con un doble propósito. Por un lado, comprender las nuestra realidad socio-histórica. Para bien o para mal, las “verdades” de cada
teorías surgidas de diferentes sociedades1 y cómo estas sociedades se transfor- momento histórico resultan relativas y revisables; de tal forma que aquellos
maron a partir de la concepción que del orden económico en general tenían. En fundamentos que hoy aparecen incuestionables, mañana, quizá, sean desecha-
este sentido, la lógica será dialéctica: de un lado está la realidad y del otro el dos y sustituidos por otros, que pueden resultar mejores.4

C
pensamiento de quienes viven en ella. De acuerdo al modo en que la sociedad Para finalizar con la presentación de algunas categorías que atraviesan el

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


piense el funcionamiento de la economía, las acciones tomarán diferentes cami- siguiente trabajo, es preciso advertir que el pensamiento económico, tanto
nos. Y estas acciones cambiarán esa realidad. Necesariamente, la nueva realidad en la historia como en la actualidad, no es concebido como una disciplina

.
será repensada y nuevamente cambiada. La lógica no tiene fin: siempre está la que se pueda separar tajantemente del resto, por ejemplo, de la sociología, la

D
realidad y siempre se construye una idea de ella que sirve para modificarla; ciencia política, la historia o la filosofía, del mismo modo que los fenóme-
siempre está la práctica y siempre está la teoría. nos de la realidad no se pueden dividir entre sus características estrictamen-
Por otro lado, se estudiará un espectro relativamente amplio de corrientes te sociales, políticas o económicas. Simplemente son esfuerzos de las dife-

D
de pensamiento económico con el objeto de ver cómo la realidad es suscep- rentes disciplinas que priorizan unas dimensiones sobre otras, sin que esto
tible de ser analizada desde muy distintos puntos de vista que pueden llegar signifique que lo económico pueda ser aislado de lo político, lo social o lo
a ser antagónicos.2 En este sentido, la presentación de los distintos enfoques filosófico. Por el contrario, una teoría económica presupone una posición

A
teóricos busca brindar elementos para cuestionar críticamente aspectos de política, social y filosófica cuando nada dice de ellas y postula que se atiene
las diferentes teorías económicas que llegan hasta la actualidad. a lo “estrictamente” económico. También el silencio forma parte de la ideo-
Resulta pertinente precisar en qué consisten las cuestiones sobre las que logía que, en el extremo, es indisociable de la práctica científica.

L
tiene que dar cuenta, en líneas generales, una corriente de pensamiento Con el objeto de introducir los principales aportes con relación al pensamiento
económico. Se trata, básicamente, de la producción, distribución y consumo económico a lo largo de la historia, el trabajo se divide en dos partes. En la
de bienes y servicios. Esto incluye la asignación cuantitativa y cualitativa del primera se presentan las distintas corrientes en perspectiva histórica, es decir,

I
trabajo para generar la producción que la sociedad necesita, así como el señalando sus orígenes y características a lo largo del tiempo. Vale aclarar que

F
reparto de los bienes producidos. A partir de diferentes enfoques teóricos, este tipo de presentación no implica que los conocimientos más recientes sean
se desprenderán distintos modelos de sociedad.3 “superiores” a sus predecesores por el solo hecho de estar más cerca del
presente. Por el contrario, muchas veces la difusión y/o proscripción de deter-
1 Por supuesto que, en la historia occidental moderna, siempre existieron sectores o grupos minados enfoques teóricos no obedece a la capacidad explicativa que cada uno


que concentraron el poder. Sería ingenuo plantear que las “sociedades” son las que hacen tiene, sino a operaciones ideológicas.5 En la segunda parte se elaboró,
teoría en conjunto como si la sociedad fuera un espacio homogéneo, libre de conflictos y
de poder donde todos sus integrantes acuerdan cómo se estudia la realidad económica.
2 Por ejemplo, durante la Guerra Fría (1945-1989), el bloque occidental liderado por Esta- 4 O pueden resultar peores. La creencia en un conocimiento progresivo y en sociedades
dos Unidos echó mano durante la mayor parte del período a teorías keynesianas en eco- cada vez mejores ha sido radicalmente puesta en cuestión luego de la Primera Guerra
nomías de mercado, mientras que el bloque soviético hizo lo propio con teorías de rai- Mundial y fundamentalmente a partir del Holocausto nazi. Y también esta idea es cuestio-
gambre marxista. Por ello, durante más de treinta años el mundo estuvo partido en dos, a nada cada día por la pobreza, las guerras y las crisis.
partir de dos maneras de pensar el mundo. 5 La difusión de las teorías económicas no es ajena a la distribución del poder. También en
3 Es por ello que ha resultado –y aún resulta– determinante la discusión sobre cuál es el estos ámbitos tiene mayor probabilidad de ser difundida una teoría de la que se despren-
origen del valor de las mercancías en la sociedad capitalista. dan conclusiones convenientes al poder dominante. Y esto sucede, precisamente, porque
14 | ARIEL FILADORO UNA GENEALOGÍA POLÍTICA DE LA TEORÍA ECONÓMICA | 15

sintéticamente, la proyección de las escuelas de pensamiento hasta nuestros sistema comercial dificulta el sostenimiento del dogma teológico y, con el tiem-
días, con el fin de exponer un panorama del universo de teorías económicas po, se suavizan estas posturas justificando el cobro a interés cuando se trata de

M
contemporáneas. Finalmente, se esbozan algunas reflexiones. atraso en los préstamos y por cuestiones de lucrum cessans (lucro cesante) (Roll,
1994). Esta nueva visión del cobro a interés y el concepto de justo precio
señalan una tendencia por parte de la Iglesia por reconciliar el dogma teológico
1. Historia de las ideas económicas con las condiciones imperantes. Hasta la actualidad, el enfoque de Aquino será

O
referente para la Iglesia católica.
Antecedentes Tanto en el caso de los griegos como de Aquino, claramente la reflexión econó-
mica todavía ocupa un espacio menor en los grandes sistemas de pensamiento y
En este apartado se mencionarán algunas formas de pensamiento económico está fuertemente subordinada a otros saberes o creencias. La Economía Política

C
de la Antigüedad y la Edad Media, tratando de aportar elementos para ver la todavía no tenía entidad propia.

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


relación entre el orden social, político y económico establecido y las formas de A partir de la crisis del feudalismo y en el marco de la transición al capitalismo
pensamiento que le correspondieron. Luego se rescatarán aquellos rasgos del se conocen un conjunto de ideas económicas que van a resultar un importante

.
pensamiento económico preclásico del mercantilismo y los fisiócratas que re- antecedente de los pensadores clásicos. Entre ellas, el mercantilismo y sus

D
sulten de interés. En estos pensadores se encuentran elementos que retomarán críticos por un lado, y el sistema fisiocrático por otro constituyen los casos de
los clásicos (Adam Smith [1723-1790], David Ricardo [1772-1823] y Karl Marx mayor importancia.
[1818-1883], entre otros). En cuanto al mercantilismo vale decir, en primer lugar, que no es un conjunto

D
Desde los griegos, en medio de un modo de producción esclavista y cuando el coherente de ideas sino que se trata de autores unidos por ciertos hilos doctrinarios
pensamiento en general alcanzó gran desarrollo, cobra sentido individualizar (Blaug, 1968). Es necesario ubicar el surgimiento de esta corriente en su con-
conceptos que remiten a la problemática económica. También es posible ver texto histórico. En Europa, el feudalismo se debilitaba al tiempo que se produ-

A
cómo las categorías planteadas tienen gran relación con la defensa del statu quo, cía la unificación territorial de los Estados absolutos a instancias de importantes
es decir, se desarrollaron ideas que no cuestionaban el orden ni las instituciones cambios en los regímenes políticos. Del viejo modo de producción feudal solo
materiales. Tanto Platón (428-347 a. C.) como Aristóteles (384-322 a. C.) justifi- quedaban agonizantes instituciones que se irían diluyendo conforme se aproxi-

L
caban la división del trabajo y el comercio en virtud de la imposibilidad de cada maba la Revolución Industrial. Este proceso, que se dio de manera heterogénea
individuo de llevar adelante todas las tareas necesarias para la reproducción de entre los distintos Estados, trajo aparejado un conjunto de cambios en la esfera
su vida. Naturalizaron la esclavitud; reflexionaron sobre la propiedad y el dine- política, social y económica.

I
ro; diferenciaron las categorías de valor de uso y valor de cambio; y condena- El comercio constituyó la actividad que otorgó mayor dinamismo al destruir la

F
ron el lucro por el lucro mismo (crematística). agricultura de autoconsumo relacionándola cada vez más con la producción para
Varios siglos después, en la Edad Media, Tomás de Aquino (1225-1274) retoma el mercado. Como consecuencia de esta lógica se desencadenó una fuerte com-
problemáticas de Aristóteles pensándolas desde la cosmovisión religiosa de la petencia entre los modernos Estados donde el poderío militar comenzó a com-
Iglesia católica. Preocupado por el enriquecimiento mediante el comercio, acu- partir su importancia con el poder económico. Así, un Estado se pensaba tanto


ñó el concepto de “justo precio”. Este debería recompensar por igual al com- más fuerte cuanto mayor fuera su acumulación de oro. Y aquí aparece el hilo
prador y al vendedor, por el esfuerzo realizado en el trabajo necesario para conductor del pensamiento mercantilista: una balanza comercial favorable y la
elaborar los productos. Si bien se pronuncia contra la usura, el desarrollo del consecuente acumulación de oro, eran concebidos como indicadores de la rique-
za de una nación. El conjunto de las medidas de gobierno iba en este sentido: altas
tarifas a la importación; prohibición de exportar herramientas y obreros especiali-
el conocimiento no es “neutral”. De sus conclusiones habrá quien se beneficie y quien, en zados; estímulo para importar materias primas y apoyo a las industrias.
general, pierda privilegios. ¿Es acaso lo mismo concluir que para aumentar el bienestar de Muchos mercantilistas eran socios o directores de empresas comerciales que
la población es necesario socializar la propiedad de las empresas a concluir que es preciso gozaban de monopolios para el comercio en el extranjero; por ejemplo: Gerald
bajar los salarios? Malynes (1586-1641), a la vez funcionario público y comerciante próspero;
16 | ARIEL FILADORO UNA GENEALOGÍA POLÍTICA DE LA TEORÍA ECONÓMICA | 17

Edward Misselden (1608-1654) socio destacado de la empresa Mercaderes Aven- Probablemente el mayor aporte que hicieron al conocimiento económico radi-
tureros; y Thomas Mun (1571-1641) sedero londinense que fue director de la que en la Tabla Económica de 1758 (Tableau Œconomique) donde, en un simple

M
Compañía de Indias hasta su muerte. diagrama, Quesnay mostró cómo se reparte el producto neto entre las distintas
Conforme el capitalismo preparaba su despegue hacia la fase industrial, el pen- clases: terratenientes –se incluye entre estos al clero y los nobles–, productivas
samiento económico se adaptaba a la nueva realidad abandonando los precep- y estériles (artesanos, comerciantes, etcétera). Su contribución no fue tanto el
tos mercantilistas. El comercio y el intercambio pasaron paulatinamente a captar contenido de la tabla como el riguroso método utilizado en ella.

O
menos atención. Se priorizó el estudio del proceso de producción en lugar del En términos de filosofía política y política práctica, sus posturas liberales fue-
intercambio; así como la relación entre el capital y el trabajo en lugar de la ron derivadas del concepto de producto neto. Así, frente a las medidas mercan-
relación entre el comerciante y el financista. La pregunta en relación con el tilistas de Jean-Baptiste Colbert (1619-1683), ministro de Luis XIV (1638-1715),
origen del valor y cómo ha de distribuirse en la sociedad, pasó a ocupar un tendientes a fomentar la industria, los fisiócratas franceses postularon la cono-

C
lugar central en las discusiones. cida frase que luego, erróneamente y con frecuencia, se asoció a Adam Smith

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


La figura de William Petty (1623-1687) sintetiza estos cambios. Según él, la (Levín, 1999): laissez faire, laissez passer, le monde va de lui même (“dejad hacer, dejad
fuente de riqueza deja de ser el excedente del comercio6 para pasar a ser el pasar, el mundo marcha por sí solo”), por medio de la cual se reflejaba su

.
trabajo. Sostiene que el trabajo es el padre de la riqueza y la tierra la madre. reticencia a la creación de regulaciones que distorsionaran el “orden natural” de

D
Otros aportes que forman parte de esta transición entre el mercantilismo y el la sociedad. Sostenían que el único tributo válido debía recaer sobre la tierra,
sistema clásico son los de David Hume (1711-1776), Richard Cantillón (1680- puesto que era la única fuente de riqueza.
¿1734?) y John Locke (1632-1704). La concepción que los fisiócratas tuvieron de la tierra y del trabajo –especial-

D
Por su parte, los fisiócratas franceses, cuyos más destacados exponentes son mente por parte de Turgot al desarrollar las ideas de Quesnay– apuntaló las
Lambert François Quesnay (1694-1774) y Anne Robert Jacques Turgot (1727- bases para la agricultura capitalista y los planteos de los clásicos. Al tiempo que
1781), conformaron otra gran ruptura con el pensamiento mercantilista y tam- estos autores desarrollaban sus ideas defensoras de la agricultura capitalista,

A
bién nutrieron al sistema clásico7 de conceptos que luego serían refinados. una doble revolución levantaba sus pilares en Europa: la Revolución Industrial
Si bien los fisiócratas concebían la naturaleza, y en particular la tierra, como durante la segunda mitad del siglo XVIII en Gran Bretaña, que significó el
fuente del valor, pueden rastrearse en ellos elementos que más adelante cons- advenimiento del capitalismo industrial, y la Revolución Francesa (1789), que

L
tituirían la teoría del valor trabajo de Adam Smith. Al observar que la actividad quitó el poder político a una nobleza impotente para detener el advenimiento
agrícola era la única con capacidad de generar un producto mayor a lo necesario del nuevo orden capitalista8 (Hobsbawm, 1997).
para su producción, es decir, que la producción resultante era superior a la

I
cantidad necesaria para alimentar a los trabajadores y efectuar la siembra, dedu-

F
jeron que la tierra era la fuente de la riqueza. Asimismo, advirtieron que las Los clásicos y la teoría del valor trabajo
actividades industriales y comerciales guardaban proporción con la cantidad
producida por la agricultura. De allí el lugar central que dieron a la tierra y al a) Adam Smith
trabajo agrícola. Al excedente lo llamaron “producto neto” y al trabajo agrícola,


“trabajo productivo”, en contraposición a los demás trabajos de tipo industrial, La obra más destacada de Adam Smith (1723-1790) en materia de economía,
artesanal y comercial, a los que denominaron “trabajo estéril”. Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones (1776), es, en
opinión de una gran cantidad de historiadores del pensamiento,9 el primer gran
6 El concepto de excedente del comercio remite a la simple noción de “comprar barato y
vender caro”. 8 Puede plantearse muy lícitamente que, en parte, la fisiocracia brindó argumentos económi-
7 Vale apuntar que la obra de Quesnay irradió su influencia hasta el Río de la Plata puesto que cos a los revolucionarios para eliminar las trabas feudales, particularmente en relación con
fue Manuel Belgrano (1770-1820) quien hizo la traducción de las Máximas de Quesnay, una el tipo de producción agrícola.
de las principales obras del autor francés. Véase Fernández López y del Valle Orellana 9 Galbraith (1987) sostiene que, junto con Karl Marx, son las dos figuras más célebres de la
(1982). historia de la Economía.
18 | ARIEL FILADORO UNA GENEALOGÍA POLÍTICA DE LA TEORÍA ECONÓMICA | 19

tratado de Economía Política. Allí el autor escocés recopila sistemática y cohe- De esta concepción se extiende la idea de que los capitalistas colaboran con el
rentemente una gran cantidad de elementos hasta entonces diseminados. bienestar general y la maximización del ingreso anual de una nación sin propo-

M
Si bien es contemporáneo de un proceso que más tarde se conoció como nérselo, puesto que cada uno “solo piensa en su ganancia propia; pero en este
Revolución Industrial, Smith no llega a darse cuenta de su magnitud. Aun así, como en otros muchos casos, es conducido por una mano invisible a promover
pudo captar una serie de elementos que estaban madurando en el incipiente un fin que no entraba en sus intenciones” (Smith, 1997: 17).11
capitalismo, tal como la división del trabajo y sus efectos sobre la eficiencia Al concebir un mercado de competencia perfecta y para lograr la máxima pro-

O
productiva. ducción, propone no intervenir en la operatoria del mercado. En términos de
Defensor de la teoría del valor trabajo, según la cual las horas de trabajo usadas comercio, sostiene que es deber del Estado propiciar la libertad tanto interna
para la producción de las mercancías son las que proveen valor, se opuso como externa para ampliar mercados y estimular la división del trabajo que
enfáticamente a las perspectivas mercantilistas que veían en el oro y la plata la crecerá a la par del mercado. La concepción que Smith tiene de la intervención

C
riqueza nacional. Smith, tomando distancia también del pensamiento fisiocrático, del Estado, en general, es una extensión de la teoría política de John Locke,

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


sostuvo que la riqueza de una nación proviene del trabajo de sus habitantes y, teórico de la propiedad privada y la igualdad ante la ley.12
particularmente, de la “aptitud, destreza y sensatez con que generalmente se En cuanto a la retribución que debe recibir cada una de las clases de la

.
efectúa el trabajo” (Smith [1776] 1997: 3). sociedad, Smith es simple y contundente. “Los salarios pagados a los jorna-

D
Estas facultades productivas del trabajo se potencian, principalmente, por la leros y criados, de cualquier clase que sean, deben ser de tal magnitud que
división del trabajo en la sociedad, puesto que esta trae mayor destreza a los basten, por término medio, para que la raza se perpetúe” (Smith, 1997: 79);
trabajadores, ahorro de tiempo en la producción y estimula el desarrollo de en otras palabras, a los obreros se los retribuye con el salario de subsisten-

D
maquinaria. Para graficar este fenómeno, Smith apela al famoso ejemplo de la cia. Los beneficios del capital son justificados como la ganancia que se da a
fábrica de alfileres donde se asombra de los aumentos de productividad que aquellos que comprometen su capital, puesto que lo emplean en “dar traba-
consiguen los obreros gracias a la división del trabajo. Describe que en este tipo jo a gentes laboriosas”. La tierra recibe una renta como resultado de la

A
de manufacturas un obrero no puede fabricar más de veinte alfileres por día si condición de monopolio en la que se encuentra su propietario y alcanza el
trabaja aisladamente; en cambio, tal como observa en una pequeña fábrica, diez mayor nivel que el capitalista puede pagar.
hombres especializados en distintas tareas consiguen una producción de más de

L
48.000 mil alfileres por día. b) David Ricardo
En relación con las razones que conducen a la división del trabajo, señala que
esta obedece a la propensión natural del hombre a cambiar una cosa por otra. El capitalismo desarrollaba su fase industrial mientras David Ricardo (1772-

I
Partiendo de un fuerte presupuesto antropológico al considerar al hombre egoísta 1823) realizaba su obra; sin embargo, tampoco consiguió ver y vaticinar los

F
por naturaleza, Smith (1997: 17) argumenta: “no es la benevolencia del carnicero, avances hacia los que iría la sociedad industrial. Por ello, aún a principios del
del cervecero o del panadero la que nos procura el alimento, sino la considera-
ción de su propio interés. No invocamos sus sentimientos humanitarios sino su
egoísmo, ni les hablamos de sus necesidades, sino de sus ventajas”.10 11 Smith toma esta idea de Bernard de Mandeville (1670-1733), quien en su obra La fábula de


las abejas. Vicios privados, beneficios públicos (1714) desarrolla y resuelve una nueva relación entre
lo económico y la moralidad, subordinando esta última a las acciones económicas. Véase
10 El homo œconomicus de Smith ha sido muy cuestionado. De hecho, estudios antropológicos Dumont (1999), quien rastrea los orígenes del proyecto político que representa la obra de
como los de Karl Polanyi o Marcel Mauss han mostrado la existencia de sociedades con- Smith. En este sentido existe una discusión sobre si Smith escribió lo que veía ante sus ojos
temporáneas donde este principio no se cumple. Véase, por ejemplo, la obra de Mauss o si su obra consiste en precisar un proyecto de sociedad distinto. O ambas cosas a la vez.
(Manual de Etnografía, 1947; Sociología y Antropología, 1950) y las teorías del don, según las 12 Para estudiar la teoría política del iusnaturalismo en Locke véase Bobbio (1996). A pesar del
cuales existe otra racionalidad en órdenes que no apelan al egoísmo de sus participantes. liberalismo de Smith en términos económicos, también vale decir que no criticó –como
Tampoco las sociedades anteriores al capitalismo se regían por este presupuesto, como podría esperarse– la intervención del Estado si este perseguía fines políticos. Por el contra-
estudia Polanyi en La gran transformación (1992). El egoísmo del hombre no parece formar rio, y consecuentemente con la teoría política de Locke, justificaba su intervención en estos
parte de su “naturaleza” biológica, sino que más bien se desprende de su cultura. casos.
20 | ARIEL FILADORO UNA GENEALOGÍA POLÍTICA DE LA TEORÍA ECONÓMICA | 21

siglo XIX, siguió centrando su análisis en torno de la acumulación de capital en Ricardo individualizó tres factores dinámicos tendientes al crecimiento econó-
la agricultura. mico: la población, la acumulación de capital y el progreso técnico. Esencial-

M
Ricardo, agente de bolsa y terrateniente que llegó al Parlamento británico, pue- mente pesimista respecto de la capacidad de conseguir innovaciones técnicas
de pensarse, ciertamente, como un crítico que extiende la obra de Adam Smith. de manera progresiva, subordinó el crecimiento de la población a lo que consi-
Muchos de sus conceptos no son más que variantes de los postulados de su deró el factor central: la acumulación de capital. Esta se lleva adelante cuando
predecesor escocés. En Principios de Economía Política y Tributación (1817), su obra los capitalistas adelantan salarios a los trabajadores y ponen a producir tierras.

O
célebre, Ricardo formula su teoría. A continuación se analizarán los principales Puede entenderse su pesimismo tecnológico, a pesar de que la Revolución
conceptos del sistema ricardiano: la productividad marginal decreciente de la Industrial se desarrollaba frente a sus narices, en virtud de que la agricultura, a
tierra, la retribución a las clases sociales,13 el problema del progreso tecnológico lo largo de siglos, no había sido una actividad muy dinámica tecnológicamente.
y la división internacional del trabajo. En relación con el comercio internacional, también efectuó un aporte muy

C
En relación con el concepto de rendimientos marginales decrecientes de la duradero: el concepto de división internacional del trabajo en función de las

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


tierra, Ricardo observó que las tierras más fértiles –y frecuentemente cercanas ventajas comparativas que detente cada nación. “En un sistema de comercio
a los lugares de consumo– obtenían un monto mayor de renta. Y explicó este absolutamente libre, cada país invertirá naturalmente su capital y su trabajo en

.
fenómeno sosteniendo que la renta que percibe el terrateniente por una parcela empleos tales que sean lo más beneficioso para ambos” (Ricardo [1817] 1994:

D
está regulada por la diferencia entre lo que rinde su parcela y las de menor 102), señala Ricardo. Afinando el concepto de ventajas absolutas de Smith, cada
fertilidad. Así, por ejemplo, si una parcela arroja un rinde de 10 toneladas de país se especializará donde sea más eficiente en términos relativos. La figura tan
trigo por hectárea y las menos fértiles arrojan 8 toneladas, entonces, por efecto difundida de “Argentina granero del mundo” o “Inglaterra taller del mundo”

D
de competencia entre capitalistas, el dueño de la primera parcela recibirá un obedece a esta concepción.
monto de renta equivalente a 2 toneladas de trigo. El límite a la explotación de También supo ver claramente la oposición de intereses entre industriales y
tierras viene dado por la ecuación costo-beneficio que efectúan los capitalistas; terratenientes. Como el trigo es el que regula los precios de todas las demás

A
ellos ocuparán tierras hasta el punto donde, luego de pagar la renta y los sala- mercancías –incluido el de la mano de obra–, un aumento en este llevaría a un
rios, perciban beneficios que consideren satisfactorios. aumento de salarios de los empleados industriales, beneficiando a los terrate-
En cuanto a la distribución del producto entre las distintas clases sociales, nientes y perjudicando a los capitalistas.14 Con respecto a la relación entre el

L
es preciso aclarar que Ricardo retoma la teoría del valor trabajo de Smith. capital y el trabajo, Ricardo presentó los conceptos de tal forma que Marx solo
Al considerar el trabajo humano como una mercancía cuyo precio en trigo tuvo que reinterpretarlos para acuñar la categoría de plusvalía. No casualmente
es el valor de reproducción de los asalariados, también suscribe a la idea la publicación de la obra de Ricardo fue fuertemente criticada tras su muerte a

I
del salario de subsistencia. Vale aclarar que este no es considerado nece- pesar de los esfuerzos leales por defenderla y difundirla de su amigo John

F
sariamente como el salario mínimo para que el trabajador y su familia no Stuart Mill (1806-1873) (Dobb, 1998).
mueran de hambre, sino que depende de necesidades sociales e históricas.
Los capitalistas recibirán en forma residual lo que quede luego de pagar la c) Karl Marx
renta y los salarios.


Para el tiempo en el que Karl Marx (1818-1883) publica el primer tomo de El
Capital (1867), su obra de mayor envergadura, la Revolución Industrial estaba
13 Es mucho más que una sencilla cuestión semántica la forma en que se nombran las catego- madura en Gran Bretaña, aunque atrasada en Alemania de donde él era oriun-
rías en economía. El lenguaje muestra y oculta según se nombren las cosas de un modo u
otro. La ciencia económica convencional en la actualidad, en su afán por naturalizar las
relaciones sociales, nombra “factores de la producción” al capital, el trabajo y la tierra, 14 Por esta razón Ricardo se opuso y condenó la vigencia de las Leyes de Granos (Corn Laws,
como si tuviera sentido reducir la producción a una mera combinación de cantidades. Si en vigentes en Gran Bretaña entre 1815 y 1846) argumentando que elevaban el precio de la
lugar de factores de la producción se hablara más frecuentemente de relaciones de clase mano de obra y detenían la acumulación de capital. Estas leyes permitían la importación
entre capitalistas, trabajadores y terratenientes podrían entreverse de manera más clara las de granos solo a partir de determinado precio base, lo que terminaba elevando el precio
relaciones humanas y de poder que intervienen en el proceso productivo. del trigo.
22 | ARIEL FILADORO UNA GENEALOGÍA POLÍTICA DE LA TEORÍA ECONÓMICA | 23

do. Sus visitas a Manchester y sus estudios en Londres le permiten tomar un en el viejo orden, donde la apropiación se basaba en una coacción extraeconómica.
contacto muy cercano con el fenómeno de la producción fabril y las conse- En el capitalismo, la apropiación y extracción del excedente se da en el acto de

M
cuencias sobre los trabajadores. Vale destacar que por entonces existía más producción. El trabajador, por un lado, recibe bajo la forma de salario el valor
de una corriente crítica tanto en relación con los avances del capitalismo necesario para reproducirse y asistir a trabajar, mientras que, por el otro, produ-
como con la desigual distribución de sus beneficios y esfuerzos necesarios ce un valor superior durante su jornada laboral en la fábrica. Esa diferencia es la
para llevar a cabo la producción. La utopía socialista se contrapuso a la reali- que percibe el capitalista en forma de beneficios. Marx concibe a la ganancia,

O
dad por la que atravesaba el modo de producción capitalista. Louis Blanc entonces, como una quita injusta al obrero puesto que es quien realmente
(1811-1882), Claude de Saint Simon (1760-1825), Charles Fourier (1772-1837), trabaja y genera valor.
Pierre-Joseph Proudhon (1809-1865) y Robert Owen (1771-1858) son algunos Este énfasis en la plusvalía da cuenta del interés puesto por Marx en la
representantes de corrientes a las que Marx llamó “socialistas utópicas” pues- distribución del ingreso desde una perspectiva cualitativa, es decir, en tanto

C
to que difería con los medios por los que estos autores buscaban llegar a la desigual apropiación del producto por parte de las clases (Dobb, 1998). Según

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


sociedad socialista.15 Marx, detrás de las apariencias de mercado subyace una trama institucional y
Heredero del filósofo alemán Georg F. W. Hegel (1770-1831), Marx concebía el relacional que permite a unos ejercer el poder sobre otros apropiándose del

.
trabajo humano como la actividad en la que el hombre se realiza como tal. Al trabajo ajeno.

D
contraponer esta idea con la realidad del capitalismo decimonónico, Marx ob- En cuanto al progreso técnico, Marx consiguió intuir mucho más que Ricardo
servó que los trabajadores, en lugar de realizarse en su trabajo, se sentían las potencialidades que tenía para la sociedad en tanto era susceptible de apli-
extraños a él; se enajenaban. Denunció que “el hombre [el obrero] solo se carse al trabajo humano. Introdujo los avances técnicos en la producción como

D
siente ya libremente activo en sus funciones animales: comer, beber y procrear, resultado de la necesidad que tienen los capitalistas de competir entre ellos y
y, cuando mucho, en su cuarto, en su arreglo personal, etc., y que en sus enfrentar los conflictos con los trabajadores. La lógica de la competencia capi-
funciones de hombre [el trabajo] solo se siente ya animal. Lo bestial lo convier- tal-capital y capital-trabajo lleva a que descienda la cantidad de horas de trabajo

A
te en humano y lo humano lo convierte en lo bestial” (Marx [1844] 1984: 105).16 necesarias para la producción del conjunto de bienes. Este descenso, que en
Es a partir de la visualización de estos fenómenos de la realidad, de lecturas principio debería ser un beneficio para toda la sociedad, es capitalizado por una
minuciosas de pensadores de distintas disciplinas, y de una intensa actividad sola clase: los capitalistas. No obstante, y como contracara de este beneficio

L
política, como Marx cuestiona el capitalismo y critica los postulados de la Eco- inmediato, el incremento de maquinaria aplicada a la producción a expensas de
nomía Política. trabajo humano –única fuente del valor– redunda en el largo plazo en una caída
Si el paso de Smith a Ricardo fue un refinamiento de determinados conceptos, tendencial de la tasa de ganancia del conjunto del sistema capitalista. Así, Marx

I
el paso de Ricardo a Marx implica no solo eso sino un giro radical. Obsesionado sostiene que la lógica sistémica contiene dentro de sí el “germen de su propia

F
por encontrar la procedencia del excedente dentro de la teoría del valor trabajo destrucción” puesto que la competencia misma entre los capitalistas lleva a una
en un mundo donde aparentemente se intercambian equivalentes, desarrolló el caída de la tasa de ganancia del conjunto.
concepto de plusvalía. Por medio de este mostró que si el valor era generado Por último, vale destacar que si bien no se extendió en sus escritos sobre “su”
por el trabajo de los asalariados, entonces los beneficios del capital eran una utopía socialista, puede decirse que en ella existiría una apropiación social de


expropiación a los trabajadores de algo que les pertenecía. las potencialidades del trabajo y la tecnología sin que estos beneficios fueran
Marx intentó mostrar cómo en el capitalismo también existe apropiación del apropiados por ninguna clase en particular.
excedente tal como en el feudalismo, aunque de una manera no tan nítida como

15 Véase Hobsbawm (1997); en especial los capítulos sobre la ideología secular, la ciencia y las El historicismo alemán y el institucionalismo norteamericano
artes.
16 Evidentemente, al visitar las industrias Marx no experimentó la misma fascinación que El historicismo alemán y el institucionalismo norteamericano, aunque enfatizan
Smith cuando este visitó la fábrica de alfileres. Sin embargo, vale aclarar que Marx vio en el aspectos diferentes, comparten con Marx la crítica al pensamiento económico
capitalismo fuerzas que consideraba necesario desarrollar puesto que multiplican las capa-
cidades productivas de la sociedad humana.
dominante. A diferencia del autor de El Capital, sus aportes son básicamente
24 | ARIEL FILADORO UNA GENEALOGÍA POLÍTICA DE LA TEORÍA ECONÓMICA | 25

metodológicos, sin poner en cuestión el sistema capitalista. Tanto la tradición Sostuvo que la teoría neoclásica había hecho una sustitución de las fuerzas
marxista como estos sientan bases argumentales que constituirán los ejes sobre sobrenaturales por las nuevas fuerzas naturales benéficas del mercado (Landreth

M
los que se levantan las corrientes heterodoxas en la actualidad. y Colander, 1998). La noción de un equilibrio deseable sin pruebas resultaba,
La escuela histórica alemana atacó a la economía clásica y sus postulados que según su perspectiva, tan normativa como lo que criticaban los neoclásicos.
pregonaban una teoría económica válida para todo tiempo y lugar. Según sus Aunque no era socialista formuló fuertes críticas a la institución de la propiedad
exponentes, la economía y las ciencias sociales deberían trabajar con un método privada como “fuente de malestar” que conduce al socialismo.

O
basado en la historia. Sostenían que la economía clásica estaba en un error al Otros exponentes destacados fueron John Commons (1862-1945), quien se es-
tratar de imitar la metodología de las ciencias físicas. pecializó en el estudio de casos judiciales a partir de los cuales elaboraba
Uno de sus primeros exponentes fue Friederich List (1789-1846), quien se conceptualizaciones, y W. C. Mitchell (1874-1948), discípulo de Veblen, dedica-
destacó por sus fuertes críticas al librecambismo británico. Argumentaba que do a la aplicación empírica del método institucionalista.

C
la prédica británica de laissez faire había sido antecedida por un fuerte protec-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


cionismo desde la sanción de las Actas de Navegación vigentes desde 1688
por las cuales se reguló prolijamente el comercio de la Corona.17 Esta política Los neoclásicos y la teoría subjetiva del valor

.
les permitió, sostenía List, obtener el crecimiento de sus manufacturas y

D
ampliar su poder político. Su obra Sistema Nacional de Economía (1841) tuvo Con el advenimiento de la teoría neoclásica, poco tiempo después de que Marx
gran influencia tanto en la política arancelaria norteamericana –List vivió al- publicara en 1867 el primer tomo de El Capital, se produce un quiebre muy
gún tiempo en Estados Unidos– como en Alemania, donde hacía poco se fuerte con el pensamiento económico precedente. Sus principales exponentes

D
había consolidado la Unión Aduanera (Zollverein) en 1834. Sus principios fueron: los británicos William Jevons (1835-1882), Alfred Marshall (1842-1924)
marcadamente nacionalistas tuvieron duradera vigencia en el marco de una y Francis Ysidro Edgeworth (1845-1926); los austríacos Carl Menger (1840-
fuerte competencia por el poderío político y económico que Alemania sostu- 1921), Friederich von Wieser (1851-1926) y Eugen von Böhm-Bawerk (1851-

A
vo con Gran Bretaña. 1914); y los franceses León Walras (1834-1910) y Vilfredo Pareto (1848-1923),
Otros expositores de la escuela histórica alemana fueron Wilhem Roscher (1817- entre otros. Si bien cada uno de ellos especificó determinados rasgos que con
1894), Bruno Hildebrand (1812-1878), Karl Knies (1821-1898) y, más tarde, Gustav el tiempo fueron incorporados al cuerpo de la teoría, en este trabajo se tomarán

L
von Schmoller (1838-1917). los principales conceptos, sin precisar específicamente a quién corresponde
El institucionalismo norteamericano de principios de siglo XX reconoce a Thorstein cada una de las innovaciones teóricas. En este sentido, también es válido adver-
Bunde Veblen (1857-1929) como su representante más fiel. Este pegaba en el tir que se presentan los principales lineamientos de la teoría como un conjunto

I
corazón de la economía neoclásica18 al rechazar sus principios por tratarlos de aproximadamente homogéneo, cuando, tal como en todas las corrientes, existen

F
no científicos. Su objetivo era constituir una ciencia que reuniera a la economía, matices y diferencias hacia dentro de la misma.
la antropología, la sociología, la psicología y la historia. Criticó también a mar- El punto de ruptura más importante con sus predecesores consistió en que el
xistas e historicistas. valor de las mercancías dejó de ser justificado por el tiempo de trabajo necesa-
rio para su producción; es decir, en que abandonaron la teoría del valor trabajo.


Los neoclásicos consideraron la utilidad que los bienes reportan a los consumi-
17 Según List, Gran Bretaña solo se lanzó al librecambismo a partir de conseguir su desarro- dores como la fuente del valor. Según su concepción, son los gustos, preferen-
llo bajo políticas proteccionistas: “Una nación que por derechos protectores y restricciones cias y deseos de los consumidores aquello que, luego de confluir en el merca-
marítimas ha perfeccionado su industria y su marina mercante hasta el punto de no tener la do, fija el precio de las mercancías. Levantaron, así, el edificio de la teoría
concurrencia de ninguna otra, no puede tomar decisión más sabia que la de rechazar los
medios de su elevación y predicar a los demás pueblos el advenimiento de la libertad de
subjetiva del valor. Las implicancias que este giro trajo fueron –y aún son–
comercio, expresar muy alto su arrepentimiento por haber caminado hasta entonces por la múltiples.
vía del error y de no haber llegado sino tardíamente, al conocimiento de la verdad” (Cita- En términos generales, se desvió toda la atención de la producción (oferta) a la
do por Vázquez de Prada, 1978, II: 100). demanda. Las palabras de Jevons, generalmente considerado el primer expo-
18 La economía neoclásica se analiza en el apartado siguiente. nente de la escuela, en su obra Theory of Political Economy (1871) resultan muy
26 | ARIEL FILADORO UNA GENEALOGÍA POLÍTICA DE LA TEORÍA ECONÓMICA | 27

gráficas: “La continua reflexión y la investigación me han conducido a la idea, los individuos son iguales y eligen “libremente” entre el ocio y el trabajo o
algo novedosa, de que el valor depende por entero de la utilidad. Las opiniones entre invertir y prestar dinero.

M
prevalecientes establecen que es en el trabajo, más que en la utilidad, donde se Por su parte, el concepto de equilibrio general, al cual Walras dio su formula-
encuentra el origen del valor” (citado por Dobb, 1998). Así, en la satisfacción ción matemática, pasa a ocupar un lugar central en la teoría.21 Al igual que sus
de deseos, urgencias y necesidades de los individuos, los autores neoclásicos predecesores, Walras deriva los precios de los productos de las necesidades de
pasaron a ubicar la fuente del valor. los consumidores y del valor de los servicios de los bienes de capital y de los

O
De esta forma, tuvo lugar un fuerte reposicionamiento de la dinámica del mer- factores. En otras palabras, los deriva de la interacción entre la oferta y la
cado como asignador de recursos dentro del esquema teórico. Se acotó y sepa- demanda. Por el lado de la oferta, los factores productivos (tierra, trabajo y
ró, entonces, el universo de análisis del conocimiento económico. En el pensa- capital) serán retribuidos conforme a su productividad marginal, que se deter-
miento neoclásico, el mercado no es concebido como una institución fruto de mina por cuestiones técnicas y de disponibilidad relativas de cada factor. Por el

C
determinadas convenciones sociales, políticas, históricas y económicas, donde lado de la demanda, los consumidores competirán, según sus preferencias, por

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


hay beneficiarios y perjudicados, sino que, incuestionablemente, se lo considera los bienes ofrecidos en el mercado. De la interacción entre oferta y demanda
como parte del orden natural de las relaciones humanas. Así, el análisis erradica resultarán los precios de cada uno de los productos, que son las señales que

.
todo tipo de discusión en torno a las clases sociales, el excedente y la propiedad brinda el sistema económico de mercado tanto para consumidores como para

D
desconociendo, por un lado, las desigualdades fundantes del mercado y, por el productores y el elemento clave para la autorregulación.
otro, negando también la naturaleza histórica de las instituciones capitalistas. A Puesto que estos estudiosos consideraban la economía clásica acotada a un
partir de esta concepción, se derivaron medidas de política tendientes a brindar tiempo y lugar, ambicionaron construir conceptos generales bajo la forma de

D
al mercado condiciones para que funcione “correctamente” y, en su propia leyes, como lo hacen los científicos de las ciencias naturales. De esta manera, la
dinámica, se autorregule. economía dejó de tener la anterior preocupación por explicar manteniéndose
Puesto que no consideraban a las relaciones entre clases sociales como dimen- próxima a los fenómenos de la realidad (verdad semántica) para pasar a priorizar

A
sión relevante, en el esquema neoclásico todo se reduce a la manera en que la coherencia interna de la teoría (verdad sintáctica) a partir de axiomas sobre
cada agente acude al mercado: ya como individuos-productores (trabajadores), los que se monta el universo conceptual.22
ya como individuos-ahorradores (capitalistas) (Guerrero, 1997). Se termina de A los efectos de hacer uso de determinado herramental matemático, especial-

L
construir así un mundo perfecto, en equilibrio, donde por medio de los inter- mente el cálculo diferencial, se consolidó la concepción esbozada por Smith
cambios de mercado la sociedad en su conjunto llega a lugares óptimos y, como del individuo que actúa atomísticamente en la sociedad23 cuya preocupación no
tales, deseables. Cabe mencionar que el concepto de óptimo de Pareto19 –punto excede la de maximizar su utilidad, beneficio, ocio, etcétera. A este sujeto ideal

I
al que se llega cuando es necesario que un agente20 esté peor para que otro esté se le añadieron algunas características más para modelizar al agente racional. La

F
en mejor situación, es decir, cuando nadie puede beneficiarse sin perjudicar a economía pasó a ser, según este modo de análisis, una disciplina cuyo afán
otros– nada dice sobre las condiciones iniciales de riqueza individual ignorando
si el “agente” de que se trata es, por ejemplo, millonario o indigente. El esque- 21 Resulta útil aclarar que el concepto de equilibrio parcial de Alfred Marshall no es necesaria-
ma de análisis no reconoce diferencias de ingresos ni de propiedad; en él todos


mente compatible con el de equilibrio general walrasiano aunque, a grandes rasgos, com-
parten ciertos principios. Un análisis de las implicancias de ambos enfoques excede los
límites de este trabajo. En relación con la contribución marshalliana a la teoría neoclásica
19 El concepto de “óptimo” fue acuñado por Vilfredo Pareto, quien desarrolló su análisis en pueden mencionarse: la distinción entre corto y largo plazo; el concepto de elasticidad; la
torno de la distribución del producto según este principio. prolija construcción y modelización de las curvas de oferta y demanda por separado; y el
20 También sobre este término es posible reflexionar y analizar las implicancias de llamar a las intento por conciliar la teoría subjetiva del valor (determinante en el corto plazo sobre los
cosas de diferente manera, como en el caso de los “factores de la producción” (ver nota precios) con los costos de oferta (determinantes en el largo plazo), entre otros.
13). El término “agente” no es ingenuo, detrás de él se esconden las diferencias sociales y 22 Esto sucede a pesar del herramental econométrico que la economía neoclásica utiliza en la
económicas que oculta. ¿Qué es un agente? Difícilmente dentro de esta categoría puedan actualidad. Las regresiones econométricas no consiguen cerrar la brecha entre los modelos
considerarse la cultura, la psicología o cuestiones sociales que operan constantemente so- y la realidad.
bre seres humanos, agentes de nadie. 23 Por ejemplo, Edgeworth hablaba de hombres-átomo.
28 | ARIEL FILADORO UNA GENEALOGÍA POLÍTICA DE LA TEORÍA ECONÓMICA | 29

explicativo enfatiza la modelización de los comportamientos de los individuos y competitivos y en equilibrio. Así, el crac de 1929 y su ulterior crisis cuestiona-
sus consecuencias. El sujeto “racional” y optimizador que se relaciona con el ron radicalmente el rumbo de la ciencia económica y obligaron a revisar la

M
mundo según estos parámetros, resulta clave en la teoría neoclásica; de lo conceptualización neoclásica; muy lejos de apuntar a la utopía socialista, esta
contrario, sería imposible aplicar los procedimientos matemáticos. El método, revisión no quería más que salvar al propio capitalismo.
en lugar de ampliar posibilidades explicativas, termina de encorsetar el universo
de análisis, lo restringe y acota a su medida.
John Maynard Keynes y la intervención del Estado

O
De esta forma, se intentó conferir a la economía una imagen de ciencia objetiva
y positiva descargada de valores.24 La formulación matemática de los problemas
pasó a otorgarle, a la vista de sus teóricos y defensores, el tan mentado rigor La crisis del 30 trajo, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo
científico supuestamente débil en las teorías predecesoras. Este giro ideológico ha capitalista, innumerables quiebras, tasas de desempleo exorbitantes y caídas

C
sido cuestionado desde diversas posturas epistemológicas.25 muy fuertes de la producción. Mientras maduraban los frutos de la organiza-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


La difusión y extensión del modo de análisis neoclásico, aunque resistido, no ha ción fordista de la producción26 y las capacidades productivas se multiplicaban,
sido menor. Según opinión de diversos autores, su vigencia se desprende de su los postulados económicos vigentes no conseguían dar cuenta de la profunda

.
abordaje. “Puesto que las discrepancias entre el modelo y la realidad podían crisis en la que se vio sumida la economía.

D
siempre atribuirse a imperfecciones exteriores a la lógica de la construcción Dentro de la economía apologética del capitalismo había dudas; era necesario
teórica, no es extraño que el edificio neoclásico pudiera mantenerse en pie replantear los presupuestos neoclásicos. Y quien tomó este desafío fue el eco-
tanto tiempo, aparentando una solidez a toda prueba” (Guerrero, 1997: 29). De nomista inglés John Maynard Keynes (1883-1946), un personaje que, aun desde

D
esta manera, cualquier incongruencia entre la modelización y la realidad, más su perspectiva crítica, no fue menos liberal que sus predecesores. No cabe
que indagar a la teoría, tiende a señalar que es la realidad la que no se adecua a duda de que Keynes estaba en las antípodas del pensamiento socialista; su
los modelos. intención era salvar la economía de mercado capitalista de los errores en los

A
En palabras de Michel Aglietta, “es cierto que el monumental edificio construi- que estaban sumidos los economistas, quienes sugerían recetas ortodoxas espe-
do desde hace un siglo por los teóricos neoclásicos tiene algo de fascinante. La rando la autorregulación del mercado para salir de la crisis.
atracción que ejerce se deriva de su naturaleza a la vez totalizadora y totalitaria. Keynes había sido funcionario del Tesoro británico y escrito polémicas obras.

L
Dicha teoría es completamente totalizadora porque toda ella se encuentra com- En Teoría general de la ocupación, el interés, y el dinero (1936) formula su crítica a los
prendida dentro de un único concepto, el de equilibrio general. Es totalitaria por- postulados de la economía ortodoxa, donde señala: “sus enseñanzas engañan y
que entraña un análisis simplificador, por el que algunas características econó- son desastrosas si intentamos aplicarlas a los hechos reales” (Keynes [1936]

I
micas constatadas en la observación de las prácticas reales no se admiten en la 1997: 15).

F
teoría, por ser consideradas ‘imperfecciones’, y no un análisis dialéctico, por el Los principales elementos que desarrolla en esta obra son: la abolición de la
cual los conceptos son transformados gracias a la incorporación de un conteni- vieja ley de Say –con vigencia desde los pensadores clásicos– según la cual la
do más concreto” (Aglietta, 1999: 2). oferta crea su propia demanda; la posibilidad de equilibrio económico con
Esta visión de la economía de mercado en equilibrio permanente consiguió desempleo; y la necesidad de estimular la demanda por medio de gastos públicos.


gran difusión durante las primeras décadas del siglo XX y ocupó un lugar cada Oponiéndose a la idea de que los mercados se autorregulan en niveles de pleno
vez más importante en la forma de analizar el capitalismo. Pero la realidad, empleo, sostuvo que es posible la existencia de una demanda inferior al nivel
“obcecada”, se encargó de hacer temblar los modelos de mercados perfectos, que asegure el uso total de los recursos. La vieja ley de Say sostenía que tener

24 La división entre economía positiva, que se atendría a describir los fenómenos de manera 26 Esta organización remite a los cambios introducidos por Henry Ford (1863-1947) en la
neutral, y economía normativa, que señala “lo que debería ser”, es la manera en que se fábrica de automóviles que consiguieron aumentar espectacularmente la producción de
refieren los libros de texto de economía a un problema epistemológico de muy compleja aquellas industrias donde eran susceptibles de ser aplicados. La incorporación de la cinta
naturaleza. de montaje en 1918 impuso un mayor ritmo de trabajo y aumentó fuertemente la
25 Véase, por ejemplo, Sweezy et al (1972). productividad.
30 | ARIEL FILADORO UNA GENEALOGÍA POLÍTICA DE LA TEORÍA ECONÓMICA | 31

producción disponible garantizaba necesariamente una demanda equivalente; En efecto, la corriente estructuralista surgida durante las décadas del 40 y 50
Keynes ve precisamente oferta sin suficiente demanda. De los tres componentes en América Latina desarrolló una postura crítica que ha propiciado la inter-

M
de la demanda (consumo, inversión y gasto público), Keynes señala la baja vención del Estado. Teniendo como meta la consecución del desarrollo
inversión como el factor de mayor importancia en la escasa demanda y, en económico para los países latinoamericanos, y en el marco de la Comisión
menor medida, el bajo poder adquisitivo de los trabajadores.27 Económica para América Latina (CEPAL), el economista argentino Raúl
Las medidas que propone para remediar esta situación apuntan a estimular la Prebisch (1901-1986) conceptualizó la relación existente entre países centra-

O
demanda deprimida por los gastos que no llevan adelante los inversores priva- les y países periféricos.
dos ni los consumidores en general. Y lo que propone es que suba el tercer Así nace el paradigma centro-periferia, el cual considera la inserción de los
componente de la demanda –el gasto público– de forma que compense la baja países latinoamericanos en la división internacional del trabajo propuesta por
de los dos primeros. Bajo la forma de inversión y consumo públicos, sostiene David Ricardo como la causa de los problemas estructurales de estas econo-

C
que el Estado debe estimular la demanda con el objetivo de conseguir el pleno mías.29 El desempleo crónico, los déficits externos y el deterioro en los térmi-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


empleo. El déficit fiscal en tiempos de depresión es el mecanismo clave para nos del intercambio30 eran problemáticas –y aún lo son– recurrentes en las
conseguir la reactivación de la economía, a expensas del endeudamiento públi- economías menos desarrolladas. Según el modelo centro-periferia, los países

.
co y la emisión de moneda. En este mismo sentido también propone favorecer periféricos, especializados en la provisión de materias primas a los países cen-

D
que los trabajadores del sector privado gasten sus ingresos aumentando, y no trales, se encuentran en una condición de recurrente debilidad y asimetría fren-
disminuyendo, sus salarios. La economía ortodoxa, por el contrario, sostiene te a estos últimos, que se han especializado en la elaboración de manufacturas.
que es bueno y “natural” que los salarios caigan en tiempos de crisis. Para romper con el modelo centro-periferia, proponen que el Estado tome las

D
Keynes fue quien, de esta manera, racionalizó dentro de la teoría aquellas riendas de lo que se llamó “industrialización por sustitución de importaciones”
medidas que los gobiernos de todo el mundo capitalista llevaron adelante mediante la inversión en sectores clave de la economía, la provisión de infraes-
para salir de la crisis del 30 y que perduraron para la construcción de los tructura básica, el control de las cuentas externas, el arancelamiento selectivo

A
Estados de bienestar. Sus postulados convencieron al mundo capitalista de la de bienes importados, y, en muchos casos, la producción directa de bienes y
necesidad –y virtuosidad– de regular el mercado.28 servicios. Este enfoque ha sido pilar de buena parte de medidas políticas que se
tomaron en países como Argentina, Brasil o México, en la medida en que

L
brindan elementos conceptuales para justificar el gasto e intromisión del Estado
El estructuralismo latinoamericano y la teoría de la dependencia en aquellos rubros necesarios para el desarrollo.
Luego de llevar adelante estas medidas y reconocer nuevos problemas como la

I
Si bien existe un marcado eurocentrismo en la genealogía del pensamiento recurrente inflación y los déficits en las cuentas externas, los estructuralistas

F
económico considerada hasta aquí, los países subdesarrollados o periféricos han sido criticados tanto por los ortodoxos –reticentes a la “excesiva” interven-
han concebido importantes líneas teóricas en materia de pensamiento eco- ción del Estado– como por los representantes de la teoría de la dependencia
nómico, particularmente concentradas en el tipo de problemas por los que surgida a partir de la década del 60 también en América Latina. Esto no signifi-
atraviesan estos países. có, sin embargo, que sus aportes no continúen resultando valiosos.


Retomando la tradición marxista, la teoría de la dependencia profundizó la
27 Por ello estaba a favor de la intervención de los sindicatos que pujan por elevar los crítica al modelo de desarrollo impulsado para los países latinoamericanos.
salarios. En oposición al pensamiento neoclásico que veía en ellos una “rigidez”, Keynes
ve que si suben los ingresos de los trabajadores, suben sus consumos y se estimula la
demanda. 29 Paul Baran señalaba en La economía política del crecimiento (1957) que la división internacional
28 No obstante el éxito obtenido por Keynes, la ortodoxia neoclásica siguió pregonando sus del trabajo es similar a la división del trabajo que se da entre un jinete y un caballo.
principios. Así, a partir de los años 80, comenzaron a revisarse medidas regulatorias al 30 El deterioro en los términos del intercambio es el aumento de precios de los productos
mercado, según los viejos principios neoclásicos más ortodoxos. Esta corriente de políti- industriales –que venden los países desarrollados– y la caída de precios de las materias
cas pasó a constituir el ideario del neoliberalismo: debilitamiento de los sindicatos, achica- primas –que venden los países subdesarrollados–, y que perjudica estructuralmente la tra-
miento del Estado, etcétera. yectoria económica de los últimos.
32 | ARIEL FILADORO UNA GENEALOGÍA POLÍTICA DE LA TEORÍA ECONÓMICA | 33

Durante los años 60 y 70 se sostuvieron argumentos como: la existencia de 2. Las escuelas del pensamiento económico en el presente
obstáculos intrínsecos al capitalismo que imposibilitan el desarrollo latino-

M
americano, los problemas que los patrones importados de consumo generan La economía neokeynesiana
al consolidar la dependencia, la subordinación y dependencia tecnológica,
la desigualdad socioeconómica reinante en los países periféricos como mo- A partir de la irrupción de la teoría keynesiana, y sobre todo durante la posgue-
tor del desarrollo de los países centrales, y la necesidad de redistribución de rra, se fueron borrando las diferencias en términos teóricos33 entre keynesianos

O
la riqueza en América Latina mediante reformas agrarias. En estos términos y neoclásicos. El primer gran paso hacia esta hibridación fue conocido en el
criticaron el rol que las burguesías de los países dependientes desempeña- mundo académico como la “síntesis neoclásica”, donde se trató de demostrar
ban en los procesos de subdesarrollo al ser típicamente dispendiosas y que la propuesta de Keynes no era otra cosa que un caso particular del modelo
rentísticas, en lugar de emprendedoras e innovadoras. de análisis neoclásico.

C
Algunos de sus expositores más destacados fueron: Celso Furtado, A la síntesis sobrevino el surgimiento de nuevos postulados que pasaron a

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Osvaldo Sunkel, André Gunder Frank, Ruy Mauro Marini, Theotonio engrosar una conjunción de modelizaciones y teorías como el monetarismo de
dos Santos, Fernando Henrique Cardoso 31 y Enzo Faletto. A pesar de Milton Friedman, la teoría de la elección pública de Gordon Tullock y James

.
que las razones que motivaban sus escritos perduran y que distintos Buchanan, la economía de las expectativas racionales de Robert Lucas y Thomas

D
teóricos de países del Tercer Mundo continúan sus ideas –como Samir Sargent, y del ciclo real de equilibrio de John Long y Charles Plosser, entre otras.
Amin o Arghiri Emmanuel–, esta corriente de pensamiento ha perdido Dentro de este espectro –que constituye el mainstream (corriente principal)–
apoyo durante los años 80 y 90.32 Aunque, en los últimos años, existe existen distintas posturas que difieren en relación con la manera en que los

D
cierto interés por retomar estas conceptualizaciones. enfoques conciben el comportamiento de los mercados. Hay quienes los consi-
Como se señaló anteriormente, estos enfoques parten de problemas de deran más autorregulables –con precios y salarios flexibles– y quienes, por el
las economías latinoamericanas y subdesarrolladas para elaborar las teo- contrario, sostienen que el Estado tiene que desempeñar un rol más activo para

A
rías. En este sentido, vale destacar que muchas otras corrientes de pen- facilitar el mejor desempeño de la economía. Si bien es difícil ponderar los
samiento –desde la neoclásica hasta la marxista– en numerosas ocasio- diferentes aportes teóricos en relación con su importancia conceptual dentro de
nes formulan postulados que no son aplicables a nuestras sociedades la teoría, es claro que no todos han tenido igual impacto a la hora de guiar las

L
puesto que, como es de esperar, están pensadas desde una perspectiva decisiones de política económica.
distinta, atendiendo problemas e intereses surgidos en otros espacios. En este último sentido, el monetarismo ha sido un claro ejemplo al proveer
argumentos que justifican la “necesidad” de un manejo restrictivo de los presu-

I
puestos públicos. De esta manera, aún hoy brinda un andamiaje conceptual que

F
permite revisar las instituciones y los gastos de los Estados de bienestar que se
erigieron conforme a postulados keynesianos. Para el momento en que se con-
solida el monetarismo, la marcha del capitalismo mundial atravesaba la crisis de
31 Se trata del mismo que fue presidente de Brasil, y ante la consulta periodística sostuvo que los 70 con graves problemas como resultado de una combinación de estanca-


durante su juventud estuvo sumido en el error. Sin embargo y a pesar de su “arrepenti- miento de la producción e inflación de precios34 –fenómeno conocido con el
miento”, uno de sus más importantes libros, Desarrollo y dependencia en América Latina (escri-
to junto con Enzo Faletto [1969]), aborda una problemática que sigue vigente.
32 Las razones para comprender esta pérdida de espacio en el discurso por parte de los 33 No así en términos de política económica donde los postulados keynesianos continuaron
dependentistas es indisociable de cuestiones políticas y sociales. Las dictaduras militares y la siendo los principios para la intervención del Estado hasta la embestida del neoliberalismo
intervención de universidades en toda América Latina conforman parte de esta “depura- de los años 80 y 90.
ción” ideológica. El importante cambio socio-histórico y de la ideología actual en relación 34 En términos económicos se cuadruplicaron los precios del petróleo durante 1973, dos
con los años 70 explica, también, su menor difusión. A pesar de ello, por ejemplo, el años después de que Estados Unidos rompiera la convertibilidad del dólar con el oro,
africano Samir Amin continúa editando libros desde una perspectiva afín a los latinoame- vigente desde el acuerdo de Bretton Woods a la salida de la Segunda Guerra Mundial. En
ricanos. Véase Amin (1999). términos sociales y políticos grandes acontecimientos venían conmocionando al mundo:
34 | ARIEL FILADORO UNA GENEALOGÍA POLÍTICA DE LA TEORÍA ECONÓMICA | 35

nombre de estanflación, es decir, estancamiento con inflación– que desencade- se enseña economía. Este tipo de abordajes, en palabras de sus críticos,
naron una fuerte reestructuración del sistema. Estas condiciones estimularon la carece tanto de la intención holista como de un enfoque eminentemente

M
difusión de aquellas teorías –como el monetarismo– que sustentaban discursos social del que gozaban los economistas clásicos –desde Smith hasta Marx–
para revisar las políticas llevadas a cabo durante la posguerra. o que en la actualidad exhibe la mayor parte de las corrientes heterodoxas.
La corriente monetarista –de la cual Milton Friedman es el fundador– sos- Asimismo, la referencia a las relaciones sociales y económicas en el capita-
tiene que los mercados se equilibran en el largo plazo en niveles de pleno lismo son naturalizadas, desconociendo la historia y el carácter profunda-

O
empleo en virtud de que consideran precios y salarios “flexibles”. Puesto mente institucional sobre el que se monta el sistema.
que los analistas parten de esta tendencia al equilibrio en el largo plazo, la Mientras esta economía moderna encuentra su columna vertebral en la co-
emisión monetaria –que altera las decisiones de los “agentes” en el corto rriente neoclásica y el universo conceptual parte de los mismos
plazo en caso de que exista ilusión monetaria– termina siendo nada más que microfundamentos –agentes racionales que maximizan y al cabo de opera-

C
un factor distorsivo. Aunque consiga algunos resultados transitorios, si la ciones matemáticas de mayor o menor complejidad encuentran “puntos de

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


emisión crece más que el producto, a la larga solo genera inflación. Bajo esta equilibrio”– la vigencia de una ideología más próxima a Chicago que a Keynes
perspectiva, los Chicago Boys35 sostienen que es “distorsivo”, y por lo tanto ha guiado políticas que modificaron profundamente las estructuras sociales

.
no deseable, que los gobiernos tengan déficits fiscales que luego son cu- en América Latina durante los años 90.

D
biertos con emisión monetaria discrecional. De ello se desprende, entonces,
una directriz de política que dista en gran medida de las sugerencias de Las corrientes heterodoxas
Keynes: bregan por la menor intervención posible sobre los mercados que,

D
tal como sostenían los primeros neoclásicos, se autorregulan.36 A pesar de la intencionalidad totalizadora y totalitaria de la teoría neoclásica
El curso de la economía neokeynesiana –cuyas argumentaciones son cada existen importantes escuelas en la actualidad que proponen conceptualiza-
vez más refinadas microeconómicamente– ha consolidado un individualis- ciones contrahegemónicas y alternativas. Las corrientes de pensamiento que

A
mo metodológico extremo y así forma parte de los manuales de uso con que pueden considerarse heterodoxas, en general, lo son en virtud de la distan-
cia que toman de los postulados neoclásico-keynesianos que niegan la posi-
el Mayo Francés, la Primavera de Praga en Checoslovaquia y la matanza de Tlatelolco en ción asimétrica entre capitalistas y trabajadores (Guerrero, 1997).37 La magni-

L
México –todos en 1968– mientras que en Argentina tenía lugar el Cordobazo un año tud de esta distancia así como la razón por la que cuestionan a la corriente
después. Eran tiempos de gran efervescencia social donde la Guerra Fría todavía agitaba el hegemónica son, entonces, los criterios que permiten clasificar a la hetero-
espectro del comunismo en Occidente. doxia. A continuación se comentarán algunos rasgos de distintas escuelas de

I
35 Los principales exponentes del monetarismo forman parte de lo que se conoce con el pensamiento heterodoxo simplemente con el objeto de hacer notar tanto su

F
nombre de Escuela de Chicago en virtud del espacio universitario donde se desarrolla vigencia como, cuando menos, su existencia.
este tipo de teorías: la Universidad de Chicago en Estados Unidos. En general se vincula
El marxismo ha continuado desarrollando sus tesis con distintas variantes. A
la Escuela de Chicago con la ortodoxia más extrema en relación con su creencia en la
necesidad de “desregular” mercados para que funcionen de manera más “natural” y
partir de la obra de Marx se han disparado diversas interpretaciones y sobre
ellas se han montado distintos esquemas teóricos. El marco conceptual ha


flexible.
36 Otro gran difusor de estos postulados que abonan el neoliberalismo en la actualidad ha brindado explicaciones satisfactorias a las diferentes crisis por las que atra-
sido el austríaco Friederick von Hayek (1899-1992) –más popular por sus afirmaciones vesó el capitalismo del siglo XX, particularmente las de 1930 y 1973. Básica-
que por sus aportes teóricos–, quien condenó el Estado de bienestar keynesiano desde sus mente, los distintos enfoques comparten la postura crítica en relación con el
orígenes. Luego de la crisis de los 70 y de la caída del comunismo soviético en 1989 su
prédica por achicar el tamaño del Estado, debilitar los sindicatos, liberalizar el movimiento
de flujos financieros y aumentar la ganancia de los empresarios, tomó cuerpo en numero- 37 Es preciso aclarar que esta separación entre la economía neokeynesiana y las corrientes
sos países, aunque con diferente intensidad en cada uno: desde Ronald Reagan (1981- heterodoxas no es tajante. Obviamente existen analistas, por ejemplo discípulos heterodoxos
1989) y Margaret Thatcher (1979-1990) en Estados Unidos y Gran Bretaña respectiva- de Keynes, que podrían ser incluidos en una u otra según se tomen diferentes criterios. Esta
mente hasta Augusto Pinochet (1973-1988) en Chile o la dictadura militar (1976-1983) dificultad para delimitar la frontera no implica que las diferencias que caracterizan al con-
primero y luego el gobierno de Carlos Menem (1989-1999) en Argentina. junto heterodoxo sean de menor importancia.
36 | ARIEL FILADORO UNA GENEALOGÍA POLÍTICA DE LA TEORÍA ECONÓMICA | 37

orden social capitalista y la explotación de la clase trabajadora. Por su parte, ¿Cómo sigue la historia?
los análisis en relación con la superación del capitalismo abren un abanico

M
muy amplio de teorías y posturas políticas. No obstante, comparten un en- Los cambios sociales, económicos, políticos y culturales acontecidos a lo largo
foque basado en la teoría del valor trabajo, pilar del que se deriva la inter- de los últimos 250 años han revolucionado, sin duda alguna, el mundo. En esta
pretación de la explotación. Entre los tópicos que se discuten pueden men- carrera vertiginosa de cambios e innovaciones, las capacidades productivas se
cionarse: la interpretación de las crisis –tal como se señaló–, las transforma- han multiplicado hasta niveles insospechados, a tal punto que el concepto mis-

O
ciones en los procesos y condiciones de trabajo, la dinámica del capital mo de escasez de recursos, pilar sobre el que se erigió el edificio neoclásico,
financiero y el comercio internacional. reconoce fronteras; o, por decirlo en otras palabras, son difíciles de establecer
La escuela de la regulación está constituida por un conjunto de economistas los límites de lo posible en términos de capacidades productivas. El conoci-
franceses que comparten la idea de que el capitalismo está regulado por miento científico, por su parte, ha sido la fuerza dinámica que propició este

C
distintas formas institucionales (la relación salarial, los regímenes moneta- conjunto de cambios, alcanzando avances espectaculares en todas –o casi to-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


rios, los tipos de competencia, los regímenes internacionales y el Estado) das– sus disciplinas.
(Boyer y Saillard, comps., 1996). Iniciada por Michel Aglietta con la publica- Pero hay más. A pesar de estos avances, subsisten fuertes problemas de pobre-

.
ción de Regulación y crisis del capitalismo ([1976] 1999) reconoce en sus inicios za, marginalidad, exclusión social y subdesarrollo. El reparto de los beneficios

D
una filiación marcadamente marxista. Según esta corriente de pensamiento, de la técnica –y del esfuerzo– es profundamente inequitativo en sociedades
el capitalismo consigue su reproducción a partir de cambios en las institu- donde conviven sectores extremadamente ricos –y poco numerosos– con gran-
ciones que permiten la superación de las crisis. Fuertemente críticos de la des masas de población extremadamente pobres. El trabajo, medio por el cual la

D
noción de equilibrio general neoclásico y de su individualismo metodológico, gran mayoría de la población accede a los bienes básicos para su reproducción,
plantean el estudio de la economía desde una perspectiva estructural e también está heterogéneamente distribuido. La gama de los “incluidos” va des-
institucional. Los textos de Benjamín Coriat (1992, 1994, 1996) en relación de empleados calificados con altísimas remuneraciones hasta precarizados con

A
con la forma salarial en el taylorismo, fordismo y toyotismo son probable- magros salarios y condiciones laborales infrahumanas.
mente las obras de mayor difusión. Actualmente, trabajan en distintos tópi- Es evidente la existencia de un problema muy grave: ¿por qué existiendo tantas
cos habiéndose diluido el influjo de Marx. potencialidades para multiplicar la riqueza y la producción aún nace gente a la

L
Los radicals norteamericanos forman parte, también, del universo de críticos cual no le espera más que pobreza y exclusión o, con suerte, desempleo y
a la economía neokeynesiana dominante. Agrupados a partir de los años 60 precarización?
en torno de la Union for Radical Political Economics (URPE), reconocen influ- Está claro que estos –y no otros– son los problemas a los que tiene que

I
jos de diversas corrientes de pensamiento que son reprocesadas por la teo- responder la teoría económica: producción y distribución, como se ha dicho.

F
ría (Barceló, 1998): el marxismo, el historicismo, el institucionalismo, etc. El Dada su condición de ciencia social, los avances en el conocimiento económi-
espectro de temas abordados por sus expositores es amplio: desde los clási- co no son neutrales y mucho menos “objetivos”. Cada concepto o idea remitirá,
cos problemas de la economía política hasta cuestiones de racismo, toyotismo tarde o temprano, a ciertas prácticas de política con beneficiarios y perjudicados.
o agotamiento de recursos naturales. Es una disciplina profundamente humana. Y es por ello que las teorías son


Otras corrientes de pensamiento que han cuestionado la ortodoxia actual y inseparables de los objetivos que, en general, se definen por fuera de ella. Es a
reformulado teorías predecesoras son los poskeynesianos (como Michal Kalecki partir de un proyecto de sociedad como se construye una teoría; y las teorías
y Joan Robinson), los neoinstitucionalistas (John K. Galbraith), los neorricardianos parten, dialécticamente, de la realidad social.
(Piero Sraffa) y los neoevolucionistas (G. Hodgson) (Guerrero, 1997), entre Cuando, a partir del surgimiento de la teoría neoclásica, se extirpó a la Econo-
otros. mía Política su segundo término –para pasar a llamarse “economía” a secas
(Levín, 1999)– tuvo lugar un giro político-ideológico muy fuerte. El pensa-
miento económico perdió su dimensión filosófica y política, pretendiendo ir
más lejos a partir de delimitar su objeto de estudio a aquello que se deriva de
relaciones de mercado, lo que significó un retroceso en materia de saber social.
38 | ARIEL FILADORO UNA GENEALOGÍA POLÍTICA DE LA TEORÍA ECONÓMICA | 39

Dejó de estar, en suma, a la medida de las necesidades de la sociedad para estar Bustelo, Pablo, Teorías contemporáneas del desarrollo económico, Madrid, Síntesis, 1998.
a la medida de las necesidades de la ganancia y la acumulación capitalista. Cardoso, F. H. y Faletto, Enzo, Desarrollo y dependencia en América Latina, Buenos Aires, Siglo
XXI, 1996.

M
En este sentido resulta esencial advertir la relación entre las distintas teorías
Coriat, Benjamín, El taller y el cronómetro. Ensayo sobre el taylorismo, el fordismo y la producción en masa,
económicas y los intereses políticos. A cada proyecto político, a cada pro-
México, Siglo XXI, 2000.
yecto de sociedad, le corresponde una concepción económica del mundo. Dobb, Maurice, Teorías del valor y la distribución desde Adam Smith, México, Siglo XXI, 1998.
Esto vale tanto para Smith, Ricardo, Marx o los neoclásicos, como para las Fernández López, Manuel, Historia del pensamiento económico, Buenos Aires, AZ Editora, 1998.

O
corrientes heterodoxas de la actualidad. Esta conclusión cuestiona la noción Fernández López, Manuel y del Valle Orellana, Denaide Rosa, “Manuel Belgrano y las máxi-
de “objetividad ingenua” que supone la ciencia económica convencional. La mas de Quesnay”, Anales de la Asociación Argentina de Economía Política, XVII Reunión Anual,
teoría está interpenetrada y, en el extremo, se mueve y desarrolla a instancias volumen 1, Buenos Aires, 1982.
de móviles e inquietudes de grupos sociales, políticos, que, en su interacción, Friedman, Milton, El marco monetario de Milton Friedman. Un debate con sus críticos, Premia Editora,

C
1981.
producen y reproducen la manera de pensar en economía.

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Galbraith, John Kenneth, Historia de la Economía, Buenos Aires, Ariel, 1987.
Es tarea pendiente en materia de teoría económica extender y desarrollar Grüner, Eduardo, “La parte y los Todos, Universalismo vs. Particularismos: las aporías ideoló-
conceptos que contribuyan a conseguir mayor libertad e igualdad. Pues la

.
gicas de la globalización (post)moderna”, Ciclos, año VII, vol. VII, Nro. 12, 1er semestre,
libertad también consiste en un orden social, económico y político que 1997.

D
garantice derechos humanos básicos –por ejemplo, la vida–, distribuyendo Guerrero, Diego, Historia del pensamiento económico heterodoxo, Madrid, Trotta, 1997.
equitativamente las capacidades productivas, el esfuerzo y las oportunida- “Historia del Pensamiento Económico”, en A Distancia, Facultad de Ciencias Económicas,
des. En la medida en que esto no ocurra, habrá que revisar la teoría y la UBA, Buenos Aires, 1998.

D
práctica. Revisar la teoría necesariamente requiere generar ambientes de Hobsbawm, Eric, La era de la revolución, 1789-1848, Buenos Aires, Crítica, 1997.
Keynes, John Maynard, Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, México, FCE, 1997.
discusión teórica pluralistas y democráticos, y revisar la práctica induda- Krugman, Paul, “Los ciclos en las ideas dominantes en relación al desarrollo económico”,
blemente tendrá que ver con la acción política, la acción de los cuerpos, Desarrollo Económico, volumen 36, Nro. 143, Buenos Aires, IADE, 1996.

A
de los marginados y postergados sociales. Landreth, Harry y Colander, David, Historia del pensamiento económico, México, Compañía Edito-
rial Continental, 1998.
Levín, Pablo, “La Economía Política en el ocaso de su objeto”, Enoikos, año 7 Nro. 15, revista

L
de la FCE, Buenos Aires, 1999.
Bibliografía Marx, Karl, Manuscritos económico-filosóficos de 1844, México, Grijalbo, 1984.
Marx, Karl, El Capital, México, FCE, 2000.

I
Marx, Karl, Grundrisse. Lineamientos fundamentales para la crítica de la Economía Política, México,
Aglietta, Michel, Regulación y crisis del capitalismo, México, Siglo XXI, 1999.
FCE, 1998.

F
Amin, Samir; Emmanuel, Arghiri y otros, “Imperialismo y comercio internacional. El inter-
Myrdral, Gunnar, Equilibrio monetario, Madrid, Pirámide, 1999.
cambio desigual”, Cuadernos de Pasado y Presente, Nro. 24, Buenos Aires, 1972.
Oman, Charles y Wignaraja, Ganeshan, The Postwar Evolution of Development Thinking, Londres,
Amin, Samir, El capitalismo en la era de la globalización, Barcelona, Paidós, 1999.
MacMillan, 1991.
Argandoña, A.; Gámez, C. y Mochón, F., Macroeconomía avanzada, Madrid, Mc Graw-Hill, 1996.
Peabody, Gerald, Paradigmas radicales en economía, Barcelona, Anagrama, 1977.


Azcurra, Fernando Hugo, Marx y la teoría subjetiva del valor, Buenos Aires, Catálogos, 1993.
Polanyi, Karl, La gran transformación. Los orígenes políticos y económicos de nuestro tiempo, México, FCE,
Baczko, Bronislaw, Los imaginarios sociales. Memorias y esperanzas colectivas, Buenos Aires, Nueva
1992.
Visión, 1991.
Ricardo, David, Principios de economía política y tributación, México, FCE, 1994.
Barceló, Alfons, Economía Política Radical, Madrid, Síntesis, 1998.
Rodríguez, Octavio, La teoría del subdesarrollo de la CEPAL, México, Siglo XXI, 1980.
Blaug, Marc, La teoría económica actual, Barcelona, Luis Miracle, 1968.
Roll, Eric, Historia de las doctrinas económicas, México, FCE, 1994.
Bobbio, Norberto, Liberalismo y democracia, México, FCE, Breviarios, 1996.
Rubin, Isaac Ilych, A History of Economic Thought, Londres, Pluto Press, 1979.
Boyer, Robert y Saillard, Ives, Teoría de la regulación. Un análisis crítico, Valencia, Alfons El Magnanim-
Smith, Adam, Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, México, FCE, 1997.
IVEI, 1992.
Sweezy, Paul y otros, Crítica a la ciencia económica, Buenos Aires, Periferia SRL, 1972.
Teoría de la regulación. Estado de los conocimientos, Buenos Aires, Oficina de Publicaciones del
Vázquez de Prada, Valentín, Historia económica mundial, Madrid, Rialp, 1978.
CBC, UBA, 1996.
Capitalismo y Revolución Industrial en Gran Bretaña
(1780-1850)

M
Alejandra Giuliani

CO

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


1. Introducción

D.
La Revolución Industrial británica (RI) fue el primer proceso de industriali-
zación de una sociedad que, a través de él, consolidaba relaciones capitalis-
tas y las imponía en otras latitudes con mercancías e inversiones, con la
difusión de las ideas liberales y el aparato militar imperial. Aquel “despegue

D
fabril” de Inglaterra de fines del siglo XVIII constituyó un momento clave
en la formación de la sociedad capitalista, de modo que su análisis solo
cobra pleno sentido enlazado a la gestación de las relaciones salariales, a las

A
formas de acumulación originaria de capital, a la expansión colonial británi-
ca, al despliegue del capital hacia amplias regiones del mundo.
La RI suele considerarse ajena a nuestra sociedad y a nuestro tiempo. Sin

L
embargo, su estudio posibilita la comprensión de los inicios del régimen
socioeconómico bajo el cual aún vivimos, así como sus primeras modalida-

I
des de penetración en América Latina. Su abordaje permite historizarla, re-
flexionar sobre su carácter no “natural”. Porque durante las décadas de la RI

F
muchísimas personas debieron dejar de procurarse el sustento como lo ha-
cían tradicionalmente y emplearse como trabajadores asalariados. Muchos
de ellos habían sido expulsados de las tierras y privados del uso de los


recursos naturales; sus formas de vida se transformaron: debieron comen-
zar a vender su trabajo, recibir a cambio dinero para intentar obtener lo
necesario para vivir, tal como se ven obligados a hacerlo los trabajadores de
hoy en día
Por otro lado, la actualidad de la RI también se torna evidente en sociedades
como la nuestra, porque precisamente aquí la industrialización es una
problemática actual. De hecho, a lo largo de nuestra historia, la industria ha
sido primero desdeñada, luego impulsada parcialmente y finalmente destruida
por los proyectos anteriores al presente. En parte por ello, las formas de
42 | ALEJANDRA GIULIANI CAPITALISMO Y REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN GRAN BRETAÑA (1780-1850) | 43

producción y de apropiación de bienes habían venido generando fuertes 2. Las condiciones internas de desarrollo del capitalismo inglés
desigualdades, exclusión social y relaciones de dependencia con sociedades

M
que sí profundizaron su industrialización. 2.1 La propiedad privada y el trabajo asalariado
Además, la conquista en todos los continentes y el sometimiento de nu-
merosos pueblos fueron inherentes al despliegue industrial de las poten- La expansión del capitalismo requirió que la tierra y el trabajo humano se
cias europeas: mientras crecían barrios proletarios londinenses, marinos volviesen mercancías, lo que implicó profundos y violentos procesos de

O
británicos intentaban la conquista del Río de la Plata. Y mientras en Gran imposición de nuevas relaciones sociales, porque las existentes distaban de
Bretaña las máquinas de vapor revolucionaban la producción, América dirigirse naturalmente hacia el comercio.
Latina rompía lazos coloniales con España y Portugal, en buena parte Hasta el siglo XIV en la sociedad británica primaba el orden feudal. También
debido a la previa afirmación de los intereses británicos aliados a próspe- denominada “sociedad tradicional”, en la Gran Bretaña medieval el 90% de la

C
ras burguesías comerciales criollas. Así, el estudio de la RI permite visualizar población era campesina, la agricultura de subsistencia constituía la principal

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


los inicios de la configuración del mundo dividido en centro y periferia, actividad económica y, en consecuencia, la industria, el comercio y el uso del
en la que las periferias lo son al adecuarse a las lógicas, las ideas y los dinero eran muy restringidos. Era un espacio predominantemente rural, salpica-

.
intereses del capitalismo central. En aquel entonces Gran Bretaña montó do por aldeas y ciudades de mercaderes, artesanos e intelectuales.

D
un escenario en el cual a América Latina le fue asignado un lugar. Aceptar- El feudalismo se caracterizaba por la difusión de relaciones serviles entre pro-
lo implicó en nuestros países, por mucho tiempo, la desvalorización y la ductores directos –campesinos siervos poseedores de parcelas de labranza– y
derrota de proyectos beneficiosos para la mayoría de los latinoamericanos. señores de las tierras. La servidumbre consistía en la obligación de los campesi-

D
La RI implicó una clara ruptura con el pasado. Pero a la vez fue una etapa nos de cumplir con exigencias económicas de un señor, impuestas militar o
(1780-1850) del largo proceso de industrialización iniciado siglos antes y que legalmente. Los siervos, además de producir con instrumentos de labranza
continúa hasta hoy. También constituyó un momento muy peculiar en el propios para su consumo, lo hacían para tributar a señores feudales. Este grupo

A
desarrollo de las relaciones capitalistas ya existentes. El capitalismo, basado minoritario se apropiaba del excedente de la producción campesina a través de
en la propiedad privada de los medios de producción, en el trabajo asalaria- tributos (bajo la forma de servicios a prestar o de obligaciones a pagar en
do, en la mercantilización extendida de productos y servicios, y en la acu- especie o en dinero), de modo que el control de las tierras constituía la princi-

L
mulación y concentración de capital, se desarrolló y comenzó a consolidar- pal fuente de riqueza. El excedente circulaba hacia los enclaves urbanos a los
se con el despegue de la industrialización británica, a fines del siglo XVIII. cuales también afluían productos exóticos de zonas lejanas.
Sin embargo, su origen es anterior, no como orden dominante de las relacio- Queremos resaltar que en las sociedades tradicionales el desarrollo de la

I
nes socioeconómicas, sino en el sentido de existencia de relaciones de su- industria –entendida como actividad económica dirigida a un mercado– era

F
bordinación de productores a capitalistas. Como afirma Maurice Dobb, la sumamente limitado y acotado a las dispersas ciudades. Y ello era así, princi-
fase inicial de la historia del capitalismo se sitúa en Inglaterra en la segunda palmente, porque la inmensa mayoría de la población vivía sujeta a la tierra y
mitad del siglo XVI y los inicios del XVII, “cuando el capital comenzó a con su trabajo excedente elaboraba muchos de los productos que usaba
impregnar la producción en considerable escala, ya bajo la forma de una cotidianamente. En consecuencia, la división del trabajo era reducida, la


relación evolucionada entre capitalistas y obreros asalariados, o bien bajo necesidad de cambio tecnológico, escasa y el comercio, ocasional.
la forma menos desarrollada de la subordinación de artesanos domésticos A partir del siglo XI Europa occidental comenzó una expansión feudal
–que trabajaban en sus hogares– por parte de un capitalista, propia del así hacia el Este del continente. El resurgimiento del comercio trajo consi-
llamado sistema de encargos o putting out system” (Dobb, 1971: 33). go una creciente influencia de mercaderes en el espacio rural, si bien
aún no quebraban las relaciones serviles: lo que no era consumido por
los campesinos o por los señores tomadores de tributos podía ser lleva-
do al mercado de otro lugar y cambiado por productos excedentes. Esto
les permitía a los comerciantes quedarse con las diferencias de precio
obtenidas en la operación. Las ganancias mercantiles solían ser cuantio-
44 | ALEJANDRA GIULIANI CAPITALISMO Y REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN GRAN BRETAÑA (1780-1850) | 45

sas, a costa de los productores de sociedades lejanas, privados de acce- la productividad del trabajo y la producción para el mercado se realizaba si-
der al conocimiento de las condiciones de venta. guiendo nuevas lógicas de racionalidad que no incluían las necesidades de las

M
El orden feudal se fue debilitando con una profunda crisis en el siglo XIV y familias campesinas. De modo que muchos no conseguían trabajo, situación
desde comienzos del siglo XVI en Gran Bretaña se inició un largo proceso que se agravó durante el siglo XVIII, cuando el proceso de apropiación se
mediante el cual los propietarios rurales fueron cercando las tierras comunales, intensificó con los “cercamientos parlamentarios”. En ese siglo, el éxodo hacia
que venían siendo cultivadas por campesinos desde el feudalismo y durante el las ciudades se tornó casi la única posibilidad para amplios sectores de trabaja-

O
siglo XVIII obtuvieron la aprobación estatal con las Leyes de Cercamientos. dores rurales, lo que generaba en los campesinos fuertes resistencias por su
Como afirma Mori, los cercamientos eran un “conjunto de operaciones median- apego al suelo, a sus formas tradicionales de vida. Reflejo de ello es la abundan-
te las cuales un determinado espacio de una comunidad hasta entonces subdivi- cia de documentos que muestran la existencia de un gran número de campesi-
dido en numerosas y a menudo numerosísimas parcelas de terreno que perte- nos pobrísimos (small cottagers), aferrados todavía a la tierra de la que ya no

C
necían, con distintos títulos, a cultivadores o arrendatarios, pero que jurídica- podían extraer el sustento, así como la proliferación de vagabundos y de cam-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


mente eran propiedad de uno o más propietarios de tierras –y frecuentemente pesinos desesperados que se lanzaban por los caminos.
entre ellas se encontraban partes de common lands o de tierras incultivadas–, se unía La población rural “excedente” debía migrar a las ciudades. El proceso de urbani-

.
en una sola entidad y era rodeada con setos para ser posteriormente cultivada: zación se aceleró durante el siglo de la RI. Si bien más adelante analizaremos la

D
con frecuencia, según criterios radicalmente distintos, tanto desde el punto de situación de los migrantes rurales en las ciudades al momento de la industrializa-
vista técnico-productivo, como desde el punto de vista contractual, respecto ción, debe tenerse en cuenta que hasta entrado el siglo XIX no hubo sincronicidad
del período anterior. El cercamiento era el signo, incluso físico, de este cambio” entre la expulsión de trabajadores del campo y la demanda de obreros industriales

D
(Mori, 1987: 91). en las ciudades, de modo que también en estas la mendicidad fue en aumento.
En ese proceso gran parte de los campesinos perdió la posesión de las tierras y En cuanto a la situación de la propiedad rural, en el siglo XVIII la mayor parte
debió comenzar a vender su fuerza de trabajo para subsistir. Según el historia- de la tierra cultivable pertenecía a propietarios capitalistas y había una tendencia

A
dor Trevelyan, citado por Mori, “el campesino, a quien no miraban con simpatía clara a la concentración de la propiedad. La alta nobleza, la monarquía y la
esos sectores que estaban haciendo las leyes de cercamiento, era incapaz de iglesia oficial poseían alrededor del 20% de toda la superficie agraria de Inglate-
exponer sus razones con eficacia. Si había perdido su parcela en campo abierto rra y Gales. La media y baja nobleza, los comerciantes ricos, los hombres de

L
(...) recibía como compensación algunas guineas (...) aun cuando con mucha leyes y los antiguos militares –sectores agrupados bajo el nombre de gentry–
suerte el comisario parlamentario le asignaba una minúscula y distante parcela a alrededor del 50%; el 30% restante pertenecía a los freeholders (campesinos pro-
cambio de sus derechos sobre las tierras comunales, ¿dónde encontraría los pietarios libres). Gran parte de las tierras de la nobleza y de la gentry se alquilaba

I
medios para cercarla y secarla? Lo único que podía hacer era venderla a bajo a arrendatarios –farmers–, varios de los cuales eran capitalistas, que pagaban un

F
precio a los ‘grandes’ interesados en redondear sus posesiones (...) Solo ellos canon de alquiler y contrataban mano de obra asalariada. El proceso de arrenda-
eran capaces de roturarlas y ponerlas en condiciones de cultivo a su costa (...) mientos se fue intensificando a medida que se concentraba la propiedad. Se
Desde entonces, para cultivar el suelo inglés, haría falta, o bien tener capitales estima que para la década de 1780 casi el 90% de la tierra era cultivada por
propios o disponer de capitales ajenos” (Mori, 1987: 92-93). arrendatarios (Mori, 1987: 23 y 90). Destacamos que el modelo de propiedad


El largo y traumático proceso de cercamientos llevó a una paulatina diferencia- latifundista y de arrendamientos se implantó un siglo más tarde en países de
ción al interior del campesinado. Un grupo minoritario logró la propiedad de la Latinoamérica, como Argentina, al calor de la expansión de un tipo de capitalis-
tierra y conformó el sector de pequeños y medianos propietarios. Sin embargo, mo agrario subsidiario del capitalismo industrial británico. En Argentina, el pro-
la mayoría fue perdiendo los medios de producción y su condición de miem- ceso equivalente al de cercamientos fue el despojo de tierras que el Estado
bros de una comunidad. Una parte de estos permaneció en las campiñas en nacional impuso a los pueblos aborígenes mediante campañas militares.
carácter de arrendatarios, los más contaron exclusivamente con su fuerza de En el campo británico, como consecuencia de las transformaciones en las rela-
trabajo y la necesidad de venderla para subsistir, transformándose en asalaria- ciones de trabajo y en la propiedad, aumentaron la producción y la productivi-
dos rurales, aunque tuvieron serias dificultades para insertarse en el mercado dad agrícolas. Los terratenientes y campesinos propietarios produjeron lo que
de trabajo rural resultante. Los progresos técnicos en la agricultura aumentaron algunos historiadores han llamado “revolución agrícola” implementando nue-
46 | ALEJANDRA GIULIANI CAPITALISMO Y REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN GRAN BRETAÑA (1780-1850) | 47

vas técnicas de producción, como la rotación continua de cultivos en desmedro ¿Qué significa que la agricultura proporcionó mecanismos para la acumulación de
del barbecho, y el uso de herramientas más eficaces. Una novedad significativa capital y cómo se relacionan esos mecanismos con los capitales invertidos en la

M
fue la difusión de la agricultura basada en la alternancia en un mismo terreno de industrialización de fábrica? En el capitalismo acumular capital implica acrecen-
pastos y de cultivos que requerían arado. tar la propiedad de medios para producir. Pero en aquella época de formación
Inglaterra, que era ya exportadora de granos, duplicó sus ventas al exterior entre del capitalismo fue necesario iniciar el proceso de concentración de la propie-
1700 y 1766. Se desecaron áreas pantanosas poniendo en cultivo nuevas tierras, dad de los medios de producción existentes. Es decir, obtener la propiedad

O
precisamente cuando aumentaba el empleo de fertilizantes. Estos cambios per- privada, por ejemplo de la tierra cultivable, privándosela a otros; o de los telares,
mitieron incrementar el pastoreo y de este modo la ganadería ovina. vedándoselos a los artesanos. De modo que para comprender el proceso de
La “revolución agrícola” se articuló de diversas formas con las actividades acumulación originaria debemos centrar la mirada en los cercamientos y las
industriales previas a la RI. El aumento del volumen de la producción agrícola leyes que los legitimaron. Dicho proceso provocó, como vimos, una disocia-

C
estimuló a las industrias que utilizaban materias primas de ese origen: molinos, ción entre los productores y sus medios de producción. Ello redundó en la

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


cervecerías, destilerías, fábricas de velas. Los cercamientos incentivaron las transferencia de tierras, de patrimonio y de derechos de pequeños poseedores-
inversiones en herramientas, cercas y caminos, así como el crecimiento de pe- propietarios hacia una burguesía agraria en formación y en ascenso. En palabras

.
queñas industrias metalúrgicas de hierro. La exportación de granos desarrolló de Maurice Dobb: “Este hecho, tan comúnmente ignorado, es la justificación

D
las construcciones navales, el trabajo en los puertos y la excavación de canales. del interés que mostró Marx por fenómenos como los cercamientos, en tanto
Para comprender las condiciones que posibilitaron la RI hemos llevado la mira- (...) acumulación primitiva: interés que se le ha reprochado muchas veces con el
da hacia el mundo rural, pues para que el capitalismo industrial surgiera fue argumento de que esta era solo una entre numerosas fuentes de enriquecimien-

D
necesario que primero cambiara la sociedad feudal en varios sentidos. La propie- to burgués. Empero, no basta con el solo enriquecimiento: debía ser tal que
dad de la tierra había sido transformada en propiedad privada y así la mayoría de implicara la desposesión de un número de personas varias veces mayor del que
los campesinos perdió sus posesiones debiendo trabajar como asalariados. La se enriquecía” (Dobb, 1971: 223-224).

A
consecuente monetarización del mundo rural creó un potencial mercado de Tal mecanismo de acumulación de capital agrario es el que menciona Eric
consumo de productos industrializados. Las nuevas lógicas de acumular rique- Hobsbawm como uno de los aportes fundamentales que la agricultura hizo a la
za y las nuevas técnicas aumentaron la productividad del trabajo campesino y la Revolución Industrial. Y el tiempo en el que se fue desplegando fue muy largo,

L
producción agraria. Como consecuencia descendió el porcentaje de población durante los trescientos años previos a ella.
que producía su propio alimento. Tales cambios desplazaron trabajadores del A la vez que se hacían nuevos cercamientos y consecuentemente se difundía la
agro proporcionando potencial mano de obra para nuevas actividades económi- propiedad capitalista en el campo, la burguesía agraria aumentaba sus beneficios

I
cas. Además, la expansión de las relaciones salariales en el campo abrió definiti- tanto a través de la expansión del trabajo asalariado como de la consolidación

F
vamente el camino hacia la transformación del trabajo humano en mercancía, de un mercado de tierras, mercado signado por una creciente valorización y
hacia una sociedad que por primera vez en la historia naturalizó el hecho de concentración de esas tierras. Sectores de la burguesía rural se capitalizaban ya
vender y comprar trabajo humano. sea vendiéndolas después de haberlas cercado, o a un precio más alto que el
Como afirma Eric Hobsbawm, hacia el siglo XVIII “la agricultura estaba prepa- que habían pagado al comprarlas.


rada (...) para cumplir sus tres funciones fundamentales en una era de industria- Ahora bien, ¿hasta qué punto la burguesía agraria dirigió parte de esos capitales
lización: aumentar la producción y la productividad para alimentar a una pobla- a las inversiones para la puesta en marcha de la industria de fábrica, a finales del
ción no agraria en rápido y creciente aumento; proporcionar un vasto y ascen- siglo XVIII? Los historiadores coinciden en que las necesidades de inversión
dente cupo de potenciales reclutas para las ciudades y las industrias, y suminis- de esas primeras iniciativas industriales fueron más bien modestas. De modo
trar un mecanismo para la acumulación de capital utilizable por los sectores más que, en todo caso, los latifundistas promovieron indirectamente el inicio de la
modernos de la economía” (Hobsbawm, 1997: 38). RI, financiándolo a través del sistema bancario y crediticio, al depositar allí parte
La tercera de las funciones que menciona Hobsbawm remite a un problema de sus beneficios. Y los empresarios que invirtieron capital directamente, prota-
central, tanto del origen de la RI como del sistema capitalista mismo: el de la gonizando el comienzo de la industrialización mecanizada, fueron los yeomen,
acumulación originaria de capital. integrantes de la mediana y pequeña burguesía rural.
48 | ALEJANDRA GIULIANI CAPITALISMO Y REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN GRAN BRETAÑA (1780-1850) | 49

Como contraparte de aquel proceso de acumulación originaria de capital, se las manos de un solo artesano hasta su terminación; las herramientas eran sim-
producía en el continente americano el saqueo masivo de metales preciosos ples y adecuadas al oficio que había ido adquiriendo el trabajador, lo que redun-

M
a los pueblos aborígenes por parte de las potencias imperiales europeas daba en una sólida unión entre él y sus medios de producción. Sí se observaba
durante el largo período de conquista y colonización. La etapa de extracción una amplia división de oficios, organizados cada uno de estos en gremios de
de metales por parte de España también funcionó como acumulación origi- asociación obligatoria. Estas corporaciones reglamentaban el trabajo de los arte-
naria al estimular que el oro y la plata fluyeran hacia los centros comerciales sanos, controlaban severamente el ingreso de nuevos integrantes a los oficios y

O
y bancarios europeos. pautaban los salarios. Afirma Peter Kriedte: “Los gremios fijaban la capacidad
Considerar otras formas de acumulación originaria de capital nos lleva al análi- de producción y la cantidad de la oferta, limitaban la competencia de precios y
sis de las transformaciones de dos actividades complementarias de la economía calidad entre sus miembros, obstruían la introducción de nuevos productos y
británica, la industria y el comercio, y de las múltiples relaciones entre sus procesos productivos, restringían el acceso al mercado y trataban de aparecer

C
protagonistas, los productores artesanales y los mercaderes. como monopolios tanto en los mercados de suministro como en los de venta”

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Cuando se habla de “industria” durante el feudalismo debe entenderse, en (Kriedte, 1986: 19). Una de las consecuencias relevantes fue que los comercian-
primer lugar, la producción textil. Había otros sectores, sin duda, pero de me- tes permanecieron alejados de la mayoría de las decisiones acerca de las formas

.
nor importancia, ya que en una sociedad con alto grado de autoabastecimiento, de producción artesanal urbana.

D
gran parte del tiempo de trabajo sobrante de los campesinos, luego de cubrir su Más bien los mercaderes medievales coordinaban y organizaban la economía
alimentación y las exigencias señoriales, era empleado en satisfacer otra de sus resultante de la nueva división del trabajo entre el campo y la ciudad. Interme-
necesidades básicas: la vestimenta. Eran ellos mismos quienes tejían las telas diarios entre productores y consumidores, obtenían beneficios vendiendo más

D
que necesitaban: en el Medioevo los campesinos eran tejedores. Lo mismo caro de lo que habían comprado. Su enriquecimiento provenía de que el cam-
sucedía con amplios sectores de la población de las ciudades. La principal bio se realizaba entre no equivalentes, de la imposibilidad de los productores de
fuente de provisión de textiles, tanto del campesinado como de las mayorías intercambiar sus productos en una escala más amplia que la local, de la separa-

A
urbanas se hallaba en la producción doméstica artesanal de subsistencia, fuera ción de la materia prima respecto del artesano y de los derechos de monopolio
del circuito comercial. otorgados por las coronas. De modo que en el feudalismo el capital mercantil
Existía, además, producción en talleres urbanos de propietarios-artesanos. Y fue más funcional al sistema socioeconómico que disolvente de las relaciones

L
también en las áreas rurales, bajo relaciones de producción que serían muy sociales.
importantes en la futura transición hacia el capitalismo industrial: los mercade- Esta realidad comenzó a cambiar a partir del siglo XVI, cuando Europa
res-empresarios de las ciudades utilizaban el trabajo de campesinos, quienes inició un amplio proceso de expansión mediante la colonización, la conquis-

I
producían en sus domicilios. ta y el exterminio de pueblos lejanos. Como desarrollaremos más adelante,

F
Desde el siglo XI se habían creado nuevas ciudades y ampliado otras con la expansión ultramarina, Europa logró la formación de una periferia
preexistentes. Fue un proceso relacionado con la expansión del comercio de internacional funcional a los intereses de su capitalismo. Ello implicó el
larga distancia pero, fundamentalmente, producto del crecimiento de la pobla- paulatino incremento de las riquezas y del número de miembros de la bur-
ción rural y de la productividad de la agricultura. El mundo rural comenzó a guesía comercial. Guiados por nuevas lógicas de intercambio desigual, los


necesitar de las ciudades para vender su excedente; también como centros de comerciantes empezaron a transformar su rol tradicional en el mundo rural,
redistribución, consumo y producción artesanal, de modo que se ahondó la introduciéndose de otras maneras en las relaciones laborales y desplegando
división del trabajo entre las ciudades y el campo. estrategias mediante las cuales los productores y los señores de las tierras se
Si bien dentro de la economía campesina se siguieron elaborando objetos de tornaron dependientes de ellos.
uso esenciales, básicamente vestimentas y herramientas agrarias, las ciudades se Desde el siglo XVII en adelante, la competencia cada vez mayor entre los
especializaron en la producción artesanal. El maestro artesano trabajaba en su capitalistas para extraer recursos naturales y otras riquezas de las colonias
taller domiciliario junto a oficiales y aprendices sobre los que ejercía un poder impulsó al capital comercial a romper las estructuras corporativas de la
patriarcal y a quienes alojaba y alimentaba, y no buscaba la acumulación de un producción artesanal de las ciudades, trasladando la producción al campo y
excedente tal como para ampliar la escala productiva. El producto pasaba por desarrollándola allí en gran escala. Muchos más productos textiles comen-
50 | ALEJANDRA GIULIANI CAPITALISMO Y REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN GRAN BRETAÑA (1780-1850) | 51

zaron a ser elaborados por los campesinos en sus domicilios, pero ya no acumulación de capital mercantil derivada de los altísimos beneficios del
serían de su propiedad, sino de los mercaderes. gran comercio ligado al dominio colonial ultramarino que comenzó a desa-

M
Hacia el siglo XVIII, entonces, la sociedad británica iba dejando atrás su rrollarse a partir del siglo XVI.
pasado feudal en la mayor parte de las relaciones sociales establecidas
alrededor de la agricultura –todavía principal actividad económica–, y atra-
vesaba transformaciones clave en los procesos de trabajo de las activida- 2. 2 Los trabajadores como consumidores

O
des artesanales e industriales.
Transcurría en estas últimas una transición basada en el vuelco del capital En principio, tengamos presente que en una sociedad plenamente capitalista –
comercial a un control cada vez más íntimo de la producción. Por aquel que el discurso neoliberal llama “economía de mercado”–, los productos
entonces la actividad artesanal más difundida en Inglaterra seguía siendo la deben ser destinados a la circulación comercial, porque es en el momento

C
textil, especialmente la elaboración de lana, materia prima local. Anclándose de la venta cuando el capitalista obtiene la ganancia. De modo que los

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


en las formas tradicionales de producción de tejidos, la creciente presencia primeros capitalistas necesitaron que se extendiera el universo de compra-
del capital mercantil intensificó el desarrollo de talleres, muchos en las dores, es decir, consumidores que dispusiesen de dinero para comprar pro-

.
propias viviendas de los campesinos tejedores o hiladores, que debían hacer ductos. Este proceso hoy en día aparece como natural; sin embargo, implicó

D
este trabajo para compensar la caída de sus ingresos provocada por la pérdi- traumáticos cambios en los que la enorme mayoría de los trabajadores debió
da de parte de sus tierras causada por los cercamientos. dejar de producir para el autoconsumo y vender su trabajo por un salario, a
Según las relaciones entre empresarios-mercaderes y trabajadores, la pro- fin de transformarse en consumidores, y que, además, los propios sectores

D
ducción se organizaba de tres modos, de mayor a menor grado de difusión: capitalistas derivasen parte de sus ingresos al consumo. A este entrelazado
el putting out system, la industria doméstica y la manufactura. de procesos suele llamárselo “conformación del mercado interno”.
El putting out system consistía en que los campesinos recibían lana bruta o ¿Cuál era la situación de la sociedad británica del siglo XVIII? Gran Bretaña,

A
hilo de un mercader-empresario, elaboraban el producto –hilo o tejido– en justamente, consolidó su sistema capitalista como consecuencia de la RI. Sin
sus domicilios con sus propios instrumentos de trabajo, entregándolo lue- embargo, existía ya un cierto desarrollo de las relaciones capitalistas en el
go al comerciante a cambio de dinero. Para los campesinos era un comple- mundo rural, de monetarización de la burguesía mercantil y de otras capas

L
mento de sus trabajos agrícolas. La situación cambiará con la introducción urbanas, y del desarrollo manufacturero de las ciudades.
del algodón en la campiña inglesa. La industria doméstica era practicada por En cuanto a los productos que se elaboraban para ser vendidos a amplias capas
campesinos propietarios o arrendatarios de tierras: comprando o produ- de la población, citemos, en primer lugar, los textiles. A la tradicional actividad

I
ciendo lana, instalaban un taller en el que trabajaban los miembros de la lanera se le sumaron la elaboración del lino, la seda, y el hilado del algodón. La

F
familia y obreros asalariados, para luego vender los tejidos en mercados organización de la producción incluía el putting out system, el trabajo artesanal, la
urbanos. Finalmente, la manufactura consistía en la producción en talleres manufactura y la “protoindustria”. En todas ellas la producción se destinaba al
urbanos, dotados de telares manuales, cuyos propietarios eran a menudo mercado, los productores obtenían dinero y la figura del empresario-comer-
mercaderes que ocupaban trabajadores asalariados. ciante tenía una posición de predominio. Sin embargo, divergían las relaciones


Estamos aquí ante otra vía de acumulación originaria de capital basada en la que este establecía con los productores, el ámbito de producción y el grado de
separación de los productores artesanales de sus medios de producción. El desarrollo del trabajo asalariado. La “protoindustria” era industria urbana a do-
trabajo a domicilio, en sus diferentes modalidades, preparó una mano de micilio, centrada en la economía y en el trabajo familiar –en general tejedores–,
obra apta, destinada a constituir, junto con la proveniente de la manufactura, y que escapaba ya al control de los gremios. El objetivo de la familia no era
el primer proletariado de la industria capitalista. Alejó a los campesinos de expandir su “empresa” sino cubrir su subsistencia, y lo hacía a través del dinero
su total dependencia de la tierra y comenzó a separarlos de sus medios de que obtenía de vender su producción al comerciante-empresario. La manufac-
producción. Los acostumbró a manejar dinero, a trabajar a destajo, los aisló tura, en cambio, se caracterizaba por la difusión de establecimientos centraliza-
del proceso de producción global y los endeudó con el mercader. A esa vía dos –grandes talleres no mecanizados– y empleaba asalariados. En ellos se
se le sumó, como veremos, un proceso externo a la sociedad británica: la concentraban los procesos que requerían mayor capital fijo, como los prepara-
52 | ALEJANDRA GIULIANI CAPITALISMO Y REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN GRAN BRETAÑA (1780-1850) | 53

torios y de acabado de la industria textil (por ejemplo prensado, cardado, tintura de la población, la que vivía en el campo, su condición de asalariados, arren-
y estampado). Estas manufacturas del siglo XVIII estaban dirigidas más al con- datarios o pequeños propietarios capitalistas los llevaba a estar en el merca-

M
sumo interno que a la exportación. do como consumidores, incluso los integrantes de la “clase pobre” eran
A los productos textiles les seguían en importancia los mineros –el carbón de obligados a reducir su autoconsumo debido a las remuneraciones moneta-
piedra, la sal y los derivados de la extracción de hierro, plomo y cobre– y las rias que recibían como braceros, obreros de la industria doméstica o minera.
industrias de la alimentación. En ellas predominaba el trabajador precapitalista y La urbanización y el crecimiento demográfico ahondaron el proceso.

O
el trabajo domiciliario. Solo se desarrolló el trabajo asalariado en las manufactu- Por otro lado, las necesidades de los intereses comerciales ligados tanto al
ras que tenían gran concentración de capital fijo, como las cervecerías, la elabo- mercado externo y colonial como al interno, llevaron a la burguesía mercan-
ración del papel y del vidrio, las refinerías de sal y de azúcar. til y al propio Parlamento a dirigir inversiones hacia empresas de infraestruc-
Un síntoma de la expansión del consumo interno fue el abrupto crecimiento en tura. Mejoraron los transportes fluviales, construyeron canales, puertos, ca-

C
la primera mitad del siglo XVIII de la extracción de carbón para el abasteci- minos y puentes. Hacia 1780 existían vías terrestres y de navegación que

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


miento de energía. El carbón desplazó a la leña para usos domésticos y la conectaban los centros urbanos más importantes conformando una red am-
población de Londres era la principal consumidora. También crecía la industria plia, fortalecida por la ausencia de fronteras aduaneras internas y de antiguas

.
del hierro y se reflejaba en la demanda urbana de enseres domésticos. Más allá cargas feudales, como lo habían sido antaño los pagos de permisos de paso

D
del consumo urbano, Hobsbawm muestra la importancia del desarrollo del a los señores de las tierras.
capitalismo agrario a la vez que los límites de la industrialización cuando afirma A este importante grado de expansión de las vías de comunicación se sumó
que “el mayor mercado civil para el hierro era quizá todavía el agrícola –arados el desarrollo alcanzado en las técnicas, leyes e instituciones financieras y

D
y otras herramientas, herraduras, coronas de ruedas, etc.– que aumentaba comerciales. El dominio de la burguesía mercantil en las políticas estatales a
sustancialmente, pero que apenas era lo bastante grande como para poner en partir de la Revolución Gloriosa se vio reflejado también en la creación del
marcha una transformación industrial. De hecho (...) la auténtica revolución Banco de Inglaterra en 1694. A través de esta institución el Estado tomó la

A
industrial en el hierro y el carbón tenía que esperar a la época en que el delantera ante los particulares imponiendo un nuevo orden monetario al
ferrocarril proporcionara un mercado de masas no solo para bienes de consu- emitir billetes y al transformarse en el primer organismo oficial de crédito.
mo, sino para las industrias de base” (Hobsbawm, 1988: 46). De modo que en el análisis de los factores que motivaron la RI debe subrayarse

L
Otros autores se inclinan por presentar al “mercado interno” británico con un el hecho de que en Gran Bretaña las relaciones serviles ya se habían diluido
alto grado de evolución en las décadas previas a la RI. Tal el caso de Louis hacia fines del siglo XVIII, dando lugar a la existencia de un número consi-
Bergerón, quien asevera: “No solo la alimentación del conjunto de la población derable de asalariados, potenciales compradores de productos industrializados.

I
aumentó en cantidad y en variedad –justificando así la imagen, tradicional por Además, la economía mercantilizada de Inglaterra se traslucía en un firme

F
aquella época, del inglés harto de pan blanco, de roastbeef, y de cerveza–, sino proceso de urbanización, en cambios sustanciales en los transportes y en
que además los hogares británicos comenzaron a disfrutar de una variedad una desarrollada producción de carbón, que también conformaron el piso
creciente de artículos de utilidad doméstica: muebles, vajilla, tejidos, relojes (...) necesario para la economía industrial.
Los cambios en cuanto a la distribución responden a esta intensificación del


consumo: las ferias, donde se efectuaban periódicamente las compras, princi-
palmente después de la recolección, decaen muy pronto, en beneficio del mer- 3. Las condiciones externas del desarrollo del capitalismo inglés:
cado semanal y de la tienda; las compras, antes marginales e intermitentes, se expansión colonial y origen de la dualidad centro-periferia
vuelven continuas, indicio de disponibilidades monetarias acrecentadas”
(Bergerón, 1986: 13). Desde el siglo XVI Europa formó una amplia periferia, proveedora fundamen-
De modo que el origen de los consumidores se encuentra en el largo proce- talmente de recursos naturales y subordinada a las lógicas de sus coronas,
so de paulatina desaparición del campesinado y del artesanado tradicional, mercaderes y nobles. La expansión ultramarina europea y la conquista de exten-
que al ir siendo desposeídos de sus medios de producción fueron estable- sas regiones del mundo constituyen procesos centrales de la transición de la
ciendo relaciones de trabajo mercantilizadas. En cuanto a la parte decisiva sociedad feudal a la capitalista. Fueron los inicios de un régimen internacional
54 | ALEJANDRA GIULIANI CAPITALISMO Y REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN GRAN BRETAÑA (1780-1850) | 55

que redundó en la diferenciación de países centrales y periféricos, dualidad sin comercio exterior a sociedades a las que les concedía, además, derechos de
la cual el capitalismo no podía –ni puede– desarrollarse. soberanía en las colonias. Estas compañías sumaron, a la comercialización, la

M
Desde mucho antes del año 1500, mercaderes europeos comerciaban produc- explotación de plantaciones y factorías en las colonias.
tos de lujo en amplios territorios. Eran especialistas en obtener provecho De modo que las políticas estatales de dominio colonial posibilitaron la expan-
mediante intercambios entre productores que, aislados y lejanos entre sí, se sión del capital mercantil británico. Lo mismo ocurría en las otras potencias
encontraban en franca desventaja para negociar precios y reglas de mercado. imperiales europeas. Lo que distingue al caso inglés es que justamente en esa

O
El comercio de larga distancia fue un fenómeno frecuente en la Europa época produjo un cambio profundo en su orden político, lo que acarreó conse-
feudal, que les permitió acumular fortunas a los sectores mercantiles. Sin cuencias muy importantes tanto en cuanto a su posición en el comercio interna-
embargo, ese circuito no trastocó la economía feudal sino hasta el siglo XVI. cional como en las relaciones de fuerza entre diferentes sectores al interior de
El dominio de los mares y la conquista de América y de amplias regiones de su sociedad. Hasta mediados del siglo XVII, Inglaterra, al igual que el resto de

C
los otros continentes formaron un mercado asimétrico basado en el saqueo – los países europeos, era gobernada por una monarquía absolutista. Ello implica-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


la “fiebre” de los metales preciosos es claro ejemplo de ello– y en la explota- ba que la burguesía mercantil, en ascenso económico, veía trabadas sus aspira-
ción abierta del trabajo de los nativos en las haciendas, las minas y las planta- ciones políticas por la nobleza terrateniente, sector dominante ligado a la tierra

.
ciones coloniales. Así, el llamado mercado mundial que resultó de ningún modo que, aliado a la monarquía, controlaba el Estado. Entre 1642 y 1649 se produjo

D
puede ser entendido como un espacio económico equitativo ni acordado en una guerra civil en la que se ejecutó al rey y a muchos nobles y se tomaron
el que se ofrecía y demandaba libremente y en condiciones de ecuanimidad, medidas precapitalistas, tales como la abolición de la esclavitud. Posteriormen-
sino como un sistema mercantil reflejo de relaciones de dominación entre te, en el año 1688, tras siglos de poder político exclusivo de los nobles, los

D
metrópolis y colonias. británicos depusieron al rey Jacobo II durante la Revolución Gloriosa. A partir
En los inicios de la expansión, Inglaterra tuvo una posición secundaria con de ese momento el Estado abandonó la monarquía absoluta y adoptó un siste-
respecto a España y Portugal, que lideraron el proceso durante los siglos XV y ma de gobierno novedoso para la época: la monarquía parlamentaria. El nuevo

A
XVI. En el siglo XVII logró un lugar central en el control y el provecho de la rey fue obligado a aceptar la Declaración de Derechos, que subordinaba el
comercialización en las posesiones americanas, especialmente las españolas y Poder Ejecutivo al Poder Legislativo. El Parlamento estaba conformado por
portuguesas. También fue el siglo de la conquista y colonización inglesa de dos cámaras, la de los Lores y la de los Comunes. La burguesía mercantil afirmó

L
América del Norte. su poder en la Cámara de los Comunes, logrando allí el derecho a legislar en
El gobierno británico había adoptado el mercantilismo, una política sistemática materia de políticas económicas.
de expansión económica basada en el comercio monopólico y en la regulación Los cambios políticos crearon espacios estatales de negociación entre la noble-

I
estatal a través de la guerra y el dominio colonial, concentrando esfuerzos en za relacionada con los tradicionales intereses agrarios internos y la burguesía

F
asegurarse privilegios comerciales y en proteger a sus mercaderes y armadores. mercantil, que miraba hacia el mercado externo. Además, subordinaron políticas
Al mismo tiempo, Gran Bretaña desarrolló una marina mercante agresiva, y las económicas estatales a la voluntad de los dueños del dinero y proporcionaron
instituciones financieras necesarias para mantenerla. plena protección jurídica a las nuevas formas de propiedad y de mercantilización.
A través de estrategias políticas controlaba destinos de exportación de otros De ese modo, el régimen político creó condiciones para la construcción del


países y destruía la competencia interior en sus dominios coloniales a través de capitalismo industrial.
condiciones monopólicas. El Reino Unido encontró en sus colonias americanas Durante el siglo XVIII, Inglaterra logró la hegemonía en el mercado internacio-
un primer espacio de relaciones mercantiles ventajosas, ligado a las economías nal. Si bien otras potencias europeas consolidaron imperios coloniales, su ex-
fundadas en la esclavitud. Las economías de Europa Oriental, basadas en la plotación pasó cada vez más a manos del capital comercial inglés que importaba
servidumbre, se constituyeron en un segundo espacio. productos de colonias ajenas y los reexportaba. Gran Bretaña controlaba un
Las compañías comerciales británicas, junto a las holandesas, reestructuraron el “comercio triangular”, en el que África proporcionaba esclavos, Europa pro-
comercio intercontinental con el intercambio de bienes masivos, especialmente ductos manufacturados y América metales preciosos y recursos naturales y
textiles. El Estado trató de controlar el comercio de ultramar dándole una agrarios. En Asia, Gran Bretaña conquistó India, forzando así su integración a
organización monopólica. Otorgaba la exclusividad de determinadas ramas del las reglas capitalistas. Paralelamente incrementó el comercio directo con Améri-
56 | ALEJANDRA GIULIANI CAPITALISMO Y REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN GRAN BRETAÑA (1780-1850) | 57

ca del Norte, que pasó a ser su principal destino de exportación y, en la segunda Sin embargo, durante ese período los británicos veían a Latinoamérica principal-
mitad de la centuria, abastecedor de algodón para la industria británica. mente como espacio de colocación del excedente de mercancías. Ello no quita

M
El mercado colonial británico desempeñó un rol central en la RI. Las colonias que se opusieran vehementemente a los planes de unidad latinoamericana de
británicas en Asia, América y África eran centros de venta de productos ingle- Simón Bolívar y fomentaran la fragmentación política. Así, fueron las burguesías
ses y de abastecimiento de algodón y de otros bienes primarios como té y comerciales criollas, en detrimento de los productores, las que lideraron el proce-
tabaco. Hobsbawm sostiene que para revolucionar la industria había sido nece- so político en el período.

O
saria una demanda creciente del mercado externo inglés. Y que de hecho, las
exportaciones fueron el principal destino de las telas de algodón, primeras en
industrializarse y el más claro aliciente para la inversión de capitales en ese 4. La Revolución Industrial
sector productivo. Giorgio Mori, por su parte, considera que la demanda exter-

C
na de productos británicos no fue decisiva para la puesta en marcha del sistema Entre las últimas décadas del siglo XVIII y las primeras del XIX se produjeron

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


de fábrica, pero que una vez iniciado lo garantizó y consolidó. cambios que impactaron a los contemporáneos. Las importaciones de algodón
Podemos afirmar que la conformación y consolidación del mundo colonial, en bruto de Gran Bretaña desde sus colonias aumentaron de 6 millones de libras

.
el que Gran Bretaña fue asumiendo una posición cada vez más dominante, fue en 1775 a 132 millones en 1810. Su elaboración se realizaba en novedosos

D
clave en el desarrollo y afianzamiento del capitalismo inglés y mundial, porque establecimientos, las fábricas, que oscurecían las ciudades con el humo de las
la acumulación de capital requiere tanto del valor generado por el trabajo asala- flamantes máquinas a vapor. La producción del carbón que utilizaban se dupli-
riado como de la apropiación de cada vez más recursos naturales. Es en este có entre 1760 y 1790. En una sociedad tradicionalmente campesina, hacia 1801

D
punto que el sistema británico de colonias y dominios, denominado “mercado la agricultura solo ocupaba al 35% de los trabajadores, mientras que manufactu-
externo británico”, fue el escenario adecuado para las posteriores necesidades ras y fábricas absorbían ya el 30%. Las relaciones de trabajo también habían
de exportaciones e importaciones de la industria. Y por otro lado, consolidó a cambiado: hacia 1833 la industria algodonera empleaba cerca de un millón y

A
una clase mercantil poderosa, que si bien no protagonizó los inicios de la RI medio de obreros (hombres, mujeres y niños). La población total del país au-
con inversiones en la producción fabril, actuó disolviendo las relaciones socia- mentó de 6 millones de habitantes en 1750 a 28 millones en 1850. En este
les precapitalistas y a la vez brindando un sólido marco crediticio y financiero. último año, surcaban el territorio unos 10.000 kilómetros de rieles de ferrocarril,

L
Como resume Peter Kriedte: “Había sido precisamente el capital comercial el invento que más impresionó en la época y que había hecho triplicar la extrac-
quien, obedeciendo a las leyes de su acumulación, había creado en el mundo ción de mineral de hierro en solo dos décadas.
subdesarrollado y colonial los mercados cuya demanda contribuyó a poner en Del análisis de los datos estadísticos sobresalen dos rasgos característicos del

I
marcha en Inglaterra el proceso de industrialización” (Kriedte, 1986: 171). período 1780-1850. Uno, el ritmo del cambio económico. Su aceleración fue

F
En plena RI, hacia principios del siglo XIX, América Latina inició el proceso para absolutamente anormal si se la compara con la de los siglos anteriores en la
independizarse de España y Portugal. El gobierno británico había realizado distin- estructura de la industria, el volumen de la producción y la expansión del
tos avances desde inicios del siglo XVIII contra el imperio español y el portugués comercio. El segundo: ese escenario económico traslucía el desarrollo de una
para romper el monopolio e imponer su predominio en estas regiones. Fomentar sociedad capitalista. Período de profundos cambios técnicos, durante el cual


la independencia fue una modalidad de esos avances. El momento culminante de aumentaron rápidamente el número de asalariados y la productividad del traba-
la creciente presión británica fue 1806: luego de acordar en Gran Bretaña, desem- jo; se ampliaron los espacios de venta, de inversión y de acumulación de capital
barcaron Miranda en el Caribe y Popham en el Río de la Plata. El primero con en una escala sin precedentes. Tales cambios transformaron profundamente las
planes políticos para independizar las colonias y el marino con claros fines de percepciones que la mayoría de los hombres tenía acerca de su lugar en la
conquista (Beyhaut, 1986: 11). El proceso independentista se extendió, según las sociedad y de la sociedad misma. De una imagen estática apegada a la tradición
regiones, durante la primera mitad del siglo XIX. Las clases altas criollas preten- como lo deseable y natural, al cambio incesante como norma de vida. De la idea
dían una alianza profunda con el capital británico, como modo de acrecentar sus de que generación tras generación cada uno estaba destinado a permanecer en
riquezas, hasta ese entonces restringidas por España. De allí que se apresuraron a el rol que se le había asignado con su nacimiento, a una noción de progreso
adoptar el librecambio, con la esperanza de atraer inversiones del viejo continente. como innovación y perfeccionamiento continuos.
58 | ALEJANDRA GIULIANI CAPITALISMO Y REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN GRAN BRETAÑA (1780-1850) | 59

¿En qué se diferenció la industrialización de ese período de la de épocas frame de 1768 que utilizó la idea original de la spinning con una combinación de
previas? ¿Por qué se la considera una revolución? El factor revolucionario rodillos y husos; y la fusión de las dos anteriores, la mule de 1780, a la que se

M
consistió en la transformación del proceso de trabajo industrial, con la utili- aplicó en seguida el vapor” (Hobsbawm, 1988: 55).
zación de máquinas impulsadas por energía inanimada que exigió que los Inicialmente estas máquinas tenían dimensiones reducidas y fueron emplea-
obreros se concentraran en la fábrica como único lugar de trabajo. Esto das dentro de la organización del trabajo existente, principalmente en la
determinó que el proceso de producción fuera colectivo, como actividad de industria doméstica o protoindustria. Su difusión fue rápida: hacia 1788 había

O
un “equipo” en parte humano y en parte mecánico, en el cual los trabajado- más de 20.000 jennies en Inglaterra y Escocia. Sin embargo, la afirmación del
res debían adecuarse al ritmo y a los movimientos de las máquinas. La rup- sistema de fábrica se produjo cuando se combinaron dos hechos de impor-
tura con respecto a las formas de trabajo anteriores fue profunda ya que, tancia. Por un lado, en 1774 el Parlamento abolió la prohibición de elaborar
como explica Giorgio Mori siguiendo a Marx, “en la manufactura y en el en Inglaterra telas totalmente de algodón (es decir, sin mezclar con hilos de

C
artesanado el obrero se sirve del instrumento mientras que en la fábrica es el lino, seda u otros materiales). Lo novedoso fue que con esta medida el

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


obrero el que sirve a la máquina” (Mori, p. 19). Estado comenzaba a responder a los intereses de los primeros inventores-
De modo que la producción de fábrica implicó el paso de una fase aún empresarios en detrimento de los de la tradicional Compañía de Indias Orien-

.
inmadura del capitalismo a otra plenamente capitalista. Sobre la base del tales, importadora de telas de algodón hindúes (los calicós), empresa monopólica

D
cambio técnico, ese específico proceso de producción en gran escala provo- del comercio colonial con India y símbolo del poderío del capital mercantil.
có la separación total entre el productor y la propiedad de sus instrumentos, De modo que el camino quedaba despejado para la producción interna de
estableciéndose así relaciones directas entre capitalistas y obreros asalaria- un tipo de telas muy del gusto del consumidor local. Pero ahora serían más

D
dos. En consecuencia, mientras que la división del trabajo en la manufactura y baratas y permitirían la acumulación de capital a otro sector social; como
en el artesanado tendía a mantenerse, en la gran industria se profundiza contrapartida implicaría la decadencia tanto del artesanado británico como
constantemente, ya que el tipo de beneficio buscado por el capitalista lleva a de los tejedores hindúes. En segundo lugar, para aumentar la productividad

A
revolucionar la técnica del proceso de trabajo de manera continua. y para lograr la finura de los hilos hindúes se inventó la mule. Capacitada para
superar la calidad de los calicós, pero de dimensiones y complejidad tales que
4.1 La primera fase de la Revolución Industrial: el algodón era imposible su utilización en los talleres ya instalados, se hizo necesario la

L
construcción de las primeras fábricas. El proceso de producción fabril se
La fábrica se constituyó entonces en símbolo de la RI. Y junto a ella, las telas completó con el acople de la máquina a vapor a las máquinas hiladoras. En
de algodón y las máquinas a vapor. En la primera mitad del siglo XVIII, Gran 1781 James Watt patentó su invento y entre 1785 y 1790 fueron instalados

I
Bretaña expandió su dominio colonial y adquirió preeminencia en la disputa por quince de sus enormes aparatos para proveer de energía a los mecanismos

F
el comercio con otras potencias europeas, lo que proporcionó a las compañías de las hilanderías. Así se revirtió la relación entre hilado y tejido, ya que el
mercantiles la oportunidad de vender cada vez más textiles de algodón. Ello a aumento de la oferta de hilo generado por estas primeras fábricas fue tal que
su vez actuó como incentivo para aumentar la productividad en la industria llevó a transformar el tejido artesanal en fabril. Si bien los telares mecánicos
textil. Desde mediados del siglo XVIII el tejido de algodón había logrado se difundieron después de 1815, ya en 1787 Cartwrigth inventó el primero


mayor productividad que el hilado al aplicar a los telares un instrumento más de ellos y en 1803 estaban funcionando 2.400 en Inglaterra.
ágil, la lanzadera volante. El hilo se tornó escaso para las nuevas necesidades De modo que la primera fase de la RI –que se extendió hasta la década de
de los tejedores, aumentó su importación y con ello su precio, así como el 1820– consistió fundamentalmente en la instalación del proceso de producción
descontento de los tejedores y la búsqueda de soluciones al desequilibrio. Fue fabril en la industria algodonera. Y dicho proceso, en términos de desarrollo
entonces la necesidad de adecuar la oferta de hilos a lo requerido por los del capitalismo, equivale, no solo a fábricas con máquinas, sino también a traba-
tejedores lo que llevó a que la primera industria que adoptó el sistema de jadores asalariados y a capitalistas. Sin embargo, en la abundante historiografía
fábrica haya sido la del hilado del algodón. Como resume Hobsbawm: “Tres de la RI, muchos son los ejemplos de especialistas que han puesto el énfasis en
invenciones conocidas equilibraron la balanza: la spinning-jenny de la década de las innovaciones tecnológicas como esencia de las transformaciones y la han
1760, que permitía a un hilador ‘a manos’ hilar a la vez varias mechas; la water- definido como una “revolución técnica”. Es decir que han visto al cambio
60 | ALEJANDRA GIULIANI CAPITALISMO Y REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN GRAN BRETAÑA (1780-1850) | 61

tecnológico como “variable independiente” causante de transformaciones so- fábricas. Además, ellos financiaron –con créditos comerciales o bancarios– los
ciales y producto de inventos geniales y fortuitos. Sin embargo, las invenciones emprendimientos de los pioneros de la industria fabril. Y, finalmente, formaron

M
son productos sociales, responden a necesidades sociales y económicas de una parte de las generaciones posteriores de empresarios industriales una vez que
época. Y en el caso que nos ocupa, acordamos con los historiadores que relativizan se consolidaron y expandieron las posibilidades de beneficios.
el significado de la innovación tecnológica en aquella primera fase de la RI. La primera generación de propietarios de fábricas tuvo orígenes sociales más
Porque los primeros inventos técnicos –como la jenny o la máquina a vapor– modestos. Muchos de sus hombres provenían de la mediana y pequeña burgue-

O
fueron sumamente modestos y no necesitaron nuevos avances científicos, más sía rural, los yeomen, acostumbrados a desarrollar actividades vinculadas al sec-
allá de los producidos durante el siglo XVIII. La innovación consistió, más tor textil y con tierras que pudieron hipotecar para obtener fondos adicionales.
bien, en trasladar recursos y saberes a nuevas actividades productivas cuando Tal fue la condición de los industriales más representativos de la industria
estas lo requirieron, y tal requerimiento provino de la expansión de la propie- algodonera como Peel, Strutt y Ashton. Asimismo, las nuevas técnicas en los

C
dad privada de los medios de producción. No obstante, entre necesidad social telares comenzaron a ser aplicadas por antiguos patronos de la industria domés-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


(capitalista) y cambio tecnológico se fueron tejiendo relaciones complejas de tica, en especial tejedores que pudieron generar ahorros beneficiándose con la
mutua influencia. Durante la RI, poco después de su inicio, la aplicación de la alta demanda de trabajo cuando las máquinas se aplicaron al hilado. Otros ha-

.
fuerza de vapor dotó de mayor complejidad a las máquinas y les permitió bían sido arrendatarios rurales que como actividad secundaria se dedicaron al

D
nuevas operaciones. Cada adelanto en la maquinaria provocaba mayor especiali- hilado o al tejido, e incluso hubo maestros relojeros, sombrereros y zapateros
zación del trabajo humano. Y la mayor división del trabajo simplificó los movi- entre los primeros industriales fabriles.
mientos individuales por obrero, lo que a su vez posibilitó que fueran imitados Hacia principios del siglo XIX esta burguesía industrial se estaba consolidando

D
por una nueva máquina. Uno de los resultados sociales fue el inicio de la como clase y lograba un alto margen de beneficios. Ello se debía a muy diver-
concentración del capital industrial. sas razones. Algunas de orden externo al proceso de producción, como la
Centrémonos ahora en los protagonistas sociales de la Revolución Industrial, es amplitud del mercado disponible, el hecho de estar libres de impuestos a la

A
decir, en los empresarios que dirigieron la transformación del proceso de traba- producción, y el bajo riesgo inicial, dada la modestia del capital monetario nece-
jo industrial y se beneficiaron con ella, y en sus trabajadores, el nuevo proleta- sario para montar la empresa. A estas se sumaban las inherentes al tipo de
riado de las fábricas. producción fabril inicial. La mecanización implicó una creciente productividad

L
Mucho se ha escrito acerca del origen social de la primera generación de la del trabajo y, dado el bajo costo de la mano de obra, un consecuente aumento
burguesía industrial. Una visión difundida lo remite linealmente a los sectores del valor del trabajo que quedaba en propiedad del empresario, que a su vez
“ricos” de la época. Según este enfoque, habrían sido los terratenientes y los redundaba en una renovada acumulación de capital. Cuando el sistema de fábri-

I
grandes mercaderes de la burguesía mercantil los propietarios de las primeras ca empezó a expandirse, la competencia y la siempre renovada mecanización

F
fábricas hiladoras de algodón. La imagen que se desprende de tal interpretación dejaron a muchos empresarios en el camino y comenzó la concentración del
es la de poderosos que habían “acumulado” metales preciosos, objetos de arte capital industrial. Mientras tanto, no parece haber sido escaso el “espíritu de
y otros bienes lujosos –como mansiones y castillos– y que habrían vendido iniciativa” de los primeros industriales como factor que los llevó a la prosperi-
buena parte de estos para luego comprar las maquinarias y las instalaciones dad. Muchos lograron adaptarse al nuevo rol de empresario que la fábrica


fabriles. Sin embargo, no se registran fluctuaciones en el mercado de tales requería. Ya no era el trabajador, sino él quien organizaba y planificaba el proce-
bienes en la época previa a 1780. Y, fundamentalmente, no tuvo por qué existir so de producción, coordinando y controlando las operaciones interrelacionadas
una identificación entre los sectores beneficiarios de la acumulación originaria entre obreros y maquinarias. En relación a ello es que cobran sentido cualida-
de capital y quienes primero invirtieron en el sistema de fábrica. Si entendemos des que usualmente se les asignan, como “voluntad de triunfo” o “impulsos
el proceso de acumulación originaria no como una “acumulación” de metales entusiastas”.
preciosos sino como la concentración de derechos sobre la propiedad de los A la vez se conformaba el proletariado. Hacia 1801 en Inglaterra había alrede-
medios de producción existentes, vemos que mercaderes y terratenientes juga- dor de 1.700.000 empleados en agricultura, bosques y pesca y 1.400.000 en
ron otros roles en los inicios de la RI. Como ya señalamos, ellos crearon las fábricas, minas y construcción. ¿Por qué había crecido tanto el número de
condiciones sociales necesarias que posibilitaron la posterior existencia de las proletarios industriales en los veinte años transcurridos desde la apertura de las
62 | ALEJANDRA GIULIANI CAPITALISMO Y REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN GRAN BRETAÑA (1780-1850) | 63

primeras fábricas? Una explicación tradicional encuentra la respuesta en los Son numerosas las crónicas que muestran las serias dificultades de los
cambios demográficos de la segunda mitad del siglo XVIII. Si bien a partir de obreros para adaptarse al ritmo de trabajo de las fábricas, signado por la

M
1750 hubo un claro aumento de la población, asociado a una disminución de la sirena y el reloj, muy diferente al marcado por la naturaleza en las tareas
mortalidad, no parece haber sido este el factor principal de reclutamiento de la rurales, o al del trabajo a domicilio. Por otro lado, cambió radicalmente la
mano de obra fabril. Teniendo en cuenta que en los inicios de la RI la demanda relación obrero-producto. Una división del trabajo mucho más profunda
de trabajo asalariado fabril era mayor que la cantidad de personas dispuestas a hacía que cada obrero aportara solo “algo” al acabado de la pieza, de

O
vender su fuerza de trabajo, las fuentes de origen de la primera generación de modo que nadie podía reconocerse como el autor del producto. Ello
proletarios fueron la emigración rural y el reclutamiento forzoso en los barrios- implicaba un cambio revolucionario para la mentalidad y las costumbres
prisiones de las ciudades. Hobsbawm considera que la emigración rural fue la de la época. Asimismo las crónicas dan cuenta de los padecimientos por
principal vía de incorporación de mano de obra a las fábricas. El historiador las transformaciones radicales en sus modos de vida fuera de la fábrica.

C
afirma que los pequeños productores y los campesinos pobres “debieron de A la difícil adaptación que implicaba vivir de un salario se sumaban las

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


verse atraídos hacia las nuevas ocupaciones o, si –como es lo más probable– se condiciones de extremo hacinamiento en los barrios obreros. El contras-
mantuvieron en un principio inmunes a esa atracción y poco propicios a aban- te con la vida anterior era muy fuerte. El trabajador domiciliario se im-

.
donar sus tradicionales medios de vida, obligados a aceptarlas” (Hobsbawm, ponía su propio orden de trabajo y gozaba de cierta libertad de movi-

D
1997: 57). Así, muchos de los primeros obreros que trabajaron en conjunto con mientos. Su huerta le permitía una producción básica de legumbres para
las jennies provinieron de la industria domiciliaria rural y del trabajo domiciliario subsistir en períodos de escaso trabajo textil. Ese margen de seguridad
urbano. Como la atracción del trabajo en la fábrica era muy débil, los empresa- desapareció cuando sus horas fueron absorbidas por la fábrica y tuvo

D
rios recurrieron a la oferta de salarios más altos que los ingresos que obtenían que radicarse en barrios cercanos a la misma.
en el trabajo a domicilio, y también se solía ofrecer vivienda. Otra fuente de De modo tal que para lograr ductilidad de la mano de obra los empresarios
reclutamiento de mano de obra fueron los hospedajes de los barrios-prisiones impusieron una férrea disciplina sobre los obreros, a la que sumaron accio-

A
subvencionados por el Estado. Denominados workhouses, asilaban a vagabundos nes coercitivas –respaldados por los códigos laborales– y salarios pobrísi-
y a menores de edad pobres o huérfanos. Según Mori, “la masa de mano de mos que obligaban a los trabajadores a cumplir jornadas muchas veces de
obra esencial y decisiva, es decir, la que dio un carácter propio al factory system, más de 15 horas de lunes a sábados inclusive. En las fábricas de algodón de

L
estuvo representada por grupos de mujeres y de muchachos reclutados de las Manchester –ambientes totalmente cerrados y con más de 30° para favore-
workhouses... Eran ‘dóciles’, como entonces se decía, debido a sus características cer el tratamiento de la tela– estaba prohibido usar agua para beber o
físicas y a su dura experiencia anterior, y eran adquiridos (...) en base a una refrescarse fuera de la media hora de descanso diario.

I
transacción que los obligaba, lo quisieran o no, a permanecer, en general, du- Los obreros pronto comenzaron a tomar conciencia de su nueva situación y

F
rante siete años en la fábrica con horarios cuyo límite en la práctica estaba a actuar en consecuencia. Los primeros movimientos, a fines del siglo XVIII,
marcado por la resistencia física al cansancio, pues ciertamente alcanzaba las 14, fueron de resistencia. Por entonces se producían episodios de repudio en
16 e incluso más horas diarias, y con salarios reducidísimos” (Mori, 1987: 111). los que se destruían jennies, a las que consideraban máquinas “ladronas de
Sin duda, a la variedad de orígenes sociales de los obreros se sumaba la trabajo”. Además, comenzaban las primeras luchas reivindicativas; por ejem-


carencia de mano de obra en esos tiempos iniciales. Mientras se desarrolla- plo, en 1795, braceros del condado de Norfolk se unieron con el objetivo de
ban las primeras fábricas, los beneficios del trabajo a domicilio disminuían llevar a cabo una acción en defensa del salario. Un grado mayor de organiza-
debido a la fuerte competencia que encontraban sus productos por la apari- ción denotaba el nacimiento de las primeras asociaciones de obreros de
ción de los que se elaboraban en las fábricas. No obstante, durante la RI el algunas hilanderías en la década de 1790, en general de ayuda mutua y en
trabajo a domicilio coexistió con las fábricas, pero terminó siendo desplaza- defensa del salario. La respuesta patronal no se hizo esperar. En 1799 y 1800
do al aumentar la mecanización. Por otro lado, se calcula que en la década el Parlamento dictó leyes –las Combinations Acts (Leyes de Asociaciones)–
de 1830, en las fábricas de tejido una cuarta parte de los trabajadores eran que prohibían toda forma de asociación obrera a la vez que impulsaban la
varones adultos, más de la mitad mujeres y el resto varones menores de 18 consolidación de asociaciones de tipo mutualista, las Friendly Societies ya
años. existentes, como manera de encauzar y diluir la lucha obrera.
64 | ALEJANDRA GIULIANI CAPITALISMO Y REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN GRAN BRETAÑA (1780-1850) | 65

De las actitudes mutualistas muchos obreros pasaron a la ofensiva. Hacia Si volvemos ahora la mirada hacia la estructura industrial británica veremos
1811-1812 se produjo el momento culminante de los movimientos luddistas. que a comienzos del siglo XIX la industria algodonera sobresalía entre las

M
Los trabajadores destruían máquinas de manera más organizada y sistemática restantes. Entre 1784 y 1813 el valor de la producción de las telas de algo-
que en los primeros episodios; era clara la intención de afectar las propieda- dón pasó de 5 a 28 millones de libras esterlinas y hacia el final del período
des y los beneficios del empresario, y no solo dañar el instrumento de los productos de algodón constituían casi la mitad del valor de las exporta-
trabajo. Estas protestas fueron duramente reprimidas por el Estado median- ciones de mercancías de Gran Bretaña. En ese lapso, la media de las impor-

O
te el uso del ejército regular. taciones de algodón en bruto subió de 7.200 a 29.250 toneladas, lo que
La huelga fue otra de las formas que adoptaron las protestas. La primera representaba un 20% de las importaciones.
gran huelga de obreros fabriles fue en Manchester en 1810, en la que varios La industria del algodón creció, entonces, más rápidamente que otras, trans-
miles de hiladores de algodón se distribuyeron el fondo de huelga. Otro formándose en el sector dinámico de la economía británica. Es el momento

C
momento significativo en las luchas por las reivindicaciones obreras fue en de preguntarnos por qué motivos esa y no otra rama industrial se revolucio-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


1819, con la llamada “masacre de Peterloo”, cuando en Manchester se con- nó primero y se transformó en sector dinámico. En primer término cubría
gregó una manifestación de más de 100.000 personas que también sufrieron una necesidad básica: la del vestido. Por otro lado, el traslado de sus pro-

.
la represión de las fuerzas estatales. ductos era factible con los medios técnicos de la época, ya que aún no se

D
Leyes, represión y coerción empresarial no pudieron, sin embargo, elimi- había aplicado el vapor a los medios de transporte. Asimismo se favorecía
nar la fuerte presión de los trabajadores ingleses. Las Leyes de Asociacio- con un contexto internacional en el que, como también dijimos, Gran Breta-
nes los llevaron a crear sociedades secretas, como las que dieron origen a ña tenía una presencia central. Los calicós que la compañía monopólica britá-

D
las acciones de los luddistas. El movimiento luddista se prolongó por nica importaba de la India se reexportaban al gran mercado europeo, por lo
varios años para luego dejar lugar a otro tipo de resistencia obrera que que ya existía una red comercial que pudo ser utilizada para sustituirlos por
respondía a la necesidad de una organización social propia. Ello se con- la venta de géneros de algodón producidos en la metrópolis.

A
cretó con la aparición de los primeros sindicatos (las trade-unions). Co- La materia prima que elaboraban las hilanderías fluía a Gran Bretaña en
menzó entonces a desarrollarse el sindicalismo y su lucha por la abolición condiciones sumamente ventajosas, tanto por el desigual comercio con las
de las Leyes de Asociaciones. Lo lograron en 1825, conquistando los dere- colonias como por la explotación de mano de obra esclava. El cultivo del

L
chos de asociación, de reunión y de huelga, pero en la práctica no se algodón se realizaba en plantaciones esclavistas de las Indias Occidentales,
aplicaron hasta la segunda mitad del siglo XIX. Brasil y en los Estados del sur de Estados Unidos. De modo que la base de
Sobre la base de las trade-unions, en la década de 1830 comenzó a organi- la abundancia y el bajo precio del algodón de la RI era la explotación abierta

I
zarse el movimiento cartista, el primer movimiento político de la clase obre- de los trabajadores en el “nuevo mundo”.

F
ra, con alcance nacional e independiente de la burguesía. Tomó su nombre Finalmente, y en relación con lo anterior, Inglaterra contaba con aceitados
de la “Carta del Pueblo”, documento que sintetizaba su programa, y que mecanismos de llegada y de control en los mercados coloniales propios y
incluía la lucha por el sufragio universal, el voto secreto y otros derechos ajenos, y en ellos encontró la industria del algodón espacios que le permitie-
políticos. Fue en sus inicios un movimiento de reforma de carácter modera- ron una expansión sin precedentes. Valga como ejemplo uno significativo:


do que se radicalizó en la década de 1840, concentrando sus esfuerzos en “Los esclavos, comprados en parte a cambio de telas de algodón en las
las reivindicaciones políticas. Muchas de las conquistas laborales de esa costas africanas, y vestidos con telas de algodón compradas por los
época se debieron a la agitación cartista. Las condiciones de vida del prole- plantadores en las islas en las que fueron desembarcados, determinaron la
tariado habían mejorado en algo por la sanción de una serie de leyes “pro- fortuna de una industria algodonera que había comenzado por constituirse
tectoras” del trabajo, una en 1844 que limitaba el trabajo de los mineros a en el mercado metropolitano” (Bergerón, 1986: 15).
seis horas diarias; otra, de 1847, impuso la jornada de diez horas en las Las oportunidades para los fabricantes algodoneros se tornaron más venta-
fábricas hiladoras de algodón. Por otro lado, los inicios del librecambio josas aun cuando Gran Bretaña entró en guerra contra Francia en 1793,
determinaron una cierta baja en el precio del pan y de otros alimentos. Era situación que se prolongó hasta 1815. La penetración de los textiles ingleses
ya el momento en que Marx y Engels redactan el Manifiesto Comunista. se acentuó tanto en las desprotegidas colonias francesas como en las de su
66 | ALEJANDRA GIULIANI CAPITALISMO Y REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN GRAN BRETAÑA (1780-1850) | 67

aliada España. En este contexto cobran sentido las invasiones inglesas de Hacia la década de 1820 la presión que ejercía la valorización del capital
1806 y 1807 al Río de la Plata. La primera expedición tuvo como objetivo llevó a sortear la barrera del transporte: expandió la RI a límites no previstos

M
inmediato la captura de un cargamento de oro y plata concentrado en Bue- con la aplicación de la máquina de vapor. Nos encontramos ante la inven-
nos Aires para su traslado a España. Aunque ello no excluyó la implantación ción del ferrocarril.
del comercio libre con Gran Bretaña mientras duró la ocupación de la capi-
tal del Virreinato. La segunda invasión comenzó por la toma de Montevideo, 4.2 La segunda fase de la Revolución Industrial: el ferrocarril

O
a la que los ingleses atiborraron de telas de algodón. Durante los ocho
meses en los que se prolongó la conquista, la ciudad fue transformada en Las fábricas de tejidos de algodón demandaban una creciente producción de
base de una penetración mercantil hacia el Virreinato. Cuando finalmente carbón. Ello había provocado ya la difusión de máquinas a vapor en el
terminó la ocupación y la flota se marchó vencida, dejaba llenos de produc- proceso de extracción, al interior de las minas. Hacia la década de 1820 la

C
tos británicos los depósitos de los comerciantes montevideanos. industria carbonífera necesitaba un medio de transporte ágil y potente para

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


El desarrollo del proceso fabril en el algodón producía un efecto llevar el carbón desde las minas hasta los puntos de embarque. Se originó
desencadenante sobre otras industrias. Estimulaba la elaboración mecaniza- así la tracción por rieles, que luego de años de perfeccionamiento derivó en

.
da de otros productos, como la lana, el carbón y el hierro. la locomotora de George Stephenson. La primera línea férrea, de 1825, unió

D
La tradicional manufactura de la lana se vio presionada por la calidad y los una zona minera (Durham) con la costa. A partir de ese momento, el nove-
precios competitivos de los nuevos hilos y telas de algodón. Con un retraso doso transporte se expandió rápidamente provocando un verdadero furor.
significativo y un ritmo menor, las maquinarias se fueron incorporando tam- Durante las décadas de 1830 y 1840 se extendieron numerosas líneas cortas

D
bién en este sector. Hacia 1800 existían unas veinte fábricas de hilos de lana de carácter local que conformaron hacia mediados de siglo una red nacional
en Inglaterra que convivían con las formas de producción habituales. De de más de 8.000 kilómetros.
todos modos, los productos de lana perdían en la competencia con las telas La difusión del ferrocarril tuvo una importancia estratégica en la economía de la

A
de algodón, más baratas y manuables para su uso cotidiano, y especialmente época. Profundizó el desarrollo capitalista en diversos sentidos. Absorbió capi-
aptas para los climas cálidos y templados de las colonias. tales en enormes proporciones, convirtiéndose en la principal fuente de las
Más importantes fueron las transformaciones y el crecimiento de la indus- inversiones. Impulsó la extensión del sistema de fábrica a la industria pesada y

L
tria minera, debido al aumento de la demanda de carbón requerido por las consecuentemente generalizó el trabajo asalariado. A la vez, provocó cambios
fábricas algodoneras. Cambiaron las técnicas de extracción y de transporte radicales en las formas de comunicación existentes. Ello llevó a una significati-
del material. La máquina a vapor de Watt se comenzó a aplicar a fines del va transformación del mercado externo británico y, poco después, del mercado

I
siglo XVIII. A principios del XIX era notable el incremento de las inversio- mundial. La “era del ferrocarril” generó un clima entusiasta en quienes confia-

F
nes y de las dimensiones de las empresas mineras. Un proceso similar atra- ron en un progreso que les pareció ilimitado y eterno. No solo en el plano
vesaba la metalurgia del hierro. En 1783 se creó el procedimiento del económico. El tren conmovía, trastocaba las percepciones del espacio y del
pudelado, que permitía convertir el hierro en bruto en hierro maleable. La tiempo al reducir las distancias y abrir nuevos rumbos, y fortalecía la confianza
demanda creció en el área civil para la construcción de máquinas textiles y a en las potencialidades humanas frente a la naturaleza. Sus límites se percibieron


vapor, y de máquinas para fabricar las máquinas, lo cual constituyó el inicio recién en la Gran Depresión de 1873.
de la industria pesada. No obstante, las relaciones sociales de producción en ¿Cuáles fueron las causas de su desarrollo? Hacia 1830 las primeras genera-
estas industrias aún distaban de ser claramente capitalistas. ciones de la burguesía industrial algodonera habían acumulado capitales en
Al observar el conjunto de la economía británica durante la primera fase de la RI tales proporciones que excedían toda posibilidad de reinversión rentable en
debemos relativizar el impacto de la mecanización. El boom del algodón no ocul- las actividades textiles. Además, el fin de las guerras napoleónicas redujo los
taba que hacia 1820 el nuevo sistema de fábrica estaba limitado a una estrecha márgenes de inversión en la industria bélica y en el Estado. En un principio,
franja del sector industrial. Tengamos presente que la mayoría de los productos – parte de ese capital fue derivado al sistema financiero con préstamos a go-
alimentos elaborados, enseres domésticos, calzado, construcción– se siguieron biernos sudamericanos que en general terminaron en fracaso para los
produciendo de modo tradicional hasta la segunda mitad del siglo XIX. inversionistas. Fue en ese momento que el Río de la Plata, luego de una
68 | ALEJANDRA GIULIANI CAPITALISMO Y REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN GRAN BRETAÑA (1780-1850) | 69

visita de Bernardino Rivadavia a Londres en 1824, tomó un préstamo de europeas. De modo que significó la ruina de numerosas economías regionales y
Baring Brothers, la casa de banca mercantil británica, por un millón de libras. el empobrecimiento de amplios sectores de las sociedades tradicionales. La

M
De modo que, ante una primera crisis de rentabilidad capitalista, el ferroca- contracara fue el avance de burguesías locales que se tornaron dominantes al
rril se presentó como una oportunidad en la que, como dice Hobsbawm, “su establecer alianzas con quienes traían el ferrocarril.
costo era su principal ventaja”. A la instalación de las propias compañías Y si la ocupación militar había sido instrumento político y el ferrocarril
ferroviarias se sumaba la posibilidad de inversión en acciones de bolsa que instrumento técnico de los británicos para adueñarse de nuevos mercados,

O
pronto generaron un boom especulativo financiero. Además, la demanda de el triunfo del librecambio fue su instrumento ideológico. Para llegar a ese
maquinaria y de hierro que se generó, orientó inversiones hacia la instala- punto la burguesía industrial tuvo primero que imponerse en sus conflictos
ción del sistema de fábrica en las industrias minera, metalúrgica y mecánica. con los terratenientes británicos. Estos habían logrado mantener las Leyes
El mercado de trabajo sufrió fuertes cambios. La construcción de ferrocarri- de Granos (Corn-Laws) que gravaban la importación de cereales como pro-

C
les absorbió buena parte de la emigración rural. Hacia 1847 empleaba ya el tección de la producción agrícola local. Desde la perspectiva de los indus-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


4% de la población activa masculina. El efecto multiplicador que produjo triales –que pretendían aumentar sus ganancias bajando costos a través de
en otras industrias profundizó la urbanización y la población urbana pasó a una reducción de los salarios– estas leyes encarecían el precio de los cerea-

.
ser entonces tres veces más grande que la campesina. les y con ello el de la mano de obra, que no podía descender más allá del

D
El ferrocarril aumentaba la velocidad y la capacidad de transporte de mer- límite de la subsistencia. De modo que la burguesía industrial manifestaba
cancías, a la vez que abría caminos hacia zonas no mercantilizadas hasta ese su liberalismo presionando por la derogación de las Leyes de Granos. Pero
entonces. Ello influyó en otros medios de comunicación, que para competir no contaba con representantes propios en un Parlamento dominado aún por

D
debieron modernizarse, como las empresas que explotaban la navegación de la burguesía agraria y mercantil, y las leyes citadas se mantenían. La situa-
los canales. Así, los buques de vapor acompañaron el proceso de expansión ción se prolongó hasta 1832, cuando los industriales lograron legisladores
de los mercados que se iniciaba. propios mediante una reforma electoral. A partir de ese momento la presión

A
Esta segunda fase de la RI fortaleció aun más la posición de Gran Bretaña anti Corn-Law se intensificó pero ya con más argumentos: las leyes no solo
en el mercado mundial. El ferrocarril estimuló la exportación de bienes de encarecían el precio de los cereales sino que también impedían el aumento
capital, pues los países del continente europeo, a partir de la década de 1840, de las exportaciones inglesas. Los industriales sostenían que era necesario

L
acudieron a la siderurgia británica para la construcción de sus propios rieles que el mundo no industrializado pudiera vender sus productos agrícolas a
y trenes. La expansión ferroviaria pronto continuó en Estados Unidos, Cana- Gran Bretaña para poder, a su vez, comprar los productos industrializados
dá, América Latina, India y Australia. Por otro lado, los altos beneficios que británicos. Finalmente, durante la década de 1840 lograron imponerse en

I
obtenían las compañías ferroviarias británicas derivaron en la ampliación del alianza coyuntural con el movimiento cartista. Las leyes fueron derogadas y

F
mercado de capitales en forma de créditos al extranjero. con ellas los aranceles, no solo sobre la importación de cereales sino tam-
En conclusión, la diseminación del ferrocarril por el mundo fue producto de bién de otros productos alimenticios y de materias primas y manufacturas.
las presiones del capital por valorizarse y redundó en un espacio de inversión y De este modo, el librecambio le permitía a la burguesía industrial británica
de rentabilidad de enorme magnitud. A la vez les proporcionó a los capitalistas procurarse materias primas a precios ventajosos mientras que su desarrollo


industriales y financieros europeos excepcionales formas de valorización en el fabril la protegía de cualquier competencia en los productos industrializados.
“nuevo mundo” porque a través de las locomotoras se exportó capitalismo. Con el librecambio, Gran Bretaña estableció una división internacional del
Para Latinoamérica su llegada significó un antes y un después: el ferrocarril no trabajo a la medida de su RI. Abrió puertos y demandó alimentos y materias
se instaló siguiendo la distribución de la población tradicional ni de acuerdo a primas a los países no industrializados, aumentando, a su vez, la posibilidad
los sistemas económicos vigentes, sino que obedeció a los fines de rentabilidad de venderles sus nuevos productos. La expansión del capitalismo significó,
de las empresas británicas y de los sectores mercantiles dominantes locales. La entonces, la expansión de un sistema económico que dominó a otros modos
expansión vigorosa del sistema ferroviario de los países latinoamericanos corrió de producción. Transformó la lógica de acumular riquezas, de producir y de
a la par de las economías de exportación primaria y de su integración con intercambiar productos no solo en Inglaterra sino en el mundo. Las econo-
diversos tipos de inversión de los capitalistas británicos y de otras regiones mías exportadoras de materias primas, al adherir al librecambio, no iniciaron
70 | ALEJANDRA GIULIANI CAPITALISMO Y REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN GRAN BRETAÑA (1780-1850) | 71

su desarrollo industrial. Confiaron en el progreso que la inserción en la –o subdesarrollados– dejaran de serlo. De modo que, frecuentemente, los
división internacional del trabajo parecía proponerles. diversos argumentos de esos historiadores y economistas pretenden ser con-

M
Esto significó, para buena parte de América Latina, la entrada abrupta a tribuciones para los problemas de “atraso” económico de sociedades que
un capitalismo que le asignaba el rol de productora primaria exportadora aún hoy no se han industrializado. Muchas veces esas miradas desarrollistas
–agrícola, ganadera o minera, según los recursos de cada región– y de han visto en el proceso inglés un modelo. Un modelo que se destaca por el
consumidora de bienes industrializados importados. Las burguesías loca- protagonismo de la iniciativa empresarial como gestora e impulsora de las

O
les nacientes lo prohijaron y lograron consolidarlo como identidad na- transformaciones socioeconómicas, y por un Estado que actúa como su
cional. En las sociedades latinoamericanas el comercio exterior pasó a instrumento. Lectura e interpretación de los hechos que de modo alguno
ser el eje de la vida económica, generalmente basado en relaciones bila- expresa el espíritu de nuestro trabajo.
terales con Gran Bretaña. De allí llegaban, además, empréstitos para los

C
Estados de América Latina, que poco después, a fines del siglo XIX,

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


pasaron a formar parte del nuevo Imperio Británico, como “colonias
informales”. Eran los inicios de una lógica de enriquecimiento propia de Bibliografía

.
las burguesías latinoamericanas que, aun habiendo variado los centros

D
capitalistas, se consolidó y perduró. AAVV, Historia del movimiento obrero, Buenos Aires, CEAL, volumen I, 1984.
Beyaut, Gustavo y Helene, América Latina III. De la Independencia a la Segunda Guerra Mundial,
Historia Universal Siglo XXI, volumen 23, Madrid, Siglo XXI, 1986.

D
Bergerón, Furet, Koselleck, La época de las revoluciones europeas. 1780-1848, Historia Universal,
5. Consideraciones finales volumen 26, México, Siglo XXI, 1986.
Cameron, R., Historia económica mundial, Madrid, Alianza, 1990.
La RI ha sido y es tema continuo de estudio. Contamos con múltiples inter- Davis, R., La Europa Atlántica. Desde los descubrimientos hasta la industrialización, Madrid, Siglo XXI,

A
pretaciones que responden a muy diversas motivaciones ideológicas y 1991.
metodológicas. Es importante destacar que cada enfoque construye su propio Dobb, M., Estudios sobre el desarrollo del capitalismo, México, Siglo XXI, 1971.
objeto de estudio; es decir, que difieren los sentidos otorgados a la RI. Duby, G., Atlas histórico mundial, Madrid, Debate, 1992.

L
Algunos encuentran su “esencia” en la aplicación de nuevas tecnologías a la Halperín Donghi, T., Historia contemporánea de América Latina, Madrid, Alianza, 1985.
Hobsbawm, E., En torno a los orígenes de la Revolución Industrial, Buenos Aires, Siglo XXI, 1975.
industria. Otros en la apertura y expansión de la denominada economía de
La era de la revolución, 1789-1848, Buenos Aires, Crítica, 1997.
mercado. Y otros destacamos la RI como momento esencial en la consolida-

I
Industria e imperio, Barcelona, Ariel, 1988.
ción del capitalismo. Según la perspectiva adoptada, varían la naturaleza y la Kemp, T., La Revolución Industrial en la Europa del siglo XIX, Barcelona, Martínez Roca, 1987.

F
profundidad de los cambios percibidos. Inclusive hay visiones que descar- Kriedte, P., Feudalismo tardío y capital mercantil, Barcelona, Crítica, 1986.
tan que la categoría “revolución” sea apropiada para comprender aquello Lander, Edgardo, “Ciencias sociales: saberes coloniales y eurocéntricos”. En: La colonialidad del
que aconteció en Gran Bretaña hacia fines del siglo XVIII. saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas latinoamericanas, Edgardo Lander (comp.) Bue-
En consecuencia, cada interpretación privilegia una dimensión de análisis, nos Aires, CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, julio de 2000.


establece relaciones y las jerarquiza. Así, los primeros historiadores libera- Landes, D., Progreso tecnológico y Revolución Industrial, Madrid, Tecnos, 1979.
Le Goff, J., La Baja Edad Media, Historia Universal volumen 11, México, Siglo XXI, 1983.
les usualmente se limitaban a relacionar la serie de “progresos” tecnológi- Mori, G., La Revolución Industrial, Barcelona, Crítica, 1987.
cos que permitieron un aumento autosostenido de la producción. Hacia el Pierenkemper, T., La industrialización en el siglo XIX. Revoluciones a debate, Colección Historia de
siglo XX, numerosos investigadores han puesto especial énfasis en analizar Europa, Madrid, Siglo XXI de España Editores, 2001.
los factores que impulsaron el “despegue” de las sociedades industriales. Romano, R.; Tenenti, A., Los fundamentos del mundo moderno, Historia Universal volumen 12,
Es decir, en considerar detenidamente las causas que motivaron la expan- México, Siglo XXI, 1985.
sión continuada de la industria. Su interés no ha sido exclusivamente una Rude G., Europa: de las guerras napoleónicas a la revolución de 1848, Madrid, Cátedra, 1982.
cuestión teórica, en él ha influido el intento de encontrar y promocionar la Schvarzer, J., La industria que supimos conseguir, Buenos Aires, Planeta, 1996.
Wolf, E., Europa y la gente sin historia, México, FCE, 1993.
vía más rápida de desarrollo capitalista para que los países no industrializados
La industrialización en Estados Unidos

M
Jorge Wozniak

CO
Introducción

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Durante el siglo XIX la industrialización inglesa fue presentada como el

.
modelo de desarrollo, es decir, como el camino para lograr un proceso

D
autosostenido de incremento de la capacidad productiva de bienes y servi-
cios. Simultáneamente, el liberalismo y el librecambio eran considerados los
requisitos para vincularse al mercado mundial y alcanzar ese objetivo. En un

D
mundo donde Gran Bretaña era el eje de la economía mundial y donde se
había estructurado la división internacional del trabajo, la mayoría de los
intelectuales presentaban ese modelo como la senda hacia el progreso.

A
El proceso de descolonización, que se dio luego de la Segunda Guerra
Mundial, llevó a la constitución de numerosos Estados en Asia y África.
Paralelamente a la necesidad de crear un nuevo aparato político, los nuevos

L
dirigentes se plantearon qué medidas deberían adoptar para lograr transfor-
mar las débiles economías heredadas en economías de tipo industrial. Esta
misma preocupación se dio entre intelectuales latinoamericanos, que obser-

I
vaban el lento crecimiento de la región. Así, para muchos de los intelectua-

F
les y dirigentes políticos de los países subdesarrollados, el modelo soviético
se transformó en el camino a seguir para lograr el despegue. En cambio,
dentro del capitalismo, otros comenzaron a observar, por un lado, la econo-
mía mixta imperante en Europa Occidental, y por otro lado, las circunstan-


cias históricas que anteriormente habían transformado en potencias a Ale-
mania y Estados Unidos. En este último caso, los estudiosos remarcaban
precisamente su pasado colonial y cómo en menos de un siglo de vida
independiente había logrado convertirse en la primera economía del mundo.
En los estudios que se realizaron en las décadas del 50 y del 60 del siglo
pasado, se comenzaron a analizar las posibles vías de desarrollo que siguie-
ron diferentes Estados. Así surgieron distintas teorías para explicar cómo
algunas sociedades se habían vuelto dinámicas y otras parecían estar estan-
cadas en su desarrollo. Una de las teorías fue la de la modernización, que
74 | JORGE WOZNIAK LA INDUSTRIALIZACIÓN EN ESTADOS UNIDOS | 75

tomaba distintas variables culturales para explicar el paso de una sociedad ubicada entre el norte de Florida (colonia española) y el sur de Canadá
tradicional a una moderna; otra teoría fue la de la dependencia, que conside- (colonia francesa). Para comienzos del siglo XVIII existían ya trece colonias.

M
raba factores estructurales generados por la división internacional del traba- Las colonias tuvieron distintos orígenes: algunas fueron fundadas por com-
jo para explicar la falta de desarrollo de algunos países.1 pañías comerciales, otras por particulares y otras por grupos religiosos. De
En ambas explicaciones Estados Unidos ocupaba un lugar importante, porque estas últimas la mayoría se estableció en el norte. Fueron creadas por gru-
era un caso atípico. A diferencia de la mayoría de los países que salían del pos puritanos, protestantes separados de la Iglesia anglicana (Iglesia oficial

O
dominio colonial, Estados Unidos contaba desde antes de la independencia con de Inglaterra) que comenzaron a ser perseguidos por los reyes a comienzos
una estructura social capitalista y una economía sólida y próspera. del siglo XVII.
En este trabajo se hará una síntesis de las circunstancias que permitieron que a La emigración hacia América fue estimulada por el Estado inglés porque
fines del siglo XIX la economía estadounidense fuera la primera a nivel mun- disminuía las tensiones provocadas por los conflictos político-religiosos y

C
dial por el volumen de producción. Se describirá en primer lugar la organiza- por la desocupación creciente originada por los cercamientos2 y luego de

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


ción política, económica y social en la época colonial y las condiciones en las 1649 por la abolición de la servidumbre.
que accede a la independencia. Luego se analizarán las medidas tomadas des- Uno de los problemas que todas las colonias debieron resolver fue la esca-

.
pués de la revolución por el nuevo Estado hasta mediados del siglo XIX para sez de mano de obra. Por eso, desde el inicio del asentamiento, en numero-

D
incentivar el crecimiento de algunos sectores económicos. En el siguiente apar- sas colonias se recurrió al sistema “headright” por el cual se concedían 50
tado se analizarán las causas y las características de la gran expansión industrial acres (12,5 hectáreas) de propiedad a todo individuo que pagara el costo de
a partir de 1850 y finalmente el proceso de concentración industrial. A modo de transporte de un poblador que se comprometiera a cultivar la tierra, el cual

D
conclusión, se compararán diferentes procesos de industrialización para obser- estaba obligado a trabajar de tres a cinco años para quien le hubiera financia-
var las particularidades del modelo americano. do el viaje. Así se estimuló la inmigración de numerosos grupos pobres, no
solamente desde las islas británicas sino también de otras partes de Europa,

A
principalmente de Holanda y regiones de Alemania.
Economía, sociedad y política en la colonia Existen claras diferencias entre las colonias inglesas del norte y las del sur.
Estas últimas se establecieron en zonas de clima cálido, que favoreció la

L
Los españoles exploraron extensas regiones de Norteamérica a partir del producción de cultivos exportables como tabaco, azúcar, arroz y añil, que
siglo XVI. Sin embargo, al no descubrir oro y plata y no encontrar grandes eran consumidos cada vez más por el mercado europeo. En estas colonias
poblaciones sedentarias nativas que pudieran pagar tributos, mostraron esca- del sur, la gran demanda de mano de obra barata y la necesidad de retenerla

I
so interés en los territorios ubicados al norte de México. por períodos prolongados, estimularon la importación masiva de esclavos

F
Recién a comienzos del siglo XVII los ingleses iniciaron la ocupación de las africanos y el surgimiento de plantaciones o grandes propiedades rurales
costas de Norteamérica. Uno de los aspectos distintivos que permiten dife- dedicadas a un solo cultivo. Se fue consolidando así una sociedad muy
renciar la colonización inglesa de la española de América es que el Estado jerarquizada, donde los sectores dominantes estaban integrados por un re-
inglés, debido a problemas económicos, debió recurrir en gran medida a la ducido grupo de grandes propietarios rurales blancos.


participación de empresarios privados. Cada empresario o grupo de inversores En cambio, las colonias del norte estaban en una región de clima templado
firmaba un acuerdo con el rey, en el que se comprometían a ocupar y poner frío. En esa zona, las producciones eran similares a las de la metrópoli:
en producción una determinada región; a cambio recibían el derecho a nom-
brar al gobernador y administrar el territorio. A partir de la fundación del
2 Las Leyes de Cercamientos que se extendieron en el siglo XVII establecieron el fin de la
primer asentamiento en 1607 y hasta 1732 se ocupó toda la región costera
explotación agraria tradicional en Inglaterra; las tierras debían ser rodeadas por cercos para
delimitar las distintas propiedades. Las tierras consideradas “baldías” (aquellas donde los
ocupantes no tuvieran documentos escritos) eran vendidas en subasta pública, lo que gene-
1 Véase en este libro el capítulo de Ariel Filadoro: “Una genealogía política de la teoría ró la expansión de las grandes propiedades rurales y el fin del sistema de campos abiertos
económica”. medieval.
76 | JORGE WOZNIAK LA INDUSTRIALIZACIÓN EN ESTADOS UNIDOS | 77

cereales y ganado, destinados principalmente al autoconsumo y al comercio 3) La mayoría de los artículos exportados por las colonias también debían
en pequeña escala, especialmente hacia las colonias del sur. En el norte, NE pasar en primer lugar por Inglaterra, que cobraría impuestos aduaneros.

M
o Nueva Inglaterra, predominó la pequeña o mediana propiedad, basada en Estas leyes provocaron un efecto desigual en las colonias. En primer lugar,
el trabajo familiar o asalariado temporal. La existencia de grandes bosques estimularon la construcción de barcos en el norte, junto con todas las in-
favoreció el desarrollo de una creciente industria maderera, y desde fines dustrias complementarias: fabricación de velas, sogas, clavos, etc. En segun-
del siglo XVII la construcción de navíos se tornó cada vez más importan- do lugar, afectaron la exportación de algunos productos, tales como el taba-

O
te; esto estimuló paralelamente la actividad pesquera. También fue cre- co, que antes llegaba directamente a distintos países europeos. En estos
ciendo la producción artesanal de tejidos y de objetos de hierro, produci- casos, la legislación sirvió para estimular el crecimiento del contrabando.
dos con materias primas locales, debido a los impuestos de importación y a Desde fines del siglo XVII surgió en el norte una próspera burguesía co-
los costos de transporte desde la metrópoli. mercial que desarrolló un activo comercio de larga distancia. Así, los capita-

C
Algunos autores afirman que el puritanismo fue un gran estímulo en el nes de Nueva Inglaterra (a veces dueños, pero en muchos casos solo em-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


crecimiento económico de las colonias del norte porque esta creencia favo- pleados de compañías comerciales) llevaban a las colonias inglesas del Cari-
recía el desarrollo personal al considerar que la “vida recta” era la prueba be pescado seco, harina, carne salada y maderas; de allí traían melaza para

.
del apoyo de Dios. La “vida recta” implicaba tratar de alcanzar el éxito en fabricar ron, que exportaban junto con otros productos, como los cultivos

D
cualquier actividad en la que Dios hubiese colocado al individuo. Esto era de las colonias del sur, a Inglaterra; de ese país obtenían manufacturas que
fácil de demostrar en el aspecto económico. traían a América o llevaban a África, donde las intercambiaban por esclavos
En cuanto a su organización política, existían diferentes tipos de gobierno, destinados a las colonias del Caribe o del sur de Norteamérica.

D
de acuerdo a las circunstancias en las que se dio la fundación de cada Por otra parte, la creciente actividad económica en las colonias se vio
colonia. En algunas el gobernador podía ser nombrado por el rey, en otras dificultada por la falta de monedas de oro y plata. Frente a la prohibición
por los dueños de la compañía fundadora y en otros casos por los colonos. de acuñar moneda, las colonias recurrieron a la emisión de papel mone-

A
Sin embargo, todas las colonias tenían algunas características comunes: en da, que carecía de valor fuera de estas y que, por lo tanto, dificultaba el
cada una había una asamblea electa por los propietarios o personas con comercio con Inglaterra. A partir de 1751 el Parlamento británico prohi-
cierta renta, que ejercía el poder legislativo; además existía un poder judicial bió nuevas emisiones de papel moneda en Nueva Inglaterra, lo cual

L
con jueces nombrados por el rey pero con un jurado electo entre la pobla- generó descontento en la región.
ción del lugar, que aplicaban las leyes inglesas. Las asambleas disponían de En la primera mitad del siglo XVIII, todas las colonias experimentaron un gran
amplia autoridad sobre asuntos locales, y sentaron el principio de que a los crecimiento económico y duplicaron su superficie. El crecimiento demográfico

I
ciudadanos se les podían aplicar únicamente aquellos impuestos que sus fue tan importante que, en vísperas de la independencia, la población de las

F
representantes hubieran aprobado. colonias equivalía a la cuarta parte de la que vivía en la metrópoli.
A fines del siglo XVII el Estado trató de recobrar el control y anuló varios A partir de 1763 cambió la política colonial de Gran Bretaña. En esa fecha
de los contratos firmados con los particulares, aunque en la práctica siguie- concluyó la Guerra de los Siete Años y Francia debió entregar Canadá; por
ron siendo virtualmente autónomas. Así, el gobernador pasó a ser nombrado lo tanto, los británicos quedaron como la potencia dominante en Norteamérica.


por el rey; sin embargo, la asamblea podía presionar al gobernador no apro- La nueva política colonial implicaba un control administrativo más estricto
bando algunos impuestos o no destinando fondos al pago de su salario. de la población para que contribuyera al pago de la deuda de guerra y a
Desde 1660 y hasta fines de ese siglo, el gobierno inglés dictó una serie de leyes sostener los cuantiosos gastos que representaban el gobierno y la defensa
conocidas como Actas de Comercio y Navegación que trataron de regular el de un imperio que se había multiplicado repentinamente por cinco.
comercio de las colonias en Norteamérica. Esas leyes establecieron lo siguiente: La primera de las medidas fue la prohibición a los colonos de establecerse
1) El tráfico entre Inglaterra y sus colonias debía hacerse en barcos cons- en la nueva región conquistada, al otro lado de los Montes Apalaches, lo
truidos y operados por habitantes de Inglaterra o sus colonias. cual impediría a miles de personas adquirir tierras y seguir perteneciendo a
2) Todos los bienes importados por las colonias debían pasar primero por la colonia de donde habían partido. En 1765 y 1767 se intentó aplicar una
Inglaterra para pagar los impuestos correspondientes. serie de impuestos, que fueron duramente criticados por los colonos, quie-
78 | JORGE WOZNIAK LA INDUSTRIALIZACIÓN EN ESTADOS UNIDOS | 79

nes alegaron que el Parlamento británico no tenía derecho a aplicarles im- cobrar en un tiempo determinado y con el pago anual de intereses (sistema
puestos, dado que ellos no tenían representantes allí; argumentaban que con el que se comenzó a pagar la cuantiosa deuda de guerra); este mecanis-

M
únicamente las asambleas locales tenían esa facultad. Una amplia campaña mo le permitió al Estado contar con los fondos necesarios para realizar
de prensa movilizó a la opinión pública contra las medidas del Estado britá- obras públicas. La segunda medida significativa fue que el gobierno central
nico. Dos veces se recurrió a un boicot contra los productos británicos, lo intervino activamente en la economía, mediante el otorgamiento de licencias
que condujo a la anulación de esos impuestos. para la creación de bancos u otro tipo de empresas, las que tenían garantiza-

O
Finalmente, el intento de aplicar un nuevo impuesto a la importación de té do el monopolio en un rubro durante cierto tiempo; estas empresas funcio-
en 1773 provocó que un grupo organizado de colonos antibritánicos aborda- naban como sociedades por acciones donde la responsabilidad de los
ra los navíos británicos en el puerto de Boston y destruyera la carga. El inversores se limitaba únicamente al capital de la empresa. La tercera de las
Parlamento autorizó medidas de represalia y anexó las nuevas tierras tras los medidas fue la adopción de altas tarifas para la importación que favorecieron

C
Apalaches, reclamadas por los colonos, a la nueva colonia de Canadá. al sector artesanal y a la incipiente industria; a partir de 1816 fueron especial-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


A fines de 1774, representantes de las colonias se reunieron en Filadelfia y mente elevadas para proteger la producción interna.
resolvieron aplicar con carácter obligatorio un nuevo boicot contra los pro- Al mismo tiempo, la economía recibió otro estímulo con el crecimiento de

.
ductos británicos. Al año siguiente se produjeron los primeros enfrentamientos la demanda externa; la guerra que estalló contra la Revolución Francesa

D
armados que condujeron a una guerra abierta y en 1776 los colonos rebeldes (1792-1814) involucró a la mayoría de las potencias europeas, pero benefició
declararon la independencia. No obstante, la guerra continuó por varios ampliamente a los productores de artículos para la exportación y a la bur-
años, logrando los rebeldes firmar una alianza con los gobiernos de Francia guesía comercial: tanto británicos como franceses compraron mercancías a

D
y España, interesados en debilitar a Gran Bretaña. los neutrales norteamericanos. Los franceses, incluso, transportaban pro-
Finalmente, en 1783 se estableció la paz con el reconocimiento de la inde- ductos desde sus colonias a Francia en barcos americanos. Frente al agrava-
pendencia por parte de la metrópoli. miento de la guerra, los británicos trataron de interrumpir este comercio, lo

A
cual condujo a la adopción de mayores tarifas aduaneras proteccionistas y
finalmente a la guerra (1812-1814). Al cabo de este conflicto se inició para
Conflictos y crecimiento bajo la república Estados Unidos un largo período de paz con las potencias europeas, que

L
dejaron de intervenir en los asuntos internos del nuevo país, hecho asegura-
Uno de los problemas más graves que debió enfrentar el nuevo Estado fue do además por la desaparición del imperio español en su frontera sur.
la falta de acuerdo sobre la forma de organización: mientras la mayoría de Si las guerras en Europa fueron un motivo del aumento de la demanda externa,

I
los representantes proponían una confederación o alianza con un gobierno no menos importante fue la Revolución Industrial inglesa.3 La gran demanda de

F
con poderes muy limitados, otros proponían la conformación de un Estado algodón provocó un crecimiento de las plantaciones en todo el sur, favorecidas
unificado con un gobierno central con amplios poderes. Mientras los agri- por la invención de una máquina para separar la fibra de las semillas en 1793. A
cultores autosuficientes apoyaban la primera solución, los agricultores de comienzos del siglo XIX, los Estados del sur eran la principal región algodonera
mercado, los artesanos, los industriales y la burguesía comercial apoyaban la del mundo y para 1820, el algodón representaba la mitad de todas las exporta-


segunda. La necesidad de organizar el pago de la deuda de guerra y el ciones del país. Esa creciente producción también benefició a los transportistas
estallido de rebeliones de granjeros en el norte contra el encarcelamiento de navales y a los industriales textiles del norte.
los deudores, más los conflictos entre los Estados para administrar las tie- En esta última región, surgieron desde 1790 decenas de hilanderías, que
rras indias conquistadas en la guerra de independencia, llevaron a los Esta- aprovechaban la fuerza hidráulica de los riachos y que eran una copia de las
dos a aceptar una Constitución común en 1787 y un gobierno central. británicas; para la segunda década del siglo XIX ya existían fábricas textiles,
La creación de un mercado unificado fue una de las precondiciones del
crecimiento económico a partir de 1790. No menos significativa fue la adop-
ción de tres medidas por el gobierno central. La primera fue la creación de 3 Véase en este libro el capítulo de Alejandra Giuliani: “Capitalismo y Revolución Industrial
un mercado nacional de capitales mediante la emisión de títulos públicos a en Gran Bretaña (1780-1850)”.
80 | JORGE WOZNIAK LA INDUSTRIALIZACIÓN EN ESTADOS UNIDOS | 81

que realizaban el hilado y el tejido en una misma planta. Sin embargo, la ciudades del noreste comenzaran a financiar la construcción de carreteras des-
mayoría seguían siendo impulsadas por la fuerza hidráulica dada la escasez de fines del siglo XVIII, e incluso el gobierno federal financió algunas que se

M
en la provisión de carbón mineral. Los tejidos eran sencillos y solo el estam- dirigían al oeste, lo que incorporó lentamente esas regiones al mercado. Más
pado permitía diferenciar a sus destinatarios. importante aun fue el desarrollo del barco a vapor: a partir de 1807 barcos a
En la mayoría de los demás sectores continuó la producción de tipo artesanal vapor de uso comercial pudieron recorrer fácilmente la cuenca del río Mississippi-
o de trabajo a domicilio, con algunas excepciones. Ohio contra la corriente, lo cual hizo bajar los fletes un 95%. Esto fue un gran

O
El crecimiento económico también estuvo vinculado a un aumento constan- estímulo para la producción de cultivos para el mercado en una amplia región
te del mercado interno. Uno de los motivos fue la gran expansión territorial del país. Simultáneamente, entre 1817 y 1824 el Estado de Nueva York inició la
desde el fin de la guerra de independencia: para 1820 toda la costa este construcción de un canal para vincular el Atlántico con el lago Erie, con lo cual
(incluyendo Florida) y la cuenca del Mississippi (aproximadamente la mitad la producción de las regiones cercanas a los Grandes Lagos encontró mercados

C
de la superficie actual del país) ya formaban parte de Estados Unidos. más amplios. Poco después, otros Estados siguieron el ejemplo y para 1840

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Esas tierras fueron consideradas propiedad del gobierno central, que dispu- distintos canales conectaban algunas ciudades del este con los Grandes Lagos y
so su venta a precios bajos: mientras las tierras al noroeste próximas a Nue- con los ríos Mississippi y Ohio. De esta forma el Medio Oeste se integró de

.
va Inglaterra (conocidas como Medio Oeste) fueron ocupadas por pequeños forma plena al creciente mercado interno e incluso su producción comenzó a

D
y medianos productores y donde la esclavitud estaba prohibida, las tierras llegar a Europa.
vendidas en las cercanías de los Estados del sur fueron ocupadas por gran- No obstante, amplias regiones permanecían aisladas por falta de transportes
des propietarios, que instalaron plantaciones esclavistas. adecuados. Los ferrocarriles comenzaron a construirse poco después que en

D
En 1830 se aprobaron una serie de leyes para deportar a todos los indios hacia Gran Bretaña, en aquellos Estados que carecían de vías navegables y permitie-
el otro lado del Mississippi. Esta medida dejó disponibles millones de hectáreas ron vincular de forma más estrecha las zonas productoras con los consumido-
de tierras fértiles, que por ley debían ser vendidas en fracciones de 16 hectá- res: para 1840 ya existían miles de kilómetros, pero de forma fragmentada y de

A
reas. Para evitar el latifundio o la especulación inmobiliaria, en 1862 se sancionó alcance local. Paralelamente, en la década del 30 se desarrolló el telégrafo
otra ley que permitía adquirir a los colonos un máximo de 64,8 hectáreas por un eléctrico que revolucionó el sistema de comunicaciones: mensajes que tarda-
precio simbólico, con la condición de que las habitaran y trabajaran por cinco ban seis meses podían transmitirse ahora en minutos. Sin embargo, el gran

L
años. Estas medidas estimularon aun más la demanda del mercado interno, al desarrollo de estos dos medios se dio recién en la década de 1850-60; para fines
generar una clase de propietarios que producían para el mercado y que consu- de ese período ya existía una red de casi 50.000 kilómetros de ferrocarriles y
mían productos manufacturados. El crecimiento del mercado interno se vio más de 75.000 kilómetros de telégrafos.

I
impulsado además por el gran aumento demográfico: entre 1776 y 1820 se En conclusión, la construcción de un sistema de transportes en gran escala luego

F
triplicó la población, llegando a 8.5 millones de personas. Al crecimiento natu- de 1820 permitió la formación de un mercado interno amplio e integrado, que
ral hay que sumar la creciente afluencia de inmigrantes: en los 30 años siguien- puso fin a la existencia de campesinos autosuficientes o poco vinculados al mer-
tes llegaron al país 2.5 millones de inmigrantes europeos. cado. Hay que destacar, sin embargo, que la red de transporte no creó la demanda,
Así, la existencia de abundantes tierras, la escasez de mano de obra y la deman- sino que vino a satisfacer una demanda ya existente y en expansión.


da del mercado tanto interno como externo fueron un gran estímulo para la A raíz de esta interrelación creciente algunas regiones se especializaron en un
innovación tecnológica: hacia 1850 se producían 5.000 segadoras mecánicas tipo de producción para el mercado y otras debieron reconvertirse. A modo de
solo en Chicago, mientras que en Europa prácticamente no eran utilizadas. ejemplo, la construcción del Canal Erie y de otros canales en el noreste permi-
Sin embargo, en las dos primeras décadas del siglo XIX, amplios sectores de la tió la importación masiva de trigo barato del Medio Oeste, lo que provocó la
población aún vivían en una economía de autoabastecimiento como campesi- crisis de los pequeños productores en Nueva Inglaterra; estos últimos abando-
nos aislados o produciendo algunos excedentes para los poblados cercanos. naron el cultivo de cereales y se volcaron a una producción frutihortícola y de
Excepto en los asentamientos ubicados sobre la costa este o sobre los ríos lácteos para las grandes ciudades del Este. Paralelamente, algunos poblados
navegables, la falta de transportes dificultaba el comercio para la mayoría de la que tenían una producción artesanal para el mercado local fueron desplazados
población. El crecimiento constante de la demanda llevó a que las grandes por la llegada de manufacturas más baratas del NE.
82 | JORGE WOZNIAK LA INDUSTRIALIZACIÓN EN ESTADOS UNIDOS | 83

El descubrimiento de oro en el Lejano Oeste en 1840 estimuló no solo una La Guerra de Secesión (1861-1865) que enfrentó a los Estados esclavistas del
migración masiva hacia la región sino que también generó un gran poder sur y a los abolicionistas del norte marcó un punto de inflexión en el desarrollo

M
adquisitivo, que se tradujo en la necesidad de importar numerosos bienes industrial. Mientras que los Estados del sur apoyaban una política librecambista,
del resto del país. Como consecuencia de esta nueva demanda, surgió la dado que eran exportadores de materias primas, los del norte exigían tarifas
necesidad de crear redes ferroviarias de alcance continental para vincular proteccionistas para su producción industrial. Aunque existe desacuerdo entre
los dos extremos del país. Así, hacia fines de la década de 1840 estaban los especialistas acerca de si la guerra estimuló o retrasó el crecimiento econó-

O
dadas las condiciones para el inicio de un acelerado proceso de industriali- mico, es indiscutible que durante ese período creció el apoyo gubernamental a
zación en Estados Unidos: mercado interno amplio y en crecimiento, red de la industria. Además, la demanda repentina estimuló la producción en serie y la
transporte en expansión, capitales disponibles, política favorable, divisas estandarización, inicialmente en el sector de armamentos.
generadas por exportaciones y abundancia de alimentos y materias primas. La derrota implicó numerosos cambios para los Estados del sur. Por un

C
lado, supuso el fin de la esclavitud y su reemplazo por un sistema de

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


aparcería, donde los libertos y los blancos pobres continuaban producien-
La gran industrialización a partir de 1850 do algodón para los antiguos plantadores. Por otro lado, el sistema de

.
transportes y financiero del sur pasó a ser controlado por empresarios

D
Si en la etapa anterior el transporte marítimo y la exportación de algodón y otros norteños. Solamente a partir del 80 comenzó un proceso de transforma-
cultivos habían sido el motor de la economía, a partir de 1850 la industria se ción económica más profunda, con la llegada de inversiones del norte que
transformó en el estímulo principal. Para ese momento la economía norteame- se dirigieron primero a la instalación de fábricas textiles y tabacaleras en

D
ricana llegó a lo que muchos economistas llamaron la etapa de despegue hacia algunas zonas, para luego diversificarse a otras ramas industriales. Se origi-
el crecimiento autosostenido. A modo de ejemplo, la producción de lingotes de nó entonces una creciente clase obrera, prácticamente inexistente hasta el
hierro, uno de los artículos característicos de la segunda Revolución Industrial, momento, y un acelerado proceso de urbanización. Ambos factores fueron

A
se cuadruplicó entre 1840 y 1860. Sin embargo, las empresas del período eran elementos de ruptura con las características rurales dominantes hasta en-
todavía de tipo arcaico: de capital familiar, producción relativamente limitada, tonces y dieron origen al llamado Nuevo Sur.
poco capital por unidad productiva, poca separación entre propiedad y control. No menos importante fue la transformación ocurrida más al oeste. Al

L
Solo las empresas ferroviarias o de canales escapaban a estas condiciones. Es- inicio de la guerra solo la mitad actual de Estados Unidos estaba ocupada
pecialmente las empresas ferroviarias, dada su magnitud, motivaron la concen- y en producción. Entre la costa del Pacífico y el oeste del Mississippi
tración de distintos capitales privados y la formación de la moderna corpora- existía una extensa región de planicies y montañas escasamente habitada

I
ción empresaria. Al mismo tiempo, dichas empresas tuvieron un efecto por diversas tribus, que resistieron tenazmente la conquista. Esta última

F
multiplicador sobre la economía: estimularon la producción de hierro, carbón y frontera, conocida como el Lejano Oeste, no era homogénea y era muy
madera y generaron el empleo de miles de personas, las cuales se transforma- diferente a la zona anteriormente colonizada del Medio Oeste. La mayor
ron simultáneamente en demandantes de más productos originados por la in- parte de la región estaba formada por planicies áridas, aunque en las proxi-
dustria liviana. Paralelamente, cada región a la que llegaban los ferrocarriles midades del Pacífico existían fértiles valles; ambas zonas estaban separa-


podía integrarse de manera más competitiva al mercado interno, debido a la das por la cadena montañosa de las Rocallosas y luego por las cadenas
caída en el costo de los fletes. montañosas del Pacífico, con amplios recursos mineros.
En un principio, los británicos realizaron grandes inversiones en los ferro- Mientras en el Medio Oeste predominaban las tierras negras con un régimen de
carriles, pero hacia fines del siglo menos de un tercio del capital invertido lluvias que incentivaba la producción agrícola en pequeñas propiedades, en el
en los mismos era de origen europeo. Lejano Oeste el clima árido favorecía la ganadería extensiva y por consiguiente
La magnitud de los capitales requeridos para construir las líneas férreas fue el desarrollo del latifundio. Sin embargo, el suelo de la planicie también podía
facilitada por el amplio apoyo estatal brindado: solo entre 1850-60 el gobier- aprovecharse para la agricultura si se hacían obras de irrigación. En dichas
no federal cedió 4.5 millones de hectáreas para construir 45 líneas, o suscri- zonas surgió un conflicto entre los ganaderos partidarios del latifundio y los
bió parte de las acciones de las empresas. granjeros defensores de la pequeña propiedad. Así, por ejemplo, en California
84 | JORGE WOZNIAK LA INDUSTRIALIZACIÓN EN ESTADOS UNIDOS | 85

surgieron primero grandes ranchos ganaderos y, después de la construcción de permitía ahorrar mano de obra e incrementar significativamente la produc-
ferrocarriles, latifundios dedicados al cultivo de frutales para el Este. La ley de ción. El inicio de la construcción de líneas férreas destinadas a conectar la

M
1862, que garantizaba el acceso gratuito a la tierra en pequeñas parcelas, fue costa este con la oeste, financiadas en parte por el Estado, estimularon aun
complementada por otras leyes que permitían el latifundio en zonas particular- más la demanda. Solamente en las planicies del Lejano Oeste, la construc-
mente áridas (leyes de 1873 y 1877); de esta manera en los treinta años posterio- ción de ferrocarriles se realizó por delante de la demanda: fueron las empre-
res a la Guerra Civil se poblaron más tierras que en toda la época anterior. sas ferroviarias las que estimularon la colonización en las regiones cercanas

O
Además de la producción agraria, el otro factor que atrajo población fueron a las líneas para crear una demanda de sus servicios. Hacia fines del siglo
las sucesivas “fiebres del oro” que se produjeron entre 1850 y 1880: miles XIX existían cuatro líneas transcontinentales, además de todos los ramales
de mineros se trasladaron hacia las zonas montañosas y crearon poblados en secundarios; para entonces Estados Unidos poseía la mayor red del mundo:
medio de la nada. Para 1890 todo el Lejano Oeste estaba definitivamente 300.000 kilómetros. Solo a partir de ese momento puede hablarse de un

C
colonizado y las tribus indígenas dominadas. De esta manera se acababa la mercado interno totalmente integrado, dado que el Lejano Oeste quedó

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


última frontera. vinculado de manera efectiva al resto de la economía nacional.
Existe una discusión acerca del impacto de la frontera sobre la economía y

.
la sociedad estadounidenses. Para algunos historiadores la frontera estimuló

D
el individualismo y la libre iniciativa. Para otros estudiosos tuvo profundos La concentración industrial a fines del siglo XIX
efectos democratizadores sobre la sociedad, al romper los nuevos grupos
humanos con las tradiciones y estructuras heredadas; las tendencias igualitarias La crisis económica internacional de 1873-1896, conocida como la Gran

D
se observaron en la legislación de algunos de los nuevos Estados surgidos Depresión, implicó una baja significativa en las tasas de ganancia. Como
en el oeste: el reconocimiento del sufragio femenino, la aplicación del refe- resultado de la misma se aceleró el proceso de concentración industrial que
réndum y de la iniciativa popular (propuesta de leyes por el pueblo). se había iniciado luego de la Guerra de Secesión. La competencia había

A
Además de los efectos democratizadores sobre la sociedad, los historiadores provocado la quiebra de muchas empresas familiares y la fusión de otras. El
han discutido los efectos económicos de la frontera sobre la industrialización paso inicial lo dieron las empresas ferroviarias, estableciendo acuerdos de
de Estados Unidos. Para algunos, cumplió un papel fundamental al satisfacer el tarifas o carteles y finalmente integrándose muchas de ellas en una sola

L
mercado interno con el suministro de carne y cereales baratos a los grandes empresa. En otras actividades se dio el mismo proceso. El ejemplo más
centros urbanos del Este. También la frontera actuó como una válvula que notorio fue el de John Rockefeller, quien logró que la casi totalidad de los
alivió las tensiones sociales en el Este, al estimular la migración de grandes dueños de refinerías petroleras aceptaran integrarse en una sola gran empre-

I
contingentes que buscaban transformarse en propietarios rurales. Esto originó sa, la Standard Oil. Así este trust horizontal logró controlar el 90% de la

F
un alza de salarios constante durante este período, que se relacionaría directa- refinación de petróleo del país; posteriormente inició una expansión vertical
mente con la aplicación de innovaciones tecnológicas por parte de los empresa- para controlar también la producción del combustible.
rios para ahorrar mano de obra. Por otro lado, el descubrimiento de metales Algo similar ocurrió en el negocio de la carne, donde Gustavus Swift co-
preciosos provocó una mayor circulación monetaria y creó mercados con un menzó a controlar todos los procesos de comercialización, con lo cual otros


amplio poder adquisitivo para los bienes industriales del Este y para los pro- rivales como Armour debieron seguir el mismo camino para poder competir.
ductores de alimentos. Asimismo la gran demanda de capitales, generada por Lo mismo ocurrió con la industria del acero: en 1900 J. P. Morgan controlaba
obras de infraestructura y por los centros mineros, originó en el Este una el 60% de la industria en Estados Unidos. En aquellas industrias con baja
demanda de capitales con altas tasas de interés. tecnología y uso intensivo de mano de obra sobrevivió la competencia, con
El otro estímulo económico estuvo dado por la gran construcción ferrovia- innumerables unidades de producción.
ria que siguió hasta después de 1890. La gran demanda de hierro y acero Frente a la concentración industrial, el Estado, presionado por la opinión
impulsó el desarrollo de acerías modernas desde los Apalaches hasta los pública, aprobó algunas leyes antimonopólicas para impedir el fin de la
Grandes Lagos, donde existían abundantes yacimientos de carbón y de mi- competencia, aunque con resultados discutibles. La participación del Esta-
neral de hierro. Allí se empleó el horno Bessemer que, si bien era costoso, do en el financiamiento de empresas privadas fue disminuyendo a medida
86 | JORGE WOZNIAK LA INDUSTRIALIZACIÓN EN ESTADOS UNIDOS | 87

que aumentaba la rentabilidad de las inversiones y surgía un mercado repobló. Aunque en el sur se extendió el esclavismo, este sistema no era
privado de capitales. En un principio la mayoría de los bancos eran de como el de las sociedades anteriores: por el contrario, el esclavismo fue

M
índole local y de carácter comercial, pero hacia 1880 surgieron bancos de producto de las demandas del mercado mundial y aplicado como forma de
inversión que comenzaron a canalizar fondos europeos o interregionales a solucionar rápidamente la escasez de mano de obra. Los latifundios esclavistas
largo plazo hacia las industrias; un ejemplo es la Banca Morgan, que termi- no eran autosuficientes sino que demandaban numerosos productos del ex-
nó controlando la industria siderúrgica. terior o de otras regiones del país, como manufacturas o alimentos del NE.

O
La formación de monopolios y oligopolios no fue contradictoria con un aumen- Otra diferencia significativa con la mayoría de las sociedades poscoloniales
to constante de la producción y de la productividad. Ese incremento fue acom- es que en Estados Unidos existió desde el origen un sistema político-legal
pañado por un cambio tecnológico significativo: de ser un país dependiente de que reconocía amplios derechos a la mayoría de los habitantes y formas de
la tecnología importada, en este período se transformó en un generador de autogobierno que fueron preparando el terreno para que los grupos revolu-

C
tecnología propia. El ejemplo más notorio es Thomas Alva Edison, pero simul- cionarios pudieran administrar el nuevo Estado, luego de la revolución de la

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


táneamente surgieron incontables innovadores anónimos. Uno de los motivos independencia. De hecho, la fundación de las colonias en Norteamérica es
que tradicionalmente se asocian con las constantes invenciones del período es contemporánea al proceso revolucionario que acaba en Inglaterra con el

.
la necesidad de ahorrar mano de obra, mucho más costosa que en Europa. La absolutismo y que reconoce al Parlamento, en tanto asamblea de represen-

D
existencia de una frontera abierta en el oeste (donde se podía ser propietario tantes del pueblo, el derecho a ejercer el poder legislativo. Mientras que en
con cierta facilidad) funcionaba como una válvula de escape para los sectores Inglaterra el requisito para votar se basaba en la posesión de un gran capital,
asalariados, lo que mantenía altos los salarios en el este, pese a la llegada de el sistema electoral aplicado para la elección en las asambleas coloniales era

D
millones de inmigrantes. Así el derroche de materias primas y energía era acep- mucho menos restrictivo, e incluso en algunas de ellas, durante los primeros
tado si esto permitía reducir la mano de obra empleada. tiempos, todos los varones adultos podían votar y ser votados.
El otro factor que explica los cambios tecnológicos está asociado al aumen- Este tipo de organización social liberal impidió que existieran grupos con

A
to demográfico. En 1880, la población del país era de 50.3 millones, mientras privilegios legales –como la nobleza en Francia o Alemania– que pudieran
que en 1900 llegaba a 76.1millones, lo que significa un incremento de más oponerse al capitalismo y a la industrialización; los que más se aproximaban
del 50% en 20 años; en ese mismo período ingresaron casi 10 millones de a esos grupos eran los terratenientes esclavistas, pero, como ya se explicó,

L
inmigrantes. El gran aumento de población en un plazo tan breve implicó la estaban plenamente inmersos en el mercado y en la búsqueda de lucro, y
necesidad de adecuar la producción para satisfacer la creciente demanda eran jurídicamente iguales a cualquier blanco pobre.
El cambio más notable en la producción industrial es la incorporación de la El surgimiento de Estados Unidos como país independiente coincidió con una

I
cinta transportadora y la producción en serie de acuerdo a patrones estándares coyuntura internacional muy favorable: las guerras originadas por la Revolución

F
para los mismos productos, lo que los hacía intercambiables. Francesa involucraron a numerosas potencias europeas y eliminaron la compe-
La gran expansión de la producción en la segunda mitad del siglo XIX tencia de posibles rivales o el peligro de una invasión. Al mismo tiempo la
transformó a Estados Unidos en la primera potencia industrial del mundo, Revolución Industrial generó una gran demanda de bienes primarios, especial-
desplazando a Gran Bretaña de ese lugar. mente de algodón. Esas exportaciones aportaron durante casi dos décadas in-


gresos constantes que fueron reinvertidos en la producción.
En Gran Bretaña, el Estado tuvo una participación marginal en la economía: no
Conclusión realizó inversiones directas ni subsidió empresas privadas (salvo algunas conta-
das excepciones); su participación activa consistió en crear un sistema legal
Estados Unidos nació a la vida independiente como sociedad capitalista, la favorable al capitalismo, en conquistar mercados y eliminar competidores. En
población aborigen fue expulsada o exterminada y su lugar fue ocupado por los territorios alemanes y en Estados Unidos se dio un proceso diferente: el
inmigrantes adaptados ya a una misma forma de vida capitalista. No hubo, Estado intervino activamente en la economía. En Estados Unidos, para com-
como en Latinoamérica, un intento de asimilación de las sociedades indíge- pensar la escasez de capitales, se permitió el surgimiento de sociedades por
nas o la pervivencia de estructuras tradicionales: se vació el territorio y se lo acciones de una forma mucho más fácil y frecuente que en Gran Bretaña,
88 | JORGE WOZNIAK LA INDUSTRIALIZACIÓN EN ESTADOS UNIDOS | 89

donde hasta 1840 se necesitaba un permiso del Parlamento para establecer este su fundación (principalmente en el NE) un sistema público de educación
tipo de sociedades. Además el Estado Federal y los distintos Estados y munici- gratuita que se generalizó con la independencia. Esto constituye una dife-

M
pios aportaron capitales para obras de infraestructura como carreteras, canales y rencia significativa con otros países contemporáneos, exceptuando los terri-
ferrocarriles, esenciales para la integración de un mercado nacional. torios alemanes que lo aplicaron con posterioridad. La existencia de una
Otra diferencia con el caso británico fue la política aduanera: mientras Gran población ampliamente instruida es, para algunos autores, la clave del rápido
Bretaña adoptó una política de librecambio con aranceles aduaneros míni- crecimiento industrial de Estados Unidos, no solamente porque generó una

O
mos –excepto en el comercio de cereales en 1815 por la competencia esta- mano de obra más capacitada sino porque creó un público consumidor más
dounidense–, Estados Unidos recorrió un camino inverso. En ese país las abierto a las innovaciones.
tarifas aduaneras se fueron incrementando desde la independencia hasta Otra diferencia en el proceso de industrialización es que mientras Gran
alcanzar un carácter abiertamente proteccionista en la reglamentación de Bretaña y los territorios alemanes eran expulsores de mano de obra, Estados

C
1816, aunque luego se produjeron algunos cambios. La política proteccio- Unidos fue un territorio de inmigración. Esta corriente alcanzó magnitudes

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


nista generó conflictos a partir de la década de 1830 con los sectores agra- extraordinarias durante el siglo XIX. Una característica de estos inmigrantes
rios del sur, los cuales disponían de materias primas exportables y por lo era su igualdad legal con los nativos. Además, la existencia de amplias exten-

.
tanto estaban interesados en obtener manufacturas importadas baratas. Este siones de tierras fiscales vendidas a bajos precios por el Estado favoreció el

D
conflicto, sumado al tema de la esclavitud, permite explicar la Guerra de surgimiento de una clase de pequeños propietarios rurales en las zonas
Secesión; al mismo tiempo, el triunfo de la burguesía del norte en esa guerra templadas de todo el Medio Oeste. Estos propietarios eran diferentes a su
permite entender el porqué de la persistencia de una política proteccionista, contraparte de la mayoría de Europa: en la medida en que la red de trans-

D
aun más acentuada en el período posterior al conflicto. portes lo permitía, eran productores inmersos en relaciones de mercado,
En el caso británico no se dio nada parecido: los grandes terratenientes que adquirían en la medida de sus posibilidades maquinarias para ampliar la
también participaron en empresas comerciales e industriales, y por eso la producción y ahorrar trabajo. Esta agricultura comercial se transformó en un

A
derogación de la Ley de Granos en 1846 no generó un perjuicio considera- rasgo distintivo del campo estadounidense y fue activamente apoyada por
ble a los grandes terratenientes, dado que poseían otras fuentes de ingresos los sectores industriales y comerciales del NE, en tanto generaba una am-
además del agro. pliación del mercado de alimentos y de consumo para los bienes industria-

L
Esa política aduanera es la expresión de una economía estructurada de for- les. El gran crecimiento poblacional durante todo el siglo XIX, con un gran
ma diferente a la británica: mientras que en Gran Bretaña el mercado exter- porcentaje de propietarios y de asalariados con mejores remuneraciones que
no fue fundamental para la importación de materias primas y el consumo de en Europa, proporcionó el mercado en expansión que necesitaba la econo-

I
los bienes manufacturados, en Estados Unidos el mercado externo propor- mía estadounidense para su industrialización. Gran Bretaña dependía del

F
cionó divisas pero fue mucho menos importante que el mercado interno. En mercado externo para gran parte de su producción industrial pero también
este último caso, la producción de alimentos y materias primas no solo pudo para el abastecimiento de alimentos y materias primas. En cambio, Estados
satisfacer la demanda interna sino que además dejó saldos exportables cre- Unidos tenía una abundancia de recursos naturales que hacía que su depen-
cientes durante todo el siglo XIX. La economía estadounidense creció en dencia del mercado mundial fuera mucho más limitada.


torno a un mercado interno que se habría fortalecido con la interrelación de Estas diferencias se hicieron evidentes durante la crisis de 1873, ya que tuvo
las regiones NE, Medio Oeste, Oeste y Sur, donde sus respectivas ofertas y efectos dispares sobre las distintas economías industrializadas. Mientras que
demandas se habrían complementado. Por otro lado, mientras la industriali- para Gran Bretaña implicó un retroceso en los niveles de producción, por-
zación británica implicó una reorganización del agro (cercamientos, expul- que muchos Estados adoptaron políticas proteccionistas y dejaron de im-
sión de pequeños propietarios, expansión de latifundios), en Estados Uni- portar bienes británicos, para Estados Unidos y Alemania implicó un creci-
dos la industrialización fue acompañada por una expansión de la pequeña y miento significativo en los volúmenes de producción (aunque no de las
mediana propiedad en la mayor parte del territorio, lo que generó una de- tasas de ganancia), en parte porque eliminó la competencia británica. Por
manda constante para la producción industrial de todo tipo. otra parte, la crisis aceleró un proceso de concentración industrial en los
A diferencia de Gran Bretaña, existía en las colonias desde poco después de dos últimos países, pues ya contaban con numerosas empresas por acciones,
90 | JORGE WOZNIAK ¿EL PLAN PERFECTO? LA INDUSTRIALIZACIÓN ALEMANA EN EL SIGLO XIX | 91

a diferencia de Gran Bretaña, que poseía una estructura de empresas de ¿El plan perfecto?
capital familiar. Sin embargo, mientras que en Alemania la formación de
La industrialización alemana en el siglo XIX

M
trusts y carteles estuvo estimulada por el Estado, en Estados Unidos ese
proceso de concentración no fue aceptado tan fácilmente y condujo a la
sanción de leyes antimonopólicas.
Cecilia E. Incarnato y Mercedes F. López Cantera

O
Bibliografía

C
En el curso de una sola generación, Alemania pasó de ser una colección de estados
económicamente atrasados que formaban un conglomerado político en el centro de

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Adams, Willi Paul, “Revolución y fundación del Estado nacional, 1763-1815”, en Adams, Willi
Europa, a constituir un imperio unificado de rápido avance gracias a una industria
Paul (comp.), Los Estados Unidos de América, Historia Universal Siglo XXI, vol. 30, México,

.
1984.
en acelerada expansión y fundada sobre una adelantada base tecnológica. […] Desde

D
Fohlen, Claude, La América anglosajona de 1815 a nuestros días, Barcelona, Labor, 1967. un punto de vista político, se abría una nueva era para Europa, que iba a llevar a las
Garraty, John A. y Gay, Peter, “Los Estados Unidos de 1789 a 1823” y “La expansión de la dos grandes guerras del siglo XX. Desde una perspectiva económica, iba a hacer
industrialización”, en Historia universal, vol. 4, Barcelona, Bruguera, 1981. surgir un nuevo monstruo industrial, capaz de tomar las riendas del continente y
Hobsbawm, Eric, “Hacia un mundo industrial”, en La era de la revolución, 1789-1848, Buenos desafiar la posición alcanzada por Inglaterra en los mercados mundiales.

D
Aires, Crítica, 1998. Tom Kemp, pp. 117
Killick, John R., “La revolución industrial en los Estados Unidos”, en Adams, Willi Paul (comp.),
Los Estados Unidos de América, Historia Universal Siglo XXI, vol. 30, México, 1984.

A
Luelmo, Julio, “El desarrollo de la agricultura en los Estados Unidos”, en Historia de la agricul-
tura en Europa y América, Madrid, Ediciones Istmo, 1975.
Sellers, Charles; May, Henry, y McMillen, Neil R., Sinopsis de la historia de los Estados Unidos, El estudio y la comprensión de la industrialización alemana implica introdu-
Buenos Aires, Fraterna, 1992. cirnos en una parte de la historia europea en la que la realidad económica,

L
Temperley, Howard, “Regionalismo, esclavitud, guerra civil y reincorporación del sur, 1815- política y social distaba de manera radical de la Europa que hoy conocemos.
1877”, en Adams, Willi Paul (comp.), Los Estados Unidos de América, Historia Universal Siglo Debemos remontarnos al complejo de reinos, ducados y principados de
XXI, vol. 30, México, 1984.

I
habla germánica que mucho después, en 1871, se unirán para formar el
Imperio Alemán.

F
Este modelo de industrialización presenta rasgos particulares. A diferencia
de Inglaterra y Francia, no estamos hablando de un Estado consolidado.
Tanto la presencia de relaciones de producción feudales o serviles como el


predominio de la actividad primaria, se daban en la mayor parte de estos
pequeños estados que luego formarían parte de la unión alemana. Por lo
tanto, el desarrollo protoindustrial no era igual en todas las regiones de
habla germánica; así como en algunas pocas zonas se encontraba presente,
en otras era nulo. A pesar de ello, hacia 1890 Alemania se constituía como
una potencia industrial, al margen de su desarrollo de poco más de cincuen-
ta años y de su joven unificación política.
La industrialización de un país no constituye un proceso rápido y sencillo.
Mucho menos en un caso con las particularidades que acabamos de señalar.
92 | CECILIA E. INCARNATO Y MERCEDES F. LÓPEZ CANTERA ¿EL PLAN PERFECTO? LA INDUSTRIALIZACIÓN ALEMANA EN EL SIGLO XIX | 93

Por ello, hemos dividido el análisis de este desarrollo capitalista alemán en La dominación napoleónica tuvo dos consecuencias relevantes. En primer
diferentes etapas que dan cuenta de cómo fueron transformándose las rela- lugar, la influencia de sus reformas políticas extendidas a todo el territorio

M
ciones sociales de producción y de los cambios en el comportamiento de dominado. Se trataba de una legislación de marcada orientación liberal. El
los distintos factores de producción. dictado del Código Civil Napoleónico establecía, entre otras cosas, la liber-
tad e igualdad ante la ley y la protección a la propiedad privada. Cancelaba el
impuesto progresivo a las ganancias y garantizaba el predominio de los im-
Entre Napoleón y el “camino prusiano”: hacia la industrialización

O
puestos indirectos, instalando así un régimen fiscal que protegía las ganan-
(1815-1833) cias de la burguesía industrial y comercial, favoreciendo sus intereses en
detrimento del sector trabajador. Además, se promulgaron leyes punitivas
La historia económica y política alemana antes de su industrialización estuvo contra las huelgas, manteniéndose en vigencia la Ley Chapelier de 1791

C
signada por procesos muy diferentes de los modelos de Inglaterra y Francia. contra asociaciones de trabajadores, actitud que no distaba demasiado de la

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


El predominio de las clases propietarias tradicionales o señoriales que per- conducta del gobierno inglés con respecto a su clase obrera.
sistían en las regiones de habla germánica, así como en toda la Europa del La invasión napoleónica significó el desplazamiento de las aristocracias de

.
Este, impedía la existencia de un avanzado desarrollo protoindustrial, que su posición de poder en los territorios europeos invadidos. Pero cuando el

D
permitiera tener una burguesía moderna capaz de hacer frente a las relacio- Imperio Napoleónico fue desmembrado en 1814 tras su derrota frente a
nes sociales de producción feudales. En esa región del continente tuvo Inglaterra, la vuelta al poder de los regímenes monárquicos dio lugar a una
lugar entre el siglo XVI y el XVIII –en paralelo a la transición capitalista imponente restauración. La misma significó una reacción antiliberal que se

D
inglesa– un proceso conocido como “Segunda Servidumbre”. Este consis- inició con la firma del Tratado de Viena en 1815 y la constitución de la
tió en un reforzamiento de las relaciones feudales, por el que los señores llamada Santa Alianza, que consistió en un pacto de asistencia mutua entre
extendieron sus propiedades y con ello incorporaron a la población existen- todas las aristocracias europeas, que habían sido depuestas por el régimen

A
te allí como siervos. napoleónico, para la restitución de sus regímenes. Todo esto terminó por
En relación a los territorios de la futura Alemania, la casta militar y terrate- frenar el desarrollo autónomo de la burguesía en los territorios germanos
niente conocida como junkers ejercía el control económico y político, y sos- más avanzados.

L
tenía su producción agraria en base a la explotación servil de la población Sin embargo, la ocupación napoleónica en dichos estados permitió con su
campesina. En el este, los junkers mantenían relaciones de servicio personal legislación que en algunas zonas de Prusia se impulsaran producciones agrí-
a modo de tributo feudal. En otras zonas, como el oeste y el centro, también colas orientadas hacia una práctica más o menos capitalista. El caso prusiano

I
se mantenían relaciones de producción de ese tipo aunque el tributo podía merece mención aparte, ya que el tributo en dinero o en especies que los

F
ser exigido en metálico. La producción agraria que dominaba la economía terratenientes prusianos recibieron de los campesinos acomodados posibili-
germana no era a gran escala ni estaba orientada al mercado. Se realizaba tó que ampliaran y mejoraran su economía y adoptaran nuevos métodos de
para la subsistencia y para constituir el excedente que los señores o junkers cultivo. La gran demanda creciente de productos agrícolas (sobre todo de
extraían de los siervos, con el único objetivo de sostener su nivel de vida. cereales) por parte de Inglaterra permitió la inserción de estos terratenientes


Esta situación se mantuvo hasta la irrupción del Imperio Napoleónico (1799- en el intercambio comercial mundial. Así surgió el llamado camino prusiano.1
1815). Entre los cambios realizados por estos terratenientes, la ampliación de sus
La región que ocupaban los Estados de habla germánica constituyó parte áreas de cultivo hizo que no solo recurrieran a mano de obra servil sino
del llamado Imperio Napoleónico. La Revolución Francesa iniciada en 1789 también, y cada vez más, a mano de obra asalariada. El camino prusiano del
no concluyó en ese año ni se limitó al territorio de Francia. La revolución desarrollo capitalista fue la adaptación lenta de relaciones serviles/feudales de
tenía como objetivo su expansión al resto de Europa, pero terminó en 1799
con el golpe de Estado dado por Napoleón Bonaparte, quien aprovechando
la expansión territorial, ocupó casi todo el viejo continente y se coronó 1 V. Lenin, El desarrollo del capitalismo en Rusia, y La cuestión agraria, en Obras Completas, Madrid,
como emperador en 1806. Su imperio se extendió hasta Rusia, incluyendo Ayuso Akal, 1975.
por lo tanto a los Estados germánicos.
94 | CECILIA E. INCARNATO Y MERCEDES F. LÓPEZ CANTERA ¿EL PLAN PERFECTO? LA INDUSTRIALIZACIÓN ALEMANA EN EL SIGLO XIX | 95

producción al capitalismo ante la no existencia de un campesinado libre todos los Estados de habla germánica, excepto el Imperio Austríaco, pro-
(como es el caso del “camino americano”).2 De esa manera, se llevó a cabo moviendo la creación de un mercado común alemán (abolió todas las tarifas

M
una explotación racional de la propiedad terrateniente orientada hacia el y fronteras aduaneras internas) e imponiendo un arancel exterior común
comercio exterior, explotación realizada por trabajadores que si bien perma- fijado por Prusia. Sin embargo, lo que potenció la unificación económica es
necían legalmente como siervos, en los hechos fueron convirtiéndose en que esta se vio acompañada por la mejora de las comunicaciones con el
asalariados. Esto posibilitó una acumulación originaria de capital en manos ferrocarril.3 A partir de la década de 1850, el ferrocarril fue adquiriendo un

O
de los junkers; es decir, los cambios que fueron capitalizando a la economía peso cada vez más considerable en la economía nacional. Si bien las prime-
germánica no se realizaron por fuera del poder terrateniente. ras vías y locomotoras se importaron con el capital acumulado por la expor-
Para la década de 1820, los Estados que más tarde formarían la futura Ale- tación de cereales, el extendido total de la red ferroviaria se logró por medio
mania se encontraron con un incipiente desarrollo de relaciones capitalistas de un proceso de eslabonamientos hacia atrás y hacia adelante que inyectó

C
de producción en el campo prusiano y el resistente predominio del modo de un gran impulso al desarrollo de la metalurgia y de la siderurgia locales.

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


producción feudal en el resto de sus regiones. Cabe señalar que el gran Esto, sumado a la combinación de innovaciones tecnológicas, importantes
obstáculo para la expansión de la agricultura comercial y el desarrollo de las rebajas en las tarifas de transporte por tren y la producción masiva en cons-

.
relaciones de producción capitalistas era la existencia de barreras aduaneras tante aumento. Para 1870 las vías férreas habían logrado integrar a todas las

D
entre los diversos Estados. Las barreras económicas y políticas de la región zonas productoras del Zollverein de norte a sur y de este a oeste, permitiendo
germánica evitaban la consolidación de un mercado interno. Era necesaria la producción en masa de las regiones industriales.
una unificación. Hierro, carbón y acero tuvieron un papel fundamental en el crecimiento de

D
la industria impulsada por la llegada del ferrocarril. Hasta la década de 1840,
la producción de hierro era aún muy atrasada. Recién a mediados del siglo
De la unificación económica a la unificación política: etapa Zollverein XIX, esta industria experimentó un fuerte impulso en las zonas del Ruhr y

A
(1833-1871) Silesia, cuando comenzó a usarse la fundición con coque. Entre 1850 y
1870, la producción de hierro se cuadriplicó. Por su parte, el carbón –para
Durante la segunda mitad del siglo XIX, tanto en Europa como en gran algunos estudiosos, la clave de la rápida industrialización alemana– debió

L
parte de América Latina tuvo lugar el proceso de constitución de los Esta- esperar las inversiones inglesas, francesas y belgas para su expansión. A
dos nacionales. 1871 fue el año de la unificación alemana. Como sabemos, la partir de la década de 1850, los ricos yacimientos de la cuenca del Ruhr
formación de un estado implica también el desarrollo de una economía tuvieron un gran crecimiento. Para 1860 se desarrolló la producción de ace-

I
fuerte, tanto en su mercado interno como en sus actividades económicas ro, con la adopción del sistema Bessemer y, un tiempo después, con la

F
externas. En muchos casos, la unificación económica fue posterior a la uni- introducción del proceso Siemens-Martin. Sin embargo, recién hacia la dé-
ficación política. Por el contrario, en el caso germano la consolidación de cada de 1880 el proceso Gilchrist-Thomas provocó un fuerte impulso a la
una economía interna fuerte antecedió a la formación del Estado-nación. industria siderúrgica alemana. El acero germánico superó al británico en
En este proceso resultó vital la unión aduanera de 1833, conocida como 1885 y en 1914 lo duplicó.4


Zollverein. El Zollverein significó un gran impulso para dos cuestiones: la con- Este elevado desarrollo fue generando un particular complejo industrial. El
solidación del capitalismo industrial y el fortalecimiento de Prusia como tipo de actividades realizadas que implicaban una inversión inicial abundan-
director económico y político de los Estados que esta unión incluyó. Creada te, orientó a las industrias germánicas hacia la concentración de capital,
en 1833 y ratificada en 1834, la unión comercial y aduanera incluyó a casi fenómeno que analizaremos más adelante. Los ritmos económicos de me-

2 Conocido también como modelo farmer, a través del cual el Estado norteamericano fo- 3 Rondo Cameron, Historia económica mundial. Desde el paleolítico hasta la actualidad, Madrid,
mentó la colonización de la zona del medio oeste y oeste en base a la pequeña y mediana Alianza, 1990, p. 285.
propiedad (ver yeomen democracy). 4 R. Cameron, op. cit., p. 286.
96 | CECILIA E. INCARNATO Y MERCEDES F. LÓPEZ CANTERA ¿EL PLAN PERFECTO? LA INDUSTRIALIZACIÓN ALEMANA EN EL SIGLO XIX | 97

diados del siglo XIX mostraban un alto índice de competencia internacional mayor desarrollo industrial. Este movimiento protagonizado por la joven
y una elevada industrialización, ya no centrada en Inglaterra sino también en clase obrera germánica se extendió por toda Prusia hasta llevar su reclamo

M
Francia y en Estados Unidos. Los Estados germánicos, principalmente Prusia, al rey en marzo de 1848. A pesar de que la clase obrera estaba en ascenso, la
se enfocaron hacia la producción de bienes de capital, cada vez más decidi- burguesía consolidó un pacto con el sector terrateniente lo que permitió
dos a la competencia en el mercado externo. Ello fue conformando un que la alianza entre la monarquía y el sector productor llamara a elecciones
complejo de sectores interdependientes por el proceso de concentración de indirectas, excluyendo a las masas de la participación en la elección de la

O
capital. En resumen, no fue la presencia de un sector único lo que caracte- Asamblea Nacional Prusiana. La llamada “contrarrevolución aristocrática”
rizó los inicios del despegue industrial alemán (como fue el caso de Inglate- permitió que el poder del desarrollo político permaneciera en manos de la
rra con el algodón), sino el desarrollo e interrelación existente entre la nobleza, y mantener a la burguesía como beneficiaria y protagonista del
construcción del ferrocarril, el carbón, la metalurgia y la siderurgia, y la crecimiento económico, pero alejada de las decisiones del Estado.

C
construcción de maquinaria. 5 En este punto, cabe remarcar que En 1854 se fundó el Steuverein, un compromiso de unión política a futuro

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


enfrentamientos bélicos como la Guerra de los Ducados de 1864 y la Gue- firmado entre los países germanos del norte, los mismos que participaban
rra Austro-Prusiana de 18666 resultaron un gran incentivo para las industrias del Zollverein. Ello constituyó un medio para sentar las bases de la futura

.
citadas. unión política pangermánica, lo que significó la sanción de un conjunto de

D
Mención aparte merecen el papel de los junkers prusianos y los procesos leyes comunes que dinamizaron el desarrollo del joven mercado interno y
político-sociales previos a la unificación. Cabe señalar que fue la aristocra- del mercado externo. Como ejemplo, podemos citar la Ley Profesional de
cia prusiana quien inició el fomento de la industrialización del país. Promo- junio de 1869 que suprimía la obligación corporativa. Otro ejemplo es el del

D
vieron la difusión de maquinarias y técnicas de producción extranjeras –que tratado de “la nación más favorecida” con Francia de marzo de 1862, que
ya venían utilizándose en Prusia– en toda la unión aduanera. La toma del entró en vigor en enero de 1870, y consistía en que si uno de los firmantes
thaler (moneda prusiana) como unidad monetaria facilitó el intercambio co- negociaba un tratado con otro país, la otra parte del tratado se beneficiaría

A
mercial, ahora sin ningún tipo de obstáculo político. En 18487 tuvo lugar un de forma automática de cualquier arancel más bajo concedido al tercer país.8
movimiento revolucionario en el distrito del Rhin, que constituía la zona de En cuanto a la clase obrera alemana, el origen de muchos de los sindicatos
se ubica en la década de 1840, con las asociaciones de artesanos. A pesar del

L
impulso recibido por la influencia de las revoluciones del 48 habría que
5 T. Pierenkemper, La industrialización en el siglo XIX, Madrid, Siglo XXI, 2001, p. 94. esperar a la segunda mitad del siglo XIX para que la clase obrera germana
6 En la Guerra de los Ducados, Prusia y Austria se enfrentaron contra Dinamarca, que fue comenzara a consolidarse. Recién durante la expansión económica del pe-

I
derrotada y debió ceder parte de su territorio a los dos Estados victoriosos. Luego de esta ríodo 1860-1873 la formación de sindicatos, de cooperativas, de socieda-

F
guerra, los acuerdos que establecieron la cesión de los ducados para Prusia y Austria gene-
raron las tensiones que desencadenaron la Guerra de las Siete Semanas o Guerra Austro-
des amistosas, adquirió una considerable importancia. Fueron los obreros
Prusiana. más calificados y mejor pagos los primeros que se incorporaron a la activi-
7 A principios de 1848 una oleada revolucionaria sacudió a Europa, desde el Atlántico al dad sindical con el objetivo de luchar contra el patrón y de defender sus
Elba y de Escandinavia a Sicilia. Las causas generales de dicho proceso volvían a reprodu- posiciones y sus prácticas frente a los obreros menos calificados y los


cir los esquemas anteriores: unas fuerzas sociales y unas ideologías reprimidas –liberalismo extranjeros.9
y nacionalismo en las monarquías absolutas, y democracia burguesa en los regímenes par- Rasgo característico de los obreros germanos fue la organización de las
lamentarios de Occidente–, una conflictiva situación social por la pervivencia de privile- asociaciones de educación, bajo la dirección de la alta burguesía y del Steuverein.
gios feudales en algunos países o por la aparición de nuevos conflictos producto del
Para 1862, ya había comenzado a hablarse del concepto de lucha de clases.
afianzamiento del capitalismo industrial, y una profunda crisis económica, que dejó en
evidencia los graves desajustes de unas estructuras socioeconómicas en radical proceso de
transformación. A partir de los sucesos de 1848, la burguesía pasó de ser una fuerza
revolucionaria a defender el orden social establecido. A pesar de su potencia, las revolucio- 8 R. Cameron, op. cit., p. 324.
nes del 48 fueron sofocadas. Sin embargo, y a pesar de su derrota, el panorama político de 9 D. Geary (comp.), Movimientos obreros y socialistas en Europa, antes de 1914, Madrid, Ministerio
Europa ya no sería el mismo. de Trabajo y Seguridad Social, 1992, p. 157.
98 | CECILIA E. INCARNATO Y MERCEDES F. LÓPEZ CANTERA ¿EL PLAN PERFECTO? LA INDUSTRIALIZACIÓN ALEMANA EN EL SIGLO XIX | 99

En 1863 se reunió el primer congreso de esas asociaciones. Lasalle10 pondría miento imperial alemán. Hábil político y estratega, Bismarck –nombrado
en discusión el sistema electoral vigente promoviendo el sufragio universal canciller en 1871– favoreció el predominio político y económico de Prusia.

M
y la creación de un Estado de cooperativas de producción. A favor de la Terminada la guerra, y una vez que los Estados del sur accedieron al pedido
asociación autónoma de clase, fundó en Leipzig la Unión Alemana de los de Prusia de ingresar en la Confederación del Norte,12 no le fue difícil a
Trabajadores en 1863. En 1869, socialistas antilasallanos crearon el Partido Bismarck conseguir que los restantes soberanos alemanes le ofreciesen la
Socialdemócrata. Poco después fue prohibido y estuvo proscripto durante corona imperial a Guillermo I.

O
más de diez años. La Iglesia también se hizo presente en los intentos de Veinticinco Estados constituyeron el Imperio en el que se destacaría, por
influenciar a las asociaciones obreras o de crearlas. encima de todos, Prusia. Los príncipes de tales Estados ejercieron una auto-
ridad muy restrictiva en cuanto a política interior; al káiser (o emperador)
correspondía la dirección de la política exterior, además de tener el poder

C
“Modelo terminado”: el Imperio Alemán (1871-1914) de declarar la guerra y suscribir tratados. Desde el punto de vista económi-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


co, el Reich (el Estado) se consolidó en tres etapas. La primera, con la crea-
En 1871 nació el Imperio Alemán bajo la hegemonía de Prusia, cuyo rey ción de la unión aduanera, el Zollverein; la segunda, consistió en su formación

.
Guillermo I se transformó en el emperador de Alemania. La consolidación política o fundación; y la tercera, a partir de 1871, en la que el país accedió a

D
del imperio fue precedida por la guerra franco-prusiana (1870-1871). El en- la posición de supremacía industrial en la Europa Occidental. Para esta
frentamiento bélico se desencadenó a causa de un supuesto aliento que la última época el desarrollo de la industria y del comercio avanzó a pasos
Francia de Napoleón III estaba dando en los Estados sureños del Zollverein agigantados, favorecido por la supresión de trabas legislativas y por la afluencia

D
contra los Estados del norte. Esos Estados se resistían al predominio políti- de capitales externos, en especial de Francia, en concepto de contribución
co de Prusia y mantenían una relación más estrecha con Austria, a la que el de guerra.
naciente desarrollo industrial prusiano y el comercio entre los Estados del El sentido de la organización, el gran desarrollo educativo y los avances de

A
norte venía perjudicando. su ciencia y, sin duda, el rol desempeñado por el Estado hicieron que Ale-
La guerra contribuyó a fomentar un sentimiento de pertenencia nacional mania muy pronto sobresaliera en el contexto de crecimiento económico de
entre los Estados germanos, sentimiento que acompañó el proceso de la Europa Occidental de fines del siglo XIX.

L
unificación política. Así, los integrantes del Zollverein conformaron un nuevo El alto nivel de concentración económica que desarrollaron las empresas
y potente estado-nación. Tras la derrota, Alemania se anexó Alsacia y alemanas –como luego se explica– dio una notable fortaleza al sector em-
Lorena, dos de las provincias francesas más pujantes. Exceptuando la agri- presarial frente a las reivindicaciones de los trabajadores. Frente a una situa-

I
cultura, la industria textil era una de las más desarrolladas entre sus pro- ción de intransigencia patronal y de un Estado proclive a la defensa de los

F
ducciones locales. En estos nuevos dominios del Estado alemán se con- intereses propietarios, los obreros industriales encontraron en el Partido
centraban más de la mitad de los husos existentes en todo el país y la Socialista alemán y en los sindicatos socialistas una alternativa para la defen-
mayoría de los telares mecánicos. En definitiva, Alemania contó con una sa de sus intereses. Ante el crecimiento de este partido y tras la evidencia de
industria textil de creciente prosperidad como consecuencia del aporte de que las leyes represivas eran infructuosas para evitar el avance de los socia-


las nuevas provincias.11 listas, Bismarck llevó a la práctica un considerable programa laboral con
Otto von Bismarck, cuyo protagonismo político databa desde 1862, fue el medidas beneficiosas para los trabajadores. En 1883 el Reichstag (o Parlamen-
“hombre fuerte” detrás del enfrentamiento y el principal artífice del renaci- to) aprobó una ley del seguro de salud que ofrecía un máximo de trece
semanas de cuidados médicos, en cualquier año, a sus beneficiarios. En los

10 Ferdinand Lasalle (1815-1864). Fundador de la Unión Alemana de los Trabajadores, pro-


ponía el dominio del Estado por la clase obrera a través de mecanismos reformistas/ 12 Asociación de los Estados de habla germánica fomentada por Bismarck, entonces canci-
electorales. ller prusiano, que excluyó a los Estados del sur y a Austria. Duró desde 1867 hasta la
11 Gilbert Badia, Historia de la Alemania contemporánea, Buenos Aires, Futuro, 1964. unificación del Imperio en 1871.
100 | CECILIA E. INCARNATO Y MERCEDES F. LÓPEZ CANTERA ¿EL PLAN PERFECTO? LA INDUSTRIALIZACIÓN ALEMANA EN EL SIGLO XIX | 101

años subsiguientes, se sancionaron leyes del seguro contra accidentes, la tos. En lo que hace a la concentración de grandes capitales, los alemanes
ancianidad y la invalidez. La dimensión de la acción del Estado alemán en el llevaban la delantera en ese proceso: las seis firmas alemanas más importan-

M
rubro social fue de tal magnitud que su experimento fue imitado por otras tes tenían inversiones de dos millones y medio de libras, en tanto que el
naciones europeas antes de que terminara el siglo. La famosa “política de total de la industria inglesa alcanzaba apenas al medio millón. Desde media-
masas”13 bismarckiana permitió mantener al Imperio alejado de una apertura dos del siglo XIX los germanos se habían adelantado en el desarrollo de la
liberal. Cabe aclarar que esta política de contención social fue parte de una química orgánica y esa ventaja se notaba en la expansión de su industria. A

O
concepción conservadora de la relación Estado-clases, vinculada a la idea – fines del mismo siglo, también su industria eléctrica se transformó en el otro
muy difundida en ese entonces entre las clases dominantes– del “cambiar sector más importante. La iluminación y el transporte urbano, y –ya a princi-
para que nada cambie”. pios del siglo XX– los motores eléctricos, constituyeron un verdadero estí-
Una vez unificada, Alemania se lanzó a luchar para quitarle el predominio mulo para esta actividad.

C
económico internacional a Gran Bretaña. Como hemos señalado, las bases Por su base científica, las industrias química y eléctrica pudieron utilizar el

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


de la expansión industrial del país fueron creadas por el desarrollo de sus sistema universitario alemán con gran provecho. La formación científica
industrias pesadas: los ferrocarriles, la flota mercante y la industria de bienes germana adoptó rasgos de la educación francesa. Sin embargo, un número

.
de capital, tanto para el mercado interno como para el externo.14 También, se mucho mayor de estudiantes –si lo comparamos con el sistema francés–

D
priorizó a las industrias más modernas, en particular, la de colorantes sintéti- pudo acceder a la preparación técnica en Alemania. El desarrollo universita-
cos, logrando convertir al país en el primer productor y exportador mundial. rio no fue el único fuerte del sistema; también ayudó la creación de institu-
A principios del siglo XX, Alemania dominaba el 90% del total del mercado ciones educativas medias, especialmente las llamadas escuelas técnicas. A su

D
de colorantes. vez, el sistema de educación superior alemán resultó ser un modelo a seguir
La química auxilió a otras industrias ya establecidas, como la alimenticia. por países de gran desarrollo económico, como Francia o Inglaterra, sobre
Durante las décadas de 1830 y 1840, se inició en Alemania el estudio cientí- todo en materia de preparación científica.15

A
fico del suelo con lo que se logró mejorar la producción agrícola de forma Investigación científica, protección mediante patentes y concentración fue-
notable. Podemos decir que agricultura e industria científicas se desarrolla- ron los tres pilares sobre los cuales se asentó la industria alemana. El liderazgo
ron casi de manera conjunta, y en este rubro los alemanes también se desta- industrial fue compartido entre los científicos y los financistas. Incluso los

L
caron. A partir de 1880, la industria de tintes sintéticos promovió el desarro- bancos tenían sus propios consejeros científicos. Los descubrimientos vin-
llo de la industria química sintética en general. Se fabricaron fármacos como culados al abaratamiento del acero, como el ya nombrado método Thomas y
la aspirina, la novocaína y la sacarina (el primer edulcorante sin calorías). Gilchrist, posibilitaron el uso de los yacimientos con alto contenido de

I
Muy pronto la industria farmacéutica alemana alcanzó fama mundial. fósforo. Esto permitió el aprovechamiento de los yacimientos de Lorena,

F
La industria alemana era un signo de cómo habían cambiado los tiempos. ubicando a Alemania en una posición de supremacía como productora de
Entre 1880 y 1914 los talleres industriales pequeños (cinco obreros o me- acero. No solo desarrolló tecnología, también adoptó con rapidez avances
nos) se redujeron a la mitad en el Imperio, en tanto que las fábricas grandes técnicos como la prensa hidráulica, el telégrafo y el teléfono.
(con más de 50 obreros) llegaron a duplicarse. Las empresas industriales El Estado también favoreció la organización de concentraciones empresa-


eran más grandes y empleaban un número de obreros cuatro veces superior riales para acordar el reparto de beneficios y formar grandes unidades pro-
al total de 1880. Este movimiento fue común a todos los países industriales, ductivas, eliminándose así la competencia. Estos fueron los carteles, carac-
fomentando así la eficacia, multiplicando la producción y rebajando los cos- terísticos de Alemania, como el Cartel Renano-Westfaliano del carbón. Tam-
bién en la producción de hierro y de acero, y en las industrias eléctrica y
química, las empresas alemanas rápidamente adoptaron la estrategia de con-
13 Eric Hobsbawm, “Las fuerzas de la democracia”, en La era del capital, Buenos Aires, centración. Así como en Estados Unidos y en Gran Bretaña el derecho civil
Crítica, 1998.
14 Gustav Stolper, Historia económica de Alemania (de 1870 a 1940). Problemas y tendencias, México,
Fondo de Cultura Económica, 1942, p. 48. 15 R. Cameron, op. cit., p. 260.
102 | CECILIA E. INCARNATO Y MERCEDES F. LÓPEZ CANTERA ¿EL PLAN PERFECTO? LA INDUSTRIALIZACIÓN ALEMANA EN EL SIGLO XIX | 103

prohibía asociarse para restringir el comercio, en Alemania los carteles eran Del imperialismo a la guerra (1885-1914)
legales y había que aceptarlos. No solo no detuvieron el crecimiento de la

M
producción nacional, sino que, incluso, la favorecieron. Los alemanes com- Tanto las necesidades de una Europa industrializada como la potencia eco-
binaron carteles con tarifas arancelarias proteccionistas a partir de la década nómica de diversos grupos capitalistas provocaron una nueva expansión
de 1880. Esas tarifas hacían que el Estado mantuviera los precios de los colonial. Desde 1815 hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial, la
productos de los carteles relativamente altos. Como este tipo de empresas expansión imperialista se desarrolló en dos etapas separadas por las conse-

O
controlaba el mercado interno, esos precios encarecidos les permitían ex- cuencias de la Conferencia de Berlín (1884-1885), fomentada por Bismarck.
portar a precios bajos, muy competitivos para el mercado internacional.16 Allí se regularon las relaciones internacionales del reparto de África entre
A las prácticas monopólicas hay que sumarle la rápida adopción de la estra- las potencias europeas.
tegia de concentración o integración vertical que constituyó un sello característico En la primera fase, en especial desde la década de 1870, se planteó la expan-

C
de las empresas alemanas. El objetivo era dominar todos los pasos de la sión y penetración en los territorios coloniales; desde 1884, en cambio, se

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


producción, desde la extracción de la materia prima hasta, si era posible, la desarrolló la explotación y organización de los mismos, al tiempo que culmi-
comercialización final del producto. La fábrica de cañones Krupp, en Essen naban los repartos en el congreso citado.17 Este fue el comienzo de la llama-

.
–la región más rica en carbón–, es un buen ejemplo de esta modalidad. da Paz Armada, período lleno de contradicciones y rivalidades internaciona-

D
Por su parte, la banca alemana era considerada una auxiliar de la industria y les que aumentaron con el correr del tiempo, que se extendió entre 1871 y
el comercio, y proporcionaba créditos baratos para fomentar su crecimiento. 1914. La aparición de nuevos Estados continentales en el último tercio del
La revolución de la banca alemana consistió en que su formación ocurrió en siglo XIX alteró significativamente el equilibrio territorial establecido por

D
función del desarrollo industrial. El fuerte del sistema bancario alemán im- los tratados europeos de paz en 1815. Por otra parte, la expansión comercial
pulsado a partir de la segunda mitad del siglo XIX fue el banco por acciones y política de Europa en otros continentes incidió de manera singular en las
universal o mixto, con el objetivo de otorgar créditos comerciales a corto relaciones globales de las distintas potencias. Esas continuas tensiones entre

A
plazo e inversiones a largo plazo, es decir, como banca de fomento de la Estados llevaron a que cada gobierno destinara muchos recursos a la pro-
iniciativa privada. De esta manera, comercio, inversión y producción se au- ducción de armamento. Si bien no hubo conflictos abiertos entre los países
naron en este sistema que necesitaba del control de un banco central para su europeos durante esos años, la paz era solo una apariencia detrás de la cual

L
funcionamiento efectivo. El Reichsbank, fundado en 1875 en parte gracias a la crecía la posibilidad de un choque armado. La situación de hostilidad entre
ayuda del capital hijo de la indemnización francesa, consolidó la estructura Estados creó un complejo sistema de alianzas: la Triple Entente (1909),
de un sistema bancario que a principios del siglo XX se podía considerar formada en principio por Francia, Rusia y Gran Bretaña, y la Triple Alianza

I
como el más importante a nivel internacional. (1882), integrada por Alemania, el Imperio Austro-Húngaro e Italia.

F
El complejo empresarial alemán que quedó establecido en el último cuarto El conservadurismo de Bismarck a favor de la Paz Armada obstaculizó los
del siglo XIX se enmarcaría en un nuevo contexto. Entre 1880 y 1914 Euro- intereses de los comerciantes alemanes, ya que frenaba el aumento de la
pa atravesó una etapa de cambios políticos, sociales y económicos. Así lo expansión promovida por ese sector. No era un temor irrelevante: un mayor
demuestran la evolución interna de los Estados y las relaciones entre ellos, avance sobre nuevos territorios coloniales podría acarrear conflictos béli-


la expansión de la Segunda Revolución Industrial y la subsiguiente crisis de cos que interrumpirían la consolidación y el desarrollo económico del jo-
1873-1896. El mundo nunca había experimentado un desarrollo tan impor- ven imperio. El sistema bismarckiano del equilibrio armado entre los países
tante de sus fuerzas materiales, del ritmo de crecimiento demográfico o del imperialistas se mantuvo por cuatro décadas. La destitución del Canciller de
nivel de expansión económica como el que se dio entonces. Sin embargo, la Hierro (tal era su apodo) en 1890, a causa de sus discrepancias con el empe-
sombra de la guerra asomaba detrás de este proceso. rador Guillermo II, marcó el fin de un ciclo diplomático y el avance de la

17 Véase en este libro el capítulo de Marcela Lippi: “El imperialismo: un análisis de la socie-
16 R. Cameron, op. cit., p. 290. dad capitalista de los siglos XIX y XX”.
104 | CECILIA E. INCARNATO Y MERCEDES F. LÓPEZ CANTERA ¿EL PLAN PERFECTO? LA INDUSTRIALIZACIÓN ALEMANA EN EL SIGLO XIX | 105

gran burguesía industrial alemana en los intereses coloniales del Estado. Sin Lenin, Vladimir, El desarrollo del capitalismo en Rusia, en: Obras Completas, Madrid, Ayuso Akal,
la tradición colonial de otros Estados europeos, y con una unificación polí- 1975.
Lenin, Vladimir, La cuestión agraria, op. cit., 1975.

M
tica de fecha tardía, Alemania tuvo que basar su expansión en las crecientes
Pierenkemper, Toni, La industrialización en el siglo XIX. Revoluciones a debate, Madrid, Siglo XXI,
necesidades de su desarrollo económico para buscar nuevos mercados y
2001.
fuentes de aprovisionamiento. Stolper, Gustav, Historia económica de Alemania (de 1870 a 1940). Problemas y tendencias, México,
A partir de 1880, la corriente imperialista estaba muy desarrollada entre Fondo de Cultura Económica, 1942.

O
importantes sectores de la burguesía europea, pero en especial en la germana;
se comprende, entonces, que la conferencia que debía regular la culmina-
ción del reparto de África se llevara a cabo en Berlín. Desde ese momento,
Alemania penetró en África, compitiendo, además, con otras potencias

C
imperialistas en el Pacífico. Así, desde 1884-1885 y hasta el final de la Gran

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Guerra, el imperio colonial alemán se centró fundamentalmente en el su-
deste asiático y en África. Las posibilidades exportadoras del resto de los

.
países industriales –entre los que se destacaba Inglaterra– se vieron reduci-

D
das por este avance.
Entre 1891 y 1914, las relaciones internacionales se caracterizaron por el
continuo expansionismo imperialista y por el fortalecimiento de los lazos

D
diplomáticos y militares entre los Estados. Las tensiones en el plano de la
competencia económica se fueron poco a poco trasladando al plano colo-
nial, provocando de esta manera que el temor del viejo canciller Bismarck

A
se hiciera realidad. Las distintas corrientes políticas, que habían fundamenta-
do el proceso de consolidación de muchos Estados, le agregaron a la lucha
económica un plano complementario de enfrentamiento: el de las pasiones

L
nacionales.
A principios del siglo XX, sin una política diplomática que sostuviera el
equilibrio internacional, las tensiones y rivalidades entre estos Estados-po-

I
tencias llevarán inexorablemente hacia la guerra.

F
Bibliografía


Badia, Gilbert, Historia de la Alemania contemporánea, Buenos Aires, Futuro, 1964.
Brunn, Geoffrey, La Europa del siglo XIX (1815-1914), México, FCE, 1988.
Cameron, Rondo, Historia económica mundial. Desde el paleolítico hasta el presente, Madrid, Alianza,
1990.
Droz, Jaques, La época contemporánea. Restauraciones y revoluciones (1815-1871), Buenos Aires, Eudeba,
1966.
Efimov, V., Historia de la época del capitalismo industrial, Buenos Aires, Problemas, 1941.
Engels, Federico, Revolución y contrarrevolución en Alemania, Buenos Aires, Polémica, 1960.
Hobsbawm, Eric, La era del capital. Buenos Aires, Crítica, 1998.
Hobsbawm, Eric, La era del imperio, Buenos Aires, Crítica, 1998.
La primera crisis mundial del capitalismo y su
recomposición (1850-1914)

M
Nahuel Jalil

CO

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


El período que comenzó a mediados del siglo XIX y finalizó en 1914 estu-

.
vo caracterizado, a grandes rasgos, por combinar una rápida expansión del

D
capitalismo (hasta 1870), la emergencia de la primera crisis de la historia del
capitalismo (1873), y la recomposición del sistema económico hacia 1890
que encontró un nuevo límite en la Primera Guerra Mundial iniciada en
1914. En este sentido, los cambios producidos en el desarrollo económico

D
capitalista implicaron fuertes variaciones en la estructura económica mun-
dial que condicionarían el desenvolvimiento económico durante todo el
siglo XX.

A
El sistema capitalista había experimentado una etapa de vigoroso crecimien-
to y expansión en Gran Bretaña debido a los cambios producidos por la
Revolución Industrial desde fines del siglo XVIII. Había logrado desarro-

L
llar el sistema de fábrica y un aumento importante de la producción vincula-
do en una primera etapa a la producción textil, y en una segunda etapa a la

I
producción del hierro y el ferrocarril e industrias relacionadas. Sin embargo,
tales avances no se generalizaron sino hasta 1850, momento en el que, a

F
partir de la expansión del comercio internacional y del comercio a larga
distancia y la consiguiente incorporación de nuevos países al mercado mun-
dial, se produjo la difusión de las innovaciones originadas en Gran Bretaña a
otros países como Alemania y Estados Unidos, y más tarde a Japón, lo que


permitió que estos países pudieran desarrollar un proceso de industrializa-
ción que, en relativamente poco tiempo, les proporcionó la posibilidad de
disputarle el dominio del comercio mundial a Gran Bretaña.
Así fue que el período 1850-1870 estuvo caracterizado por la superación
paulatina de los diversos obstáculos naturales que impedían la comunica-
ción y el transporte marítimo y terrestre de personas y bienes. La difusión
del ferrocarril y el barco a vapor facilitó y proporcionó medios más baratos,
rápidos y seguros para el desarrollo del comercio a media y larga distancia
108 | NAHUEL JALIL LA PRIMERA CRISIS MUNDIAL DEL CAPITALISMO Y SU RECOMPOSICIÓN (1850-1914) | 109

permitiendo que el transporte de todo tipo de mercaderías se extendiera a industrializados. Asimismo, articuló la relación en el mercado internacional
los que en la era preindustrial eran circuitos comerciales de los bienes de entre los países denominados “desarrollados” y “no desarrollados”. Esto

M
lujo o “suntuarios”. generó que la economía capitalista adquiriera una fisonomía desigual: por un
Esta etapa expansiva del capitalismo (1850-1870) implicó un aumento en la lado, aquellos países que producto de la expansión de la Revolución Indus-
producción mundial que necesitó e impulsó el desarrollo del mercado mun- trial se establecieron como productores y exportadores de productos manu-
dial. En los países de industrialización más reciente se promovieron políti- facturados (los “desarrollados”); por el otro, los que se consolidaron como

O
cas económicas que imponían aranceles aduaneros para las importaciones productores y exportadores de materias primas (los “no desarrollados”) que
con el fin de proteger las distintas producciones nacionales. No obstante, en dependían del desarrollo y comercio de los países desarrollados, dado que
el caso británico, esta expansión estuvo acompañada del impulso a políticas toda su economía se encontraba orientada a la producción y el comercio de
librecambistas que implicaban la no implementación de impuestos al comer- uno o varios productos primarios. Ejemplo de este proceso fue la

C
cio de los diferentes bienes o su disminución todo lo que resultara posible, estructuración de Argentina como productor de trigo y carne durante 1880-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


a fin de permitir un intercambio de productos a muy bajo costo. La estructu- 1930 lo que originó que se la denominara el “granero del mundo”.
ra económica británica tenía ciertas características específicas que la condi- La expansión del capitalismo a nuevos países, y su consiguiente incorpora-

.
cionaban a impulsar tales medidas: un mercado interno limitado, el papel ción al mercado mundial, implicó el surgimiento de una clase de empresa-

D
preponderante de las importaciones de materias primas para sus industrias y rios capitalistas en estos países que llevaron a cabo los procesos de indus-
alimentación (algodón, lana, carnes, trigo, entre otros), y la necesidad de trialización. En paralelo se desarrolló y consolidó su clase antagónica, que
compensar su balanza de pagos con exportaciones “invisibles” (venta al compone el otro polo de la relación social capitalista: la clase obrera. El

D
exterior de servicios de transporte, comerciales y financieros) e inversiones surgimiento de la clase obrera fue anterior a este período, no obstante du-
extranjeras. Gran Bretaña logró imponer en el mercado mundial la reduc- rante todo el siglo XIX se produjeron conflictos en diferentes países como
ción de las tarifas proteccionistas a un punto tan bajo entre 1860 y 1870 que Francia, Alemania e Italia, entre otros,1 que expresaban las primeras reivindi-

A
se llegó a configurar un comercio mundial de librecambio casi general . caciones en pos de la participación política de este nuevo actor fundamental
La expansión del librecambismo tenía sus bases de apoyo en los más impor- para el sistema capitalista. Sin embargo, no fue hasta 1864 que la clase obrera
tantes teóricos económicos de la época: Adam Smith y David Ricardo. Am- (o al menos una parte de ella) de los diferentes países europeos

L
bos defendían la liberalización del comercio internacional y compartían el industrializados se reunió con el fin de coordinar y discutir respuestas polí-
principio de división del trabajo, tanto hacia el interior en la organización de las ticas conjuntas a los problemas específicos que emergían en cada uno de
empresas como hacia el exterior en la organización de las relaciones comer- ellos. Fue en este momento en el que emergió la Asociación Internacional

I
ciales entre las naciones. Por un lado, Smith concebía que la intervención de los Trabajadores (AIT), temática que se desarrollará más adelante.

F
del Estado en el comercio debía limitarse a lograr un mercado de competencia
perfecta en el que los bienes se intercambien libremente. Por otro lado, Ricar-
do forjó el concepto de ventajas comparativas. Este concepto establecía que La “gran depresión” de 1873, la primera crisis del capitalismo
cada país debía producir lo que le era más ventajoso en relación con los


otros países en el mercado internacional. Es decir que si un país contaba La expansión en la etapa 1850-1870 encontró su límite en la que fue denomi-
con grandes extensiones de tierra fértil y, por lo tanto, le resultaba más fácil nada “gran depresión” por sus contemporáneos, y significó la primera crisis
y más barato (por lo tanto, más rentable económicamente) producir produc- mundial del sistema capitalista desde su instauración como sistema econó-
tos agrícolas (trigo, arroz, oliva, etc.) antes que industriales, se especializaría mico hegemónico a nivel mundial. Cabe preguntarnos: ¿por qué es conside-
en la producción de productos agrícolas y le compraría los productos in- rada una crisis mundial? Porque afectó a la economía de todos los países
dustriales a otro país, al que sí le resultase más barato y fácil producirlos.
Esta concepción liberal del comercio internacional se mantuvo como prin-
cipio rector del pensamiento económico durante todo este período, y hasta 1 Ver E. Hobsbawm, “La primavera de los pueblos”, en: La era del capital: 1848-1875,
1930, estructurando la incorporación al mercado mundial de los países no Barcelona, Crítica, 2003, pp. 21-40.
110 | NAHUEL JALIL LA PRIMERA CRISIS MUNDIAL DEL CAPITALISMO Y SU RECOMPOSICIÓN (1850-1914) | 111

que formaban parte del comercio internacional, es decir, tanto a los “desa- extranjera en Latinoamérica.2 Esta contradicción se explica por la caracterís-
rrollados” como a los “no desarrollados”. tica específica de esta crisis: el déficit estuvo vinculado a la caída en forma

M
La crisis iniciada en 1873 irrumpió en un escenario cualitativamente diferen- acelerada de los precios, no de la producción. Un ejemplo que permite
te del que se había desarrollado en épocas anteriores en la economía mun- dimensionar este fenómeno es el hecho de que entre 1873 y 1896 “los
dial. Las relaciones de intercambio en el mercado mundial entre los diferen- precios descendieron en un 40 por 100 en el Reino Unido”.3 La depresión
tes países durante todo el siglo XIX propugnaron la integración e interde- de los precios en forma amplia y prolongada, deflación,4 se produjo por un

O
pendencia entre sus economías y, por lo tanto, la paulatina universalización aumento permanente de la producción que se combinó con la incapacidad
de los cambios económicos. Este cambio era expresión de la nueva época, de adecuación de la estructura productiva por parte de las diferentes indus-
ya que previo a la industrialización las crisis eran provocadas por fenóme- trias impidiendo la reducción de los costos, lo que generó una disminución
nos naturales (largos períodos de sequías o inundaciones que perjudicaban de la tasa de ganancia y de los beneficios de los empresarios.

C
la producción agrícola, que era la base de las sociedades preindustriales) La expansión del capitalismo y, por consiguiente, la consolidación de una

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


que afectaban la posibilidad del desarrollo y/o sostenimiento de la oferta. clase obrera que adquiría cada vez más predominancia en las sociedades
En cambio, con las sociedades industriales las crisis pasaron a vincularse al europeas generaron las condiciones para el desarrollo de una herramienta

.
problema de la demanda, debido a que con el aumento de la producción y organizativa con el propósito de nuclear a los obreros. El primer paso para

D
del comercio entre los diferentes países la oferta estaba garantizada. este objetivo se dio en Londres en 1864, cuando se conformó un comité que
El desarrollo del capitalismo –y sus crisis recurrentes, de la que esta no fue tenía como finalidad redactar un programa y estatutos para la naciente Aso-
más que la primera–, fomentó la construcción de teorías que fuesen capaces ciación Internacional de Trabajadores (AIT), posteriormente conocida como

D
de explicar las continuas fluctuaciones del sistema. Con este objetivo se la Primera Internacional, cuyo principal objetivo era actuar como organismo
elaboraron una serie de teorías económicas basadas en la dinámica del co- de comunicación entre las diferentes reivindicaciones y luchas que llevaban
mercio y el dinero en las que se establecía que el desarrollo capitalista está adelante los obreros en los países de Europa. La composición de este orga-

A
atravesado por la existencia de ciclos de diferente duración: los ciclos deno- nismo incluía a las tendencias ideológicas más diversas de los movimientos
minados “cortos” de entre dos y tres años de duración; los ciclos “medios” obreros europeos: los tradeunionistas británicos, emigrados políticos de di-
(o ciclos “Juglar”) de entre ocho y diez años; los “largos”, también denomi- ferentes nacionalidades (italianos, polacos, húngaros, alemanes como Karl

L
nados “ciclos Kondratiev”, de 50 años de duración. Cada ciclo estaba com- Marx) y los proudhonianos franceses, entre otros.
puesto por cuatro fases: crecimiento, auge, recesión y depresión. No obs- En su momento de apogeo, la AIT nucleó a una buena cantidad de obreros
tante, el desarrollo del capitalismo así comprendido estaría caracterizado franceses y británicos. Sin embargo, en su mayoría los agrupados en dicha

I
por dos grandes fases, que se suceden entre sí continuamente: una fase organización provenían de los antiguos oficios que habían entrado en deca-

F
expansiva, de aumento de la producción, el empleo, los precios y los benefi- dencia con la Revolución Industrial (principalmente el textil) y no de las
cios, en cuyo punto máximo se ubica el auge; y una fase contractiva caracteriza- nuevas fábricas emergentes de este proceso. Los efectos de su intervención
da por el descenso de los indicadores de la fase expansiva y en cuyo punto fueron dispares. En el caso de Gran Bretaña su influencia fue reducida,
de mayor baja se encuentra la crisis. mientras que “tuvo un gran eco entre las organizaciones obreras del conti-


En este sentido, la crisis de 1873 se desató con la caída de la Bolsa de nente, debido a que intervino varias veces con éxito en las huelgas y creó
Valores en Viena y la quiebra del banco Jay Cooke and Company de Filadelfia una organización internacional de resistencia”.5
(Estados Unidos), y se expandió rápidamente a las economías industriales
más importantes del mundo. Esta crisis fue percibida por los intelectuales, 2 E. Hobsbawm, La era del imperio, 1875-1914, Buenos Aires, Crítica, 1998.
economistas y “hombres de negocios” de la época como un período de 3 E. Hobsbawm, op. cit., p. 45.
crisis general económica que parecía afectar todos los aspectos de la econo- 4 La deflación se relaciona con otros dos conceptos importantes vinculados a los precios:
mía. Sin embargo, tal como lo plantea Eric Hobsbawm, entre 1870 y 1890 inflación y desinflación. Mientras que la inflación implica un aumento rápido de los pre-
hubo una gran expansión de la producción y un crecimiento de la inversión cios, la desinflación implica el desaceleramiento de este proceso.
5 J. Droz, Historia del socialismo, Barcelona, Edima Editor de Materiales, 1968, p. 20.
112 | NAHUEL JALIL LA PRIMERA CRISIS MUNDIAL DEL CAPITALISMO Y SU RECOMPOSICIÓN (1850-1914) | 113

Las diferencias ideológicas al interior de la Asociación Internacional de los competidoras. Tal fue el caso de Argentina, Canadá, Australia y, ni más ni
Trabajadores estuvieron presentes desde el inicio. En este sentido, las prin- menos, Estados Unidos con sus exportaciones de trigo y harina que se

M
cipales controversias fueron las de Karl Marx (1818-1883) tanto con Pierre- dispararon de 8 millones de dólares en 1850 a 226 millones de dólares en
Joseph Proudhon (1809-1865) como con Mijail Bakunin (1814-1876). Las di- 1880.7 Por todo esto, el sector agrícola fue uno los que más reclamaron ser
versas posiciones se expresaban tanto en el terreno teórico (el problema de protegidos por el Estado, debido a que fue el sector más perjudicado por la
la propiedad privada y su disolución, por ejemplo) como en el aspecto caída de los precios, y los productores rurales vinculaban esta caída a la

O
metodológico de la acción política (principalmente a partir de la centraliza- expansión del mercado internacional y la creciente entrada de productos del
ción de la AIT que Marx defendía y con la que Bakunin no estaba de extranjero que competían con su producción. Un claro ejemplo de lo que
acuerdo). Estas disidencias se agudizaron y empeoraron con los planteos en implicó la crisis de 1873 en el campo fue el hecho de que el precio del trigo
torno al levantamiento de “la Comuna” de 1870 en Francia. La AIT se disol- se redujo en un 60% durante todo el período.

C
vió hacia 1876, producto de las diferencias ideológicas que hacían imposible Otro de los sectores afectados fuertemente por la deflación fue el indus-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


la coordinación de acciones políticas, objetivo por el cual había sido creada. trial. Este sector demandó el aumento de los gravámenes aduaneros a los
Sin embargo, su importancia fundamental radicaría en haberse convertido en productos manufacturados que se importaban de otros países industrializados.

.
el medio difusor de las ideas comunistas y reivindicaciones obreras en toda Esto generó un resurgimiento de medidas proteccionistas en países que

D
Europa.6 habían adoptado una política librecambista en los años previos a la crisis. Tal
fue el caso de Alemania, que en 1879 sancionó una nueva ley arancelaria
que desencadenó otras del mismo estilo en países como Estados Unidos,

D
La crisis y el proteccionismo: alcances y límites Francia, Italia, el Imperio Austro-Húngaro y Rusia. Esta sucesión de medi-
das implicó el fin de la época del predominio librecambista y del predominio
La situación generada por la deflación y la consecuente caída de los benefi- de Gran Bretaña en su papel de productor de bienes manufacturados.

A
cios impulsó a los productores europeos (tanto agrícolas como industriales) Ahora bien, la idea de una “vuelta al proteccionismo” no implicó la clausura
a presionar a los gobiernos de sus países para que restablecieran aranceles del comercio internacional. La implementación de medidas de ese tenor se
proteccionistas que les permitieran protegerse de la competencia extranjera limitó tan solo a aquellos países que tenían bienes y/o industrias para prote-

L
en el mercado interno. Es decir, pretendían asegurarse de que su produc- ger y que estaban industrializados o en pleno proceso de industrialización.
ción se pudiera vender en el mercado interno a partir de aranceles que En cambio, aquellos que eran exportadores de manufacturas (Gran Bretaña
gravasen y encareciesen las importaciones. principalmente) o de bienes primarios (como Argentina) y dependían del

I
El proceso de innovaciones tecnológicas desarrollado durante la Revolu- comercio mundial no aplicaron las tarifas proteccionistas. Además, el creci-

F
ción Industrial, y que fue trasladado al sector agrícola, permitió un aumento miento del comercio a nivel mundial se mantuvo en alza durante este perío-
considerable de la productividad, lo que dio como resultado el paulatino do indicando que, lejos de estancarse, los intercambios se mantuvieron acti-
incremento de la oferta mundial de estos productos. Sin embargo, este au- vos a pesar de la crisis de 1873.
mento no había tenido mayores consecuencias en el campo europeo hasta


mitad del siglo XIX porque la dificultad para desarrollar el comercio inter-
nacional, por la falta y el alto costo de medios de transporte de larga distan- La crisis y las empresas: concentración económica y cambios en la
cia, impedía la competencia entre los diferentes países productores. Esta organización y el proceso de trabajo
situación cambió profundamente a partir de la expansión de los ferrocarriles
y el barco a vapor desde mediados del siglo XIX, porque permitió la incor- La crisis de 1873 afectó a todos los ámbitos de la sociedad. Hasta aquí se ha
poración al mercado mundial de nuevas economías que se transformaron en analizado el proteccionismo como una de las respuestas dadas por los Esta-

6 J. Droz, op. cit. 7 R. Cameron, Historia económica mundial, Madrid, Alianza Editorial, 1990.
114 | NAHUEL JALIL LA PRIMERA CRISIS MUNDIAL DEL CAPITALISMO Y SU RECOMPOSICIÓN (1850-1914) | 115

dos nacionales a esta problemática. En el campo empresarial, las medidas en muy poco tiempo el crecimiento de las grandes empresas fue tan impor-
para afrontar la crisis no se hicieron esperar y se dieron dos procesos impor- tante que estas llegaron a generar casi la mitad de la producción total anual

M
tantes: la concentración económica y el desarrollo del modelo de “gestión de Estados Unidos.11
científica” al interior de las fábricas. El proceso de concentración facilitó e incentivó la proliferación de acuer-
El proceso de revolución industrial adquirió un nuevo impulso en las últi- dos y asociaciones entre las pocas empresas de una determinada rama indus-
mas décadas del siglo XIX producto de la combinación de las innovaciones trial, con el objetivo de controlar el mercado, imponer los precios más con-

O
tecnológicas que tuvo como resultado el surgimiento de nuevas fuentes de venientes y asegurarse mayores beneficios. El resultado de esto fue el surgi-
energía: la electricidad y el petróleo. La gran cantidad de innovaciones (que miento de economías signadas por la emergencia de los trusts –resultado de
incluyeron el nacimiento de la industria automovilística y de la química, las la fusión de empresas que producen un mismo producto en una sola, lo que
“grandes empresas”, el taylorismo y el fordismo, etc.) y los cambios que tiende a formar grandes empresas que ejercen el monopolio del producto–,

C
produjeron ha llevado a algunos autores a considerar esta etapa (1870-1914) y los carteles, que refieren a acuerdos informales entre empresas de un mis-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


como la “Segunda Revolución Industrial”.8 Sin embargo, tal como lo propo- mo sector que se realizan con el fin de reducir o eliminar la competencia en
ne E. Hobsbawm, “la nueva revolución industrial reforzó, más que sustitu- un mercado determinado. Ambos procesos se ubican en la denominada con-

.
yó, a la primera”.9 centración horizontal, es decir, la unión de empresas de una misma industria

D
El empleo de la electricidad estuvo vinculado, en un primer momento, a la que operan en la misma etapa de producción del producto. Mientras que
iluminación. Posteriormente, se extendió su uso como fuerza motriz. En el otra de las formas que adquiere la concentración es la que se da en forma
caso del petróleo, su utilización como fuente de energía se desarrolló a vertical, que implica la fusión de empresas de la misma industria que operan

D
inicios del siglo XX a partir del surgimiento del motor de combustión inter- en diferentes etapas del proceso de producción, lo que permite el aumento
na (también denominado motor a explosión) y el complejo mecánico-petro- de las ganancias de las empresas a partir de que controlan la producción de
lero que permite aprovechar las múltiples cualidades de esta fuente energé- los insumos necesarios en las diferentes etapas, lo cual resulta en la reduc-

A
tica “no renovable”. En estas industrias más dinámicas, y las derivadas de la ción de los costos y de los intermediarios. Esta segunda posibilidad puede
aplicación práctica de las innovaciones (como la automotriz, armamentos y llevar a que la concentración se produzca de dos maneras diferentes:
transporte), fue donde se manifestó inicialmente el proceso de concentra- -hacia atrás, lo que implica que la empresa adquiera el control sobre las

L
ción de empresas. Posteriormente se extendió hacia otras ramas industriales, etapas de producción previas a la elaboración final del producto (como por
generando un descenso de la cantidad de empresas, en paralelo con un ejemplo la obtención de las materias primas);
aumento en la producción, consolidando las tendencias hacia la creación de -hacia adelante, si la empresa que fabrica el producto también asume la distri-

I
monopolios u oligopolios. En este sentido, Maurice Dobb detalla: “la cre- bución y comercialización del mismo.

F
ciente concentración de la producción, especialmente en la industria pesada, La culminación de todo este proceso es la conversión de grandes empresas
estaba echando los cimientos de una mayor centralización de la propiedad y en corporaciones que poseen dentro de su estructura varias unidades de pro-
del control de la política económica”.10 Un ejemplo de este proceso es el ducción, que despliegan diferentes tipos de actividades económicas y co-
caso de Estados Unidos, donde en 1904 las empresas grandes representaban mercializan sus productos en distintos lugares del planeta.


el 0,9% del total y generaban el 38% de la producción total del país, mien- El proceso de concentración se presentaba como contrario al pensamiento
tras que en 1909 constituían el 1% y producían el 43,8% del total. Es decir, económico de la época, que defendía la libre competencia en beneficio de
los consumidores. Sin embargo, la respuesta al mismo fue diferente según el
contexto de cada país: mientras que en Estados Unidos se sancionó una ley
8 M. I. Barbero, “El nacimiento de las sociedades industriales”, en: Julio Aróstegui, Cristian
Buchrucker y Jorge Saborido (dirs.), El mundo contemporáneo: historia y problemas, Buenos
antitrust como la Sherman Act (1890), cuya eficacia para impedir la concen-
Aires-Barcelona, Biblos-Crítica, 2001, pp. 67-118. tración económica fue relativa, en Alemania los carteles eran apoyados por
9 E. Hobsbawm, La economía cambia de ritmo, Buenos Aires, Crítica, 1998, p. 61.
10 M. Dobb, “La Gran Depresión”, en: D. Landes (ed.), Estudios sobre el nacimiento y desarrollo 11 V. I. Lenin, El imperialismo, fase superior del capitalismo, Buenos Aires, Ed. Libertador, 2005 (1ª
del capitalismo, Madrid, Ayuso, 1971, p. 176. edición 1916).
116 | NAHUEL JALIL LA PRIMERA CRISIS MUNDIAL DEL CAPITALISMO Y SU RECOMPOSICIÓN (1850-1914) | 117

el gobierno. En definitiva, este proceso iniciado en la segunda mitad del empresarial con los especialistas de la ciencia era la única forma capaz de
siglo XIX se transformó lentamente en el rasgo distintivo del desarrollo cumplir con los propósitos que se había trazado.

M
capitalista durante el siglo siguiente y arrasó con la competencia de mercado Resumiendo, la administración científica desarrollada por Taylor tiene como
y con las pequeñas empresas en beneficio de las grandes empresas y de la principales bases los siguientes elementos:
posibilidad de las mismas de reducir los costos y aumentar sus ganancias. - la descomposición del trabajo de los obreros en tareas diseñadas y
La otra cara de este proceso de reducción de costos se vinculó al avance cronometradas por la dirección empresaria, que serían cada vez más

O
sobre los niveles de productividad de la mano de obra existentes hasta ese sencillas y específicas;
momento. El surgimiento de la “gestión científica” o “taylorismo” en Esta- - el traslado del control y la planificación del proceso productivo a la
dos Unidos, que luego se extendió a otras partes del mundo, afectó este gerencia (management), lo que implicaba que el sector empresario asu-
aspecto de la producción y generó un nuevo tipo de relación entre capital y mía una posición más activa a partir de monopolizar el conocimiento, y

C
trabajo. generaba una división definitiva entre lo que era el “pensamiento” y la

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


En Estados Unidos, hacia mediados del siglo XIX, las empresas compartían “ejecución” de las tareas;
algunos rasgos importantes: eran “atendidas por sus propios dueños” (es - el pago de salarios diferenciados según los resultados obtenidos y que

.
decir, los propietarios eran también quienes las dirigían), estaban caracteri- cumplían la función de incentivos a la producción.

D
zadas por ser talleres con escasa mecanización y con un número promedio En conclusión, el taylorismo promovió el aumento de la intensidad del
de trabajadores inferior a diez (8 ó 9) e implementaban la tecnología dispo- trabajo, lo que generó una reducción de los costos y un incremento de
nible hasta ese entonces. Todo este contexto implicaba que la producción las ganancias para los sectores empresariales, y la descualificación de los

D
dependiera de un obrero que desarrollaba un trabajo semiartesanal y que obreros, a partir de la simplificación y segmentación de las tareas, lo que
debía tener un alto rango de calificación para poder producir. Estas caracte- los transformó en fácilmente reemplazables y, por lo tanto, abarató su
rísticas de las fábricas ubicaban al obrero en el centro de la producción, le contratación.

A
otorgaban un papel protagónico que se derivaba de ser quien ostentaba los Los principios del taylorismo fueron retomados en los inicios del siglo XX
conocimientos técnicos del oficio y por lo tanto podía decidir cuánto y por el empresario estadounidense Henry Ford, que profundizó el manejo de
cómo se podía producir. Esta situación le restaba posibilidades al empresa- los tiempos por parte de la gerencia y la división y simplificación de las

L
rio de realizar cambios en los ritmos de trabajo y de aumentar la producción tareas de los obreros a partir de la aplicación a la producción en la fábrica de
en caso de considerarlo necesario. Este tipo de fábrica encontró su límite las innovaciones tecnológicas, lo que hoy conocemos como “fordismo”.
ante la caída de los precios provocada por la crisis de 1873, la imposibilidad Una de las innovaciones propuestas por Ford fue la organización de la

I
de acrecentamiento de la producción, y el consecuente descenso de benefi- producción en forma de “línea de montaje”. Su carta de presentación fue el

F
cios. Los empresarios hallaron en el taylorismo una nueva estrategia econó- automóvil Ford T (en 1918), que combinó un muy bajo costo y la posibilidad
mica que les permitió afrontar las nuevas problemáticas. de ser producido en grandes cantidades, lo que permitió por primera vez en
El ingeniero norteamericano Frederick W. Taylor estaba interesado por au- esta industria llevar adelante la producción masiva. La línea de montaje que
mentar la productividad de la industria para lo cual desarrolló, en 1890, un implementó Ford para la producción requirió una cadena de montaje, cuyo


estudio pormenorizado de las funciones al interior de la fábrica y midió el ritmo era impuesto por la gerencia, que trasladaba la pieza principal y sobre
tiempo que tomaban las mismas a través de un cronómetro. Su objetivo era la cual los trabajadores, ubicados en línea uno al lado del otro, ensamblaban
eliminar aquellos movimientos inútiles o mal realizados por los obreros, a las otras piezas a la principal. Esta innovación permitió a la gerencia impo-
los que denominaba “lentitud sistemática” y que, según sus propias palabras, ner los tiempos de producción a partir del control y regulación del ritmo de
los trabajadores adoptaban “con la intención expresa de mantener a sus circulación de la cadena de montaje; y estos ritmos posibilitaron la reduc-
empresarios ignorantes de la velocidad real a que puede realizarse el traba- ción a lo mínimo necesario de los tiempos muertos y, por lo tanto, aumentaron
jo”.12 Para esto, consideraba que la vinculación práctica entre la gestión la productividad de la mano de obra.
Para hacer posible la implementación de la cadena de montaje, y como una
12 F. W. Taylor, Management científico, Madrid, Orbis S. A., 1984. profundización de los principios tayloristas, Ford dividió y simplificó aun más
118 | NAHUEL JALIL LA PRIMERA CRISIS MUNDIAL DEL CAPITALISMO Y SU RECOMPOSICIÓN (1850-1914) | 119

las tareas de los obreros y paralelamente necesitó producir piezas que fueran en África y Asia que se denominaron “zonas de influencia”, protectorados,
iguales (estandarizadas) para que pudieran ser intercambiables entre sí. Esta etc., que abarcaban territorios como Marruecos, Vietnam, China, entre otros,

M
estandarización barrió con toda idea o proceso de trabajo artesanal que podía y que permitían la existencia de independencias nominales o políticas for-
haber quedado al interior de la fábrica, para impulsar la producción en serie. En malmente limitadas. El proceso de colonización fue tan importante que ha-
definitiva, fue la aplicación de las innovaciones tecnológicas al área de la pro- cia 1914 casi todo el territorio y la población mundial estaban bajo dominio
ducción lo que permitió que el fordismo redujera aun más la complejidad de las colonial de las grandes potencias.

O
tareas, con la consiguiente descualificación de los obreros. Durante este período, el único continente que no fue afectado por esta
expansión fue el americano. Esto se debió a que en América Latina la domi-
nación económica por parte de las grandes potencias estaba garantizada sin
La crisis y el “imperialismo”: interpretaciones contemporáneas necesidad de recurrir a la dominación político-militar, producto del acuerdo

C
con las élites locales que se enriquecían con la formación de economías

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


La última de las salidas del capitalismo a la crisis de 1873 que se analizará refiere que producían y exportaban lo que las grandes potencias (principalmente
al nuevo colonialismo imperialista que desarrollaron las principales potencias Gran Bretaña) necesitaban. Tal fue el caso de Argentina que en ese momen-

.
económicas durante el período de 1880-1914, como intento de ampliar sus to implementó el denominado “modelo agroexportador” basado en la pro-

D
mercados y así ganar nuevos territorios en los cuales ubicar aquellas produc- ducción y exportación de carne y cereales a cambio de la importación de
ciones cuyo precio caía a consecuencia de la depresión de 1873. productos manufacturados y crédito extranjero.
En el período de finales del siglo XIX y principios del XX Gran Bretaña, La denominación de “imperialismo” a este proceso de expansión y dominio

D
Francia, Alemania, Estados Unidos y Japón llevaron adelante un proceso acele- colonial por un grupo de Estados reducidos emergió en la década de 1890,
rado de conquista, anexión y administración (formal o informal) de territorios aunque incluyó diferentes acepciones:
de África, Asia y el Pacífico, después del cual no quedaba territorio en el -Interpretaciones políticas: estas explicaciones del imperialismo parten de la pre-

A
mundo al margen del sistema capitalista. Ahora bien, este proceso adquirió misa de que constituye un fenómeno que fue consecuencia de las condicio-
formas específicas según el tipo de relación/dominación que las potencias nes sociopolíticas de la época. En este grupo se ubican aquellos que defien-
establecieron con los territorios conquistados. Una de las formas mediante las den y justifican el imperialismo, incluyendo a los protagonistas del mismo,

L
que esta dominación se llevó a cabo fue el establecimiento de colonias, lo que aduciendo que este proceso se relaciona con necesidades estratégicas de los
implica que una minoría extranjera impone su dominación a través de la violen- Estados y que fue fruto de la competitividad de los mismos por el control
cia directa y la ocupación militar del territorio. En la colonia, el sometimiento de de los mares y la navegación que avanzó en los diferentes continentes.

I
la población nativa se da en todos los ámbitos de la organización social (admi- Otras visiones dentro de esta perspectiva, entienden al imperialismo como

F
nistrativo, económico, político) y se mantiene con la violencia, lo que en algu- un proceso motivado por las fuertes presiones del nacionalismo naciente en
nas ocasiones puede producir el etnocidio de las poblaciones dominadas. En la Europa, que incluía dentro de los factores ideológico-políticos la existencia
relación colonial, la minoría extranjera domina económicamente a través del de grupos de presión vinculados a un sostenido sentimiento de prestigio
uso de la fuerza y establece aquellas relaciones que más se corresponden con nacional acompañado por el aumento de la influencia del racismo y el


sus intereses. Realizan saqueos; los colonos acaparan tierras, utilizan etnocentrismo que se desprendían de la irrupción del darwinismo social.
compulsivamente a la mano de obra nativa, y establecen una economía basada -Interpretaciones económicas: estas intentan explicar el fenómeno a partir de los
en los monopolios comerciales de los países colonizadores sobre lo que se principales rasgos de la economía de la época. En este sentido, algunos
produce en el territorio dominado, o se imponen gravámenes por la fuerza. Esta analistas hacen hincapié en la necesidad de las grandes potencias de las
forma de colonización no deja espacio para la organización independiente de materias primas y mercados exclusivos que se profundizaba producto de la
las poblaciones nativas, todos los espacios de la sociedad son ocupados y domi- crisis de 1873 y la vuelta, en algunas de ellas, al proteccionismo. En cambio,
nados por los países colonizadores. otros autores, entre los que se encuentra John A. Hobson (en 1902), se
Sin embargo, la colonia no fue el único tipo de dominación que se estableció centraron en la necesidad de los países industrializados de invertir sus capi-
en este período. Existieron otras formas intermedias de dominación colonial tales en regiones externas a su territorio y que les reportaran una mayor
120 | NAHUEL JALIL LA PRIMERA CRISIS MUNDIAL DEL CAPITALISMO Y SU RECOMPOSICIÓN (1850-1914) | 121

ganancia. Esta explicación influyó mucho en la visión más extendida de este El imperialismo: un análisis de la sociedad capitalista de los
grupo de interpretaciones, la de Vladimir I. Lenin (en 1916). La visión de
siglos XIX y XX

M
Lenin, basada en los principios marxistas, fue sistematizada en su trabajo El
imperialismo, fase superior del capitalismo, y comprende al imperialismo como una
etapa del desarrollo del capitalismo en el que los monopolios reemplazarían
a la libre competencia. En palabras del propio Lenin: “Si fuera necesario dar Marcela Lippi

O
una definición lo más breve posible del imperialismo, debería decirse que el
imperialismo es la fase monopolista del capitalismo”.13 Esta visión contem-
pla la interacción entre el papel primordial asumido por los monopolios y el
capital financiero, la exportación de capitales de los países centrales hacia

C
los periféricos, el reparto del mundo por parte de los trusts, y el reparto del

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


territorio entre los países centrales. Este trabajo busca analizar el proceso imperialista iniciado por los países
Actualmente, el imperialismo es caracterizado como un fenómeno que no

.
europeos –a los que se sumaron Estados Unidos y Japón– a partir de fines
puede ser explicado por uno u otro factor, sino más bien que debe ser

D
del siglo XIX y que continúa durante el siglo XX. Nos detendremos en
comprendido en su complejidad. Sin embargo, ninguna de las visiones ac- aquellos aspectos ideológico-políticos y económicos implicados, en la
tuales soslaya la importancia de las características económicas de la época medida en que ambos niveles coadyuvaron en su formación y desarrollo.
en que se desarrolla el imperialismo. De hecho, parece innegable que el Creemos que tanto el análisis del proceso como las interpretaciones del

D
recrudecimiento y la no resolución de las tensiones generadas por la expan- mismo nos permitirán entender al imperialismo dentro de la dinámica pro-
sión imperialista y la competencia entre las grandes potencias por los merca- pia de la sociedad capitalista.1
dos, poco tiempo después, derivaron en la Primera Guerra Mundial. En principio, el concepto de imperialismo o de colonialismo imperialista co-

A
menzó a emplearse hacia la década de 1890 y se utilizó para denominar la
ocupación efectiva –militar– de una minoría extranjera sobre un determinado
Bibliografía territorio con el consiguiente uso de la fuerza directa. Todo el aparato militar,

L
político y administrativo de las potencias estaba puesto al servicio de la domina-
Barbero, M. I., “El nacimiento de las sociedades industriales”, en: Aróstegui, Julio, Cristian
Buchrucker y Jorge Saborido (dirs.), El mundo contemporáneo: historia y problemas, Buenos
ción que adoptó la forma de robos y saqueos junto con la explotación de la

I
Aires-Barcelona, Biblos-Crítica, 2001, pp. 67-118. mano de obra nativa. La conquista incluyó al continente africano, el sudeste
asiático y algunas regiones del Pacífico por parte de Gran Bretaña y Francia –

F
Cameron, R., Historia económica mundial, Madrid, Alianza Editorial, 1990.
Dobb, M., “La Gran Depresión”, en: Landes, D. (ed.), Estudios sobre el nacimiento y desarrollo del las dos más importantes potencias imperialistas–, Alemania –aunque entró
capitalismo, Madrid, Ayuso, 1971. tardíamente al proceso–, los Países Bajos, Estados Unidos, Rusia y el Imperio
Droz, J., Historia del socialismo, Barcelona, Edima Editor de Materiales, 1968. Japonés. Aunque menos poderosos, también participaron España, Italia y Portu-
Hobsbawm, E., “La primavera de los pueblos”, en: La era del capital: 1848-1875, Barcelona,


gal. Las zonas de ocupación británica bajo el largo reinado de Victoria (1837-
Crítica, 2003, pp. 21-40.
Hobsbawm, E., La era del imperio, 1875-1914, Buenos Aires, Crítica, 1998.
1901) fueron la región occidental y parte de la oriental del África (Somalía) y la
Lenin, V. I., El imperialismo, fase superior del capitalismo, Buenos Aires, Ed. Libertador, 2005 (1ª Unión Sudafricana, formando un corredor con posesiones que conducían des-
edición 1916). de El Cairo a Ciudad de El Cabo; en Asia, el Indostán y un protectorado en
Taylor, F. W. , Management científico, Madrid, Orbis S. A., 1984 (1° edición 1911). Birmania. Por su parte, Francia sumó a sus antiguas colonias en el Caribe,

1 Para un análisis del imperialismo como respuesta a la crisis de 1873-1896, ver en este
mismo volumen: Nahuel Jalil, “La primera crisis mundial del capitalismo y su recomposi-
13 V. I. Lenin, op. cit., p. 83. ción (1850-1914)”.
122 | MARCELA LIPPI EL IMPERIALISMO: UN ANÁLISIS DE LA SOCIEDAD CAPITALISTA... | 123

Argelia y algunos territorios en la costa occidental africana, el sureste asiático político de las viejas elites dirigentes aristocráticas se mantuvo en casi toda
con Vietnam, Laos y Camboya (la denominada Indochina francesa). Alemania Europa, aunque en algunos casos renunciando a sus privilegios. Muchos de los

M
ocupó Camerún, Tanganika y África del suroeste. Holanda ocupó las Indias que participaron y se enriquecieron por el desarrollo industrial hallaron dificulta-
Orientales holandesas (sureste asiático) entre las principales. Italia conquistó des para entrar en esas capas dirigentes políticas, sobre todo si consideramos que
Libia, Eritrea y una parte de Somalía; Portugal, Mozambique y Angola, mientras hubo participación de las clases altas en los negocios de la época, situación que se
el Congo quedó en manos del rey belga Francisco I. España tomó posesión de corresponde con el caso inglés. Ello fue así porque hasta entrado el siglo XX

O
Melilla y Ceuta (que mantiene hasta hoy) así como parte del Sahara. Por su las capas aristocráticas defendieron su posición en el Estado aunque pudieran
parte, Japón y Estados Unidos dirimieron su poderío en los territorios del admitir en sus filas a un número creciente de representantes de la burguesía.
Pacífico. Finalmente, el Imperio Ruso avanzó sobre el Turquestán. Paralelamente, desde comienzos de la década de 1870 la burguesía europea se
Ahora bien, frente a este tipo de dominación “formal” coexistía una domina- encontró con un nuevo oponente, en principio desorganizado, como eran los

C
ción “informal” que se define por el control económico de los países desa- obreros industriales. Aun cuando no faltaba trabajo, la miseria de las masas era

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


rrollados o industrializados por sobre los no desarrollados. Ejemplo de esta un rasgo típico de la primera etapa de desarrollo industrial si bien la situación
situación son los lazos económicos de dependencia entre América Latina y fue mejorando relativamente con grandes diferencias regionales y desigualda-

.
las economías centrales (basta recordar la estrecha relación comercial entre des según las ramas de la industria. Si bien la crisis de 1873 llevó al alza de los

D
los estancieros argentinos de la pampa húmeda y sus compradores ingleses salarios reales, una vez resuelta la fase depresiva de los precios, esta situación
en el siglo XIX). Asimismo, se dieron formas intermedias que asumieron el pasó a revertirse. Como resultado de ello la brecha entre los ingresos de las
status de protectorado o de zonas de influencia, lo que incluía a países nomi- clases altas y los trabajadores –obreros y campesinos– fue aumentando.

D
nalmente independientes o políticamente limitados como Persia, Afganistán, Desde el punto de vista de las ideas, el liberalismo llevó a la confiada
China y Turquía. Si bien las políticas de conquista no eran nuevas en la conquista del mundo por parte de la economía capitalista conducida por su
historia europea, fue notorio su aumento a partir del año 1883, llevando a clase burguesa. En este marco, el capitalismo parecía no tener barreras y

A
algunos autores a hacer referencia a este período como el del “reparto” de dirigirse, en cambio, hacia “el mejor de los mundos”. Eso en tanto los
los territorios ultramarinos, división oficializada en el Congreso de Berlín un cambios sociopolíticos y económicos que implicaron primero la Revolu-
año más tarde (Fieldhouse, 1984). En efecto, en poco menos de cuatro déca- ción Industrial (1780), y más tarde la Revolución Francesa (1789), procesos

L
das, aproximadamente una cuarta parte de la superficie del planeta fue distri- que modificaron tanto las relaciones de producción como las relaciones
buida o redistribuida entre media docena de Estados. La resultante del proce- sociales y sentaron los modelos de las instituciones públicas, se apoyaron
so aquí abordado fue la constitución de una economía global con un tejido en los sistemas teóricos correspondientes a la economía política clásica y el

I
denso de transacciones comerciales, comunicaciones y movimientos de pro- utilitarismo.2 Políticamente, fue durante el siglo XIX cuando la doctrina

F
ductos, personas y capitales, que vinculó a las zonas desarrolladas con las liberal alcanzó su máximo prestigio; de hecho, era la fuerza progresista por
atrasadas (Hobsbawm: 1988). excelencia de la política europea y de la burguesía, con sus intereses a
cuestas, de Europa del oeste y del centro (Mommsen, 1985). Sin embargo,
por un lado el liberalismo encontró en la escena política, los embates del


La sociedad y el clima ideológico de la época conservadurismo –defendido por las capas aristocráticas con el apoyo del
campesinado– al que los liberales podían responder con el fabuloso creci-
La denominada “era del imperio” que abarcó desde 1870 a 1914 muestra clara- miento económico del período y, por otro, del marxismo, cuyas críticas a un
mente aspectos contrastantes ya que si bien se trató de una etapa de paz, ante- orden social con una pobreza “incurable” fueron más difíciles de refutar en
cedió a una guerra mundial sin precedentes (Hobsbawm, 1998). Siendo una los términos liberales. La intervención de los Estados más allá de Europa,
época de gran progreso técnico y de relativa estabilidad social y política, sus
contemporáneos presenciaron el esplendor y el lujo de los que gozaba la bur-
guesía –la clase que se apropiaba de los beneficios– y el hambre y la pobreza 2 Véase en este libro el capítulo de Ariel Filadoro: “Una genealogía política de la teoría
que padecía la clase trabajadora. En ese contexto el predominio en el escenario económica”.
124 | MARCELA LIPPI EL IMPERIALISMO: UN ANÁLISIS DE LA SOCIEDAD CAPITALISTA... | 125

con muy altos costos, tampoco se condecía con uno de los principios bási- de la superioridad de la “raza aria” y con ello permitió la injerencia y el
cos del liberalismo que pretendía reducir al máximo la participación del accionar del hombre blanco en Asia y África. Se trata de interpretaciones

M
Estado. Esto se tradujo en su declive parlamentario en la mayoría de las que encontraron muy buena acogida especialmente en Gran Bretaña y Ale-
naciones –aunque con variantes al interior de ellas– como Gran Bretaña, mania. En Francia, el ministro Jules Ferry (1832-1893) en un discurso de
Francia, Italia, Alemania e incluso Rusia y Europa central durante la década 1885 ante el Parlamento sostuvo el derecho que “las razas superiores” te-
de los ochenta. nían en relación con las inferiores –“las razas negra y amarilla”–, pero tam-

O
Además, existían otras corrientes de pensamiento ligadas estrechamente al fe- bién el deber que les correspondía de civilizarlas, hecho que calificaba como
nómeno imperialista que buscamos analizar aquí. En principio, el nacionalismo, el “deber superior de la civilización”.
bajo el cual fue posible la constitución de los tardíos Estados-nación europeos, Ligadas al análisis del discurso y la teoría política decimonónicas existen otras
desde Grecia en 1830 hasta Alemania e Italia después de 1870. La idea naciona- interpretaciones. Las mismas se engloban bajo la idea del imperialismo de los

C
lista se relaciona con la política de fuerza empleada en la formación de nuevos hombres de Estado vinculada a las corrientes nacionalistas y racistas que se

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


estados nacionales, pues esta fortaleció la opinión de que solo grandes naciones inscriben en el contexto de desarrollo de los grandes bloques de poder y
con “voluntad de poder” y capacitadas para la lucha por la existencia están alianzas entre naciones. Dentro de esa concepción, la obtención de colonias

.
predestinadas a ejercer la supremacía a costa de los “pueblos inferiores”. Clara- adquiría sentido como parte de un nuevo equilibrio entre las fuerzas internacio-

D
mente, esta ideología posee intrínsecamente un contenido de superioridad que nales, además de asegurar materias primas estratégicas como hierro, carbón y
nos permite analizar en dos niveles. En principio, a partir del hecho de que su petróleo en un contexto de tensión entre las naciones. Si bien durante años la
fuerza explosiva adoptó la forma imperialista para fines de siglo. Efectivamente, tensión se mantuvo, apenas iniciado el siglo siguiente el mundo asistió al estalli-

D
Jacob Burckhardt (1818-1897) comprendió el contenido de las ideas nacionalis- do de un conflicto bélico de grandes consecuencias (llamado la “Gran Guerra”
tas y sus consecuencias de dominación al sostener que la existencia de un por sus contemporáneos). En ese sentido, en palabras de Fieldhouse, el impe-
pequeño Estado ya no bastaba; se pretendía pertenecer a una unidad mayor; rialismo puede definirse como un proceso preventivo avalado por el creciente

A
sobre todo, se deseaba hacer valer la voluntad común de la nación hacia el nacionalismo de las masas europeas (Fieldhouse, 1978). Por otra parte, otras
exterior, en claro desafío a los demás pueblos. No alcanzaba, pues, con jugar un corrientes parten de la idea de que el imperialismo viene a ser consecuencia de
papel dentro del sistema de los Estados europeos, había que ser una potencia la estructura anárquica de las relaciones internacionales; esa anarquía lleva a la

L
ultramarina lo que, además, les otorgaba un status político superior por encima ley de la fuerza, es decir, nuevamente, el dominio de los más fuertes sobre los
de aquellos pueblos que carecían de colonias. En el clima de la llamada “paz más débiles, lo que incluye explotación económica y conquista territorial. Entre
armada” esta intención de convertirse en gran potencia mundial se constituyó ellas, la teoría del Estado-Potencia de Paul Rohrbach y Max Weber y la llamada

I
en clara antesala del conflicto bélico de 1914. El segundo aspecto al que hacía- Corriente Federalista de Luigi Einaudi y Ernesto Rossi. Para sus sostenedores,

F
mos referencia con este imperialismo nacionalista es la corriente de pensamien- su superación solo puede ser lograda por la creación de una federación
to de base racista que reconocía raíces en la superioridad de unos hombres supranacional que reemplace la política de potencia por la protección jurídica
sobre otros. Esta era la “responsabilidad del hombre blanco” de Rudyard Kipling de la independencia de las naciones.
y que Mommsen denominó “seudo-humanitaria”. Por ella se planteaba el deber Otro interesante planteo que involucra a las masas trabajadoras, fue sostenido


de los europeos que gozaban de los beneficios de pertenecer a sociedades por el empresario británico Cecil Rhodes, para quien el imperialismo era la
modernas e industrializadas de transmitir la “civilización” y el “progreso” a los salida óptima del conflicto social que evitaría la guerra civil al interior de los
países no desarrollados, discurso que permitió a muchos estadistas contar con países europeos. A esta postura, reconocida como imperialismo social, adhirie-
el consenso necesario de los ciudadanos y, de esta forma, avalar su interven- ron muchos observadores debido al creciente avance del movimiento obrero y
ción más allá de los mares. Estas posturas, en realidad, tenían sus raíces en las de la teoría marxista y, con ellos, del descontento social en toda Europa. Sin
ideas de Herbert Spencer (1820-1882) que, basándose en la teoría evolucionista embargo, la posibilidad de anexar nuevos territorios no abrió demasiadas posibi-
que Charles Darwin planteó en 1859, trasladó al campo social el principio de lidades a las clases bajas; por el contrario, favoreció más bien a los sectores
supervivencia de los más aptos para justificar la conquista de otros pueblos, medios que podían acceder a los cargos de la burocracia colonial. Más aun, la
teoría que tomó el nombre de darwinismo social. Así cobró gran impulso la idea idea de superar los problemas demográficos anexando nuevos territorios por la
126 | MARCELA LIPPI EL IMPERIALISMO: UN ANÁLISIS DE LA SOCIEDAD CAPITALISTA... | 127

conquista para enviar el excedente de población no tuvo correlato con la reali- bienes consumidos (té, café, azúcar) o insumos y materias primas para las nue-
dad histórica, ya que entre 1890 y 1914 el flujo migratorio que salió de los vas maquinarias (cobre o caucho para la industria automotriz, por ejemplo)

M
puertos europeos buscó viejas colonias como Estados Unidos, Canadá, Austra- tenían su fuente en África, Sudamérica o el Caribe. También, el bajo costo de la
lia y Sudáfrica, o bien países de dominio informal como Argentina, Brasil y mano de obra “nativa” hacía muy atractivas a determinadas regiones del planeta
México. Lo que parece más claro es que el imperialismo ofreció a los trabajado- a los ojos de los capitalistas. Está claro que los motivos económicos que contri-
res la “gloria” –en reemplazo de las reformas sociales y de la suba de salarios o buyeron a desencadenar la ola imperialista desde 1884 estuvieron presentes en

O
el empleo– de pertenecer a imperios que conquistaban territorios lejanos y los discursos de las clases dirigentes: el mismo Ferry en Francia, el ministro
exóticos. El discurso imperialista “saltaba” por encima de las diferencias socia- Joseph Chamberlain en Gran Bretaña, el italiano Francesco Crispi y los escritos
les generando una idea de pertenencia que podían compartir todos los estratos de la Unión Pangermánica (que sería base de la futura Alemania) repetían la
de la sociedad decimonónica. necesidad de abrir nuevos mercados y nuevas bases lucrativas a la economía y

C
Finalmente, resulta difícil determinar el verdadero peso de las ideas en el juego al capital que frenaran el estancamiento progresivo de las economías nacionales

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


de la política imperialista del siglo XIX. Entendemos que ellas pueden explicar y, en particular, de los índices de ganancia del sector privado. La suba de tarifas
no solo el poderío de Gran Bretaña y Francia, sino también la participación de aduaneras jugaron un rol importante en ese sentido. Sin embargo, la principal

.
naciones con menor peso dentro del escenario político-militar de la época crítica a esta explicación radica en el desfase cronológico entre imperialismo y

D
como España e Italia. Lo que resulta evidente, sin embargo, es que las naciones proteccionismo, ya que la suba de aranceles y los acuerdos comerciales entre
occidentales junto con Rusia y Japón se sumaron a una competencia que incluía países tomó más fuerza hacia finales del siglo XIX, cuando el proceso de
la conquista territorial y la carrera armamentista que preparó el escenario para el expansión ya estaba en marcha.

D
estallido de la guerra mundial en el siglo siguiente. Por otro lado, los teóricos que buscaron explicar el proceso imperialista desde
la óptica económica coinciden en el papel jugado por la expansión económica
decimonónica. Incluso Max Weber (1864-1920) hablaba de la inevitable tenden-

A
El sistema capitalista de fines del siglo XIX y las interpretaciones cia expansionista político-comercial de los pueblos civilizados burgueses que,
económicas del imperialismo después de una convivencia pacífica, llevaría a participar en el dominio de la
tierra. A su vez, la teoría económica del imperialismo formulada en 1900 por J.

L
A fines del siglo XIX el mundo capitalista asistió a un notable crecimiento Atkinson Hobson (1858-1940) y que desarrollaron más tarde Rosa Luxemburgo
económico basado en nuevas ramas de la industria como la eléctrica y la quími- (1870-1919), Rudolf Hilferding (1877-1941) y Vladimir Ilich Lenin (1870-1924)
ca. El aumento de la oferta, que abarcaba una gran diversidad de bienes, tenía se trasladó a la esfera de la argumentación capitalista-financiera. Para Hobson, la

I
su correlato en la expansión del consumo y la posibilidad de acceder a ellos por estructura plutocrática de la sociedad capitalista conduce a una excesiva masa

F
parte de importantes sectores de la población. El auge del comercio internacio- de capitales disponibles que no se invierten porque encuentran una demanda
nal de bienes secundarios y primarios pronto se vio favorecido por la denomi- inelástica resultado de los bajos salarios de los trabajadores. Al tener beneficios
nada revolución del transporte que no solo “acortó” distancias sino, sobre todo, decrecientes, los empresarios se ven obligados a buscar inversiones más lucra-
abarató los costos de flete. Ello, sumado al aumento de la competencia, se tivas en los territorios ultramarinos. Claramente, eran los mercados externos los


tradujo en una baja de los precios de los bienes comercializables y, por lo tanto, que aparecían como la alternativa. La intervención de los Estados europeos es
condujo a la baja de la rentabilidad de los empresarios, hecho que llevó a los causada, pues, por la presión ejercida por los industriales sobre las clases diri-
contemporáneos a lamentarse de una “gran depresión” aunque esta estaba lejos gentes de sus países, y además favorecida por el fomento del nacionalismo y el
de ser una crisis que ponía en juego la producción: se trató de una crisis de chauvinismo previamente instalados en la sociedad. Esta visión del imperialis-
rentabilidad. Ante la tendencia decreciente de los beneficios, los Estados euro- mo que se reconoce bajo el rótulo de teoría del subconsumo se complementa-
peos presionados por los sectores económicamente dominantes recurrieron a la ba con la idea de que si bien el imperialismo era la consecuencia de la injusticia
imposición de tarifas aduaneras que aseguraran el mercado interno a los pro- social del capitalismo, esta podía modificarse por medio de la reforma social;
ductores locales. Este proteccionismo fue invocado como responsable del avance así, la problemática del subconsumo debía hallar la solución en políticas que
imperialista en otras regiones del mundo. De hecho, muchos de los nuevos apuntaran a aumentar la capacidad de consumo de los trabajadores, integrando
128 | MARCELA LIPPI EL IMPERIALISMO: UN ANÁLISIS DE LA SOCIEDAD CAPITALISTA... | 129

la misma a la función del gasto público del Estado. De esta manera, permitiría Entre las principales teorías marxistas se destaca el pensamiento de Lenin,
el crecimiento y la absorción constante de la producción sin recurrir a la ocupa- quien a partir de su obra El imperialismo, fase superior del capitalismo (1916), enfatiza

M
ción de otros territorios. Siguiendo esta línea de análisis, Kart Kautsky (1854- la baja tendencial de la tasa de ganancia. Para el autor, quienes manejan las
1939) consideraba al proceso imperialista como una política más del capitalismo finanzas monopolistas se ven obligados a explotar el mercado mundial entran-
y no como una fase o necesidad de reproducción del mismo. Políticas do en conflicto con otros grupos financieros que persiguen el mismo objetivo.
reformadoras, tal como Hobson planteó, pero ahora por parte de las naciones, Así, al disminuir los beneficios obtenidos en el mercado interno –y paralela-

O
llevarían a que los países capitalistas colaboraran en organizar el mercado mun- mente con la existencia de los monopolios– quienes detentan el poder econó-
dial y permitir que todos los países se incorporaran al mismo con el objetivo de mico buscan nuevos mercados a través del control del Estado. Una vez que la
eliminar la competencia entre naciones. Para Joseph Schumpeter (1883-1950), el división del mundo en áreas de influencia se completara, la tensión entre los
imperialismo, junto con el nacionalismo y el autoritarismo, resultan una supervi- países dominadores iría en aumento y la guerra sería inevitable. Con Rosa

C
vencia de la etapa feudal, y considera que la política imperialista es contraria a la Luxemburgo, el conductor de la Revolución Rusa de Octubre veía al imperia-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


democracia y al capitalismo mismo, ya que esta es expresión de la libre empresa lismo como una enfermedad del sistema capitalista que presagiaba su final. Esta
y, por definición, antiimperialista. teoría es la más aceptada dentro del marxismo porque principalmente enfatiza la

.
Frente a las teorías del subconsumo, el marxismo, por su parte, insistía en optimización de beneficios propia del capitalismo, y en particular su componen-

D
señalar las contradicciones estructurales del capitalismo. En general, quienes se te financiero. Además, porque no limita los intereses imperialistas a los países
posicionan en esta línea reconocen el origen del imperialismo en la disminución subdesarrollados sino que puede, asimismo, explicar la guerra entre los países
de la tasa de beneficio de los empresarios y la búsqueda permanente del capita- centrales como la guerra franco-prusiana o la misma Primera Guerra Mundial.

D
lismo de la realización del plusvalor. Básicamente, el imperialismo es para ellos Para Eric Hobsbawm, las visiones marxistas que entendían al imperialismo como
un mecanismo de supervivencia que el sistema capitalista encuentra para resol- una nueva fase del capitalismo eran correctas ya que aquel resultaba del pro-
ver el ciclo descendente de la economía. En su obra El capital financiero (1910) ducto de una etapa de competitividad entre economías capitalistas e industriales

A
Rudolf Hilferding considera que la tendencia a la concentración del capital a rivales. De hecho, para el autor británico, inclusive aquellas interpretaciones
finales del siglo XIX permite hablar de una “etapa monopolista” que da por que buscan solo en la política, la estrategia o la ideología la razón de ser del
cerrada la competencia perfecta, al tiempo que incorpora al capital financiero imperialismo son difíciles de sostener sin tener en cuenta la dimensión econó-

L
como resultado de la fusión del capital bancario y el industrial. Su contribución mica del proceso (Hobsbawm: 1987). Por último, mientras las visiones no mar-
al debate consistió justamente en el aporte del concepto de capital financiero xistas ponen el acento en negar al imperialismo como una fase particular del
como forma más alta –o desarrollada– del capitalismo. Al pretender proteger sistema capitalista y, aun más, la conexión entre imperialismo y capitalismo, los

I
esos capitales, lo que hacen quienes están a la cabeza de los Estados es incursionar teóricos del marxismo como Hilferding, Luxemburgo y Lenin nos muestran

F
en una política de conquistas y anexiones territoriales. Para el autor, esta anexión que es la misma lógica del capitalismo la que requiere de una periferia para
no se correlaciona con la necesidad de obtener más beneficios, puesto que para reproducirse y sobrevivir.
ello no se necesitaba convertir a un territorio en colonia formal. Pero sí cuando
se debía recurrir al Estado para apoyar los intereses capitalistas obstaculizados


en otros mercados por motivos diversos, por ejemplo, políticas proteccionistas. El proceso de descolonización, ¿el fin del imperialismo?
Por su parte, Rosa Luxemburgo entiende que la existencia de un mundo no
capitalista hace posible que el capitalismo continúe reproduciéndose: los mer- El imperialismo, en su expresión formal al menos, fue parte de la dinámica
cados exteriores permiten ubicar a los productos y el excedente de capital de occidental capitalista durante más de medio siglo. Así, el modelo a seguir por
los países centrales. Pero la autora polaca creía que se debía priorizar, en la los países dependientes fue el de la “occidentalización”, entendida esta como
interpretación del fenómeno, la búsqueda de ganancias a través del comercio sinónimo de modernización y desarrollo. En este esquema, la industrialización
con países no desarrollados frente a la exportación de capitales. Los límites al de los Estados dependientes no estaba en los planes del mundo “desarrolla-
sistema llegarían cuando los mercados externos no pudieran absorber la pro- do”; más bien, mientras estos últimos continuaban proveyéndolos de bienes
ducción total. industriales e inversiones, los “subdesarrollados” quedaban limitados al rol de
130 | MARCELA LIPPI EL IMPERIALISMO: UN ANÁLISIS DE LA SOCIEDAD CAPITALISTA... | 131

proveedores de productos primarios. Serán recién la crisis de 1930 –con sus Políticamente, los lazos de dominación entre las metrópolis y las colonias se
cambios en las economías locales y en los valores de la sociedad y su distribu- rompieron con el fin de la Segunda Guerra Mundial. En los veinte años si-

M
ción social– y el fin de la Segunda Guerra Mundial –cuando el hombre blanco guientes se llevó a cabo un proceso de descolonización que tomó diferentes
se mostró vulnerable y derrotado– los que alentarán los movimientos formas según los países mientras en las sociedades occidentales se asistía, por
antiimperialistas y anticolonialistas preexistentes. Fue, entonces, inevitable que un lado, a la reconstrucción de posguerra y, por otro, al avance de las democra-
los países asiáticos, africanos y caribeños buscaran establecer Estados sobera- cias. Muchos de los movimientos de liberación tomaron el nacionalismo de los

O
nos, objetivo que alcanzarán hacia la década de 1970. países de occidente pero con el propósito de reinvindicar la cultura autóctona.
Concluir acerca de la importancia que las colonias ultramarinas tuvieron para Por ejemplo, en el caso de las colonias británicas, la transición hacia la indepen-
la sociedad y la economía europeas no es una tarea sencilla. Hobsbawm dencia –salvo en la India– adoptó la vía pacífica aunque la metrópoli logró
señala que el impulso conquistador en el caso de los países europeos econó- mantener ciertos mecanismos de control debido a la debilidad económica de

C
micamente más débiles quiso compensar esta inferioridad económica y políti- los nuevos países (India, 1947; Pakistán, 1947; Bangladesh, 1971, entre las prin-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


ca frente a sus rivales, lo que parece viable en los casos italiano y español, cipales). Para las colonias francesas no hubo más posibilidad que las duras
por ejemplo, e incluso francés, dada su inferioridad demográfica y militar guerras de liberación (Argelia, 1962 e Indochina –hoy Vietnam– y Camboya,

.
frente a los alemanes y británicos. Para otros Estados más fuertes, como 1954), aun cuando para aquellas se mantuvieron los lazos económicos de de-

D
Alemania y Estados Unidos, la adquisición de colonias no resultó relevante pendencia; así, Argelia siguió dentro de la zona del franco dominada por Fran-
aunque sí es indudable el peso tanto de las colonias formales como de las cia. Uno de los principales filósofos del siglo XX, Jean Paul Sartre (1905-1980),
informales para Gran Bretaña, en especial desde fines del siglo XVIII, cuan- hablaba de los movimientos independentistas durante la descolonización en-

D
do su economía se encaminó hacia una estructura productiva de base indus- tendiéndolos como la respuesta al proceso imperialista precedente señalando la
trial y fuertemente dependiente de insumos y alimentos importados. No obs- inversión de fuerzas. “... No es en principio su violencia, es la nuestra, invertida,
tante, debemos aclarar que en el aspecto financiero solo la mitad del capital que crece y los desgarra [...] El proceso está en marcha y lo único que pueden

A
británico llegaba a las colonias y dominios imperiales, mientras una pequeña hacer nuestros mercenarios es retrasar el fin” (Sartre, 1965: 131).
proporción del mismo se invertía en las nuevas adquisiciones. Está claro que La independencia de las colonias fue ratificada formalmente en la Conferencia de
ya fuera por razones de tipo económico o ideológico, los países involucrados Bandung (Indonesia, 1955) que reunió a las antiguas colonias frente al mundo

L
en el proceso imperialista se vieron envueltos en una carrera de conquista bipolar. Su respuesta a este fue la denominada Tercera Posición como forma
que, si no sustentaba su crecimiento económico, podría permitirles entrar en equidistante –por lo menos en la teoría– entre el capitalismo y el socialismo. Así,
competencia unos con otros. los países del Tercer Mundo conformaron el Movimiento de Países No Alinea-

I
En cambio, están más claras las transformaciones sufridas por aquellas dos (Yugoslavia, 1961) que incluyó además a América Latina, en similares condi-

F
regiones que cayeron bajo el dominio europeo –particularmente– y norte- ciones de subdesarrollo. En plena Guerra Fría el mundo se mostraba no solo
americano y japonés. Desde el punto de vista económico, se tradujeron en dividido en un bloque capitalista (el Oeste) y otro comunista (el Este) sino que,
la apropiación de sus recursos y la utilización de su mano de obra en además, exhibía desigualdades en la distribución de la riqueza entre los países del
condiciones de explotación, aun cuando los europeos mostraran las venta- Norte y del Sur –los del Tercer Mundo–, brecha que se ha ido acentuando hasta


jas de su injerencia en esas sociedades, de las que el ferrocarril parecía ser la actualidad. En este contexto, el conflicto ideológico-político se expresó en
la máxima expresión. También se transformaron imágenes, ideas y aspira- enfrentamientos militares en diferentes lugares del mundo; la guerra de Corea en
ciones de los individuos, en particular de una minoría nativa formada en los años 50 y la de Vietnam en los 60 son algunos de los muchos casos en los que
los países de Occidente. De hecho, muchos de los que condujeron los Estados Unidos y la Unión Soviética dirimieron la hegemonía. Paul Baran y Paul
procesos de independencia de las colonias realizaron sus estudios en ciu- Sweezy (1988) abordaron ese imperialismo militarista norteamericano de la segun-
dades europeas (el mejor exponente es Mahatma Gandhi en la India). Otro da posguerra y su ayuda militar a los países subdesarrollados como la forma
importante escenario sobre el que impactó la cultura occidental fue la implementada por los estadounidenses para mantenerlos dentro de su órbita o
religión aunque es cierto que, cuando pudieron hacerlo, los nativos man- bien para atraerlos hacia ella. La única alternativa de salir del dominio de este
tuvieron su estilo de vida tradicional así como sus rituales religiosos. sistema para estos últimos sería, en opinión de estos autores, salir del sistema
132 | MARCELA LIPPI EL IMPERIALISMO: UN ANÁLISIS DE LA SOCIEDAD CAPITALISTA... | 133

capitalista mundial mediante la guerra revolucionaria y conformar sociedades y ¿Imperialismo o Imperio? Un debate actual
economías socialistas. También Latinoamérica se hizo eco de la situación. En los

M
años sesenta cobraron fuerza teorías que cuestionaban el papel hegemónico de A partir del proceso de descolonización iniciado después de la Segunda Gue-
Estados Unidos sobre sus países, entre las que destaca la denominada Teoría de rra, el imperialismo también parece haberse transformado. Los países periféricos
la Dependencia. Según la misma, los países subdesarrollados –proveedores de –hoy llamados emergentes– siguen vinculados a los grandes centros de poder
materias primas y alimentos– se encuentran en una condición de recurrente debi- económico en claras condiciones de desigualdad. A este dominio de tipo eco-

O
lidad y asimetría frente a los países centrales industrializados, aun habiendo esco- nómico se le suma el control ideológico y cultural propio de estos tiempos de
gido el camino de la industrialización por sustitución de importaciones, proceso globalización. En los últimos años, los cambios operados en los mecanismos
que tuvo en la práctica un éxito relativo y desigual. De acuerdo con ella, la del imperialismo se han manifestado en una fuerte polémica a partir de la posi-
responsabilidad por el atraso de las naciones latinoamericanas recaía tanto en ción que el filósofo Toni Negri y su discípulo Michael Hardt defendieron en su

C
Estados Unidos como en las burguesías locales que eran sus aliadas.3 libro Imperio (2002). La tesis central de los autores se relaciona con la idea de

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


La descolonización que acabamos de tratar se inscribió económicamente en una que el imperialismo del siglo XIX ha dado paso al Imperio a partir de la segun-
larga etapa de expansión del sistema capitalista de esos años, reconocidos como da posguerra. Esto significa, en primer lugar, la descentralización del comando

.
los “años dorados”. El primer aspecto sobre el que se apoyó ese crecimiento fue de control del sistema tanto político como militar y, luego, la existencia de un

D
la puesta en práctica de una “economía mixta”: el intervencionismo del Estado de imperio sin exterioridad. Desde el punto de vista de los sujetos, estos aparecen
bienestar coadyuvó con el accionar del sector privado para mantener índices de diluidos dentro de la masa, la multitud, lo que es una evidente negación de la
producción y de consumo masivos. El segundo, la multiplicación de la capacidad idea marxista de clase.

D
productiva y la división internacional del trabajo basadas en la internacionalización Comencemos por explicar cómo Negri y Hardt entienden los años dorados y el
de la producción. La reestructuración del capitalismo fue de la mano con la papel de los Estados-nación en esa etapa. Por un lado, coinciden con otros
transnacionalización de la economía, es decir, un sistema de actividades económi- autores acerca del predominio de la inversión productiva basado en tres pilares:

A
cas para las que los Estados y las fronteras no son la estructura básica sobre la la organización taylorista, el régimen salarial fordista y el keynesianismo como
que accionar. Sobre todo, como señala Hobsbawm, tres aspectos de la forma de regulación macroeconómica de la sociedad. Claramente, “se trata de
transnacionalización resultaban visibles: la actuación de las compañías una sociedad disciplinaria, la sociedad (que) en su conjunto con todas sus arti-

L
transnacionales (también conocidas como multinacionales), la nueva división in- culaciones productivas y reproductivas queda absorbida bajo el dominio del
ternacional del trabajo y el surgimiento de actividades off-shore extraterritoriales en capital y del Estado ya que (…) tiende a regirse gradual y continuamente por
paraísos fiscales.4 Con la crisis del petróleo de 1973 el embate de la globalización criterios de producción capitalistas” (Negri-Hardt, 2002: 227). Se trata, en sus

I
neoliberal acentuó estos aspectos. Así, fue notorio el avance del capital financiero términos, de la combinatoria de una “sociedad fabril” con una “sociedad disci-

F
y, con él, el desarrollo capitalista recorrió sin obstáculos el camino de la plinada” y un tipo de “producción disciplinaria” que coinciden en el mundo –
desregulación, la apertura y el libre movimiento de los capitales internacionales con diferencias entre los Estados-nación dominantes y las regiones subordina-
potenciados por la revolución tecnológica y la flexibilización laboral. El Estado, das– hasta la crisis de 1970. Durante esta etapa era visible el dominio del Estado
por su parte, abandonó sus funciones de bienestar y fue necesario un nuevo social que tomaba el modelo del New Deal. Políticamente, se tradujo en la


acuerdo entre el capital y el trabajo.5 hegemonía norteamericana no solo a través del poder militar (primera fase) sino
sobre todo a partir del dólar (Bretton Woods). El predominio de esta moneda es
3 Para una mejor comprensión de la Teoría de la Dependencia, remitirse en este libro al sincrónico con el proceso de descentralización de los lugares y los flujos de
capítulo de Ariel Filadoro, op. cit. producción. Así, son las empresas transnacionales las que se convierten en el
4 Para un análisis de las transformaciones del sistema capitalista a partir de la segunda pos-
motor fundamental de la transferencia económica y política de los países
guerra véase en este mismo libro el capítulo de Ezequiel Sirlin, “El ciclo de la economía
mixta en el capitalismo central (1945-1973)”. poscoloniales (Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos) y de las regiones subor-
5 Véase en este libro el capítulo de Sebastián J. Rodríguez: “La transformación del capitalis- dinadas. Las riquezas comenzaron a circular por todo el globo pero convergien-
mo finisecular en el espejo norteamericano. Del Estado de bienestar a la globalización do hacia Estados Unidos, que garantizaba y coordinaba, si no lo hacía directa-
neoliberal”. mente, el movimiento y la operación de aquellas empresas. Es entonces cuan-
134 | MARCELA LIPPI EL IMPERIALISMO: UN ANÁLISIS DE LA SOCIEDAD CAPITALISTA... | 135

do, para esta interpretación, comienza a tomar forma un nuevo orden global, el por una potencia como Estados Unidos, sobre todo después de la caída
Imperio, que desarrollamos abajo. Era necesario en esta lógica que el sistema de la URSS. Parece suficiente remitirse a la Guerra del Golfo, a Kosovo

M
fuera capaz de controlar la movilización popular de masas, que habían sido o a la actual cruzada contra el mundo musulmán.
recompensadas en los años dorados por los altos salarios del fordismo. Pero al d. La tesis del posimperialismo que se sustenta en la impugnación del siste-
mismo tiempo, “Los actos de resistencia, de revuelta colectiva y la invención ma territorial en el que se basa el predominio del capital financiero lleva
común de una nueva constitución social y política atraviesan microcircuitos a la idea de que ninguna nación tiene hegemonía, con lo que Negri y

O
políticos. De esta forma se inscribe en la carne de la multitud, un nuevo poder, Hardt equiparan a países como Estados Unidos, Brasil y la India, entre
un ‘contra-poder’, algo viviente que se levanta contra el Imperio” (Negri-Hardt, los que solo reconocerían diferencias de grado. Pero justamente solo es
2002: 229). Es en esa multitud donde radica la fuerza de la resistencia al sistema. posible parangonar estas cuatro sociedades si se omiten las asimetrías y
El nuevo paradigma global desde la crisis del petróleo se define ahora por el las relaciones de poder a nivel internacional.

C
predominio de la inversión financiera y la necesidad del capital de movilizarse e. El carácter “ilusorio” de las luchas revolucionarias del siglo XX, idea

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


sin trabas. Para él ya no existen los contornos nacionales ni las fronteras interna- refutada a partir del hecho de que aquellas llevaron a una contraofensiva
cionales. El Tercer Mundo ingresa en el Primer Mundo como “barrio pobre” y del capital para el sometimiento y control de los rebeldes (Borón, 2006).

.
el Primero en aquel a través de sus negocios bursátiles o bancarios. No hay más f. La desaparición de las clases sociales y, en definitiva, del sujeto. Según

D
división entre interior y exterior como en el viejo imperialismo, aquel ha Negri y Hardt, el contra-poder no reposa en ningún sujeto ni construc-
subsumido a este dando paso a la nueva fase del Imperio bajo la administración ción social ni política, ni tampoco en el producto de la acción colectiva
y el mando capitalistas. En este nuevo orden la riqueza social acumulada así de masas. Los ejemplos del derrocamiento de Suharto en Indonesia (1999)

D
como el trabajo es cada vez más inmaterial (involucra relaciones sociales, siste- y el más cercano de los argentinos manifestándose en las calles (con sus
mas de comunicación, de información y redes afectivas). cacerolas en mano) en 2001 son prueba suficiente de la inutilidad de
Cuando el texto de Negri y Hardt fue publicado se alzaron voces en todo el negar la insurrección moderna (Borón, 2006).

A
mundo para avalar o refutar su contenido; a favor, las de Etienne Balibar – Básicamente, todas las críticas señaladas aquí remiten a rechazar la idea de
discípulo de Louis Althusser–, Saskia Sassen, Frederic Jameson y Slavoj Zizek; un capitalismo mundial como una superficie plana y homogénea, prescin-
en contra, las de Francois Chesnais, Charles André Urdy y James Petras. En diendo de todo desarrollo desigual y de toda combinación de los desarrollos

L
Argentina también se hicieron importantes críticas al trabajo, en particular desde desiguales. A diferencia de lo planteado por Negri y Hardt, todavía hoy
los círculos de izquierda. Si bien hay coincidencia general con la idea expuesta existen potencias dominadoras y países dominados bajo el poder del capita-
por Negri y Hardt acerca de la pérdida de poder del Estado-nación frente a los lismo. El imperialismo se ha mostrado capaz de transformarse durante más

I
poderes internacionales en tiempos de globalización, existen fuertes críticas a de un siglo adaptándose a las necesidades del capital en un contexto donde

F
esta tesis que debemos considerar aquí. las luchas de los sectores populares todavía tienen su lugar.
Entre los aspectos cuestionados destacamos los siguientes:
a. El carácter “irreversible” e “irresistible” del proceso del Imperio. Mu-
chos autores rechazan la posición determinista que estas nociones impli- Bibliografía


can ya que las sociedades capitalistas y sus regularidades son expresión
contingente de los antagonismos sociales (Kohan, 2002). AAVV, El imperialismo: defensa y crítica, Buenos Aires, CEAL, 1968.
b. El desplazamiento ideológico de Negri, antiguo militante marxista y pri- Bobbio, N., Diccionario de política, México, Siglo XXI, 1995.
sionero político, ahora “defensor” de la globalización. Borón, A., “Poder, ‘contra-poder’ y ‘anti-poder’, en Holloway, J., Contra y más allá del capital,
México, UAP-H, 2006.
c. La negación del liderazgo de una nación en tanto el Imperio se constitu-
Imperio e imperialismo, Buenos Aires, CLACSO, 2002.
ye en una red sin centro ni periferia, adentro o afuera y que nadie contro- Fieldhouse, D., Los imperios coloniales desde el siglo XVIII, México, Siglo XXI, 1984.
la para su beneficio, y una nueva forma de soberanía que recae en orga- Hardt, M., Negri, A., Imperio, Buenos Aires, Paidós, 2002.
nismos nacionales y supranacionales. Sin embargo, un aparato descentra- Hinkelammert, F., La teoría clásica del imperialismo, el subdesarrollo y la acumulación socialista, Buenos
do y desterritorializado no se condice con el papel jugado todavía hoy Aires, Nueva Visión, 1973.
136 | MARCELA LIPPI EL IMPERIALISMO: UN ANÁLISIS DE LA SOCIEDAD CAPITALISTA... | 137

Hobsbawm, E., La era del imperio, 1875-1914, Buenos Aires, Crítica, 1998.
Holloway, J., Contra y más allá del capital, México, Universidad Autónoma de Puebla- Herra-
Taylorismo, fordismo y acumulación flexible.
mienta Ediciones, 2006. Modelos de acumulación y organización del trabajo

M
Kohan, N., Toni Negri y los desafíos del imperio, Madrid, Campo de Ideas, 2002.
Mandel, E., Jaber, S., Capital financiero y petrodólares: acerca de la última fase del imperialismo, Buenos en el capitalismo
Aires, Anagrama, 1976.
Mommsen, W., La época del imperialismo, México, Siglo XXI, 1985.

O
Sartre, J. P., “Prólogo”, en: Franz Fanon, Los condenados de la tierra, Buenos Aires, FCE, 1965.
Agustín Wydler

C
El proceso capitalista de producción, considerado en su interdependencia

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


o como proceso de reproducción, pues, no solo produce mercancías,
no solo produce plusvalor, sino que produce y reproduce

.
la relación capitalista misma, por un lado el capitalista,

D
por el otro el asalariado.
Karl Marx, El Capital

D
1. Situando a Taylor

A
Luego de la crisis de 1873 se produjeron profundos cambios y reestructuracio-
nes en el sistema capitalista. Frente a ellos, los métodos tradicionales de organi-

L
zación industrial ya no resultaban adecuados: la renovada estructura de la em-
presa requería de nuevos métodos de organización del trabajo y la gestión. El
surgimiento y desarrollo del taylorismo viene a ocupar ese vacío: se produce en

I
una determinada coyuntura de la historia del modo de producción capitalista y

F
sus principios se expanden a casi la totalidad del mundo capitalista durante el
siglo XX; como tal, no constituye una ciencia del trabajo escindida del contexto
que le da origen, sino una ciencia de la administración del trabajo ajeno bajo condiciones
capitalistas. Lo que se busca no es la mejor manera de hacer el trabajo en general,


sino la mejor manera de controlar la fuerza de trabajo que es comprada y
vendida. Harry Braverman (1974: 107) es claro al respecto: “Investiga no al
trabajo en general, sino la adaptación del trabajo a las necesidades del capital. Se
introduce en el lugar de trabajo no como el representante de la ciencia, sino
como el representante de la administración patronal enmascarada con los arreos
de la ciencia”. No germina desde el exterior del modo de producción, sino que
surge de sus propias entrañas, con sus propios intereses específicos. La utiliza-
ción de métodos experimentales en el análisis del proceso de trabajo, vale la
pena aclararlo, no comienza con Taylor: ya a mediados del siglo XIX, la asocia-
138 | AGUSTÍN WYDLER TAYLORISMO, FORDISMO Y ACUMULACIÓN FLEXIBLE | 139

ción de empresarios y científicos en pos de encontrar los mejores métodos de la actividad agrícola (ya fuese por desconocimiento de las técnicas de trabajo en
administración del trabajo era una práctica usual. De esta forma, para los histo- el campo o por la competencia de la mano de obra esclava en el sur): el capital

M
riadores de la administración científica, Taylor fue el punto culminante de una norteamericano llegó a disponer, así, de una mano de obra numerosa y discipli-
corriente que ya existía: “Lo que Taylor hizo no fue inventar algo nuevo, sino nada (el paso de los irlandeses por Gran Bretaña los había “disciplinado” en las
sintetizar y presentar como ideas razonablemente coherentes las que habían normas del trabajo industrial). “La revolución industrial suprime así hasta el
germinado y alcanzado fuerza en Gran Bretaña y los Estados Unidos a lo largo mar, ‘liberando’ en una de sus orillas a las cohortes de brazos que asegurarán en

O
del siglo XIX. Dio una filosofía y un título a una serie de iniciativas y experi- la otra el desarrollo del capital americano” (Coriat, 2000: 26).
mentos inconexos” (Urwick y Brech, citado por Braverman, 1974: 111). De ahí Una segunda oleada (1860-1914), provino de Europa del sur y del este, hacia
que afirmemos que el taylorismo surge como construcción teórica y, principal- donde se había expandido la industrialización, generando efectos similares 50
mente, como práctica sistemática. El caso puntual de Taylor puede aportar más años más tarde. Rusos, austrohúngaros e italianos, entre otros, terminaron de

C
indicios en favor de nuestro argumento. Nacido en Filadelfia en 1856, creció en conformar un mercado de trabajo cuya composición se vio radicalmente modi-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


el seno de una familia acomodada. Luego de abandonar sus estudios de aboga- ficada por las características de esta segunda oleada inmigratoria. Efectivamen-
cía en Harvard, dio un paso extraordinario para cualquiera de su clase: desarro- te, los recién llegados eran obreros no calificados y casi sin contacto con un

.
llar el aprendizaje de un oficio y empezar a trabajar como jornalero en la indus- mundo industrial que los expulsó mucho antes de que pudieran aprehenderlo.

D
tria del acero, cuyos propietarios estaban socialmente vinculados a sus padres. Pero las diferencias cualitativas no terminaban ahí. Como aclara Coriat (2000:
Fue ahí donde adquirió toda la experiencia que plasmaría en sus primeros 29), esta oleada migratoria se componía “...de trabajadores ya hechos, y en su gran
escritos en la década de 1880. Ya en 1890 comenzó a dar conferencias y a mayoría masculinos. Es, en total, una inmigración de trabajo, que descarga al capital

D
trascender las fronteras estadounidenses: importantes industrias de Francia, Ale- de los gastos de educación y frecuentemente de mantenimiento de la familia”.
mania e Inglaterra, entre otras, empezaban a poner en práctica sus novedosos El resultado era muy tentador para la industria estadounidense que estaba por
métodos de administración del trabajo. Su principal obra, Principios de la adminis- despegar: un número relativamente escaso de obreros de oficio, que había

A
tración científica, data de 1911. podido eludir las leyes antiemigratorias europeas –los que formarán la American
Un simple panorama echa luz sobre sus intereses: al acabar la Guerra Civil Federation of Labour (AFL)– y un gigantesco número de obreros no cualifica-
(1861-1865), el nordeste industrialista comenzó a acaparar cada vez más porcio- dos (unskilled) y sin práctica sindical alguna. El obrero tipo del taylorismo, carac-

L
nes de territorio y a adaptarlas a sus propios métodos de explotación. Las terizado por una doble carencia, hizo su aparición: no solo descualificado, sino
grandes empresas, protagonistas centrales de los procesos de integración antes también desindicalizado. No solo su fuerza de trabajo era objetivamente más
mencionados, se vieron en la necesidad de asentar sus formas organizativas barata que la de los obreros cualificados, sino que además carecía de los instru-

I
dejando de lado las antiguas, de administración tradicional y fundamentalmente mentos fundamentales para defender su valor. En este sentido debe interpretarse

F
familiar. Se hacía necesario centralizar jerárquicamente los diferentes departa- la idea de que la lucha por introducir el cronómetro en el taller no se circunscribe
mentos (encargados de las diversas fases de la producción) en la gerencia. Pero, solo a este ámbito: sus efectos, nada despreciables, remiten a una lucha en el
sobre todo, el problema se situaba en la rigidez del mercado de trabajo. Las terreno de la sociedad toda por reclutar mano de obra por fuera de los sindica-
trabas cuantitativas que presentaba el despegue industrial de Estados Unidos – tos. Indudablemente, la desarticulación de la AFL encontró en el cronómetro al


que estaba en vísperas de convertirse en la primera potencia industrial del agente directo de su desaparición; paso obligado y condición de posibilidad del
planeta– y, por tanto, a la acumulación de capital, fueron derribadas por la despliegue del taylorismo. Fue justamente Taylor quien mejor comprendió la
inmigración. La preparación del mercado de trabajo fue una de las condiciones situación: como parte interesada de lo que dio en llamarse “open shop movement”
fundamentales para la instauración del taylorismo. Un primer proceso inmigra- (movimiento para abrir el taller a los trabajadores no cualificados), encontró en el
torio (1815-1860), de aproximadamente 5 millones de personas, fomentado por cronómetro el arma insoslayable contra el obrero de oficio y su poder sindical.
los procesos de expulsión de las tierras y el auge de la industrialización en El único escollo a sortear –una vez vencida la rigidez del mercado de trabajo–
Europa del noroeste, aportó la tan reclamada reserva de mano de obra. Princi- para la acumulación de capital a gran escala, era la holganza sistemática (o bajo
palmente irlandeses, pero también escoceses, alemanes y franceses fueron a rendimiento sistemático) de los obreros, con la que Taylor abría su principal obra,
alojarse fundamentalmente en la costa este, ya que solo el 10% pudo acceder a dedicada casi exclusivamente a encontrar sus causas y la forma de desarticular-
140 | AGUSTÍN WYDLER TAYLORISMO, FORDISMO Y ACUMULACIÓN FLEXIBLE | 141

la. La evidencia de lo expuesto no deja lugar a dudas: el taylorismo como donde se desempeñó como capataz y luego como presidente.1 Ciertamente,
estrategia inmanente al modo de producción capitalista, y su filiación, no ya con aduce que los obreros realizan el menor esfuerzo posible con el objetivo “deli-

M
los mejores métodos de división del trabajo sino con la mejor forma de discipli- berado” de mantener al patrón ignorante de los tiempos de producción que
nar y controlar el trabajo ajeno bajo condiciones capitalistas, resulta innegable. requiere cada pieza: “La mayor parte de la flojera sistemática es realizada por los
hombres con el objetivo deliberado de mantener a sus patrones ignorantes
acerca de lo rápido que un trabajo puede ser hecho” (Taylor, 1977: 28). Toda su
2. La organización científica del trabajo

O
narración está marcada por un intento (constantemente resistido por los obre-
ros) de incrementar el rendimiento de la jornada laboral. Si bien logra, en cierta
El taylorismo y sus aportes fundamentales al régimen del capital medida, cumplir su objetivo, las conclusiones que saca de esta batalla son cruciales
para comprender el verdadero significado de la administración científica.

C
Una vez establecido el lugar que viene a ocupar el taylorismo, ahondemos en Braverman (1974: 124) las sintetiza: “...los obreros que están controlados tan

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


sus características. ¿De dónde parte el taylorismo? Nada mejor para responder solo por órdenes y disciplina generales, no lo están adecuadamente debido a
esta pregunta (nada) inocente que recurrir al propio Taylor. Realizaremos, para que mantienen su iniciativa en los procesos reales de trabajo. Mientras que

.
ello, un recorrido por la argumentación que da él mismo de su sistema. Efectiva- controlen el proceso mismo de trabajo, ellos impedirán los esfuerzos para reali-

D
mente, la primera distinción que establece es respecto a su pasado, a “los viejos zar al máximo el potencial inherente en su fuerza de trabajo. Para cambiar esta
esquemas”: la administración ordinaria, como él la denomina. El nudo de la cues- situación, el control sobre el proceso de trabajo debe pasar a manos de la
tión, el foco de ataque de Taylor, está en aquello que las anteriores y caducas gerencia, no solo en un sentido formal, sino a través del control y el dictado de

D
formas de administración no vieron: la holganza sistemática de los obreros. Su obje- cada paso del proceso, incluyendo su modo de ejecución”. Taylor agrega: no
tivo principal y explícito se centra en lograr el máximo rendimiento de una hay costos excesivos ni esfuerzos demasiado grandes en el intento de implementar
jornada laboral, es decir, de un día de utilización de la fuerza de trabajo. La idea los nuevos métodos, ya que los beneficios que traerán cubrirán con creces los

A
será, entonces, derribar los obstáculos que lo impiden. El principal, al decir de gastos realizados. No hay que confiar, por ende, en la iniciativa de los obreros,
Taylor, es la flojera de los hombres, y se pueden diferenciar dos tipos de característica distintiva de los antiguos métodos de administración. Aspecto
“flojeras” u “holganzas”. Por un lado, la “natural”, aquella a la que los hombres central de su sistema: la iniciativa debe pasar a la gerencia. Este mismo proceso fue

L
se ven arrastrados por naturaleza, que no puede ser modificada. En otras pala- denominado por algunos autores, en una expresión más abstracta, como “ex-
bras, se trata de la tendencia del hombre a realizar el menor esfuerzo posible, propiación del saber obrero”. El patrimonio obrero sobre los procesos de pro-
que Taylor acata como una máxima inamovible. Sin embargo, aclara, otro tipo de ducción es dinamitado, en sus propios cimientos, por el taylorismo: de ahora en

I
flojera es mucho más peligrosa para el desarrollo de la industria (para el progreso, más la “gerencia”, eficaz instrumento al servicio del capital, monopolizará el

F
dirá Taylor) y es aquella que adquieren los hombres por el solo hecho de “saber”. La relación capital-trabajo comienza a girar en torno al eje del saber: es
realizar tareas en conjunto: algo así como una lógica de grupo que se impone. en ese ámbito donde se llevará a cabo la batalla crucial entre fines del XIX y
En efecto, es el propio grupo de trabajadores el que compele al trabajador principios del XX. Taylor será el primero en localizar dicho ámbito: dato no
individual a no realizar un mayor esfuerzo, ya que aumentaría el ritmo general menor, teniendo en cuenta las implicaciones a largo plazo que tendrá la desarti-


de trabajo. Esta es la “flojera sistemática”, “...casi universal bajo los esquemas culación de la “iniciativa” obrera. Queda claro, entonces, cuál es el pivote que
ordinarios de administración y que es el resultado de un cuidadoso estudio de estructura toda la administración científica moderna: el control del trabajo a
parte del trabajador de lo que habrá de favorecer sus intereses más caros” través del control de las decisiones que son tomadas en el proceso de trabajo. El
(Taylor, 1977: 28). Con estos esquemas, “...los mejores hombres van, paulatina oficio sufre un golpe definitivo. De este núcleo duro de la administración científi-
pero seguramente, reduciendo su paso hasta igualarlo al de los productores
menos eficientes. Cuando un hombre enérgico trabaja varios días junto a otro 1 Para darse una idea de la dimensión de las “pruebas experimentales” que llevó a cabo
perezoso, la lógica de la situación es indiscutible” (Taylor, 1977: 27). Hombre Taylor, no pueden pasarse por alto los 26 años de experimentación en 10 diferentes má-
práctico por definición, Taylor ejemplifica todas sus afirmaciones; en este caso, quinas herramientas reservadas solo a ese fin, recopilando entre 30.000 y 50.000 pruebas
con su propia experiencia en los talleres de la Compañía de Aceros Midvale, de corte de barras de hierro.
142 | AGUSTÍN WYDLER TAYLORISMO, FORDISMO Y ACUMULACIÓN FLEXIBLE | 143

ca se desprende el obrero tipo del taylorismo: si “...el trabajo de cada operario conocimiento para el dominio exclusivo de la gerencia –lo mismo que su
queda totalmente planificado por la dirección...”, el obrero no requiere condi- contrario esencial, la ausencia de dicho conocimiento entre los obreros–

M
ciones demasiado elevadas. Las palabras del propio Taylor (1977: 44) no necesi- luego el tercero es el uso de este monopolio del conocimiento para controlar cada paso
tan mayores aclaraciones: “Esta labor es tan ruda y elemental que el autor cree del proceso de trabajo y su modo de ejecución” (Braverman, 1974: 147). Estos tres
firmemente que un gorila inteligente podría aprenderla. (...) en casi todas las artes principios constituyen la base sobre la cual se desarrollarán las formas de
mecánicas, la ciencia que sirve de fundamento a cada acto del trabajador es tan administración durante todo el siglo XX. La fuerza de trabajo, de la mano de

O
grande e importa tanto que el trabajador que resulta más adecuado para hacer estos principios, continuará su derrotero hacia la homogeneización, volvién-
realmente el trabajo es incapaz (ya sea por falta de instrucción o por insuficiente dose plenamente funcional al capital, es decir, general e indiferenciada, adap-
capacidad mental) de entender dicha ciencia”. (Las cursivas son nuestras.) table a un amplio rango de tareas simplificadas. Las (superficiales) innova-
La aplicación de la administración científica a cualquier tipo de trabajo, por ciones, producidas sobre todo con las críticas generalizadas al taylorismo

C
más complejo que sea, se asienta en tres principios básicos, según el propio luego de la crisis de 1929, no llegaron a modificar este núcleo central.

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Taylor. Los analizaremos, al menos brevemente, ya que la gran mayoría de En resumen diremos, siguiendo a Coriat, que el taylorismo implicó un doble
los procesos de trabajo vigentes hoy en día son descendientes directos de descubrimiento. Primero, que el conocimiento y el control de los modos

.
estos principios. El primero se basa en la sistematización de los conocimien- operatorios industriales son propiedad exclusiva de la clase obrera (por su-

D
tos obreros por parte de la gerencia. “Los administradores asumen (...) la puesto que segmentada, pero lo importante es que los patrones estaban
carga de reunir todos los conocimientos tradicionales que en el pasado han excluidos de este conocimiento). Segundo, que este monopolio es lo que
poseído los trabajadores y la de clasificarlos, tabularlos y reducirlos luego a hace ineliminable el control obrero de los tiempos de producción. He aquí

D
reglas, leyes y fórmulas...” (Taylor, 1977: 41). Este primer paso puede ser la contribución histórica más importante del taylorismo al capital: liberar los
llamado, según Braverman, disociación del proceso de trabajo de la pericia de los tiempos de producción del control del oficio, desarticulándolo en sus pro-
obreros. Básicamente, el trabajo no debe depender de las capacidades de los pias bases, para imponer dentro del taller la ley y la norma patronal. El

A
obreros, sino de las prácticas de la gerencia. El segundo principio, denomi- aumento de la tasa de ganancia, vía aumento de la productividad laboral,
nado separación de la concepción de la ejecución, se basa en que “... todo posible funciona como telón de fondo de toda la escena. El cronómetro, elemento
trabajo cerebral debe ser removido del taller y concentrado en el departa- central de esta lucha, será el instrumento del time and motion study (“estudio

L
mento de planeación o diseño” (Taylor, citado por Braverman, 1977: 139). de tiempos y movimientos”). La idea rectora es la “eliminación de tiempos
Elemento central del ataque al oficio propiciado por el “sistema Taylor”: el muertos”: acotar, o eliminar en última instancia, los “huecos” dentro del
cúmulo de conocimientos del trabajador debe pasar enteramente a la geren- horario de trabajo. Evidentemente, se verifica un aumento de la jornada

I
cia. Cambio radical que intensifica la lógica de las relaciones capitalistas de laboral, del tiempo efectivo de trabajo, si bien no aumenta la cantidad de horas

F
producción, ahora la propiedad del capital no solo es el capital, sino que el del obrero en el taller: el trabajo se intensifica.2 La “flojera sistemática” se
trabajo mismo se ha convertido en parte del capital. “Los obreros no solo encuentra diezmada: el control de los procesos operatorios en el seno del
pierden el control sobre sus instrumentos de producción, sino que ahora taller debe pasar a la administración patronal. Los tiempos de producción,
deben perder el control sobre su propio trabajo y la forma de ejecutarlo” de ahora en más, serán asignados por la gerencia.


(Braverman, 1977: 143). Se profundiza la subsunción real del trabajador al capi-
tal, esto es: el obrero ya no puede desarrollar su capacidad de trabajo si no
es al mando del capital. Ya sea para asegurar el control de la gerencia, como
para abaratar el precio de la mano de obra (al estar descalificada), la concepción
y la ejecución deben funcionar como esferas estrictamente separadas. Al trabajador solo
se le asigna una serie de tareas simplificadas de las que desconoce la base
técnica o científica que les dan sustento. El tercer principio bien lo resume 2 Es decir, con una tecnología constante, un mismo número de trabajadores produce en el
Braverman: “...si el primer principio es la reunión y desarrollo del conoci- mismo tiempo una cantidad mayor de productos-mercancías: se verifica un aumento del
miento de los procesos de trabajo y el segundo es la concentración de este ritmo de trabajo, vía disminución de tiempos muertos.
144 | AGUSTÍN WYDLER TAYLORISMO, FORDISMO Y ACUMULACIÓN FLEXIBLE | 145

3. El fordismo: nuevos aportes para viejos paradigmas de montaje por añadidura de piezas sucesivas, pero se añade un detalle técnico:
al estar la pieza central fijada al transportador, la cadencia del trabajo es estable-

M
3.1 Perfeccionamientos técnicos (y efectos políticos): la cadena de montaje cida mecánicamente, de manera externa al obrero, por la velocidad dada a la
y la producción capitalista en masa cadena. Si con Taylor los tiempos de producción eran asignados a cada tarea,
ahora estos son impuestos por la gerencia. Taylor ve hacerse realidad su sueño: la
El golpe de gracia al oficio vendrá de la mano de un cambio tecnológico que cadena de montaje, eficaz sepulturero del control obrero de los tiempos de

O
profundizará las lógicas taylorianas y las hará entrar en una etapa superior de su producción, ya no deja lugar alguno a la iniciativa obrera. En 1918 son enuncia-
desarrollo: la cadena de montaje. En 1903, en la recién fundada Ford Motor dos sus principios generales, que recorrerán el mundo, extrapolándose a los
Company, la construcción de automóviles era todavía reservada a los maestros más variados procesos industriales.3
de oficio que arrastraban experiencia de los talleres de bicicletas y carruajes. La implementación, sin embargo, no fue inmediata: este retraso fue produci-

C
Una serie de tímidos cambios se fueron produciendo al lanzarse, en 1908, el do por las peculiares características del mecanizado (la producción de piezas)

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Modelo T, cuya demanda creciente hizo que toda la atención de la compañía se más que por el montaje. Efectivamente, para que las piezas pudieran ser
focalizara en la manera de aumentar la productividad mediante nuevos artilugios fijadas una tras otra al transportador, era preciso que fuesen rigurosamente

.
de ingeniería. Y los resultados no fueron para nada desdeñables. Si bien para idénticas, intercambiables: en otras palabras, la producción de piezas debía

D
1908 ya no era el maestro de oficio (“que lo hacía todo”), sino una serie de ser estandarizada. Compelido por esa necesidad, el taller fordista se dividió en
trabajadores calificados que trabajaban sobre un vehículo particular, quienes se secciones especializadas: sectores enteros del taller destinados a la produc-
encargaban del ensamblaje final del automóvil, la dimensión de estos cambios ción de una pieza (“taller por pieza”), lo que habilita el paso de la “máquina

D
era insignificante respecto a los que se avecinaban (Coriat, 2000: cap. 3). En los universal” (destinada a varias operaciones y que debe ser manejada por
inicios de la cadena se encuentra el transportador de cinta, del que Ford extraerá obreros que posean una variada gama de modos operatorios) a la “máquina
sus métodos elementales. Dos son las variantes posibles: en la industria de las especializada” (destinada a una sola operación y que no requiere más que

A
cerraduras, se colocan en una caja todas las piezas que componen la cerradura; obreros especializados). Los perfeccionamientos se suceden y nace la “fá-
la caja pasa ante una serie de obreras que montan una pieza cada una y, al final brica racionalizada”: “...transportadores de cinta y de cadena, grúas de puen-
de la serie, el montaje está terminado. Una ventaja principal: el ritmo de la caja te y máquinas especializadas lanzadas cada una a su propia carrera, toda la

L
que “pasa” es regulado autoritariamente, mecánicamente. Sin embargo, este infraestructura del suelo va acompañada de una red aérea que asegura la
ritmo debe ser relativamente lento, ya que cada obrera debe buscar en la caja la circulación mecánica de las piezas de los órganos a montar a lo largo de una
pieza que debe montar. La solución en la industria de los relojes o despertado- línea de producción o de una línea a otra; las herramientas manuales están

I
res: cada obrera tiene delante de sí una caja que contiene las piezas a acoplar. La colgadas encima de los puestos de trabajo” (Coriat, 2000: 42).

F
primera obrera ensambla una pieza sobre la pieza principal y pasa la caja a la El fordismo inaugura todo un nuevo dispositivo: una serie de renovadas estra-
segunda obrera, quien realiza la misma operación y así sucesivamente hasta que tegias de extracción de plustrabajo son la base de los cambios cualitativos que
el reloj queda terminado. El problema que ahora se presenta es que las obreras se producen. En primer lugar, el transportador no solo elimina los tiempos muer-
manejan, en cierta medida, la cadencia del trabajo, ya que cada una “pasa el tos; más aun, los convierte en tiempo de trabajo productivo. “Andar no es una


conjunto” a su vecina. Ford se las ingenió para aplicar estos principios con una actividad remuneradora”, solía repetir Ford: efectivamente, los “poros” de la
serie de “perfeccionamientos interesantes”, de los cuales el más importante fue jornada laboral (por los que “respira” el obrero) son eliminados y se verifica un
la asociación de un transportador de cadena para que el órgano pase de una aumento brutal de la duración efectiva de la jornada laboral. En segunda medi-
operación a otra. En un boletín de la fábrica francesa Renault de comienzos de
1918, destinado a los directivos para analizar los recientes aportes americanos,
se lee: “El principio es fijar la pieza principal al transportador y hacerlo pasar 3 “El modelo de producción en masa de Henry Ford se difundió por las nuevas industrias
delante de cada hombre, que fija en él otra pieza de suerte que el órgano se automovilísticas del mundo, mientras que en Estados Unidos los principios de Ford se
encuentra completamente montado al final del transportador” (“Bulletin des aplicaron a nuevas formas de producción, desde casas a comidas-basura (McDonald´s es
usines Renault”, citado por Coriat, 2000: 41). Es decir, se conserva el principio un éxito de posguerra)” (Hobsbawm, 1995: 266).
146 | AGUSTÍN WYDLER TAYLORISMO, FORDISMO Y ACUMULACIÓN FLEXIBLE | 147

da, la línea de montaje lleva hasta sus límites la parcelación del trabajo. Si el producción que instaura el fordismo pueden ser definidas con mayor precisión:
taylorismo se caracterizó por la separación de concepción y ejecución, el fordismo comienza la era de la producción en serie de mercancías estandarizadas cuyo valor en

M
lo desarrolla aun más y garantiza la subdivisión del propio trabajo de ejecución, términos de tiempo de trabajo necesario ha sido rebajado.
la parcelación. Con Taylor el obrero todavía conservaba parte de su destreza;
Ford tiene en claro que hay que suprimir la necesidad de la destreza en la 3.2 Del salario como incentivo al five dollars day: un instrumento fundamen-
utilización de la mano de obra. tal de la era fordista

O
No obstante, un desarrollo de la parcelación tan acentuado solo puede realizar-
se en base a un enorme incremento del maquinismo. La composición orgánica Debemos remontarnos a Taylor para dar cuenta de las mutaciones que sufre el
del capital4 se ve fuertemente modificada en el transcurso de unos pocos años. salario en la era de la producción en masa. La concepción tayloriana del salario
Por otra parte, el cambio en la organización del taller, su nueva distribución no dista mucho de lo que siempre ha sido: un estímulo al trabajo, un incentivo.

C
espacial, genera un principio “panóptico” de vigilancia. En efecto, la produc- Sin embargo, el salario no queda por fuera de los propios fines del taylorismo:

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


ción “en línea” incrementa la visibilidad del proceso de trabajo por parte del el ataque al oficio. Y si el sindicato de oficio asegura al trabajador toda una serie
capataz, contribuyendo de esta forma a incrementar la tasa de ganancia, ya sea de beneficios (cajas de socorro y ayuda mutua, entre otros), el salario, en el

.
porque aumente la productividad del trabajo (en el mismo tiempo de trabajo se intento por desindicalizar a los nuevos trabajadores, debe asegurar una gama

D
producen más mercancías) o porque aumente la intensidad del mismo (vía más amplia de beneficios. En la misma práctica capitalista, el salario comienza a
disminución de tiempos muertos). Si el taylorismo establece nuevas “normas de relacionarse ya no solo con el “trabajo aportado”, sino con la cantidad de
trabajo” (el estudio de tiempos y movimientos y la separación de la concepción trabajo necesario para que el obrero asegure sus condiciones de reproducción:

D
de la ejecución), podemos decir con Coriat que el fordismo establece nuevas de eso depende el sostenimiento de la relación salarial (es decir, de la fuerza de
“normas de productividad” (para la extracción de plustrabajo), que constituyen trabajo). De aquí al five dollars day solo restan una serie de condiciones particula-
un desarrollo respecto de aquellas. Como parte de un mismo proceso, se verifi- res. La primera condición por la que Ford anuncia el Acuerdo General de

A
can, asimismo, nuevas “normas de producción”. El primer aspecto a destacar Salarios, que implicaba un enorme incremento salarial (de 2,3, promedio de la
en este sentido es la generalización de la producción en serie de productos estandarizados, fábrica Ford, a 5 dólares por día), es la necesidad de reclutar y retener mano de
que se impone como nueva ley de la economía industrial. Por otra parte, la obra. Dos factores complicaban a Ford: por un lado, la baja cantidad de mano de

L
cadena de montaje no solo incrementa el rendimiento del trabajo, sino que obra disponible en relación con la demanda de la industria automovilística,
también aumenta, por medio de una gestión particular del capital circulante, la protagonista de un extraordinario crecimiento. Por otro, la insubordinación cró-
velocidad del ciclo del capital productivo. Así, se intenta “producir sin depósi- nica de los trabajadores frente a unas condiciones laborales cada vez más hosti-

I
tos” y evitar los gastos de estancamiento de las mercancías, o de sus elementos. les. El paso del trabajo de oficio a repetidas operaciones de detalle y la unifor-

F
En este sentido, se afirma que Ford logró reducir la “holganza de los materia- midad de la tasa salarial (una vez que se introdujo la cadena de montaje y se
les” de la misma forma que Taylor redujo la “holganza de los hombres”. La idea eliminaron las bonificaciones salariales) no tuvieron efectos demasiado positi-
central es que se produzca un aprovisionamiento continuo y regulado a los vos, como el propio Ford reconoció. Ya desde 1910 los hombres de la Ford
obreros quietos en sus puestos de trabajo. Incremento de la ganancia por medio habían empezado a desertar, y con la introducción de la cadena de montaje, “su


de la reducción del costo de producción: el valor de las mercancías, en térmi- personal fue literalmente diezmado; pronto la compañía encontró casi imposi-
nos de tiempo de trabajo necesario, se reduce. En conclusión, las nuevas normas de ble mantener intacta su fuerza de trabajo y mucho menos expandirla. Era evi-
dente que la Ford Motor Co. había alcanzado el punto de poseer una gran
fábrica sin tener suficientes obreros para mantenerla trabajando. Más tarde Ford
4 Este concepto hace referencia a la composición técnica del capital. Según Marx, en el
marco de relaciones capitalistas de producción, la parte constitutiva constante del capital admitió que sus sorprendentes innovaciones fabriles habían introducido la cri-
(los medios de producción en general) tiende a incrementarse a expensas de la parte cons- sis laboral más importante de su carrera. El abandono de su fuerza de trabajo
titutiva variable del capital (la fuerza de trabajo) como efecto de la competencia entre llegó, como él mismo lo escribe, a 380 por ciento para el año 1913, tan solo. Tan
capitalistas, que intentan aumentar la productividad laboral incrementando la inversión en grande era el disgusto laboral a causa del nuevo sistema de máquinas que hacia
maquinaria. el final de 1913, cada vez que la compañía quería agregar 100 hombres a su
148 | AGUSTÍN WYDLER TAYLORISMO, FORDISMO Y ACUMULACIÓN FLEXIBLE | 149

personal de fábrica, era necesario contratar 963” (Keith Sward, The legend of trucciones, la mecánica constituida de la producción en masa despliegue sus
Henry Ford, citado por Braverman, 1974: 179). A esto se sumó la creciente potencialidades), una vez consolidadas las políticas estatales de asistencia:

M
sindicalización de los obreros de la Ford en torno a la Industrial Workers of the luego de la crisis de 1929, se generalizaron las prácticas estatales tendientes
World (IWW), que intensificó su campaña a mediados de 1913. La respuesta a a asegurar la reconstitución de la fuerza de trabajo (sobre todo por el inusi-
esta serie de amenazas fue el anuncio, en absoluto discreto, del five dollars day a tado índice de desocupación que dejó como secuela). Recordémoslo: “...es-
principios de 1914. Evidentemente, la medida no abarcaba a todos. Las mujeres, tos sistemas se desarrollan en la gran industria y para la gran industria. No

O
los menores de 21 años y los obreros con una antigüedad menor a 6 meses (el solo parte de ella la iniciativa, sino que hasta 1940, e incluso después de la
período de prueba) estaban totalmente excluidos del nuevo salario. Además, y guerra, las diferentes legislaciones afectan ante todo y sobre todo a los traba-
he aquí el punto central, los requisitos para obtenerlo implicaban un control de jadores asalariados de las grandes empresas” (Coriat, 2000: 85).5 La producción capi-
las condiciones de existencia de la población obrera: se exigía una “moral inta- talista en masa y el fordismo conforman un mosaico que se completa con la

C
chable”. Esta época marcó el comienzo de la cooperación entre expertos de intervención estatal, que se acentúa en los años 30 y que dará lugar, durante

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


formación universitaria y hombres de negocios. Ciertamente, Ford se rodeó de los años dorados, al período de la “economía mixta” (el Estado, junto al mer-
un “departamento de sociología” y de un grupo de inspectores y controladores cado, como reguladores de la economía). El Estado interventor o keynesiano

.
que concurrían a los hogares y a los lugares frecuentados por los obreros para hace su aparición como modo de regulación necesario en pos de asegurar la

D
controlar su conducta y, sobre todo, la manera en que se gastaban el salario. Las reconstitución de la fuerza de trabajo bajo los nuevos esquemas de produc-
condiciones de existencia de la clase obrera son conscientemente moldeadas ción: “Después de Taylor y Ford, Keynes viene así a terminar el edificio.
por el capital: el beneficio del five dollars day podía ser retirado en cualquier Tras la teoría y la práctica de la producción en masa en el taller, la teoría y la

D
momento. práctica del tipo de Estado y de regulación que le corresponden” (Coriat,
De esta forma, el incentivo salarial por primas junto con el salario a destajo 2000: 88). Efectivamente, la relación capital/trabajo a partir del New Deal
quedan invalidados: los tiempos de producción son incorporados al entra en una nueva fase, que consta básicamente de dos novedades: una, el

A
maquinismo y se le imponen objetivamente al trabajador. El five dollars day hará establecimiento de contratos debidamente negociados; otra, que dichos contratos
el resto: los resultados son sorprendentes. El absentismo y el turn-over des- establezcan aumentos salariales sujetos a los aumentos de productividad. Esta rela-
cendieron bruscamente, el costo de producción disminuyó (a pesar de haber ción salario/productividad constituye la base del “pacto fordista”,6 que re-

L
reducido la jornada laboral de 9 a 8 horas) y los niveles de producción gulará las relaciones de clase luego de la crisis de 1929. Toda esta estructu-
aumentaron a un ritmo desconocido hasta entonces. La producción en masa ra, muy frágil por cierto, encontró sus primeras fisuras ya a fines de la
del automóvil se hizo presente. Los “salarios altos”, en contraposición al década del 60; a principios de los 70, la crisis irrumpió con violencia y

I
miserabilismo que impera en las encuestas del siglo XIX, se volvieron una socavó sus propias bases. La era consumada por el Ford T se derrumbó y la

F
necesidad del nuevo proceso de acumulación, del nuevo modo de consumo relativa estabilidad que proporcionaba el pacto fordista al capitalismo central
de la fuerza de trabajo. Ford no podría ser más claro: “Pagando mal a los de posguerra perdió sus últimos pilares: entre sus escombros se alza otra
hombres, preparamos una generación de niños subalimentados y subdesa- cuya característica distintiva es la inestabilidad.
rrollados tanto física como moralmente; tendremos una generación de obre-


ros débiles de cuerpo y de espíritu, que por esa razón se mostrarán inefica-
ces cuando entren en la industria. En definitiva, la industria pagará la cuen- 5 La fascinación por el modelo fordista llegó incluso al régimen nazi, que hizo que la Porsche
ta” (citado por Coriat, 2000: 61). La política patronal del salario daba cuenta creara el “auto del pueblo” (Volkswagen) edificando una fábrica integrada a imagen de la
fábrica de Ford de Riviere Rouge. Luego exportado a Estados Unidos, México y Brasil,
de una nueva relación entre la forma de consumo y la forma de reconstitu- aparece como un símbolo del esquema de consumo fordista de los asalariados (Volkswagen
ción de la fuerza de trabajo. Los puntos en común con los planteos produjo 15 millones de ejemplares del Escarabajo entre 1947 y 1973) (Boyer y Freyssenet,
keynesianos abundan y los problemas a los que intenta dar solución el five 2001).
dollars day requerían una respuesta más global, de conjunto: el Estado 6 “Conectando los salarios y la productividad, el capital trata de crear una situación en la que
keynesiano ocupó ese lugar. En efecto, el desarrollo pleno del fordismo la lucha de la clase trabajadora por el precio de la forma mercancía se convierta en el
corresponde a la segunda posguerra (cuando, vía destrucciones y recons- motor mismo del crecimiento del capital en una forma nueva” (Cleaver, 1981: 201).
150 | AGUSTÍN WYDLER TAYLORISMO, FORDISMO Y ACUMULACIÓN FLEXIBLE | 151

4. La crisis del taylorismo-fordismo y sus efectos (todo ello como epifenómeno de la creciente imposibilidad de valorización del
capital en la esfera estrictamente productiva).

M
4.1 El fin del modelo de acumulación de posguerra y la Las consecuencias de estos procesos devienen transformaciones estructurales
internacionalización de los procesos productivos como “fuga” del modelo de acumulación a escala global. La reconfiguración de la cadena de
valor10 aparece como producto y causa de la transformación de la típica “em-
Con la crisis de los “años dorados”, las condiciones estructurales sobre las presa fordista” en las “nuevas corporaciones” (como las llamó Galbraith): la

O
que descansaba el modelo fordista fueron radicalmente transformadas. La prioridad no es ya el “crecimiento productivo” sino la generación de exceden-
hegemonía de Estados Unidos, pilar fundante de aquel modelo, comenzó a tes, buena parte de los cuales no son reinvertidos, sino volcados al consumo.
resquebrajarse. Si bien subsisten las discusiones en torno a las causas7 de la Efectivamente, la organización productiva de la empresa se modifica: si tanto la
caída de la rentabilidad y el producto, lo cierto es que Estados Unidos empresa nacional como la multinacional (con filiales no especializadas) daban

C
comenzó a perder competitividad en la década del 60, básicamente a partir lugar a una sólida supervisión estatal, la actual empresa transnacional (con filia-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


de la recomposición económica europea, el inusitado crecimiento japonés y les especializadas que envían productos just in case) limita seriamente el accionar
los problemas internos en la coordinación y el control de la relación capi- estatal, no solo a partir de la creciente puja por anclar capital en su territorio

.
tal/trabajo, en una combinación de factores internos y externos (Marglin y (garantizando condiciones de rentabilidad y máxima desregulación), sino funda-

D
Shor, 1992: 24): la crisis de la balanza de pagos es el corolario inevitable del mentalmente por la imposibilidad de limitar las rentas al exterior en un mercado
desmantelamiento de la otrora incuestionable hegemonía. que intercambia crecientemente “partes de productos” (modulación de la produc-
Frente al estrepitoso comienzo de la etapa recesiva luego del aumento del ción) y no ya mercancías acabadas. Inclusive la gestión, a partir de la revolución

D
crudo por la OPEP en 1973, la estrategia de las corporaciones transnacionales, de las tecnologías de la información, se hace desde el centro, dando lugar a una
ya presente desde mediados de los 60, se consolidó hacia un esquema abso- estructura de redes que puede adquirir diversas fisonomías. Tamañas transfor-
lutamente novedoso en la historia del capitalismo: la internacionalización de maciones calan hondo en el papel del Estado, que pasa de benefactor a subsidiador

A
los procesos productivos (revolución tecnológica mediante), profundizada del capital transnacional: cual “impuesto”, el Estado ha de pagar al capital por
con la externalización de actividades (outsourcing) y la subcontratación. obtener su inversión.11
La internacionalización de las finanzas constituye el otro eslabón fundamental Buena parte de estas transformaciones, que aparecen como corolarios del

L
de la nueva situación.8 Si el esquema de Bretton Woods estaba fundado en la proceso de internacionalización de las finanzas y de los procesos producti-
prácticamente nula existencia de transacciones por fuera de lo productivo, la vos, encuentran una sólida explicación en la ruptura de la relación entre
devaluación de Nixon “exporta la inflación al mundo”.9 El sustento material de salarios y demanda interna que sostenía el accionar keynesiano del Estado

I
las transferencias de riquezas a la esfera financiera se encuentra tanto en la capitalista: no solo la ruptura de la conciliación fordista de clases, sino tam-

F
ruptura unilateral de Bretton Woods como en el reciclaje de los “petrodólares” bién la reorientación global del mercado que mina en sus bases aquella
y la “titularización” de la deuda pública de los principales países industrializados. relación. En este sentido, “… la liberalización financiera y comercial son
La estocada final la constituye la política de desregulación y liberalización fi- dos aspectos de un mismo proceso impulsado por el gran capital en su
nancieras, que barrió con los previos mecanismos de supervisión y control conjunto” (Arceo, 2005: 4).12


7 Se reflejan en el debate, dentro de la perspectiva crítica, entre quienes ponen el acento en
los conflictos entre capitales (la OCDE y EE.UU., básicamente) (Brenner, 1999) y quienes 10 Para una tipología de las formas de administración de las cadenas de valor global, cfr.
ven en la crisis una cristalización de las luchas obreras con epicentro en el 68. Gereffi, Humphrey y Sturgeon (2003).
8 Si bien no es un fenómeno totalmente novedoso, ya que la internacionalización de las 11 Son muchos los ejemplos al respecto, el más reciente es el del estado de Georgia, pagando
finanzas data de la década de 1920. a Toyota una importante suma para asegurar su radicación. Para otros ejemplos, remiti-
9 La apuesta norteamericana de liquidar Bretton Woods da resultado. Remitiéndonos exclu- mos a Arceo (2002: 59).
sivamente al plano económico, hacia 1986 EE.UU. comienza a crecer a tasas superiores a 12 En países como Perú y Argentina, por solo referirnos a la región, el descenso de los
las japonesas. salarios reales en el último cuarto de siglo fue del orden del 60% (Arceo, 2005: 29).
152 | AGUSTÍN WYDLER TAYLORISMO, FORDISMO Y ACUMULACIÓN FLEXIBLE | 153

4.2 El mito: toyotismo o el modelo que debía “cambiar el mundo”13 der sus normas básicas eliminando sus “lastres” (desempleo estructural,
concentración productiva e incremento de la tasa de explotación entre otros).

M
Frente al brusco cambio de contexto, un nuevo modelo aparece como el one A diferencia del modelo preconizado por Ford, el toyotismo presenta las
best way del siglo XXI: el toyotismo. La fascinación producida por el modelo siguientes características:
japonés tiene base en el éxito de Toyota para lograr un modelo flexible de 1. Mayor orientación a la demanda, buscando atender las exigencias más
“producción ajustada” (a la demanda) garantizando el empleo de sus asala- individualizadas del mercado consumidor (“vender para producir y no

O
riados.14 Se postula que la “producción ajustada” “…combina las ventajas de producir para vender” dirá Ohno). De esta forma, la producción aparece
la producción en masa y de la artesana, al tiempo que evita los altos costes variada y heterogénea, a diferencia de la homogeneidad fordista.
de la primera y la rigidez de la última. Con este fin, los productores ajusta- 2. Se basa en el trabajo obrero en equipo, con multiplicidad de funciones
dos emplean equipos de trabajadores multicualificados a todos los niveles (obrero polivalente), supuestamente en oposición al carácter fragmentado de

C
de la organización y utilizan máquinas altamente flexibles y cada vez más la cadena de montaje fordista.

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


automatizadas para producir grandes volúmenes de productos enormemen- 3. La producción se estructura en un proceso productivo flexible, que posi-
te variados” (Womack et al, 1992). Toda la estrategia de Toyota aparece bilita al obrero operar simultáneamente varias máquinas (un promedio de

.
resumida en esta apologética presentación. Pero como cualquier mito, defor- 5 en Toyota).

D
ma la realidad a gusto: no se perciben las condiciones excepcionales en las 4. Se basa en el just in time (el mejor aprovechamiento posible del tiempo de
cuales se implementa la estrategia ni sus consecuencias globales.15 El producción): producir “justo a tiempo y justo lo necesario”, esto es,
toyotismo u onhismo surge en la segunda posguerra como vía de desarrollo evitar al máximo los stocks de producción (estrategia de “stock cero”).

D
del capitalismo monopolista industrial cumpliendo con un requisito funda- En este sentido utiliza el kanban, placas y señas de comando para reposi-
mental en el marco de la profunda crisis japonesa: aumentar la producción ción de piezas y de stock.
sin aumentar la dotación de trabajadores. La rápida propagación del modelo 5. Implementa los Círculos de Calidad Total (grupos de no más de 10 traba-

A
hacia las grandes empresas derivó en un enorme aumento de la producción jadores supuestamente “polifuncionales”, lo que rompería con la separa-
y la rentabilidad. La otra cara del “milagro japonés”, sin embargo, está cons- ción taylorista de concepción y ejecución). En este sentido, se promueve
tituida por la derrota sindical, a partir de la cual se expulsó a 1.600 trabajado- la responsabilización del trabajador y se lo instiga a plantear mejoras en

L
res, comprometiéndose la empresa a garantizar el empleo vitalicio a quienes la producción a través de la “innovación continua”. Womack (1992) se
permanecieran (creando lo que denominaron la “comunidad Toyota”) y, fun- refiere a una “tensión creadora” donde los trabajadores pueden hacer
damentalmente, por la estrategia de reducción de costos cimentada en la frente a los retos. En contraste, los trabajadores hablan de mayor “estrés

I
“subcontratación competitiva” (canalizando los conflictos de “ajuste” de laboral” (Muto Ichiyo, Watanabe, Parker y Slaughter, 1989). La transfe-

F
producción hacia las empresas proveedoras), elementos que impiden exten- rencia de las responsabilidades de la elaboración de calidad de produc-
ción, anteriormente asumidas por la gerencia científica y ahora
interiorizadas en la propia acción de los trabajadores, dio origen al
13 La máquina que cambió el mundo (Womack et al., 1992), originalmente publicado en 1990, es management by stress. Esto es claramente ilustrado en un testimonio ya


uno de los libros de mayor divulgación que intenta extender los “principios universales” de clásico de un trabajador de la compañía, hacia 1982: “Todo el tiempo
la “producción ajustada” (lean production). Realizado por el Massachusetts Institute of libre de los trabajadores de la líneas de montaje durante las horas de
Technology (M.I.T.) y centrado en la industria automotriz, no ahorra esfuerzos para expli- trabajo ha sido eliminado, considerándolo como desperdicio. Todo su
car “cómo se puede expandir a todos los rincones del globo para beneficio de todos”. El
tiempo, hasta el último segundo, es dedicado a la producción” (Satochi
optimismo ingenuo (o la apología del capital) impregna todo el libro.
14 Esta estrategia se desmorona en 1992, obligando a la reducción de personal y a la adop- Kamata, citado por Antunes, 2005). Podría ser un obrero de la Ford de
ción de una política de reclutamiento muy estricta. los años 20: aumento del ritmo de producción, reducción de los tiempos
15 Para el análisis concreto del contexto de surgimiento del toyotismo en el Japón de posgue- muertos o intensificación de la explotación del trabajo son diferentes
rra, léase en este libro el capítulo de Fernando Pita: “La industrialización de Japón: el nominaciones para una misma realidad. Solo que ahora la estrategia en
crecimiento de la posguerra y el toyotismo”. Toyota resulta más eficaz: ya sea porque los obreros trabajan con varias
154 | AGUSTÍN WYDLER TAYLORISMO, FORDISMO Y ACUMULACIÓN FLEXIBLE | 155

máquinas diversificadas o porque se aumenta la velocidad y el ritmo de a mediados de la década del 70 se hayan comenzado a implementar normas de
la cadena productiva por medio del sistema de luces (verde, funciona- producción toyotistas en los países del capitalismo central.18 La visión domi-

M
miento normal; naranja, intensidad máxima; roja, disminución por algún nante plantea un reemplazo de aquel modelo, cuyo pilar fundamental era la
inconveniente), se verifican formas novedosas de apropiación de las ac- excesiva rigidez en un contexto de altísima capacidad de consumo que se plas-
tividades intelectuales del trabajo (básicamente a través de la introducción maba en un mercado estable y sólido, por un nuevo método de organización de
de maquinaria automatizada e informatizada) que dan lugar a un cuadro la producción cuya lógica era exactamente la inversa: uno de los trabajos más

O
extremadamente positivo para el capital. paradigmáticos de esta perspectiva lleva esta impronta ya desde su mismo nom-
6. Subcontratación competitiva o tercerización de la producción: la estructura bre: Pensar al revés (Coriat, 1992). Este enfoque concitó las más diversas reaccio-
de la empresa se horizontaliza (frente a la verticalidad fordista) transfiriendo a nes. La más difundida es la de Ben Watanabe, miembro de Rodo Joho (organiza-
terceros gran parte de lo que antes se hacía dentro de la fábrica (la “fábrica ción de oposición al sindicalismo amarillo de Japón) cuyas críticas –si bien

C
mínima” al decir de Ohno). Así, el “suministro ajustado” (Womack, 1992) exceden el ámbito del presente trabajo–, podemos resumir (a riesgo de simplifi-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


supone una expansión de los métodos a toda la red de proveedores. Los car demasiado) igualmente, en su título: Pensar o al revés. Lo que se pone en
ensambladores dividen sus pedidos entre dos o más miembros de su grupo cuestión es la supuesta superioridad del modelo japonés en términos de mayor

.
de proveedores, otorgando puntuaciones a cada uno de ellos. La competen- participación en los procesos de trabajo, aumento de la responsabilización, con

D
cia se traslada a este ámbito y el ajuste, interno en la era fordista, se hace por la consiguiente merma en los niveles de alienación, mayor calificación del tra-
fuera de la fábrica, desligándose de los costes que implicaría.16 bajo, altísimas tasas de sindicalización, empleo de por vida, exaltando las bonda-
7. Implementación del “empleo vitalicio” como parte de la negociación des de la polivalencia (el fin del trabajo rutinario): lo que el mismo Coriat (1992)

D
sindical, pero solo para un 25 a 30 por ciento de la población trabajadora, termina llamando la “democracia en las relaciones de trabajo”. Si Coriat intuye
con exclusión de las mujeres, y aumentos salariales íntimamente ligados la ampliación de los niveles de democracia a partir de la extrapolación del
al aumento de la productividad (Antunes, 2006). Del mismo modo, se modelo japonés, nosotros creemos, con Ricardo Antunes (2003: 36) que “...tiene

A
impulsa una estructura sindical “cooperativa” o “por empresa” (sindica- una mejor sintonía con la lógica neoliberal, que con una concepción realmente
lismo amarillo), buscando la implicación del trabajador en los objetivos de socialdemócrata. (...) En vez de una socialdemocratización del toyotismo tendría-
rentabilidad de la empresa y redireccionando el conflicto capital/trabajo mos una toyotización destructora y disgregadora de la socialdemocracia”. Ya en

L
hacia las empresas competidoras (la idea de “comunidad” o “familia” que el propio Japón el toyotismo se estructura sobre una mínima base de trabajado-
impone Toyota a sus trabajadores).17 res calificados y con óptimas condiciones de contratación y una masa (que
Watanabe estima en el 95% de la clase trabajadora de ese país) de trabajadores

I
4.3 La realidad: acumulación flexible o el “comunismo del capital” tercerizados y precarizados sin ningún tipo de seguridad laboral: subcontratados,

F
temporarios, etc. La expansión del modelo a nivel mundial (básicamente a la
En este contexto, las transformaciones producidas en el ámbito de los procesos vieja Europa) profundizó la crisis de la clase trabajadora, arrasada tanto por la
de trabajo a nivel mundial suscitaron toda una serie de debates en torno a las heterogeneización como por la individualización y la disgregación.
potencialidades “emancipatorias” de los nuevos modelos productivos. No es Si bien predominante, el toyotismo no es el único modelo propuesto e


raro que a partir de la crisis de la estrategia fordista y del capitalismo bienestarista implementado para superar la crisis del fordismo. La denominada “especializa-
ción flexible” (Sabel y Piore, 1984) habría instaurado una nueva forma produc-
tiva. Según estos autores, y tomando algunas ciudades italianas como ejemplo,
16 La Toyota Motor Company solo aporta por sí misma un 27% del coste total de materia-
les, herramientas y piezas y producía, hacia 1992, 4 millones de vehículos con 37.000 em-
pleados. General Motors, sin aplicar la producción ajustada, aporta el 70% del valor de sus 18 Así como Eiji Toyoda, a cargo de la Toyota Motors, realizó un viaje a Estados Unidos
8 millones de vehículos, necesitando 850.000 obreros en todo el mundo para fabricarlos para visitar las fábricas de Ford en 1950, hacia 1980 los directivos de Ford desandaron el
(Womack, 1992). camino, en medio de una crisis casi terminal, visitando la Toyota de Hiroshima para descu-
17 La quintaesencia del teamleader de los cada día más numerosos call centers (tercerizados brir la “producción ajustada”: todo un síntoma del cambio de época y de la expansión del
desde los países del capitalismo central) deriva del modelo japonés. modelo toyotista.
156 | AGUSTÍN WYDLER TAYLORISMO, FORDISMO Y ACUMULACIÓN FLEXIBLE | 157

implicaría, por un lado, un enorme desarrollo tecnológico, y por otro, una coexistir unos con otros, en el mismo espacio, de manera que les permitan a los
desconcentración productiva basada en empresas medianas y pequeñas, empresarios capitalistas escoger con comodidad entre ellos. (...) La consecuencia

M
“artesanales”. El rechazo de la producción en masa y la orientación a un merca- de este proceso en lo que respecta al mundo del trabajo, también fue señalada por
do regional, el trabajo “no alienado y creativo” y el desarrollo tecnológico Harvey: el trabajo organizado fue socavado. Se generaron grandes niveles de
serían los pilares de un modelo que superaría los excesos del fordismo. Como desempleo estructural y hubo un retroceso de la acción sindical”. Efectivamente,
ejemplo paradigmático se hace referencia a la Volvo de Kalmar y de Udevalla, la propagación de algunos de los puntos básicos del modelo toyotista a nivel

O
al oeste de Suecia, con mayor participación de trabajadores y un estilo más mundial tuvo serias consecuencias en el mundo del trabajo. La tercerización,
artesanal. Entre las muchas críticas a este esquema, rescatamos la de Coriat, rasgo distintivo de esta nueva etapa, de la mano de la subcontratación y la descen-
quien afirma que hay una “generalización abusiva” ya que la sustitución de la tralización productiva, tiene como objetivo evitar la resistencia obrera a los cam-
producción basada en la economía de escala es empíricamente irrealizable. Inclusi- bios en curso. Así lo atestiguan Beaud y Pialoux (2000), quienes durante 10 años

C
ve en las experiencias citadas, la tendencia a la descentralización abarcó a un realizaron un estudio de la empresa Peugeot en un pueblo francés: “En Peugeot-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


conjunto de grandes empresas que redujeron el tamaño de sus plantas e Sochaux, la descentralización de la gran fábrica y el desarrollo de unidades de
incentivaron el putting-out (externalización) del trabajo, dirigiéndolo a pequeñas producción a cargo de subcontratistas tuvieron en parte como objetivo evitar la

.
unidades productivas o a trabajadores domésticos (Antunes, 2003). Claramente, resistencia obrera a los proyectos de ‘modernización’ de las relaciones sociales y

D
la descentralización productiva que fragmenta el trabajo, sumada al avance tec- de las ‘mentalidades’”.20
nológico, permite al capital aumentar el control y la tasa de explotación de la En este marco podemos conceptualizar las diversas tecnologías de gestión
fuerza de trabajo: se desarrolla el fenómeno de la concentración (del capital) sin implementadas por el capital: la externalización o tercerización productiva

D
centralización (de la producción) del que habla Sennett (2000). (outsourcing), de la mano de la subcontratación, aparece como el rasgo distin-
A pesar de las realidades nacionales marcadamente disímiles, podemos hablar, a tivo de la acumulación flexible. Efectivamente, la proliferación de lo que se
nivel mundial, de posfordismo, como aquella etapa en la cual entran en crisis los llamará reengineering empresarial (Hammer y Champy, 1993) encuentra su pun-

A
modelos fordistas dominantes y se produce una convivencia de diferentes mode- to nodal en la minimización de la estructura burocrática y laboral (“hacer
los productivos: tayloristas, fordistas y hasta pretayloristas (en el caso del trabajo más con menos”), logrando desligar a la empresa de los pesados costes de
tercerizado y precarizado). Paolo Virno (2000) analiza al posfordismo como el una estructura caduca en el contexto de mercados fluctuantes. De ahí el

L
comunismo del capital, ya que la libertad de elección (entre diferentes modelos pro- boom de la escuela japonesa: recordemos que la subcontratación era consti-
ductivos) para el capital es máxima; en la misma línea, Alain Lipietz (1994) analiza tutiva del sistema productivo toyotista.21 La descentralización productiva,
las formas que adquiere el posfordismo en los diferentes espacios nacionales, externalizando aquellas fases del proceso que no resultan rentables, es parte

I
afirmando como uno de sus ejes a la flexibilidad, que esconde tras de sí la constitutiva del proceso de desmontaje de la empresa al estilo fordista: los

F
flexibilidad de los contratos de trabajo, es decir, la ruptura de los viejos acuerdos sistemas de producción flexible implican una dispersión geográfica inusitada
entre capital y trabajo.19 Antunes (2003: 26), retomando a David Harvey, plantea (la “cadena de montaje invisible”).
que la nueva etapa, a la que denomina de acumulación flexible, está caracterizada por
“...la existencia de una combinación de procesos productivos, articulando el


fordismo con procesos flexibles, artesanales, tradicionales. (...) En condiciones de 20 Es central analizar la interrelación entre los sujetos de la relación capital/trabajo para dar
acumulación flexible, parece que los sistemas de trabajos alternativos pueden cuenta de las transformaciones en el mundo del trabajo. En este sentido, Battistini (2001:
571), citando a Jódar, afirma: “Si bien ‘los empresarios y directivos toman la iniciativa y
tienen mayor capacidad de anticipación en la disposición de las reglas de juego en el pro-
19 No hay que olvidar, sin embargo, que más allá de los discursos en torno a la flexibilidad y ceso de trabajo, no hay que olvidar que gran parte de la historia, en el sentido de cambio y
el fin de la rutina, “... la mayor parte del trabajo sigue inscrito en el círculo del fordismo. Es transformación, de la organización del trabajo, no solo se debe a los cambios de objetivos
difícil encontrar estadísticas sencillas, pero una buena estimación de los trabajos modernos en torno a la competitividad o la productividad, sino también a la respuesta empresarial a
(...) es que al menos dos tercios de los empleos modernos son repetitivos, en una forma las limitaciones hacia su discrecionalidad impuestas o practicadas por los trabajadores’”.
que Adam Smith reconocería como afín a las practicadas en su fábrica de tachuelas y 21 El sistema denominado kairetsu supone, en Japón, una fábrica de montaje (ensambladora)
clavos” (Sennett, 2000: 45). que solo es la punta de una pirámide asentada sobre 45.000 empresas subcontratistas.
158 | AGUSTÍN WYDLER TAYLORISMO, FORDISMO Y ACUMULACIÓN FLEXIBLE | 159

Se instala en el centro de la escena el fenómeno de “concentración sin departamentos funcionales propios de la empresa multiunitaria que no sean
centralización” (Sennett, 2000): contrariando la estructura piramidal propia rentables “adelgazando” su estructura (la “fábrica mínima” de Ohno en su

M
de la integración vertical u horizontal del capitalismo industrial, los com- máxima expresión).
plejos acuerdos de subcontratación actuales configuran una intrincada red Con un capital internacionalizado, cuya “movilidad” se torna un factor de
de islotes productivos (“desagregación vertical”). Estos, sin embargo, le- poder frente al “anclaje local” del trabajo, y un patrón de organización in-
jos están de dar paso a la desconcentración del poder: son absolutamente dustrial profundamente modificado, el cuadro se completa, pintando de cuerpo

O
dependientes de poderosas organizaciones financieras y comercializadoras entero la problemática: las empresas de mayor innovación tecnológica (capi-
(Benetton, por ejemplo, no produce directamente, sino que transmite ór- tal diferenciado tecnológicamente) organizan redes de proveedores cuya
denes a todo un universo de productores independientes; otro tanto suce- producción se terceriza, librando al capital de la pesada carga de la contrata-
de con las computadoras de marca, ya sean Hewlett-Packard, IBM o Dell). ción de mano de obra. Si durante el fordismo los trabajadores de las empre-

C
Por otro lado, la reestructuración productiva y funcional remite a una seg- sas tercerizadas formaban parte de la empresa concentrada, la realidad

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


mentación creciente del mercado laboral: un núcleo estable y calificado posfordista diluye el “conflicto salarial” hacia una negociación entre la em-
frente a un universo de temporarios, subcontratados, precarizados e infor- presa principal y las tercerizadas, encargadas de “ajustar” reduciendo sala-

.
males: ya para 1993, las 500 firmas norteamericanas más importantes no rios o reduciendo personal (Filadoro, 2003).

D
empleaban más que un 10% de asalariados permanentes (Gorz, 2003) y la
tendencia se sigue profundizando.
Complementariamente, el rasgo predominante lo constituye la inclusión de

D
los diferentes sistemas de trabajo (domiciliario, a destajo, esclavista, taylorista,
fordista, etc.) en la “cadena de valorización” del capital y no ya como apén- Bibliografía
dices, sino como piezas centrales del nuevo esquema: la “subcontratación

A
organizada”, la proliferación del trabajo a destajo en las “ciudades globales” Antunes, Ricardo, ¿Adiós al trabajo? Ensayo sobre las metamorfosis y el rol central del mundo del trabajo,
y el crecimiento de la “economía informal” desde fines de los 70, no han Buenos Aires, Herramienta, 2003.
hecho más que expandirse, sea de la mano de las estrategias de superviven- Los sentidos del trabajo. Ensayo sobre la afirmación y la negación del trabajo, Buenos Aires, Herra-

L
mienta, 2005.
cia de los excluidos por la “desocupación estructural” o de los inmigrantes
Beaud, Stephane y Pialoux, Michel, Retour sour la condition ouvriere. Enquete aux usines Peugeot de
que intentan ingresar al sistema. Si este esquema se traslada a la Sochaux-Montbeliard, París, Fayard, 1999.
reconfiguración de la cadena de valorización del capital a nivel global, ve-

I
Bialakowsky, Alberto y Hermo, J., “Dilución y mutación del trabajo en la dominación social
mos cómo procesos productivos de lo más variados son subsumidos bajo el local”, Revista Herramienta N° 23, 2003.

F
imperio del capital: evidentemente, se alcanzan niveles de precarización Boyer, Robert y Freyssenet, Michel, Los modelos productivos, Buenos Aires, Grupo Editorial Lumen,
inusitados.22 2001.
La tendencia, en un primer momento vinculada al aparato productivo, se Braverman, Harry, Trabajo y capital monopolista, México DF, Nuestro Tiempo,1974.
Chandler, Alfred, La mano visible. La revolución en la dirección de la empresa norteamericana, Madrid,
expande hacia la gestión administrativa, subcontratando los servicios de ase-


Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, 1988.
soría jurídica, financiera-contable, formación de recursos humanos, seguri- Cleaver, Harry, Una lectura política de “El Capital”, México DF, Fuentes, 1981.
dad y procesamiento de datos, entre otros. El outsourcing es el pivote del Coriat, Benjamin, El taller y el cronómetro. Ensayo sobre el taylorismo, el fordismo y la producción en masa,
cambio en la estructura tradicional de la empresa y el paso hacia las tecnolo- México DF, Siglo XXI, 2000.
gías de gestión propias de la “acumulación flexible”. Se eliminan aquellos El taller y el robot. Ensayos sobre el fordismo y la producción en masa en la era de la electrónica, Madrid,
Siglo XXI, 1993.
Pensar al revés. Trabajo y organización en la empresa japonesa, México, Siglo XXI, 1992.
De la Garza Toledo, Enrique (coor.), Tratado latinoamericano de sociología del trabajo, México, FCE,
22 Un claro ejemplo son los trabajos precarios en villas de emergencia e inquilinatos en el 2000.
Área Metropolitana de Buenos Aires, que ingresan, subcontratación mediante, en el esque- Filadoro, Ariel, “Capitalismo: crisis, crítica y alternativa”, en Matellanes, Marcelo, Del Maltrato
ma de rentabilidad de grandes empresas textiles. Social, Buenos Aires, Ediciones cooperativas, 2003.
160 | AGUSTÍN WYDLER TAYLORISMO, FORDISMO Y ACUMULACIÓN FLEXIBLE | 161

Foucault, Michel, Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión, Buenos Aires, Siglo XXI, 2001.
Galbraith, John Kenneth, Historia de la economía, Buenos Aires, Ariel, 1991.
Expansión, crisis y recomposición. Estados Unidos, de los
Gorz, André, Miserias del presente, riqueza de lo posible, Buenos Aires, Paidós, 2003. “años locos” al estallido de la crisis y el New Deal

M
Harvey, David, La condición de la posmodernidad, Amorrortu, Buenos Aires, 1990.
Hirsch, J., “Fordismo y posfordismo. La crisis social actual y sus consecuencias”, en Los estudios
sobre el Estado y la reestructuración capitalista, ficha temática de Cuadernos del Sur, Buenos
Aires, 1992. Elena Scirica

O
Hobsbawm, Eric, La era del imperio (1875-1914), Barcelona, Crítica, 1998.
Historia del siglo XX, Barcelona, Crítica, 1995.
Holloway, John, Marxismo, Estado y Capital, Buenos Aires, Tierra del Fuego, 1994.
Ninguno de los Congresos de los Estados Unidos hasta ahora reunidos para exami-
Ichiyo, Muto, Toyotismo: lucha de clases e innovación tecnológica en Japón, Buenos Aires, Antídoto, 1995.

C
Lipietz, Alain, El posfordismo y sus espacios. Las relaciones capital-trabajo en el mundo, Buenos Aires, nar el estado de la Unión tuvo ante sí una perspectiva tan favorable como la que se
nos ofrece en los actuales momentos. Por lo que respecta a los asuntos internos hay

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


PIETTE-CONICET, 1994.
Marx, Karl, Manuscritos de economía y filosofía, Madrid, Alianza Editorial, 2001. tranquilidad y satisfacción... y el más largo período de prosperidad.

.
Grundrisse. Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (1857-1858), México DF, Último mensaje al Congreso del presidente Calvin Coolidge, 4 de
Siglo XXI, 1997.

D
diciembre de 1928.
El Capital. Crítica de la economía política, 3 Tomos, México DF, Siglo XXI, 1999.
Neffa, Julio C., El trabajo humano. Contribuciones al estudio de un valor que permanece, Buenos Aires,
El 24 de octubre de 1929 al mediodía, el crecimiento financiero de los años veinte
Grupo Editorial Lumen, 2003.
yacía hecho pedazos en el suelo de la Bolsa de Nueva York. Miles de norteamerica-

D
Negri, Antonio y Hardt, Michael, Imperio, Buenos Aires, Paidós, 2002.
Novick, Martha, “La transformación de la organización del trabajo”, en De la Garza Toledo, nos, desde viudas hasta pobres magnates, habían perdido sus salvavidas. Al final se
Enrique (coor.), Tratado latinoamericano de sociología del trabajo, México, FCE, 2000. habían suicidado once financistas.
Parker, M. y Slaughter, J., Choosing Sides: Unions and the Team Concept, Boston, South End Press, Gerald Early, “El jueves negro”, en AAVV, El Gran Libro del Siglo (1997)

A
1988.
Sabel, C. y Piore, M., The Second Industrial Divide, New York, Basic Books, 1984.
Sennett, Richard, La corrosión del carácter. Las consecuencias personales del trabajo en el nuevo capitalismo,
Luego de un período de enorme esplendor, en octubre de 1929 se desmoronó

L
Barcelona, Anagrama, 2000.
Stark, W., Historia de la economía en su relación con el desarrollo social, México DF, Fondo de Cultura
la Bolsa de Valores de Wall Street, en Estados Unidos. La caída del valor de las
Económica, 1961. acciones llevó a la quiebra de numerosas empresas. La inversión, que ya venía

I
Taylor, F., Principios de la administración científica, México DF, Herrero, 1977. disminuyendo, se retrajo drásticamente, al igual que la producción y el empleo,
Virno, Paolo, Gramática de la multitud. Para un análisis de las formas de vida contemporáneas, Buenos a la vez que quebraron miles de bancos. Los efectos de la crisis de 1929 se

F
Aires, Colihue, 2003. extendieron, además, por casi todos los países del mundo, lo que vino acompa-
Womack, James; Jones, Daniel y Ross, Daniel, La máquina que cambió al mundo, Madrid, McGraw- ñado por una brusca reducción de los intercambios internacionales.
Hill, 1990. Este desplome surgió en un país que, hasta ese momento y especialmente a lo


largo de la década previa, se presentaba como el ejemplo inmejorable de las
posibilidades que podía brindar el capitalismo, en la primera sociedad de consu-
mo de masas de bienes durables. Sus ciudadanos consideraban que el sistema
económico, libre de interferencias, recompensaba a los mejores y confiaban en
la competencia y virtudes de los hombres que manejaban los asuntos financie-
ros e industriales. Sin embargo, la crisis que se desató fue tan dramática que la
economía norteamericana y mundial pareció derrumbarse. En Estados Unidos,
sus alcances afectaron no solo a todos los sectores de la economía, sino tam-
bién las seguridades y certezas de una sociedad básicamente optimista.
162 | ELENA SCIRICA EXPANSIÓN, CRISIS Y RECOMPOSICIÓN. ESTADOS UNIDOS... | 163

En una primera aproximación, el análisis de este proceso suscita varios interro- apoyaba en una concepción optimista y lineal acerca del desenvolvimiento eco-
gantes. ¿En qué consistió el crecimiento de la década de 1920? ¿El bienestar nómico.

M
económico fue generalizado? Además, ¿por qué se produjo la crisis? ¿Su natu- Algunos analistas, sin entrar en contradicción con aquella visión, ponían el
raleza fue exclusivamente nacional, circunscripta a Estados Unidos? O, por el acento en que cada innovación tecnológica tenía un ciclo vital. En principio,
contrario ¿se encuadra dentro del marco de las fluctuaciones y ciclos económi- afirmaban, su alta productividad llevaba a aumentar la eficiencia a la vez que
cos del capitalismo? ¿Qué significa esto? También, en la medida en que sus repercutía en distintos sectores económicos, generando un crecimiento que, a

O
consecuencias fueron tan perturbadoras, ¿fue necesario experimentar con nue- modo de ondas, se propagaba con amplitud sobre el conjunto de la economía.
vas políticas? Si fue así, ¿en qué consistieron? ¿Por qué eran novedosas? Sin embargo, los rendimientos disminuían en forma progresiva hasta agotarse y
A partir de estas preguntas, en este texto se comentan, de forma muy sintética, desembocar en una fase recesiva, que duraría hasta que surgieran otras técnicas
las posturas de dos grandes corrientes –la liberal y la marxista– sobre los moti- más nuevas y ventajosas que darían origen a un nuevo ciclo expansivo. La

C
vos de las fluctuaciones económicas. Luego se caracteriza la situación norte- tendencia al declive sería compensada por el desarrollo de nuevas industrias y

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


americana de la década de 1920, para analizar después el origen de la crisis, su por mejoras en la productividad.
importancia y las razones que permiten comprenderla.1 Finalmente, se señalan Como corolario de estas explicaciones, esbozadas bajo la aureola del positivis-

.
las políticas que adoptó el gobierno de Franklin Delano Roosevelt y se resalta mo y la visión marginalista de la economía, centradas con exclusividad en el

D
cómo el New Deal impulsó un cambio en las concepciones prevalecientes sobre mercado y la asignación eficiente de técnicas y recursos, se consideraba que
el papel del Estado en la vida económica y social. desde el gobierno no debía tomarse ninguna medida regulatoria, puesto que el
crecimiento estaba asegurado.

D
En la década de 1920, el economista ruso N. K. Kondratieff (1892-1930) desa-
1. Visiones existentes sobre las crisis antes del crac de 1929 rrolló y explicó una serie de pautas a las que correspondería un determinado
desarrollo económico. A ellas habría estado sujeta la evolución económica

A
La perspectiva teórica que considera a los períodos de alzas y bajas como desde fines del siglo XVIII en adelante, e incluso en el momento en que
etapas normales del funcionamiento del sistema económico, con ciclos de ex- escribía vaticinó un próximo período de depresión. Sin embargo, aunque sus
pansión y depresión que abarcan determinada cantidad de años, admite diferen- periodizaciones (llamadas “ciclos de Kondratieff ”) tenían un correlato con lo

L
tes ópticas. Estos ciclos ya eran conocidos por los hombres de negocios del que efectivamente ocurría, no logró dar cuenta en forma satisfactoria del por-
siglo XIX, quienes habían hablado de ondas y ciclos largos, medios y cortos. qué de la existencia de estos ciclos.
Sin embargo, estos conocimientos no tenían incidencia alguna en los niveles de Desde una postura distinta, enfrentada con las que explicaban las crisis por

I
decisión sobre políticas económicas prácticas, pues se consideraba que el libre causas externas al funcionamiento propio del capitalismo, Karl Marx (1818-

F
accionar de las fuerzas del mercado era suficiente por sí mismo para la correcta 1883) y sus discípulos consideraron a los ciclos como procesos intrínsecos a
asignación de los factores y la marcha eficiente de la economía. ese modo de producción.
La postura liberal, visión preponderante en el siglo XIX, solía considerar que Marx postuló que no existía una tendencia al equilibrio entre la oferta y la
las discontinuidades económicas producidas desde la Revolución Industrial se demanda. Por el contrario, habría una contradicción innata en el capitalismo


debían a hechos fortuitos, por lo que –en la medida en que los mismos se entre su extraordinaria capacidad para aumentar la producción de bienes y la
corrigieran– la economía retomaría su marcha ascendente. Esta mirada, pues, se creciente dificultad de los consumidores (trabajadores asalariados) de adquirir-
los. Esta desproporción entre producción y consumo generaría fluctuaciones
económicas cada vez más serias, hasta desembocar en crisis agudas y en proce-
1 En este trabajo tomamos como bibliografía general a Eric Hobsbawm: Historia del
sos de rebelión. No se trataría, sin embargo, de meras crisis de subconsumo (bajo
siglo XX, Barcelona, Crítica, 1992, Cap. III y a Dudley Baines: “Los Estados Unidos
entre las dos guerras, 1919-1941”, en Willi Paul Adams: Los Estados Unidos de Améri- consumo con respecto a los bienes producidos) que pudieran solucionarse con
ca, México, Siglo XXI, 1982, pp. 257-323. Por otra parte, trabajamos con textos de medidas de reforma social y una distribución más equitativa de los ingresos.
variadas posiciones para analizar puntos de encuentro y desencuentro y observar Por el contrario, Marx sostuvo que si bien los capitalistas individuales eran
nudos problemáticos en discusión. racionales en su accionar, el sistema capitalista en su conjunto era en sí
164 | ELENA SCIRICA EXPANSIÓN, CRISIS Y RECOMPOSICIÓN. ESTADOS UNIDOS... | 165

mismo irracional. Como la fuerza que impulsa a los propietarios de los nes. De hecho, en esos años se expandió el Ku Klux Klan,3 se limitó la
medios de producción es la búsqueda de beneficios, la competencia con inmigración, creció la hostilidad a los grupos tildados de “rojos” (la ejecu-

M
otros capitalistas los obliga a incrementar su eficiencia y su inversión de ción de Sacco y Vanzetti constituyó un caso paradigmático)4 y se promulgó
capital para mantener un alto rendimiento y así evitar su quiebra, camino que la “Ley Seca”,5 con la consecuente expansión del mercado negro y las mafias.
seguirán quienes no logren un crecimiento sostenido. Como resultado, el Las oposiciones se visualizaban incluso en el cine, escindido entre películas
capitalismo evoluciona hacia una concentración de riquezas en manos de unos pocos centradas en imágenes relativas al nacimiento de una nación exitosa y con

O
agentes eficientes y genera un empobrecimiento creciente de la mayoría. A oportunidades, y otras, como las de Charles Chaplin (1889-1977), que exhi-
ello debe agregarse que los costos ocasionados por la incorporación y el bían al “hombre pequeño” envuelto en situaciones difíciles y contradicto-
aumento del capital constante (maquinarias, equipos, instalaciones) en rela- rias relacionadas con las novedades de la época, de las que pasaba a ser
ción con el capital variable (salarios, sueldos), si bien transcurre en el marco víctima.

C
de un visible aumento de las potencialidades productivas, ocasiona una caída Lo que primaba en la superficie era la imagen de una prosperidad sin límites.

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


de la tasa de ganancia que, a su vez, desincentiva la inversión. Esta “tendencia La sociedad estadounidense fue pionera en el consumo de masas de bienes
decreciente de la tasa de ganancia”, así como otros factores, contribuirían a duraderos que, gracias a la incorporación de tecnología moderna, se hacían

.
la inestabilidad del sistema, pues los problemas se hallarían en las caracte- en abundancia y se ofertaban a precios relativamente baratos.

D
rísticas inherentes del capitalismo. Los cambios que eclosionaron en esta etapa tuvieron, por su parte, un largo
Más allá de estos planteos –reanalizados y enriquecidos por distintos pensa- proceso de gestación. Ya desde fines del siglo XIX Estados Unidos vivió una
dores marxistas a la luz del imperialismo decimonónico–,2 en general preva- época de expansión y de intenso desarrollo económico. Este fue canalizado

D
lecía la convicción de que la economía mundial continuaría creciendo, como especialmente a través de las empresas monopólicas (la concentración del capi-
había sucedido durante más de un siglo, excepto durante los breves “acci- tal y las fusiones empresariales se intensificaron en la década de 1920), que
dentes” sufridos por las depresiones cíclicas. Pero la magnitud de la crisis encontraron impulsos para ampliar las fronteras productivas casi al límite, al

A
de 1929 hizo tambalear esa certeza. aprovechar o generar canales de inversión para sus excedentes de capital. El
gran crecimiento de estas compañías estuvo acompañado de la denominada
“administración o gestión científica” sistematizada por Frederick Taylor (1856-

L
2. Antecedentes: el crecimiento de Estados Unidos en la década de 1915),6 que dio lugar a un notable aumento de la productividad y de los benefi-
1920 cios empresarios. En tal sentido, el modelo de acumulación que permitió un

I
La década de 1920 en Estados Unidos puede ser vista desde dos perspecti-

F
vas. Por un lado, esta fue una época de aparente paz social, de la instaura- 3 Organización fundada en Estados Unidos después de la Guerra de Secesión (1861/65)
para salvaguardar la supremacía blanca en el sur aterrorizando a la población de origen
ción del voto femenino, de bienestar económico y de gran optimismo con africano. Después de la Primera Guerra Mundial se reorganizó e incorporó entre sus
respecto a las enormes posibilidades que la situación brindaba a quienes se objetivos a los judíos, los católicos y los inmigrantes en general. Alcanzó un pico de cuatro
demostraran capaces y emprendedores. Sin embargo, debajo de este panora- millones de miembros hacia 1925.


ma alentador subyacían severos problemas económicos para algunos secto- 4 En 1927, los italianos anarquistas Nicolás Sacco y Bartolomeo Vanzetti fueron ejecutados
res (básicamente el agrario) y una conflictividad no manifiesta. Aunque no en la silla eléctrica, acusados de un crimen que no habían cometido. Su condena, que desató
hubiera huelgas relevantes (las más visibles, del bienio 1919-1920, fueron una ola de protestas a nivel mundial, evidenció la persecución ideológica y xenófoba de las
tildadas como una amenaza a la libertad y la Constitución), se vislumbraba autoridades estadounidenses del período.
5 Ley promulgada en Estados Unidos en 1920, que prohibía la fabricación, venta y consu-
una gran diferenciación social y cambios que incrementaban nuevas tensio-
mo de bebidas alcohólicas. Su implementación dio lugar al desarrollo de un mercado
negro de gran magnitud. Fue derogada en 1932.
6 Véanse, en este libro, los trabajos de Nahuel Jalil, “La primera crisis mundial del capitalis-
2 Véase, en este libro, el trabajo de Marcela Lippi, “El imperialismo: un análisis de la socie- mo y su recomposición (1850-1914)” y de Agustín Wydler, “Taylorismo, fordismo y acu-
dad capitalista de los siglos XIX y XX”. mulación flexible. Modelos de acumulación y organización del trabajo en el capitalismo”.
166 | ELENA SCIRICA EXPANSIÓN, CRISIS Y RECOMPOSICIÓN. ESTADOS UNIDOS... | 167

gran crecimiento ya desde 1890 estuvo sustentado tanto en el nuevo tipo de mercado de masas estadounidense, fundamental para comprender la expansión
empresas “consolidadas” que contaron con una enorme capacidad para finan- del período, se anticipó en décadas al resto de las naciones. En ese mercado

M
ciar y dirigir grandes fábricas, como en la implantación de un nuevo sistema de masivo de bienes durables se destacó, como ya se señaló, la difusión del auto-
control directo sobre los trabajadores, que permitió un renovado dominio pa- móvil, que a su vez incidió en la propagación de nuevos hábitos, tales como la
tronal sobre los trabajadores.7 residencia suburbana, acompañada por la construcción de carreteras, la ilumina-
Hacia la segunda década del siglo XX, los rubros productivos más dinámicos y ción vial y el aprovisionamiento casero de electrodomésticos. Las novedades

O
distintivos de la prosperidad estadounidense giraban en torno de la producción continuas y la euforia creciente dieron lugar, así, a la denominación de “años
en serie de automóviles y la producción y el consumo masivo de energía eléc- locos” a la década de 1920 en la sociedad estadounidense.
trica. Estos sectores, novedosos para la época, dieron lugar –especialmente la Según la representación de la realidad que primaba en el período, la prosperi-
producción automovilística– a gran cantidad de industrias auxiliares y de pro- dad evidenciaba que el progreso individual era posible y podía alcanzarse a

C
ducción de accesorios, tales como neumáticos, vidrios, artículos de cuero, etc., a partir del propio esfuerzo. Esa misma imagen social consideraba que el Estado

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


la vez que dinamizaron la fabricación de acero y la industria del caucho, entre y sus aparatos eran en gran medida superfluos, mientras que la lógica del merca-
tantas otras. De esta manera cumplieron un papel fundamental para ampliar las do podía encaminar y solucionar todas las disyuntivas económicas, incluso las

.
ramas productivas y realimentar la expansión. A su vez, la enorme demanda de vinculadas con la pobreza.

D
artículos duraderos alentó la realización de inversiones con el objetivo de me- Además de las inversiones productivas, entre 1918 y 1925 parte de los exceden-
jorar los procesos productivos. La innovación de más trascendencia en el perío- tes de capital fueron canalizados hacia las construcciones urbanas. A la par de
do fue la introducción de la cadena de montaje que (en consonancia con los ello, se desarrolló en Florida un espectacular auge de bienes raíces, en el que se

D
lineamientos previos de F. Taylor) posibilitó la virtual eliminación de “tiempos dieron cita todos los elementos de una excitante burbuja especulativa. En 1925
muertos” e implicó, en forma simultánea, una mayor simplificación de las tareas se procedió a parcelar terrenos todas las semanas, en tanto los precios subían
de los obreros y la estandarización de la producción.8 vertiginosamente. En 1926 decreció el número de nuevos compradores, esen-

A
La empresa que se destacó por esta innovación pertenecía al productor de ciales para el ritmo ascendente de los precios, y cuando en el otoño de ese año
automóviles Henry Ford (1863-1947). Sin embargo, él introdujo también otra dos huracanes destrozaron millares de casas e inundaron las calles de Miami, la
importante novedad, conocida como fordismo, consistente en remunerar a los euforia se derrumbó. El auge de Florida fue el primer indicio no solo del

L
obreros con un salario mayor que el pagado por las empresas competidoras. estado de ánimo de los años 20 (disposición psicológica al enriquecimiento con
Con esta medida aspiraba a reclutar una mano de obra más disciplinada, asegurar poco esfuerzo, al decir del economista John K. Galbraith), sino, además, de sus
la “paz social” dentro de la empresa y, además, aumentar el poder de compra de características especulativas –en el contexto económico general de enorme

I
los trabajadores para incrementar la demanda de sus productos. Justamente, en incremento de beneficios– que repercutirían, luego, sobre Wall Street. En for-

F
este período se desarrollaron nuevas técnicas para motivar la necesidad de ma paralela, la construcción de viviendas particulares y plantas industriales
consumo. A través de la radio y del cine, cada vez más populares, se incentivaba también creció. Ello reflejó, en parte, la tendencia a la concentración en las
la adquisición de productos y se difundía una imagen estereotipada de la “buena ciudades tanto de los inmigrantes extranjeros como de los migrantes internos,
vida”, en la que la posesión de bienes cumplía un rol medular. La creación del fueran negros en busca de trabajo o granjeros empobrecidos.


sistema de ventas a plazos también resultó decisiva para el crecimiento econó- El gobierno federal tuvo una escasa participación directa en la prosperidad de
mico, al hacer que la demanda se orientara hacia productos de alto valor y al aquellos años. Sus gastos, excepto en el período de guerra, fueron bajos, ya que
generalizar la imagen de que todos podían acceder a ellos. Así, el desarrollo del la filosofía del laissez faire llevaba a considerar que las empresas invertían en
forma más productiva que el Estado. De todas formas, los gobiernos estaduales
destinaron recursos a actividades que incentivaban el crecimiento económico,
7 David Gordon, Richard Edwards y Michael Reich, Trabajo segmentado, trabajadores divididos. como era el caso de la construcción de obras viales. Por su parte, el gobierno
La transformación histórica del trabajo en los Estados Unidos, Madrid, Ministerio de Trabajo y federal intervino de diversas maneras. Por ejemplo, elevó los aranceles aduane-
Seguridad Social, 1986, pp.159-180. ros para una amplia gama de productos manufacturados. En opinión de Dudley
8 Ibíd. Baines, esto no apuntaba a la defensa de la industria, la preservación de la
168 | ELENA SCIRICA EXPANSIÓN, CRISIS Y RECOMPOSICIÓN. ESTADOS UNIDOS... | 169

fuente de trabajo o el mantenimiento del nivel de vida de la población, dado nuevas tierras y equipos, poniendo sus terrenos como garantía. Hacia 1920, sin
que, excepto en unos pocos rubros, no existían productos que pudieran ven- embargo, este sector debió afrontar la reducción de las exportaciones a Europa,

M
derse más baratos que los producidos en el país. En este sentido, Baines consi- la eliminación de la garantía de los precios y el comienzo de las ejecuciones
dera que su objetivo era dejar en claro que el gobierno estaba decidido a apoyar hipotecarias. Muchos pequeños productores perdieron sus tierras y se transfor-
a los hombres de negocios.9 Ello resulta totalmente concordante con la frase maron en aparceros, en asalariados de las grandes empresas agropecuarias o
atribuida al presidente republicano Calvin Coolidge, en 1924, de que “la razón migraron hacia los centros urbanos, lo que incidió en los niveles salariales y de

O
de ser de Estados Unidos es la empresa”.10 Así, el gobierno apoyó a las grandes ingresos de los trabajadores. Estos, por su parte, no resultaron necesariamente
empresas y a ciertas industrias –como la naviera- mientras que bloqueó las beneficiados por el crecimiento económico, ya que sufrieron la férrea disciplina
iniciativas orientadas a aliviar las dificultades del agro, tal como ocurrió con el laboral y, aunque la producción y el empleo eran altos, la distribución de la
frustrado proyecto McNary-Haugen, que estipulaba subsidios e impuestos fa- renta era muy desigual (Cuadro 1). De hecho, parte de los logros operados en la

C
vorables al sector, alegando que con ello se crearía una legislación burocrática transformación del capitalismo estadounidense se apoyaron en la debilidad del

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


y clasista que produciría efectos devastadores en la iniciativa privada. movimiento obrero que, con el aval gubernamental, sufrió los embates de la
Otra forma de intervención del gobierno federal fue el estímulo a los créditos ofensiva patronal. Los sindicatos fueron víctimas de políticas discriminatorias

.
baratos. En el marco de una economía de precios estables, ello implicó una en fallos judiciales, que solían dictaminar contra la parte obrera. Además, se

D
expansión monetaria que facilitó la ampliación del volumen de los negocios y la sancionó la validez de los contratos laborales en virtud de los cuales el trabaja-
emisión de nuevas acciones. De esta manera, las empresas contaron con más dor asumía el compromiso de no sindicalizarse.
capital que el que necesitaban y pudieron adquirir valores de otras empresas y

D
realizar promisorias actividades especulativas. Otra gran especulación se dio en Cuadro 1
el mercado inmobiliario, hecho ya comentado. Distribución de la renta en Estados Unidos en 1929

A
2.1 Los sectores rezagados Ingresos anuales Número de Porcentaje Porcentaje
por familia familias acumulativo del acumulativo de la
Hubo sectores que quedaron al margen de la expansión general, como la indus- (en miles) nº total de familias renta recibida

L
tria textil y las minas de carbón. Muchos países estaban desarrollando estas
industrias e incluso, a modo de ejemplo, en este período ya era relevante la 0 a 1.000 5.899 21,5 4,5
importación de textiles procedentes de Japón. 1.000 a 1.500 5.754 42,5 13,0

I
Más significativa y grave fue la situación del sector agrícola, especialmente en la 1.500 a 2.000 4.701 59,6 23,6

F
década de 1920, cuando se amplió la brecha de intercambio con los productos 2.000 a 2.500 3.204 71,2 32,9
industriales y, en forma paralela, disminuyó el valor de la tierra. Frente a la caída 2.500 a 3.000 1.988 78,4 40,0
de los precios, el agricultor –procurando mantener sus ingresos– producía más. 3.000 a 5.000 3.672 91,8 57,9
Pero en tanto este comportamiento se reprodujo al conjunto del sector, el 5.000 a 10.000 1.625 97,7 72,0


resultado agregado fue una oferta sobreabundante que generó, a su vez, mayor 10.000 y más 631 100,0 100,0
caída de los precios. A esta coyuntura semicrítica contribuyó el estímulo que Todas las clases 27.474 100,0 100,0
recibió el agro durante la Primera Guerra Mundial, cuando el incremento de la
demanda de cereales para abastecer a la población de los países beligerantes Fuente: Pla, Alberto, “Hoover. El crac financiero de 1929”, en Historia de América en el Siglo XX,
impulsó la ampliación de las zonas productivas hasta incorporar áreas margina- CEAL, 1984.
les. Muchos granjeros, incluso, se endeudaron con los bancos para comprar
Cerca de seis millones de familias, que constituían algo más del 20 por
9 Dudley Baines, op. cit., p. 272.
ciento de la población, obtenían menos de mil dólares de ingresos anua-
10 José Moya, Una empresa llamada Estados Unidos, Madrid, Ediciones de la Torre, 1994, p. 489. les. Un porcentaje similar de familias percibía ingresos inferiores a los
170 | ELENA SCIRICA EXPANSIÓN, CRISIS Y RECOMPOSICIÓN. ESTADOS UNIDOS... | 171

1.500 dólares anuales. Alrededor del 60 por ciento de la población esta- A resultas de lo expuesto, se asistía –contrariamente a lo afirmado por el discur-
dounidense obtenía un promedio anual de ingresos menor a dos mil so ideológico dominante– al fin del ideal de libre competencia y al progresivo

M
dólares, en tanto una estrecha franja percibía una alta proporción del control del mercado por fuerzas monopólicas. En forma paralela se producía
total de la renta nacional. un gran desarrollo tecnológico acompañado por la difusión del taylorismo y el
fordismo. Sin embargo, el crecimiento económico se desaceleró a partir de
2.2 Rumbo a la crisis: los signos amenazadores 1925, en un proceso que se acentuó en los años siguientes y estalló en octubre

O
de 1929 con la crisis de la Bolsa de Valores de Wall Street.
Así, pese a la fe en la constante expansión de la industria y en las A partir de 1928 la mayoría de las acciones de las empresas subieron rápida-
posibilidades ilimitadas que brindaba el sistema de libre empresa, la si- mente y, en el escaso lapso de veinte meses, duplicaron su valor. La falta de
tuación no estaba exenta de complejidades. Se podía observar una aguda control de un organismo independiente facilitó la actividad especulativa,

C
crisis agraria, un aumento de la concentración de la propiedad de la que atrajo hacia sí parte de los excedentes de las corporaciones industriales.

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


tierra, un crecimiento del proletariado industrial y del tamaño de las Otro gran volumen de capitales provino de la repatriación de los préstamos
fábricas, la presencia de nuevos sectores medios por la ampliación de que los particulares habían colocado en el mercado europeo a corto plazo,

.
los servicios y una notable concentración económica y afianzamiento de atraídos por las altas tasas locales.

D
los trusts (es decir, de grupos de empresas que renunciaban a su inde- El cúmulo de circunstancias reseñadas fue generando una situación en la
pendencia y acordaban una dirección común para fijar el tipo y la canti- que se obtenían más beneficios prestando dinero a especuladores que reali-
dad de producción, de modo que obtenían un poder de monopolio en el zando inversiones productivas. También contribuía a la continuación y

D
mercado). profundización de este comportamiento la posibilidad de acceso a un crédi-
En el Cuadro 2 se visualiza el engrosamiento de la economía estadouni- to barato. Así, las empresas exhibían en sus balances altísimas tasas de ga-
dense desde fines del siglo XIX y su aceleración a partir de la Primera nancias, fruto de la tenencia en cartera de valores en alza de otras empresas,

A
Guerra Mundial. Al respecto, se destaca el impresionante aumento de la que no reflejaban procesos genuinos de utilidades productivas.
productividad: un número menor de establecimientos triplica con cre- En 1928 ya se presentaban signos de la crisis. Las minas de carbón, la indus-
ces el valor agregado, lo que se entiende en el contexto de fusiones tria algodonera y la agricultura estaban paradas. Sectores hasta poco tiempo

L
empresariales y de una creciente concentración económica. antes dinámicos, como la construcción de viviendas particulares, atravesa-
ban un descenso sostenido desde 1925, al tiempo que la industria automotriz
Cuadro 2 frenaba su crecimiento pues el mercado no se ampliaba, y las plantas y

I
Crecimiento de las manufacturas en Estados Unidos (en miles) edificios comerciales no aumentaban desde 1928. Paralelamente, la subida

F
de los valores de los créditos –a consecuencia del aumento bursátil por un
Año Número de Asalariados Valor de Valor añadido lado, y del alza de la tasa de descuento, decidida por la Reserva Federal en
establecimientos los productos por la un intento por frenar la especulación, por otro– detuvo drásticamente las
manufactura inversiones municipales y estatales en infraestructura, especialmente en la


construcción de caminos. Mientras tanto, los capitales continuaban fluyendo
1899 208 4.713 11.407.000 4.831.000 hacia la Bolsa. Pero el 24 de octubre de 1929 se derrumbó el valor de las
1914 273 7.024 24.217.000 9.858.000 acciones e inmediatamente se desató una terrible crisis de confianza. Los
1929 207 8.822 69.961.000 31.783.000 inversores hicieron lo posible por desprenderse de sus acciones, las cotiza-
ciones de las empresas declinaron y, en una espiral descendente, cayó el
Fuente: Pla, Alberto, op. cit. nivel de inversión, de producción y de empleo.
172 | ELENA SCIRICA EXPANSIÓN, CRISIS Y RECOMPOSICIÓN. ESTADOS UNIDOS... | 173

3. El derrumbe de 1929 en Estados Unidos ción de tractores y de abonos químicos. Las relaciones de intercambio, que de
por sí ya eran desfavorables, adquirieron una nueva magnitud.

M
El crac de 1929 tuvo consecuencias insospechadas. Estas se reflejaron en La industria pesada también recibió un duro golpe por la insuficiencia de de-
distintos indicadores económicos que marcaron el deterioro progresivo de manda, lo que impactó en las urbes en las que se asentaba, como Detroit y
la situación, que se prolongó durante más de tres años. Sus efectos perdura- Chicago. También atravesaron un período muy difícil las pequeñas ciudades
ron, incluso, hasta la incorporación de Estados Unidos en la Segunda Gue- que se apoyaban en una sola industria. La caída industrial afectó el nivel de

O
rra Mundial. empleo, que a su vez repercutió negativamente en el grado de demanda, de
Hacia 1932, la producción industrial había descendido en un 50 por ciento, producción y de inversión, generándose así una espiral descendente que pare-
la inversión no alcanzaba a reproducir el deteriorado parque industrial insta- cía no tener fin.
lado y el sistema bancario se había derrumbado (entre 1929 y 1933 quebra- Los bancos que se apoyaban en industrias locales fueron, de igual modo, muy

C
ron más de diez mil bancos). La desocupación alcanzó cifras alarmantes, vulnerables a la retirada de los fondos. La quiebra masiva de bancos desatada

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


pasando de cuatro millones en 1929 a trece millones en 1933, alrededor del entre 1930 y 1931 hizo tomar conciencia de la gravedad de los problemas. Las
25 por ciento de la masa laboral. Quienes primero perdieron su trabajo entidades que pudieron hacer frente al retiro de los depósitos limitaron sus

.
fueron los negros y los obreros no especializados. También el trabajo feme- préstamos. Esto llevó a la quiebra de muchos de sus antiguos clientes, que

D
nino fue golpeado por esta situación, y en muchos estados intentaron aplicar justamente por las dificultades que atravesaban necesitaban créditos.
medidas prohibiendo el empleo de mujeres casadas, alegando que no lo Algunos rubros sufrieron menores daños, como los vinculados al consumo de
necesitaban y quitaban trabajo a los hombres. artículos de primera necesidad. Asimismo, las grandes compañías resistieron

D
mejor que las menores y los pequeños comerciantes atravesaron una situación
Cuadro 3 devastadora.
Evolución de la tasa de desempleo a partir de la crisis de 1929

A
3.1 La repercusión de la crisis a escala mundial
Año Desocupados % de la masa
(en miles) laboral civil La crisis que se desató en Estados Unidos tuvo una rápida difusión y se exten-

L
dió al conjunto de las economías del mundo. La única excepción fue la Unión
1929 1.550 3,2 Soviética que, bajo un gobierno que se reivindicaba socialista, estaba comen-
1930 4.340 8,7 zando con un proceso acelerado de industrialización basado en el desarrollo de

I
1931 8.020 15,9 la industria pesada. Las vicisitudes atravesadas por la economía de este país

F
1932 12.060 23,6 forman parte de otro estudio, pero cabe destacar que, debido a las dimensiones
1933 12.830 24,9 del colapso económico del mundo capitalista, se produjo en este un distancia-
1934 11.340 21,7 miento de las doctrinas y prácticas liberales. Según el historiador Eric Hobsbawm,
1935 10.610 20,1 el temor a la radicalización política (hacia la derecha, como en Alemania, o hacia


1936 9.030 16,9 la izquierda) y la duración de la crisis sentaron posteriormente las bases para
que el capitalismo se reformara.
Fuente: Dudley Baines, “Los Estados Unidos entre las dos guerras, 1919-1941”, en Adams, Muchos países resultaron afectados ya desde que comenzó el alza vertiginosa
Willi Paul, Los Estados Unidos de América, México, Siglo XXI, 1982. (Datos parciales) de las acciones, cuando se produjo una retirada de capitales con el objetivo de
participar de la fiebre especulativa de Wall Street. Una vez producido el crac,
El sector económico más afectado fue el agro, que englobaba a un 25 por ciento no solo continuó la merma de préstamos estadounidenses al extranjero sino
de la población. Las reservas, tanto cerealeras como algodoneras, fueron vendi- que se añadió a ello una drástica disminución de las importaciones. Esto generó
das a cualquier precio. La producción citrícola, la hortícola y la láctea también una caída de los precios internacionales de mercaderías y una escasez de divi-
cayeron, arrastrando tras de sí a toda la industria ligada al agro, como la fabrica- sas a escala mundial que, por su parte, incidió negativamente en el flujo del
174 | ELENA SCIRICA EXPANSIÓN, CRISIS Y RECOMPOSICIÓN. ESTADOS UNIDOS... | 175

comercio internacional. Frente a esta situación, los distintos países levantaron 3.2 El origen de la crisis mundial: Estados Unidos
barreras proteccionistas y se desarticuló el patrón oro que equilibraba los inter-

M
cambios. Las zonas más vulnerables fueron las que centraban su actividad pri- Ahora bien, ¿cuáles fueron las causas de la crisis? ¿Por qué motivos tuvo
mordial en la producción y exportación de materias primas, dado que se encon- semejante magnitud? Si bien podría alegarse que su extensión se debió a la
traron con los precios en declive y una enorme reducción de la demanda de sus desestructuración y dificultades causadas por la Primera Guerra Mundial, debe
productos. Se desintegró así la división internacional del trabajo articulada a recordarse que hacia mediados de la década del veinte la mayoría de los países

O
mediados del siglo XIX. europeos beligerantes habían estabilizado sus monedas y se recuperaban. Por
Por lo pronto, la merma de la producción industrial (véase Cuadro 4) obró otra parte, esta explicación es claramente inadecuada para Estados Unidos, cuya
directamente sobre el nivel de empleo, cuya caída fue alarmante. La conse- economía resultó beneficiada por el conflicto. Ello se debió tanto al alza en los
cuente reducción de ingresos constituyó una experiencia muy difícil para el precios de las materias primas y de los alimentos elaborados en Norteamérica,

C
conjunto de los asalariados. como a la demanda del sector militar hacia la producción industrial. Hasta

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


podría sostenerse que la Gran Guerra marcó un punto de inflexión para Esta-
Cuadro 4 dos Unidos en la medida que, gracias a ella, se aseguró la preeminencia como

.
Índices mundiales de producción industrial (Base en 1929 = 100) productor mundial a la vez que pasó de deudor a principal acreedor internacio-

D
nal. En la década de 1920 era el principal exportador del mundo y su economía
Año Mundial Mundial Estados Alemania Francia Inglaterra Japón Italia era la única que funcionaba realmente a pleno.
incluida excluida Unidos Por ello, es indispensable remitirse a este país para dar cuenta de la crisis.

D
la URSS la URSS Sin subestimar los problemas europeos, presentes ya en las cláusulas de los
tratados de la Paz de Versalles12 y las tensiones latentes vinculadas con la
1930 88,6 86,5 80,7 85,9 99,1 92,3 94,8 91,9 economía alemana y la política francesa, conviene destacar el importante

A
1931 79,7 74,8 68,1 67,6 86,1 83,8 91,6 77,6 papel de Estados Unidos como mediador y acreedor de estos países, hecho
1932 69,8 63,8 53,8 53,3 71,6 83,5 97,8 91,9 que los hizo muy vulnerables a lo que le ocurriera a la economía norteame-
ricana. La crisis estadounidense se trasladó al resto de los países de manera

L
Fuente: Pla, Alberto, op. cit. inmediata; los datos conocidos permiten afirmar, entonces, que tuvo sus
orígenes dentro de Estados Unidos y que afectó al sistema económico mun-
Hobsbawm afirma: dial (capitalista) en un momento en que este era muy vulnerable.13

I
Fue un acontecimiento de extraordinaria magnitud, que supuso poco me- Con respecto al motivo que originó la gran depresión, se han elaborado

F
nos que el colapso de la economía capitalista mundial, que parecía atrapa- distintas hipótesis. En una primera aproximación, pueden distinguirse las
da en un círculo vicioso donde cada descenso de los índices económicos que se centran en la incidencia de la especulación bursátil y los factores
(exceptuando el del desempleo, que alcanzó cifras astronómicas) reforza- monetarios, de las que hacen hincapié en los problemas estructurales o en
ba la baja de todos los demás. [...] los factores reales de la economía. No por ello debe menospreciarse la


Lo que hizo aún más dramática la situación fue que los sistemas públicos
de seguridad social [...] no existían en el caso de los Estados Unidos, o
eran extremadamente insuficientes [...]. De ahí el efecto traumático que 12 El Tratado de Versalles se estableció al finalizar la Primera Guerra Mundial, en 1919. Fue
firmado por Alemania, por un lado, y Francia, Gran Bretaña, Italia, Estados Unidos y
tuvo en la política de los países industrializados el desempleo generaliza-
Japón, potencias vencedoras, por otro. Responsabilizó a Alemania de haber sido la cau-
do, consecuencia primera y principal de la Gran Depresión para el grueso sante de la Gran Guerra y estipuló, entre otras cosas, la cesión de ciertos territorios alema-
de la población.11 nes, todas sus colonias y el pago de grandes sumas en concepto de reparaciones por los
daños generados por el conflicto.
13 Explicación desarrollada en Derek Aldcroft, Historia de la economía europea 1914-2000, Bar-
11 Eric Hobsbawm, op. cit., pp. 98-100. celona, Crítica, 2003, Cap. 3.
176 | ELENA SCIRICA EXPANSIÓN, CRISIS Y RECOMPOSICIÓN. ESTADOS UNIDOS... | 177

variada gama de matices interpretativos en el interior de cada una de ellas, también lo hicieron los pequeños ahorristas. Pero cabría preguntarse qué
así como el énfasis puesto en distintos aspectos. porcentaje de habitantes en Estados Unidos lo hacía y en qué proporciones.

M
Aparte de ello, continúa sin comprenderse por qué la crisis se expandió.
3.2.1 Las explicaciones de la crisis Ciertos estudios se detuvieron en el hecho de que, en gran medida, los
principales especuladores eran las grandes corporaciones (que se compra-
Dentro del amplio grupo de explicaciones centradas en la Bolsa de Valores ban acciones mutuamente haciendo subir los valores de las propias empre-

O
y en factores monetarios, algunas hipótesis atribuyeron el estallido de la sas), de manera que, al estar las operaciones encadenadas, al fallar una de
crisis al enorme auge especulativo desatado en la Bolsa de Valores en un ellas todo el sistema se derrumbó.
contexto de expansión monetaria y crediticia. Esta situación habría generado Otros autores señalaron que los desajustes fueron causados por la gue-
una gran presión sobre los precios, reflejada en el aumento de los valores de rra y se prolongaron por los débiles intentos por resolverlos. El con-

C
los bienes raíces y las valuaciones de la Bolsa. Inmersos en esta visión, flicto provocó la ruptura del equilibrio entre Europa y Estados Unidos,

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


algunos autores achacan parte de la responsabilidad de la especulación a la pero lo que resultó fatal fueron las políticas para solucionar el proble-
caída del patrón oro previa a 1914, que habría posibilitado una gran inflación ma de las deudas, las reparaciones y la estabilización de las monedas,

.
crediticia y la sobrevaloración de los activos.14 temas antes mencionados.

D
Esta postura, teñida por una visión sumamente apegada al mantenimiento de Aunque estas hipótesis aluden a disposiciones o situaciones ciertamente
la ortodoxia en la disciplina monetaria, no es útil para la comprensión del válidas y presentan interesantes elementos a tener en cuenta para lograr una
motivo del punto de inflexión y de los alcances que tuvo la crisis. En última comprensión cabal de la problemática, son básicamente voluntaristas: no

D
instancia, minimiza la situación concreta de Estados Unidos. La vuelta a la explican la lógica del sistema ni toman en cuenta los factores de la economía
convertibilidad y al patrón oro se operó en 1919, cuando el dólar era una real. El común denominador de todas ellas es adoptar como eje a la Bolsa
moneda muy sólida, respaldada por enormes reservas de metálico. Por otra de Valores, cuestión importante pero que expresa más la cristalización que

A
parte, no toma en cuenta muchos elementos específicos que confluyeron en las causas de la crisis.
el período, de gran importancia para comprender el tema en estudio. John Kenneth Galbraith, en su libro sobre el crac de 1929, estima que un
Dentro de esta perspectiva, también tendió a adjudicarse al gobierno la res- problema fundamental lo constituyó el hecho de que el pueblo estadouni-

L
ponsabilidad, por no haber intervenido para regular el exceso de liquidez en dense desplegó un increíble afán por enriquecerse con el menor esfuerzo
general o el sistema bancario en particular. Desde esta óptica, a su vez, se físico y en el menor tiempo posible, lo cual llevó a que se orientara hacia la
consideró que la depresión era esperable e incluso necesaria para que la especulación, inicialmente la inmueble en Florida y luego en Wall Street.

I
economía se ajustase, luego de las distorsiones y malas inversiones genera- De este modo, se centró en la disposición anímica de la población y en sus

F
das por la expansión del crédito. Además, se sostuvo que si de la recesión se expectativas, y consideró que el auge especulativo era fundamental para
pasó a una profunda crisis, fue porque se cometieron graves errores, vincu- comprender la depresión. Asimismo, focalizó cinco puntos débiles del siste-
lados sobre todo con la falta de medidas adecuadas por parte de la Reserva ma que contribuyeron a explicar la crisis: la mala distribución de la renta, la
Federal para auxiliar a los bancos en problemas.15 deficiente estructura de las sociedades anónimas, la pésima estructura ban-


Otros análisis centrados en la especulación bursátil se refirieron a la ende- caria, la dudosa situación de la balanza de pagos, y los míseros conocimien-
blez de las empresas y mencionaron el hecho de que, al haber demasiado tos de economía de la época, que empeoraron la situación al centrarse en la
capital líquido, se buscaba la ganancia en la Bolsa, y han sostenido que esta necesidad de equilibrar el presupuesto. En este sentido, nos encontramos
conducta se potenció porque, además de invertir los grandes inversores, con un análisis que conjuga la fiebre especulativa con la situación real de la
economía estadounidense y señala la importancia de los procesos de con-
centración económica para comprender la relevancia creciente de las opera-
14 Esto lo afirma Melchior Palyi, citado por Dereck Aldcroft en Historia económica mundial del ciones bursátiles.
siglo XX, Barcelona, Crítica, 1985, p. 324. Llegados a este punto, resulta importante señalar que los razonamientos
15 Así lo consideró Rothbard, en Dereck Aldcroft, op. cit. p. 325. centrados en el accionar de las fuerzas reales de la economía –a diferencia
178 | ELENA SCIRICA EXPANSIÓN, CRISIS Y RECOMPOSICIÓN. ESTADOS UNIDOS... | 179

de los reseñados en el comienzo de este apartado, focalizados en factores del siglo, pero oscurecidos por la guerra y la aparición del automóvil, estos
monetarios y financieros– parten de dos perspectivas teóricas diferentes. Un factores postergaron la crisis, causada al fin por la tendencia de los monopolios

M
estudio exhaustivo de las mismas excede con creces los límites de este a aumentar los excedentes sin aportar los mecanismos correlativos para su
trabajo. Pero interesa comentar, en términos concisos, que una de ellas afir- absorción. Generaron la subutilización permanente de la capacidad productiva
ma que la crisis se debió al subconsumo (un nivel de consumo inferior a lo y el desempleo, aun con una inversión considerada alta para sostener la tasa de
ofrecido por la capacidad productiva y los productos existentes). De acuer- crecimiento. Así, pues, el agotamiento de las oportunidades de inversión (el

O
do con esta tesis, el capitalismo liberal está expuesto al peligro de generar mercado de viviendas o el de bienes de consumo duradero ya estaban satura-
un ahorro excesivo (renta no destinada al consumo), lo que impide mantener dos) hizo eclosión. Esta interpretación, que ahonda en el análisis de los proble-
una demanda suficiente. Esta situación sería generada por la desigual distri- mas estructurales de Estados Unidos y en el problema del crecimiento de las
bución del ingreso. En el caso estadounidense, esta se habría originado en sociedades capitalistas en general, es interesante. Sin embargo, reviste utilidad

C
las innovaciones tecnológicas y en la consolidación de nuevas empresas, en la medida en que se la cruce con otros análisis y perspectivas, incluso de

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


que llevaron a una menor demanda de fuerza de trabajo y a la baja de los índole coyuntural, a fin de evitar el riesgo de caer en un determinismo
salarios, por una parte, y a una enorme concentración, por otra. El eje de semiapocalíptico que no preserve el espacio de la libertad y la voluntad huma-

.
esta tesis es, entonces, el ingreso. Por lo tanto, la crisis económica podría na en la producción de los procesos históricos.

D
evitarse por medio de la reforma social y de una distribución más equitativa.
El economista inglés John Maynard Keynes (1883-1946) sostuvo esta postu- 3.2.2 ¿Por qué se produjo la crisis? Recapitulación
ra. Señaló la necesidad de que el Estado interviniera en la economía para

D
regular el ciclo económico y generar un nivel de rentas que impidiera caer Como puede concluirse de esta revisión de teorías explicativas, las causas
en una nueva depresión. Sistematizó sus concepciones macroeconómicas en de la crisis se atribuyeron a razones diversas y aun contrapuestas. Vale la
1936 y, después de la Segunda Guerra Mundial, sus principios inspiraron a pena, sin embargo, intentar una síntesis entre algunas de las aquí considera-

A
las economías capitalistas de casi todo el mundo. das más valiosas. Con este objetivo, resulta conveniente rememorar los fac-
La otra teoría afirma, a grandes rasgos, que la crisis fue de sobreproducción. La tores que concurrieron para llegar a esta situación:
misma habría sido generada porque la productividad y la producción se acelera- - Se había logrado una extraordinaria productividad, sobre todo en las

L
ron en forma más rápida que la capacidad de absorción del mercado. La genera- empresas concentradas y consolidadas, gracias a su mayor disponibilidad
ción de excedentes sin oportunidades de mayores réditos habría desestimulado de recursos y las consecuentes innovaciones técnicas y organizativas
la reinversión; el eje de esta tesis es así la caída de la tasa de ganancia. A realizadas.

I
diferencia de la postura anterior, esta tesis de cuño marxista sustenta que el - Las fusiones y la progresiva concentración económica, corporizada en

F
problema se halla en las características del mismo sistema capitalista que, pese a consorcios, trusts, grandes bancos y complejos industriales, habían limi-
que potencia permanentemente la capacidad productiva, genera una brecha tado la competencia.
cada vez mayor entre un pequeño número de unidades eficientes y una gran - El sistema impositivo favorecía a las industrias. Sin embargo, algunos
cantidad de sujetos excluidos. Esta situación repercute negativamente –como se sectores que reclamaron ayuda, como el agro, no recibieron apoyo.


señaló al comienzo del capítulo– en el beneficio capitalista y en el interés por la - Los sindicatos eran débiles, por lo que los beneficios se canalizaban
inversión. entre los accionistas. A la vez, la desigual distribución de la renta, que
En un clásico libro, Paul Baran y Paul Sweezy afirmaron que, bajo la apariencia tendía a aumentar, contrajo el mercado de consumo duradero.
de prosperidad de la década de 1920, subyacían los elementos concurrentes - En este contexto, la creciente productividad contribuyó a la saturación
para que se desatara la crisis “no como la Gran Excepción sino como resultado del mercado.
normal del sistema económico norteamericano”.16 Presentes desde principios - La facilidad de acceso al crédito, en estas condiciones, permitió la canali-
zación de recursos hacia la Bolsa y posibilitó un vertiginoso ascenso de
las cotizaciones, que no reflejaban las verdaderas utilidades y beneficios
16 Paul A. Baran y Paul M. Sweezy, El capital monopolista, México, Siglo XXI, 1986, p. 191. existentes.
180 | ELENA SCIRICA EXPANSIÓN, CRISIS Y RECOMPOSICIÓN. ESTADOS UNIDOS... | 181

De esta síntesis surge que la explicación debe buscarse en los procesos responsabilidad de los particulares. Aun así, frente a las dificultades atrave-
suscitados a partir del funcionamiento de los factores reales de la economía sadas, reclamó una concertación entre los sectores productivos más fuertes

M
y de la correlación de fuerzas entre distintos sectores sociales, que otorgaba para no interrumpir la marcha de la economía y ofreció desgravaciones
una enorme ventaja al sector del gran capital. fiscales a cambio de que las empresas, por su propia voluntad, mantuviesen
Puede aceptarse como válida la interpretación que alude como causante de la producción, los salarios y el empleo –cuestiones que no ocurrieron–. Al
la crisis al subconsumo generado por el desplazamiento del mercado de una mismo tiempo, delegó en los gobiernos municipales o estaduales la aplica-

O
porción significativa de la fuerza de trabajo calificada a partir de la introduc- ción de políticas de beneficencia pública, ya que temía el incremento de la
ción de innovaciones técnicas y nuevos métodos de organización laboral, burocracia y consideraba fundamental el mantenimiento del equilibrio pre-
con su secuela de disminución de los salarios. A este proceso suscitado en supuestario. En este marco, las dificultades continuaron ahondándose, agra-
el interior de la clase trabajadora, se agregó una gran afluencia de mano de vadas por la aplicación de nuevas tarifas proteccionistas que erosionaron el

C
obra desocupada, proveniente del ámbito rural en el contexto de la crisis comercio internacional y a la postre perjudicaron las exportaciones estado-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


agraria –ya explicada– que contribuyó a un deterioro del mercado de trabajo. unidenses. En el transcurso de los tres años siguientes, tanto la producción
Todo ello, indudablemente, tuvo el efecto de desalentar el consumo masivo como las inversiones se redujeron casi a la mitad respecto de 1929, mientras

.
de bienes. el desempleo y la pobreza aumentaron de forma desesperante. No resulta

D
Sin embargo, también puede considerarse que el factor relevante en la gene- casual, entonces, que en las elecciones presidenciales de noviembre de 1932
ración de la crisis, a la que le siguió el subconsumo, fue el proceso de el electorado se volcara de manera masiva hacia el candidato demócrata,
concentración e inversión que la precedió, que, al generar un excedente de Franklin Delano Roosevelt.

D
capacidad instalada respecto de la producción absorbible por el mercado, El período comprendido entre la asunción del nuevo presidente, en 1933, y
incidió en una baja de la tasa de ganancias que, a su vez, produjo un ulterior el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, en 1939, marcó la época en que
retraimiento de las inversiones de quienes tenían la capacidad financiera se desarrolló el New Deal, en cuyo marco se experimentaron distintas políti-

A
para realizarlas. Llegado este punto, resultaba más rentable y ventajoso para cas. El Estado federal dejó de ser visto como una institución cuya única
un empresario especular con los valores de sus propias acciones que canali- misión consistía en mantener el orden y defender la propiedad, y debió
zar su inversión en forma productiva. Se había llegado, entonces, a una optar entre distintas alternativas para enfrentar los nuevos problemas plan-

L
situación de sobreproducción. Desde esta perspectiva, puede interpretarse teados por la Gran Depresión. Así adquirió un nuevo papel, no programado
que la crisis fue la resultante de una interacción de factores que se potencia- de antemano, sino definido en el curso de los acontecimientos.
ron mutuamente: un retraimiento de la inversión productiva, generada en

I
gran medida por las condiciones específicas que adquirió el grado de madu- 4.1 El New Deal

F
ración de la economía estadounidense que fue acompañado en forma casi
correlativa por el subconsumo de los sectores populares. El programa electoral de Roosevelt no contó con un conjunto de medidas
A estos problemas suscitados por la marcha de la economía real, que se coherentes y sistemáticas para resolver la crisis. En cambio, sí prometió
canalizaron en la especulación financiera –donde adquirió una dinámica pro- acción: pragmatismo y la utilización de todas las medidas que permitiesen


pia muy particular, cuya especificidad merece destacarse–, se sumaron los lidiar con la situación. En este sentido, cuando asumió el cargo en marzo de
errores de las políticas adoptadas en respuesta, que no hicieron más que 1933 tuvo objetivos claros: reformar el sistema financiero, afrontar la deso-
agravarlos. cupación, reactivar la economía y evitar el peligro del conflicto social. Para
ello, con la colaboración de importantes consejeros, adoptó una serie de
medidas que, por su índole y alcance, permiten dividir al New Deal en dos
4. Políticas adoptadas frente a la crisis: desafíos y medidas novedosas etapas: de 1933 a 1935, y de 1935 hasta la Segunda Guerra Mundial.
Las medidas que se adoptaron durante esos años estuvieron sujetas a diver-
El presidente republicano en el momento de la crisis, Herbert Hoover, era sas presiones y en múltiples ocasiones resultaron fragmentarias o incluso
un convencido partidario del laissez faire y de la necesidad de impulsar la contradictorias. Por tal motivo, algunos investigadores postularon que el
182 | ELENA SCIRICA EXPANSIÓN, CRISIS Y RECOMPOSICIÓN. ESTADOS UNIDOS... | 183

“Nuevo Trato” fue fundamentalmente pragmático y careció de ideología, evidenciaba la idea de una economía asociativa sustentada en la con-
mientras otros consideraron, por el contrario, que estuvo imbuido de ideo- centración económica, que el gobierno debía regular a través de prácti-

M
logías y faltó un principio que uniera las diversas iniciativas, lo que explica cas de cartelización que eliminaran la “competencia antieconómica”,
su carácter ecléctico.17 Lo cierto es que se desplegaron numerosos esfuer- de manera que subieran los precios, la producción y la inversión. Sin
zos por afrontar los problemas del período, en un proceso que a su vez dio embargo, en las grandes empresas, los precios se fijaron sin incorporar
lugar a la creación de agencias estatales novedosas. su “función social” a la vez que, en muchos casos, faltaban o no exis-

O
Apenas asumió la presidencia, en sus primeros “Cien Días” de gobierno, tían sindicatos con los que las cámaras negociaran, a pesar de que la
Roosevelt envió al Parlamento, para su aprobación, un cúmulo de leyes con NRA concedió a los obreros la libertad de sindicalizarse y de negociar
el fin de brindar apoyo a los heterogéneos sectores afectados por la crisis: convenios colectivos.
desocupados, agricultores, industrias, bancos, mercado de valores. Por su 4. Planificación regional: su eje fue el Tennesse Valley Authority (TVA),

C
índole, cabe sostener que el primer New Deal tuvo cinco ejes: cuyo fin fue lograr el desarrollo y la integración económica de zonas

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


1. Reforma financiera: incluyó la caída del patrón oro, la regulación estatal previamente marginales. La idea era realizar, a través de proyectos gu-
sobre el sistema bancario, el establecimiento de garantías para los depó- bernamentales, obras públicas, represas que proveyeran energía barata

.
sitos, controles sobre la Bolsa y la emisión de acciones –se prohibió la a la zona, recuperaran tierra afectada por las inundaciones, incentivaran

D
financiación de las acciones sobre la base de las ganancias esperadas–. el establecimiento de industrias y zonas agrícolas y generaran fuentes
También se fortaleció de la Reserva Federal (Banco Central). Estas me- de trabajo regional. Por la oposición conservadora, este proyecto fue
didas restablecieron la confianza en el sistema bancario y posibilitaron el limitado.

D
restablecimiento del crédito y la financiación de las hipotecas. 5. Ayuda federal: aunque no fue una prioridad en este período, se reconoció
2. Ley de Reajuste agrícola: se propuso concluir con la sobreproducción y que había que paliar la miseria y la pobreza hasta que se reactivara la
consecuente disminución de precios. Para ello, fomentó la limitación de economía. La Federal Emergency Relief (FERA) otorgó dinero a gobier-

A
la producción por medio del pago a las tierras sin sembrar, el otorga- nos estaduales y municipales para que lo utilizaran en ayuda a
miento de subsidios y el establecimiento de precios sostén. La coordina- desempleados (subsidios, ollas populares, etc.). Asimismo, a través de la
ción y supervisión de estas medidas quedó a cargo de un nuevo organis- Civil Works Administration (CWA) se otorgó trabajo temporario en pro-

L
mo federal, rotulado Agricultural Adjustment Administration (AAA). En yectos que incluyeron construcción de infraestructura (caminos, escue-
cierta medida, esto perjudicó a los consumidores y favoreció a los gran- las, parques) y proyectos de reforestación e irrigación. Además, se con-
des productores, pues –tal como lo señala Baines– la mayor parte de los trató a artistas y pintores para que pintaran murales. La ayuda también

I
subsidios fueron recibidos por las explotaciones más grandes porque incluyó un programa de refinanciación de hipotecas, pese a lo cual un

F
tenían la posibilidad de disminuir un mayor volumen de producción, a la alto porcentaje de granjeros perdió sus tierras.
vez que cultivaban, en reemplazo, otros productos. Los cierto es que Estas medidas, que de manera oscilante buscaban conciliar intereses contra-
aumentó el beneficio de los agricultores, la tensión agraria se suavizó y la puestos, no solucionaron a fondo el problema del desempleo ni de la
AAA marcó el comienzo del intervencionismo estatal en el sector pri- reactivación económica, pero sí brindaron un alivio temporario para diver-


mario. sos sectores y ayudaron al restablecimiento de la confianza. De este modo,
3. Recuperación industrial: se creó la National Recovery Administration (NRA) amplios estratos sociales se sintieron implicados en la vida pública. No
que acordó con cada cámara industrial su cooperación y se estipularon obstante, el New Deal provocó una fuerte oposición, particularmente de
precios por industria y pisos para los salarios. Tras esta iniciativa se los sectores empresariales y de los núcleos conservadores que cuestiona-
ron el déficit fiscal y lo que consideraron una excesiva intromisión estatal, al
17 Alan Brinkley, “El Nuevo Trato y la idea del Estado”, en Víctor Arriaga Weiss, Arturo punto de que algunos llegaron a tildar a Roosevelt de sostener un programa
Grunstein Dickter, Angela Moyano y Ana Suárez Argüello, Estados Unidos visto por sus socialista. En este marco, la Corte Suprema declaró inconstitucionales varias
historiadores, Tomo II, México, Universidad Autónoma Metropolitana, Instituto Mora, leyes, entre las que incluía algunas normas de la NRA y de la AAA. Este
1991, p. 152. fallo, que ponía en peligro los dispositivos del New Deal, dio lugar a una
184 | ELENA SCIRICA EXPANSIÓN, CRISIS Y RECOMPOSICIÓN. ESTADOS UNIDOS... | 185

renovada pulseada del gobierno con el establishment. A partir de aquí, Roosevelt 4.2 ¿Por qué fue importante el New Deal?
radicalizó su orientación.

M
El segundo New Deal fue lanzado en respuesta a las presiones políticas y a la La experiencia desequilibradora, la conflictividad social y el quiebre de cer-
continuidad de la crisis. Hubo un cambio de actitud hacia los trusts y las tezas impusieron la necesidad de nuevas políticas. Así, creció la demanda
grandes corporaciones, cuyas prácticas pasaron a ser cuestionadas, y se apli- hacia el gobierno para que influyera y controlara la economía. En ello reside
có un impuesto progresivo sobre el ingreso personal de los más ricos. Los el significado histórico de la Gran Depresión, en la medida en que modificó

O
aspectos más notables de este segundo período fueron: la visión de la población con respecto a las responsabilidades del gobierno.
1. Acta Wagner: basada en la National Labour Relations Act, garantizó el dere- En efecto, debe destacarse que por su magnitud la crisis no fue solo econó-
cho a la agremiación, la estabilidad de los delegados sindicales, las nego- mica sino también sistémica: de confianza, de legitimidad social e incluso de
ciaciones paritarias y la regulación de prácticas laborales discriminatorias. Estado. Como respuesta, la política de Roosevelt tendió a asumir el papel de

C
También estableció tribunales laborales. Con estas normativas, no solo árbitro entre las demandas de los distintos sectores. A partir de ese momen-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


surgieron nuevos sindicatos sino que aumentó de manera notable el ín- to, se modificó no solo el papel del Estado federal sino también la actitud
dice de afiliación gremial, otorgando así un renovado vigor al sector cultural de los estadounidenses hacia el mismo. Pasó a considerárselo el

.
laboral –no resulta casual que los alcances de esta ley fueran limitados responsable de garantizar tanto el bienestar como la seguridad de los ciuda-

D
por una nueva normativa de 1947 en el marco de la Guerra Fría–. danos. El New Deal aumentó las expectativas de la población, restauró la
2. Ley de Seguridad Social: estableció un sistema de pensiones, seguro laboral confianza en las instituciones, canalizó el conflicto social dentro de ellas y
de desempleo y un programa de ayuda federal a la ancianidad, la minori- cambió el rol del Estado, fortaleciéndolo.

D
dad y los discapacitados. Aunque los funcionarios, los trabajadores agrí- Las políticas keynesianas resultantes de este cambio de perspectiva dieron
colas y los empleados domésticos no quedaron incluidos, esta ley marcó lugar a posturas que valorizaron la utilización de los mecanismos fiscales y
un hito en Estados Unidos, en tanto por primera vez en ese país se erigió monetarios para estimular el crecimiento económico. Debido a la gran recu-

A
un sistema federal de asistencia social.18 Así surgieron las bases del Esta- peración y expansión que se dio a partir de la Segunda Guerra Mundial, esta
do de bienestar. visión keynesiana moderada, que le adjudicaba al Estado un papel
3. Ayuda federal: se expandió enormemente, con un mayor presupuesto. compensador que debía apoyar las actividades económicas y compensar los

L
Se dio trabajo a millones de personas para construir edificios, aero- fracasos de la economía privada (aunque manteniendo la fe en la capacidad
puertos, caminos. También generó una gran actividad cultural, em- de las instituciones particulares para extenderse), se convirtió en el credo
pleó a escritores, artistas, etc. y otorgó becas para estudios secunda- dominante durante las décadas siguientes. Recién en la década de 1970,

I
rios y universitarios. cuando se manifestaron el enorme crecimiento del déficit fiscal y la dismi-

F
Si bien estas iniciativas no resolvieron los problemas económicos de fondo nución de la tasa de ganancia empresaria y del crecimiento económico, ese
–de hecho, la verdadera reactivación se logró a partir de la intervención modelo llegó a su ocaso y en forma progresiva se instaló otro, de cuño
estadounidense en la Segunda Guerra Mundial y el despliegue en gran esca- neoliberal y fundado en la ortodoxia monetarista, que se desplegó con el
la del denominado “complejo militar industrial”–, su puesta en marcha im- triunfo de la “revolución conservadora” liderada por el ex presidente esta-


plicó una reformulación del pacto societal. dounidense Ronald Reagan (1980-1989) y el economista Milton Friedman.

Bibliografía

18 Esta legislación social era más tenue que la de Europa pero implicaba un hito respecto de Aldcroft, Derek, Historia de la economía europea 1914-2000, Barcelona, Crítica, 2003, Cap. 3.
la tradición individualista de Estados Unidos. Giuliano Procacci, Historia general del siglo XX, Aldcroft, Derek, “Hacia la depresión: explicaciones del punto de inflexión de 1929”, en Histo-
Barcelona, Crítica, 2005, p. 196. ria económica mundial del Siglo XX, Barcelona, Crítica, 1985.
186 | ELENA SCIRICA EXPANSIÓN, CRISIS Y RECOMPOSICIÓN. ESTADOS UNIDOS... | 187

Baines, Dudley, “Los Estados Unidos entre las dos Guerras, 1919-1941”, en Adams, Willi
Paul, Los Estados Unidos de América, México, Siglo XXI, 1982.
El nacimiento de un siglo. El período de entreguerras
Baran, Paul A. y Sweezy, Paul M., El capital monopolista, México, Siglo XXI, 1986. (1918-1939)

M
Brinkley, A., “El Nuevo Trato y la idea del Estado”, en Arriaga, V.; Grunstein, A.; Moyano, A.
y Suárez, A., Estados Unidos visto por sus historiadores, Tomo II, México, UAM/Instituto Mora,
1991.
Galbraith, John Kenneth, El Crac del 29, Madrid, Ariel, 1979. Mercedes F. López Cantera

O
Gordon, David; Edwards, Richard y Reich, Michael, Trabajo segmentado, trabajadores divididos. La
transformación histórica del trabajo en los Estados Unidos, Madrid, Ministerio de Trabajo y Segu-
ridad Social, 1986.
Degler, Carl, Historia de los Estados Unidos. El desarrollo de una nación, 1860-1985, Cap. XIII,

C
Madrid, Ariel, 1986.
A lo largo de los años comprendidos entre la Gran Guerra (1914-1918) y el

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Hobsbawm, Eric, Historia del siglo XX, Cap. III, Barcelona, Crítica, 1992.
Hofstadter, Richard, La tradición política norteamericana, México, FCE, 1983. estallido de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) tuvo lugar el desarrollo

.
Moya, José, Una empresa llamada Estados Unidos, Madrid, Ediciones de la Torre, 1994. de distintos fenómenos que caracterizaron y diferenciaron al siglo XX. El
Pla, Alberto, “Hoover. El crac financiero de 1929”, en Historia de América en el siglo XX, Buenos

D
nacimiento de ese “siglo de las catástrofes”, como algunos aseguran, ocurrió
Aires, CEAL, 1984. durante esta etapa denominada “de entreguerras”, en la que se gestaron
Pozzi, P.; Elizalde, R.; González Chiaramonte, C.; Farrán, G., Un pasado imperfecto: el conflicto en la
aquellos procesos que luego de la Segunda Guerra Mundial atravesarán el
historia de Estados Unidos, Buenos Aires, Manuel Suárez ed., 1992.
siglo XX.

D
Procacci, Giuliano, Historia General del siglo XX, Barcelona, Crítica, 2005.
La hegemonía del paradigma liberal y la civilización del siglo XIX, aquella
en la que la Europa Occidental capitalista reinó siendo cuna de revolucio-
nes técnico-científicas, económicas, políticas y culturales, había llegado a su

A
fin con el estallido de la guerra. En el período de entreguerras tuvo su
origen el fascismo, Estados Unidos se consolidó como potencia mundial,
estalló la primera gran crisis especulativa, se desarrolló el intervencionismo

L
estatal en la economía, y emergió el comunismo, que se convirtió en una
nueva expresión revolucionaria como así también en el nuevo gran miedo

I
de los sectores dominantes. Aquellos paradigmas que fueron distintivos del
siglo en cuestión emergieron en la coyuntura de la primera posguerra y

F
concluyeron con el fin de la Guerra Fría.
En base a estas premisas proponemos para este capítulo un breve repaso de
aquellos procesos característicos de esta etapa de entreguerras centrándo-
nos en el escenario europeo. Si bien mencionaremos cuestiones relativas a


la nueva posición de Estados Unidos durante la primera posguerra, aborda-
remos la situación general de Europa, particularmente de Alemania, Gran
Bretaña, Francia e Italia. Entre los temas vinculados al escenario de esos
países expondremos aquellos relacionados a las medidas de reconstrucción
económica y política tras el desastre de la Primera Guerra Mundial, la crisis
del paradigma liberal y ascenso de los fascismos italiano y alemán, las con-
secuencias de la crisis norteamericana de 1929 para Europa, las primeras
políticas de intervención aplicadas por los países europeos mencionados
188 | MERCEDES F. LÓPEZ CANTERA EL NACIMIENTO DE UN SIGLO. EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS (1918-1939) | 189

para la recuperación y el rearme progresivo alemán, antesala correspondien- apoyo militar al ejército zarista y el bloqueo económico de los principales
te a la Segunda Guerra Mundial. países europeos hasta 1922.

M
Entre fines de 1918 y la primera mitad de 1919 se llevaron a cabo las negocia-
ciones conocidas como las “Conferencias de Paz de París”, finalizando el pro-
1. La era de la reconstrucción ceso con el Tratado de Versalles en junio de 1919. Por medio de este último se
establecieron una serie de medidas contra los países responsabilizados por la

O
El fin de la Gran Guerra dejó un campo de incertidumbres para la Europa guerra: el Imperio Alemán y el Imperio Austro-Húngaro. Esto significó por un
destruida y una sola certeza: el papel de EE.UU. a nivel internacional. El lado el desarme bélico y la pérdida de territorios coloniales de ambos Estados
pujante país norteamericano resultó la única potencia industrial en pie al como así de territorios nacionales, tal el caso Alsacia y Lorena para Alemania y
final de la guerra; la capacidad industrial de Japón también había sobrevivido Hungría y Checoslovaquia2 para Austria. A su vez, los imperios derrotados se

C
a la contienda, aunque su estructura no era comparable con la norteamerica- vieron forzados a establecer un sistema republicano parlamentario en lugar de

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


na. Esta posición hegemónica le permitió marcar a Estados Unidos el ritmo la monarquía. Ese fue el origen de la República de Weimar, el régimen político
de la recuperación durante los años de la posguerra. que reemplazó al Imperio en Alemania (o II° Reich) y que se mantuvo hasta el

.
La posición de EE.UU. durante la guerra había sido contradictoria. Desde ascenso de Adolf Hitler en 1933.

D
las Conferencias Panamericanas1 había promovido entre los países america- Por otro lado, el Tratado estableció el pago de indemnizaciones o reparacio-
nos una postura en favor de la neutralidad frente al conflicto europeo. En nes de guerra. Este punto fue el más discutido de todos durante la confec-
abril de 1917 cambió abruptamente esa posición. Le declaró la guerra a ción del acuerdo e involucró a veintiocho países, de los cuales cinco eran

D
Alemania, movilizó sus tropas hacia el viejo continente y le exigió al resto solamente deudores, diez solo acreedores y el resto ambas cosas a la vez.
de América que hiciera lo mismo, rompiendo el pacto a favor de la neutrali- Los estados con mayor cantidad de deudas fueron Alemania, en primer
dad que habían acordado. Esto generó rechazo en distintos países, entre lugar, y Austria en segundo término. Checoslovaquia y Bulgaria, por ejem-

A
ellos Argentina, cuyo presidente Hipólito Yrigoyen sostuvo la neutralidad a plo, tenían obligaciones para con diez u once países cada uno. Francia y
pesar de las presiones y consolidó la postura antinorteamericana que carac- Gran Bretaña tenían la mayor cantidad de deudores, siendo el primer país el
terizó a sus relaciones diplomáticas. más insistente a la hora de establecer la cifra correspondiente a los derrota-

L
La Triple Entente logró su triunfo de la mano de EE.UU. Meses antes de dos. Las reparaciones fueron criticadas al poco tiempo por un miembro de la
finalizada la guerra el presidente norteamericano Woodrow Wilson (1913- delegación británica, John Maynard Keynes, quien las calificó como irres-
1917 y 1917-1921) redactó un documento que se denominó “Los 14 puntos”, ponsables: “Si lo que nos proponemos es que, por lo menos durante una

I
con el que elevaba una serie de recomendaciones para el desarrollo político generación Alemania no pueda adquirir siquiera una mediana prosperidad

F
a nivel mundial una vez terminado el enfrentamiento. De estas sugerencias (…) Si nosotros aspiramos deliberadamente al empobrecimiento de la Euro-
emergió la creación de la Sociedad de las Naciones, organismo internacional pa central, la venganza, no dudo en predecirlo, no tardará”.3
pensado para garantizar la paz, que se mantuvo hasta su disolución en 1939. La predicción de Keynes no fue errónea en más de un sentido: la situación
La mayoría de los puntos fueron concretados durante las negociaciones. para los países derrotados fue prácticamente el acorralamiento económico.


Uno de ellos fue la recomendación de evacuar el territorio del ex Imperio En 1921 la Comisión de Reparaciones estableció una cifra definitiva a pagar
Ruso, en ese momento en plena guerra revolucionaria, marcando el inicio de que era muy superior a la recomendada por algunos economistas. Para 1922
una política de aislamiento contra la revolución bolchevique que implicó el Alemania comenzó a manifestar dificultades para efectuar el pago y pidió
una reducción de la deuda; su sistema financiero era el más perjudicado y el

1 Celebradas entre 1889 y 1954, estas conferencias reunieron a representantes diplomáticos


de todos los Estados del continente americano, con el fin de fomentar las relaciones entre 2 Checoslovaquia abarcó hasta 1992 el territorio que hoy comprenden la República Checa y
estos países. A lo largo de su desarrollo EE.UU. ocupó una posición de liderazgo en cada la República Eslovaca.
convocatoria, posición resistida por los países latinoamericanos más relevantes. 3 J. M. Keynes, Las consecuencias económicas de la paz, 1919.
190 | MERCEDES F. LÓPEZ CANTERA EL NACIMIENTO DE UN SIGLO. EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS (1918-1939) | 191

gobierno entró en déficit tanto por las reparaciones como por las compensa- Guerra Mundial la Belle Époque llegaba a su fin y junto a ella la hegemonía de
ciones a sus veteranos. El colapso del sistema financiero alemán tuvo lugar las principales potencias europeas. Gran Bretaña, Alemania y Francia habían

M
tras la invasión consumada por Francia y Bélgica en enero de 1923, medida compartido el liderazgo del mercado mundial desde fines del siglo XIX. De
decidida por los gobiernos de esos países ante el cese de pagos de Alema- la misma manera, la Europa Occidental capitalista se había consolidado como
nia. Esta crisis generó un replanteo de la situación que procuró una solución el modelo social-cultural a imitar por todos los países.4 La guerra dejó en
a través del Plan Dawes de 1924, según el cual se reconocía la incapacidad ruinas a quien había sido el “faro económico y cultural” del mundo.

O
alemana para afrontar las deudas y, si bien no se redujo la cifra, se modifica- El fin de los buenos tiempos tuvo su consecuente recepción negativa en la
ron los montos de pagos anuales. A consecuencia de ello, Alemania buscó sociedad de los países afectados. A nivel ideológico, la confianza depositada
financiamiento de EE.UU. para hacer frente a las reparaciones; entre 1924 y en el sistema liberal se erosionó, tanto por las repercusiones económicas de
1929 tomó en préstamo alrededor de 28 millones de marcos. Al mismo la guerra como por las debilidades que los regímenes democráticos parla-

C
tiempo, Estados Unidos exigía a Francia y a Gran Bretaña el pago de los mentarios evidenciaron en medio de la debacle. La admiración depositada en

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


préstamos que les había otorgado durante el conflicto bélico que ascendían la ciencia y en el avance científico ahora se veía empañada por el resultado
a 12 mil millones de dólares, parte de los cuales recibiría a lo largo de la que esa modernidad había generado.

.
década del veinte y que constituyeron las llamadas “deudas de guerra”. Esta “era del pesimismo” solo fue contrastada por un hecho. La revolución

D
Se inauguraba el siglo en el que Estados Unidos se consolidó como líder en bolchevique de 1917 concretó algo esperado por distintos sectores. Por un
lo económico y en lo político. La situación europea (ahora dependiente de lado, la ansiada revolución social se había realizado, lo que implicó una
su economía) le permitió avanzar sobre aquellos mercados que habían que- esperanza para movimientos políticos de la clase obrera a nivel mundial. Por

D
dado al margen de sus intereses. De esa forma desembarcó en el mercado otra parte, las clases dominantes observaron con horror aquel proceso, au-
del Cono Sur, hasta ese momento región casi exclusiva de los intereses de mentando su temor ante la organización del movimiento obrero y el latente
Europa Occidental. Su modalidad predominante fueron las inversiones di- estallido social.5 Frente a la crisis del liberalismo, el comunismo emergía

A
rectas en bienes de consumo livianos, que en algunos casos estimularon una como utopía realizable, una alternativa, una salida del escenario de destruc-
naciente sustitución de importaciones, como fue el caso de Argentina. Este ción. Sin embargo, desde otra posición antagónica, surgió una segunda res-
avance se complementó con otra práctica que venía desarrollándose desde puesta a ese contexto de desolación: el fascismo.

L
principios de siglo: el intervencionismo militar en la región de Centroamérica. El fascismo fue uno de los principales productos de esta “era del pesi-
La política de intervención norteamericana, si bien tuvo su origen en el siglo mismo”. Definirlo no es una tarea sencilla, ya que nunca tuvo una doc-
XIX, se había consolidado en la primera década del siglo XX con la conoci- trina única que lo caracterizara, lo que implicó el desarrollo de distintas

I
da “política del Gran Garrote” llevada a cabo por Theodore Roosevelt. expresiones fascistas o fascismos: el caso italiano, el nazismo, y la falan-

F
Presidente entre 1901 y 1909, con la diplomacia del Big Stick promovió la ge española. Sus orígenes se hallan en los variados movimientos nacio-
ocupación norteamericana en todo territorio en el cual la democracia y la nalistas reaccionarios existentes en la Europa de fines de siglo XIX, de
seguridad constitucional se vieran “amenazadas”, como así también los inte- los cuales los fascismos adoptaron el autoritarismo y la crítica al capita-
reses de ciudadanos norteamericanos que residieran en ellos. Por este me- lismo liberal y a la democracia. Estas ideas fueron presentadas en los


dio, EE.UU. había avanzado en las primeras décadas del siglo sobre Améri- años de la posguerra en el marco de la propuesta de realizar una “revo-
ca Central, ocupando Panamá, República Dominicana, Cuba y Haití, hasta
que en 1926 formalizó la intervención en Nicaragua.
4 Para un análisis completo de la expansión imperialista de 1880-1914 y sus aspectos ideoló-
gicos y culturales véase en este libro el capítulo de Marcela Lippi.
5 En los primeros años de la posguerra la represión estatal hacia el movimiento obrero
2. El huevo de la serpiente: el ascenso del fascismo recrudeció en varios países ante el alerta de un posible estallido revolucionario. Esa inter-
pretación del conflicto social puede observarse en las masacres ejecutadas por el Estado
Si económicamente el fin de la Gran Guerra marcó el comienzo de un argentino en la Semana Trágica de 1919 y como respuesta a las huelgas en la Patagonia de
nuevo mundo, política e ideológicamente no fue diferente. Con la Primera 1921-1922.
192 | MERCEDES F. LÓPEZ CANTERA EL NACIMIENTO DE UN SIGLO. EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS (1918-1939) | 193

lución conservadora” que apuntaba a la eliminación de la sociedad libe- por los cuales el Estado reconoció al Vaticano como Estado indepen-
ral democrática y de sus ideales. diente. A pesar de ello, el régimen reemplazó el papel de la religión

M
¿Cómo lograron los fascismos el apoyo de distintos sectores de la sociedad? católica por el culto a su líder y al Estado fascista.
Suele pensarse a los fascismos como engendros propios de la era de la El camino del fascismo alemán sería diferente, aunque involucraría los mis-
angustia y la catástrofe inaugurada por la Gran Guerra, la crisis del liberalis- mos elementos. Resulta elemental comenzar por la figura de Adolf Hitler.
mo burgués, el derrumbe económico y el comunismo. Dado que la crisis de Hitler había participado como soldado durante la guerra; finalizada esta fue

O
la guerra había afectado principalmente a la clase trabajadora (los soldados reclutado por el ejército alemán para servir como espía de los grupos de
que estuvieron en el frente), las clases medias y las clases dominantes veni- izquierda existentes en Alemania. Así llegó a participar del Partido Obrero
das a menos temieron que el sector trabajador se uniera a la revolución Alemán (POA), en el que militó adquiriendo notoriedad por su posición
bolchevique. Esto sucedió principalmente en aquellos países industrializados nacionalista y su rechazo al internacionalismo obrero. En 1920, junto con

C
en los cuales era fuerte el peso del movimiento obrero y significativa la sus seguidores, promovió el cambio del nombre del POA, que pasó a lla-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


presencia de los partidos de izquierda, particularmente en Alemania, donde marse Partido Nacional Socialista Obrero Alemán (PNSOA), adoptando la
el Partido Comunista fue cobrando fuerza en la década del 20. El fascismo esvástica y el saludo fascista como emblemas. Desde allí organizó un inten-

.
en gestación sumó a su componente antiliberal otro elemento: el to de golpe de Estado (putsch) aprovechando la inestabilidad política que

D
anticomunismo. Esto le valió el apoyo de las clases medias burguesas y las rodeó a la crisis financiera de Weimar en 1923. Como consecuencia de ello
aristocracias. Los sectores medios hallaron en los fascismos una identifica- fue detenido y condenado a cinco años de prisión. En la cárcel redactó su
ción que no habían encontrado ni en los partidos obreros de izquierda ni manifiesto político Meinf Kampf (Mi lucha) en el que responsabilizaba a la

D
entre los conservadores. Las aristocracias, por su parte, desplazadas del débil democracia de Weimar de la crisis política y a los judíos de la derrota
liderazgo social y económico a raíz del avance de las grandes burguesías alemana, constituyendo parte de su discurso racista y abogando por una
industriales, vieron en el antiliberalismo de los fascismos una razón para revancha militar contra Francia y Gran Bretaña. Cumplida la condena, se

A
apoyarlos y un medio para recuperar su hegemonía social. focalizó en el objetivo de alcanzar el poder político por la vía electoral.
Las diferencias entre el caso italiano y el alemán son ilustrativas de ciertos De 1925 hasta 1930 el PNSOA recibió apoyo financiero de los grupos con-
aspectos del proceso. El nacimiento del fascismo primero fue en Italia, de la servadores, de parte de la vieja aristocracia alemana y de sectores de la

L
mano de Benito Mussolini. Ex militante del Partido Socialista Italiano, finalizada mediana burguesía industrial, al tiempo que organizó ligas juveniles como
la guerra criticó la neutralidad adoptada por su país y apuntó contra el liberalis- las Juventudes Hitlerianas y la Liga de las Muchachas Alemanas. Su campa-
mo del que Gran Bretaña y Francia eran exponentes. Prontamente se volvió ña política apuntaba a ganar en el terreno de las izquierdas, en especial en el

I
antisocialista y mantuvo una posición anticlerical muy fuerte; sin embargo, ad- de los comunistas cuyo partido constituía la segunda minoría electoral, man-

F
mitió la “necesidad social” de la religión católica y estableció relación con el teniendo siempre presente al “enemigo judío” como el principal problema
Papado. En los años inmediatamente posteriores a la guerra, Mussolini organizó de Alemania que había que “eliminar”. El escenario del ascenso del Partido
las escuadras llamadas “camisas negras” que protagonizaron ataques contra Nazi se vio atravesado por la crisis del 30, ante la cual la República de
socialistas y comunistas, con lo que fue logrando la simpatía de sectores Weimar se mostró impotente y sin posibilidades de dar soluciones. El resul-


antiizquierdistas, como de las clases medias, aristocracia y burguesías. tado fue una sociedad inmersa en el descreimiento del sistema político de-
En agosto de 1922 Mussolini y las escuadras dieron inicio a la “revolu- mocrático. En las elecciones de 1932 el PNSOA, si bien fue la fuerza políti-
ción fascista” ocupando distintos municipios de forma violenta. El 28 ca más votada, no logró la mayoría absoluta, alcanzando solo el 37 por
de octubre tuvo lugar la llamada “Marcha sobre Roma”: llegaron a la ciento. Tras varias negociaciones en el Parlamento, el enero de 1933 Hitler
ciudad exigiendo gobernar el país, ante lo cual el Rey Victorio Emmanuel asumió como canciller del Reichstag.
III cedió. Por otra parte, la Iglesia católica prefirió apoyar a los fascistas Tanto el fascismo italiano y como el nazismo encontraron su desarrollo final
de Mussolini antes que a los demócrata-cristianos, corriente política de con las políticas que implementaron en un nuevo contexto, aquel abierto
importante alcance popular y rival de los fascistas en ese momento. con la crisis de Wall Street que desarrollaremos a continuación. Una nueva
Resultado de ese apoyo fueron los Pactos de Letrán firmados en 1929, depresión se cernía sobre Europa y con ella la amenaza de la guerra.
194 | MERCEDES F. LÓPEZ CANTERA EL NACIMIENTO DE UN SIGLO. EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS (1918-1939) | 195

3. La crisis internacional y el intervencionismo de guerra, a lo que el gobierno norteamericano se opuso, pues era el
principal acreedor. 6 El Congreso de EE.UU. mantuvo una oposición

M
La crisis financiera de octubre de 1929 fue el inicio de una nueva etapa intransigente a reducir o anular las deudas. Finalmente los hechos de-
dentro del capitalismo del siglo XX. A mediados de 1928 el gobierno de finieron la situación cuando Alemania dejó de pagar y el resto de los
Estados Unidos decidió suspender los préstamos a Europa al tiempo países europeos redujeron sus pagos, que el gobierno norteamericano
que aumentó los intereses para restringir el otorgamiento, lo que generó decidió rechazar. La única excepción fue Finlandia, que saldó por com-

O
un creciente flujo de fondos hacia EE.UU. La pérdida de esta fuente de pleto sus obligaciones.
financiamiento para los afectados por la guerra fue letal; los países eu- El fin definitivo de la era del librecambio abrió la etapa del intervencionismo
ropeos, sin posibilidad de importar capital para mantenerse, debieron estatal, que comenzó a ponerse en práctica a dos años de iniciada la década
recurrir a sus reservas en oro. del 30. Vale aclarar que si bien fue el camino hacia la recuperación, el mismo

C
Ese fue el comienzo de la internacionalización de la crisis. Si bien esta fue muy resistido, criticado y rechazado. En Estados Unidos la intervención

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


tuvo origen en la situación de la economía interna de EE.UU., estas y el fin de la “mano invisible” fueron impulsados por primera vez a través
medidas en torno a los préstamos llevaron a que los principales países del New Deal de Franklin D. Roosevelt.7 Roosevelt además promovió la

.
industriales europeos no pudieran alcanzar la recuperación de la pos- “política del buen vecino” hacia América Latina, por la que moderó el

D
guerra y que cayeran nuevamente en la depresión. La consecuencia di- intervencionismo impulsado a principios de siglo, estrechando lazos que le
recta fue la contracción del comercio exterior de Europa con los países permitieron mejorar la convivencia y el comercio con la región.
productores de materias primas. La principal fuente de demanda de los Los países europeos de regímenes democráticos impulsaron la intervención

D
productos de esos países entró en declive, y esto afectó la producción aunque no tan rápidamente como en el caso norteamericano. Un ejemplo
de artículos primarios. Sin poder vender, los países periféricos vieron fue Francia, cuya crisis encontró solución por medio de ese tipo de medidas
mermado el acceso a las divisas necesarias para la importación de los impulsadas por el gobierno del Frente Popular8 a partir de 1936. Este intro-

A
bienes industriales que sus mercados internos no producían. La Divi- dujo el Acuerdo Matignon por el cual el Estado y empresarios privados
sión Internacional del Trabajo (DIT) que había nacido a mediados del convinieron el establecimiento de la jornada laboral en 48 horas semanales,
siglo XIX, y se había consolidado durante la Belle Époque, anunciaba así aumentos salariales y vacaciones pagas, exigiendo como contrapartida el cese

L
su resquebrajamiento. de huelgas. Con todo, esas políticas se vieron rápidamente limitadas, en
Entre 1929 y 1932 el escenario económico fue incierto. Inicialmente se particular por la implementación de una devaluación del 30 por ciento que
tomaron medidas que apenas amortiguaron la caída. Una de ellas fue el afectó al sector obrero, la estabilidad y el apoyo al gobierno.

I
abandono del patrón monetario basado en el oro, el cual había regulado Por su parte, la crisis británica fue la estocada final para su tan defendido

F
las equivalencias del valor de las monedas en el mercado mundial desde librecomercio, lo que provocó divisiones entre los dirigentes. La reactivación
el siglo XIX. Esta medida fue adoptada junto con la devaluación como del comercio exterior, siempre en el centro de su economía, se realizó por
un recurso más por la mayoría de los países afectados. El comercio
internacional, ahora sin patrón monetario fijo, debió organizarse en tor-


no a acuerdos bilaterales, política que se extendió hasta la Segunda Guerra 6 A la propuesta del presidente norteamericano de suspender por un año el pago de deuda
Mundial. se la conoció como Moratoria Hoover, que fue rechazada por los países reunidos en la
La herencia de Versalles era otra cuestión a resolver. En 1931 los conferencia.
7 Primo quinto de Theodore Roosevelt. Para un análisis de la expansión norteamericana de
países involucrados sugirieron convocar a una conferencia para discu-
los años veinte y la recuperación tras la crisis de 1929, véase el capítulo de este libro de
tir la continuidad o no del pago de las reparaciones. Recién a mediados Elena Scirica.
del año siguiente se realizó la Conferencia de Lausana en la que se 8 Este consistió en una coalición de partidos tanto socialdemócratas, de izquierda y de iz-
declaró su cese dado que la depresión había alterado las condiciones quierda revolucionaria, como el Partido Socialista y el Partido Comunista, al tiempo que se
en las que se habían establecido. Sin embargo esto fracasó dado que constituía en una estrategia en el contexto de lucha contra el avance del nazismo y del
los países europeos estaban interesados en anular también las deudas fascismo italiano.
196 | MERCEDES F. LÓPEZ CANTERA EL NACIMIENTO DE UN SIGLO. EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS (1918-1939) | 197

medio de tratados o acuerdos comerciales. El más conocido fue la Confe- nueva DIT en la que se mantuvo la afluencia de capitales y tecnología de
rencia del Imperio Británico o Conferencia de Ottawa de 1932 de la que los países centrales a los periféricos, desarrollando estos últimos bienes de

M
participaron Gran Bretaña y los países del Commonwealth (ex colonias y consumo directo.
colonias formales). Allí se definió el abandono del patrón oro y se estable-
cieron tarifas aduaneras diferenciales en favor de los firmantes del acuerdo
y en detrimento de los no participantes.9 En paralelo, el gobierno aplicó un 4. La solución fascista. Italia y Alemania entre la crisis y el Eje

O
embargo total a los préstamos extranjeros, y entrada la década mantuvo una
política de fuerte control a la exportación de capitales. La nueva escena económica tuvo su correlato en los Estados fascistas. Italia
A partir de Ottawa, Gran Bretaña adoptó medidas de intervención. En 1934 extendió su política de intervención en los años 30 por medio del corporati-
el gobierno dictó la Special Areas Act, ratificada en 1937, por la que se vismo estatal, establecido por ley en 1934. El Estado Corporativo organiza-

C
protegía y se otorgaban facilidades a aquellas regiones que se encontraran ba a la población distribuyéndola en corporaciones (sector obrero, sector

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


más afectadas. Por ejemplo, en 1935 el gobierno presionó al empresario del empresarial, por ejemplo) en base a las cuales cada habitante sería represen-
acero Richard Thomas para que estableciera una nueva factoría en el sur de tado políticamente, eliminándose la representación por partidos políticos y

.
Gales, zona de emergencia, en lugar de Lincolnshire donde pretendía hacer- el ejercicio parlamentario, propios del Estado liberal. Esto ya venía desarro-

D
lo. La recuperación pudo observarse en las industrias automotriz, química, llándose desde 1926, cuando Mussolini consolidó mecanismos de relación
eléctrica y la actividad de la construcción. Ello posibilitó resolver la grave entre el sector empresarial y el obrero, prohibiendo las huelgas y los cierres
desocupación que en rubros como el textil y el carbón había alcanzado el 50 patronales. En los primeros años de la crisis el gobierno fascista impulsó

D
por ciento. En relación a la construcción de viviendas, esta actividad experi- organismos financieros estatales para fomentar la inversión en la industria; la
mentó una notable expansión a raíz de las migraciones internas generadas más importante de esas entidades fue el Istituto per la Riconstruzione Italia-
por el fomento de empleo en las zonas estratégicas. Con la ayuda del gobier- na creado en 1933 que motorizó actividades como la naviera, el acero, ma-

A
no y el estímulo generado por la industria automotriz y alimenticia, el boom quinaria, municiones y transporte en general. Esto fomentó un proceso de
de la construcción consolidó el crecimiento de áreas suburbanas. concentración de capital industrial y financiero que fue frenado en 1936 por
Esta nueva fase del capitalismo significó un mercado internacional signado el mismo gobierno, prohibiendo la participación de los bancos en las activi-

L
por nuevos intereses, lo que pudo observarse en las transformaciones que dades secundarias. La recuperación industrial se combinó con la política
experimentaron los países periféricos. Aquellos que eran exportadores de expansionista característica del fascismo, expresada en la invasión a Etiopía
materias primas abandonaron su total especialización y comenzaron a pro- de 1935.10 La Sociedad de las Naciones intentó sancionar al Estado italiano

I
ducir los bienes industriales necesarios para su mercado interno. Para ello pero dio marcha atrás ante el rechazo de dos de sus principales miembros:

F
necesitaron inversión y tecnología extranjeras, de las que continuaron de- Francia y Gran Bretaña.
pendientes. Si bien sus economías ya no se centraron en la exportación de La reactivación en Alemania fue de la mano de la dictadura nazi. En 1934
bienes primarios, tampoco se abandonó su producción y venta al exterior; en el edificio del Reichstag fue incendiado; el PNSOA acusó a los comunis-
algunos casos, por el contrario, financiaron los capitales necesarios para el tas de intentar dar un golpe de Estado. Hitler, entonces canciller, presentó


sector secundario. La industrialización por sustitución de importaciones (ISI), un decreto de emergencia por el que exigía la suspensión de distintos
fue uno de los modelos que caracterizaron a la estructura económica de artículos de la Constitución de Weimar, aquellos que garantizaban las li-
algunos países latinoamericanos desde los años 30 hasta la década de 1970. bertades individuales de los ciudadanos. A partir de allí se inició la “dicta-
Su aplicación se valió de la intervención del Estado, muy resistida por los dura nazi”, que pudo observarse con rapidez en el aumento de la persecu-
sectores dominantes, como en los casos analizados. Esto dio origen a una
10 Italia había intentado incorporar a sus dominios como protectorado al reino de Etiopía a
9 Al quedar el mercado latinoamericano al margen de este tratado, el gobierno argentino fines del siglo XIX, encontrando una importante resistencia del pueblo etíope, que desató
entró en negociaciones para mantener la demanda inglesa de carne. El resultado fue la lo que se conoce como Primera Guerra Etíope (1895-1896), que culminó con el fracaso
firma del conocido Tratado Roca-Runciman (1933). italiano y la independencia del país africano.
198 | MERCEDES F. LÓPEZ CANTERA EL NACIMIENTO DE UN SIGLO. EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS (1918-1939) | 199

ción a la oposición política, en particular contra los partidos de izquierda, medio de dos importantes recursos. Por un lado, parte de los trabajadores
y en el proceso de segregación-eliminación de la comunidad judía que desempleados fueron absorbidos por el servicio militar obligatorio y por

M
detallaremos más adelante. cuerpos parapoliciales como las SA (“camisas pardas”, conocidas como Sec-
En relación a lo económico, la recuperación de la industria y del empleo ción de Asalto). La obligatoriedad del servicio militar, los cuerpos
fueron las prioridades del gobierno nazi, cuestiones además imprescindibles parapoliciales y otras fuerzas de seguridad, fueron parte del proceso de
para la revancha militar deseada. Es importante remarcar que el análisis de la militarización de la sociedad, componente característico del fascismo. La

O
economía alemana durante el nazismo resulta difícilmente separable de las segunda herramienta fue la oficina del Servicio Nacional del Trabajo, que
medidas políticas del Estado en sí y viceversa. La alianza entre la dirigencia proyectó una serie de actividades en los rubros de agricultura y obras públi-
nazi y el complejo industrial-militar se desarrolló desde el inicio hasta el cas como la restauración de monumentos y construcción de carreteras.
final del Tercer Reich, si bien la primacía de Hitler y el partido sobre la En cuanto a la política antisemita del nazismo, los antecedentes más cerca-

C
clase dominante fue creciendo conforme se profundizaba la guerra total. nos se remontan a ciertas formaciones políticas de fines del siglo XIX que

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Esto significó lo que algunos autores denominan como “cartel de poder” surgieron al calor del paradigma biologicista y el imperialismo. Un ejemplo
compuesto por la dirigencia nazi, el poder militar y el poder económico de ello fueron el nacionalismo reaccionario y organizaciones de esa línea,

.
(desde industriales a terratenientes), tres sectores interdependientes entre como la Acción Francesa de 1898. Parte del discurso de estas agrupaciones

D
sí. Un ejemplo de ello fue el Segundo Plan Cuatrienal de 1936, por el que influenciaron al antisemitismo del III° Reich. Desde un comienzo el gobier-
Alemania se lanzó al rearme militar. Su diseño involucró al gigante de la no nazi aplicó una política de segregación contra la colectividad judía. Ello
industria química IG-Farben, cuyos gerentes participaron como funciona- se vio plasmado en las llamadas Leyes de Nüremberg de 1935, por medio de

D
rios del Estado junto al resto de la dirigencia para implementar el plan. Vale las cuales el Estado dejaba a los judíos alemanes sin derechos civiles. Poste-
señalar la cuestión del capital privado: si bien el nazismo fomentó la crea- riormente esta medida fue acompañada por la construcción de guetos, que
ción de industrias estatales, estuvo lejos de perjudicar a las privadas, que en consistían en áreas de la ciudad separadas del resto por muros, con el fin de

A
algunos casos como en el rubro del acero se vieron beneficiadas. Otro eje apartar a la población judía del resto de los “alemanes puros”.
de prioridad fue el comercio externo que aprovechó el relativo repliegue de Con el estallido de la guerra en 1939, la población segregada fue confinada
Inglaterra y Francia para acercarse a los países del sudeste europeo. Por otro en campos de concentración o campos de trabajo al servicio de la estructura

L
lado, hubo un importante acercamiento a Latinoamérica a través de tratados industrial-militar germana, de manera que el Holocausto fue funcional al
comerciales en los que Alemania aseguraba la introducción de sus artículos sostén económico de Alemania durante la guerra. Allí tanto los enemigos
industriales aumentando su demanda de bienes primarios de esa región. del régimen (comunistas, otras orientaciones de izquierda y opositores) como

I
La represión política puede vincularse a las medidas económicas. En primer las minorías perseguidas (judíos, gitanos, homosexuales, “alemanes racialmente

F
lugar, el objetivo de eliminar el desempleo fue de la mano del control que el incapaces”) era sometidos al trabajo esclavo y a condiciones extremas de
Estado realizó sobre el movimiento sindical. La fuerte represión al comu- vida. Tanto el expansionismo del régimen nazi como la política de segrega-
nismo se vio complementada con la eliminación de los sindicatos tras ser ción y exterminio formaron parte de la llamada “teoría del espacio vital” a
ocupados en mayo de 1933 por las SS,11 que además confiscaron sus propie- través de la cual el nazismo explicaba la necesidad de contar con todos los


dades. El resultado fue la formación de una entidad estatal única para la recursos disponibles para la reproducción de la “raza alemana”. De esa
representación del sector obrero, de los empresarios y profesionales: el manera justificaba la expansión y ocupación de territorios y la disposición de
Frente Alemán del Trabajo. En paralelo, la desocupación fue paliada por minorías étnicas para su explotación. La idea de exterminio o “solución
final”, por la que se dispuso la eliminación de la población judía por parte
del régimen, surgió en 1941, con posterioridad a la organización de los cam-
11 SS o Schutzstaffel: organización militar-policíaca y penitenciaria. Creada en los inicios del pos de trabajo, en pleno escenario de la Segunda Guerra y su aplicación fue
PNSOA para la protección personal de Hitler, durante la dictadura nazi las SS fueron las decidida y organizada en la Conferencia de Wannsee en 1942.
principales encargadas de la persecución política y racial, formando un cuerpo de élite
dentro de las Fuerzas Armadas.
200 | MERCEDES F. LÓPEZ CANTERA EL NACIMIENTO DE UN SIGLO. EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS (1918-1939) | 201

5. Bajo la sombra de la guerra Bibliografía

M
En 1936 estalló la Guerra Civil española. España había establecido un siste- Aldcroft, Derek, De Versalles a Wall Street 1919-1929, I y II, Barcelona, Folio Ediciones, 1997.
ma republicano en 1931 dejando atrás la monarquía, y en 1936 el Frente Casanovas, Julián, “La configuración histórica del fascismo europeo”, en Casanovas, El pasado
Popular compuesto por partidarios de la República (liberales, socialistas, oculto. Fascismo y violencia en Aragón, Madrid, 1992.
Gentile, Emilio, El culto del littorio, Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 2007.
comunistas) había llegado al gobierno tras las elecciones de febrero. A me-
Griffin, Roger, The Nature of Fascism, Londres, Routledge, 1993.

O
diados de ese año se llevó a cabo un golpe de Estado ejecutado por las Hobsbawm, Eric, Historia del siglo XX, Buenos Aires, Crítica, 1994.
fuerzas militares y apoyado por pro-monárquicos, nacionalistas, la Iglesia Kershaw, Ian, La dictadura nazi, Buenos Aires, Siglo XXI, 2000.
católica y falangistas, estos últimos expresión del fascismo español. Kindleberger, Charles P., La crisis económica : 1929 -1939, Madrid, Capitán Swing Libros, 2009.
Lo que continuó a este hecho fue la antesala de la Segunda Guerra Mundial. Morgenfeld, Leandro, Vecinos en conflicto. Argentina y Estados Unidos en las Conferencias Panamericanas

C
El combate contra el franquismo, denominado así por Francisco Franco, (1889-1955), Buenos Aires, Ediciones Continente, 2011.

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


cabeza del golpe, fue apoyado por organizaciones de izquierda y la URSS, Nolte, Ernst, Las tres caras del fascismo, Nueva York, 1969.
Saz Campos, Ismael, Las caras del franquismo, Granada, Comares, 2013.
pero los países liberales democráticos como EE.UU., Francia y Gran Breta-

.
Traverso, Enzo, La historia como campo de batalla. Interpretar las violencias del siglo XX, Buenos Aires,
ña le dieron la espalda. Por el contrario, las fuerzas franquistas recibieron el

D
FCE, 2011.
apoyo de Italia y Alemania. Hitler aportó parte del armamento con el que a Trevor Roper, Hugh, “El fenómeno del fascismo”. En: Woolf, Stuart, El fascismo europeo, Méxi-
partir de 1939 enfrentaría a los Aliados. La guerra total aérea que pronto co, Grijalbo, 1970.
arrasaría ciudades como Coventry, Dresde o Tokio, se anticipó en el bom-

D
bardeo del pueblo de Guernica, en el País Vasco. La intencionalidad de los
Estados fascistas ya había quedado demostrada en los discursos revanchistas
y militaristas, pero por sobre todo en sus políticas económicas. La falta de

A
efectividad de la Sociedad de las Naciones y la omisión de reacción que los
países de Europa Occidental tuvieron ante las persecuciones políticas y
racistas abonaron el terreno para un avance que se anunció en la invasión de

L
Italia a Etiopía y la de Japón a Manchuria (1937).
La guerra apareció inevitablemente, cumpliendo la predicción de Keynes de
1919, aunque también resultó una solución a las cuestiones pendientes de la

I
recuperación. Así como los países del Eje habían logrado reconstruir una

F
estructura bélica capaz de afrontar el estallido, Estados Unidos encontró en
la guerra lo necesario para su definitiva reconstrucción económica. Su parti-
cipación a partir de 1941 tuvo en cuenta el pecado original de Versalles, lo
que implicaba contemplar aquellas necesidades que plantearía el desenlace


del estallido. Esto incluía mantener la posición de liderazgo obtenida como
consecuencia de la Gran Guerra, posición que no iba a encontrar rechazo
entre los países de Europa Occidental, pero sí en el Este. En efecto, la
participación exitosa de la URSS en el conflicto dejaría para los años de la
segunda reconstrucción dos certezas: la evidencia de dos potencias indus-
triales rivales tanto en lo económico como en el plano ideológico político y
en el de la seguridad.
Una vía no capitalista. La economía de planificación
centralizada en la Unión Soviética

M
Miguel Mazzeo

O
... el experimento soviético se diseñó no como una alternativa global al capitalismo, sino

C
como un conjunto específico de respuestas a la situación concreta de un país muy vasto y
muy atrasado en una coyuntura histórica particular e irrepetible. El fracaso de la revolu-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


ción en todos los demás lugares dejó sola a la Unión Soviética con su compromiso de

.
construir el socialismo en un país donde, según el consenso universal de los marxistas en

D
1917 (incluyendo a los rusos), las condiciones para hacerlo no existían en absoluto.
Eric J. Hobsbawm, Historia del siglo XX, 1998

D
Introducción

A
La Revolución Rusa de 1917 significó un hito fundamental para la historia
contemporánea. Su triunfo posibilitó la transformación de un país atrasado en
una potencia industrial a escala mundial en un tiempo récord. Presentó al mun-

L
do formas alternativas de organización económica, social y política que desper-
taron adhesiones y rechazos. La revolución significó para muchos trabajadores

I
e intelectuales el establecimiento del primer “Estado proletario”, la concreción
de los postulados del socialismo científico. Muchos vieron a la Unión de las

F
Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) como un ejemplo de armonía total
entre las relaciones de producción y el carácter de las fuerzas productivas,
entre la propiedad social de los medios de producción y el carácter social del


proceso de producción. En fin, como un modelo de economía “racional”, sin
crisis y sin destrucción de fuerzas productivas, y como un paradigma de socie-
dad sin explotadores ni explotados, sin dominadores y dominados.
La IIIª Internacional, constituida poco después del triunfo revolucionario,
expresó los iniciales afanes internacionalistas de los bolcheviques dirigidos
por Lenin (Vladimir Ilich Ulianov, 1870-1924). También reafirmó la esperan-
za de la inminente extensión de la revolución por todo el orbe.
Después de un período de poco más de diez años, en el cual se ensayaron
distintas alternativas transitorias, y con la consolidación del liderazgo políti-
204 | MIGUEL MAZZEO UNA VÍA NO CAPITALISTA. LA ECONOMÍA DE PLANIFICACIÓN CENTRALIZADA... | 205

co de Stalin (Josef Vissarionovich Dugachvili, 1879-1953) se impuso un 1. Rusia antes de la revolución


modelo económico: la planificación centralizada socialista, que obligó a la

M
colectivización del agro y garantizó una industrialización acelerada y la satis- Desde un punto de vista teórico la experiencia soviética dio pie a las
facción de ciertas demandas sociales. La planificación centralizada socialista conceptualizaciones sobre los procesos de industrialización en condiciones
se basó en la extracción del “excedente capitalizable” del sector agrícola de atraso económico y del papel “sustitutivo” del Estado. Desde esta pers-
para financiar el proceso de industrialización, en esencia, en la extracción de pectiva la caracterización de la situación rusa previa a la Revolución de

O
plusvalía impuesta políticamente. Octubre de 1917 resulta fundamental para la comprensión del proceso pos-
Este modelo, incluso, permitió la recuperación económica del país después terior. ¿Cómo era Rusia antes de la revolución?
de la Segunda Guerra Mundial aunque, paralelamente, el proceso de la En la primera década del siglo XX Rusia mantenía unas estructuras sociales
economía soviética exhibía importantes niveles de irracionalidad y de subor- y políticas anacrónicas y agotadas. Gobernaba el país una monarquía teocrática

C
dinación de los trabajadores, de los campesinos y de las clases subalternas cuya cabeza visible era el zar. Su poder era ilimitado y no existían mecanis-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


en general al poder creciente de una burocracia estatal. mos de control de su autoridad ni instancias representativas y de participa-
En la segunda posguerra, se establecieron en Europa del Este distintos ción política. Pese a la política de unificación y centralización impulsada por

.
regímenes socialistas –las llamadas “democracias populares”– con mayor o la dinastía reinante (los Romanov), no se lograron erradicar los focos de

D
menor injerencia de la URSS. Poco tiempo después triunfó la revolución malestar y rebeldía constituidos por las minorías nacionales, étnicas y reli-
socialista en China (1949) y luego en Cuba (1959), mientras el proceso de giosas que habían sido incorporadas en forma compulsiva al control impe-
descolonización avanzaba en África y en Asia. Hacia mediados de la década rial. Por otra parte, ya hacia fines del siglo XIX, ciertos sectores urbanos,

D
del 50, la competencia1 de la Unión Soviética con Estados Unidos y el algunos de origen noble y otros relacionados con la burocracia estatal y las
“bloque occidental” asumió carácter económico, además de político y mili- profesiones liberales, muy influidos por la cultura y la tradición política
tar. Esta rivalidad tuvo trascendencia en las políticas implementadas en Oc- occidental, comenzaron a ejercer presiones para incorporar en Rusia las

A
cidente. Para muchos autores la sola existencia de los “socialismos reales” doctrinas liberales y el régimen representativo de gobierno.
obligó a una relativa “democratización del capitalismo” y a la expansión de La servidumbre recién fue abolida hacia 1861. Una reforma,2 impulsada por
las redes de inclusión y seguridad social. el zar Alejandro II entregó a los campesinos las tierras que usufructuaban y

L
Los líderes soviéticos reivindicaban la titularidad de un modelo económico garantizó el pago de indemnizaciones a los nobles. La reforma no dio origen
alternativo al capitalismo y decidieron “exportarlo” al resto del mundo con a una capa de medianos y pequeños propietarios, por el contrario, las tierras
respaldos materiales efectivos. Se comenzó a hablar de la “división socialis- pasaron a ser propiedad de la tradicional comunidad rural, el mir, que se

I
ta internacional del trabajo” y del “mercado socialista mundial”. Paradójica- encargaba de distribuirlas para su explotación. El crecimiento demográfico

F
mente, en ese preciso momento, el modelo mostraba claros síntomas de obligó a subdividir los lotes y sus rendimientos, con el tiempo, resultaron
agotamiento. ¿Se trató realmente de un modelo alternativo? Con algunos insuficientes para el mantenimiento de las familias.
mínimos retoques este modelo se extendió hasta principios de los años 90,
cuando el fracaso de la más importante de las propuestas reformistas plan- 2 Esta y otras reformas se inscriben en la fase descendente (ciclos de Kondratieff) iniciada en


teadas hasta ese entonces llevó al colapso total del sistema. 1873. La primera “gran depresión”, que puso en juego la rentabilidad del sistema, impulsó
ciertos cambios estructurales, además de la abolición de la servidumbre y otras rémoras
precapitalistas. En las diferentes naciones, los Estados comenzaron a desempeñar roles
más activos en la vida económica. Se avanzó en la concentración económica, en la gestión
científica y se incrementó considerablemente el flujo de capitales hacia las regiones periféricas,
1 Esta competencia asumió las modalidades de una guerra fría, expresión utilizada para al tiempo que tomaba renovados bríos la expansión colonial. Cabe recordar que los ciclos
designar la situación de tensión y conflicto entre el bloque socialista y el occidental después de N. D. Kondratieff (1892-1930) remiten a variaciones que se dan en el nivel de la activi-
de la Segunda Guerra Mundial, cuya principal característica consistió en que las grandes dad económica con una regularidad periódica y que incluye varias fases: depresión, expan-
potencias, Estados Unidos y la Unión Soviética principalmente, competían por incorporar sión, prosperidad, sobreempleo y depresión. Este economista ruso se centró en los ciclos
al propio bloque a distintos países evitando un enfrentamiento militar directo. que se repiten cada 50 años.
206 | MIGUEL MAZZEO UNA VÍA NO CAPITALISTA. LA ECONOMÍA DE PLANIFICACIÓN CENTRALIZADA... | 207

Hacia 1906 el ministro Piotr A. Stolipyn impulsó sin mayor éxito una serie de miento se completó con motines de marineros en Odessa y en Kronstadt e
medidas tendientes a liberar a los campesinos de la dependencia del mir y a insurrecciones en Polonia y en Finlandia, pero finalmente fue sofocado. De

M
crear una clase de campesinos medios. Los kulaks (campesinos ricos) compra- todas formas el Zar percibió la presión, promulgó una constitución y con-
ron a bajo precio las tierras de los campesinos más pobres (mujiks). En vísperas vocó a una Asamblea Consultiva (Duma). Como esa Duma no fue lo sufi-
de la Primera Guerra Mundial el 85% de la población de Rusia se dedicaba a las cientemente sumisa el Zar la disolvió en 1906 y convocó a una segunda a la
tareas rurales, una marcada desigualdad caracterizaba al agro ruso así como los que también disolvió poco después. En 1907 se formó una tercera, controla-

O
enfrentamientos del campesinado pobre con los nobles y los kulaks. da por sectores más afines al Zar. Finalmente hubo una cuarta Duma, unos
A fines del siglo XIX los capitales extranjeros –especialmente franceses– años más tarde.
ingresaron en Rusia y cambiaron la fisonomía edilicia y social de algunas
ciudades.3 En Moscú y San Petersburgo surgió y se desarrolló una clase

C
obrera que, si bien reducida, estaba altamente concentrada. El número de 2. El “eslabón más débil”

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


obreros de las grandes fábricas y los ferrocarriles se duplicó entre 1865 y
1890. Hacia 1900 en la Rusia europea había 2.200.000 obreros y en toda En 1883, en la ciudad de Ginebra, un grupo de exiliados en el que se

.
Rusia casi tres millones. Este crecimiento se relacionaba básicamente con la destacaba Georg V. Plejanov, creó la primera organización marxista de Rusia:

D
construcción de ferrocarriles: solamente en diez años se tendieron más 21 Emancipación del Trabajo. El grupo tradujo las principales obras de Karl
mil kilómetros de vías férreas. De todos modos el desarrollo del capitalismo Marx (1818-1883) y Friedrich Engels (1820-1895) al ruso y logró hacerlas
en Rusia, si bien siguió un ritmo acelerado desde la abolición de la servi- circular por el país en forma clandestina. Poco a poco se crearon en las

D
dumbre, quedó a la zaga de otros países capitalistas. Rusia, a pesar de las zonas industriales de Rusia pequeños círculos de estudios, algunos
chimeneas, seguía siendo un país agrario y atrasado. autodenominados “círculos de obreros marxistas”. Hasta ese momento los
Hacia 1875 surgieron las primeras organizaciones obreras. En Odessa se organi- grupos más radicales –los denominados “populistas”, por ejemplo– asumían

A
zó la “Unión de Obreros del Sur de Rusia”; y en 1878, en San Petersburgo, la posiciones cercanas al anarquismo individualista y propiciaban tácticas te-
“Unión de Obreros Rusos del Norte”. Pero el régimen zarista abortó el desa- rroristas en su lucha contra el régimen zarista. En 1881 la sociedad populista
rrollo de las organizaciones proletarias. Entre 1881 y 1886 se produjeron alrede- secreta Voluntad del Pueblo logró matar al zar Alejandro II. Los populistas

L
dor de cincuenta huelgas, muchas de ellas violentamente reprimidas. Hacia no consideraban a la clase obrera como el sujeto revolucionario, por el
fines del siglo XIX comenzaron huelgas que además de plantear reivindicacio- contrario, sostenían que la principal fuerza revolucionaria era el campesina-
nes económicas, cuestionaban al régimen zarista. Hacia fines de 1904 aumentó do dirigido por los intelectuales.

I
la conflictividad y se produjo una oleada de huelgas a favor de la jornada de Hacia 1895 Lenin unificó a todos los grupos obreros marxistas de San

F
ocho horas y por el establecimiento de una Asamblea Constituyente. En San Petersburgo en la Unión de Lucha por la Emancipación de Clase Obrera,
Petersburgo nació espontáneamente una forma de organización popular o “de que planteó una lucha reivindicativa (jornada de ocho horas, aumentos sala-
base”, tendiente a coordinar las acciones de la huelga, caracterizada por la no riales) y una lucha política contra el régimen zarista. Paralelamente se for-
delegación y la práctica de la democracia directa: el soviet. Para algunos esta maron otros grupos marxistas: la Unión Obrera de Moscú, la Unión del


institución aparecía como un posible germen de gobierno obrero. Partido Social Demócrata del Norte, entre otras.
El 9 de enero de 1905 el ejército abrió fuego contra una multitud indefensa En 1898, las organizaciones que asumían las principales tesis del marxis-
que, encabezada por el Pope4 Gapon, intentaba entrevistarse con el Zar. La mo se reunieron en Minsk y constituyeron el Partido Obrero Social De-
infausta jornada pasó a la historia como el “domingo sangriento”. El movi- mócrata de Rusia. A diferencia de los populistas, los socialdemócratas
sostenían que el proletariado industrial (y no el campesinado) contaba con
capacidad revolucionaria. Pero Rusia era un país de escaso desarrollo ca-
3 Francia participaba de un 33 por ciento del total de las inversiones, Gran Bretaña del 23 pitalista, lo que tornaba impensable (desde las concepciones vigentes en
por ciento y Bélgica del 20 por ciento. el movimiento socialista europeo de fines del siglo XIX) la aplicación de
4 Sacerdote de las distintas iglesias ortodoxas. los principios básicos del marxismo.
208 | MIGUEL MAZZEO UNA VÍA NO CAPITALISTA. LA ECONOMÍA DE PLANIFICACIÓN CENTRALIZADA... | 209

La represión, la clandestinidad y la heterogeneidad ideológica tornaron 3. Un Estado “asiático, bárbaro, medieval y vergonzosamente
errático el funcionamiento de este partido.5 En 1903, durante el II Con- atrasado”

M
greso del Partido Obrero Social Demócrata de Rusia, se perfilaron las
tendencias más importantes de los socialdemócratas rusos. Un sector, el La Revolución de Octubre de 1917 fue analizada también como una revolu-
de los “mencheviques”, sostenía la necesidad de organizar un partido ción antiimperialista en un país precapitalista. La estructura económico-so-
de masas tomando como modelo al Partido Obrero Social Demócrata cial de la Rusia prerrevolucionaria fue calificada como “feudal” o “asiática”.

O
Alemán; desde el punto de vista estratégico entendían al socialismo Para Engels, por ejemplo, Rusia constituía una sociedad “semiasiática”. El
como el resultado de un extenso período de desarrollo económico y mismo Lenin había afirmado que Rusia era un Estado “asiático, bárbaro,
social, y consideraban que en Rusia no estaban maduras las condiciones medieval y vergonzosamente atrasado”, aunque contradictoriamente tam-
para una revolución socialista. Por lo tanto sostenían la necesidad de bién llegó a sobrevalorar el grado de desarrollo del capitalismo en Rusia.

C
apostar al régimen representativo y parlamentario para impulsar leyes Para él, Rusia, aunque “retrasada” en la carrera europea occidental, en últi-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


obreras. El otro sector, los “bolcheviques”, conducidos por Lenin, con- ma instancia participaba de ella.
sideraban más adecuada para las condiciones de Rusia, una organización Lo cierto es que la producción industrial y minera en Rusia había crecido

.
reducida y bien estructurada integrada por “revolucionarios profesiona- entre 1860 y 1913 a una tasa media anual del 5%, tasa bastante elevada para

D
les”, apta tanto para eludir la persecución policial como para dirigir las la época, aunque un aumento rápido de la población daba como resultado
insurrecciones espontáneas de las masas. Para los bolcheviques la bur- un bajo incremento del producto nacional per cápita. Asimismo el proceso
guesía rusa era débil e incapaz de realizar las tareas democráticas y de industrialización en las postrimerías del Imperio se caracterizó por no

D
capitalistas, por lo tanto, solo la clase obrera (y su partido), aliada al depender de la demanda del consumo interno, situación que supeditó el
campesinado, estaba en condiciones de derrocar al régimen zarista e despliegue subsiguiente. Por otra parte, no existía en el país producción de
impulsar las medidas democrático-burguesas, condición necesaria para maquinaria industrial; todas las máquinas debían importarse.

A
llegar al socialismo. Siguiendo a Rudolf Bahro (1980: 85) podemos afirmar que a comienzos del
Según Lenin el marxismo no enseñaba al proletariado a quedar al margen de siglo XX convivían en Rusia tres formaciones económico-sociales: 1) la
la revolución burguesa, a no participar en ella, a entregar su dirección a la burocracia de tipo “asiático” y zarista que incluía la Iglesia estatal ortodoxa y

L
burguesía, sino que, por el contrario, enseñaba que debía participar, con el conjunto del campesinado; 2) los ex terratenientes feudales en extinción a
“línea propia”, del modo más enérgico y más decidido. Lenin, en contra de partir de la abolición de la servidumbre y los ex siervos en lucha por la
la opinión de los marxistas de Occidente, consideraba que la revolución no tierra y 3) la burguesía industrial capitalista y los trabajadores asalariados6 de

I
necesariamente debía producirse en los países capitalistas más avanzados, ni las grandes ciudades (único ámbito donde la oposición entre capital y trabajo

F
que debía esperarse a que el proletariado creciera hasta convertirse en la tendía a ser la dominante). “Cuando los bolcheviques tomaron el poder (…)
mayoría de la población. Afirmaba que la revolución era posible en un país tenían que asumir esa vieja Rusia, tenían que reconvertirla paso a paso y
atrasado y que la cadena se podía romper por “el eslabón más débil” del utilizar, en ese proceso, el material preexistente”. A esta situación se refería
sistema capitalista mundial, donde el conflicto era más agudo y la burguesía Lenin cuando decía que en Rusia el comunismo era “el poder soviético más


más débil. la electrificación de todo el país”.
En la VI Conferencia Nacional del Partido Obrero Social Demócrata de La vía no capitalista se inició en un país atrasado y esto condicionó todo el
Rusia celebrada en Praga, en 1912, se consumó la división entre los desenvolvimiento posterior de la experiencia. El desarrollo de las fuerzas
bolcheviques y los mencheviques. Se eligió un Comité Central bolchevique
que decidió expulsar a los mencheviques.
6 El trabajo asalariado es la forma de trabajo característica del sistema capitalista. La
5 El congreso fundacional del Partido Obrero Social Demócrata de Rusia, en 1898, no fuerza de trabajo es considerada una mercancía, con valor de cambio expresado en el
aprobó el programa y los estatutos del partido, tampoco designó una dirección política, salario. El trabajador o asalariado vende su fuerza de trabajo al propietario de los me-
de hecho, no se constituyó un partido político propiamente dicho. dios de producción.
210 | MIGUEL MAZZEO UNA VÍA NO CAPITALISTA. LA ECONOMÍA DE PLANIFICACIÓN CENTRALIZADA... | 211

productivas aún no había alcanzado los niveles adecuados para la aplicación de la industria y la agricultura” (Weisert, Keifman y Zlotogwiazda, 1982: 7). Los
inmediata del socialismo. No existía un mercado nacional unificado y vastas bolcheviques lanzaron la consigna que proponía la “transformación de la gue-

M
regiones se hallaban incomunicadas. Además, en Rusia era más fácil tomar el rra imperialista en guerra civil” y otra que convocaba a “derrotar al propio
poder que luego consolidarlo. El Estado era todo y la sociedad civil nada, a gobierno en la guerra imperialista”. Con esta posición los bolcheviques termi-
diferencia de la Europa occidental. naron de diferenciarse del resto de los partidos marxistas de Occidente. En
Así, la tarea preeminente, asumida por los bolcheviques, fue la de “moder- agosto de 1914 la socialdemocracia alemana votó en el Parlamento los créditos

O
nizar” Rusia. La industrialización pensada por Lenin y por Trotski (Led de guerra. La mayoría de los socialistas de Francia, Bélgica, Gran Bretaña y de
Davidovich Bronstein, 1879-1940) la otra gran figura de Octubre, y también los demás países hicieron lo propio poco después. De este modo la Segunda
por Stalin, aparecía como el único instrumento para la creación de las bases Internacional Socialista dejó de existir con más pena que gloria.
necesarias para el socialismo. Lenin se aferró al estatismo e insistió en la En febrero de 1917 se produjeron importantes huelgas y los trabajadores se

C
necesidad de asimilar las enseñanzas de la “escuela” del capitalismo de movilizaron, pero los soldados se negaron a reprimir. El Zar abdicó y fue

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Estado alemán desarrollado durante la Primera Guerra Mundial, experiencia reemplazado por un gobierno provisional surgido de la Duma encabezado pri-
de la que se tomará la idea de una planificación centralizada de la economía, mero por Gueorgui Yevgénievich, príncipe de Lvov (con apoyo de los grupos

.
concepto que, vale la aclaración, resultaba totalmente ajeno al marxismo. políticos liberales) y luego por Alexei Kerensky, representante de los partidos

D
Lenin consideraba, además, que el capitalismo de Estado era la antesala del burgueses moderados, que contó con el apoyo de los mencheviques y los
socialismo y que se podía pasar de un sistema a otro a través de simples socialistas revolucionarios. Tanto Lvov como Kerensky continuaron con la guerra,
decretos. De este modo el marxismo,7 a través de lo que se conoció como este último, además, convocó a una asamblea constituyente para redactar una

D
“marxismo leninismo” (tanto en su “formato” estalinista, trotskista o maoísta), constitución reformista y democrática. Paralelamente se desarrollaba el “doble
se convirtió en algo que nunca había sido: una ideología de la industrializa- poder”: junto al gobierno provisional resurgieron los soviets (consejos de obre-
ción en un país poscapitalista o, como propone Hobsbawm (1998: 376), “en ros, campesinos y soldados, conformados por representantes revocables elegi-

A
un programa para transformar países atrasados en avanzados”. dos en forma democrática) que ganaban poder a medida que se desgastaba el
gobierno provisional, incapaz de resolver los problemas más acuciantes de la
población y partidario de proseguir con la impopular contienda bélica. En el

L
4. La Primera Guerra Mundial y la Revolución de Octubre marco de esas circunstancias los bolcheviques lanzaron la consigna “Todo el
poder a los soviets”.
En 1914 Rusia ingresó en la Primera Guerra Mundial aliada de Francia y Gran Después de un intento de golpe de Estado a manos del general Lavr Kornilov, en

I
Bretaña y enemiga de las potencias centrales (Alemania, Imperio Austro-Hún- agosto, los soviets iniciaron un proceso de “bolchevización” que se extendió de

F
garo, etc.). Su industria de armamentos estaba escasamente desarrollada y sus septiembre a octubre.8 Finalmente los bolcheviques impulsaron la insurrección
comunicaciones eran pésimas, lo cual les permitió a los alemanes aislarla del en Petrogrado y en la noche del 25 de octubre9 tomaron por asalto el Palacio de
resto de los aliados. “Sin embargo y pese a la falta de armamento se seguía Invierno y asumieron todo el poder.10 El IIº Congreso de los Soviets de Rusia,
alistando más y más gente. La movilización alcanzó a los 15 millones de hom- que abrió sus sesiones la misma noche del 25 de octubre, designó un nuevo


bres y supuso el retiro de más de la tercera parte de la mano de obra masculina gobierno: “el Consejo de Comisarios del Pueblo”, con fuerte presencia de los

7 Según Hobsbawm (1998: 375-376): “Ninguna de las condiciones que Marx y sus seguido- 8 Vale destacar el contraste entre la actitud de los bolcheviques que se enfrentaron y derrota-
res habían considerado necesarias para el establecimiento de una economía socialista esta- ron a Kornilov y la del gobierno provisional, sumido en el desconcierto y la pasividad.
ba presente en esta masa ingente de territorio que era un sinónimo de atraso social y 9 En realidad, según el calendario gregoriano, el día de la revolución fue el 7 de noviembre.
económico en Europa. Los fundadores del marxismo creían que la función de una revo- En Rusia estaba vigente el calendario juliano, retrasado trece días respecto del gregoriano
lución en Rusia sería tan solo la de precipitar el estallido revolucionario en los países de uso en Occidente, y al que se ajustó luego la Unión Soviética.
industrializados más avanzados, donde se daban las condiciones previas para la construc- 10 Para muchos autores, la Revolución de Octubre fue más una lección de “táctica
ción del socialismo”. insurreccional” que de “estrategia revolucionaria”.
212 | MIGUEL MAZZEO UNA VÍA NO CAPITALISTA. LA ECONOMÍA DE PLANIFICACIÓN CENTRALIZADA... | 213

bolcheviques que proclamaron el inicio de una revolución socialista. Lenin fue En marzo de 1918 el Partido Bolchevique comenzó a llamarse Partido Co-
designado para presidirlo. Al poco tiempo se creó el Ejército Rojo, con base munista; en julio se aprobó la Constitución de la República Rusa que le

M
obrera y campesina. Al frente del mismo se colocó a Trotski –quien demostrará confería la máxima autoridad al Congreso de los Soviets, compuesto por delega-
ser un hábil estratega– y a otros cuadros del partido, convertidos vertiginosamente dos de los Soviets locales. El poder entre congresos residía en un Comité Ejecu-
en oficiales. De todos modos, los bolcheviques eran conscientes de que su per- tivo Central permanente que elegía al Consejo de Comisarios del Pueblo que ejer-
manencia en el poder dependía del estallido de la revolución en Europa, en cía las funciones políticas. En 1922 se constituyó la Unión de Repúblicas

O
particular en Alemania, y que no construirían inmediatamente el socialismo. Socialistas Soviéticas y se aprobó un régimen federal que se reflejó en la
división en dos cámaras (Soviet de la Unión y Soviet de las Nacionalidades)
del Comité Ejecutivo Central.
5. De las primeras medidas del gobierno revolucionario al comunis- La situación se tornó más compleja a mediados de 1918. El estallido de la

C
mo de guerra o el “ataque de la Guardia Roja contra el capital” guerra civil (distintos ejércitos “blancos” sostenidos por las potencias occi-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


dentales que lanzaron una ofensiva desde varios frentes contra los
De inmediato el gobierno bolchevique impulsó la entrega de tierras a los bolcheviques) obligó al gobierno a tomar medidas de urgencia. Comenzaba

.
campesinos aunque de hecho estos, por su cuenta y riesgo, ya habían inicia- el “Comunismo de Guerra”. Ante la falta de colaboración de la mayoría de

D
do el reparto. También se iniciaron las negociaciones por la paz con Alema- los empresarios (de hecho estaban decididamente volcados al sabotaje y a la
nia y el control obrero de la producción, que no implicaba la expropiación destrucción de sus empresas) el gobierno se vio obligado a nacionalizar toda
de las industrias sino la cogestión. Inicialmente, ese control se concibió la industria y a centralizar y orientar todos los recursos al esfuerzo bélico y

D
como un instrumento de movilización de los trabajadores contra el sabotaje a la defensa de la revolución. La necesidad de implantar una férrea discipli-
de los capitalistas. Se realizó a través de organismos electivos (los comités na en las fábricas llevó a erradicar el control obrero de la producción o,
fabriles y los consejos de decanos) cuyas decisiones eran impuestas a los según las viejas versiones oficiales soviéticas, a pasar del control obrero en

A
propietarios. Además se nacionalizaron los bancos (que se fusionaron en las empresas por separado al “control obrero en las ramas de la industria”.
uno solo), los ferrocarriles y los carteles.11 En los primeros meses del poder revolucionario las empresas se administra-
En diciembre de 1917 se creó el Consejo Superior de la Economía Nacional ban en forma colegiada, pero promediando el año 1918 el gobierno bolche-

L
destinado a controlar y regular las actividades económicas y a guiar a los vique impulsó la dirección única. En el Primer Congreso de los Consejos de
Consejos Regionales que ejercían las mismas funciones pero a escala local. la Economía Nacional de mayo-junio de 1918 se decidió que los dos tercios
Este organismo estaba investido de amplios poderes: podía articular distin- de las administraciones fabriles pasarían a ser designados por el Consejo

I
tas ramas de la industria y el comercio, regular la producción y la distribu- Superior o por los consejos regionales y que solo un tercio sería elegido por

F
ción de los bienes y también confiscar y requisar. Más tarde se crearon las asambleas de obreros. Aunque se afirmaba que la dirección única no
comités generales de ramas o glavki, anexos al Consejo Superior. En los excluía la administración de los trabajadores, su participación se fue restrin-
primeros meses de 1918 se nacionalizó la marina mercante y se expropió a giendo cada vez más. En la práctica los bolcheviques marchaban hacia un
los accionistas de los bancos. Los empréstitos exteriores concertados por el sistema que, en buena medida, contradecía los aspectos esenciales de un


Zar y por el gobierno provisional fueron anulados. proceso de socialización: no se respetaba el derecho de autodeterminación
Si bien algunas empresas fueron nacionalizadas, el gobierno revolucionario de los trabajadores, no había espacio para la autogestión y el aprendizaje por
no pensaba ir mucho más allá de un sistema “mixto”. De hecho, en la mayo- la praxis y comenzaba a consolidarse el poder de los funcionarios.
ría de los casos fueron los propios obreros quienes tomaron la iniciativa: en Para garantizar el abastecimiento de alimentos los bolcheviques confiscaron
esta etapa la nacionalización se hizo “desde abajo”. a los campesinos el excedente de granos. Se prohibió el comercio interior, y
la guerra y el bloqueo hicieron imposibles las transacciones internacionales.
La economía tendió a “naturalizarse”, los sueldos se pagaban en especies y
11 Un cartel es una asociación de empresas que establecen acuerdos cuya finalidad es restrin- el Estado trataba de garantizarle a la población el acceso a bienes de consu-
gir la competencia en el mercado de un determinado bien o servicio. mo y servicios en forma gratuita.
214 | MIGUEL MAZZEO UNA VÍA NO CAPITALISTA. LA ECONOMÍA DE PLANIFICACIÓN CENTRALIZADA... | 215

Así hasta marzo de 1921 Rusia adoptó una versión extrema de economía tasa de crecimiento de la producción agrícola, lo que generaría una caída de
centralmente planificada que consistió simplemente en la asignación de los salarios reales.

M
aquello de que se disponía. Esta es la razón principal de que la economía
planificada durante el comunismo de guerra tomase la forma de medidas
administrativas, no de regulaciones económicas, sino de asignaciones ad- 6. Una “retirada estratégica”: la Nueva Política Económica
ministrativas (Weisert, Keifman y Zlotogwiazda, 1982: 10).

O
El Xº Congreso del Partido Comunista, realizado en marzo de 1921, impulsó la
El Consejo Superior, en el transcurso de 1918, había comenzado a preparar Nueva Política Económica (NEP). Como esta permitía la actividad económica
un plan de desarrollo de distintas ramas industriales. Pero este plan solo se privada, se buscó asegurar las condiciones políticas para que los cambios eco-
limitó a proponer algunos lineamientos generales. La Comisión Estatal para nómicos no restituyeran el poder de las viejas clases dominantes. De este modo

C
la Electrificación de Rusia (GOELRO), creada en 1920, fue la primera insti- se consagró la unidad del partido y se condenó a todos los grupos opositores,

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


tución planificadora a nivel nacional y con propósitos a largo plazo.12 Asu- se disolvieron los grupos fraccionales, se le otorgaron nuevos poderes al Comi-
miendo objetivos más generales, un año después se organizó la Comisión de té Central y comenzaron a organizarse las “depuraciones” del partido.

.
Planificación o Gosplan, la institución que, a pesar de los cambios en sus La NEP debía crear las condiciones para satisfacer mínimamente al campe-

D
funciones y atribuciones, fue la más característica de la economía soviética sinado y reconstruir la industria de preguerra y la industria de transforma-
durante setenta años. ción (herramientas, maquinarias agrícolas, textiles), tenía que posibilitar la
Durante el comunismo de guerra no se planteó el problema de la acumula- “cobertura material de los medios producidos por los campesinos”. Se pro-

D
ción, el gobierno revolucionario estaba obligado a “gastar” sus recursos. La dujo una importante liberalización de la economía y se retornó a las relacio-
producción tenía como objetivo la transformación de las materias primas y nes mercantiles. Si bien el Estado mantuvo el control de la banca, el comer-
el capital disponible en bienes de consumo y medios para la defensa, ali- cio exterior y la gran industria, se impulsó la descentralización en la pequeña

A
mentos y armas, no la reproducción ampliada del sistema. industria, la agricultura y el comercio interior. Algunas de las industrias
Las victorias del Ejército Rojo por un lado y las revueltas campesinas y la nacionalizadas fueron arrendadas a empresarios privados y se autorizaron
sublevación de los marineros en Kronstadt (1921), más las dificultades cre- distintos emprendimientos individuales. Las empresas estatales comenzaron

L
cientes en el agro y en la industria marcaron el agotamiento definitivo del a funcionar de acuerdo al principio de la autogestión financiera y comercial.
comunismo de guerra y el inicio de otra etapa. Lenin reconoció, además, que La legalización del comercio privado generó un importante desarrollo de las
el sistema del comunismo de guerra chocaba contra los intereses de los cooperativas de consumo. El mercado cobró importancia en la asignación de

I
campesinos y, claro está, que tampoco beneficiaba a los trabajadores. Hacia recursos y en la coordinación de la economía y la búsqueda del beneficio se

F
el año 1921 la producción global de la agricultura, comparada con la de constituyó en el motor de las decisiones. Incluso se recurrió al capital ex-
1914, era apenas la mitad. La situación de la industria era aun más desoladora: tranjero, por supuesto sin demasiado fervor y con escaso éxito.
la producción de la gran industria en 1921 era casi siete veces menor compa- Lenin tenía plena conciencia de que estos cambios se traducirían en una
rada con la producción previa a la guerra. reanimación del capitalismo pero los justificaba argumentando que cierta


La industrialización en la Unión Soviética presentaba una serie de dificulta- libertad de circulación de mercancías estimularía el interés económico de
des: carencia de obreros especializados (la mayoría eran campesinos absor- los sectores rurales, elevaría el rendimiento de la agricultura e incrementaría
bidos por los centros urbanos), falta de capital físico y una desproporcionada la productividad13 del trabajo. Esto, según Lenin, serviría para restaurar el
relación entre la tasa de crecimiento industrial (y del empleo urbano) y la sector industrial estatal. El objetivo consistía en crear una potente industria

13 La productividad es la relación que se establece entre los insumos (trabajo, tierra y capital)
12 El plan GOELRO resultaba estratégico. La energía eléctrica era fundamental para reorga- y el producto obtenido. Un aumento en la productividad del trabajo, por ejemplo, se
nizar las otras ramas de la industria. presenta cuando con igual cantidad de horas de trabajo se consigue mayor producción.
216 | MIGUEL MAZZEO UNA VÍA NO CAPITALISTA. LA ECONOMÍA DE PLANIFICACIÓN CENTRALIZADA... | 217

estatal, base del socialismo, y en organizar un comercio estatal y cooperativo 7. Del “gran debate” al “gran viraje”
para pasar a la ofensiva y destruir los “restos” del capitalismo. La Revolu-

M
ción de Octubre había logrado una victoria política sobre el capitalismo, Una vez constatada la improbabilidad de que la revolución se extendiera a
ahora se trataba de reunir las fuerzas suficientes para derrotarlo económica- toda Europa, los dirigentes soviéticos asumieron que estaban solos en la
mente. Lenin entendía las medidas de la NEP como un pequeño y necesario tarea de construir la base técnica y material para el socialismo. Nadie cues-
repliegue en la lucha contra el capitalismo. tionaba la necesidad de industrializar el país pero había notorios desacuer-

O
Todas estas medidas llevaron a que el presupuesto de 1924-1925 tuviera dos en el sentido y en los ritmos del proceso, tampoco quedaba claro el rol
superávit. En ese año económico la producción agrícola se acercó a los del campesinado y quiénes cargarían con los costos. La Unión Soviética
niveles anteriores a la guerra. Paralelamente se dio un proceso de consolida- tenía dificultades para importar bienes de capital porque las exportaciones
ción política del grupo dirigente y el Partido Comunista se convirtió en de cereales eran insuficientes. Así, se planteaba con urgencia el problema

C
partido único. La muerte de Lenin en enero de 1924 desató una lucha al del financiamiento de la acumulación de capital, la estrategia de crecimiento

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


interior del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) que enfrentó a industrial y el papel del sector agrícola.
los principales dirigentes de la Revolución de Octubre, entre ellos a Trotski14 Ante estos problemas surgieron dos posturas: Nicolai Bujarin proponía exten-

.
y a Stalin. El primero sostenía que el socialismo no podía triunfar en un país der la NEP y alentar de diversas formas a los campesinos medios y ricos. Hacia

D
atrasado y aislado e impulsaba la extensión de la revolución a otros países; el año 1925 les decía a los campesinos: “Enriqueceos”. Para Bujarin la acumula-
el segundo era partidario de la inmediata construcción del socialismo en la ción socialista no podía ser opuesta a la ley del valor, que establece que el
Unión Soviética, sin esperar el triunfo de una revolución en otros estados elemento determinante del valor de las mercancías es el trabajo socialmente

D
de Europa (tesis del socialismo en un solo país). necesario, y que las empresas deben adaptar sus formas de producción a este
En resumen: en la economía soviética en tiempos de la NEP convivían un patrón que funciona como regulador de los precios. Esta alternativa, denomina-
sector socialista integrado por buena parte de la industria, la banca y el da “desviacionista” se oponía a la extracción del excedente agrícola y proponía

A
comercio exterior y un sector muy amplio integrado por campesinos y pe- desarrollar una cadena que partiendo de la agricultura impulsara la industria
queños comerciantes. Esta situación planteó una serie de interrogantes: ¿era liviana y permitiera el despegue de la industria pesada.
posible construir una economía socialista en la Unión Soviética en un con- En contraposición, Eugen Preobrazhensky, un brillante economista ligado a

L
texto mundial capitalista?; ¿se podía construir el socialismo partiendo de la Trotski y a la “oposición de izquierda”, consideraba la NEP como un momento
NEP, que desarrollaba simultáneamente al socialismo y al capitalismo en el transitorio y sostenía que la consolidación de la economía mercantil en el agro y
interior del país? en otros sectores terminaría regenerando el capitalismo y plantearía contradic-

I
ciones insalvables con el sector “socialista” (estatal) de la economía. Sin aban-

F
donar el enfoque holístico propio del marxismo, consideraba la ley del valor
como “ligazón social” en una sociedad capitalista, como una “conexión social”
que operaba a espaldas de los hombres. Preobrazhensky ([1926] 1970: 15) plan-
14 Trotski, de hecho, fue uno de los primeros en plantear una crítica a la burocratización, al teaba la existencia de una lucha “entre el principio de la economía mercantil y


autoritarismo y al carácter desmovilizador que estaba asumiendo el “socialismo real” en la las tendencias socialistas del desarrollo”. Esta lucha tenía su correlato en el
Unión Soviética. Esta posición le valió la persecución, el exilio y la muerte a manos del conflicto entre las dos leyes reguladoras de la vida económica y social: la ley de
estalinismo. También resulta precursora, además de sumamente interesante, la crítica reali- acumulación socialista originaria15 y la ley del valor (ley de autorregulación del
zada por algunos anarquistas, en particular el trabajo de Volin (seudónimo de Vsévolod
mecanismo capitalista).
Mijaílovich Eijenbaum, 1882-1945), La revolución desconocida. Volin, militante anarquista y
protagonista de los sucesos que narra, tomó partido por la tendencia “populista”
(antibolchevique) que impulsaba la colaboración directa, voluntaria y federativa de las or-
ganizaciones populares, cuya autonomía era reivindicada. Vease Volin, ([1947] 1977). Para-
dójicamente, Trotski, al frente del Ejército Rojo, había encabezado la represión al movi- 15 Esta expresión fue utilizada en primera instancia por Volodia Smirnov. Más tarde fue
miento anarquista entre 1918 y 1921. desarrollada por Preobrazhensky.
218 | MIGUEL MAZZEO UNA VÍA NO CAPITALISTA. LA ECONOMÍA DE PLANIFICACIÓN CENTRALIZADA... | 219

Para Preobrazhensky: En el XIVº Congreso del PCUS de diciembre de 1925 Stalin, enfrentado a
Bujarin, defendió el impulso de las políticas antikulaks, es decir más cerca

M
El antípoda de la producción mercantil es la economía socialista planifica- de la oposición de izquierda a la que se encargará de eliminar en los años
da, que la reemplaza históricamente. Pero si, en el campo de la realidad posteriores, Trotski y Preobrazhenski incluidos...
económica, el producto se opone en la economía planificada a la mercan-
cía del modo capitalista de producción, si la medida por el tiempo de trabajo
8. La colectivización del agro

O
se opone al valor, si la contabilidad de la economía planificada se opone al
mercado en calidad de esfera de manifestación de la ley del valor, si el
plusproducto se opone a la plusvalía,16 por lo mismo, en el campo de la El XVº Congreso del PCUS, en 1927, propuso “seguir desarrollando la
ciencia, la economía política cede el puesto a la tecnología social, es decir ofensiva contra los kulaks y tomar una serie de medidas nuevas que res-

C
a la ciencia de la producción socialmente organizada. tringieran el desarrollo del capitalismo en el campo y encauzaran la econo-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


mía campesina hacia el socialismo”. Se confeccionó el primer plan quinquenal
De este modo consideraba que los niveles de eficiencia productiva de cada y se decidió impulsar la colectivización “gradual” del agro, es decir un

.
rama no debían ser fijados a través de la libre concurrencia sino mediante un proceso de transferencia de tierras de la propiedad privada a la colectiva o

D
plan. estatal. Los kulaks estaban descontentos con los altos precios de los bienes
Esta propuesta planteaba un enfrentamiento directo con los kulaks. Para industriales y retuvieron el trigo necesario para el abastecimiento de las
Preobrazhensky había que realizar la “acumulación socialista primitiva”, ciudades. La colectivización, de algún modo, puede ser vista como una

D
a partir de un intercambio desigual entre la industria y la agricultura, respuesta política al desafío que el campesinado planteaba al orden no
fijando los precios de acuerdo a las necesidades del proceso de acumu- capitalista. Los campesinos eran la clase más numerosa de la población
lación y sin respetar (o circunscribiendo y limitando) la “ley del valor” hacia 1928 y aparecían como un baluarte para la restauración del capitalis-

A
en sus aspectos reguladores.17 El dinamismo de la industria pesada ga- mo. Fueron por eso objeto de una “segunda revolución”.
rantizaría el desarrollo de la industria liviana y de los bienes de consu- En 1928 hubo una gran escasez de cereales; mientras Bujarin proponía
mo. Mientras se desarrollaban estos debates, la industrialización crecía y elevar los precios para alentar a los productores, Stalin confiscó el grano

L
aumentaba la participación del sector socialista en la economía. Comen- acumulado por campesinos medios y ricos. Los campesinos se vieron
zó a producirse hierro para transformadores y dínamos, acero inoxida- obligados a pagar precios muy altos por las manufacturas, mientras que
ble, motores diesel, locomotoras, turbinas, etcétera. su producción recibía precios bajos o directamente era confiscada.

I
Stalin –casi parafraseando a Preobrazhenski– señalará la necesidad de

F
industrializar la Unión Soviética con la ayuda de la “acumulación inter-
16 Plusvalía-plusvalor: valor creado por el trabajo del obrero asalariado después de cubrir el
valor de su fuerza de trabajo. El capitalista al comprar la fuerza de trabajo se apropia del
na”. Una vez consolidada su posición política en el marco del PCUS,
producto y de la plusvalía. Tasa de plusvalía o tasa de explotación: se refiere a la relación decidió colectivizar a la mayoría del campesinado por la fuerza y en
entre el mayor valor creado por el obrero y el valor de su fuerza de trabajo. Plusvalía forma acelerada. Bujarin, opositor a estas políticas, fue destituido. La


absoluta: forma de aumentar la tasa de plusvalía a través del aumento de la jornada laboral NEP había concluido... El modelo estalinista de industrialización rápida
y en consecuencia el trabajo excedente. Plusvalía relativa: forma de aumentar la tasa de y crecimiento extensivo y desequilibrado, basado en la gestión centrali-
plusvalía a través del incremento de la productividad del trabajo, disminuyendo el tiempo zada y vertical de la economía, comenzaba a consolidarse.
social medio para reproducir la fuerza de trabajo. Plusvalía extraordinaria: es una variedad En 1929 el “gran viraje” se consuma: Stalin establece el principio de la
de la anterior. Se genera cuando una o algunas empresas aumentan sus niveles de produc-
liquidación de los kulaks como clase social y acelera el ritmo de colectiviza-
tividad y se diferencian del resto al producir a un valor por debajo de los promedios
existentes en la rama. ción; el objetivo era llegar a 1933 con un 100 por ciento del campo ruso
17 La Unión Soviética contaba, además, con fuentes de acumulación desconocidas en todos colectivizado. En el despliegue de esta transformación no se ahorraron los
los países capitalistas. El Estado disponía de las grandes industrias, de todas las tierras sufrimientos de la acumulación originaria del capital. La colectivización del
confiscadas, de los transportes, de los bancos, etcétera. agro fue violenta. Las medidas obligaban a los campesinos a integrarse, “por
220 | MIGUEL MAZZEO UNA VÍA NO CAPITALISTA. LA ECONOMÍA DE PLANIFICACIÓN CENTRALIZADA... | 221

las buenas o por las malas”, en explotaciones colectivas o koljoses,18 que económicas. Recurrir a ella implica dudar del buen funcionamiento de dichas
constituían cooperativas con medios de producción estatales. En estos ca- leyes y de que se pueden obtener a través de ellas objetivos humanos trascen-

M
sos se mantenía junto a la producción colectiva una pequeña producción dentes. Es, también, reconocer que se trata de leyes sociales, no naturales, y
campesina sobre parcelas familiares que se comercializaba libremente en los por lo tanto modificables por la acción social concertada. Es decir, aceptar
mercados koljosianos. Los kulaks fueron expropiados. Sobre las tierras de pro- que la actividad económica, como actividad humano-social orientada hacia
piedad estatal se crearon los sovjoses, en los que trabajaban equipos de obre- determinados fines, puede perder su carácter azaroso o aleatorio y permitir

O
ros agrícolas asalariados del Estado y dirigidos por personal estatal. En el una adecuación consciente de los medios o recursos físicos y humanos, de
artículo 160 del Código Agrario el sovjós era definido como una “explota- sus relaciones internas y de sus interrelaciones, en función de determinados
ción cuyo fin es servir de modelo técnico y científico a los trabajadores para fines sociales. Lo que requiere una transformación radical de las relaciones
el progreso de la agricultura”. entre los hombres con el objeto de la producción, así como también de las

C
La colectivización inicialmente produjo un alza de las exportaciones, pero relaciones jurídico-políticas en que se sustentan, para adecuar los medios a

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


esta fue resultado de las requisas. En poco tiempo la aldea rusa se hundió; la los fines sociales, o sea, para hacer efectiva la acción consciente de los hom-
colectivización contribuyó decisivamente a la disminución de la productivi- bres sobre la economía....

.
dad, tradicionalmente baja, de la agricultura rusa. Se liquidó el stock ganade-

D
ro y la Unión Soviética pasó a depender, a partir de los años setenta, de las El “plan central” fue el instrumento utilizado en la Unión Soviética y en el
importaciones de trigo. El número de cabezas de ganado no varió en lo resto de los países socialistas para determinar la direccionalidad de la activi-
sustancial entre el de la Unión Soviética y el de la Rusia zarista. dad económica estableciendo objetivos (económicos y sociales) y medios

D
para lograrlos, por un período determinado. Uno de los principios de la
gestión en una economía de planificación es el de la dirección única, otro, el
9. La economía de planificación de la centralización de las decisiones. La posibilidad de planificar acertada-

A
mente la producción social, presuponía la vigencia de una ley objetiva: la
Según Lysiane Cartelier (Diccionario crítico del marxismo, 1982) la planificación “ley del desarrollo armónico de la economía”.
económica es: La utilización planificada de una parte de la renta nacional para desarrollar

L
las esferas productivas y no productivas y para generar reservas materiales y
Un proceso voluntario de adaptación de la producción a las necesidades financieras se denominó “acumulación socialista”. Esta acumulación se rea-
sociales, definidas como aquellas que una colectividad puede y desea sa- lizaba en forma de inversiones en la economía nacional. Una parte se desti-

I
tisfacer, habida cuenta del nivel de su técnica y de la importancia de sus naba a los fondos fijos de producción y a los fondos de rotación, otra a los

F
medios de producción. La planificación es un mecanismo mediante el cual fondos no productivos de la esfera social y educativa. A diferencia de la
se organiza y se anticipa el desarrollo de las fuerzas productivas. El cum- acumulación en el capitalismo, parte de las inversiones se asignaban a la
plimiento del plan también está organizado. Es una de las funciones del creación de puestos de trabajo (inversiones “demográficas”).
Estado Socialista. Existieron diversos tipos de planes. Los de largo plazo eran estratégicos y


estaban relacionados con sectores de infraestructura o transportes. Los planes
Eugenio Gastiazoro (Léxico de economía, Buenos Aires, Centro Editor de Amé- quinquenales no eran operacionales, sino guía de los planes anuales; y los
rica Latina, 1978) sostiene: planes anuales, operativos, consistían en una división técnica de los quinquenales.
Según Arturo Guillén (1986: 9-10) un plan central se caracterizaba por con-
La aceptación de la planificación económica significa un cambio fundamen- tener los siguientes elementos:
tal respecto a la idea que se tiene acerca del funcionamiento de las leyes
1) La tasa de crecimiento proyectada del producto nacional y de sus princi-
pales sectores, ramas y actividades.
18 La colectivización también se ha denominado “movimiento koljosiano”. 2) La distribución del producto entre consumo e inversión. Esta decisión
222 | MIGUEL MAZZEO UNA VÍA NO CAPITALISTA. LA ECONOMÍA DE PLANIFICACIÓN CENTRALIZADA... | 223

era básica, pues de la tasa de acumulación y de los niveles de productivi- El primer plan quinquenal correspondió al período 1929-1933 aunque se
dad del trabajo dependía el ritmo de crecimiento de la economía. adelantó a 1932. Otorgaba primacía a la producción industrial, en particular a

M
3) La estructura de la inversión, es decir, su distribución entre las distin- la industria pesada (la producción de medios de producción, necesarios para
tas ramas económicas.19 Las decisiones en torno a los principales pro- impulsar una reproducción ampliada), sobre la agropecuaria. Fue financiado
yectos de inversión involucraban también la selección más apropiada a través de la emisión, la colocación de títulos públicos y el impuesto a las
de las técnicas de producción, lo que implicaba una compleja interacción ventas que producía una apropiación por parte del Estado de la diferencia

O
entre los organismos económicos, las instituciones científicas y tecno- que obtenía la industria al cobrar precios más altos que los que pagaba por
lógicas y las universidades. los insumos agrícolas. En el marco del plan se produjo un importante creci-
4) La distribución del consumo entre consumo individual y consumo so- miento en las industrias de máquinas herramientas y bienes de capital en
cial. Esta decisión revestía mucha importancia en la medida en que se general. Asimismo tendió a erradicar el paro en la industria y a mejorar la

C
buscaba incrementar el consumo social (viviendas, salud, educación, trans- capacitación de los trabajadores. En plan falló en mejorar los niveles de vida

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


porte colectivo, servicios culturales y deportivos, guarderías, servicios de la población al desalentar la producción de bienes de consumo. Tampoco
en general, etc.) con más rapidez que el consumo individual. pudo solucionar el problema de la vivienda. Pero estas fallas quedaron un

.
5) Los precios de los principales medios de producción y bienes de consumo. tanto opacadas por sus éxitos rotundos: en muy poco tiempo la Unión So-

D
6) La proporcionalidad de la economía tanto en términos materiales como viética había pasado a ser un país industrial.20 La participación de la industria
financieros. Esta cuestión era primordial para asegurar la consistencia y llegó al 70 por ciento del volumen de la producción total de la economía
la coherencia del plan. Era necesario lograr el desarrollo proporcional soviética. El régimen podía afirmar que el sistema “socialista” de la econo-

D
de las ramas y el equilibrio –ex ante– entre oferta y demanda para asegu- mía había acabado con los elementos capitalistas. Los kulaks, por su parte,
rar la reproducción y un desarrollo armónico y sin cuellos de botella de habían “desaparecido” como clase dentro de la agricultura.
la economía en su conjunto. Además debemos tener muy en cuenta el contexto internacional. La Unión

A
7) La definición de los principales mecanismos reguladores que utilizarán Soviética comenzaba a exhibir sus avances en un mundo sumido en el abis-
los organismos centrales para asegurar que los organismos de otros nive- mo económico al que lo había precipitado la crisis desencadenada por la
les (combinados y empresas) cumplan las metas planteadas por el plan. caída de Wall Street en 1929. Al padecer el sistema capitalista mundial su

L
peor hora, el sistema soviético pudo erigirse en alternativa. Por ejemplo,
La planificación de la economía en la Unión Soviética presentaba distintas instancias mientras el desempleo alcanzaba índices alarmantes en los principales paí-
de decisión en el marco de una estructura piramidal. En lo más alto de la pirámide ses capitalistas, la Unión Soviética, precisamente en el año 1930, cerraba su

I
estaba el Politburó, el órgano principal del partido que fijaba los objetivos y tomaba última bolsa de trabajo, medida con una gran carga simbólica.

F
las grandes decisiones. Luego seguía un Consejo de Ministros (gabinete económico) Por otra parte, la crisis mundial le permitió a la Unión Soviética comprar en
que se encargaba de otras decisiones centralizadas. En tercer lugar, el Gosplan, ahora el exterior maquinarias y equipos, algo impensado antes de 1929. En 1931
como ente asesor del Consejo de Ministros y planificador que contaba con tres fue el principal comprador de maquinaria del mundo. Paradójicamente, mu-
departamentos, uno de asignación, otro de producción y el tercero de construcción. chas firmas alemanas y británicas se sostuvieron durante el período 1929-


En cuarto lugar los ministerios, administraban los planes de cada sector de la econo- 1933 gracias a los pedidos soviéticos.
mía, cada ministerio tenía a su vez los tres departamentos correspondientes al El segundo plan quinquenal abarcó el período 1933-1937. Intentaba incremen-
Gosplan. Por último, las empresas encargadas de ejecutar el plan y garantizar la pro- tar la producción de bienes de consumo durables, mejorar los servicios sociales
ducción. A través del Gosplan el Estado dominaba la economía. e impulsar el desarrollo en las regiones más atrasadas, principalmente de Asia

20 Milovan Djilas (1957) destacó la relación entre el proceso de industrialización y el creci-


19 El poder central decidía sobre las inversiones (inversión centralizada), aunque en algunos miento del partido y la burocracia. Señalaba que los miembros del PCUS pasaron de
casos existía la posibilidad de que las empresas dispusieran dónde invertir sus fondos 887.233 en 1927 a 1.874.488 en 1934. La industrialización aumentó los privilegios de la
(inversión descentralizada). burocracia y la consolidó como clase.
224 | MIGUEL MAZZEO UNA VÍA NO CAPITALISTA. LA ECONOMÍA DE PLANIFICACIÓN CENTRALIZADA... | 225

Central y Kazajistán, mejorar los medios de transporte y continuar con el desa- ducción se orientó al abastecimiento del frente, lo que permitió a los sovié-
rrollo de la industria pesada a través de la agrupación en grandes Kombinats ticos derrotar a los alemanes, aunque a un costo muy alto: veinte millones

M
industriales de las fábricas de producción complementaria. El plan apuntaba a de rusos, entre soldados y civiles, murieron en la Segunda Guerra Mundial.
la renovación total del equipo técnico de todas las ramas de la economía y la El cuarto plan (1945-1950), llamado de “recuperación”, estuvo signado por la
mecanización de la agricultura. Paralelamente aumentó la productividad como reconstrucción de posguerra y la Guerra Fría. Apuntaba a reconvertir la indus-
resultado de los incentivos salariales y de la capacitación; se consolidó el tria bélica en civil, y a solucionar el problema de la vivienda y las comunicacio-

O
stajanovismo (diversas formas de incrementar la producción a través de incenti- nes notablemente dañadas por la guerra. Los alemanes habían ocupado un
vos). Alexei Stajanov fue un obrero que en 1935, trabajando con un martillo territorio en el cual vivían casi noventa millones de rusos, hacia el final de la
neumático, extrajo 102 toneladas de carbón en una jornada, lo que representaba guerra había veinticinco millones de personas que carecían de vivienda y 65 mil
14 veces más de lo que establecían las normas.21 kilómetros de vías férreas habían sido destruidas. La Unión Soviética organizó

C
El problema de los recursos humanos, de los “cuadros”, adquirió gran im- totalmente sola la reconstrucción, puesto que rechazó el Plan Marshall (plan de

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


portancia. Así como en tiempos de la NEP se decía que “la técnica decidía reconstrucción que Estados Unidos impulsó en Europa hacia 1947). Los obje-
todo”, ahora se afirmaba que “los cuadros lo deciden todo”. La formación tivos del plan no solo se alcanzaron sino que se superaron.

.
de cuadros técnicos y científicos se convirtió en tarea de primer orden. Ante El quinto plan (1951-1955) comenzó con Stalin y tras su muerte, en 1953,

D
la inminencia de un conflicto bélico aumentaron los gastos en defensa y el fue continuado por el triunvirato integrado por Gueorgui Maximilianovich
plan se desvió de algunos de sus objetivos iniciales. De todos modos, hacia Malenkov, Molotov (Viacheslav Mijailovich Skriabin) y Lavrenti Pávlovich
1937 había cambiado profundamente la correlación entre la producción in- Beria. Se mantuvieron algunas de las tendencias anteriores al cumplirse los

D
dustrial y la agrícola (78,6 y 21,4 por ciento respectivamente), lo que refleja- objetivos fijados para las ramas pesadas, mientras que la agricultura y los
ba una estructura característica de una economía desarrollada. bienes de consumo quedaron rezagados.
Una de las tareas asumidas por el segundo plan fue la de liquidar definitivamen-

A
te las supervivencias del capitalismo en la “conciencia de los hombres”. El
período del segundo plan coincidió con las purgas al interior del partido, la 10. Los intentos de reforma, límites y ambigüedades
administración pública y el ejército. En los “procesos de Moscú” varios líderes

L
bolcheviques fueron condenados a muerte: Grigori Zinoviev, Kion Kamenev, El sexto plan (1956-1960) se corresponde con las reformas de Nikita Jrushov
Bujarin, entre otros. Trotski, que había sido expulsado del país en 1929, fue (1894-1971) que otorgaban importancia a la agricultura. En 1956, Jrushov, un
asesinado en el exilio mexicano por el agente estalinista Ramón Mercader, en conservador pragmático menesteroso en materia de ideas, se convirtió en secre-

I
1940. De este modo Stalin eliminó toda oposición real o posible a su poder. tario general del PCUS e inició el período que en lo político estuvo caracteriza-

F
El tercer plan quinquenal (1938-1942) se interrumpió en 1941 debido a la do por el cuestionamiento al estalinismo y en lo económico, por un intento de
invasión alemana. En muy poco tiempo la Unión Soviética había perdido en reforma general del sistema. La reformas de Jrushov buscaban elevar la eficien-
manos de los nazis las zonas agrícolas más productivas y las principales cia productiva haciendo una utilización más “racional” de los recursos y favore-
industrias. Stalin creó un Comité Estatal de Defensa y organizó la retirada y ciendo el desarrollo tecnológico; superar el atraso de la agricultura, incrementando


el traslado de la fuerza productiva y su inmediata puesta en funcionamiento. la producción y la renta de los campesinos, garantizando la autonomía de las
En pocos meses las principales industrias trasladadas a miles de kilómetros granjas colectivas y estatales, aumentando las inversiones en el sector; modifi-
de sus sitios de origen producían con su capacidad a pleno y la Unión car la organización de la economía impulsando un proceso de descentraliza-
Soviética logró el autoabastecimiento total durante la guerra; por supuesto la ción; mejorar las condiciones de vida de los trabajadores incrementando la
producción agrícola y de bienes de consumo decayó aun más. Toda la pro- cantidad y la calidad de los bienes de consumo.
Pero la reforma no pudo concretarse, entre otras cosas porque no se
alteraba la esencia del modelo, porque seguía disminuyendo la productivi-
21 Ese mismo año, en la fábrica automotriz de Gorki, la brigada del forjador Busyguin dad del trabajo y porque la modalidad de crecimiento “extensiva” se ago-
produjo 1.001 cigüeñales cuando las normas establecían 657. taba día a día. Además, intereses muy consolidados, en particular del apa-
226 | MIGUEL MAZZEO UNA VÍA NO CAPITALISTA. LA ECONOMÍA DE PLANIFICACIÓN CENTRALIZADA... | 227

rato burocrático, se oponían a los cambios. Si bien hubo mejoras en salud, cápita caían estrepitosamente o crecían al ritmo de una tortuga. Paradójica-
vivienda y educación, la oferta de bienes de consumo seguía siendo redu- mente la sociedad soviética asistía a una época de “cuasi bienestar” gracias a

M
cida. Los intentos de descentralización le quitaron poder planificador al la bonanza que trajo aparejada el boom petrolero que consolidó al país como
Gosplan y suprimieron los ministerios industriales que controlaban la pro- exportador de energía. Claro que los beneficios fáciles e inmediatos que
ducción de cada rama; el resultado fue el aumento del desorden adminis- generó el “oro negro” fortalecieron a los sectores más interesados en
trativo. En 1964 un cambio en la correlación de fuerzas al interior del mantener la inercia y desalentaron cualquier intento de reforma.

O
PCUS llevó a la destitución de Jrushov. Con el ascenso de Leonid Breshnev
(1906-1982) la economía soviética entró en una prolongada fase de estan-
camiento, con índices muy bajos o nulos de crecimiento. 11. Irracionalidad y “disfuncionalidades”
Vale aclarar que en la década del 60, al igual que la Unión Soviética, la mayoría

C
de los países socialistas pasó por distintos procesos de reformas económicas. El modelo de planificación soviético fue objeto de diversas críticas: algu-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Por esos años se agotaron las posibilidades de sostener el crecimiento sobre la nos autores sostuvieron que el sistema no permitía la circulación de la
base de la expansión de los factores de producción, o dicho de otra manera, del información entre los distintos sectores y que su procesamiento era impo-

.
uso extensivo de los “factores productivos” (mano de obra “expulsada” del sible. También se señaló que la extensión del aparato burocrático generaba

D
campo, nuevas fuentes de materias primas, etc.) y se planteó la necesidad de una intereses particulares que distorsionaban la ejecución de los objetivos que
transición a una etapa caracterizada por una utilización más racional de los habían fijado los organismos centrales. Además este aparato absorbía una
recursos, es decir, se trataba de pasar de un desarrollo de tipo extensivo a uno porción importante del excedente económico. La burocracia utilizaba, ad-

D
intensivo, para lo cual los viejos métodos de planificación resultaban anacrónicos. ministraba y controlaba la propiedad nacionalizada y socializada. La admi-
En líneas generales, se trató de reemplazar los métodos administrativos de nistración monopolista y el control de la renta y los bienes nacionales le
gestión por otros económicos y de simplificar los controles. Pero el proceso daba una posición de privilegio. Por otra parte, la naturaleza misma del

A
fue ambiguo; para algunos sectores las reformas debían servir para descentrali- proceso de industrialización soviético explicaba la preeminencia de la bu-
zar las decisiones económicas otorgando nuevas funciones y responsabilidades rocracia: la industrialización fue impulsada por la maquinaria estatal, o sea,
a las empresas; para otros se trataba de “centralizar” en forma eficaz, perfeccio- existía un vínculo muy estrecho entre la burocracia y la industria, y el

L
nando los métodos de planificación. Esta tensión caracterizó todos los proce- crecimiento de la industria llevó a un crecimiento de la burocracia.
sos reformistas, tanto en la Unión Soviética, como en Hungría, Polonia, Che- En este sistema las empresas eran el último eslabón de la cadena, solo
coslovaquia, en la República Democrática Alemana, en Bulgaria, Rumania, etc. debían cumplir con las cifras de producción y carecían de grados mínimos

I
La situación fue algo distinta en la República Popular China y en otros países de autonomía. Por supuesto, los trabajadores no tenían ningún tipo de con-

F
asiáticos socialistas, también en Cuba que (aun en el marco de la construcción trol sobre los medios de producción, es decir, no tenían poder de decisión
del socialismo) no logró diversificar su producción y superar su condición de sobre qué, cómo, para qué y cuándo se producía, lo que generaba el “extra-
país de monocultivo. Yugoslavia se colocó por fuera de la órbita de la Unión ñamiento” entre productor y producto, precisamente una de las críticas prin-
Soviética y con el liderazgo de Tito (Josif Broz, 1892-1980) desarrolló una cipales de Marx al modo de producción capitalista.


interesante combinación de poder estatal con consejos de fábrica y un socialis- El crecimiento económico se produjo con un carácter extensivo.22 La Unión
mo más tolerante y autónomo. Soviética disponía de abundantes recursos naturales, laborales y financieros. El
El séptimo plan (1961-1965), el octavo (1966-1970), el noveno (1971-1975) y atraso o, mejor dicho, el conservadurismo tecnológico (en algunos sectores), las
el décimo (1976-1980) perpetuaron las viejas tendencias centralizadoras. El inadecuadas políticas de inversión y los problemas de abastecimiento hicieron
Gosplan recuperó el poder económico perdido y volvieron a imponerse las
consignas obligatorias y las metas de producción en volumen. En la década
del 70 cualquier observador atento podía percibir que en la Unión Soviética 22 El uso extensivo de la mano de obra, de hecho, negaba la importancia de la aplicación de
las tasas de crecimiento del producto bruto interno, la producción indus- la técnica a la producción, uno de los ejes en que el socialismo debía mostrarse distinto y
trial, la producción agrícola, la productividad del trabajo y el ingreso per superior al capitalismo.
228 | MIGUEL MAZZEO UNA VÍA NO CAPITALISTA. LA ECONOMÍA DE PLANIFICACIÓN CENTRALIZADA... | 229

que la productividad del trabajo y los equipos fuera relativamente baja. Se la economía soviética era resultado de la excesiva centralización, de la esci-
suponía que la acumulación socialista debía elevar, casi de manera espontánea, sión entre la producción y la demanda y de la rigidez en la dirección. El

M
el nivel técnico de la producción e incrementar el equipamiento técnico del sistema se caracterizaba por una economía cerrada (autárquica) que ejercía
trabajo; además, de acuerdo a la ley de la acumulación socialista, debía asegurar- presión a través del ahorro forzoso y de la planificación de los insumos y la
se el crecimiento constante de la productividad del trabajo a la vez que se producción, el control de los medios de producción por parte del Estado
garantizaba el pleno empleo y el incremento de los ingresos reales de los que además controlaba la distribución de la renta entre la acumulación y el

O
trabajadores. El pleno empleo se consiguió pero no se logró conjugar con los consumo, la prioridad otorgada a la industria sobre la agricultura (la mayor
otros objetivos. En este contexto el pleno empleo fue más un reflejo de la parte de la renta se destinaba a las inversiones en el sector industrial pesa-
ineficiencia de la producción que del desarrollo del “socialismo”.23 Esta situa- do), a los bienes de producción sobre los bienes de consumo y a los bienes
ción se expresó en una frase muy difundida entre los trabajadores soviéticos: materiales sobre muchos de los servicios. Las decisiones se tomaban en

C
“Todo va bien: nosotros fingimos trabajar, ellos fingen pagarnos”. forma jerárquica y concentrada. Así

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Asimismo, la no optimización de los objetivos de las empresas repercutió en
el comportamiento de los equipos de trabajo y se tradujo en una incitación al las relaciones estatales determinaban una configuración de la estructura

.
desperdicio (Seurot, 1986). No se promovía la sustitución entre insumos. El social en la que los sujetos, las estructuras y los criterios de carácter eco-

D
atraso puede verse, desde otro ángulo, como una consecuencia directa de la nómico eran suplantados por otros de naturaleza administrativa. El poder
falta de conexión entre las empresas y los centros de investigación, y de los despótico imponía la máxima centralización de las decisiones desde los
altos niveles de centralización del sistema. órganos superiores de la jerarquía política y garantizaba la sumisión de los

D
El crecimiento económico provocaba notables desequilibrios entre las ramas. organismos inferiores que ejecutaban aquellas decisiones: empresas indus-
Como vimos, el sector agrario fue utilizado como fuente de captación de recur- triales, granjas agrícolas, centros comerciales, empresas de transporte y
sos: materias primas, mano de obra y recursos financieros a través de los im- demás instancias de la base económica. El vértice del partido-Estado (la

A
puestos y las políticas de precios. También dentro del sector industrial se pro- dirección comunista) fijaba el cuadro de prioridades económicas (Seurot,
dujeron desequilibrios, por ejemplo se producían notorios desajustes entre los 1986: 126).
artículos fabricados por unas empresas y los que necesitaban otras o los ciuda-

L
danos consumidores. Los objetivos se fijaban en términos de cantidad y no de En este contexto los precios de los bienes y los factores no servían de guía
calidad, lo que afectó fundamentalmente la producción de bienes de consumo. en la búsqueda del beneficio (como criterio óptimo de gestión) y este –de
“Pero esos desajustes eran ignorados por las empresas productoras, pues al obtenerse– no se correspondía con el interés de la población.

I
concluir la fabricación de sus productos se limitaban a suministrarlos a los La experiencia histórica de la Unión Soviética demostró que la planificación

F
organismos comerciales del Estado” (Palazuelos, 1991: 130). Es decir, había “desde arriba”, la planificación “burocrática”, lleva indefectiblemente al de-
desequilibrios entre la producción industrial y la agrícola, entre las ramas livia- sorden y al despilfarro, en última instancia “no planifica”. Los planes no
nas y pesadas y entre las distintas empresas al interior de cada rama. dejaban de tener un trasfondo idealista: desarrollaban las ramas que asegura-
Hacia 1950-1960 la Unión Soviética había desarrollado un enorme poderío ban el fortalecimiento del régimen y que aumentaban el poder de la buro-


atómico y aventajaba a Estados Unidos en la carrera espacial, su población cracia (en particular la rama pesada-bélica), buena parte de la actividad eco-
prácticamente tenía garantizado el acceso a los bienes sociales básicos, pero nómica se subordinó a esos fines y los resultados fueron las desproporcio-
paradójicamente sus industrias fallaban en producir camisas cuyos ojales nes, los costos de producción excesivos, la inflación crónica y el rezago del
coincidieran con los botones. En síntesis, buena parte de las deficiencias de resto de las ramas. La planificación soviética podría haber resultado eficaz si
se la organizaba de abajo hacia arriba. Una planificación “socialista” solo
puede ser factible si se parte de los escalones inferiores de la producción.
23 Hobsbawm (1998: 381) se refiere a una anécdota por demás significativa: “El caricaturista El régimen estalinista, con su sistema de directrices centrales y arbitrarias y
David Low, que visitó la URSS a principios de los años treinta, hizo un dibujo de una de extracción política del plustrabajo (Mézsáros, 1999: 112) destruyó los
muchacha de una granja colectiva ‘intentando por descuido ordeñar un tractor’”. centros autónomos de participación social e impulsó un proceso deliberado
230 | MIGUEL MAZZEO UNA VÍA NO CAPITALISTA. LA ECONOMÍA DE PLANIFICACIÓN CENTRALIZADA... | 231

de destrucción de capital social. Finalmente la experiencia soviética demos- necen al frente del partido-Estado por poco más de un año y poco o nada
tró que la “propiedad social” es una impostura cuando no va acompañada de hacen para alterar la situación. Hacia 1985 la correlación de fuerzas al inte-

M
mecanismos de gestión democráticos y colectivos, cuando la división social rior del PCUS favorece a los sectores reformistas que, conscientes del alto
del trabajo se mantiene estructural y jerárquica, y se apela a la distribución grado de deterioro de la situación, nombran a Mijail Gorbachov como nue-
asimétrica de las retribuciones materiales. vo secretario del PCUS. Se iniciaba la perestroika (reforma) y se proclamaba a
En lugar del socialismo, en la URSS se edificó un sistema de control autoritario, la glasnost (transparencia) como su base y punto de partida. Según Daniel

O
orientado a garantizar la extracción de plusvalía, una extracción impuesta “polí- Singer (1996: 108), “la perestroika fue un intento por parte del establishment
ticamente”, a diferencia de lo que ocurre en el régimen del capital. gobernante de perpetuar su reino cambiando el método de administración y
el modo de extraer plusvalía”.
Gorbachov centrará sus críticas en las deficientes políticas de inversiones,

C
12. La “perestroika” y el fin de una experiencia histórica en el atraso tecnológico de las ramas industriales más importantes y en el

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


marco de la gestión estatal de la economía. El XIIº Plan Quinquenal (1986-
Hacia 1980 la mayoría de las ramas industriales crecía por debajo del 4 por 1990) buscaba revertir las tendencias arrastradas desde los 60-70, que frena-

.
ciento anual. El sector agrícolo-ganadero redujo aun más sus niveles de ban el crecimiento de la Unión Soviética, y mejorar las condiciones de vida

D
crecimiento, al igual que el transporte, las comunicaciones y el comercio de la población, lo que implicaba superar problemas relacionados con la
minorista. Paralelamente, la educación y la salud entraron en un proceso de vivienda y la provisión (y calidad) de alimentos y bienes de consumo. Esto
deterioro. Problemas estructurales como la ineficacia productiva, el atraso último aparecía como paso necesario puesto que las reformas requerían una

D
de la agricultura y la escasez de bienes de consumo se habían profundizado. importante cuota de consenso político y social.
En 1981, el Comité Central presentó a la discusión del XXVIº Congreso del Para lograr la reestructuración de la economía se consideraba prioritario
PCUS el Proyecto de “Orientaciones fundamentales del desarrollo econó- poner en tensión todas las fuerzas económicas existentes, se asumían como

A
mico y social de la Unión Soviética para los años 1981-1985 y hasta 1990”.24 tareas inexcusables:
Los dirigentes soviéticos habían tomado conciencia de los problemas que
afectaban al país, entre otros, la necesidad de elevar la productividad del Mejorar el uso de los equipos, reducir el consumo productivo, frenar el

L
trabajo, desarrollar determinadas ramas de la economía, superar la disper- despilfarro administrativo y aumentar la eficiencia de la fuerza de trabajo.
sión de las inversiones, utilizar racionalmente los recursos, asegurar la Se trataba de modificar la asignación, organización y utilización de los
calidad de los artículos metálicos, aplicar procesos tecnológicos modernos, recursos disponibles, recurriendo a medidas de disciplina laboral, ahorro

I
satisfacer la demanda de máquinas y equipos para la mecanización o de recursos, estímulos a la producción, formas de planificación más flexi-

F
automatización de todas las ramas de la economía, disminuir los costos de bles y cambios en los órganos administrativos de las empresas (Singer,
producción (el proyecto proponía restablecer el sentido de este indicador 1996: 146).
en el incremento de la rentabilidad de la producción), etc. Ahora bien, los
medios propuestos para alcanzar estos fines no se apartaban de las tradicio- También se admitía la necesidad de organizar la actividad científica sobre


nales recetas: “elevar el nivel de la fundamentación científica de los planes” nuevas bases, relacionándola con la actividad de las empresas, y de darles
para mejorar la labor planificadora, fortalecer el cálculo económico, etc. Se prioridad a las estrategias de desarrollo basadas en los sectores más avanza-
seguía viendo al equilibrio económico como resultado del riguroso cumpli- dos como la informática o la microelectrónica. Como este plan era incompa-
miento del plan y de la disciplina de las instancias ejecutivas. tible con un gasto militar elevado, Gorbachov formuló varias propuestas de
Tras la muerte de Breshnev, en 1982, se suceden en el poder dos veteranos desarme nuclear. Se tornaba evidente la incompatibilidad entre la condición
dirigentes comunistas: Yuri Andropov y Constantin Chernenko, que perma- de superpotencia de la Unión Soviética y la realidad de su economía en
franca decadencia.
24 Informe presentado por N. A. Tijonov, presidente del Consejo de Ministros de la URSS, Las organizaciones de autogestión reunidas en Moscú en 1987 sintetizaron
el 27 de febrero de 1981, Moscú, Editorial de la Agencia de Prensa Nóvosti, 1981. los principales puntos de la reforma: desde el punto de vista político se
232 | MIGUEL MAZZEO UNA VÍA NO CAPITALISTA. LA ECONOMÍA DE PLANIFICACIÓN CENTRALIZADA... | 233

tendía a la democratización del sistema electoral, garantizándoles a las orga- La situación a mediados de 1990 era caótica y las fuerzas descentralizadoras
nizaciones sociales la representación en todos los niveles, la autonomía comenzaron a hacerse sentir. La autoridad de la Unión se desintegraba, el poder

M
financiera y la supresión de las trabas administrativas. Asimismo se procla- del partido único fue reemplazado por un vacío de poder. La iniciativa pasó a
maba la tolerancia con todas las opiniones y la supresión de toda forma de manos de las repúblicas. De ahí a la disolución de la Unión Soviética y a la caída
censura previa. Desde el punto de vista económico se buscaba reorientar del “socialismo real” solo mediaba un paso. El 22 de agosto de 1991 se “decre-
(democratizar) los órganos de planificación y gestión del Estado pasando de tó” el fin del comunismo y el retorno a la vía capitalista.

O
los métodos administrativos a los económicos, favoreciendo una transferen- Según Kiva Maidanik (1996: 148):
cia de la economía y de los medios sociales de producción sobre una base
autogestionaria, o en el marco de un arrendamiento a los colectivos de El poder con casi 75 años de existencia, con arraigo en ciertas tradiciones
empresas autoadministradas, con un efectivo control de base. Se reconocían nacionales, con un enorme aparato de fuerza, sin perder la guerra, con

C
a las relaciones monetario-comerciales como el mecanismo fundamental de estructuras ramificadas que llegaban hasta cada célula de la sociedad, cayó

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


regulación de la actividad económica del país. sin presentar resistencia alguna. Las elites del poder que se proclamaban
Pero, tanto el peso de la inercia y los intereses afectados como la incoherencia y socialistas y patrióticas, herederas de las revoluciones y guerras heroicas,

.
la incertidumbre demoraron las reformas.25 A pesar de la liberalización de cier- en su enorme mayoría pasaron al lado de los vencedores antisocialistas y

D
tas actividades económicas, de la descentralización del monopolio estatal del pro-occidentales, sin que dimitiera, se rebelara o emigrara un solo general
comercio exterior y de la constitución de empresas mixtas con capital extranje- o coronel, diplomático o director, administrador local o responsable sindi-
ro, prácticamente no se avanzaba. Había evidentes contradicciones en los cal y, lo esencial, sin ninguna protesta de masas en la calle o en las empre-

D
planteos reformistas: por un lado se apostaba a la extensión de las relaciones sas. Es evidente la naturaleza real del régimen.
mercantiles que debían garantizar una eficaz distribución de los recursos y una
mayor autonomía de las empresas y por el otro no se tocaban los tradicionales De todos modos, la experiencia de la mayoría de los ex países comunistas,

A
mecanismos de precios, finanzas y comercio mayorista. de la ex Unión Soviética particularmente, sometidos durante la última déca-
El deterioro de la producción y de las condiciones de vida fue en aumento. da a la destrucción del stock de capital previamente acumulado y a “terapias
El desabastecimiento, el desempleo, el auge del mercado negro, el déficit de choque social” encabezadas por regímenes autoritarios, viene demos-

L
fiscal, la inflación, limitaron las posibilidades políticas y económicas de la trando que ni en economía ni en política los errores y desfiguraciones del
perestroika. Ante tal situación Gorbachov intentó “radicalizar la perestroika”, socialismo pueden corregirse con las recetas del capitalismo, con la tiranía
impulsando la desnacionalización parcial de las empresas estatales, creando de la economía de mercado y del valor de cambio y con la democracia

I
un mercado normalizado y desmonopolizando la economía para favorecer liberal. Una gran diferencia entre el socialismo y el capitalismo radica en que

F
la competencia y desmantelando parte de la vieja estructura burocrática que el primero entra en crisis cuando comente errores o cae en aberraciones,
obstaculizaba las relaciones de mercado. Pero el plan seguía siendo vago en mientras que el capitalismo se consolida y avanza con actos de barbarie. Para
puntos fundamentales, como el funcionamiento del mercado de trabajo, el describir en forma sintética la actual situación en la ex Unión Soviética se ha
desarrollo de formas de propiedad privada, la inserción en los mercados recurrido a una imagen que por irónica no deja de ser dramática. Se dice que


mundiales y las relaciones entre las repúblicas soviéticas. La perestroika, al la vieja inoperancia ha sido reemplazada por una nueva, simbolizada por dos
intentar imponer la “disciplina” del mercado pero subordinada a las formas corrientes líquidas: petróleo afuera, vodka adentro.
políticas de extracción del plustrabajo, tuvo éxito a la hora de destruir los
viejos mecanismos pero no logró reemplazarlos por otros nuevos.

25 En la década del 80 se popularizó el término Nomenklatura para designar al cuerpo de


funcionarios soviéticos compuesto por cuadros del partido, beneficiarios directos de un
sistema de patronazgo y corrupción.
234 | MIGUEL MAZZEO UNA VÍA NO CAPITALISTA. LA ECONOMÍA DE PLANIFICACIÓN CENTRALIZADA... | 235

Bibliografía La industrialización de Japón: el crecimiento de


la posguerra y el toyotismo

M
Artola Gallego, M. y Pérez Ledesma, M., Historia del mundo contemporáneo, Madrid, Anaya, 1988.
Azqueta Oyarzum, Diego, Teoría económica de la acumulación socialista, Madrid, Hermann Blume,
1983.
Bahro, Rudolf, La alternativa. Contribución a la crítica del socialismo realmente existente, Madrid, Alian-
za, 1982. Fernando Pita

O
Bettelheim, Charles, La planification soviétique, París, M. Rivière, 1945.
Cartelier, Lysiane, Diccionario Crítico del Marxismo, 1982.
Djilas, Milovan, La nueva clase. Un análisis del régimen comunista, Buenos Aires, Sudamericana, 1957.
Dobb, Maurice, El desarrollo económico soviético desde 1917, Madrid, Tecnos, 1972.

C
Gastiazoro, Eugenio, Léxico de economía, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1978.

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Gorbachov, Mijail, Perestroika, más democracia, más socialismo (19ª conferencia nacional del PCUS,
junio de 1988), Buenos Aires, Anteo, 1988. Introducción

.
Guillén, Arturo, La planificación central, México, DF, Universidad Autónoma de México, 1986.

D
Hobsbawm, Eric, Historia del siglo XX (1914-1991), Biblioteca de E. J. Hobsbawm de Historia Nuestro objetivo central es comprender las razones que explican la gran expan-
Contemporánea, Buenos Aires, Crítica, 1998. sión económica japonesa luego de la derrota en la Segunda Guerra Mundial. En
Korsch, Karl, ¿Qué es la socialización?, Barcelona, Ariel, 1975 [1912]. la primera parte proponemos un breve recorrido de la historia previa al boom
Lajugie, Joseph, Los sistemas económicos, Buenos Aires, Eudeba, 1995. económico para explicar la inserción de Japón en el sistema capitalista mundial.

D
Lange, Oscar, Planificación del desarrollo, Buenos Aires, Jorge Álvarez, 1963.
Durante varios siglos Japón se mantuvo aislado del mundo occidental. Si bien
Maidanik, Kiva, “El problema de ‘la alternatividad’ en el pasado, presente y probable futuro de
Rusia”, en: González Casanova, Pablo y Saxe-Fernández, John (coordinadores): El mundo los misioneros portugueses habían incursionado hacia el siglo XVI con el obje-
tivo de difundir el cristianismo, recién en 1868, con la Restauración Meiji, la

A
actual: situación y alternativas, México, Siglo XXI, 1996.
Mazzeo, Miguel, ¿Que (no) hacer? Apuntes para una crítica de los regímenes emancipatorios, Antropofa- conexión con las potencias capitalistas le permitió a Japón integrarse al mercado
gia, Buenos Aires, 2005. mundial. El país se estructuró como una sociedad industrial basada en grandes
Mészaros, Itsvan, Más allá del capital. Hacia una teoría de la transición, Caracas, Vadelll Hermanos, grupos concentrados y ligados por lazos familiares. La expansión militar iniciada

L
1999. a fines de siglo XIX tuvo como punto culminante la participación de Japón en la
Palazuelos, Enrique, “El sistema económico y su reforma” en: Taibo, C. (editor): La URSS de
Segunda Guerra Mundial, unido a las fuerzas del Eje nazi-fascista.
la Revolución de Octubre a Gorbachov, Madrid, Fundamentos, 1991.

I
Pla, Alberto J. (compilador), Perestroika y socialismo, Fichas temáticas de Cuadernos del Sur,
El segundo apartado se centra en el desarrollo industrial de posguerra, basado
en una fuerte planificación estatal. ¿Qué medidas se desarrollaron durante la

F
Buenos Aires, Tierra del Fuego, 1989.
Preobrazhenski, Eugen, La nueva economía, Barcelona, Ariel, 1970 [1926]. intervención estadounidense? ¿Cuáles fueron las prioridades productivas que
Saborido, Jorge R. R. y Berenblum, Rubén L., Breve historia económica del siglo XX, Buenos Aires, se impulsaron? ¿Qué política industrial se aplicó? ¿Cuál fue el rol que jugó la
Macchi, 1999. innovación tecnológica en este proceso? ¿Cuáles fueron las dificultades para
Seurot, François, Las economías socialistas, México, FCE, 1986.


acceder a las materias primas? ¿Qué rol jugó el Estado?
Volin (seud. de Vsévolod Mijaílovich Eijenbaum), La revolución desconocida, Buenos Aires, Pro- La implementación del toyotismo como una forma de organización de la pro-
yección, 1977 [1947].
Weiser, L., Keifman, S. y Zlotogwiazda, M., Sistema económico de la Unión Soviética, Buenos Aires,
ducción y del trabajo y los diversos debates sobre el mismo constituyen el
mimeo, UBA, 1982. tercer momento del capítulo. ¿El toyotismo constituye un método más
participativo para los trabajadores o una forma tendiente a aumentar las iniciati-
vas empresariales? ¿Se trata de trabajo polivalente o de una nueva estrategia
para disminuir los “tiempos muertos”?
Finalmente, el estancamiento económico después de la crisis de los 70 y su
relación con otros mercados, es abordado en el cuarto apartado.
236 | FERNANDO PITA LA INDUSTRIALIZACIÓN DE JAPÓN... | 237

1. Los antecedentes: la Restauración Meiji y los orígenes del capitalismo carbón y hierro, etc. La llegada de técnicos extranjeros fue fundamental para la
japonés hasta la Segunda Guerra Mundial formación de los trabajadores y directivos en el manejo de las maquinarias

M
importadas. Como la modernización japonesa requería una renovación del siste-
A principios del siglo XV, se inició en Japón un período de unificación dirigido ma educativo, la occidentalización jugó un rol importante en el aumento de los
por la dinastía de los Tokugawa que, en forma paralela, desarrolló una política índices de alfabetización.
de aislamiento del resto del mundo que se extendió hasta la Restauración Meiji Los objetivos de la Restauración Meiji eran lograr la adhesión nacional y estruc-

O
en 1868. La estructura social del país tenía rasgos similares al feudalismo euro- turar un sistema de gobierno duradero. Desde la década de 1880, el gobierno
peo, pues constaba de cuatro estamentos: los samurai, los agricultores, los arte- dejó el manejo de la economía en manos de agrupamientos de empresas priva-
sanos y los comerciantes; tenía una economía básicamente agraria y con escaso das ligadas por lazos familiares, llamados zaibatsu, que favorecieron la concen-
desarrollo comercial. tración económica. El cambio en la economía y en las bases tecnológicas gene-

C
Hacia mitad del siglo XIX, la sociedad de los Tokugawa comenzó a entrar en ró quiebres en el desarrollo y en el intercambio comercial, ya que se había

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


crisis ante el renovado contacto con la cultura europea, que esta vez incluía a constituido una economía en la que coexistían los sectores modernos con los
comerciantes, diplomáticos y soldados. Las potencias capitalistas occidentales tradicionales.

.
se estaban expandiendo económicamente por el mundo, y el retraimiento japo- El desarrollo económico tuvo un corolario militar. Japón venció en sucesivas

D
nés era anacrónico para la nueva situación. Estados Unidos, Inglaterra, Francia, guerras a China (1894-1895) y a Rusia (1904-1905). En forma paralela, Japón
Rusia, Holanda y Portugal presionaron para que se abrieran los puertos, y logra- crecía a expensas de Alemania y otras potencias, mejorando su situación comer-
ron una reducción arancelaria para poder ingresar sus productos. En 1863, los cial y ocupando territorios estratégicos, pero esta expansión entraba cada vez

D
británicos llegaron a instalar una pequeña base militar. De este modo, las poten- más en conflicto con los países occidentales más poderosos. De este modo, los
cias industriales establecían la división internacional del trabajo para introducir militares comenzaron a constituirse como un sector diferenciado.
los excedentes fabriles. Para pagar esas importaciones, el país se endeudó con La participación de Japón en la Primera Guerra Mundial no afectó la actividad

A
los centros financieros europeos. económica. La expansión japonesa se basó en la exportación de productos
La Restauración Meiji impulsó la creación de un Estado nacional unificado industriales hacia los mercados que habían dejado de ser abastecidos por las
simbolizado en la figura del emperador y generó una serie de reformas para potencias europeas en guerra, en particular, los mercados asiáticos. La industria

L
insertar la economía japonesa en el capitalismo mundial. El emperador se con- textil (algodón, seda) se consolidó como la actividad más dinámica y junto al
virtió en símbolo de la unidad nacional y el Estado. Avanzando sobre los desarrollo de la navegación comercial permitió un aumento sostenido de la
tradicionales poderes locales, obtuvo consenso para impulsar una serie de re- inversión interna y el crecimiento industrial. La exportación de productos texti-

I
formas: una reforma agraria que benefició a los grandes y medianos propietarios les y el acceso de capitales extranjeros fueron los principales medios para

F
en detrimento de la aristocracia feudal y los pequeños campesinos; la abolición financiar el desarrollo del país a fines del siglo XIX y principios del XX.
de los gremios; la introducción de un sistema fiscal racional y moderno como Durante los años 20, Japón persistió en esta línea, lo que produjo cambios
medio indispensable para equilibrar el incremento del gasto público, inevitable importantes con la consolidación de la industria pesada como sector más diná-
en un período de centralización administrativa y de consolidación del aparato mico de la economía caracterizada por la coexistencia de grandes empresas


estatal. El Estado garantizó el financiamiento de las actividades industriales y de controladas por los zaibatsu, basadas en la utilización racional de tecnología,
las exportaciones; en 1902, por ejemplo, se crearon el Banco Industrial y una recursos financieros y capital humano, y numerosas pequeñas y medianas em-
serie de instituciones financieras en el plano nacional y local. presas, subcontratistas que empleaban mano de obra en abundancia y bienes de
El rol del Estado en materia económica fue clave en esta etapa, ya que reempla- equipo relativamente obsoletos.
zó el escaso desarrollo de una burguesía industrial nacional, y asumió todas las Hacia la década del 20, la economía japonesa tuvo un mayor grado de depen-
iniciativas, financiando la mayoría de las operaciones comerciales. Las distintas dencia de los países proveedores de materias primas, especialmente de China,
empresas textiles fueron fundadas por el Estado. Además, se inició la produc- que se había convertido en el principal abastecedor de hierro, carbón, fibras de
ción en astilleros, fundiciones, arsenales, en industrias textiles, en fábricas de algodón, seda en rama, y era al mismo tiempo el mercado más importante para la
maquinarias, de productos químicos, cemento, cerveza, azúcar, la extracción de producción textil japonesa.
238 | FERNANDO PITA LA INDUSTRIALIZACIÓN DE JAPÓN... | 239

El crecimiento industrial también comenzó a reflejarse en el aumento de la tico fue la ocupación del territorio por parte de los países triunfantes que quedó
masa de trabajadores empleados por las grandes empresas, aunque la legislación a cargo de la Comandancia Suprema de las Potencias Aliadas bajo el mando del

M
laboral y la sindicalización no tuvieron el mismo grado de desarrollo. La década general estadounidense Douglas MacArthur, que estableció en 1945 una nueva
del 20 fue escenario de mayores presiones sobre el gobierno para conseguir Constitución que incluyó un artículo (el 9º) por el cual Japón renunciaba a la
mejorar las condiciones materiales de vida de los obreros. guerra y al mantenimiento de fuerzas de tierra y mar.
Por su parte, la estructura económica agraria no se había desarrollado al mismo La intervención se propuso eliminar los zaibatsu para desconcentrar la econo-

O
ritmo que la industria. Además, los agricultores se iban transformando en arren- mía, y se aprobó una ley que limitaba la posibilidad de formar monopolios.
datarios de los terratenientes, desenvolviendo técnicas intensivas y pagando También se impulsó una reforma agraria para aumentar la producción y la tierra
rentas en especie cada vez más altas. Esta situación se agravó con el aumento cultivada. Para cumplir este objetivo se intimó a los terratenientes a vender sus
de la importación de alimentos. propiedades improductivas y se eliminó el cobro de rentas en especie.

C
La depresión del 30 también sacudió a Japón, pues acentuó los problemas Hacia 1949, un banquero de Detroit, Joseph Dodge, ligado directamente al

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


de desempleo y sobrepoblación. La quiebra de empresas y la consecuente presidente estadounidense Harry Truman, controló la inflación al costo de una
pauperización de los sectores campesinos profundizaron los problemas so- mayor recesión económica, fijando un tipo de cambio; 1 dólar = 360 yenes,

.
ciales. El abandono del patrón oro y la devaluación del yen en 1932 le permitiéndole al Japón, al tener su moneda devaluada, precios más competitivos

D
permitieron a Japón vender a precios competitivos en el mercado mundial. para los mercados externos. Esta tasa fija recién se cambió en 1971, cuando se
La Ley de Control de las Grandes Industrias posibilitó su fusión, generando revalorizó la moneda japonesa. Sin embargo, no podemos limitar a la política
una recuperación económica que perjudicó a las empresas pequeñas y a los monetaria los antecedentes del crecimiento económico japonés

D
consumidores. El contexto internacional de Guerra Fría entre los países capitalistas occidenta-
Los gobiernos autoritarios de la época aceleraron la tendencia militarista de les encabezados por Estados Unidos y los países del bloque soviético constitu-
incursionar en Asia Oriental. El Estado militarizado y la participación en la ye el marco central que permite entender la evolución económica de Japón. La

A
guerra con China, Rusia y posteriormente en la Segunda Guerra Mundial proclamación de la República Popular de China por el líder comunista Mao Tsé
profundizaron la tendencia a la planificación económica para impulsar el cre- Tung en 1949 y el inicio de la guerra de Corea en 1950 llevaron a que se
cimiento. Japón experimentó un sistema político con tendencias cada vez más repensara el rol de Japón como aliado clave en calidad de muro de contención

L
autoritarias y desarrolló políticas coincidentes con el fascismo. Participó como contra el avance del comunismo en la región. El papel jugado por la interven-
aliado de los países fascistas más importantes de entonces, Alemania e Italia, ción estadounidense a través de la Comandancia Suprema de las Potencias
en una guerra que le ocasionó importantes pérdidas materiales y humanas. Aliadas para favorecer el desarrollo japonés fue fundamental. Al mismo tiempo,

I
Durante el desarrollo del conflicto, la Ley de Movilización General concen- era un mercado potencial para las mercancías de EE.UU. a través de sus em-

F
tró la dirección de los temas fiscales y económicos, a través de la Junta presas como productos agrícolas y petróleo. Hacia 1949, la intervención impul-
Planificadora. El gobierno tenía mandato exclusivo para dirigir el desarrollo sa un programa económico de extrema austeridad llamado Plan Dodge que
económico, imponiendo el control de los precios y la distribución y decidien- pretendía frenar la inflación mediante el equilibrio presupuestario y el aumento
do el trabajo obligado. de los impuestos. La introducción de tecnología de avanzada y capital estado-


unidense buscaba que Japón se convirtiese en el ariete del comercio con el
sudeste asiático.
2. El contexto político-social de posguerra La institucionalización del nuevo escenario político se plasmó con la firma de
tratados de reparación con otros países que también habían sido ocupados por
Los días 6 y 9 de agosto de 1945 por orden del entonces presidente estadouni- las tropas de ocupación como Indonesia, Birmania y Filipinas. Para desarmar los
dense Harry Truman se lanzaron dos bombas atómicas en las ciudades japone- restos del imperio japonés, la intervención estadounidense impulsó contradic-
sas de Hiroshima y Nagasaki. Estos ataques pusieron fin a la Segunda Guerra toriamente medidas aperturistas como la reforma agraria, la disolución de los
Mundial y decretaron la derrota de Japón que sufrió la muerte de más de 3 zaibatsu y la promoción del sindicalismo. A través de los decretos sobre Sindi-
millones de personas. La consecuencia inmediata de este nuevo escenario polí- catos (1945) y sobre Relaciones Laborales (1946) que permitieron a los trabaja-
240 | FERNANDO PITA LA INDUSTRIALIZACIÓN DE JAPÓN... | 241

dores el derecho a organizarse y tener derecho a la huelga. La ocupación esta- nes conjuntas, aunque las negociaciones eran llevadas a cabo por cada sindicato
dounidense impulsó el desarrollo de un régimen político liberal bajo el control particular. Las organizaciones sindicales más poderosas para acordar en mejores

M
del Partido Liberal Democrático (PLD). Paralelamente, el gobierno de EE.UU. condiciones conformaron un Comité de Lucha de la Primavera en 1955 deno-
tuvo el derecho de utilizar militarmente el territorio japonés, estableciéndose minado Shunto. Para contrarrestar el avance sindical, las empresas apoyaron la
en Okinawa su base militar más importante en el exterior. conformación de la Confederación del Trabajo (Domei) que propiciaba la con-
Se firmó así el Tratado de San Francisco de 1952, por el cual Estados Unidos se ciliación de clases. Se fue imponiendo un esquema que los intereses de los

O
retiró de Japón, y se dio marcha atrás en la disolución de los zaibatsu. Con la trabajadores se canalizaran individualmente y para mantener su puesto de traba-
guerra de Corea, el artículo 9 fue quedando en desuso, y se constituyó la jo debería aumentarse los niveles de productividad potencializando la compe-
Reserva Nacional de Policía y el Comité de la Producción de Defensa. Poste- tencia con sus compañeros y limitando la posibilidad de realizar quejas. La
riormente, Japón prestó ayuda tecnológica en las guerras de Corea y Vietnam. derrota sindical y la imposición del sindicalismo por empresa fueron factores

C
El desarrollo sindical tuvo como base en la conformación de Comités de Taller centrales para el posterior desarrollo del sistema toyotista.

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


a nivel regional que impulsaba el control obrero de la producción. Su posterior
organización nacional estructuró la creación de Confederación de Sindicatos de

.
Industria (Sambetsú), dirigida por comunistas, que pasan de tener escasos 3. El desarrollo de posguerra: el proteccionismo industrial

D
adherentes en 1945 a una organización de 1.600.000 a fines del 46. La respuesta
del gobierno japonés, con el aval de la ocupación estadounidense, fue declarar Uno de los aspectos salientes del modelo de crecimiento japonés de posguerra,
ilegal el control de la producción fabril generando un proceso de luchas obre- es la fuerte inversión estatal en educación. Agnus Madison (1971: 100) señala al

D
ras que tiene su punto culminante en la convocatoria para el 1° de febrero de respecto: “La experiencia de crecimiento explosivo ha creado algunas caracte-
1947 con una huelga general. El general Douglas MacArthur, comandante de rísticas útiles que pueden ayudar a Japón a mantenerse en una vía de alto
las fuerzas de ocupación, prohibió la realización de esa medida de fuerza, desarrollo, mayor todavía del que pudo haber alcanzado sin un impulso previo.

A
iniciándose la “purga roja” que afectaba a todos los simpatizantes comunistas La economía está sintonizada ya con el crecimiento rápido en muchos aspectos
y debilitaba a la Sambetsú. importantes. La inversión es muy alta, la educación y los servicios de adiestra-
Luego de la ocupación militar, se instauró un sistema político que se sostu- miento están dirigidos a producir nuevas habilidades en gran escala, los trabaja-

L
vo desde 1955 hasta la década del 90, hegemonizado por el Partido Liberal dores están acostumbrados a nuevos trabajos y no tienen una mentalidad res-
Democrático (PLD) financiado por las corporaciones empresariales y apo- trictiva, los vendedores al por mayor y al por menor están acostumbrados al
yado por el opositor Partido Socialista Japonés (PSJ), y tuvo como sostén rápido crecimiento de las ventas, los consumidores tienen el hábito de hacer

I
electoral a las bases sindicales. Hasta la ocupación militar, el sindicalismo aumentar con mayor rapidez su gasto”.

F
japonés estaba hegemonizado por el Partido Comunista Japonés (PCJ), que La combinación de varios factores: a) un rol específico del Estado, a través
en el nuevo contexto político de posguerra fue fuertemente perseguido en del Ministerio de Comercio e Industria (MITI) y de una burocracia estatal
el terreno político y sindical. El nuevo modelo económico exigía un sindi- altamente especializada y siempre en estrecha relación con los grupos econó-
calismo moderado y organizado por empresas, que terminó micos más destacados; b) el sistema político, principalmente a través del Par-


institucionalizándose en 1950, cuando se fundó el Consejo General de Sin- tido Liberal Democrático (PLD), y c) el contexto internacional caracterizado
dicatos de Japón (Sohyo) por la Guerra Fría, devienen centrales para entender el modelo económico
Ante los intentos gubernamentales y empresariales de impulsar la japonés de posguerra.
“racionalización”, los aumentos de los ritmos de producción, las horas extra La intervención estatal también se manifestó a través del Banco de Japón, que
obligatorias, la rotación del personal sin acuerdo sindical y los despidos, se garantizó constantemente el nivel de liquidez compatible con la necesidad de
profundizaron los conflictos sindicales. Las huelgas más importantes se desa- expansión de los grandes bancos comerciales y de toda la economía. Los fun-
rrollaron con los trabajadores, los mineros, de la energía eléctrica y automotriz cionarios que administraban el control de cambios y las leyes de inversiones
que fueron derrotadas por las corporaciones empresariales que se impusieron extranjeras supervisaban los acuerdos de importaciones tecnológicas, reducien-
mediante la represión estatal. Sin embargo, los trabajadores retomaron las accio- do las cláusulas restrictivas como las que limitaban los derechos de las empre-
242 | FERNANDO PITA LA INDUSTRIALIZACIÓN DE JAPÓN... | 243

sas japonesas para exportar bienes producidos con patentes extranjeras bajo En este período, las importaciones sustitutas fueron marginales y se
licencia. inició un proceso de proteccionismo de aprendizaje, apostando a las

M
Los objetivos que se trazaron con el nuevo modelo hacían hincapié en el proyecciones del mercado mundial a largo plazo. Fernando Fajnzylber
cambio tecnológico que se centralizó en la producción de televisores, radios (1984: 144) considera: “En el período de auge, Japón importa casi exclu-
motocicletas, cámaras fotográficas y construcción de barcos; después Japón se sivamente lo que no puede o no desea producir en ese momento. Es
fue transformando en líder en la automatización y en la utilización de robots en revelador el hecho de que en los modelos econométricos diseñados

O
la producción industrial. Los países occidentales consideraron que este impul- para analizar la evolución económica de la posguerra en el Japón no se
so industrial japonés tuvo como política fundamental la copia de modelos y el haya considerado la influencia de los precios relativos sobre el volumen
espionaje industrial. El aumento de los bienes de capital fue el propósito cen- de las exportaciones”. Este proceso fue conducido por grupos locales
tral de la estructura de las exportaciones; al mismo tiempo, la producción japo- en estrecha relación con el Estado –a través del Ministerio de Comercio

C
nesa de bienes sintéticos redujo la demanda de materias primas. La fuerza e Industria–, y basado en el desarrollo de la industria química y

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


equilibradora de la política económica y la reacción positiva de la estructura metalmecánica. La estrategia principal de esta política fue ganar a largo
salarial condujo a un desajuste, aunque en líneas generales la balanza comercial plazo el mercado mundial. Sobre esta base estable se integraba

.
no tuvo problemas de superávit o déficit. selectivamente la matriz de las relaciones interindustriales.

D
Las fluctuaciones de las importaciones (algunas de ellas, como las automovilís- Fajnzylber (1984: 235) sostiene: “La potencialidad del programa japonés parece
ticas, estaban restringidas) contrastaban con el rápido y continuo crecimiento de residir, al menos parcialmente, en la rapidez con que la innovación en el ámbito
las exportaciones, produciendo variaciones cíclicas en las balanzas de pagos. de los componentes se difunde a la industria de bienes de capital y, por esta vía,

D
Para mantener alta la demanda, las políticas estatales fueron lo suficientemente al aparato productivo en su conjunto, lo que incide directamente sobre la
amplias en materia monetaria y de controles directos, además, se redujeron los competitividad internacional de ese país. En el ámbito estricto de la automatización
impuestos para neutralizar el aumento de la recaudación fiscal. A diferencia de y particularmente de la utilización de robots en la producción industrial, se

A
los países europeos, las diversas políticas gubernamentales japonesas le permi- observa que el Japón exhibe un cierto liderazgo”.
tieron una mayor diversidad de opciones para la estabilización del desarrollo Ojimi, el viceministro de Industria de aquella época, señalaba: “El MITI
económico. Japón orientó sus estrategias económicas para ganar a largo plazo decidió establecer en el Japón industrias que requerían la utilización intensi-

L
nuevos mercados mundiales. Estas estrategias fueron motivo de colisiones con va de capital y tecnología, y que considerando los costos comparativos de
Estados Unidos, que presionó para que Japón abriera sus fronteras a las impor- producción resultarían en extremo inapropiadas para el Japón. Se trataba de
taciones. industrias como la del acero, refinamiento de petróleo, petroquímica, auto-

I
Los zaibatsu volvieron a ser centrales, aunque el control familiar ya no era tan motriz, aérea, maquinaria industrial de todo tipo y electrónica, incluyendo

F
fuerte como antaño. Ante la apertura económica y la competencia extranjera, los computadoras electrónicas. Desde un punto de vista estático y a corto plazo,
gobiernos propiciaron la fusión de las empresas y una mayor ligazón entre la alentar tales industrias parecería entrar en conflicto con la racionalidad eco-
industria y la banca. nómica. Pero, considerando una visión a más largo plazo, estas son precisa-
Si bien el nivel de productividad era más bajo que el de los países europeos, la mente las industrias donde la elasticidad de la demanda del ingreso es ma-


brecha entre la tecnología y la explotación económica posibilitó crecimientos yor, el proceso tecnológico más rápido y la productividad de mano de obra
explosivos. Esta situación se vio favorecida por la capacidad de movilizar capi- se eleva más rápidamente. Estaba claro que sin estas industrias sería difícil
tal y mano de obra calificada. Ante una mano de obra elástica, el aumento emplear una población de cien millones y elevar su nivel de vida para igua-
salarial fue más lento que los niveles de productividad, creciendo la competitividad lar al de Europa y Norteamérica únicamente con industrias ligeras; para bien
económica. o para mal, el Japón tenía que tener industria química e industria pesada”
Por otra parte, las ganancias de las corporaciones fueron elevadas debido a que (citado por Fajnzylber, 1984: 144).
el Estado recibió ahorros privados mediante el Banco de Ahorro y Seguros En síntesis, para comprender el crecimiento “explosivo” de Japón a partir de
Postales que fueron canalizados nuevamente al sector privado permitiendo 1950 debemos tener en cuenta los distintos elementos que condicionaron el
incentivos fiscales para la reinversión. proceso económico:
244 | FERNANDO PITA LA INDUSTRIALIZACIÓN DE JAPÓN... | 245

1. La hegemonía de Estados Unidos y la expansión del comercio mundial le 4. El toyotismo


permiten a Japón colocar sus exportaciones y pagar las importaciones de

M
materias primas (petróleo, tecnología). La mayoría de los autores consideran que el toyotismo “da vuelta” por un
2. El bajo costo de la mano de obra proveniente del sector agrícola garantizó lado, la concepción central del taylorismo-fordismo en el cual las máquinas
la elasticidad de la oferta y favoreció un crecimiento de los salarios por controlaban el ritmo de la producción y donde la gestión de la producción
debajo de la productividad. estaba a cargo de la gerencia administrativa, y por otro, la estrategia de

O
3. El movimiento sindical japonés de posguerra perdió su capacidad de impug- comercialización masiva de producción estandarizada adaptándola a merca-
nación a través de una serie de acuerdos con las grandes empresas. El dos más acotados.
empleo de por vida garantizado y las escalas salariales por antigüedad neu- Sin embargo, no todos definen el toyotismo del mismo modo. Desde una pers-
tralizaron la acción sindical. Ichiyo Muto (1996: 75) señala: “[El] empleo de pectiva crítica, Oscar Martínez (1997: 5) considera: “El toyotismo significa una

C
por vida fue un compromiso que firmó la patronal con los trabajadores de la continuidad y una profundización de las formas históricas que toma el proceso

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Toyota a cambio de que estos aceptasen el despido de 1.600 trabajadores, de trabajo bajo el capitalismo. Es así que no desaparecen, sino que aumentan la
por medio del cual la patronal se comprometía a no despedir hasta su jubila- subordinación del trabajador a la maquinaria y al plan empresario, la descalifica-

.
ción si el trabajador aceptaba los nuevos métodos de organización del traba- ción del trabajo, y la expropiación del saber obrero (aunque ahora aparezca en la

D
jo que se desarrollan a partir del Círculo de Calidad Total”. superficie, por ejemplo, como entrega voluntaria del saber a través de los círcu-
4. Los bajos niveles de consumo favorecieron un elevado nivel de ahorro y un los de calidad), todos los elementos inherentes al desarrollo del proceso pro-
alto índice de inversión. ductivo en el capitalismo”.

D
5. El crecimiento de las exportaciones fue acompañado de un desarrollo del También se utiliza otro concepto para definir los nuevos procesos de trabajo:
mercado interno. automatización flexible y programada. Del mismo modo que se asocia al esque-
6. El rechazo de una estrategia de crecimiento basada en las “ventajas compa- ma del taylorismo-fordismo con el Estado de bienestar keynesiano, podemos

A
rativas”. Se buscó consolidar un polo “novedoso” para lo cual resultó estra- establecer que este nuevo modelo se basa en la infraestructura mínima del
tégica la participación del Estado (fundamentalmente a través del Ministerio Estado neoliberal. Incluso, la automatización es considerada para afirmar el fin
de Comercio e Industria) que durante muchos años operó como mecanismo del trabajo, o el fin de la clase obrera. Autores como André Gorz, Claus Offe y

L
de compensación de las deficiencias del mercado. Jürgen Habermas, entre otros, entienden los cambios “como causa de la crisis
7. El desarrollo de un sistema educativo de alta calidad que permitió la forma- ‘explicativa’ de la teoría del valor o como evidencia del reemplazo del trabajo
ción de cuadros dirigentes y una mano de obra altamente calificados. por la ciencia” (Miguel Mazzeo, 2003: 64 y 65).

I
8. Al comenzar el proceso de modernización de posguerra se utilizaron los En cambio, Ricardo Antunes (1999: 12 y 13) señala que el capital necesita

F
recursos tecnológicos provenientes de Estados Unidos y de otros países “...encontrar una fuerza de trabajo aun más compleja, multifuncional, que debe
occidentales pero el Estado japonés ejerció un control férreo sobre los ser explotada de manera más intensa y sofisticada”.
pagos en conceptos de patentes y royalties. Paralelamente se fue dando un El ingeniero Taichi Ohno, de la fábrica Toyota, planteaba que los dos pilares de
incremento constante de los gastos orientados a la investigación y al desa- este modelo están en la producción en el momento preciso y en la autoactivación


rrollo científico-técnico que erosionó la dependencia inicial. de la producción (trabajo sin errores), a partir de “la necesidad particular en que
9. La supervivencia de elementos tradicionalistas –como la veneración por se encontró Japón de producir pequeñas cantidades de muchos modelos de
la autoridad y las jerarquías– redundó en una subordinación pasiva al productos (...) Mientras el sistema clásico de producción planificada en serie es
orden social existente y fueron plenamente funcionales a la estrategia de relativamente refractario al cambio, el sistema Toyota, por el contrario, resulta
expansión. ser muy elástico; se adapta bien a las condiciones de diversificación más difíci-
les” (Ohno, citado por Coriat, 1992: 20).
Después de la Segunda Guerra Mundial, la empresa Toyota –que hasta enton-
ces se había dedicado a la industria textil–, decidió cambiar de rubro y comenzó
a fabricar automotores. A pesar del cambio de área productiva, el nuevo modelo
246 | FERNANDO PITA LA INDUSTRIALIZACIÓN DE JAPÓN... | 247

de organización fabril –estudiado por Ohno a partir de la experiencia de los De este modo, la “escuela japonesa” está basada en dos principios: a) el chido-
repositores en los supermercados estadounidenses– había empezado a desarro- ka, que consiste en la organización concebida sobre la base de grupos

M
llarse en la industria textil. multifuncionales que administran la calidad en los puestos de trabajo, para ha-
La realización de este esquema postulaba la reducción de equipo y de perso- cer las cosas bien en el primer intento; y b) el justo a tiempo (just in time), que
nal para satisfacer la demanda diaria o semanal, partiendo de las existencias significa programar la producción a partir de lo que se ha vendido, es decir, no
para revelar lo superfluo y racionalizar la producción, conformando una fá- producir para vender, sino vender y luego producir.

O
brica distinta de los modelos del taylorismo y el fordismo que cambiaba la Coriat explica que este modelo requiere inversiones extremadamente fuertes
organización del trabajo para adaptarla a las necesidades del mercado. El en recursos humanos para calificar a la gente, obteniendo trabajadores multi-
toyotismo realiza el proceso inverso, adaptando su producción a las ventas. funcionales y polivalentes, características centrales para instituir el chido-ka y
Kiichiro Toyoda (citado por Coriat, 1992: 20), primer presidente de la empresa el justo a tiempo. Otro elemento importante de este sistema lo constituyen las

C
había señalado “lo ideal sería producir justo lo necesario y hacerlo justo a formas de salario basadas en el tiempo pasado dentro de la empresa, vincula-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


tiempo”. do a la calificación y antigüedad, ya que todo asalariado tiene una carrera
Adolfo Dorfman (1992: 101) señala: “Se tiende a tamaños económicos más salarial que progresa sin detenerse y está garantizada. Además, el tiempo pasa-

.
reducidos (a la desgigantización), para responder con mayor prontitud, y do en la empresa se paga porque es calificación suplementaria denominada

D
menor costo, a las variaciones de una demanda inestable, volátil, diferen- “autoaprendizaje permanente”. El salario por antigüedad y la baja tasa de
ciada. Al mismo tiempo, se afirma la tendencia ya iniciada en el ciclo desempleo serían, de este modo, uno de los pilares del crecimiento de pos-
anterior, de realizar en secciones separadas o en unidades distintas aque- guerra de la economía japonesa que permitieron un fuerte desarrollo del

D
llas partes del proceso que se presten a tal tratamiento. De allí surge la mercado interno.
relocalización, dentro del mismo país o en territorios extranjeros, de las A grandes rasgos, hay dos posturas con respecto al toyotismo: quienes lo consi-
distintas operaciones industriales”. deran un método progresista y democrático de producción, y quienes plantean

A
Un elemento central es la pérdida de la especialidad profesional para trans- que es un desarrollo empresario que comienza en Japón con despidos masivos,
formar a los obreros en polivalentes, logrando el objetivo de disminuir su represión y destrucción de sindicatos, cuyo objetivo responde a una búsqueda
poder e incrementar la intensidad de su trabajo. Además, el nuevo sistema empresarial de mayores ganancias y productividad, con el intento de debilitar y

L
permite descentralizar parte de las tareas de planificación e integrar las de someter a los trabajadores.
control de calidad de los productos a la tarea de fabricación. La descentraliza-
ción productiva también se expresa en la “externalización” de ciertos trabajos,

I
generando mecanismos de subcontratación de tareas, que son institucionalizados 5. El estancamiento de la economía japonesa: algunos comentarios

F
y jerarquizados. La Toyota trabaja con stocks de dos horas garantizando una finales
fábrica casi desierta, trasladando los problemas afuera de la fábrica.
Coriat (1997) analiza tres modelos de organización de la producción so- Las consecuencias de la crisis del 70, resultado de la combinación del estanca-
bre la base del concepto de tipo de implicación. Este es entendido en miento económico y la inflación, afectaron relativamente a Japón con una caída


función de la relación con los trabajadores. Considera al escenario japo- del nivel de crecimiento, calculándose que a partir de la recesión de 1973, la
nés como implicación incitada a largo plazo, o estimulada, porque plan- tasa anual media de crecimiento del producto interno bruto de Japón (3,2%) fue
tea la necesidad de alentar la producción mediante una serie de estrate- notablemente inferior al 9,5% registrado en los dos decenios anteriores; volvió
gias para atraer al trabajador para que aumente su rendimiento producti- a crecer moderadamente a partir de 1978 (4%). Sin embargo, paradójicamente,
vo y participe en las propuestas de búsqueda de mayores niveles de superaba en un 5 por ciento al resto de los países desarrollados. Si bien Japón
competitividad de la empresa. El objetivo es la búsqueda de mayor pro- tenía una posición relativamente sólida respecto a los otros países industriales
ductividad y calidad aprovechando al máximo los recursos tecnológicos, avanzados, al mismo tiempo el aumento del precio del petróleo marcó un ele-
humanos y la demanda del mercado. mento de debilidad estructural en su economía.
248 | FERNANDO PITA LA INDUSTRIALIZACIÓN DE JAPÓN... | 249

La economía japonesa, luego de volver a crecer en la década del 80, insertarse en el mercado mundial a través del sector petroquímico. La escasez
pasó por una etapa caracterizada primero por el estancamiento y pos- de energía obligaba a planificar ahorros en dicha área y buscar la diversificación

M
teriormente por la recesión económica. Para comprender esta situa- de las fuentes de abastecimiento.
ción, la mayoría de los análisis hace mención a dos fenómenos que A grandes rasgos, la petroquímica y la siderurgia fueron los sectores de la
ocurrieron a fines de dicha década: a) la “burbuja” financiera, y b) la economía que jugaron un rol fundamental en la transformación industrial del
relocalización de empresas. El surgimiento de la especulación finan- Japón en la posguerra. La adecuación de estas áreas a las condiciones interna-

O
ciera se generó gracias al excedente del capital proveniente del supe- cionales, acomodándose los nuevos patrones tecnológicos a las nuevas situa-
rávit económico que fue destinado por los bancos a la compra de ciones energéticas, exportando servicios de ingeniería y el deslizamiento hacia
tierras y acciones. Por otro lado, el desplazamiento de la producción productos de mayor multiplicidad tecnológica, fueron objetivos prioritarios de
hacia otros países, fundamentalmente de empresas que competían con las políticas estatales.

C
productos extranjeros a Estados Unidos y al Este asiático debido a la El proteccionismo europeo y el estadounidense provocaron la internacionaliza-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


necesidad de bajar los costos, la fortaleza de su producción y el eleva- ción de la producción automotriz como nueva estrategia industrial japonesa. Sin
do crecimiento de los países asiáticos generó un aumento del índice embargo, hacia la década del 80 el interés central de la expansión se focalizó en

.
de desempleo, y en consecuencia una disminución del salario real, uno los sectores de alta tecnología intensiva, entendiendo que la incorporación de

D
de los pilares del modelo de posguerra. Al mismo tiempo, un dato desarrollo tecnológico a la producción industrial era trascendental como alter-
importante es que en la década del 90 entró en crisis el sistema políti- nativa, dada la escasez de materias primas locales y el aumento de la competen-
co de posguerra tras la derrota y fraccionamiento del dominante Parti- cia de los países asiáticos que habían crecido de la mano de Japón.

D
do Liberal Democrático que había sido pieza fundamental del engra- El MITI planteó como estrategia favorecer los esfuerzos cooperativos entre las
naje del crecimiento de Japón. empresas japonesas en el área de investigación y desarrollo para impulsar la
El crecimiento industrial de Japón y de los países del sudeste asiático y las informática. Se buscaba incitar la utilización de equipos en los sistemas públi-

A
difíciles relaciones con Estados Unidos y China generaron un nuevo escenario, cos centralizando sus compras para las dependencias estatales; de este modo, se
el cual se expresó en el aumento del gasto en defensa. A mediados de 1978 se proyectaba apoyar la expansión de un mercado interno para los productores
aprobó una ley destinada a apoyar a las “industrias estructuralmente deprimi- locales.

L
das”, es decir, a la producción de ácido fosfático, de acero con horno eléctrico, Estados Unidos generó el desarrollo tecnológico básico en la microelectrónica
hierro, silicón, fundiciones de aluminio, fibra sintética, hilados, amoníaco, urea, que luego se trasladó a Japón y a otros países asiáticos, donde se aplicaron en
clorovinilo, cartón y a la industria naval. bienes de consumo (relojes, calculadoras), ingresó en la ingeniería de fabrica-

I
Además, esta ley planteaba: a) Un programa básico de estabilización preparado ción (líneas de montaje de la industria automotriz) y en la ingeniería de produc-

F
por el MITI para cada una de las ramas, en consulta con un consejo asesor, en ción (dispositivos eléctricos para el ahorro de combustible en los vehículos).
el cual había representantes del sector industrial. Tenía como propósito lograr Esta propagación de las transformaciones tecnológicas en el área de la
un equilibrio entre la demanda y la oferta en un período de tres a cinco años, y microelectrónica, en la producción de bienes de capital y en el conjunto de las
regular las nuevas capacidades. b) La cartelización de los sectores afectados actividades económicas fue el resultado de las características centrales de la


con el objetivo de eliminar el exceso de capacidad instalada, restringiendo las industria japonesa: un sistema autosuficiente e integrado.
nuevas instalaciones, tratándose de un caso especial porque la ley “antitrust” Del mismo modo, las políticas estatales a través del Ministerio de Salud fueron
prohíbe la formación de carteles, favoreciendo la medida a través del MITI. c) sistemáticas para renovar tecnologías en las áreas críticas del sector farmacéuti-
El porcentaje de eliminación de la capacidad ociosa y la diversificación de las co, que se complementaron con la fijación de precios. Este sector no necesita
empresas hacia otras actividades fue financiado por el Banco de Desarrollo con una aplicación intensiva de materias primas, pero sí de alto valor agregado,
tasas preferenciales de interés (Fajnzylber, 1984: 248). generando mayores oportunidades para el personal calificado. Una característi-
El sector siderúrgico buscaba elevar la eficiencia en la utilización de energía, ca general que abarca a toda la industria japonesa es que luego de lograr la
una mayor utilización de tecnologías complejas y acentuar las divisiones de consolidación interna y la competitividad internacional, comenzó un proceso de
ingeniería de las empresas para aumentar la exportación. Japón comenzaba a internacionalización de la producción.
250 | FERNANDO PITA LA INDUSTRIALIZACIÓN DE JAPÓN... | 251

En síntesis, las distintas políticas industriales coinciden en el énfasis puesto en El ciclo de la economía mixta en el capitalismo central
la producción con tecnología intensiva, la exportación de servicios de ingenie-
(1945-1973)

M
ría y a largo plazo, y la internacionalización de la producción, donde se incluye
la posibilidad de asociación con empresas de otros países para la ayuda tecnoló-
gica y el acceso a nuevos mercados.
Ezequiel Sirlin

O
Bibliografía

C
1. Introducción
Antunes, Ricardo, ¿Adiós al trabajo? Ensayo sobre la metamorfosis y el rol central del mundo del trabajo,

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Colección Herramienta, Antídoto, 1999.
Cameron, Rondo, Historia económica mundial: desde el paleolítico hasta el presente, Alianza, 1990.
En el período comprendido entre 1950 y 1973 la economía mundial creció a un

.
Coriat, Benjamin, Pensar al revés, México, Siglo XXI, 1992. ritmo extraordinario. Tanto los países del capitalismo central como los subdesa-

D
Los desafíos de la competitividad, Buenos Aires, Oficina de Publicaciones del CBC, 1997. rrollados del Tercer Mundo y los denominados socialistas del Este europeo
Dorfman, Adolfo, “La industrialización argentina en una sociedad en cambio: Reflexiones registraron avances notorios en sus industrializaciones. Con mayor aceleración, el
sobre nuestro desarrollo industrial en el dinámico contexto económico del mundo”, en mundo se hizo más urbano y menos rural, más internacional en la composición de
Realidad Económica, Buenos Aires, Nº 112, noviembre-diciembre, 1992. capitales, las pautas de consumo, las formas de producir y de contaminar el

D
Fajnzylber, Fernando, La industrialización trunca de América Latina, Buenos Aires, Centro Editor
planeta. El sistema de explotación centro-periferia que había surgido con el ori-
de América Latina, 1984.
Hall, John Whitney, “El Imperio japonés”, en Historia Universal, Siglo XXI, t. 20, 1993.
gen de la “economía mundo” durante el siglo XVI, desde luego mutó otra vez en
sus mecanismos y actores involucrados en cada lugar. Pero, a pesar de la descolo-

A
Holloway, John, “La rosa roja de Nissan”, Cuadernos del Sur N° 7, Buenos Aires.
Ichiyo, Muto, Toyotismo. Lucha de clases e innovación tecnológica en Japón, Buenos Aires, Antídoto, nización que acompañó a este período, no se modificó lo más básico de la rela-
1996. ción entre regiones ricas y pobres: el desarrollo desigual con exportación de
Madison, Agnus, Crecimiento económico en el Japón y en la URSS, Buenos Aires, Fondo de Cultura contradicciones del mundo desarrollado al subdesarrollado.

L
Económica, 1971. Ateniéndonos al capitalismo central, la fase expansiva de posguerra no fue
Martínez, Oscar, “Reconversión y flexibilidad”, en Martínez, Oscar (comp.), Pensando la reconversión: más duradera que el “gran boom” comprendido entre 1850 y 1873; sin embar-
una visión crítica de la flexibilidad y la calidad total, Buenos Aires, CIPES, 1994.

I
go, se destacó de cualquier otro período de prosperidad por una novedad
Martínez, Oscar (compilador), Japón: ¿milagro o pesadilla?, Buenos Aires, Taller de Estudios La-
contundente: nunca antes una bonanza económica había producido una me-

F
borales, 1997.
Mazzeo, Miguel, Dioses fracasados: apuntes sobre los procesos de la globalización neoliberal, Buenos Aires, jora tan visible en el nivel de vida de los trabajadores y sectores medios.
Macchi, 2003. En contraste con los años 30, las economías centrales ingresaron en un
Morishima, Michio, Por qué ha “triunfado” el Japón, Barcelona, Folio, 1997. período de expansión caracterizado por el pleno empleo, el incremento del
Saborido, Jorge y Beremblum, Rubén, Breve historia económica del siglo XX, Buenos Aires, Macchi, consumo y la intervención del Estado para cubrir necesidades de sus pobla-


1999. ciones en vivienda y salud. Ello era posible por la magnitud del crecimiento
Slaugther, John y Parker, Mike, “EE.UU. El trabajo de equipo, ideología y realidad”, en Martínez,
económico, que a su vez descansaba en variables menos ligadas a la
Oscar (comp.), Pensando la reconversión: una visión crítica de la flexibilidad y la calidad total, Buenos
Aires, CIPES, 1994.
institucionalidad política como los avances tecnológicos heredados de la
Tanaka, Michiko, Cambios políticos en Japón: situación y perspectivas, México, Universidad Nacional industria bélica o el espacio de crecimiento adicional que implicaba la re-
Autónoma de México, 1994. construcción de Europa. Sin embargo, en el momento de analizar por qué la
Tavares, María da Conceiçao (con la colaboración de los profesores Hernán Teixeira Filho y prosperidad de posguerra resultó tan efectiva en términos de bienestar so-
Leonardo Burlamanqui), Japón: un caso ejemplar de capitalismo organizado, Comisión Económi- cial debemos centrar la atención en el papel de los Estados.
ca para América Latina y el Caribe (CEPAL), 1993. Más allá del grado de incidencia que se les adjudique con respecto a lo estable
Watanabe, Ben, “Organizar lo desorganizado”, en Periferias, N° 2, Buenos Aires, 1997. que resultó el crecimiento, lo cierto es que promediando el siglo, esos Estados
252 | EZEQUIEL SIRLIN EL CICLO DE LA ECONOMÍA MIXTA EN EL CAPITALISMO CENTRAL (1945-1973) | 253

comenzaron a intervenir en la regulación de las economías nacionales como Más allá de las denominaciones, lo que interesa explicar sobre estos programas
nunca lo habían hecho. Casi todas las medidas que implementaron en ese senti- es por qué fueron implementados al mismo tiempo por casi todos los gobiernos

M
do habían sido concebidas en los años 30 como respuesta a la gran depresión, y de posguerra que regían en sociedades capitalistas. Y, más aun, ¿cómo se expli-
más aun durante la Segunda Guerra debido a la necesidad que los gobiernos ca que, perteneciendo muchos de ellos a la tradición política conservadora
habían tenido de comandar la plena utilización de los recursos. Sin embargo, en (Dwight Eisenhower [1890-1969], Charles de Gaulle [1890-1970], Winston
el período que se abre en 1945 las intervenciones fueron cada vez más sistemá- Churchill [1874-1967], Konrad Adenauer [1876-1967]), aceptaran estos avances

O
ticas y audaces, considerando que se implementaban en tiempos de paz. En del control del Estado sobre la actividad económica por ellos canonizada como
países como Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Italia, Japón, la República el ámbito natural de la libre empresa? ¿Por qué priorizaron el pleno empleo y el
Federal de Alemania, los gobiernos de posguerra impulsaron planes que en bienestar de sus poblaciones mediante políticas redistributivas? ¿Cuáles eran
mayor o menor medida contemplaban avances en la planificación estatal sobre los objetivos y los instrumentos principales de una economía mixta funcionan-

C
áreas que antes regulaban los mecanismos del mercado basados en la compe- do en plenitud? ¿Cuáles eran los presupuestos keynesianos que los avalaban

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


tencia económica. Nacionalizaban servicios públicos e industrias de base, apro- desde la teoría económica? ¿Por qué la economía mixta fue exitosa durante las
baban elevados déficits presupuestarios para suavizar las recesiones cíclicas y décadas del 50 y el 60, y por qué entró en crisis a comienzos de los 70? A

.
garantizaban servicios nacionales de salud como jamás lo habían hecho. Los continuación, procuraremos demostrar que tanto el advenimiento de los Esta-

D
parlamentos sancionaron impuestos a la riqueza y un arsenal de medidas ten- dos de bienestar keynesianos como la crisis posterior se debieron a una multi-
dientes a mejorar la situación de los trabajadores dentro y fuera del ámbito plicidad de factores económicos, políticos, sociales e ideológicos que interactuaron
laboral. El objetivo prioritario era garantizar que el crecimiento fuera todo lo en cada momento de un modo distinto.

D
constante que debía ser para evitar el desempleo, y allí donde la dinámica
natural del mercado no aseguraba ninguna de las dos cosas, se profundizaba la
intervención correctiva del Estado avalada por las teorías de John Maynard 2. El advenimiento de la economía mixta

A
Keynes (1883-1946).
El abanico de nuevas instituciones económicas y sociales se hizo tan amplio Vista en perspectiva histórica, la preocupación por el bienestar social que
que surgieron una serie de términos para referirlas. “Estado de bienestar”, caracterizó a los gobiernos de posguerra resulta excepcional. Comparada

L
“Estado interventor” y “Estado keynesiano” aludían parcialmente a los progra- con la indiferencia que frente al desempleo habían tenido los gobiernos
mas económicos y sociales que implementaron los gobiernos de posguerra. Por anteriores a la crisis del 30 y que en cierta forma volverían a tener los
ello, los términos “economía mixta” o “Estado de bienestar keynesiano” resul- equipos neoliberales de los años 80 y 90, resulta inevitable que nos pregun-

I
tan más eficaces para designar a los sistemas económicos que emergieron en los temos por las circunstancias históricas que durante el período que nos ocu-

F
centros del capitalismo a partir de 1945. El primero alude a la coexistencia de pa llevaron a que incluso los gobiernos conservadores de tradición econó-
dos instancias de regulación económica: el Estado y el Mercado como esferas mica liberal priorizaran el pleno empleo tolerando el avance de los contro-
complementarias que intervendrían en la dinamización de la oferta y la deman- les gubernamentales. Para ello es necesario que analicemos la situación in-
da macroeconómicas asegurando el crecimiento y el pleno empleo. El segundo mediatamente posterior a la guerra, comenzando por las enseñanzas históri-


refiere tanto a los programas sociales de redistribución por fuera del circuito cas que había dejado.
productivo (Estado de bienestar) como a los planes de intervención económica A diferencia de la Primera Guerra Mundial, que no había deparado cambios
anticíclica (Estado keynesiano) y permite identificar dos conjuntos de institu- respecto del modo beligerante con que las naciones dirimían sus conflictos
ciones cuyo desarrollo sería dispar luego de la crisis de la economía mixta en desde la época del imperialismo, la Segunda llevó a un replanteamiento. Basta
los años 70.1 comparar las cláusulas asfixiantes que el Tratado de Versalles impuso a Alema-
nia en 1919 con la ayuda económica prevista por el Plan Marshall en 1947 con
miras a lograr una rápida recuperación económica que evitara, mucho más que
1 Véase Ernesto Isuani, “Bismarck o Keynes: ¿quién es el culpable? Notas sobre la crisis de el resurgimiento del fascismo, el fenomenal avance del socialismo. Nadie podía
acumulación”, en El Estado benefactor. Un paradigma en crisis, Buenos Aires, Miño y Dávila, 1995. ignorar que el nazismo y el no menos agresivo fascismo japonés habían surgido
254 | EZEQUIEL SIRLIN EL CICLO DE LA ECONOMÍA MIXTA EN EL CAPITALISMO CENTRAL (1945-1973) | 255

en sociedades desestabilizadas política, social e ideológicamente por la crisis interior de las naciones un conjunto de instituciones solidarias: planes de racio-
económica. Particularmente en Alemania, la depresión del 30 con su catastrófi- namiento, control de precios, impuestos a las ganancias o el reconocimiento

M
co desempleo del 44 por ciento había provocado un aumento del voto obrero estatal del principio “igual salario para igual trabajo”. Si bien muchas de esas
al Partido Comunista y, de manera más decisiva, el apoyo masivo de las clases medidas tendientes a uniformizar el sacrificio habían surgido solo para tiempos
medias (urbanas y rurales) a los planes de Adolf Hitler (1889-1945) basados en de guerra, acabaron generando expectativas en las poblaciones que no se olvi-
el rearme y la expansión territorial. La enseñanza para los gobiernos capitalistas darían de ellas en tiempos de paz. Como era de esperar, desde buena parte de la

O
de posguerra era entonces ineludible: en gran medida, la guerra tenía sus oríge- derecha conservadora se alzaron voces contrarias a las intervenciones
nes en el desastre social que había generado la crisis económica, así como su redistributivas del Estado, pero en la mayoría de los casos tenían pocas chances
consecuencia más notoria era la expansión del socialismo en Europa del Este y de imponer sus criterios, dado que sus portavoces estaban desprestigiados por
en China. la actitud política que habían tenido ante el fascismo. En la República Federal

C
Allí radicó el principal temor que llevó a que los gobiernos capitalistas amplia- de Alemania, nadie podía olvidar todo lo que la derecha tradicional había hecho

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


ran en adelante sus políticas redistributivas. Era el comienzo de la Guerra Fría, para que Hitler llegara al poder, como tampoco el apoyo moral y financiero que
tan estrechamente ligada al auge de la economía mixta como el colapso del los grandes industriales habían prestado al partido nazi. En Francia, los conser-

.
sistema soviético en 1991 estaría ligado al avance de la contrarreforma neoliberal. vadores habían colaborado con el régimen de ocupación alemán, y en Gran

D
En 1947 había quedado constituida la formación del bloque occidental-capita- Bretaña ni la figura de Churchill pudo hacer olvidar la política de entendimiento
lista por un lado y el socialista del Este por el otro, comandados respectivamen- con Hitler que los conservadores habían practicado entre 1933 y 1938. En
te por Estados Unidos y la Unión Soviética. Durante cuatro décadas la compe- Estados Unidos, el prestigio de los republicanos no se encontraba afectado; sin

D
tencia habría de desarrollarse no solo en el terreno militar sino también en el embargo, con la llegada de la administración Eisenhower al gobierno en 1953
económico, político e ideológico. En ese contexto, el objetivo principal de los quedó claro que solo lograrían la aprobación parlamentaria de sus proyectos
gobiernos capitalistas era impedir el avance del comunismo, para lo cual no solo militares en la medida en que aceptaran el incremento de las inversiones socia-

A
contemplaban alianzas militares como la Organización del Tratado del Atlántico les que reclamaba el Partido Demócrata.
Norte (OTAN), sino estrategias preventivas que evitaran el crecimiento de los En cuanto a los factores económicos que explican el consenso obtenido por la
partidos comunistas en el interior de sus países. Como nunca antes, la miseria y economía mixta en la posguerra, nuevamente la experiencia vivida en los años 30

L
la desocupación representaron un peligro para el centro del capitalismo. Parti- resultó fundamental. Por mucho que los economistas ortodoxos siguieran defen-
cularmente en Alemania occidental, donde la competencia con el otro bloque diendo el libre accionar de los mercados, la Gran Depresión había puesto de
era muy intensa, las políticas económicas estaban obligadas a elevar el bienestar manifiesto lo insuficientes que resultaban los mecanismos “invisibles” para supe-

I
de los sectores populares de un modo ostensiblemente superior al que pudie- rar las crisis inéditas que el capitalismo avanzado estaba presentando. Ya no eran

F
ran gozar los alemanes del Este. Era la llamada estrategia “del imán”, en virtud recesiones con efectos revitalizantes para el sistema económico, sino crisis de
de la cual se esperaba que, a largo plazo, el nivel de vida occidental ejerciera un otro carácter que podían hacerlo colapsar, como muchos habían creído que esta-
efecto magnético sobre los habitantes del otro lado de la Cortina de Hierro en ba sucediendo en 1930. En ese sentido, la inacción del gobierno republicano de
el mundo comunista. El costo de incentivar los controles estatales y dar mayor Herbert Hoover (1874-1964) –que entre 1929 y 1933 se había limitado a esperar


cabida a los sindicatos era alto para las fuerzas conservadoras pero siempre un que la crisis se resolviera por la eliminación natural de sectores ineficientes–
mal menor comparado con la amenaza que les significaba el comunismo. ponía de manifiesto los mínimos recursos que el liberalismo económico tenía
Ese era el principal temor y se combinaba con otras circunstancias heredadas para afrontar el nuevo desafío. Superando esa falencia, los experimentos anticíclicos
de la guerra. En los países que habían participado de ella, y más aun en los que de los años 30 constituían toda una base de antecedentes para que los equipos de
habían salido victoriosos, los gobiernos elegidos democráticamente no podían posguerra progresaran en su mejoramiento. El New Deal no solo había aumentado
desentenderse del bienestar más igualitario que reclamaban los pueblos luego las expectativas de millones de estadounidenses en cuanto a las obligaciones del
del sacrificio bélico. Paradójicamente, una guerra tan destructiva y degradante Estado para con la subsistencia de los ciudadanos, sino que había implicado
de la condición humana en la que habían tenido lugar genocidios “tecnificados” avances en puntos concretos como el control de la sobreproducción agrícola
y el lanzamiento de bombas atómicas sobre poblaciones civiles, dejaba para el mediante el subsidio del Estado, el reconocimiento estatal de los sindicatos como
256 | EZEQUIEL SIRLIN EL CICLO DE LA ECONOMÍA MIXTA EN EL CAPITALISMO CENTRAL (1945-1973) | 257

instancia necesaria para el funcionamiento de la economía y el aumento de los sus movimientos de resolución: baja de precios, salarios y costos de produc-
impuestos progresivos con el objeto de financiar obras públicas y asistencia a los ción, aumento del consumo, la inversión y el empleo. De estos principios opti-

M
parados. A su vez, la moderación de Franklin Roosevelt (1882-1945) con respecto mistas se derivaba que si el desempleo persistía era porque los trabajadores y
a la utilización del déficit presupuestario por miedo a la inflación había quedado los sindicatos se negaban a aceptar las reducciones salariales que terminarían
superada por la contundencia con que los gastos militares luego del ataque japo- con la recesión.
nés a Pearl Harbor (diciembre de 1941) activaron la industria pesada allí donde el Todos estos postulados que guiaban a los gobiernos basados en el liberalismo

O
New Deal había fracasado relativamente. Si en tiempos de guerra el Estado podía económico mucho más de lo que ellos eran conscientes serían cuestionados
asegurar una demanda suplementaria que reactivara la inversión y el empleo, por por Keynes al afirmar que las economías avanzadas tendían a una demanda
qué no habría de hacerlo en tiempos de paz, con mayor control de la financiación deficiente que provocaba la mediocridad de la oferta y producía el desempleo
y en industrias más benéficas, como la construcción de viviendas populares. De la crónico. La experiencia histórica indicaba que cuanto más ricas y evolucionadas

C
misma manera, servía como antecedente lo rápido que Hitler había erradicado el fueran esas economías, mayor sería la tendencia de la demanda a resultar defi-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


paro creando una demanda artificial mediante los pedidos estatales a la industria ciente en tanto estímulo a la inversión y a la generación de empleo. En las
de rearme, y el éxito de la planificación soviética que en los años 30 había iniciado economías más ricas –con mucha acumulación de capitales y menos necesida-

.
un despegue industrial mientras el capitalismo parecía desahuciado. des insatisfechas–, la demanda tendía a rezagarse por diversos factores. En

D
En definitiva, los antecedentes disponibles eran muchos y en algunos países primer lugar existía lo que Keynes llamaba la “propensión marginal a consumir”
como en Suecia habían implicado avances en la teoría económica, si bien a motivada en el hecho de que, a diferencia de la gente de menores ingresos, las
ese respecto nada sería tan influyente como el aporte de John Maynard clases medias y altas de una sociedad no gastaban todos sus ingresos sino solo

D
Keynes en su Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, publicada en una parte. Las primeras debido a sus hábitos ahorrativos enquistados en la
1936. Por el modo en que sus propuestas anticíclicas avalaron la economía moral puritana, las segundas porque sus ingresos llegaban a ser tan altos que no
mixta, la influencia de esta obra teórica en la vida de los hombres que podían gastarlos. Siendo así, y no verificándose el postulado clásico según el

A
habitaron el mundo capitalista posterior a la Segunda Guerra Mundial fue cual el capital de los ahorristas tarde o temprano derivaba en inversiones (A =
realmente importante, por muy poco que ellos lo supieran. I), para Keynes las economías capitalistas tendían a un superahorro que, al no
Como suele suceder en las revoluciones científicas, Keynes debió empezar transformarse en inversión, generaba el desempleo de los más pobres. Para

L
refutando los postulados más elementales del paradigma anterior, que en este evitarlo era necesario que el Estado interviniera con instrumentos flexibles que
caso se afirmaba en los economistas clásicos. Aunque algunos de esos axiomas actuaran sobre la demanda, el ahorro y la inversión de un modo distinto en cada
eran casi tan viejos como el capitalismo, todavía en 1930 seguían avalando la momento del ciclo económico que se pretendía morigerar.

I
inacción de los gobiernos liberales frente a las crisis. Por eso en la Teoría gene- Los instrumentos más salientes de la propuesta keynesiana eran:

F
ral..., Keynes comenzaba rebatiendo la ley de Say según la cual todo incremento • Déficit presupuestario: en caso de coyuntura recesiva era conveniente que el
en la oferta global de una economía generaba un aumento proporcional en la Estado aumentara sus gastos más allá de los recursos públicos con el
demanda. Detengámonos un momento en todo lo que esta afirmación traía objetivo de reactivar la economía, siempre y cuando pudiera financiar su
aparejado. Sin duda, era particularmente relevante para el capitalismo post-30 endeudamiento sin provocar inflación. Los gastos podían ser canalizados


puesto que de ella se desprendía que fenómenos causantes de la depresiones y en el desarrollo del Estado de bienestar, en el subsidio a industrias
el desempleo, como la sobreproducción, la sobreinversión o el subconsumo, generadoras de empleo o en la construcción de infraestructura y vivien-
no podían más que estar motivados en distorsiones episódicas susceptibles de das populares.
ser rectificadas por la dinámica natural del mercado. La ley de Say partía del • Impuestos progresivos: destinados a financiar al Estado de bienestar keynesiano
axioma de que todo dinero gastado para producir bienes sería usado para el sin gravar el consumo sino las ganancias, y sobre todo las ganancias
consumo de otros bienes. De ello se desprendía que si las condiciones para el rentistas que no generaban empleo.
crecimiento de la oferta eran normales, la demanda no tenía por qué rezagarse • Establecimiento de organismos de planificación: tendientes a socializar la inversión
frenando el crecimiento. En todo caso, si por causas coyunturales la demanda privada, vale decir, a incrementar los controles del Estado, lo que en modo
dejaba de acompañar los incrementos de la oferta, la misma crisis debía activar alguno significaba socializar los medios de producción, ni las ganancias.
258 | EZEQUIEL SIRLIN EL CICLO DE LA ECONOMÍA MIXTA EN EL CAPITALISMO CENTRAL (1945-1973) | 259

• Reconocimiento del rol sindical: entre los diversos modos que el keynesianismo Todo ello contribuyó a que los objetivos principales de la economía mixta –pleno
preveía para remediar la contracción de la demanda, estaba el propiciar empleo y crecimiento– se cumplieran satisfactoriamente entre 1950 y 1973.

M
sindicatos fuertes que pudieran negociar aumentos salariales para evitar Superando en algunos casos sus marcas históricas, los países miembros de la
el subconsumo, participando, junto al Estado mediador y a los empresa- Organización Europea de Cooperación Económica (OECE)2 crecieron al 5,5
rios capitalistas, en acuerdos tendientes a lograr la continuidad de la por ciento anual. Si bien se produjeron recesiones y recalentamientos, los
inversión y el empleo. Estados de bienestar keynesianos lograron morigerar los problemas. En cada

O
• Manipulación de la tasa de interés: se procuraba su baja cuando se requería país, el Estado intervenía de distinta manera. En Estados Unidos, las
acentuar la inversión. Estaba previsto como un instrumento eficaz para nacionalizaciones de servicios públicos fueron insignificantes y el poder de
combatir el superahorro (“eutanasia del rentista”) que al no transformar- los sindicatos, lejos de ser ampliado, fue diezmado en 1947 por la ley Taft-
se en inversión provocaba el desempleo de los más pobres. Hartley, antecesora en algunos aspectos de la caza de brujas anticomunista

C
que impulsaría el senador Joseph McCarthy (1908-1957) en la década del 50.

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


En Francia, las nacionalizaciones fueron importantes no solo en materia de
3. El esplendor de la economía mixta servicios públicos que habían dejado de ser rentables sino de rubros dinámicos

.
de última tecnología como la aviación y la telefonía. En Gran Bretaña, las

D
Sintetizando, hemos visto cómo las experiencias y los temores de posguerra instituciones del Estado de bienestar tuvieron mayor desarrollo que las
conducían a un cambio de política económica y social por parte de los keynesianas; allí donde el Plan Beveridge del gobierno laborista marcaba un
Estados. Todo ello coincidía con el surgimiento de un nuevo pensamiento hito dentro del mundo capitalista al asegurar una cobertura médica para todos

D
económico que se imponía como el más viable para salvar al capitalismo de los habitantes del Reino Unido, los déficits presupuestarios fueron cautos, y
sus tendencias autodestructivas. Para las fuerzas conservadoras implicaba siempre estuvieron sujetos al objetivo monetario de mantener fuerte la libra.
resignar principios importantes del liberalismo económico, pero todo ello se En Japón y la República Democrática de Alemania, la insignificancia de los

A
haría preservando la defensa sin límites de la propiedad privada de los gastos militares en los presupuestos contribuyó al “milagro económico”.
medios de producción por muy concentrada que fuera. Con excepción del También fue significativo el rol que tuvieron los Estados en la investigación
mundo anglosajón, y particularmente de Estados Unidos, donde ideológica científica y tecnológica con miras económicas. La invención debía ser lo sufi-

L
y académicamente fue más resistido, el keynesianismo se impuso con un alto cientemente continuada para proponer artículos de consumo sin que se produ-
grado de consenso. jeran períodos opacados por la saturación de bienes como en la historia del
En este marco, solo hacía falta que ciertas variables económicas contribuyeran capitalismo industrial había sucedido con los textiles ingleses hacia 1830, o con

I
al crecimiento tal como sucedió. Por el lado de la oferta, la situación de posgue- el Ford T, cuyo modelo sustituto, el Ford A, no había incitado al recambio.

F
rra era óptima para la reconversión industrial basada en una generalización del Por último, la conformación de un marco supranacional de cooperación econó-
fordismo-taylorismo que se había desarrollado en Estados Unidos durante los mica que evitara los conflictos entre las naciones capitalistas resultó tan decisi-
años 20. Lo mismo sucedía con los bienes de consumo; al coche popular y los vo como su ausencia lo había sido en la acumulación de tensiones durante los
electrodomésticos se agregaban una serie de productos derivados de la tecno- años 30. Movidos por el clima colaboracionista y anticomunista de posguerra,


logía bélica como la televisión, boeings, antibióticos y transistores. Sin duda que surgieron una serie de organismos especializados en cada uno de los problemas
la falta de mano de obra y de capitales que padecían los países europeos eran que se habían suscitado. Así, el tratado de Bretton Woods (1944) proclamaba la
variables negativas, pero la llegada de migrantes provenientes de las zonas utilización del dólar como patrón de cambio para las monedas nacionales, con
rurales y del Tercer Mundo, sumada a los préstamos estadounidenses previstos el objetivo de alcanzar una estabilidad monetaria internacional que impidiera las
por el Plan Marshall, resultarían suficientes para activar el despegue. Por el devaluaciones con fines proteccionistas. Complementariamente, el Acuerdo
lado de la demanda, la escasez de mano de obra imponía el alza de los salarios
evitando el subconsumo, así como la destrucción parcial de los países belige- 2 Denominada Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)
rantes implicaba una demanda adicional en rubros fértiles para la generación de luego de 1961. Se trata de la organización integrada por los 16 países europeos receptores
empleo como la construcción de viviendas e infraestructura. del Plan Marshall.
260 | EZEQUIEL SIRLIN EL CICLO DE LA ECONOMÍA MIXTA EN EL CAPITALISMO CENTRAL (1945-1973) | 261

General sobre Aranceles Aduaneros y Comerciales (GATT) era un pacto co- rra. Al mismo tiempo, se asistió al surgimiento de una cultura joven que, guiada
mercial donde los países firmantes se comprometían a no elevar sorpresivamente por la producción discográfica de origen anglosajón, tendía a reaccionar más

M
los impuestos a las importaciones. Otros organismos como la Comunidad Eco- contra el modo de vida y los valores establecidos por sus padres que contra las
nómica del Hierro y del Acero (CECA, que luego sería absorbida por la Comu- injusticias sociales del sistema capitalista. En el plano cultural, el notorio desa-
nidad Económica Europea) establecían sociedades en la producción y el mer- rrollo de la instrucción universitaria y de las ciencias sociales no logró neutrali-
cado. Finalmente, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional surgie- zar el dominio que el discurso publicitario, los medios de comunicación masiva

O
ron como instituciones crediticias de gran escala destinadas a financiar las crisis y la industria cultural tenían sobre las mentalidades colectivas. Así, el rumbo
de balanza de pagos. Los “años dorados”, “sociedad de la opulencia” (o “de la espiritual que emprendía la civilización de Occidente era para algunos tan in-
abundancia”), “onda larga”, fueron algunas de las denominaciones recibidas por cierto como el futuro físico del planeta, comprometido por la contaminación y
la feliz experiencia del capitalismo central de posguerra. El crecimiento fue las bombas atómicas.

C
notable tanto por su aceleración y su constancia como por los cambios verifica-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


dos en la producción y el consumo. Sin embargo, las novedades más salientes
se registraron en las transformaciones de índole social. El grado de urbaniza- 4. La crisis de la economía mixta

.
ción creció como nunca en detrimento de las poblaciones rurales. Fue notorio

D
el crecimiento de las clases medias y la mejora del nivel de vida de las clases A fines de los años 60, algunos problemas comenzaron a indicar que el
trabajadoras, si bien, en países bastante ricos como Estados Unidos, la curso del capitalismo central no seguiría siendo tan estable. Junto al recalen-
marginalidad y la extrema pobreza no fueron erradicadas. Con respecto a la tamiento inflacionario de 1968, se agravaron los conflictos comerciales entre

D
ocupación de las personas, el gran crecimiento del sector terciario en algunos Estados Unidos y la pujante OCDE, los cuales llevaron al colapso de Bretton
países fue tan espectacular que a mediados de los años 60 dio lugar al surgi- Woods, que se produjo con la devaluación del dólar en 1971. Todo ello,
miento de la categoría “posindustrial” para definir a las sociedades donde los sumado a la pérdida de competitividad que venía sufriendo la industria nor-

A
servicios acaparaban la mitad más uno de la población empleada.3 La expansión teamericana, era solo el anticipo de una depresión generalizada que pasaría a
de las multinacionales industriales (norteamericanas, europeas y japonesas) por la historia como la crisis del 73. La combinación de inflación y recesión
distintas regiones del planeta implicó también un aumento de la plusvalía relati- (estanflación) resultó novedosa, puesto que hasta el momento ambas varia-

L
va en perjuicio de los trabajadores del Tercer Mundo, al mismo tiempo que un bles habían mantenido una relación inversamente proporcional, como indi-
aumento de la explotación y el desarrollo desigual entre el centro y la periferia caba la curva de Phillips. Era la primera recesión importante después de la
del capitalismo. Teniendo en cuenta que esta apropiación de riqueza contribuyó gran depresión y si bien sus efectos en la población no serían catastróficos

I
a financiar los progresos sociales en el centro del capitalismo, puede también como aquella, el desempleo terminó con la ilusión de prosperidad perma-

F
representarse al período de la economía mixta como la más exitosa concreción nente. La carrera de precios y salarios activó el conflicto entre capital y
del “imperialismo social” que promovían los Estados europeos del siglo XIX. trabajo impulsando a que muchos gobiernos ideológicamente no identifica-
Otros cambios que en perspectiva histórica se destacaron especialmente por su dos con el neoliberalismo aplicaran restricciones en sus presupuestos bus-
originalidad fueron los relacionados con la profunda revolución de las costum- cando detener la inflación, aun a costa de generar más desempleo (ajustes


bres que tuvo lugar en los años 50 y 60. En las modernas sociedades de consu- monetaristas).
mo que surgían en las grandes ciudades, las mujeres avanzaron en el terreno Como suele suceder con casi todos los fenómenos históricos, la discusión
laboral, en el derecho al voto y en diferentes cuestiones relativas a su indepen- que economistas e historiadores mantienen sobre el origen de la crisis del 73
dencia y libertades. Se produjeron cambios en la estructura familiar por el tendió a desarrollarse en torno de una multiplicidad de causas cuya inciden-
incremento de los divorcios, la apertura sexual y la baja de la natalidad que tuvo cia relativa cada corriente valoró de distinta manera. Los monetaristas pusie-
lugar luego del boom procreativo (el llamado baby boom) de la inmediata posgue- ron el acento en la sobreemisión de dólares que, en perjuicio de Bretton
Woods, Estados Unidos había llevado adelante para financiar sus déficits
presupuestarios. Otros resaltaron los efectos recesivos e inflacionarios que
3 Véase Daniel Bell, El advenimiento de la sociedad post-industrial, Madrid, Alianza, 1976. tuvo la cuadruplicación del precio del petróleo llevada a cabo por los países
262 | EZEQUIEL SIRLIN EL CICLO DE LA ECONOMÍA MIXTA EN EL CAPITALISMO CENTRAL (1945-1973) | 263

árabes (Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP) en 1973, ción imperturbables, su futuro no sería promisorio. El crecimiento de los mo-
mientras que no faltaron quienes adjudicaron los problemas al poder que nopolios formadores de precios inhibió la competencia económica, al igual que

M
tenían los sindicatos para lograr incrementos salariales sin los correspon- el Estado cuyas intervenciones anticíclicas (por ejemplo, mediante subsidios
dientes aumentos de la productividad. para industrias generadoras de empleo) acostumbraron mal a los inversores que
La mayoría de los estudiosos aceptan que los factores mencionados tuvie- debían disciplinar.
ron su incidencia en el desencadenamiento y agravación de la crisis. Sin Los economistas encuadrables en la tradición marxista pueden dividirse entre

O
embargo, para muchos de ellos las causas fueron más profundas y estuvie- quienes explican el declive haciendo hincapié en los conflictos “verticales” y
ron ligadas directamente al sistema económico de posguerra. quienes enfatizan los “horizontales”.5 Con respecto a los primeros, para Bowles,
Así, para Herman van der Wee (1986) la crisis del 73 fue una crisis de la Gordon y Wiesskopf (1989), la pérdida de rentabilidad que sufrieron las gran-
economía mixta originada en distintos problemas que su funcionamiento fue des empresas norteamericanas se debió no solo al declive de la dominación

C
generando al entrar en contradicción con los requisitos de partida que el internacional de la que Estados Unidos había gozado en la posguerra, sino

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


keynesianismo había considerado imprescindibles. Allí donde Keynes había fundamentalmente a un deterioro del acuerdo entre capital y trabajo visible en
supuesto un Estado flexible en sus erogaciones, que debía intervenir de manera el número de huelgas que encabezaron los trabajadores peor posicionados,

.
opuesta en cada momento del ciclo económico, los déficits presupuestarios no cuya capacidad de protesta se vio incrementada por la abundancia del empleo.

D
pudieron ser alternados con superávits debido al crecimiento de la burocracia y Asimismo, nuevos conflictos suscitados entre los intereses de las grandes em-
al carácter permanente de las instituciones del Estado de bienestar. Del mismo presas y los reclamos de la comunidad por la preservación del medio ambiente
modo, la economía mixta descansaba en el supuesto de que la planificación implicaron costos adicionales para las industrias, cuyo dominio sobre la socie-

D
macroeconómica iba a ser eficaz, lo cual se vio dificultado por el crecimiento dad era más limitado que antes. En cuanto a la tesis de los conflictos “horizon-
de las multinacionales cuyos centros de decisión solían estar fuera del alcance tales”, para Robert Brenner (1998) las causas más profundas de la recesión
de los gobiernos que intentaban regularlas. En tercer lugar, el keynesianismo deben buscarse en la competencia nociva que mantuvieron las industrias norte-

A
suponía que el entendimiento entre capitalistas y trabajadores iba a ser posible americanas, alemanas y japonesas. Más que a la resistencia de los trabajadores,
en la medida en que cada parte asumiera el lugar de la otra en función de su para Brenner la baja de la rentabilidad se habría debido a errores de sobreinversión
propio beneficio. Los trabajadores aceptarían que las ganancias de los capitalis- en los que incurrieron las grandes industrias que, movidas por la competencia,

L
tas se mantuvieran altas para que estos siguieran invirtiendo y generando em- afrontaron reconversiones técnicas excesivas en relación con los mercados
pleo, del mismo modo que los empresarios comprenderían que elevando los disponibles.
salarios evitarían los problemas de demanda que a corto plazo habrían de afec- Para explicar la recaída que el capitalismo central sufrió en los años 70

I
tar la ganancia. El punto de entendimiento se fijaría en torno de la “productivi- convergen una cantidad de factores económicos y sociales. Sin embargo,

F
dad”: los aumentos salariales estarían sujetos a que los trabajadores produjeran volviendo a la perspectiva histórica que sugerimos al comienzo del capítulo,
más ganancias para sus patrones. Los keynesianos creían haber descubierto una no debe desestimarse el declive de los principales factores políticos que en
lógica positiva que al ser internalizada por los actores conciliaría las clases en el la posguerra habían apuntalado la economía mixta. El fin de la reconstruc-
seno de un capitalismo armónico.4 Pero, además de las dificultades que se ción europea y, más tarde, el derrumbe del socialismo fronterizo que había


encontraron para medir la productividad, según Van der Wee, la cooperación inducido a un capitalismo más solidario fueron decisivos para la consolida-
no prosperó debido a que los sindicatos priorizaron la situación laboral de sus ción del modelo neoliberal.
afiliados sobre la generación de nuevos empleos, mientras que los monopolios
capitalistas no resistieron la tentación de aumentar a corto plazo sus ganancias
5 Una visión más clásica dentro del marxismo es la de Ernest Mandel, La crisis 1974-1980,
en detrimento de los salarios. Por último, si la suerte de la economía mixta México, Serie Popular Era, 1980, para quien se trató de una típica crisis de sobreproduc-
estaba atada a que el Estado y el mercado siguieran siendo instancias de regula- ción capitalista, que en lo esencial no era muy distinta a la del 30: la onda larga de posguerra
con su revolución tecnológica habría llevado a un desmedido aumento de la inversión que,
al no poder ser compensada con un aumento de la plusvalía (debido al poder de los
4 Véase Claus Offe, Contradicciones en el Estado del bienestar, México, Alianza, 1988. sindicatos), provocaba la declinación de la ganancia.
264 | EZEQUIEL SIRLIN EL CICLO DE LA ECONOMÍA MIXTA EN EL CAPITALISMO CENTRAL (1945-1973) | 265

El desguace relativo del Estado de bienestar keynesiano que tendrá lugar a La transformación del capitalismo finisecular en el espejo
partir de entonces estará acompañado por la deslocalización industrial del
norteamericano.

M
capitalismo noratlántico en busca de los baratos y disciplinados recursos
laborales disponibles en Asia oriental, así como por una primacía del capital Del Estado de bienestar a la globalización neoliberal
financiero sobre el productivo que, con el tiempo, dará lugar a un pico
histórico de concentración de la riqueza planetaria.

O
Sebastián J. Rodríguez

Bibliografía

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Adams, Willi Paul (comp.), Los Estados Unidos de América, México, Siglo XXI, 1979. (Historia
Universal Siglo XXI, vol. 30).

.
Benz, Wolfgang, El siglo XX, Europa después de la Segunda Guerra Mundial 1945-1982, México, 1. Presentación del problema e hipótesis de trabajo

D
Siglo XXI, 1986.
Bowles, S.; Gordon, D. M. y Wiesskopf, T. E., Tras la economía del despilfarro, Madrid, Alianza, Hacia fines de la década del setenta y comienzos de los ochenta, asistimos a una
1989.
Brenner, Robert, “Uneven Development and Long Downturn: The Advanced Capitalist
mutación de las formas de desarrollo y acumulación capitalista. Fenómenos

D
Economies from Boom to Stagnation, 1950-1998”, editado íntegramente por New Left como la desregulación por parte del Estado y su retiro de buena parte de la vida
Review, Nº 229, mayo/junio de 1998. económica, fundamentalmente en lo concerniente al bienestar de la población,
Cipolla, Carlo, Historia económica de Europa, vol. 6, Barcelona, Ariel, 1980. evidencian que el mundo ya no es lo que solía ser. Asimismo, el siglo XXI

A
Hall, Peter, El gobierno de la economía. Implicaciones políticas de la intervención estatal en la economía en parece ser el marco ideal para que se proclame la consolidación de lo que
Gran Bretaña y Francia, Madrid, Ministerio de Trabajo y Bienestar, 1993. muchos han llamado “globalización”. Ante este panorama de transformaciones,
Hobsbawm, Eric, Historia del siglo XX. 1914-1991, Barcelona, Crítica, 1995. nos preguntamos acerca de la lógica de funcionamiento del nuevo modelo de
Isuani, Ernesto, “Bismarck o Keynes: ¿quién es el culpable? Notas sobre la crisis de acumula-

L
acumulación que para el fin del siglo XX es presentado como la única alterna-
ción”, en El Estado benefactor. Un paradigma en crisis, Buenos Aires, Miño y Dávila, 1995.
Mandel, Ernest, La crisis 1974-1980, México, Serie Popular Era, 1980.
tiva posible. ¿Cómo llegamos hasta aquí? ¿Cuál es el panorama que se abre a
Mishra, Ramesh, El Estado de bienestar en crisis, Madrid, Ministerio de Trabajo y Bienestar, 1992. partir del siglo que comienza? ¿Es verdaderamente el mundo “neoliberal” o

I
Offe, Claus, Contradicciones en el Estado del bienestar, México, Alianza, 1988. “globalizado” el único camino posible?

F
Van der Wee, Herman, Prosperidad y crisis. Reconstrucción, crecimiento y cambio, 1945-1980, Barcelo- Para tratar de comprender el período que nos toca vivir, centramos la mirada
na, Crítica, 1986. en la sociedad norteamericana desde fines de la Segunda Guerra Mundial
hasta el momento del nacimiento de la forma del capitalismo dominante hoy
a escala planetaria, intentando indagar sobre algunas variables clave que nos


permitan, además, reflexionar sobre la forma que adopta el Estado en el
marco del conflicto entre las clases sociales.
El interés por Estados Unidos obedece a la obvia razón de que es la principal
economía del globo, y pensamos que la suerte de la acumulación capitalista en su
conjunto se halla en buena medida atada a los designios de ese país. En este
sentido, nos interesa puntualmente analizar el esquema de acumulación norte-
americano, ante la intuición de que el mismo se halla seriamente comprometido
en sus posibilidades de reproducción ad infinitum, lo cual necesariamente podría
implicar una transformación no solo a escala nacional, sino también global.
266 | SEBASTIÁN J. RODRÍGUEZ DEL ESTADO DE BIENESTAR A LA GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL | 267

En las páginas que siguen analizamos el problema propuesto a partir de las barrera de “contención” para detener el posible avance soviético. La recom-
siguientes hipótesis: en primer lugar, y teniendo en cuenta que el final de la posición de Europa –y sobre todo de Alemania– fue la clave para generar la

M
década del setenta marca un quiebre en las acciones del Estado con respecto a frontera entre los dos mundos. Así, la Rusia de Stalin pasó a ocupar el trono
la etapa anterior, consideramos al gobierno de Ronald Reagan como el corolario vacante que Hitler había dejado y el globo se repartió entonces entre dos
de una serie de cambios que acontecen antes de su llegada al poder. En segundo zonas de influencia. Hacia 1947, la doctrina norteamericana estaba pulida y
lugar, y como consecuencia, examinamos el origen de los cambios que prece- el mundo nuevamente ante la posibilidad de caer en una guerra mundial.

O
dieron al gobierno de Reagan. Por lo tanto, la primera parte de nuestro trabajo Sin embargo, la política internacional norteamericana no solamente tenía el
está dedicada a describir sintéticamente los lineamientos básicos de la estructu- ojo puesto en el Este, sino que buscaba consolidar una situación interna muy
ra de acumulación que se consolidó al finalizar la Segunda Guerra Mundial. particular. Estaba claro que la medicina para la depresión de los años 30 en
Consideramos luego la erosión de ese modelo de posguerra para recorrer las Estados Unidos había sido el creciente gasto militar por parte del Estado, lo

C
características del nuevo esquema de acumulación y detenernos en algunas cual había logrado, por fin, recomponer el ciclo de crecimiento. Una demanda

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


reflexiones acerca del papel del Estado, su naturaleza y sus formas. Pensamos a asegurada permitió a la gran industria encaminar su producción a un auge
la crisis del Estado de bienestar como una redefinición de la manifestación que vertiginoso, por lo que el fin de la guerra podía presentarse como el freno al

.
adopta un Estado esencialmente capitalista, en un contexto histórico marcado por consumo de bienes bélicos, así como el fenómeno que señalan Paul Baran y

D
ese cambio. De allí que retomemos el problema de las relaciones entre Estado Paul Sweezy acerca de que, luego de la contienda, “...gran parte de la inver-
y clases sociales para entender las causas profundas que motivan las transfor- sión anterior en plantas para producir material de guerra [que era] muy espe-
maciones en el modelo de intervención estatal. Se verá que la administración cializada o [estaba] mal localizada para usos civiles [tendría] que ser desman-

D
Reagan reformula el papel del Estado a partir de que las condiciones materiales telada...”.1 De esta manera quedaba planteado el problema de la reconversión
para retirarlo de su accionar redistributivo ya están preparadas de antemano, de la industria y su posible colapso en caso de que la guerra llegara a su fin.
sobre la base de lo que llamamos la gran represión, es decir la contraofensiva del De algún modo se debía justificar la continuidad de la militarización pero sin

A
capital para retrotraer los avances y las conquistas obreras marcando el fin de caer en el desastre de un enfrentamiento con la Unión Soviética, lo que
una etapa. El antes y el después de la misma, y la dinámica de la transición son significaría una carrera hacia el suicidio nuclear. La solución a esta encrucija-
entonces, los objetivos de este trabajo. En la segunda parte, y a modo de epílo- da se vislumbró desde ambos lados, puesto que, como señala el historiador

L
go de este capítulo, intentamos una reflexión sobre el nuevo escenario que inglés Eric Hobsbawn, el mismo concepto de Guerra Fría implicaba a la vez
plantea la tan comentada –y muchas veces vacía de contenido– idea de que no existía un peligro real de guerra mundial, sino que ambos contendien-
“globalización” en relación con la importancia que en ella adquiere la experien- tes aceptaban el reparto del mundo a pesar de su retórica apocalíptica. Así,

I
cia histórica de Estados Unidos. aunque se trató de una tensión inestable que generó algunos picos de riesgo,

F
Occidente nunca se entrometió en la esfera de control soviético, ni vicever-
sa.2 La necesidad de Estados Unidos de mantener en pie la producción de
I. El modelo de posguerra material militar se hallaba así satisfecha y esta industria se vio inmersa en una
competencia feroz conocida como la “carrera armamentista”, que garantizó la


El panorama posterior a 1945, mostraba a una Norteamérica en la posición de continuidad del patrón de crecimiento que había probado ser eficaz a co-
verdadero vencedor a escala mundial. El resto de los países aliados no pudo mienzos de los cuarenta. De esta manera, la política internacional de esos
más que soportar las consecuencias de la devastación de sus recursos produc- años respondió fundamentalmente a las necesidades del desarrollo del capi-
tivos y humanos, de modo que Estados Unidos pasó a ocupar el trono que talismo y como método para mantener vigente una ecuación de producción-
alguna vez perteneció al Reino Unido como guía del capitalismo del globo. Los consumo sustentada en el complejo militar-industrial. La “guerra perpetua”
acuerdos previos de Bretton Woods delinearon claramente quién sería de allí
en más el que impondría las condiciones al desarrollo de la economía.
En forma paralela, la consolidación del bloque comunista en el Este plan- 1 P. Baran y P. Sweezy, El capital monopolista, México, Siglo XXI, 1965, p. 178.
teó al gobierno del presidente Harry Truman la necesidad de generar una 2 E. Hobsbawn, Historia del siglo XX, Buenos Aires, Crítica, 1998, p. 232.
268 | SEBASTIÁN J. RODRÍGUEZ DEL ESTADO DE BIENESTAR A LA GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL | 269

funcionaba entonces como excusa para que siguiera en actividad el aparato El objetivo de la segmentación fue claro y conciso: desmantelar las bases de
productivo en lo referido al material bélico y pudiera consolidarse lo que la organización obrera mediante el control de los mercados internos de

M
algunos autores han llamado sistema de la gran empresa.3 trabajo y la mejora del diseño y gestión de los sistemas y normas laborales,
En este sentido, tras la fachada de frenar los avances del comunismo, la “Doc- para lo cual se apeló, entre otros mecanismos, al ascenso de unos en calidad
trina Truman” estableció el mecanismo para generar los consensos en el ámbito de supervisores, generando una creciente burocracia fuera del control de
de la política internacional, de modo que el “mundo libre” diera luz verde a los trabajadores y una división entre una aristocracia obrera en aumento y el

O
Estados Unidos para que se entrometiese donde lo considerara conveniente. resto de la masa descalificada. Además, las labores se dividieron en escalas
Ya no se trataba del peligro concreto de la Unión Soviética, sino que la inter- sujetas a sistemas de promoción, poniendo en funcionamiento un complejo
vención se legitimaba con vistas a asegurar la “libertad” del mundo occidental, engranaje de reglas y procedimientos internos. La resultante fue la divergen-
ya fuese “liberándolo” de posibles invasiones externas, como así también de cia entre categorías de puestos primarios (mayor cualificación, mejores sala-

C
“peligrosos grupos subversivos internos”. El gobierno norteamericano, lograba rios y mayor seguridad) y secundarios, más ligados al viejo obrero fordista

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


de ese modo sostener la “necesidad” de una industria bélica a todo vapor, (tareas rutinarias, semicalificados).6
enmascarándose como el gendarme de la humanidad. El propio Truman dejó Sobre esta fragmentación en el ámbito de la base material productiva se ope-

.
en claro la vinculación estrecha entre el Departamento de Estado, la Casa ró, además, desde el Estado, con vistas a reforzar la tendencia que para ese

D
Blanca y la clase económicamente dominante cuando manifestó: “...La paz, la momento demostraba ya sus ventajas para el capital. Las estrategias políticas
libertad y el comercio mundial son inseparables...”.4 fueron básicamente dos: por un lado, dividir a la clase entre trabajadores
Claro está que el consumo por parte de un Estado belicista y la posibilidad de sindicalizados y no sindicalizados, institucionalizando los procedimientos de

D
exportación masiva exigían paralelamente una producción de similares escalas. queja y considerando “salvaje” toda aquella protesta que no discurriera por
Puertas adentro, se hacía indispensable consolidar un esquema que permitiera los canales previstos.7 Para esto se limitaron las prerrogativas que había sido
la reproducción del ciclo de producción-consumo sin demasiados obstáculos, concedidas en el acta Wagner por medio de una nueva ley, la Taft-Harley de

A
sobre todo los que pudieran provenir de las relaciones conflictivas entre las 1947. No conforme con esto, la gran empresa capitalista se aseguraba el cola-
empresas y sus trabajadores. El nuevo patrón de acumulación incluía como boracionismo de los líderes sindicales generando una brecha entre estos y
precondición la subordinación de la mano de obra al capital, por lo que se sus bases. Se fraguó así lo que se conocería como el “acuerdo” capital-

L
buscó profundizar el proceso productivo de corte fordista, pero intentando trabajo, que contemplaba el alejamiento de los sindicalistas militantes, alen-
superar las contradicciones que este generaba en la organización de los trabaja- tando la cooperación de las cúpulas en cuanto al orden y la disciplina fabril.
dores en sindicatos y gremios combativos.5 La segmentación del trabajo como Las empresas incentivaban la negociación de los intereses económicos inme-

I
forma de producción y mecanismo de desarticulación de la solidaridad clasista diatos, dejando de lado cualquier reivindicación relacionada con el control

F
fue el sustento del nuevo modelo del proceso de trabajo. del proceso productivo y los ritmos de trabajo. En el marco de este acuerdo,
entonces, el capital no temía a la suba de salarios siempre que la misma fuera
acompañada por un incremento proporcional de los niveles de productividad,
3 S. Bowles, D. Gordon y T. Weisskopf, La economía del despilfarro, Madrid, Alianza Universi- a cambio de lo cual las empresas prometían retribuir a los trabajadores con


dad, 1983. una participación en los beneficios generados, y también con incentivos y
4 Citado en R. Barnet, Guerra perpetua, México, Breviarios, 1974, p. 237. compensaciones en forma de ascensos y complementos salariales.
5 La consolidación del complejo militar industrial y del “círculo virtuoso” de producción y La segunda estrategia, estrechamente ligada a la primera, consistió en incentivar
consumo implicó transformaciones al interior de la industria, cuyo reflejo en determina-
otros criterios de segmentación, ya fuere por “raza” o por sexo: se confinó a los
dos mecanismos institucionales permitió solucionar y dar respuesta a la escalada de
conflictividad obrera de la última década. Un ejemplo de esto fue el acta Wagner de
relaciones laborales de 1935, la cual además de constituir un logro de la lucha obrera por 6 D. Gordon, R. Edwards y M. Reich, Trabajo segmentado, trabajadores divididos. La transforma-
el reconocimiento de los sindicatos y la negociación colectiva, fue también la réplica de un ción histórica del trabajo en los Estados Unidos, Madrid, Ministerio de Trabajo y Seguridad
Estado que en lugar de confrontar, absorbió el conflicto cediendo en algunas cuestiones Social, 1986, pp. 241, 259 y 260.
relativas a los derechos del trabajador. 7 Ibíd, p. 243.
270 | SEBASTIÁN J. RODRÍGUEZ DEL ESTADO DE BIENESTAR A LA GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL | 271

negros en puestos mal remunerados y con escasa movilidad, y tanto las mino- debacle luego de la experiencia de Vietnam. El primer fracaso militar de la gran
rías como las mujeres quedaron afuera de los “beneficios” de los acuerdos potencia puso en evidencia, además, el descontento de buena parte de la pobla-

M
entre sindicatos y empresas. Además, el rol desempeñado por las cúpulas sindi- ción norteamericana con las campañas intervencionistas. Para muchos no fue
cales fue lamentablemente certero en la fragmentación, puesto que las propias tan fácil de digerir la cruda imagen de los reservistas regresando a casa en
organizaciones combatieron a los huelguistas y estimularon la segregación racial. condiciones de invalidez, demencia, cuando no, simplemente, en bolsas negras.
Las consecuencias de este proceso resultan obvias. No quedó lugar para Las organizaciones por la paz y las movilizaciones masivas generaron una situa-

O
huelgas generales ni para negociaciones de tipo clasista.8 Las demandas de la ción política efervescente que se sumó a la radicalización de otros movimientos
clase obrera quedaron confinadas a reclamos inmediatos, economicistas, que sociales, como el auge de la puja por los derechos civiles de la comunidad
solo reflejaban los intereses de alguna fracción de la clase. La consigna de negra, la prédica de Malcom X y el Black Power. Sin duda, el boom de la
“dividir para reinar” pareció ser la divisa de la segunda posguerra. posguerra ya no podía sostenerse en los términos en que se había gestado, y

C
Tales estrategias posibilitaron la inclusión de una significativa mayoría de la mostraba sus falencias en cada uno de los elementos que habían ayudado a

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


clase obrera dentro de los cauces que preveía el “acuerdo”. Así, no todo constituirlo en la alternativa viable al capitalismo previo a la gran crisis del 30.
fue represión sino que la política estatal tendió a negociar con los negocia- Pero además de la hegemonía militar, países que muy pocos años antes habían

.
dores, es decir que allí donde se presentaba algún conflicto que no afectara formado parte de la “periferia” del mundo capitalista, comenzaron a disputar la

D
directamente la lógica del capital –léase la tasa de ganancia–, ese conflicto primacía estadounidense también en términos económicos. Más precisamente,
era absorbido eficientemente por las instituciones creadas para tal fin. La la conformación de la OPEP y la brusca modificación en el poder de negocia-
expansión del Estado de bienestar apuntó en esa dirección multiplicando ción en cuanto al precio del petróleo pusieron en serio riesgo el sistema pro-

D
los gastos estatales en protección social, seguros y pensiones a la vejez, ductivo a escala mundial y el complejo militar-industrial estadounidense en
protección al trabajador sindicalizado, inversiones en educación, salud e particular, al poner en entredicho la provisión de una de las principales materias
infraestructura, etc.9 En este sentido, el Estado diseñó las estrategias para primas que habían motorizado el crecimiento anterior. Por otra parte, en los

A
solucionar aquellas cuestiones que provocaban conflictividad con el trabajo años sesenta, la capacidad exportadora estadounidense comenzó a encontrar
desde la década del treinta. Para ello se generaron los mecanismos dos rivales a su medida. La recuperación económica de Europa y de Japón
institucionales y políticos que conformaron la nueva estructura social de luego de la destrucción de la guerra ya era un hecho, y ponía en duda la

L
acumulación necesaria al esquema de producción. posición de Estados Unidos como primer exportador de manufacturas del mundo.
En poco tiempo, su mercado interno se vio inundado de bienes importados, lo
cual repercutió en forma negativa en la balanza comercial. En líneas generales,

I
II. Contradicciones y erosión del modelo podemos decir que hacia la década del setenta, los términos de intercambio

F
entre Estados Unidos y el resto del mundo ya no eran favorables para el
La erosión del sistema de la gran empresa se desarrolló sobre la base de los primero como lo habían sido a lo largo de casi tres decenios. Sin embargo,
mismos pilares involucrados en el crecimiento de la posguerra.10 En lo que además del asombroso crecimiento de las potencias competidoras –sobre todo
respecta a la hegemonía internacional, la década del sesenta atestiguó los límites del “milagro japonés”–, esta modificación encontró sus causas fundamental-


del poderío imperial norteamericano en muchos de sus frentes. Su primacía mente en cuestiones endógenas del modelo de acumulación estadounidense.
comenzó a verse socavada por los movimientos de liberación del Tercer Mun- Fronteras adentro, el hecho de que el acuerdo capital-trabajo fuera excluyente
do, donde el fracaso de Estados Unidos en Bahía de los Cochinos en Cuba para amplios sectores, implicó que se pusieran sobre el tapete los conflictos
constituye solo un indicador menor si se lo compara con lo que significó la provenientes por “fuera” de los cauces que aquel estipulaba. Los límites de
esta estrategia del capital hicieron que tanto desde los sectores no sindicalizados
8 Ibíd, p. 273. como desde las minorías surgieran protestas en pro de reivindicaciones que
9 Sobre las características del Estado de bienestar, consultar en este libro el trabajo de Ezequiel habían sido otorgadas a aquellos sindicatos “cooperadores”. De esta manera,
Sirlin: “El ciclo de la economía mixta en el capitalismo central (1945-1973)”. los segmentos excluidos de las negociaciones obtuvieron una serie de victorias
10 S. Bowles, D. Gordon y T. Weisskopf, op. cit. en cuanto a reclamos concretos, como el movimiento por los derechos civiles,
272 | SEBASTIÁN J. RODRÍGUEZ DEL ESTADO DE BIENESTAR A LA GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL | 273

el movimiento a favor de la asistencia social, la organización de personas de este período al intento de eliminación de cualquier tipo de actividad organizada.
edad avanzada y el movimiento feminista. Así, se desarrolló una fuerte campaña anti sindical que se combinó con la

M
Pero además, nuevas tensiones que este esquema generaba fueron cobrando movilidad del capital industrial hacia regiones libres de organización obrera.
forma con el correr de los años. Los puntos de conflicto tuvieron que ver Con la misma lógica comenzó también un proceso de extranjerización de las
con las contradicciones de una economía recalentada, y con el poder de inversiones productivas hacia países con menor grado de desarrollo industrial,
negociación creciente de la clase obrera en un contexto de pleno empleo. a la zaga de “mano de obra barata”, con el consiguiente aumento de la tasa de

O
De esta manera, si el acuerdo había intentado en un principio mejorar el ganancia del capital.
rendimiento en el ámbito fabril, el poder del capital disminuyó al caer los El segundo eje de la represión, se asentó en el aumento de la influencia de
niveles de desempleo, lo que conllevó paradójicamente la caída de los nive- los grupos concentrados del poder económico sobre el Estado, con el obje-
les de productividad buscados. Esto es a lo que nos referíamos al mencio- tivo de introducir modificaciones en el campo macroeconómico. Para media-

C
nar que los problemas en la balanza comercial de Estados Unidos obedecie- dos de los setenta, se avizoraban los frutos de esa presión, ya que las políti-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


ron más a su propia pérdida de competitividad que a la amenaza de los cas de restricción de la oferta monetaria –a través de la suba de las tasas de
rivales extranjeros. A esto debemos sumar un problema también estructural interés– sumadas a una sobrevaluación del dólar, enfriaron, por fin, el ritmo

.
relacionado con la deformación industrial que comenzaba a gestarse en los económico, haciendo descender las tasas de empleo. Sin embargo, y pese al

D
sesenta y que se acentuaría en la década siguiente: el atraso relativo de la lobby de los grupos empresarios, las acciones del gobierno no fueron decisi-
industria de bienes de consumo masivo con respecto a la rama de armamen- vas, por lo cual esta “guerra de trincheras” entre empresas y trabajadores no
to e industria militar, socavando la competitividad del primer rubro.11 tuvo una resolución en términos absolutos. El capital no consiguió una

D
victoria definitiva y rápida sobre el trabajo, sino que la lucha se extendió
durante toda una década y produjo efectos no previstos, profundizando aun
III. Primera contraofensiva del capital más la crisis. De hecho, el aumento del desempleo redundó en un creci-

A
miento de la capacidad ociosa de la industria y contribuyó a limar todavía
Hacia mediados de la década del sesenta, las empresas comenzaban a ser más la competitividad internacional de Estados Unidos.
conscientes de la necesidad de remediar lo que se avizoraba como el El paño de agua fría derivó en una recesión no buscada, agravada por la escala-

L
inicio de una crisis. La propuesta mayoritaria desde la doctrina económica da especulativa y el novedoso fenómeno de la estanflación, provocada, por un
fue la de un “paño de agua fría” para el crecimiento. No obstante, el poder lado, por el aumento de los precios alentado por una disminución de los bienes
político –tanto Lyndon Johnson como su sucesor Richard Nixon– y por disponibles –es decir, caída de la oferta–, y por otro lado, por el alto poder

I
motivos que analizaremos luego, no acudió en defensa de este reclamo. El adquisitivo de los salarios, lo cual más que una cuestión de mercado, era la

F
capital emprendió entonces una cruzada en defensa de su tasa de ganan- manifestación económica de un fenómeno de “paralización política”. Esto de-
cia, que algunos autores han denominado la “gran represión”.12 mostraba la inoperancia del Estado en la resolución de la puja por la distribu-
Esta contraofensiva se centró básicamente en dos ejes: el primero de ellos –en ción de la renta entre los contendientes a lo largo de toda la década del setenta.
el corazón mismo del trabajo– determinó que las empresas comenzaran a El poder adquisitivo de los salarios siguió manteniéndose en valores elevados


implementar una serie de medidas para recomponer la productividad, como amén del desempleo, lo que sumado a la escasez de bienes ofertados produjo el
aumentos de los ritmos de producción, de la vigilancia y del control del trabajo, novedoso fenómeno de inflación acompañada de recesión productiva. En este
pero sobre todo, poniendo punto final al acuerdo con los sindicatos. De las contexto, el Estado no pudo tomar claramente ninguno de los dos caminos
intenciones de posguerra de generar sindicatos colaboracionistas, se pasó en posibles: no se decidió por restringir la capacidad adquisitiva del trabajo, ni
tampoco por desoír los reclamos de las empresas. De este modo, las presiones
contradictorias generaron un “punto muerto” que sería quebrado por los pro-
11 P. Pozzi, Luchas sociales y crisis en Estados Unidos (1945-1993), Buenos Aires, El Bloque, 1993. pios grupos de capital concentrado recién hacia 1979, cuando lograron imponer
12 S. Bowles, D. Gordon y T. Weisskopf, op. cit., p. 145. definitivamente sus condiciones.
274 | SEBASTIÁN J. RODRÍGUEZ DEL ESTADO DE BIENESTAR A LA GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL | 275

IV. El modelo de los 80: Ronald Regan y las redefiniciones de la reindustrialización y mejoramiento de la competitividad para desplazar a los
acumulación capitalista rivales extranjeros.

M
En definitiva, a la pregunta sobre si la presidencia de Reagan logró solucionar la
Dada la continuidad de la crisis, la presidencia de Reagan intentó llevar adelante crisis estructural que se arrastraba desde la década anterior, y revertir el estan-
una política de “salvataje” basada sobre todo en incentivar la industria y promo- camiento productivo, la respuesta es claramente negativa. Sin embargo, y como
ver su modernización. El objetivo último era recuperar los niveles de producti- señala el historiador Pablo Pozzi, las políticas implementadas tuvieron éxito en

O
vidad del trabajo que el colapso del modelo de posguerra, sumado a la contra- dos frentes. El primero fue la internacionalización de la crisis norteamericana
ofensiva del capital, se había llevado consigo. Para esto se buscaría, por un lado, mediante la desestabilización del esquema mundial de intercambios y los flujos
la modernización a través de la implementación de la “revolución científico- de divisas hacia Estados Unidos a través del ya mencionado mecanismo de
técnica”, basada fundamentalmente en el complejo microelectrónico y la robó- aumento de tasas. El costo interno de esto fue que Estados Unidos pasó de ser

C
tica, que tendería a reducir los costos de la mano de obra; y por otro lado, se un país acreedor a ser un país con una deuda en crecimiento constante. De este

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


intentaría introducir fuertes variaciones en la política macroeconómica restrin- modo, el capitalismo mundial se tornó inestable absorbiendo parte de la crisis y
giendo la oferta monetaria a través de la suba de las tasas de interés para contro- financiando los déficits de la balanza norteamericana. El segundo éxito se dio

.
lar la inflación, sumándole una disminución impositiva para las empresas más en lo que respecta al disciplinamiento del trabajo y la “solución” definitiva a la

D
poderosas. “guerra de trincheras”. El Estado de Reagan se inclinó ostensiblemente hacia la
Además de apelar a la subordinación del trabajo y a los incentivos fiscales, se clase dominante, cosa que sus antecesores no habían podido hacer dadas las
procuró asegurar el impulso a la industria recurriendo una vez más –y tras el condiciones estructurales del período previo.

D
interregno a partir de Nixon– a la justificación de la Guerra Fría y la consecuen- Efectivamente, los efectos de la desindustrialización produjeron una merma
te remilitarización. De este modo, y desoyendo las críticas de importantes sec- importante en las tasas de empleo y el aumento del subempleo lo cual redundó
tores de la sociedad civil, se acentuó el “militarismo keynesiano” de modo de en una caída general del nivel de salarios por el crecimiento del “ejército de

A
asegurar la demanda desde el Estado, por lo cual –y a pesar de la restricción reserva”.14 A su vez, la búsqueda de fuerza de trabajo se extendió principal-
monetaria puesta en marcha desde 1979– los gastos en defensa y en armamen- mente hacia las minorías a la zaga de obreros menos remunerados como lo eran
tos crecieron sin pausa a lo largo de todo el mandato de Reagan.13 los negros, las mujeres y los inmigrantes. La revolución científico-técnica, por

L
Sin embargo, lejos de “solucionar” los problemas de competitividad, las modifi- su parte, introdujo reformas en el campo de la producción y en las formas de
caciones introducidas tendieron a agravarlos. La “deformación industrial”, nue- organización de los procesos productivos. Aparecieron así las plantas industria-
vamente incentivada, siguió su curso en detrimento de la capacidad productiva les robotizadas (como la planta automotriz Saturno, precedente de la introduc-

I
y competitiva de los bienes de consumo, generando más déficit comercial por la ción del modelo toyotista) donde la flexibilización del trabajo era la opción al

F
caída de las exportaciones y el aumento de las importaciones provenientes despido de algunos, mientras que para otros no había ni esa posibilidad. Para
sobre todo de Japón y del Sudeste asiático (esto sumado a la sobrevaluación del quienes se quedaban, tanto el no reconocimiento de la antigüedad, como los
dólar dadas las altas tasas de interés que mantenían la restricción monetaria). Al salarios por productividad, las trabas a la agremiación mediante la eliminación
mismo tiempo, las reducciones de impuestos, lejos de incentivar la inversión de los cuerpos de delegados de planta y las comisiones internas, etc., eran las


capital-intensiva, mejoraron la liquidez de las empresas que fue volcada a la condiciones que les aguardaban.
especulación financiera. Otras áreas no vinculadas a la manufactura de bienes En lo que se refiere a los cambios a nivel de la sociedad en su conjunto, el
de consumo, como los servicios, los armamentos y la tecnología ligada a la nuevo modelo de acumulación, orientado fuertemente al sobreconsumo de
carrera espacial, recibieron los incentivos generados por la demanda asegurada los más ricos, generó una polarización social creciente, incentivando la con-
desde el Estado por lo cual atrajeron un importante flujo de capitales. Se gene- centración en convivencia con la pauperización. Así, los gastos del Estado
raba así una dinámica opuesta a lo que se había planteado como objetivo de
14 Marx se refiere al concepto de ejército de reserva en alusión a la masa de trabajadores
desempleados, cuya función dentro del sistema capitalista es empujar hacia abajo el nivel
13 P. Pozzi, op. cit., p. 19. general de salarios, por acción de la oferta y la demanda en el mercado laboral.
276 | SEBASTIÁN J. RODRÍGUEZ DEL ESTADO DE BIENESTAR A LA GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL | 277

se redireccionaron dejando de lado, entre otras cosas, la “guerra” contra la ran la disminución del conflicto, pero al costo de generar para el Estado una
pobreza. Se trató, inversamente a lo que había significado el Estado de crisis fiscal recurrente. De esta manera, la transferencia de recursos a las clases

M
bienestar, de una redistribución del ingreso hacia arriba. No obstante, la “inferiores”, Estado mediante, es el precio del capital para legitimarse y para
expansión del crédito y el endeudamiento de las familias de clase media, garantizar la supervivencia del sistema.17
retrasó la manifestación de los efectos negativos para estos sectores. Como Ahora bien, mientras la renta crece, el capital puede darse ese lujo, pero en
sostiene un historiador argentino, cualquier similitud con la “fiesta” menemista momentos de crisis como la del período que analizamos, la lógica cambia

O
en Argentina, seguramente no es mera coincidencia.15 necesariamente. (Estas crisis se generan a su vez en las contradicciones del
crecimiento y socavan, como hemos visto, la productividad del trabajo). Para
1970, la renta a repartir ya no crece al ritmo anterior, por lo que el capital
V. Manifestaciones del Estado capitalista comienza su contraofensiva para revertir la situación. Pero hay un dato fun-

C
damental, no lo hace desde el Estado sino que el ataque es directo. ¿Por qué

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Ahora bien, para comprender cabalmente el porqué de todas estas modifica- este cambio? Y lo que es más importante: ¿por qué Reagan retoma luego los
ciones en las condiciones materiales de la sociedad, es necesario que nos reclamos de la clase dominante y los hace suyos, transformando el Estado

.
detengamos con algún grado de detalle en la forma que adoptó el poder de bienestar en una dominación más directa del capital sobre el trabajo?

D
político y en sus transformaciones en relación con períodos anteriores. En primer lugar, la experiencia de la posguerra había logrado “torcer” la lógica
En términos muy generales, el Estado de bienestar había implicado un aumento del Estado hasta sus límites posibles. Llamemos a esta instancia límite “forma de
de la intervención estatal en la regulación de los mecanismos mercantiles, que bienestar”. Esto generó –como habíamos mencionado al explicar el fenómeno

D
por sí mismos no resultaban efectivos. En cuanto a las políticas de gasto, el de la estanflación– un punto muerto político en el cual el Estado no podía
Estado de bienestar significó un incremento cuantitativo, pero también cualitati- resolver las tensiones crecientes en favor de ninguno de los contendientes. El
vo, dado que se generaron nuevas instituciones sociales, de seguros de desem- Estado tenía entonces un doble impedimento para tomar partido, ya que su

A
pleo, asistencia, educación, pensiones, etc. Se trató básicamente de una forma (el bienestarismo) le impedía hacerlo en beneficio del capital, mientras
redistribución de la renta (aunque las críticas desde la izquierda tienden a verlo que su contenido/esencia le obstaculizaba hacerlo a favor del trabajo. Llamamos a
más bien como un flujo de capitales entre proletarios y no entre clases) que este contenido/esencia determinación clasista, que hace del Estado una manifesta-

L
aseguraba a la vez el círculo “virtuoso” de generación y realización del valor. ción de las relaciones sociales que estructuran la sociedad capitalista. Esta
Por lo tanto, durante toda la experiencia de la posguerra, el Estado adopta la determinación delimita el “campo de posibilidades” al interior del cual pueden
forma de bienestar y actúa como agente mediador del conflicto de clases, no en moverse las variables mencionadas de consenso y coerción, pero de ninguna

I
su carácter autónomo sino desde su dinámica de reprimir los conflictos manera puede escapar a esos límites. Entonces, ¿por qué el Estado no modificó

F
“innegociables” (coerción) y generar negociaciones allí donde el terreno se simplemente su forma, fiel a su esencia? Pues no era tan fácil, dado que esa forma
presenta fértil para ello (consenso). La clase dominante, ante la imposibilidad de no había nacido por generación espontánea sino al calor y como resultado de la
ejercer únicamente el camino de la coerción, busca dosificarlo recurriendo a lucha de clases previa. De este modo, ese punto muerto político que mencioná-
mecanismos consensuales a través de la institucionalización de la lucha median- bamos fue vencido por la administración Reagan, pero para esto el capital tuvo


te la concesión de prebendas, las cuales se operativizan a través del Estado. Así, que doblegar antes la resistencia de los trabajadores por su propia cuenta. Una
si bien el Estado no funciona como un “instrumento” de la dominación en vez que las condiciones materiales para resolver el “desempate” estuvieron
forma directa, sí hace las veces de garante de la acumulación en el largo plazo.16 dadas, entonces y solo entonces pudo producirse el “desempate político”. Cuando
La clase obrera obtiene de esta manera una serie de reivindicaciones que asegu- Reagan llegó al gobierno, “la guerra de trincheras” ya conocía a su vencedor. Su
gobierno se montó sobre la ola de la reacción de las empresas, y contribuyó a
consolidar el nuevo modelo de acumulación, en el cual, y siguiendo una frase
15 F. Nigra, “Re-pensando las Reaganomics. La reestructuración económica en el capitalismo
norteamericano (1970-1995)”, en De Sur a Norte, Volumen 4 Nº 5, septiembre 2000.
16 I. Gough, La política económica del Estado benefactor, México, Alianza, 1990. 17 J. O´Connor, El significado de la crisis, Madrid, Revolución, 1989, p. 323.
278 | SEBASTIÁN J. RODRÍGUEZ DEL ESTADO DE BIENESTAR A LA GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL | 279

muy sugestiva de Bowles, Gordon y Weisskopf, el “sistema de la gran empresa” del planeta acumula capital, es el paso necesario para reflexionar sobre el esce-
dejó lugar al “predominio de la empresa”, reformulando la mediación del Esta- nario que se plantea en el siglo que comienza.

M
do en las relaciones mercantiles entre capital y trabajo.18 El cambio en las En este sentido, la consolidación del reaganismo está ligada indisolublemente,
proporciones entre consenso y coerción delimitó la nueva forma del Estado como vimos, a las necesidades de reformulación de un patrón de produc-
abandonando su máscara bienestarista y transigiendo hacia una faz mucho más ción-apropiación de excedentes. El capital revoluciona permanentemente
transparente de dominación. los modos en que acumula –las formas de organización del trabajo, el con-

O
A partir de allí el Estado de bienestar se vio drásticamente limitado, a través trol de la producción, los organismos de crédito, los sistemas de comunica-
de la reducción o eliminación de subsidios escolares, de seguros de desem- ción, la banca, las instituciones estatales que garantizan ese proceso de acu-
pleo, seguros y servicios sociales, préstamos a minorías, seguros médicos, etc. mulación, etc.– intentando dar respuesta a dos contradicciones básicas: la
Sin embargo, Reagan no desmanteló el Estado ni disminuyó el grado de inter- caída tendencial de su tasa de ganancia y su relación antagónica e irreconci-

C
vención. Como señala Pozzi, “la administración Reagan ha cambiado el rol liable con los trabajadores. Esto ha sido así desde que la burguesía es la

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


del Estado aumentando sus características intervencionistas para paliar y resol- clase dominante del moderno sistema mundial.
ver la crisis”.19 Por otra parte, no necesariamente hay implicancias directas No obstante, el punto de llegada del proceso que hemos narrado aquí detenta

.
entre el grado de intervención en la economía, el gasto fiscal y el Estado de una particularidad histórica con respecto a otros momentos, haciendo que el

D
bienestar.20 Así, aun cuando Reagan retiró al Estado en lo concerniente a carácter específico de la etapa que se abre sea, en algunos aspectos, real-
gastos sociales, se mantuvo en la práctica la lógica keynesiana en contraposi- mente novedoso. El giro que inaugura Reagan en Estados Unidos es, ade-
ción con la retórica antiestatista. Citando nuevamente a Pozzi, “era más, un proceso que terminará por teñir con sus colores al mundo entero.

D
keynesianismo puesto que la idea era reactivar la economía a través de los Algunos llaman a este período el de la globalización neoliberal, otros hablan
gastos del Estado”.21 Reagan reformuló las relaciones entre “gasto estatal” y de mundialización, mientras que otros simplemente lo entienden como la
“gasto social”, demostrando la independencia relativa de estas variables, pero continuidad del imperialismo, aunque por otros medios.

A
sin desmedro del grado de intervención. En los años ochenta y noventa, termina de consolidarse el proceso de
reducción a la unidad. “El mundo es finalmente uno”, sostienen por igual
detractores y defensores de este sistema. Se proclama, con temor o con

L
2. Nuevo escenario global: el “orbis terrarum” esperanza, que se terminaron las fronteras. El aumento inconmensurable
de la velocidad de la información, la revolución de las comunicaciones, la
Los años ochenta significan un giro fundamental en la historia norteamericana, realidad del mercado mundial como único regulador de la economía es,

I
pero también dejan una marca en lo que tiene que ver con la conformación del para muchos, una utopía hecha realidad. No hay nada por fuera del sistema

F
mundo capitalista en general. Cuando comenzamos este texto hicimos referen- dominante, el capitalismo es uno junto con el mundo que lo contiene y la
cia a que nuestro interés por la experiencia de Estados Unidos se basaba en que imposibilidad de la existencia de “otros mundos” es ya una certeza fuera
siendo la economía más importante del mundo (en términos cuantitativos y de toda discusión. ¿Que perviven otras formas de organización del traba-
también cualitativos), era imprescindible partir de un análisis de las particulari- jo, otros modos de producción tal vez? Es posible, pero no como alterna-


dades de ese país si pretendíamos entender cómo se configuraba el mundo tivas, sino como complementos. Relaciones sociales no capitalistas (traba-
actual. Seguir el derrotero de la forma en que el centro financiero y productivo jo semi esclavo, relaciones compulsivas de trabajo, formas residuales de
servidumbre, etc.) son un hecho constatable, pero que no detentan una
lógica propia sino que se funcionalizan para reproducir las relaciones so-
18 Gordon, Bowles y Weisskopf, op. cit., p. 161. ciales dominantes, y estas son, sin lugar a dudas, relaciones capitalistas.
19 P. Pozzi, op. cit., p. 20. Ahora bien, el capital se globaliza porque su naturaleza es expansionista,
20 E. Isuani, “Bismarck o Keynes: ¿quién es el culpable?”, en E. Isuani, R. Vuolo, E. Tenti porque lo necesita al no existir la posibilidad de un equilibrio homeostático,
Fanfani, El Estado benefactor: un paradigma en crisis, Buenos Aires, Miño y Dávila, 1991. porque la competencia entre capitales hace que se torne imprescindible la
21 P. Pozzi, op. cit., p. 19. permanente búsqueda de mercados, de provisión de materias primas y de
280 | SEBASTIÁN J. RODRÍGUEZ DEL ESTADO DE BIENESTAR A LA GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL | 281

explotación de recursos. El motivo es la esencia misma del sistema: la capitalismo, no podríamos jamás entender, entonces, la gran depresión de la
maximización de la ganancia. Pero sostener que esto obedece a la dinámica década del treinta, o la que se inicia en 1873. Por otra parte, ante la idea de que

M
del capital es también un riesgo, puesto que no nos dice nada en absoluto es el capital financiero el que domina a la producción, también huelga cualquier
sobre la especificidad de esta forma de expansión que la diferencia, por tipo de análisis luego de que Marx explicara claramente cómo las crisis financie-
ejemplo, del período del imperialismo de fines del siglo XIX. ras no son otra cosa que una manifestación de las crisis de la producción y de la
Muchos autores han debatido acerca del significado de esta globalización que caída de la tasa de ganancia. El hecho de que la burbuja financiera tienda a

O
inaugura el tercer milenio.22 Algunos lo han hecho desde un abordaje crítico, divorciarse del ritmo de la producción no necesariamente implica que la circu-
otros, desde la apología más burda, pero de alguna manera todos han intentado lación prima sobre la esfera material, sino que la ecuación es inversa y presenta
desentrañar el signo particular de los tiempos que corren. Quizá la versión más una sobreestimación del valor de las acciones bursátiles por encima de la capa-
divulgada de estas distintas miradas sea las de autores que, como François cidad de crecimiento real de la producción. Los fenómenos son indisolubles,

C
Chesnais, plantean que se trata de una contradicción básica entre el capital pero se ordenan conceptualmente dándole primacía a la economía real.

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


financiero y el capital productivo. En este sentido, el mundo es uno en virtud Por otra parte, que el capital se manifieste en forma de medios de producción o
de que cualquier acontecimiento financiero en una región se traslada en forma de dinero, no altera su esencia. También Marx, en el tomo III de El

.
automáticamente, merced al “efecto mariposa”, al conjunto de la economía Capital se encarga de aclarar la capacidad de “desdoblamiento” del capital en

D
global. La consecuencia es, además de que el mercado funciona como un orga- sus distintas corporizaciones, sin que esto afecte su naturaleza. Pensar que una
nismo indisolublemente constituido por partes que no pueden vivir sin el todo, forma (el dinero) subsume a otra (la producción) es caer en la fetichización de
que la esfera de las finanzas subsume en su lógica a la economía real de la una de las múltiples maneras en que el capital puede manifestarse. Ya Vladimir

D
producción. Ya no es el ritmo de esta última la que marca el compás de la Ilich Lenin, en los primeros años del siglo XX, argumentaba sobre la unicidad
orquesta, sino que, por el contrario, está condenada a ser la sombra de las del capital financiero y del capital industrial, sosteniendo que era justamente esa
fluctuaciones bursátiles y cambiarias. El capital productivo aparece en esta vi- conjunción la que marcaba la entrada en la etapa superior del capitalismo, etapa

A
sión como víctima de la especulación y la rapacidad del mundo de las finanzas. que él llamaba, no casualmente, la era del imperialismo.23 Por lo tanto, la noción
Una cosa sí es cierta: la velocidad de circulación del dinero (que ya no se de que existe un “buen” capitalismo (productivo), ahogado por un capitalismo
moviliza en términos reales, sino en operaciones “virtuales”) y del manejo de la “salvaje” (financiero), solo tiende a confundir en una disquisición moral un

L
información contribuyen a crear la sensación de que el capitalismo, desde hace problema que es en realidad propio del funcionamiento intrínseco del sistema
casi treinta años, habita en la Bolsa de Valores. Sin embargo, el problema de esta capitalista.
interpretación es que en realidad deja sin resolver cuál es la naturaleza de la Otros autores, en cambio, como John Holloway, se refieren a la globaliza-

I
globalización de esta etapa en particular. Si se pretende que la globalización ción pensándola como una contradicción más sustantiva y esencial del siste-

F
equivale al auge del capital financiero, o al efecto dominó que puede producir ma capitalista: la contradicción entre capital y trabajo. Aquí no hay diferen-
en la economía mundial, tendríamos que hablar de globalización desde los cias entre el capital financiero y el capital productivo, ambos son sendas
orígenes mismos del capitalismo, o cuando menos desde la conformación de la manifestaciones del capital como un todo. La globalización es entonces una
división internacional del trabajo a mediados del siglo XIX. Sin ponderar debi- estrategia del capital para vulnerar la organización y las conquistas históricas


damente que el carácter internacional de las finanzas es parte constitutiva del de los trabajadores. Los patrones de acumulación redefinidos según esta
necesidad, en tanto son exitosos, se difunden rápidamente al conjunto de los
países. Globalización, así entendida, significa entonces la implementación a
22 No es este el lugar para dar cuenta de las distintas aproximaciones a la idea de la globalización,
gran escala de mecanismos que se experimentan con éxito en algunos luga-
ni de rastrear la genealogía del concepto, porque sería desviarnos demasiado del eje del
trabajo. Además, ya lo han hecho muchos otros, de manera que sería difícil sumar sin res clave de la economía mundial. Tras la crisis del modelo de acumulación
reiterar. Véase como texto de referencia el artículo de Miguel Mazzeo en Pasados presentes,
op. cit., o del mismo autor, su trabajo más amplio Dioses fracasados, apuntes sobre los procesos de
la globalización neoliberal, Buenos Aires, Macchi, 2003, en el que da cuenta con sobrada sol- 23 V. Lenin, El imperialismo, etapa superior del capitalismo, Buenos Aires, Ediciones Polémica, 1975.
vencia tanto del concepto como de las discusiones al respecto.
282 | SEBASTIÁN J. RODRÍGUEZ DEL ESTADO DE BIENESTAR A LA GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL | 283

de la posguerra, y tras la victoria del capital norteamericano en aquella “gue- bertad”, pero tras esas máscaras se traslucen intereses en realidad muy oscuros,
rra de trincheras”, se consolida una forma particular de reproducir la acu- a veces tanto como el color negro del petróleo.

M
mulación basada en la eliminación de las rigideces que obstaculizan la apro- Parece haber entonces dos elementos que definen el carácter específico de la
piación. Estas rigideces, desde la óptica del capital, son fundamentalmente llamada globalización. El primero, relacionado con la exportación de la fórmula
las asociadas con el poder de negociación de las organizaciones obreras y que encuentra su matriz en la retracción de lo que ha signado la forma de
con las trabas impuestas al capital por la redistribución del ingreso, concre- acumulación del tercer cuarto del siglo XX, es decir, la forma del Estado de

O
tizadas básicamente en torno de las instituciones del Estado de bienestar. bienestar y todos sus elementos constitutivos, haciendo propio de los años
Una vez que esto se elimina con relativo éxito en la economía más impor- ochenta en adelante el disciplinamiento del capital hacia el trabajo. Con la con-
tante del mundo, la receta se traslada, por imposición, al resto. En este solidación del nuevo esquema, los países del capitalismo central se dedicarán a
sentido, quizá la burguesía haya tomado al pie de la letra una consigna que exportar sus recetas al resto del mundo, muchas veces directamente, por ejem-

C
no era suya. Irónicamente, “burgueses del mundo, uníos” parece ser la divi- plo, financiando dictaduras militares para imponer las reformas desde el Estado

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


sa de la globalización neoliberal. y por la fuerza, y otras por medio de la “diplomacia” de organismos de crédito
Además de la internacionalización de las formas productivas, la particularidad como el FMI, o las instituciones internacionales como las Naciones Unidas.24

.
del nuevo modelo de acumulación viene dada por la intención de facilitar la En el siglo que ha comenzado, estamos en presencia del triunfo de una forma

D
circulación de mercancías. La globalización funciona, desde este punto de particular de capitalismo: el que plantea como prioridad la retracción de la
vista, como la imposición de determinadas pautas de comportamiento ligadas presencia estatal –solo en algunos sectores clave, como la seguridad social, las
estrechamente a la necesidad de consumo y realización de bienes. El capital inversiones en salud, educación etc.– en beneficio de los reguladores privados

D
inunda así mercados en todo el globo, con la certeza de que no habrá barreras de la economía. Esto no significa que el Estado como tal pierda protagonismo
culturales que dificulten la absorción de las mercancías provenientes de otras en el mundo “globalizado”, sino al contrario. Es en el rol redefinido del Estado
regiones. La “imagen” pasa a ser la herramienta privilegiada en un contexto donde podemos encontrar las particularidades de esta etapa. Un Estado coloni-

A
que premia al por mayor las estrategias exitosas de publicidad y venta. En lo zado por el capital, que ha cedido espacios y ha expulsado de su seno todo
que podríamos llamar el fenómeno del “imperialismo del consumo”, la ideo- interés que no sea dominante. Esta nueva forma de Estado es el resultado de la
logía dominante de los tiempos que corren señala la construcción de identi- lucha de clases, donde es claro quién interpreta el papel del vencedor. A los

L
dades ligadas estrechamente a la posesión de determinados elementos. Así, desafíos de la clase obrera organizada, a sus conquistas históricas, el capital
teléfonos celulares, lujosos automóviles, televisores digitales y un cúmulo de responde aunando fuerzas y violentando marcos de regulación. A la incapaci-
bienes “simbólicos” señalan el vínculo de pertenencia para con ciertas cate- dad de consumo en determinadas áreas, el capital responde penetrando nuevos

I
gorías sociales. El capital busca de esta manera asegurar la reproducción de mercados, difuminando fronteras, transnacionalizando pautas de consumo “ho-

F
un modelo de acumulación, polarizando, paradójicamente, a los grupos so- mogéneas”. A las crisis de sobreproducción, el capital responde movilizando
ciales entre aquellos que acceden a formar parte de la cultura del consumo inversiones hacia zonas con atractivos por sus “facilidades”: mano de obra
y los que quedan desterrados de la lógica que se inculca con efectividad abundante y barata, poderes políticos débiles y manipulables, desregulaciones
preocupante. institucionales, exenciones impositivas, entre otras.


Así pensada, la globalización no parece ser otra cosa que una remozada forma La globalización puede pensarse, por lo tanto, como el retiro del Estado de
de imperialismo, que ya no se realiza en nombre de una insignia patria, sino en la vida de las clases subalternas, o mejor dicho, como la incapacidad de las
representación del verdadero rostro del capital, el capital transnacional. Esto no clases subalternas de presionar sobre un Estado que ya no atiende a ninguna
implica, claro está, que muchos de estos capitales no tengan proveniencia algu- de sus demandas. La particularidad de esta época y lo que la diferencia de
na, ni arraigo territorial concreto. Sin duda, en la configuración global algunas otros momentos históricos, es quizás el consenso que impone el modelo
naciones se imponen sobre otras. Sin embargo, queda cada vez más claro que
no son los capitales los que penetran el mundo en nombre de los Estados, sino
que son los Estados los que actúan a favor y en nombre del capital. Se inventan 24 Todos estos, según dice irónicamente el escritor uruguayo Eduardo Galeano, distintos
así guerras y cruzadas nacionalistas, se invocan verdades eternas como la “li- apelativos para referirse a Estados Unidos.
284 | SEBASTIÁN J. RODRÍGUEZ DEL ESTADO DE BIENESTAR A LA GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL | 285

norteamericano como receta de aplicabilidad general. La idea de que lo que Fukuyama, el fin de la humanidad, el fin de la historia, la reunión de la raza
regula las relaciones sociales es –y debe ser– el mercado, el avance de la humana bajo el manto de un único y homogéneo sistema.

M
mercantilización de la vida en su conjunto y la desaparición de las “preben- Aun así, y ante un panorama incierto para los sectores dominados, la historia no
das” bienestaristas. Esto es también parte de la naturaleza del capitalismo, se detiene, tal como lo quieren algunos. La ausencia de una alternativa concreta
pero la característica propia y novedosa de la etapa es que este fenómeno se abre la posibilidad a la multiplicidad y a la capacidad creativa de los infinitos
lleva a extremos incomparables, justamente porque se trata de un proceso movimientos de resistencia que no encajan en los patrones de unicidad. Quizá,

O
determinado por el momento de derrota en una lucha histórica. La correla- más que el fin de la historia, la consolidación de la “no alternativa” implique el
ción de fuerzas es totalmente desfavorable para los sectores subalternos. comienzo del fin de un sistema que ha alcanzado los límites de su expansión.
En este período, “globalización” quiere decir debilidad obrera, fortaleza del
capital, respuesta de una burguesía que se impone, haciendo retroceder al

C
proletariado en sus conquistas históricas. 3. Conclusiones y perspectivas

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


El segundo elemento es el fenómeno que acompaña el nuevo esquema pro-
ductivo: el “imperialismo del consumo”. Y de la mano de la imposición de El capital norteamericano logra imponer presidentes y gobiernos a la altura de

.
pautas homogeneizadoras, se extiende como manto protector la idea de la unici- sus necesidades; logra además disciplinar la mano de obra y acallar la lucha de

D
dad, de la imposibilidad de cualquier camino paralelo. Con la globalización, el clases; logra también imponerse como modelo de aplicación al resto del mun-
ser humano pasa a definirse fundamentalmente por los bienes a los cuales tiene do, generando el consenso social mínimo necesario para llevar adelante sus
acceso y por la estandarización de las conductas y formas de pensamiento, todo políticas. Pero esto, lejos de solucionar las crisis, solo las ha “exportado”. ¿Por

D
ello acelerado por mecanismos aceitados para tal fin. El hombre pierde enton- qué el capital no consigue, en consecuencia, recuperar los niveles de creci-
ces su atributo de ser y pasa a ser reemplazado por su capacidad no solo de miento económico perdidos? A veinte años de los fenómenos que hemos ana-
poseer, sino de ser capaz de demostrarlo y hacer ostentación de esa cualidad. lizado, consolidación de la “globalización” mediante, asistimos a la quiebra de

A
Sin embargo, queda aún por definir un tercer elemento, propio del mundo las empresas más poderosas de la economía mundial (citemos el caso más
actual. La idea de globalización, desde este punto de vista, debe tener en significativo del gigante Enron), y a una nueva y aparentemente más profunda
cuenta la consolidación de un modelo de acumulación en un entorno crisis recesiva. También, desde el 11 de septiembre de 2001 somos testigos de la

L
donde ninguna de las voces involucradas tiende a desentonar. Más con- impugnación del autoproclamado carácter impenetrable del espacio norteameri-
cretamente, se trata de un esquema no tan nuevo, pero en un contexto sin cano, y no conforme con esto, la aparentemente sencilla victoria de Estados
precedentes: la desaparición de las alternativas reales, hecho que da sus- Unidos sobre el pueblo de Irak parece haber abierto una caja de Pandora de

I
tento material a la conformación del pensamiento único. Creemos que no final incierto (¿un nuevo Vietnam acaso?). Podemos sumar fenómenos visibles

F
puede hablarse de una configuración mundial en términos globales hasta como el rechazo de las potencias europeas (Alemania y Francia) a la interven-
que la “isla de la Tierra” no termina siendo finalmente una junto con el ción en Medio Oriente, las críticas del Consejo de Seguridad de las Naciones
sistema capitalista, y esto no ocurre hasta que se produce la desaparición Unidas, el fallido golpe de Estado en Venezuela –impulsado y exhortado en
de la URSS y la caída del Muro de Berlín, como el último símbolo vigente forma declarada por Estados Unidos– contra el presidente Hugo Chávez y sus


de la polarización del mundo. No obstante, recién cuando se construye un políticas de nacionalización de los recursos petroleros; y fenómenos quizá no
consenso en torno de la falta de alternativas, o del fracaso de las alternati- tan evidentes pero sintomáticos como el persistente debilitamiento del dólar
vas posibles, podemos referirnos propiamente a la globalización. El gran como moneda de transacción multilateral. Todos estos signos intentan mostrar
triunfo de los tiempos que corren, en términos de la formación de un que tal vez aquella primacía mundial alcanzada luego de la Segunda Guerra
discurso hegemónico, es haber cambiado de plano las alternativas. Lo que Mundial, y aparentemente restablecida durante las presidencias de Reagan y
una vez tuvo una concretización espacial, solo es posible ahora en el George Bush, a través de la exportación de los patrones de acumulación, y del
plano temporal. El socialismo, o como quiera que llamemos al mundo no “imperialismo del consumo”, no es tal.
capitalista, ya no está en el oriente, sino en el futuro. El capitalismo global, La crisis no se ha evaporado, y persiste pese a la aplicación de fórmulas que
o su eufemismo, la globalización, es en el discurso dominante y al decir de otrora dieron resultados satisfactorios. La reanudación del vínculo simbiótico
286 | SEBASTIÁN J. RODRÍGUEZ DEL ESTADO DE BIENESTAR A LA GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL | 287

entre la guerra sin fin y el desarrollo industrial –Guerra Fría, remilitarización Lipset, S. M.; Raab, E., “Los cincuenta: el macartismo”, en Lipset y Raab, La política de la
reaganiana, Guerra del Golfo, invasión a Afganistán tras la escurridiza som- sinrazón, México, FCE, 1981.
Nigra, F., “Re-pensando las Reaganomics. La reestructuración económica en el capitalismo

M
bra del “terrorismo” fundamentalista, invasión a Irak, y quién sabe cuántas
norteamericano (1970-1995)”, en De Sur a Norte, Vol. 4 Nº 5, septiembre 2000.
intervenciones más– tampoco ha logrado revertir los indicadores de la eco-
Mazzeo, M., “La globalización neoliberal, algunas definiciones generales”, en De Luque, S. et al,
nomía. ¿Se han acortado los ciclos de crecimiento, o acaso estamos siendo Pasados presentes, Buenos Aires, Dialektik, 2006.
testigos del comienzo de la imposibilidad del capital de continuar una repro- Dioses fracasados, apuntes sobre los procesos de la globalización neoliberal, Buenos Aires, Macchi,

O
ducción ad eternum? ¿Será acaso la globalización, el réquiem de un sistema 2003.
que ha sellado sus válvulas de escape? ¿Será nuestra generación, o tal vez la O´Connor, J., El significado de la crisis, Madrid, Revolución, 1989.
que sigue, la encargada de historiar sobre el crac definitivo? Offe, C., Las contradicciones del Estado benefactor, México, Alianza, 1990.
Pozzi, P.; Elisalde, R., “La historia y política en Estados Unidos”, en De Sur a Norte, Vol. 3 N°

C
4, abril 1998.

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Pozzi, P., “Excepcionalismo y clase obrera”, en Pozzi et al, De Washington a Reagan: trabajadores y
conciencia de clase en los Estados Unidos, Buenos Aires, Cántaro, 1990.

.
Pozzi, P., Luchas sociales y crisis en Estados Unidos (1945-1993), Buenos Aires, El Bloque, 1993.
Bibliografía Shaikh, A., Valor, acumulación y crisis, Bogotá, Tercer Mundo, 1991.

D
Sirlin, E., “El ciclo de la economía mixta” en De Luque, S. et al, Pasados presentes, Buenos Aires,
Anderson, P., Las antinomias de Antonio Gramsci. Estado y revolución en Occidente, México, Fontamara, Dialektik, 2006.
1998. Theoharis, A., “La retórica de la política: la política exterior, la seguridad interior y la política

D
Baran, P.; Sweezy, P., El capital monopolista, México, Siglo XXI, 1965. interna en la era Truman, 1945-1950”, en Barton Bernstein, Politics and Policies of the Truman
Barnet, R., Guerra perpetua, México, Breviarios, 1974. administration, Chicago, Quadrangle Books, 1970. Traducción de Gabriel Ozón y Virginia
Beines, D., “Los EE.UU. entre las dos guerras. 1919-1941”, en Adams, W., Los Estados Unidos Mattilcoli (INSPLV).
de América, Historia Universal, volumen 30, México, Siglo XXI, 1984.

A
Bernstein, B., “El New Deal: los resultados conservadores de la reforma liberal”, en Bernstein,
B., et alia, Ensayos inconformistas sobre los Estados Unidos, Barcelona, Península, 1976.
Bonnet, A., “El fetichismo del capital-dinero: el debate Chesnais-Husson”, en Realidad Económi-

L
ca Nº 186, del 16 de febrero al 31 de marzo de 2002.
Bowles, S.; Gordon, D.; Weisskopf, T., La economía del despilfarro, Madrid, Alianza Universidad,
1983.

I
Brinkley, A., “El nuevo trato y la idea del Estado”, en Arriaga, Víctor et al, comps., Estados
Unidos visto por sus historiadores, Tomo 2, México, Instituto Mora/UAM, 1991.

F
Dalton, G., Sistemas económicos y sociedad, Alianza, 1982.
Danzig, D., “El movimiento en favor de los derechos civiles y la revolución de los negros”, en
AAVV, Estados Unidos ante su crisis, México, Siglo XXI, 1967.
Englehardt, T., El fin de la cultura de la victoria, Barcelona, Paidós Ibérica, 1995.


Galbraith, J. K., Un viaje por la economía de nuestro tiempo, México, Ariel, 1996.
Gordon, D.; Edwards, R.; Reich, M., Trabajo segmentado, trabajadores divididos. La transformación
histórica del trabajo en los Estados Unidos, Madrid, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social,
1986.
Gough, I., La política económica del Estado benefactor, México, Alianza, 1990.
Guérin, D., Mandel, E., La concentración económica en Estados Unidos, Buenos Aires, Amorrortu,
1971.
Hobsbawn, E., Historia del siglo XX, Buenos Aires, Crítica, 1998.
Isuani, E., “Bismarck o Keynes: ¿quién es el culpable?”, en Isuani, E.; Vuolo, R.; Tenti Fanfani,
E., El Estado benefactor: un paradigma en crisis, Buenos Aires, Miño y Dávila, 1991.
La industrialización del sudeste asiático

M
Adriana Giuliani

CO
Introducción

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


El impactante ritmo de crecimiento que registraron desde finales de la década

.
de 1960 los “tigres asiáticos” o “NIC” (sigla en inglés utilizada para designar a

D
países de industrialización reciente) llevó a que algunos observadores los con-
sideraran mitos o paradigmas que otros países en desarrollo debían imitar. Una
versión ampliamente difundida en América Latina, sostenida por, entre otros, el

D
Banco Mundial, el FMI y representantes de la ortodoxia económica, atribuía el
éxito de estas experiencias a una apertura total al comercio internacional y a una
reducida intervención pública, a partir de lo cual se prescribía que eliminando

A
el esquema proteccionista y limitando la influencia estatal en la economía se
lograrían resultados comparables.
El objeto del capítulo es señalar cuáles son los elementos que a nuestro enten-

L
der constituyen los ejes centrales del proceso de industrialización que nos
ocupa, los que por cierto resultan bastante más complejos y aun contradictorios
con la explicación oficial. La planificación a largo plazo de la política industrial,

I
los incentivos a las exportaciones, la asignación de importantes partidas presu-

F
puestarias a estimular la investigación y el desarrollo de tecnología, son solo
algunas señales de la relevancia que tuvo la acción del Estado en la estrategia
desplegada. Por otro lado, los criterios adoptados en materia de comercio exte-
rior indican que el crecimiento de las exportaciones no estuvo asociado a la


liberalización total del mercado de bienes, sino que fue acompañado por una
política de sustitución de importaciones y complementado con una expresa
protección al sector industrial. Un conjunto de factores de carácter exógeno se
agrega al análisis y refuerza además el contraste con el caso latinoamericano,
tema que se trata en un apartado especial. Para estudiar este caso, se recurrió a
trabajos de Fernando Fajnzylber (1981), Michael Mortimore (1993), Manuel
Agosín (1993) y Alice Amsden (2004).
En la primera parte se hace referencia a las principales características de la
denominada “edad de oro del capitalismo”, para destacar la influencia que el
290 | ADRIANA GIULIANI LA INDUSTRIALIZACIÓN DEL SUDESTE ASIÁTICO | 291

particular contexto internacional ejerció en los dinámicos “dragones del Pa- cativo. Hacia la década de 1960 se acentuó la tendencia a la transnacionalización,
cífico”, principalmente a partir de los aportes de Eric Hobsbawm (1998), es decir, hacia la consolidación de un sistema de actividades en el que los

M
Herman van der Wee (1986) y Angus Maddison (1991). límites geográficos se desvanecen. Sobre este punto, Hobsbawm (1998: 280)
destaca como principales características, además de la nueva división interna-
cional del trabajo, el surgimiento de las actividades off-shore (extraterritoriales) en
El marco internacional (1950-1970) los llamados paraísos fiscales y las compañías multinacionales, las que si bien

O
no constituyeron una novedad propia del período, se multiplicaron notable-
Durante las denominadas décadas doradas, la economía mundial creció a un mente: las filiales de compañías norteamericanas en el resto del mundo pasaron
ritmo explosivo, especialmente en virtud de la dinámica de acumulación de los de 7.500 en 1950 a más de 23.000 en 1966.
países más desarrollados. Algunos indicadores, señala Hobsbawm (1998: 264), El extraordinario crecimiento de la producción y de la productividad laboral

C
reflejan que “nunca había existido algo semejante”: la fabricación de manufac- fue posible gracias a una conjunción de variables tales como el aprovechamien-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


turas se cuadruplicó en el mundo entre principios de los cincuenta y principios to de las economías de escala, la difusión de nuevas tecnologías y la organiza-
de los sesenta, las transacciones internacionales de productos elaborados se ción del trabajo fordista, pero además, a partir del acuerdo –tácito o expreso–

.
multiplicaron por diez, la producción agrícola mundial se elevó gracias a espec- entre las organizaciones sindicales y patronales para mantener los salarios de

D
taculares incrementos de productividad, las flotas pesqueras triplicaron sus los trabajadores en niveles satisfactorios, incluso con cláusulas de ajustes perió-
capturas, por nombrar algunos ejemplos demostrativos. dicos, que no mermaran los beneficios empresariales. De esta forma, el consu-
Van der Wee (1986) interpreta este período como un intenso movimiento de mo y las nuevas inversiones componían la demanda necesaria para absorber la

D
recuperación, especialmente para Europa, donde la expansión económica había creciente producción, confirmando la combinación keynesiana de crecimiento
sido aplazada por las dos guerras mundiales. En Estados Unidos el factor de económico y consumo masivo de una población bien remunerada y protegida
rehabilitación tuvo una relevancia menor, ya que el retraso ocasionado por la por un Estado benefactor.

A
crisis de los años treinta fue parcialmente compensado durante la Segunda Hacia fines de los años sesenta –algunos observadores señalan el año 1967 como
Guerra Mundial. punto de inflexión–, los elementos que componían el “círculo virtuoso” comenza-
Hobsbawm comprende esta dinámica como el resultado de los siguientes factores: ron a desgastarse. Las fuentes generadoras del incremento de la productividad

L
1) La reestructuración del sistema de libre mercado absoluto a partir de la fueron encontrando su límite y la tasa de ganancia decayó ante la rigidez de los
implementación de la economía mixta, basada en la interacción de la actividad salarios. Para Maddison (1991: 128), la erosión de los factores que dieron origen al
económica del Estado, de los sindicatos y del sector privado, en la búsqueda aumento de la productividad no se debió a “una suerte excepcionalmente mala” ni

I
conjunta del crecimiento económico. Determinados fines, como la contención fue ocasionada por errores políticos; se produjo un deterioro de las circunstancias

F
del comunismo, la aspiración de evitar el desempleo masivo, además de la expe- especialmente favorables de la edad de oro, lo cual era inevitable a la larga. Este
riencia de entreguerras, explican que funcionarios y empresarios occidentales autor agrega como causas del ocaso el derrumbe del sistema de tipos de cambio
aceptaran prácticas que antes hubieran resistido por considerarlas “socialistas”. fijos de Bretton Woods y las fuertes expectativas inflacionarias como lineamiento
2) Una nueva división internacional del trabajo más compleja y minuciosa que la fundamental en la determinación de salarios y precios.


anterior, circunscripta a los países que componían el grupo medular del mundo Precisamente, la situación empeoró después de 1973, cuando la OPEP deci-
capitalista y estructurada a partir del comercio de productos industriales. Las dió elevar el precio del barril de crudo, lo cual provocó el encarecimiento
manufacturas, que desde el siglo XIX representaban menos de la mitad del co- de los costos de producción, al ser el petróleo y sus derivados insumos
mercio mundial, llegaron a superar el 60% en esta etapa. Tanto el bloque soviéti- básicos del sector industrial. Los empresarios transferían el aumento de sus
co como los países del Tercer Mundo quedaron prácticamente aislados, excepto costos a los precios de venta vía el mecanismo del mark up, los sindicatos
en lo que respecta a la provisión de materias primas y alimentos, lo que en cierta forzaban subas salariales para hacer frente a la escalada de los precios y de
medida les valió para desarrollar sus propios procesos de industrialización. esta manera el mundo desarrollado conoció la inflación de oferta, la cual,
Durante los años dorados la economía se fue internacionalizando de manera unida a la recesión que sobrevino luego de 1974, fue denominada estanflación.
progresiva, siendo el comercio recíproco entre los países cada vez más signifi- Era previsible que la industria se trasladara desde lugares de mano de obra
292 | ADRIANA GIULIANI LA INDUSTRIALIZACIÓN DEL SUDESTE ASIÁTICO | 293

cara a otros de mano de obra barata. Hobsbawm (1998: 413) nos dice: “En riendo competitividad internacional con bienes cada vez más sofisticados, partien-
un mundo donde los flujos económicos atravesaban las fronteras estatales do de manufacturas muy sencillas y con un alto componente de mano de obra,

M
–con la excepción de los emigrantes en busca de trabajo–, las industrias con como textiles y juguetes. A partir de los años 60, el sector manufacturero fue
uso intensivo de trabajo emigraban de los países con salarios elevados a asumiendo una participación cada vez más relevante en el PBI y en el volumen
países de salarios bajos; es decir, de los países ricos que componían el total de ventas al exterior, circunstancia especialmente significativa ya que las
núcleo central del capitalismo, como Estados Unidos, a la periferia”. Así, el exportaciones de artículos de origen industrial provocan lo que Fajnzylber (1981:

O
proceso de transnacionalización se profundizó cuando las nuevas industrias 119) llama un “efecto arrastre” que genera empleo, calificación en la mano de
localizadas ahora en el Tercer Mundo comenzaron a abastecer no solo a sus obra, incremento de la productividad, crecimiento de los salarios reales, conside-
respectivos mercados interiores sino también al mercado mundial, exportan- ración de la importancia del progreso técnico, entre otras consecuencias positivas.
do tanto productos elaborados íntegramente por la industria local como Es decir: no es la exportación en sí misma la que impregna de dinamismo a la

C
integrando cadenas de fabricación transnacional. economía, sino el hecho de que sean productos industriales los que se exportan,

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


La crisis que siguió al fin de los años dorados no puede ser comparada, para aun cuando contengan un elevado porcentaje de insumos importados. Si la gene-
Hobsbawm, a la gran depresión desencadenada luego del crac de Wall Street ración de divisas hubiera dependido de las ventas de recursos naturales, por otra

.
en 1929. El incremento del producto bruto de las economías más avanzadas parte escasos en estas tierras, no se habrían logrado los mismos resultados.

D
considerado en conjunto apenas fue interrumpido por algunos períodos de A pesar de lo que han difundido las versiones ortodoxas, todos estos países
estancamiento (1973-1975 y 1981-1983), y el comercio internacional de pro- comenzaron su proceso de industrialización con una política de sustitución de
ductos manufacturados continuó y aun se aceleró durante los ochenta. Es importaciones, que coexistió con el modelo de crecimiento basado en la pro-

D
decir, el crecimiento económico continuó pero a un ritmo más lento que en moción de exportaciones. Ninguno de los NIC abandonó la protección a la
la etapa anterior, excepto en un grupo de países que irrumpieron en la industria nacional ni adoptó políticas generalizadas de apertura; por el contrario,
escena mundial en esta época: los “tigres o dragones del Pacífico”, que la liberalización fue secuencial y selectiva, de acuerdo a metas preestablecidas.

A
pronto se convirtieron en la región más dinámica de la economía mundial. En este sentido, en Corea se introdujo en 1967 la llamada “lista negativa”, con el
objeto de autorizar las importaciones de los productos que no figuraran en la
nómina. La lista era confeccionada por el gobierno e indicaba los rubros cuya

L
La estrategia industrializadora del sudeste asiático importación se restringía o se prohibía. El resultado de la balanza de pagos y el
grado de protección asignado a determinadas industrias locales definían los
Siguiendo básicamente a Fajnzylber (1981), a continuación se examinan las criterios para elaborar el listado, que era anunciado dos veces por año. En líneas

I
experiencias de los primeros países que recibieron la denominación de NIC generales, la importación de materias primas y de insumos intermedios se auto-

F
(Newly Industrialized Countries): Corea, Taiwan, Singapur y Hong Kong, con el rizaba directamente, mientras que la limitación alcanzaba a los bienes que com-
propósito de indagar en los principales elementos que permiten compren- petían con los producidos internamente, en particular los de capital y de consu-
der el espectacular ritmo de crecimiento y la veloz diversificación de la mo durable, además de aquellos considerados suntuarios. El sector agrícola
matriz productiva. Por otro lado, se intenta poner en cuestión la categoría de gozaba de especial consideración: en 1968, el nivel de protección era del 17% y


paradigma a la que han sido elevados estos procesos por parte de algunos del 12% para el manufacturero, mientras que en 1978, los porcentajes eran del
especialistas internacionales, máxime cuando del análisis parcializado se pre- 55% y 10% respectivamente, indicadores que ponen de manifiesto una política
tende derivar la posibilidad de una transferencia automática hacia otros paí- hacia el autoabastecimiento alimentario.
ses en desarrollo, en especial hacia los latinoamericanos. En los diez años que siguieron a la implementación de la lista, las tasas
arancelarias en promedio efectivamente disminuyeron, los ítems de importa-
El modelo económico ción prohibida pasaron de 118 a 61, aunque los restringidos aumentaron de
402 a 560, lo que ratifica un lento proceso de liberalización.
A pesar de ser un grupo heterogéneo de países, tienen en común haber logrado En Taiwan, la política en este terreno fue más intensa aunque igualmente
una rápida industrialización tendiente a acceder a los mercados externos, adqui- progresiva. El requisito para que los productos fabricados internamente lo-
294 | ADRIANA GIULIANI LA INDUSTRIALIZACIÓN DEL SUDESTE ASIÁTICO | 295

graran protección respecto de bienes importados, era el cumplimiento de Cuadro nº 2


determinadas pautas en cuanto a calidad y cantidad. Por otro lado, el compo- PBI per cápita. Tasa de crecimiento del PBI

M
nente de materias primas importadas no podía superar el 70% del costo total
de elaboración y el precio final no debía exceder el valor que habría de PBI per cápita Tasa promedio de
pagarse en el mercado en caso de importar el producto en más de un 25% (us$ corrientes) crecimiento anual del PBI
en 1960, del 15% en 1964, del 10% en 1968 y del 5% en 1973.

O
El mantenimiento de un tipo de cambio elevado sin duda influyó positiva- País 1968 1988 (1968-1988)
mente en las operaciones con el exterior. Por ejemplo, en Corea la alta
cotización de la divisa hizo que los costos internos medidos en won, la Corea 180 3.550 9.1
moneda local, fueran moderados en relación a los precios internacionales, Taiwan S/I S/I 6.4

C
asegurando considerables beneficios en el negocio exportador. Se utilizó Singapur 740 9.100 8.5

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


además para resguardar a la industria, al funcionar como un verdadero im- Argentina 990 2.520 1.5
puesto a las importaciones competitivas de la producción nacional.1 Brasil 370 2.160 5.8

.
Los siguientes cuadros expresan la evolución del grupo y reflejan el con- México 580 1.770 4.4

D
traste con algunos países latinoamericanos, tema que se tratará más adelante. Chile 780 1.510 3.3

Cuadro nº 1 Fuente: Banco Mundial, World Tables.

D
Participación de manufacturas en el PBI y en las exportaciones
(en %)
El papel del Estado

A
País Participación de las Participación de las exportaciones
manufacturas en el PBI de manufacturas La acción del sector público es trascendente en todas las experiencias ex-
En las En el ploradas, por lo que este aspecto merece nuestra especial atención.

L
exportaciones PBI En el caso coreano, el Estado intervino apoyando y regulando la actividad
1968 1988 1968 1988 1968 1988 privada, siendo propietario de empresas y del sistema financiero. Aportó
infraestructura, creó organismos de investigación y desarrollo y mantuvo la

I
Corea 13.0 38.4 74.1 93.3 5.7 33.1
docilidad laboral y social.2 En 1964, fundó la Corporación de Promoción del
Taiwan S/I S/I 18.1 91.9 S/I S/I

F
Comercio Exterior (KOTRA) para difundir los productos coreanos en el
Singapur 20.7 27.5 26.9 74.3 24.3 121.8*
exterior, brindar asesoramiento a exportadores e informar a posibles com-
Argentina 26.1 21.0 12.1 25.7 0.7 2.6
pradores del extranjero. Asimismo, creó el Instituto Coreano de Desarrollo
Brasil 26.0 27.2 8.7 47.8 0.5 4.6
(KDI), un centro de investigación y análisis, y fundó compañías para desa-


México 21.6 22.4 20.4 55.8 0.8 6.6
rrollar actividades nuevas que más tarde fueron total o parcialmente privati-
Chile 25.6 22.3 3.1 15.0 0.4 4.8
Fuente: Banco Mundial, World Tables.
* El alto nivel de las reexportaciones sesga hacia arriba este valor. procedía de la cuenta capital, ya que la política cambiaria coreana, encaminada a mantener
el tipo de cambio real elevado, redundaba normalmente en superávit comercial.
2 Además del férreo régimen político, la gran densidad de población con baja productivi-
dad en la fase inicial ayuda a comprender la debilidad de las organizaciones sindicales y,
1 Durante la vigencia del Plan de Convertibilidad en Argentina, sus defensores solían men- como señala Sevares (1989: 9), es preciso considerar ciertos valores propios de la tradición
cionar a Corea como ejemplo de país que combinaba déficit externo y crecimiento. Sin confuciana en cuanto a disciplina y respeto por los superiores, que explican la tolerancia de
embargo, a diferencia del caso argentino, el desequilibrio en la balanza de pagos coreana largas jornadas laborales a cambio de magras retribuciones.
296 | ADRIANA GIULIANI LA INDUSTRIALIZACIÓN DEL SUDESTE ASIÁTICO | 297

zadas. Un área destacada fue la industria electrónica; por tratarse de una de aquellos sectores considerados estratégicos en función del valor agregado
las prioridades del gobierno, en 1969 se dictó la Ley de Promoción de la incorporado, la tecnología involucrada, los eslabonamientos productivos y

M
Industria Electrónica y se trazó un plan para el desarrollo de la actividad, el componente de protección del medio ambiente, entre otros requisitos.
que fue continuado por programas sucesivos. Los principales mecanismos utilizados hacia el sector privado fueron los
La manifestación más clara de la intervención estatal se refiere a la amplia créditos a largo plazo subsidiados, las exoneraciones impositivas y la instala-
gama de incentivos a la exportación, en especial para las empresas pertene- ción de parques científicos.

O
cientes a las ramas promovidas, entre los que se destacan: La industrialización en las ciudades-estado de Hong Kong y Singapur, tradicio-
- facilidades para obtener créditos con tasas subsidiadas, orientados a la nales centros financieros y de distribución comercial internacional, también fue
adquisición de insumos y bienes de capital; producto de la voluntad política de los Estados respectivos. En Singapur, iden-
- exenciones de impuestos indirectos para los rubros intermedios y para tificando los sectores clave e instrumentando dispositivos para estimular la

C
las exportaciones; inversión, como así también participando directamente en una gran variedad de

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


- reducción de gravámenes directos sobre los ingresos obtenidos por ven- actividades económicas. El sector público participó concretamente en la dispo-
tas al exterior; sición de capital, ya que del total de la formación interna bruta le correspondía,

.
- autorización para importar bienes incluidos en la lista negativa, siempre en la primera etapa del proceso, entre una tercera y una cuarta parte.

D
que se vincularan a actividades de exportación; En Hong Kong la influencia estatal estuvo asociada a su histórica función
- tarifas preferenciales en energía y transporte. relacionada con la intermediación comercial en el continente. La afianzada
La política industrial fue gradual y secuencial: en los 60 se privilegió la infraestructura en materia de instalaciones portuarias, bancos, seguros y trans-

D
inversión en cemento, fertilizantes y refinerías de petróleo; en los 70, acero porte marítimo, heredada de su pasado mercantil, operó como marco propi-
y productos petroquímicos; a fines de esa misma década, astilleros, bienes cio para el desarrollo de la industria con vocación exportadora.
de capital y bienes de consumo durable; en los 80, electrónica, telecomuni-

A
caciones e informática. La inversión extranjera
En Taiwan, el desarrollo de nuevas ramas industriales estuvo
preponderantemente en manos de empresas estatales fundadas expresamen- Mortimore (1993) asigna especial importancia al origen de la inversión extranje-

L
te, gran parte de las cuales fueron vendidas al sector privado una vez forjada ra directa y a la transferencia tecnológica en los procesos de industrialización
la actividad. Los joint ventures fomentados desde el Estado, entre empresas tardía. En el sudeste asiático, el flujo de capitales y la transmisión de tecnología
extranjeras y empresas públicas o privadas, también constituyeron una valio- desde Japón constituyeron elementos ponderados para mejorar la competitividad

I
sa herramienta para asentar nuevas industrias y para obtener tecnología ex- internacional de los países y la modernización de sus industrias. La compara-

F
tranjera. En la década de 1950 los incentivos se encauzaban básicamente a ción con el caso de América Latina refuerza la hipótesis, ya que aquí las inver-
los textiles, vidrio, plásticos, cemento; en los 60, a los textiles sintéticos y siones provenientes principalmente de Estados Unidos y en menor magnitud
acero; en los 70, a los automóviles. A partir de entonces, cuando las reservas de Europa, en general se instalaron en forma de subsidiarias o filiales con
laborales locales comenzaron a escasear ante el acelerado incremento de participación mayoritaria de capital foráneo, desarrollando actividades que goza-


exportaciones intensivas en mano de obra, las ventajas se efectivizaron en ban de protección. En la búsqueda de mayor rentabilidad, se sumaron a la
torno a industrias de alta tecnología. Aquí, el Instituto de Investigación de industrialización orientada hacia el interior y contribuyeron muy poco a introdu-
Tecnología Industrial (ITRI), un organismo gubernamental dedicado al de- cir innovaciones en la industria latinoamericana.
sarrollo de nuevos procesos industriales, tuvo una actuación destacada. Como Las empresas japonesas trasladaron al extranjero actividades que en Japón ha-
señala Andsen (2004: 80), fue la incubadora de dos pilares de la industria bían perdido competitividad ante el encarecimiento de la mano de obra local,
taiwanesa de semiconductores: United Microelectronics Corporation y Taiwan con el objeto de garantizar el suministro de componentes industriales de bajo
Semiconductor Manufacturing Company, como así también de proyectos costo. Análogamente, propiciaron la subcontratación de insumos e incluso de
tendientes a estimular la fabricación de computadoras personales y de cir- equipos terminados a través de concesiones de licencias o convenios, como así
cuitos integrados. El propósito del gobierno en este ámbito fue promover también participando del paquete accionario de empresas locales. Dado el tama-
298 | ADRIANA GIULIANI LA INDUSTRIALIZACIÓN DEL SUDESTE ASIÁTICO | 299

ño del mercado interno de los NIC, las exportaciones y el establecimiento de similares y corroboran la existencia de una nítida alianza entre el Estado y el
zonas francas fueron condiciones necesarias para justificar las inversiones. empresariado nacional en pos de estructurar el proyecto industrializador.

M
La transferencia de tecnología desde Japón se realizó a través de un proceso Hong Kong presenta una variante, puesto que la nutrida corriente de
de aprendizaje compuesto por varias fases: asimilación, absorción, adapta- inmigrantes provenientes desde China proporcionó capital, capacidad em-
ción, generación y nuevos descubrimientos, hasta que la versión original, o presaria y un número considerable de trabajadores que activaron la industria
una mejorada, era nuevamente transferida hacia otro destinatario con menor local.

O
adelanto tecnológico relativo.3 Los países asiáticos han demostrado ser efi-
cientes receptores, ya que en numerosos rubros se fueron convirtiendo en Factores externos
verdaderos competidores de la industria japonesa.
La combinación de componentes endógenos que posibilitaron el rápido cre-

C
Los grupos económicos internos cimiento en este grupo de países fue fortalecida por el contexto internacio-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


nal, tanto en términos económicos como geopolíticos.
La existencia del denominado “capitalismo nacional” es un aspecto que se En el ámbito económico, ya se ha mencionado que el nuevo orden interna-

.
considera prioritario en todo proceso de industrialización, por lo que surge cional configurado en el período de posguerra liberalizó el comercio mun-

D
inevitablemente el siguiente interrogante: ¿cuáles son las raíces de la bur- dial, intensificó la competencia entre el núcleo de países centrales y amplifi-
guesía local en el sudeste asiático? A diferencia del caso japonés, en el que có la internacionalización de la producción industrial. Al mismo tiempo, el
los grupos económicos son muy antiguos, el capital nacional aplicado a la encarecimiento de la mano de obra incentivó la búsqueda de factores que

D
industria en los NIC, particularmente en Corea y en Taiwan, es relativamen- contrarrestaran esta tendencia, uno de los cuales fue la instalación de plata-
te reciente y se debe principalmente a la implementación de las respectivas formas de exportación en regiones caracterizadas por su fuerza de trabajo
reformas agrarias (Corea: 1945-1950 y Taiwan: 1949-1953). Amsden (2004: sumisa y de bajo costo.

A
79) advierte con precisión que al desaparecer la posibilidad de obtener ren- Entre los argumentos de orden geopolítico, resalta su ubicación estratégica
tas extraordinarias propias de la explotación latifundista, el sector industrial en el marco de la confrontación ideológico-militar Este-Oeste: en particular
se convirtió en el destino más atractivo para la inversión privada, opción que Hong Kong4 era visualizada como un punto de inteligencia para controlar a

L
se vio reforzada por el otorgamiento de subsidios estatales direccionados a la República Popular China.
favorecer la actividad manufacturera. Además de la instalación de bases militares, los NIC fueron asistidos econó-
Las principales firmas de Corea se iniciaron sustituyendo importaciones sim- micamente por Estados Unidos, lo cual aportó solvencia a los tramos inicia-

I
ples, de escaso valor agregado, para transformarse con el tiempo –a partir de les de los respectivos procesos de industrialización. Taiwan fue beneficiaria

F
la utilización de los incentivos implementados desde el Estado– en grandes de un programa de ayuda por el cual recibió un total de 1.444 millones de
grupos que concentran el poder económico del país. Por ejemplo Daewoo, dólares entre 1951 y 1965 (Fajnzylber, 134), que le permitieron atenuar el
que comenzó siendo una pequeña fábrica de indumentaria en la década de problema de escasez de divisas que presentaba su balanza de pagos en esos
1960, fue diversificando su producción hasta convertirse en la principal años. En Corea, a los gastos relacionados con tareas logísticas, entre los que


exportadora textil del país, además de fabricante de automóviles, barcos y sobresale la permanencia de tropas norteamericanas durante la guerra entre
productos electrónicos. Hyundai, que en los años cuarenta fue un taller de Corea del Norte y Corea del Sur y la contienda en Vietnam, se sumaron la
reparación de autos y una modesta agencia de transportes, llegó a ser propie- asistencia directa y las donaciones.
taria del mayor astillero del mundo, además de exportar automóviles y pro-
ductos electrónicos. Samsung y Lucky Goldstar cuentan con trayectorias

3 Mortimore incluye en su esquema a Japón, a los NIC y a los miembros de la Asociación de 4 Colonia británica desde 1841 tras la Segunda Guerra del Opio, el 1º de julio de 1997 fue
Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN): Indonesia, Malasia, Filipinas y Tailandia. restituida a China, bajo la denominación de Región Especial Administrativa de Hong Kong.
300 | ADRIANA GIULIANI LA INDUSTRIALIZACIÓN DEL SUDESTE ASIÁTICO | 301

Contraste con el caso de América Latina advertirse la conveniencia de contar con recursos humanos capacitados, espe-
cialmente para asimilar tecnología proveniente desde el exterior. Corea logró

M
Agosín (1993) compara el modelo de los NIC con la experiencia latinoame- crear su propia base tecnológica no solo para adaptar técnicas avanzadas de los
ricana. Desde la década de 1970 los organismos financieros internacionales países más adelantados en este aspecto, sino también para crear las propias.
impulsaron la adopción de políticas de apertura externa como receta para f) La aplicación de nuevos procedimientos habilitó la configuración de un
alcanzar los resultados de los países asiáticos; sin embargo, hemos podido modelo de especialización internacional dinámico, ofreciendo mercaderías

O
observar que en Asia el crecimiento de las exportaciones no descansó en la de creciente valor agregado, a diferencia del esquema de ventajas comparati-
liberalización del comercio exterior sino en una serie de medidas hacia una vas estático que mantuvo América Latina.5
paulatina apertura al comercio internacional. g) La inserción en el orden mundial era muy diferente en uno y otro caso, ya
La cuestión de por qué mientras los países del sudeste asiático hacia fines que las condiciones externas que pesaron en la experiencia asiática no esta-

C
de la década de 1950 optaron por promover la industrialización orientada a ban presentes en América Latina.

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


la exportación, las economías latinoamericanas se inclinaron por prolongar
el período de industrialización por sustitución de importaciones “mercado-

.
internista”, tiene una explicación compleja y guarda relación con factores Conclusiones

D
estructurales más que con la aplicación de una política coyuntural. Entre las
razones, se mencionan: Más allá de ciertas enseñanzas valiosas que pueden extraerse de las políticas
a) La dimensión del mercado interno era menor en la región asiática que en puestas en práctica en el caso analizado, la confluencia de un conjunto de

D
Latinoamérica, tanto en términos de población como de ingreso por habitante. elementos específicos revela la extrema fragilidad de aquellas recomenda-
b) La disponibilidad de divisas para financiar las importaciones necesarias para ciones realizadas por simple analogía. Por otro lado, la crisis que afectó a la
continuar con la ISI era mayor en América Latina, por lo que la industrialización región hacia fines del decenio de 1990 debilitó el éxito atribuido al modelo

A
en los NIC fue necesaria no solo como sostén del modelo de crecimiento, sino de los “tigres” del Pacífico.
como fuente de divisas. En los cincuenta los países latinoamericanos ya eran De acuerdo a los temas desarrollados, los siguientes rasgos merecen espe-
exportadores de alimentos y materias primas, mientras que en los asiáticos, la cial consideración:

L
mano de obra intensiva constituía su ventaja comparativa. a) La peculiaridad del marco internacional. Al respecto Hobsbawm (1998:
c) La competitividad internacional de la producción manufacturera era supe- 363) establece: “En los años setenta (...) se registró un traslado deliberado
rior en el sudeste asiático ante la posibilidad de un costo laboral inferior, por parte de empresas del viejo mundo industrial de parte o de la totalidad

I
dado que el movimiento obrero fue excluido desde un principio del proyec- de su producción al segundo o al Tercer Mundo, seguido al final por el

F
to. América Latina vivió una fase populista que consolidó salarios más ele- traslado incluso de procesos de fabricación muy complejos en industrias de
vados, lo cual además repercutió en las reiteradas presiones inflacionarias. alta tecnología, como los de investigación y desarrollo”.
d) El grado de dependencia del Estado en relación a intereses puntuales del b) La posición geoestratégica en el contexto de la Guerra Fría.
sector privado era mucho mayor en América Latina. En Corea y Taiwan se fue c) La decisión estatal de planificar en el largo plazo y de articular acuerdos


conformando un Estado con cierta autonomía, ante la desaparición de la clase con grupos empresariales internos en pos del proyecto industrializador.
terrateniente con las respectivas reformas agrarias, la ausencia de una burguesía e) La subordinación del sector financiero y de las inversiones extranjeras al
vinculada al capital extranjero, el estilo autoritario, entre otros factores. En objetivo de la industrialización.
Latinoamérica, la actitud frente a empresarios más proclives a la especulación
que al riesgo productivo, tendió a tergiversar las políticas de promoción. Por
5 La dependencia de las exportaciones de materias primas y alimentos para la obtención de
otra parte, fue frecuente que las subvenciones se convirtieran en derechos
divisas incidió desfavorablemente en los países latinoamericanos. El deterioro de los tér-
adquiridos, sin la exigencia de cumplir con metas comprometidas. minos de intercambio, fenómeno descripto por Prebisch para interpretar la relación de
e) El papel preponderante que adquirió la educación en los países asiáticos, precios entre bienes primarios y manufacturas, fue ahogando sus cuentas externas y limitó,
convirtiéndose en eje central de la agenda desde el punto de vista social, al en consecuencia, la sustentabilidad del proceso de industrialización.
302 | ADRIANA GIULIANI LA INDUSTRIALIZACIÓN DEL SUDESTE ASIÁTICO | 303

f) El carácter autoritario de los respectivos regímenes políticos, que garanti- El capitalismo neoliberal
zó mano de obra intensiva y un mercado laboral disciplinado.

M
g) La historia, la cultura y la propia idiosincrasia de los pueblos asiáticos.
Puede observarse que no hubo milagro ni receta única, de lo cual se des-
prende que el análisis de un modelo económico no puede obviar el estudio Fernando Pita y Ezequiel Sirlin
previo de sus particularidades.

O
Bibliografía

C
El término neoliberalismo remite al conjunto de ideas económicas que desde la

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Agosín, Manuel, “Política comercial en los países de Asia: aplicaciones a América Latina”, segunda posguerra pregonaron un retorno al liberalismo clásico, una vuelta al
Desarrollo Económico, vol. 33, nº 131, Buenos Aires, octubre-diciembre de 1993. capitalismo de mercado exento de las intervenciones estatales que se habían

.
Amsden, Alice, “La sustitución de importaciones en las industrias de alta tecnología: Prebisch implementado luego de la gran crisis del 30. Desde el lanzamiento del credo en

D
renace en Asia”, Revista de la CEPAL, nº 82, Santiago, abril de 2004. 1944, volver al capitalismo anterior a 1930 implicaba desmantelar los mecanis-
Fajnzylber, Fernando, “Reflexiones sobre la industrialización exportadora del sudeste asiático”,
mos de gestión estatal anticíclica propiciadas por el keynesianismo, y
Revista de la CEPAL, nº 15, Santiago, diciembre de 1981.
Hobsbawm, Eric, Historia del siglo XX, Buenos Aires, Crítica, 1998. transversalmente, por las economías socialistas planificadas.

D
Maddison, Angus, Historia del desarrollo capitalista. Sus fuerzas dinámicas, Barcelona, Ariel, 1991. En los siglos XVII y XVIII el liberalismo encarnado por las burguesías de
Mortimore, Michael, “Las transnacionales y la industria en los países en desarrollo”, Revista de la Inglaterra y Francia había adoptado un signo progresista en su denuncia de todo
CEPAL, nº 51, Santiago, diciembre de 1993. lo que trabara el desarrollo capitalista. El neoliberalismo, en cambio, nació

A
Sevares, Julio, “El milagro coreano: claves para su comprensión”, El Bimestre, CISEA, diciem- asumiendo una misión restauradora, contrarreformista, de ahí su conexión tan
bre de 1989. estrecha con la tradición conservadora, de la cual tomó nociones y argumentos
Van der Wee, Herman, Prosperidad y crisis. Reconstrucción, crecimiento y crisis, 1945-1980, Barcelona,
exaltados para promover la “vuelta al pasado”. El neoliberalismo impulsa en-
Crítica, 1986.

L
tonces un retorno a los fundamentos originarios del capitalismo liberal. En su
evocación, laissez faire, laissez passer significa liberar otra vez al capital en su
búsqueda expansiva de riqueza; despejar el camino, pero ya no de obstáculos

I
parasitarios como las noblezas del Antiguo Régimen, sino de las limitaciones

F
estatales con afán regulador y distributivo que surgieron en la posguerra. El
“Manifiesto de Oxford” de 1947 identificaba la libre circulación de capitales
con la libre circulación de ideas y noticias entre los pueblos. La retórica progre-
sista del siglo XVIII era rescatada para equiparar el proteccionismo con la


censura y el despotismo.
El liberalismo y el neoliberalismo lubricaron a su turno los circuitos de produc-
ción e intercambio para el bien de las burguesías que dominaban las redes más
globales de la economía-mundo, promoviendo en cada nación sociedades do-
minadas por los grandes propietarios en alianza con los medianos y pequeños.
A su turno, ambas doctrinas defendieron la desigualdad tanto social como re-
gional partiendo de una misma antropología negativa que llamaba a asumir como
positiva la supuesta naturaleza individualista y competidora de los seres huma-
nos. En coincidencia con el darwinismo social, la desigualdad y el egoísmo
304 | FERNANDO PITA Y EZEQUIEL SIRLIN EL CAPITALISMO NEOLIBERAL | 305

fueron defendidas en ambos momentos como alicientes necesarios para el pro- colectivista planificada abonó el terreno para el cuarto movimiento neoliberal
greso humano. correspondiente a su coronación mundial, en los años 90. La contrarreforma

M
A vuelo de pájaro, la saga del neoliberalismo es la de un credo iniciado en alcanzó en esta década su radio más amplio al extenderse por Latinoamérica (a
pequeños círculos estratégicos del capitalismo anglosajón, que más tarde excepción de Cuba), la Europa socialdemócrata, los tigres asiáticos y el mundo
logró propagarse como una idea crítica de la planificación estatal, para luego ex comunista. 5) El lugar de un “quinto movimiento”, aún en desarrollo, lo
concretarse en reformas que por tandas alcanzaron una preponderancia reservamos para el avance del capitalismo privado en China a través de un

O
mundial. Podemos resumir el derrotero global del neoliberalismo en cinco sistema de industrias mixtas, bajo el control del Partido Comunista más grande
movimientos que se desplegaron entre 1944 y el comienzo del tercer milenio. de la historia. Las reformas comenzaron con el retorno al poder de Deng
1) El primer movimiento correspondió al agrupamiento de sus ideólogos fun- Xiaoping en 1977, un año después de la muerte de Mao Tse Tung. Actualmente,
dadores en instituciones selectas y estratégicas de Estados Unidos e Inglaterra. las privatizaciones en puerta de los servicios públicos en el país más poblado

C
Fue el período de afianzamiento de la doctrina en foros académicos y económi- del mundo constituyen la mayor promesa de expansión de las grandes corpora-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


cos (años 40 y 50). 2) El segundo peldaño corresponde a la propagación del ciones al tiempo que plantean un triunfo ideológico basado en una ironía de la
credo desde aquellos núcleos selectos de economistas liberales a círculos historia: a simple vista el Partido Comunista chino parece cumplir la función de

.
reproductores en el resto del mundo capitalista desde los cuales se hizo oír guardián capitalista en una “fábrica global” donde los sindicatos libres están

D
globalmente como idea crítica del keynesianismo y de la economía planificada prohibidos.
(años 60 y 70). En esta etapa de multiplicación institucional se produjo el cam- Sin embargo, a pesar del vertiginoso ascenso, una visión ampliada del siglo XX
bio argumental más importante del neoliberalismo en su historia doctrinaria, un nos dice que la velocidad del neoliberalismo para avanzar posiciones no fue

D
ajuste en sus observaciones críticas sobre la economía mixta que, como luego única. La economía mixta y los regímenes comunistas se habían expandido aun
veremos, le permitió ganar terreno aumentando el consenso tan escaso que más aceleradamente en la inmediata posguerra. Las privatizaciones neoliberales
había acumulado hasta ese momento. 3) El tercer movimiento fue el arribo al no fueron más rápidas que lo que habían sido las estatizaciones de esas mismas

A
poder de la mano de las dictaduras anticomunistas de Chile (1973) y Argentina empresas en la mitad del siglo. En cuanto a virajes a la izquierda y a la derecha de
(1976),1 y de los regímenes neoconservadores del mundo anglosajón encabeza- los sistemas económicos en geografías extensas ningún siglo de la humanidad es
dos por Margaret Thatcher (1979) y Ronald Reagan (1981). La crisis de la econo- equiparable al XX. Las oleadas del capitalismo liberal, del keynesianismo y de la

L
mía mixta en el capitalismo central y en el periférico fue en estos años la economía colectivista planificada fueron todas ellas muy rápidas y abarcadoras.
principal propulsora de la escalada en el poder, el momento en que las ideas Lo singular del boom capitalista sobre el final del siglo XX no fue, entonces, su
comenzaron a concretarse en reformas económicas. 4) Muy pronto, los resulta- precipitación, sino la mayor diversidad de mundos sociales, políticos, culturales y

I
dos de estas aplicaciones se revelaron nocivos para la mayor parte de la pobla- religiosos en los que tuvo lugar. Involucró al capitalismo central y al periférico, al

F
ción de los países involucrados, sin embargo, el neoliberalismo encontró en la ex mundo comunista y a buena parte del comunismo activo. Impuso reformas en
siguiente etapa su mayor expansión propiciada por otra circunstancia favorable el capitalismo escandinavo. En el occidente atlántico llegó al poder de la mano de
al avance del capital: el derrumbe del sistema soviético y de las economías formaciones políticas variopintas. Lo aplicaron dictaduras anticomunistas (Augus-
planificadas de Europa del Este, que una a una comenzaron a desgranarse. Por to Pinochet, Jorge R. Videla) y gobiernos legitimados electoralmente (Carlos Menem,


segunda vez el neoliberalismo era favorecido por la “suerte histórica”. La crisis Ricardo Lagos), partidos conservadores de nueva derecha (Thatcher, Reagan)
de la economía mixta en los 70 y el derrumbe de los socialismos reales en el pero también gobiernos que se identificaban con la tradición socialdemócrata o la
trienio 89-91 no eran hechos derivados de la presión neoliberal, sino originados nueva izquierda (Felipe González, François Mitterrand, Tony Blair). Arrasó en
en contradicciones internas que los sistemas contrincantes habían acumulado países post-soviéticos como Polonia sin detenerse cuando el neocomunismo vol-
en el tiempo. El colapso desde arriba de regímenes basados en la economía vió al gobierno.
Abordar los factores históricos, políticos e ideológicos que favorecieron al
capitalismo neoliberal en el último cuarto del intenso siglo XX, es estudiar
1 No se trató en este caso de un neoliberalismo integral en lo relativo a privatizaciones y la construcción de una hegemonía multiforme de gran escala, una de las
disminución del gasto público. más globales que haya edificado el capitalismo.
306 | FERNANDO PITA Y EZEQUIEL SIRLIN EL CAPITALISMO NEOLIBERAL | 307

I. El curso de una ideología nales y políticas se verían amenazadas por el avance de la planificación estatal
sobre la esfera económica. Aun cuando en Gran Bretaña los derechos demo-

M
El neoliberalismo comenzó sus operaciones de despliegue después de la Se- cráticos no parecían correr riesgos, Hayek sostenía que a largo plazo existía el
gunda Guerra. Su impugnación a las políticas keynesianas tuvo en principio un peligro de repetir la suerte de Alemania bajo el nazismo. Argumentaba que la
corte intelectual y académico. En 1947, el economista austríaco Friedrich von planificación no era inevitable como establecía la visión imperante y, en contra
Hayek convocó a una reunión en la localidad suiza de Mont-Pèlerin a la que del carácter “socialista” que había adquirido el progresismo, reivindicaba el

O
asistieron una veintena de intelectuales liberales, entre los que figuraban Mil- individualismo como factor insustituible del progreso occidental desde el hu-
ton Friedman, Karl Popper y Michael Polanyi. Historiadores críticos del neo- manismo renacentista. Hayek afirmaba que el liberalismo no debía convertirse
liberalismo como Perry Anderson y Susan George han resaltado el “idealis- en un “credo estacionario” sino que debía buscar, en cada circunstancia, el
mo” de este primer encuentro de proclamas, la falta de inhibición ideológica modo de propiciar “el mejor uso de las fuerzas espontáneas” que había en la

C
con que los intelectuales liberales propusieron sin rodeos una vuelta atrás en sociedad. Para ello ponderaba la competencia económica contra todo intento de

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


la igualación social. La propuesta era atrevida tratándose de sociedades muy sustituir el mercado y el sistema de precios por mecanismos de dirección colec-
sufridas por la guerra donde el solidarismo se había afianzado como valor tiva y “consciente”, los cuales implicarían un avance del poder coercitivo. Pro-

.
preeminente.2 Como señala Anderson, se trataba de un reagrupamiento tozu- nosticaba un nuevo despotismo que, al imponerse suavemente a través del

D
do en la medida en que defendía un sistema económico que había fracasado control de precios y de la producción, extendería su dominio hacia el resto de
en el período de entreguerras, alimentando al monstruo fascista y provocando las esferas personales a la manera de los regímenes totalitarios.
en buena medida la más destructiva de las guerras del hombre. ¿Con qué Esta vinculación entre la planificación económica y el deterioro de las liberta-

D
argumentos proponer la “vuelta atrás” cuando el laissez faire era visualizado des individuales contrastaría de manera absoluta con el desarrollo de la demo-
como el principal responsable del desempleo catastrófico de los años 30, al cracia política y social en los capitalismos centrales de posguerra. No solo el
tiempo que la seguridad social y los controles del Estado se habían estableci- sufragio se amplió a las mujeres sino que, lejos de restringirse las libertades

A
do como prácticas públicas durante la guerra? Contra esta dificultad los ideó- individuales, los países anglosajones de férrea tradición puritana asistieron a una
logos procuraron encontrar lo que todo discurso requiere para unir a su tropa liberación de las costumbres y de las libertades sexuales sin precedentes. Las
en tiempos desfavorables: una causa trascendente, una bandera de bien co- predicciones de Hayek centradas en el carácter despótico de toda planificación

L
mún con la cual motivar al núcleo de fieles. El grupo de Mont-Pèlerin se resultaron poco creíbles en sociedades que, por el contrario, parecían relajar su
asumió como campeón de la libertad al señalar que los avances del Estado en marco disciplinario. No obstante, estos argumentos cumplieron su función de
materia económica y social significaban una amenaza para el desarrollo del conservar encendido el “piloto del calefón”, en la medida en que mantuvieron

I
individuo en Occidente. No era un recurso original si se tiene en cuenta que cohesionado al círculo de creyentes en un momento ideológicamente adverso.

F
antes y después de la Revolución Francesa pensadores de la nobleza como el Mientras la economía mixta aseguraba crecimiento y pleno empleo en socieda-
barón de Montesquieu (1689-1755) y Alexis de Tocqueville (1805-1859) solían des donde la democracia y las libertades individuales se ampliaban, visiones
defender los privilegios de su clase identificándola con esa misma causa. Sin como las de Hayek estaban condenadas a no prosperar más que en algunos
embargo, el viejo recurso de contraponer la “libertad” de los nobles a la reductos, espacios apartados del consenso público aunque muy propicios para


“igualdad” de los plebeyos necesitaba ser adaptado a las nuevas circunstan- la conservación templaria del credo: foros académicos, ámbitos empresariales y
cias, empresa que ya había asumido Hayek en Camino de servidumbre (1944). nucleamientos internos de los partidos conservadores.
La formulación principal de aquella temprana obra era que las libertades perso- Recién cuando asomaron los primeros nubarrones en la economía keynesiana
comenzó una nueva fase en el desarrollo ideológico del neoliberalismo. A fines
de los años 60 las intervenciones anticíclicas comenzaron a generar inflación al
2 Perry Anderson, “Neoliberalismo: un balance provisorio”, conferencia dictada en la Fa-
cultad de Ciencias Sociales, UBA. En La trama del neoliberalismo, Emir Sader compilador,
tiempo que en Estados Unidos los programas de lucha contra la pobreza no
Buenos Aires, EUDEBA, 1999. Susan George, “Una breve historia del neoliberalismo: alcanzaron los resultados previstos. Fue entonces cuando la crítica al Estado de
veinte años de economía de élite y de oportunidades emergentes para el cambio estructu- bienestar keynesiano se hizo más intensa, diversificada y concreta. Los blancos
ral”, Conferencia de Bangkok, marzo de 1999. no variaron pero sí los argumentos a partir de las nuevas oportunidades que la
308 | FERNANDO PITA Y EZEQUIEL SIRLIN EL CAPITALISMO NEOLIBERAL | 309

crisis ofrecía a medida que los años “dorados” y los “plateados” iban quedando Estos pasajes permiten apreciar hasta qué punto se retomaban ideas fundamen-
atrás. Las objeciones ganaron terreno cuando la crisis se hizo más profunda y tales del conservadurismo y el tradicionalismo reactivo de la Revolución Fran-

M
declarada a partir de 1973, con el comienzo de la estanflación y el aumento de cesa. Cuando en 1790 Edmund Burke deploraba las reformas políticas en la
los conflictos sociales cebados por la carrera de precios y salarios. Francia revolucionaria, sostenía que las tradiciones poseían una sabiduría ocul-
ta, probada en el tiempo. Una variedad de funciones positivas que los legislado-
Nuevos argumentos contra la planificación y la burocracia res experimentalistas no podían percibir. Friedman y Hayek denunciaban una

O
soberbia igual de ignorante en la pretensión de toda ingeniería social. Sostenían
El cambio de enfoque fue notorio en este punto. En su libro El Estado de que tanto el Estado de bienestar como el keynesiano eran naturalmente
bienestar en crisis,3 el historiador Ramesh Mishra lo ha estudiado cuidadosamente. ineficientes y generaban resultados contrarios a los previstos, por muy buenas
Mientras Camino de servidumbre caracterizaba la planificación económica como que fueran las intenciones de los gobiernos. A eso apuntaban las críticas contra

C
limitadora de la libertad y de la creatividad del hombre moderno, las nuevas los programas “Guerra contra la Pobreza” y “Gran Sociedad” de los gobiernos

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


intervenciones del propio Hayek y de Friedman apuntaron a la ineficacia y el demócratas de John Fitzgerald Kennedy (1961-1963) y Lyndon Johnson (1963-
costo excesivo de la burocracia. Sostenían que William Beveridge (1879-1963) y 1969). “Nuestros esfuerzos para luchar contra situaciones de pobreza generan

.
John Maynard Keynes (1883-1946) habían partido de una visión ingenua desde pobreza”, señalaba Nahtan Glazer en 1974,6 mientras los monetaristas afirma-

D
el momento en que ignoraban el instinto básico de todo organismo estatal, que ban que los déficits anticíclicos, lejos de generar mayor empleo, eran la princi-
no era resolver los problemas para los que había sido creado, sino expandir su pal causa de la inflación y la recesión crecientes.
tamaño en función de intereses propios, ajenos al bien común. También señala-

D
ban que, aun cuando primara el interés general, la llamada “ingeniería social” Contra el Estado de bienestar
jamás conseguiría reemplazar con eficacia a los mecanismos de mercado por
mucho que avanzara la ciencia estadística. De ahí los resultados negativos que Como señala Albert Hirschman,7 la crítica de Von Hayek al Estado de bienestar

A
Friedman y Hayek atribuían a la soberbia de los planificadores. era cauta en Camino de servidumbre solo porque la asistencia social en la Europa
destruida no podía ser atacada públicamente en tiempos de guerra e inmediata
En la esfera gubernamental, al igual que en el mercado, parece existir una
posguerra. Pero avanzados los años 60 y la crisis de los 70, los cuestionamientos a
mano invisible, pero en este caso operando precisamente en el sentido

L
la ayuda social aumentaron notoriamente. Además de la ineficacia y el costo
contrario al de Adam Smith: el individuo que pretende servir tan solo al
excesivo resurgió un argumento de vieja tradición puritana. Los portavoces más
interés público propiciando la intervención del gobierno es ‘conducido
duros sostenían que la ayuda del Estado a los pobres no hacía más que fomentar

I
por una mano invisible’ a promover el interés privado ‘no siendo esto lo
el parasitismo, en la medida en que suprimía el principal acicate que obligaba a los

F
que pretendía’.4
pobres a trabajar. Proclamaban la vuelta al “principio de menor elegibilidad” que
Tan solo estamos empezando a entender en qué sistemas de comunica- había guiado las Leyes de Pobres8 del siglo XVII: la asistencia pública a los
ción tan sutiles se basan las sociedades industriales de mercado: un siste- parados no debía mejorar las peores condiciones que el mercado laboral pudiera
ma de comunicación que llamamos el mercado y que resulta ser un meca- ofrecerles. En 1974 una de las figuras más extremas del Partido Conservador de


nismo de lo más eficiente para asimilar la información dispersa que cual- Thatcher, Sir Keith Joseph, cuestionó al Estado de bienestar por su influencia
quier otro que haya diseñado deliberadamente el hombre. (...) Esto debe- moral perniciosa. Sostenía que la asistencia a los desempleados no hacía más que
ría ser una lección de humildad para el investigador de la sociedad.5
6 Citado por Ramesh Mishra, op. cit., pp. 67-68.
3 Véase Ramesh Mishra, El Estado de bienestar en crisis, Madrid, Ministerio de Trabajo y Bie- 7 Albert Hirschman, Retóricas de la intransigencia, México, FCE, 1991, pp. 126-139.
nestar, 1992, cap. 2, “Hacia el laissez-faire: la nueva derecha”. 8 Estas leyes buscaban impedir que los campesinos sin tierra que pululaban por bosques,
4 Milton Friedman y Rose Friedman, Free to Choose, Harmondsworth, Penguin, 1980, p. 24. caminos y ciudades pudieran vivir del robo o de la limosna sin emplearse. Preveían asilos
5 F. von Hayek, New Studie in Philosophy, Politics, Economics and the History of Ideas, Chicago, semicarcelarios para los indigentes y restricciones de movilidad. Suponían una visión delictiva
University of Chicago Press, 1978, p. 34. de los pobres y vagos.
310 | FERNANDO PITA Y EZEQUIEL SIRLIN EL CAPITALISMO NEOLIBERAL | 311

reproducir a “hippies y parados fraudulentos”.9 Estas acusaciones se acompaña- programa se impuso a través de un discurso ideológicamente “franco”. Pero un
ban con la promesa de rebajar los impuestos, medida que no dejaba de resultar estudio de los atractivos ideológicos de cualquier discurso con respecto a un

M
atractiva para la clase media. electorado no puede dejar de contemplar en qué medida los elementos retóricos
fueron favorecidos o desfavorecidos por los factores “no ideológicos” que con-
La sobrecarga del Estado y la crisis de gobernabilidad vergieron en el momento de la emisión y la recepción del programa. El colapso
del sistema soviético y la hiperinflación en distintos países de América Latina

O
Con el agravamiento de los conflictos sociales a partir de la crisis del 73, los fueron, como señala Anderson, circunstancias que alentaron un nuevo impulso
neoconservadores sostuvieron que el crecimiento y la diversificación institucional del neoliberalismo a pesar de sus primeros fracasos en el poder. Como suele
del Estado no hacían más que debilitarlo en el desempeño de su función más suceder con los discursos políticos, las sociedades procesaron el “nuevo progra-
importante, la de mantener el orden. De ahí que proclamaban su achicamiento ma” de acuerdo con sus experiencias previas. Para Simon Clarke, si bien la teoría

C
para que, junto al mercado restablecido, disciplinara a los sindicatos. Diagnosti- del monetarismo “es fundamentalmente ideológica”, su emergencia se produjo a

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


car la debilidad del Estado era lo opuesto a las anteriores predicciones de partir de “crisis reales a las cuales el monetarismo dio respuestas reales”. Para este
Hayek sobre el nuevo despotismo. Pero el escenario de huelgas prolongadas autor, “la veracidad práctica del monetarismo” deriva del fracaso del keynesianismo

.
que afectaban a los servicios públicos creó situaciones propicias para que el para resolver la estanflación que había creado.11

D
costado más reaccionario del programa neoliberal ganara adeptos en los secto- Del mismo modo, para Clauss Offe el avance neoconservador sobre el Estado
res medios de la sociedad. La consigna de Thatcher “La mano de obra no de bienestar deriva de causas “no ideológicas”, como la ruptura de las alianzas
trabaja” aludía a la indisciplina laboral que el Estado keynesiano habría fomen- sociales que habían sostenido las instituciones solidarias en la posguerra. El

D
tado al combatir el “desempleo natural”. crecimiento de la clase media atraída por las propuestas de rebajas impositivas
habría minado el frente solidario de la sociedad, al tiempo que la crítica neoliberal
Diagnóstico de la crisis del capitalismo adquiría predicamento en los individuos atomizados.12

A
Otro factor ideológico que permitió el avance del neoliberalismo fue haber
impuesto su interpretación de la crisis del 73. Mishra (1992: 95) señala que allí II. Objetivos y mecanismos del neoliberalismo, el fin y los medios.

L
imperaron procedimientos engañosos, como exagerar a partir de una evidencia
escasa o utilizar solo algunas de las evidencias disponibles. Identificar al Estado Norberto Lechner define al neoliberalismo como “la pretensión de reemplazar al
de bienestar con la demagogia electoral, o tomar como caso testigo a Gran Estado por el mercado en tanto instancia fundamental de coordinación de los

I
Bretaña, cuya experiencia keynesiana había sido comparativamente superficial, procesos sociales”. Es decir que los objetivos trascienden ampliamente la esfera

F
fueron algunos de los enfoques estrechos que caracterizaron la visión liberal.10 económica. El más abarcador consiste en recomponer la dominación capitalista
Ya fuera convenciendo a parte del electorado como en Gran Bretaña y Estados entre las clases sociales y entre las regiones del planeta, promoviendo un avance
Unidos, o a la conducción de regímenes dictatoriales como en Chile y Argenti- del capitalismo privado sobre el capitalismo estatal de posguerra, del capitalismo
na ponderando los efectos disciplinarios de las reformas, la adjudicación de la central sobre el periférico, de la ganancia sobre el salario, de las clases dominantes


crisis al funcionamiento de la economía mixta fue el mayor acierto comunicati- sobre las clases subalternas. Los pasos prescriptos por las agendas neoliberales
vo del neoliberalismo en su escalada hacia el poder. implican básicamente desandar el camino de las reformas keynesianas, desmontar
Los nuevos elementos y las mutaciones del discurso que hemos mencionado las transformaciones de posguerra por más arraigadas que se encontraran.
fueron importantes en la ofensiva ideológica, más aun en los casos donde el El inventario de medidas más conocido en nuestra región se elaboró en
1989 y está contenido en un documento que llevó el nombre de “Consen-

9 Véase Bill Schwarz, “Los años de gobierno Thatcher”, en El neoconservadurismo en Gran


Bretaña y Estados Unidos, Valencia, Alfons El Magnànim, 1992. 11 Simon Clarke, “La crisis capitalista”, en El neoconservadurismo..., op.cit., p. 365.
10 Op. cit. p. 95. 12 Claus Offe, Contradicciones en el Estado del bienestar, Alianza, México 1988.
312 | FERNANDO PITA Y EZEQUIEL SIRLIN EL CAPITALISMO NEOLIBERAL | 313

so de Washington”. El organizador y redactor, John Williamson, lo presentó privado, debiendo atender el Estado tan solo los costos fundamentales”,13
como un decálogo de medidas económicas, especialmente fiscales y mone- entre los cuales se contarían mayores gastos en investigación y desarrollo

M
tarias, consensuadas por los organismos internacionales para América Latina. militar.14
No había nada nuevo en estos planteos, lo más relevante era la normativa de Otro aspecto de esta política es la reducción impositiva como supuesto
prioridades al momento de seleccionar diez puntos sobre los que organizar estimulante de las inversiones, esto es, la reactivación de la economía por el
la ofensiva. El primer mandamiento era la disciplina fiscal: no recomendaban el “lado de la oferta”, desgravando al capital, flexibilizando el trabajo para

O
déficit presupuestario, salvo que fuera muy reducido y financiable sin emi- tentar al inversor, en lugar de reactivarla por el “lado de demanda”, como
sión inflacionaria de la moneda. Este había sido el argumento más exitoso proponía el keynesianismo propiciando aumentos salariales, incentivo a la
del neoliberalismo de los años 70 y 80 contra la economía keynesiana herida cadena de compradores contra la propensión marginal a consumir, y sindica-
por la inflación. En el ajuste, los Estados nacionales deberían disciplinar a tos fuertes para salvar al capitalismo de sus excesos autodestructivos. George

C
los gobiernos provinciales, a las empresas del Estado y a los bancos centra- Gilder, uno de los teóricos del reaganismo, planteaba la teoría del “goteo”:

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


les. El segundo punto del decálogo consistía en establecer nuevas prioridades el aumento de los ingresos de los pobres debía depender de mayores nive-
del gasto público. El documento planteaba reasignaciones presupuestarias de les de inversión y de consumo de los ricos.

.
esferas no productivas de la administración y sectores ineficientes de la El capitalismo neoliberal tiene como objetivo profundizar la acumulación

D
economía, a favor de áreas más fructíferas como salud, enseñanza primaria e capitalista, buscando una redistribución regresiva de los ingresos. Para ello
infraestructura. El tercer punto propiciaba una reforma impositiva tendiente a busca despolitizar el ámbito de la economía. Los gobiernos de la “nueva
la ampliación de la base tributaria. Luego, la liberalización financiera destinada a derecha” arremetieron no solo contra los organismos de negociación salarial

D
que las tasas de interés fueran determinadas por el mercado. En cuanto a tripartita sino contra toda organización popular que intentara canalizar sus
tipos de cambio, el documento los proponía competitivos para favorecer las demandas a través del Estado por fuera del control empresarial. El argu-
exportaciones aunque dejaba abierta la posibilidad contraria si el objetivo mento contra los sindicatos es heredero del liberalismo clásico que los

A
prioritario fuera frenar la inflación. No podía faltar en una agenda liberal la responsabilizaba del desempleo y los desperfectos en la regulación automá-
defensa del libre comercio basada en la vieja teoría de las ventajas comparati- tica del mercado. Por estas razones Hayek no consideraba a la huelga como
vas. Los últimos cuatro puntos son los más significativos en cuanto a la un derecho inalienable.15

L
expansión del gran capital en condiciones por él determinadas: desmontar Por último, el reforzamiento de las jerarquías se persigue también con mo-
las restricciones y controles del Estado sobre la inversión extranjera directa, delos educativos más elitistas y centrados en la inserción técnica en el mer-
avanzar en la privatización de todo lo rentable y en la desregulación general de la cado de trabajo. El neoliberalismo promueve la fragmentación laboral,

I
actividad económica. Por último, se reclama el reconocimiento de los derechos recalificación y nuevos valores compatibles con el orden jerárquico y com-

F
de propiedad en referencia al pago de patentes industriales. Si bien estos pun- portamientos sociales más disciplinados. Comparativamente, la adopción del
tos no se concretaron de igual manera en todos los países, sirvieron como recetario fue más estricta en el capitalismo periférico latinoamericano que
agenda de gestión de los gobiernos afines y como guía para la presión y el en el europeo occidental, especialmente en lo que hace al recorte presu-
monitoreo empresarial sobre los renuentes. puestario dirigido al Estado de bienestar y a la pérdida de derechos de los


Buena parte de los mecanismos de aplicación giran alrededor del monetarismo, trabajadores.
es decir la preeminencia del dinero como instrumento de regulación económi-
ca. Invirtiendo la premisa keynesiana, la visión monetarista reclama no solo el
libre funcionamiento del mercado, sino el rol central del dinero como elemen-
to regulador. Las políticas gubernamentales deberían preservar la integridad 13 Friederich von Hayek, Los fundamentos de la libertad, Barcelona, Ediciones Folio, Tomo 2,
de la moneda a través de una política cambiaria encaminada a lograr un nivel 1997, pp. 454 y 455.
estable de precios. El recorte presupuestario en los gastos sociales fue una de 14 Reg Whitaker, “Neoconservadurismo y Estado”, en Ralph Miliband, Leo Panitch y John
las premisas de este discurso. Friedman y Von Hayek sostuvieron la posibili- Saville, El neoconservadurismo…, p. 12.
dad de “confiar la entera organización y dirección de la educación al esfuerzo 15 Friederich von Hayek, Los fundamentos de la libertad, op. cit., pp. 334 y 335.
314 | FERNANDO PITA Y EZEQUIEL SIRLIN EL CAPITALISMO NEOLIBERAL | 315

III. Fisonomía política del neoliberalismo El neoconservadurismo

M
El capitalismo neoliberal se ha valido de distintas formaciones ideológicas para Los autores que utilizan como intercambiables los términos neoliberalismo
reformar a las sociedades modernas. En los orígenes y al momento de las y neoconservadurismo confunden entonces la “nave” con el “remolcador”
primeras concreciones dependió, como vimos, de una revolución conservado- de aguas atascadas que la impulsó al mar abierto. Con todo, es necesario
ra, primero intelectual, luego política. El neoconservadurismo ha sido desde inspeccionar el núcleo duro de la ideología que desde la Casa Blanca apun-

O
entonces su aliado incondicional, el núcleo duro de la ideología, pero de nin- tala la avanzada militar del modelo, lanzando escaladas neoimperiales nece-
gún modo el único remolcador de la nave. Sobre el final del siglo el sarias para su expansión. Según Perry Anderson, neoliberalismo y
neoliberalismo dependió menos de sus primeros propulsores en la medida en neoimperialismo son políticamente bipartidistas en Estados Unidos, pero a
que otras formaciones ideológicas le serían más útiles para lograr estabilidad. cada una de las formaciones políticas le corresponde una función diferente.

C
La defensa thatcherista de la desigualdad y el desempleo “natural” dejó de La derecha republicana posee recursos ideológicos eficaces para generar

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


resultar una estrategia electoral ganadora a medida que las clases subalternas corrientes internas de opinión que permitan acelerar la dinámica expansiva
sentían el rigor del nuevo modelo. Las reformas neoliberales se ocultaron frente a los atascamientos en el orden militar y económico de la dominación.

.
en retóricas más blandas que incluso lo refutan, logrando subsistir a la alter- Mientras que la centroizquierda demócrata tiene mejores recursos para esta-

D
nancia bipartidista de las democracias modernas. bilizar el sistema, recubriéndolo de una imagen de normalidad.16
A su vez, el conservadurismo comenzó a resultar anacrónico en otros as- El conservadurismo con chances presidenciales tuvo un desarrollo conti-
pectos. Su cruzada moralista contra las transgresiones culturales y el relaja- nuo y bipartidista en Estados Unidos con diferentes niveles de retórica

D
miento general de los patrones de vida se trasformó en un añadido innece- religiosa y vinculación expuesta con las grandes corporaciones. Pero ningu-
sario y contraproducente para la economía de mercado. Los años 90 dejaron na generación de guardianes ligada al Partido Republicano llegó tan lejos
ver que la concentración de la riqueza y el fomento de la desigualdad no como la que todavía controla la avanzada neoimperial. A mediados de la

A
eran incompatibles con una mayor permisividad a las transgresiones priva- década del 70 esta generación se posicionó estratégicamente cuando Donald
das resistidas por el marco disciplinario. Por el contrario, el tiempo demostró Rumsfeld llegó a ser secretario de Defensa y George Bush (padre) jefe de la
que esos cambios en los patrones familiares, de sexualidad y de esparci- CIA durante los años 1976 y 1977. El momento decisivo fue, sin duda, la

L
miento podían convivir con un capitalismo más desigual que el de los años llegada de Reagan a la presidencia en enero de 1981, liderando una reacción
sesenta, sin que los nuevos hábitos atentaran contra las jerarquías sociales anticomunista cuyo primer escenario triunfal fue una pequeña isla del Cari-
como imaginaban los conservadores. El capitalismo podía nutrirse de estas be llamada Grenada, invadida por Estados Unidos en 1983 para impedir el

I
trasformaciones como adelantadamente había intuido el discurso publicita- surgimiento de un régimen ligado a Cuba y la URSS.

F
rio interpelando a las subculturas juveniles o feministas que buscaban su Tras la caída del sistema soviético, los secretarios de Defensa norteamerica-
espacio de realización. Paradójicamente, no haberles dado un lugar a estos nos le propusieron al mundo un nuevo enemigo con el que Estados Unidos
cambios resultó más perjudicial para los regímenes comunistas, menos flexi- estaba enfrentado: regímenes díscolos a su dominación, que respondieran a
bles a relajar su propio cerco de disciplina. Homosexuales y transexuales la imagen de dictadura opresiva, sospechosa de esconder armas de destruc-


encontraron mayor tolerancia en el capitalismo desigual de los años 80 que ción masiva. Contra ellos republicanos y demócratas capitanearon bloqueos
en los socialismos reales. A su vez, el mundo asistió a un ejemplo contun- económicos y ataques preventivos. El bombardeo a la ex Yugoslavia en
dente de relación inversamente proporcional entre el desarrollo del conser- 1999 y la invasión a Irak del año 2003 son los casos más extremos de esta
vadurismo religioso y el capitalismo neoliberal. La reacción religiosa iniciada política.
por el clero iraní en 1979 resultó una de las resistencias más difíciles de
sortear para el neoliberalismo. La empresa más exitosa en volver el tiempo 16 Perry Anderson, “Alternativas en la guerra contra el neoliberalismo y el neoimperialismo.
atrás en materia de costumbres y pautas de vida regladas por la religión La batalla de las ideas en la construcción de alternativas”, en publicación seriada: Tareas,
contra la sociedad de consumo fue una barrera más efectiva para el avance número 116, Panamá, 2004.
de las privatizaciones que los principales regímenes comunistas.
316 | FERNANDO PITA Y EZEQUIEL SIRLIN EL CAPITALISMO NEOLIBERAL | 317

En 1997 se había formulado el Proyect for de New American Century, cuya raciones controlan el deseo de las sociedades de consumo a través de su
carta de intenciones planteaba “moldear un nuevo siglo favorable a los princi- hegemonía en el diseño, la publicidad, el mundo informático y tecnológico

M
pios e intereses norteamericanos”. Este “think tank” (tanque de ideas) planteaba en general, configurando modos de vida y aspiraciones que dominan el
aumentar el gasto militar, fortalecer lazos con los aliados y atacar a los regíme- horizonte de expectativas?
nes opuestos, asumiendo Estados Unidos el rol de promotor principal del Göran Therborn sostiene que “el neoliberalismo es una superestructura ideo-
nuevo ordenamiento mundial homogeneizado en el formato de capitalismo y lógica y política que acompaña una transformación del capitalismo moderno”.18

O
democracia liberal. La llegada al poder del Frente Sandinista de Liberación Ellen Meiksins-Wood considera que estamos ante “la universalización del capi-
Nacional en Nicaragua en 1979 había generado este ensayo de cambio de ima- talismo, de sus relaciones sociales, sus leyes de funcionamiento, sus contradic-
gen de la política estadounidense hacia América Latina. La caída del régimen ciones, la lógica de mercantilización, acumulación y maximización de ganancias
somocista apoyado por Estados Unidos obligó a este país a recubrir su rostro que penetra en todos los aspectos de nuestras vidas”.19

C
imperial con valores democráticos contra lo que denominaría “eje del mal”.

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Las relaciones entre el neoconservadurismo y sectores evangélicos de Esta- ¿Consenso o imposición? ¿De una ideología?
dos Unidos fueron evidentes en la reelección de George Bush (h), quien ¿De un programa económico?

.
logró fundir los objetivos geopolíticos de las grandes corporaciones en una

D
elocuencia bíblica inspirada en la Iglesia cristiana estadounidense y Como señalaba Anderson en su “balance provisorio” de 1994, el neoliberalismo
telepredicadores como Pat Robertson y Jerry Faldwell. Estos enlaces fue- alcanzó una “hegemonía impresionante en materia ideológica”. Sus programas
ron importantes al momento de fortalecer una corriente de opinión pública son implementados por gobiernos que se identifican con las tradiciones de

D
contra Saddam Hussein y en favor de Israel en sus ataques contra los derecha y de izquierda. En su “segundo aliento” penetró con una fuerza asom-
palestinos.17 brosa en el antiguo mundo soviético y en países capitalistas que por algún
tiempo habían sido reticentes. Su dinamismo no parece haberse detenido si se

A
toman en cuenta las privatizaciones y la acumulación de riqueza de las grandes
IV. A modo de balance corporaciones. En otras palabras, si la gran mayoría de los gobiernos aplica
programas neoliberales con mayor o menor cautela, aunque se escuden en la

L
¿Continuidad o ruptura dentro del capitalismo? presión internacional para deslindar responsabilidades, es indudable que se trata
de una ideología dominante en el mundo como pocas veces ha existido.
¿Es el neoliberalismo una configuración pasajera del capitalismo mundial y Pero, ¿qué clase de “hegemonía” sostiene al neoliberalismo? ¿“Hegemonía

I
en el futuro renacerán formas más igualitarias y solidarias, retornando a una como dominación” o “hegemonía como liderazgo”? Lo primero implica impo-

F
línea evolutiva próxima a la economía mixta o los colectivismos de posgue- sición mientras que lo segundo sugiere la generación de consenso amplio y
rra?, o, por el contrario, ¿lo pasajero y excepcional fue la experiencia duradero. En el ascenso del neoliberalismo existen ejemplos de una y otra
keynesiana de bienestar propiciada por la competencia del socialismo fron- forma, la mayoría de las veces combinadas. Las presiones del capital financie-
terizo en una coyuntura de difícil repetición? Las fuerzas materiales, socia- ro contra la resistencia keynesiana de François Mitterrand en Francia (1982) o


les, ideológicas que interactúan en el presente, ¿propiciarán giros a la iz- el hecho de que muchos aplicadores del neoliberalismo renieguen de la doc-
quierda como a mediados del siglo XX, o giros a la derecha y la desigualdad trina en períodos electorales, dan cuenta del primer sentido. Pero los casos en
como en el último cuarto del centenio? ¿Dónde reside fundamentalmente la que el neoliberalismo se impuso por medio de triunfos electorales “conscien-
actual fuerza expansiva del neoliberalismo? ¿En una dominación político- tes” se corresponden con el segundo sentido del término. En esta dirección,
ideológica o en el desarrollo de factores materiales? ¿Cuánto es el poder
que le confiere al capitalismo neoliberal el modo en que las grandes corpo- 18 Göran Therborn, “La crisis y el futuro del capitalismo” en AAVV, La trama del neoliberalismo:
mercado, crisis y exclusión social, op. cit., p. 31.
17 John Saxe-Fernández, “La ideología neoconservadora y el gobierno de George W. Bush”, 19 Ellen Meiksins-Wood, “¿Modernidad, posmodernidad o capitalismo?”, Cuadernos del Sur,
en revista Memoria, Nº 175, septiembre de 2003. Versión de Internet. Buenos Aires, julio de 2000, p. 74.
318 | FERNANDO PITA Y EZEQUIEL SIRLIN EL CAPITALISMO NEOLIBERAL | 319

los balances conocidos como “fin de la historia”, “fin de las ideologías” o capitalismo actual no se encuentra amenazado por una ideología que haya logrado
“pensamiento único” proclaman al neoliberalismo como ideología vencedora en el horizonte de las clases explotadas imágenes certeras de una sociedad futura

M
sin rivales a la vista. que se juzgue superadora y viable, como en su momento lo consiguió el comu-
“Debemos tener una ideología”, dijo Thatcher a sus seguidores en 1975. “Que- nismo. Desde la caída de los socialismos reales no se ha perfilado como factible
remos también el entusiasmo de la gente”, había afirmado antes, en 1968. Sin en el horizonte mundial ningún modelo social igualitario capaz de regular a las
embargo, ateniéndonos al caso inglés especialmente revelador por tratarse del sociedades contemporáneas en su aspecto material dentro de un marco disciplina-

O
primer avance declarativo, puede constatarse que, a excepción del período rio tolerable. Incluso cuando el mundo dominado por las grandes corporaciones
triunfalista tras la guerra de Malvinas, la adhesión entusiasta suscitada por la evidencia muy malas perspectivas sociales y ecológicas, ninguna versión de eco-
cruzada conservadora en las clases subalternas fue relativamente baja.20 Las nomía socializada con afán redistributivo genera grandes convencimientos pro-
adhesiones por engaño electoral, confusión, miedo a la inflación, o resignación activos ni proyecta una alternativa global. La suerte histórica del neoliberalismo

C
frente a la falta de alternativas que se juzguen viables, son las causas más sigue a su favor en la medida en que no se ha construido una formulación

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


frecuentes de la llegada del neoliberalismo al poder. Es decir que sus consen- “neosocialista” que genere convicciones a escala planetaria, partiendo de contem-
sos casi nunca son activos, claros y manifiestos, sino pasivos, equívocos y plar de qué manera serían evitadas las degeneraciones estructurales que eviden-

.
laterales. El individualismo y la competencia que predominan como prácticas ciaron los socialismos reales.

D
sociales no terminan de afianzarse en tanto valores asumidos de la sociedad Pero sí existe un abanico de resistencias, algunas estables, otras intermitentes,
contemporánea, como lo demuestra el hecho de que la crítica neoliberal a la contra el neoliberalismo y/o el neoimperialismo.
ayuda social continúe siendo el más impopular de sus argumentos. Según Perry Anderson las tres principales resistencias con anclaje popular al

D
No obstante, el neoliberalismo conserva el logro principal de una hegemonía, modelo se encuentran en Europa, Medio Oriente y América Latina con diferentes
ya sea de imposición o de consenso. Como dice Anderson, “ha diseminado la alcances y limitaciones.21 Al movimiento pacifista europeo que impugnó la inva-
simple idea de que no hay alternativas para sus principios, y que todos, partida- sión de Irak con grandes movilizaciones antibelicistas y contraimperiales, Anderson

A
rios u opositores, tienen que adaptarse a sus formas”. Una hegemonía poderosa lo juzga limitado en su contenido contrahegemónico y propenso al reflujo una
si se tienen en cuenta su alcance geográfico y la variedad de factores no ideoló- vez que Bush sea reemplazado por una figura menos provocativa. A la tenaz
gicos que la sostienen. Pero no la más enraizada dominación por convencimien- resistencia islámica-árabe capaz de asestar los más duros golpes armados a la

L
to que se pueda imaginar, desde el momento en que las víctimas del potencia hegemónica, el autor la considera sostenida por raíces identitarias muy
neoliberalismo suelen identificarlo como la ideología de los sectores dominan- sólidas en la medida en que conjugan lo cultural-religioso con el nacionalismo
tes contra cualquier avance de la igualdad y la ayuda social. Los programas moderno, pero limitada en su contenido social, desde el momento en que los

I
neoliberales no lograron ocultar esa relación, ni borrar del horizonte de expec- regímenes que la sostienen no proyectan al mundo una alternativa atrayente en lo

F
tativas sociales la “igualdad de disfrutes” que los sans-culottes de la Revolución social, en lo político, ni en el plano de las libertades individuales.
Francesa instalaron en el mundo. En este sentido, el liberalismo del siglo XIX Según Anderson, los movimientos contrahegemónicos más integrales en la
fue más exitoso en la generación de consenso positivo aunque debió enfrentar- medida en que conjugan lo cultural, lo social y lo nacional tienen lugar en
se, al mismo tiempo, a ideologías rivales en expansión como el anarquismo, el América Latina, el continente de mayor continuidad revolucionaria del planeta.


socialismo reformista y el comunismo revolucionario. La insurrección zapatista en Chiapas, el Caracazo en Venezuela, los movimien-
El talón de Aquiles del neoliberalismo en tanto ideología dominante se manifiesta tos de los “sem terra” en Brasil, de los piqueteros en Argentina, el movimiento
en el punto donde el liberalismo decimonónico parecía más fuerte: su capacidad indigenista en Bolivia y Ecuador, son las impugnaciones más integrales al
de presentarse como portador del bien común universal asociado al progreso de neoliberalismo, y en el caso de Venezuela y Bolivia dieron lugar a experiencias
la humanidad es cada vez más limitada. Pero al mismo tiempo, su mayor fortaleza de poder con intenciones contrahegemónicas.
reside en el punto donde aquel capitalismo del siglo XIX era más vulnerable. El

21 Perry Anderson, “Alternativas en la guerra contra el neoliberalismo y el neoimperialismo…”,


20 Véase Bill Schwarz, op. cit. op. cit.
320 | FERNANDO PITA Y EZEQUIEL SIRLIN EL CAPITALISMO NEOLIBERAL | 321

La crisis que a partir de 2007 conmovió a Estados Unidos y Europa al Miliband, R.; Panitch, L.; Saville, J. (Eds.), El neoconservadurismo en Gran Bretaña y Estados Unidos,
estallar las burbujas financieras y agravarse el peso de los endeudamientos Valencia, Alfons El Magnànim, 1992.
Mishra, Ramesh, El Estado de bienestar en crisis, Madrid, Ministerio de Trabajo y Bienestar, 1992.

M
acumulados en paralelo a un pico histórico en la curva de la desigualdad,
Offe, Claus, Contradicciones en el Estado del bienestar, México, Alianza, 1988.
afectó parcialmente la credibilidad social del neoliberalismo. Por un lado, la
Saxe-Fernández, John, “La ideología neoconservadora y el gobierno de George W. Bush”, en
desregulación de los mercados financieros que este había propiciado, favo- revista Memoria, Nº 175, septiembre de 2003. Versión de Internet.
reciendo el ciclo mortífero de inundaciones y sequías del capital, puso al Therborn, Göran, “La crisis y el futuro del capitalismo”, en AAVV, La trama del neoliberalismo:

O
descubierto el modo en que las “libertades” pregonadas por el credo ocul- mercado, crisis y exclusión social, Emir Sader compilador, Buenos Aires, Eudeba, 1999.
taban las más cínicas acumulaciones especulativas. Sin embargo, en países
como España y Grecia, la crisis deparó un más profundo ajuste neoliberal,
no muy consensuado, pero sí profundo.

C
Pese a que como nunca antes las sociedades del capitalismo central sintie-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


ron en carne propia los efectos del turbulento y despiadado capitalismo
financiero que el neoliberalismo venía engendrando tras la crisis de 1973,

.
las derechas que lo impulsan reforzaron otros mecanismos consensuales.

D
Sobre todo en materia de inseguridad y criminalización de las clases margi-
nadas, pero también en un campo más amplio de gustos culturales y apego a
ciertos valores tradicionales, las derechas lograron empatías compensatorias

D
del desastre económico con buena parte de las clases subalternas. Al pre-
guntarse por qué la derecha conservadora seguía triunfando en algunos de
los estados más pobres de Estados Unidos, Thomas Frank, desarrolló el

A
concepto de “luchas culturales” diluyentes de la “lucha de clases”.22 El
truco consiste en que incluso los pobres son convocados en un tono pro-
saico e identificador de lo popular, no contra las elites económicas, sino

L
contra “elites” culturales progresistas.

I
Bibliografía

F
Anderson, Perry, “Neoliberalismo: un balance provisorio”, en La trama del neoliberalismo: merca-
do, crisis y exclusión social, Emir Sader compilador, Buenos Aires, Eudeba, 1999.
Anderson, Perry, “Alternativas en la guerra contra el neoliberalismo y el neoimperialismo. La


batalla de las ideas en la construcción de alternativas”, en publicación seriada: Tareas, Nro.
116, Panamá, 2004.
George, Susan, “Una breve historia del neoliberalismo: veinte años de economía de élite y de
oportunidades emergentes para el cambio estructural”, Conferencia de Bangkok, marzo
de 1999. Versión de Internet.
Hayek, Friederich, Los fundamentos de la libertad, Barcelona, Folio, 1997.
Hirschman, Albert, Retóricas de la intransigencia, México, FCE, 1991.

22 Thomas Frank, ¿Qué pasa con Kansas?, Acuarela Libros, Madrid, 2008.
América Latina: esbozo para un esquema de interpretación

M
Sebastián Rodríguez y Ariel Filadoro

CO

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Siempre es un desafío complejo pensar y escribir sobre América Latina. Es
un lugar común terminar cayendo en la simplificación de obviar las profun-

.
das diferencias nacionales y regionales planteando generalidades, o vicever-

D
sa, enfrascarse en un interminable muestreo de casos particulares que difí-
cilmente ayuden a interpretar las sincronías propias del subcontinente.
Puede entonces plantearse el problema como un interrogante simple: ¿exis-

D
te tal cosa como una historia del desarrollo del capitalismo en América
Latina? ¿O quizá resulte más adecuado señalar la presencia de un mosaico
de desarrollos diferenciados entre sí? Yendo al meollo del asunto: ¿es via-

A
ble pensar “una” realidad para “una” América Latina, más allá de la sumatoria
de los Estados nacionales que forman parte de ella? ¿Hay una lógica común
que los reúna?

L
Quizá sea conducente trazar un eje diacrónico para cada nación en particular
y uno sincrónico para el conjunto que permita señalar diferencias y coinci-
dencias. Claro está que este trabajo no pretende abordar el primero (alcanza

I
con señalar su pertinencia) sino tan solo delinear algunas características que

F
permitan contornear una historia del desarrollo capitalista latinoamericano.
En este sentido, cabe destacar que se trata solamente del esbozo de un
esquema, con todas las falencias que estos suelen tener a la hora de profun-
dizar y especificar problemas, pero con la virtud de funcionar como punto


de partida para una interpretación global y general del objeto en cuestión.
En este sentido, amén de las particularidades, no es fruto de la casualidad
que países tan disímiles en muchos aspectos –como lo pueden ser Brasil,
Chile, Perú, etc.– hayan atravesado procesos de conformación de sus eco-
nomías y de sus unidades estatales pasando por lógicas similares. Historias
diferentes, derroteros paralelos, tal vez ahí esté la clave para acercarse al
proceso.
324 | SEBASTIÁN RODRÍGUEZ Y ARIEL FILADORO AMÉRICA LATINA: ESBOZO PARA UN ESQUEMA DE INTERPRETACIÓN | 325

1. Inserción nacientes Estados americanos se rigen por sistemas políticos oligárquicos


cerrados que coadyuvan a cristalizar los lazos de dependencia y a construir

M
Si echamos un primer vistazo, es evidente que el mundo colonial americano de el ancla que será la que frene las posibilidades de expansión. Los señores
fines del siglo XVIII entra en una acelerada descomposición. Para comienzos del guano en Perú; los barones del estaño en Bolivia; la “alianza del café
del siglo XIX, la realidad será otra y las potencias ultramarinas europeas dejarán con leche” entre los ganaderos de Minas Gerais y los exportadores del
de ser las que rijan los destinos de este lado del Atlántico. Ahora bien, si esto es cinturón cafetalero del centro norte de Brasil; los terratenientes pampeanos

O
cierto, no lo es menos que el viejo pacto colonial definido como un centro argentinos, y una larga lista de etcéteras, son algunos casos paradigmáticos
extractor de metálico y organizador en buena medida de la vida económica de de las repúblicas oligárquicas nacidas al calor de la construcción de los
las colonias, será reemplazado por uno nuevo, con distintas implicancias. A la Estados latinoamericanos en el contexto de la DIT. El antropólogo e histo-
postre de las revoluciones de independencia y de la desvinculación del lazo de riador Ricardo Melgar Bao lo sintetiza señalando que “los intereses metro-

C
dominación establecido con la conquista, una nueva forma de anclar el desarro- politanos del capitalismo europeo se acoplaron con la vía oligárquica de

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


llo de América Latina se irá conformando. De las cenizas de aquel viejo sistema desarrollo capitalista dependiente de América Latina”.3
centrado en la extracción depredadora, surgirá un esquema de comercio mun- Es en este sentido recién mencionado en que quizá las sincronías marquen

.
dial con centro en las potencias manufactureras –con Inglaterra a la cabeza– un punto de coincidencia sintomática. Si bien cada Estado en formación

D
estableciendo un doble sentido de circulación: producción y venta de materias atraviesa disímiles procesos históricos en relación con el resto, y aun cuan-
primas desde la periferia hacia el centro, y absorción de productos industrializados do podamos esmerarnos en destacar sus particularidades, se impone una
en sentido opuesto.1 lógica regional por encima del mosaico. Es así que, por ejemplo, las luchas

D
Estas transformaciones dejan la puerta abierta para el definitivo ingreso de entre conservadores y liberales a lo largo de la primera mitad del siglo XIX
Latinoamérica al mundo capitalista en plena expansión, pero desde un lugar mexicano terminarán con la contundente realización de la república conser-
de subordinación que plantea el nudo gordiano del desarrollo económico vadora de Porfirio Díaz en las postrimerías del siglo, en lo que será el

A
del siglo XX. De este modo comienzan a delinearse también las realidades proceso de reproducción geométrica del capitalismo mexicano. De igual
territoriales de cada región, y al cabo de casi ochenta años de conflictos y modo, los distintos proyectos nacionales en el Río de la Plata devendrán
guerras civiles por la imposición de distintos proyectos nacionales, uno solo de la mano de la construcción del Estado Argentino mirando al

L
Latinoamérica se embarca en una lógica de independencia política conquis- Atlántico. Al decir de Halperín Donghi, luego de la disolución del pacto
tada, pero pagando el costo de la dependencia económica. colonial, una larga espera cruzada de conflictos y pujas de poder dan como
Claro está que la imposición no es unidireccional. Si bien las potencias resultado la conformación del nuevo pacto con las potencias capitalistas

I
amoldan el esquema de comercio internacional a sus necesidades, la conso- ultramarinas.4

F
lidación de esta División Internacional del Trabajo (DIT) bajo el paraguas Podemos señalar, entonces, que para el último cuarto del siglo XIX y los
ideológico de la Teoría de las Ventajas Comparativas cuenta con la simbiótica primeros años del siglo XX, el impacto de la inserción de Latinoamérica en
participación de los sectores dominantes criollos y élites locales.2 Así, los la DIT habrá cristalizado en el auge de la agricultura y ganadería de exporta-
ción, el freno a las actividades industriales y artesanales marginadas por la


1 Tulio Halperín Donghi, Historia contemporánea de América Latina, primera y segunda parte,
inundación de productos manufacturados de origen británico, todo esto pro-
Buenos Aires/Madrid, Alianza Editorial, 1994. movido por las medidas librecambistas impuestas por las burguesías terrate-
2 La DIT hace referencia a la división decimonónica del mundo en naciones dedicadas a la nientes y comerciales locales.
generación y exportación de materias primas por un lado, y naciones especializadas en la
producción y exportación de bienes manufacturados por otro. En cuanto a la Teoría de las
Ventajas Comparativas, fue formulada por Adam Smith y luego completada por David
Ricardo para argumentar que cada país debía especializarse en producir aquellos bienes
para los que contaba con ventajas naturales que le permitieran reducir sus costos en térmi-
3 Ricardo Melgar Bao, El movimiento obrero latinoamericano, México, Alianza, 1989, p. 26.
nos relativos con el mercado mundial. Todo aquello que el país no produjese debía conse-
4 Halperín Donghi, op. cit., cap. 3.
guirlo entonces en el intercambio comercial a escala internacional.
326 | SEBASTIÁN RODRÍGUEZ Y ARIEL FILADORO AMÉRICA LATINA: ESBOZO PARA UN ESQUEMA DE INTERPRETACIÓN | 327

2. Crisis y transformación tengan que ponerse de cabeza para tratar de dar cuenta de este fenómeno
histórico, fuera de toda previsión.5

M
Los años treinta del siglo XX marcan también un punto de sincronía a modo Las particularidades nacionales son profundas, pero es evidente que ciertas
de bisagra para América Latina. La crisis mundial no ha pasado inadvertida y líneas en común marcan la tónica del período conjugando una serie de
las debilidades de la dependencia se hacen notar con especial contundencia. elementos que atraviesan el continente. Tal vez la situación de la Segunda
Es hora de la reformulación de los patrones de acumulación capitalista y así Guerra Mundial –en ciernes, en desarrollo y también durante los años de la

O
parece entenderlo un sector de la clase dominante local. Sin embargo, esto posguerra– y la omnipresencia militar en la geopolítica de la región, quizás
no ocurre de la noche a la mañana, ni de manera lineal. La década que se el auge de las masas populares al calor de la lucha de clases acentuada por la
inicia verá crecer en algunas regiones una burguesía multimplantada que se crisis económica y la exclusión política, o también la debilidad de un
dará al juego de la diversificación productiva, mientras que en otros casos empresariado adolescente frente a las oligarquías fundadoras, sean los ele-

C
nacerá una profunda brecha entre los tradicionales sectores exportadores y mentos que ayuden a explicar el advenimiento de los Estados reguladores y

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


la cada vez más protagónica burguesía industrial trazando años de conflicto presentes en la definición del rumbo. Lo cierto es que en lugares tan disímiles
en la definición de nuevos lineamientos económicos. como Argentina, Brasil, Bolivia o México, la crisis dejará como saldo un giro

.
No obstante, si esta es la tónica general del período para toda la región, hacia políticas industrialistas conducidas por heterogéneas alianzas entre

D
acaso el derrotero de las distintas experiencias nacionales se deba al grado trabajadores y nacientes burguesías industriales, bajo el amparo de los Esta-
de control que los sectores dominantes locales han logrado en los años dos interventores.
anteriores. De este modo, no será comparable la realidad de Argentina, México Ahora bien, los resultados de esta etapa de industrialización por sustitución

D
o Brasil, cuyas economías se hallaban vinculadas al centro con un grado de de importaciones serán dispares. Los cambios son profundos y los modelos
desarrollo relativamente autónomo, que las experiencias de Perú, el Caribe y agroexportadores serán parte del pasado –al menos de la forma en que se
otras zonas donde los enclaves bajo el control directo de economías foráneas plantearon hacia fines del siglo XIX–, pero de ninguna manera puede consi-

A
no darán lugar para abrir el abanico de la diferenciación productiva en épo- derarse como la etapa del take off de una región destinada a emparejarse con
cas de turbulencia. Es así que el panorama se plantea más aciago para los el centro capitalista mundial. No pasará mucho tiempo hasta que esta forma
países que seguirán dependiendo de sus exportaciones agropecuarias en un de crecimiento muestre sus límites. Mientras tanto, la realidad marca el ritmo

L
contexto de deterioro de los términos de intercambio, a la vez que abrirá de las usinas de pensamiento y en América Latina comienza a desarrollarse
muchos y complejos interrogantes para los que logren subirse a la disputa una profunda revisión sobre la forma en que la región se ha insertado en el
por el desarrollo diferenciado. mundo capitalista, para plantear las alternativas que la hora requiere.

I
Tampoco es tarea sencilla conducir el cambio para una burguesía industrial a

F
medio camino, pero aun cuando estos sectores no hayan alcanzado la madu-
rez necesaria contarán con nuevos actores que harán las veces de ortopedia 3. El problema del desarrollo: nuevas miradas sobre y desde
del proceso. Por un lado, comienzan los años de las experiencias populistas Latinoamérica
al amparo de la participación de masas, y por otro, esta activación de los


sectores subalternos se verá acompañada por la participación de gobiernos En este escenario cambiante las viejas aserciones comienzan a hacer agua y
surgidos de la corporación militar. Más allá de las valoraciones sobre estas naufragan las certezas de las ventajas comparativas. Ya para mediados de los
formas de gobierno, es llamativo cómo el peronismo en Argentina, el años cuarenta comienza a consolidarse un pensamiento alternativo que mira
varguismo en Brasil, el cardenismo en México, los generales Toro, Busch y el problema desde adentro y navega las aguas del cambio de paradigma en
luego el Tata Villarroel en Bolivia –por mencionar solamente los casos más
emblemáticos– aparecerán como signo de la emergencia de sectores milita-
res de nuevo cuño. La bandera del nacionalismo de corte popular tomará 5 Sobre el surgimiento de los llamados populismos latinoamericanos, ver un muy completo
distancia de la complicidad de los ejércitos fundadores con las potencias estado de la cuestión en Mario Petrone (comp.), Populismo y neopopulismo en América Latina.
imperialistas, y no es de extrañar que hasta hoy los manuales sociológicos El problema de la Cenicienta., Buenos Aires, Eudeba, 1999.
328 | SEBASTIÁN RODRÍGUEZ Y ARIEL FILADORO AMÉRICA LATINA: ESBOZO PARA UN ESQUEMA DE INTERPRETACIÓN | 329

las corrientes económico-sociales. Son los años en los cuales la Comisión De esta manera, mientras la mirada de la CEPAL, que no es enemiga del
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) reemplazará la mirada capital transnacional ni del desarrollo capitalista como norte a seguir, aporta-

M
positivista de la modernización como destino inexorable y en etapas sucesi- rá las recomendaciones y recetas fundamentales de los gobiernos desarrollistas
vas.6 El diagnóstico que trazan estos intelectuales se refleja en las palabras de las décadas del cincuenta y del sesenta –como los gobiernos de Arturo
de uno de sus miembros más connotados, Raúl Prebisch, cuando señala: “La Frondizi en Argentina, o de Juscelino Kubitscheck en Brasil–, al mismo
realidad está destruyendo en la América Latina aquel pretérito esquema de tiempo aparece en los años setenta de la mano del marxismo latinoamerica-

O
la división internacional del trabajo que, después de haber adquirido gran no, una versión menos edulcorada y más radical que la de la CEPAL: es la
vigor en el siglo XIX, seguía prevaleciendo doctrinariamente hasta muy Teoría de la Dependencia, que comienza a ocupar el centro del escenario
avanzado el presente”.7 del análisis económico de la región.8
Esta novedad pone de manifiesto otra, y es la idea de que el desarrollo Es justo señalar que los dependentistas son deudores de la CEPAL, y sus

C
como etapa superior de la economía capitalista no necesariamente deviene caminos se entrecruzan permanentemente desde el inicio de su coexisten-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


luego de una etapa de subdesarrollo. Asimismo, los cepalinos plantean cia. Incluso sus diagnósticos y análisis históricos no difieren sustancialmente.
que los Estados más avanzados del mundo no han subido escalones suce- Por ejemplo, en una visión no demasiado lejana a los análisis de Prebisch,

.
sivos hasta alcanzar el grado de economías centrales, sino que han partido Fernando Cardoso y Enzo Faletto señalan: “La situación de subdesarrollo

D
desde allí imponiendo al resto del mundo una realidad desigual e se produjo históricamente cuando la expansión del capitalismo comercial y
inequitativa. Desarrollo y subdesarrollo no son dos puntos en una recta luego del capitalismo industrial vinculó a un mismo mercado economías
que marca el camino del crecimiento, sino categorías que coexisten en una que, además de presentar grados diversos de diferenciación del sistema pro-

D
relación de dominación y dependencia en el concierto de las naciones del ductivo, pasaron a ocupar posiciones distintas en la estructura global del
mundo moderno. sistema capitalista”.9 Es decir, nuevamente aparece la idea de que desarrollo
Por supuesto que esta corriente de pensamiento que se fortalece con el y subdesarrollo son las dos caras de la misma moneda y no etapas sucesivas.

A
paso del siglo XX no está exenta de discusiones y debates internos. Aun así, Sin embargo, aun cuando algunos nombres se verán involucrados simultá-
más que las perspectivas disímiles, es nuevamente la dinámica económica la neamente en uno y otro ámbito, las derivaciones políticas de estos y aque-
que marca la agenda, y serán los años de la posguerra y la llegada de los llos encontrarán destinos y caminos diferentes.

L
años sesenta los que atestigüen las contradicciones de las estrategias No es poca distancia la que separa los análisis optimistas de la CEPAL en
industrializadoras mercado-internistas de la primera fase de sustitución de cuanto al desarrollo, del planteo de los dependentistas a partir de lo que
importaciones. Las crisis recurrentes de balanza de pagos, la falta de divisas estos últimos llaman “desarrollo asociado”, concepto que intenta dar cuenta

I
y la realidad de que aun en un contexto de industrialización los países de la acotada autonomía de las decisiones locales a partir del grado de

F
periféricos mantienen la dependencia, acentúan las discusiones sobre las necesidad de las inversiones extranjeras.10 Para los teóricos de la dependen-
vías del despegue económico. Es así que el paradigma desarrollista basado cia, esta necesidad de recurrir al capital transnacional tenderá entonces a
en el arribo de capitales extranjeros y la crisis de las burguesías locales lleva romper la alianza entre burguesías nacionales y trabajadores gestada en los
a replantear el problema de la industrialización y profundiza una grieta ya


presente en el seno del pensamiento cepalino.
8 Algunos de los intelectuales más connotados de la Teoría de la Dependencia fueron
Theotonio dos Santos, Ruy Mauro Marini, Celso Furtado, Andre Gunder Frank, Fernan-
6 Para una historia del pensamiento de la CEPAL, ver Ricardo Bielschowsky, “Sesenta años do Henrique Cardoso, Enzo Faletto, entre otros.
de la CEPAL: estructuralismo y neoestructuralismo”, en Revista CEPAL 97, Brasilia, abril 9 Fernando H. Cardoso y Enzo Faletto, Dependencia y desarrollo en América Latina; Buenos
2009. Aires, Siglo XXI, 1975, p. 23.
7 Citado en Ezequiel Pinacchio y Santiago Sánchez San Esteban, “Continuidades y rupturas 10 Cardoso, “Las contradicciones del desarrollo asociado”, en Desarrollo Económico, vol. 14,
entre el pensamiento anti-imperialista latinoamericano de los 60 y 70 y el pensamiento Nº 53, Buenos Aires, 1974; citado en Enrique Arceo, “El impacto de la globalización en
descolonial”, ponencia presentada en IX Jornadas Nacionales-VI Latinoamericanas “Ha- la periferia y las nuevas y viejas formas de la dependencia en América Latina” en Cuadernos
cer la Historia”, Bahía Blanca, octubre de 2010. del CENDES, Año 22, N° 60, Tercera época, septiembre-diciembre 2005, p. 49.
330 | SEBASTIÁN RODRÍGUEZ Y ARIEL FILADORO AMÉRICA LATINA: ESBOZO PARA UN ESQUEMA DE INTERPRETACIÓN | 331

años de oro del mercado interno, creando un nuevo contexto en el que las que y privatización del Estado, y el endeudamiento. La columna verte-
burguesías nacionales no desaparecerán, pero comenzarán a dejar finalmen- bral del nuevo diseño es una economía que emigra desde el humo de las

M
te de lado el interés por el desarrollo nacional y autónomo. fábricas hacia la circulación y valorización del capital en las pizarras
La realidad es que cepalinos y dependentistas no difieren demasiado en sus bursátiles y financieras.
respectivos análisis, pero acaso las valoraciones a contrapelo entre unos y Podría resumirse el cambio de rumbo pincelando un cuadro que comparten
otros generan apuestas políticas y miradas sobre el futuro diametralmente muchos economistas: políticas de ofensiva patronal hacia el trabajo

O
distintas. Lo que no deja de ser cierto para ambos es que la novedad de estas flexibilizando las condiciones de estabilidad y ampliando la cantidad de bra-
miradas transforma rotundamente el concepto de desarrollo vinculado con zos desocupados; mercantilización de los bienes públicos como salud y
la industria. Si los primeros críticos de la división internacional del trabajo educación; recuperación de las tasas de ganancia empresarial restableciendo
decimonónica habían visto en la crisis de los años treinta el alba de una los niveles de inequidad de distribución del ingreso previas a los años del

C
nueva realidad para América Latina ante la posibilidad del desarrollo, las intervencionismo del Estado y finalmente la pulverización de la posibilidad

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


postrimerías de la Segunda Guerra Mundial comenzarán a mostrar que aun de tomar decisiones autónomas ante la mirada inquisitoria de los mercados
la industrialización puede generarse de manera dependiente. Solo que para internacionales y de los organismos representantes del capital financiero

.
unos –la CEPAL– será visualizado como un escollo superable, mientras que internacional.12

D
para otros esa realidad marcará el ocaso de los proyectos nacionales. Las consecuencias serán devastadoras en todos los planos y al colapso de
las economías les sucederá un deterioro social como la región no había
vivido en su historia. Sin embargo, el abismo parece tener un fondo y con

D
4. Neoliberalismo y vuelta a empezar los albores del siglo XXI se avizora un momento de transición. Los conflic-
tos sociales parecen no dejar margen de maniobra para mantener un sistema
El último cuarto del siglo XX encuentra a Latinoamérica entrando en la larga de expoliación sin anestesia y el neoliberalismo explota generando una onda

A
noche del neoliberalismo. Quizá la crisis del petróleo de 1973 sea el acto inau- expansiva que deja sentir sus coletazos aún quince años después.
gural de un proceso que es mucho más complejo que el aumento del precio de El nuevo milenio amanece con la región sumida en una estructura de
un recurso estratégico. Las distintas miradas sobre el problema arrojan, por reprimarización de su economía, una dependencia casi absoluta de los pre-

L
supuesto, respuestas en consecuencia, pero la tónica general estará dictaminada cios internacionales de algunos commodities como la soja para el Cono Sur, o
por los profetas del libre mercado que con tono de revancha achacarán la crisis el petróleo para regiones que cuentan con las reservas del oro negro y la
a las ideas del keynesianismo en declive y serán testigos de una rauda retirada operatividad del sector público reducida a su mínima expresión.

I
de la participación del sector público en cuestiones de equilibrio social. Los Se reabren entonces discusiones que parecían ya sepultadas, como el rol de

F
vaticinios del desarrollismo serán parte del pasado con la honrosa excepción las burguesías nacionales, su grado de autonomía, la posibilidad del desarro-
que señala la economía de Brasil, nación que ha logrado instalarse entre los llo industrial y las relaciones soberanas con respecto a los centros económi-
países con mayor crecimiento de su producto industrial, a costa de presentar la cos mundiales y el capital transnacional. En la reedición de estos debates,
polarización social más profunda, demostrando una vez más el fracaso estrepi- hay quienes sostienen la dificultad de una vía autónoma señalando que el


toso de la teoría del derrame.11 desarrollo dependiente beneficia a las burguesías locales, pero a condición
En la mayor parte de la región, las dictaduras militares apuntalan a san- de que ellas queden enfeudadas a los monopolios multinacionales.13 Otros
gre y fuego las políticas de ajustes neoliberales. La mira está puesta en afirman no solo la posibilidad, sino la necesidad de articular a los sectores
la apertura comercial indiscriminada, la desregulación financiera, el achi- del empresariado local con el Estado para reconstituir las alianzas que ha-

11 Según esta teoría (también llamada trickle down policy), la distribución de la riqueza en una 12 Enrique Arceo, El ALCA: neoliberalismo y nuevo pacto colonial, Buenos Aires, CTA, 2001, pp.
sociedad se genera automáticamente por las fuerzas del mercado garantizando un creci- 9, 10, 11.
miento del producto. Una vez que la acumulación de capital está en marcha, entonces el 13 Enrique Arceo, “El impacto de la globalización en la periferia y las nuevas y viejas formas
derrame permea al resto de la sociedad. de la dependencia en América Latina”, op. cit., p. 50.
332 | SEBASTIÁN RODRÍGUEZ Y ARIEL FILADORO AMÉRICA LATINA: ESBOZO PARA UN ESQUEMA DE INTERPRETACIÓN | 333

bían dado impulso al crecimiento de los años de la posguerra. “el eslabón más débil del neoliberalismo” –como ha bautizado a la región
También reaparece con fuerza una alternativa que recupera los postulados Emir Sader– deba crear un camino propio para la emancipación. Siguiendo

M
más radicalizados de los dependentistas, partiendo de una mirada crítica de al propio Samir Amín, quien señalaba que la desconexión implicaba necesa-
la idea de desarrollo. Por ejemplo, autores como el egipcio Samir Amín riamente la fuga hacia un socialismo no definido de antemano sino como un
promueven la discusión en torno del concepto de desarrollo autocentrado, futuro a construir, tal vez sea entonces la era de la síntesis, cuando tanto la
o teoría de la desconexión, señalando que la única alternativa frente a un tesis del neoliberalismo como la antítesis del socialismo existente han mos-

O
desarrollo desigual inmanente a la relación centro-periferia, tal como está trado sus limitaciones históricas.
planteado, es pensar a la región fuera del paradigma capitalista. Para Amín, la
desconexión será, además, una necesidad no solo del campo económico
sino también político y cultural. Y así como la desconexión es el resultado

C
que decanta lógicamente del carácter desigual del desarrollo del capitalismo,

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


será este mismo desarrollo desigual el que genere la emergencia de las
revoluciones nacionales de la periferia.14

.
La mirada no es, en realidad, nada novedosa. En pleno auge de la Teoría de

D
la Dependencia, durante los setenta, el alemán Andre Gunder Frank, o el
brasileño Ruy Mauro Marini habían puesto sobre el tapete el problema de la
dependencia como ancla del desarrollo frente a las potencias imperialistas.

D
Estos autores, cofundadores de aquella corriente, no solo planteaban sus
ideas sobre la imposibilidad de romper el cerco dentro del marco del capita-
lismo, sino que militaban políticamente para la liberación latinoamericana

A
con la mirada puesta en la revolución socialista.15

Debates viejos, sin duda, pero escenarios nuevos, y allí radica quizás el

L
valor de las discusiones al calor de la realidad del siglo XXI. El epitafio del
ALCA escrito en la cumbre de Mar del Plata en 2005 derrumbando las
aspiraciones norteamericanas de cristalizar en esos tratados de libre comer-

I
cio la realidad de los últimos 30 años, la emergencia del ALBA (Alianza

F
Bolivariana para los pueblos de nuestra América) como expresión manifiesta
de una alternativa posible, marcan quizás el signo de los tiempos que co-
rren. Es de destacar, no obstante, que la avanzada del capitalismo salvaje ha
dejado en el camino también a la alternativa socialista, y tras el derrumbe de


la URSS la región latinoamericana pierde el marco de referencia de la antíte-
sis del sistema dominante. Esta novedad indica tal vez el momento en que

14 Eloy Samuel Ramírez Acosta, “Presente y futuro de la ‘teoría de la desconexión’ de Samir


Amín en la praxis del mundo actual: América Latina como paradigma”, en https://
lahistoriadeldia.wordpress.com/2010/01/22/
15 Tanto Gunder Frank como Mauro Marini militaron activamente en el MIR (Movimiento
de Izquierda Revolucionaria) chileno.
China: visiones de la mutación

M
Ezequiel Sirlin

CO
I) La revolución pendular en los tiempos de Mao

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


A lo largo de los siglos XVIII y XIX, el liberalismo europeo solía figurarse

.
a China como una región estancada en la repetición de sus ordenaciones

D
económicas y sociales; una cultura sofisticada pero indolente al cambio, a lo
sumo pasible de lentas transformaciones que no eran guiadas por discerni-
miento alguno. La supuesta deriva de esta civilización introvertida contrasta-

D
ba con la modernidad europea, que presumía de ir a toda marcha por la
senda del progreso autoconsciente.
En claro contraste con esta vieja imagen fija, el mundo no conocería una

A
búsqueda más tenaz ni a mayor escala de fórmulas contra el atraso y la
desigualdad que la acaecida en China durante la segunda mitad del siglo XX.
Mientras que la URSS a partir de Stalin avanzó en línea más bien recta hacia

L
el colectivismo forzado, la República Popular China (RPCh) a partir de Mao
lo haría zigzagueando con ladeos profundos entre las alternativas
instrumentales a las que en algún momento se enfrentaron casi todos los

I
socialismos reales. Oscilante entre un “capitalismo de Estado con

F
redistribución intensiva” y un “colectivismo de la producción y el consumo
sujetos a la planificación centralizada”, la revolución crearía sus propias
formas híbridas en busca de una modernidad igualitaria.
En cuanto a ensayos de sistemas de propiedad, responsabilidad o gestión, la


RPCh sería tal vez el laboratorio social más activo del siglo XX. Lo mismo
con respecto a modos de intercambio, dado que esta revolución nunca abo-
lió por completo el mercado. La proporción de precios administrados y
libres siguió la misma línea sinuosa de la revolución, pero el máximo histó-
rico de productos con precios fijados jamás superó los 600 contra los 60.000
que llegaron a ser establecidos en la URSS.1 Todo lo cual se conjugó a su

1 Perry Anderson, “Dos Revoluciones. Notas de borrador”, en New Left Review Nº 61, mar/
abril de 2010. http://es.scribd.com/doc/56101538/Perry-Anderson-Dos-Revoluciones
336 | EZEQUIEL SIRLIN CHINA: VISIONES DE LA MUTACIÓN | 337

vez con las idas y vueltas experimentales entre la planificación central y la con los de su poder efectivo, por cierto, intermitente. De acuerdo con
autogestión de comunas y empresas. La edificación china del socialismo no Meisner, al calor de la lucha política y de la discontinuidad del control de

M
solo se benefició de las lecciones dolorosas de la revolución soviética, sino Mao sobre los hilos activos del poder, los virajes a “izquierda” y a “dere-
también, de su propia experiencia de gobierno en los territorios que iban cha” delinearon cinco fases:
siendo ganados a las fuerzas nacionales blancas durante la guerra civil más
larga de la historia (1925-1949). Los revolucionarios chinos fueron los úni- Inicio moderado y gradual (1949-1957). Lejos del “comunismo de guerra” que la

O
cos en su género que llegaron al poder con una avezada práctica administra- revolución soviética había establecido en sus inicios, la revolución triunfan-
tiva nutrida de una muy larga convivencia con las masas campesinas en la te en China se abocó a la reconstrucción económica pregonando un capita-
retaguardia. lismo nacional. Se socializaron las industrias extranjeras y de la gran burgue-
Pero el zigzagueo de la revolución triunfante de ningún modo sería la deli- sía exiliada, pero sin dejar de estimular los capitalismos urbano y rural, a los

C
berada decisión de una conducción persuadida de los beneficios estratégi- que Mao declaró “beneficiosos”. Se trató en esta etapa de una economía

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


cos de avanzar con movimientos pendulares. Por el contrario, cada oscila- mixta basada en el control sobre la burguesía nacional, pero sin eliminarla.
ción a izquierda o a derecha fue el resultado de luchas políticas e ideológi- Se implementaron empresas privadas-estatales al tiempo que se pospuso el

.
cas en el seno del Partido Comunista Chino (PCCh). Los enfrentamientos reparto igualitario de la tierra en aras de la “revolución burguesa” necesaria

D
fueron intensos, más que sanguinarios, y se dieron en un plano de relativo para el desarrollo de las fuerzas productivas en el campo. El avance de la
equilibrio de las facciones, algo que jamás sucedió en la URSS una vez que industria pesada sí se atuvo al molde estalinista aunque sin la brutalidad
se afianzó la maciza conducción de Stalin. La relación entre la lucha por el arbitraria con que la industrialización forzada se había desplegado en la

D
poder en lo alto del partido y el ensayo de ecuaciones productivas en la URSS. En 1953 comenzó un avance escalonado y consensuado hacia la
base económica fue por cierto muy distinta en ambas revoluciones. En pala- colectivización de la agricultura. Para estimular la asociación de los campesi-
bras de Maurice Meisner, “mientras que Stalin enfrentaba a una institución nos se crearon equipos de ayuda mutua en granjas, cooperativas semisocialistas

A
burocrática con otra para mantener la supremacía personal, Mao estaba in- (con posesión individual de la tierra y reparto de beneficios) y granjas de
clinado a provocar movimientos de masas populares contra sus enemigos propiedad colectiva. Se mantuvieron las “cuatro libertades”: para comprar
burocráticos”.2 Así surgieron los hechos más originales de la Revolución tierra, contratar trabajadores, prestar dinero y comerciar en forma privada.

L
China: los virajes espasmódicos promovidos desde afuera del partido y des-
de lo alto del liderazgo de Mao Zedong contra la burocracia osificada y las Gran giro a la izquierda (1958-1960). Al calor de la lucha política entre los
desigualdades persistentes, contra el despotismo de los funcionarios y la maoístas y la jerarquía del partido, la revolución se vuelca hacia el colecti-

I
centralización administrativa. Al menos eso pretendieron ser en sus respec- vismo con gran exaltación. El “Gran Salto Adelante”, un avance cualitativo

F
tivos comienzos las campañas de impronta netamente maoísta del Gran Sal- hacia el comunismo, descansó en la teoría de la “revolución permanente”
to Adelante (1958) y de la Revolución Cultural Proletaria (1966). Iniciativas reelaborada por Mao a partir de la confianza en los “ilimitados poderes
que a poco de andar removiendo conflictos latentes, acabaron por transfor- creativos de las masas”. Para acelerar la “acumulación primitiva socialista”
marse en depuradoras de sí mismas, sumiendo a quienes se habían entusias- se movilizó fervorosamente el trabajo ocioso. Los frentes productivos fue-


mado con ellas en el cinismo y en la apatía frente a la burocracia restituida. ron simbólicamente militarizados, por ejemplo, mediante el despliegue de
En verdad, lo que suele referirse como “período maoísta” (1949-1978) de batallones populares en una “guerra contra la naturaleza”. Se desmantelaron
ningún modo estuvo hilvanado por el liderazgo continuo de Mao. La prima- áreas burocráticas centrales para transferir el control de los hilos finos de la
cía simbólica del Gran Timonel sí gozó de continuidad. Pero, precisamente, gestión a las unidades productivas locales. Similar descongestión a la procurada
los picos de idolatría oficial a su persona no siempre se correspondieron en la campaña del “hierro y acero en el patio”, la cual impulsaba la edifica-
ción de hornos de fundición en las granjas. Los emprendimientos a pequeña
escala en zonas rurales buscaban transferir el saber tecnológico de las élites
2 Maurice Meisner, La China de Mao y después. Una historia de la República Popular, Córdoba, a las masas, vertebradas por “hombres versátiles”, “mitad trabajo, mitad es-
Comunicarte, 2007. tudio”, “rojos y expertos”. Las granjas colectivas se fusionaron en grandes
338 | EZEQUIEL SIRLIN CHINA: VISIONES DE LA MUTACIÓN | 339

comunas populares y autónomas. En busca del comunismo integral y de la (categoría, esta última, deplorada por la Revolución Cultural) son converti-
superación de todas las desigualdades, las comunas eran concebidas como dos en antagonistas simbólicos pasibles de “reeducación” socialista, al tiem-

M
instancias organizadoras tanto de la producción como de la vida; en ellas po que el culto a Mao se extiende sobre su costado más místico. El cerra-
debían igualarse el trabajo manual con el intelectual, así como desaparecer miento nacional se endurece con los enfrentamientos militares que en 1969
las inequidades domésticas. Las comunas llegaron a ser la máxima concre- China mantiene con la URSS en Manchuria. La transferencia de poder de la
ción de la utopía anarquista latente en el maoísmo. Pero el recelo contra el burocracia central a las comunas vuelve a estar a la orden del día. Pero, otra

O
poder burocrático se interrumpió cuando el derrumbe de la planificación vez, como en el cenit del Gran Salto, el movimiento de masas avanza de tal
hizo colapsar al sistema productivo y de suministros entre 1959-1960, dando modo contra el orden establecido que asusta a sus mentores una vez que
lugar a una de las más graves catástrofes alimentarias del siglo XX. habían reconquistado las posiciones supremas. Esta vez, Mao y el ejército
se volverán contra el espontaneísmo “desmadrado” con la mayor escalada

C
Giro a la derecha. Retorno al socialismo moderado (1960-65). Vuelta a la mesura de represiva en la historia de la Revolución China, cuyo número de víctimas

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


la primera fase con restauración burocrática. Entre las ruinas del Gran Salto, mortales rondará las 400.000 personas.
Mao ve limitado su poder aunque su figura aún conserve la fuerza simbólica

.
suficiente para denunciar, desde afuera del PCCh, una restauración reaccio- Nueva restauración burocrática y giro a la derecha (1969-1976). Una definitiva y más

D
naria. La Nueva Política Económica liderada por Liu Shaoqi, también cono- espesa burocracia se erigirá sobre la apatía de las masas, primero incitadas y
cida como “liuísmo”, restaura mecanismos capitalistas de mercado así como luego reprimidas por las fuerzas que comandaron la Revolución Cultural.
la planificación centralizada. La primacía de la burocracia sobre el Contra el “social imperialismo de la URSS”, Mao inicia maniobras de acerca-

D
“espontaneísmo de masas” lleva a la reducción de las comunas populares, miento táctico con Estados Unidos, ya empantanado en la guerra de Viet-
mientras el capitalismo subalterno retorna al campo. La industria centraliza- nam. Lo hace tanto en nombre del internacionalismo proletario como “de la
da se reorganiza sobre la base de la autonomía financiera y de gestión. Se coexistencia pacífica entre países con diferentes sistemas sociales”. El culto

A
recompone la producción en todos los frentes, pero resurgen “las tres des- a Mao, que sigue escalando hacia niveles más altos de fetichismo y sublimación
igualdades”: entre campo y ciudad, trabajo manual e intelectual, burocracia y institucional de la revolución, absorbe las incongruencias del período, in-
pueblo. cluso cuando el poder real comienza a trasladarse hacia viejos líderes re-

L
cientemente rehabilitados de las humillaciones en que los había sumido la
Giro a la izquierda. La Revolución Cultural Proletaria (1966-68). Última iniciativa Revolución Cultural. Mientras los resultados destructivos de esta última
revolucionaria de Mao, alineada con los postulados del Gran Salto y origina- eran cada vez más deplorados, se eleva la figura de Deng Xiaoping, revolu-

I
da en circunstancias equivalentes de lucha de poder en la cúspide del PCCh. cionario de la vieja guardia sobreviviente de las dos grandes purgas maoístas,

F
Otra vez, se relanza la revolución contra la burocracia enquistada en el que se impone al tiempo que una enfermedad irreversible margina a Mao. Se
partido y la burguesía renaciente. Meisner considera a la Revolución Cultu- desarrolla un gran crecimiento del comercio exterior y de importación de
ral el hecho más complejo y paradójico del “período maoísta”. Enfrentado tecnología extranjera.
con la jerarquía del PCCh, Mao llama a rebelarse al proletariado urbano más


explotado, el campesinado pobre y el estudiantado, pero al mismo tiempo El legado del maoísmo según Maurice Meisner
requiere la intervención de un gran gigante burocrático, el más rígido y
jerárquico de todos: el ejército. La apelación de Mao a una marea Esta sinuosa búsqueda de rumbos durante el “período maoísta” logró, en
“espontaneísta de masas” respaldada por el ejército motivó el despertar definitiva, sentar las bases de la industria pesada y equiparar de tal modo la
revolucionario de millones de trabajadores, campesinos y estudiantes, con distribución de bienes y servicios que, gesta sanitaria mediante, se alargará la
gran proliferación de asociaciones de base rebeldes y antiburocráticas. Se esperanza de vida al nacer de 35 a 65 años. Una inmensa población excluida
promueve una nueva desconcentración de las industrias en las aldeas rura- de la lectoescritura (por el clasismo más arcaico y por los complicadísimos
les, así como otras equiparaciones simbólicas y materiales a favor del campo sistemas de caracteres anteriores al que la revolución fijaría), será también
y en desmedro de las ciudades. Lo urbano, lo extranjero y lo intelectual alcanzada por la mayor gesta alfabetizadora de la historia. Las mujeres serán
340 | EZEQUIEL SIRLIN CHINA: VISIONES DE LA MUTACIÓN | 341

emancipadas de las ancestrales servidumbres de género chinas y el consu- La autoconfianza y el heroísmo en la producción pregonados por Mao con-
mo epidémico del opio se reducirá en paralelo al desmantelamiento de las tra todas las adversidades, son ponderados por Meisner, si bien los conside-

M
organizaciones delictivas vinculadas a señores de la guerra. ra menos decisivos en tanto factores de “acumulación originaria socialista”
Es también destacable que en los momentos de colectivismo más radical que el sacrificio del consumo popular, a costa del cual surgieron los exce-
(1958 y 1966), los modos consensuales de la primera etapa fueron quedando dentes necesarios para que China emergiera de un atraso bastante más pro-
atrás pero sin que se haya aplicado nada similar al aniquilamiento o trasplan- fundo que el de la Rusia de los zares. Como en los otros “socialismos

O
te del campesinado renuente como sucedió en la URSS. Esto se debió a que reales”, la alimentación y la industria de bienes de consumo serían las áreas
la Revolución China contó con un apoyo del campesinado que jamás existió de más lento crecimiento. La primera, por ineficacia de las ecuaciones pro-
en la revolución soviética. Los puntos más altos del colectivismo chino ductivas pese a los constantes experimentos. La segunda, a causa de la pos-
(Gran Salto y Revolución Cultural) quebrantarán las formas consensuales tergación del consumo en beneficio de la industria pesada y la defensa

C
de los primeros años, pero sin un terror de masas con “paranoia sistémica”3 nacional. El peso de estos retrasos se haría notar en mayor medida confor-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


similar al desplegado por el estalinismo maduro. me la población creciera gracias a la baja de la mortalidad que propiciaron la
Maurice Meisner brinda datos contundentes contra la tesis que culpa al salud pública y el “tazón de arroz de hierro”. Pero, en la medida en que la

.
ciclo comunista de un atraso económico que solo habría sido revertido por distribución de alimentos mejoraba y la población se incrementaba a una tasa

D
la apertura capitalista tras la muerte de Mao. Por el contrario, para este promedio del 2% anual, el comunismo chino se enfrentará a un redoblado
historiador, la industrialización tardía y en condiciones de extremo aisla- desafío alimentario, que apenas podrá sobrellevar con su lenta tasa de creci-
miento que China experimentó entre 1949 y 1976, superó en ritmo de creci- miento agrícola anual promedio del 2,3%.

D
miento a las más veloces carreras industriales que la historia había conocido:
la alemana del siglo XIX y la japonesa y la soviética del siglo XX. El Crecimiento de la población china
crecimiento industrial de China a razón de un 11,3% anual entre 1952 y 1977 (en millones de habitantes)

A
solo habría sido igualado por Taiwan durante el mismo período. El cerco
norteamericano tras la guerra de Corea y el abandono de la ayuda soviética 1950 541
en la segunda década de la revolución, no impidieron que se concretara un 1970 818

L
auténtico despegue industrial autosostenido. Para Meisner este comienzo 1990 1.130
sentará las bases del posterior boom capitalista, por mucho que el liberalis- 2011 1.340
mo económico de los años 90 se adjudicase la paternidad.4

FI
Industrializaciones tardías Comparada con otras grandes revoluciones de la historia, la china tuvo la
Tasa de crecimiento económico ventaja de concretarse después de la guerra civil y no antes de ella, de modo
que una vez inaugurada la nueva era, lo peor ya habían quedado atrás.5 La
Alemania (1880-1914: 33% por década) ventaja es considerable si se la coteja con las condiciones de inicio de la


Japón (1874-1929: 43% por década) revolución soviética. A poco de comenzar a andar, esta última debió cargar
URSS (1928-1958: 54% por década) no solo con la guerra civil sino con la instalación en su territorio de la más
China (1952-1972: 64% por década) destructiva guerra de la historia. Pero, si pudiera medirse la magnitud de esta
ventaja a favor del comunismo chino, habría que descontarle los casilleros
correspondientes a un atraso originario más profundo que el ruso y a las
secuelas de la ocupación japonesa y de la posterior guerra de Corea.
3 Moshe Lewin, El siglo soviético. ¿Qué sucedió realmente en la Unión Soviética?, Barcelona, Crítica,
2006. 5 Isaac Deutscher, “El maoísmo: orígenes y perspectivas”, en La Década de Jruschov, Madrid,
4 Perry Anderson, “Sino-American”, London Review of Books, Vol. 34 Nº 3, February, 2012. Alianza, 1971, p. 157.
342 | EZEQUIEL SIRLIN CHINA: VISIONES DE LA MUTACIÓN | 343

Con todo, el nudo trágico de la Revolución China consistió para Meisner en Además, a fines de los años 70, la obsolescencia industrial urgía a obtener la
que, a su punto de partida tan desfavorable en cuanto al atraso histórico y el tecnología de última generación con que las industrias occidentales comen-

M
aislamiento internacional, se le sumarán los problemas inherentes a la edifi- zaban a trascender el fordismo luego de la crisis de 1973. El auge de Japón y
cación de una sociedad basada en criterios de igualdad más integrales que de los Cuatro Tigres Asiáticos mostraba buenas perspectivas para activar la
los que estuvieron a la orden del día en los mejores momentos de la revolu- industria salteando etapas. Las circunstancias internas y externas convergían
ción soviética. Una vez iniciada la revolución, ambos grupos de dificultades, en señalar dicho camino, ya que las transnacionales del primer mundo nece-

O
las del desarrollo y las del igualitarismo integral, se potenciaron en China. La sitaban más que nunca nuevos mercados y mano de obra barata para com-
escasez de bienes a repartir en un contexto de mayor presión demográfica pensar con aumentos de plusvalía, el incremento de capital orgánico al que
entrará en conflicto con la pretensión de edificar un socialismo que no solo estaban obligadas por la fuerte competencia de la década de 1970.7 La revo-
anulara la brecha entre ricos y pobres, sino también entre obreros y campe- lución había dejado en China una población educada y organizada, así como

C
sinos, ciudad y campo, trabajo manual e intelectual. Para Meisner, ninguna una diáspora empresaria que desde Taiwan y Hong Kong había oficiado de

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


otra revolución se había propuesto avanzar con tanto empeño hacia estas intermediaria con el capitalismo central.
metas de equidad. Pero el maoísmo sería menos exitoso respecto a ellas que Más aun, como señala Giovanni Arrighi, el exilio chino ya había cumplido

.
con relación al crecimiento económico. No logró disminuir el poder de la un papel articulador en la expansión japonesa de las décadas de 1960 y

D
burocracia y, peor aun, sus llamamientos a la juventud contra aquella acaba- 1970 mediante el armado de amplias redes de subcontratación de trabajo
ron en un castigo a quienes habían respondido con más fervor. informal en el sudeste asiático.8 Redes que con el tiempo convirtieron a
Paradójicamente, el legado descentralizador del maoísmo recién fructificará esta región en la más competitiva del mundo, y a sus trabajadores en los

D
en la flexibilidad que China revelará a partir de las reformas capitalistas, al más explotados de la industria capitalista avanzada. Fueron estas múltiples
momento de concebir formas alternativas de vinculación entre el Estado y capas de trabajo barato estratificado las que habrían permitido a las empre-
las empresas, el capital y el trabajo, los poderes centrales y los locales. sas japonesas superar los rígidos y más costosos formatos de gestión y

A
Aquellos impulsos maoístas acabarían por sentar las bases organizativas de producción verticales.
las “empresas municipales y aldeanas” (EPC) que tan exitosas resultarían al Mientras tanto, la autoconfianza china en lograr un despegue de espaldas a
comienzo de la mutación iniciada por Deng.6 la URSS y a EE.UU. había decaído junto con las ilusiones de la Revolución

L
Cultural. Las visitas de Nixon a Beijing y Shangahi en 1972 venían anuncian-
do un cambio de estrategia con Mao en el centro del poder. Entre 1971 y
II) La apertura capitalista 1974 el comercio exterior de China con países no comunistas se había tripli-

I
cado. Con todo, será hacia el final de la década de 1970 cuando las multina-

F
Como señala David Harvey, tal vez nunca se sepa a ciencia cierta con qué cionales se sentirán más atraídas por la gran reserva de mano de obra dispo-
miras de largo plazo Deng Xiaoping y la conducción reformista del partido nible en China, y por la calidad de la misma, que para Arrighi reconoce
abrieron las puertas al capitalismo tras la muerte de Mao. ¿Consideraban la antecedentes organizativos tanto ancestrales como atribuibles a la revolu-
posibilidad de que la revolución se descarriase sin retorno?, ¿o tan solo lo ción.9 Nada de lo sucedido habría sido entonces del todo nuevo. En los


entendían como otro ladeo de la serpiente, quizá más pronunciado que los años 80, lo que de algún modo se estaba restaurando en el eje capitalista
anteriores, dadas las oportunidades que el capitalismo global ofrecía a la Hong Kong-Guangdong eran los mecanismos de conexión entre capital y
revolución para lograr, de una vez por todas, el salto hacia un desarrollo
holgado de las fuerzas productivas? Es decir, superar el karma histórico de
7 Robert Brenner, “Uneven Development and Long Downturn: The Advenced Capitalist
los socialismos reales, obligados a edificar el socialismo sin que antes el Economies from Boom to Stagnation, 1950-1998”, New Left Review Nº 229, mayo/junio,
capitalismo hubiera desarrollado suficientemente las fuerzas productivas. 1998.
8 Giovanni Arrighi, Adam Smith en Pekín. Orígenes y fundamentos del siglo XXI, España, Akal,
6 Giovanni Arrighi, Adam Smith en Pekín. Orígenes y fundamentos del siglo XXI, España, Akal, 2007, pp. 360-362.
2007, p. 388. 9 Arrighi, op. cit., p. 365.
344 | EZEQUIEL SIRLIN CHINA: VISIONES DE LA MUTACIÓN | 345

trabajo que a principios del siglo XX se habían establecido en torno al eje toda su historia no estuvo motivada por una crisis de suministro socialista
Shangai-Hong Kong. También fructificó el sistema de responsabilidad fami- como en la URSS. De hecho, las reformas venían permitiendo un incremen-

M
liar en la agricultura, permitiendo que la producción creciera un 250% en la to sensible del consumo a partir de la reconexión selectiva con el capitalis-
década de 1980.10 Mientras tanto, las industrias de consumo impulsaban el mo global en 1978. De manera que las tensiones de fondo habrían proveni-
empleo privado absorbiendo buena parte de los despidos resultantes de las do en primer lugar de las reformas urbanas. Las ciudades habían padecido
privatizaciones, aunque con niveles de explotación más duros que los un modo de privatización más desigualitario que el campo, y la inflación

O
estándares internacionales. empezaba a deteriorar las condiciones de vida, lo que explica la rápida ex-
El contraste se hizo más pronunciado conforme la locomotora china ganó pansión de la protesta por 123 urbes. Los estudiantes que encabezaban el
velocidad en el comienzo del siglo XXI. Las insuperables “tasas chinas” de movimiento desde Pekín peticionaban contra los funcionarios corruptos sin
aumento del PBI en base al auge de las exportaciones dejarán su huella en cuestionar al partido en términos históricos ni institucionales. Pero el alto

C
las estadísticas negativas: 17 de las 20 aglomeraciones urbanas con peor aire mando del PCCh, temeroso del llamado “efecto polaco” e iracundo porque

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


del mundo serán chinas, lo mismo que el récord de embotellamientos en la protesta estaba ocurriendo durante la visita del reformista ruso Gorbachov,
autopistas (11 días), el mayor aumento del coeficiente Gini de la desigualdad aprestó al ejército para una intervención definitiva. La ironía de la historia

.
en el planeta, o del número de suicidios en planta industrial. que encierra la crisis de Tiananmen radica entonces en el rumbo que la

D
economía adoptó luego de la escalada represiva. Lejos de provocar un
¿En línea recta al capitalismo? modulador giro a la izquierda, la crisis dio lugar a la fase de radicalidad
capitalista de los años noventa. Por este motivo, para Richard Walker y

D
Tras la muerte de Mao, el serpenteo de la revolución mutaría a una trayecto- Daniel Buck, la rebelión y el aplastamiento de 1989 guarda menos equiva-
ria más rectilínea hacia el “capitalismo” o “socialismo de mercado” como lencia histórica con las multitudes que a partir de ese mismo año contribui-
preferiría llamarlo su impulsor Deng Xiaoping, nuevo líder del PCCh desde rían al derrumbe de los regímenes comunistas de Europa del Este, que con

A
1978 hasta pocos años antes de su muerte en 1997. La apertura por él inicia- las primeras masacres de obreros industriales, allanadoras del capitalismo
da siguiendo la todavía cauta “estrategia de la costa” contaría con la decimonónico, como la ocurrida en Peterloo (Manchester, 1819).11 En la
intermediación de la diáspora china que había gerenciado buena parte del misma línea, Naomi Klein incluye la masacre de Tiananmen en su lista de

L
desarrollo capitalista en el sudeste asiático. Este primer auge repentino de calamidades traumáticas que, sumiendo a las sociedades en estado shock y
inversiones extranjeras transcurrido durante la década de 1980, lubricará los de pérdida de sus coordenadas históricas, allanaron el camino al
consensos ideológicos para una más amplia recepción de industrias neoliberalismo tal como lo venía promoviendo Milton Friedman desde la

I
transnacionales en busca de mercados y mano de obra disciplinada. En los Universidad de Chicago.12

F
años 90 y en la primera década del siglo XXI, el desembarco del capitalismo Luego de Tiananmen, la serpiente china avanzará por un camino más recto
noratlántico y japonés sobre el litoral de China se hará más intenso y, hacia el capitalismo, renunciando a la cautela tras el alejamiento paulatino de
privatizaciones mediante, no cejará de transformar a esta región en la mayor Deng. Durante los años de Jiang Zemin (1989-2002) y en los posteriores,
fábrica global de industria de bienes de consumo final, comercializados en marcados por la llegada al poder de la “cuarta generación” de dirigentes, el


todo el mundo. movimiento recto alcanzará tal rapidez que la economía china será figurada
Lin Chun divide la expansión capitalista posterior a Mao en antes y después como la gran locomotora del crecimiento global.13 Según Lin Chun, fueron
de la rebelión popular y posterior masacre de la Plaza de Tiananmen (1989).
Se trató para esta autora de un punto de inflexión un tanto paradójico, ya que 11 Richard Walker, Daniel Buck, “The chinese road. Cities in the Transition to Capitalism”,
esta primera extendida crisis de legitimidad política sufrida por el PCCh en New Left Review Nº 46, 2007, p. 63.
12 Naomi Klein, La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre, Buenos Aires, Paidós,
2008, p. 12.
10 John King Fairbank, China. Una nueva historia, España, Editorial Andrés Bello, 1996, pp. 13 Lin Chun, “Lecciones de China: reflexiones tentativas sobre los treinta años de reformas
490-494. económicas”, Revista Herramienta Web 2, septiembre de 2009.
346 | EZEQUIEL SIRLIN CHINA: VISIONES DE LA MUTACIÓN | 347

estas últimas escaladas capitalistas las que opacaron los buenos resultados al Norte global, obligarían a reapuntar las políticas en función de un creci-
sociales de la primera etapa de aperturas moderadas que habían sacado de la miento “hacia adentro”. Esto haría más profunda la veta keynesiana que

M
pobreza a 400 millones de personas. No es que la furia de lucro privado en los últimos años exhibe este cuasi capitalismo en el país más poblado
desatada sobre el final del siglo haya detenido el proceso de despauperización del mundo.
medido en estadísticas globales. De hecho, la suma total de redimidos de la Sin embargo, otros analistas como Michael Roberts ven en la trayectoria del
pobreza seguirá mejorado a buena velocidad, pero con un incremento galo- mandatario recién nombrado, Xi Jinping, antecedentes suficientes para no

O
pante de la desigualdad y el engendro de una nueva y más profunda miseria descartar una nueva apertura de las compuertas a los negocios globales.14
que incluirá a la mayor población flotante de la historia: entre 150 y 200 Gobernador de Guangdong, provincia pionera en abrirse a las inversiones
millones de personas desposeídas del campo y de los servicios urbanos al extranjeras, Xi había propuesto en 2011 acelerar las reformas promercado.
mismo tiempo, sin razones para encontrar consuelo en la advertencia que Al momento de ser promovido por la facción de Shangai del PCCh, seguía

C
Deng había dejado: “algunos se enriquecerán primero”. pregonando que la desaceleración del crecimiento económico solo podría

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Tomando la parábola completa de la revolución, desde 1949 hasta nuestros revertirse con mayores ingresos de inversiones extranjeras. Una visión di-
días, las seis décadas involucran entonces la mayor colectivización igualitarista fundida por la última camada de sinólogos ligados a las corporaciones mun-

.
de la historia (Mao) seguida de la mayor privatización de bienes socializados diales. La oposición a esta línea estaría hoy liderada por el gobernador de la

D
(Deng); y todo comandado por el partido comunista más afianzado que haya provincia de Sichuan, Zhang Dejiang; impulsor de recientes estatizaciones
existido. Estos movimientos hacen que la China de hoy bien pueda ser de automotrices con miras a un fortalecimiento del sector público a través
descrita por estar dando lugar a la más voraz reproducción del capital al de sus propias empresas: “más fuertes, más excelentes y más grandes”.

D
mismo tiempo que por encarnar la más sólida muralla contra la Para el analista Hung Ho-Fung, dos facciones del PCCh negocian la trama
neoliberalización financista que en las últimas décadas acorraló al capitalis- venidera.15 Por un lado, la “facción elitista”, compuesta por líderes de las
mo occidental. La cada vez más común referencia al “Consenso de Pekín” provincias industriales costeras ligados a los grandes negocios, con mayoría

A
como alternativa al “Consenso de Washington” alude a esta función global en el politburó y proclives a intensificar el modelo exportador, incorporan-
más bien keynesiana e industriosa. do nuevos migrantes campesinos a bajo costo. Por el otro, la “facción popu-
La ambivalencia del sentido histórico que encierran estos movimientos con- lista”, cuyos miembros provenientes de las provincias interiores son partida-

L
siste entonces en que, por un lado, el capitalismo chino regulado por el rios de un fortalecimiento del mercado interno y del campo.
PCCh observa los más inclementes estándares de explotación fabril, de Como sea que esto se resuelva, los cambios en China posmaoísta generan
crecimiento de la desigualdad y de población ambulante. Por otro lado, os- interrogantes de alcance global tan decisivos como jamás Asia Oriental planteó

I
tenta un celo productivista que lo aleja de la financiarización decadente en al resto del mundo. Aunque muy vinculadas entre sí estas cuestiones pue-

F
la que está sumergido el norte global. Incluso, algunos analistas observan en den formularse por separado:
la muy reciente vuelta atrás de la privatización del sistema de salud chino, I) ¿Se está en efecto produciendo un recentramiento de la economía planetaria,
una señal de vida de las pulsiones igualitaristas fundantes de la revolución. con eje en China, paralelo al declive relativo de un capitalismo noratlántico,
En 2012 la porción de la economía china en manos privadas habría empata- el cual, inmerso en la turbulencia financiera y dominado por las pulsiones


do a la estatal. La mitad privada es sin duda más dinámica, pero la mitad megalómanas del enclave anglosajón, apuesta a un imperialismo militarista
estatal conservaría el control de los engranajes estratégicos como el sistema en cuyas estacadas suele empantanase? Si de verdad estos ascensos y des-
financiero y energético. censos relativos dieran lugar a un capitalismo sinocéntrico, la siguiente pre-
El XVIII Congreso del PCCh realizado en 2012 produjo declaraciones
más bien evasivas acerca del rumbo económico venidero. Algunos cronis-
tas occidentales que auscultaron el plenario vaticinaron un viraje hacia el 14 Michael Roberts, “China’s transition: new leaders, old policies”, http://
mercado interno y el reforzamiento del Estado de bienestar. El aumento thenextrecession.wordpress.com/2012/11/16/chinas-transition-new-leaders-old-policies/
de la desigualdad social y regional, sumado a la caída de las exportaciones 15 Hung Ho-Fung, “China, ¿la criada de Estados Unidos?, El dilema de la RPCh en la crisis
global”, New Left Review en español, Nº 60, enero-febrero, 2010.
348 | EZEQUIEL SIRLIN CHINA: VISIONES DE LA MUTACIÓN | 349

gunta es: ¿cuál tendería a ser el comportamiento del nuevo mando de la su haber histórico cuenta con la revolución campesina más profunda y diná-
economía mundial para con la periferia del planeta? China sería el primer mica de todos los tiempos.16

M
país cruelmente humillado por el imperialismo de los siglos XIX y XX en En la primavera de 1992, mientras visitaba el sur de China, Deng Xiaoping
convertirse en una potencia económica de primer orden. había dicho que el incremento de las inversiones financiadas por las empre-
II) ¿Es el actual sistema económico chino irreversiblemente capitalista, sas extranjeras no implicaba que su país perdería el control de la economía.
y toda su heterodoxia se reduce a una “resistencia keynesiana e indus- “Mientras nos mantengamos prudentes, no hay nada que temer. Todavía

O
triosa” contra el neoliberalismo y la financiarización que desde 1973 mantenemos la superioridad, porque tenemos grandes y medianas empresas
afectan al capitalismo noratlántico? ¿O, dados los antecedentes de la de propiedad estatal, de municipios y de ciudad. Más importante aun, tene-
revolución y sus contradicciones actuales es todavía dable esperar un mos el poder del Estado en nuestras manos”.17 Es materia de discusión si la
giro a la izquierda? RPCh ya ha perdido su albedrío en manos de una dinámica capitalista

C
III) ¿Subsisten aspiraciones subterráneas de comunismo igualitario en la avasallante, o si aún no ha traspasado esa línea del no retorno.

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


clase obrera china, en su campesinado y en la población que flota entre
ambos? ¿Perduran en el PCCh reservas ideológicas de maoísmo o socia-

.
lismo a la espera de vientos igualitaristas? O, más bien, el igualitarismo III) Tres visiones de la mutación

D
está definitivamente perdido en las nuevas camadas de dirigentes, a pe-
sar de los rituales vindicativos que todavía suscitan Mao y la Revolu- I. Un centro industrioso y estable para la economía global
ción de 1949, en tanto símbolos recubiertos de una coloración prestigio-

D
sa. Tratándose de una revolución que a mitad de camino dio lugar a En Adam Smith en Pekín, Giovanni Arrighi desarrolla el más optimista de los
intentos tan decididos de combatir la degeneración burocrática, ¿cabe pronósticos sobre un eventual recentramiento del capitalismo global en Asia
esperar un renacimiento del principio de equidad ahora que el PCCh se Oriental. Para este analista de la economía mundo, si la preeminencia de

A
ha transformado poco menos que en una sociedad multipropósito con China renaciera sobre la base de sus tradiciones imperiales anteriores al
fines de lucro? Para mayor dificultad, los embates contra la burocracia siglo XIX, el resultado sería una cierta nivelación de los poderíos mundia-
en época de Mao tampoco constituyen antecedentes claros en este pun- les. Los antecedentes lejanos y cercanos permiten prever que si China fuera

L
to dado que fueron impulsados desde lo alto del partido y al calor de la el nuevo centro económico mundial, no impulsaría ofensivas depredadoras
lucha por el liderazgo; es decir que solo secundariamente habían surgi- ni militaristas como las que en sus respectivos apogeos desplegaron Europa,
do de la iniciativa de las masas campesinas y obreras, por mucho que el EE.UU. y Japón. Antecedentes lejanos como la “Paz de Quinientos Años”

I
maoísmo quisiera verlo al revés, cuando profesaba la superioridad mo- (un sistema de coexistencia pacífica que la Europa imperialista interrumpió

F
ral e intuitiva de las clases trabajadoras con respecto al partido. con las Guerras del Opio del siglo XIX), permiten esperar otro comporta-
IV) Por último, más allá de los anhelos de igualdad que aniden en las clases miento. Durante sus largos reinados, las dinastías Ming y Ch’ing habían
explotadas y en ciertos recodos del partido, ¿qué contradicciones futuras concebido una “vía introvertida” mucho más benéfica hacia adentro y hacia
desatará la dinámica económica y social vigente en una sociedad que entre afuera. La renuencia a buscar dominios remotos contribuyó a edificar todo


otras dificultades presenta el difícil dilema de optar entre la superpoblación
y el envejecimiento de una población ya gigantesca?
La expansión capitalista en China ha generado la clase obrera más numerosa 16 En la actualidad, las provincias con mayor tasa de “incidentes de masas” en el campo
que haya existido dentro de una misma nación, con sus 200 millones de (Hunan, Jiangxi, Anhui, Jiangsu) fueron antiguos baluartes de la revolución comunista y de
la reforma campesina en los comienzos. Véase: Austin Strange, “Mass Incidents in Central
trabajadores solo en las industrias manufactureras, alta proporción de obre- China: Causes, Historical Factors and implications for the PAP”, The Monitor, Summer
ros colectivos de grandes plantas y polos industriales de gran congregación 2012, p. 38.
en el delta del río Perla (Guangdong), el delta del río Yangtzé (Shangai) y el 17 Michael Yahuda, “Deng Xiaoping: The Statesman”, en The China Quarterly Nº 135, sep-
valle del río Amarillo (Pekín-Tianjin). Sumado a una población rural que en tiembre 1993.
350 | EZEQUIEL SIRLIN CHINA: VISIONES DE LA MUTACIÓN | 351

un sistema interestatal en Asia Oriental exento de la “competencia militar finanzas. Pero, de la China procedente de la revolución comunista cabría
intrasistémica” y de la “expansión geográfica extrasistémica” que determina- esperar una fusión de sistemas de tal complejidad que la expresión “socialis-

M
ron la trama de Europa. Dos siglos más tarde, el PCCh ratificaría esta tradi- mo de mercado” concebida por Deng no sería un mero subterfugio. El auge
ción con los “cuatro noes” del presidente Hu Jintao: “no a la hegemonía, no en China de las Empresas de Pueblo y Ciudad (EPC) de propiedad colectiva
a la fuerza, no a los bloques y no la carrera armamentista”. Negativas respal- asignada a los habitantes de pueblos y aldeas, sería un ejemplo de esta
dadas en lo que tiene de cierto la afirmación del primer ministro Wen Jiabao: benigna combinación de paradigmas. Entre 1980 y 2004 ellas solas habrían

O
“China no ha enviado ni un solo soldado para ocupar ni una pulgada de creado 4 empleos por cada uno destruido por la liquidación de empresas
territorio de otro país”. públicas.
El contraste entre los paradigmas imperiales de Europa y China habría sido A diferencia de la Inglaterra del siglo XIX y de los EE.UU. del siglo XX,
patente en el siglo XVIII, y se correspondía con diferentes modelos de la China del siglo XXI no engendraría un capitalismo monopólico con su

C
producción y acumulación. A lo largo de los dos milenios anteriores a la correspondiente enclave de intereses financistas, armamentistas e

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Revolución Industrial inglesa, en China se habría plasmado un modelo de imperialistas en la cima inamovible del poder mundial. Si el PCCh jugara
crecimiento basado en el trabajo y el intercambio más que en el capital y la un rol regulador equivalente al de las dinastías Ming y Ch’ing, cabría espe-

.
desposesión del campesinado. Quien en su momento se habría percatado de rar la emergencia de una economía de mercado no del todo capitalista, y

D
esto fue Adam Smith (1723-1790). Para el economista inglés, la China de su más basada en el trabajo, la competencia y el intercambio, que en el capital
tiempo mantenía la delantera mundial en la prosperidad económica porque y el monopolio. Los engendros perniciosos del capitalismo noratlántico
priorizaba la movilización de los recursos humanos en contraposición al quedarían atrás mientras la acumulación fuera controlada por un Estado

D
capitalismo industrial y concentrado que veía establecerse en Inglaterra. que limitase a la clase enriquecida, tal como en su momento supieron
Un renacimiento de aquel paradigma más benéfico despuntaría según Arrighi hacerlo las dinastías referidas.
en los comienzos del siglo XXI. El nuevo centro global retomaría sus Para Arrighi, aún quedarían en pie suficientes resguardos para evitar que

A
tradiciones no expansionistas, por lo que sería de esperar un nuevo orden China sea capturada por una burguesía voraz que la lleve a repetir la dinámi-
económico basado en un intercambio mercantil no del todo capitalista. En ca depredadora de los últimos imperios económicos. Que el socialismo haya
este punto Arrighi se apoya en la tesis del demógrafo Karou Sugihara, para sido desmontado en China, no significa para este autor que el capitalismo

L
quien el desarrollo económico de Asia Oriental anterior a la imposición haya triunfado, al menos no todavía. Una gran muralla china se mantendría
occidental del siglo XIX iba en camino de un modo de crecimiento más firme mientras sigan vigentes ciertas herencias del período comunista como
benévolo en cuanto al desarrollo de los recursos humanos. Con el nombre la prohibición de vender tierras. La resistencia de esta muralla nivelaría en

I
de “revolución industriosa”, Sugihara refiere a una ecuación productiva ba- alguna medida los flujos económicos del mundo, ya que el corrimiento del

F
sada más en el uso intensivo del trabajo que del capital, la maquinaria y la centro capitalista global del Oeste hacia el Este, llevaría a un crecimiento
energía.18 De consecuencias sociales y ambientales menos dañinas y más relativo del intercambio Sur-Sur.19
estables que las deparadas por el capitalismo atlántico, la “vía industriosa” En esta línea, David Harvey observa que el Estado chino que por un lado
era hostil a las sociedades por acciones, la financiarización y la abrió puertas a la rapacidad capitalista, por el otro logró articular una sólida


sobreacumulación de capital. resistencia keynesiana conteniendo la expansión del Consenso de Washing-
Para Arrighi, en pocas décadas China recuperaría su modelo industrioso para ton. Con sus megaproyectos de infraestructura, la economía china pudo
proyectarlo al mundo. Ya el desarrollo de los Tigres Asiáticos, renuentes a evitar las recesiones que a partir de 2007 sufrieron los países europeos
aplicar las terapias de choque monetaristas, habría sido una anterior prueba expuestos a las inundaciones y sequías alternadas de capital financiero. Para
de la propensión asiática a un capitalismo resistente a la primacía de las

19 Sobre las perspectivas Sur-Sur contempladas desde la inserción de Argentina, véase Sergio
18 El creador del concepto fue el historiador holandés Jan De Vries, a propósito de los cambios Cesarin y Carlos Moneta (compiladores), China y América Latina. Enfoques sobre cooperación y
en las economías familiares que precedieron a la Revolución Industrial en Inglaterra. desarrollo. ¿Una segunda Ruta de la Seda?, Buenos Aires, BID / Intal, 2005.
352 | EZEQUIEL SIRLIN CHINA: VISIONES DE LA MUTACIÓN | 353

Harvey es tan cierto que la emergencia de China como potencia global es nuestros días en cuanto a dinamizar “un sistema capitalista más eficiente y
producto del giro neoliberal del mundo que comenzó en la década de 1970, más brutal que la mayoría”.21 El punto de inflexión estuvo dado por el

M
como que la “neoliberalización con características chinas” constituye la más avance de las empresas exportadoras de gran escala en desmedro de las
eficaz barrera contra la financiarización de la economía con terapia de cho- empresas aldeanas durante los años 90.22 Andreas lo llama “modelo de
que que, cada uno a su turno, padeció la mayoría de los países del mundo. Shangai” y lo acusa de haber socavado uno de los legados maoístas que más
Incluso el hecho de que la inversión extranjera directa sea tan enorme, beneficios generaron durante la primera década posmaoísta: la empresa de

O
redunda para este autor en una mayor capacidad de control del Estado chino pequeña escala, con asentamiento rural y de propiedad colectiva o familiar.
sobre las élites económicas, a través del capital y el tipo de cambio, entre Según Andreas, lo que por el momento contiene una erupción social de
otros instrumentos a su disposición. mayor intensidad en China es lo que perdura del sistema de distribución
Por su parte, Cheng Enfu considera que la “economía socialista de merca- equitativo de la tierra entre la población campesina. A diferencia de la

C
do” aún se encuentra a buen resguardo gracias a ciertos pilares que las privatización de las empresas urbano-estatales que dejaron a millones de

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


descripciones pro-capitalistas de la reforma ocultan en forma deliberada, trabajadores en el aire, la descolectivización rural había dado parcelas a las
comenzando por el predominio de la propiedad pública sobre la privada, familias campesinas. Los grandes colectivos rurales habían sido desmantela-

.
particularmente férreo en rubros estratégicos como energía y sistema ban- dos pero la tierra seguía siendo propiedad de la aldea.

D
cario.20 El Estado no habría perdido su capacidad de control sobre las es- Sin embargo, esta conquista se encuentra hoy amenazada por la urbanización
tructuras de mercado y la válvula que regula las proporciones relativas del y la agricultura a gran escala. Tanto los desarrolladores urbanos como los
mercado interno y el externo, del mismo modo que aún mantendría un agronegocios estarían encontrando el modo de avanzar contra la economía

D
sistema de distribución multisectorial favorable al trabajo. familiar, desplazando a razón de 4 millones de campesinos cada tres años.
Entre decenas de miles de protestas, la gran revuelta de Wukan (Guangdong,
II. Un capitalismo predatorio, desposesivo y vulnerable a las 2011) anuncia para Andreas el tipo de sismos sociales esperables en la RPCh.23

A
turbulencias globales En esta línea pesimista, para Walker y Buck la dirección comunista ya no podría
“volver a meter el genio en la botella”.24 La desposesión del campesinado y el
Joel Andreas disiente con las proyecciones optimistas de Arrighi, partiendo engendro de un enorme ejército de reserva compuesto por millones de deso-

L
de la base que la dinámica económica no parece estar siendo contenida. Por cupados, son solo algunas de las realidades por las cuales la transición china al
el contrario, la explotación y la desigualdad no dejarían de avanzar contra las capitalismo presenta notorias equivalencias con el clásico proceso de cerca-
murallas de regulación, acrecentando el poder de una clase dominante lisa y mientos y proletarización del campesinado inglés. Más aun, el sistema de regis-

I
llanamente capitalista. Las relaciones de explotación avanzan incluso en el tro de residencia hukou, por el cual los campesinos que emigran a las ciudades

F
campo a pesar de la prohibición de vender tierras. El mote de “economía de no pueden acceder a las prestaciones municipales, lleva a que la brecha urbano-
mercado no capitalista” solo habría sido pertinente para describir a China rural se reproduzca muy rígidamente en las metrópolis chinas.25 En estos in-
entre 1978 y 1992, es decir, durante la primera etapa de reformas moderadas. mensos conglomerados la polarización se despliega hacia los extremos. De un
Porque luego, con la gran liquidación de empresas públicas y el fin de la


garantía del empleo fijo de por vida, acabó por alzarse una clase poseedora
estrechamente vinculada al PCCh: la superestructura política más eficaz de 21 Casos emblemáticos del entrelazamiento familiar entre magnates ejecutivos y figuras del
PCCh lo constituyen los hijos, empresarios y millonarios, del presidente Wen Jiabao y del
primer ministro Hu Jintao.
22 Joel Andreas, “A Shangai Model? On Capitalism with Chinese Characteristics”, New Left
20 Cheng Enfu, “Fundamental Characteristics of the Socialist Market Economy”, en Nature, Review N° 65, sept-oct, 2010.
Society, and Thought, vol. 20, N° 1 (2007), conferencia sobre “Socialist Market Economy 23 Joel Andreas, “Sino-seismology”, New Left Review Nº 76, julio-agosto, 2012.
and Other Theoretical Issues” coordinada por la Academy of Marxism of the Chinese 24 Richard Walker, Daniel Buck, op. cit., p. 38.
Academy of Social Sciences and the Central Translation and Compilation Bureau of the 25 Koen Rutten, “Social Welfare in China: The role of equity in the transition from egalitarianism
Central Committee of the Communist Party of China realizada en junio de 2007. to capitalism”, Copenhagen Discussion Papers, Copenhagen Business School, March, 2010.
354 | EZEQUIEL SIRLIN CHINA: VISIONES DE LA MUTACIÓN | 355

lado, los rascacielos de última generación en Shangai, los nuevos millonarios bién fue referido como el de los “gansos voladores” por la alineación escalona-
calcando a sus pares occidentales en el diseño de comunidades aisladas, los da de los “tigres” tras la conducción nipona. En conjunto, estos países hicieron

M
emprendimientos comerciales destinados a la nueva clase media y los barrios en su momento lo que China viene haciendo en los últimos años con mayor
empresarios y turísticos promovidos por capitalistas de Hong Kong. Todo ello intensidad. Convertida en el centro de una renovada red de subcontrataciones
edificado a partir de booms inmobiliarios arrasadores que más tarde se revelan que incluye a los llamados “Tigres Menores” o “Pequeños Dragones” (Malasia,
burbujas infladas con mecanismos propios de las ciudades capitalistas en la era Indonesia, Tailandia y Filipinas), la RPCh financia sus exportaciones al Norte

O
de la globalización. Del otro lado, la explosión de los barrios marginales en las global mediante la compra de bonos del Tesoro estadounidense. El suministro
conurbaciones, los “departamentos cápsula” y los dormitorios colectivos, el de crédito barato está destinado a solventar los déficits comercial y presupues-
crecimiento de la delincuencia y la prostitución. Ambos extremos manifiestan tario de EE.UU. a cambio de que esta economía continúe importando los pro-
en el plano urbano cuán despejada está la transición hacia un capitalismo sin ductos chinos. Pero, al atar sus reservas a la suerte del dólar, la RPCh queda

C
contemplaciones, cuyo sistema impositivo sería de los más descentralizados y encadenada a las turbulencias de un país cuyo poder de señoraje de la divisa

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


tenues del mundo.26 internacional le permite devaluar la moneda conforme a la necesidad de licuar
Según Mark Leonard, China estaría financiando la expansión del capitalismo sus deudas. El “tigre asiático tardío” en que se ha convertido China al repetir el

.
con muy bajas tasas de interés y megaproyectos de infraestructura solventados esquema simbiótico se estaría sometiendo a una dependencia comercial y finan-

D
con recursos obtenidos a costa de la desprotección social de la clase obrera y ciera con EE.UU. más peligrosa que la sufrida por los tigres predecesores. Al
de la población itinerante. En la contracara de las extraordinarias “tasas chinas” financiar el endeudamiento más galopante que jamás haya acumulado la primera
de crecimiento del PBI debe apuntarse el deterioro relativo de las pensiones de economía del mundo, China se expone a sufrir las turbulencias globales con

D
hoy y de mañana, de la educación básica y la cobertura médica.27 poco margen de autonomía. La sustentabilidad de la inmensa fábrica global
instalada en su litoral no volverá a depender de sí misma, si no logra un sustan-
“Incidentes de masas”: protestas violentas con más tivo vuelco hacia el mercado interno y el redoble de sus vínculos con el eje

A
de 500 manifestantes, según datos oficiales. Sur-Sur. Mientras esto se demore, más posibilidades de éxito tendría la adminis-
tración Obama en restablecer la supremacía norteamericana sobre la base de
1993 8.700 una nueva y más verde generación tecnológica a la cual llegaría gracias a la

L
2005 87.000 financiación de una formación cada vez más nutrida de “gansos voladores”, en
2011 180.000 escuadra atrás de China.

I
Fuente: Mark Leonard, op. cit.

F
III) Una indescifrable ironía de la historia
Por su parte, Hung Ho-Fung observa otra debilidad detrás de las apariencias. El
crecimiento chino de las últimas décadas esconde para este autor una simbiosis Las mutaciones en China plantean una paradoja muy evidente: el régimen co-
con el Norte global muy peligrosa a pesar del optimismo pregonado por el munista más consolidado de la historia comanda la mayor escalada capitalista,


sector exportador de la costa.28 El mecanismo simbiótico es en buena medida creadora y destructiva de todos los tiempos a pesar de las modulaciones socia-
una reedición del establecido durante la Guerra Fría, entre EE.UU., por un listas. Para buena parte de la izquierda se trata entonces de una amarga ironía,
lado, y Japón liderando a los Tigres Asiáticos en una red productiva de múlti- pero no es este el único sentido histórico del que es pasible el giro capitalista en
ples capas de subcontratación de trabajo barato, por el otro. Este modelo tam- la China posmaoísta. En “Dos Revoluciones”,29 un reciente artículo de Perry
Anderson, asoma otro sentido potencial. Este historiador invierte de algún modo
26 Richard Walker, Daniel Buck, op. cit., p. 61. los términos de la ironía al reparar en el hecho de que la expansión productiva
27 Mark Leonard, “La crisis de la opulencia”, El País, 12/8/2012.
28 Hung Ho-Fung, “China, ¿la criada de Estados Unidos?, El dilema de la RPCh en la crisis
global”, New Left Review Nº 60. 29 Perry Anderson, “Dos Revoluciones”, op. cit.
356 | EZEQUIEL SIRLIN CHINA: VISIONES DE LA MUTACIÓN | 357

más dinámica de nuestros tiempos, con su récord histórico de haber redimido Economía social: sus alcances y límites como
de la pobreza “a tantos, como nunca antes, en tan poco tiempo”, haya sido
alternativa al sistema capitalista*

M
regida en términos relativamente consensuales a pesar de la estructura autorita-
ria del régimen comunista más versátil y hegemónico de la actualidad. En con-
traste con el malogrado régimen soviético, al chino lo habría distinguido siem-
pre su autoconfianza y capacidad para el ensayo, tanto en la fase de negación Miguel Mazzeo y Fernando Stratta

O
del capitalismo (Mao) como en la de negación del maoísmo (Deng). “Utilizar el
socialismo para construir el capitalismo”, o “utilizar el capitalismo para cons-
truir el socialismo”; los términos dilemáticos de Robert Weil son útiles para Por lo tanto, la producción capitalista solo sabe desarrollar la técnica y la combina-
expresar una de las incógnitas cardinales del siglo XXI.

C
ción del proceso social de producción socavando al mismo tiempo las dos fuentes origi-
Anderson establece las ventajas por las que el régimen comunista en China nales de toda riqueza: la tierra y el hombre.

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


nunca se vio expuesto a un derrumbe como el sufrido por el agotado régimen Carlos Marx
soviético cuando abrió la caja de Pandora con demasiada glasnost (reforma polí-

.
tica) y escasa perestroika (reforma económica). Con su capacidad de liderazgo

D
afianzada durante la guerra civil, y sostenida en el tiempo gracias a la reserva
moral que el partido pudo conservar a pesar de sus accesos de terror totalitario,
el comunismo chino mantuvo vivas sus pulsiones de cambio y experimentación Introducción

D
incluso luego de fracasos catastróficos, no menores que los soviéticos, como el
Gran Salto. Un partido y una nación menos propensos a la desintegración Los orígenes de la economía social se remontan a las formas más antiguas de
permitieron, según Anderson, planificaciones más flexibles y autocríticas. asociaciones que existieron en distintas civilizaciones a través de la historia de la

A
La expectativa de un viraje igualitario en China esconde la esperanza de que humanidad. Así, en el Egipto de los faraones, en la Antigüedad greco-romana,
una astuta dialéctica haya estado operando entre las bambalinas del devenir en la China imperial, en la Europa feudal, existieron modos de vida asociativos
histórico. Si un viraje a la izquierda ocurriera una vez consumada la inmensa compuestos por grupos de profesionales, religiosos o artistas. Estas asociacio-

L
transferencia de fuerzas productivas conseguida gracias a la asociación con nes, generalmente, fueron controladas y reprimidas en tanto eran vistas como
la diáspora china y las potencias occidentales, tal vez nunca se llegaría a posibles focos contestatarios al orden establecido.1
saber si esa oscilación última había estado alguna vez en la mira de los

I
No obstante, la economía social moderna tuvo sus expresiones más rele-
timoneles que sucedieron a Mao. En cualquier caso, los analistas coincidi- vantes a partir de la primera mitad del siglo XIX en Europa. Estas experien-

F
rían en que el socialismo real en la atrasada China se había visto obligado al cias se desarrollaron estrechamente vinculadas a las corrientes ideológicas
giro capitalista dada la sobrecarga histórica que significaba desarrollar deses- de mayor peso en los primeros momentos de la sociedad industrial capitalis-
peradamente las fuerzas productivas antes de socializarlas entre su pobla- ta. De alguna manera, nacieron al calor de los problemas que introducía la
ción gigantesca. Anderson no aventura un futuro giro igualitario en China, ni


complejización de la economía y la sociedad a medida que se extendían y
detecta ocultos cálculos del Partido Comunista. Al comparar la línea recta densificaban las relaciones sociales capitalistas.
que condenó a la URSS con el serpenteo chino, simplemente verifica los La primera y más importante corriente que propuso formas alternativas a la
antecedentes más favorables que ostenta esta revolución para que de sus economía y sociedad capitalistas fue el cooperativismo, de gran influencia so-
entrañas puedan resucitar eventuales rotaciones igualitarias cuyas híbridas
formas contendrían desarrollos muy recientes de las fuerzas productivas. * Este artículo fue elaborado en el marco del proyecto de investigación “Economía solida-
En el más optimista de los escenarios, conjeturado con independencia de ria y proyectos productivos populares en el Conurbano Sur y Gran La Plata (2003-2011)”,
“Dos Revoluciones”, renacerían atrevimientos socialistas que, por primera con sede en la Universidad Nacional de Lanús (UNLa).
vez en la historia, tendrían lugar en una economía desarrollada y pujante. 1 Jacques Defourny, “Economía social”, en: Cattani, Coraggio y Laville, Diccionario de la otra
economía, Buenos Aires, UNGS/Altamira/CLACSO, 2009.
358 | MIGUEL MAZZEO Y FERNANDO STRATTA ECONOMÍA SOCIAL: SUS ALCANCES Y LÍMITES COMO ALTERNATIVA... | 359

bre las asociaciones obreras y campesinas que comenzaron a reivindicar comunidades del cristianismo primitivo, en los grupos considerados “heréticos”
valores como la ayuda mutua, la democracia, la igualdad y la solidaridad. durante la Edad Media y el Renacimiento, en muchos movimientos populares

M
de Nuestra América, desde los tiempos de conquista hasta la actualidad. Los
En Inglaterra el cooperativismo surgió como respuesta a los efectos de la diversos grupos de cristianos tercermundistas, surgidos en la década de 1960, y
Revolución Industrial. Robert Owen fue el precursor de un movimiento de la Teología de la Liberación, desarrollada en la década de 1970, fueron la expre-
reforma que impulsaba la creación de comunidades autosustentables basa- sión teórica y práctica más importante de esta tradición. En el plano económico

O
das en la idea de una propiedad colectiva y un trabajo orientado a la produc- su aporte principal gira en torno a la “economía del don”.
ción de los bienes necesarios para sus miembros. Asimismo, en 1844, un Como puede verse, la historia de la economía social moderna se confunde con
grupo de obreros de Rochdale, liderados por Charles Howart, fundó la el surgimiento de la libertad de asociación, pero también con el derrotero de las
primera cooperativa de consumo, una iniciativa que se constituyó en un sucesivas crisis del capitalismo. De esta forma, los momentos de mayor origina-

C
aliciente para el surgimiento de innumerables experiencias similares. lidad y crecimiento de este tipo de experiencias coinciden generalmente con

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


En Francia, en cambio, con un desarrollo menor de las industrias y del proleta- períodos de crisis del capital y recrudecimiento de la lucha de clases.
riado, el cooperativismo tuvo como centro el rechazo del sistema jurídico y En Nuestra América, a partir de la década de 1960 comienza a observarse

.
social de carácter “moderno” y liberal que impuso la revolución de 1789; un que, pese a las altas tasas de crecimiento de la economía y la producción, el

D
sistema que impedía las asociaciones –obreras o patronales–, que deterioraba desarrollo del proceso de acumulación de capital basado en la industrializa-
sistemáticamente las solidaridades tradicionales y las formas de propiedad pre- ción sustitutiva con fuerte presencia del capital extranjero (desarrollismo)
vias, el derecho de uso comunal y de ayuda mutua en el trabajo. no lograba un incremento sostenido de la fuerza de trabajo asalariada, al

D
Fueron los socialistas utópicos (Saint-Simon, Charles Fourier, Joseph Proudhon) mismo tiempo que generaba la marginalización de una parte de la población
quienes elaboraron un programa que expresaba este rechazo al orden bur- que no se integraba al sistema metabólico del capital.2
gués y que proponía formas alternativas de organización social. El utopismo Esta tendencia en el plano del capitalismo mundial, sustentada en el reem-

A
planteaba la creación de nuevas sociedades, cuyos principales modelos fue- plazo de mano de obra por capital, acompañó el crecimiento de un “polo
ron las comunidades o colonias de Owen (New Harmony) y Étienne Cabet marginal” definido como un conjunto de trabajadores sin acceso estable al
(Icaria), los falansterios de Fourier y las asociaciones cooperativas de pro- mercado laboral regulado que se desempeñaban en actividades de baja cali-

L
ducción que impulsaba Philippe Buchez. ficación y productividad, caracterizadas por el uso de los recursos residuales
El cristianismo, por su parte, también puede considerarse como un afluente de la de producción y con ingresos reducidos no atribuibles de manera estable al
economía social moderna. Ante las pésimas condiciones de vida de los trabaja- salario o la ganancia.

I
dores y la irrupción de las primeras revueltas obreras algunos cristianos, desde

F
una visión conservadora, impulsaron la creación de órganos intermediarios para En los años 70, con la crisis mundial del capitalismo industrial fordista, asisti-
armonizar aquello que consideraban como excesos no deseables: el aislamiento mos a una transformación en las condiciones de reproducción del capital que
del individuo propiciado por el liberalismo, o lo que veían como su absorción se expresó en un marcado proceso de financiarización, es decir, una
“colectivista” por el Estado. Bajo esta impronta, el alcalde protestante alemán autonomización relativa del capital financiero para valorizarse sin atravesar el


Friedrich Raiffeisen impulsó el sistema cooperativo de crédito y ahorro basado proceso de producción de mercancías. Estos cambios significaron una profun-
en el principio de responsabilidad solidaria e ilimitada. La expresión institucional da descolectivización de la sociedad y profundizaron las dificultades estructu-
más importante fue, sin dudas, la encíclica “Rerum Novarum”, de 1891, en la rales de los capitalismos periféricos dependientes para garantizar un horizonte
cual el Papa advierte sobre la situación social de las clases trabajadoras y, frente de integración social.
al peligro de las ideas socialistas, propone la creación de asociaciones obreras En este contexto el ciclo de resistencias al neoliberalismo abierto hace casi tres
bajo la tutela moral de la Iglesia. décadas convirtió a Nuestra América en un espacio de experimentación social
Vale destacar la existencia de una tradición cristiana diferente, radicalmente
crítica de los sistemas basados en la explotación y la dominación de unos seres 2 La teoría de la marginalidad fue desarrollada a fines de 1960 por Aníbal Quijano, José
humanos sobre otros. Sus orígenes más remotos se pueden rastrear en las Nun, Miguel Murmis y Juan Carlos Marín, entre otros.
360 | MIGUEL MAZZEO Y FERNANDO STRATTA ECONOMÍA SOCIAL: SUS ALCANCES Y LÍMITES COMO ALTERNATIVA... | 361

en el que se multiplicaron las respuestas desde la sociedad civil popular que La economía social puede ser englobada en el concepto, más abarcativo, de
tienen a la economía social como alternativa productiva y civilizatoria. otra economía, que plantea un posicionamiento crítico respecto de la econo-

M
mía dominante: la economía capitalista. El concepto de “otra economía” nos
ubica en un lugar crítico-práctico, de fuerte carga antiutilitarista; por lo tanto,
Algunas definiciones posibles la otra economía parte de reconocer como objetivo la satisfacción de las
necesidades y no la producción de ganancias. Se trata de un lugar que cues-

O
Elaborar una definición de la economía social que exceda lo meramente tiona la ideología del “capital humano” y del “capital natural” (y la ideología
descriptivo exige contrarrestar la ambigüedad y la inconsistencia de las defi- del “desarrollo sustentable”).
niciones de carácter técnico y de la solidaridad encorsetada en moldes Asimismo, como hemos visto, existe un vínculo muy estrecho entre el coo-
filantrópicos. El desafío implica delimitar un campo específico a partir de perativismo (sus prácticas, sus valores, etc.) y la economía social. Una idea-

C
conceptos signados por la generalidad: economía para la vida, economía del fuerza compartida es la que establece la asociación del trabajo como fuente

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


trabajo, economía comunitaria, economía solidaria, economía orientada a ga- de la productividad social. Esta idea implica un rechazo a la separación de
rantizar el sustento (y la reproducción ampliada) de los seres humanos y la los trabajadores. Para Carlos Marx las cooperativas eran el primer ejemplo

.
naturaleza, economía centrada en la persona, economía centrada en la bús- de una “nueva forma” en la que los productos del trabajo no encarnaban el

D
queda del bienestar de todos y todas, otra economía, política económica poder del capital sino una relación “comunal”. Marx sostenía que lo más
alternativa, experiencias “alter-económicas”, etcétera. importante de la experiencia cooperativa era la creación de una fuerza pro-
También encontramos nociones aportadas por el saber de los pueblos origi- ductiva nueva (colectiva), que cuestionaba el poder del capital como propie-

D
narios como “buen vivir” (sumaq kawsay, en quechua) o el “bien vivir” (sumaq tario de los productos del trabajo y como mediador de la división del trabajo
kamaña, en aymara). U otras que están directa o indirectamente emparentadas en la sociedad. En efecto, podemos identificar una relación entre cooperati-
con la economía social, tales como: economía (y gestión) ecológica, econo- vismo y comunidad. Para Marx, las cooperativas mostraban que el capital,

A
mía ambiental, economía espacial, economía moral, comercio justo, consu- como mediador en la producción social, como mediador de la división del
mo crítico, ético y solidario, comercio equitativo y solidario, finanzas solida- trabajo en la sociedad, era (podía ser) innecesario.
rias, moneda social, capital social, “red”, “sistema complejo”, nonprofit sector, En cuanto a los límites del cooperativismo, límites que en buena medida

L
paradigma social del don, emprendimiento económico solidario, desarrollo pueden adjudicársele a la economía social, señalamos, entre otros, el aisla-
endógeno, desarrollo local, turismo responsable. miento, la reproducción de lógicas capitalistas, etc. En este aspecto cabe
No se trata solo de definiciones y conceptos. Tampoco de sistemas teóricos destacar la necesidad de articulación de las experiencias de la economía

I
más o menos coherentes, más o menos sólidos. La economía social involucra social con los cambios económicos, sociales y políticos más generales. La

F
todo un universo de prácticas cuyo rasgo más homogenizador es el carácter cuestión del poder político se convierte en un tema insoslayable, lo mismo
de la mayoría de los actores que intervienen en ellas: clases subalternas y que el tema de la articulación entre ciudadanía y comunidad y cooperativis-
oprimidas, sectores populares o “plebeyos”, pobres urbanos o rurales, tra- mo y democracia en el proceso de producción.
bajadores y trabajadoras en un sentido muy amplio (la categoría de “asalaria- Evidentemente, la economía social ha heredado muchos de sus principios


dos” resulta estrecha, insuficiente para abarcar tanta diversidad y compleji- del cooperativismo, entre otros: 1) la apropiación colectiva de los medios de
dad). Nos referimos a prácticas con perspectivas y potencialidades diversas, producción; 2) la combinación entre práctica democrática (control democrá-
mediadas por diferentes conciencias, recubiertas por distintos discursos e tico, gestión democrática de las decisiones) y utilidad social; 3) la reivindica-
inscriptas en múltiples marcos organizativos e institucionales. Sin dudas, las ción de una meta diferente a la ganancia capitalista, esto es: la maximización
cooperativas, las asociaciones de productores, las fábricas y empresas recu- de la ganancia y la acumulación; 4) la idea de una necesaria combinación/
peradas por los trabajadores, los clubes de trueque, las comunidades (los articulación de recursos mercantiles y no mercantiles; 5) la remuneración
ayllus, en los pueblos originarios de la región andina, por ejemplo), los limitada del capital; 6) la distribución de los excedentes entre los trabajado-
sindicatos, han sido y son las formas más comunes. res. Cabe destacar que la economía social posee una dimensión más amplia
362 | MIGUEL MAZZEO Y FERNANDO STRATTA ECONOMÍA SOCIAL: SUS ALCANCES Y LÍMITES COMO ALTERNATIVA... | 363

que el cooperativismo, al incluir todas las formas de libre asociación para Pensada desde un enfoque marxista, creemos que la economía social puede
producir bienes y servicios sin tener como meta principal la ganancia aportar a completar el proyecto epistemológico del marxismo, desarrollando

M
(mutuales, asociaciones, fundaciones). los costados vinculados al “trabajo asalariado para sí”,7 esto es, formas de
El concepto de economía popular suele ser utilizado para hacer referencia a un trabajo por fuera de la división que el capital le impone. Trabajo sin “separa-
tipo específico de economía urbana, diferente de la economía empresarial ción” de los trabajadores.
capitalista y la economía pública.3 Desde este enfoque, las transformaciones Obviamente, un enfoque marxista plantea el carácter no escindible entre

O
del capitalismo que se inician con el neoliberalismo produjeron en las socie- economía social y lucha de clases. Con la salvedad de que se trata de una
dades urbanas el autocentramiento relativo de un conjunto de agentes eco- lucha de clases planteada en un terreno social más general, un terreno que
nómicos (identificados como unidades domésticas) que tienden a ser exclui- abarca un ámbito mucho más extenso que la fábrica. Se trata de una lucha de
dos de las nuevas dinámicas de producción y comercio a escala mundial, o clases por fuera de la relación asalariada y que incluye a un sujeto plebeyo-

C
bien a ser subordinados precariamente a ellas. popular plural.

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Entonces, partiendo de un enfoque crítico, asumiendo un proyecto
Aníbal Quijano4 distingue tres criterios para pensar la economía social des- poscapitalista, la economía social nos sugiere paradigmas productivos, socia-

.
de las organizaciones económicas populares: a) reciprocidad, entendida como les y políticos diferentes a los del “socialismo real”. Paradigmas más flexi-

D
el intercambio de trabajo y fuerza de trabajo sin la intermediación del capi- bles, menos verticales. Paradigmas que no colocan el énfasis en el desarro-
tal; b) igualdad, en cuanto a la distribución de los excedentes generados; y c) llo de las fuerzas productivas, sino en una praxis que consiste en “producir
comunidad, como forma de autoridad colectiva. juntos”, buscando satisfacer las necesidades humanas y orientando la pro-

D
En esta misma línea, y retomando al sociólogo peruano, la economía solidaria ducción a los valores de uso y no a los valores de cambio.
puede entenderse como aquella que impulsan las “organizaciones populares Esta afirmación dista de todo romanticismo económico y antitecnológico.
colectivas de trabajo e ingreso basadas en la reciprocidad”.5 En realidad habría que pensar en una variable distinta al “desarrollo de las

A
Lo cierto es que la producción bibliográfica sobre economía social viene fuerzas productivas” (distinta a la variable más característica del capitalismo
creciendo en las últimas décadas y sus prácticas constituyen un campo par- y a sus reproducciones por parte de los denominados “socialismos reales”),
ticular de análisis de la economía. Asimismo, han surgido variados ámbitos e sin olvidar que la tecnología y las fuerzas productivas nunca son neutrales,

L
instituciones que congregan a investigadores y sobre todo a actores de la sino que son una encarnación de las relaciones capitalistas de producción.
economía social.6 Lo cierto es que el capital no quiere desarrollar las fuerzas productivas,
quiere la valorización.

I
3 José Luis Coraggio, Economía urbana. La perspectiva popular, Quito, Abya Yala, 1998. Valen como ejemplo las propuestas de “desarrollo endógeno” (característi-

F
4 Aníbal Quijano, “¿Sistemas alternativos de producción?”, en: José Luis Coraggio (coord.), cas de la Revolución Bolivariana de Venezuela) que proponen un uso de
La economía social desde la periferia. Contribuciones latinoamericanas, Buenos Aires, UNGS, 2007; recursos propios y ponen el énfasis en las cooperativas populares y las
y Aníbal Quijano, “Solidaridad y capitalismo colonial/moderno”, en: Otra economía. Revista empresas sociales, en la gestión y la cogestión obrera, combinadas con un
Latinoamericana de Economía Social y Solidaria N° 2, Buenos Aires, RILESS, 2008. dinámico sector nacional-estatal. Estas propuestas se destacan también por


5 Boris Marañón Pimentel y Dania López Córdova, “Una propuesta teórico-metodológica
un elemento que debemos considerar insoslayable: la planificación demo-
crítica para el análisis de las experiencias populares colectivas de trabajo e ingresos. Hacia
una alternativa societal basada en la reciprocidad”, en: Marañón Pimentel (coord.), La
crática y las formas de asociación guiadas por los valores de la cooperación
economía solidaria en México, México, UNAM, 2013, pp. 27-28. mutua y la solidaridad.
6 Así podemos contar alianzas, ONG, cooperativas, redes, encuentros, mercados, universi-
dades, organizaciones de consumidores, instituciones de comercio justo, agencias de certi-
ficación, etc. Por ejemplo: la Alianza Cooperativa Internacional, la Red de Investigadores americano de Comercio Justo, Consumo Ético y Moneda Social, Encuentro Latinoame-
Latinoamericanos de Economía Social y Solidaria, la Red Latinoamericana de ricano de Tiendas de Economía Solidaria y Comercio Justo, los Mercados de Consumo
Comercialización Comunitaria, la Red Latinoamericana de Socioeconomía Solidaria, Red de Venezuela, etcétera.
Iberoamericana de Promoción de la Economía Social; Red Emergencia de las Empresas 7 Michael A. Lebowitz, Más allá del capital. La economía política de la clase obrera, Caracas, Monte
Sociales en Europa, la Organización Mundial del Comercio Justo, el Encuentro Latino- Ávila, 2006, p. 209.
364 | MIGUEL MAZZEO Y FERNANDO STRATTA ECONOMÍA SOCIAL: SUS ALCANCES Y LÍMITES COMO ALTERNATIVA... | 365

Creemos que el debate sobre la denominada economía social adquiere rele- Así como las luchas sindicales presentan como una de sus limitaciones más
vancia teórica –y puede aportar una cuota de claridad– cuando se inscribe características el hecho de plantear una oposición a los capitales particula-

M
en uno mucho más amplio y relevante: el debate sobre las alternativas socia- res, las experiencias de economía social presentan una limitación similar:
les, políticas y económicas al sistema capitalista, sobre la nueva dialéctica de más allá de sus éxitos concretos, por sí solas no confrontan con el capital
las luchas contra las formas de producción y reproducción de la hegemonía como una totalidad. Y la sociedad burguesa, como las sociedades que la
capitalista, sobre las prácticas constitutivas de sujetos (de sujetos capaces de precedieron, es una totalidad de relaciones de producción.

O
impulsar proyectos emancipatorios y ser el soporte de regímenes alternati- Del mismo modo, tanto las luchas sindicales como las experiencias de eco-
vos superadores del capitalismo). Este contexto contrarresta la carga de nomía social pueden caer fácilmente en la mistificación del capital, esto es:
ambigüedad con la que habitualmente se aborda el campo de la economía ver el desarrollo de las fuerzas productivas y sociales como un logro del
social y convoca a la precisión a la hora de las definiciones políticas. capital, ver en el capital la precondición única del proceso de producción.

C
Con esto queremos destacar la relevancia que tiene el horizonte (que involucra Tampoco debemos dejar de considerar un extenso campo de asociativismo,

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


una ideología, una teoría y una metodología) o, si se prefiere, el proyecto (el sostenido en millares de ONG, que funcionan como apéndices de la econo-
proyecto político, el proyecto hegemónico o que aspira a una nueva hegemo- mía capitalista.

.
nía) a la hora de otorgarles sentido –y racionalidad– a las prácticas y experien-

D
cias de las organizaciones económicas populares. Nos referimos a sentidos que
pueden estar orientados, por un lado, a la dominación y a la subordinación del La economía social en Argentina
trabajo al capital y sus “leyes ciegas” y, por el otro, a la emancipación o la

D
autodeterminación del trabajo frente al capital. Nos referimos a racionalidades Hacia fines del siglo XIX, en pleno desarrollo del modelo agroexportador
que pueden ser formales o no formales. Nos referimos a proyectos antagónicos que ubicaba a Argentina como proveedora de materias primas en el mercado
y a dos miradas antagónicas respecto de la relación capital-trabajo. mundial, surgen en nuestro país las primeras asociaciones entre producto-

A
Horizonte y proyecto remiten además a las alianzas estratégicas más adecuadas res. A las cooperativas agrícolas en el ámbito rural se suman diversas coo-
para las experiencias de economía social. En efecto, las experiencias colectivas perativas urbanas de consumo y de servicios, entre otras. Estas primeras
populares alternativas de producción y trabajo no tienen mayores posibilidades experiencias estuvieron muy influenciadas por el ideario europeo que traían

L
de subsistencia sin una proyección política que las sustente. Dicho de otro las corrientes inmigratorias, fundamentalmente socialistas y anarquistas, que
modo, no hay posibilidades para la economía social sin articulación con la “gran buscaban replicar las formas asociativas y organizativas ensayadas en el vie-
política”. Tal como planteaba Patrick Develtere en relación al cooperativismo: jo continente.

I
las posibilidades transformadoras de la economía social están vinculadas al Más allá de su rica historia a lo largo del siglo XX, es a partir de 2001

F
desarrollo de un “movimiento”.8 En el mismo sentido, Coraggio afirma: cuando la economía social vuelve a adquirir notable visibilidad. Efectiva-
mente, el recrudecimiento de la crisis y sus consecuencias pusieron en
...la economía popular no es una alternativa para pobres, sino un subsistema evidencia la inviabilidad de las propuestas neoliberales: cierre de empresas,
orgánico de elementos socialmente heterogéneos, dotados de un dinamis- desguace de la industria nacional, liberalización del comercio, endeudamien-


mo propio competitivo y de alta calidad. Y la conformación de esa econo- to externo, tuvieron como corolario la pauperización de las condiciones de
mía supone la constitución paralela de un movimiento popular.9 vida de amplias mayorías: una cuarta parte de la población económicamente
activa se encontraba sin trabajo y la mitad de los argentinos era empujada a
vivir en condiciones de pobreza. En este contexto se multiplicaron formas
productivas y de asociación enmarcadas en el campo de la economía social y
8 Paulo De Jesús y Lía Tiriba, “Cooperación”, en: Antonio D. Cattani, José L. Coraggio y
solidaria.
Jean-L. Laville, Diccionario de la otra economía, Buenos Aires, UNGS/Altamira/CLACSO,
2009, p. 96.
Organizaciones campesinas y de desocupados dieron forma a un conjunto
9 José Luis Coraggio, op. cit., p. 11. Itálicas nuestras. de emprendimientos productivos comunitarios con el fin de resolver la sub-
366 | MIGUEL MAZZEO Y FERNANDO STRATTA ECONOMÍA SOCIAL: SUS ALCANCES Y LÍMITES COMO ALTERNATIVA... | 367

sistencia. Mucha de esta producción comenzó a distribuirse a través de De cierto modo, las experiencias de economía social pueden verse como
circuitos solidarios de comercialización como las redes de comercio justo o una respuesta a la crisis, en tanto buscaron resguardar puestos de trabajo o

M
las ferias populares. simplemente generar actividades de supervivencia frente a la pauperización.
El trueque llegó a representar una parte considerable de los intercambios Pero también dan cuenta de otras formas de organización del trabajo y la
de bienes y servicios en los barrios. Los clubes de trueque conformaron producción que cuestionan la lógica de la acumulación como principio últi-
espacios de relación social para productores familiares donde el valor de mo y objetivo del proceso productivo. Indudablemente, la experiencia ar-

O
uso se imponía sobre el valor de cambio de los productos. gentina de las últimas décadas ha consolidado un campo específico de la
Pero sin dudas fue el movimiento de fábricas y empresas recuperadas el que economía social que, con todas sus contradicciones, puede tornarse un ám-
encabezó uno de los procesos más novedosos de esta última etapa. En su bito fructífero desde donde pensar los lineamientos para otra economía.
desarrollo, estas experiencias proponen una redefinición de la relación entre

C
capital y trabajo, mientras ponen en cuestión la vigencia irrestricta del dere-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


cho de propiedad como fundamento de la organización del trabajo en la Ser o no ser del trabajo (para el capital)
sociedad. No obstante, uno de los mayores obstáculos que deben afrontar

.
las fábricas recuperadas es su situación legal, debido a que no existen leyes En la década del 90, con la crisis de los denominados socialismos reales, pero

D
sobre las experiencias de recuperación y, en cada caso, los trabajadores sobre todo con la crisis de las narrativas y proyectos orientados a las transfor-
deben transitar un largo camino que rara vez culmina en la expropiación.10 maciones integrales de la sociedad, y frente al avance del capitalismo neoliberal
Los primeros casos de empresas recuperadas por sus trabajadores en Argen- con su fundamentalismo de mercado, se fueron consolidando las orientaciones

D
tina datan de la segunda mitad de la década de 1990, y sus acciones están favorables a los cambios concretos en pequeña escala. Estas orientaciones,
enmarcadas en un amplio repertorio de respuestas al modelo neoliberal. además de reposicionar al individualismo metodológico que prescinde de las
Según datos oficiales, para 2010 existían en el país 280 fábricas y empresas conexiones, dieron lugar al surgimiento de corrientes “asociacionistas”, de sec-

A
recuperadas. Si se toman en cuenta, además, las empresas autogestionadas tores que reivindicaban un “tercer sector” a distancia del mercado y del Estado,
(cuyo origen no es la recuperación sino la puesta en marcha de un proceso o defensores de la micropolítica, la autogestión apolítica, etc. Lo cierto es que
de autogestión como alternativa de generación de trabajo), el total de unida- muchas de estas experiencias se han caracterizado por su capacidad de convivir

L
des autogestionadas ascendía a 422, generalmente bajo la forma legal de con la economía de mercado, sin minar sus basamentos, sin rozar esa preten-
cooperativas.11 Esto significa una realidad para más de 20.000 trabajadores y sión, e incluso tomándola como modelo.
trabajadoras, un dato que resulta relevante no por su peso relativo, sino Por un lado, las experiencias de economía social pueden concebirse como

I
porque demuestra que la autogestión constituye una opción viable de orga- complemento de la economía capitalista, como un sector que le otorga cier-

F
nización del trabajo y recuperación de fuentes laborales. Así se explica que ta legitimidad “social” al sistema. Las fuerzas de la cooperación colectiva
en la actualidad continúen formándose cooperativas de trabajo, dejando en pueden ser expropiadas por el sistema de dominación, pueden terminar al
claro que el fenómeno no se restringe a los períodos de crisis económica. servicio de un poder externo, ajeno a sus intereses. Pueden ser asimiladas a
las formas que mencionábamos al comienzo tales como el “capital humano”


10 En 2011 hubo una modificación a la Ley 24.512 de Concursos y Quiebras, que plantea que propone “invertir en las personas”, o “capital natural” que habla de
cambios en lo referido a la participación activa de los trabajadores y la continuidad de la “desarrollo sustentable”.
explotación de las empresas en crisis en manos de los trabajadores organizados en coope- Por otro lado, las experiencias de economía social pueden constituirse como
rativas. Según el Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas (MNFR), actualmente un área económico-social y un conjunto de emprendimientos “civiles” en el
existen 20.000 empresas en situación de quiebra, en condiciones de ser recuperadas por sus marco de la construcción de espacios basados en una racionalidad alternati-
trabajadores. va y superadora del capitalismo –una racionalidad “reproductiva” (de la
11 Programa Trabajo Autogestionado, “Datos sobre la autogestión en Argentina”, Ministe-
rio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. En: Observatorio Social sobre Empresas Recuperadas
clase trabajadora, de la naturaleza) más que productiva, mejor aun: “auto-
y Autogestionadas (OSERA) N° 4, Buenos Aires, octubre de 2010. reproductiva”– y encuadradas en un proceso signado por un proyecto de
368 | MIGUEL MAZZEO Y FERNANDO STRATTA ECONOMÍA SOCIAL: SUS ALCANCES Y LÍMITES COMO ALTERNATIVA... | 369

transformación radical de la sociedad, un proyecto que asuma el poder co- Por lo tanto, desde esta perspectiva, todo debate sobre el control popular de
lectivo como el fundamento de su creatividad y su fuerza. los medios de producción está cerrado desde el comienzo. Como igualmen-

M
Queremos destacar una incompatibilidad de fondo, estructural. Para te está cerrado el debate respecto de los patrones de producción y consumo
expresarlo sin eufemismos: o bien las interconexiones orgánicas, el sentido racionales e igualitarios. No hay espacio para la reivindicación de los órde-
y la racionalidad vienen desde “abajo”, desde las clases subalternas y opri- nes no entrópicos (no autodestructivos), y de la medida, el límite y el equi-
midas abocadas a la tarea de organizar y orientar la cooperación en beneficio librio respecto de la producción y el consumo. No hay espacio para plantear

O
propio, rechazando la competencia al interior de la clase trabajadora, opo- la contradicción entre el incremento del producto y la destrucción de las
niéndose a la fragmentación que es la condición de la explotación; o bien, fuentes de producción o las “exteriorizaciones” del mercado.
las interconexiones provienen de un poder situado fuera de las clases subal- De esta manera no se cuestiona el sistema de coordinación del trabajo social
ternas y oprimidas y opuesto a ellas, un poder experto en la faena de capitalista, se acepta de manera acrítica un sistema de planificación, coordi-

C
desestructurar y dividir a los trabajadores y las trabajadoras o de reconducir nación y dirección que se caracteriza por la centralización, la explotación y

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


la cooperación en función de sus intereses. el despotismo, un sistema centrado en la producción y no en la reproduc-
En términos de Marta Harnecker: ción de las condiciones materiales.13 Tampoco se cuestiona la separación

.
entre reproducción de los medios de producción y reproducción de la fuer-

D
El trabajador no puede ser simultáneamente para el capital y para sí. Cuanto za de trabajo. El desarrollo de las fuerzas productivas aparece como una
más tiempo existe el trabajador para el capital, menos tiempo tiene para sí. profesión de fe, y las organizaciones económicas populares no tienen otra
En forma similar, cuanto mayor es la intensidad de trabajo para el capital, alternativa que subordinarse a su dinámica, una dinámica de la maximización.

D
más la energía del trabajador asalariado es consumida por el capital y me- En estos casos, las experiencias de economía social terminan encuadradas
nos tiene disponible para sí. De este modo, el trabajo para el capital es en sistemas incompatibles con la racionalidad reproductiva. Esta incompati-
distinto del trabajo para sí; es trabajo alienado de sí. El trabajador es solo bilidad se expresa en múltiples planos: en las relaciones laborales, en el tipo

A
para sí cuando no es un trabajador para el capital.12 de tecnología, etc. En consecuencia, se propician formas débiles de
sustentabilidad (de la vida humana, de la naturaleza); por ejemplo, un capita-
Partiendo de esa idea general, podemos identificar dos grandes lugares o lismo asistencialista, consumista (que incluye, en ciertos niveles, a las clases

L
marcos de enunciación. subalternas y oprimidas), un capitalismo “pintado de verde” que no deja de
funcionar destruyendo su base biofísica.
La zona de desarrollo asignada para los diferentes emprendimientos de la eco-

I
Más acá del capital: la economía social como “complemento” del nomía social son las áreas marginales del sistema económico y del sistema de

F
sistema capitalista decisiones políticas; es decir, las zonas de escaso interés para la producción y
para el consumo orientados a la maximización de los beneficios, en fin: para el
De no mediar un cuestionamiento al sistema capitalista y a la sociedad de mercado capitalista. Quedarían fuera de los efectos de sus mecanismos de
mercado (incluyendo el cálculo económico, la ley del valor, etc.), de no regulación, en razón de su insignificancia. Se trata de zonas que, por concentrar


mediar orientaciones tendientes a su superación, las experiencias de econo- escaso poder decisorio, no preocupan a las clases dominantes, dado que allí no
mía social aparecen destinadas a cumplir una función subordinada y/o palia- existen posibilidades de afectar el núcleo de reproducción del sistema de domi-
tiva en los marcos del sistema. Serían parte de los “pisos inferiores” no nación y de construir la unidad de la clase trabajadora (su constitución como
integrables al circuito más dinámico de la economía (mundial/local) o
integrables en forma subordinada; o serían la expresión de las safety nets
(redes de seguridad) para atemperar el drama de los excluidos. 13 Franz Hinkelammert y Henry Mora Jiménez identifican una racionalidad reproductiva,
diferente de la racionalidad productiva. Véase: Franz J. Hinkelammert y Henry Mora Jiménez,
Economía, sociedad y vida humana. Preludio a una segunda crítica de la economía política, Buenos Aires,
12 Marta Harnecker, “Prólogo”. En: Michael A. Lebowitz, op. cit., p. 23. Universidad Nacional de General Sarmiento-Altamira, 2009.
370 | MIGUEL MAZZEO Y FERNANDO STRATTA ECONOMÍA SOCIAL: SUS ALCANCES Y LÍMITES COMO ALTERNATIVA... | 371

clase-para-sí). Esas zonas marginales y sus lógicas hacen que los procesos de capitalista del trabajo (el trabajo como empleo/salario, como mercancía/
autopoiésis,14 de ocurrir, terminen siendo poco significativos. Lo mismo cabe fuerza de trabajo), tal el caso de la Organización Internacional del Trabajo:

M
decir respecto de la erradicación de las relaciones intersubjetivas características
del capitalismo en espacios acotados y aislados. En definitiva, la OIT defiende un modelo en el cual los empleados son
Asimismo, la economía social muchas veces es visualizada como una forma tratados “decentemente” a cambio de que acepten el derecho de manejo y
de disminuir los costos de implementación de las políticas públicas (a través de ganancia de los empresarios, constituyendo así un ideal de “capitalismo

O
del trabajo no remunerado o mal remunerado), como una forma de ahorro nacional bienestarista”.16
del gasto público directo e indirecto (por vía de la desburocratización),
como formas de controlar la lógica del capital, pero sin vedarle el ingreso. La lógica que prima en estas concepciones de la economía social, claro está,
También, como formas de control social biopolítico.15 es la lógica de la heteronomía. El capital se reserva para sí la organización

C
de lo colectivo.

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


Este emplazamiento mercado-céntrico y pro-capitalista fomenta la compe- Al mismo tiempo, estas experiencias se conciben como soportes comple-
tencia entre las clases populares por subsidios del Estado, organismos inter- mentarios del capitalismo: como un capitalismo de micremprendedores, o

.
nacionales o de ONG “de desarrollo”, al tiempo que tiende a despolitizar como un capitalismo para pobres. De este modo su función es atemperar los

D
las demandas y las protestas sociales. Sus figuras más características suelen efectos más nocivos del sistema capitalista, limar sus aristas más rapaces.
ser el voluntariado, la caridad cristiana y los discursos que apelan al tercer La economía social, junto a algunas políticas públicas implementadas desde
sector, al “desarrollo social” o a la transformación de los trabajadores en el Estado, se van delineando como el costado “humano” y “utópico” del

D
propietarios de medios de producción. capitalismo, como aquellas áreas que operan como soporte de los proyectos
También podemos incluir la noción de “trabajo decente”, defendido por orientados a la humanización del capitalismo y la reforma del Estado. Esto
instituciones y organizaciones que adhieren a la concepción típicamente se expresa, por ejemplo, en los intentos de reeditar formas del Estado de

A
bienestar y en los proyectos neodesarrollistas que se vienen ensayando en
varios países de Nuestra América.
14 El concepto de autopoiésis remite a la interacción constituyente de los diversos compo- Finalmente, cuando las experiencias de economía social son concebidas

L
nentes de una red. Véase: Humberto R. Maturana y Francisco G. Varela, El árbol del conoci- como “complemento” del sistema capitalista, carecen de todo carácter
miento. Las bases biológicas del entendimiento humano, Santiago de Chile, Editorial Universidad, sistémico y, por lo general, no pasan de ser “economías de pequeña escala”.
1992. De esta forma se presentan algunas de las siguientes contradicciones:

I
15 En Argentina, desde el propio discurso estatal se apela a la “inclusión social” a través del

F
trabajo, algo que es casi una matriz de las políticas sociales a lo largo del siglo XX, sobre
todo con el peronismo. Sin embargo, el análisis de las políticas sociales que buscan la
1) Se busca inculcar en los pobres el valor de la austeridad y al mismo
“promoción de formas laborales autogestionadas y asociativas” (por ejemplo, el Plan tiempo se fomenta el consumo compulsivo de las clases dominantes y
Manos a la Obra y el Programa Argentina Trabaja) deja en claro que la economía social es las clases medias.
vista como una herramienta para los espacios débiles del capital, para los lugares de baja 2) Se presta algún tipo apoyo (subsidios, reconocimiento institucional, ase-


rentabilidad o acumulación. La “inclusión social” la da el trabajo, y para los espacios que soramiento, etc.) a las experiencias autogestivas de las clases subalternas
no resultan de interés para el capital (improductivos), se institucionaliza la economía social pero no se modifica en lo sustancial la correlación social de fuerzas.
como ámbito de inclusión de quienes han sido desplazados del mercado laboral en las 3) La retórica social convive con altas tasas de explotación de los trabajado-
últimas décadas y se encuentran en la pobreza (es importante señalar que en 2010 se crea la
res (y con las visiones productivistas).
Secretaría de Economía Social, dependiente del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguri-
dad Social). Se trata, claramente, de una visión de la economía social como subsidiaria de
la economía capitalista y está muy lejos de ofrecer un horizonte de superación de la misma.
Ver Malena Hoop, “Posibilidades y límites de las políticas de promoción de la Economía 16 Luciana Ghiotto y Rodrigo F. Pascual, “Trabajo decente versus trabajo digno. Acerca de
Social en la Argentina actual”, en: Paula Rosa y Ariel García (comp.), Economía social y una nueva concepción del trabajo”, en: Voces en el Fénix, 10, ¿La clase obrera va al paraíso?,
solidaria. Experiencias, saberes y prácticas, Buenos Aires, MTESS/CEUR, 2013. Suplemento especial de Página/12, domingo 18 de agosto de 2013, p. II.
372 | MIGUEL MAZZEO Y FERNANDO STRATTA ECONOMÍA SOCIAL: SUS ALCANCES Y LÍMITES COMO ALTERNATIVA... | 373

4) El concepto de solidaridad remite más al altruismo estatal que a la demo- Un trabajo no mercantil, colectivo y orientado al bienestar de la comunidad. Un
cratización social y la politización de las clases subalternas y oprimidas. trabajo “digno” y generador de relaciones sociales solidarias.

M
5) La retórica ecológica convive con importantes niveles de degradación En este sentido la idea de una economía para la vida asume un grado mayor
del ecosistema (y con las visiones productivistas). de concretización: se trata de una economía para la “reproducción de la
vida”, de la organización social racional donde la miseria y la explotación
nunca es condición del bienestar y la riqueza. Una racionalidad reproductiva.
Más allá del capital: la economía social como base para una alternati-

O
En consecuencia se propician formas fuertes de sustentabilidad.
va de superación del capitalismo Un horizonte emancipatorio, por su parte, instala la posibilidad de una articu-
lación de las organizaciones económicas populares con la propiedad social
En este caso las experiencias de economía social están destinadas a contribuir de los medios estratégicos de producción, con la gestión popular directa

C
al desarrollo de un proyecto “civilizatorio” alternativo al del capitalismo, en sobre la propiedad social asumida por la comunidad.

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


algunos casos definido como socialista, en otros como poscapitalista. Concre-
tamente, estas experiencias aparecen como soporte de un sistema de coordinación Los enfoques que se ubican en esta perspectiva superadora de la lógica del

.
del trabajo social alternativo al sistema de coordinación impuesto por el mercado capital destacan la importancia del aprendizaje para la organización, el

D
capitalista, un sistema de coordinación basado en relaciones sociales distintas involucramiento directo de los sectores populares en la toma de decisiones
a las relaciones mercantiles. Un sistema basado en la cooperación, en la plani- (y en las actividades y procesos previos y posteriores a la toma de decisio-
ficación, coordinación y dirección democrática y descentralizada de la división nes), la superación de las reglas del capitalismo, el aprendizaje para la ges-

D
social del trabajo. Un patrón no basado en la competencia, ni en la explota- tión social y económica sin las determinaciones del capital, que son deter-
ción, ni en el despotismo. Un sistema atento a la producción pero también –y minaciones impuestas a las personas desde un lugar exterior, ajeno. En esta
principalmente– a la reproducción de las condiciones materiales. Así los cos- clave, la economía social reclama el complemento necesario de asambleas

A
tos de producción no pueden dejar de considerarse como costos de reproduc- de ciudadanos y ciudadanas, contralorías sociales, etcétera.
ción de la vida (de los trabajadores y la naturaleza). Un sistema que no escinde En la economía social asumida principalmente como práctica constitutiva de
reproducción de los medios de producción de la reproducción de la fuerza de sujetos transformadores predominan las visiones que reivindican la autono-

L
trabajo. Un sistema que “no trata tanto de maximizar lo producido, cuanto de realizar mía (en un sentido amplio) de las clases subalternas y oprimidas.
lo potencialmente producible, cuantitativa y cualitativamente”.17 En algunas de sus expresiones, estos enfoques proponen una articulación
Ya no se trata de reivindicar el derecho de que todos y todas puedan acce- de las experiencias colectivas populares con las acciones tendientes a gene-

I
der a los mismos bienes (los mismos bienes a los que accede la burguesía) rar cambios en las políticas estatales; por ejemplo: en los sistemas de plani-

F
sino de reivindicar un sistema de distribución igualitario en base a criterios ficación pública (a nivel nacional, provincial, municipal y barrial). En con-
diferentes: no signados por el productivismo, el consumismo, etc. Básica- creto, asumen que las instancias estatales condicionadas por las intervencio-
mente, se trata de ir más allá de la ley del valor, de excederla (sin renunciar nes no verticalistas –es decir, “desde abajo”– pueden aportar al desarrollo
a la posibilidad de controlarla). Se trata de ampliar el concepto de trabajo de la economía social.


productivo, de no circunscribirlo a las coordenadas del propio capitalismo En las últimas décadas, el debate sobre la economía social se ha nutrido de
que considera solamente trabajo productivo al trabajo generador de un conjunto de experiencias concretas que, desde ámbitos locales y acota-
plusuvalor, al trabajo que sirve al proceso de valorización del capital. dos, han desarrollado praxis que, más allá de su relativa modestia, se han
La economía social puede aportar a una noción de trabajo productivo diferente, convertido en el basamento para pensar en la viabilidad presente y futura de
una noción del trabajo productivo para el trabajador,18 un trabajo “reproductivo”. sistemas alternativos al capitalismo. Han constituido verdaderos laboratorios
donde se produce y se reproduce un tipo de clase trabajadora que no le
sirve al capital. Esas praxis constituyen verdaderos triunfos, prácticos y
17 Franz J. Hinkelammert y Henry Mora Jiménez, op. cit., p. 119. Itálicas nuestras. simbólicos, de la economía política de las clase trabajadora.
18 Véase: Michael Lebowitz, op. cit., p. 226.
374 | MIGUEL MAZZEO Y FERNANDO STRATTA ECONOMÍA SOCIAL: SUS ALCANCES Y LÍMITES COMO ALTERNATIVA... | 375

Esto se puede explicar por el hecho de que esas praxis, en muchos casos, desde La economía social en la transición a un sistema superador del
ciertas configuraciones (intelectuales, políticas), han sido visualizadas como capitalismo

M
portadoras de contenidos y formas capaces de extenderse, multiplicarse y sus-
tituir a las relaciones de dominio y explotación. Es decir, han sido consideras Consideramos que la transición a un sistema poscapitalista implica un proce-
como “prefigurativas”, dado que realizan “aquí y ahora”, en pequeña escala, so largo y complejo que incluye diversidad, contradicción y la no linealidad
aspectos de la sociedad futura; y porque exhiben elementos de reemplazo del del proceso. El desarrollo de la economía social puede adquirir sentidos

O
Estado y del mercado, formas alternativas de gestión de la economía y la socie- anticapitalistas en el marco de una estrategia de subordinación (supedita-
dad, es decir, elementos que permiten pensar el camino de la transición a un ción) constante de las categorías y los elementos mercantiles de la econo-
sistema poscapitalista y construyen la posibilidad fáctica del socialismo. mía y la sociedad de la Formación Social Capitalista, a una lógica no-mercan-
En concreto, en esas praxis la cohesión social no se basa en una abstracción; til y no-capitalista.

C
por el contrario, se basa en el trabajo como “actividad vital consciente” o en el Sin dejar de reconocer que, en primera instancia, es absolutamente necesaria

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


“trabajo útil o concreto”. una postura caracterizada por la resistencia a los procesos de subsunción
Desde estas perspectivas, las experiencias de las organizaciones económicas formal (referidos a las condiciones indirectas y generales de trabajo) y real

.
populares articulan sentidos anticapitalistas y poscapitalistas en los marcos de (situados en el propio proceso de producción) del trabajo y de la naturaleza

D
la propia Formación Social Capitalista (que no es, en contra de lo que propone al capital, planteamos la necesidad de una ofensiva y la posibilidad de una
el marxismo dogmático y los planteos estructuralistas, una totalidad cerrada, un inversión de este proceso: el pasaje a un proceso de subsunción formal y
todo homogéneo). real del capital al trabajo. Un proceso de ampliación constante (un creci-

D
Para nuestro planteo el concepto de formación social remite a un sistema eco- miento por multiplicación) de las áreas no capitalistas de la Formación So-
nómico-social no homogéneo, a una totalidad no totalizante y, por lo tanto, cial Capitalista y de desarrollo consciente de nuevas áreas productivas y
compuesta de “islotes”, “grietas”, temporalidades diferentes. Un sistema donde sociales no capitalistas, capaces de penetrar progresivamente en aquellas

A
existen relaciones que predominan, las relaciones capitalistas, pero no absoluta- áreas signadas por las lógica del capital. Un proceso de subordinación del
mente, dado que conviven con formas precapitalistas y otras formas que pode- valor de cambio al valor de uso. Un proceso en el cual el trabajo asociado y
mos denominar “formas de proyección poscapitalistas”. No se trata de proyec- las formas de producción basadas en la organización autogestionaria del

L
tos de sociedades ideales sino de trincheras conquistadas por la clase trabajado- trabajo se instituyen y conquistan espacios al interior de la Formación Social
ra en el marco de la sociedad civil. La clase trabajadora es el límite del capital. Capitalista.19 En este sentido las experiencias colectivas populares de trabajo
No se trata solamente de generar las “condiciones de posibilidad” de un régi- remiten a espacios que proponen una transformación radical de la realidad

I
men de producción para el futuro, sino de asumir el presente como momento (del sistema capitalista) desde el interior del sistema, no desde un lugar

F
de la concreción del nuevo régimen. Se trata de desarrollar, en los mismos exógeno y abstracto.
marcos del sistema, algunos medios de creación de otro poder, de poder popu- Este proceso contempla la posibilidad de extender y potenciar diversos
lar, para lo cual es fundamental asumir, desde el primer paso, la totalidad del ámbitos económico-sociales que, aun en el marco de formaciones sociales
sentido y los horizontes de las praxis que se están desarrollando. capitalistas, han conservado un núcleo solidario, no integrado absolutamen-


Así, la economía social puede concebirse como medio, fin, proceso y te a las lógicas del sistema capitalista, donde el consumo lejos de ser un acto
prefiguración. Pero para que estas dimensiones puedan articularse resulta fun- violento remite a una “comunión” entre los hombres y las mujeres y entre
damental que la clase que vive de su trabajo asuma el desafío de actuar política- ellos-ellas y las cosas y la naturaleza, un núcleo no funcionalizado por el
mente (como clase, en un sentido amplio y diverso). sistema de dominación ni sometido por la fuerza compulsiva del mercado.
De este modo, los bienes, además de cosas para “consumir” o “poseer”, cons- Nos referimos a ámbitos que muchas veces, desde una mirada economicista,
tituyen fundamentalmente “medios de relación” que no ocultan, sino develan,
las relaciones sociales para su producción. En este sentido, los bienes no im- 19 Este proceso reclama la recuperación (y la articulación) de los saberes prácticos y teóricos
portan como cosas en sí, sino como vehículos de relaciones humanas. del trabajo asociado.
376 | MIGUEL MAZZEO Y FERNANDO STRATTA ECONOMÍA SOCIAL: SUS ALCANCES Y LÍMITES COMO ALTERNATIVA... | 377

eurocéntrica y signada por la idea de progreso, suelen ser desechados por que impulsan procesos económicos y sociales destructivos: prácticas extractivistas
“anacrónicos”, “atrasados”, “arcaicos”, “románticos”, etcétera. y el monocultivo transgénico (principalmente de soja), en detrimento de la

M
La otra posibilidad consiste en extender y potenciar los ámbitos prefigurativos diversidad productiva y la sustentabilidad social y ambiental.
(económicos y sociales), anticipatorios del futuro: ámbitos cooperativos, En este aspecto, habrá que lidiar por largo tiempo contra el sentido común
autogestionados y superadores del “productivismo”, la depredación de la productivista, y señalar que, muchas veces, la recuperación de la tasas de ga-
naturaleza y la “regulación del trabajo asalariado”.20 nancia tienen como contracara la destrucción económica y social (destrucción

O
Partiendo de estos ámbitos será posible poner coto al mercado y su lógica del “producto potencial”, freno del desarrollo endógeno e integrado, incapaci-
fragmentaria. Será posible una praxis dad para satisfacer las necesidades desde el punto de vista transgeneracional), o
también que la reparación de los daños, cuando es asumida, siempre está en
que garantice que los mercados se mantengan dentro de los límites traza- déficit respecto de lo que se destruye.

C
dos por la necesaria reproducción de los conjuntos interdependientes de la Habrá que lidiar por largo tiempo con la idea que plantea que para pensar en un

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


división social del trabajo y la de la naturaleza.21 sistema superador del capitalismo se torna necesario desarrollar las fuerzas
productivas, cumplir las tareas de la “acumulación primitiva” (ya no solo las de

.
Raúl Burgos plantea que el “área productiva no-capitalista de la economía” la “acumulación socialista”) y avanzar en el proceso de industrialización.

D
es un “terreno estratégico de la lucha hegemónica” y sostiene: Habrá que pensar en condiciones materiales del nuevo sistema no derivadas
del desarrollo de las fuerzas productivas ni de la reducción de la jornada laboral
En América Latina en esta área deben ser incluidos tanto los elementos (de los trabajadores formales). Hay que pensar en nuevos y múltiples espacios

D
comunales precapitalistas como los poscapitalistas: cooperativismo para el trabajo social formativo (un trabajo que contrarreste la ideología de la
autogestionario rural y urbano; comuna rural en los países de cultura incaica sociedad de clases y la economía mercantil) y que permita avanzar en la
(ayllus) y en las áreas de conservación de las culturas indígenas en el Brasil autogestión.

A
y otros países, fábricas recuperadas por sus trabajadores, como en el caso Habrá que convencerse de una vez por todas de que la producción, la distribu-
de la Argentina y Brasil entre otros; fábricas estatales auto-gestionadas ción y el consumo no son momentos escindibles.
como en el caso de Venezuela, etc.22 No alcanza con la supresión de la propiedad capitalista y la apropiación

L
colectiva de los medios de producción, el monopolio del comercio exterior
Este proceso de desarrollo del “área productiva no-capitalista”, ya sea en sus y la “planificación socialista”. Un sistema superador del capitalismo también
formatos precapitalistas o poscapitalistas, no puede desvincularse de otros pla- debe plantear otra racionalidad. En fin, este proceso no puede escindirse de:

I
nos: por ejemplo, no puede desvincularse del cuestionamiento a la inserción a) un cuestionamiento permanente de la dinámica central del sistema capita-

F
subordinada y dependiente de Argentina a los centros de poder mundial y de la lista; b) de la resistencia activa a todas las formas de cooptación del sistema
matriz concentradora y extranjerizante de la economía, de la lucha contra las de dominación, en particular del clientelismo y de todos los sistemas que
multinacionales que quieren convertir los bienes comunes en mercancías; no impongan reciprocidades asimétricas y que refuercen la sumisión al Estado
puede ser ajeno a la lucha contra los modelos reprimarizadores y neodesarrollistas o a las ONG; c) de un cambio en la relación del Estado con la sociedad civil


popular, un cambio que modifique los comportamientos de la burocracia
20 Raúl Burgos, “Para una teoría integral de la hegemonía. Una contribución a partir de la pública tendientes a reproducir las desigualdades sociales; d) de la difusión
experiencia latinoamericana”, en: revista Realidad Económica, Buenos Aires, 1° de octubre a de los valores afines al área económico-social no capitalista; e) del desarro-
15 de noviembre de 2012, p. 143. Por supuesto, no debemos dejar de considerar el carác- llo de una cultura alternativa; f) de los formatos políticos no delegativos,
ter dialéctico de las organizaciones de las clases subalternas y oprimidas (hablamos de las
basados en la participación directa y el protagonismo popular; g) del poder
organizaciones populares) en el marco del sistema capitalista. No debemos confundir el
despliegue de la solidaridad, el desarrollo de ámbitos donde rigen otras prácticas y otros
popular.
valores (distintos a los del capitalismo) con la realización misma del socialismo. Esta concepción de la transición a un sistema poscapitalista confronta con la
21 Franz J. Hinkelammert y Henry Mora Jiménez, op. cit., p. 245. concepción clásica –evidenciada en las experiencias de los socialismos rea-
22 Raúl Burgos, op. cit., p. 166. Itálicas en el original. les– que proponía la centralidad de la propiedad estatal.
378 | MIGUEL MAZZEO Y FERNANDO STRATTA ECONOMÍA SOCIAL: SUS ALCANCES Y LÍMITES COMO ALTERNATIVA... | 379

El socialismo histórico encaró la cuestión de la propiedad en un sentido ciones económicas populares pueden ser elementos de una construcción
“principista”, de manera similar a lo que hace la sociedad capitalista. Cier- hegemónica. Pueden funcionar como instancias que refuerzan, desde lo mate-

M
tamente, la sociedad capitalista ve la propiedad como la llave para la solu- rial y lo simbólico, el rol dirigente de aquellos sectores que aún no han accedi-
ción de todos los problemas sin discutir siquiera el hecho de que la solu- do al poder del Estado. Con esto estamos señalando, además, que la economía
ción de problemas diversos exige también formas de propiedad diversas; social puede ser comprendida (a la luz de algunas categorías gramscianas) como
esto es, ella no admite ningún pluralismo de las formas de propiedad. El un conjunto de praxis con capacidad de modificar las relaciones de fuerza,

O
socialismo histórico hizo algo análogo, aunque a la inversa. Casi no admi- como momentos imprescindibles de una “reforma intelectual y moral”, de la
tía ninguna pluralidad de las formas de propiedad, pues consideraba ahora confirmación de un “bloque histórico” y del proceso de formación de una
la propiedad socialista –en última instancia estatal– como la solución de “voluntad nacional-popular”. No habrá un desenlace socialista para estos pro-
todos los problemas…23 cesos si no se asume el proyecto superador del capitalismo.

C
De este modo, los avances en la transición a un sistema poscapitalista (o socia-

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


A diferencia de la concepción clásica, la concepción de la transición basada lista) se pueden medir a partir del incremento en la capacidad de autogestión, en
en desarrollo del “área productiva no-capitalista”, en donde juegan un papel la capacidad de las personas de generar medios de subsistencia alternativos a la

.
clave las experiencias de economía social, contempla un abanico de formas forma salarial, en la capacidad de las personas para autogobernarse.

D
de propiedad.
Finalmente, el desarrollo del “área productiva no-capitalista” también se rela- La economía social como eje de la transición permite delinear las limitacio-
ciona con regiones desiderativas. Con lo que Hinkelammert y Mora Jiménez nes del socialismo concebido como un orden apriorístico, que fue lo que

D
denominan los “fines no factibles” de la economía. No factibles en lo inmedia- ocurrió, en mayor o en menor medida, en las experiencias históricas de los
to, pero que motorizan acciones dado que funcionan como utopía y aspiración, socialismos reales. Para Hinkelammert y Mora Jiménez, en la visión de Marx
como un móvil desiderativo, como proyectos a concretar en el futuro.24

A
Economía social y democracia están indisolublemente relacionadas. Se trata ...un orden apriorístico y determinista debe sustituir a un orden surgido
de la misma relación que existe entre la socialización de la riqueza (asocia- como reacción a desórdenes. La visión esquematizadora de Marx es la
ción, producción y distribución autónoma de los productores libres) y la siguiente: si el capitalismo no es capaz de garantizar un orden determinista,

L
socialización del poder (la democracia radical, el autogobierno). O de la entonces el socialismo debe serlo. De esta visión esquemática emerge el
relación que existe entre autogestión y autogobierno. Entre autonomía y capitalismo soviético, que mediante un plan central pretendió realizar tal
poder popular. Ambos aspectos implican la construcción desde abajo de determinismo del orden.25

I
formas de coexistencia social poscapitalista.

F
La economía social favorece la participación popular directa en la toma de La concepción de la transición basada en desarrollo del “área productiva no-
decisiones en todos lo niveles y no en los niveles inferiores que concentran capitalista” también contempla un tipo de planificación económica no basada en
escasa capacidad decisoria o en las estructuras formales. Ofrece, en definiti- criterios cuantitativos (una coincidencia no menor entre las economías de plani-
va, un “anclaje asociativo” para las voluntades políticas emancipatorias. ficación socialista y el mercado capitalista). Asimismo, contempla un principio


Las praxis tendientes a la expansión del “área productiva no-capitalista”, de redistribución progresivo por parte de la denominada “economía pública”,
implican un cuestionamiento a fondo de la hegemonía burguesa y al mismo una orientación no competitiva del poder de compra del Estado, etc.
tiempo la construcción de contra-hegemonía. Por su parte, Lebowitz señala una limitación en Marx que abonó posteriores
Desde el punto de vista de un proyecto superador del capitalismo, las organiza- errores:

23 Ulrich Duchrow y Franz Hinkelammert, La vida o el capital, San José de Costa Rica, DEI, Al no plantear la determinación del patrón de necesidades por la lucha de
2003, p. 14. Los autores se refieren a los socialismos reales cuando hablan de “socialismo clases, Marx dejó de considerar a los trabajadores como seres humanos y
histórico”.
24 Franz J. Hinkelammert y Henry Mora Jiménez, op. cit., p. 54. 25 Franz J. Hinkelammert y Henry Mora Jiménez, op. cit., p. 234.
380 | MIGUEL MAZZEO Y FERNANDO STRATTA ECONOMÍA SOCIAL: SUS ALCANCES Y LÍMITES COMO ALTERNATIVA... | 381

fue desviando sus respuestas hacia explicaciones naturalistas y Cuadro 2


funcionalistas. Como los economistas políticos que había criticado en su Decálogo de contradicciones insuperables en los marcos

M
juventud “pudo afirmar que el proletariado, como cualquier caballo, debe del sistema capitalista
recibir lo suficiente como para poder trabajar” […] Este es un aspecto de 1) Producción – control de la producción
la unilateralidad de los conceptos de El Capital y de un marxismo unilate- 2) Producción – consumo
ral que no va más allá de El Capital…26 3) Competencia – monopolio

O
4) Desarrollo – subdesarrollo
Creemos que esta concepción de la transición permite ir más allá del capital. 5) Expansión económica mundial y rivalidad capitalista
6) Acumulación – crisis
7) Producción – destrucción

C
Cuadro 1 8) Dominio sobre el trabajo – dependencia respecto del trabajo
Principios fundamentales del capitalismo y de la economía social 9) Empleo – desempleo

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


10) Incremento de las ganancias – destrucción del medio ambiente

.
Principios fundamentales del Principios fundamentalesde la

D
capitalismo economía social Cuadro 3
Economía política del capital vs. Economía política del trabajo
Los nexos monetarios son la única co- Nexos no monetarios. Lucha social y
nexión duradera que existe entre las solidaridad.

D
cosas y las personas. Economía política del capital Economía política del trabajo
Producción de plusvalía y ganancia Producción de valores de uso
No importa a dónde vayan las cosas y Las prioridades se establecen a partir
Maximización del producto total Maximización sustentable

A
las personas mientras que se reintegren del reconocimiento de las necesidades
al circuito del capital. del conjunto de la sociedad. del producto total
Crecimiento infinito de los bienes Reducción de la jornada de trabajo e
No importa la reproducción individual Producción solidaria. Trabajo colecti- incremento del tiempo libre

L
(valores de uso) sino la reproducción vo. Lógica reproductiva del trabajo.
del capital (valores de cambio). Trabajo enajenado(trabajo abstracto) Trabajo vital(trabajo útil)
Incremento de la explotación del Incremento de la capacidad

I
La autorregulación del mercado deter- La clase que vive de su trabajo, las co- trabajo productiva del trabajo.

F
mina qué es lo mejor para la sociedad. munidades, determinan qué es lo me-
jor. Gestión consciente del sistema de Distribución desigual de la Planificación de la distribución y el
necesidades. producción y el consumo consumo del producto
Democratización del capital Democratización del tejido productivo
Organización jerárquica del trabajo. Organización autogestionaria del traba-


Propiedad privada de los medios de jo. Propiedad colectiva de los medios Racionalidad formal e instrumental Racionalidad concreta, reproductiva y
producción. Gestión “vertical” de la de producción. Gestión “horizontal” ajustada a valores
propiedad estatal. de la propiedad estatal. Individuo maximizador de beneficios Sujeto en comunidad

Lo que brinda la naturaleza es un don Lógica reproductiva de la naturaleza. Consumo alienado Consumo responsable(para el bien
gratuito para el capital. vivir, solidario y crítico)
Publicidad Información suministrada por las
diversas organizaciones de consumo
Tener Ser
26 Michael A. Lebowitz, op. cit., p. 205.
382 | MIGUEL MAZZEO Y FERNANDO STRATTA ECONOMÍA SOCIAL: SUS ALCANCES Y LÍMITES COMO ALTERNATIVA... | 383

Bibliografía Marx, Carlos, “Manifiesto inaugural de la Asociación Internacional de los trabajadores”, en:
AAVV, La primera internacional y el triunfo del marxismo leninismo, Buenos Aires, Editorial Por-
venir, 1965.

M
AAVV, Pensar las autonomías. Alternativas de emancipación al capital y el Estado, México, Sísifo/Bajo
Tierra/Jóvenes en Resistencia Alternativa, 2011. ——, Formaciones económicas precapitalistas, Buenos Aires, Anteo, 1974.
Aiziczon, Fernando, Zanón, una experiencia de lucha obrera, Buenos Aires, Herramienta, 2009. ——, Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (Grundrisse) 1857-1858, Tomos I,
Burgos, Raúl: “Para una teoría integral de la hegemonía. Una contribución a partir de la expe- II y III, México, Siglo XXI, 1997.
riencia latinoamericana”, en: revista Realidad Económica, Buenos Aires, 1° de octubre a 15 de ——, El Capital, Tomo I. Volumen I, Libro primero. El proceso de producción del capital, México, Siglo

O
noviembre de 2012. XXI, 1988 y El Capital, Tomo I. Volumen II, Libro primero. El proceso de producción del capital,
Cattani, Antonio D.; Coraggio, José L. y Laville, Jean-L., Diccionario de la otra economía, Buenos México, Siglo XXI, 1990.
Aires, Universidad de General Sarmiento/Altamira/Clacso-coediciones, 2009. ——, El Capital. Libro I, Capítulo VI (inédito). Resultados del proceso inmediato de producción, México,
Coraggio, José Luis, Economía urbana. La perspectiva popular, Quito, Ediciones Abya Yala, 1998. Siglo XXI, 2001.

C
——, La economía social desde la periferia: contribuciones latinoamericanas, Buenos Aires, Altamira, Maturana, Humberto R. y Varela, Francisco G., El árbol del conocimiento. Las bases biológicas del

Este archivo fue descargado de https://filadd.com


2007. entendimiento humano, Santiago de Chile, Editorial Universidad, 1992.
Defourny, Jacques, “Economía social”, en: Cattani, Coraggio y Laville, Diccionario de la otra Mészáros, Istvan, Más allá del capital. Hacia una teoría de la transición, Caracas, Vadell Hermanos

.
economía, Buenos Aires, UNGS/Altamira/CLACSO, 2009. Editores, 1999.
Polanyi, Karl, La gran transformación. Los orígenes políticos y económicos de nuestro tiempo, Buenos Aires,

D
Duchrow, Ulrich y Hinkelammert, Franz, La vida o el capital, San José de Costa Rica, DEI, 2003.
Evans, Nicmer N., Democracia y participación desde los consejos comunales, Caracas, Fundación Edito- Fondo de Cultura Económica, 2007.
rial el perro y la rana, 2009. Quijano, Aníbal, “¿Sistemas alternativos de producción?”, en: Coraggio, José Luis (coord.), La
Ghiotto, Luciana y Pascual, Rodrigo, “Trabajo decente versus trabajo digno. Acerca de una economía social desde la periferia. Contribuciones Latinoamericanas, Buenos Aires, UNGS, 2007.

D
nueva concepción del trabajo”, en: Voces en el Fénix, 10, ¿La clase obrera va al paraíso?, Suple- ——— “Solidaridad y capitalismo colonial/moderno”, en Otra economía. Revista Latinoamerica-
mento especial de Página/12, domingo 18 de agosto de 2013. na de Economía Social y Solidaria, N° 2, Buenos Aires, RILESS, 2008.
Gramsci, Antonio, Cuadernos de la cárcel, Tomo 3, México, Era, 1984. Ruggeri, Andrés, Las empresas recuperadas en Argentina, Buenos Aires, Secretaría de Extensión
Universitaria y Bienestar Estudiantil (SEUBE), Facultad de Filosofía y Letras, Universidad

A
[Edición crítica del Instituto Antonio Gramsci, a cargo de Valentino Gerratama].
Gramsci, Antonio, Cuadernos de la cárcel. Tomo 4, México, Era, 1986. de Buenos Aires, 2005.
[Edición crítica del Instituto Antonio Gramsci, a cargo de Valentino Gerratama]. Vuotto, M. (comp.), Economía social. Precisiones conceptuales y algunas experiencias históricas, Buenos
Harvey, David: “El ‘nuevo’ imperialismo: acumulación por desposesión”. En: Cuadernillo de Aires, Altamira, 2003.

L
in(ter)vención, El nuevo imperialismo. Acumulación por desposesión. Textos y entrevistas. Buenos
Aires, Piedras de papel, 2006. Aparecido en Socialist Register 2004: El nuevo desafío imperial,
editado por Leo Panich y Colin Leys, Marlin Press-CLACSO. Traducción a cargo de Ruth

I
Felder.

F
Heller, Pablo, Fábricas ocupadas. Argentina 2000-2004, Buenos Aires, Rumbos, 2004.
Hinkelammert, Franz J. y Mora Jiménez, Henry, Economía, sociedad y vida humana. Preludio a una
segunda crítica de la economía política, Buenos Aires, Universidad Nacional de General Sarmien-
to-Altamira, 2009.
Hoop, Malena, “Posibilidades y límites de las políticas de promoción de la Economía Social en


la Argentina actual”, en: Rosa, Paula y García, Ariel (comps.), Economía social y solidaria.
Experiencias, saberes y prácticas, Buenos Aires, MTESS/CEUR, 2013.
Lebowitz, Michael A., Más allá del capital. La economía política de la clase obrera, Caracas, Monte
Ávila, 2006.
Marañón Pimentel, Boris y López Córdova, Dania, “Una propuesta teórico-metodológica
crítica para el análisis de las experiencias populares colectivas de trabajo e ingresos. Hacia
una alternativa societal basada en la reciprocidad”, en: Marañón Pimentel (coord), La
economía solidaria en México, México, UNAM, 2013.

También podría gustarte