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Karen Flores

(21-28239)

ENSAYO SOBRE LAS 7 TESIS

“—La educación nunca termina, Watson. Es una serie de lecciones, con las mejores
para el final. -- (Conan Doyle, 1895).

Desde muy pequeños aprendemos que no debemos meternos ciertos objetos a la


boca, nuestra madre también nos indica que es importante lavarnos las manos
antes de comer y después de ir al baño. Todas estas son acciones que se inculcan
antes de llegar a preescolar y que permanecen a lo largo de nuestra vida; pero
también, son perfectos ejemplos de cómo la educación empieza desde casa.

La salud por mucho tiempo se creyó una rama separada del resto de las disciplinas,
pues en su carácter aparentemente autónomo, abarca una serie de conocimientos
que para el saber médico pintan imposible aprender, sin embargo, es útil establecer
que por el contrario, las ciencias de la salud son y siempre han sido de carácter
multidisciplinario.

Bajo este entendimiento, importante es destacar que una de las partes medulares
para el fomento de la buena salud es la educación, es por eso que en el presente
ensayo se buscará conocer cuánta relevancia tiene en sí, la rama educativa en el
sector salud.

Las siete tesis, son un conjunto de propuestas que enlazan de manera directa la
educación con la participación en el sector salud, acentuándose en la parte sanitaria
sin llegar a ser complejas pero sí exhaustivas.

La primera de estas propuestas, habla precisamente sobre la creencia popular que


señala que la educación comienza en casa, pues no solo se trata del conjunto de
estrategias institucionales o programas implementados para el fomento y cuidado de
la prevención y atención, sino tiene como punto de partida la primera acción
sanitaria. Para mayor compresión, esta idea se divide en dos, la acción formal (Que
es en la cual uno piensa en folletos, películas, plásticas, etc) y la informal (La que
cada uno aprende en casa).

Como segundo punto, se plantea el hecho de que la ignorancia no es un hueco que


deber ser llenado sino consiste en una transformación, esto es: Al hablar nosotros
de una ausencia de conocimiento no tenemos que llegar con la mentalidad de
cambiar los principios o la manera de razonar de una persona, sino se considera
correcto el tipo de pensamiento que basado en el modelo CAP (Conocimientos,
actitudes y prácticas), debemos aclarar la mentalidad de la persona, para que
después con el conocimiento que ella obtiene se lleve a cabo una modificación de
prácticas y actitudes. De esta manera, entendemos que se trata de una
complementación de conocimientos que por naturaleza se adquieren y
conocimientos que para apoderamiento de la salud personal, deben aprenderse.
La siguiente tesis, puede ser perfectamente explicada con el ejemplo del mecánico
que sabiendo de autos tiene pesima ortografia y el maestro que ni cambiar una
llanta puede, ninguno de los dos es enteramente sabio, sino que el medio en el cual
se desenvuelven y han adquirido capacidades es distinto, de esta manera, todos los
conocimientos son útiles y cada uno debe tomarse en cuenta pues si ya conocemos
que la salud conlleva un estudio multidisciplinario, no es coherente ignorar algunas
de las variables de conocimiento.

He de evocar una de las mejores frases de Confucio “Hablame y lo olvidaré,


enséñame y lo recordaré, involúcrame y lo aprenderé” para explicar la tesis
siguiente y es que precisamente se refiere a la necesidad imperativa, que existe de
hacer de la educación en salud un proceso dialógico y participativo. La ejecución de
la práctica en el usuario debe iniciar no como un texto, sino como una práctica.

La educación debe reforzar la confianza de la gente en sí misma, pues si no se tiene


la seguridad de lo que se sabe y se practica, resulta tarea imposible enseñar y
alcanzar cierta meta, dicta así, la quinta tesis, bajo la cal, las acciones que
realizamos los individuos fundamentan una expectativa de futuro.

Como ya se había resaltado, la educación no puede simplemente quedarse en un


cúmulo de palabras, pues debe procurar un modelo de conocimiento en el que cual
causa-efecto, exista un vínculo esfuerzo-logro. La acción educativa debe estar
nutrida por logros que se obtengan mediante ciertos esfuerzos inspirando a los
individuos al trazado de metas a cumplir.

Como último punto, se tiene que la educación debe fomentar la responsabilidad


individual y cooperación colectiva pues aunque la mayoría de los programas de
prevención y cuidado de la salud van enfocados a un grupo y no a una sola
persona, no se debe perder la responsabilidad individual que como participantes y
miembros activos, tenemos.

A manera de conclusión, es posible argumentar, que las siete tesis son en realidad
una guia que de manera simple posee la capacidad de no solo fungir como criterio
calificativo para la formulación de estrategias e intervenciones, sino para mejorar el
entendimiento neto de lo que es en realidad la educación en el sector salud.

No solo hablamos de un texto cuya redacción excelente nos envuelve como lectores
para luego ser desechado, sino se trata de una herramienta cuya relevancia en el
área de la salud es digna de destacar tanto para la comunidad como para los
profesionales.

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