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Ino Rossi y Edward O'Higgins

Teorías de la cultura
y métodos antropológicos

EDITORIAL ANAGRAMA
BARCELONA
Título de la edición original: INDICE
Theories of Culture and Anthropological Methods, in People in
Culture. A Survey of Cultural Anthropology
O J. F. Bergin Publishers, Inc.
New York, 1980

Traducción:
Alberto Cardín

Prefacio 7

Portada: !NTRonuccróN, por Ino Rossi . 11


Julio Vivas La antropología como campo de estudio 11
Las metas de la antropología . 23
Resumen 36
Bibliografía 61

Teorias de la cultura y métodos antropológicos 63

Capítulo 1
EL DESARROLLO DE LAS TEORÍAS DE LA CULTURA 65
~ EDITORIAL ANAGRAMA, 1981
C. Pedro de la Creu, 44
Barcelona - 34 Los precursores de la antropología científica . 66
ISBN 84 - 339 - 0501 - 5 El advenimiento de la antropología académica 77
Depósito legal : B. 16437 - 1981
Ultimas tendencias de la antropología 110
Printed in Spain Conclusión . 147
Gráficas Diamante, Zamora, 83, Barcelona - 18
Bibliografía 150
Capítulo 2 PREFACIO
MÉTODOS ANTROPOLÓGICOS 157

Teoría y método 157


Etnografía y etnología . 158
Métodos de campo . 161
Los métodos comparativos 181
Etica e investigación antropológica 193
Conclusiones 201
Bibliografía 203

Esta obra es fruto de la labor conjunta de un grupo


de investigadores y estudiosos, especializados en los di-
versos campos de la antropología cultural. Al poner a
contribución el talento de un diversificado grupo de au-
tores, cada uno de los cuales contribuye a esta obra con
un capítulo dedicado a su propia especialidad, Panora­
ma de la antropología cultural contemporánea está en
condiciones de poder proporcionar, tanto al que comien-
za sus estudios en Ia materia como al ya avezado en
ellos, una completa e inapreciable introducción a la an-
tropología. Tras un capítulo introductorio sobre el obje-
to de la antropología, los autores van repasando las prin-
cipales teorías y los métodos de la antropología (tomo I),
los temas fundamentales de la antropología lingüística
(tomo II) y la antropología psicológica (tomo III). La ex-
posición se traslada luego a las instituciones culturales
(tomos IV al VII) y a los estadios de la evolución cultu-
ral, prestando especial atención a las funciones y disfun-
ciones propias de la cultura occidental contemporánea
(tomo VIII). El epílogo está dedicado a analizar las res-
ponsabilidades éticas y sociales del antropólogo.

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El tema que preside cada una de las unidades de esta mantenido estas díferencias teóricas de perspectiva a ni-
obra es tratado por el correspondiente autor con el má­ veles de análisis concretos y complementarios hace que
ximo de rigor, incorporando en su exposición las últimas la obra que aquí se presenta dé una idea de la riqueza
tendencias y descubrimientos de ese campo concreto y de la disciplina y proporcione al estudiante de antropo-
haciendo abundante uso de un material etnográfico, que logía, desde un principio, la idea de que la variedad de
a menudo es fruto de sus propios trabajos de campo. Los perspectivas resulta esencial para explicar las distintas
ejemplos etnográficos aportados abarcan el más amplio facetas del campo de la cultura.
abanico de tipos de cultura, entre los que cabria citar a Mi agradecimiento y reconocimiento a todos los auto-
los pigmeos, los bosquimanos, los aborígenes australia- res que han contribuido a esta obra, por compartir con
nos, los nambikwara del Brasil, diversas tribus indias , nosotros sus conocimientos. Quiero, en especial, expresar
americanas, trobriandeses, tikopia, incas, aztecas, nuer, mi gratitud al profesor Stanley Diamond por haber des-
kwakiutl y japoneses, así como también los actuales chi- pertado en mí el interés por la antropología y haber co-
canos y negros estadounidenses. Los autores aquí reuni- mentado generosamente varios de los capítulos que com-
dos no sólo son excelentes investigadores de campo, sino ponen esta obra. Mi esposa Irene y mi hijo Paul me ofre-
que constituyen además figuras relevantes de las distin- cieron su valiosa ayuda y soportaron admirablemente las
tas posiciones teóricas que presiden hoy día el campo diversas molestias derivadas de la producción del presen-
de la antropología. La multiplicidad de orientaciones teó- te trabajo. Y quiero dar especialmente las gracias a Judith
ricas, unida al análisis de temas que hoy día pueden tener Garvey, de J. F. Bergin Publishers, sin cuyo atento cui-
fundamental relevancia, ha sido la idea básica que en dado a los más mínimos detalles de este libro el resul-
todo momento ha presidido la confección de esta obra. tado final hubiera sido mucho menos perfecto. Debo de-
A este respecto, el panorama introductorio que aquí cir, finalmente, que sin los esfuerzos y la actividad llena
se ofrece encuentra una ventaja fundamental en el hecho de recursos de James Bergin, este Panorama jamás hu-
de reunir estrechamente enlazadas tanto perspectivas es- hiera visto la luz del día.
tructurales (tomos V y VII), como marxistas estructura-
listas (tomo IV) y perspectivas críticas (tomos VI y VIII), INo Rossr
que no resultan fáciles de encontrar reunidas en otras in-
troducciones generales de la materia. Dichas orientacio-
nes teóricas, a las que hay que añadir las perspectivas
lingüística y sociológica (tomos II y III, respectivamen-
te), han sido empleadas, por otro lado, no para defender
posturas teóricas partidistas, sino para interpretar con-
cretamente aquellos temas y materiales etnográficos que
resultan relevantes en nuestros días. El hecho de haber

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Ino Rossi
Introducción

LA ANTROPOLOGIA COMO CAMPO DE ESTUDIO

A través de los tiempos, la gente se ha sentido siem-


pre fascinada por las costumbres, religiones, artes y for-
mas de gobierno de los habitantes de otras partes del
mundo. Nosotros mismos nos sentimos fascinados por
los modos de vida distintos del nuestro, y que reflejan
diversas concepciones del mundo. Al ofrecernos un co-
nocimiento histórico y comparativo de culturas diferentes
de la nuestra, la antropología puede ayudamos a situar
en perspectiva los fines sociales y a apreciar mejor nues-
tro propio estilo de vida.

El estudio antropológico de las diferencias humanas

El término «antropología» se deriva de las palabras


griegas lagos (estudio) y anthropos (hombre) y significa
literalmente «estudio del hombre». Para griegos y roma-
nos «antropología» designaba una discusión, basada en

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deducciones abstractas sobre la naturaleza de los seres modo de vida del observador como patrón de lo que es
humanos y el significado de la existencia humana. «adecuado», «avanzado» o «civilizado». Los antropólogos
Para los especialistas en ciencias sociales de hoy día, rechazan el etnocentrismo y propugnan el principio del
la antropología es una ciencia empírica porque formula relativismo cultural, según el cual las costumbres, los va-
conclusiones acerca de la naturaleza de los seres huma- lores y las creencias deben ser entendidas de acuerdo con
nos, no basadas en deducciones abstractas sino en un patrones culturales propios. Sostienen que no hay cultu-
conocimiento derivado de observaciones sistemáticas y ra que sea mejor que otra, puesto que cada una de ellas
recopilaciones de datos, recogidos por todo el mundo. En es el resultado de tradiciones históricas que han sido
este sentido, los primeros antropólogos hay que buscar- aceptadas por la gente que vive dentro de ellas co~o su
los más entre los historiadores, los viajeros y los misio- propio modo de vida. Para conseguir la objetividad, los
neros que entre los filósofos: si bien algunas de las cues- antropólogos deben despojarse de todo tipo de prejui-
tiones planteadas por los filósofos de la época de las cios culturales y entender la cultura que estudian tal
Luces, tales como la noción dé progreso y la de evolución como la entienden quienes viven en su seno. Sólo la vi­
cultural, han estimulado y orientado los esfuerzos de mu- sión desde dentro puede permitir al antropólogo ir más
chos antropólogos. Los antropólogos, pues, no se dedican allá de las apariencias que presentan las pautas de inter-
sólo a recopilar series de datos de costumbres extrañas, acción, las costumbres y las creencias, para entender el
sino que llevan a cabo comparaciones sistemáticas entre sentido que pueden éstas tener para la gente que las vive.
Zas variantes que pueden encontrarse en los distintos gru­ Dicha técnica es indispensable para poder comparar las
pos humanos. diversas culturas, debido a que costumbres o secuencias
La antropología es un campo sistemático de conoci- de conducta exteriormente similares pueden tener signi-
mientos, porque lleva a cabo investigaciones sobre otros ficados muy diferentes para gentes de culturas distintas.
modos de vida, realizados desde una perspectiva concreta ¿Qué significa estudiar otras «culturas», otros «mo-
y con métodos concretos. Así, por ejemplo, el antropólo- dos de vida», otras «Costumbres»? Cultura es el término
go prefiere estudiar el modo de vida de un grupo humano que usan los antropólogos para describir el objeto de su
concreto viviendo con él y participando de su vida, apren- disciplina. Más adelante discutiremos en detalle el con-
diendo la experiencia vital de dicho pueblo al tiempo que cepto de cultura; entretanto emplearemos el término
lo estudia, para poder describirlo en su totalidad. En los «cultura» para designar el estilo de vida de los grupos
informes de los viajeros y exploradores suelen encontrar- humanos. Los términos «estilo de vida» y «modo de
se a menudo opiniones sobre el exotismo de las costum- vida» hacen por igual referencia a las costumbres (nor-
bres y creencias de pueblos extraños o, lo que es peor, su mas sociales) típicas de cada uno de los grupos huma-
carácter atrasado y miserable. Dichas opiniones están vi- nos que comparten determinados conceptos acerca del
ciadas por un punto de vista etnocéntríco, que a la hora universo físico y la sociedad (creencias), y a determina-
de juzgar los modos de vida de otros pueblos emplea el dos criterios acerca de la conducta social adecuada (va-

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lores). Los antropólogos distinguen entre cultura material vida más entre varios alternativos. Conscientes de los dis-
-productos materiales y artefactos- y lo que algunos de tintos significados que determinadas costumbres pueden
ellos llaman cultura mental -creencias sociales, valores y tener para diferentes pueblos y las posibles interpretacio-
normas-. Las creencias y valores y sus consiguientes nor- nes alternativas de determinados rasgos culturales, losan-
mas constituyen una parte muy importante de la cultu- tropólogos tratan por igual de evitar las interpretaciones
ra; ayudan a explicar el origen de los artefactos y herra- culturales apresuradas y las generalizaciones fáciles sobre
mientas, al mismo tiempo que las pautas de conducta so- la realidad de la naturaleza humana.
cial vigentes en cada sociedad dada. Los valores y las nor­ Al igual que todos los científicos sociales, los antro-
mas configuran, respectivamente, los criterios y las nor- pólogos intentan formular explicaciones generales de la
mas que regulan la conducta adecuada, y están impreg- conducta humana, mediante el estudio de las diferencias
nadas de ciertas cualidades afectivas (positivas) que en- y similitudes y los procesos que las producen. Mediante
cuentran su expresión en artefactos y símbolos encamina- el contraste de culturas diferentes, es posible intentar en-
dos a proporcionar motivaciones básicas a las conductas tender las formas de conducta peculiares de cada grupo
cotidianas. social, así como aquellas otras comunes a todos, las que
Además de estudiar las variantes culturales, los antro- son de origen convencional (cultural) y aquellas que son
pólogos estudian también las variantes que pueden per- atribuibles a necesidades básicas, biológicas y/o psíqui-
cibirse en las características físicas de los humanos. Es- cas. Al estudiar las distintas culturas, los antropólogos
tas incluyen la estatura, la forma del cuerpo, el color de comparan valores, creencias religiosas, costumbres ritua-
la piel, y las características bioquímicas del tipo de san- les, sistemas de parentesco, actividades políticas y eco-
gre y la estructura genética. Y hacen esto para entender nómicas, y recursos tecnológicos. Y, una vez han encon-
las leyes biológicas y los factores ambientales que expli- trado elementos culturales, pautas de actividad y proce-
can las diferencias físicas y genéticas. sos de desarrollo comunes, están ya en condiciones de
La antropología, por consiguiente, es el estudio siste­ formular explicaciones generales y leyes.1 El estudio de
mático y comparativo de las variantes de los grupos huma­ las distintas culturas que fue encontrando a su paso, hizo
nos, considerando tanto sus caracteres físicos como cultu­ de la antropología una ciencia social comparativa, del mis-
rales. mo modo que el estudio de las diferencias genéticas en-
Todo estudio antropológico es, por definición, compa- tre los distintos grnpos humanos convierte a la antropo-
rativo -sea de manera implícita o explícita-, ya que logía en una ciencia biológica comparativa.
cuando el antropólogo recoge e interpreta los datos que Podemos quizás preguntarnos si las diferencias entre
hacen referencia a su disciplina, no puede ignorar las ca-
tegorias de su propia sociedad, las de la sociedad que él l. Esta es Ja definición de antropología en cuanto ciencia compa­
estudia, y las de las sociedades estudiadas por otros. Los rat iva. En el capítulo 1 de este mismo tomo y en el tomo VIII, ca-
pítulo 2, veremos que algunos antropólogos prefieren subrayar el as-
antropólogos consideran cada cultura como un modo de pecto humanista y la función crítica de Ja antropología.

14 15
costumbres· son simples expresiones externas diferentes en común» (1%3: 295). En otras palabras., el reto que el
de idénticas necesidades físicas, o bien diferentes modos antropólogo tiene planteado es el de encontrar explica-
de conseguir fines sociales idénticos o equivalentes. Po- ciones universales, no sólo a las similitudes, sino también
demos mostrar con unos pocos ejemplos la importancia a las diferencias. Léví-Strauss ha propuesto un método
de las diferencias culturales. La presencia de la guerra, particular para conseguirlo. Para él, la tarea consiste en
por ejemplo, como rasgo constante de la Cultura occi- mostrar que los diferentes rasgos culturales no son más
dental, a menudo ha sido explicada como expresión de un que combinaciones distintas de un conjunto básico de ele-
innato instinto de agresión; sin embargo, los antropólogos mentos organizados en oposiciones binarias. Los elemen-
refieren que pueblos como los esquimales o los lepcha tos en contraste pueden variar de una cultura a otra, pero
de Sikkim carecen de nociones que hagan referencia a la aparecen siempre organizados por parejas de opuestos.
guerra. Los primitivos esquimales saben lo.que significa, Por ejemplo, en los mitos podemos encontrar a diversos
por supuesto, el acto de matar, pero no entienden el sig- tipos de hombres y animales que se ayudan entre sí en
nificado de la guerra, ni siquiera de la guerra defensiva. situaciones diversas, todas ellas situadas en el interior de
Por poner otro ejemplo, /las. diferencias de sexos en nues- extraños episodios. El intelecto pre-literario puede usar
tra cultura son habitualmente explicadas en términos de de estas historias para expresar ideas acerca del origen
diferencias biológicas; sin embargo, los antropólogos nos del universo y las costumbres particulares, y para resol-
dicen que, aunque las diferencias sexuales biológicas son ver determinadas discrepancias entre las cosmogonías re-
reconocidas en todas las culturas, los papeles que ocupan ligiosas, por un lado, y el conocimiento experimental, por

I
el hombre y la mujer en otras culturas pueden ser muy otro. El antropólogo puede encontrar Ja solución a tales
(flstinto~, e in~luso diversos, a los que ocupan en la nues- discrepancias en la lógica que subyace a la organización
) tra. De igual manera, estamos acostumbrados a pensar en de Jos distintos elementos de dichos episodios. Por ejem-
/ Ja adolescencia como un período de turbulencia y crisis, plo, puede mostrar que los elementos naturales y huma-
,\ -
que ocurre en todas partes)¡ no obstante, allá por los años nos que aparecen en dichos episodios están empleados por
veinte, Margaret Mead encontró que en Samoa no se atri- parejas de opuestos, tales como cielo-tierra, agua-fuego,
buía ningún especial valor crítico a esta época de la vida. alto-bajo, vida-muerte, crudo-cocido, etc. Lo que a un an-
Y atribuyó esta particularidad a la vida pacífica y tran- tropólogo más interesa en la búsqueda de explicaciones
quila, y a la general ausencia de represiones sexuales, que universales, no son tanto los elementos naturales impli-
pueden observarse en la sociedad samoana. cados en la historia, sino más bien el hecho de que tales
El antropólogo debe intentar determinar no sólo lo elementos aparezcan combinados en los mitos por pares
que las distintas culturas tienen en común entre sí y aque- de opuestos que representan las preocupaciones humanas
llo en lo que difieren, sino también, corno diría el antro- sobre el origen de Ja vida, los inventos tecnológicos (fue-
pólogo francés contemporáneo Claude Lévi-Strauss, «ex- go), o las creencias religiosas (relación cielo-tierra). Las
plicar lo que las diferencias entre las sociedades tienen pautas -generalmente inconscientes- según las cuales

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'
aparecen configurados dichos elementos, constituyen los
lazos subyacentes organizativos por los que items tan evi-
dentemente disímiles y heterogéneos como puedan ser el
gación que derivan de su propia tradición científica. Para
ilustrar las diferencias entre antropología, psicología y so-
ciología, intentaremos aplicar la perspectiva de cada una
hombre y el jaguar, o el agua y el fuego, aparecen organi- de estas disciplinas a una situación concreta. Imaginémo-
zados como pares opuestos en los relatos míticos. De este nos una situación en la que vamos caminando por medio
modo, las diferencias superficiales pueden ser explicadas de Greenwích Village, en Nueva York, durante un fin de
por medio de unos pocos principios lógicos universales, semana, y nos encontramos de pronto con algo nunca an-
que deben ser sometidos ulteriormente a prueba en otros tes encarado por nosotros : En una esquina alguien pro-
mitos, sistemas de matrimonio, etc. clama ser el último profeta aparecido sobre la tierra, y
Este controvertido punto de vista sobre la naturaleza afirrna que en él tiene la humanidad su última oportuni-
comparativa de la antropología no es, sin embargo, sino dad de salvación. El científico social que se enfrenta con
uno más de los varios que han ido proponiéndose a tra- esta situación, querrá sobre todo comprender el alboroto,
vés de la historia de la disciplina. En los capítulos l y 2 el sarcasmo y la polémica que el profeta está levantando
examinaremos los diferentes enfoques comparativos exis- en torno suyo. Si este científico social es un psicólogo, su-
tentes, una vez hayamos definido de manera más preci- gerirá probablemente que existe una conexión entre las
sa la noción de «cultura». La comparación de la perspec- motivaciones del profeta y el estado de ánimo vacacional
tiva y el objeto de la antropología con el de otras ciencias de quienes lo escuchan. Si se trata de un sociólogo, suge-
humanas, nos ayudará a entender mejor en qué sentido rirá, tal vez, que la muchedumbre que se agolpa en la es-
decimos que la «cultura» es el objeto de la antropología quina se ve atraída por el profeta porque comparte con él
y desde qué punto de vista estudian los antropólogos los determinadas características de edad, sexo, tipo, nivel de
diversos modos de vida de las gentes. educación, clase, y otros aspectos de su trasfondo social.
El antropólogo, en cambio, sugerirá que el episodio debe
ser comprendido mediante la comprobación de los valo-
La antropología y otras disciplinas res y la cosmovisión del profeta y su auditorio, relacionan-
do al mismo tiempo ambas cosas con el «sentido» folkló-
ANTROPOLOGIA, SOCIOLOGIA Y PSICOLOGIA. El pun- rico tradicionalmente atribuido a las situaciones inusua-
to de vista comparativo, se dirá, no es exclusivo de la an- les que se dan en. el Village. Este ejemplo sirve para mos-
tropología; también los historiadores estudian sociedades trarnos la diversidad de conceptos y de puntos de vista
de diverso tipo, y los psicólogos y sociólogos extienden (o niveles de análisis) empleados por la psicología, la so-
su campo de investigación a sociedades no occidentales. ciología y la antropología para explicar una misma situa-
Cada una de estas disciplinas, sin embargo, lleva a cabo ción social.
su investigación comparativa desde un punto de vista es- Como muestra la Tabla 1, los conceptos de «indivi-
pecífico, configurado por conceptos y técnicas de investí- duo», «sociedad» y «cultura» indican tres distintos níve-

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les de análisis de las tres citadas disciplinas. Con ello que- al estudiar las relaciones existentes entre la cultura y el
remos señalar los objetivos que la investigación de cada funcionamiento psicológico del individuo (antropología
una de estas disciplinas se plantea, ordenándolos desde psicológica), a la vez que el funcionamiento y la organiza-
'
los más delimitados y estrechos (los de la psicología) has- ción de la cultura como un todo. (Una visión más crítica
ta los más abarcadores (los de la antropología). de las diferencias existentes entre las perspectivas socio-
lógicas y las antropológicas, a la hora de estudiar las so-
TABLA l. NIVELES DE ANALISIS DE LA PSICOLOGIA LA ciedades complejas, puede hallarse en el tomo VIII de
SOCIOLOGIA Y LA ANTROPOLOGIA •
esta obra.)
Niveles de Además de las citadas diferencias, cada disciplina pre-
Análisis Individuo Sociedad Cultura fiere hacer uso de sus propios conceptos. Por ejemplo, los
conceptos de motivación y personalidad han sido elabora-
Individuo psicología psicología antropología
individual social
dos y son generalmente usados por los psicólogos y los
psicológica
psicólogos sociales. Los términos estructura social y cam­
Sociedad sociología bio social, por su parte, pertenecen al léxico específico de
(antropología la sociología. Y los conceptos de cultura y enculturacián
social) (aprendizaje de una cultura) son característicos de los an-
Cultura tropólogos.
antropología
cultural También difieren estas disciplinas en los métodos que
habitualmente emplean. Muchas de las ramas de la psico-
Los niveles de análisis de cada disciplina están deter- logía dependen sustancialmente de los experimentos de
minados por la intersección de hileras y columnas. Es fá- laboratorio llevados a cabo en condiciones controladas.
cil ver que los psicólogos estudian los fenómenos huma- Los sociólogos, en cambio, hacen uso de encuestas y de-
nos a nivel de los rasgos psicológicos del individuo, con- penden de manera sustancial del análisis estadístico. Los
siderados separadamente de cualquier estímulo que pue- antropólogos, por su parte, acentúan la importancia del
da experimentarse por la presencia o influencia de otras trabajo de campo participativo y del análisis comparativo.
acciones. Los psicólogos sociales explican la conducta Tales- diferencias, no obstante, no siempre aparecen
como el resultado de la serie de interrelaciones existentes claramente definidas, ya que las tres disciplinas toman y
entre la caracterización psicológica del individuo y las ca- se prestan entre sí métodos y conceptos. Los antropólo-
racterísticas del grupo o sociedad en que se inserta. Los gos, por ejemplo, emplean métodos psicológicos cuando
sociólogos, en cambio, explican la conducta en relación tienen que estudiar las relaciones entre cultura y perso-
a cosas tales como la edad, la ocupación, la raza, el pres- nalidad; y suplen los trabajos de campo con encuestas
tigio social, la tasa de cambio social, etc. Los antropólo- técnicas y conceptos sociológicos cuando tienen que estu-
gos sociales ponen en relación los tres niveles de análisis diar comunidades complejas o culturas urbanas. Llegan

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incluso a emplear métodos tomados de la química, la bio- diferencia perceptible entre ambos campos es que los an-
logía y la geología cuando tienen que analizar fósiles y ex- tropólogos emplean, a la vez que los documentos escritos,
plicar la evolución biológica de las especies humanas.
., otro tipo de datos, principalmente arqueológicos.

LA ANTROPOLOGIA Y OTRAS CIENCIAS SOCIALES. La LA ANTROPOLOGIA Y LAS HUMANIDADES. Lo que aca-


antropología posee también intereses comunes con la cien- bamos de decir sobre la antropología y las ciencias polí-
cia política, la economía y la geografía, no tanto por- ticas se aplica igualmente a las relaciones entre antropo-
que comparta con ellas métodos y conceptos, como porque logía y humanidades: literatura y artes. La antropología
la antropología recoge el material que ellas estudian para comparte con las humanidades algunos métodos de aná-
poder explicar la cultura en su totalidad. Expliquemos lisis; y, aunque los antropólogos no reivindican competen-
este punto con un ejemplo: Los estudiosos de la ciencia cia alguna en el campo de la crítica literaria o de las ar-
política intentan determinar «quién consigue qué, cuándo tes, sin embargo no renuncian a analizar lo que constituye
y cómo» (Laswell 1958), determinando quién detenta el el objeto de estas disciplinas desde un punto de vista ho-
poder, cómo y cuándo lo ha conseguido, y bajo qué tipo lístico o total. Los antropólogos no están interesados en
de circunstancias políticas y económicas. Los análisis de el estudio de las formas artísticas per se, sino sólo en el
la ciencia política se limitan al estudio de estas tres cues- modo como éstas expresan los valores, las creencias y las
tiones, sin salir, la mayor parte de las veces, del marco necesidades psicológicas de cada pueblo.
que establecen nuestra propia sociedad y el sistema po-
lítico.
Los antropólogos emplean los términos, datos y con- LAS METAS DE LA ANTROPOLOGIA
clusiones de los politólogos y los interpretan en una pers-
pectiva cultural y cultural-comparativa, analizando la in- La antropología es una ciencia social y biológica com-
fluencia básica de los valores sociales, tales como el indi- parativa, puesto que estudia las características culturales
vidualismo o la adquisición de riquezas, a la hora de estu- y biológicas de los grupos humanos, tanto en el pasado
diar cuestiones tales como quién detenta el poder políti- como en el presente. Estos dos tipos de intereses de la
co y cómo y cuándo lo ha conseguido. Luego, el antro- disciplina aparecen agrupados, respectivamente, bajo los
pólogo intenta determinar si relaciones del mismo o dife- términos antropología cultural y antropología física..
rente tipo, entre procesos políticos y culturales, operan Ya en un artículo de 1898, Franz Boas, el padre de la
también en otras culturas. antropología norteamericana, distinguía en el estudio de
La antropología mantiene una especial relación con la la antropología estas tres ramas: la antropología física o
historia, dado que los antropólogos emplean los métodos somatología, dedicada al estudio de «la apariencia física
y datos históricos para reconstruir culturas del pasado y del hombre»; la lingüística, o estudio de las lenguas; y la
para explicar la evolución de las culturas. La principal etnología, o estudio de las costumbres y creencias (Boas

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1898). Boas contribuyó así a establecer las diversas ramas TABLA 2. SUBAREAS DE LA ANTROPOLOGIA FISICA
de la antropología tal como hoy la conocemos, y llevó a
cabo estudios en el campo de la antropología física y cul- Dimensiones del Perspectiva del análisis
tural (con inclusión de aportes lingüísticos). análisis
Estas ramas de la antropología abarcan diversos cam- VarlabUidad anatómica. Perspectiva
pos de investigación especializados, considerados como y biológica. cultural
subáreas del campo general de la disciplina.
Dimensión temporal Paleoantropología; Origen y evo-
evolución biológica lución de las
primeras cul-
La antropología física, sus comienzos y suháreas turas

El estudio de la evolución biológica humana ha forma· Dimensión espacial Anatomía y antropome- Conducta so-
do el núcleo de los intereses antropológicos desde el co- tria comparativas; racio- cial de los pri­
mienzo de esta disciplina. El estudio de dicha evolución logía; genética humana mates
se remonta todo lo posible en el tiempo (dimensión tem- Explicación teórica Biología comparativa Bíoculturolo-
poral del análisis) y se extiende a cuantas variedades o gía
grupos humanos existan (dimensión espacial del análisis).
Los antropólogos físicos deben tomar en cuenta las in- En los años iniciales de esta disciplina, los antropólo-
fluencias de-Ia cultura en la evolución física del hombre, gos físicos estuvieron fundamentalmente preocupados por
por lo que se ven obligados a estudiar las relaciones entre las mediciones anatómicas (antropometría) y el estudio
evolución biológica y cultural (ver Tabla 2). comparativo de rasgos fósiles humanos tales como los re-
feridos a tapas craneanas, mandíbulas y denticiones (ami-
PALEOANTROPOLOGIA, ANATOMIA COMPARATIVA Y
tomía comparativa), con vistas a identificar los restos fó-
ANTROPOMETRIA. Los paleoantropólogos (literalmente:
siles, establecer los lazos de unión entre ellos y clasificar
«estudiosos de los antiguos humanos») recogen y clasifi-
las razas humanas (racíología), Este estudio de los carac-
can los restos humanos, los categorízan de acuerdo con
teres físicos observables recibió el nombre de antropolo­
una determinada tipología, y, con la ayuda de geólogos,
gla física.
químicos, genetístas, anatomistas y toda una serie de es-
pecialistas en ciencias físicas y naturales, intentan estable.
GENETICA.Para poder determinar las variantes que dis-
cer secuencias cronológicas y los puntos de relación en-
tinguen a los primates de los humanos propiamente di-
tre ellos. De este modo, los paleoantropólogos intentan
chos, los modernos antropólogos físicos se vieron obliga·
desvelar la evolución biológica de los humanos desde el
dos a extender su campo de estudio al nivel molecular.
primer momento de la aparición de los primates hasta
Este cambio de perspectiva y el mayor refinamiento ana-
nuestros días.
lítico así conseguido tuvieron como causa inmediata los
24
25
recientes avances en el campo de la biología molecular. La deriva genética es el cambio estadístico ocurrido en
El cuerpo humano es una combinación de diversos ti- la reserva genética de una determinada población, debido,
pos de proteínas y otros tipos de moléculas. Las leyes que no a la selección, la migración o la mutación, sino a la dis-
regulan dichas proteínas están inscritas en forma de có- tribución estadística de determinados rasgos genéticos a
digos en el interior de los genes, de modo que los cam- lo largo de una serie de generaciones.
bios sufridos por la estructura física no pueden ser trans- La migración es el traslado de grupos de población
mitidos a menos que haya ocurrido también un cambio a de unas áreas geográficas a otras, que a veces produce un
nivel de la estructura genética. Debido al desplazamiento flujo genético o traslado de las características genéticas
producido --del nivel anatómico al molecular-, los an- de un determinado núcleo de población a otro.
tropólogos físicos, sobre todo en América, prefieren ser Los antropólogos físicos avanzan en su comprensión
llamados «antropólogos biológicos». Entre todos estos an- de la evolución humana mediante el estudio de los carac-
tropólogos biológicos existe un general acuerdo en lo re- teres de los primates no humanos, los animales más pró-
ferente a que los mecanismos fundamentales de la evo- ximos al hombre, tanto por su estructura anatómica como
lución biológica son la selección natural, la mutación, la por su conducta social. Las cuatro principales - subespe-
deriva genética y la migración. cies de primates no humanos son los prosimios, los mo-
La selección natural es el término aplicado a la totali- nos del Viejo Continente, los monos del Nuevo Continen-
dad de las fuerzas que explican las posibilidades de ma- te, y los monos antropoides. A grandes rasgos, estas sub-
yor 'supervivencia que determinados rasgos presentan especies se corresponden con los cuatro grandes estadios
frente a otros. Los individuos que poseen los rasgos que de la diferenciación biológica de los primates y, por tanto,
aumentan la eficacia de determinados individuos para arrojan luz sobre las variaciones anatómicas de los prima-
adaptarse a su entorno, tienen mayores posibilidades de tes durante los diversos estadios de su evolución.
supervivencia (y reproducción) que aquellos otros orga- La primatología es también muy importante para la
nismos que no están dotados de esos mismos rasgos. La comprensión de )as posibles formas primitivas del com-
reproducción diferencial de estos rasgos sobre un deter- portamiento social humano.
minado espacio de tiempo provoca una mayor frecuencia
de aparición de los rasgos genéticos favorables de una CONDUCTA SOCIAL DE LOS PRIMATES. Uno de los
determinada reserva genética, produciendo un cambio en principales campos de estudio de los antropólogos físicos
las características generales de un determinado núcleo de es la evolución de la capacidad craneana y la estructura
población. que posibilitó el origen de la comunicación lingüística y
La mutación hace referencia a los cambios en el geno- de la cultura. Para determinar las características esencia-
tipo, es decir, en la composición del material genético les de Ja comunicación humana, es preciso observar el
(ADN), que origina la aparición de cambios en el fenotipo, modo como se comunican los anímales más próximos al
es decir, en los caracteres visibles. hombre, punto sobre el que volveremos en esta Introduc-

26 27
ción. Los antropólogos están interesados en el estudio de rrídos en los organismos como consecuencia de deter-
todos los aspectos de la conducta y la organización social minados rasgos genéticos más capaces que otros para
de los primates. su reproducción en determinados ambientes. Los arqueó-
A partir de estudios iniciales realizados ante todo en logos emplean este mismo concepto para explicar las dis-
condiciones de laboratorio, los etólogos habían llegado tintas secuencias evolutivas de las culturas, y los antro-
a la conclusión de que la conducta de los primates no pólogos culturales lo usan para explicar la cultura en
humanos que vivían en grupos dominados por los ma- tanto que mecanismo mediante el cual los humanos se
chos más fuertes podía ser explicada en términos se- adecúan a los distintos entornos en que viven.
xuales, como intento por parte de los machos más fuer- Antes de entrar a considerar las distintas subáreas
tes de garantizarse el acceso en exclusiva a las hembras. de la antropología cultural, tema que constituye el ob-
Posteriores estudios de los primates no humanos reali- jeto del presente tomo, intentaremos explorar brevemen-
zados en sus hábitats naturales, han mostrado que la te el concepto de adaptación, en tanto que aspecto fun­
composición y organización de los grupos varia según el damental de la cultura, y en tanto que factor explicativo
entorno, y que la sexualidad no es sino un factor expli- de la evolución biológica. Algunos antropólogos físicos
cativo más, de carácter estacional, entre los que pueden argumentan que las diferencias climáticas y los cambios
dar cuenta de su organización social. Dichos estudios climatológicos han producido muchos menos cambios so-
han subrayado el importante papel que los distintos en- máticos (físicos), especies y subespecies entre los huma-
tornos naturales juegan en las distintas formas adapta- nos que entre otros animales, debido a que los primeros
tivas de, la conducta social no humana. A partir de dichos han desarrollado su capacidad de inventar instrumentos
estudios han podido establecerse hipótesis sobre el modo y estrategias orientados a la supervivencia en los dis-
cómo los humanos llegaron a adaptarse a entornos si- tintos climas y entornos físicos a los que han tenido que
milares a los de sus contemporáneos primates. Así, por enfrentarse. La invención del fuego, la cocina y los ins-
ejemplo, podemos comenzar a comprender las implica- trumentos de caza y pesca (factores culturales) posibi-
ciones que la vida en determinadas áreas puede tener litó una mejor y más segura alimentación. Lo que, a su
para establecer el posible tamaño de los grupos, para vez, permitió una expansión de la población y una re-
la cooperación y el liderazgo requeridos para llevar a serva genética más amplia, que posibilitó- una mejor se-
cabo las tareas de caza y pesca, para determinados as- lección y recombinación de los procesos reproductivos.
pectos de la socialización y la organización social, etc. Cuanto mayor es la variabilidad genética, más amplias
son las posibilidades de que la selección y recombina-
LA INFLUENCIA DE LA CULTURA EN LA EVOLUCION ción genéticas produzcan cambios biológicos.
BIOLOGICA. El término adaptación designa un impor- Allí donde existen grupos que divergen en sus carac-
tante concepto de la antropología. En antropología fí- teres genéticos, pueden ocurrir también modificaciones
sica hace referencia a la adecuación y el cambio ocu- de la reserva genética producidos por las reglas matri-

28 29
moniales (otro factor cultural), que permiten o prohí- tropología física debe ser considerada como una ciencia
ben la selección de parejas entre determinados grupos. biocultural (ver Tabla 2).
En muchas áreas del Africa central, por ejemplo, entre
un 20 y un 40 % de la población presenta formas atenua-
das de animia celular. La causa de tan elevado número La antropología cultural y sus suháreas
de personas afectadas (que no resultaban eliminadas por
la selección natural) siguió siendo un misterio hasta que En el artículo antes citado de 1898, Boas describe la
se descubrió que fa. anemia celular protege contra la ma- antropología cultural, o lo que él llama «etnología», como
laria. Los individuos homozígóticos (los que reciben idén- «el descubrimiento de las leyes que gobiernan las activi-
ticos genes de ambos progenitores) dotados de hernoglo- dades del intelecto humano, así como la reconstrucción
bina normal (HbA) morían habitualmente de malaria, de la historia de la cultura y la civilización humanas».
mientras que los individuos dotados de hemoglobina anor- Boas establece que, para poder estudiar la cultura, los
mal (HbS) morían debido a las condiciones patológicas etnólogos deben aplicar métodos geográficos, arqueológi-
de su propia sangre. En cambio, los individuos hetero- cos, históricos, psicológicos y lingüísticos. En su actual es-
zigóticos, dotados tanto de HbA como de HbS, estaban tado de desarrollo, la antropología cultural incluye cada
mejor condicionados para resistir la malaria y, por tanto, una de estas subáreas (ver Tabla 3), si bien el estudio
tenían mayores posibilidades de sobrevivir y contribuir del entorno geográfico se ha desarrollado hasta formar
a 1a reserva genética de la siguiente generación que los una disciplina propia: la ecología cultural.
individuos homozigóticos. Este ejemplo muestra que el
valor de supervivencia de los genes depende directamen-
TABLA 3. SUBAREAS DE LA ANTROPOLOGIA CULTURAL
te del entorno físico, si bien los cambios inducidos en el
entorno natural mediante prácticas culturales pueden in- Dimensiones Diferenciación Cultura y ca- Oultnra y fun-
fluir en la evolución. Con la deforestación del Africa ecua- del análisis cultural pacidad comu- cionamiento
nicativa hu- psicolófioo
torial a principios de la Edad del Hierro, empezaron a mana.
formarse en esta área grandes zonas pantanosas, y con
ellas crecieron grandes colonias de mosquitos, que traje- Temporal arqueología y lingüística
etnohistor ia histórica
ron consigo la malaria, produciendo una alteración de las
células bastonadas que causan la anemia celular. Espacial etnografía lingüística psicología
Los antropólogos físicos son conscientes del valor de descriptiva comparativa
explicaciones a la vez biológicas y culturales para dar
Nivel ctnologia antropología antropología
cuenta de la evolución de los humanos. En este sentido, explicativo lingüística psicológica
la perspectiva propia de la antropología física difiere de (lenguaje y
la específica de las ciencias naturales, por lo que la an- cultura)

30 31
ARQUEOLOGIA. La arqueología reconstruye las culturas ya que los metales y las maderas suelen desintegrarse en
del pasado sobre la base de los restos materiales, las es- ciertos suelos. El hallazgo de esqueletos humanos depen-
tructuras y los artefactos encontrados fundamentalmen- de del contenido mineral del suelo, la química del mis-
te en las excavaciones. La arqueología prehistórica estu- mo, y el tiempo de enterramiento. Dichos restos deben
dia las culturas del pasado desde los comienzos de la conservar una relativa buena forma y hallarse en canti-
evolución humana hasta el surgimiento de las primeras dad suficiente para poder proporcionar información su-
civilizaciones de las que se conservan documentos escri- ficiente sobre algunos aspectos al menos de la cultura
tos. La arqueología clásica o histórica, por su parte, es- extinta que intenta estudiarse.
tudia aquellas culturas que han dejado documentación Además de la datación de los restos, el arqueólogo
escrita. intenta reconstruir en la medida de lo posible las cultu-
La preocupación primordial de los arqueólogos es la ras estudiadas: las técnicas de subsistencia, la tecnolo-
identificación y clasificación de los restos culturales (da- gía, las condiciones de vida, el tamaño de los núcleos de
tación relativa) y la determinación de las fechas preci- población, el arte y las costumbres funerarias. Esto se
sas siempre que ello sea posible (datación absoluta). Los lleva a cabo mediante la interpretación de los lugares de
métodos de datación tienen que aplicar una buena dosis aparición de los restos, su posición dentro del estrato
de ingenio. La dendrocronología ha establecido un pa- considerado, y la presencia o ausencia de determinados
trón de crecimiento anual de los anillos concéntricos de instrumentos, armas, cerámica, restos de comida, huesos
determinados árboles, con lo que se hace posible la com- fosilizados y, con menor frecuencia, elementos funera-
paración y la datación de las maderas encontradas en al- rios u objetos artísticos. Desgraciadamente, con sólo es··
gunas excavaciones. Otros métodos incluyen el análisis tos restos no es mucho lo que el arqueólogo puede in-
del contenido de flúor de los huesos, o la medición de ferir acerca de los rasgos de la cultura no material corres-
los ínclices de potasio sólido, argón, carbono-14 y uranio. pondiente, tales como reglas matrimoniales, valores o
Estas técnicas, basadas en la química y la física, han creencias.
aumentado la precisión y han extendido los límites de la Cuando existen documentos escritos relacionados con
datación absoluta. La datación relativa de los restos ar­ los hallazgos, el trabajo del arqueólogo puede llegar a
queológicos se basa sobre todo en la excavación de las confluir con el de los etnohistoriadores. Estos emplean
secuencias estratigráficas, esto es, los niveles de acumu- cartas, diarios y demás tipos de noticias escritas, así
lación de restos culturales. Para determinar con cierto como tradiciones orales, para reconstruir las culturas del
rigor la secuencia de los acontecimientos, los arqueólogos pasado y comprender, de este modo, los cambios cultu-
deben tener un conocimiento de la ecología del área es- rales. Los estudios etnohistóricos, por ejemplo, se han
tudiada. visto estimulados por la necesidad de hallar pruebas do-
Los restos más frecuentemente hallados en las exca- cumentales que pudieran apoyar las reclamaciones de tie-
vaciones son generalmente cerámicas, huesos y piedras, rras indias ante la Comisión de Reclamaciones del Sena-

32 33
2. - 'l'llORfA D!l LI. ct!LTURA
do de los Estados Unidos. Con este fin, los etnohistoria- mente discernible y autodenotado de cuantos componen
dores emplean por igual datos arqueológicos, lingüísticos la cultura, y se halla gobernado además por precisas re-
y etnográficos. glas fonológicas, sintácticas y gramaticales. Algunos lin-
güistas, como Ferdinand de Saussure, Nicolai S. Tru-
ANTROPOLOGIALINGüISTICA. El estudio del lengua- betzkoi y Roman Jakobson han introducido nuevos con-
je y sus relaciones con la cultura constituye otra rama ceptos e ideas en el estudio del lenguaje y han descu-
especializada de la antropología, que recibe el nombre bierto que el conjunto de las reglas lingüísticas puede
de antropología lingüística. El lenguaje tiene una especial deducirse de unas pocas reglas inconscientes básicas.
importancia en tanto que objeto de estudio, dado que Claude Lévi-Strauss, inspirándose en algunas de las ideas
es 1o que distingue la comunicación animal de la huma- de aquéllos, ha intentado encontrar el significado incons-
na. El hombre se comunica mediante símbolos que o bien ciente que supuestamente subyace a las en apariencia
son movimientos, o sonidos --como las palabras-, o en- incoherentes reglas matrimoniales (Cf. tomo IV, cap. 1) o
tidades físicas -corno por ejemplo las banderas-, que a mitos a primera vista faltos de todo sentido (Cf. tomo
pueden ser usados para vehicular toda una serie de ideas. VII, cap. 1). Más adelante, dentro de esta misma Intro-
Los animales, en cambio, se comunican mediante sonidos ducción, y también en el capítulo 1 de este mismo vo-
o movimientos que tienen sólo significados limitados y lumen, veremos que otros antropólogos han aplicado
fijos o transmiten estímulos neurofisiológicos específicos. igualmente conceptos lingüísticos para explicar el funcio-
(Véase la noción de signos icónícos y arbitrarios en el namiento del intelecto humano y su papel en la organi-
tomo II.) La comunicación mediante símbolos permite zación de la cultura.
una comprensión recíproca así como la transmisión de
valores y creencias entre pueblos distantes y generacio- ANTROPOLOGIAPSICOLOGICA.No nacemos sabiendo
nes separadas. Puesto que el lenguaje es un sistema de ya cómo emplear el lenguaje. Más bien ocurre que vamos
símbolos, o de palabras preparadas para transmitir sig- aprendiéndolo de manera gradual, al tiempo que vamos
nificados, su estudio y el del significado (semántica) aprendiendo también las reglas culturales y las conven-
resulta fundamental para comprender los valores, las ciones que forman parte del normal funcionamiento de la
creencias, la ideología y otros aspectos de la cultura. vida en sociedad. La psicología antropológica estudia la
En el capítulo 2 del tomo II estudiaremos así mismo las influencia de la cultura en los procesos mediante los cua-
.hipótesís de los lingüistas Edward Sapir y Benjamín les los humanos aprenden a pensar y a comportarse. Al-
Whorf acerca de la influencia de la lengua hablada sobre gunos antropólogos han sugerido que cada cultura da lu-
el pensamiento, !a conducta y la percepción del hablante. gar a un tipo dominante de personalidad, relacionado o
Desde un punto de vista estrictamente metodológico, causado por el modo de crianza propio de dicha cultura.
el lenguaje puede servir para estudiar la cultura en su A su vez, el tipo de personalidad dominante tiene mucho
conjunto. De hecho, el lenguaje es el factor más clara- que ver con el tipo de instituciones políticas y religiosas

34 35
que aparecen en esa cultura. Estas y otras teorías simi- LA ANTROPOLOGIA CULTURAL Y EL CONCEPTO DE
lares, planteadas por los antropólogos psicológicos, serán CULTURA
tratadas en el tomo III de este Panorama.
Los actuales antropólogos psicológicos han extendido
considerablemente su campo de acción mediante estudios ¿Antropología social o cultural?
comparativos de los procesos emocionales ·y cognitivos,
los modos de crianza de los niños (enculturación), los gra- Antes de pasar a discutir la noción de cultura, debe-
dos de adaptación psicológica, los tipos de enfermedad mos aclarar una cuestión preliminar: «¿Cuál es la dife-
mental y otras disfunciones psicológicas que acompañan rencia entre antropología social y cultural?» En la Ta-
a los rápidos cambios culturales. (Para una amplia pano- bla 1 hemos definido la sociología como el estudio de la
rámica de los intereses actuales de los antropólogos psi- «sociedad» y la antropología como el estudio de la «cul-
cológicos, puede verse el tomo III, cap. 1, primera parte.) tura». ¿Son «sociedad» y «cultura» términos sinónimos?
En el seno de cada arte y de cada ciencia florecen toda
una variedad de tradiciones y estrategias intelectuales
llESUMEN aplicadas a intereses artísticos o científicos. El impresio-
nismo francés, por ejemplo, es un movimiento artístico
En esta breve sinopsis de la antropología hemos tra- que difiere en gran medida del expresionismo abstracto
tado de demostrar que la disciplina tiene como principal y del arte renacentista. La prosa de Hardy y la de He-
objetivo el estudio comparativo de las variaciones cultu- mingway difieren entre sí tanto como puedan hacerlo la
rales entre los distintos grupos humanos. También hemos música de Wagner y la de Rossini. También en las cien-
mostrado que el estudio de la «cultura» constituye la pre- cias sociales pueden observarse diferencias de estilo in-
ocupación común de las distintas subáreas, tanto de la telectual entre unas y otras tendencias. Existen, por ejem-
antropología cultural como de la física. Algunos críticos plo, varios estilos de sociología, de psicología y de antro-
arguyen que el término «cultura» viene a ser una espe- pología. Así, por ejemplo, Jos psicólogos behavioristas ex-
cie de inútil caja de Pandera, dado que se aplica a un ex- plican los fenómenos psicológicos como procesos de imi-
cesivamente amplio espectro de temas, adjudicándosele tación y aprendizaje, mientras que los psicoanalistas ex-
significados vagos y cambiantes. Creemos, sin embargo, plican los mismos fenómenos como procesos psicológicos
que el concepto de cultura es de central importancia en inconscientemente motivados. Las diferencias de estilo
antropología, tanto considerado como objeto, como en científico dentro de una misma disciplina consisten no
tanto que marco analítico. A continuación intentaremos solamente en el empleo de diferentes conceptos explicati-
afinar nuestra definición del concepto de cultura y mos- vos, tales como el empleo de mecanismos innatos en vez
trar de qué modo se aplica en los análisis antropológicos. de mecanismos adquiridos, sino también en el uso de mé-
todos diferentes. Los behavioristas, por ejemplo, se apo-

36 37
yan de manera masiva en estudios experimentalmente con- mo fenómeno, poniendo de relieve lo que en ellos es im-
trolados, mientras que los psicoanalistas se basan funda- portante y lo que resulta marginal para los fines de la
mentalmente en la observación clínica y en los análisis investigación. Los términos «reglas», «estrategias» y «mo-
profundizados de unos pocos casos privilegiados. Debe- ral» no son sinónimos entre sí, pero indican tres facto-
mos distinguir, por tanto, diversos estilos en la práctica res diferentes a la hora de determinar la buena actuación
de cada disciplina, no solamente en lo referente a su ob- de un equipo de fútbol; ningún entrenador de fútbol pue-
jeto, sino también y fundamentalmente en lo referente a de permitirse descuidarlos, y todo crítico capaz percibe
sus nociones y métodos explicativos. Y otro tanto puede los valores que diferencian a cada uno de ellos.
decirse de los antropólogos; algunos de ellos se dan a sí Los más renombrados antropólogos (entre los que se
mismos el nombre de antropólogos sociales, mientras que cuentan Alfred Kroeber, Ralph Linton, Clyde Kluckhon,
otros adoptan el de antropólogos culturales.' A. R. Radcliffc-Brown,Robert Red:fieldy Julian Steward)
Podemos explicar las diferencias entre antropología y sociólogos han propuesto distintas definiciones del tér-
social y cultural definiendo los términos «sociedad»y «cul- mino «sociedad». Existe un cierto consenso en conside-
tura». ¿Queremos expresar [o mismo, por ejemplo, cuando rar a la sociedad como: (1) un grupo de personas (2) que
decimos que pertenecemos a la sociedad americana que interactúan entre sí (3) y se hallan organizados e integra­
cuando decimos que vivimos dentro de la cultura ame- dos en una totalidad. Estos tres elementos constituyen
ricana? En la lengua cotidiana ambas palabras son usa- otras tantas partes indispensables de cualquier definición
das como sinónimos, pero los científicos sociales han in- científica del término sociedad. Los profesionales de las
tentado definirlas de manera exacta, ya que es preciso dis- ciencias sociales que estudian la sociedad norteamericana
poner de conceptos afinados para analizar de manera efec- están generalmente interesados por examinar los tipos de
tiva los fenómenos sociales y culturales. Los conceptos acción pautada (relaciones sociales) y los grupos que pue-
orientan a los científicos hacia determinados conjuntos den observarse en su interior y de qué modo se relacio-
de fenómenos o hacia determinados aspectos de un mis- nan entre sí para constituir la estructura de la sociedad
como conjunto. Los sociólogos y los antropólogos socia-
2. El primer nombre fue el preferido por el eminente antropólogo
británico, y gran jefe de línea de la disciplina en Inglaterra durante les, como Radcliffe-Brown, intentan determinar el modo
los años 40 y 50, A. R. Radcliffc-Brown, principal representante del es- como cada grupo contribuye al mantenimiento y ordena-
tructural-funcionalismo, que abogó por el desarrollo de una ciencia
de la "antropología social" (1952: 2), corno también lo hicieron su do desarrollo de la sociedad en su conjunto. Los antro-
compatriota Rayrnond Firth (1951: 477) y el antropólogo norteamerica- pólogos sociales están interesados por las pautas de inter-
no George Peter Murdock (1949; 1950: 467). Los primeros trabajos de
Claude Lévi-Strauss (1%9) y de Edrnund Leach (1961) pertenecen a la acción social existentes en el interior de los grupos, por
tradición de la antropología social, En cambio, Edward B. Tylor, pa- los roles sociales (las expectativas de conducta de los in-
dre de la antropología británica, y Franz Boas, creador de la antro-
pología norteamericana, junto con los materialistas culturales, los eco- dividuos que realizan determinadas tareas), y por la es-
logistas culturales. y la mayor parte de los antropólogos norteameri- tructura social (Ja disposición ordenada de los componen-
canos contemporáneos, prefieren utilizar el nombre de antropólogos
culturales. tes, o grupos, de cada sociedad). Dichas nociones caracte-

38 39
rizan el estudio de la sociedad desde el punto de vista de y entre sí. Incluye tanto aquellos principios acordados de
la organización social y definen del modo más adecuado convivencia (valores, normas) como las técnicas de su-
las perspectivas científicas de los sociólogos y antropólo- pervivencia (tecnología). Los antropólogos culturales no
gos sociales. están interesados en las formas de interacción social per
¿Qué añade el estudio de la «cultura» norteamericana se (como lo están los antropólogos sociales), sino por las
al estudio de la «sociedad norteamericana»? Los pioneros creencias, valores, conocimientos y técnicas materiales que
de las ciencias sociales, como Herbert Spencer, no pare- garantizan la continuidad de la interacción social. Los an-
cían distinguir muy bien entre sociedad y cultura, y pen- tropólogos sociales y culturales pueden tal vez estudiar
dulaban constantemente entre ambos términos. Los antro- a las mismas personas, pero sus intereses, aunque inter-
pólogos posteriores, como Linton, Kroeber, Goldenweiser, dependientes, versan sobre facetas distintas de su activi-
Kluckhon, Murdock, Steward y otros han diferenciado dad. Es como cuando se analiza una obra de teatro. La
ambas nociones y han establecido que las personas o la obra puede analizarse en términos de números y tipos de
sociedad se basan en o disponen de una cultura.' . papeles, o bien en relación con la forma como los acto-
La definición de cultura dada por Tylor en 1871 sigue res representan sus papeles de manera coherente y orga-
aún siendo la más frecuentemente citada: según él, la cul- nizada (punto de vista social-organizativo), o puede dis-
tura es «ese todo complejo que incluye conocimientos, cutirse también en términos de mensajes, y tal vez de mo-
creencias, arte, moral, ley, costumbres y toda la serie de ral, estudiando las técnicas empleadas para conseguir
capacidades y hábitos que el hombre adquiere en tanto esos fines (punto de vista cultural). De manera similar,
que miembro de una sociedad dada» (Tylor 1871: 1). Es una familia puede estudiarse como una estructura o un
evidente que la definición de Tylor no hace referencia a conjunto de roles interrelacionados (punto de vista so-
grupos o interacciones sociales (el punto de vista «social- cial-organizativo), o desde el punto de vista de los valo-
organizativo»), sino que versa sobre determinadas cuali- res religiosos, las tradiciones étnicas, y las aspiraciones
dades que poseemos en tanto miembros de una determi- paternas que ayudan a explicar cómo se desarrollan los
nada sociedad. Dichas cualidades, por otra parte, abar- distintos roles (punto de vista cultural). Tanto los pape-
can tanto a la cultura no material -creencias, normas y les del actor como sus mensajes forman parte de la obra,
valores-- como a la cultura material -tecnología y arte- del mismo modo que las pautas de interacción y sus va-
factos resultantes-. Son, por lo demás, cualidades no in- lores subyacentes constituyen aspectos complementarios
natas (biológicamente heredadas) sino adquiridas como de la vida familiar. En consecuencia, ambos aspectos de-
parte del crecimiento de una determinada cultura. ben estar presentes en una adecuada explicación de los fe-
La cultura abarca por igual todo lo que los humanos nómenos culturales. Dicho de otro modo, el antropólogo
han producido para poder adaptarse a su entorno físico nunca debería decir que ha realizado un análisis exhaus-
3. Para un análisis de las definiciones de cultura, ci. G. Weiss tivo hasta haber respondido a todos los problemas sobre
(1973). la cultura que plantean habitualmente tanto las perspec-

40 41
tivas «culturales» como las «Social-organizativas». Volvien- de análisis desde una perspectiva «social-organizativa».
do a nuestro ejemplo, un crítico teatral jamás debe dar Cuando la misma pintura se considera desde el punto de
por terminado su análisis de una obra hasta haber res- vista de su significado religioso y desde las intenciones
pondido a todos los problemas que plantean tanto los del artista, el análisis, en cambio, se asemeja a los em-
mensajes como Ja moral de la misma. pleados desde la perspectiva cultural. Para conseguir, sin
embargo, una apreciación «holístíca» o totalizante del
LA PERSPECTIVA HOLISTA DE LA ANTROPOLOGIA fresco, es preciso establecer por un lado las interrelacio-
CULTURAL.Emile Durkheim, el sociólogo francés que uti- nes entre ángeles, santos y demonios, y el conjunto de
lizó ampliamente material antropológico, dejó bien sen- concepciones artísticas y religiosas en Miguel Angel, por
tado por qué era preciso que los fenómenos sociales fue- otro. Para una mejor comprensión de la obra, es eviden-
ran explicados tanto desde el punto de vista social como te que deben ser tomados en cuenta ambos puntos de vis-
desde el cultural. Para él, los fenómenos tanto sociales ta: el cultural y el socio-organizativo.
como culturales deben ser considerados al mismo tiempo
como «cosas» o comportamientos observables, y como
«ideas objetivadas» o acciones y artilugios dotados de sen- La noción de cultura en d análi!i!is antropológico
tido. Los comportamientos sociales y los artefactos re-
flejan, en mayor o menor medida, los valores y normas Al comentar la definición de Tylor, hemos establecido
sociales de la sociedad a que pertenecen, y contribuyen a que la cultura es una característica específicamente hu-
su perpetuación y modificación. (Para una crítica de la P'> mana que incluye por igual un componente menta! 4 (sig-
sición de Durkheim, ci. tomo VIII, cap. 2.) nificados, valores y normas) y un componente material
Es propio de los antropólogos intentar explicar cada (artefactos y tecnología). No todos los antropólogos cul-
elemento de una cultura concreta por su relación con los turales, sin embargo, se muestran de acuerdo en afirmar
otros; por lo que los antropólogos sociales intentan mos- que sólo los humanos disponen de cultura, o en conside-
trar de qué modo las pautas de comportamiento se rela- rar que los artefactos y la tecnología forman parte de
cionan con los valores y normas de la cultura en que se ésta; ni están tampoco de acuerdo en la definición y ex-
integran, siendo lo inverso la tarea propia de los antro- plicación del aspecto mental de la cultura. En esta sec-
pólogos culturales. Por ejemplo, no es posible compren- ción intentaremos analizar cada uno de estos tres proble-
der el significado del demonio en El Juicio Final de Ja Ca- mas, empezando por el más simple: ¿Deben los artefac-
pilla Sixtina, con sus ojos llameantes y su tridente, a me. tos y la tecnología ser considerados como parte de la cul-
nos que se lo relacione con los ángeles, los santos y las tura?
almas de los condenados, todos ellos implicados en se-
cuencias de acción correlativas. Sin intentar con ello mi- 4. Con el término "componente mental" quiero designar los pro-
ductos de la actividad psíquica, tanto en sus aspectos cognitivos como
nimizar el lado estético, es posible considerar este tipo afectivos.

42 43
LA CULTURA COMO TOTALIDAD DE LOS PRODUCTOS social y cultural. Desde este punto de vista, mientras
MATERIALES Y MENTALES DEL HOMBRE. Algunos an­ que la sociedad haría referencia a las pautas de interac-
tropólogos han identificado a la cultura sólo con los pro- ción que dominan la vida de los grupos que componen
ductos cognitivos, a los que llaman ideas, o comprensión la sociedad, la cultura material haría referencia a los
convencional, o modelos cognitivos, o visión del mundo, utensilios y la tecnología que hacen posible esa interac-
o código cultural. (Esta es la posición, entre otros, de ción (el teléfono, el coche o el telstar) y a
los artefactos
Wissler, Beals y Hoijer, Redfield, Linton, Murdock, y otros que expresan y sostienen a los elementos de la cultura
etnoepistemólogos, antropólogos simbolistas y estructura- no material. Esta, en cambio, haría referencia a los idea-
listas contemporáneos; cf. cap. 1.) Algunos de estos antro- les, fines, valores e ideologías que forman la base de di-
pólogos consideran a la cultura material como un produc- cha sociedad. Esta idea puede representarse de manera
to de la cultura y no cultura en sí misma. Semejante po- visual como aparece en el Gráfico 1. Dicho gráfico mues-
sición resulta difícil de defender, ya que la cultura ma-
terial -los avances tecnológicos, por ejemplo- es siem- GRAFICO l. INTERRELACIONES DE LOS NIVELES DE ANA-
pre consecuencia y realización de determinadas ideas, y LISIS ECOLOGICO, CULTURAL Y SOCIAL
ejerce una importante influencia, a su vez, en el surgí-
- miento de nuevos valores y creencias. Baste pensar en la Entorno
difusión de los valores materialistas en Occidente como humano Niveles de análísís Terminología
consecuencia de los modernos descubrimientos tecnoló-
gicos, o la transición del carácter predominantemente mo­
Social interacción, roles, organización «sociedad»
ral que ofrecen las culturas preliterarias al orden técnico grupo-social
predominante en la moderna sociedad occidental. En las
sociedades fundadas en un orden moral, la conducta se
basa en la reciprocidad de los lazos afectivos y en el sen- cultura cultura «culturas
tido de la rectitud y de las motivaciones de tipo religioso. Cultural no material material
En cambio, en las sociedades de orden técnico, como la
nuestra, la conducta se basa en consideraciones que tie- Ecológico hábitat físico y geográfico «hábitat
ecológico»
nen que ver con la eficacia de tipo técnico, material y
contractual. (Redfield 1965: cap. 3·.)
Algunos de los más importantes antropólogos (Mali- tra que sociedad y cultura son términos que indican as-
nowski, Ford, Benedict, Linton, Goodcnough) han soste- pectos correlativos del modo de vida de la gente en un
nido que la cultura material no debe ser considerada contexto dado. El objeto que se presenta a estudio ante
como parte de la sociedad, sino más bien como parte Jos ojos del antropólogo es la forma como un determina-
del entorno humanizado en el que tienen lugar la vida do grupo de gente vive en un tipo concreto de hábitat

44 45
y cómo funciona este grupo tanto a nivel socia] como a menos que tenga detrás de sí, apoyándola, una supe-
cultural. Establecemos una distinción entre cultura ma- rioridad política y económica. Las culturas material y no
terial y no material, entre organización social y hábitat, material de las sociedades preliterarias -tales corno los
sólo porque no podemos estudiar a la vez las distintas bosquimanos cazadores-recolectores del desierto de Ka·
dimensiones de la vida sociocultural humana. lahari- mostraban en general un carácter altamente in-
La flecha única que aparece en la base del gráfico tegrador debido a que las técnicas y estrategias para la
indica que la cultura material adapta de manera direc- caza de animales aparecían siempre acompañadas e in-
ta el entorno físico a las necesidades sociales y biológi- fluidas por ritos religiosos. Su ritual más importante, la
cas humanas. Sin embargo, las invenciones tecnológicas danza y el trance curativos, servía para aliviar las ansie-
--como la domesticación de animales o la máquina de dades y miedos provocados en ellos por la precariedad
vapor- no sólo sirven para la adaptación del hombre y la escasa efectividad de su tecnología. Los elementos
a su entorno, sino que también ayudan en esto los va- materiales y no materiales de su cultura se prestaban
lores y las ideologías de que dispone cada sociedad. Las mutuo apoyo como elementos inseparables de la adapta-
invenciones tecnológicas suelen verse precedidas o acom- ción de los bosquimanos a su medio. Y, puesto que tan-
pañadas por determinados movimientos científicos e in- to las necesidades biológicas corno las mentales de és-
telectuales. La construcción de las catedrales medieva- tos se hallaban profundamente arraigadas en la estruc-
les y de las pirámides egipcias o el descubrimiento y el tura de su personalidad, hay que concluir que tanto los
uso de la pólvora negra reflejan determinados intereses, artilugios técnicos como los rituales religiosos deben ser
fines e ideas de la cultura en que nacen. Artefactos y considerados como parte inseparable de su vida diaria.
dcsarro1los tecnológicos como éstos suelen ser la plasma- La integración de los aspectos materiales e inmateriales
ción de determinadas ideas religiosas, políticas y cientí- de la cultura se manifiesta con especial relevancia en las
ficas. sociedades preliterarías, en las que los individuos que
A la inversa, las adaptaciones ecológicas y las trans- componen la sociedad no experimentan la fragmentación
formaciones ocurridas en la cultura material influyen en de roles propia de la moderna cultura occidental (cf.
los cambios producidos en la cultura no material. Am- tomo VIII, cap. 2). La mayor parte de la vida cotidiana
bos aspectos están tan estrechamente relacionados en- de los miembros de las sociedades preliterarias está car-
tre sí, que tanto los caracteres de la cultura no material gada de significados tanto religiosos, como políticos, so-
como los pertenecientes a la cultura material deben ser ciales, psicológicos o económicos. Cada una de las acti-
considerados como partes integrantes de la cultura. Así, vidades que configuran el desarrollo de su vida diaria
por ejemplo, no hay ideología imperialista que pueda so- está acompañada de elementos rituales que suelen reali-
brevivir si no es apoyada por un aparato tecnológico que zarse en grupo, contribuyendo cada uno de los miembros
sirva para desarrollar sus objetivos, y, a su vez, la su- a la supervivencia material del conjunto.
perioridad tecnológica difícilmente puede mantenerse De manera un tanto simplificada, las interrelaciones

46 47
entre los componentes materiales y no materiales de la meramente psicológicas» (1948: 8). Su definición puede
cultura ·y los aspectos correlativos de la personalidad aún aceptarse como un buen punto de partida, en tan-
pueden representarse gráficamente tal como se expresa to no se considere a la cultura como independiente de la
en el Gráfico 2. Las líneas punteadas indican las estrechas dinámica psicológica y biológica del hombre.5 Por el con-
trario, y tal como queda expresado en el Gráfico 2, las
GRAFICO 2. INTERRELACIONES ENTRE COMPONENTES CUL- necesidades biológicas humanas, el dinamismo psíquico
TURALES Y COMPONENTES DE LA PERSONALIDAD
y la creatividad dan lugar a la cultura e interactúan de
continuo con las formas de cultura ya existentes. Por
.--~~--'"~~--.~~ ~~~~~~~~--. otro lado, la cultura se ve continuamente modificada por
cultura material ----- --- -- - - - - cultura no material procesos sociales en permanente estado de cambio, tales
como la protesta juvenil, las brechas generacionales o los
necesidades cambios tecnológicos.
psíquicas Ahora bien, ¿qué es en concreto lo que hace que la
cultura sea algo más que una pura realidad biológica?
Tradicionalmente, los antropólogos han venido comparan-
do la conducta humana y la conducta animal, explicando
relaciones existentes entre necesidades psíquicas y bioló- las diferencias entre ambas por la existencia de proce-
gicas, así como entre cultura material y no material, to- sos culturales distintos de los biológicos. Un presupuesto
das las cuales se encuentran arraigadas en la estructura básico de la comparación estaba fundado en la idea de
de la personalidad de los componentes de cada cultura. que la conducta humana era fruto del aprendizaje, mien-
Por otro lado, Ja cultura es un subproducto del proceso tras que la animal era puramente innata o instintiva. Ya
de adaptación humana a su entorno ecológico y socio- hemos afirmado más arriba que una tal distinción resul-
cultural (ver Gráfico 1) para cubrir sus necesidades y ta científicamente insostenible. Los más recientes estu-
aspiraciones. La personalidad humana tiene, pues, un dios etológicos han podido mostrar que los animales son
papel crucial en el origen, la forma y la supervivencia igualmente capaces de aprender nuevas pautas de com-
de la cultura. Ahora bien. falta por averiguar por qué portamiento. Hoy en día sabemos, por ejemplo, que Jos
la cultura es atributo exclusivo de la vida humana. chimpancés pueden manipular pequeñas ramas y unir
entre sí palos y varillas para poder sacar a las termitas
EL CARACTER SIMBOLICO DE LA CULTURA. A!fred de sus hormigueros; otros chimpancés pueden aprender
L. Kroebcr, uno de los más importantes antropólogos a hacer esto mismo por simple observación e imitación
norteamericanos, ha definido la cultura como «el con- (van Lawick-Goodall 1968). Este tipo de actividades ha
junto de cosas relativas al hombre que son más que me-
S. Kroeber sostuvo esta posición durante algún tiempo (1917:
ramente biológicas u orgánicas, y que son más que 162-213).

48 49
llevado a algunos antropólogos a atribuir a los animales obstante, las tradiciones sobre fabricación de instrum_en-
algún tipo de cultura. Sin embargo, no es posible admi- tos recién surgidas se transmitían de forma estandanza-
tir que existe cultura cada vez que se observan conduc- da de generación en generación. El conocido a~~ueólogo
tas aprendidas. Es más bien el modo como estas con- Robert Braidwood establece las siguientes tradiciones de
ductas se aprenden lo que diferencia a Ja conducta cul- fabricación de instrumentos, a partir del más antiguo es-
tural de la puramente animal. trato geológico humano conocido, el pleistoceno: 1) una
Los animales aprenden de acuerdo con principios pu- tradición de guijarros, formada por guijarros partidos o
ramente asociativos. Un loro, por ejemplo, puede apren- troceados, y astillas de piedra; 2) una tradición de ha-
der a asociar determinado número de destellos luminosos chas formada por pesados rascadores y piedras de bor-
con idéntico número de comidas distribuidas en un co- des cortantes en forma de azuela; 3) una tradición de ins-
medero. Si los destellos de luz son sustituidos por notas trumentos de lámina, formada por útiles hechos de lá-
de una flauta, el loro puede seguir identificando el núme- minas de piedra; y 4) una tradición de puntas bifaces,
ro de comidas. Pero el animal sólo puede transferir los es- formada por piedras talladas por ambos lados, en forma
tímulos lumínicos a los estímulos musicales sustituyen- de pera (1967: 39). Estas tradiciones no pasaron de ser
do uno a uno los elementos de cada serie (Thorpe 1966: más que reglas compartidas de fabricación de instru-
479). Los animales tienen que aprender y memorizar cada mentos que se transmitían de generación en generac~ón,
operación por separado, y sólo pueden repetirla de ma- y que se difundieron por todo Africa, Asia, Cerc_ano Orjen-
nera idéntica, sin innovaciones ni generalizaciones. Tales te y Europa; sería difícil explicar cómo pudieron tras-
principios asociativos bastan para explicar el uso de ins­ mitirse durante tan largos períodos de tiempo sobre la
trumentos, por parte <le los animales, mediante la imita- base de la imitación de que son capaces los animales.
ción. Sin embargo, lo que según los modernos antropó- Más bien hay que pensar que dicha tradición instrumen-
logos caracteriza al hombre es la fabricación de instru­ tal implica una tecnología y una forma de comunicación
mentos, que implica una capacidad para inventar nuevos específicamente humanas: la capacidad de comunicar
comportamientos y nuevas soluciones para las necesida- ideas mediante sonidos o nociones arbitrariamente elegi-
des prácticas. Por otro lado, no pueden atribuirse a los dos. Algunos antropólogos han insinuado una estrecha
productos humanos relaciones fijas o naturales entre los analogía entre el lenguaje y la fabricación de instrumen-
materiales brutos empleados para fabricar los instrumen- tos. Ambos constituyen series de actividades que produ-
tos y la forma que éstos adoptan una vez manipulados cen formas arbitrarias sobre la base de rígidas reglas gra-
por el hombre. Este da al material bruto formas varia- maticales o de fabricación de instrumentos. Ya hemos
das, esto es, impone a los objetos unas formas arbitra- visto que la fabricación de instrumentos implica la impo-
rias, y del mismo modo organiza su experiencia para ade- sición de formas arbitrarias sobre materiales brutos, sin
cuarla a sus necesidades prácticas (Holloway 1969: 40{}}. que las formas impuestas mantengan ninguna relación in-
En los primeros tiempos de la historia cultural, no terna de necesidad con el material bruto elegido. De

so 51
este modo, idénticos materiales (piedras, por ejemplo) una demostración de comunicación simbólica cuando se
pueden ser moldeados según formas diferentes (como las pone a estudiar la cara de sus padres, intentando averi-
cuatro tradiciones básicas del pleistoceno), y, a la inver- guar el verdadero sentido de una negativa. Los seres hu-
sa, materiales diversos (hueso, piedra, madera) pueden manos se responden entre sí en términos de significados
presentar formas idénticas. e intenciones atribuidos a sus acciones y palabras. Para
Las relaciones de arbitrariedad entre forma y mate- los humanos, las acciones y las palabras no son meros
rial resultan controladas por las normas sociales o las estímulos que provocan respuestas nerviosas fijas y pre.
tradiciones culturales, que limitan las variaciones de la dictibles, como en el caso de los signos iconices; son,
construcción de instrumentos. ¿Qué significa, pues, com- más bien, símbolos o realidades que deben ser interpre-
partir una tradición instrumental, 'sea ésta de utensilios tados por el significado que vehiculan.
de la edad de piedra o adornos hippies? En el caso de Charles Morris (1946) ha establecido una clasificación
nuestros antecesores culturales, significa que a lo largo de los «signos» y «símbolos» en los siguientes términos.
de varias generaciones los habitantes de varios continen- Signo es cualquier sonido, objeto o acontecimiento que
tes se pusieron de acuerdo (significado social) para usar hace referencia o evoca sentimientos o pensamientos acer-
determinados útiles de una determinada forma con fines ca de algo distinto. Este «algo distinto» o referente, pue-
defensivos o de obtención y preparación de alimentos de ser un objeto, un acontecimiento, un comportamiento,
(función social). El estilo peculiar y los emblemas de los o una idea. Según Morris, son tres los tipos de signos.
hippies (f onnas) han sido aceptados de común acuerdo Los índices, que tienen una conexión natural con el re-
y con un determinado significado, porque expresan y ac- ferente, como el humo la tiene con el fuego, el ladrido
tualizan un determinado modo de ver el mundo (fun­ con el perro, etc. Los iconos, que suenan o se asemejan
ción). Más adelante veremos que forma, función, signifi- al referente -tienen un parecido formal con él-, como
cado y uso son conceptos fundamentales para poder ex- los iconos de los santos, las fotografías, y las palabras o
plicar el sentido de los elementos culturales. frases onomatopéyicas que imitan sonidos reales («qui-
En primer lugar, debemos comprender lo que quiere quiríquí» ). Los símbolos, en cambio, son signos concre-
decirse con significado social. Los chimpancés enfadados tos, arbitrariamente elegidos por los hombres para vehi-
del zoo responden a sus mutuos estímulos de una mane- cular ideas abstractas, como las luces verdes para signi-
ra arisca pero efectiva; un elefante responde de igual ma- ficar «paso libre» o salvaguardia, o el rojo para indicar
nera si intentamos darle a comer un guijarro. Sus res- peligro o «alto». Cuando las acciones y las palabras tie-
puestas son directas, automáticas, irreflexivas con rela- nen sentidos que todo el mundo puede entender, se con-
ción a los estímulos físicos, sin mediación de pensamien- vierten en elementos lingüísticos, o símbolos. La luz roja
to, reflexión o interpretación. Lo mismo puede decirse de tráfico constituye un símbolo para los humanos por-
de la reacción de cualquier animal ante el grito de mie- que tiene para ellos un significado universalmente acep-
do de otro. Por el contrario, cualquier niño pequeño da tado. Sin embargo, no sé de ningún símbolo universal
52 53
mente aceptado por los elefantes que pueda indicarles tos y particulares que expresen conceptos de carácter abs-
que se detengan, cuando pasean por la Quinta Avenida. tracto y/o universal. El concepto de «patria» se expresa
Los anímales se comunican entre sí, pero su comuni- indefectiblemente por medio de una bandera, sin que im-
cación es cualitativamente diferente de la de los huma- porte el tamaño que ésta pueda tener. La conexión entre
nos, cuyo sistema de comunicación está basado en un ambas se establece por convención social; de modo que
código de sonidos. Se trata, por tanto, de un sistema los humanos pueden emplear sentidos y objetos particu-
abierto o ilimitado. El término código connota un redu- lares (signos) para expresar conceptos abstractos y uni-
cido número de unidades básicas que pueden ser combi- versales. (Una más amplia discusión de la diferencia en-
nadas y recombinadas de acuerdo con determinadas le- tre la comunicación basada en signos icónicos y la co-
yes, que en nuestro caso son las leyes fonéticas. Los hu- municación basada en símbolos podrá encontrarse en el
manos se comunican entre sí significados, no sólo a tra- tomo II, cap. 1, tomo V, cap. 1 y tomo VI, cap. 2.)
vés de sonidos individuales, sino también a través de
pautas de sonidos, pudiendo expresar un ilimitado nú- LA FUNCION DE LOS SIMBOLOS CULTURALES. El an-
mero de ideas por medio de la combinación y recombina- tropólogo contemporáneo Clifford Gcertz ha definido al
ción de unos pocos sonidos básicos, o fonemas (ver tomo símbolo coma cualquier tipo de objeto, acto o aconteci-
11, cap. Í ). Cada una de estas combinaciones vehicula un miento que puede servir para vehicular ideas o significa-
determinado significado, que es el resultado de una con- dos (1966: 5). Semejante definición funciona en l~- medi-
vención social (arbitraria). Precisamente debido a la co. da en que entendamos que la relación entre el significado
nexión .arbitraria entre pautas de sonido y [os significa- y su vehículo es arbitraria, y no está sometida a ningún
dos que éstas vehiculan, los humanos pueden trasmitir tipo de obligada ligazón física o fija. El humo de un co-
información, interpretar hechos pasados o distantes, tras- che de policía ardiendo tras ser aplastado por un elefan-
mitir a distancia su información y sus in tcrpretaciones, te en la Quinta Avenida es simplemente una señal de fue-
y manipular y acumular conocimientos. go para el elefante; pero para cualquiera de nosotros, o
En cambio, los primates no humanos están imposibi- para un hippie que pasa por la Quinta Avenida, tiene tam-
litados para transmitir pautas de sonido. Emplean sólo bién una dimensión simbólica, ya que entre el hippie y
unos pocos sonidos y cada sonido simboliza por separa- cualquier otro observador puede establecerse una rela-
do miedo, amenaza, ubicación o contento. Esta es Ja ra- ción conversacional, en la que el coche ardiendo puede
zón de que sus sonidos deban verse acompañados de ges- relacionarse con otros antes vistos en otros lugares, ale.
tos y posturas. El espectro de significación de cada uno jados del allí presente tanto en el tiempo como en el es-
de estos sonidos es muy reducido y la información que pacio. La bandera que aparece ante muchos edificios es
vehicula es emocional más que conceptual. En otras pa- un signo arbitrario (socialmente acordado) de patriotis-
labras, los primates no humanos son incapaces de em- mo para cualquiera que comparta tal valor social, pero
plear alternativamente objetos físicos y sonidos concre- no, por ejemplo, para un elefante, y menos para un toro

54 55
en medio de una corrida, especialmente si la bandera es (4) reviste de un tal aura de factualidad, que (S) dichos
roja. No obstante, Ja bandera de los Estados Unidos no modos y motivaciones adquieren un carácter exclusiva-
tiene, por ejemplo, el mismo significado para un ciuda- mente realista» (Geertz 1966: 4).
dano normal, para un anarquista y para un hippie. El La simbolización es la esencia del pensamiento hu-
hecho de que la misma bandera resulte no significar nada mano. De hecho, los humanos disponen de mucha me.
para el elefante, y cosas bien distintas para el ciudadano nos información genética para su conducta que los ani-
medio norteamericano, para el hippie y para el anarquis- males. Los símbolos, de este modo, son fuentes de in-
ta, viene a subrayar precisamente el carácter arbitrario formación externa (extrapersonal) que los humanos usan
de dicho signo. O, volviendo a recapitular la definición para organizar su experiencia y sus relaciones sociales.
antes dada, no existe relación física de necesidad entre Anteriormente hemos dicho que la fabricación de instru-
la entidad física del signo y su significado. mentos implica la imposición de formas a materiales bru-
¿Pero por qué empleamos símbolos para expresar tos. Para poder funcionar, los humanos deben compren-
ideas? Geertz prosigue explicando que, mediante los sím- der y organizar su entorno físico y social, ya que no pue-
bolos, nuestras creencias e ideas se hacen tangibles y se den operar sobre la base exclusiva de sus condiciona-
expresan de manera concreta con lo que adquieren una mientos biológicos. Con bastante frecuencia es precisa-
cierta resistencia y resultan más fáciles de comunicar. mente la falta de interés y de sentido la que explica el
Las culturas primitivas son particularmente ricas en bajo nivel de actuación y de motivación de amplios sec-
simbolismo· debido a sus omniabarcadores mitos y sus tores de nuestra juventud. Algunos de ellos opinan que
complicados ceremoniales. Lévi-Strauss ha llamado la el simbolismo y la cosmovisión de las formas contracul-
atención sobre la lógica concreta de los pueblos prelite- turales poseen un sentido más pleno que los de la cultu-
rarios, que encuentra su base en formas de expresión ra dominante. Según Geertz, los símbolos son modelos
tangibles y sensoriales (1%9: 164); y los arqueólogos, de realidad -representaciones e interpretaciones de la
por su parte, han subrayado también la riqueza del arte realidad- y modelos para la realidad --que ofrecen in-
paleolítico descubierto en las cuevas europeas. Dicho arte formación y guía para organizarla (1966: 68). Los símbo-
utiliza un elaborado simbolismo para expresar el interés los del Ejército Simbiótico o de los Panteras Negras ofre-
de Jos habitantes de aquella época por los más importan- cen ciertamente una visión concreta de la sociedad, a la
tes elementos de su entorno (como el agua y los anima- vez que una guía para la acción.
les), por las diferencias biológicas y por las creencias Al lado de los símbolos cognitivos, que expresan lo
religiosas. En este sentido, Geertz define la religión pri- que Geertz llama «concepciones generales», aparecen los
mitiva como «(1) un sistema de símbolos que actúa para símbolos expresivos (acciones y rituales), que nos capa.
(2) crear en el hombre poderosos, abarcadores y dura- citan para actuar fuera del ámbito de lo sagrado. Los
deros modos de actuación y motivaciones mediante rituales religiosos son como dramas que activan las emo-
(3) la formulación de concepciones generales, a las que ciones y nos proporcionan un sentido catártico con el

56 57
GRAFICO 3. RECONCILIACION DE LA TERMINOLOGIA AN-
que reorganizamos nuestra experiencia personal. Esta es TROPOLOGICA
la razón de que los símbolos formen el corazón mismo
de la cultura; mediante ellos expresamos nuestros más Uso extendido de los
íntimos pensamientos e ideales, y de ellos nos servimos términos
para integrar nuestras acciones y emociones. AJ mismo CULTURA
SOCIEDAD
tiempo, los símbolos son medios de los que nos servi-
mos para almacenar y transmitir nuestros valores. idea- estructura social cultura m;i.tcrial e
organización social ideal/o ickacional
les de generación en generación. No tenernos más que cultura ideal y cul-
sistema social
pensar en la «Campana de la Libertad», el Monumento grupo tura real
a George Washington, las vacas sagradas de la India, la rol social forma, función, uso,
relación social sentido
Virgen de Guadalupe, o los símbolos totémicos de los
función social
aborígenes australianos (para una más amplia discusión conducta
de la importancia del simbolismo en las religiones pri-
Terminolo gia propuesto
mitivas y de la posición de Geertz, véase tomo VII, cap. 1).
Hemos discutido hasta aquí las propiedades funda- SOCIEDAD (SISTEMA SOCIOCULTURAL)
mentales de la cultura, y en el capítulo 1 discutiremos
otras propiedades de la cultura, tal como las conciben ORGANJZACION
~
SOCIAL
---------...
CULTURA
los ecólogos, los estructuralistas y los antropólogos sim-
bolistas y cognitivos.
estructura
~
social ¡ cultura
+ material e
grupo social irlcaC'ional
rol social '~ conducta...__ cultura ideal y real
Cultura, organización social y conducta función Í social forma, función. uso,
relación 1 sentido

Hasta el momento hemos clarificado los términos so-


«dehcr ían ser realizados (exis tan ya o no). Yo propongo
ciedad, estructura social, organización social y sistema
empicar el término cultura ideocionul para designar a la
social (ver Gráfico 3 ). Hay otro conjunto de términos
cultura no material, y emplear el término cultura ideal
relacionados con la cultura, pero que a veces son usados
para indicar sólo aquellos valores que «deberían» ser de-
de manera confusa. Algunos antropólogos identifican el
fendidos y practicados. Propongo también usa r el térmi-
aspecto cognitivo o ideacional de la cultura con la cultu-
no sociedad para designar por iuual a la cultura y a la
ra corno todo; otros emplean el término cultura ideal
organización social. Este uso del término tiene la venta-
para dar a entender la cultura no material o ideacional
ja de recordarnos que cultura y organización social no
mientras otros, simplemente, emplean el término ide;¡
son sino dos aspectos interrelacionados de la misma rea-
para indicar solamente aquellos valores y normas que
59
58
BIBLIOGRAFÍA
lidad (para una más amplia discusión de este punto, ver
tomo VIII, cap. 2). Quiero aclarar igualmente que el tér-
mino conducta no puede emplearse para designar con-
juntos de actividades separados e independientes de la
cultura. Es un hecho que la conducta observable sólo
puede ser explicada de manera adecuada como un con-
junto de acciones pardal o totalmente pautadas de acuer-
do con o en oposición a las reglas y significaciones cul-
turales. La inseparabilidad entre conducta social y cul-
tura implica que cualquier enfoque abstractamente be-
haviorista, como los intentados por Arensberg (1972) y Arensberg, Conrad M. 1972. «Culture as behavior structure
and emergence.» Annual Review of Anthropology 1: 1-26.
Chapple (1970), tiene escasas posibilidades de éxito, ya Boas, Franz. 1898. «Advances in methods of teaching», en
que pretende explicar de manera adecuada la cultura Race, Language and Culture. Nueva York: Free Press,
mostrando secuencia de conductas pautadas sin relacio- 1940 (1966).
narlas con principios y reglas de conducta, tal como apa- Braidwood, Robert J. 1967. Prehistoric Men. Chicago: Scott
recen representados en Jos valores y normas sociales. Foresrnan,
Chapple, E. D. 1970. Culture and Biological Man: Expiorations:
Como puede verse en el Gráfico J, cuatro son los tér-
in Behavioral Anthropology. Nueva York: Holt, Rinehart
minos generalmente empleados para describir los datos and Winston.
culturales. Forma, para designar los aspectos externos u Firth, Raymond. 1951.«Conternporary british social anthropo-
observables de, digamos, un ritual; sentido, para desig- logy.» American Anthropologist 53: 474-489.
nar los significados e intereses que Ja gente asocia con los Geertz, Clifford. 1966. «Religión as a cultural system», en
M. Banton (ed.) , Anthropological Approaches to the Study
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aplicación práctica de los instrumentos o artefactos fa. Halloway, Ralph L., Jr. 1969. «Culture: a human domain.»
bricados en cada cultura; función, para indicar la contri- Curreni Anthropology 10 (4) part II: 395-412.
bución de cada elemento cultural al mantenimiento y des- Kroeber, Alfred L. 1917. «The superorganic.» American An­
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En la historia de la disciplina, no todos los antropó- nico», en S. Kahn (ed.) El concepto de cultura, Barcelo-
na: Anagrama, 1974.)
logos han prestado atención a estos cuatro aspectos de 1948. Anthropology. Nueva York: Harcourt.
la cultura, o les han dado igual importancia. Pero sus Lasswell, D. Harold. 1958. Politics: Wo Gets What, When,
continuos esfuerzos por mejorar los conceptos y las téc- How. Nueva York: World.
nicas antropológicas han generado numerosas teorías de Leach, Edmund. 1961. Reihinking Anihropology, Londres:
la cultura y métodos etnográficos, todos los cuales dis- Athione. (Trad. castellana: Replanteamiento de la antro­
pología, Barcelona: Scix-Barral, 1971.)
cutiremos en los dos capítulos siguientes.
61
60
Uvl-Strauss, Claudc, 1963. Structural Anthropology. Nueva
York: Basic, (Trad. castellana: Antropología estructural,
Teorías de la cultura
Buenos Aires: Eudeba, 1965.)
1969. Elementary Structures of Kinship, Boston: Beacon. y métodos antropológicos
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1969a. The Raw and The Cooked. Nueva York: Harper
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Weiss, G. 1973. «A scientific concept of culturc.» American
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62
Capítulo 1

El desarrollo de las teorías


de la cultura

Como ya vimos en la Introducción, no siempre se


muestran de acuerdo los antropólogos a la hora de defi-
nir su disciplina o la noción de cultura. Las diferencias
en las definiciones, Jos métodos y las teorías son caracte-
rísticas de todas las ciencias sociales, y han servido para
estimular el debate y la controversia que llevaron a pro-
fundizar la comprensión de la existencia social en toda
su complejidad. Los teóricos de las ciencias sociales han
adoptado generalmente los resultados de las anteriores
generaciones de estudiosos como base para sus nuevas
formulaciones teóricas y metodológicas. A este respec-
to, el conocimiento de las ciencias sociales tiene las mis--
mas características acumulativas que cualquier otra for-
ma de conocimiento humano.
En la primera parte de este capítulo limitaremos nues-
tra atención a las principales teorías de la cultura, e in-
dicaremos cuál ha sido su contribución al crecimiento de
la antropología. Primero examinaremos brevemente a los
precursores de la antropología y luego a las escuelas
clásicas de la disciplina, para, finalmente, analizar las mas

65
recientes contribuciones en este campo. En este recorri- mentos históricos y literarios de las llamadas altas cul-
do iremos indicando el modo como las distintas teorías turas, como las de Egipto o China, aquellas descripciones
influyen en las diferencias de método que se aplican al hicieron posible el estudio sistemático de tales culturas
estudio de la cultura, lo que, de forma más detenida, por parte de los antropólogos posteriores. Sólo entre los
griegos, sin embargo, encontramos lo que podríamos de-
constituirá el principal objeto de la segunda parte de este
nominar primeros rudimentos de un interés antropoló-
trabajo.
gico. Aunque los más tempranos documentos literarios
griegos demuestran escaso interés por las costumbres de
LOS PRECURSORES DE LA ANTROPOLOGIA CIENl1- otros pueblos, la posterior colonización griega de am-
plias zonas de la cuenca mediterránea y la expansión co­
FICA
mercial de las metrópolis y las colonias en los siglos pos-
Como ya hemos indicado al comienzo de la Introduc- teriores, proporcionaron mayores oportunidades e incen-
tivos para ocuparse de los problemas que el encuentro
ción, los humanos muestran una profunda curiosidad por
aquellos entornos geográficos distintos del suyo propio, con otras culturas planteaba. Hacia mediados del siglo v
y por los modos de vida de la gente que habita en ellos. a. C. encontramos ya en los trabajos del historiador grie-
ga Herodoto un interés antropológico sorprendentemen-
La investigación antropológica, sin embargo, es algo más
que una mera excrecencia natural de semejante curiosi- te desarrollado. Herodoto efectuó amplios viajes y se in-
teresó por las costumbres de todos los pueblos que visi-
dad. La antropología aparece sólo en aquellas culturas
que solemos definir como civilizadas, y sólo en· las mo- taba, y especialmente por las costumbres relacionadas
dernas civilizaciones euro-americanas ha logrado alcan- con el matrimonio y los modos de subsistencia. En su
relativamente amplia descripción de la sociedad egipcia,
zar consideración de disciplina académica. La investiga-
ción antropológica seria del todo imposible sin la exis- contrasta las costumbres de ésta con las de su Grecia
tencia de grupos de gente ilustrada que tienen la opor- natal con sorprendente imparcialidad (objetividad), in-
tunidad y sienten la inclinación de investigar otras cul- tentando rastrear en Egipto los orígenes de algunas de
las costumbres griegas. También Platón Aristóteles Je-
turas.
nofonte y muchos otros escritores grieg~s dedicara~ su
atención a describir costumbres de otros pueblos. Algu-
Las prfmeras descripciones de costumbres
nos de estos pensadores llegaron incluso a comprome-
terse en especulaciones antropológicas orientadas de un
En los libros sagrados de la humanidad, tales como modo naturalista, y sin echar mano de explicaciones mi-
los de los hebreos, los musulmanes y los hindúes, encon- tológicas o sobrenaturales.
tramos ya documentación sobre las costumbres de mu- También entre los romanos puede observarse un co-
chas sociedades de la antigüedad. Junto con los docu- mienzo de especulación antropológica. El poeta romano

67
66
Lucrecio trató de cuestiones tales como los orígenes de gida en las consideraciones teológicas. Hasta el colapso
la religión, las artes, el discurso, y llegó a proponer in- final del feudalismo, no fue posible hacer renacer el in-
cluso un esquema de la evolución cultural. Tácito nos terés antropológico. Como consecuencia de este colapso
proporciona, por su parte, una cuidada descripción etno- se vinieron abajo muchas de las certidumbres medieva-
gráfica de las tribus germanas, basada en los relatos de les sobre la naturaleza del hombre y el sentido de su
los soldados y viajeros que habían recorrido sus territo- existencia. El hombre, además, se vio confrontado por
rios. Presenta, por otro lado, una visión comprensiva de primera vez con las perspectivas de un dominio tecnoló-
dichas tribus, subrayando, por ejemplo, su vigor en con- gico de la naturaleza y un ordenamiento racional de la
traste con la decadencia romana de la época. sociedad, al tiempo que crecían las desigualdades y la ex­
Con la decadencia de la Roma clásica y la Grecia clá- plotación propias del naciente capitalismo. La más signi-
sica durante los primeros siglos de nuestra era y el sur- ficativa respuesta intelectual a este estado de cosas sur-
gimiento del Imperio Romano cristianizado, el interés gió con la Ilustración, en el siglo XVIII, edad axial de la
antropológico hasta entonces desarrollado quedó sumer- conciencia moderna (Diamond, 1964a).
gido en la perspectiva cristiana de la historia. San Agus-
tín, uno de los pilares teológicos de la nueva era, exhi-
bió un profundo interés etnocéntríco en todos sus tra- Los siglos XVI y XVII
tamientos de las culturas clásicas, describiendo a la Roma
y la Grecia clásicas paganas de un modo bastante des- Como resultado de los descubrimientos geográficos
favorable en comparación con las sociedades cristianas. de los siglos xv y XVI, el contacto de los europeos con
Hay desperdigadas por toda su obra frecuentes intuicio- otras culturas se vio considerablemente incrementado.
nes antropológicas, tales como su idea de que el tabú Las expediciones ultramarinas comenzaron a incluir en-
del incesto sirve para «anudar de modo más efectivo la tre sus tripulaciones especialistas etnográficos que reco-
vida social», ampliando las alianzas matrimoniales por gían datos con fines administrativos, económicos y mi-
áreas cada vez más extensas (San Agustín, 1972; xv, cap. sioneros. A lo largo de los siglos XVI y xvrr, las descrip-
6). Su repugnancia hacia el «paganismo», no obstante, y ciones de otras culturas proporcionadas por escritores,
su continua búsqueda de apoyo en las explicaciones so. exploradores y misioneros crearon un sustancial corpus
brenaturales, así como su apego al relato bíblico de la de literatura dedicado a estos temas. El administrador
creación, dieron como resultado un considerable declinar francés Jean Bodin (1530-1596) estudió las costumbres de
de los niveles de observación antropológica ya consegui- los pueblos conquistados para explicar las dificultades
dos en Grecia y Roma. que los franceses encontraban para administrarlos. En
Durante la Edad Media el dominio absoluto de la Igle- 1673 apareció en Europa la primera monografía etnográ-
sia católica sobre las clases intelectuales, dio como resul- fica, obra de Johannes Scheffer. Durante los siglos XVII
tado que la especulación antropológica quedara sumer- y XVIII, los misioneros jesuitas de ambas Américas fue-

68 69
ron reuniendo las llamadas Relaciones Jesuíticas, que con- ciedades radicalmente diferentes a la suya propia, así
tenían útiles descripciones de los pueblos en que sus mi- como una investigación de las formas primitivas de la
sioneros trabajaban. sociedad humana.
El auge de este tipo de literatura, coincidiendo con
la decadencia del feudalismo europeo y el surgimiento
de la civilización moderna, sirvió de fuente de informa- La ilustración francesa y eseoeesa del siglo XVIII
ción para los teóricos sociales que se enfrentaban con
un mundo cambiante. Michel de Montaigne (1533-1592) Los pensadores sociales de la Ilustración francesa y
empleó los conocimientos que las nuevas exploraciones escocesa se adhirieron de manera general a las teorías de
le aportaban, descubriéndole mundos muy distintos del la evolución unílinear y el progreso social. Desde su pun-
suyo, para dirigir la atención hacia las más importantes to de vista, todas las sociedades pasaban necesariamente
deficiencias de su propia sociedad. Las cosas que él con- por una serie de estadios fijos, de los cuales el siguiente
sideraba significativamente ausentes en las sociedades era siempre superior al precedente. La clasificación típi-
primitivas incluían aspectos tales como las ciencias, las ca de semejante perspectiva era la que ordenaba a las so-
cartas, los ricos, la pobreza, los magistrados, la superio- ciedades en primitivas, salvajes y civilizadas. Este pun-
ridad política, el uso de servicios, contratos, propiedad to de vista se fundaba en la creencia, generalmente com-
privada y el vino, entre otras cosas (Montaigne 1934: 182). partida por los ilustrados, en la unidad psíquica de la
Quedó profundamente impresionado por el hecho -que humanidad, según la cual las diferencias entre los pro-
dichas culturas ejemplificaban- de que «la sociedad hu- cesos mentales de los distintos pueblos no eran realmen-
mana podía mantenerse con tan escaso artificio y cimen- te fundamentales. Entre los defensores de este tipo de
tación humana» (ibidem). Los aspectos menos atractivos evolucionismo estaban Montesquieu (1689-1755), Voltaí-
de dichas sociedades le parecían no mucho peores que re (1694-1778), Condorcet (1743-1794), Adam Smith (1723-
los de la suya propia. E, incluso, da la impresión de que 1790), Adam Ferguson (1723-1816) y William Robertson
considera a estos últimos peores. (1721-1793). En sus trabajos utilizaban al mismo tiempo
Un importante pensador social que en su época fue la información histórica y los datos que les proporcio-
ampliamente malinterpretado y que hasta bastante más naban los nuevos descubrimientos, proporcionados por
tarde no comenzó a adquirir influencia, fue Gianbattista la búsqueda de rutas alternativas hacia la India, durante
Vico (1668-1744). Su más importante contribución fue la el siglo xv, y que habían conducido al descubrimiento y
de reconocer que los humanos podían comprender su posterior colonización de pueblos hasta entonces desco-
propia historia puesto que eran autores de la misma, y nocidos.
que Jos hombres podían comprender el pasado, puesto La actividad intelectual de este período se orientó no
que podían recrearlo imaginativamente. Como hizo Rous- sólo a ampliar el cúmulo de los conocimientos humanos
seau después de él, Vico propuso un examen de las so- hasta entonces reunidos, sino también a justificar y ayu-

70 71
dar a la emergencia de la nueva civilización industrial, vilizadas», ni se preguntaba tampoco por qué tenía que
que empezaba a desprenderse de su tegumento feudal. ser tolerada en beneficio del aumento de la producción.
Puesto que la evolución unilinear garantizaba que cada A todos los pensadores de la Ilustración les era co-
nuevo estadio era superior a su precedente, de ello se se- mún la idea de que la sociedad se hallaba sometida a le-
guía de manera automática que la moderna civilización yes naturales, en el sentido de que a los mismos efectos
(es decir, la basada en la revolución industrial) superaba respondían siempre las mismas causas. Se creía, por otro
a su antecedente feudal. Por lo que, cuanto antes fueran lado, que tales leyes podían ser descubiertas por la in-
barridos los restos feudales, tanto mejor sería para la vestigación científica, pudiendo entonces la sociedad or-
sociedad. Se hicieron intentos de justificar algunas de ganizarse de acuerdo con ellas para producir el mejor de
las más llamativas deficiencias de la nueva sociedad, en los mundos posibles. De esta idea se seguía que los hu-
comparación con la sociedad primitiva. En tales compa- manos podían ser estudiados de manera científica, apli-
raciones, o bien se tomaban escasamente en considera- cándoles los mismos métodos que las ciencias naturales
ción los sacrificios que el nuevo camino iniciado implica- empleaban en el estudio del mundo no humano. Tales
ba, o bien tales sacrificios se consideraban más que com- métodos eran los de la física newtoniana, la ciencia do-
pensados por las nuevas ventajas. Asi, por ejemplo, de- minante de la época, que estaba basada en el supuesto
cía Adam Smith, en uno de los más importantes libros de de que el mundo físico estaba gobernado por leyes que
su tiempo: podían ser determinadas mediante observación y análi-
sis, y expresadas mediante fórmulas matemáticas.
Entre las naciones civilizadas y prósperas, en cam- Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) adoptó un punto
bio, aunque hay un buen número de personas que no de vista totalmente distinto al de Voltaire y otros pensa-
trabajan en absoluto, muchas de las cuales consumen
dores (o filósofos, como ellos gustaban llamarse) que sos-
diez veces, y hasta cien, el producto de la mayor parte
de aquellas que trabajan; con todo, el producto total tenían que los defectos de su sociedad se debían a imper-
de la sociedad es tan grande que todos resultan gene- fecciones de su organización, gradualmente corregibles
ralmente surtidos en abundancia, y hasta el más bajo mediante la aplicación de modelos racionales. Rousseau
y pobre trabajador, si se comporta de manera frugal e señaló como fuente de todos los problemas humanos a las
industriosa, puede ver cubiertas la mayor parte de las instituciones centrales de la sociedad que los filósofos
necesidades de su vida de mejor manera que cualquier
salvaje (Smith 1964: 2). querían perfeccionar. Según Rousseau, dichas institucio-
nes generaban y perpetuaban la desigualdad y promovían
En la sociedad primitiva, por otro lado, todos los in- la guerra de unos contra otros. Desde este punto de vista
dividuos capaces tenían que trabajar, pero, en opinión resultaba que las sociedades primitivas y las civilizadas
de Smith, tales sociedades eran «miserablemente pobres». eran fundamentalmente diferentes; Ja civilización había
Smith ni cuestionaba la subordinación y explotación que surgido de la sociedad primitiva como resultado de la
implicaba la mencionada desigualdad de las «naciones ci­ creciente división del trabajo y el desarrollo de la pro.

72 73
piedad privada de los medios de producción; lo que ha- El siglo XIX y el espíritu científico
bía dado como resultado la subordinación de aquéllos
que habían quedado excluidos de esta propiedad. Afirma- Durante el siglo xrx, la actitud de los pensadores eu-
ba Rousseau que este nuevo estado de cosas daba lugar ropeos hacia los pueblos primitivos comenzó a cambiar,
a una sociedad en la que unos individuos usaban a los haciéndose cada vez más intolerante. La conquista de
otros como medio de satisfacer sus propios intereses Africa estaba acompañada de sangrientas luchas. En otros
egoístas; bajo las exigencias de la nueva situación, el lugares, las sociedades nativas se vieron brutalmente
hombre, según él, se hacía «taimado y artero en su trato quebrantadas, hasta llegar a su total destrucción, como
con algunos, insensible y cruel en su trato con los otros ... » resultado de la invasión europea en busca de recursos
(Rousseau 1967: 224; orig. 1762). naturales. Las especulaciones de los filósofos de la Ilus-
A partir del estudio de sociedades radicalmente dis- tración, por otro lado, habían dado lugar a una gran can-
tintas de la suya propia, Rousseau creía que podríamos tidad de investigaciones empíricas. Individuos de las más
extraer una idea de las posibilidades que no podían deri- variadas profesiones, abogados, médicos o funcionarios
varse del análisis racional de la sociedad. Sus intereses de la administración colonial, así como naturalistas o
no se orientaban a construir un edificio teórico sistemá- simples viajeros, habían iniciado el estudio sistemático
tico, sino a profundizar en la conciencia social de aque- de las poblaciones primitivas.
llos individuos que vivían en sociedades radicalmente di- Los primeros años del siglo xtx contemplaron la fun-
ferentes, faltas de aquellas instituciones que, según él, dación de toda una serie de sociedades etnológicas, tanto
distorsionaban el desarrollo humano. Este podía conse- en Europa como en América, así como la creación de
guirse recopilando tanta información como fuera posible museos específicos destinados a la reunión y conserva-
sobre estos aspectos y aplicando a los datos así recogi- ción del material traído de tierras exóticas; empezaron
dos el razonamiento inductivo, para extraer conclusio- a realizarse serios intentos para conservar el conocimien-
nes generales de los hechos observados. Un aspecto cen- to de las culturas nativas que empezaban a extinguirse
tral de semejante recopilación de datos era el que hacía como consecuencia de la expansión europea. Esta es la
hincapié en la participación del observador en la con· razón de que muchos antropólogos consideren a Jos mu-
ciencia de la gente observada mediante un sentimiento seos como meras tumbas de las culturas desaparecidas y
de simpatía hacia ellos. El enfoque «histórico» de Rous- almacenes del botín de la sociedad europea.
seau se distinguía así claramente del enfoque «científico» En 1833 se fundó en Moscú la primera sociedad an-
de los filósofos, quienes querían estudiar la naturaleza tropológica. En 1851, A. H. Pitt-Rivers comenzó a traba-
humana con una actitud «neutral» y despegada, similar jar en la clasificación de los instrumentos primitivos del
a la que los físicos adoptaban al estudiar Jos fenómenos museo de Oxford. Hamburgo creó su museo etnológico
naturales. en 1850, y París su sociedad antropológica en 1859. Du-
rante la segunda mitad del siglo comenzaron a hacer su

74 75
aparición las primeras revistas antropológicas, fundamen- vio en la adaptación de dichas formas a sus condiciones
talmente interesadas por la arqueología, la antropología de vida locales. Dicha adaptación significaba que los ani-
física, el lenguaje y las costumbres. males adoptaban hábitos conformes con su entorno local,
y esta. daba lugar o cambios estructurales o corporales
que se transmitían hereditariamente. Aunque es falso que
La teoría biológica de la evolución la experiencia de los organismos en sus medios respec-
tivos modifica de manera directa sus características he-
La interpretación literal del relato bíblico de la crea- reditarias, la teoría de Larnarck ayudó a formular correc-
ción fue responsable de que el pensamiento medieval so- tamente el problema de la evolución (Simpson 1968: 266).
bre la vida humana y sus relaciones con el mundo ani- En 1859, Charles Darwín (1809cl 882) publicó El ori­
mal fueran menos avanzadas que las ideas de la Roma y la gen de las especies, que intentaba explicar el problema
Grecia clásicas a este respecto. Con el declinar del feuda- de la adaptación y construir una teoría general de la
lismo y de la dominación del pensamiento por parte de evolución. Su principal mecanismo de explicación era la
la Iglesia, los naturalistas tuvieron menos trabas para selección natural, lo que, para Darwin, significaba prin-
tratar la vida humana como una parte más del reino cipalmente la muerte de los individuos menos adaptados
animal, y empezaron a tratar el problema despojado ya y la supervivencia de los mejor preparados para la lucha
de toda preconcepción teológica. por la existencia iibidem: 268); la moderna concepción
El naturalista sueco Carl van Linné (1707-1778), al rea- de la selección natural implica la reproducción diferen-
lizar su clasificación científica del mundo animal, incluyó cial y la interacción de los genes. Los pensadores social-
en su sistema taxonómico a la vida humana, señalando evolucionistas de la época de Darwín, como Tylor y Spen-
la afinidad entre los humanos y los monos, acuñando cer, no tomaron de él sus nociones evolucionistas, sino
el término hamo sapiens, y distinguiendo cuatro razas que tenían ya puntos de vista similares antes de la pu-
humanas fundamentales. El problema, a partir de enton- blicación de su obra. La influencia de Darwin, sin em-
ces, pasó a ser el de cómo explicar la diversidad de bargo, sirvió probablemente para reforzar el concepto
formas de la vida animal. Una serie de pensadores pro- de evolución, favoreciendo su aplicación a la esfera so-
pusieron la idea de que tal diversidad era debida a un cial.
proceso de cambio llamado evolución, pero no consiguie-
ron construir una teoría satisfactoria sobre el funciona-
miento concreto de tal proceso de cambio. J. B. Antaine EL ADVENIMIENTO DE J.,A ANTROPOLOGIA ACADE~
de Lamarck (1744-1829) propuso Ja teoría de un proceso MICA
evolutivo que llegaba desde las formas más simples has-
ta la vida humana. La imposibilidad de las restantes for- El nacimiento de la antropología como campo profe-
mas de vida para evolucionar hasta la forma humana Ja sional de estudio tuvo lugar en la segunda mitad del si-

76 77
tud, Morgan asistió a la Academia Cayuga, en el Estado
glo xrx, en medio de un clima intelectual dominado por de Nueva York, en pleno país de los iroqueses. Allí fundó
las especulaciones evolucionistas y por la hegemonía euro- la fraternidad denominada Gordon Knot, que tenía una
pea en los asuntos mundiales. Fue también un período
estructura similar a las sociedades secretas indias. Mien-
marcado por los logros triunfantes en el campo de las tras andaba ocupado con ]os problemas de la fraternidad,
ciencias naturales, que no dejaron de influir en los an- hizo migas con el indio Ely Parker, que lo introdujo en-
tropó~ogos, _llevándolos a adoptar idénticos métodos y tre la tribu de los indios séneca. Margan se estrenó en
parecida orientación teórica. Debido al predominio de la la abogacía defendiendo la causa de los indios contra
orientación evolucionista en la antropología de esta épo- diversos intereses comerciales. Como consecuencia de los
ca, algunas de las principales escuelas antropológicas pue- conocimientos adquiridos entre los indios, en 1851 escri-
den ser clasificadas en términos de su posición evolucio- bió un libro titulado League of the Iroquois («La liga de
nista sobre el desarrollo y origen de todas las culturas. los íroquescs»), el primer estudio etnográfico dedicado
Las dos principales corrientes surgidas de esta orienta- por completo a una tribu india, y en el que describe las
ción son el evolucionismo unilínear y el difusionismo.
viviendas, las danzas y la religión de los iroqueses. Pres-
taba también especial atención a su organización política,
la llamada Federación de las Naciones Iroquesas, una
El evolucionísmo unilinear
organización democrática fundada para mantener la paz
entre las diversas tribus indias. Morgan quedó profunda-
Según los defensores de esta posición, las distintas mente impresionado por las relaciones de parentesco que
culturas fueron en su mayor parle inventadas de manera
atravesaban las relaciones tribales y servían para orga-
independiente, pero pasaron en el curso de su desarrollo
nizar a la liga como una vasta familia que formaba una
po~ ~os mismos estadios fijos. Básicamente, esta posición
red de obligaciones recíprocas.
teórica era la misma defendida por los pensadores de El estudio del origen y evolución de la familia, los
la Ilustración, excepción hecha de algunas modificacio-
grupos de parentesco y los sistemas de matrimonio no
nes sobre la cuestión de la unidad étnica de la humanidad dio comienzo con Margan, sino con otros tres abogados:
(ver tomo VIII, cap. 1 ). Los principales teóricos del evo- Johann Jacob Bachofen (1815-1887), John Ferguson Me-
lucionismo lineal o unilinear (también conocido con el
Lennan (1827-1881 ), y Henry Maine (1822-1888). Bacho-
nombre de «evolución paralela») fueron Morgan y Tyler, fen fue el primero, en 1861, que estudió la descenden-
generalmente considerados como los fundadores de la
cia matrilinca], la descendencia por vía materna, en su
moderna antropología.
libro Das Mutterrecht («El derecho materno»). En dicho
libro proponía una hipótesis evolucionista, según la cual
LE~IS. ,HENRY MORGAN. L. H. Morgan (1818-1881) se la vida social entre Jos humanos había comenzado con
conv~rt10 en antropólogo ya en su edad madura, después una promiscuidad primitiva, en la que ejercían su dorni-
de ejercer durante años la abogacía. Durante su juven-
79
78
nio los machos; luego, las mujeres, contraatacando, ha- tíon, Margan empezó a realizar un estudio comparativo
bían conseguido prevalecer sobre los machos, forzando a de los términos empleados para designar las relaciones
los hombres a casarse con ellas y estableciendo de este sociales en, por lo menos, 139 sociedades. Su libro Sys­
modo la familia. A partir de entonces, seguía Bachofen, tems of Consanguinity and Affinity of Human Family
el dominio de las madres quedó fundado en el vínculo («Sistemas de consanguinidad y afinidad de la familia
cuasianimal entre madre e hijo, al que acabó superpo- hurnana») (1870) fue el resultado de esos estudios y cons-
niéndose el principio patrilineal (el establecimiento de tituye el primer estudio comparativo de sistemas de pa-
la descendencia por línea masculina). En su Ancient Law rentesco. En su intento por describir más de cien termi-
(vLa ley antigua), también publicado en 1861, Henry nologías de parentesco de todo el mundo, llevó a cabo
Maine argumentaba justamente lo contrario: que la fami- una organización tipológica y distribucional de dichas
lia humana era originalmente patrilineal y patriarcal. En terminologías. Fue el primero en prestar atención a los
1865, John F. McLennan publicó su Primitive Marriage modos «clasificatorio» y «descriptivo» de denotar las re-
(«El matrimonio prirnitivo»), acuñando en él los térrni- laciones de parentesco. Margan afirmaba que las terrni-
nos exogamia (matrimonio efectuado fuera del propio gru- nologías de parentesco de los pueblos primitivos eran
po 'de parentesco) y endogamia (el efectuado dentro del «clasificatorias» porque agrupaban a múltiples parientes
propio grupo), y estableciendo que los primeros grupos en una clase común, sin distinguir las relaciones de con-
humanos se habían fundado con la ayuda de vínculos sanguinidad o de matrimonio. Así, por ejemplo, el tér-
rituales, probablemente fundados en cultos animales o mino «padre» se aplicaba a los hijos de un hermano.
totémicos. Rechazaba en dicho libro, igualmente, la idea Esto quería decir que los parientes colaterales (los que
de Maine de que la familia había sido desde su origen no están situados en una línea directa de descenden-
patriarcal. cia) son agrupados junto con los parientes lineales. En
Morgan hizo avanzar el estudio del parentesco al des- cambio, las terminologías de los pueblos «semíticos» y
cubrir la importancia de las terrninologías de parentes- civilizados, emplean terminologías «descriptivas», que dis-
co. Estando implicado en la construcción de una línea de tinguen a los parientes que están en línea directa con
ferrocarril, esto le permitió visitar en 1855 a los indios nombres tales como «yerno», «suegro», etc. (De hecho,
chippewa de Wisconsín, entre los que observó que las tales distinciones no son de naturaleza absoluta, sino re-
relaciones de clan y de parentesco eran similares a las de lativa.) Morgan, no obstante, debe ser considerado como
los iroqueses. Por medio de un misionero pudo saber que el descubridor del principio de que las terminologías de
un sistema de parentesco similar podía observarse igual- parentesco son correlativas de las formas de matrimonio

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mente en la India meridional. Ello le hizo ver que el caso y las reglas de descendencia.
iroqués formaba parte de un esquema más amplio que Un clérigo protestante, Joshua Mcllvain, sugirió a Mar-
había que explorar. Con la ayuda del servicio consular gan que la gran difusió~temas clasificatorios
norteamericano y con el apoyo del Smithsonian Institu-
podía indic estaban emp~-

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rentados y que podían representar un temprano estadio progresivo (en lo que hace a las realizaciones tecnoló-
de la evolución. Morgan se hizo con un ejemplar del libro gicas) y estaba en último término determinada por «la
de Darwin y comenzó a pensar en términos verdadera- lógica natural del entendimiento humano», que Margan
mente evolucionistas. En su último gran trabajo, Ancient consideraba idéntico para todos los pueblos.
Societ y: or Researches in the Lines o/ Human Progress La creencia de Margan de que su propia civilización
From Savagery, Through Barbarism to Civilization (e l.a representaba los más altos logros culturales se veía atem-
sociedad antigua: o investigaciones sobre las líneas del perada por la idea de que en algunos aspectos las socie-
progreso humano, desde el salvajismo hasta la civiliza- dades primitivas eran superiores. Al igual que Rousseau
ción, pasando por la barbarie») (1877), Margan sostenía antes que él, Morgan ligaba esta superioridad de las so
que todas las culturas históricas habían recorrido la mis- cicdades primitivas a la inexistencia en ellas de propie-
ma secuencia de estadios, debido principalmente al pro- dad privada de los recursos fundamentales. y creía en la
ceso de invención independiente. A este respecto, propo- posibilidad de alcanzar un estadio de civilización aún
nía un ~squema de siete estadios de desarrollo histórico, más alto cuando la propiedad colectiva de dichos recur-
todos los cuales habían sido recorridos por aquellas so- -sos quedara reestablecida,
ciedades que habían alcanzado el estatus de civilización.
Los rasgos característicos de cada estadio eran los si- EDWARD BURNETT TYLOR. E. B. Tylor (1882-1917) fue
guientes: contemporáneo de Margan y ocupó en la antropología
británica un papel similar al de éste en América. Nacido
1) Salvajismo inferior - recogida de frutos silves­ en Londres de una familia acomodada de cuáqueros, du-
tres. rante un viaje que realizó por motivos de salud comenzó
2) Salvajismo medio - capturas de pescado, origen a interesarse por la arqueología en México, y como con-
del lenguaje, uso del fuego. secuencia de esto escribió un libro sobre los aztecas, Ana­
3) Salvajismo superior - utilización del arco y las huac or Mexico and the Mexicans, Ancient and Modern
flechas. («Anahuac, o México, y los mexicanos antiguos y moder-
4) Barbarie inferior - invención de la cerámica. nos»), que apareció publicado en 1861. Ya en esta obra
5) Barbarie media - domesticación de las plantas y mostraba un claro interés por la evolución y desarrollo
animales en el Viejo Mundo; cultivo de regadío de la cultura. Vuelto a Inglaterra comenzó sus estudios
en el Nuevo Mundo. en Oxford, y en 1884 fue nombrado lector de antropolo
6) Barbarie superior - utilización de armas e ins­ gía en Oxford, con lo que se convirtió a la vez en el pri-
trumentos de metal. mer antropólogo académico y el primer etnólogo profe-
7) Civilización - invención de la escritura. sional de verdadera relevancia.
Su esquema evolutivo era muy similar al de Morgan,
La serialización de estos estadios tiene un carácter aunque sus implicaciones eran diferentes. Desde su pun-

82 83
to de vista, el desarrollo de 1a cultura humana podía e intelectual preconizada por Tylor. Estos restos, o sur­
clasificarse según tres estadios: vivals, como él los llamó, debían ser identificados me-
diante el estudio histórico, y rastreados hasta sus oríge-
I) Salvajismo - modo de vida [undado en la caza nes. Por ejemplo, las prácticas religiosas podían ser cues-
y la recolección. tionadas comparando sus orígenes con prácticas similares
2) Barbarie - subsistencia fundada en la agricultu­ que podían observarse en las sociedades salvajes, y esta-
ra y el empleo del metal. bleciendo de este modo su pertenencia a estadios de des-
3) Civilización - conocimiento del «arte de escri­ arrollo más primitivos. Semejante punto de vista impli-
bir» (Tylor 1930; 24), que permitió el crecimiento caba que las distintas áreas de la vida mental debían
moral e intelectual mediante la retención y QC/k­ mostrar diferentes grados de desarollo; y, como ya había
mulacián. de conocimientos. ocurrido con los pensadores «científicos» de la Ilustra-
ción, dicha posición cerraba cualquier tratamiento favora-
Al igual que Margan, consideraba esta sucesión de es- ble a las culturas primitivas. Durante algún tiempo, a par-
tadios como progresivos, aunque no constantes; de he- tir de entonces, los primitivos, en vez de ser estudiados
cho, algunos de ellos permanecen constantes durante lar- como «sujetos» --es decir, en sus propios términos-,
gos períodos y a veces decaen. Estas decadencias cultu- se convirtieron en objetos de estudio científico, orien-
rales se deben al hecho de que «las artes más elevadas tados a hacer más racionales las creencias y costumbres
y las más elaboradas disposiciones de la sociedad no lle- de los pueblos «civilizados».
gan a prevalecer ... » (ibidem: 18). Aunque esto no con- Tylor estudió las más importantes áreas de la vida
tradice su teoría de que la civilización se desarrolla siem- cultural, incluyendo raza, lenguaje, religión, estructura
pre desde los estadios inferiores hasta los más altos. En social y aspectos teóricos generales, efectuando impor-
general, los elementos culturales más complejos parecen tantes contribuciones en cada uno de estos campos. En
desarrollarse a partir de los más tempranos y simples. el campo de la religión centró su atención en los aspec-
Tylor no mostraba un interés fundamental por los tos psicológicos e individuales de la misma, y señaló al
mecanismos del cambio cultural. Sus principales intere- animismo (la creencia en seres espirituales) como el as
ses estaban dirigidos a estudiar aquellos elementos de pecto más universal de la religión y el núcleo de muchos
estadios inferiores que habían sobrevivido a su uso pri- otros derivados de él. Atribuyó a la religión los más tem-
mitivo y constituían en el momento presente una fuente pranos intentos del hombre por dar cuenta de las expe-
constante de pensamicn tos erróneos. Supersticiones, ri- riencias oníricas y estados de trance; las conclusiones a
tuales, creencias y costumbres que, en general, no po- que entonces pudo. llegar le llevaron a afirmar que tales
dían ser explicados por el sentido común, o bien aquellos experiencias derivaban del espíritu o el alma. En conso-
otros que podrían dar lugar a pensamientos erróneos, nancia con su habitual modo de explicación intelectua-
se convirtieron en blanco principal de la reforma moral lista, Tylor achacó el animismo a una tara propia del

84 85
pensamiento primitivo, una tara que tenía su origen en cribe la historia del pensamiento' humano como un des-
el empleo de premisas falsas, no en una incapacidad in- arrollo evolutivo que conduce la magia y la religión hasta
trínseca de razonar correctamente. Los aspectos psicológi- la ciencia, como resultado de un proceso de aprendizaje
cos, intelectualistas e individualistas de la obra de Tylor empírico. Aunque muchas de sus ideas sobre la religión
ejercieron una considerable influencia en la generación se han visto ampliamente superadas por las investigacio-
siguiente de antropólogos británicos, tanto en lo referen- nes posteriores, su nombré fue uno de los más influyentes
te a su interés por la religión, como en su modo de es- durante los primeros veinte años de este siglo, en lo re-
tudiarla. ferente al estudio del mito. Desde su punto de vista, el
Como veremos en la segunda parte de este capítulo, mito representaba un estilo de pensamiento inferior, am-
Tylor fue así mismo el precursor del método cultural com- pliamente desarraigado ya en nuestros días.
parativo, en su aplicación de las correlaciones estadísticas
al estudio de las instituciones primitivas. En la Introduc-
ción ya vimos de qué modo su definición de la antropo-
logía como el estudio de la cultura, y su definición de El difusionismo
ésta como «aquel todo complejo que incluye conocimien-
tos, creencias, artes, normas éticas, leyes, costumbres y Aunque el evolucionismo fue la teoría dominante em-
otras capacidades y hábitos adquiridos por el hombre en pleada a la hora de explicar la diversidad de las culturas
cuanto miembro de una sociedad» (Tylor 1958: vol. I, existentes en el mundo, coexistió con ella otra teoría que
n.º 1) sigue influyendo en el desarrollo de la disciplina. explicaba esta misma diversidad por las relaciones de
La actitud de Tylor hacia los pueblos primitivos f~ préstamo, y no por la invención independiente. Una for-
en gran parte producto de su época y su procedencia so- ma extrema de esta otra posición teórica es Ja que encon-
cial. Fue aquél un período de gran optimismo en Ja Euro- tramos en la obra de sir Grafton Elliot Smi th (1871-1937),
pa occidental, y se concedía entonces una gran fe al mé- un antropólogo físico, y en la de William James Perry
todo científico. La misión civilizadora del imperialismo (1887-1949). Según esta escuela de pensamiento, la ma-
británico, por otro lado, no conducía precisamente a la yor parte de los elementos civilizatorios se desarrollaron
idea de que otras gentes pudieran tener derecho a con- primeramente en Egipto, extendiéndose luego a las res-
servar su propia cultura. tantes partes del mundo por medio de oleadas sucesivas
Una importante figura de la antropología británica, de emigrantes y comerciantes. Fue así como se creyó que
fuertemente influenciada por el pensamiento de Tylor, habían ido extendiéndose determinados aspectos de la
fue el estudioso escocés Sir James Frazer (1854-1941). Su civilización egipcia, tales como su sistema de parentes-
monumental obra en doce volúmenes, The Golden Bough. co, el culto solar, la agricultura, las técnicas de momifi-
(«La rama dorada») (1890), fue escrita bajo la directa cación, la construcción de pirámides, cte. El presupuesto
influencia del intelectualismo de Ty]or. En dicha obra des- que subyacía a semejante teoría era que la mayor parte

86 87
de los pueblos del mundo carecían de dotes de inventiva plios tipos de deberes, privilegios y restricciones se ha-
propios. llaban asociados con diversos tipos de relaciones clasifi-
Un pensador antropológico mucho más importante catorias (Rivers 1914: 11). Subrayaba, además, que Ja
que éstos, que empezó corno evolucionista moderado y nomenclatura de los sistemas clasificatorios comportaba
terminó uniéndose al difusionismo hacia el final de su de manera bastante extensa, si no universal, toda una se-
vida, fue W. H. Rivers (1864-1922).En 1898,Rivers formó rie de prácticas sociales bien definidas (ibídem: 12), así
parte de una expedición etnográfica que marchó a estu- como que la terminología del parentesco se hallaba mol-
diar los nativos del Estrecho de Torres y que fue la pri- deada por instituciones sociales como el matrimonio (íbi­
mera que empleó tests psicológicos sistemáticos para el dem: 60). Rivers vindicaba de este modo un aspecto esen-
estudio de los pueblos primitivos. Durante sus trabajos cial de la obra de Morgan, a pesar de no estar de acuer-
de campó, Rivers desarrolló un útil sistema de notación do con él en su modo de inferir el origen de las termi-
para investigar las nomenclaturas de parentesco, la or- nologías de parentesco de formas de organización social
ganización social y las relaciones ceremoniales (véase in­ cuya existencia no podía afirmarse con certeza (ibi­
fra). Bajo la influencia de Margan, centró sus trabajos dem: 5).
en el estudio de los sistemas de parentesco. Gracias a sus En otro trabajo suyo, Rivers llamó la atención sobre
esfuerzos fue posible impulsar de nuevo el estudio de la pérdida de determinadas «artes útiles», como la cons-
las terminologías de parentesco, que había caído para trucción de canoas, y la fabricación de cerámica, arcos y
entonces en descrédito, junto con la restante obra de flechas en ciertas áreas de Oceanía (Rivers 1926: 190).
Margan. Hecho que seguramente había sido reconocido ya por
Este aspecto de los trabajos de Rivers dio lugar a una Tylor (Tylor 1964: 156; orig. 1865),aunque los evolucio-
controversia entre él y A. L. Kroeber, uno de los más nistas no le habían prestado demasiada atención.
prominentes miembros de la escuela boasiana de antro- En Alemania se había formado por esta misma época
pología (véase infra). En un artículo de 1909 sobre sis. una escuela difusionista. Sus posiciones eran mucho me-
temas clasificatorios de parentesco, Kroeber decía: «Los nos extremadas que las de _la escuela difusíonísta británi-
términos de parentesco son reflejo de la psicología, no ca, y su formación académica muy superior. Los princi-
de la sociología. Están fundamentalmente determinados pales representantes del difusionismo alemán eran Fritz
por el lenguaje, y sólo con extremas precauciones pueden Graebner (1877-1934)y el sacerdote católico Fr. Wilhelm
ser empleados para realizar inferencias sociológicas» Schmidt (1868-1959).Los difusionistas alemanes conside-
(1952: 181; orig. 1909). Para rebatir esto, Rivers mostró raban los esquemas evolucionistas del desarrollo cultural
de manera fehaciente que las terminologías clasificato- excesivamente-simples, y en su lugar postulaban la for-
rias de parentesco están íntimamente ligadas a sus con- mación de las diversas culturas a partir de unos pocos
diciones sociales, indicando como claro ejemplo la for- núcleos o «círculos culturales» (Kultur­Kreise). La cul-
ma cómo entre los nativos del Estrecho de Torres arn- tura se expandía a partir de estos núcleos en forma de

88 89
complejos de rasgos, más que como elementos aislados, estos difusionistas pretendían trabajar, era la de cómo
y su transmisión estaba ligada a las migraciones de pobla- identificar dichos préstamos. Graebner propuso los cri-
ción y la mejora de los medios de transporte. Dichos terios de forma y cantidad como base para esa identifica-
complejos de rasgos podían resultar modificados o per- ción. Con semejante enfoque, las semejanzas formales
derse en medio del proceso de traslado. La cultura de entre rasgos y el número de semejanzas de este tipo se
los núcleos originales se expandía en distintas épocas y convertían en la principal base para establecer la difu-
formaba así estratos de difusión diversos. Se pensaba sión. La forma, sin embargo, es sólo una dimensión de
así que los grupos de población que mostraban las cul- los rasgos culturales; otras dimensiones son las que ha-
turas menos desarrolladas (por ejemplo los cazadores-re- cen referencia al significado de cada rasgo para los miem-
colectores tasmanios) habían surgido originalmente de las bros de cada cultura en particular, las funciones que ve-
más primitivas culturas humanas y posteriormente no hiculan, y sus relaciones de conjunto con otros rasgos.
habían inventado nada. Mediante el estudio de las carac- Cualquier análisis cultural que ignore estas dimensiones
terísticas comunes de dichos grupos se creía posible re- y se centre exclusivamente en la forma y la cantidad re-
construir las culturas más antiguas y los contactos histó- sulta inevitablemente mecánico. La abstracción de los ras-
ricos que habían llegado a establecerse entre los distin. gos culturales de su contexto concreto y su tratamiento
tos pueblos y culturas. Los difusionistas alemanes no como entidades independientes y cuantificables es un en-
llegaron a formular una definición definitiva de los com- foque analítico que los difusioriistas alemanes comparten
ponen tes culturales de cada Kreis, aunque consideraban con determinados antropólogos norteamericanos, como
que su tarea era precisamente la de formular dicha defi- Kroeber.
nición. Wilhclm Schmidt llegó a establecer un esquema Uno de los más positivos resultados del difusionismo
tentativo en el que aparecían cuatro especies fundamen- fue su valiosa recopilación de datos etnográficos que, de
tales de círculos culturales, que englobaban a su vez a otro modo, hubieran quedado relegados al olvido.
varios otros. Con excepción de Rivers, todos los demás teóricos
Una de las especies principales, que Schmidt consi- mencionados fueron antropólogos de gabinete, que reco-
deraba como la más antigua, y a la que se refería como gían su información principalmente de los datos que les
la especie primaria, incluía la caza, la cría de animales proporcionaban los misioneros, los viajeros y los informes
Y la horticultura, actividades éstas que habían dado lu- oficiales. No todos, sin embargo, manejaron dichos datos
gar a otros tantos círculos culturales que podían servir de forma igualmente juiciosa; Tylor y Margan fueron con
como núcleos de difusión (Schmidt 1935: 244). mucho los más escrupulosos a este respecto. Un buen
Los difusionistas alemanes ponían el acento en los monto, sin embargo, de la información por ellos utilizada
contactos entre los distintos grupos culturales y los re- era de inferior calidad, y ésta fue una de las principales
sultados de dichos contactos. Una de las dificultades que razones, entre otras, del rechazo que tanto los difusionis-
implicaba el intentar establecer los préstamos, tal como tas como los evolucionistas recibieron por parte de la

90 91
siguiente generacion de estudiosos. En la antropología Años más tarde se estableció en los Estados Unidos,
británica esta reacción en contra puede observarse en la donde su atención comenzó a orientarse hacia la antropo-
época de la Primera Guerra Mundial, y estaba encabe- logía. Empezó a impartir clases en la Universidad de Co-
zada principalmente por Bronislaw Malinowski y Rad- lumbia y durante varios años ocupó el cargo de conser-
cliffe-Brown. En Estados Unidos esta reacción ocurrió vador del American Museum of Natural History de Nueva
casi una década antes, bajo el liderazgo de Franz Boas. York. Durante sus años de enseñanza en Columbia formó
La reacción británica dio como resultado una escuela a una serie de estudiosos de la antropología cuyos traba-
llamada funcionalismo. En Estados Unidos la escuela que jos iban a influir de manera decisiva en el curso de la
encabezó la reacción recibió el nombre de particularismo antropología norteamericana. Entre éstos se contaban Ale-
historico. Es a esta última a la que presentaremos aten- xander Goldenwciser, Melvillc Hcrskovits, A]fred Krceber,
ción en primer lugar. Robert Lowie, Paul Radin, Edward Sapir; Margaret Mead
y Ruth Benedict, entre otros.
Para Boas, los objetivos de Ja antropología eran de
El particularismo histórico: el cuádruple enfoque de Boas gran amplitud e implicaban nada menos que el estudio
de la historia de la sociedad humana en su conjunto.
La principal reacción contra el evolucionismo, dentro Los dos problemas fundamentales que afectaban a la an-
del campo de la antropología, vino de la escuela nortea- tropología, desde este punto de vista, eran el por qué de
mericana de antropología fundada por Franz Boas (1858- las diferencias entre las diferentes tribus y naciones del
1942) hacia finales del pasado siglo. Esta escuela antro- mundo, y cómo habían llegado a desarrollarse dichas di-
pológica rechazó el evolucionismo y dominó la antropo- ferencias (Boas 1907: 269). Para él, la tarea específica
logía norteamericana durante toda la primera mitad del del antropólogo consistía en investigar las tribus primi-
presente siglo. Boas se había formado inicialmente como tivas del mundo que carecían de historia escrita, descu-
geógrafo y psicofísico en Alemania. Había estudiado geo- brir los restos prehistóricos, y estudiar los tipos humanos
grafía cultural bajo la dirección de Friedrích Ratzel (1844- que habitaban y habían habitado el mundo (ibidem).
1904), quien sostenía que el entorno era e] factor deter- Dicha investigación implicaba así mismo el estudio de
minante de la cultura. En 1883, Boas efectuó un viaje al alas formas y funciones del cuerpo», así como también
Artíco para confeccionar una serie de mapas geográficos las manifestaciones de la vida mental (Boas 1904: 23). El
y estudiar los efectos del clima en la vida de los habitan- estudio del lenguaje constituía una parte fundamental de
tes de aquella zona. Observó entonces que la cultura es- su antropología, no sólo porque el lenguaje proporciona
quimal no estaba mecánicamente determinada por su en- un más completo acceso a las respectivas culturas primi-
torno, y que, en vez de esto, los diversos grupos de es- tivas, sino también porque las formas y categorías gra
quimales controlaban y explotaban entornos. ~i)nilares de maticales son inconscientes para sus hablantes, por lo
maneras distintas. que nos proporcionan un mapa de la «organización básica

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del intelecto humano» (Boas 1907: 227). Además de esto, racismo también desde otro punto de vista al rechazar
dicho estudio podría revelar relaciones genéricas y de otro la perspectiva según la cual podían establecerse correla-
tipo entre distintas lenguas, que pueden ser de utilidad ciones significativas entre raza, lengua y cultura (1965:
para la reconstrucción histórica. Para Boas, pues, el ob- 145; orig. 1911b).
jeto de la antropología abarcaba por igual la raza, la len- Lingüista autodidacta, Boas dio un gran impulso a la
gua y la cultura. La antropología se convirtió así en una lingüística antropológica. Insistió en que los etnógrafos
disciplina integrada que englobaba los cuatro campos de debían dominar las lenguas de Jos pueblos que estudia-
la arqueología, la antropología física, la lingüística antro- ban, y debían transcribir fonéticamente sus cuentos, poe-
pológica y la antropología cultural. Al emplear estos cua- mas y discursos, leérselos luego de nuevo a sus infor-
tro campos, para estudiar la raza, el lenguaje y la cultura mantes y traducirlos, finalmente, con ayuda de intérpre-
de las diversas partes de la humanidad, Boas esperaba tes. Boas proporcionó un esquema de descripción lin-
poder «reconstruir la historia primitiva de la humani- güística que incluía tres niveles: el fonético, el de las ca-
dad ... [y], allí donde ello sea posible, expresar en forma tegorías gramaticales y el de las categorías significantes
de leyes los modos recurrentes del suceder histórico» (semántica). Recopiló personalmente muchos textos en
(ibidem: 269). lenguas aborígenes, que fueron reunidos en su Handbook
El mismo Boas trabajó por igual en cada uno de estos of American Indian Languages («Manual de lenguas in-
campos. Sus contribuciones en el campo de la antropo- dígenas americanas» ), y fundó el Iriternational Journal
logía física son notables, especialmente su trabajo sobre ·of American Linguistics, Se interesó igualmente por la
los cambios en el tipo físico de los grupos de inmigrantes clasificación de las lenguas, que consideraba un intere-
en los Estados Unidos. En su estudio sobre los emigran- sante modo de establecer la historia del discurso. Boas
tes judíos de Europa oriental, observó que las formas y sus discípulos, en especial Sapir, revolucionaron el es-
físicas (tales como dimensiones craneales, estatura, etc.) tudio del lenguaje al descubrir el principio de la relativi-
de los individuos nacidos en Europa variaban conside- dad lingüística. Con anterioridad a Boas, la tendencia
rablemente con relación a los nacidos en América. Simi- general en lingüística era la de buscar los rasgos de la
lares cambios se daban entre otros grupos étnicos. Boas gramática latina en todas las lenguas del mundo. Los es-
usó estos descubrimientos para poner en cuestión la opi- tudios de campo boasianos sobre el lenguaje no pusie-
nión de quienes relacionaban de manera fija las capaci- ron de manifiesto ningún criterio universalmente aplica-
dades mentales humanas con determinados tipos físicos, ble con el que poder establecer una jerarquía de las len-
dado que no tomaban en cuenta la plasticidad de la natu- guas, sino que mostraron la necesidad de estudiar cada
raleza humana. «La vieja idea de la absoluta estabilidad lengua en sus propios términos. El estudio de las lenguas
de los tipos humanos debe ser, sin embargo, abandonada indígenas americanas por parte de Boas y sus discípulos,
y con ella toda creencia en la superioridad de determi- por otro lado, mostró que las lenguas no escritas eran
nados tipos sobre otros» (Boas 1911: 218). Combatió el tan complejas, tan sofisticadas en sus formas de expre

94 95
sión, y tan sistemáticas en su organización interna, como el trabajo de campo, y es q_ue las culturas indias de Amé-
las llamadas lenguas civilizadas: el sánscrito y las len- rica se hallaban en estado casi de extinción y era preci-
guas europeas. Al mostrar que no existían diferencias bá- so redoblar los esfuerzos para recoger el máximo de da-
sicas entre las lenguas escritas y las no escritas, los es- tos que dichas culturas aborígenes pudieran aún propor-
tudios boasianos sirvieron para formular una teoría del cionar. Gran parte del trabajo etnográfico de Boas es-
lenguaje aplicable a todas las lenguas del mundo, que tuvo relacionado con la recogida de datos acerca de mo-
anticipó, por tanto (y mostró por implicación) la noción dos de vida que ya entonces habían desaparecido (Hers-
contemporánea de universales lingüísticos. kovits 1973: 66). Un rasgo sobresaliente del trabajo de
Otra idea en la que Boas ejerció una influencia deci- campo boasiano fue su fundamental interés por la reco-
siva fue en su oposición a la noción de evolución cultu- gida de relatos mítico y rituales, tomados al pie de la
ral. Los evolucionistas daban por hecho que los mis- letra (en sus idiomas originales). La reconstrucción his-
mos fenómenos eran resultado siempre de idénticas cau- tórica de las culturas debía basarse según él en el estu-
sas, e intentaban agrupar las diversas culturas de la hu- dio de la distribución geográfica de las similitudes. Si la
manidad en una serie de estadios fijos, progresivamente historia procede al azar o de manera ordenada era, para
ordenados. Boas indicó, en cambio, que los mismos efec- Boas, algo que sólo después de este trabajo podía deter-
tos podían ser a veces el resultado de causas diferentes minarse. También el estudio de la dinámica del cambio
(véase infra). Arguyó también que muchas de las simi- cultural' se incluyó en su agenda de temas (Boas 1938: 4 ).
litudes culturales eran debidas a la difusión, más que Aunque la historia, decía Boas, podía proporcionar datos
a la invención independiente, y que, en muchos casos, la acerca de las formas físicas, las costumbres y las creen-
evolución no avanza de lo simple a lo complejo, como mu- cias, no daba la posibilidad de conseguir una compren-
chos evolucionistas presuponían, sino todo lo contrario, sión total de cada cultura, esto es, del «modo en que la
como ocurre con frecuencia, cuando se comparan formas gente suele comportarse como consecuencia de los carac-
de arte y lenguas primitivas con los lenguajes y las for- teres transmitidos» (ibidem: 5). Este era, para él, un
mas de arte popular de la moderna civilización (Boas problema esencialmente psicológico (ibidem: 6).
1907: 278). En vez de la práctica evolucionista de enca- No. llegó Boas a formular una sistemática de su teoría
sillar los datos etnográficos en categorías a priori, Boas de la cultura, pero sus presupuestos básicos, expresados
insistió en la necesidad de un cuidadoso e intensivo es- explícitamente de manera dispersa por toda su obra, e
tudio de primera mano, y libre de todo prejuicio o pre- implícitos en cada uno de sus trabajos, serían los siguien-
concepto, de cada cultura primitiva en particular. Las tes:
generalizaciones y las leyes, según él, debían posponerse
hasta haber obtenido los datos adecuados. Además de su 1) Cada cultura se compone de una serie de elementos
justificación teórica, un cierto sentido de la urgencia prác- identificables (rasgos), tomados principalmente de
tica se hallaba implicado en el énfasis boasíano sobre otras culturas y posteriormente modificados, para

96 97
4. - 'l'EORfA DI! LA CULTURA
amoldarlos a las condiciones locales. Un estudio ob- nunca dejará de recibir explicaciones basadas en es-
jetivo de las culturas adyacentes demostraría de qué tas interpretaciones secundarias que, sin embargo,
modo se han establecido los préstamos entre am- no representan la verdadera historia de la creencia
bas, y cómo han resultado éstos modificados. A dife- o costumbre en cuestión, sino que es el resultado de
rencia de los difusionistas alemanes, que presupo- la especulación acumulada en torno a ella» (ibidem).
nen que los elementos culturales fluyen sólo desde La Cultura, por tanto, no surge para dar respuesta· a
el centro ( Kreis) hacia el exterior, para Boas los ele- necesidades orgánicas del hombre.
mentos culturales pueden fluir entre cualquier direc- 4) La historia de la cultura es en gran parte el resulta-
ción entre diversos grupos. A la hora de realizar tra- do de contactos accidentales y préstamos entre di-
bajos de campo, esta idea supone el análisis de las versos grupos culturales. Los elementos tomados en
culturas adyacentes y la distribución entre ellas de préstamo son «rcmodelados de acuerdo con las pau-
rasgos comunes o similares. Mitos, formas artísti- tas que dominan en el nuevo entorno» (Boas 1940:
cas y demás íterns de la cultura o material son estu- 285; orig. 1924) y constituyen «Un importante estí-
diados por Boas teniendo siempre esto presente, in- mulo para nuevos desarrollos» (ibidem: 291).
tentando remontarse lo más posible hasta su fuente 5) Característica fundamental del pensamiento de Boas
original. Un buen ejemplo de este método «particu- fue el relativismo cultural. Según esta concepción
larista» es el que puede observarse en el estudio de los sistemas de valores de las distintas culturas son
Boas sobre la mitología tsimshian (Boas 1970). iguales; las costumbres, por tanto, deben ser juz-
2) Los factores geográficos o ambientales no son deter- gadas de acuerdo con la cultura a la que pertenecen,
minantes en la cultura. Son sólo relevantes en cuan- y no según los patrones del antropólogo que las es-
to que modifican o limitan las culturas existentes tudia.
(Boas 1936: 137); lo normal es que la cultura sur-
ja en gran medida de la cultura misma. Las metas de la disciplina, tal como Boas las definió,
3) Las categorías de pensamiento de un determinado así como los principios metodológicos que introdujo, ad-
grupo y sus formas de acción no requieren un des- quirieron una influencia fundamental en el desarrollo de
arrollo consciente, sino que puedan muy bien ser el Ja antropología norteamericana.
resultado de «la organización básica del intelecto hu- El rechazo por parte de Boas de los estadios de la
mano» (Boas 1907: 279). Cuando las actividades y el evolución preconcebidos le condujo a un mayor recono-
pensamiento alcanzan un nivel consciente, se con- cimiento de la diversidad de las culturas primitivas. A
vierten en objeto de especulación, pudiendo enton- pesar de sus desacuerdos con los evolucionistas y con
ces darse explicaciones secundarias o racionalizacio- los dÍfusionistas alemanes, Boas y muchos de sus se-
nes para justificarlos. «El investigador que estudia guidores compartían la actitud positivista de aquéllos;
la historia de 1as instituciones y de las costumbres esto es, trataban los datos culturales del mismo modo

98 99
científico objetivo con que los científicos naturalistas tra- heredado de Bastian (1825-1905)y de los neokantianos,
tan los datos del universo físico. Este aspecto de la an- excluía la posibilidad de tratar de manera adecuada esos
tropología de Boas fue perfectamente descrito por Paul mismos procesos. Donde mejor se refleja esto es en su
Radin (1883"-1959), discípulo de Boas, pero no seguidor tratamiento del problema del racismo. A pesar de su de-
suyo, cuando escribió que con semejante enfoque «uno clarado relativismo cultural, que le hacía rechazar vigo-
queda situado al margen de los hechos o, si se quiere, rosamente las doctrinas racistas, la naturaleza misma de
por encima de ellos, pero no forma parte de ellos. Sin su método le impidió ver el momento en que dichas doc-
embargo, el investigador forma parte de los hechos que trinas empezaron a predicarse desde el principio (ibi­
describe de un modo muy real. Y cuando se queda al mar- dem: 303).
gen de ellos o por encima de ellos, inevitablemente se los Otra característica notable de la obra de Boas es su
daña, trasvaluándolos y convirtiéndolos en hechos de otro completa omisión del papel jugado por los factores eco-
orden» (Radin 1933: 11). En otras palabras, cuando los nómicos en el desarrollo de la historia. La falta de inte-
seres humanos son tratados como cosas, se ignora la na- rés por este aspecto, y su omniabarcador positivismo, per-
turaleza dialéctica de la existencia humana, e inevitable- manecerían como una de las características fundamenta-
mente se pierde el modo de comprensión de los hechos les de la antropología norteamericana.
humanos esbozado por Vico y Rousseau. El objeto de la
búsqueda de Boas era «la fría llama de la verdad», pero
tal como él la perseguía, su verdad era tal que de ella
quedaba excluido lo más esencialmente humano. La antropología norteamericana después de Boas:
Al mantenerse fiel al positivismo, Boas intentó esca- historicistas, humanistas y configuracionalistas
par a los juicios de valor. Sus consejos al investigador
de campo eran que «describiera los hechos tal como Boas enseñó e inspiró a los más influyentes antropó-
eran», intentando no hacer juicios de valor, y evitando logos norteamericanos de la primera mitad del presente
escrupulosamente las generalizaciones o las serializacio- siglo. Sus discípulos, sin embargo, adoptaron posterior-
nes periódicas de los hechos (Radin 1938: 301). Uno de los mente las más variadas direcciones teóricas; sólo unos
mayores defectos de su empirismo era que su base teó- pocos siguieron trabajando en la senda por él abierta del
rica y metodológica no estaba a la altura de la tarea que particularismo histórico. Y, puesto que algunos de los
intentaba realizar. Nadie, por otro lado, pareció darse boasianos creían necesario un conocimiento exhaustivo de
cuenta de que, en realidad, su mismo enfoque dictaba la historia cultural para llegar a una correcta compren-
el tipo de datos que debían ser elegidos como relevan- sión ,de ella, su problema pronto pasó a ser el de cómo
tes iibidem: 302).A pesar de su declarado interés por los conseguirlo sin disponer de documentos escritos. La idea
procesos de desarrollo, su visión del intelecto humano, de Boas a este respecto era que la historia de cada cul-
dotado de categorías inconscientes fijas, que Boas había tura podía determinarse por medio de un análisis ínter-

100 101
no de la misma, combinado con un adecuado examen de difusión y el cambio de las culturas existentes. Por otro
la distribución de sus rasgos culturales. lado, decía, las secuencias cultorales eran estab 1 ecidas
Clark Wissler (1870-1947) había estudiado con Boas sin hacer uso de datos internos, como podía ser la mito-
y propuso más tarde un estudio histórico de la distribu- logía. Finalmente, afirmaba, la noción de centro cultural
ción de los rasgos culturales (hipótesis de las áreas de era un mero artificio espúreo para dar una apariencia di-
edad) basada en los conceptos de centro cultural y cultu- námica y un significado secuencial al estático punto de
ra marginal. En su teoría se presuponía que, idealmen- vista implicado en la idea de área cultural.
te, la cultura se distribuía por áreas circulares (áreas Estas críticas de Radin pueden aplicarse a muchos
de cultura), a partir de centros culturales localizados allí de los estudios del mismo Boas. A pesar de la insistencia
donde los rasgos típicos aparecían con mayor frecuen- de éste en el trabajo de campo, que debía implicar am-
cia; las culturas marginales, en cambio, aparecían allí plios contactos con los nativos, conversaciones en su pro-
donde los rasgos de las culturas fronterizas se interpe- pia lengua, y una transcripción literal de sus cuentos y
netraban. Los estudios por él realizados de áreas cultu- mitos, el panorama general de la vida primitiva que pro-
rales suponían que los rasgos de más amplia difusión porcionaba Boas no difería mucho del que daban los di-
eran más antiguos que los de distribución localizada. Es- fusionistas alemanes. Lo que vemos en sus trabajos son
tas ideas fueron utilizadas, además de Wissler, por Spíer historias de rasgos, no descripciones de pueblos.
y Kroeber, e influyeron grandemente en los criterios des- El relativismo cultural de Boas fomentaba una acti-
arrollados por Sapir para estudiar las distribuciones de tud tolerante hacia la vida de los primitivos, pero su én-
rasgos. Sus estudios tuvieron el mérito de establecer prin- fasis en el desapego científico trabajaba en contra de la
cipios rigurosos de reconstrucción histórica, de clasifi- comprensión internalizada que conscicntcmente y de todo
cación de pautas de área, y de explicación de las influen- corazón preconizaba. De vez en cuando, los discípulos de
cias del hábitat en el crecimiento de la cultura. Contri- Boas nos proporcionan algún destello de evaluación sub-
buyeron también, no obstante, a fragmentar las culturas jetiva y personal del tipo de vida que estudian. Pero sólo
en unidades atomísticas, que eran posteriormente yuxta- el trabajo de Paul Radin consiguió elevar al rango de
puestas formando agregados con características objetivas. principio metodológico la observación participante, con-
Paul Radin (1883-1959) planteó las más fuertes críti- siguiendo con esto una de las más ricas y sensitivas in-
cas contra los estudios de los boasianos. Su principal ar- terpretaciones del mundo primitivo (Radin 1927, 1953).
gumento era que acentuaban los aspectos materiales de Los antropólogos post-boasianos, que reciben el nom-
la cultura en perjuicio de otros aspectos, omitiendo, en ' bre de conjiguracionalistas, se preocuparon principalmen-
concreto, el significado humano de la cultura como im- te por las pautas inconscientes de la cultura. Kroeber,
portante elemento de explicación. También señalaba Ra- en algunos de sus trabajos, intentó demostrar la integra-
din en los boasianos una particular impotencia para com- ción y el carácter focal de la cultura. Otro de los discí-
prender los acontecimientos específicos implicados en la pulos de Boas, Ruth Benedict, enfocó el estudio de las

102 103
culturas tratando a éstas como configuraciones, forma- ras monografías importantes en 1922; Argonauts af the
das por pautas de acción y pensamiento. Según ella, po- Western Pacific («Argonautas del Pacífico Occidental»),
demos captar la particularidad de cada cultura descri- es el título de la de Malinowski, y The Andaman I slan­
biendo no tanto sus rasgos externos, como su «configu- ders («Los isleños de Andamán»), la de Radcliffe-Brown,
ración», y sus «metas» o «fines», ya que las culturas son y durante los siguientes cincuenta años ocuparon un pa-
totalidades orientadas en el sentido de ciertos temas do- pel dominante en el seno de la antropología británica.
minantes. Por ejemplo, dice Ruth Benedict, la cultura Ambos fueron profundamente influenciados por la
de los indios zuñi, de Arizona, alienta el conformismo, la obra del sociólogo francés Emile Durkheim (1858-1917),
contención y la conducta no agresiva, mientras que Ja aunque de manera diversa. Sin poderse considerar un
cultura de los kwakiutl de la Costa noroccidental alienta funcionalista en sentido estricto, Durkhcim empleó un
la violencia, Ja guerra, las danzas salvajes y las fiestas. cierto tipo de explicación funciona) en algunos de sus
También Clyde Kluckhohn (1905-1960) preconizó el es- trabajos; esto es, explicó la existencia de determinados
tudio global e integrativo de la cultura, poniendo en pri- fenómenos sociales en términos de su funcionalidad o su
mer plano su noción de valores orientativos, o princi- contribución a la satisfacción de las necesidades de la
pios básicos que ordenan y orientan a la cultura en su sociedad, que era concebida como un organismo vivo.
conjunto.' Durkheim estaba preocupado también por el problema
Este punto de vista de la cultura como conjunto to- del orden y la estabilidad sociales y por el modo como
tal e integrado de pautas puede encontrarse también en podía evitarse la desintegración de la sociedad, bajo la
la escuela funcionalista británica que, al igual que los presión de los intereses egoístas de sus componentes.
boasianos, apareció como reacción a los enfoques difu- Este fue también el interés principal de Radcliffe-Brown
sionistas y evolucionistas. quien, al igual que Durkheirn, intentaba explicar la con-
ducta humana sobre la base de consideraciones sociales,
al tiempo que rechazaba las explicaciones basadas en fac-
El funcionalismo británico tores individuales o psicológicos. Malinowski, en cambio,
criticaba este y otros aspectos de la obra de Durkheim,
Bronislaw Malinowski (1884-1942) y A. R. Radcliffe- aunque le reconocía su papel fundamental como creador
Brown (1881-1955) son generalmente considerados como de «uno de los más completos e inspirados sistemas de
los autores de la teoría antropológica conocida con el sociología» (Malinowski 1944: 19). Malinowski subraya-
nombre de funcionalismo. Ambos publicaron sus prime- ' ba la base psicobiológica de la cultura y creía que «cada
tipo de civilización, cada costumbre, cada objeto mate-
1. Otra de las tendencias antropológicas que se desarrollaron a par- rial y cada creencia cumplen una función vital, tienen
tir de Boas y que está ligada al enfoque confíguracional es la escuela una tarea que cumplir, y constituyen una parte indis-
denominada "cultura y personalidad", de la que se hace una expo-
sición en el tomo 111, cap. 1­ pensable del funcionamiento del conjunto» (1926: 132).

104 105
En la obra de Malínowski el término «función» aparece que él llama «la tendencia profunda a crear lazos socia-
cargado de toda una variedad de sentidos según el reque- les mediante el intercambio de dones» (Malinowski 1922).
rimiento que debe satisfacerse. Su significado más común Otro aspecto de este mismo enfoque, puesto de evi-
procede de su idea de que la cultura es un instrumento dencia en sus trabajos etnográficos, es el énfasis que Ma-
que sirve a la satisfacción de las necesidades biológicas linowski ponía en las relaciones de interdependencia exis-
y psicológicas humanas. Malinowski distingue siete ne- tentes entre las diversas partes que constituyen cada cul-
cesidades humanas básicas, que se corresponden con otras tura. Así, para la adecuada comprensión de una costum-
tantas instituciones sociales (Malinowski 1944: 91). (El bre es necesario examinar sus relaciones con los restantes
parentesco, por ejemplo, es la respuesta cultural a la ne- componentes de la cultura a que pertenece. Por ejemplo,
cesidad básica de la reproducción.) Junto a estas necesi- al estudiar el sistema de intercambios de los kula en
dades psicobiológicas básicas, distingue además toda una Argonauts of the Western Pacijic, Malinowski rastrea su
serie de «necesidades derivadas» (tales como la necesi- conexión con otros aspectos de la cultura correspondien-
dad de socializar a los niños según las pautas de su socie- te, como la construcción de canoas o la magia. La idea
dad correspondiente). Creía que todos estos distintos ti- de que todas las partes de una cultura están entretejidas
pos de necesidades recibían una respuesta adecuada en entre sí y de que la cultura es un todo integrado, le llevó
términos culturales. a interesarse por todos los aspectos que la componían.
Cuando se estudia una sociedad desde este punto de Radcliffe-Brown, en cambio, tenía una diferente con-
vista, es el análisis funcional el que determina a qué ne- cepción de la cultura. Desde su punto de vista, la princi-
cesidad concreta o necesidades sirve una determinada pal función de las instituciones sociales era el sosteni-
costumbre. Sobre la base de un análisis de este tipo, Ma- miento de la estructura social, es decir, asegurar la c0-
linowski concluía, por ejemplo, que la función de la ma- hesión de los sistemas vigentes de relaciones sociales:
gia en las sociedades primitivas era ayudar al individuo «La función de la cultura en su conjunto es unir a los
a pechar con sus miedos y ansiedades: «Capacita al hom- seres humanos individuales en el interior de estructu-
bre para realizar confiadamente sus más importantes ta- ras sociales más o menos estables, es decir, establecer
reas, para mantener su ponderación y su integridad men- sistemas de grupos que determinen y regulen las relacio-
tal en medio de las explosiones de ira, y las depresiones nes de los individuos humanos entre sí, proporcionán-
causadas por el odio, el amor no correspondido, la deses- doles una adaptación externa a su entorno, y una adap-
peración y la ansiedad» (Malinowski 1948: 90). El em- tación interna entre los individuos integrantes de dichos
pleo de la noción . .de función en este contexto tiene que sistemas, que hagan posible una vida social ordenada»
ver con la idea malinowskiana de que el intelecto de (Radclíffe-Brown 1931: 62). Su punto de vista recibe ha-
cada individuo contiene lo universal, así como las tenden- bitualmente el nombre de estructural­juncionalista, para
cias e intereses, o las motivaciones innatas a cuya satis- distinguirlo del funcionalismo de Malínowskí. Al igual que
facción se orienta la cultura. Un ejemplo de esto es lo éste, consideraba a la sociedad como sistema integrado;

106 107
pero, desde su punto de vista, cada elemento cultural está en lo que él llamó la estructura social. La definición
jugaba un papel específico en la medida en que estaba de este elemento fue variando en él a lo largo de toda su
gobernado por ciertas «leyes fisiológicas generales», váli- vida, pero, en líneas generales, quería designar con este
das para todas las culturas (Radcliffe-Brown 1929: 40). término a la forma como los individuos y los grupos de
Para él, la meta final de la antropología era el descubri- una sociedad se hallaban organizados y se relacionaban
miento de esas leyes, por referencia a las cuales debe entre sí. Como consecuencia de este particular interés
ser explicado cada elemento cultural (ibidem: 41). Di- suyo, dedicó gran parte de su obra al estudio de los sis-
chas leyes son de carácter sociológico, no psicológico; temas de parentesco, y su influencia en la antropología
pero, una vez descubiertas, deben buscarse también ex- británica (que, con el tiempo, llegó a superar con mucho
plicaciones psicológicas que ayuden a definirlas (Radclif- a la de Malinowski) difundió el interés por los estudios
fe-Brown 1931: 64). de parentesco y por las instituciones legales y familiares
Al igual que Durkheim, Radcliffe-Brown opinaba que de los pueblos primitivos. Abandonó todo interés por el
los deseos de los individuos pueden ser contrarios a las problema de los orígenes culturales (prestando su adhe-
necesidades de la sociedad y tendentes a crear conflictos. sión al punto de vista evolucionista del sociólogo Herbert
Por tanto, resulta imprescindible imponer a los indivi- Spencer ) y consideró a la antropología social como una
duos constricciones externas que les obliguen a adaptar- ciencia natural. El principal método empleado por esta
se a las necesidades sociales. La cultura, por tanto, des- ciencia, según él, era la comparación intercultural, con
de este punto de vista, no responde a las sociedades de vistas a buscar las leyes universalmente válidas que ri-
los individuos, sino que subordina a cada individuo a las gen la vida social. Mediante el descubrimiento de las re.
necesidades de una entidad superior, la sociedad. Repli- gularidades sociales comunes a todas las sociedades y el
cando, por ejemplo, al punto de vista de Malinowski so- establecimiento de sus «causas», Radcliffe-Brown creía
bre la magia, decía Radclíffe-Brown que en Andamán los que era posible llegar a establecer leyes científicas para
tabús del nacimiento no sirven para dar confianza a los predecir y explicar la conducta humana. Las leyes por él
padres. Representan, por el contrario, mecanismos con- formuladas, tales como que «todas las culturas disponen
vencionales para moldear según formas comunes las emo- de sistemas morales», resultan, no obstante, un tanto va-
ciones de los individuos implicados, lo que tiene el efec- gas. Y, mientras que Malínowski intentaba contemplar la
to de generar solidaridad social: « ... es en gran medida cultura según las categorías de sus propios miembros,
mediante la comunicación de alegrías y miedos, median- Radcliffe-Brown buscaba categorías objetivas que pudie-
te lo que he llamado preocupación e interés general por ' ran servir para la comparación ínter-cultural. Su idea
los acontecimientos o las eventualidades individuales, de la primada de las relaciones sociales lo condujo a
como los hombres establecen entre sí lazos asociativos considerar la cultura como un factor secundario y _de-
temporales o permanentes» (Radcliffe-Brown 1939: 149). rivado, cuyo significado resultaba una derivación de las
Para Radcliffe-Brown el fundamento de la sociedad relaciones sociales.

108 109
Tanto Malinowski como Radcliffe-Brown realizaron EL EVOLUCIONISMO DE LESLIE WHITE Y DE AL­
ante todo estudios sincrónicos; es decir, intentaron expli FRED LOUIS KROEBER. Los primeros años de la década
car las culturas observadas en términos de su estado ac- de los treinta vieron renovarse el interés por Ja evolución
tual, sin hacer referencia al pasado. Malinowski, no obs- cultural en la persona de Leslie White (1900-1~4). White
tante, mostró un claro interés por el curso general de la había estudiado ciencias sociales en la Universidad de C0-
historia humana y empleó su conocimiento de la sociedad lumbia y en la New School of Social Research, y en 1927
primitiva para llegar a una comprensión critica de algu- se doctoró en antropología por la Universidad de Chicago,
nos de los problemas de la civilización como, por ejem- 'En 1930 comenzó a impartir clases en la Universidad de
plo, la guerra (cf. Malinowski 1944a). Michigan, donde estableció un importante centro de es-
Radcliffe-Brown consideraba que su trabajo tenía un tudios de antropología. Fue por esta época cuando co-
gran valor práctico; que podía ser útil para la adminis- menzó a elaborar una doctrina de la evolución cultural
tración colonial del Imperio Británico, ya que podía «pro- distinta de la de Margan y Tylor.
porcionar una base científica para el control y educación En sus trabajos sobre la evolución, White se mostra-
de los pueblos nativos» (Radcliffc-Brown l 931: 93). (Para ba sobre todo interesado por el desarrollo de la cultura
una critica del funcionalismo por parte de los actuales universal (la cultura humana en su conjunto), más que
marxistas-estructuralístas, véase tomo IV, cap. l.) por determinadas culturas en concreto. Sus planteamien-
tos con respecto a la evolución cultural, por tanto, no se
aplican a ninguna cultura en concreto. Veía la evolución
de la cultura como algo a la vez progresivo y unidireccio-
ULTIMAS TENDENCIAS DE LA ANTROPOLOGIA nal. «La cultura avanza según un cierto montante de ener-
gía per cápita, se incrementa y se distribuye, o bien se-
gún se incrementa su eficiencia o economía, o los medios
Neocvoludonismo, ecología cultura] y materialismo cul- de controlar esta energía, o ambas cosas a la vez» (White
tural 1959: 56). Veía a la cultura como algo compuesto de
rasgos y racimos de rasgos, cuya finalidad era la de satis-
El particularismo histórico, el configuracionalismo y facer las necesidades corporales y espirituales del hom-
el funcionalismo introdujeron el uso de principios riguro- bre; los rasgos mejor adaptables eran los que sobrevivían
sos en el estudio de la cultura, que llegaron a contrarres- en medio de la competencia cultural. Los fenómenos cul-
tar de manera efectiva los esquemas preconcebidos del ' rurales, por tanto, podían ser considerados de manera
evolucionismo del siglo xrx. Una nueva conceptualización suprabíológica y estudiados de acuerdo con sus propios
de la evolución, no obstante, añadió muy pronto una di principios y leyes (ibidem: 28). «Como orden distinto de
mensión de la que el funcionalismo carecía por completo. fenómenos que es, la cultura requiere una ciencia espe-
cial propia para su estudio e interpretación.» Esta cien-

110 11 t
cia, según White, deberia recibir el nombre de culturo­ jetivos presentes en el enfoque boasiano, y adoptar una
logia (ibidem; 28). La cultura. según él, estaba dividida especie de actitud determinista hacia la vida humana.
además en cuatro tipos de componentes culturales: los Debido al determinismo de la cultura, según él, es posi-
ideológicos, los sociológicos, los sentimentales o actitu- ble llegar a descubrir las leyes y el desarrollo del pro-
dinales, y los tecnológicos (ibidem: 6 ). De ellos, «el factor cesó cultural, pero esto permite, sin embargo, llegar a di-
tecnológico determina, de manera general al menos, la rigirlo de manera consciente (ibidem: 213). Aunque si-
forma y el contenido» de los demás componentes (ibi­ tuando el interés por el estudio de la cultura a un nivel
dem: 19). En realidad, toda organización social está de- puramente contemplativo, White, sin embargo, ayudó a
terminada de manera casi fundamental por el modo como revivir el interés por el análisis de los cambios cultura-
«una sociedad emplea su tecnología particular en los di- les y las transformaciones sociales a gran escala, y atrajo
vessos procesos sustentadores de la vida: la subsistencia, la atención de los estudiosos hacia los efectos del des-
la protección frente a los elementos, la defensa frente a arrollo tecnológico y la organización social en la cultura.
los enemigos, la lucha contra las enfermedades, etc.» (ibi­ White mantuvo con A. L. Kroeber una importante
dem: 19). Puesto que «las instituciones llegan a adquirir polémica sobre la naturaleza de la investigación histórica,
una inercia propia», el cambio social tiende a ir a la zaga que puso de manifiesto muchas de las similitudes y dife-
del cambio tecnológico» (ibidem: 21). rencias en sus respectivos tratamientos de la cultura como
White consideraba que también los demás sectores de entidad supraorgánica. White consideraba a la historia
la cultura se hallaban fuertemente condicionados por la como el estudio de los acontecimientos, en un sentido a
tecnología, si bien en algunos casos podían llegar a obs- la vez temporal y particularizador, mientras que su per-
truir el desarrollo de ésta (ibidem: 27). Creía que la in- sonal objeto de estudio, la evolución, implicaba una con-
fluencia del entorno en la cultura dependía del grado sideración, temporal, sí, pero a la vez generalizadora (Whi-
de desarrollo cultural y resultaba sólo relevante en el te 1959b: 111 ). En su investigación de las leyes evolutivas
estudio de las culturas concretas, por lo que se lo podía del desarrollo cultural, consideraba el desarrollo de la
ignorar al estudiar la cultura de forma generalizada (ibi­ cultura en general como un proceso similar a la evolu-
dem: 51). ción natural de Darwin (íbidem: 125). El motor que im-
La visión que White tenía de la cultura era, por tan- pulsa este proceso, radica en el aparato tecnológico tal
to, determinista: «Es, pues, la cultura la que determina como antes se expresó. Kroeber, por su parte, si bien tra-
la conducta del hombre, y no el hombre el que controla taba también la cultura como un fenómeno supraorgáni-
la cultura» (White 1948: 213). Por otro lado, para él las co -una entidad que obedece a leyes propias, que pueden
instituciones culturales debían ser comprendidas desde ser estudiadas independientemente de sus portadores-,
fuera, contemplándolas de una manera «objetiva» y sin se mostraba en desacuerdo con algunos de los puntos de
adoptar el punto de vista de sus propios participantes. A vista de White. Rechazaba, en concreto, las nociones evo-
este respecto, White intentaba eliminar los elementos sub- lucionistas de White referidas a la dirección del desarro-

112 113
llo cultural, así como sus presupuestos materialistas. afirmación de que la cultura pertenecía a un ámbito dis-
Frente a esto, subrayaba los aspectos ideales de la cultu- tinto al de la naturaleza, Kroeber la estudiaba del mismo
ra, tales como la filosofía de cada civilización, sus estilos modo distanciado con que otros científicos estudian el
artísticos, o su ciencia. Para él, cada actividad tenía suco- reino de la naturaleza.
rrespondiente estilo, «un conjunto de maneras y cualida-
des especificas». Por otro lado, cada estilo seguía una vía JULIAN STEWARD. La obra de Julian H. Steward (l 902-
de desarrollo propia, que mostraba una forma más bien 1972) supone un importan te corte teórico con la corrien-
orgánica que evolucionista. Cada estilo, decía Kroeber, te principal de la antropología boasiana. Steward había
«sucesivamente se forma, se desarrolla, madura, decae y, sido discípulo de A. L. Kroeber y Car] Sauer, un geógra
o bien se disuelve o se atrofia hasta pudrirse, a menos fo interesado por las relaciones entre cultura y entorno.
que haya logrado integrarse antes en otro estilo nuevo» Steward introdujo un enfoque teórico centrado en tomo
(Kroe ber 1951 : 403 ). En cuan to a las causas que daban al concepto de ecología cultural. La ecología cultural es
lugar a todo esto, K.roeber afirmaba que «sabemos muy el estudio de la forma cómo los individuos y los grupos
poco» (ibidem: 403}. Para él, la interpretación de Ja cul- humanos se adaptan a sus condiciones naturales por me-
tura implicaba simplemente una «descripción en térmi- dio de su cultura. A diferencia de Boas, Steward consi-
nos de contenidos» (1946: 96). De ahí que su tarea fuera deraba al entorno natural como un factor de creatividad,
la de determinar los aspectos particulares de cada cultura y no solamente de limitación, con relación a la cultura.
concreta para hacerlos encajar en la totalidad de la cul- El entorno natural, según él, ejerce una presión selectiva
tura. Consideraba, por ejemplo, una tarea legítimamente sobre la cultura, al eliminar aquellos elementos cultura-
científica la de determinar de qué modo el alfabeto se les que resultan menos adaptativos, al proporcionar me-
modificaba al trasladarse de una cultura a otra. El curso nores posibilidades de ejercer un control sobre el entor-
de los acontecimientos que este tipo de análisis descu- no (Steward 1955: 34).
bría, iluminaba el proceso de cambio y la dinámica cultu- Steward comenzó a estudiar este proceso distinguien-
rales (ibidem: 98). Como ya ocurría con White, pues, no do entre lo que él llamaba núcleo cultural y lo que lla-
eran las actividades del grupo de individuos que acepta- maba rasgos secundarios. El núcleo cultural estaba cons-
ban el alfabeto y lo modificaban de acuerdo con sus ne- tituido, según él, por toda aquella constelación de ras-
cesidades lo que resultaba de interés, sino lo que ocurría gos estrechamente relacionados con las actividades econó-
a esa abstracción llamada alfabeto. Kroeber sometía to- micas y de subsistencia. Incluía «las pautas sociales, po-
dos los rasgos de la cultura a un tratamiento similar. In- líticas y religiosas empíricamente destinadas a mantener
cluso los valores eran tratados por él «de manera muy una estrecha conexión con dichos dispositivos» iibidem:
similar a corno las formas características, las cualidades 37). Los rasgos secundarios, en cambio, pueden manifes-
y las capacidades de los animales son tratados en la zoo- tar una gran variedad debido a que no se hallan tan es-
logía comparativa» (Kroeber 1949: 137). A pesar de su trechamente ligados al núcleo, estando, en gran medida,

114 115
determinados por factores puramente histórico-cultura- adecuadamente las diferencias culturales y la adaptación
les. Los cambios culturales, por tanto, son básicamente específica (ibidem: 12). Las teorías de Steward llamaban
el resultado de cambios introducidos en la tecnologia o la atención sobre los procesos materiales que implicaban
en alguno de los restantes dispositivos productivos (ibi­ a seres humanos enfrentados a su entorno y sobre el modo
dem: 37). Steward, por ejemplo, intentaba vincular los en que este enfrentamiento influía en otros aspectos de
rasgos básicos de la «banda patrilineal», compuesta ge- sus culturas respectivas, área, ésta, a la que los boasianos
neralmente por unos cincuenta individuos que subsisten habían prestado escasa atención en sus trabajos de
gracias a la caza y la recogida de frutos silvestres, a estos campo.
cuatro factores:
ULTIMAS TENDENCIAS DE LA ECOLOGIA CULTURAL.
1) Una densidad de población de una persona o menos
A partir de los trabajos de Steward son varios los antro-
por milla cuadrada;
pólogos que han trabajado en su mismo sentido, afinan-
2) un entorno en el que el principal alimento lo consti-
tuye la caza no migratoria; do considerablemente el tipo de aproximación propio de
3) medios de transporte reducidos al acarreo humano; la antropología ecológica, en parte mediante el desarro-
4) la existencia de una exogamia de grupo, hecho psico- llo de conceptos e instrumentos de análisis cada vez más
lógico-cultural que no puede explicarse por la adap- sofisticados (tales como el concepto de contenido energé-
tación a las condiciones locales (ibidem: 135). tico de las actividades productivas y sus resultados), y
en parte mediante la aplicación de conceptos tomados
Steward también se mostraba interesado por la revo- en préstamo de la ecología biológica (estudio de las in-
lución cultural. Pero, a diferencia de los evolucionistas terrelaciones entre los organismos vivientes y sus entor-
unilineares del siglo XIX y de Leslie White, su interés se nos físico y biótico ). Una de las tendencias surgidas en
orientaba a «buscar paralelos de ocurrencia limitada, no este sentido, a la que suele darse el nombre de ecología
de tipo universal» (ibidem: 15). Un ejemplo de este tipo humana, considera los estudios ecológicos como meros
de paralelos, según White, es el que proporcionan lastran- enfoques fructíferos del estudio de la cultura, útiles en
siciones de la sociedad primitiva a la civilización en la cuanto sirven para iluminar cuestiones tales como la
era nuclear de la civilización. Su objetivo era poder de- cuestión de «hasta qué punto las poblaciones tienen ac-
terminar las leyes que gobiernan las regularidades del des- ceso a la energía que puede ser canalizada hacia activi-
arrollo cultural. Hacía referencia a una evolución mul­ dades no productoras de alimentos» (Vayda y Rappaport
tilinear, para distinguir su postura del evolucionismo uní. 1968: 495). En estos casos la cultura es considerada como
linear de teóricos como Leslíe White y V. Gordon Chil-
2 un sistema de adaptación que capacita a los humanos
de que, desde su punto de vista, no conseguían explicar para adecuarse a su entamo, prestándose especial aten-
2. Para un más amplio análisis de estos conceptos,cf. tomo VIII, ción a aspectos tan aparentemente no materiales de la
cap. I.

116 117
cultura como los ciclos rituales, a los que se concede un lo que, a su vez, da lugar a tipos de agrupación social si-
importante papel en la adaptación cultural. milares, que justifican y coordinan sus actividades por
En su trabajo sobre los tsembaga de Nueva Guinea, medio de sistemas similares de valores y creencias» (ibi­
por ejemplo, Rappaport concluye que sus ritos «ayudan dem: 4). En su estrategia de investigación, este princi-
a mantener la productividad de un entorno no muy rico, pio «asigna prioridad al estudio de las condiciones mate-
limitan las luchas a frecuencias que no ponen en peli- riales de la vida sociocultural.. ,» (ibidem: 4). Los facto-
gro el nivel de población, regulan la proporción hombre- res idiosincráticos, sociales e ideacionales, en cambio, no
tierra, distribuyen los excedentes de ganado porcino en deberían ser incluidos a la hora de hacer afirmaciorres so-
forma de carne de cerdo que comparte toda la población bre el desarrollo regular de la cultura, ya que, aunque
del área, y garantizan a los pobladores un alto nivel de pueden llegar a determinar el curso de dicho desarrollo,
dieta proteínica cuando éstos más lo necesitan» (Rappa- los casos en que resultan ciertos son «de corto alcance y
port 1967: 224). El ritual, así considerado, opera como relativamente escasos», pudiendo establecerse mediante
un termostato, controlando la frecuencia de las guerras, cálculo estadístico (ibidem: 659, 668). Al estudiar las cau-
el tamaño de la cabaña porcina, y su uso cuando la ne- sas de la evolución cultural, hay que dar prioridad, según
cesidad de proteínas está en su punto más alto (ibidem: Harrís, a los factores demográficos, tecnológicos, econó-
234). (Para una crítica de la perspectiva ecológica por micos y ambientales (Harris 1969: 199), ya que éstos son
parte de un marxista-estructuralista, ver tomo IV, cap. 1.) en general las fuerzas motoras. En trabajos anteriores,
Harris detalla, con similar estado de ánimo, de qué modo
EL MATERIALISMO CULTURAL. Otro reciente desarro- la conducta humana puede ser segmentada en «bits de
llo teórico es el representado por el materialismo cultu- conducta» (Harris 1964: 36), que pueden ser estudiados
ral de Marvin Harris. Harris preconiza una más comple- como «objetos culturales», mediante el empleo de proce-
ta aplicación de los principios deterministas implícitos dimientos mecánicos que hagan uso de «artilugios natu-
en algunos de los trabajos de Steward, y aboga por una rales de medición» como son alas ojos y los oídos del
reafirmación de «la prioridad metodológica de la investi- observador» (ibídem: 33).
gación de las leyes históricas dentro de las ciencias hu- Tendencias como las aquí expresadas parecen aproxi-
manas» (Harrís 1968: 3). Cree Harris que habría que des- marnos a una ciencia natural de la cultura, a la vez que
arrollar una teoría de la «evolución sociocultural» me- nos alejan de la comprensión de lo que la humanidad
diante principios análogos a la doctrina de la selección realmente es. Es posible que este tipo de relaciones sean
natural de las especies. Este principio metodológico, al inherentes a la naturaleza de las ciencias sociales mis-
que se da el nombre de determinismo tecno­ambienial mas, además de que, probablemente, tales ideas reflejen
(no tecno­economico ), «Sostiene que la aplicación de tec- la creciente auto-objetivación de la civilización occiden-
nologías similares a entornos similares tiende a producir tal y el creciente extrañamiento que ésta experimenta en
disposiciones similares de la producción y la distribución, los últimos años con respecto a su base humana. De ser

118 119
esto así, sin duda, habría que considerar a la historia de Ensayo sobre el don (1924), Marce} Mauss (1872-1950),
la teoría antropológica como una muestra más del. cre- uno de los más distinguidos discípulos de Durkheim, des-
cimiento actual de una patología de la civilización (véase cribía la donación de regalos como un hecho que penetra-
tomo VIII, cap. 2, y para una crítica de la posición de ba cada uno de los aspectos de la vida primitiva. Los
Harris, tomo IV, cap. 1). primitivos intercambian todo lo que tienen y producen:
Describiremos ahora brevemente algunos de los enfo- productos económicos, tecnología, mitos, rituales, orna-
ques teóricos que consideran a las culturas más como mentos, etc. Por eso Mauss consideraba el intercam.bio
sistemas de ideas o sistemas ideacionales que como sis- social como un hecho social. total, esto es, un principio
temas adaptativos. aplicado a todo tipo de relaciones sociales. Este inter-
cambio social fundamental y omnipresente se hallaba go-
bernado por tres tipos de obligaciones: entregar presen-
Estructuralismo, etnociencia, antropología simbólica tes, recibirlos y devolverlos. Mauss, no obstante, no lo-
gró encontrar una explicación satisfactoria a esta ley fun­
El estudio de la cultura como sistema ídeacional co- damental de la vida social. De hecho, para explicarla, se
menzó a partir de la Segunda Guerra Mundial, y encuen vio llevado a postular una fuerza mística, interna a los
tra sus principales practicantes en el estructuralismo, la objetos intercambiados, que buscaba por sí misma la com-
etnociencia y la antropología simbólica. Los dos prime- pensación y el equilibrio (ver tomo IV, cap. 2).
ros enfoques han sido ampliamente influenciados por los Lévi-Strauss clarifica la aportación de Mauss y da una
desarrollos teóricos en el campo de la lingüística. más convincente explicación de ella. La triple obliga-
ción de dar, recibir y devolver, no puede ser explicada
EL ESTRUCTURALISMOFRANCES. El estructuralismo adjudicando a los objetos intercambiados una fuerza in-
es, en gran medida, un retoño de la obra del antropó- trínseca propia. De hecho, el don recibido y el don de-
logo francés Claude Lévi-Strauss ( 1908-). Lévi-Strauss vuelto no son, en la mayoría de los casos, comparables,
contempla a las culturas como sistemas de signos compar- ni por su contenido, ni por su uso, ni por su importan-
tidos, estructurados de acuerdo con principios que gobier- cia práctica. El intercambio de dones es más importante
nan el funcionamiento del intelecto humano que los ge. que los dones mismos. Mediante el intercambio conti-
nera. Toda una serie de influencias teóricas parecen evi- nuado, se crean entre los individuos y los grupos lazos
denciarse en su obra; algunas de ellas proceden de la so- espirituales, que establecen y organizan entre ellos un
ciología de Durkheim, otras de la teoría lingüística de sistema de relaciones de complementaridad. Según Lévi-
Jakobson y Troubetzkoy, otras, finalmente, de la ciberné- Strauss, este sistema de mutuos derechos y deberes re-
tica (Lévi-Strauss, 1962: cap. 6). La influencia más noto- sulta posible gracias a la estructura misma del intelecto
ria es la de la tradición sociológica de Durkheim y, a tra- humano, que funciona percibiendo similitudes y diferen-
vés de ella, la de la filosofía idealista de Kant. En su cias, organizando el universo y resolviendo las contra-

120 121
dicciones que encuentra en él. La novedad del enfoque todos formulados por el lingüista Troubetzkoy. Este rné-
estructural de Lévi-Strauss consiste fundamentalmente en todo propone que:
el acento que pone en las relaciones mismas, antes que
en la naturaleza de los términos (los objetos intercam- 1) Se desplace la atención del estudio de los fenóme-
biados) mediante los cu~les se establecen dichas relacio- nos lingüísticos conscientes al estudio de su infraes-
nes (los objetos constituyen el principal foco de interés tructura inconsciente (la necesidad mental incons-
de lo que Lévi-Strauss llama la antropología empírica). ciente de resolver las contradicciones mediante la re-
Dichas relaciones deben de ser estables para evitar el hun- ciprocidad es un ejemplo de infraestructura mental);
dimiento del sistema, que se funda en un conjunto de 2) analizar las relaciones existentes entre los términos,
constantes relacionales establecidas entre los individuos antes que tratar a éstos como fenómenos indepen-
y grupos que forman el sistema. A este conjunto de cons- dientes;
tantes relacionales, Léví-Strauss le da el nombre de es­ 3) emplear el concepto de sistema y descubrir su estruc-
tructura social (para una ejemplificación concreta, véase tura;
tomo V, cap. 2). 4) intentar descubrir las leyes generales, ya sea por in-
En su primera gran obra, Las estructuras elemento­ ducción o por deducción lógica (Lévi-Strauss 1%3':
les del parentesco (1949), Léví-Strauss aplicó los princi- 31).
pios de la reciprocidad y de la estructura social al estu-
dio de los sistemas de matrimonio y parentesco. Anali- Esta concepción implica que el lenguaje subyacente es
zaba allí la más fundamental y universal de las reglas de una infraestructura inconsciente, compuesta de unidades
Ia cultura, el tabú del incesto, que él consideraba como básicas que se relacionan mediante reglas fonológicas y
el origen de la exogamia (la obligación de encontrar pa- gramaticales, de manera sistemática. Unos pocos fone-
reja fuera del propio grupo social) y de los intercambios mas, por ejemplo, dan cuenta de la estructura completa
matrimoniales. Afirmaba que las reglas de la reciproci- de una lengua, mediante la aplicación de reglas precisas
dad y la exogamia estaban fundadas en la necesidad de (ver tomo II, cap. 2). De manera análoga, todos los sis-
resolver el problema de las mujeres al mismo tiempo de- temas de parentesco se construyen sobre la base de cua-
seadas por cada uno y por todos. Y, puesto que las mu- tro términos de parentesco: hermano, hermana, padre e
jeres no podían ser poseídas por varios individuos a un hijo. Las relaciones de consanguinidad (entre miembros
tiempo, las intercambiaban por las mujeres (hijas o her- de un mismo tronco biológico), de afinidad (entre espo-
manas) de otros. De ahí que la reciprocidad (cualquiera sos), y de descendencia (entre padres e hijos) instituyen
que pueda ser su forma y su contenido) es «la regla su- la estructura básica del parentesco. Lévi-Strauss ha mos-
prema del dom> (Lévi-Strauss 1969: 481). trado que los diversos tipos de parentesco podían apli-
Lévi-Strauss propugnaba en dicho libro que, para es- carse según el tipo de autoridad se hallara establecido
tudiar la cultura, la antropología debía emplear los rné- entre padre e hijo, o entre tío materno y sobrino, etc.

122 123
(ibidem: '40-'51). Igualmente ha podido explicar toda no puede buscarse en lo que a primera vista aparece ante
una serie de sistemas de matrimonio describiendo el tipo e] observador, sino en un nivel más profundo de sentido,
de relaciones establecidas entre grupos. En vez de pro- es decir, no en los hechos mismos, que pueden parecer
poner un tipo concreto de explicación para cada tipo de oscuros y difíciles de entender, sino en las relaciones en-
matrimonio, Lévi-Strauss los ha integrado todos, mostran- tre esos hechos, que son más simples de explicar. (Para
do que no son sino aplicaciones particulares del princi- una más amplia discusión de estos conceptos, ver tomo V,
pio de intercambio. Ha mostrado que entre los diversos cap. 2.)
modelos o posibilidades lógicas, el matrimonio entre pri- De acuerdo, pues, con esta interpretación, las reglas
mos cruzados matrilineales (matrimonio de un varón con de matrimonio no son sino sistemas de relaciones. Y el
la hija del hermano de su madre) es más rico que el ma- estructuralisrno trata este sistema de relaciones como si
trimonio entre primos cruzados patrilineales (matrimo- no fuera sino un caso más de otra serie de sistemas, bus-
nio de un varón con la hija de Ja hermana de su padre). cando la explicación global de todos ellos a nivel de sus
El matrimonio entre primos cruzados matrilineales, de reglas de transformación. Reglas que permiten pasar de
hecho, da lugar a un tipo de intercambio simultáneo in- un sistema a otro.
directo y generalizado, dado que las parejas del ínter- Lévi-Strauss ha aplicado este tipo de análisis no so-
carnbio se haJlan «orientadas de una vez por todas en el lamente al estudio de los sistemas de parentesco, sino
interior de una estructura global abierta». El linaje A también al estudio de los mitos, que resultan explicados
entrega sus hijas al linaje B, y éste a su vez al linaje C, por él de acuerdo con unas pocas infraestructuras in-
hasta cerrar el ciclo. Es decir, cada grupo entrega una conscientes, esto es, en términos de unos pocos elemen-
mujer y recibe a cambio otra, aunque ningún grupo en- tos básicos que se combinan y recombinan entre sí para
trega su pareja al mismo grupo de] que la ha recibido. dar lugar a los fenómenos culturales tal como nosotros
Por el contrario, el matrimonio con primas cruzadas pa- los conocemos. Dichas infraestructuras subyacentes a los
trilíneales no liga entre sí a todos los grupos de la so- fenómenos culturales pueden ser consideradas tan uni-
ciedad, sino sólo a parejas de grupos entre sí, puesto que versales como las estructuras del intelecto~runa de las
en esta forma de matrimonio cada grupo debe devolver, estructuras mentales fundamentales es la tendencia a
en la generación siguiente, una esposa al mismo grupo operar según oposiciones binarias, la tendencia a dicoto-
del que previamente había recibido una; en consecuencia, mizar la realidad según dos categorías polares comple-
este último tipo de matrimonio da lugar a un ciclo de mentarias. Lévi-Strauss atribuye el fenómeno del totemis-
inte.rcarnbios directos, restringidos y consecutivos, que mo al hecho de que los primitivos distinguen a los gru-
no mtegran al conjunto de la sociedad (1963: 122; más pos sociales (segmentos) asociando cada uno de ellos con
extensamente explicado en 1969). Según la interpretación una especie animal, planta o similar. Para pensar de ma-
de Lévi-Strauss, la oposición entre ciclos cortos y largos nera concreta acerca de los diversos grupos sociales, los
de intercambio muestra que la realidad de los fenómenos pueblos primitivos emplean no sólo nombres de anima

124 125
les, sino también pares de nombres- animales pertenecien- que tiene el estudio de las formas primitivas de organi-
tes a la misma especie, tales como águila-halcón, búho- zación es la mayor facilidad que en ellas se encuentra
lechuza, etc. Cada par se compone de animales diferen- de acceder a las estructuras lógicas elaboradas por el pen-
tes, pero los animales de cada par pertenecen a la mis- samiento inconsciente. La estructura prima y «propor-
ma especie. De la misma manera que dos clanes distin- ciona los medios de integrar aquellos factores irraciona-
tos entre sí pueden pertenecer a la misma tribu. De esta les surgidos del azar y de la historia» (1969: 268).
manera, resulta que el totemismo no es sino un lenguaje La búsqueda de las estructuras lógicas subyacentes
concreto que sirve para expresar la integración de los ­ ,a la variedad de la vida cultural reclama un estudio sin-
distintos segmentos sociales. Esto, una vez más, es con- ~1" crónico de las costumbres, es decir, un estudio de su
secuencia de la necesidad que tiene el intelecto humano ~S naturaleza intrínseca, antes de pasar al estudio de !as
de superar y reconciliar las diferencias existentes. «Las \ influencias de elementos externos a ellos que dieron lu-
especies naturales se eligen no porque sean buenas para gar a las transformaciones históricas (estudio diacrónico).
comer, sino porque son buenas para pensar» iibidem «Al mostrar a las instituciones en su proceso de trans-
1967: 89).3 formación, la historia hace posible abstraer la estructura
El estructuralismo ha adoptado la diferencia lingüís- que subyace a las manifestaciones y permanece idéntica
tica entre tangue («lengua») y parole («habla») establcci a través de la sucesión de los acontecimientos» (1%3: 21).
da por Saussure, el lingüista estructuralista suizo. Según A diferencia del estudio histórico, sin embargo, que «Or-
esta distinción, el estudio del lenguaje en tan to que sis- ganiza sus datos en relación con las expresiones conscien-
tema fijo de reglas gramaticales y sintácticas recurrentes tes de la vida social», la antropología «se dedica a exami-
(lengua) difiere del estudio del lenguaje tal como es usa- nar sus fundamentos inconscientes» (ihidem: 18).
do por los hablantes (habla), El problema está en poder Para Lévi-Strauss, la antropología resulta ser, pues.]
determinar la estructura recurrente de la lengua a par- el estudio científico de los subproductos generados por ;
tir de los datos empíricos que proporciona el habla. En • las operaciones inconscientes del intelecto. Las opera-
el caso de la cultura, el problema está en descubrir el ciones mentales, e estructuras, representan para él el sig-
conjunto constante de relaciones existentes entre los ele- nificado real de la cultura. Semejante enfoque evita los
mentos básicos que se manifiestan como fenómenos cul- 'peligros del relativismo, puesto que las distintas cultu-
turales. ras son consideradas como simples subproductos distin-
Desde el punto de vista de Léví-Strauss, la ventaja tos del intelecto, ni mejores ni peores unos que otros. Las
gentes estudiadas son consideradas, de este modo, como
simples generadores de cultura; sus acciones están va-
3. Dimos ya un ejemplo de aplicación del análisis estructural a los
cías de todo otro sentido que no sea el «Sentido» subya-
mitos en I:; Introducción: Una más amplia discusión de la explicación cente que les proporcionan las estructuras universales
estructuralista de los mitos y el totemismo puede encontrarse en el
tomo V, cap. 2, y tomo VIII, cap. l. inconscientes.

126 127
Son objeciones serias a la postcion de Lévi-Strauss," tos se organizan en la cabeza de las personas. Las cul-
pero que no echan por tierra la utilidad metodológica de turas no son fenómenos materiales, sino organizaciones
los instrumentos estructuralistas. Estos han servido para de fenómenos materiales» (Tyler 1969: 3). Para los etno-
explicar una serie de datos relativos a los mitos y a los científicos, el intelecto humano genera cultura por medio
sistemas de parentesco que anteriormente sólo habían de un determinado número de reglas finitas o por medio
recibido pobres interpretaciones (véase tomo V, caps. 1 de la lógica inconsciente; el objetivo de los antropólogos
y 2; y tomo VII, cap. 1). Por cuestionables que puedan es determinar cuáles son estas reglas.
ser los presupuestos estructuralistas sobre la naturaleza La idea de que, por debajo de la diversidad de la cul-
del intelecto humano y el significado último de la cultu- tura, existe un «conjunto de reglas para la construcción
ra, el estructuralísrno sigue siendo un interesante enfo- e interpretación socialmente adecuadas de los distintos
que que puede aportar nuevas luces al estudio de los pro- mensajes» (Frake 1964: 133) se asemeja no poco al tra-
cesos simbólicos de la cultura. bajo de los gramáticos transforrnacionistas, como Chorns-
ky, y su búsqueda de estructuras mentales a priori y uni-
ETNOCIENCIA. En los Estados Unidos, una corriente versales subyacentes al lenguaje (ver tomo II, cap. 2) y
contemporánea relacionada con el cstructuralismo, y que a los estudios sobre cognición transcul tura! llevado a cabo
recibe el nombre de etnociencia, etnosemántica. o «Nue- en psicología. Hay que señalar, igualmente, su estrecho
va etnografía», aparece representada por los trabajos de parecido con la antropología cultural de Lévi-Strauss, pro-
Berlin, Kay, Conklin, Frake, Goodenough, Mctzger, Rom- fundamente influenciado, a su vez, como ya hemos visto,
ney, D'Andrade, y Tyler. Los etnocientíficos consideran la por los más recientes desarrollos de la lingüística.
cultura como un sistema de cogniciones compartidas, o Los antropólogos estructurales están interesados por
un sistema de conocimientos y creencias. En la creación la formulación de las reglas gramaticales que gobiernan
de cultura, atribuyen la primacía al intelecto antes que ~ la totalidad de los intercambios sociales y son válidas
a los factores biológicos o ambientales. Consideran a las para todas las culturas, mientras que [os etnocientíficos
emociones, las acciones, el entorno y demás como elemen- se hallan directamente interesados por la formulación de
tos materiales organizados por el intelecto humano. Cada las reglas gramaticales que rigen cada cultura en con-
cultura concreta es concebida como «un sistema concre- creto. Entendemos la gramática de una lengua cuando
to de percibir y organizar los fenómenos naturales, las podemos enunciar una proposición gramaticalmente co-
cosas, los acontecimientos, la conducta y las emociones» rrecta, es decir, una que pueda ser considerada como
(Gorodenough 1957). «El objeto de estudio no son los fe- correcta por cualquier hablante nativo. De manera simi-
nómenos materiales como tales, sino el modo cómo és- lar, podemos decir que entendemos una cultura desde Ja
perspectiva etnocientffica cuando conocemos las reglas
4. Para toda una serie de objeciones a este respecto, e], Ino Rossi que nos permiten. enuncíar las formas de conducta que
(ed.), The Unconscious in Culture (Nueva York: Dutton 1974), y en
esta misma obra, tomo III, cap. 2. los nativos consideran adecuadas a cada circunstancia.

128 129
No podemos, sin embargo, predecir fo que cada uno dirá co, etc. Al emplear el término sistemas, quieren dar a en­
o hará con el solo conocimiento de la gramática, aunque tender que dichos nombres están organizados de manera
algunos etnocientíficos afirman que esto podría resultar sistemática, mediante un conjunto :fijo de principios or-
posible si, además de las reglas gramaticales, llegáramos ganizativos. En último término, los etnocientíficos espe-
a conocer el contenido informacional preciso para poder ran poder determinar los principios empleados para ge-
hablar o tomar decisiones. nerar cada uno de estos sistemas terminológicos, o domi­
Debido al énfasis que los etnocientíficos ponen en los nios. Suponen que existe un número fijo y limitado de
problemas cognitivos, el estudio de la gramática de cada principios, que son los que todas las culturas emplean
cultura suele consistir en estudiar «la forma de las co- para construir sus sistemas propios, si bien los etnocicn-
sas que los individuos tienen en sus cabezas y sus mo- tíficos, a diferencia de los antropólogos estructuralistas,
delos de percepción, para relacionarlos entre sí y, si es no afirman que dichos principios estén fundados en es-
posible, llegar a integrarlos» (Goodenough 1957: 36). De tructuras mentales subyacentes.
ahí que la tarea fundamental de los etnocientí:ficas sea la En el siguiente capítulo veremos que los etnocientífi-
de descubrir las formas de percepción de los miembros cos han establecido toda una serie de técnicas con las
de cada cultura concreta y el modo como éstos descri- que adquirir, analizar y reconstruir los datos etnográfi-
ben su mundo. Esto es lo gue los antropólogos llaman cos, y daremos también algunos ejemplos de dichas téc-
descripción emic o «interna» de una cultura. nicas.
El punto de vista «externo» consiste en la descripción La etnociencia no ha dejado de tener sus críticos. Uno
de cada cultura concreta, utilizando las categorias de que de ellos se refería a los resultados logrados por esta co-
el antropólogo dispone, a lo que generalmente suele dar- rriente, calificándolos de «asombrosamente pálidos, esté-
se el nombre de descripción etic. (Para una descripción riles y fragmentarios» (Berreman 1966: 350). Otras crí-
más detallada de este punto, véase tomo II, cap. 1.) ticas se han dirigido contra la idea de que los ltems cul-
Los etnocientíficos tienden a centrar su atención en turales (nombres) de los diversos dominios (sistemas ter-
aquellos aspectos de cada cultura que reflejan de forma minológicos) que comprende el sistema cognitivo de cada
más ceñida la concepción que los nativos tienen de su cultura estén organizados de acuerdo con un reducido
entorno, de la naturaleza humana y de la sociedad. Dan número de principios lógicos identificables. Este tipo de
por supuesto que las expresiones lingüísticas y el discur- críticas apuntan al hecho de que existe un gran número
so en general expresan de manera directa los principios de modos alternativos de agrupar hasta los más reducidos
que organizan el intelecto humano. De ahí su dedicación conjuntos de items (Burling 1969: 427). Los partidarios
al estudio de los sistemas terminológicos, o los sistemas de la etnociencia se han defendido de estas críticas di-
de nombres que los miembros de cada cultura emplean ciendo que la mayor parte de las soluciones superfluas
para describir las plantas, colores y animales de su en- (agrupamientos lógicos alternativos) han quedado ya eli-
torno, así como los términos de su sistema de parentes- minados por el investigador de campo que recoge los da-

130 131
tos y que especifica claramente el contexto en que han omitiendo gran parte de las áreas de la experiencia hu-
sido recogidos (Hymes 1964: 116). mana que son de interés para los antropólogos.
Aunque la descripción etnocientífica de la cultura pue-
de llegar a parecer una construcción intelectual falta de LA ANTROPOLOGIA SIMBOLICA. De aparición ligera-
vida, la etnociencia descansa indudablemente sobre firmes · mente más reciente es la corriente conocida como antro-
bases lógicas y epistemológicas. Es cierto que no da cuen- pología simbólica, cuyos más notables representantes en
ta del cambio cultural o de la creatividad humana, pero los Estados Unidos son Clifford Geertz, David Schneider
ello es debido a que considera tales cuestiones fuera de y Víctor Turner. Lo que los antropólogos simbólicos tie-
su campo de intereses. «El análisis formal de la cultura, nen entre sí en común es la concepción de las culturas
como cualquier gramática, tiene que ver sólo con lo pre- como sistemas de símbolos y significados compartidos, si
visible y lo concreto ... el antropólogo cultural sólo puede bien difieren entre sí en su definición de la noción de
interesarse por aquellos acontecimientos que expresan símbolo. La posición de Schneider difiere significativa-
pensamientos subyacentes. Su finalidad es avanzar des- mente de la de Geertz y la de Turner a este respecto.
de la representación material que aparece en primer lu- Schneider define ciertamente la cultura como un sistema
gar hasta las representaciones lógicas que subyacen a los de símbolos y sus significados: « ... cada cultura concre-
acontecimientos» (Tyler 1969: 14). Los etnocientíficos ta ... está formada por un sistema de unidades o partes
pueden atribuir el cambio y el desarrollo culturales a que son definidas de un cierto modo y que se diferencian
factores extraculturales, tales como la biología y la ecolo- entre sí de acuerdo con determinados criterios» (Schneí-
der 1968: 1).
gía humanas. Podría argüirse frente a esto que sólo cuan-
Dichas «unidades» culturales o «constructos» definen
do llegamos a conocer de qué modo Ja biología y la eco­
a la vez el mundo y el sistema de cosas que existen den-
logía actúan sobre la cultura (sea en un sentido limitativo
' tro de él. «En la cultura americana, unidades tales como
o generativo), podemos dar cuenta de la forma específica
'tío', 'ciudad', 'gris' ('deprimido'), 'hombre', 'lunch', la idea
que adopta cada cultura. Pero, si es cierto que «el nexo
de progreso, la esperanza y el arte son unidades cultura-
lógico de los conceptos subyacentes» resulta ser fijo y uni- les» (ibidem: 2). Los constructos culturales tienen una
versal, entonces la dinámica cultural queda fuera del cam- realidad propia que no depende de su existencia objetiva.
po de interés científico de los etnocientíficos. Por esta Así, por ejemplo, a nivel de este tipo de análisis cultural,
razón, la etnocíencia puede dedicarse a estudiar impor- los espíritus de los muertos y los muertos mismos tie-
tantes aspectos de la cultura, pero tiene que ser comple- nen una importancia cultural. Más aún, los constructos
mentada por otros enfoques. De hecho, nos proporciona culturales son independientes de la conducta real y ob-
abundante información sobre la amplitud y complejidad servable (ibidem: 7). En su trabajo sobre el sistema nor-
de los sistemas terminológicos primitivos; pero fuera de teamericano de parentesco, que él califica de «descripción
este ámbito se muestra totalmente falta de adecuación, cultural», Schneider se interesa por las definiciones de las

132 133
unidades y las reglas del parentesco norteamericano, no foque de Schneider no resulta adecuado para estudiar la
por la conducta real y observable de los parientes entre cultura en su conjunto, su preocupación básica por las
sí. Admite que la preocupación por las relaciones exis- unidades y las reglas culturales ayuda al menos a dilu-
tentes entre constructos culturales y conductas reales es cidar el componente cognitivo de la cultura.
perfectamente legítima, pero, puesto que la conducta no No existe dicotomía intelecto-cuerpo en los trabajos
forma parte de la cultura tal como él la concibe, puede de Geertz. Se halla fundamentalmente preocupado por la
permitirse ignorarlas, y de hecho lo hace. acción simbólica, por el uso que los hombres hacen de
El objetivo de Schneider es estudiar la cultura sin los sistemas simbólicos. Considera a la cultura como «un
las perturbaciones que suponen las conductas reales, co- conjunto de mecanismos de control -planes, recetas, re-
mo un sistema coherente de símbolos y significados, para glas, instrucciones-» que guían y ciñen aquellos aspec-
llegar a establecer lo siguiente: tos de la humanidad que se expresan en la cultura (Geertz
1965: 107). Dicha humanidad se encuentra no sólo en las
1) el núcleo simbólico de cada sistema cultural estu propiedades esenciales o estructura de cada cultura en
diado, si existe; concreto, sino también en los diversos tipos de indivi-
2) cómo se relacionan sistemáticamente entre sí Jos sen- duos que existen en el interior de cada una de ellas, lo
tidos de las diversas partes, si tal relación existe; que implica estudiar en detalle las vidas sociales de di-
3) cómo se diferencian y articulan entre sí, como uni- chos individuos (ibidem: 115). En los últimos tiempos,
dades culturales, las diversas partes, si tal es el caso Geertz ha venido tratando la cultura de los pueblos que
(ibidem: 8). estudiaba como «Un conjunto de textos, que forman con-
junto ellos mismos», y que el antropólogo debe interpre-
Al aislar Schncídcr la cultura de las conductas rea- tar como si de textos literarios se tratara (Geertz 1972:
les, y tratarla como un todo específico, lo que hace es de- 29). Dichos textos, sin embargo, incorporan actividades
1
terminar la cultura que estudia sobre la base de lo que sociales cotidianas de gentes que están implicadas en una
los informantes dicen acerca de sus propias vidas. Algu- acción simbólica, y no solamente un sistema ideacional
nos antropólogos arguyen que, de aceptarse la máxima abstracto. Por ejemplo, al aplicar este tipo de enfoque a
de que «no importa lo que la gente dice, sino lo que las peleas de gallos balineses -«una obsesión popular por
hace», habría que relegar los resultados de la antropolo- consumir poder» (ibídem: 5)- Geertz las interpreta como
gía al reino de la incoherencia. En su estudio sobre la «expresión de algo que choca directamente con el modo
cultura del chabolismo ( slums ) norteamericano, Osear de vida de los espectadores, e incluso con su mismo modo
Lewis subraya los peligros de semejante enfoque: «Mu- de ser» (ibidem: 24). Las peleas de gallos reúnen cosas
chos dirán que el matrimonio legal o eclesiástico, o am- tales como el salvajismo animal, el narcisismo masculi-
bos a la vez, son Ja forma ideal de matrimonio; pero po- no, la concurrencia de apuestas y la rivalidad de status,
cos son los que se casan» (Lewis 1968: 8). Si bien el en- ligándolas entre sí mediante un conjunto de reglas que

134 135
expresan los sentimientos destructivos subyacentes a la de finalidad, y tienen un «carácter conativo» (Turner 1%9:
apariencia de tranquilidad con que los balineses han lo- 42), es decir, sirven para orientar la acción.
grado recubrir una sociedad tan jerárquicamente estruc- Turner empieza investigando el significado de los ri-
turada como la suya. La cultura, en este caso, tal como tos por medio de preguntas a los actores. Luego analiza
se representa en las peleas de gallos, aparece dotada de dichos símbolos para ver si puede establecerse alguna re-
un carácter instrumental en el sentido más amplio de la lación formal entre los símbolos mismos, entre los sím-
palabra, ya que no sólo comunica determinados rasgos bolos y sus referentes (lo que éstos representan). Pueden
de su propia cultura a los balineses, sino que sirve ade- entonces descubrirse relaciones estructurales entre los
más para crear y sostener dichos rasgos iibidem: 28). símbolos que componen el conjunto estudiado, o evi-
(Para una más amplia discusión de este punto, cf. tomo denciarse que dichos símbolos funcionan de manera es-
VII, cap. l.) pecífica y limitada, sea para comunicar significados múl-
Turner, por su parte, basa su trabajo fundamental- tiples, para unificar fenómenos dispares, o para conden-
mente en la acción simbólica, y considera a ésta y a los sar ideas múltiples (Turner 1973: 1 ). Un análisis formal
sistemas simbólicos en general como instrumentales en de este tipo aumenta nuestra comprensión del ritual, des-
un sentido amplio, en tanto que están ligados a finalida- de el punto de vista de Turner, si bien no constituye el
des e intereses humanos. Complementariamente, se mues- único modo de descubrir su significado.
tra interesado por el aspecto formal de los símbolos em- Turner aboga por un enfoque interpretativo o herme-
pleados en la acción simbólica. Desde su punto de vista, néutico de la cultura, centrando su atención en el estu-
dicho aspecto formal se añade a nuestra comprensión dio del empleo concreto de símbolos en contextos con-
de la actividad cultural, por más que los propios actuan- cretos y por parte de individuos concretos. Este método
tes sean inconscientes de ello. Si bien éste no constituye de investigación es completamente distinto del de los es-
el único sentido de sus actividades, como pensarían los ; tructuralistas y su interés por las estructuras universales
estructuralistas y los etnocíentíficos. Gran parte de sus o inconscientes del intelecto humano, y distinto también
trabajos están centrados en el empleo de símbolos duran- d~I. inter~s. de los etnocientíficos por los principios cog-
te los procedimientos rituales, sobre todo en sus estudios nitivos básicos. Propugna un enfoque empático de la con-
sobre los ndembu de Zambia Noroccidental. Turner con- ducta humana, planteando, en vez de un conjunto mecá-
cluye que los símbolos empleados y sus relaciones «cons- nico de procedimientos puramente formales, mediante
tituyen, no solamente un conjunto de clasificaciones cog- los cuales la cultura resulta objetivada y diseccionada, la
nitivas para el ordenamiento del universo ndembu, sino necesidad de que el investigador intente captar de mane-
también, lo que incluso es más importante, un conjunto ra imaginativa las actividades en cuestión. Con ello pre-
de artilugios evocadores para hacer surgir, canalizar y tende proporcionar una comprensión de lo que ocurre
domesticar emociones tan poderosas como puedan ser el en determinadas situaciones específicas, antes que una
miedo, el afecto y la pena». Están, así mismo, cargados formulación de relaciones universales, y por lo tanto abs,

136 137
tractas, entre elementos culturales o un conjunto de es- tiempo que creaba las condiciones básicas de su posible
tructuras mentales generativas. El uso de conceptos ana- realización. Se trataba de una preocupación práctica, más
líticos no es en absoluto desechado, pero éstos se con- que académica, que no puede, por tanto, ser entendida
vierten, para Turner, en simples medios auxiliares para separadamente de la crítica a que Marx sometía al capi-
llevar a cabo una labor central de interpretación. (Las talismo, en concreto, y a la civilización, en general. El
aplicaciones concretas del método de Turner serán discu- interés de Marx por la sociedad primitiva echaba sus raí-
tidas en el tomo VII, cap. 2.) ces en la naturaleza misma de esa crítica.
Dicho de una manera simple, la crítica de Marx con-
sideraba que la fuente de las más serias deficiencias de
Antropología dialéctica y crítica la sociedad capitalista estaba en su estructura socioeco-
nómica y, en concreto, en la división de la misma en dos
Ni los evolucionistas, ni los ecologistas, ni los mate- componentes sociales fundamentales -los trabajadores
rialistas mecanicistas comparten este profundo interés y los propietarios- y en las relaciones existentes entre
por los aspectos simbólicos de la cultura, que tampoco, ambos. Marx razonaba que, como consecuencia de una
sin embargo, es compartido por los materialistas de orien- larga serie de procesos históricos, la propiedad comunal
tación humanista y crítica, quienes reaccionan a la vez de la tierra (en la sociedad primitiva) había desaparecido
contra el materialismo mecanicista (es decir, antidialéc- y se había visto sustituida por una situación en la que
tico) y los aspectos mentalistas de la etnociencia y el es- la mayor parte de la sociedad se hallaba separada de la
tructuralismo. en lo que concuerdan con algunos de los tierra (capitalismo moderno), su anterior fuente de sub-
antropólogos simbólicos. sistencia. Para poder sobrevivir, los miembros de la so-
ciedad despojados de la propiedad (los trabajadores) se
EL MATERIALISMO DIALECTICO. Una teoría claramen- 1 veían obligados a trabajar para los miembros de la cla-
te diferenciada del materialismo cultural, pero que a se propietaria, dueña de los medios de producción. En
veces suele confundirse con él, es el materialismo dialéc­ tales circunstancias, los trabajadores se veían compelidos
tico. Esta porción de la tradición marxista tuvo su origen, a intercambiar su fuerza de trabajo a cambio de un pre-
en el pasado siglo, en los trabajos de Karl Marx (1818- cio inferior al valor de su producto. Parte de este bene-
1883) y en los de su amigo y continuo colaborador el in· ficio iba a dar a los propietarios (o «capitalistas») (Marx
dustrialista Friedrich Engels (1820-1895). Se trata de una 1965: 67, orig, 1858). El resultado de este nuevo sistema
tradición compleja que reúne muchas de las principales social era la alienación de los trabajadores, que resultaban
tendencias de la historia intelectual de Europa. Esencial- no sólo separados de los resultados de su trabajo (que
mente crítico y humanista en sus orígenes, su preocupa- pasaba a manos de los propietarios), sino también de
ción básica es dar a luz una visión específica de la liber- sus restantes actividades productivas (al resultar funda-
tad humana que el capitalismo del siglo xrx negaba, al mentalmente condicionados por la separación del fruto

138
de su trabajo), de sus propios compañeros (al verse en- El primer tratamiento importante de la sociedad pri-
frentados entre sí como competidores), y hasta de su mitiva por parte de Marx se encuentra en los borradores
propia humanidad (al ver negada su propia iniciativa). de 1857-1858 (Grundrisse), que le sirvieron como trabajo
Sobreimpuesta a esta estructura socioeconómica se ha- preparatorio de El Capital. En estos escritos Marx semos-
llaba la maquinaria gubernamental, el Estado, que coin- traba fundamentalmente interesado por el estudio de la
cidía con la estratificación clasista de la sociedad en ge- dinámica del cambio social. Después de la publicación de
neral (es decir, con la civilización). Según Marx, el Esta- El Capital, Marx dedicó una buena parte de su tiempo al
do actuaba en nombre de los capitalistas para mantener estudio de la sociedad primitiva (Hobsbawm 1 %4: 49),
el nuevo statu quo social por medio de la policía, el ejér- interés que conservó hasta el fin de sus días, habiendo
cito, los órganos de la educación pública, etc. podido leer a finales de la década de los setenta los datos
El interés de Marx por la sociedad primitiva se fun- de primera mano aportados por Morgan. El resultado de
da en el hecho de que en ésta no se daba el hecho de la sus trabajos en este campo durante todos estos años
alienación ni el aparato político del Estado. Podía obser- puede encontrarse en los Ethnological Notebooks (e Cua-
varse subordinación, pero no alienación, mecanismos de dernos etnológicos»," publicados por Krader. Tras la
control social, pero no Estado. En consecuencia, creía muerte de Marx, Engels utilizó las notas de Marx sobre
Marx, a partir del estudio de los pueblos primitivos re- Morgan (contenidas en los Notebooks) para escribir Los
sultaba posible profundizar nuestro conocimiento de las orígenes de la familia, la propiedad privada y el Estado
posibilidades humanas y la naturaleza y la extensión de (1884).
las deformaciones sufridas por el hombre bajo el capita- Tal como aparece recogida en los Grundrisse, la visión
lismo. Marx compartía este mismo interés con importan- que Marx tenía de la evolución cultural era dialéctica,
tes pensadores sociales anteriores a él, y fundamental- y no mecanicista o unilincar. Señala allí una reducida se-
mente con Rousseau. Como consecuencia de las exigen- ' rie de estadios culturales, pero no todas las sociedades
cias adquisitivas y competitivas del moderno capitalismo, tienen necesariamente que recorrer en su evolución di-
la humanidad (según Marx) se había convertido en gran chos estadios. El estadio «asiático», por ejemplo, no evo-
medida en un conjunto de reflejos económicos --el «hom- luciona hacia otro nuevo, sino que pasa simplemente por
bre económico»-, una humanidad disminuida que con una serie de fases cíclicas o repetitivas. Los mecanismos
frecuencia, y erróneamente, era tomada por la humani- del cambio social, tal como Marx los describe, son varia.
dad en general. Marx estaba especialmente interesado en dos, complejos y contingentes; incluyen, entre otras cosas,
estudiar de qué modo la sociedad se había desarrollado
desde sus formas primitivas hasta las formas capitalistas 5. No existe traducción inglesa de estos cuadernos, pero puede
. encontrarse la edición del original realizada por Krader, acompañada
contemporáneas suyas, así como por los cambios evolu- de una amplia y valiosa introducción (N. del T.: una parte de estas
tivos que ligaban entre sí a los diversos tipos de sociedad notas y trabajos preparatorios. pueden encontrarse en castellano en la
edición preparada por M. Godelier: El moda de producción asiático
civilizada. [Córdoba; Eudecor 1966]).

140 141
la guera.. la conquista, la superpoblación, la concentra- dad de que un cambio revolucionarjo tuviera lugar en
ción de riquezas, y los conflictos entre los distintos estra- este sentido. Puesto que el objetivo" de· sus estudios era
tos sociales. En todos los casos, los medios de produc- la transformación revolucionaria de la sociedad, resulta-
ción (las fuerzas materiales de producción) y las relacio- ba imposible separar de él la teoría de la acción: el pen-
nes de producción (la organización social correspondien- samiento debía ser informado por el esfuerzo práctico,
te a esos medios) ejercen una importante influencia so- y viceversa. Este es otro punto que marca una fundamen-
bre el resto del edificio social. Dicha influencia varia de tal distancia con respecto al materialismo cultural, y al
un estadio a otro, no obstante. En Los orígenes ... de En- positivismo en general. La unidad de la teoría y la prác-
gels, podemos leer, por ejemplo, que en los niveles infe- tica se relaciona con la idea de Marx de que el método de
riores del desarrollo tecnológico «el orden social aparece investigación es en si mismo dialéctico, esto es, que re-
dominado por los grupos de parentesco» (Engels 1884: 6). presenta un diálogo con otro sujeto, más que una des-
El enfoque general que Marx imprime a todos estos cripción distanciada de las acciones de un objeto natu-
problemas implica su teoría del materialismo dialéctico. ral, y que el tipo de comprensión y conocimiento adqui-
En esta teoría los actores humanos aparecen respondien- ridos en ese proceso se relaciona de manera directa con
do a su entorno social y natural, no de una manera me- los intereses y los puntos de vista del investigador,
cánica o totalmente determinista, como ocurre en el ma­ El pensamiento de Marx se manifestaba corno dialéc-
terialismo cultural o mecanicista, sino de una manera tico también en otro importante aspecto. A partir del
creativa, produciendo siempre resultados nuevos e impre- gigantesco incremento de las capacidades productivas de
decibles. Dicha respuesta, sin embargo, no carece del todo la sociedad capitalista y la extensión de ciertas potencia-
de constricciones, sino que se encuentra mediada por las lidades humanas, Marx previó la posibilidad y trabajó por
características culturales de cada grupo concreto, que son, la realización de un nuevo orden social en el que la li-
a su vez, producto de su historia. «Los hombres hacen f bertad y la fraternidad de la sociedad primitiva quedaran
su propia historia -dice Marx-, pero no la hacen a su combinadas con una tecnología productiva capaz de eli-
entera voluntad, o en circunstancias elegidas por ellos minar la escasez material. Lo cual representaba una sín-
mismos, sino que la hacen en circunstancias previamente tesis dialéctica del presente y el pasado, que debía ser
dadas, que les han sido legadas por las generaciones an- realizada mediante la transformación revolucionaria de
teriores» (Marx 1963: 15; orig.: 1852). Los humanos son la sociedad, la abolición de las clases sociales y la propie-
un producto de la naturaleza. y se hallan limitados por dad comunal (de nuevo) de los medios de producción.
ella, pero, al mismo tiempo, son capaces de transformarla El trabajo etnológico de Marx, sin embargo, quedó
de acuerdo con sus propios planes. Pueden tomar con- detenido en un estadio rudimentario, y su compleción
ciencia de su propia situación y, al hacerlo, adquirir la sigue siendo, aún hoy, un desiderátum. Los posteriores
desarrollos de su pensamiento no han dejado de tener
posibilidad de llegar a cambiarla. Marx mismo basó sus
esperanzas para el futuro de la humanidad en la posibili- un carácter complejo y controvertido. Dos líneas princi-

142 143
pales pueden distinguirse dentro de ellos. Una que podría- este respecto, por parte de Íos-primeros boasianos, pue-
mos denominar «dialéctico-crítica» y otra a la que cabría de encontrarse en la distinción efectuada por Sapir entre
calificar como «positivista». De ellas, la última ha pa- cultura genuina y cultura espúrea. Decía Sapir con res­
sado a ser, de forma general aunque no exclusiva, patri- pecto a lo que él llamaba cultura genuina:
monio específico del marxismo soviético, y representa la
Las principales actividades del individuo deben sa-
supresión de la dimensión crítica y emancipatoria del
tisfacer sus impulsos creativos y emocionales, deben
pensamiento de Marx, en favor de una teoría y una me- constituir siempre algo más que meros medios adap-
todología plenamente adaptadas a las exigencias de una tados a un fin. La gran falacia cultural del industrialis-
burocracia directamente interesad.a por el control social. mo, tal como ha venido desarrollándose hasta nuestro
La tradición crítico-dialéctica, en cambio, conserva los siglo, es que, al habilitar de continuo máquinas para
intereses básicamente humanistas del pensamiento de nuestro uso, no ha podido evitar habilitar a la mayor
parte de la humanidad para el uso de las máquinas.
Marx. En Francia, en concreto, se ha intentado llevar a (Sapir 1924: 41 l.)
cabo una combinación del marxismo crítico con el es­
tructuralismo, con vistas a desarrollar una etnología pro- Semejantes observaciones proporcionan una base para
piamente marxista (Cf. Terray 1972; Godelíer 1972). En la crítica de la civilización, a partir de su comparación
cuanto a Estados Unidos, ha emergido en los últimos años con la cultura primitiva. En los últimos tiempos este
dentro del campo de la disciplina antropológica una an- aspecto crítico de la antropología se ha convertido en el
tropología dialéctico-crítica, que tiene como principal ór- punto focal de un cada vez mayor número de antropó-
gano de expresión la revista Dialectical Anthropology. logos. Algunos han combinado este interés con el obje-
tivo de una transformación revolucionaria de la socie-
LA ANTROPOLOGIA DIALECTICO--CRITICA. La antropo- dad. Y, al hacer esto, han vuelto a reinsertar a la antro-
logía académica heredó de la Ilustración europea una pología en la tradición iniciada por Rousseau y Marx.
importante (aunque actualmente bastante disminuida) ac- 'Podríamos aplicar a esta corriente antropológica el cali-
titud crítica hacia la propia sociedad, surgida de su com- ficativo de «dialéctico-crítica».Stanley Diamond, fundador
paración con las sociedades primitivas. Quedó esto bien de la revista Dialectical Anthropology y uno de los prin-
de manifiesto en las observaciones de Tylor acerca de cipales exponentes de este tipo de antropología, toma su
la inexistencia de policías en las sociedades primitivas, punto de arranque en la herencia marxiana de una «visión
por ejemplo, y en el aprecio de Margan por la libertad y implícita y explícita de la humanidad, un método de aná-
la fraternidad que podían observarse entre las gentes y lisis refinado y fructífero, un catálogo de intuiciones SO·
los clanes primitivos. También puede mencionarse el re- cíales, un profundo sentido de la historia, el marco de
conocimiento de los admirables logros conseguidos por una antropología y una finalidad revolucionaria» (Dia-
la música primitiva, que Boas no dejó de señalar, y otros mond 1979: 5). La antropología dialéctico-crítica intenta
muchos ejemplos. Tal vez la afirmación más explícita a explicar, tan completamente como sea posible, y a tra-

144 145
vés de la perspectiva de las sociedades primitivas, defi- CONCLUSION
ciencias de Ja sociedad tales como «la 'compleja' división
del trabajo, la expropiación de la plusvalía y de los me- Hemos descrito lo que creemos ser las principales
dios de producción concomitantes, el control burocrá- corrientes teóricas del pensamiento antropológico, desde
tico, el sistema de clases, la apropiación de los artistas sus primeros tanteos en Jos comienzos de la civilización.
y los artesanos por parte de las clases dominantes, eI ais- Después de los impresionantes logros alcanzados por los
lamiento estructural de la persona como un objeto más griegos, Ja especulación antropológica entró en un largo
del Estado (y el consiguiente aumento de la masificación), período de apatía, del que sólo se despertaría a principios
la sustitución de los códigos legales por la moral social, de la Ilustración europea, pasando a convertirse en una
los esfuerzos por evitar, antes que celebrar, los sentidos parte fundamental de los esfuerzos prácticos entonces co-
trágicos y cómicos de la vida cotidiana, etc.» (ibidem: 2). menzados por cambiar la sociedad de acuerdo con un plan
Dicha antropología «insiste tenazmente en sacar a la luz racional. Los conocimientos antropológicos fueron em-
las necesidades, posibilidades e imperativos revoluciona- pleados en este momento a la vez como base de la crítica
rios de las razas humanas» (ibidem: 5). La posición dis- de la sociedad existente y como justificación de ella.
tanciada y libre de valoraciones propia del positivismo se En la segunda mitad del siglo xrx la antropología co-
ve rechazada en favor de un intento de valorización com- menzó a entrar en la Academia, en cuyo ámbito las dimen-
parativa, que aparece combinada con la reafirrnación de siones a la vez prácticas y críticas de la Ilustración que-
otra herencia de la Ilustración, cuya vigencia se había daron considerablemente atenuados. La antropología co-
perdido con la entrada de la antropología en la academia: menzó a cargarse de espíritu positivo, dedicándose a bus-
«la unidad teórico-instrumental del pensamiento y la ac- car las leyes del desarrollo cultural o las relaciones in-
ción» (Diamond 1964: xxiii), variantes entre elementos culturales. Al mismo tiempo,
Y, puesto que la base de comparación implica el des. •los aspectos prácticos y críticos del pensamiento social
arrollo de la conciencia social por parte de los actores, seguían siendo en gran parte cultivados por la tradición
semejante enfoque exige una observación participante y marxista extra-académica, que actuaba como una influ-
empática. «El estudio del aparato encuentra su signifi- yente corriente subterránea de la antropología académica.
cado básico en el intento de comprender la conciencia so- En los últimos tiempos podemos distinguir en el cam-
cial que a la vez refleja y crea. De otro modo, el estudio po de la antropología dos posiciones dominantes: una, la
del hombre deja de ser tal, para convertirse en el estudio materialista, que acentúa los factores materiales de la
de las formas ideológicas, sociales, económicas o técnicas, vida cultural; la otra, la menralista, que subraya los as-
una especie de física social» (ibídem: xv). pectos mentales o ideacionales de la cultura. Con escasas
excepciones, sin embargo, ambas corrientes coinciden en
su común tendencia a rechazar o dejar de lado el sentido
humano que la cultura tiene para sus mismos actores.

146 147
Esto resulta bastante claro en autores materialistas como pasan de largo sobre los problemas más urgentes del vivir
Harris o White. Harris, en particular, propone una an- cotidiano; son no pocos los antropólogos que sienten que
tropología que en poco se diferencia del behaviorismo (cf. la antropología corre el peligro de osificarse en un esté-
especialmente Harris 1964, passim). Y, en cierto modo, es ril academicismo que no para de interrogarse sobre pro-
también cierto para la etnociencia y el estructuralisrno. La blemas desprovistos de todo significado social, y en modo
etnociencia está fundamentalmente preocupada por la di- alguno se preocupa por la cada vez más profunda crisis
lucidación de las categorías inconscientes del pensamien- de nuestra civilización. No deja, pues, de tener funda-
to, antes que por los sentidos subjetivamente percibidos. mental importancia el hecho de que las perspecívas teó-
Y, al igual que los etnocientíficos, los estructuralistas ricas y los enfoques metodológicos se multipliquen incl-
buscan sacar a la luz las estructuras mentales inconscien- diendo cada vez más en las cuestiones prácticas, en bien
tes que, según ellos, subyacen a todas las culturas (ins- de la disciplina. De este modo la antropología podrá se-
critas, según algunos de ellos, a nivel cerebral incluso). guir ayudándonos a encarar de manera constructiva la
A este respecto, resultan poco menos materialistas que actual crisis civílizatoria que, como todas las crisis cícli-
los mismos materialistas culturales. En los últimos tiem- cas que componen la existencia humana, estimulará sin
pos, no obstante, se han llevado a cabo intentos de inte- duda la aparición de nuevos descubrimientos tecnológi-
grar las perspectivas marxistas y ecologistas con las pers- cos y dará lugar a una nueva revitalización cultural.
pectivas etnocientíficas y estructuralistas, liberando a la
antropología estructural de sus más gratuitos presupues-
tos mentalistas.
El estudio de los aspectos conativos y simbólicos de
la cultura ciertamente arroja luz sobre importantes face-
tas de la cultura, lo que resulta claramente evidente cuan-
do se consigue integrar las perspectivas estructuralistas
con las perspectivas marxistas y ecologistas. No obstante,
ni el análisis etno-ecológico (esto es, la acentuación del
entorno perceptual o cognitizado) ni la perspectiva mar-
xista-estructuralista (que Godelier ejemplifica al final del
tomo IV, cap. 2) [pueden pretender abarcar todos y cada
¡ uno de los variados problemas y enfoques que han ido
/ enriqueciendo a la antropología a lo largo de toda la his-
toria de la disciplina. En los últimos tiempos, un crecien-
te sentimiento de descontento ha ido invadiendo la dis-
ciplina, sobre todo con relación a aquellas posiciones que

148 149
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154 155
Capítulo 11

Métodos antropológicos

TEORIA Y METODO

Los antropólogos de hoy día pueden elegir entre estu-


diar una sociedad cazadora y recolectora como los bos-
quimanos Rung, un grupo de indios de cualquier reserva
norteamericana, o los habitantes de cualquier barrio obre
ro de una gran ciudad. Pueden decidir estudiar a una de-
terminada cultura en su totalidad, o sólo algunos aspectos
específicos de la misma. Con todo, la base del enfoque
antropológico debe ser siempre el estudio de uno o más
grupos locales de población, es decir, el estudio de los
grupos humanos en el contexto concreto en que viven
Cualquiera que sea el objeto de investigación elegido, la
orientación teórica del investigador influirá siempre am-
pliamente en las cuestiones planteadas y el tipo de res-
puestas que éstas reciban. Incluso cuando el aspecto
subrayado es el puramente descriptivo, las cuestiones
planteadas, los datos recogidos (objeto), y la organiza-
ción de estos datos (método) dependerán siempre de la
previa intelección de la cultura y de los conceptos em
pleados para describirla (teoría).

157
Los estudios de campo y las estudios comparativos toleran las desviaciones con respecto a las normas de
son los dos métodos básicos empleados por los antropó- conducta y el modo como tratan dichas desviaciones.
logos. Con el término «método» queremos designar los Los antropólogos deben informarse, asimismo, sobre
principios que rigen la selección del objeto de estudio, variables tales como los sexos, las clases de edad y las
la formación de los conceptos adecuados y las hipótesis, clases sociales de la cultura que estudian. Ya que, por
es decir, la recopilación y selección de Jos datos. Con el ejemplo, en una sociedad estratificada las diferencias en-
término «técnicas» queremos dar a en tender los proce- tre individuos, según las clases a que pertenecen, pueden
dimientos operativos de los que el antropólogo se vale llegar a ser considerables.
para recopilar y analizar los datos, como pueden ser los La intelección y descripción de la vida social y cul-
cuestionarios, los tests psicológicos; los sistemas de mues- tural conseguidas de este modo podrán servir igualmente
treo, etc. a otros antropólogos como base de comparación con otras
culturas. Si su orientación teórica es dialéctica y crítica,
los antropólogos se mostrarán interesados por el conoci
ETNOGRAFJA Y ETNOLOGIA miento sobre su propia suciedad que dicha comparación
les proporciona y en qué medida aumenta las posibili-
La primera tarea que tienen ante sí los antropólogos dades de cambiarla. Semejante intencionalidad se halla
es la de la familiarizarse ellos mismos con la cultura, y íntimamente ligada a cuestiones tales como la negación
especialmente con el aspecto concreto que van a estu y la expresión de las potencialidades humanas, las res-
diar, Esto implica averiguar todo cuanto se requiere para tricciones innecesarias de la libertad humana, la calidad
convertirse en un miembro plenamente adecuado al fun- de vida que cada cultura permite, las tensiones que se
,-~ionamicnto de dicha cultura., Los etnógrafos intentan generan en el interior de cada sociedad y cuestiones por
·/describir aquellos aspectos de la conducta que son más el estilo. Los juicios de valor y las valoraciones, así como
/ o menos comunes y habituales al grupo o a un sigriifi- el reconocimiento de que e\ objeto de estudio es equi-
L_cativo segmento de él. La comprensión de esta conducta valente a otro sujeto, y que la descripción de dicho su-
requerirá necesariamente averiguar los motivos y razo- jeto no es independiente del observador (y se convierte
nes que la fundan. A este respecto, los antropólogos de- en un objeto inadecuado cuando es tratado como un ob
ben distinguir claramente entre lo que la gente dice y jeto natural o cosa), constituyen condiciones sine qua
lo que en realidad hace, así como aquello que afirman non de un enfoque como éste. Si, en cambio, la orienta-
que debería hacerse. Actuar de otro modo daría como ción teórica es positivista, el enfoque será significativa-
resultado una errónea descripción de la conducta huma· mente diferente. Los juicios de valor serán inmediata-
na. Una intelección más profunda de la cultura consi- mente eliminados y el objeto de estudio sed encarado
derada podrá conseguirse mediante el estudio de la me- como si se tratara de algo por completo independiente
dida en que los individuos y grupos que la componen del observador. La información de este modo obtenida

158 159
suele calificarse a veces de «Objetiva». En cierto sentido, METODOS DE CAMPO
el objeto de los antropólogos en este caso es el de com-
portarse como si no fueran más que sofisticados ínstru Una vez seleccionada el área que desean estudiar, los
mentas de recogida de datos programados para hacer antropólogos empiezan a documentarse sobre ella, ut.ili
preguntas y recoger de manera fidedigna las respuestas. zando toda la literatura disponible sobre dicha área, e
Uno de los objetivos de este tipo de actuación es el de intentando dominar en la medida de lo posible el len-
clasificar los datos en categorías que, una vez compara- guaje coloquial en ella hablado. Para facilitar el apren-
das con los datos similares procedentes de otras cultu- dizaje y la recogida de datos en la lengua nativa, los
ras, posibilitarán el establecimiento de correlaciones sig- antropólogos necesitan tener algunos conocimientos de
nificativas entre determinados rasgos. El presupuesto lingüística de campo.
puesto en juego en este caso es que dichas correlaciones Además de esto, deben conseguir fondos, material sa-
podrán ayudar a enunciar las leyes del desarrollo de la nitario, medios de transporte y equipo de campo, así
cultura o las relaciones invariantes que pueden estable- como obtener permiso del gobierno local, y a veces del
cerse entre determinados aspectos concretos de la cultura. propio, para poder llevar a cabo la investigación de cam-
Una vez recogidos los datos, da comienzo la fase teo po. Finalmente, deberán trasladarse al área escogida para
rética (etnológica) de la antropología. Esta fase del tra- entrar en contacto con sus habitantes, compartiendo con
-bajo es fundamentalmente comparativa, cotejando ·en- ellos al máximo sus condiciones cotidianas de vida.
tonces los antropólogos los datos que han podido reunir
del estudio de la cultura que mejor conocen con otras
culturas. Si los antropólogos tienen una orientación crí- La observación participante
tica y dialéctica, se interesarán sobre todo por la luz que
dicha comparación arroja sobre su propia cultura y por Generalmente, existen dos tipos de estrategias para
el modo en que pueden ayudar a cambiarla. Si su ten- recoger información de campo. La primera de ellas es
dencia es positivista, en cambio, intentarán comparar es solicitar dicha información de determinados miembros de
tos datos con los procedentes de otras culturas, esperan- la comunidad a estudiar, que voluntariamente se presten
do poder establecer de este modo la existencia de corre- a proporcionarla. Tales individuos reciben el nombre de
laciones significativas entre determinados rasgos, es de- informantes. El segundo tipo de estrategia consiste en
cir, esperando poder establecer relaciones universales que participar en la vida normal de la comunidad, observan-
puedan llegar a permitir la formulación de leyes gene- do las actividades cotidianas de la gente que en ella vive,
rales de la cultura. y obteniendo una visión desde dentro de la situación
(observación participante). Con la expresión «visión des-
de dentro» queremos dar a entender una comprensión
de las razones y el significado psicológico de las cos-

160 161
6. - TllOIÚA DI! U. cut TURA
tumbres y prácticas, tal como Jos mismos individuos y cer c,o,n los indi~iduos que se intenta estudiar el tipo de:
grupos estudiados las entienden. Para cumplir plenamen- relación necesana para conseguir una información fiable.
te sus objetivos, el antropólogo debe ser aceptado por la En consecuencia, se necesitan al menos dieciocho meses
gente estudiada para poder establecer un trato normal sobre el terreno para poder observar de manera adecua-
con ellos, parecido al de cualquier otro miembro de la da un ciclo anual completo.
misma comunidad. Ello será posible en la medida en
que se den una serie de factores, el primero de los cua-
les y el más importante es la actitud que los miembros Las entrevistas con los informantes
de la comunidad a estudiar adopten ante, el extraño. Si
se niegan a permitirle participar en su vida comunitaria, Con frecuencia los investigadores de campo obtienen
no quedará otra salida que resignarse al trabajo intensivo su información entrevistando a informantes cualificados
con un reducido número de informantes. Con todo, y aun de la comunidad que quieren estudiar. Es posible que la
si el antropólogo resulta aceptado como un miembro más observación participante suponga un desperdicio de tiem-
de la comunidad, toda una serie de factores subsidiarios po Y esfuerzos, sin por esto verse recompensados con
vendrán a impedir su plena integración, factores tales materiales de interés. Así, por ejemplo, hay acontccimien
como la exposición a enfermedades nuevas para él, la tos que ocurren solamente en determinados momentos
fatiga, las plagas de insectos, la apariencia física del an del año, s?n. infrecuentes, u ocurren al mismo tiempo
tropólogo (edad, sexo, raza, preñez, etc.), y toda otra serie pero en distintos lugares. Los informantes pueden en-
de problemas de orden físico y psicológico, principal· tonces proveer información acerca de estas cuestiones.
mente. Este puede ser también el único medio de obtener infor-
También puede verse limitada la participación si al mación sobre modos de vida que dejaron de existir o cam-
antropólogo se le asigna dentro de la comunidad un papel biaron en gran medida antes de la llegada de los antro-
excesivamente estrecho o especializado que le impida ad- pólogos. Una buena parte de la información disponible
quirir una visión de conjunto de la sociedad en la que sobre las culturas ya desaparecidas de América fue obte
se ha integrado. En ocasiones los miembros de la comu- nida de esta manera.
nidad pueden intentar reducir el grado de participación Las entrevistas pueden ir desde la simple conversa-
del intruso, siendo lo mejor en estos casos abandonar la ción informal hasta largas sesiones sistemáticas, por las
comunidad durante un corto período de tiempo. que tal vez incluso haya que pagar a los informantes.
Un año entre la gente sometida a estudio es el míni- La toma de notas puede, sin embargo, llegar a interrum-
mo tiempo considerado correcto para conseguir una ade- pir el flujo normal de Ia conversación o inhibir al infor-
cuada descripción etnográfica, que incluya un ciclo com- mante. Y similares efectos puede producir la grabación
pleto ritual y agrícola, al menos. En general, no obstante, Si no es posible tomar notas durante la sesión, éstas de
se precisan como mínimo seis meses para poder estable- ben tomarse inmediatamente después de terminada ésta

162 163
La calidad de la información obtenida de este modo que son éstos los que más probabilidades tienen de ofre-
depende de toda una serie de circunstancias. Una de ellas cer una información de primera mano. La observación
es el conseguir establecer con los informantes un.as rela· participante revela, además, el papel de cada informante
ciones que permitan a éstos sentirse cómodos y les faci- en las distintas actividades de la comunidad, cuáles son
liten una conversación sin trabas. El buen conocimiento sus limitaciones, y de qué modo los detalles que refieren
de la persona del informante, y el grado de confianza pueden estar distorsionados por su posición concreta en
que puede merecer, son también factores muy impor- medio del acontecer comunitario.
tantes. Según avanzan en su tarea de recopilación de datos,
Allí donde sea posible, los antropólogos deben utili- los investigadores de campo van organizando y analizan
zar diversos tipos de informantes, para poder comparar do el material reunido para ver de qué modo se relaciona
entre sí sus relatos, y obtener distintos puntos de vista con los problemas teóricos inicialmente planteados, y qué
nativos sobre los mismos temas. Las referencias propor- nuevas cuestiones pueden plantearse a partir de él. Puede
cionadas por éstos deben ser también verificadas en su suceder, por ejemplo, que la raíz de las diferencias étni-
coherencia interna. Los investigadores de campo pueden cas se encuentre en determinados estratos socioeconómi-
también intentar conseguir informantes de edades, sexo, cos de la sociedad considerada, lo que, caso de demos-
castas y ocupaciones diversas que determinen su vida trarse éste un área de interés, puede orientar la atención
hasta el punto de variar su perspectiva sobre la sociedad de la investigación hacia dichos estratos, llevando a for-
en que viven. De hecho, los antropólogos del sexo mas- mular nuevas hipótesis sobre los hechos observados, que
culino se encuentran generalmente con dificultades a la conduzcan hacia nuevas investigaciones para ser verifica
hora de reunir información sobre las subculturas feme- das. Este tipo de análisis es igualmente necesario cuan-
ninas o las actividades propias de las mujeres. Y las mu- do se trata de descubrir perspectivas diversas e incluso
jeres antropólogo se encuentran generalmente con las discrepancias entre las referencias de los distintos obser-
mismas dificultades por el lado opuesto. vantes. Los etnógrafos pueden llegar a pasar hasta una
Las entrevistas combinadas con la observación parti- semana analizando los datos recogidos a lo largo de tres.
cipante tienen evidentes ventajas; al ser ellos mismos tes- El progreso cíclico de la descripción etnográfica y del
tigos de los acontecimientos, los antropólogos pueden análisis teórico (etnológico) garantiza un crecimiento acu-
contrastar mejor las relaciones de sus informantes acer mulativo del proceso de investigación.
ca de estos mismos acontecimientos, o tienen la posibi-
lidad de complementar tales relaciones con su propia
observación. Mediante la observación participante, pue- Técnicas tradicionales de campo
den, asimismo, averiguar qué tipo de individuos son los
más directamente implicados en las actividades cotidia- Para reunir y archivar de manera adecuada la gran
nas, pudiendo entonces solicitarlos como informantes, ya cantidad de datos a que se ven enfrentados, los antropó-

164 165
lagos han ideado, o tomado de otras disciplinas, toda una En lo que respecta a los mapas, los investigadores
serie de técnicas de campo. Todo antropólogo debe estar deberán tomar nota de la distribución física de la comu-
familiarizado con todas estas técnicas, aunque general nidad en estudio, los límites de las propiedades, la loca-
mente se empleen sólo unas pocas de ellas para cada es- lización de las viviendas y otros lugares frecuentados por
tudio concreto. los habitantes (mercados, templos, etc.). Deberán deter-
minar igualmente la localización de los grupos residencia-
NOTAS DE CAMPO. Los etnógrafos llevan un archivo les, sean éstos grupos étnicos, familias, clanes, clases o
continuamente puesto al día de todas sus experiencias en castas, etc., si tal es la distribución de los habitantes.
la investigación de campo., Al principio es aconsejable Deben tomarse además notas sobre las pautas de interac
conservar tantas observaciones como sea posible, ya que ción con respecto a estos lugares: dónde, cómo, y en qué
datos que inicialmente puedan parecer irr=Jzvantes pue- condiciones dichos grupos entran en contacto. A partir
den adquirir posteriormente importancia; las primeras de todos estos datos puede trazarse un mapa de la locali-
impresiones recibidas al tomar contacto con la cultura zación física de la comunidad y su región. Este tipo de
que se estudia pueden resultar luego muy reveladoras. recogida de datos permite a los antropólogos tomar con-
Pasado algún tiempo, los investigadores están ya en con- ciencia de la existencia de grupos o subdivisiones dentro
díciones- de distinguir aquellos datos que 1 .. or se adap- de la comunidad que estudian.
tan a los propósitos de su investigación. Estrechamente ligada a esta actividad se halla la reali-
En las notas deben incluirse tanto el lugar como el zación de censos. Los antropólogos deben intentar esta-
momento de las observaciones, así como la gente que se blecer una lista de todas las unidades familiares y sus
hallaba presente en ellos. Es aconsejable abordar la in- respectivos miembros, yendo de casa en casa. En algunos
terpretación del material cuando éste está aún fresco, de casos, los archivos locales, tales como los de las autori-
forma que resulte posible distinguir desde un primer dades municipales, religiosas o escolares, pueden resultar
momento la observación de la interpretación. Una vez se de utilidad, dado que proporcionan información adicional
ha avanzado ya lo suficiente en el conocimiento de la sobre los lugares de nacimiento y las ocupaciones de los
cultura, van apareciendo nuevas interpretaciones, cada habitantes de cada vivienda.
vez más ajustadas, del material recogido.
METODO GENEALOGICO. Una de las cosas que los in-
CONFECCION DE MAPAS Y CENSOS. Generalmente, los vestigadores de campo necesitan saber sobre la comuni-
etnógrafos suelen comenzar su labor de campo recogien dad que estudian es la distribución de las redes fami-
do datos de aquellos individuos que se muestran menos liares: qué individuos están emparentados entre sí y cuá-
contrarios a proporcionarles datos. Esto implica, desde les son los lazos concretos de parentesco que mantienen
un primer momento, la confección de mapas y de censos, entre sí los miembros de la comunidad que se estudia,
aunque sean provisionales. así como los términos empleados para designar tales

166 167
vínculos. Una vez conocidas estas redes, los etnógrafos na los medios para establecer las comparaciones entre
pueden establecer el sistema concreto de parentesco, y la líneas de descendencia y para comprobar la fidelidad de
terminología correspondiente empleada por los miembros las relaciones proporcionadas por cada informante. Los
de la comunidad para clasificar a sus parientes. Esta in- miembros de más edad de cada población son general-
formación es fundamental para comprender las redes so- mente las mejores fuentes de información a este rsepecto,
ciales y económicas que ligan entre sí a los miembros de ya que los miembros más jóvenes generalnente no sue-
la comunidad. Consecuentemente, los etnógrafos deben len preocuparse por sus genealogías. Suelei: existir- igual-
estar suficientemente avezados en los estudios de paren- mente en cada comunidad especialistas en la materia,
tesco. Esta información no es generalmente de naturaleza con quienes es preciso entrar en contacto para recabar
sensible, por lo que puede incluso ser adquirida antes de información.
establecer los primeros contactos con los informantes. El conocimiento de la terminología de parentesco pue-
En 1910, W. H. Rivers ideó un procedimiento para de ampliarse preguntando a los informantes los términos
anotar este tipo de información, al que dio el nombre de que habría que aplicar a los miembros de cada una de
método genealógico. Los investigadores preguntan a cada sus genealogías y, a su vez, los que cada uno de estos
uno de sus informantes por su genealogía o árbol fami- miembros le aplicaría a él; también suele ser útil esta-
liar, inquiriéndoles los siguientes datos: nombre de los blecer una lista de los individuos a los que el informante
padres reales del informante; nombres de sus hijos, por aplica un mismo término de parentesco.
orden de edades, y los matrimonios y frutos de cada uno Una vez obtenida la red de parentescos, ésta puede
de ellos; nombres de los padres de su madre y los nom- emplearse para prospeccionar los derechos de propiedad
bres de sus hijos, con los correspondientes matrimonios (qué cosa pertenece a quién), las obligaciones de vario
y descendientes de cada uno de ellos. Deben también tipo, las reglas de residencia y matrimonio, la sucesión
comprobar si la comunidad en que viven permite más de de determinados oficios hereditarios, y demás reglas y
una esposa o marido, y si hubo también matrimonios costumbres que rigen en la comunidad.
anteriores. Mediante la recogida de esta información se
obtienen los descendientes tan to de la línea masculina BIOGRAFIAS ( «Lífe Stor'ies» ). Los antropólogos alternan
como de la femenina. Los descendientes de cada una de las entrevistas con sus informantes con la recolección de
estas líneas deben recogerse en hojas separadas, anotan datos biográficos de un selecto número de informantes
do las referencias con respecto a las otras hojas entre que generalmente suelen ser los que más coherentemente
los descendientes de cada línea. pueden dar cuenta de sus propias vidas.
Los investigadores deben, así mismo, recoger cuanta Una gran cantidad de información llega a reunirse de
información puedan sobre la situación social de Jos miem- este modo, ya que lo descrito por el informante es la se-
bros de cada genealogía. La superposición de los árboles cuencia de acontecimientos que configuran su biografía,
genealógicos de cada uno de los informantes proporcio- y ello proporciona al etnógrafo un vívido retrato del

168 169
desarrollo característico de la vida de un individuo den- contacto eón gran cantidad de gente y les proporciona
tro de una sociedad concreta. Puesto que la pertenencia un conocimiento práctico de los tipos de gente que com-
a una comunidad es una de-las características del desarro ponen la comunidad estudiada. Dicho conocimiento pue-
llo humano, el relato ·de estas secuencias individuales de ser muy útil a la hora de. seleccionar a los informantes
provee una gran cantidad de información acerca de la y a la hora de tomar decisiones sobre el modo de actuar
sociedad a que estos individuos pertenecen. Nos mues- con ellos. Otra ventaja de este métod~ es que no requiere
tran lo mejor y lo peor de las vidas de estas gentes, al un profundo conocimiento de la lengua de la comunidad.
contemplar cómo describen su propio pasado, cómo ana- Posteriormente, los antropólogos pueden verificar la in
lizan su presente y qué piensan de su futuro. Lo que los formación así conseguida con la conseguida mediante en-
individuos piensan de su futuro puede proporcionar va- trevistas intensivas.
liosas instantáneas de la sociedad considerada. Por ejem- Con todo, la adquisición de este tipo de información
plo, una sociedad caracterizada por la existencia de una no deja de tener sus dificultades. A veces los antropólo-
profunda brecha entre el presente y el futuro de sus gos pueden encontrarse con que la gente se niega a con-
miembros, exhibe en éstos un general sentido de decep testar a cuestiones aparentemente inocuas. Esto puede
ción y fracaso. Según Robert Redfíeld (1960), entre los ocurrir, por ejemplo, allí donde los individuos pueden
pueblos primitivos esta brecha no suele ser muy grande, temer que este tipo de preguntas sirvan para que las
comparada con la que se observa en las sociedades civi- autoridades locales conozcan a través de ellas sus ingre-
lizadas. Los relatos de sus vidas hechos por miembros sos, con propósitos de exacción de impuestos.
jóvenes y viejos de una sociedad pueden revelar los im-
portantes cambios que han tenido lugar en ella. Los in- TECNICAS PROYECTIVAS. Las técnicas proyectivas son
dividuos más viejos pueden, por ejemplo, haber pasado tipos de tests psicológicos empleados con informantes in
por períodos de extrema escasez e inseguridad económi- dividuales para descubrir aspectos ocultos de su perso-
ca, que los jóvenes no han tenido que conocer. Semejan nalidad. Los informantes reciben dibujos especialmente
tes diferencias en la experiencia vital de los individuos realizados y dotados de significados ambiguos, pregun-
dan sin duda lugar a diferencias de visión y de actitud tándoseles entonces qué significan para ellos. Puesto que
que los investigadores de campo serían por completo in- los dibujos son ambiguos, los encuestados deben usar su
capaces de comprender sin disponer de esta información. imaginación para describir lo que ellos creen que signi-
Un.o de los más serios inconvenientes de este método fican, proyectando de este modo o revelando, al hacerlo,
es que los individuos que quieran participar en él puedan una parte de su personalidad. El presupuesto que subyace
resultar atípicos de su sociedad y proporcionen, por tan· a este tipo de técnicas es el de que los aspectos de la
to, una visión no típica de su propia cultura, una visión personalidad así revelados son típicos de los individuos
que no dé cuenta de los rasgos básicos de dicha sociedad. que componen la comunidad estudiada. Así, por ejemplo,
El trabajo genealógico pone a los antropólogos en pueden revelar que dichos individuos son, por término

170 171
medio, más agresivos que los norteamericanos de clase do por Henry Murray y sus colaboradores en la década
media de su misma edad y sexo. Con todo, para llevar a de los treinta. El test de Murray está compuesto por veinte
cabo este tipo de estudios lo mejor es incluir un psicó- dibujos que contienen diversos tipos de escenas, como
logo al equipo que realiza el estudio de campo. De otro una mujer con un niño, una mujer con un joven, un niño
modo, los resultados de los tests proyectivos pueden re pequeño mirando a un violín, y otras escenas similares.
sultar superficiales, cuando no erróneos. Dichos dibujos son presentados a los informantes uno
Existen toda una serie de técnicas proyectivas, algu- tras otro, pidiéndoseles que describan la escena conte-
nas de las cuales han sido tomadas en préstamo de la nida en ellos: qué es lo que está ocurriendo, cómo se
psicología clínica y otras han sido desarrolladas por los llegó hasta allí, y qué va a ocurrir luego. A partir de las
mismos antropólogos. Los más conocidos son los tests respuestas, se establecen inferencias sobre los rasgos de
Rorschach de manchas de tinta y los tests de apercep- la personalidad del encuestado, tales como sentimientos
ción temática (TAT). de inseguridad, agresividad, etc.
El test Rorschach fue desarrollado por el psiquiatra
suizo del mismo nombre a finales de Ja Primera Guerra ENCUESTAS Y CUESTIONARIOS. Las encuestas y cues ·
Mundial. Los dibujos que lo componen. son diez manchas tíonarios son empleados por los investigadores cuando
de tinta simétricas, cinco de las cuales incluyen colores, desean realizar un informe de población, es decir, cuan-
mientras las otras cinco son uniformes, de color gris o do desean conseguir datos de amplios grupos de pobla-
negro. Dichos dibujos se pasan al sujeto de estudio en ción. La encuesta consiste simplemente en una serie de
un orden fijo, siéndole preguntado qué le parece que cuestiones que los investigadores plantean a cada una de
significan. Las respuestas son analizadas en términos de las personas entrevistadas. El tiempo empleado con cada
«locación» (si la respuesta se refiere a toda )"'. mancha una de ellas depende del número de preguntas, y puede
o sólo a una parte de ellas), «determinación» (si la res- variar desde unos pocos minutos hasta una hora. Las pre-
puesta implica forma, color o movimiento de una parte guntas están diseñadas para conseguir información deta-
o toda la figura) y, finalmente, «contenido». La parte de llada sobre cuestiones tales como edad, sexo, lazos de
«contenido» hace referencia a si las manchas son inter- parentesco, educación, status marital, etc., de las per
pretadas en términos de figuras humanas, naturales, ani sanas encuestadas. Cuando se ha reunido un número
males, etc. Se anotan también las similitudes de respues- suficiente de individuos encuestados, se aplica un análisis
ta entre diversos individuos. Los resultados de los tests estadístico a las respuestas obtenidas para establecer re-
son luego traducidos a características de la personalidad sultados sobre la población en general.
por medio de reglas de conversión desarrolladas a partir Los cuestionarios difieren de las encuestas en que los
de los estudios realizados con grupos de población euro- entrevistados no responden a las preguntas directamente,
peos y norteamericanos. sino en impresos preparados al efecto. Los cuestionarios
El Test de Apercepción Temática (TAT) fue desarrolla- son útiles para obtener información general acerca de una

172 173
sociedad, y pueden proporcionar una buena base para ma de prueba psicológica; mostrando a los indlviduu1
preparar programas de encuesta. Este tipo de técnica sue- estudiados la película tomada de ellos, y observando IUI
le utilizarse sólo en aquellos casos en los que se preten- reacciones.
den estudios a gran escala y contando con un buen equi-
po de investigadores. Y, puesto que la información en
detalle obtenida es escasa o nula, su aplicación sólo es Procedimientos de campo de la nueva etnografía
válida para obtener información sobre cuestiones muy
determinadas. Anteriormente hemos analizado el concepto de cultu-
ra propio de la «etnociencia» y los objetivos generales de
ESTUDIOS DE CASOS (eCase Studies»), Los estudios de dicha corriente teórica. Su modo de abordar la cultura
casos son empleados por los antropólogos cuando inten- se halla profundamente influido por ideas tornadas del
tan investigar conjuntos de acontecimientos de pequeña campo de la lingüística, de modo que tiende a considerar
escala o muy específicos, que pueden ser considerados a aquélla como un mero sistema cognitivo, es decir, un
como ejemplares. Puede tratarse, por ejemplo, de estu- sistema de ideas y creencias. Los seguidores de esta co-
diar la relación entre paciente y doctor, o entre e! doctor rriente de pensamiento subrayan el hecho de que sus
y la familia del paciente, cuando ésta también está im- métodos y procedimientos de investigación son precisos,
plicada. En este tipo de estudios, el tiempo y el lugar estandarizados y públicos, por lo que sirven para elevar
del caso son también importantes. El estudio de casos los niveles del trabajo etnográfico. En primer lugar, )
legales es el tipo más común. Los investigadores de cam- debido a su precisión, sus resultados son siempre más
po adoptan este método cuando están en condiciones de concretos. En segundo lugar, y puesto que son públicos
observar una gran serie de casos de este tipo y creen que y están pautados o estandarizados, pueden ser repetidos
la observación de primera mano y en profundidad no por otros investigadores que quieran comprobar los re
puede obtenerse de otro modo. sultados. Todo lo cual contrasta claramente con el ante-
rior tipo de trabajo etnográfico, que hada escasa o nula
FOTOGRAFIA. La fotografía es utilizada en antropología mención de la forma como obtenía sus datos. Por otro
tanto en cuanto que instrumento de observación corno lado, los nuevos etnógrafos esperan que, al proporcionar
en tanto que artilugio educativo. En la investigación etno- una exacta descripción de los puntos de vista de la gente
gráfica puede usarse, por ejemplo, para la conf ccción de estudiada, queden eliminadas las distorsiones etnocéntri-
mapas, para realizar inventarios rápidos del mobiliario y cas introducidas por los puntos de vista del etnógrafo
utensilios de las casas, y para documentar acontecirnien mismo.
tos tales como danzas, ritos, festivales, que resultaría En teoría, los etnocientífícos se muestran interesados
difícil describir adecuadamente de otro modo. En algu- por la cultura en su conjunto (al menos, tal como ellos
nos casos la fotografía se ha utilizado también como for- la definen). Sin embargo, tienden a tratar sólo aquellos

174 175
aspectos de la cultura que mejor pueden adaptarse a formante se desarrollaría más o menos en los siguientes
los métodos por ellos empleados, tales como sistemas ter- términos:
minológicos y vocabularios de parentesco, sistemas de
colores, clasificaciones botánicas nativas, etc. Esto los ha P. ¿Qué es esto?
conducido a acentuar fuertemente el campo de la semán- R. Es una cerda.
tica, en la forma como la gente ordena y dispone los P. ¿Y eso es también una cerda?
R. No, eso es un verraco.
elementos significativos de sus vidas. Están fundamental
P. ¿Es el verraco una especie de cerda?
mente preocupados por «el modo como los demás pue-
R. No, el verraco es un tipo de animal doméstico.
blos 'nombran' las 'cosas' de su entorno y cómo dichos
P. ¿Es la cerda un tipo de animal doméstico?
nombres se organizan en grnpos cada vez más amplios ...
R. Sí. (Ibidem.)
La facultad de imponer nombre a las cosas es considera-
da como uno de los principales métodos de imponer or-
De este modo, el investigador llega a descubrir que
den a la percepción» (Tyler 1969: 6).
las cerdas y los verracos se hallan agrupados en una mis-
De manera bastante natural, este enfoque se ha visto
ma clase de items que recibe el nombre de «animal do-
llevado a desarrollar un considerable interés por el len-
méstico». Actuando de este modo, pueden llegar a des-
guaje de los individuos y grupos estudiados. El lenguaje cubrirse qué tipo de items pertenecen a esta misma clase
se convierte así, para los etnocíentíficos, a la vez en objeto
y cuáles no (por ejemplo los osos, las serpientes, etc.).
de investigación y método de descubrimiento. Para estu Dicha clasificación puede ser aún sometida a ulterior
<liar los sistemas lingüísticos de clasificación, los etno- análisis, descubriendo así cuáles son las subclases que
científicos se han dotado de una serie de técnicas de cam- componen la clase «animal doméstico». Tomemos, por
po y conceptos tomados de la lingüística, la teoría de ejemplo, la clase de items que en castellano suelen agru-
sistemas y la matemática finita. parse bajo el térrnir • o «mobiliario». En el léxico de la
·----una de las técnicas empleadas por ellos en sus inves- etnociencia dicha área de interés suele recibir el nombre
tigaciones de campo es la denominada contestación con­ de «dominio semántico». Los dominios semánticos se
i
1 trolada ( «controlled eliciting» ), que emplea «marcos ora componen de elementos (palabras o morfemas) de simi-
! cionales» tomados del lenguaje mismo del grupo estu- lar significado: términos de parentesco, de color, de ani-
j diado. El objetivo expreso de este método es «capacitar males domésticos, etc. En el caso del «mobiliario» pode-
1
al etnógrafo para comportarse lingüísticamente de una mos dividir el campo en sus elementos integrantes : sí-
1, manera adecuada a la cultura que estudia, lo que implica llas, sofás, escritorios, mesas, etc. Algunos de estos ele-
1
el empleo de preguntas lingüísticamente correctas que mentos pueden aún dividirse en otros subelementos: poi
hagan referencia a conceptos significativos de dicha cul- ejemplo, las mesas pueden desglosarse en varios sub-
\ tura» (ibidem: 12). Según esto, la entrevista con un in- tipos : mesas de despacho, mesas de comedor, mesitas de
\.
176 177
centro, etc. El resultado de este proceso de análisis puede do» y «conjunto de contrastes» (Kay 1969), además de
tabularse de la siguiente forma: los diversos tipos de técnicas de campo que se agrupan
bajo los nombres de «contestación controlada» y «análi-
TABLA 2.1. TAXONOMIA DE «MOBILIARIO» sis formal», todos los cuales configuran el instrumental
mobiliario metodológico de la nueva etnografía. Como podría espe-
rarse de la aplicación de tan altamente logificado instru-
Inclusión silla, sofá, es- mesa mental de análisis, los resultados de los trabajos de cam·
critorio
po etnocientíficos generalmente presentan la forma de un
f----------'-- )"
contraste gráfico producido por un computador digital. Para los
etnocientfficos, sin embargo, el estrechamiento que en sus
mesa de mesa de
pared comedor trabajos sufre la descripción de cada cultura tiene la ven-
taja de conseguir un aumento en el rigor.
Cuando los elementos de un determinado campo que-
dan dispuestos como ocurre con Ja mesa, se dice que
forman una t axonomia. Las partes integrantes de una Explicaciones «emic» y «etic»
taxonomía se organizan según dos principios: 1) items
situados al mismo nivel mantienen entre sí relaciones de Además de los nuevos y rigurosos procedimientos de
contraste (una silla nu es lo mismo que un sofá, un es· investigación, la nueva etnografía difiere de la antigua en
criterio no es Jo mismo que una mesa, etc.): 2) Jos it ems lo que actualmente suelen llamarse enfoques «crnic» y
situados a distintos niveles mantienen entre sí relaciones «etic» de la conducta cultural. El lingüista Kenneth Pike
de inclusión (una mesa de pared es un tipo de mesa, mien- derivó los conceptos de «ernic» y «ctic» de los dos nive-
tras que una mesa es un tipo de mobiliario). Puede aún les de análisis -fonológico (phonemic) y fonético (phon-
aplicarse un análisis ulterior para distinguir estos it ems etic)­ aplicados en el área fonética de la lingüística. La
entre sí, distinguiendo, por ejemplo, cuáles son los com­ fonología trata de los sonidos que distinguen sentidos
ponentes u rasgos significativos que subyacen a la taxo- para el hablante, mientras que la fonética estudia los so-
nomía de la clase «mobiliario», y cómo se organizan en- nidos vocales que el hablante emplea. En inglés, por ejem
tre sí. plo, la t de «IOp» (cima) y Ja de «srop» (alto} son fonéti-
Los etnocientíficos emplean toda una serie de concep- camente diferentes (son diferentes sonidos, producidos
tos descriptivos que describen adecuadamente de qué de forma diferente; el primero es aspirado y el segundo
modo los iiems de cada dominio semántico se ordenan no). Para un hablante inglés, sin embargo, la diferencia
entre sí y pueden ser representados. Los términos más entre ambos no es significativa (su sustitución no cam-
frecuentemente usados en la Ji teratura ctnocientífica son biaría el sentido), por lo que se dice que representan el
«paradigma», «clave», «árbol». «dimensión de significa- mismo fonema t. En algunas lenguas, en chino por ejem-

178 179
plo, dicha diferencia resulta, sin embargo, significativa, hacerse siempre en términos de unidades 'ernic'» (ibí­
por lo que el hablante debe aprender a distinguir entre dem: 38).
las formas aspiradas y las no aspiradas para poder dis- Este modo de acentuar la importancia del punto de
cernir los significados. La importancia que esto tiene ra vista «ernic», o «desde dentro», no es en sí mismo nuevo.
dica en la clara diferencia que existe entre el tipo de des- Ya en 1922, .por ejemplo, Malinowski afirmaba que «la
cripción fonética y el tipo de descripción fonológica. La meta final que un etnógrafo nunca debe perder de vista
descripción fonética puede considerarse como un tipo es, en pocas palabras, la de capturar el punto de vista de
de descripción hecha por un observador exterior con pro- los nativos, su relación con la vida, descubriendo cuál es
pósitos comparativos, pero del todo carente de significa- su visión de su mundo». El tipo de descripciones etno
do para los hablantes nativos. La descripción fonológica, gráficas dejadas por Malínowski difiere, sin embargo, no-
en cambio, específica aquellas unidades de sonido que tablemente de las que producen los nuevos etnógrafos.
son significativas (que producen diferencias de sentido) Y otro tanto ocurre con el programa «ernic» inscrito en
para el hablante nativo. Pike (1967) aplica esta distin- la recomendación de Boas de recoger literalmente los
ción al estudio de la cultura en general, empleando para textos proporcionados por los informantes nativos, para
distinguir estos dos diferentes tipos de enfoque los sufi preservar la expresión nativa de la información, a la vez
jos ­emic y ­etic. Define, así, el punto de vista «etic» que su punto de vista. Ya que, para llegar a comprender
como el que resulta «del estudio de la conducta desde el de manera cabal los pensamientos de un pueblo, «todos
exterior de un sistema concreto, y como aproximación los análisis de su experiencia deben estar basados en sus
esencialmente inicial a un sistema extraño. El punto de conceptos y no en los nuestros» (Boas 1943), en lo que
vista 'ernic', en cambio, es el resultado de estudiar la Boas muestra una estrecha afinidad con la nueva etno-
conducta como desde el interior del sistema considera- grafía.
do» (ibidem: 37). Lo que la nueva etnografía ha hecho es presentar en
«La organización 'etic' de un esquema mundial ínter- claro contraste la descripción «etic» con relación a la
cultural puede ser construida po,· el analista. La estruc «ernic», desarrollando al mismo tiempo procedimientos
tura 'emic' de cada sistema particular, en cambio, debe adecuados a esta nueva concepción de la cultura.
ser descubierta» (ibídem: 38). «Dos unidades son dife-
rentes desde un punto de vista 'etíc' cuando los instru-
mentos de medición demuestran que lo son. Las mismas LOS METODOS COMPARATIVOS
unidades, sin embargo, sólo pueden resultar distintas des-
de un punto de vista 'emic' cuando producen reacciones El análisis comparativo se emplea a todos los niveles
diferentes en gentes situadas en el interior del sistema del trabajo antropológico. Al nivel más elemental, por
considerado» (ibidem: 37). ejemplo, los investigadores de campo de una determina-
«El análisis final o representación, no obstante, debe da cultura comparan entre sí las actividades de sus miern-

180 181
. ¡

bros para determinar lo que tienen o no tienen en común. quien indicó que el presupuesto básico de los evolucio-
La meta Y objetivos de la comparación, sin embargo, nistas, el de que los mismos efectos culturales se corres-
pueden variar considerablemente. ponden siempre con idénticas causas, era empíricamente
insostenible: «Un mismo fenómeno puede desarrollarse
de muy diversas formas» (Boas 1896: 903). Algunos cla-
El método comparativo de los primeros evolucionistas
nes totémicos, por ejemplo, se han formado por la fu-
El «método compartivo» gozó de gran favor entre los sión de pequeñas tribus, y otros por la fragmentación de
evolucionistas del siglo XlX. Fue en realidad un intento tribus en crecimiento. En lugar del encasillamiento a prio
de demostrar sus tesis de que todas las culturas evolu ri de los fenómenos, Boas abogaba por la investigación
cionaban siguiendo idénticos estadios culturales. Partía, intensiva de los fenómenos culturales particulares, para
sin embargo, del supuesto de que las sociedades primi- establecer la comparación a partir de ellos. «Debemos
tivas contemporáneas de los evolucionistas representaban exigir que las causas a partir de las cuales se desarro-
estadios específicos del desarrollo cultural, que podían llaron sean investigadas y que las comparaciones se li-
~er ordenados de acuerdo con un esquema continuo que miten a aquellos fenómenos que han demostrado ser
iba de lo «más bajo» a lo «más alto». El esquema era realmente efecto de idénticas causas» (ibídem: 904). An-
al mismo tiempo temporal, de modo que se consideraba tes que animarlos a comenzar por las hipótesis, Boas
que las formas más elevadas habían aparecido cronoló- recomendaba a los antropólogos investigar simplemente
gicamente más tarde que las más primitivas (cf. cap. 1 de la historia de los fenómenos culturales en cada cultura
es~e mismo tomo, y tomo VIII, cap. 1). Se suponía, asi- concreta, determinando «los procesos que en cada caso
mismo, que las sociedades primitivas eran Jos estadios concreto condujeron al desarrollo de determinadas cos-
primitivos del desarrollo cultural de la civilización de tumbres» (ibidem : 907). Estas investigaciones implicaban
Occidente, y uno de los objetivos que se planteaba la ciertamente la comparación, pero no se hallaban teñidas
comparación entre estadios era el de reconstruir el su- de presupuestos evolucionistas. Para los boasianos las
puesto desarrollo de los diversos fenómenos culturales de únicas comparaciones legítimas eran las que se estable
la civilización occidental. Detrás de esta idea se ocultaba cían una vez concretados los procesos históricos.
el intento de descubrir y enunciar las leyes del desarrollo
cultural.
Los primeros métodos correlacionales

La reacción boasiana Otra forma temprana de comparatismo fue la intro-


ducida por Tylor en su ponencia 011 a Method o/ Investi­
Este método y sus presupuestos teóricos fueron so gating the Development of Institutions Applied to the
metidos a una devastadora crítica por parte de Boas, Laws of Marriage and Descent (Sobre el método de inves-
182 183
tigación del desarrollo de las instituciones aplicado a las ciones de difusión, así como la dirección de la difusión.
leyes del matrimonio y la descendencia), leída en la con-
vención de 1889 del Royal Anthropological Institute. En
este trabajo intentaba mostrar, comparando una serie de Métodos comparativos intercultnrales recientes
sociedades diferentes, que existe un alto número de corre·
ladones (o «concomitancias», como él las llamaba) entre La reactivación del interés por el método compara-
determinados rasgos observables en ellas y, en concreto, tivo intercultural, tal como fue empleado por Tylor, se
entre la evitación de la suegra y determinadas costum- debe en gran parte a los trabajos de Murdock, creador
bres. Esta situación le sugería a Tyíor la existencia de de los «Ficheros de relaciones humanas de área» (en in
algún tipo de conexión contingente. Sir Francis Galton, glés: «Human Relatíon Area Files» o HRAF), inventario
presidente del Instituto, planteó un.a objeción al método de datos culturales tomados de un amplio muestreo de
de Tylor, que desde entonces se ha conocido como el sociedades y ordenados de modo que la consecución de
«Problema de Galton», problema que aún sigue plantean- información adecuada para establecer comparaciones in-
do dificultades a quienes realizan análisis interculturales terculturales quedara ampliamente facilitada. Murdock es
de este tipo. Galton señalaba que, puesto que los rasgos también autor del libro Social Structure («La estructura
a menudo se extienden por difusión, no hay forma de social») (1949), que constituye una de las mejores aplica-
asegurar que los rasgos correlativos corresponden a ejem- ciones de su método. En él propone toda una serie de
plos independientes, siendo; tal vez, resultado de présta- generalizaciones que relacionan entre sí las instituciones
mos o migraciones. De ahí el número de casos indepen de parentesco y otros aspectos de la organización social.
dientes cuya frecuencia de correlación es puesta en cues- Su método es nomotético en intensión, y está orientado
tión. Si, por ejemplo, el estudio de diez sociedades dis- a descubrir relaciones invariantes entre rasgos culturales
tintas revelara que el rasgo «A» y el rasgo «B» aparecen o grupos de rasgos.
unidos en todos los casos, ofrecerían pruebas de la exis- Una conocida aplicación de este método es la que ofre-
tencia de un cierto tipo de correlación funcional (o «con- ce el trabajo de Whiting y Child Child Training and Per­
comitancia»). Pero si resultara que dichos emparejamien sonality («Educación infantil y personalídad») (1953 ). Los
tos son producto de la difusión en nueve de cada diez ca- autores emplean el HRAF para realizar un estudio com
sos, la demostración de una posible conexión quedaría parativo intercultural entre las prácticas de la educación
considerablemente debilitada. infantil y la formación de la personalidad en la sociedad
Otro tipo de investigación intercultural, basado en la primitiva (la orientación teórica general de este trabajo
comparación estadística, es el empleado principalmente se analiza en el tomo Ill, cap. 1). Una de las hipótesis
por Kroeber. En él se aíslan los rasgos de las culturas puestas a prueba era la de que existe una relación entre
situadas dentro de una misma región geográfica, com- las explicaciones que en cada cultura se dan de la enfer-
parándolos entre sí con vistas a establecer entre ellos rela- medad y las experiencias infantiles que resultan de las

184 185
prácticas de enculturación. Semejante hipótesis se basa Una de las principales críticas que pueden hacerse al
en el presupuesto psicoanalítico de que el niño pasa por método compartivo intercultural es que los elementos
una serie de estadios de desarrollo caracterizados por culturales abstraídos de su contexto no resultan compa-
el centramíento sucesivo de su interés en los impul- rables (debido a que ya no resultan idénticos); y otra es
sos orales, anales y sexuales. Los autores postulan ade- que las culturas son unos todos funcionalmente integra-
más dos estadios adicionales, enunciando que, cuando el dos, que sólo pueden ser estudiados como totalidades.
niño experimenta excesivas sanciones negativas (experien- Esta última crítica es la que podría hacerse desde la pos
cias punitivas) o excesivas sanciones positivas {«mal- tura funcionalista de Malinowski.
crianza», mimos, por ejemplo) durante alguno de estos Una forma modificada del método comparativo es el
estadios, queda positiva o negativamente, según sea el método llamado de «Comparación controlada» (Eggan
caso, fijado a él. Es decir, el posterior adulto mostrará 1954), a veces llamado también de «Variaciones concomi-
un exagerado interés por las cuestiones relacionadas con tantes». Dicho método implica un análisis de las culturas
ese estadio de desarrollo, en comparación con aquellos concretas en el que los items culturales principales son
otros adultos que no pasaron por tales experiencias. Así, concebidos como simples variantes, mientras otros as-
por ejemplo, si tales experiencias estuvieran conectadas pectos {los más irrelevantes) son más o menos concebidos
con el amamantamiento (estadio oral). el adulto quedaría como constantes. Dicho método resulta aplicable para el
fijado en el estadio correspondiente, mostrando, por ejem estudio de comunidades vecinas o estrechamente empa-
plo, un gran interés por fumar y comer (ibidem). Cuan- rentadas, pudiendo aplicarse también, a la inversa, allí
do la fijación es negativa, el resultado es la ansiedad con donde los items de interés permanecen constantes, mien-
relación a aquellas actividades conexas; resultando alta- tras los que varían son los aspectos irrelevantes.
mente valorizadas, en cambio, esas mismas actividades
cuando la fijación es positiva. Y, puesto que la enferme-
El estructuralismo com.o método comparativo
dad produce ansiedad, todas las culturas (así continúan
los autores desarrollando sus tesis) tienden a explicar la
enfermedad sobre la base de las fijaciones negativas esta- El estructuralismo de Lévi Strauss ha introducido un
blecidas como consecuencia de las prácticas de crianza nuevo tipo de análisis comparativo. Los estructuralistas
de los niños. Las prácticas terapéuticas, en cambio, esta están fundamentalmente interesados por descubrir las
rán relacionadas con las áreas de fijación positiva de reglas gramaticales universales que subyacen a los siste-
cada cultura. Algunas de las hipótesis de Whitney y Child mas de parentesco y a los mitos que pueden hallarse en
quedaron confirmadas en su estudio, otras no. La confir- las diversas culturas. Consideran el método de Radcliffe-
mación más fuerte vino dada por las correlaciones esta- Brown inadecuado porque enfoca la estructura social
blecidas entre fijaciones orales negativas y atribución de como una totalidad empírica, es decir, teoriza solamente
caracteres mórbidos a la cavidad bucal. las pautas de interacción observables. Y el mismo tipo

186 187
de crítica dedican al enfoque de Murdock y al de Whi- dominios que están relacionados entre sí, como el paren-
ting y Child, en tanto sus estudios están basados en fre- tesco, los mitos o el ritual, tal como aparecen en las di-
cuencias estadísticas de los acontecimientos observables. versas culturas. Por poner un ejemplo, Lévi-Strauss mues-
Los estructuralistas no niegan que haya que tomar en tra de qué modo el totemismo que encontramos en las
cuenta los acontecimientos observables y sus recurren distintas culturas puede ser explicado como fruto de la
cias estadísticas, pero arguyen que estas últimas son tan conexión de un grupo social o individuo con un animal,
dispares y de naturaleza tan heterogénea, que no pueden sea éste una especie (categoría) o un individuo. Cuando
ser explicadas mediante leyes universales. Por otro lado, el intelecto primitivo combina una especie animal o ve-
las explicaciones (conscientes) de los fenómenos cultura- getal con un grupo social, tenemos un totemismo como
les que proporcionan los individuos y grupos estudiados el que encontramos en Australia. Cuando una especie ani­
resultan a menudo contradictorias entre sí, lo que cons- mal se identifica con una persona, tenemos un totemismo
tituye un nuevo obstáculo para la formulación de expli- de tipo individual, como el que encontramos entre los
caciones generales. Los -estructuralistas argumentan que indios norteamericanos (Lévi-Strauss 1967: 16-18). Sobre
es preciso llegar a un nivel de organización más profun- la base combinatoria de estas dos series dicotómicas, po-
do para poder descubrir los principios que dan cuenta demos dar cuenta de los diversos tipos de totemismo
de las aparentes heterogeneidades. Así, por ejemplo, no que pueden hallarse en las distintas culturas, variedades
es posible ensamblar entre sí las piezas cortadas por una que, de otro modo, aparecerían como arbitrarias y sin
sierra mecánica modificada por un peine de embragues relación alguna con las formas culturales.
hasta descubrir la fórmula matemática que da cuenta del Utilizando este procedimiento, Lévi-Strauss es capaz
funcionamiento del peine. Y lo mismo, dicen, puede afir de mostrar de qué modo toda una serie de sistemas de
marse del lenguaje. No podemor dar cuenta de las va- matrimonio sin aparente relación, no son, de hecho, sino
riedades discursivas hasta descubrir las reglas gramatica- ejemplos concretos de dos estructuras generativas bási­
les que inadvertidamente utilizan todos los hablantes. Los cas, a las que da el nombre de «intercambio restringido»
estructuralistas sostienen que solamente podemos formu- e «intercambio generalizado». De manera similar, la expli-
lar explicaciones verdaderamente generales cuando com- cación que Lévi-Strauss da de los mitos no consiste en
paramos entre sí las reglas culturales subyacentes que explicar cada uno por separado, sino en considerar un
originan los diversos modos conscientes de ordenar las determinado conjunto de mitos como variación de otros
experiencias y los hechos. Y, puesto que cada fenómeno conjuntos, explicando las relaciones entre estos conjun-
o acontecimiento es el producto de la combinación y re tos como relaciones combinatorias de unos pocos temas
combinación de un reducido grupo de elementos básícos, básicos.
la tarea propia de los estructuralistas es la de descubrir Aunque, evidentemente, este método plantea ciertos
dichos elementos básicos y sus leyes combinatorias; és- problemas, por el modo como los fenómenos culturales
tas deben, entonces, ser consideradas comunes a todos los son reducidos a sus elementos básicos, no cabe duda de

188 189
que el enfoque estructural ha realzado las posibilidades gos elementales de la estructura gramatical[ ... ], la distin-
de aplicación del método comparativo. Por otro lado, ha ción entre hablante, interlocutor y objeto del discurso;
abierto la posibilidad de formular un nuevo tipo de uni- así como los conceptos de espacio, tiempo y forma ... »
versales de la cultura, los llamados «universales forma- (Boas 1965: 154).
les» (cf. torno VII, cap. 1, para el análisis detallado y con La lista podría extenderse hasta incluir en ella diversas
ejemplos de la aplicación del estructuralisrno como far formas de actividad artística (canto, danza, etc.), así como
ma de análisis comparativo interno y externo). la existencia de terminologías de parentesco e institucio-
nes sociales. Wissler (1923) llegó a enumerar nueve «pau-
tas culturales universales»: lenguaje, rasgos materiales,
Los universales de la cultura arte, mitología y conocimiento, religión, sistema familiar,
propiedad, gobierno y guerra. Murdock y su grupo de
El interés por los universales de la cultura ha sido creadores del HRAF llegaron a enumerar 88 categorías
tan tradicional en antropología como el uso del método culturales comparativas.
comparativo. En realidad, la formulación de universales Los universales substantivos, sin embargo, no siempre
de la cultura no es sino la consecuencia lógica del uso del aparecen bajo la misma forma en todas las culturas, sino
método comparativo. Ya hemos visto, por ejemplo, que más bien como variantes de un «común denominador».
los primeros evolucionistas creían en la existencia de es- El tabú del incesto, por ejemplo, que hace referencia a
tadios evolutivos universales, que ellos explicaban supo- la prohibición de relaciones heterosexuales entre deter-
niendo la presencia de rasgos psíquicos compartidos por minados parientes, no siempre se aplica en el mismo gra-
toda la humanidad, noción a la que hacían. referencia do de parentesco. En algunos casos se halla limitado a
al hablar de la unidad psíquica de la humanidad. Hoy en los parientes en primer grado de la familia nuclear, en
día, los antropólogos se interesan sobre todo por los lla- otro puede llegar a incluir hasta a los primos cruzados.
mados «universales substantivos», es decir, por las simi- Las trasgresiones del tabú, por otra parte, se tratan con
litudes organizativas del contenido de los rasgos cul diferente grado de severidad, según las sociedades. Por
tura les. esta razón, Murdock afirma que no existen rasgos de con
El interés por los universales substantivos ha sido, ducta universales, sino más bien modos universales de
de todos modos, tradicional también en antropología, ha- categorizar o clasificar formas de conducta. Por poner
biéndose construido a lo largo de la historia de esta dis- un ejemplo, aunque los elementos (animales, plantas u
ciplina diversas listas de rasgos culturales comunes a to- hombres) y episodios empleados para explicar el origen
das las sociedades, entre los que pueden citarse el tabú de las diversas tribus varían de una cultura a otra, sus
del incesto, la creencia en la vida después de la muerte, componentes no dudan en llamar a estas historias milos;
la idea del alma humana, y la decoración corporal. Boas y otro tanto ocurre con las variedades de conducta rela-
añadió aún otros rasgos, entre los que incluía: «Los ras- cionadas con el matrimonio, que se hallan unificadas bajo

190 191
tual de cada cultura desde dentro, o, si se quiere, desde
la categoría de este nombre, con conductas relacionadas
un punto de vista «emic», El punto de vista «ernic» es
con la medicina, el ritual, etc. (Murdock 1945).
tan específico de cada cultura como pueda serlo el sis-
Son varios los intentos realizados para explicar los
tema fonológico de cada lengua. Algunos estudiosos, no
universales de la cultura. Malinowski, por ejemplo, in-
obstante, arguyen que los etnocientíficos se han limitado
tentó deducirlos de las necesidades biológicas básicas :
a formular sólo las estructuras superficiales de la cultura,
reproducción, seguridad, comodidad corporal, etc. (Mali-
nowski 1964: 91). También las similitudes universales siendo así que, según afirma la reciente lingüística trans
formacional, existen estructuras profundas a partir de
pueden ser explicadas mediante procesos de difusión y
las cuales se generan las estructuras de superficie. Es
mediante similitudes de adaptación al entorno natural.
ésta una investigación de actualidad que convierte a la
Recientemente, la atención de muchos antropólogos se
antropología en una de las disciplinas pioneras en el des-
ha desplazado hacia los universales formales de la cul-
cubrimiento de las regiones profundas del intelecto hu-
tura, especialmente bajo la influencia de los últimos pro
gresos de la lingüística. Chomsky (1965) ha afirmado que mano y de la experiencia cultural.
Antes de terminar este capítulo, debiéramos recordar
la estructura profunda de todas las lenguas es la misma.
que los antropólogos no pueden analizar la experiencia
Con el término «estructura profunda», Chomsky preten-
cultural de los grupos humanos con la misma actitud
de designar las reglas que especifican los modos combi-
que un cirujano que intenta captar la estructura del cere-
natorios de los elementos lingüísticos tanto lineales como
bro de un paciente para operar en él. La visión del mun-
jerárquicos que producen frases con sentido (cap. 3).
do y la experiencia cotidiana de las gentes estudiadas por
La existencia de una gramática universal ha sido atri-
los antropólogos debe de ser preservada y, de ser posible,
buida por Chomsky a la programación genética de un
enriquecida, gracias a su presencia entre ellas.
modelo lingüístico abstracto en el cerebro del niño. Lévi-
Strauss (1971) también ha defendido la existencia de una
gramática cultural universal ligada a la estructura del ce
ETICA E INVESTIGACION ANTROPOLOGICA
rebro. Desde ese punto de vista, los diversos niveles de
la realidad -biológico, psicológico. lingüístico y cultu-
No es nuevo el interés por la posible falta de sensi
ral- aparecen organizados de acuerdo con principios es-
bilidad y las repercusiones de la investigación antropoló-
tructurales similares. Al tratar, más arriba, de) problema
gica, así como el u~o del saber antropológico con propó-
de los tipos de matrimonio y el totemismo, dimos ya
sitos no éticos. Ya en 1919 Boas provocó un gran revuelo
ejemplos prácticos del funcionamiento de las estructuras
en los círculos antropológicos al condenar públicamente
universales.
los intentos del gobierno norteamericano de emplear a los
En el caso de la etnociencia, el asunto se presenta
mucho más problemático. Según lo anteriormente dicho, antropólogos como espías en los países de Centroamérica
los etnocientíficos intentan descubrir el aparato concep- (Stocking 1968: 273). A partir de finales de los sesenta,

193
192
7, - nlORfA n¡¡ U CULTORA
no obstante, las implicaciones éticas de la profesión han fundamentalmente administrativos, siendo, consecuente·
venido siendo sometidas a investigación y amplio análisis mente, los objetos tradicionales de la antropología los
por parte de varios antropólogos. En 1967, la American pueblos colonizados.
Anthropological Association (AAA) adoptó una resolución Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, los Estados
sobre los aspectos éticos de la investigación antropoló- Unidos culminaron su dominio económico y político del
gica. En 1968, el consejo ejecutivo de la AAA nombró un mundo.· Y fue en este contexto de dominación en el que
comité de ética para preparar un código ético de la Aso los antropólogos llevaron a cabo la mayor parle de su
ciación, que fue adoptado por aplastante mayoría en el trabajo. Para los antropólogos sensibilizados por los acon-
congreso anual de 1971. Un creciente número de antro- tecimientos políticos de los sesenta, dicho contexto plan-
pólogos, por otra parte, ha venido a considerar en los teaba ciertamente varias preguntas acerca de los usos que
últimos tiempos la antropología como una disciplina re- podían darse a los descubrimientos antropológicos, y por
volucionaria, dentro de la tradición de Marx y Rousseau parte de quién. Una cuestión más compleja que enton-
(véase cap. 1 de este mismo tomo). Muchos de estos an- ces se planteaba era la del modo como la cultura de los
tropólogos se hallan relacionados con la revista trimes- pueblos estudiados y la cultura de los antropólogos po
tral Dialectical Anthropology, de reciente aparición, situa <lían llegar a influenciar la perspectiva antropológica.
da en la tradición marxista crítica. Además de propor- Durante todo este período, no todos los antropólogos
cionar una comprensión crítica de la civilización contem- consideraron estas cuestiones con igual seriedad, ni todos
poránea basada en la perspectiva antropológica, los de- - adoptaron idénticas posiciones. Algunos decidieron que
fensores de esta tradición llevan a cabo una crítica de la nada malo tenía el servir los intereses de su propio go-
antropología académica. Un importante estímulo a este bierno; otros, en cambio, consideraron tales actividades
tipo de trabajo se lo proporcionó la misma actitud del como perniciosas, mientras que otros, aún, pensaban que
gobierno norteamericano, especialmente durante la guerra tales problemas reflejaban una visión excesivamente sim-
de Vietnam, al implicar a los antropólogos en su polí- plista de la actual situación sociopolítica. Todos ellos, no
tica. Como resultado de ello, se produjo una profunda obstante, se vieron obligados a confrontar sus posturas
reflexión y toma de conciencia de las relaciones históri con el hecho inobviable de la escalada de la guerra de
cas entre cultura y sistema político, tanto por parte de Vietnam y su coste de vidas humanas. Los más preocu -
los antropólogos como por parte de las gentes que ellos pados fueron aquellos que creían que los intereses de los
estudiaban. Desde los comienzos mismos de la antropo- pueblos estudiados no tenían por qué ser necesariamente
logía académica, sus practicantes han venido surgiendo idénticos a los del gobierno norteamericano; y que in-
de forma abrumadoramente mayoritaria de las naciones cluso en algunos casos podían llegar a ser contrapuestos.
euroamericanas que colonizaron amplias zonas del mun- Otra idea que frecuentemente se planteó a algunos antro-
do en su proceso expansionísta. Con frecuencia la misma pólogos fue la de que tal vez los intereses de los gobier-
investigación antropológica se vio animada por motivos nos de quienes eran huéspedes no coincidían del todo

194 195
con los de los grupos locales a los que se hallaban estu- en Chile un verdadero levantamiento popular. Las irnpll
diando. Para todos ellos no fue tarea fácil encontrar una caciones internacionales del caso obligaron al Congreso a
solución a sus conflictos. Aunque los resultados de la in- suspender el proyecto, que fue cancelado en junio de 1965
vestigación antropológica se los proporcionaran también por el Secretario de Defensa Robert McNamara.
a las personas implicadas, resultaba imposible prever de El proyecto Camelot, sin embargo, no fue el único de
qué modo podía actuar esa misma información para al- su clase. En marzo de 1967, The New York Times infor-
terar el statu quo, una vez en roanos de los gobiernos mó sobre una operación llamada «Proyecto Agil», que
o los grupos de poder. consistía en la contratación de unos 150 antropólogos, in-
Los debates sobre problemas éticos de la profesión se genieros y técnicos de informática que llevaron a cabo
vieron continuamente alimentados a lo largo de todo este estudios de contrainsurgencia en el Norte de Tailandia.
período, según aumentaban los intentos de los diversos Revelaciones de este tipo condujeron a que muchos go-
órganos gubemamenatles norteamericanos por reclutar biernos restringieran en sus países las actividades de los
antropólogos que orientaran sus investigaciones en un antropólogos. En 1968, el gobierno de la India retiró el
sentido que pudiera servir a la derrota de los movimien- permiso de estancia al Himalayan Border Countries Pro-
tos insurgentes creados en varias partes del mundo. Uno yect (s Proyecto de los países fronterizos del Himalaya»),
de los proyectos de investigación mejor conocidos a este patrocinado por la Universidad de California, al enterar
respecto, fue el «Proyecto Camelot», financiado por el se de que dicho proyecto estaba financiado por el Depar-
Ejército de los Estados Unidos y el Departamento de De- tamento de Estado norteamericano. Para complicar aún
fensa, y concebido por personal del ejército en 1963 más las cosas, se supo que la CIA estaba canalizando fon-
(Horowitz 1965: 4). Con un presupuesto de 4 a 6 mi- dos a través de las universidades norteamericanas y que
llones de dólares, el proyecto intentaba enrolar a un se sus agentes aparecían con frecuencia en el extranjero
lecto grupo de investigadores sociales que estudiaran las bajo el disfraz de investigadores antropológicos. Los estu-
causas de la revolución y la insurgencia social en las diantes radicales de la Universidad de Berkeley echaron
áreas subdesarrolladas del mundo. El objetivo de esta in- aún más leña al fuego, al obtener pruebas de que exis-
vestigación era estudiar esas causas y descubrir los me- tían complicidades de ciertos antropólogos en las activi
dios de prevenirlas. El objetivo y las metas de la inves- dades de contraespionaje de la frontera norte tailandesa
tigación habían sido enunciados por organismos guberna- (Wolf y Jorgenseji 1970). En respuesta a esta última con-
mentales cuyo presupuesto básico era que la estabilidad trovesia, el consejo ejecutivo de la AAA nombró un comi-
social, y no la revolución, eran el signo definitivo de la té presidido por Margaret Mead y una docena de repre-
salud de una sociedad. · sentantes del establishment antropológico para investigar
La inoportuna muerte de un profesor norteamericano tales cargos. En su informe al congreso anual de la AAA
que se hallaba visitando Chile para reclutar científicos de 1971, dicho comité se pronunció diciendo que las crí-
sociales que pudieran integrarse en el proyecto, produjo ticas que se habían emitido contra la antropología eran

196 197
meras exageraciones. El informe, sin embargo, fue recha deben manifestarlos públicamente, contribuyendo con su
zado por los asistentes al congreso. Para mayo de aquel información a la opinión pública y a la política pública
mismo año, el consejo de la AAA había adoptado ya el que encuentra en ellas su fundamento. En sus manifes-
código de ética preparado por el comité especial nombra- taciones públicas, los antropólogos no deben hinchar sus
do al efecto, al que se había dado el nombre de «Princi- méritos ni sobrevalorar su competencia o capacitación
pios de Responsabilidad Profesional». En su preámbulo, profesional.
se recomendaba a los antropólogos que se abstuvieran
de investigar allí donde n.o podían evitar dañar ya fuera Responsabilidad para con la disciplina: Los antropó-
a la comunidad académica o a aquellos a los que estu- logos son responsables del buen nombre de la disciplina
diaban. Se distinguían seis áreas de responsabilidad pro- y sus practicantes. No deben, por tanto, llevar a cabo
fesional y se ofrecían líneas maestras para cada una de investigaciones secretas o cualquier tipo de investigación
estas áreas. Las líneas generales de los principios allí que no pueda ser libre y públicamente revelado. Deben
contenidos pueden resumirse así: evitar incluso la impresión de estar llevando a cabo in-
vestigaciones clandestinas. Su responsabilidad no con-
Relaciones con los grupos estudiados: La principal res siste sólo en evitar los informes ofensivos, sino en un
ponsabilidad de los antropólogos es para con aquéllos a compromiso constante de apertura, honestidad y protec
los que estudian. Deben, por tanto, salvaguardarse sus ción del secreto de sus informantes.
derechos, sus intereses y su sensibilidad. Desde el princi-
pio, los objetivos de la investigación deben ser declarados Responsabilidad para con los estudiantes: Con los
de la manera más clara a los informantes. Su anonimato estudiantes, los antropólogos deben ser limpios, rectos y
debe ser igualmente garantizado, así como una justa re- no explotadores, comprometiéndose en el bienestar y el
compensa por sus servicios. Las posibles consecuencias de progreso de los estudios académicos. Deben evitar cual-
la investigación deben ser también comunicadas de lama- quier tipo de discriminación sobre la base del sexo. la
nera más clara y completa posible a las gentes estudia- raza, la pertenencia étnica, la clase social, y otros crite-
das, puesto que es muy posible que resulten afectados, rios de este tipo. Entre otras cosas, deben dirigir la aten-
tanto política como económicamente, a causa de ella. ción de los estudiantes hacia los problemas éticos de la
investigación, desanimándolos de cualquier proyecto que
Responsabilidad para con el público: Los antropólo- pueda implicar patrones éticos dudosos. En sus trabajos
gos son responsables ante los «consumidores» de sus es- impresos deben reconocer las ayudas prestadas por sus
fuerzos profesionales. Tienen con ellos establecida una alumnos.
deuda de inocencia y verdad. No sólo deben ser comu-
nicados sus descubrimientos a cualquiera que pueda in Responsabilidad para con los patrocinadores : Los an-
teresarse por ellos, sino que, además, los antropólogos tropólogos deben ser honestos en lo referente a sus cualí ·

198 199
ficaciones, capacitación y objetivos. No deben aceptar verger los intereses del patrocinador, el gobierno anfi-
condiciones contrarias a la ética de su profesión. Deben, trión, la comunidad estudiada, y la comunidad científi-
por tanto, requerir de sus patrocinadores que les revelen ca, y de la importancia atribuida por los mismos antro-
la fuente de sus fondos, y los objetivos que persigue la pólogos a cada una de estas responsabilidades.
institución y el proyecto de investigación. No deben en- Algunos antropólogos defienden la objetividad cientí-
trar en acuerdos secretos con el patrocinador en nada fica por encima de cualquier otra consideración; otros,
que pueda hacer referencia a la investigación, sus resul- en cambio, consideran que su principal preocupación debe
tados o sus informes. ser el bienestar y la emancipación política del grupo so
cial estudiado. En último término, no obstante, las res-
Responsabilidades para con el propio gobierno y el ponsabilidades del antropólogo sobre el terreno se verán
gobierno anfitrión: Para con ambos gobiernos, los antro- determinadas por su concepción de la naturaleza, fines
pólogos deben mostrarse honestos y claros. Deben evitar y función de la actividad etnológica.
establecer acuerdos secretos con organismos políticos o
cualquier tipo de acuerdo que pueda comprometer sus
responsabilidades y ética profesional. CONCLUSIONES

Además de alertar a los antropólogos sobre los modos Hemos descrito los rudimentos de la investigación
cómo podrían hacer daño a otros, advertida o inadver- antropológica de campo y algunas de sus técnicas más
tidamente, el código expresa claramente el punto de vista empleadas. Las técnicas y su instrumentación dependen
de que no existen separaciones claramente definidas en de los objetivos y la orientación teórica de Jos investi-
tre las responsabilidades éticas y científicas de los an- gadores. Hay que recordar, no obstante, que no es posi-
tropólogos, puesto que la antropología es una actividad ble que exista una descripción totalmente exhaustiva o
a la vez científica y humana. En una palabra, los antro- final de ninguna cultura. Lo que los antropólogos descri-
pólogos deben ser plenamente conscientes de las impli- ben, necesariamente debe ser parcial y selectivo; si bien
caciones éticas inevitablemente conectadas con su tra- las descripciones de una misma sociedad realizadas por
bajo, y actuar en consecuencia. investigadores diversos pueden ser complementarias en
Del modo como este código fue adoptado, podemos tre sí.
concluir que contó con el apoyo de la gran mayoría de La elección concreta de las técnicas vendrá determi-
los miembros de la AAA. El código ético está dirigido a nada por los objetivos que el investigador de campo se
proteger los derechos de todas las partes implicadas, con plantee, así como por la situación del campo de investiga-
primaria consideración del grupo social estudiado. El ción mismo. Las técnicas, sin embargo, no pueden servir
grado de instrumentación de dicho código dependerá, de para ocultar las ambigüedades e imprecisiones de la con-
todos modos, del modo en que lleguen a converger o dí ducta observada en aras de una clasificación clara e ine-

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quívoca, lo que no haría sino dar una visión distorsio BIBLIOGRAFIA
nada de la situación.
Algunos antropólogos sostienen que el lenguaje es la
parte de la cultura que detenta la clave de su compren·
sión y sentido. Por otro lado, como ya hemos visto, son
no pocos los antropólogos contemporáneos que han utili-
zad los avances de la lingüística reciente para construir
nuevas estrategias de investigación, tales como los enfo-
ques «etic» y «emic» de la cultura, y nuevas técnicas de
campo, como, por ejemplo, las ideadas por la etnocien- Boas, Franz. 1896. «The limitations of the comparatíve me.
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