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EDUCACIÓN MUSICAL EN EL SALVADOR: CRISIS Y DECADENCIA

Durante mucho tiempo la formación y desarrollo de nuevos artistas y músicos no ha sido


prioridad para el gobierno de El Salvador. El apoyo que se le da a este ámbito artístico se
queda corto en comparación al presupuesto dedicado a sectores ajenos a la educación, como
el militar.

Por Andrea Romero, Alonso Martínez y René Velásquez

“La música en El Salvador es un reto que nadie se arriesga a tomar”. Martha Rosales Pineda,
graduada de la Licenciatura en Musicología del Conservatorio Estatal de Odessa en Ucrania,
estima que existen un par de escritos que exponen y profundizan en la música de nuestro país,
sin embargo, estos fueron publicados hace más de 100 años y desde ese momento jamás se
volvieron a realizar estudios que realmente aporten.

El arte y la música, nunca han jugado papeles protagónicos en nuestro país, incluso sabiendo
que estas juegan un papel importante dentro de la sociedad. El apoyo hacia este sector por
décadas se ha limitado a pequeños espacios de formación artística y no a proyectos
permanentes que fortalezcan al sector artístico.

Carmen Recinos es una joven salvadoreña de 23 años, egresada de la licenciatura en


Tecnología Acústica y Sonido Digital en una universidad de Guatemala. Al graduarse de
bachillerato, y luego de pasar toda su adolescencia estudiando guitarra de manera
autodidacta, decidió dedicarse profesionalmente al ámbito de la música, específicamente a la
producción. Los obstáculos que enfrentó en su decisión eran muy significativos, no solo se
trataba de una familia en desacuerdo, también ninguna universidad de su país, pública o
privada, ofrecía una carrera de grado relacionada a la música. “Gente hay, talento hay, pero
falta entender que la música se puede hacer profesionalmente, falta visión ”, menciona la
joven .

La educación musical claramente no ha sido tema de conversación para las autoridades


durante mucho tiempo. En el año 2000 el Ministerio de Educación (MINED) lanzó el
programa de educación artística que tenía como objetivo principal el desarrollo de la
sensibilidad estética a través de estímulos visuales y/o auditivos. Cinco años después, se creó
el “Plan de Educación 2021” que presentaba en sus líneas estratégicas mayor inversión a la
ciencia, tecnología conectividad y al aprendizaje del idioma inglés, cosa que restó
significativamente al apoyo de las habilidades artísticas de los estudiantes.

“Si un joven se quiere dedicar a la música profesionalmente y recibir una remuneración


acorde al esfuerzo de su estudio, tiene que emigrar, porque aquí tampoco se respeta el pago
digno a un artista”, mencionó Recinos, que en la actualidad, sigue tocando puertas con el
objetivo de encontrar una oportunidad laboral en el país donde desempeñe su conocimiento
en producción musical .

Situación similar atraviesa Daniel Caceres quien migró hasta Argentina para estudiar una
licenciatura en música con especialización en canto lírico. En su retorno a El Salvador,
reconoce que las oportunidades para los músicos, incluso graduados por universidades de
renombre internacional, son escasas y mal remuneradas. Incluso, en su más reciente audición
a las pasantías del coro nacional en septiembre de este año, donde cumplía todos los
requisitos para ingresar, fue rechazado sin brindarle mayor información. Cáceres también
denunció una serie de irregularidades en el proceso de selección por las autoridades de esta
entidad.

En la entrevista realizada por este medio a la directora del Coro Nacional Paula Burgos, se le
consultó sobre el desarrollo de las convocatorias a elencos nacionales de música (coro
nacional y sinfónica nacional), aludió que los espacios disponibles eran limitados (14
espacios), en comparación al número de aspirantes (35 aspirantes). Burgos también enfatizó
nuevamente que el presupuesto destinado para dicho elenco es insuficiente.

En los últimos años el país ha sido testigo de la desintegración de escuelas de música


nacionales por falta de presupuesto, cierre de espacios culturales y una fuerte escasez de
profesionales en el área. Todo esto dado por la informalización del sector artístico y la
inexistente educación musical básica . Tomando en cuenta que, aunque ya existe una
institución que ofrece música como una carrera universitaria, no hay escuelas que se
encarguen de formar estudiantes previo a la educación superior. Esto coloca en desventaja a
muchas personas a la hora de iniciar estudios universitarios aquí o en el extranjero, donde
deben enfrentarse a personas que sí han recibido educación musical y correcta preparación.

“ANTES DE INVERTIR EN MILITARES, DEBERÍAN INVERTIR EN CULTURA”


A mediados del año 2021, el Presidente Nayib Bukele anunció que la Fuerza Armada (FAES)
planeaba reclutar alrededor de 20,000 nuevos jóvenes. En agosto del mismo año, un gran
número de jóvenes marchó a las calles a exigir al gobierno 600 becas atrasadas desde enero.
En el último quinquenio, la FAES ha aumentado su presupuesto el 53.4%; mientras tanto, el
ministerio de cultura como el ministerio de educación se han mantenido paralizados.

Durante el mes de abril, docentes del Centro Nacional de Artes (CENAR) denunciaron
traslados injustificados a otras instituciones públicas. Además, muchos de ellos, se quejaron
de que las instalaciones a las que fueron transferidos no cumplían las condiciones óptimas
para la enseñanza y el aprendizaje. Tiempo más tarde, el 14 de octubre de este mismo año,
varios artistas nacionales salieron a manifestarse contra un decreto que prohíbe la realización
de eventos públicos y concentraciones, incluido eventos y actos de expresión artística.

En una entrevista, Paula Lucia Burgos mencionó que el Ministerio de Cultura no entiende al
artista salvadoreño, refiriéndose al poco valor e importancia presupuestaria que se le da para
su desarrollo y formación.

Burgos enfatizó con indignación que mucho del presupuesto destinado al ejército nacional
debería de dedicarse a la promoción de la educación y formación artística en la niñez y
juventud. Solo para el año 2021, el país incrementó en un 12.5% el presupuesto financiero al
Ministerio de Defensa Nacional. Mientras que el presupuesto para los proyectos del
Ministerio de Cultura se mantuvo en el 0.3% del monto total del Presupuesto General de la
Nación.

Por otra parte, Burgos comentó que la educación en artes en las escuelas públicas es
mediocre. “Las escuelas dan manualidades... pero no educación artística”. Cabe mencionar
que ella declaró que dicha preparación en el área es necesaria para formar el pensamiento
crítico, característica, que, según Burgos, es algo que hace falta en la sociedad en estos
tiempos.

Mayor Información: https://educacionymusicasv.weebly.com

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