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Fig. 32-1. Empleo de una plastia vascularizada de colon para sustituir el esófago resecado en el tratamiento quirúrgico del cáncer esofágico. A)
Resección del esófago asiento de la lesión neoplásica v sustitución, en el mediastino posterior, por una coloplastia vascularizada desde el
esófago cervical (o torácica superior) hasta el estómago. B) Carcinoma esofágico inoperable seccionado en su extremo cervical y dejado en su
lugar, con reconstrucción de la continuidad digestiva mediante una coloplastia vascularizada anasto-mosada. paralelamente al esófago, con el
esófago cervical y el estómago en el mediastino anterior. C) Carcinoma esofágico inoperable dejado in 'iitii con reconstrucción de la
continuidad del tubo digestivo mediante una coloplastia vaseularizada ascendida al tejido celular subcutáneo preestcrnal v anastomosada en
paralelo con esófago cervical v estómago.
jo anterior de Wüllstein (1904), consistente ción ortoperistáltica con base en los vasos
en ascender a lo largo del espacio cólicos medios (figs. 32-2 y 32-3) que puede
subcutáneo preester-nal un asa yeyunal de ser ascendido hasta el tórax superior o el
Roux (1907) prolongada por sección cuello. Con el colon transverso y
meticulosa de los vasos mesentéricos, con el descendente se confeccionan segmentos
fin de permitir la ascensión del asa de Roux todavía más largos, que pueden ser irrigados
hasta la cúspide del manubrio esternal. En desde arriba a través de la arteria cólica
una segunda sesión operatoria, tres semanas media (fig. 32-4 A) o desde abajo, por
después, se restablecía la continuidad del mediación de la arteria cólica ascendente
tubo digestivo mediante una izquierda (fig. 32-4 B), o también por una
esofagoyeyunostomía cervical. Este método combinación de la arteria cólica ascendente
no ha gozado del favor de los cirujanos fuera izquierda y el tronco principal de la cólica
de la Unión Soviética. izquierda (fig. 32-4 C). Naturalmente, una
Una tercera opción la inició Kelling (1911) vez terminada la operación, la primera de
con la preparación de un colgajo pediculado estas dos últimas opciones deja la plastia
de colon con el que llenaba la solución de colónica en situación antiperistáltica, y la
continuidad entre el esófago torácico segunda, en situación ortoperistáltica. Se han
superior o cervical y el estómago dejado en producido algunas controversias relativas a si
el abdomen (fig. 32-1 A), como aconsejaron la orientación del segmento colonice en
Mahoney y Sherman (1954), Newille y relación con el peristaltismo tiene im-
Clowcs (1958), Groves y Turnbull (1961), portancia real o ninguna en absoluto. Newille
Gré-goire y Otherson (1962), Belsey (1965), y Clowes (1958), Sieber y Siebcr (1968) y
Nicks (1967) y Skinner (1980). Con todo, Campbell y cois. (1982) sostienen que la
existen opiniones dispares entre estos autores actividad peristáltica del colon no reduce su
respecto a qué parte de colon debe utilizarse valor funcional como conducto esofágico,
y el modo de mantener el aporte sanguíneo pero Belsey (1965) condenó explícitamente
tras la ascensión del segmento colonice hasta el empleo de segmentos colonices
el muñón torácico. Mahoney y Sherman antiperistálticos, aunque no presentó datos en
(1954), Neville y Clowes (1958) y Groves y los que basar su afirmación.
Turnbull (1961) prefieren emplear el colon Por último, Akiyama (1980) y Skinner
derecho por ser fácil de preparar con este (1980) también se inclinan por utilizar
tramo intestinal un segmento bastante largo segmentos ortope-ristálticos.
de orienta
1118 Cirugía del ano, recto y colon
restablecer la permeabilidad de la vía
digestiva por una coloplastia de
Ureterosigmoidostomía
Esta es la opción más sencilla, consistente en
la implantación de los dos extremos
ureterales en el colon sigmoide, el cual reúne
entonces las funciones de depósito y de
conducto excretor para las heces y la orina.
Primeramente, la técnica fue empleada por
Chaput (1894), pero fue ampliamente
desarrollada por Stiles (1911) y, sobre todo,
por Coffey (1928). También dedicaron
mucha atención Nesbit (1948), Cordonnier
(1950), Leadbet-ter (1951) y Goodwin y
cois. (1953) a mejorar la técnica de
implantación ureteral en el intestino con el
objetivo de impedir la estenosis en la unión
''reterointestinal y de obtener un efecto de
válvula —"diante el paso segmentario de la
porción terminal del uréter a través de la
submucosa intestinal. Por las comunicacions
de Turner (1929), Turncr y Saint (1936) y
Wade (1939). queda claro que la
Ureterosigmoidostomía es compatible con
una larga y confortable existencia y,
superada una fase inicial de incontinencia
urinaria discreta, con un excelente control
sobre el paso de orina. De todos modos, no
son excepcionales los brotes recidivantes de
infección renal y la génesis de un grado pe-
queño de hidronefrosis e hidrouréter.
Además, conforme señalaron Bricker (1950)
y Pyrah (1954, 1957), existe tendencia a la
resorción de electrólitos de la orina colónica,
con la consiguiente aparición de acidosis
hiperclorémica. Como mencionamos en la
página 417, hay asimismo cierto riesgo de
degeneración carcinomatosa en la vecindad
de las ureterosigmoidostomías. A raíz de los
motivos expuestos, se ha despertado en
época más reciente un considerable interés
en ensayar formas alternativas de derivación
urinaria, a pesar de sus desventajas
respectivas.
«Vejiga rectosigmoidea»
Esta denominación se refiere al estado de
cosas resultante de la sección transversal del
1122 Cirugía del ano, recto y colon
teoría, esta disposición resulta mucho más apendicostomía. Según Gilchrist y cois.
atractiva en lo concerniente a la disminución (1950), si se adopta la opción de ileostomía,
del riesgo de infección urinaria ascendente, la válvula ileocecal y la dirección del
pero esta mejora se alcanza al alto precio peristaltismo en el conducto ileal contribuyen
pagado por el paciente de verse obligado a por la suma de sus acciones a prevenir el
aceptar una colostomía permanente. Por lo escape de orina al exterior, excepto cuando se
demás, el operado sigue expuesto al riesgo introduce un catéter a través del estoma
de resorción de urea y electrólitos a partir de cutáneo hasta el interior de la neovejiga. Pero
la orina retenida en la vejiga rectosigmoidea. si, como ocurre con frecuencia, se produce de
todos modos
«Vejiga ileocecal»
Los pacientes tratados con una cistectomía
total como parte de un vaciamiento pélvico
completo, como es natural quedan fuera de
toda posibilidad de sustitución vesical
mediante la confección de una vejiga
rectosigmoidea, y si se les implantan los
uréteres en el colon sigmoide o ciego del
modo habitual, se obtiene como resultado
una colostomía iliaca «húmeda», por la que
se emite sin control alguno una mezcla de
orina y heces. Sin embargo, por los
excelentes dispositivos actuales para el
control de las colostomías, los problemas
creados por la vejiga ileocecal o
ileosigmoidea no resultan ahora difíciles de
solventar, pero en los primeros años del
presente siglo hubieran creado una situación
intolerable. Así, con el fin de enfrentarse al
problema urinario creado por el vaciamiento
pélvico radical, se elaboró el plan de crear
una «vejiga ileocecal aislada» por De
Graeuwe (1908), Verhooger (1908), Makkas
(1910), Bric-ker y Eisemann (1950) y
Gilchrist y cois. (1950). La operación
consiste en seccionar transversalmente entre
dos clamps el íleon terminal entre 10 y 15
cm de la válvula ileocecal y también el colon
ascendente en su parte media. Seguidamente
se restablece la continuidad intestinal por
anastomosis entre el íleon y el cabo distal del
colon ascendente. A continuación se cierra el
muñón próxima! del colon ascendente por
una sutura hermética, implantando acto
seguido los dos uréteres en el ciego.
Entonces, como tiempo ulterior, se con-
fecciona una derivación externa de la
neovejiga iliaca y, probablemente, la mejor
técnica para este objetivo consiste en
exteriorizar el cabo abierto del íleon a través
de una incisión parietal independiente en la
fosa iliaca derecha y conformarlo como una
ileostomía corriente. Como opción al-
ternativa, puede suturarse el cabo abierto del
íleon, dejándolo en el interior del abdomen,
y en lugar de utilizarlo para la ileostomía
iliaca, se exterioriza el apéndice en forma de
el rezumamiento de orina al exterior, resulta consiste en el montaje de injertos de Thiersch sobre la superficie de
un obturador, y el conjunto así formado se aplica inmediatamente en
fácil ser controlado y manejado por el contacto con la superficie cruenta de la cavidad vaginal artificial
paciente mediante una moderna bolsa previamente creada. En una tercera variante del método perineal, se
hermética de colostomía, adherente a la piel
y vaciable a discreción. En realidad, cuanto
menor continencia posee la neovejiga, tanto
mejor para el paciente con respecto al riesgo
de resorción urinaria. Precisamente esta
consideración ha motivado que los cirujanos
hayan abandonado la técnica de la neovejiga
ileocecal en favor del dispositivo de
incontinencia total popularizado por Brickcr
(1950) de implantación ureteral en un corto
segmento de íleon aislado y exteriorizado a
través de la pared del abdomen en forma de
una ileostomía clásica (pág. 581).
Todavía más recientemente Kock y cois.
(1982) han derivado los uréteres en un
segmento de íleon terminal preparado en
forma de ileostomía de depósito. Aunque
este dispositivo asegura una continencia
completa, despierta cierta aprensión que
pudiera favorecer una acidosis urémica. Sin
embargo, Kock y cois. (1982) sostienen que
la mucosa ileal experimenta una metaplasia
que la asemeja a la mucosa vesical
fisiológica y, a mayor abundamiento,
afirman que en sus enfermos no se ha
demostrado la absorción transmucosa de los
constituyentes urinarios.
CONSTRUCCIÓN DE UNA
VAGINA ARTIFICIAL
Surge la necesidad de construir una vagina
artificial en el tratamiento de la ausencia
congénita o atresia de este órgano. Una serie
de técnicas son utilizables para este fin, las
cuales pueden dividirse en dos grupos
principales, a saber, un grupo en el que la
neovagina es creada totalmente desde la
superficie perineal, y otro grupo en el que el
órgano artificial se confecciona a partir de un
segmento intestinal vascularizado,
descendido desde la cavidad peritoneal.
Colon sigmoide
Esta porción de intestino, por sus
características anatómicas de topografía y
movilidad, parece ser, a primera vista, la que
ofrece mejores posibilidades para construir
una vagina artificial. Con esta idea, Wallace
(1911) fue el primer autor que empleó el
colon sigmoide en Estados Unidos. La téc-
nica quirúrgica era muy parecida a la de
Baldwin (1904) con el intestino delgado, es
decir, previa confección de un segmento en
U de sigma, lo descendía entre la vejiga y el
recto y efectuaba una anastomosis
laterolateral entre el colon y la piel del
introito vaginal. Sin embargo, con posteriori-
dad a la introducción de esta técnica, la
mayoría de autores prefieren emplear un
segmento rectilíneo de sigma excluido, con
anastomosis del extremo inferior al introito
vaginal o piel perineal y cierre por sutura del
cabo superior o anastomosis de éste con un
resto marginal de vagina situado alrededor
del cérvix si, como rara vez sucede, existe un
útero funcionante. En una revisión
exhaustiva sobre este tema, publicada en
1975, Kun recogió más de 600 casos de
atresia vaginal tratados por este método, en
su mayoría en Europa Oriental,
especialmente en la Unión Soviética, donde
se llevaron a cabo dos largas series a cargo
de Aleksan-drov (1943) y Gigovski (1968),
comunicadas en dos trabajos muy notables.
Aparte el artículo original de Wallace (1911)
y de una comunicación de Zángí (1970) en
Austria, no se han publicado estudios
Experiencia personal en el uso del colon el segmento de sigma idóneo para crear una
sigmoide para la creación de una vagina sigmoidoplastia pediculada, de 16 a 20 cm de
artificial intestino excluido, provista de un pedículo
Durante los pasados 12 años hemos vascular de longitud suficiente que permita el
colaborado con ginecólogos y cirujanos descenso del segmento de colon excluido
plásticos en la construcción de neovaginas destinado a la confección de una vagina
mediante una coloplastia o trasplante de artificial. El plan de ligaduras y secciones
colon en 7 muchachas adolescentes y intestinales apropiadas al caso individual
mujeres jóvenes, en edades entre 14 y 23 varía un tanto de unas a otras pacientes, pero
años. Todas ellas, en principio habían sido el esquema aplicable a la mayoría de
diagnosticadas correctamente a partir de la nuestros casos está re-
amenorrea o de la observación por los padres
o la propia paciente de la anormalidad
morfológica de la vulva. El estado general
preoperatorio era excelente en todas las
componentes de la serie, y las únicas
medidas que había que tomar para la
intervención consistieron en la limpieza
mecánica y antibacteriana del intestino por
todos los métodos en boga de aquella época;
de ordinario, la ingestión de aceite de ricino
y neomicina combinada con clindamicina o
me-tronidazol, junto con fisioterapia
respiratoria. Antes de llevar a cabo la
primera intervención de la serie, se ponderó
la conveniencia de realizar un enema opaco
para demostrar la longitud del asa sigmoide,
pero se decidió que esta precaución era inútil
dado que, por más corto que pudiera ser el
sigma, siempre resultaba posible preparar
una plastia pediculada con este segmento
colonice.
Fig. 32-6. Esquema de ligaduras y secciones vasculares empleadas habitualmcnte por el autor para preparar un colgajo plástico vascularizado de
colon sigmoide (segmento sombreado) destinado a la construcción de una vagina artificial. CÍA. arteria cólica izquierda ascendente: MI. arteria
mcsentérica interior: CI. arteria cólica izquierda: RS. arteria rectal superior: Si. arteria sigmoide primera: Si arteria sigmoide segunda: S^,,
arteria sigmoide tercera. (Goligher, 19S3. En Ann. R. Coll. Surg. Engl.)
presentado en la figura 32.6. La continuidad Resultados y discusión. Durante el
intestinal se restablece por anastomosis postoperatorio inmediato no se produjeron
terminotermi-nal, como indica la figura complicaciones por parte de la anastomosis
32.6B. colónica, y los cuidados asistenciales fueron
Se dirige seguidamente la atención a la similares a los de una resección alta anterior
plastia pediculada de sigma. Si no existe del recto o de una sigmoidec-tomía. En todos
útero funcional se cierra por sutura el los casos, el postoperatorio transcurrió sin
extremo superior del intestino excluido; a incidentes. Con respecto a la neovagina, la
continuación se incide el peritoneo en el única especial medida consistió en
suelo del fondo de saco de Douglas para comprobar, mediante inspección y palpación
abrir paso hacia el espacio entre vejiga y suave a intervalos regulares durante los
recto, previamente creado por el ginecólogo primeros días, el color y la viabilidad del
mediante disección desde abajo. Entonces el extremo distal de la sigmoidoplas-tia y la
ginecólogo introduce hacia arriba unas integridad de la anastomosis colocutánea. En
pinzas de Allis largas con las que hace presa ningún caso se apreció necrosis intestinal, y
en el extremo abierto del segmento de colon sí sólo una ligera separación en un corto
y lo desciende hasta el nivel de la herida espacio de la línea de suturas anastomóticas
cutánea en el introito vaginal o perineo, al en dos pacientes. En ambos casos se practicó
mismo tiempo que el cirujano desde arriba se la diaria introducción en la neovagina de un
asegura de que durante el descenso del dilatador vaginal o tallo de Hegar hasta el
segmento de sigma con su pedículo vascular término de la cicatrización. En las restantes
no ocurra torsión alguna. Entonces se pacientes no se instauró tratamiento de
suturan el extremo seccionado de colon dilatación en este período, pero en algunas de
sigmoide y los bordes cutáneos de la herida ellas el ginecólogo prescribió más adelante la
quirúrgica del introito vaginal o perineo me- introducción de dilatadores como
diante una serie de puntos sueltos de catgut preparación preliminar al comienzo de la
crómico del 2/0 ó, como actualmente se actividad sexual.
prefiere, con Dexon o Vicryl. La herida De las 7 pacientes operadas, 6 fueron
laparotómica se cierra como de costumbre, revisadas por nosotros pasados 6 meses de la
por lo general sin dejar drenaje. intervención, y encontramos un excelente
resultado anatómico en
1126 Cirugía del ano, recto y colon
todas ellas, con una vagina que permitía fácilmente la entrada de dos dedos o de un
sigmoidoscopio ancho sin provocar molestias. Por desgracia, tuvimos que demorar el
seguimiento personal de las operadas a partir de esta exploración, pero, en relación con
la puesta a punto de esta comunicación, recientemente nos pusimos en comunicación
con las 7 operadas e incluso conseguimos ponernos de acuerdo con 5 de ellas para
reanudar las revisiones de interrogación y exploración.
Una sola de las pacientes no ha tenido experiencias sexuales en ningún momento y
permanece soltera. Las restantes han llevado una activa vida sexual y tres se casaron.
Estos resultados confirman en pequeña escala el excelente estado de función sexual
comunicado por Kun (1975) y Zángí (1970) en la mayoría de operadas en sus respecti-
vas series de 38 y 21 pacientes.
Algún autor ha mencionado la excreción de moco por la neovagina en una crítica
detractora del empleo del colon para la construcción de una vagina artificial, aunque
podemos argumentar, por nuestra parte, que ninguna de las pacientes de nuestra serie
personal se quejó en este sentido, pero todas son conscientes de la emisión de una
insignificante mucorrea.
La experiencia de Kun (1975) es similar a la nuestra. La ventaja de la secreción mucosa
es que proporciona una buena lubricación para facilitar el acto sexual.
Queda demostrado, por consiguiente, que con la ayuda de un trasplante pediculado de
colon sigmoideo se tiene la posibilidad de construir una vagina bien lubricada sin
tendencia a la contracción fibrosa, lo que, en general, proporciona una actividad sexual
satisfactoria.