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Después de aproximadamente 86 años de haberse iniciado la profesión de Trabajo Social en

México, y de que el incipiente profesional utilizó el estudio socioeconómico por vez primera para
la entrega de apoyo a quien lo necesitaba en el Programa Gota de Leche, se conjuntaron esfuerzos
académicos y del ejercicio profesional de un grupo de trabajadoras para realizar esta investigación,
cuyo objetivo fundamental fue dotar de validez y confiabilidad al estudio socioeconómico aplicado
en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias. Desde la perspectiva de esta investigación,
el estudio socioeconómico fue definido como un método de indagación valorativa y clasificatoria
cuanti-cualitativa de variables ponderadas, cuyo fin es descubrir en un sujeto las características
que lo ubican en un nivel categórico estratificado, así como permitir el conocimiento de su
entorno familiar, económico y social, para aproximar a los integrantes del equipo de salud a la
realidad del usuario, con el fin de valorar en forma multidisciplinaria las posibilidades de
recuperación que el ambiente y la familia ofrecen, e identificar factores contribuyentes o
exposicionales de riesgo que participan en el proceso salud-enfermedad, para promover una
atención médica social integral y más humana. Es un instrumento cuya complejidad no se
circunscribe a la búsqueda de su validez y confiabilidad, situación que en razón de la diversidad de
las variables que lo conforman en relación con sus niveles de medición —desde nominales
cualitativas hasta ordinales cuantitativas— implicó desde el momento mismo de realizar la
evaluación de los correspondientes a 1998-1999, un enorme reto. Constituyó un desafío porque se
trata de la aplicación de una herramienta en donde convergen, para la obtención de la
información que se requiere, de la habilidad y sensibilidad del trabajador social para aplicarlo con
precisión, la disposición, percepción, características y necesidades propias del entrevistado hacia
la clasificación socioeconómica, así como el cumplimiento de las normas y políticas de la
institución, lo que hace especialmente difícil la valoración objetiva por parte de los trabajadores
sociales, debido a los variados intereses y propósitos que intervienen en el proceso. De esta
manera, la realización de la presente investigación implicó no sólo un reto metodológico, sino
también una necesidad apremiante por recuperar la experiencia operativa de los trabajadores
sociales para, a partir de su sistematización, trascenderla para convertirla en teoría. Teoría de la
que tan carentes nos encontramos en esta profesión, pero que está ahí, sólo falta recuperarla para
reconocer en ella la funcionalidad de una disciplina social, tan vasta y rica como lo es la nuestra. El
proceso de investigación llevado a cabo y que a continuación se presenta, con el paso del tiempo
podrá llegar a ser uno de los múltiples ejemplos de cómo a finales del siglo XX e inicios del XXI, los
trabajadores sociales dotamos de validez y 36 María del Rosario Silva Arciniega • María Luisa Brain
Calderón confiabilidad un instrumento de batalla —cuya aplicación dentro de la profesión data de
un poco más de 86 años. El primer capítulo ofrece un marco teórico, producto de la búsqueda
exhaustiva de información en manuales y programas de procedimientos, notas de trabajo y de la
realización de entrevistas, debido a la muy escasa información publicada sobre el tópico. En este
apartado se examinan también aspectos referentes a: el Sistema Nacional de Salud, algunos de los
indicadores utilizados por instituciones de tradición en el estudio del perfil socioeconómico para la
evaluación social, la historia del desarrollo de la implementación del estudio socioeconómico en
los Institutos Nacionales de Salud, el estudio socioeconómico aplicado en el Instituto Nacional de
Enfermedades Respiratorias (INER), y en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y de la Nutrición
Salvador Zubirán(INCMN), algunos aspectos fundamentales sobre la validez, confiabilidad y la
construcción de instrumentos de medición. El segundo capítulo trata de los diversos estudios
exploratorios realizados, en donde se hace alusión al método y los resultados obtenidos. El
primero se refiere al perfil socioeconómico de los usuarios del INER 1998-1999; el segundo a la
evaluación del estudio socioeconómico 1998-19991 efectuado en una población total de 12,699
usuarios; el tercero a la evaluación del estudio socioeconómico 2000-20012 ejecutada en una
población total de 7,824 usuarios. Por la complejidad que representó la elaboración de estos
estudios, se describe el proceso metodológico seguido para la construcción de modelos de
regresión. El tercer capítulo presenta tres distintas aproximaciones en la búsqueda de la
consistencia del estudio socioeconómico.3 Se trata de una investigación descriptiva, de campo y
longitudinal realizada en el INER a partir de la aplicación del estudio socioeconómico bajo tres
modalidades: 1) TEST en el INER, 2) RETEST con visita domiciliaria y 3) estudio socioeconómico
ejecutado por los profesionales del trabajo social del propio Instituto para asignar la clasificación a
460 usuarios. Los productos de este apartado son: 1) Consistencia de variables ponderadas
obtenidas en la evaluación del instrumento 1998-1999; 2) Consistencia de variables ponderadas
obtenidas en la evaluación 2000-2001, y 3) Consistencia de variables ponderadas obtenidas en la
evaluación del estudio socioeconómico aplicado en el instituto. Algunos hallazgos sobresalientes
fueron: • La variable sexo del paciente se constituyó en estándar de veracidad y consistencia para
el instrumento, al haber sido respondida igual en ambos

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