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Epistemologia de La Neuropsicologia
Epistemologia de La Neuropsicologia
1. DEFINCIÓN
2. ORIGEN
De acuerdo con Luria (1979), en ciertos aspectos la psicología es tan antigua como el
hombre, pero su estatus de científica sólo tiene un siglo, a lo largo del cual ha recibido valiosos
aportes que le han permitido plantearse cuestiones fundamentales desde diferentes ángulos, entre
ellos el de la neuropsicología, con la ayuda cada vez mayores y mejores recursos tecnológicos.
En el siglo XVI los neuroanatomistas describieron estructuras como: cerebelo, tallo, tálamo,
glándula pineal, hemisferios y pares craneales, ampliando así el conocimiento estructural del
cerebro.
Franz Gall – descubridor de la sustancia gris y blanca de los hemisferios cerebrales -, ubicó
como órganos de las facultades mentales, a las diferentes áreas del cerebro y mencionó que como
éste era un organismo biológico más importante para el pensamiento y las emociones, la expresión
de las características internas se representaría mejor en las variaciones de la forma del cráneo
(Millon, 1976).
Paul Pierre Broca, en 1861, describió como centro del lenguaje la circunvolución frontal
anterior; al trastorno producido por su lesión lo llamó afemia; sostuvo además que hablamos con el
hemisferio izquierdo, sentando así las bases de la asimetría cerebral funcional; lo cual ya había
sido descrito por Marc Dax en 1836, pero fue su hijo coetáneo quien dio a conocer el hallazgo.
En 1869, Bastian propuso los siguientes centros del habla: visual-verbal, auditivo-verbal,
gloso-kinestésico e ideatorio-manual.
Fritsh y Hitzig, en 1879, encontraron que la estimulación eléctrica del área pre-rolándica
producía movimientos musculares. El segundo delimitó la corteza motora, contraponiéndose a la
concepción de la época del cerebro como un “sensorio común” y aclaró los principios de la
inervación contralateral. En el mismo año, Hughlins Jackson estableció una jerarquía encefálica:
los niveles inferiores básicos para mantener la vida son controlados por niveles superiores, básicos
para las funciones intelectuales.
Entre 1875 y 1900 Wernicke y Dejérime se hicieron famosos por sus trabajos sobre
afasias; el primero describió la afasia sensorial diferenciándola de la afasia motora de Broca;
también diferenció los efectos sensorio-motores de destruir un área cortical o de interrumpir sus
vías aferentes, dando nacimiento al conexionismo.
Lissauer entre 1890 y 92 describe la visión intacta pero con la incapacidad de distinguir
objetos, fenómeno que Freíd designa como agnosia. Terminado el siglo Von Gudden descubrió las
proyecciones específicas tálamo-corticales. Por la misma época, Fleshing propuso la división de la
corteza en zonas primarias, secundarias y de asociación (Guzmán, 1983).
Llega un nuevo siglo en el que se dan las guerras mundiales que propician una serie de
hallazgos e innovaciones en neurología, neurobioquímica, neurofisiología y psicología
mediatizados, desafortunadamente por la inmensa mayoría de heridos de guerra. La psicología y
las ciencias del cerebro trabajaban independientemente, cada una haciendo sus propios
descubrimientos que hacían más notoria la desarticulación existente entre ambas. De acuerdo con
Luria (1979), se hacía necesario un replanteamiento radical de la estructura y la naturaleza de las
funciones psíquicas por un lado y de las formas de funcionamiento del cerebro el otro, para poder
avanzar en la ciencia de los mecanismos cerebrales de los procesos psíquicos.
Aparecen los trabajos de Ramón y Cajal, premio Nobel en 1906, por sus investigaciones en
histología del sistema nervioso y su teoría de la neurona como entidad anatómica y funcional
separada. Bremen y Mozuzzi en 1933 y Magou en 1949, hablaron del papel de la formación
reticular y las proyecciones tálamo-corticales inespecíficas. Por la misma época Jackson, señaló el
predominio del hemisferio derecho ciertas funciones: cantar, interpretar música y emitir lenguaje
emocional.
Rassmusen y Penfield en 1947, observaron que no todas las células de la corteza pre-
rolándica son motoras, ni todas las prosa-rolándicas son sensoriales (Guzman, 1993). Este
hallazgo descubre el camino a seguir en la tarea de hallar una relación entre lo psicológico y lo
orgánico, se convierte en el primer intento de salir del antilocalizacionismo sin ir nuevamente al
localizacionismo y se constituye en un señalamiento para la neurofisiología y la psicología, de la
necesidad de trabajar renunciando al dualismo y al reduccionismo, con un objetivo común: analizar
los fundamentos fisiológicos de los psicológicos. Entonces, se empieza a tener más claridad sobre:
en qué forma se organiza el lenguaje, las bases biológicas del aprendizaje, el procesamiento que
sigue la información en el sistema nervioso central para lograr una percepción unificada, entre
otras (Ardila, 1979).
3. MODELOS
“La dialéctica es la ciencia de las leyes naturales del movimiento, tanto el del mundo
exterior como el del pensamiento humano; dos series idénticas en cuanto a la esencia, pero
distintas en cuanto a expresión, en el sentido de que el cerebro humano puede aplicarlas
concientemente, mientras que en la naturaleza y en la historia humana, estas leyes se abren paso
de un modo inconsciente, bajo la forma de una necesidad exterior, en medio de una serie infinita
de aparentes casualidades” (1979, p. 85).
Las leyes del cerebro, una vez conocidas, se convierten también en leyes de los procesos
psíquicos superiores, y todas las leyes de los procesos psíquicos superiores son el reflejo de las
leyes del cerebro. Su método se basa en el análisis sindrómico y cualificación del síntoma.
Cuando habla de análisis sindrómico se refiere a que se debe conocer: a). qué factores
están involucrados en una actividad psíquica particular, b). qué estructuras cerebrales constituyen
su base neuronal. Esto a su vez implica que se debe conocer todos los síntomas que pueden
aparecer por lesiones de un foco y ver cómo un sistema funcional puede alterarse por lesiones de
diferente localización. Esto tiene que ver con el principio de la doble disociación de la función
enunciado por Teuber.
Dentro de este modelo se pueden encontrar vertientes como la de los esquematistas y los
reduccionistas; los primeros dicen que todas las conceptualizaciones se sintetizan en diagramas
esquemáticos de la actividad cognitiva en cuestión, señalando no sólo los diferentes componentes
de la actividad cognitiva, sino las interconexiones entre las diferentes estructuras que participan en
dicho proceso; esto es el resultado de la fusión entre el concepto de los sistemas funcionales de
Luria y el concepto de interconexión – fomentado por este modelo -. Los segundos, sostiene que el
cerebro es el responsable de la actividad psicológica, él es el que habla y piensa, así la actividad
psicológica es el resultado de la actividad cerebral.
Las diferencias funcionales interhemisféricas se respaldan con evidencias que provienen tanto
de sujetos normales como lesionados. Dentro de las primeras (sujetos normales), hay
evidencias anatómicas (corticales y subcorticales), bioquímicas y funcionales (generales y
ligadas al sexo).
Evidencias anatómicas corticales: Desde Broca se sugirió una asimetría anatómica para
explicar la especialización del HI para el análisis lingüístico. Cunningham (1982) señaló que la
cisura de Silvio del HI, plano temporal – adyacente a la región auditiva primario o
circunvolución de Heschl – era más larga (de mayor tamaño) en el HI, en aproximadamente el
65% de los sujetos; mientras que la circunvolución de Heschl, esta incrementada en el HD.
Evidencias anatómicos subcorticales: el núcleo talámico lateral posterior izquierdo que proyeta
a la corteza parietal, es de mayor tamaño que su homólogo contralateral (Eidelberg y
Galaburda, 1982). Kertsz y Geschwind (1971), encontraron que el tracto piramidal procedente
del HI se cruza a nivel del bulbo raquídeo antes que la rama procedente del HD, en el 83% de
los casos.
Asimetrías bioquímicas: Según Geschwind y Galaburda (1987), hay tres datos para destacar:
a). el núcleo pulvinar izquierdo posee mayores concentraciones de dopamina que su homólogo
derecho; b). los núcleos ventrobasales derechos poseen mayor concentración de dopamina
que los mismos núcleos del lado izquierdo; c). el área 22 de Brodman –región temporal posee
mayores concentraciones de colinacetiltrasferasa.
Asimetrías funcionales: Con respecto al sistema auditivo, con técnicas de estimulación dicótica,
se ha comprobado en diestros, que los estímulos verbales, presentados al oído derecho son
evocados con mayor frecuencia y exactitud, y con técnicas binaurales, mayor eficiencia para la
información verbal (sílabas, palabras, números y frases). Sin embargo, si se utilizan sonidos no
verbales como tonos o ruidos de la naturaleza, lleva la ventaja el oído izquierdo, que conduce
la información al HD; es más, hay ventajas del oído izquierdo para determinar: timbre,
intensidad o melodía y del sonido derecho para frecuencia y secuencia temporal, tanto de
sonidos verbales como no verbales.
El campo visual derecho, información que a para su procesamiento al HI, tiene ventajas para el
reconocimiento de rostros parecidos y cuando el análisis está basado en características
particulares. Por lo anterior Ross-Kossak y Turkewitz (1986) sugieren la participación
alternante de los dos hemisferios en el reconocimiento de los rostros. En tareas de
discriminación visual el HD haría el reconocimiento de parámetros construccionales y
espaciales, mientras que el HI el reconocimiento de información verbal, principalmente
aspectos sintácticos y lexicales.
Además de todo lo anterior es importante tener en cuenta, por una parte, que la superioridad
de uno u otro hemisferio puede alternarse, dependiendo del proceso de interpretación del
estímulo y por otra parte, que en zurdos los patrones de asimetría son menos definidos.
En cuanto a la asimetría cerebral y el sexo, se tiene que las mujeres muestran menor asimetría
que los varones diestros, este presupuesto se apoya en: a). las alteraciones del lenguaje y el
habla son más frecuentes en hombres que en mujeres, en la tartamudez la proporción es de
6:1 y en la dislexia son más los casos de niños; b). el desarrollo del lenguaje es más rápido en
las niñas al igual que el establecimiento de la preferencia manual y la ventaja del oído derecho
para la percepción del lenguaje; c). las asimetrías hemisféricas, por ejemplo el tamaño del
plano temporal es mayor en hombres que en mujeres; las mujeres parecen tener mayor
participación del HD en el lenguaje, es decir, presentan menor asimetría; d). la frecuencia de
zurdos es mayor en hombres que en mujeres.
Surge durante los años 60 en Buenos Aires (Argentina), bajo la dirección de Juan Enrique
Azcoaga, neurólogo con formación en Rusia. Es director de la Asociación para la asistencia e
investigaciones neurológicas, psicológicas y pedagógicas APINEP, patrocinado por el gobierno
Argentino; profesor de neuropsicología de la Universidad de Buenos Aires; otros representantes
son Peña, Ferreres y Rodríguez, entre otros.
Este modelo surge durante los años 80, en Europa, particularmente en Inglaterra e Italia,
con los trabajos de: Liliane Manning (Inglaterra), Shallice y Warrington (Italia) y Caramazza. Este
modelo recibe influencias particularmente de la psicología cognitiva y las teorías del procesamiento
de la información.
El método de caso único implica: a). partir de una línea de base de datos a través de tests
estandarizados, que lleva a la formulación de una hipótesis; b). diseñar, construir y aplicar pruebas
a cada paciente, o para cada paciente, con el fin de verificar la hipótesis con respecto a una
alteración dada; c). analizar estadísticamente los resultados; d). replicar tareas de relevancia
teórica y establecer replicabilidad de resultados (en el sujeto en cuestión); y e). basar las
conclusiones teóricas en datos obtenidos en más de una tarea. El método de caso único tiene
guías de aplicación; Coltheart, Patterson y Marshall, en “deep dislexia”, exponen tres de los
métodos:
Morton y Patterson (1980): rechazan radicalmente las entidades nosológicas; interpretan los
resultados que el paciente aporta, sin añadir ningún otro elemento teórico. Omiten toda opinión
referente a la localización de los módulos; su interés radica en la identificación de
componentes del comportamiento y no en su localización.
A. Disociación: éste concepto se debe a Teuber (1955), decía que si un paciente tiene alterado el
procesamiento de una tarea, pero realiza adecuadamente otra, esto implica que tales tareas
están disociadas, son independientes:
Lesión X = Afecta tarea A y No afecta tarea B
B. Doble disociación: Luego de encontrar una disociación, es necesario evidenciar que la tarea B
puede estar alterada por otra lesión, sin que se produzca déficit en la tarea A, y con un grado
comparable de severidad al que provoca la lesión X a la tarea A:
Lesión X = Afecta tarea A y No afecta tarea B
Lesión Y = Afecta tarea B y No afecta tarea A.
Aclaración: La preservación no tiene que ser absoluta, basta una ejecución significativamente
mejor a una tarea frente a la otra. Algunas veces puede aparecer las dos tareas alteradas, no
porque la una dependa de la otra, sino porque ambas pueden depender de una tercera; o
porque sus respectivos tractos nerviosos, aunque separados anatómicamente, por su recorrido
cercano pueden ser alterados por la misma lesión: Afectados A y B porque dependen de C.
Doble objetivo básico: Son los patrones de las ejecuciones cognitivas tanto alteradas como
sanas, deben quedar explicadas en términos de daño a uno o más componentes pertinentes a
una teoría o modelo del funcionamiento cognitivo normal.
Procesamiento de información
Diagramas de flujo
Cabe anotar que la mayoría de los conceptos desarrollados por la psicología cognitiva, son
ampliamente retomados por la neuropsicología cognitiva.
BIBLIOGRAFÍA