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Arco de histeria – Louise Bourgeois

En la escultura se nos presenta un cuerpo contorsionado el cual, por sus rasgos físicos,
podemos identificar que es una mujer que no tiene cabeza, a simple vista nos damos cuenta
que no está exhibida sobre el suelo, sino que cuelga del techo mostrando un constante
movimiento a pesar de estar hecha de bronce, incitando al espectador a interactuar con ella
y a ver desde diferentes ángulos la figura. Esta obra nos articula un significado sobre el
cuerpo de la mujer ya que nos remite a un contexto social del siglo XIX, donde se creía que
la histeria era una enfermedad que solo desarrollaban las mujeres, que debía ser tratada de
una manera particular para “curarlas” de este mal. Asimismo, tiene una relación con lo
propuesto por el psicoanalista Sigmund Freud, acotando que esta histeria femenina era
desarrollada a raíz de traumas reprimidos inconscientemente que se manifestaban en forma
de ataques en este caso arqueando el cuerpo.
Al referirnos directamente a la escultura se puede observar el movimiento permanente en
sus manos, pies y abdomen que nos lleva instantáneamente a ver la forma arqueada del
cuerpo dejando a la interpretación del espectador lo que podría ser la siguiente postura a
realizar por este cuerpo, se podría decir que al no tener cabeza nos muestra el papel que
tenía la mujer en la sociedad, donde su manera de pensar u opinión no tenía ningún valor
manteniendo sus pensamientos en lo que se consideraba importante en la época: el hogar y
la familia. La mujer no tenia derecho a disfrutar de su sexualidad o a divulgar sus miedos e
inseguridades se ignoraban completamente sus prioridades, demostrando que, lo único
sobresaliente de la figura femenina era tener un cuerpo esbelto. La mujer es decapitada,
ignorada y tratada como un instrumento, no es un sujeto social que contribuye a la
construcción de lo que se considera como sociedad.

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