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NUEVOS ESCENARIOS SOCIALES GENERADOS CON LA INDEPENDENCIA Y LAS

FORMAS DE DOMINIO HEREDADAS DEL PASADO COLONIAL PASADO MAYA


Antiguamente la mayor parte de los pobladores que habitaban el territorio de Guatemala
pertenecían a la raza maya. Existen varios enigmas de esta gran civilización, entre ellos, el
centro originario de este pueblo; algunos afirman que fue de tierras altas desde donde viajaron
en migraciones hacia las tierras bajas; otros opinan al contrario, que de las llanuras tropicales
huyeron hacia las tierras altas. Sea probado la existencia de dos períodos: la antigua cultura
maya, con esplendor entre los siglos IV y VI después de Jesús El Cristo y la nueva cultura
maya posterior al año mil, con su auge entre el siglo X y el siglo XII después de Jesús El
Cristo. Al primer imperio pertenecen las ruinas prestigiosas y fascinantes de Copán en
Honduras, Tikal en Guatemala y Palenque en México. Éstas son obras de alto nivel que
alcanzaron en arquitectura, escultura, pintura y cerámica. Otro enigma de la protohistoria
amerindia son las causas de la caída de este primer imperio maya y el decaimiento del segundo,
después de los siglos XIII – XIV. Se cree que la sociedad maya estaba organizada en ciudades
del tipo independientes, éstas eran centros político-religiosos. La mayoría llegó a contar con
30,000 ó 40,000 habitantes, su base económica fue la explotación de los campos en una
extensión de 30km. Mientras los aztecas e incas se dedicaron al cultivo por regadío, los mayas
se limitaron al sistema de rozas en el cultivo de maíz; cultivaban nuevas tierras, en donde
previamente se había quemado la maleza y una vez agotadas se abandonaban, de esto se originó
su deficiencia agrícola y el rápido agotamiento de los suelos. Con certeza no se conoce la
estratificación de la sociedad, pero sí se sabe que la sociedad indígena, basada en comunidades,
se había iniciado en la división de clases. El papel del Estado era muy importante y se basaba
en una clase dominante, de nobles y sacerdotes. Los sacerdotes tenían el monopolio de la
ciencia y las religiones. En la ciencia lograron conocimientos científicos, como la duración del
movimiento giratorio de la Luna y los planetas, un calendario en donde el año contaba de 18
unidades de veinte días (360 días), a las que se añadían, después, cinco días (365 días); también
hicieron uso de los números, representados por puntos, y utilizaron el cero. Los grandes viajes
realizados eran guiados por la posición del Sol y al parecer conocían la forma esférica de la
Tierra. Un conocimiento que era privilegio de los sacerdotes era utilizado la escritura
jeroglífica, fase intermedia entre la ideográfica y la alfabética. A la llegada de los españoles, la
civilización maya estaba en decadencia, debido al sometimiento de los toltecas y de los aztecas
venidos de México, los que se ubicaron en las 1

tierras altas. En el Estado de los k’iche’s habían más de cien ciudades ubicadas en puntos
estratégicos de las sierras. Entre las más importantes se encuentran Utatlán en Santa Cruz de
Quiché, capital de los k’iche’s; Iximché, capital de los kaqchikeles, y Atitlán, capital de los
tz’utujiles. Es difícil describir su aspecto, porque fueron totalmente arrasadas y saqueadas por
los conquistadores.

LA INDEPENDENCIA En 1524 los kaqchikeles ofrecieron a Cortés una alianza, pidiendo a


cambio ayuda contra los k’iche’s. Cortés aceptó y envió a Pedro de Alvarado junto a 350
soldados y más de 6000 combatientes pipiles (pueblo no maya) iniciando la conquista,
venciendo a los k’iche’s cerca de Quetzaltenango y destruyendo su capital, Utatlán. Después
sometieron a las demás tribus que se resistieron; destruyeron y saquearon ciudades y se
apropiaron de sus mejores tierras. Así inició la colonización española de Guatemala y
Centroamérica. Con la conquista se da una serie de consecuencias, entre ellas la reducción de
indios. No se sabe con exactitud cuántos indígenas habitaban en el momento de la conquista, se
cree que en 1520 se habían desatado el cólera en los Estados de los k’iche’s, de os kaqchikeles
y de los tz’utujiles y fallecieron muchos. En 1521 la viruela hacía estragos entre los indígenas y
las epidemias, el hambre y la guerra estaban terminando con la población mucho antes de la
llegada a Guatemala de los españoles. Posterior a la conquista, las nuevas enfermedades, los
trabajos agotadores y la mala alimentación continuaron afectando a la población indígena que,
sin embargo, sobrevivió ubicada en las tierras altas del Occidente, en donde los españoles
actuaron en forma limitada. Las tierras repartidas por Pedro de Alvarado fueron para los
primeros aventureros que llegaron en un promedio de 150 personas, y se convirtieron en los
nuevos aristócratas. Se inició también, el establecimiento de encomiendas para unificar a los
indígenas en la sociedad hispánica del Nuevo Mundo. En Guatemala hubo en 1665, setenta y
dos encomiendas, pertenecientes a residentes en España. A los abusos de la encomienda se
opuso con gran energía el obispo Fray Bartolomé de las Casas, que entre 1537 y 1545 llevó a
cabo en las Verapaces un experimento en donde los frailes dominicanos convivían con los
indígenas, sin encomiendas, ni protección militar. Desafortunadamente no tuvo éxito. Entonces
se incorpora el sistema de repartimientos, en el que se permite reclutar mano de obra indígena.
De esta forma, Guatemala fue un punto principal del imperio colonial español en 2

Centroamérica, pues se estableció la sede de la Capitanía General de Guatemala, que abarcaba


las cinco intendencias de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. En el
oriente de Guatemala la acción colonizadora fue más intensa. Se mestizó la población y las
reducciones dieron origen a un nuevo tipo de pueblo, con calles que se cruzaban en ángulo
recto y una plaza cuadrada en el centro, en donde se edificaban, la iglesia, el ayuntamiento y la
escuela. Asimismo se formaron numerosas ciudades, casi todas en el interior del país, ya que
las costas del Pacífico eran poco propicias al asentamiento y las del Atlántico eran acosadas por
los piratas y bucaneros ingleses. Por estas ciudades entraban la civilización hispánica y ejercían
las funciones administrativas, culturales y económicas. Una de las más importantes fu la “Muy
Noble y Leal Ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala” fundada en 1527 al pie del
volcán de Agua, hoy esta ciudad es llamada Ciudad Vieja. A pocos kilómetros se levantó una
nueva capital, que con 80,000 habitantes, llegó a constituir un gran foco cultural del Nuevo
Mundo, junto con México y Lima. En el año 1773 sucedió otra erupción, esta vez del volcán de
Fuego y la destruyó; hoy forma lo que conocemos como Antigua, ciudad en ruinas “Patrimonio
de la humanidad”. La última ciudad tuvo un nuevo traslado al Valle de la Asunción,
Guatemala, próxima al valle del Motagua y bien comunicada con Puerto Barrios, en el
Atlántico, el puerto más importante de Guatemala; con un fácil acceso al Pacífico y al grupo
indígena occidental. La vida económica dentro de la Colonia no fue muy dinámica. La
búsqueda de oro y plata no dio resultado y la actividad se centró en la agricultura y la
ganadería, que se enriquecieron con las aportaciones de los colonizadores. Los españoles se
acostumbraron a alimentarse de productos indígenas, entre otros, la mandioca, papas, maíz,
frijol, calabaza, tomate. Iniciaron a su vez el cultivo de la caña de azúcar y banano en las tierras
cálidas; el trigo y cebada en las tierras templadas y frías e introdujeron entre los indígenas el
asno, los corderos, el cerdo y aves de corral y el caballo y los rebaños de bovinos, distintivo de
la economía criolla de los ladinos. La ganadería dio origen a grandes latifundios o estancias y
contribuyó a desplazar a los indígenas a las laderas y tierras altas. Para exportar aprovechando
el algodón, el tabaco y, sobre todo, el cacao, el añil y la cochinilla. Las órdenes religiosas de los
dominicanos y franciscanos introdujeron notables progresos en la agricultura; se introdujo el
arado de madera, con el que se favoreció la expansión de los cultivos de grano: el maíz, el trigo
y la cebada. En educación en 1678 se fundó la Real y Pontificia Universidad de San Carlos de
Borromeo, encargada de los estudios superiores. 3

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