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PATOLOGÍA

Juan Takano Morón

I. La Patología de la Antigüedad
Desde tiempos inmemoriales el quehacer humano se desenvuelve con la cons-
tante preocupación de enfrentarse a la "enfermedad", de conocerla en toda su
dimensión para evitarla o contrarrestarla en el deseo de prolongar la vida o inten-
tar perpetuarla. Esta preocupación busca las causas de la enfermedad en designios
misteriosos que entrañan una suerte de castigo divino, de acciones malévolas, de
espíritus satánicos que contrastan con sentimientos de culpa o sacrificio de entre-
ga y autodestrucción buscando la "vida eterna".
Las culturas preincas e inca del antiguo Perú revelan a través de sus ceramios
en particular, sus creencias y la riqueza del pensamiento primitivo en relación con
las enfermedades y la medicina, Weiss, en sus aportes sobre paleopatología ameri-
cana, enfatiza el gran valor que encierran las diferentes representaciones de lesio-
nes corporales en los ceramios de los antiguos peruanos, que permte analizar y
entender el pensamiento de la época respecto a las enfermedades. Weiss dice: "El
ceramista nunca pretendió hacer una lámina médica, menos representar al pobrecito
enfermo; sino a la misma enfermedad (la patología en esencia) en su ser mágico
humanizado o a la lesión, no precisamente como tal, sino como tropo, en casos,
simbolizando conceptos abstractos y paradójicos, tales como fertilidad, fecundi-
dad... señales de poderes mágicos, sobrenaturales"... E l ser portador de un defec-
to congénito podría ser motivo de privilegio, orgullo o distinción por acciones
supremas, mágicas o divinas.

II. La Época Orgánica de la Patología


Entre los años 1440 y 1502 de nuestra era, surge la figura italiana de Antonio
Benivieni, a quien se le adjudica la paternidad de la Anatomía l'atológica. supe-
rando la llamada Época Humoral en la interpretación de la enfermedad y por ende
de la patología. Benivieni realiza necropsias y determina los cambios ocurridos en
los diferentes órganos tratando de explicar, a través de éstos, la enfermedad. Es el
iniciador de lo que con el devenir de los años, sería la base para los correlatos
clinicopatológicos. E l libro, recopilación de su obra por sus discípulos, DeAbditis
nonnvllis ac mirandis Morborum et Senation Causis, habla de esta intencionalidad
del autor.
Long, autor de A History of Pathology publicado en 1928, hace mención a la
obra de Benivieni citando casos concretos estudiados por éste que expresan la
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intencionalidad del correlato cKnicopatológico, como el caso de aquél que vomita-


ba todo lo que comía hasta llegar a la caquexia y morir. Se encontró en el examen
post morten un estómago rígido y duro que no dejaba pasar alimentos a nivel del
píloro. Sin duda se trataba de un cáncer de estómago.
Debieron transcurrir casi tres siglos para que la Anatomía Patológica se ini-
ciara como una ciencia, sin la influencia del pensamiento mágico y demoníaco
que aún se mezclaba con los hallazgos anatómicos post morten.
Giovani Batista Morgagni (1684-1771) es el padre de la Anatomía Patológica.
Como profesor de la Universidad de Padua, publica en 1761 su obra De sedibus et
causis morborum per anatomin indagatis, producto del estudio de cientos de
necropsias con sus respectivas historias clínicas, orientado a establecer el asiento
y la causa de la enfermedad; influenciado por la corriente filosófica de la época de
interpretar la causalidad como producto de la asociación de datos objetivos.
Sin duda, la obra de Morgagni difundida en el mundo europeo debió influen-
ciar en América.
En el Perú, Hipólito Unanue, en 1792, ordena la construcción del primer
anfiteatro anatómico de América Meridional y tiene el concurso excelso de los
creadores de las escuelas médicas del Renacimiento como Leyden para lograr el
modelo de la enseñanza de la medicina. Ésta se hizo mediante las llamadas "con-
ferencias anatómicas" y "conferencias clínicas".
Francisco Alayza Escardó, en su obra Historia de la Cirugía en el Perú, refi-
riéndose a las "conferencias anatómicas" iniciadas por Hipólito Unanue, hace
mención al primer director anatómico del anfiteatro de nombre Cristóbal Peinado,
colaborador de Unanue quien, en 1791, realizó una necropsia notable. Se trataba
de un marinero, el cual después de padecer intensa cefalea, falleció días después
por lo que Unanue ordenó la necropsia con abertura del cráneo, lo que era excep-
cional. Abierta la caja craneana y la dura madre, "después de un corte vertical de
la falsa mesaría hasta el cuerpo calloso y, otro por el diafragma del cerebelo, se
presentó a la vista por toda su superficie la sustancia cortical, así como los dos
hemisferios y el cerebelo. Uno y otro estaban intactos, manteniendo su color, su
consistencia y simetría natural. Pasándole después el cuchillo a romper el cuerpo
calloso, al primer corte saltó una porción de agua muy clara y sin hedor. Se conje-
turó que su cantidad sería de tres onzas... Concluido el examen del cerebro, se
pasó al cerebelo que fue dividido por un corte vertical en sustancia cenicienta
para llegar a la blanca, encontrando en el centro una gran hydátide o vejiguilla
cerrada por todas partes y llena de un líquido amarillento, sin olor alguno, cuya
cantidad sería de una onza"; debió tratarse tal vez de un astrocitoma quístico del
cerebelo. E l comentario hecho por el necropsiador demuestra cierta familiaridad
con las estructuras exploradas, lo que nos lleva a pensar que este estudio no se
hacía por primera vez. La información recogida por el Dr. Alayza de las publica-
ciones hechas por Hermilio Valdizán bajo los títulos de Los Anatomistas de la
Colonia y Personalidad del sabio Hipólito Unanue de los años 1919 y 1917 respec-
tivamente, probablemente corresponde a las primeras necropsias realizadas en la
Colonia que traducen la influencia del gran Morgagni.
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III. La Patología del Siglo X I X


Al estudio post morten con criterios puramente macroscópicos de órgano al-
terado que se desarrolló desde el Siglo XVI, y que se reconoce como Época Orgáni-
ca, sigue la concepción tisular introducida por Xavier Bichat [1771-1802) de ori-
gen francés, en el marco de un profundo cambio sociocultural que operaba en
Francia como consecuencia de la revolución que alcanzó a todas las instituciones
con enorme repercusión en toda la Europa y las Américas. E l cambio en la ense-
ñanza de la medicina fue radical, logrando enorme desarrollo en la formación de
los médicos y cirujanos, con gran actividad en el campo de la investigación. Fran-
cia se convierte en el Centro Mundial de la Medicina y, en este contexto, Bichat,
que se iniciara como cirujano, rápidamente se convierte en un estudioso de la
Patología, practicando muchas necropsias que le permitirían llegar a la conclu-
sión, aún sin el empleo del microscopio, de que los órganos estaban constituidos
por tejidos y que éstos eran parte de diferentes órganos, concepto que plasmó en
su obra Traite des membranas publicado en 1800. A este período del desarrollo y
evolución de la Patología se le conoce como Época Tisular.
La obra de Bichat tiene el mérito de ser el resultado de muy pocos años aun-
que proficuos, pues él falleció a los 31 años de edad, posiblemente debido a una
meningoencefalitis tuberculosa. Sin duda la concepción funcional y estructural
de los órganos facilitó el advenimiento de un nuevo acontecimiento en la consoli-
dación de la Patología como ciencia, la llamada Época Celular.
Rudolf Virchow (1821-1902), se inició en la Anatomía Patológica como ayu-
dante de Froriep quien desempeñaba el cargo de prosector de la Charité y a quien
reemplazó años después. El prestigio ya ganado por Virchow como patólogo a
mediados del siglo, le valió para ocupar el puesto de profesor de Anatomía Patoló-
gica en Würzburg donde pudo realizar la obra que consolidaría el carácter cientí-
fico de la Anatomía Patológica. Esa obra inicia la Época Celular bajo cuyos princi-
pios básicos se fundamenta el conocimiento patogénico de la enfermedad. La obra
de Virchow fue posible gracias a su genialidad de ver con el microscopio com-
puesto el significado y lo grandioso de la célula, genialidad que aprovechó los
avances alcanzados en la Patología hasta fines del Siglo XVIII y comienzo del Siglo
XIX. Recordemos que el microscopio había estado disponible para los estudiosos
de la biología desde el Siglo XVII, pues Malpighi (1628-1694) descubrió los
glomérulos del riñon y Leeuwenhock había observado los glóbulos rojos, el mús-
culo e incluso a los gérmenes y, Rokitanky de la Escuela de Viena (1804-1878) de
quien se dice que tuvo el récord más grande de necropsias, seguía sosteniendo la
teoría humoral de la enfermedad.
Virchow encuentra en el daño celular la explicación de la enfermedad y su
concepción respecto a ésta es integral, producto de alteraciones bioquímicas y
funcionales que devienen de la lesión celular.
Los grandes esfuerzos del sabio Hipólito Unanue para emprender la ense-
ñanza de la medicina en el Perú, no concluye con el mencionado anfiteatro. En
1808 funda el Colegio Real de Medicina y Cirugía de San Fernando amparado en el
título de Protomédico del Virreinato y por encargo del virrey Abascal. E l currículo
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de estudios está orientado a "formar médicos útiles a la salud pública, a las artes y
a la industria". Contiene las materias de Matemática, Física, Historia Natural,
Zoonomía, Anatomía y Fisiología, Patología, Psicología Clínica, Operatoria, Obste-
tricia, Farmacia y Topografía.
En 1856, Cayetano Heredia funda la Facultad de Medicina y contrata profeso-
res extranjeros para continuar con la reconstrucción. Entre ellos viene Evaristo
D'Ornellas, natural de Funchal, ubicada en la isla portuguesa de Madera y gradua-
do de médico en París con la tesis Anatomía Patológica y tratamiento de los tumo-
res fibrosos de la nasofarínge. Aunque D'Ornellas era cirujano, y trajo el clorofor-
mo como anestésico, reemplazó a Mariano Arosemena Quesada en la Cátedra de
Anatomía General y Patológica, quien luego fundó la Cátedra de Anatomía Patoló-
gica de la Facultad de Medicina de San Fernando, siendo el primer anatomopatólogo
del Perú. En una de sus publicaciones, que aparece en la Gaceta Médica de 1857,
se ocupa de un tumor de origen nervioso bajo el título de "Neurona del Cubital".
En este trabajo menciona que practicado el examen macroscópico y microscópico,
encontró "núcleos y cuerpos fibroblásticos fusiformes...", dejando entender que
había realizado estudios del caso utilizando el microscopio compuesto, hecho que
le daría el privilegio de ser el primero en traer al Perú un instrumento de esta
naturaleza ya que sería forzado pensar que él hubiese remitido el tejido a Francia
para dicho estudio.

D'Ornellas renunció al cargo cuatro años más tarde y fue reemplazado por
Leonardo Villar, quien ocupa la Cátedra de Anatomía Patológica en forma interina
en 1860. Después de varios años, llega a ser Catedrático Titulary ejerce la Cátedra
hasta 1876 en el Hospital Santa Ana, para luego hacerse cargo de un servicio de
medicina en el Hospital Dos de Mayo que se inauguró un año antes. Concluyó su
carrera docente como Decano de la Facultad de Medicina.
En 1869, el nombre de la Cátedra de Anatomía Patológica es reemplazado por
el antiguo nombre de Anatomía General y Patológica y perdura hasta la salida de
Villar.
En el nuevo currículo de estudios médicos que se aprueba, se reemplaza a la
Cátedra de Anatomía General y Patológica por la de Patología General y Anatomía
Patológica y en 1888 se hace cargo de la Cátedra, en condición de Catedrático
Titular por concurso, ol Dr. Julio Becerra.

IV. La Patología del Siglo XX


La influencia de Europa, especialmente de Francia y Alemania en el queha-
cer médico al término del Siglo XIX, se intensifica e incentiva cambios importan-
tes en Norteamérica con la creación de escuelas médicas en varios estados de la
Unión y el liderazgo que toman algunas como la Escuela de Medicina fhons Hopkins
de Baltimore.
En el Perú se mantiene una mentalidad conservadora que no permite la crea-
ción de nuevas facultades de medicina, concentrándose el elitismo intelectual
médico en la Facultad de San Fernando.
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En los Estados Unidos surgen figuras inspiradas en el concepto integral de la


patología (estructura-función-bioquímica-experimentación y métodos de aplica-
ción clínica). La influencia de Claude Bernard (1813-1879) y de Julius Conheim,
(1839-1884) como padres de la Patología Experimental, fue decisiva en el desarro-
llo de la Patología norteamericana como una ciencia dinámica, surgiendo figuras
como la de William Henry Welch quien ocupó la Jefatura del Departamento de
Patología del Hospital Jhons Hopkins por muchos años, falleció en 1934. Cushing,
Simmonds Mac Callum, Mallory, Lewis, Rous, Niemann, entre otros, representan
los pilares de la Patología.

V. La Patología en la Universidad y en los Hospitales de Lima


A comienzos del siglo, recuperados de la Guerra del Pacífico, y con la in-
fluencia de la Patología moderna, cuando la Cátedra de Patología General y Anato-
mía Patológica era regentada por el Dr. David Matto, en 1907 vuelve a desdoblarse
como Cátedras de Patología General y Anatomía Patológica. Esta última es ocupa-
da por concurso, el año de 1910, por el Dr. Oswaldo Hercelles Monterola, quien
permanece en ella hasta 1930. Al hacerse cargo de la Cátedra, Hercelles desempe-
ñaba la Jefatura del laboratorio del Hospital Dos de Mayo, el que fue ampliado con
los servicios de Hematología y Anatomía Patológica. Se dice que Hercelles fue el
primero en utilizar los colorantes de hematoxilina y eosina para estudiar los teji-
dos seccionados usando la congelación con cloretilo. Es así como, en la conferen-
cia dictada en la Sociedad Médica Unión Sanfernandina, expone su teoría vascular
sobre el llamado "Noduloma Berrucoso".
Hercelles fue un autodidacta que utilizó su condición de docente y de médi-
co del hospital para dedicarle tiempo a la Anatomía Patológica y al museo de pie-
zas anatómicas como un medio de enseñanza.
Sin duda, la influencia norteamericana dejaba sentir su presencia en el cam-
po de la medicina. En 1913 nos visita una delegación de la Universidad de Harvard
presidida por Strong para cambiar opiniones sobre la Enfermedad de Carrión en
aspectos relacionados con su etiología y su patogenia. Aún había dudas que el
germen descubierto por Barton fuese el causante de la llamada Verruga Peruana.
La Enfermedad de Carrión, exótica para los europeos y los norteamericanos,
despierta interés en los investigadores de esas latitudes.
En 1925, el profesor Hideyo Noguche, microbiólogo japonés que, con apoyo
de la Fundación Rockefeller, realiza estudios sobre Leptopirosis en el Perú, se inte-
resa por el germen de la Enfermedad de Carrión y logra preparar el medio adecua-
do para su cultivo in vitro, con la colaboración del Dr. Telémaco Battistini, quien
es becado por la Rockefeller para su perfeccionamiento en los Estados Unidos de
Norteamérica.

Ésta es la época en la que un compañero de estudios de Battistini, Pedro
Weiss Harvey, limeño interesado por los cambios de mentalidad se une al movi-
miento estudiantil de 1919, pero pronto tiene que abandonar el país para terminar
sus estudios médicos en España. Graduado de médico viaja a Alemania, Francia,
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después a Suiza en estudios de postgrado con figuras representativas de la medici-


na europea, dedicándose a la dermatología y a la anatomía patológica. De regreso
al Perú, en 1925, es encargado por el Gobierno de Leguía para combatir enferme-
dades transmisibles por mosquitos en el norte del país a consecuencia del fenóme-
no de "El Niño" de ese año.
Weiss es contratado por la Facultad de Medicina de San Fernando para el
dictado de las prácticas en Bacteriología, Parasitología e Histología y, en 1927,
como resultado de sus estudios hechos en el laboratorio de Oswaldo Hercclles,
utilizando solamente los tejidos de las paredes abdominal y torácica de pacientes
fallecidos a causa de la Enfermedad de Carrión, después de practicar la evisceración,
cuyos órganos se guardaban para ser examinados y estudiados por el jefe de labo-
ratorio, sacó a luz su trabajo titulado Hacia una concepción patogénica de la 'Ve-
rruga Peruana', con lo que obtuvo el grado de Doctor en Medicina y se perfiló
como un investigador nato.
En 1930, Weiss es nombrado Catedrático Principal de Dermatología y
Sifilografía de la Facultad de Medicina de San Fernando. En el receso de la Univer-
sidad, vuelve a Europa. De regreso al Perú, en 1935, es nombrado Catedrático
Principal de Anatomía Patológica de la Facultad de Medicina de San Fernando con
sede en el Hospital Arzobispo Loayza, que venía funcionando desde 1924 como
hospital para mujeres en reemplazo del Hospital Santa Ana.
El profesor Weiss, instalado en un pequeño ambiente colindante con la morgue
del hospital, inicia su labor de maestro e investigador atrayendo a jóvenes estu-
diantes que veían en la figura de "Don Pedro" (como lo llamaban), al hombre que
los guiaría en la formación de patólogos e investigadores peruanos. E l prestigio
alcanzado por el profesor Weiss hizo posible la ayuda del exterior para la cons-
trucción e implementación del instituto de patología ubicado en el Hospital Arzo-
bispo Loayza, donde florecería la Escuela de Patólogos del profesor Weiss con figu-
ras de renombre nacional e internacional como Oscar Urteaga Bailón, Alberto Cuba
Caparó, Herbert O'Hara, Gerardo Boisset B., Polinéstor Aguilar, Javier Arias Stella,
Uriel García Cáceres, Aníbal Casavilca Rubio, Benigno Acurio Pareja, José Pereda
Garay, Juan Gutiérrez Manay y Arturo Ramos Adriansen.
El profesor Weiss fue un sabio porque dominaba otros aspectos del quehacer
humano; tuvo discípulos en Biología, Antropología, Paleopatología e incluso en
artes plásticas.
En la década del 50, Weiss reafirma su talento y atributos de investigador-
médico al exponer el resultado de su estudio sobre una nueva entidad nosológica,
Habla de un proceso neoplásico de localización nasal que hasta entonces segura-
mente era confundida con otras enfermedades como el rinoescleronea y la
leishmaniasis. Se trata de un linfoma que por sus características tan peculiares,
tanto de comportamiento clínico cuanto de estructura, difiere de otros linfomas.
Este aporte, de tanta significación médica ha merecido una justa recompensa del
mundo científico al reconocer a la enfermedad con el nombre de Linfoma de Weiss
y el autor de esta semblanza tiene el privilegio de figurar como coautor de una
publicación sobre el tema.
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Daniel Mackehenie. Descendiente de irlandés, natural del Callao, se graduó


de médico en la Facultad de Medicina de San Fernando en 1902. Ejerció la profe-
sión en Yauli, regresa a Lima en 1914 para ser nombrado Jefe de Consultorio Exter-
no, de reciente creación en el Hospital Santa Ana. Al inicio del Hospital Arzobis-
po Loayza en 1924, Mackehenie fue nombrado Jefe de la Sección de Histopatología
del Laboratorio Clínico que dirigía el Sr. Carlos A. García. Mackehenie, de sólida
formación humanista, con conocimiento de lenguas extranjeras, fue un autodidacta
en el campo de la Patología; estimulado por las experiencias vividas como estu-
diante en la Cátedra del Dr. Julio Becerra. Aunque gran parte de su tiempo lo
dedicó a la investigación de la Enfermedad de Carrión, la mentalidad y formación
de los médicos y cirujanos de la época, lo obligaba a realizar el trabajo de necropsias
y biopsias para establecer los diagnósticos a nivel microscópico. Su proficua pro-
ducción científica en la investigación de la Enfermedad de Carrión, constituye un
valioso aporte en el conocimiento de esa patología, particularmente del verrucoma.
Mackehenie participó oficialmente en la docencia de la patología al reempla-
zar a Hercelles en 1930 en la Cátedra de Anatomía Patológica, cargo que dejó al
producirse el receso de San Marcos. Sin embargo, su espíritu de maestro lo llevó a
la formación de especialistas que tuvieron destacado desempeño profesional en el
campo asistencial y como investigadores. Entres sus discípulos figuran Pablo Mori
Chávez, José Jiménez Franco, Víctor Senisse, Tomás Escajadillo y Víctor Alzamora.
Pablo Mori Chávez, dedicó todo su tiempo a la investigación. Fue colabora-
dor del profesor Carlos Monge Medrano en estudios de patología de altura, espe-
cialmente en problemas de reproducción [Anales de la Facultad de Ciencias Médi-
cas, vol. 25, 1942). Trabajó en cáncer experimental y el efecto de la hipoxia en
estas neoplasias.
José Jiménez Franco, discípulo de Mackehenie, hizo postgrado en los Esta-
dos Unidos y, a su regreso al Perú, el año de 1941, se hizo cargo de la Sección de
Anatomía Patológica del Laboratorio del Hospital Dos de Mayo.
Jiménez Franco regresó con la influencia de la Escuela Norteamericana, e
inició cambios en la orientación y objetivos del Servicio de Anatomía Patológica
del Hospital Dos de Mayo. Desafortunadamente dos años después falleció a conse-
cuencia de haber enfermado de tuberculosis.
Oscar Urteaga Bailón, primer discípulo de Weiss, hizo postgrado de patolo-
gía en los Estados Unidos, a su regreso y producida la muerte de Jiménez Franco se
hizo cargo de la Sección de Anatomía Patológica del Laboratorio del Hospital Dos
de Mayo que, a la sazón se denominaría Laboratorio Oswaldo Hercelles en recono-
cimiento a quien le dedicó esfuerzos y logró importantes avances, sobre todo en
Anatomía Patológica y, posteriormente se convertiría en el actual Departamento
de Patología. Urteaga, de un dinamismo extraordinario continuó la obra iniciada
por Jiménez Franco, dirigió su Departamento con la orientación de la Escuela Nor-
teamericana. Ejerció la especialidad en estrecha colaboración con las actividades
lectivas de medicina y cirugía, que se desarrollaban en el "Hospital Dos de Mayo";
organizó conferencias clinicopatológicas y de patología quirúrgica. Creó un mu-
seo de piezas anatómicas con preparadas incluidos en brea, y fundó la revista de
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Patología Clínica que se mantuvo por muchos años. Urteaga cesó el año de 1978, y
se quedó como jefe del departamento su discípulo Pedro Larrea Ramírez.
Los discípulos del profesor Weiss, adscritos a su Cátedra que funcionaba en
el Hospital Arzobispo Loayza, organizaron y ejercieron las jefaturas de varios hos-
pitales de Lima y Callao.
Herbert O'Hara, con postgrado en los Estados Unidos, fue nombrado Jefe del
Departamento de Patología del Hospital Obrero, hoy Hospital Guillermo Almenara
Irigoyen de EsSalud. A su regreso del país del norte, a comienzos de los años
cincuenta, el Dr. O'Hara dedicó sus esfuerzos al ejercicio de la patología quirúrgi-
ca; fue el consultor del grupo de Weiss por varios años. Ejerció la docencia como
profesor auxiliar en la Cátedra de Anatomía Patológica. El Dr. O'Hara fallece en la
década del sesenta y es reemplazado por su discípulo el Dr. Juan Gutiérrez Manay,
quien permanece en el Servicio hasta 1987 y después es ascendido a Director
Médico del Hospital Almenara. En la actualidad la jefatura de patología del Alme-
nara la ejerce la Dra. Carmen Asato, quien hizo la residencia de patología en el
Hospital Cayetano Heredia del Rímac.
Gerardo Boisset Boisset, ocupó el cargo de Jefe del Servicio de Patología del
Hospital de Policía en la década de los cincuenta, así como la Jefatura de la Sec-
ción de Anatomía del Hospital del Niño, hoy Instituto de Salud del Niño.
En 1956 viajó a los Estados Unidos a hacer un postgrado en patología
pediátrica. El Dr. Boisset, organizó el museo de malformaciones congénitas del
corazón del Hospital del Niño, facilitando el estudio de esta patología a cardiólo-
gos clínicos y cirujanos.
Su actividad docente fue intensa a nivel de pre y postgrado en las Universi-
dades de San Marcos y Cayetano Heredia.
Escribió un libro sohre neumopatías agudas en niños y ejerció la Jefatura del
Departamento de Patología de la Universidad San Marcos en la década del ochen-
ta. Al fallecer el Dr. Boisset, fue reemplazado en el Hospital del Niño y en la do-
cencia universitaria por su discípulo el Dr. Joaquín Narváez Soto.
Alberto Cuba Caparó, graduado en 1944 de médico cirujano, inició su vida
profesional dedicado a la docencia y la investigación en la Cátedra del profesor
Weiss. Poco tiempo después fue ascendido a Profesor Auxiliar de Anatomía Pato-
lógica.
La flamante Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos que se fundara para reemplazar a la Escuela de Veterinaria
del Ejército, en la década del cuarenta, solicitó sus servicios como Profesor Princi-
pal de histología primero y después como profesor de patología, siendo uno de los
pilares que hizo posible que esa facultad alcanzara el prestigio que tuvo en los
años cincuenta y sesenta. E l profesor Cuba, organizó la Escuela de Patología de
Veterinaria y desarrolló una intensa labor de investigación en el campo de las
neoplasias de origen viral y en patología de altura de los ovinos y los vacunos.
Trabajó con el profesor Duran Reynals en la Universidad de Yale y en el Sloan
Kettering de New York.
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Cuba Caparó se dio tiempo para incursionar en el ejercicio de la patología al


aceptar la organización y dirigir el Servicio de Anatomía Patología del Hospital
Daniel A. Carrión, de Bellavista en 1953 que por entonces dependía de la Benefi-
cencia Pública del Callao. E l Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Daniel
A. Carrión extendió su atención a los hospitales de la Maternidad de Bellavista y
Guadalupe de La Punta, años después trasladó a su nuevo local construido en la
vecindad del Hospital Daniel A. Carrión bajo el nombre de Hospital San Juan de
Dios. Cuba cesó en el Hospital Daniel A. Carrión en 1957 para concentrarse a la
investigación y a la docencia.
El año de 1960, al producirse la renuncia masiva de los profesores de la Fa-
cultad de Medicina de San Fernando, por problemas de política universitaria, Cuba
fue nombrado Presidente de la Comisión Reorganizadora y Profesor Principal de
Patología de la Facultad de Medicina de San Fernando.
Tuvo a su cargo la inauguración y la dirección del nuevo instituto de patolo-
gía construido en el Hospital Arzobispo Loayza en reemplazo del local de la calle
Vaquero el que pasó a ser sede de la Cátedra de Histología. El profesor Cuba cesó el
año de 1971 al concluir su gestión como vicerrector de San Marcos.
Polines tor Aguilar, con postgrado en Atlanta, Georgia, de Norteamérica dedi-
có sus esfuerzos a la docencia en la Cátedra del profesor Weiss.
Fue nombrado Patólogo del Hospital Neumológico Hipólito Unanue y des-
pués del Hospital San Bartolomé. Actualmente está jubilado.
Javier Arias Stella, reconocido mundialmente por sus investigaciones en el
campo de la Patología ginecológica y de la Patología de Altura, hizo el residentado
de Patología en el Memorial Cáncer Center de Nueva York. Es uno de los patólogos
líderes en Latinoamérica y fundador, junto con el Dr. Uriel García Cáceres, del
residentado escolarizado de patología en el Perú.
Sus discípulos también han alcanzado notoriedad como el Dr. Sixto Recavarren
y el Dr. Hever Kruger. Actualmente, sigue ejerciendo la Patología en el sector pri-
vado.
Arias Stella mostró cualidades innatas de político y diplomático destacando
como Ministro de Salud Pública y como Ministro de Relaciones Exteriores duran-
te los gobiernos del arquitecto Belaúnde Terry (1963-1968 y 1980-1985).
El Dr. Uriel García Cáceres, contemporáneo del Dr. Javier Arias Stella, con
residentado en patología de la Universidad de Cincinati, Ohio, igualmente tiene
una brillante trayectoria docente y de investigador reconocido en el país y en el
extranjero. E l Dr. Uriel García también tuvo actuación política al desempeñarse
como Ministro de Salud y Presidente del IPSS, hoy EsSalud. Es un historiador
nato, pues tiene importantes aportes de personajes de nuestra profesión, como la
semblanza de Daniel A. Carrión.
Leoncio Vega Rizo Patrón, iniciador de la Patología en el Hospital Naval, con
residentado en patología en el Memorial Cáncer Center de New York. Al producir-
se el colapso de San Fernando el año de 1961 permaneció como Profesor Asociado
y posteriormente como Principal de Patología al lado del Dr. Cuba. El año de 1968,
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se hizo cargo del Servicio de Patología del Hospital San Juan de Dios, del Callao, el
mismo que había sido escogido por la Facultad de Medicina como sede docente
principal, a raíz de una norma gubernamental que designaba hospitales a las tres
Facultades de Medicina de Lima (San Fernando, Villarreal y Cayetano Heredia),
como sede de docentes principales.
Parte del equipamiento del instituto de patología ubicado en el Hospital Ar-
zobispo Loayza, pasó al Hospital San Juan así como la reubicación de algunos
profesores de la sede central del Departamento de Patología.
Vega R. P. ejerció la especialidad en centros privados y actualmente se en-
cuentra jubilado.
En el Hospital San Juan de Dios quedó como Jefe del Departamento el Dr.
Rubén Rizas, Profesor Principal de Patología de la Facultad de San Fernando. El
Instituto de Patología de San Fernando, a partir de 1963, fue sede del residentado
de patología como especialidad integrada (Anatomía Patología y Patología Clíni-
ca). Como centro formador de especialistas en Patología funcionó hasta 1970, fe-
cha en la que por normatividad nacional de residentado médico, los residentes
son pagados por las instituciones prestadoras de salud, hospitales del Ministerio
de Salud y del ex IPSS y la residencia médica se debe hacer en los servicios de su
circunscripción.
Los médicos patólogos que hasta entonces se habían formado en el Instituto,
hoy ocupan cargos asistenciales y docentes en diferentes hospitales de la capital y
de algunas provincias.
Enrique Encinas, natural de Puno, educado en Arequipa, se graduó de Médi-
co Cirujano en 1926.
Encinas recibió la influencia de la importancia que clínicos de la época le
dieron al estudio post mortem para establecer el correlato clinicopatológico. Tra-
bajó en investigación colaborando estrechamente con Carlos Monge Medrano quien,
en 1934, fundara el Instituto de Biología y Patología Andina, atrayendo el interés
de muchos jóvenes estudiosos que constituyeron el núcleo más importante de
investigadores de la fisiología y patología de los pobladores de las grandes alturas
(los andes peruanos).
En 1935, Encinas viaja a Europa para estudiar con los maestros de la patolo-
gía neurológica alemana y española como Nissl y Pío del Río Hortega. Con este
último, en el Instituto Ramón y Cajal de Madrid, aprendió las técnicas de tinción
argéntica, de gran utilidad en la investigación del sistema nervioso central.
Encinas, vuelve al Perú en 1939 y es contratado por la Facultad de Medicina
para trabajar en neuropatología en el Hospital Víctor Larco Herrera, adscrito a la
Cátedra del profesor Honorio Delgado, integrando, a partir de esa fecha, el cuadro
docente de la Cátedra de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de San Fernando.
Encinas mantuvo la influencia de las escuelas europeas a lo largo de toda su
carrera de investigador y docente, mostrando la prolijidad de sus estudios del
sistema nervioso central. En las postrimerías de su carrera, incursionó en algunos
PATOLOGÍA 1227

aspectos de la patología general como el relacionado con la hepatitis viral en Huaraz


a raíz de un brote epidémico de la enfermedad en dicha región,
El Laboratorio de Neuropatología del Hospital Larco Herrera, años después
de la muerte de Encinas, se reactiva con el nombramiento del Dr. Herber Ravines
quien hizo la especialidad de Patología en los Estados Unidos de Norteamérica y
en Alemania.
Jorge Campos Rey de Castro, se inició en la especialidad aún como estudian-
te en el Hospital Dos de Mayo. Fue becado para viajar a los listados Unidos y a su
regreso, en 1950 se hizo cargo del Servicio de Patología del Hospital Bravo Chico.
En este hospital, dedicado a los enfermos tuberculosos, se enseñaba el curso de
Tisiología y el Dr. Campos era Jefe de Práctica adscrito a la Cátedra de Tisiología
para enseñar las diferentes formas anatomopatológicas de tuberculosis mediante
preparados de órganos con dichas lesiones mantados adecuadamente en brea y
colocados en marcos de madera con cubierta de vidrio. Probablemente Campos
preparó la colección más completa de lesiones tuberculosis para la docencia.
Años más tarde, gana el concurso para jefaturar el Servicio de Patología del
Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas, donde realiza una labor impor-
tante por su capacidad de organizador y por su dedicación a tiempo completo.
Inicia la formación de médicos especialistas en Patología, y logra conformar un
grupo selecto de profesionales que ocuparon y aún ocupan posiciones destacadas
como el Dr. Oscar Misad quien lo reemplazó en el cargo el año 1961; el Dr. Pedro
Albújar y el Dr. Percy Falcón quienes se trasladaron a Trujillo donde iniciaron una
labor fructífera como docentes de la Facultad de Medicina de dicha ciudad y como
patólogos, a su vez maestros de la nueva generación de especialistas.
La doctora Graciela Ramírez, quien inició la microscopía electrónica en el
Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas el año 1962 y la Dra. Olga Castro
de la Matta que se perfiló como histoquímica.
El Dr. Campos fue nombrado Profesor Principal de la Cátedra de Histología
de la Facultad de Medicina San Fernando a raíz del colapso del año 1961. El 1966
fue Decano de la Facultad de Medicina. E l año de 1969 es nombrado Jefe del De-
partamento de Patología del Hospital E. Rebagliati del IPSS y años después Direc-
tor de ese nosocomio. El año de 1979 se reincorpora a la Universidad de San Mar-
cos, a la Cátedra de Histología y concluye su carrera docente y académica como
Rector de la Universidad el año de 1986.

VI. La Patología en Provincias del Perú


En 1956, se funda el Laboratorio de Patología Pedro Weiss del Hospital Anto-
nio Lorena del Cusco.
Benigno Acurio Pareja, egresado de la Facultad de Medicina de San Fernan-
do el año 1955, desde estudiante, con otros compañeros de su promoción, dedicó
todo el tiempo libre que le permitió su formación como médico-cirujano, a la pato-
logía en la escuela del profesor Weiss. Fundado el laboratorio de patología del
1228 JUAN TAKANO MORÓN

Cusco, Acurio se hizo cargo de la Jefatura, demostrando, en poco tiempo, la im-


portancia de la especialidad al dar a conocer sus estudios sobre prevalencia y
mortalidad por cáncer de cuello uterino en el Cusco. Al crearse la Facultad de
Medicina de la Universidad del Cusco, ocupó la Cátedra de Patología.
Hasta 1958, sólo había una Facultad de Medicina en el Perú, la de San Fer-
nando de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ese año se fundan las
Facultades de Medicina de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa y
de la Universidad de Trujillo. Solicitan al profesor Weiss discípulos para poder
hacerse cargo de las Cátedras de Histología y Patología. A Trujillo va el Dr. Aníbal
Casavilca Rubio y a Arequipa el Dr. Juan Takano Morón junto con el Dr. José Pereda
Garay.
El Dr. Casavilca, años más tarde, pasa a la Cátedra de Patología de la Facultad
de Medicina de lea, creada posteriormente a la de Trujillo y llega a ser Decano de
la Facultad. Desempeñó la Jefatura del Hospital del Seguro Social de lea y formó a
los patólogos que lo han sucedido en los cargos.
La Facultad de Medicina de Arequipa entra en crisis a fines de 1958 renun-
ciando siete de doce profesores, entre ellos el Dr. Pereda y el Dr. Juan Takano
Morón. El Dr. Pereda se integra al cuadro docente de la nueva Facultad de Medici-
na Cayetano Heredia y es nombrado Patólogo de la Maternidad de Lima donde
sigue desarrollando una proficua labor como docente e investigador de la patolo-
gía neonatal. Tiene muchos aportes al conocimiento de esta patología siendo reco-
nocido como un experto en este campo.
El Dr. Juan Takano Morón fue profesor de patología en la Universidad del
Valle en Cali, Colombia en los años de 1959 a 1961.
Hizo su postgrado en las universidades del Estado de Louisiana y en el Jhons
Hopkins de Baltimore entre 1961 y 1964. Regresó al Perú en 1965 para fundar el
Laboratorio de Microscopía Electrónica del Instituto de Patología de la Facultad de
Medicina de San Fernando, habiendo ocupado los cargos de Jefe del Departamen-
to de Patología y Director del Instituto hasta 1983 y posteriormente haber desem-
peñado el cargo de Secretario Académico de la Facultad de Medicina. Fue nombra-
do Jefe de la Sección de Patología del Hospital Central de Aeronáutica el año de
1971 y Jefe del Departamento de Ayuda al Diagnóstico y tratamiento del mismo
nosocomio del año 1974 hasta 1990, fecha en la que cesó. Aún sigue activo en la
docencia universitaria.
Probablemente hay muchas omisiones, ciertamente involuntarias, en rela-
ción a Las instituciones y a las personas relacionadas con la historia de la Patolo-
gía. Tampoco creo que este ensayo será lo último que se escribe sobre la historia de
la Patología en el Perú. Será necesario escribir sobre los aportes pormenorizados
en el campo de la investigación y de la docencia de todos y cada uno de los patólogos
que destacaron para estímulo de quienes toman la posta en esta especialidad de la
medicina para beneficio del país y de la humanidad en general.
PATOLOGÍA 1229

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
KRUMBHAAR EB. Pathology 1937 a serie "Clio Médica". Ed. Paul B. Hoeber. New
York.
PAZ SOLDAN Ce. Decanos, Maestros y Médicos (Los Grandes Médicos Peruanos)
1957. "Biblioteca de Cultura Sanitaria". Instituto de Medicina Social.
PÉREZ-TAMAYO R. Principios de Patología. 1959. Ed. La Prensa Médica Mexicana.
México D. F.
WEISS P. "Introducción a la Paleopatología Americana". En: Texto de Patología.
1972 (Correa P Arias Stella ]., Pérez-Tamayo R. y Carbonell L.) Ed. La Prensa
Médica Mejicana-México-Pág.4.
AVENDAÑO H. J. Perfiles de la Medicina Peruana. 1983. Ed. Universidad Nacio-
nal de San Marcos (Dirección Universitaria de Biblioteca y Publicaciones).
VEGAS M. "El Dr. Pedro Weiss Harvay". En: Hacer Ciencia en el Perú. 1990 (Sophicyt
y Concytec) Lima-Perú Ed. Agraria La Molina Pag. 135.
ALAYZA F. Historia déla Cirugía en el Perú. 1992. Ed. Monterrico S. A. Lima-Perú.
CAMPOS R. DE CASTRO J. "La Enseñanza de anatomía Patológica en la Universi-
dad de San Marcos. En: Rev. Academia Peruana de Salud. 1998. IV N° 1:29-37
PATOLOGÍA CLÍNICA

Guillermo Contreras Palacios

Introducción
En opinión de W. D. Foster (1) el término patología clínica fue utilizado ya
desde 1880. En 1886 Tulius Dreschfel, profesor de patología en Manchester, escri-
bió lo siguiente:
'Aún aparte de los exámenes post morten hay otros al lado de la cama los de
patología clínica".
Kolmer (2) hace una apreciación sobre la denominación de patología clínica,
sostiene que clínico no se refiere sólo al lugar donde se realiza el diagnóstico; es
decir, a la cabecera del enfermo, sino que el análisis clínico tiene un valor muy
importante en el diagnóstico de la enfermedad y se debe considerar como una
ampliación del examen clínico porque permite complementarlo mediante la utili-
zación de instrumentos que potencialicen los datos obtenidos a través de nues-
tros sentidos.
El laboratorio clínico es el lugar de trabajo del médico y sus colaboradores;
los médicos que ejercen la especialidad se denominan Patólogos Clínicos,
Laboratoristas Clínicos, Analistas Clínicos, Médicos de Laboratorio (3).
El término de patólogos clínicos ha sido internacionalmente adoptado por la
WASH [Word Association of Societies of Anathomic and Clinical Pathologist) enti-
dad que agrupa a más de 40 000 patólogos en el mundo (4).
En un principio hubo médicos, la mayoría internistas, que practicaban lo
que hoy es parte del examen macroscópico de las muestras, así lo podemos cons-
tatar en grabados en donde se aprecia al médico tomando el pulso y observando
las características de la orina. Posteriormente, los profesores dedicados a sus espe-
cialidades efectuaban algunos análisis simples; todavía quedan rezagos de los
ambientes para laboratorios en algunas salas de medicina de los Hospitales Dos de
Mayo y Arzobispo Loayza; también, se puede apreciar en algunas revistas médicas
y periódicos de esa época avisos de médicos internistas ofreciendo servicios de
análisis clínicos.
Conforme se amplió el número de análisis y de los instrumentos de preci-
sión, los médicos fueron delegando a sus jóvenes asistentes el conocimiento y la
habilidad necesaria para realizar esos exámenes. Desde el inicio del presente si-
glo, la importancia del laboratorio de análisis clínicos ha ido en aumento en forma
constante y progresiva, incrementó explosivamente el número de análisis clínicos.
1232 GUILLERMO CONTRERAS PALACIOS

La evolución de los análisis clínicos va paralela al desarrollo de la Química,


Física, Biología, Fisiología, Fisiopatología, y de los avances en el campo de la Elec-
trónica, Estadística, Informática, así como de los programas de control de calidad
y de los materiales utilizados (vidrio, plásticos, pipetas automáticas y otros). La
búsqueda de mayor sensibilidad y especificidad en las pruebas ha sido un estímu-
lo para los investigadores en esta especialidad.
El avance científico y tecnológico en el laboratorio clínico se ha debido a un
caminar por sendas paralelas de varias disciplinas las cuales se han intensificado
en el siglo XX. En algunos trechos se relacionaron los métodos y técnicas de unas,
sirviendo para avanzar en otro campo de la Patología, así se intercambiaron expe-
riencias entre disciplinas tales como: la Bioquímica, la Hematología, Microbiolo-
gía, la Serología, la Genética, dando paso a subespecialidades como la
Inmunoquímica, Inmunogenética, Inmunohematología.
En el Siglo XIX el diagnóstico de la enfermedad se basaba en la inspección,
palpación, percusión y auscultación. Pronto se comenzaron a enlazar signos y
síntomas con los hallazgos anatomopatológicos de órganos, tejidos y células.
La orientación clínico patológica permitió un gran avance para el diagnósti-
co. Los estudios de fisiología normal así como de fisiopatología ayudaron a mejo-
rarlos. E l concepto de medio interno acuñado por Claude Bernard estimuló el
estudio de sustancias en la sangre y otros humores determinándose valores nor-
males según edad, sexo y regiones geográficas; luego se establecieron relaciones
entre valores altos, bajos o ausencia de ellas con cuadros nosográficos, logrando
determinar lesiones de órganos específicos y alteraciones celulares. Por ejemplo:
transaminasas y necrosis hepática o cardiaca, isoenzimas de la DHL (lesiones
musculares, hepáticas o cerebrales); paralelamente a los avances en el campo quí-
mico y físico se desarrollaron coloraciones, métodos de cultivo, inoculaciones que
permitieron avanzar en el diagnóstico microbiológico relacionando agentes
etiológicos: bacterias, virus, hongos, parásitos y espiroquetas, con cuadros clíni-
cos específicos. El diagnóstico etiológico de las enfermedades infecciosas y parasi-
tarias dio un gran impulso a la medicina científica.
Otra línea de trabajo fue realizada por investigadores que estudiaron la res-
puesta inmunológica frente a antígenos, así, se descubren los anticuerpos y las
células inmunocompetentes desarrollando técnicas de precipitación, aglutinación
y de desviación del complemento, las cuales constituyeron la base de la serología
clásica, en los últimos años. Las técnicas de hemoaglutinación, inmunoflorescencia,
nefelometría, quimioluminiscencia, así como técnicas para la inmunidad celular
han servido para que la inmunología progrese, permitiendo que la medicina co-
nozca nuevas enfermedades (autoinmunes, inmunodeficiencias, inmunoprolife-
rativas, alérgicas y otras).
El estudio de la sangre siempre fue una atracción para los laboratoristas; se
comenzó con la determinación de valores normales de glóbulos rojos, blancos,
plaquetas, reticulocitos, velocidad de sedimentación, hematocrito, constantes
corpusculares; se estudió la morfología de los glóbulos rojos; se clasificaron los
tipos de anemia. La utilización de colorantes permitió realizar el estudio cualitati-
PATOLOGÍA CLÍNICA 1233

vo de los g l ó b u l o s blancos permitiendo realizar la c l a s i f i c a c i ó n de las leucemias;


se incorporaron los m é t o d o s q u í m i c o s para los estudios de hemoglobina y sus
diferentes tipos; t a m b i é n se emplearon t é c n i c a s para estudiar los factores de la
c o a g u l a c i ó n , se incorporaron los estudios con r a d i o i s ó t o p o s , enzimas y t é c n i c a s
g e n é t i c a s los cuales permitieron u n mejor conocimiento de la d i n á m i c a celular y
su d i f e r e n c i a c i ó n , la que se ha visto beneficiada con la i n c o r p o r a c i ó n de la citometría
de flujo.
L a d e t e r m i n a c i ó n de grupos s a n g u í n e o s , R h y anticuerpos incomplntos fue-
ron pruebas que permitieron conocer m á s la individualidad de los pacientes. Pos-
teriormente se h a n realizado estudios g e n é t i c o s lo que ha permitido investigacio-
nes de los grupos H L A de tanta importancia en las operaciones de trasplante de
ó r g a n o s . Actualmente se realizan estudios relacionados a infecciones que se tras-
miten a través de la sangre y se fraccionan los diferentes componentes de la sangre
para su empleo en la hemoterapia, la cual en los ú l t i m o s a ñ o s h a experimentado
un gran impulso beneficiando a miles de pacientes que reciben una t r a n s f u s i ó n
segura y beneficiosa.

E l concepto de la causa que originaba la enfermedad h a evolucionado a tra-


v é s del tiempo, de u n pensamiento m á g i c o - r e l i g i o s o a uno e m p í r i c o y luego cien-
t í f i c o , el laboratorio ha contribuido a cimentar el pensamiento c i e n t í f i c o a través
de las diferentes áreas de la especialidad.
Recordemos la sentencia dada por Claude Bernard, padre de la investiga-
c i ó n : "Yo considero el hospital s ó l o como el v e s t í b u l o de la medicina c i e n t í f i c a ,
como el primer campo de o b s e r v a c i ó n en el que debe entrar u n m é d i c o , pero, el
verdadero santuario de la medicina c i e n t í f i c a es el laboratorio".
Nosotros coincidimos con el profesor Benjamin B. Wells (5) quien sostiene
que en la práctica m é d i c a moderna, las pruebas de laboratorio son tan importantes
como la historia c l í n i c a y el e x á m e n c l í n i c o y en muchos casos m á s importantes.
Podemos suponer que el progreso futuro de la medicina d e p e n d e r á del desarrollo
de nuevas y m á s precisas pruebas de laboratorio. L a e v a l u a c i ó n correcta de cual-
quier paciente i n v o l u c r a una experta mezcla de la historia c l í n i c a , e x á m e n e s físi-
cos y pruebas de laboratorio,

Luis Razzetti escribe esta frase:

"El laboratorio y la c l í n i c a son e s t é r i l e s aisladas, unidas representan el m á s


fecundo esfuerzo de la inteligencia humana".

C o n este pensamiento se sintetiza la importancia de esta especialidad.

Referencias Bibliográficas
1. F O S T E R , W. D. A Short History of Clinical Pathology. E&S Livingstone L t d .
1961.
2. K O L M E R , J.A. Diagnóstico Clínico por los Análisis de Laboratorio. 3era edi-
c i ó n .1963.
1234 GUILLERMO CONTRERAS PALACIOS

3. GUTIÉRREZ. A. J. El Laboratorio Clínico como especialidad Médica. I Con-


greso Venezolano de Medicina Interna. 1974.
4. Word Association of Societies of Anatomie and Clinical Pathologists. Directory
Silvere Aniversary. 1972.
5. WELLS, B. B. Clinical Pathology. W. B. Saunders. Com. 1- 4. 1956.

LA PATOLOGÍA CLÍNICA E N E L PERÚ


La patología clínica en nuestro país se ha desarrollado a través de institucio-
nes y personajes que describiremos a continuación. Con el fin de sistematizar la
información nos ocuparemos de:
1. Datos Cronológicos de Acontecimientos Realizados en la Facultad de Me-
dicina de San Fernando y de sus Institutos relacionados con la Patología Clínica
del siglo XX.
1809: Hipólito Unanue incorpora la enseñanza de química médica y analítica
en el cum'culo de los alumnos de medicina. Se encarga la Cátedra al profesor fosé
Manuel Dávalos, pero esta asignatura es suprimida en 1829.
1B52: Cayetano Heredia incorpora nuevamente la Cátedra de Química Médi-
ca, encargando la enseñanza al profesor José Ebolí de nacionalidad italiana, esta
Cátedra permaneció hasta 1924.
1855: Ramón Castilla emprende la mayor transformación social, incorpora la
Escuela de Medicina en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, con el
nombre de Facultad de Medicina.
La Ley de Instrucción Pública de ese año dispone las materias a enseñarse en
la Facultad de Medicina, las cuales fueron las siguientes:
1. Anatomía. 2. Fisiología e Higiene. 3. Patología y Terapia. 4. Materia Médi-
ca y Farmacia. 5. Nosografía, Medicina Operatoria y Obstetricia. 6. Clínica Externa
e Interna. 7. Medicina Legal y Moral Médica. 8. Historia Natural y Química.
1872: Se nombra principal titular de Química Médica al Dr. José A. de los
Ríos, este profesor fue el primero que se dedicó al estudio bacteriológico; falleció
el 25 de julio 1900.
1888: E l Dr. Ricardo Flores ofrece a la Facultad de Medicina sus buenos ofi-
cios para enseñar técnicas microscópicas y bacteriológicas.
1889: Se funda la Cátedra de Bacteriología encargándose de la misma el Dr.
David Matos
1890: Se crea la Cátedra de Bacteriología y Técnicas Microscópicas.
1893: El Gobierno promulga una ley estableciendo el régimen de 7 años para
medicina; en el perfil profesional se aprecia que en el primer año se enseñaba
PATOLOGÍA CLÍNICA 1235

física médica y química médica, en el segundo, química analítica, en el tercer año


fisiología, en el cuarto anatomía patológica y bacteriología.
1907: Durante el Decanato del Dr. Manuel C. Barrios se dividieron varias
Cátedras, adquiriendo su independencia Bacteriología y Anatomía Patológica.
1908: Comenzó a funcionar un laboratorio de parasitología, dedicado a la
enseñanza práctica de la Historia Natural.
1913: Se crea la Cátedra de Enfermedades Tropicales, encargándosela al Dr.
Julián Arce.
1914: Se incorpora la enseñanza de parasitología, encargándosela al Dr. Raúl
Rebagliati.
1921: Se realiza un nuevo perfil de la profesión médica, mencionaremos las
asignaturas que han contribuido al desarrollo de la patología clínica:

CURSO PROFESOR ENCARGADO


1. Química Médica Manuel A. Velásquez
2. Física Médica Aníbal Corbetto
3. Historia Natural Médica
y Parasitología Ramón Ribeyro
4. Bacteriología Edmundo Escomel
5. Enfermedades Tropicales Julián Arce
Se menciona que en cada uno de los hospitales de hombres y mujeres hay un
laboratorio encargado de realizar las investigaciones para apoyar el diagnóstico.
1924: Se nombra Profesor Principal de bacteriología al Dr. Raúl Rebagliati.
1927: Primera Comisión de Investigación en Altura (Oroya, Ticlio, Morococha):
Dr. Carlos Monge, César Heraud, Enrique Encinas, Alberto Hurtado
Srs. Tomas Escajadillo, Miguel Cervelli, Daniel Fosalba, Constante López,
Antonio Morey, Víctor Núñez, E. Rondón, Rosa Merino.
Segunda Comisión de Investigación de Altura (Arequipa, Santa Lucía, Puno):
Drs. Carlos Monge y Alberto Hurtado.
1928: Tercera Comisión de Investigación en Altura (Crucero Alto, Santa Lucia,
Maravillas y Puno): Dr. Enrique Rosa Medina.
1929: Cuarta Comisión de Investigación de Altura [Chucuito): Dr. Enrique
Encinas.
1930: Quinta Comisión de Investigación de Altura (La Oroya):
Drs. Carlos Monge, Enrique Encinas, Ernesto Raffo.
1236 GUILLERMO CONTRERAS PALACIOS

Srs. Miguel Cervelli, Eduardo Bermúdez, Ernesto Ráez, Raúl Picón, Constan-
te López, Paulo Mori Chávez, Tomas Escajadillo, Andrés Rotta, Víctor Villa García.
1931 Sexta Comisión de Investigación de Altura (La Oroya):
Dr. Carlos Monge. Srs. Miguel Cervelli, Héctor Villa García, Fausto Fernández,
Tomas Escajadillo, Teodora Miro Vargas, Víctor Villa García, Paulo Mori Chávez,
Eulogio Vásquez, Nicanor Espinosa.
17 de abril, se comunica al Dr. Carlos Monge que ha sido designado Director
del Instituto de Biología Andina.
2 de mayo, se acuerda adjudicar al Instituto de Biología Andina el Laborato-
rio de Investigación en Altura, obsequio a la Facultad del señor Severino Marcionelli,
siendo Decano el Dr. Max González Olaechea.
1932: Séptima Comisión de Investigación de Altura (Morococha):
Dr. Hugo Pesce.
Octava Comisión de Investigación de Altura (La Oroya):
Dr. Carlos Monge y el Sr. Víctor Villa García.
1934: Siendo Decano el Dr. Carlos Villarán se publica el plan de estudios de
la Facultad de Ciencias Médicas el cual incluía dentro de su programa los siguien-
tes asignaturas relacionadas con la Patología Clínica:
• Primer año: Química Biológica; Segundo año: Bacteriología y Parasitología;
Tercer año: Anatomía Patológica y Fisiología; Quinto año: Nosografía Médi-
ca (Gastrocardiología y Hematología)
Esta Cátedra se dictaba en el Hospital Loayza bajo la dirección del Dr. Carlos
Monge.
1935: Los siguientes profesores son encargados de la enseñanzas de las mate-
rias que a continuación se señalan:
Dr. Telémaco Batistíni Bacteriología y Parasitología.
Dr. Alberto Guzmán Barrón Química Biológica.
Dr. Alberto Hurtado Fisiopatología.
Dr. Raúl Rebagliati Clínica de Enfermedades Infecto-
contagiosas y Parasitológicas.
1941; Se nombra al Dr. Alberto Hurtado Director de Investigaciones del Insti-
tuto de Biología Andina.
1954: 22 de julio, la Junta del Consejo Universitario aprueba los planos para
el local de Ciencias Básicas, entre las cuales se encuentra incluido el Instituto de
Bioquímica y Nutrición (Rector: Mariano Ibérico)
1955: Se inicia las obras de construcción del laboratorio de investigación en
tuberculosis y enfermedades del aparato respiratorio, en el Hospital Sanatorio I
(Bravo Chico), Decano Dr. Oswaldo Hercelles.
PATOLOGÍA CLÍNICA 1237

25 de setiembre: Primera Convención Nacional de la Sociedad de Patología


auspiciada por la Facultad de Medicina. Decano Dr. Oswaido Hercelles y Ministro
de Salud Dr. Jorge de Romana.
1957. 23 de marzo: Se inaugura el nuevo local del Instituto de Bioquímica y
Nutrición, dividiéndose en tres secciones: Bioquímica Clínica, a cargo de los doc-
tores Alberto Guzmán Barrón y Leónidas Delgado Buitrón. Nutrición, a cargo del
Dr. Alberto Guzmán Barrón y el Dr. Carlos Paiva. Bioquímica Básica, a cargo del
Dr. Marino Villavicencio con la colaboración del Dr. Fermín Rosales.
En este Instituto se han formado los principales Bioquímicos de nuestro país;
mencionaremos algunos de ellos: doctor Alberto Cazzorla, Dr. Leónidas Delgado
Buitrón, Dr. Herber Villanueva, Dr. Manuel Morante, Dr. Gabriel Gurmendi, Dr.
José Mejía, Dr. Manuel Bocanegra, Dr. Berly Manrique, Dr. Arturo Olivares (profe-
sores de bioquímica de la Facultad de Medicina de Trujillo), Dr. José Gutiérrez y
Bouzaville (profesores de bioquímica de la Facultad de Medicina en Arequipa), Dr.
Ernesto Melgar, Dr. Carlos Alvarado Ortiz Ureta, Dr. José Vílchez, Dr. Alberto
Ramírez y muchos otros profesionales que posteriormente cambiaron de especia-
lidad.
1961. 25 de julio: 450 profesores de la Facultad de Medicina de San Fernando
de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos renunciaron horas después de
haber sido derogado por el Congreso el artículo 34 de la Ley Universitaria.
22 de setiembre: Se expidió la Resolución Suprema que creaba la Universi-
dad Peruana de Ciencias Médicas y Biológicas Cayetano Heredia, con su Facultad
de Medicina.
Destacados profesores vinculados al área de la patología clínica se incorpora-
ron a esta universidad, que en 1965 cambia de nombre por el actual: Universidad
Peruana Cayetano Heredia. Esta institución ha brindado al país numerosas contri-
buciones en el campo de la investigación en las áreas de Bioquímica, Microbiolo-
gía, Parasitología, Hematología e Inmunología.
1961: La Facultad de Medicina de San Fernando nombra Coordinador de la
Junta Transitoria de Administración al Dr. Héctor Colichón Arbulú (Agosto 61 -
Enero 62)
Se encargaron de la dirección de las Cátedras a los siguientes profesores:
Parasitología: Dr. Víctor Ayulo Robles.
Bacteriología: Dr. Héctor Colichón.
Bioquímica: Dr. Alberto Guzmán Barrón.
Radioisótopos: Dr. Julio Bedoya Paredes.
1962: El Dr. Héctor Colichón inicia las gestiones para la creación de) Instituto
de Medicina Tropical.
1963: Se encarga la Cátedra de Parasitología al Dr. Alberto Cornejo Donayre,
el Dr. Vitaliano Manrique es nombrado Jefe de los Servicios de Laboratorio Clíni-
co de la Facultad de San Fernando.
1238 GUILLERMO CONTRERAS PALACIOS

1965: Se inaugura el Instituto de Medicina Tropical de la Facultad de Medici-


na de San Fernando siendo Rector de la UNMSM el Dr. Luis Alberto Sánchez y
Decano de la Facultad el Dr. Alberto Guzmán Barrón.
1966. 12 de agosto: El Consejo de Facultad aprueba por unanimidad la crea-
ción (ic la Cátedra de Patología Clínica aunque originalmente se la denominó Cáte-
dra de Laboratorio Clínico.
Cuatro años antes el Dr. Carlos Lanfranco había incorporado al curriculum
de Medicina I I el cursillo de Ciencias Básicas aplicadas a la clínica, estando a
cargo de la enseñanza los doctores Vitaliano Manrique, Enrique Dávila De Los
Santos, y Guillermo Contreras Palacios.
La jefatura de la asignatura ha sido ejercida por:
Dr. Vitaliano Manrique (1966-1975)
Dr. Leoncio Contreras Tejada (1976-1977 y 1982-1983)
Dr. Guillermo Contreras Palacios (1978-1979)
Dr. Enrique Dávila de los Santos (1980-1981)
Dr. Manuel Costa Alfaro (1984-1987)
Dr. Carlos Alvarado Ortiz (1988-1990)
Dr. Julio Saldaña Patino (990-1992)
Dr. Alberto H. Monteverde (1993-1995)
Dr. Francisco López Silva (1995-1997)
Dr. Gerardo Roceros (1998- a la actualidad)
Las clases teóricas y prácticas se han realizado fundamentalmente en el Hos-
pital Loayza con algunas excepciones en el Hospital Dos de Mayo.
Los profesores de esta Cátedra fueron patólogos clínicos que laboraban fun-
damentalmente en los laboratorios de clínicas pertenecientes a la Facultad de Me-
dicina.
Relación de profesores fundadores:
Dr. Vitaliano Manrique Hospital Dos de Mayo y Obrero
Dr. Leoncio Contreras Tejada Hospital Loayza y Naval
Dr. Enrique Dávila De los Santos Hospital Dos de Mayo y Obrero
Dr. Guillermo Contreras Palacios Hospital Dos de Mayo
Dr. Manuel Acosta Alfaro Hospital Hipólito Unanue
Dr. Thomás Marín Muñoz Hospital Dos de Mayo
Dr. Víctor Solano Herrera Hospital Rebagliati
Dr. Juan Solari Quispe Hospital del Niño
Dr. Marco Cabrejos Asea Hospital Dos de Mayo
PATOLOGÍA CLÍNICA 1239

Dr. José Araoz Vega Hospital Dos de Mayo


Dr. José Chuquipiondo Ludeña Hospital San Juan de Dios
Dr. Maximo Palhua Sandoval Hospital San Juan de Dios
Dr. Guillermo Ordóñez Hospital Loayza
Dr. Washington Rodríguez Hospital Loayza
Dr. Sonia Burstein Alva Hospital San Juan de Dios
Dr. Samuel Trajman Hospital Dos de Mayo
Dr. Luis Marcos Uceda Hospital Santo Toribio de
Mogrovejo y San Juan de Dios
Se incorporaron a la Cátedra por algunos años los siguientes profesores:
Dr. Carlos Alvarado Ortiz Ureta Hospital Dos de Mayo
Dr. Alejandro Padrón Hospital Rebagliati
Dr. Santos Hinostroza Orihuela Hospital Naval
Dr. Carlos Ramírez Velazco Clínica Americana
Dr. Julio Saldaña Patiño Hospital Militar
Dr. Felio P a l o m i n o Hospital de Policía
Dr. Alejandro Elliot Fernández I . M. T. Daniel A. Carrión.
Dr. Víctor Mechán Méndez Hospital Dos de Mayo
Los profesores nuevos que han venido a formar parte del plantel de la asigna-
tura en los últimos años son:
Dr. Walter Wong Fon Hospital Loayza
Dr. José Castro Monteverde Hospital de la FAP
Dr. José Mori Pacheco Hospital Obrero
Dr. Gerardo Ronceros Hospital Dos de Mayo
Dr. José Fuentes Rivera S. Hospital Dos de Maya
Dr. Juan Manuel Leiva Beraún Hospital San Bartolomé
Dr. Carlos Delgado Silva Hospital Dos de Mayo
En los últimos años el curso de Patología Clínica se ha incorporado al curri-
culum de estudios de los alumnos de la Facultad de Medicina de la Universidad de
San Martín de Porres, y está bajo la dirección del doctor Carlos Alvarado Ortiz
Ureta. Asimismo la Facultad de Medicina de la Universidad Federico Villarreal
hace 3 años ha iniciado la enseñanza de esta importante especialidad bajo la di-
rección del profesor Dr. René Cárdenas quien está acompañado por un selecto
grupo de profesionales que labora fundamentalmente en el Hospital Obrero.
1973.18 de enero: El Consejo Nacional de la Universidad Peruana aprueba la
Resolución N° 1226 CONUP autorizando el funcionamiento del programa de Se-
1240 GUILLERMO CONTRERAS PALACIOS

gunda Especialización en Medicina Humana por la modalidad escolarizada, con-


cediendo a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos la potestad de otorgar a
los egresados de este programa el Título de la especialidad a nombre de la Nación.
1974. 06 de febrero: El Consejo Nacional de la Universidad Peruana autoriza
el programa de Segunda Especialidad de la UNMSM a otorgar el Título de Especia-
lista a nombre de la Nación por la modalidad no escolarizada.
Actualmente la Ley Universitaria aprobada en la legislatura en 1982 confir-
ma las resoluciones del Consejo Nacional de la Universidad Peruana.
1976. 02 de marzo: El Consejo Nacional del Colegio Médico del Perú aprueba
la relación de especialidades médicas incluyendo la de Patología Clínica.
La Presidencia del Comité Técnico del Residentado en Patología Clínica de la
Unidad de Postgrado de San Fernando ha sido ejercida por los siguientes profesio-
nales:
Dr. Leónidas Delgado Butrón.
Dr. Leoncio Contreras,
Dr. Enrique Dávila De Los Santos.
Dr. Carlos Alvarado Ortiz Ureta.
Dr. Guillermo Contreras Palacios.
Dr. Enrique Dávila De Los Santos. (Actual Presidente)
De 1976 a la fecha, el Residentado de Patología Clínica ha pasado por tres
etapas:
La primera con un residentado de dos años, cuya orientación estuvo dirigida
a formar patólogos clínicos para la investigación. La segunda con tres años de
duración y con una orientación a formar un patólogo clínico integral, uniendo la
especialidad con la de Anatomía Patológica, dándole preferencia a esta última ya
que su duración era de 2 años. La tercera con un tiempo de tres años, dedicándose
exclusivamente a la especialidad de Patología Clínica. Esta modalidad se mantie-
ne hasta la actualidad.

Referencias Bibliográficas:
1. La Crónica Médica.
2. Anales de la facultad de las Ciencias Médicas. UNMSM.
3. Anales de la Facultad de Medicina.
4. CONTRERAS, P.G. Patología Clínica, especialidad Médica. Revista Diagnósti-
co 6 (5) 209 - 215. 1980.
5. CONTRERAS, P.G. Lo enseñanza de la Patología Clínica en Pre Grado. Facul-
tad de Medicina, UNMSM. Séptimo Congreso Latinoamericano de Patología
1986.
PATOLOGÍA CLÍNICA 1241

6. C O N T R E R A S P.G. In enseñanza de Post Grado de Patología Clínica. Unidad


de Postgrado facultad de Medicina de la U N M S M . Séptimo Congreso Latino-
americano de Patología Clínica. 1986.
7. C O N T R E R A S , P.G. Perfil educacional de Patólogo Clínico. Sociedad Peruana
de Patología. 50 años. Editorial Instituto de Medicina Tecnología y Bienestar
familiar. 1997.
8. DELGADO, B. L . Instituto de Bioquímica y Nutrición de la Facultad de Medi-
cina y de la U N M S M . Comunicación Personal.
9. V I Z C A R R A , H . Instituto de Medicina Tropical Daniel Alcides Carrión Facul-
tad de Medicina U N M S M . Comunicación Personal.
10. M A N R I Q U E , V. La Patología Clínica en la formación del Médico General. So-
ciedad Peruana de Patología. 50 años. De. Inst. Med. Tec. y Bienestar Social
1997.

2. E L BENEMÉRITO HOSPITAL DOS DE MAYO Y E L


LABORATORIO OSWALDO H E R C E L L E S
E l Laboratorio Oswaldo Hercelles es el Alma Mater de la Patología Clínica
Nacional, es reconocer su aporte al prestigio del centenario y benemérito Hospital
Dos de Mayo ya que sus análisis han contribuido al fortalecimiento de la base
científica en que se sustentan los diagnósticos clínicos.
Este Laboratorio es de prestigio nacional y mundial ya que en sus servicios se
han realizado investigaciones científicas de gran prestigio como lo atestigua el
aislamiento de la Bartoneila bacUliformis, efectuada por el doctor Oswaldo Hercelles
y sus colaboradores: Luis Aldana y Félix Torre A l v a .
Ha aportado a la educación al permitir que cientos de médicos y de otras
profesiones ligadas a la medicina se formen y capaciten en esta especialidad, cuando
no existía todavía el residentado de la especialidad.
E n el Laboratorio se formaron los primeros especialistas en Patología Clínica
los cuales migrarían a otras instituciones a sembrar la semilla de la especialidad.
Ha contribuido a la solución de los problemas de salud prevalentes, así lo
atestiguan sus aportes al estudio de la peste, tuberculosis, paludismo, verruga pe-
ruana, leishmaniasis, a los programas de enfermedades de transmisión sexual y
otros.
Hablar del Laboratorio es reconocer su labor de proyección a la comunidad,
en sus ambientes f u n c i o n ó el primer Banco de Sangre a través de un convenio
realizado con la Cruz Roja Peruana.
Ha desempeñado, para elevar el nivel de la atención médica; desde su funda-
ción, en 1900. Por sus ambientes han desfilado los mejores hombres de la especia-
1242 GUILLERMO CONTRERAS PALACIOS

lidad, los cuales por su dedicación siempre han estado a la vanguardia de la espe-
cialidad; difundiendo a través de trabajos científicos los avances metodológicos y
técnicos en el campo de la Bioquímica, Hematología, Microbiología, Inmunología
y Banco de Sangre, convirtiéndose en dignos discípulos de Claude Bernard, Luis
Pasteur, Robert Koch, Landsteiner, Boehringer, y de tantos otros sabios benefacto-
res de la humanidad.
En sus servicios se han formado hombres, científicos cultos, con gran sensi-
bilidad social, comprometidos con las instituciones médicas y sociales. De sus
filas han salido los fundadores de la Sociedad Peruana de Patología, de la Asocia-
ción Médica Peruana Daniel Alcides Carrión, de la Federación Médica Peruana,
del Colegio Médico del Perú, así como miembros, de la prestigiosa Academia Na-
cional de Medicina y del Cuerpo Médico del Hospital Dos de Mayo.
En el plano internacional, miembros de esta institución fueron los que im-
pulsaron la formación de la Asociación Latinoamericana de Patología Clínica ha-
biendo llegado a la presidencia dos de sus médicos.
A continuación realizaremos una secuencia cronológica de los principales
acontecimientos realizados en este laboratorio desde su fundación a la fecha:
1875. 28 de febrero: Inauguración del Hospital Dos de Mayo después de 6
años y 7 meses de iniciada su construcción.
1879: Guerra con Chile.
1880: Ingreso de las tropas de chilenas al nosocomio, que permanecieron
hasta 1883.
1885. 27 de agosto: E l estudiante de sexto año de Medicina, Daniel Alcides
Carrión García se inocula sangre de un verrucoma para demostrar la unidad de la
verruga andina y la fiebre de la Oroya.
05 de octubre: Muerte del Mártir de la Medicina Peruana, Daniel Alcides
Carrión, demostrando la unidad de esta enfermedad, en la Clínica Maison de Sante.
1895: Nombran al doctor José Anselmo de los Ríos profesor encargado del
curso de Química de la Facultad de San Fernando y Jefe de Laboratorio de las
Clínicas, en ambientes del Hospital Dos de Mayo, en este pequeño laboratorio se
enseñaba a los alumnos a realizar análisis de orina.
1900. 25 de julio: Fallece el profesor José Anselmo de los Ríos encargando al
doctor Oswaldo Hercelles la organización del Laboratorio Integral del Hospital
Dos de Mayo, institución perteneciente a la Beneficencia Pública de Lima.
1901. 16 de mayo: Se nombra al doctor Oswaldo Hercelles Jefe del Laboratorio
1906: El señor Constantino Carvallo (ayudante) realiza su tesis sobre "Médu-
la ósea en Verrucosos".
1907: E l señor Carlos Monge Medrano (ayudante) realiza su tesis sobre
"Hematología de la Verruga".
1909: Se nombran nuevos ayudantes: señor Francisco Camino, Leónidas
Pajuelo, Guillermo Almenara Irigoyen.
PATOLOGÍA CLÍNICA 1243

1910: Nombran al doctor Oswaldo Hercelles encargado de la Cátedra de Ana-


tomía Patológica.
1913: E l Laboratorio contaba con un médico jefe, dos alumnos ayudantes,
dos externos y dos practicantes.
1916. 28 de mayo: la Junta General de la Sociedad de Beneficencia de Lima
acepta la propuesta del doctor Augusto Pérez Aranibar, para el reglamento de los
aspirantes a cubrir ayudantías (estudiantes de medicina).
12 de agosto: Se acuerda que las ayudantías deberían ser cubiertas por los
postulantes propuestos por la Facultad de Medicina.
18 de octubre: La Sociedad de Beneficencia Pública de Lima aprueba la rela-
ción y pruebas que deben realizarse en las secciones de Química, Hematología,
Bacteriología y Anatomía Patológica.
Sección Química: Análisis de orina, leche, jugo gástrico, análisis químico de
heces, dosaje de úrea en sangre, coeficiente de ámbar.
Sección Hematología: Numeración globular, fórmulas hemoleucocitarias,
valor globular, resistencia globular, dosaje de hemoglobina, formas anormales de
glóbulos rojos y blancos, hemocultivos, investigación microscópica de la sangre,
reacción de Wasserman y aglutinaciones.

Sección de Bacteriología y Anatomía Patológica: Investigación de bacilos en
esputo y líquidos biológicos que no sean sangre, exámenes de líquidos de pun-
ción, diferenciación de los gérmenes de los cultivos, parásitos en heces y exáme-
nes de cortes histológicos.
1917: La Beneficencia Pública de Lima autoriza, después de dos años de ges-
tión, la división del Servicio de Laboratorio en tres secciones:
Microbiología y Anatomía Patológica cuya jefatura estaba a cargo del doctor
Oswaldo Hercelles.
Bioquímica a cargo del doctor Carlos González Urqueaga.
Hematología bajo la dirección del doctor Ignacio Bustamante.
1917: Proliferación de laboratorios anexos a las salas de Medicina. Incorpo-
ración de los ayudantes señores Luis Espejo y Manuel Monteverde.
1922: Nombramiento del doctor Jorge Avendaño como Subjefe del Laboratorio.
1923: Incorporación de los ayudantes señores: Félix Torre Alva y Luis Aldana
González.
1926: Se cultiva por primera vez en el mundo la Bartonella bacilliformis en
medio líquido, este informe es dado a conocer por el doctor Oswaldo Hercelles y
sus colaboradores en los Ano/es de lo facultad de Medicina, tomo XII ,año IX,
N° 123 pág. 231 - 234. Año 1926.
1926: Nombramiento del Señor Juan Camargo para estudio exclusivo de la
peste.
1244 GUILLERMO CONTRERAS PALACIOS

1927. 3 de junio: Se nombra a los ayudantes señor Vitaliano Manrique y


Ernesto Rodríguez Olcay.
1928: Félix Torre Alva realiza su tesis sobre valor diagnóstico del Hemocultivo
en la Enfermedad de Carrión, deja el Hospital en 1929, Luis Aldana realiza su tesis
sobre la liacteriología de la Enfermedad de Carrión.
1929. 10 de junio: Se reúnen los Jefes del Laboratorio del Hospital Dos de
Mayo y del Hospital Loayza para unificar métodos y procedimientos.
1930: Ingreso del alumno Félix Castillo Narváez como ayudante del Dr.
Vitaliano Manrique quien estaba a cargo del Servicio de Hematología.
1930. Doctor Luis Rospigliosi, Jefe de Bioquímica; Luis Aldana González en-
cargado de Serología; ayudantes: Srs. Carlos Ismodes, Julio Napanga, Ernesto
Rodríguez Olcay, Eduardo Ríos Mosto y Luis Darío Gutiérrez.
1931. 11 de julio: Retiro del doctor Jorge Avendaño quien reemplaza al doc-
tor Guillermo Almenara en la Jefatura del Hospital Larco Herrera.
1931. 13 de mayo: Nombramiento de Luis Darío Gutiérrez, Félix Castillo,
Eduardo Ríos Mosto y Lorenzo Rodríguez.
1933: Nombramiento del doctor Aurelio Souza Iglesias como Jefe del Servi-
cio del laboratorio para tuberculosos de la Sala Santa Rosa.
1937: Nombramiento del doctor Vitaliano Manrique como Médico Auxiliar.
1938. 15 de diciembre: Muerte del profesor Oswaldo Hercelles y nombra-
miento del doctor Luis Aldana como Jefe del Laboratorio.
La historia de este Laboratorio haciendo una apretada síntesis se puede divi-
dir en cuatro periodos.
El primer período considero que debe denominarse de Formación de la Es-
pecialidad que comprendió de 1900 a 1938, bajo la dirección del doctor Oswaldo
Hercelles hasta su fallecimiento. Al inicio tuvo que librar duras polémicas para
lograr que los clínicos aceptaran la utilidad de los análisis clínicos; posteriormen-
te contraponerse a los médicos que deseaban tener sus propios laboratorios para
ser utilizados por pacientes de sus Salas; debilitando así el progreso y el fortale-
cimiento del Laboratorio Central.
Un logro significativo fue el haber obtenido en 1916 que el Servicio se divi-
diera en tres secciones: Microbiología, Hematología y Bioquímica. La Anatomía
Patológica siempre estuvo integrada a este laboratorio y sus contribuciones al co-
nocimiento de enfermedades infectocontagiosas fue muy importante; por tratarse
este artículo sobre el desarrollo de la Patología Clínica, no voy a mencionar las
contribuciones que este Laboratorio realizó en el campo de al Anatomía Patológica.
En este período se oficializó la ayudantía en el campo de la especialidad lo
que permitía que estudiantes de medicina tuvieran la oportunidad de ponerse en
contacto directo con esta relevante especialidad, constituyendo en esa época una
modalidad de residentado en Patología Clínica.
PATOLOGÍA CLÍNICA 1245

Merced a este sistema el Hospital y el país se beneficiaron con la formación


de profesionales que han brindado prestigio a la especialidad y a la profesión
médica a nivel nacional e internacional, mencionaremos algunos nombres que
sustentan esta afirmación:
Dr. Carlos Monge Medrano Dr. Guillermo Almenara
Dr. Luis Aldana González Dr. Carlos Ismodes
Dr. Vitaliano Manrique Dr. Felix Castillo Narváez
Dr. Eduardo Ríos Mosto Dr. Carlos Muñoz de Baratta
Dr. Julio Napanga
Y con ellos son muchos los profesionales que nos hemos beneficiado con
este sistema de especialización, embrión de lo que hoy es el Residentado por la
modalidad escolarizada.
E n la actualidad en este Laboratorio se realiza el Residentado de la especiali-
dad desde 1981 habiendo ganado un gran prestigio convirtiéndose en sede alta-
mente acreditada. E n sus servicios, además, se brinda apoyo a la formación y ca-
pacitación de técnicos y auxiliares.
La labor de investigación se impulsó en forma destacada habiendo sido un
elemento importante para el desarrollo de trabajos en los campos de la Microbio-
logía, la Hematología y la Bioquímica, subespecialidades estas últimas que esta-
ban en su inicio. L a contribución más saltante fue el haber obtenido a través de
medios de cultivos líquidos en 1925 el aislamiento de la BartoneUa bacüliformis.
Así, como numerosas tesis de Bachiller en Medicina que han contribuido a un
mejor conocimiento de las enfermedades prevalentes en nuestro medio.
Gracias al prestigio y al dinámico desempeño en las funciones del director de
este Laboratorio, se lograron importantes avances en la infraestructura, así como
la adquisición de aparatos que permitieron que el laboratorio de este hospital ad-
quiriera mayor importancia científica y tecnológica,
A continuación vamos a referirnos al segundo periodo de la historia de este
prestigioso Laboratorio que comprende de 1939 a 1962 bajo la dirección del doctor
Luis Aldana González con la eficiente colaboración del doctor Félix Castillo Narváez,
a este período la podemos llamar de Consolidación de la Especialidad, las activi-
dades se desarrollaron al inicio en el local anexo a la sala San Ignacio y en el
peristilo de la Sala San Pedro (1919). A partir de 1946 se produce su traslado a un
nuevo local en la parte posterior del Hospital junto a la Sala San Camilo. E l Hospi-
tal dependía de la Beneficencia Pública de Lima.

Cronología de los sucesos más importantes de 1938 a 1960.


1938: Ingreso del alumno Sr. Carlos Muñoz Baratía,
1940. 27 de junio: E l doctor Ríos Mosto se retira para incorporarse al Labora-
torio de la Sanidad de Policía. Nombran en su reemplazo al doctor Manuel Rocha.
1941: Adquisición del primer Fotocolorímetro Klelt - Summerson.
1246 GUILLERMO CONTRERAS PALACIOS

1942: Nombramiento del doctor Félix Castillo como Médico Asistente de la-
boratorio. Adquisición de un aparato marca Barclay para la determinación de
Electrolitos.
Renuncia del doctor Vitaliano Manrique quien se incorpora al laboratorio del
Hospital Obrero. Adquisición de un espectrofotómclro marca Ebelin,
1942: Nombramiento del doctor M u ñ o z Baratta en reemplazo del doctor Luis
A. Rospigliosi. Se crea el Banco de Sangre de la Cruz Roja en ambientes del Labo-
ratorio previo convenio con la Beneficencia Pública de Lima. Se le encarga al doc-
tor M u ñ o z Baratta para que organice este servicio.
1945: Traslado del Laboratorio a un nuevo local el cual fue terminado de
construir en 1942, pero que fue ocupado temporalmente por los Servicios de Der-
matología y San Camilo, en estos ambientes se instala el Banco de Sangre realizan-
do su entrenamiento en esta subespecialidad los doctores Alfonso Nicho, José M .
Tatáje, Luis Ponce, Luis Escudero Franco, Manuel Costa Alfaro; médicos que trans-
mitirían estos conocimientos en otros hospitales de la capital.
1945. 22 de setiembre: En ceremonia solemne se le da el nombre de Oswaldo
Hercelles Monterola a los laboratorios recientemente construidos como justo ho-
menaje al fundador del Laboratorio del Hospital.
1946: Se nombra al doctor Aníbal Llanos Píñeyro encargado del Servicio de
Bioquímica, así como al señor Alfredo Tatáje en reemplazo de la señora María
Reigter de Roitman. E l doctor Julio Morales encargado de la Sección de Microbio-
logía pide licencia por un a ñ o para estudios de la especialidad en el extranjero.
1947: Se nombra al doctor Juvenal González en reemplazo del doctor Julio
Morales Saravia.
1950: Conmemoración del 75 aniversario del Hospital y las bodas de oro del
Laboratorio. Asistió el general Manuel A. Odría, Presidente de la Junta de Gobierno.
1951: Nombramiento del Médico Asistente, doctor Luis A . Ponce.
1953: Nombramiento de Médico Asistente del Laboratorio al destacado i n -
vestigador doctor Manuel Cuadra Meza.
1954: Renuncia del doctor Carlos Muñoz Baratta para ir a d e s e m p e ñ a r la
jefatura del Servicio de Hemoterapia del Hospital de Policía.
1955: Ingreso de la interna, señorita Berta Ortega Navarro en reemplazo del
señor Alva Quiñones.
1956: E l doctor Rafael Acosta Meza reemplaza al Dr. Julio Morales en la
jefatura del Servicio de Microbiología pasando este último al Instituto Nacional de
Salud donde desempeñaría altos cargos.
1958; Nombran al Dr. Pedro Larrea en reemplazo del Dr. Manuel Cuadra
encargándosele el Servicio de Hematología. Homenaje al Dr. Oswaldo Hercelles e
inauguración de un busto de bronce que recordará al fundador del Laboratorio del
Hospital, el primero en cultivar la Bartonella bacilliformis. Ingreso del señor
PATOLOGÍA CLÍNICA 1247

Guillermo Contreras Palacios en reemplazo de la señorita Berta Ortega al Servicio


de Bioquímica.
1959: La Cruz Roja deja de participar en el Banco de Sangre. Ingreso de los
internos Juan Pando Rodríguez en reemplazo del señor Enrique Pintado y deí se-
ñor Melbin Angulo en reemplazo del señor Pedro García Villafana, éstos serían los
últimos internos que tuvo el laboratorio a través de las ayudantías, modalidad que
tantas satisfacciones brindaron a la especialidad.
1962: Nombran Médica Auxiliar a la doctora Yolanda Alegría Castillo, la que
se encargaría de la jefatura del Banco de Sangre.
1962. 15 de octubre: Nombramiento de Jefe del Servicio de Laboratorio al
profesor Dr. Felix Castillo Narváez quien en la práctica venía desempeñando esta
labor, en vista de que el Dr. Luis Aldana González se había hecho cargo de la
Dirección de los Laboratorios del Hospital de Policía.
Resumiendo este período, podemos decir que la Institución comienza a be-
neficiarse con profesionales que se formaron a través de las ayudantías, quienes se
constituyen en orientadores a nivel nacional de las diferentes áreas de la especia-
lidad, convirtiéndose en tutores de numerosas tesis, así como en autores de con-
tribuciones científicas de alta calidad. El prestigio de estos profesionales es reco-
nocido por otras instituciones de salud tentándolos para que organicen los nuevos
laboratorios, así los laboratorios del Hospital Obrero, de Policía y Naval se benefi-
ciaron con su presencia y conocimientos impulsando la especialidad a nivel na-
cional. La gestión de los Jefes de Sección canalizadas a través de los Jefes de Servi-
cio, permitieron continuar con las ampliaciones de la infraestructura y la adquisi-
ción de importantes aparatos y equipos que permitieron continuar a la vanguardia
de la especialidad. La inquietud y compromiso social y científico de estos profe-
sionales no se limitaron al campo de la especialidad, sino que se proyectaron en el
campo de la docencia, investigación, proyección social y política, convirtiéndose
en líderes y fundadores de instituciones tales como la Sociedad Peruana de Patolo-
gía, el Cuerpo Médico del Hospital Dos de Mayo, la Asociación Médica Daniel
Alcides Carrión, la Federación Médica Peruana y el Colegio Médico del Perú.
El tercer período del Laboratorio comprende de 1963 a 1985. La jefatura estu-
vo a cargo del Dr. Félix Castillo Narváez quien desempeñó el cargo hasta a 1980,
habiendo continuado con la conducción de este departamento los doctores
Guillermo Contreras Palacios y el Dr. Arnulfo Jiménez. A este período lo he deno-
minado de transición a la modernidad.
Las actividades se llevaron a cabo en su segundo local. A partir de 1972 se
trasladan al edificio de tres pisos donde funciona en la actualidad; el diseño de
este laboratorio se realizó con criterio técnico bajo la asesoría de los médicos del
Laboratorio, convirtiéndose en el mejor local con que cuenta actualmente la red
de laboratorios a nivel nacional del Ministerio de Salud.
En este período las luchas gremiales contra la Beneficencia Pública de Lima,
entidad que administraba los Hospitales Dos de Mayo, Loayza y Santo Toribio de
Mogrovejo, culminan logrando la departamentalización de los servicios, la
1248 GUILLERMO CONTRERAS PALACIOS

categorización de sus médicos, la independencia del servicio de Anatomía Patoló-


gica que desde su inicio formó parte del Servicio de Patología.
En 1974, se logra que la administración del hospital pase al Ministerio de
Salud, los médicos del Laboratorio jugaron un papel protagónico importante en
estas luchas gremiales. Las diversas áreas de la Patología Clínica a través del tiem-
po se desarrollan progresivamente así, en el primer período la Microbiología fue la
de mayor desarrollo, en el segundo período se destacaron las áreas de Hematología
y Bioquímica comenzando a impulsar la Hemoterapia; en el tercer período la
Inmunoserología alcanzó un gran progreso convirtiéndose en un servicio referencial,
las demás subespecialidades alcanzaron un considerable desarrollo gracias al es-
fuerzo y capacidad de sus jefes, así como al aporte de equipos modernos que per-
mitieron incorporar nuevos métodos y técnicas de diagnóstico; a continuación se
describen cronológicamente algunos acontecimientos de importancia en este pe-
ríodo.
1963: Nombramiento de Médico Auxiliar al Dr. Guillermo Contreras Palacios
encargándosele el Servicio de Inmunoserología.
1964: Adquisición de un microscopio de inmunofluorescencia para el Servi-
cio de Inmunoserología.
1969: Fallece el Dr. Luis Aldana González.
1970: Fallece el Dr. Aníbal Llanos Piñeyro, Jefe del Servicio de Bioquímica.
1971. 10 de marzo: Se logra después de largas luchas gremiales de los cuer-
pos médicos de los Hospitales Dos de Mayo, A. Loayza y Santo Toribio de Mogrovejo,
dependientes de la Beneficencia Pública de Lima, la categorización de sus servi-
cios, pasando a convertirse el Servicio de Laboratorio del Hospital Dos de Mayo en
Departamento, quedando estructurado de la siguiente manera:
Jefe del Departamento, el Dr. Félix Castillo Narváez.
Jefe de Servicio al Dr. Rafael Acosta Meza, encargado del Servicio de
Microbiología en reemplazo del Dr. Julio Morales.
Médicos asistentes o auxiliares:
Dra. Yolanda Alegría, encargada del Servicio del Banco de Sangre.
Dr. Guillermo Contreras Palacios, encargado del Servicio de Inmunoserología
Dr. Pedro Larrea Ramírez, encargado del Servicio de Hematología.
1972: Se produce el traslado del Laboratorio Oswaldo Hercelles al nuevo
local de tres pisos.
1973. 1 abril: El Hospital Dos de Mayo pasa a ser dependencia del Ministerio
de Salud.
1974 - 1975: Se produce el ingreso del Dr. Carlos Alvarado Ortiz quien se
hace cargo del Servicio de Bioquímica, el Dr. Norberto Quesada se encarga del
Servicio de Hematología y el Dr. Arnulfo Jiménez la Sección de Emergencia. Los
PATOLOGÍA CLÍNICA 1249

referidos profesionales se formaron en otras escuelas trayendo nuevas ideas que


incorporaron a sus servicios.
1975: Durante todo el año se festeja con numerosas actividades científicas y
sociales el centenario del Hospital Dos de Mayo. Médicos del Laboratorio tuvieron
especial participación en la organización y en la presentación de trabajos científicos.
1981: Se jubila el Dr. Félix Castillo Narváez encargándose la Jefatura del De-
partamento al Dr. Guillermo Contreras Palacios.
1982 a 1985: Se le encarga la Jefatura del Departamento al Dr. Arnulfo Jiménez.
El cuarto período comprende de 1986 a la actualidad, durante este período
han estado en la Jefatura: la Dra. Yolanda Alegría, Dr. Norberto Quesada, Dr. Arnulfo
Jiménez, Dr. Carlos Alvarado y el Dr. Gerardo Ronceros. A este período se le puede
catalogar de Automatización y Administración Moderna.
A los logros del período anterior se sumó la incorporación de equipos auto-
matizados gracias a los convenios con Finlandia, y a las donaciones del Gobierno
Japonés. Los Servicios que más se beneficiaron con estos equipos han sido los de
Bioquímica, Hematología, Hemoterapia y Banco de Sangre. Siguiendo el progreso
en el campo educacional, asistencial y de investigación ganado, además con la
incorporación de los mejores residentes de la especialidad que se formaron en la
Institución; en la actualidad dirige este Departamento un destacado ex residente.
A partir de la gestión del Dr. Carlos Alvarado, el Laboratorio ha entrado en
una etapa de modernización, con la incorporación de equipos y una administra-
ción moderna y automatizada, concluyendo este siglo con la ampliación del servi-
cio de toma de muestras en los sótanos del Laboratorio uniendo así la calidad de
los análisis y el confort para los pacientes de bajos recursos económicos que recu-
rren a nuestro centenario Hospital Dos de Mayo.
La plana de profesionales del actual Departamento de Patología Clínica es la
siguiente:
Jefe del Departamento de Patología Clínica: Dr. Gerardo Ronceros Medrano
(ex residente]
Jefe del Servicio de Hematología: Dr. Carlos Delgado Silva
(ex residente]
Jefe del Servicio de Microbiología: Dr. Arnulfo Jiménez Florez
Jefe del Servicio de Inmunología: Dra. Luz Huaroto Valvidia
(ex residente]
Jefe del Servicio de Banco de Sangre Dra. Nancy Loayza Urcia
(ex residente)
Al referirme a los laboratorios que han servido para apoyar el desarrollo de la
especialidad, no puedo dejar de mencionar a dos de ellos pertenecientes a la Fa-
cultad de Medicina de San Fernando, cuyos locales funcionaban en el centenario
y benemérito Hospital Dos de Mayo. En primer lugar mencionaré al laboratorio de
1250 GUILLERMO CONTRERAS PALACIOS

las c l í n i c a s , vinculado desde su inicio a la c r e a c i ó n del Laboratorio Oswaldo


Hercelles. Han sido jefes de este Servicio los destacados profesores Dr. Pedro Weiss,
el Dr. G u z m á n Barrón y el Dr. Vitaliano Manrique. Este Laboratorio realizaba una
labor integral, prestando apoyo a la docencia, a la labor asistencial de los servi-
cios asignados para la e n s e ñ a n z a , así como a la r e a l i z a c i ó n de trabajos c i e n t í f i c o s
y de n u m e r o s a s tesis de b a c h i l l e r de a l u m n o s de M e d i c i n a , O d o n t o l o g í a y
Farmacología. E l área donde se destacaron los profesionales que laboraban en este
Laboratorio fue el de B i o q u í m i c a C l í n i c a .

E l plantel de profesionales que laboraron en este servicio fueron los docto-


res: A n í b a l Llanos P i ñ e y r o , Marcos Cabrejos, Enrique D á v i l a De Los Santos, Dora
Manrique, José Araoz, T h o m a s M a r í n , Samuel Trajman, quienes en su m a y o r í a
pasaron a formar la plana de profesores del curso de Laboratorio C l í n i c o de la
Facultad de San Fernando. E l local fue destruido en 1969 por la Beneficencia P ú -
blica de L i m a para realizar ampliaciones del hospital, sin ser sustituido, pese a los
reclamos del Cuerpo M é d i c o y autoridades universitarias, perdiendo un impor-
tante centro de apoyo al d i a g n ó s t i c o , así como a la docencia y a la i n v e s t i g a c i ó n .

El otro laboratorio con el nombre de Instituto de Investigaciones C l í n i c a s


a ú n funciona. E n su inicio, por su d i s e ñ o moderno para la é p o c a en que se cons-
t r u y ó , se le d e n o m i n ó el Chalet; en sus ambientes se realizaban las prácticas de
laboratorio para los alumnos de Medicina Interna. E n 1962 p a s ó a funcionar como
un laboratorio de apoyo d i a g n ó s t i c o en el campo de la Endocrinología, I Iematología,
G a s t r o e n t e r o l o g í a y Patología C l í n i c a de la Cátedra de Medicina Interna que diri-
gía el profesor Dr. Carlos Lanfranco L a Hoz, profesor extraordinario que con gran
v i s i ó n a p o y ó siempre el desarrollo de la especialidad con su soporte, se c o n v i r t i ó
el laboratorio en instituto, n o m b r á n d o s e jefe al destacado investigador Dr. Fausto
Garmendia Lorena, gracias a su d i n á m i c a d i r e c c i ó n se lograron aportes de gran
valor en la i n v e s t i g a c i ó n e n d o c r i n o l ó g i c a , incorporando m e t o d o l o g í a s y tecnolo-
g í a s modernas en esta área. E n la actualidad u n grupo de m é d i c o s j ó v e n e s contan-
do con la asesoría del referido profesor, c o n t i n ú a con la t r a d i c i ó n de este impor-
tante servicio.

Referencias Bibliográficas
1. A L Z A M O R A , C . V. Mi Hospital. Tradiciones y anécdotas. L i m a 1963
2. C A S T I L L O , N. E Un Pedazo de Historia del Hospital Dos de Mayo. CONCYTEC.
L i m a . Perú. 1987
3. C A S T I L L O , N . F Testimonio Personal.
4. M U Ñ O Z , 13. C . Testimonio Personal.
5. ALEGRÍA, C . Y. Testimonio Personal.
Otros Laboratorios:
Laboratorios del Hospital S a n t í s i m a Virgen de Guadalupe y San Juan de Dios
PATOLOGÍA CLÍNICA 1251

Historia:
1832: Por iniciativa del religioso franciscano Fray Ramón María de Rojas,
conocido como Padre Guatemala, se funda el hospital que lleva como nombre la
Santísima Virgen de Guadalupe.
1871: La Sociedad de Beneficencia Pública del Callao decide construir un
hospital que llevaría el nombre de San Juan de Dios, su inauguración se realizó en
setiembre de 1873.
1875: La Beneficencia Pública del Callao realiza la ampliación del Hospital
Virgen de Guadalupe.
1881: Los Hospitales de San Juan de Dios y Guadalupe prestaron importantes
servicios en la Guerra del Pacífico.
1909: El doctor Alberto Barton realiza sus aportes valiosos a la medicina na-
cional y mundial al describir por primera vez los cuerpos endoglobulares, y los
relaciona con el agente causal de la Verruga Peruana, esta investigación la realizó
en el laboratorio del Hospital Santísima Virgen de Guadalupe.
1940. 24 de mayo: Un terremoto deja en escombros al Hospital San Juan de
Dios y destruye parcialmente al Hospital Guadalupe,
1941. Diciembre: Siendo Presidente el señor Manuel Prado Ugarteche y Mi-
nistro de Salud, Trabajo y Previsión Social el doctor Constantino J. Carvallo, se
inaugura el nuevo local del Hospital San Juan de Dios, el cual desde su inicio
contó con un Laboratorio Clínico, Banco de Sangre y Servicio de Anatomía Patoló-
gica.
El personal médico de este laboratorio estuvo formado por los siguientes doc-
tores:
Dr. Nicolás Ostoja (jefe), discípulo del doctor Alberto Barton, Dr. MacKehnie,
Dr. Alberto Venegas, Dr. Víctor Buendía.
Se incorporaron posteriormente a este plantel los doctores:
Dr. Manuel Morante,' Dr. Luis Gonzales Godoy, Dr. Juan Oré Baldezari. Dr.
Constantino Saenz, Dr. Ruperto Hesse, Dr. Velarde Zúñiga.
Hasta 1960 este servicio no estuvo dividido en secciones.
1965: Se inicia por parte de la Beneficencia Pública del Callao una nueva
construcción del Hospital San Juan de Dios. +

1968. 15 de junio: Se inaugura el Hospital San Juan de Dios, dando paso al


convenio docente asistencíal con la Facultad de Medicina de San Fernando.
El plantel de médicos del Servicio de Patología Clínica quedó conformado de
la siguiente manera:
Dr. Leoncio Contreras Tejada: Jefe de Servicio
Dr. Luis Marcos Uceda: Jefe de la Sección Hematología
Dr. Máximo Palhua Sandoval: Jefe de la Sección Bioquímica
1252 GUILLERMO CONTRERAS PALACIOS

Dra. Sonia Burstein Herrera: Jefe de la S e c c i ó n M i c r o b i o l o g í a

Dr. Alberto Llaquo Sierra: Jefe de la S e c c i ó n de S e r o l o g í a


Dr. Alejandro Padrón Bernal: Jefe de la S e c c i ó n del Banco de Sangre
A d e m á s contaban con los m é d i c o s asistentes: Dr. José Chuquipiondo L u d e ñ a
y Elio Valderrama, ambos asignados al Servicio de B i o q u í m i c a .
Este hospital está vinculado al progreso de la Patología C l í n i c a por dos acon-
tecimientos de gran trascendencia, el primero fue el descubrimiento del agente
causal de la Bartonellosis H u m a n a y en segundo lugar, porque la Cátedra de Pato-
logía C l í n i c a de la Facultad de Medicina de San Fernando se realizó fundamental-
mente con la p a r t i c i p a c i ó n de los miembros que integraban este laboratorio.

E l progreso de esta importante especialidad ligada a la labor asistencial se


fue ampliando a medida que nuevos hospitales fueron fundados. E l residentado
de la especialidad se c r e ó en la Facultad de San Fernando en el a ñ o 1973 por
R e s o l u c i ó n N ° 1226-CONUP, y la especialidad se d i f u n d i ó a n i v e l nacional, bene-
f i c i á n d o s e con estos profesionales Trujillo, lea, Arequipa, Chiclayo, Piura, Huancayo
y Loreto.

Para tener una v i s i ó n global daremos a conocer la f u n d a c i ó n de los principa-


les hospitales en Lima:
Hospital S a n B a r t o l o m é 06 de enero de 1646
Hospital Santo Toribio de Mogrovejo 26 de agosto de 1669
Hospital Dos de Mayo 28 de febrero de 1875

Hospital Militar 1885 (antes Hospital


San B a r t o l o m é )
Hospital Arzobispo Loayza 11 de diciembre de 1924

Hospital del N i ñ o 1929

Hospital Guillermo A l m e n a r a Irigoyen 03 de diciembre de 1939


Instituto Nacional de Enfermedades N e o p l á s i c a s 1939 (primer Local]
Hospital Daniel Alcides Carrión 12 de marzo de 1941
Hospital de Policía 30 de noviembre de 1942
Centro M é d i c o Naval 1956
Hospital Militar diciembre de 1957
(nuevo local)
Hospital Edgardo Rebagliati M . 1058

Hospital Central Materno Infantil 1961 (ex Hospital


Militar)
Hospital Cayetano Heredia 1967
PATOLOGÍA CLÍNICA 1253

Hospital Santa Rosa 1967


Hospital San Juan de Dios 15 de Junio de 1968
(nuevo local)
Hospital Central de Aeronáutica 8 de Julio de 1970
Hospital María Auxiliadora 1983
Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas 1985 (Nuevo local)
En los últimos años un gran avance se ha producido en el campo dé la Pato-
logía Clínica especialmente en los hospitales de la seguridad social, así como de
las Fuerzas Armadas y Policiales, se adquieren equipos automatizados y se incor-
poran patólogos clínicos de gran capacidad técnica, con lo cual se impulsa la in-
vestigación; así como las actividades docentes asistenciales y de proyección na-
cional.

Referencias Bibliográficas
1. ÁLVAREZ, R. Monografía no publicada.
2. PALHUA, S. M. Comunicación personal.
3. CHUQUIPIONDO, L. J. Comunicación personal.
4. ARIAS-SCHEREIBER, P. J. Hospitales de Lima y Callao. Reseña Histórica.
Boehringer Ingelheim. Lima-Perú. 1978.

3. LA PATOLOGÍA CLÍNICA Y EL INSTITUTO NACIONAL


DE SALUD
1896: Esta institución en su larga trayectoria, se inició como Instituto de Sa-
lud Pública a cargo de la Municipalidad de Lima.
1902: Se le cambió el nombre por el de Instituto de Vacuna y Seroterapia.
1936: Adquiere el nombre de Instituto Nacional de Higiene y Salud Pública;
pasa a la dependencia del Ministerio de Salud Pública, Trabajo y Previsión Social,
siendo Presidente de la República el general Oscar R. Benavides y Ministro de
Salud el doctor Fortunato Quezada. A este instituto se incorporó el Instituto de
Vacuna y Seroterapia, los Laboratorios de Vacuna Antituberculosa y el Servicio
Nacional Antipestoso.
1958: Pasó a ser el Instituto Nacional de Salud Pública; conservó su depen-
dencia del Ministerio de Salud con funciones del Laboratorio a nivel nacional
asignándole dentro de sus actividades el de investigación y diagnóstico de enfer-
medades infectocontagiosas.
1969: Se crearon los institutos nacionales de salud, incorporándose el Insti-
tuto de Salud Ocupacional, Nutrición y el de Investigaciones Pecuarias.
1254 GUILLERMO CONTRERAS PALACIOS

1981: Se le cambia de denominación por el de Instituto Nacional de Salud.


Esta institución es un órgano público descentralizado del sector salud. Sien-
do el órgano rector del Ministerio de Salud en la formulación de políticas de in-
vestigación, de tecnología aplicada a la salud, así como de los lineamientos de
alimentación y de salud ocupacional del sector.
Esta importante institución desde su inicio hasta la actualidad ha sido pio-
nera a través de sus médicos del adelanto de la Microbiología, Parasitología y
Serología; su labor se ha proyectado a la docencia y fundamentalmente a la salud
pública.
A continuación mencionaremos a algunos médicos que en esta institución
laboraron destacándose por su contribución en el campo asistencial, docente y de
investigación, todos ellos son miembros de la Sociedad Peruana de Patología.
Doctores:
Telémaco Batistini Oscar Grados B.
Oscar Miró Quesada Cantuarias Juan Arbaiza Fernández
Germán Battistini Moore Manuel Fernández Salazar
Julio Morales Sarábia José Madalengoitia Querzorla
Oscar Rendón Salas Andres Darg Barbieri
Carlos Carrillo Parodi Héctor Colichón
Leopoldo Ugaz Morí Felipe Llanos
César Náquira Alfonso Nicho
Alfredo Guillén Victor Senisse Huarcaya

Referencias Bibliográficas
1. Revista del Instituto Nacional de Salud.
2. MORALES, S. J. Comunicación Personal.
3. GRADOS, B. O. Comunicación Personal.
4. SENISSE.V. Comunicación Personal.
5. ARBAIZA, E V. Comunicación Personal.
6. DARG, B. A. Comunicación Personal.

4. LA SOCIEDAD PERUANA DE PATOLOGÍA CLÍNICA


La Sociedad Peruana de Patología fue fundada en 1945 y reconocida oficial-
mente el 16 de julio de 1952, mediante Resolución Suprema de Salud N° 121. Ha
tenido durante su vida institucional, juntas directivas de un año y luego de dos
años de duración, en forma excepcional directivas que excedieron dichos períodos.
PATOLOGÍA CLÍNICA 1255

De 1959 hasta 1973 la presidencia de la institución fue alternante entre


Anatomopatólogos y Patólogos Clínicos.
Desde el 19 de julio de 1973 el Colegio Médico del Perú reconoció a la Socie-
dad Peruana de Patología como representante exclusiva de los patólogos clínicos y
la inscribió en el Registro de Sociedades Científicas.
L a presidencia de la Sociedad ha sido ejercida por destacados profesionales,
reconocidos por su aporte a la investigación, asf como por su dedicación a la espe-
cialidad en el campo docente y asistencial.
A continuación se hace conocer la relación de los presidentes y su período
de ejercicio.
Dr. )orge Avendaño Hubner 1946- 1949
Dr. Alberto Hurtado Abadía 1949 - 1950
Dr. Vitaliano Manrique 1950 - 1952
Dr. Tomás Escajadillo 1953- 1954
Dr. Félix Castillo Narváez . 1954 - 1955
Dr. Julio Napanga 1955 - 1957
Dr. Oscar Rondón Salas 1957 - 1958
Dr. Jorge Campos Rey de Castro 1959- 1960
Dr. Julio Gastiaburú 1960- 1961
Dr. Gustavo Luna Demutti 1961 - 1963
Dr. Juan García Giezmann 1963 - 1964
Dr. Alfonso Nicho 1964 - 1966
Dr. Leónidas Delgado Butrón 1966 - 1967
Dr. Leoncio Rizo Patrón 1967 - 1968
Dr. Leoncio Contreras Tejada 1968- 1969
Dr. Ramón Purón Del Águila 1969- 1970
Dr. Julio Morales Saravia 1970- 1972
Dr. Graciela Ramírez Ponce 1972- 1973
Dr. Vitaliano Manrique 1973 - 1974
Dr. Rafael Acosta Meza 1974 - 1975
Dr. Enrique Dávila De Los Santos 1975- 1976
Dr. Guillermo Contreras Palacios 1976- 1978
Dr. Juan Arbayza Fernández 1978 - 1980
Dr. Guillermo Contreras Palacios 1980 - 1982
Dr. Carlos Alvarado Ortiz Ureta 1982 - 1984
1256 GUILLERMO CONTRERAS PALACIOS

Dr. Andrés Darg Barbieri 1985 - 1992


Dr. Guillermo Contreras Palacios 1992 - 1995
Dr. Froilán Morón Ramos 1995 - 1996
Dr. Ennio Passalacqua Guzmán 1997 - 1998
Dr. Manuel Leiva 1999 - 2000
Las ideas que han servido de guía a las directivas que han conducido los
destinos.de la institución han sido:
1. Fomentar el progreso integral del médico laboratorista.
2. Despertar vocación en los alumnos o médicos por esta hermosa especialidad.
3. Estimular la investigación, especialmente la relacionada con la patología
nacional y regional.
4. Elevar el prestigio de la especialidad a nivel nacional e internacional.
5. Dar a conocer que los análisis clínicos son actos médicos.
6. Constituir una entidad consultiva de la especialidad ante las instituciones
formadores de profesionales de la salud así como del sector salud.
7. Establecer y mantener vínculos permanentes con las filiales a nivel nacio-
nal e instituciones internacionales de la especialidad.
8. Hacer conocer y mantener vivo el culto y respeto por las figuras nacionales
e internacionales que han contribuido en el prestigo de la especialidad.
9. Propugnar la unión del gremio médico aprovechando la condición de ser
vínculo común dentro del campo científico con otras especialidades médicas.
Los directivos de esta institución han sido fieles cumplidores de la misión
que se propusieron los fundadores. Mirando retrospectivamente se pueden distin-
guir 4 etapas diferentes en la vida de la Sociedad, las que pasaremos a describir
sintéticamente.

Primera Etapa (1945-1955)


Este período corresponde al de motivación, formación, y consolidación de la
institución. Se redactan los estatutos y reglamentos, se inicia el estudio de los
problemas que enfrentaba la especialidad ya que esta comenzaba a formarse con
médicos dedicados exclusivamente a la tarea de laboratorio. Todavía no existía el
residentado y el aprendizaje se realizaba por la modalidad no escolarizada, en los
laboratorios de la Facultad de Medicina de San Fernando, de los hospitales y en los
institutos de salud pública.
Culmina con la Primera Convención Nacional realizada del 25 de setiembre
al 1 de octubre de 1955, Este certamen fue oficializado por Resolución Ministerial
N° 130 del 9 de agosto de 1955. El comité organizador lo presidió el Dr. Félix
Castillo Narváez, actuando como secretarios los doctores Jorge Díaz Encinas y Víctor
Senisse, y como tesorero el Dr. Oscar Rondón.
PATOLOGÍA CLÍNICA 1257

Segunda Etapa (1956-1970)


Se incorporan activamente a la institución algunos anatomopatólogos, se crean
las áreas de Bioquímica Hematología, Microbiología y Anatomía Patológica. Se
edita el primer volumen de la Revista Peruana de Patología, el 1 de septiembre de
1956, siendo Presidente de la SPP el Dr. Julio Napanga, editor-director el Dr. Jorge
Campos Rey de Castro, actuando como editores asociados los drs. Julio Napanga,
Julio Gastiaburú, César Merino y como secretarios de redacción los drs. Leopoldo
Euguren, César Arana y Olga Palacios.
Esta revista pese a los esfuerzos realizados por las directivas dejó de publicarse
en 1969, siendo su último director el Dr, Jorge Campos Rey de Castro, en total se
publicaron 23 números.
Posteriormente se han publicado boletines en forma irregular, los cuales no
han cubierto las expectativas de los asociados, esperando que el sigo XXI se inicie
con la reactivación de esta importante revista, órgano oficial de la Sociedad Perua-
na de Patología.
En este período se realizaron conferencias, cursillos, mesas redondas y
simposios de los diferentes capítulos de la especialidad en los principales hospita-
les de Lima.
Se llevaron a cabo 5 Conferencias Nacionales de Patología (equivalentes a
Congresos) en los años de 1957,1959,1962,1968,1970. Se creó filiales en provin-
cias y se estimuló la investigación en las diferentes áreas de la Patología. En este
período los anatomopatólogos incorporados a la Sociedad fueron los impulsores
de las actividades científicas a nivel nacional.

Tercera Etapa (1971-1985)


Del 9 al 12 de agosto de 1972 se realizó en la ciudad de lea la VI Conferencia
Nacional de Anatomía Patológica siendo Presidenta de la Sociedad la Dr. Graciela
Ramírez Ponce y Presidente del Comité Organizador el Dr. Aníbal Casavilca.
El 1 de julio de 1973, el Colegio Médico del Perú reconoce a la Sociedad
Peruana Patología y la inscribe en los Registros de Sociedades Científicas, como •
Institución representativa de los patólogos clínicos. Fuimos una de las últimas
Sociedades en ser reconocidas ya que los anatomopatólogos que se encontraban
en nuestra sociedad se negaban a pertenecer a la Asociación Nacional de
Anatomopatólogos, institución reconocida por el Colegio Médico como represen-
tativa de esta especialidad.
A partir de 1973 los presidentes de nuestra institución han sido patólogos
clínicos el primero que inicia este ciclo fue el Dr. Vitaliano Manrique (1973-1974).
Las nuevas generaciones de patólogos clínicos exigían de sus directivas ac-
ciones a fin de lograr una clara delimitación de los campos de trabajo con otras
profesiones que practicaban intrusismo en la especialidad. Con el objeto de des-
pertar la vocación de los alumnos por esta especialidad se solicitó que en el curso
de Patología Clínica se incluyera en el currículo de pregrado de todas las Faculta-
1258 GUILLERMO CONTRERAS PALACIOS

des de Medicina. Asimismo se emprendieron acciones para que se estableciera el


residentado de la especialidad en las Facultades de Medicina. A nivel del Colegio
Médico se solicitó que los análisis clínicos fueran considerados como actos médi-
cos, paralelamente se pedía que los programas de capacitación permanente y de
control de calidad se efectuaron con regularidad, sin descuidar las relaciones con
los colegas a nivel nacional e internacional, solicitando a sus dirigentes inicien las
gestiones a nivel de las autoridades universitarias y del Colegio Médico a fin de
cambiar el nombre de Médico Laboratorista por el de Patólogos Clínicos.
El 02 de marzo de 1976 el Consejo Nacional del Colegio Médico aprobó la
relación de especialidades médicas incluyendo el de Patología Clínica.
El Dr. Luis Arévalo Flores fue el primer patólogo clínico que se registró el 10
de enero de 1977 con el número 1235 por la modalidad no escolarizada.
El 18 de setiembre de 1976, se lleva a cabo la Primera Asamblea Nacional de
Patólogos Clínicos en los salones del Colegio Médico llegando a las siguientes
conclusiones.
1. Que el diagnóstico, pronóstico y manejo terapéutico es responsabilidad
del médico.
2. Que la Patología Clínica es una actividad médica reconocida
internacionalmente.
3. Que el análisis clínico es un acto médico, de apoyo al diagnóstico del
paciente.
El 22 de enero de 1976 la segunda Asamblea Latinoamericana de Patología
Clínica ratifica las conclusiones de la primera asamblea Nacional de Patología Clí-
nica.
El 23 de setiembre de 1976 se funda la Asociación Latinoamericana de Pato-
logía Clínica (ALAPAC) en el marco del Primer Congreso Nacional y Segundo Con-
greso Latinoamericano de Patología Clínica realizado en nuestro país. La Sociedad
Peruana fue anfitriona y redactó el Estatuto que fue discutido y aprobado por los
delegados de las Sociedades de Patología de México, Santo Domingo, Venezuela,
Colombia, Ecuador, Brasil, Perú. El Acta de esta importante Institución fue redac-
tada por el profesor Félix Castillo Narváez señalándose dentro de sus objetivos:
salvaguardar el prestigio de la especialidad, ser rectora del pensamiento de los
patólogos clínicos en América, estrechar los vínculos de los patólogos clínicos del
mundo a través de la Asociación Mundial de Sociedades de Patología (WASP).
Esta institución latinoamericana nacida en nuestro país con el esfuerzo fun-
damentalmente de los patólogos peruanos constituye la culminación de uno de
los objetivos que se propusieron los fundadores de la Sociedad Peruana. Desde su
inicio, a la fecha ha realizado congresos internacionales cada 2 años en los países
miembros de la ALAPAC.
A nuestra Sociedad, después de 22 años de fundado, le tocó el honroso en-
cargo de organizar el XIII Congreso Latinoamericano, el cual se llevó a cabo del 8
al 12 de noviembre de 1998 en el INEN, interviniendo en su organización la Socie-
dad de Hemoterápia y el Banco de Sangre.
PATOLOGÍA CLÍNICA 1259

Dos peruanos han recibido la honrosa designación por la Asamblea de Dele-


gados de ALAPAC para dirigir los destinos de esta importante Institución ellos son
los Drs. Guillermo Contreras Palacios (1976-1978) y el Dr. Carlos Alvarado Ortiz
Ureta (1997-1998).
La Sociedad, de 1976 a 1985, ha organizado 5 convenciones y 2 congresos
nacionales con la finalidad de cumplir con los objetivos de mantener actualizados
a sus asociados en los avances científicos y tecnológicos sin descuidar los proble-
mas de educación, trabajo, y las relaciones nacionales e internacionales.
Este período lo considero como la etapa de oro de la Sociedad porque mu-
chos de los objetivos que se propusieron los asociados se lograron materializar,
así se:
1. Creó el Curso de Patología Clínica en el pregrado de la Facultad de Medici-
na de San Fernando.
2. Implemento el residentado de la especialidad en la Facultad de Medicina
de San Fernando.
3. Fundó la Asociación Latinoamericana de Patólogos Clínicos.
4. Intensificaron las relaciones internacionales con los países latinoamerica-
nos y los Estados Unidos.
5. Inició un programa de control de calidad internacional con el Comité de
Estandarización de la WASP.
6. Realizó un programa de capacitación permanente.
7. Asumió la defensa de la especialidad con responsabilidad y valentía.
8. Frustraron dispositivos legales que afectaban la práctica de la especialidad.
9. Fortaleció la posición principista que los análisis clínicos son actos médicos.
10. Logró la inscripción de la especialidad en los Registros de Sociedades
Científicas del Colegio Médico.
11. Facilitó la inscripción por la modalidad no escolarizada en los registros
de especialistas en el Colegio Médico.
12. Cambió la denominación de Médico Laboratorista por el de Patólogo Clí-
nico.
13. Logró que las jefaturas de los Departamentos de Laboratorio sean dirigi-
das por Patólogos Clínicos.

Cuarta Etapa (1986-2000)


En los cinco primeros años en el país se profundizó la crisis económica,
social y política agravándose aún más con la inseguridad producida por la subver-
sión de grupos sediciosos. En esta situación adversa las actividades científicas
declinaron y la vida de la Institución no fue muy fructífera.
1260 GUILLERMO CONTRERAS PALACIOS

En 1992, se realizó un cambio trascendental en la Sociedad, una nueva gene-


ración tomó el mando de ésta; se renuevan los cuadros dirigenciales y se confec-
ciona un calendario científico que se cumple puntualmente durante 2 años.
El 29 de setiembre de 1994 se produce la incorporación de 70 nuevos socios
todos patólogos clínicos que realizaron su formación a través del Residentado.
Del 20 al 24 de setiembre de 1995 se llevó a cabo el III Congreso Nacional de
Patología Clínica conmemorando las bodas de oro de la Sociedad en el local del
INEN. Cursos internacionales precongreso, mesas redondas sobre enfermedades
de mayor prevalencia en el país se llevaron a cabo; los avances tecnológicos fue-
ron abordados por profesores internacionales. Participaron t a m b i é n las
distribuidoras y laboratorios de mayor prestigio relacionadas a la especialidad, la
concurrencia fue masiva (1200 personas). Se rindió homenaje al profesor Oswaldo
Hercelles. E l Presidente de ALAPAC, Dr. Julio Sempertegui (Ecuador) y el Dr. Raad
Aljure (Colombia) estuvieron presentes.
Del 8 al 12 de noviembre de 1998 se llevó a cabo en nuestro país, organizado
por la Sociedad Peruana de Patología Clínica y la Sociedad Peruana de Hemoterapia
y Banco de Sangre, el XIII Congreso Latinoamericano, IV Congreso Peruano de
Patología Clínica y I Congreso Peruano de Hemoterapia y Banco de Sangre.
7 cursos internacionales precongreso se realizaron en diferentes locales del 6
al 8 de noviembre; el Congreso tuvo como tema oficial ALTA TECNOLOGÍA EN
MEDICINA DE LABORATORIO. Dentro de las actividades científicas se presenta-
ron: trabajos libres, talleres comerciales, simposios especiales, exhibición de ca-
sas comerciales, actividades sociales dentro de las que se destacó el homenaje que
se le rindió al Dr. Félix Castillo Narváez a quien se le otorgó diploma y medalla de
oro por su destacada labor en bien de la especialidad. Por su parte la Sociedad
Peruana de Hemoterapia y Banco de Sangre homenajeó al pionero de la Hemoterapia
en el Perú, Dr. Carlos Muñoz de Baratta. Asimismo se otorgó Medalla de Oro a
todos los ex presidentes de la ALAPAC.
En este Congreso, el 11 de noviembre, se realizó una Asamblea de Delegados
de ALAPAC con la participación de delegados nacionales, en ambientes de la Fa-
cultad de Medicina de la Universidad de San Martín de Porres, para discutir pro-
blemas de la especialidad en el campo docente, de acreditación de laboratorios,
mercado de trabajo y red de laboratorios de salud pública, las conclusiones ha-
brán de servir para diseñar las políticas de esta institución (ALAPAC) para seguir
en el siglo XXI.
A pocos meses de terminar el siglo XX los jóvenes que ejercerán la especiali-
dad en el siglo X X I se prestan a realizar un taller relacionado con la nueva misión
que debe asumir la Sociedad, así como para señalar la visión que habrá de tener, y
las acciones que realizarán a mediano y largo alcance, para lograr las metas que se
han propuesto.
En este taller se unirá la experiencia de los asociados de mayor edad, con el
entusiasmo de los nuevos asociados, así el mensaje que nos dejaron nuestros ma-
yores se verán cumplidos: "Con unos se tendrá capacidad y solvencia y con los
PATOLOGÍA CLÍNICA 1261

otros pujanza y matices de idealismo, la suma representará el engrandecimiento y


renovación de la especialidad".

Referencias Bibliográñcas
1. CONTRERAS, R G. Visión Panorámica de la Historia de ¡a Sociedad Peruana
de Patología Clínica. Presidentes de la Sociedad Peruana de Patología. Docu-
mentos y Acuerdos Históricos sobre la Especialidad de Patología Clínica.
Revista Peruana de Patología Clínica 1956-1959y Revista Peruana de Patolo-
gía 1959 -1998.
"Relaciones Internacionales. Acta de Fundación de ALAPAC".
En: Sociedad Peruana de Patología. 50 años. Ed. Instituto de
Medicina, Tecnología y Bienestar Social E. I . R, L. 1995.
2. CASTILLO, N. F. Comunicación Personal.
3. MUÑOZ, B. C. Comunicación Personal.
4. DELGADO, B. L. Comunicación Personal.
5. MORALES, C. J. Comunicación Personal.

5. EL ROL DE LA PATOLOGÍA CLÍNICA EN LA


INVESTIGACIÓN
La Patología Clínica por estar relacionada con todas las otras especialidades
médicas y quirúrgicas ha brindado conocimientos en forma permanente durante
este siglo a todas ellas.
El aumento considerable del número de pruebas, así como la mayor sensibi-
lidad y especificidad han permitido mejorar la calidad del diagnóstico clínico así
como explicar la patogenia en algunas enfermedades, sirviendo además para esta-
blecer el pronóstico, así como en algunos casos indicar la terapia específica a utilizar.
Dos enfermedades podrían servirnos de ejemplo para resaltar la investiga-
ción en nuestro país. Éstas son la Patología de Altura y la Bartonellosis Humana.
Para señalar el aporte de nuestra especialidad a la investigación hemos esco-
gido la Bartonellosis Humana por ser una patología nacional, que ha permitido
aportes originales en las áreas de la Microbiología, Hematología, Inmunoserología
y la Hemoterapia.
La Patología Clínica en nuestro país ha mejorado progresivamente, estando
su desarrollo vinculado estrechamente a la Verruga Peruana. A continuación pasa-
ré a describir algunos aportes de los Patólogos Clínicos al conocimiento de esta
enfermedad.
Después de la muerte de Daniel Alcides Carrión, acontecida el 5 de octubre
de 1885 a los 49 días de habérsele inoculado sangre de un verrucoma, en la Sala

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