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Shinwa Densetsu no Eiyuu no Isekaitan


Érase una vez, un chico era llamado como un "Héroe de Guerra".

En otro mundo llamado Aletia, el chico quien había salvado al Reino Perdido, conquisto los
países cercanos, y los lidero el surgimiento de un gran imperio, entonces decidió arrojarlo
todo, regresando a la era moderna al precio de sus recuerdos.

Al pasar de tres años, el chico estaba felizmente disfrutando su vida cuando una vez más
fue llamado de vuelta al otro mundo. Sin embargo, lo que le esperaba era la Aletia de
1000 años en el futuro.

Como sus pasadas glorias se volvieron un "Mito", la leyenda del joven llamado como el
"Rey Héroe Negro" inicia.

Ficha Técnica
Nombre: Shinwa Densetsu no Eiyuu no Isekaitan
Alternativo: 神話伝説の英雄の異世界譚
Autor: Tatematsuri
Ilustrador: Miyuki Ruria
Generos: Isekai, Guerra, Aventura, Fantasía
Novela Ligera: 01/13 Vol
Fecha Inicio: 25/03/2015
Fecha Fin: 25/10/2019
Editora: Fujimi Fantasia Bunko
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PRÓLOGO ____________________________________________________________________ 7

CAPÍTULO 1: ENCUENTRO ____________________________________________________ 15

CAPÍTULO 2: VISLUMBRAR ___________________________________________________ 72

CAPÍTULO 3 – DESPERTAR ___________________________________________________ 106

CAPÍTULO 4: DONCELLA DE LA GUERRA _____________________________________ 176

CAPÍTULO 5: DESPERTAR DEL DIOS DE LA GUERRA ___________________________ 229

EPÍLOGO ___________________________________________________________________ 264

AFTERWORD _______________________________________________________________ 270


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Prólogo

Aplausos rodearon al chico. Cada aplauso estaba lleno de dicha y felicitaciones. Las personas
que llenaron la plaza del palacio— no había otra cosa que una sonrisa en su rostro. El que
monopolizaba la mirada de las personas es un chico parado en el balcón.

Un país que había sido arrinconado por el muro de la destrucción en un momento ahora
había llegado a un punto donde es llamado el supremo gobernante del continente central.
Todo es gracias al chico que continuamente ha apoyado al Rey a su lado, superando la
desesperación y las circunstancias y llevándole a la victoria en muchas guerras.

[¿…Vas a volver?]

El chico mostró duda antes de asistir al hombre que mostraba un rostro de lamento.

[…Sí. Es una lástima, pero tengo que volver.]

El joven— la primera y última persona en hablarle al Rey de este país de tal manera, sería
el chico. Si alguna otra persona le hubiera hablado así al Rey, seguramente serían castigados
con la muerte o algo cercano por su insolencia. Pero como los dos eran hombres de espíritus
a fines, el Rey solo sonrió y no culpo al chico.

[Estaba esperando que te quedarías aquí un poco más porque… al fin que eres el héroe de
nuestro país. Incluso te prepararemos la posición que te mereces. El país tendrá un período
de estabilidad por delante. No tendremos problemas—y a pesar de eso, ¿aún quieres
volver?]

[Entonces es incluso mejor si no estoy aquí, sabes. Lo que este país tendrá que hacer desde
ahora es políticas domésticas, ¿no? Necesitaras talentosos sirvientes civiles en lugar de
oficiales militares como yo. Entre más pronto te deshagas de los cerdos inútiles, mejor.]

Cuando le chico dijo eso, una amargura paso por la dichosa cara del Rey.

[¿Tienes qué?]
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[Sí.]

[Ya veo.]

Incluso probaron la misma agua fangosa. La humillación que han sufrido es extraordinaria.
Un terco hombre apegado a él— un hombre que apegado a un país al borde de la
destrucción hasta el final. Había incontables compañeros de armas, mejores amigos, y
familia. Es por eso que conocían la personalidad del otro tan bien.

Los sentimientos del chico son los mismos, no importa qué. El Rey, agitó su cabeza
levemente mientras se daba cuenta de eso. Agitó su cabeza y dijo. [Toma esto entonces.]

El Rey sin tanto le dio una plana carta blanca. El chico quien lo recibió, lo miro con una
dudosa expresión en su cara. Entonces el Rey sonrío como un chico que ha pensado en una
broma.

[Si no lo quieres, tienes que quedarte.]

[Haha, lo tomaré, pero ¿qué es esto? Nunca lo había visto.]

[Lo descubrirás tarde o temprano. Bueno, de lo que escuché, no creo que lo necesitarás en
ese mundo.]

Cuando terminó, el Rey se dio la vuelta y empezó a caminar en la dirección opuesta del
chico. Mientras el chico seguía alejándose, el Rey se detuvo y habló sobre su hombro.

[Aquí es donde decimos adiós. Sabes, no me gustan las cosas sombrías, ¿no?]

El Rey dudo y entonces abrió su boca una vez más como si fuera a decir adiós.

[…Bueno, no te despediré. Cuídate.]

[Sí. Tú también. Me la pase fenomenal.]


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Y así la historia del héroe llego a su final—

[—Tuve un sueño como ese.]

El quien dijo eso con una cara seria era Ouguro Hiro.

Cumplirá los 17 años, un escolar de segundo año que podía encontrarse donde sea.

[Y-Ya veo… bien por ti.]

Fukutaro, el amigo de la infancia de Hiro, se echó atrás un poco por lo que escuchó. Aunque
ellos eran escolares de segundo año en la misma secundaria, el bendecido cuerpo de
Fukutaro era dos tallas más que las de Hiro.

[¿No me crees?]

[Es un sueño, ¿cierto? Incluso si te creo, no hay nada que pueda hacer, ¿cierto?]

[No, bueno, supongo.]

Pensar que estaba bien— antes que la rareza empezara a correr por el aire, Hiro decidió
cambiar de tema.

[Hablando de eso, oí de tu madre que conseguiste una recomendación de la universidad,


¿es cierto?]

La anciana… luego de moverse, Fukutaro bajo sus hombros y habló en confusión.

[Acabo de entrar a la secundaria, sabes.]

[No es sorpresa, sabes, eres la esperanza del club de judo.]


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[Es muy pronto. No tengo ni una emoción, y ni siquiera sé cómo se llama la universidad.]

Luego de rascarse la nuca en problemas, Fukutaro le dio una malévola mirada a Hiro.

[Bueno, aparte de mí, ¿qué hay de ti? ¿No volverás a empezar las actividades de club otra
vez?]

[Lo sabes, ¿cierto? El doctor me dijo que dejara de hacer actividades fuertes.]

Luego de recibir las palabras de Hiro, Fukutaro le dio una mirada de preocupación.

[Bueno, han sido ya 3 años desde entonces. ¿No es hora que hagas algo de ejercicio ligero?
Tuviste un diagnostico el día de ayer.]

Hay una razón por la que el doctor está diagnosticando a Hiro.

Hace 3 años, Hiro se vio involucrado en un misterioso incidente. Hasta el día anterior al
incidente, no parecía haber alguna diferencia a su usual yo. Pero al día siguiente, cuando
su madre había ido a despertar a Hiro, ella soltó un grito porque su hija estaba recostado
completamente desnudo con un cuerpo completamente demacrado.

Si hubiera sido todo, no había problema. Pero su cuerpo estaba cubierto de heridas y lodo,
y su cabella había cambiado de corto a largo, así que de prisa fue al hospital sin más.

El diagnostico fue: hombros dislocados, músculos rotos, unos cuantos huesos rotos aquí y
allá, y aunque las laceraciones habían sido tratadas primero, las suturas estaban hechas
pobremente que durarían toda la vida. También fue diagnosticado con varias infecciones y
fue admitido a un cuarto de emergencia.

Por desgracia a sus padres, su hijo había perdido los recuerdos de sus heridas, y el hospital
llamó a la policía por la posibilidad de abuso. Fueron interrogados por la inusual condición
de su hijo. Los padres debieron sentir una inmensurable carga psicologica.

[Hm… Aún no luce bien.]


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Su memoria nunca volvió, pero si hablamos solo de su cuerpo, se ha recuperado por


completo. El doctor a cargo ha aprobado que pueda sobrellevar ejercicio pesado ahora.

Sin embargo, debido a cierto secreto, Hiro no participa en actividades de club. Incluso el
doctor no sabe acerca de los efectos secundarios, e incluso ahora, 3 años después, los
efectos secundarios aún siguen— y cuando se dio cuenta de los efectos secundarios, no
quería darle a su familia y amigos más cercanos más preocupaciones, dejo las actividades
de club.

[Ya veo. Lamento escuchar eso…]

Fukutaro se calló por unos segundos, quizás sintiendo culpa por ser tan insensible. Pero al
siguiente momento abrió su boca, volvió a ser el usual Fukutaro.

[Pero estaba sorprendido en ese momento. Eras una persona diferente. Incluso tu cabello
era largo, como un guerrero caído.]

[Caía hasta mi cintura. Mi mamá estaba muy sorprendida también.]

[Y tu cuerpo se ha fortalecido mucho. ¿Cómo lograste ese nivel en un día?]

[Tengo una habilidad especial. Cuando duermo por un día, me fortalezco con trampa.]

[¡Pabadas!]

Fukutaro rio y trato de golpear a Hiro. En ese momento— algo golpeó en la mente de Hiro.
Inconscientemente esquivo el puño de Fukutaro al mover su pie a un lado. No solo eso, sino
que también golpeo el suelo y acertó en el pecho de Fukutaro.

[…C-Como siempre, tus reflejos son increíbles.]

Y los labios de Fukutaro temblaron sin esconder su asombro. El puño de Hiro fue colocado
perfectamente en su mentón.
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[¡…Ah, l-lo siento!]

Se apartó y en un apuro—

[¿Hm?]

Hiro notó algo extraño. Fukutaro estaba congelado, con una expresión de sorpresa en su
rostro.

[¿Hm…? ¿Qué está pasando tan de pronto?]

Hiro sonrió amargamente. Es una broma que incluso los niños de ahora no hacían. Movió
su mano en frente a la cara de Fukutaro. Aunque, no parecía molestarle un poco.

[Olvídalo; vamos a llegar tarde.]

Trató de sacudir su frustración. Pero no funcionó, como debería.

[¿Por cuánto vas a estar haciendo eso? Deja de estar tan idiota.]

Entonces Hiro miro alrededor y vio una extraña vista.

— El mundo se había detenido.

No solo Fukutaro dejo de moverse, sino los peatones alrededor de él también dejaron de
moverse. Incluso los cuervos en el basurero. Un gato asustando a un escolar de primaria al
otro lado del camino. El sol que estaba coloreando el cielo como si fuera normal. Una nuble
blanca flotante en el cielo azul.

El escenario de diario—todo se ha detenido.

[…Eh.]
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Hiro no pudo entender la situación— no había nada que pudiera hacer, y tenía una cara que
no podía mostrarle a otros, como si no tuviera mandíbula. Aunque trató de acercarse a una
estudiante cercana, esperando un poco de paz.

[Uhm… ¿esta es una broma?]

Era una pregunta cliché. Pero no podía pensar en otra a decir.

[…]

Claro, no había forma que pudiera conseguir una respuesta. Pensando en ello otra vez, no
hay punto en tratar de hacer una broma para un solo escolar de secundaria a gran escala.

[En primer lugar… ¿por qué harían eso?]

No importa cuántas veces viera alrededor, todo estaba detenido al mismo tiempo.

[Haha… ¿qué es esto?]

Su mente se puso en blanco. Sus pies están temblando debajo de él, y su pecho está
palpitando más rápido. Tiene que hacer algo, pero no hay nada que pueda hacer al respecto.

Ansiedad surgió en él y lágrimas salían de las esquinas de sus ojos.

¿Qué harías en un momento como este?

Mi corazón te está llamando, con quien he pasado muchas batallas juntos.

¿Qué dirías si me vieras en tal demacrado estado? ¿Te reirás y me reconfortarás? ¿Me
extorsionarás por ser tan patético?

¿De quién estoy hablando? No lo sé— No sé en qué estoy pensando.


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Es como si el sueño se hubiera apoderado de Hiro y su visión se está desvaneciendo.

— Cuando dudes, confía en mí. También confiaré en ti. Al fin que somos hermanos.

Recuerdo tu voz, tu rostro, las palabras que una vez me dijiste, y volvieron a mí en rápida
sucesión.

— Algunas veces soy un hermano mayor y otras el menor. Pero no importa qué suceda,
siempre seremos familia.

La persona que reside en ese mundo, la única familia que he conocido.

— Buscando salvación. Rogando por ayuda. No hay nada porque avergonzarse.

Pero no estás en este mundo. ¿Cómo se supone que pida ayuda?

Dejando todo atrás, arrojando todo y volviendo al mundo de donde viniste.

¿Está bien para mí buscar la salvación así? Tal pregunta flotó en su mente.

— Iré contigo. Enfrentaremos muchas dificultades en el futuro, aunque nadie será capaz de
romper nuestro lazo.

Tan pronto el joven apareció, Hiro perdió la consciencia.


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Capítulo 1: Encuentro

La conciencia de Hiro fue despertada por una impresionante luz que le traspasaba sus
parpados y dio estímulo a sus pupilas. Después de hacer sombras con su mano, abrió sus
ojos con lentitud, y lo primero que llego a su vista fue un enorme árbol que le hizo percibir
su anillo anual. La luz del sol se vertía a través de los orificios en las ramas y hojas que
crecían aleatoriamente.

Cuando levanto la parte superior de su cuerpo y observó a su alrededor, diviso innumerables


árboles, era un bosque tan oscuro que no lograba mirar más allá de él. Pero curiosamente,
no lo hayo terrorífico. Más bien, hubo algo que tranquilizador al respecto. Por lo tanto, Hiro
no estaba alterado o gritando, sino también fue desagradable el estar callado.

[Haha, ¿y esto dónde es?]

Después de todo, fue una línea cliché, pero aquellas fueron las únicas palabras que le
pasaron por su mente.

Además, debería estar de camino a la escuela en este momento, pero la sensación al tocar
los arbustos y los aromas tan naturales que le proporcionaba el viento eran tan realistas
que le hicieron difícil creer que era un sueño. Y es más, no era asfalto lo que se mostraba
ante él, sino una gran cantidad de árboles creciendo.

[Si esto es un sueño, el tiempo me despertara…]

Hiro murmuraba para sí mismo. De la nada se despertaría en su usual habitación, mientras


daría vueltas vergonzosamente al recordar lo asustado que estaba en su sueño.

[El explorar no es una mala idea por ahora.]

Se obligó a persuadir su mente decidiendo dejar el enorme árbol y seguir por el bosque.
Pero no importaba hasta dónde avanzase, no pudo salir del bosque. Los robustos arboles
cubrían su visión, e incluso si forzase los ojos, no podía ver hacia más adelante. Cuando el
espíritu de Hiro estuvo a punto de frustrarse por el hecho de estar muy cansado para
caminar.
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Él apareció.

Un par de ojos dorados surgieron de la oscuridad, brillantemente como una mancha. Se


acercaba con unas fuertes pisadas y gruñidos. Baba goteaba desde sus grandes y expuestos
colmillos como si mostrase satisfacción por la aparición de su comida.

[¿Un lobo…?]

La luz solar que envolvía a los árboles ilumino a la bestia, advirtiendo su hermoso pelaje
blanco. Siendo probablemente del tamaño de un perro de mediana altura... cerro la distancia
golpeando el suelo con sus garras que se extiendan desde sus patas bien ubicadas.

[Ugh...]

Se preparaba para su ataque, pero la bestia se detuvo a una cierta distancia.

¿Está siendo cauteloso?

Entonces me podría ser posible huir. Al recordarme, se supone que las bestias salvajes le
temen al fuego... pero no hay manera que ahora tenga algo así. Después de ello, no tendría
que observar hacia los lados; no debería tener miedo; sólo daría un paso hacia atrás y huiría
lentamente. Hiro tomo la decisión de apostar por lo que había aprendido en la televisión.

Pero luego, al dar un paso atrás, mientras el contacto visual se mantenía, el lobo proseguía
con un paso hacia delante. Cuando daba dos pasos más hacia atrás, prosiguió con dos más
hacia delante; cuando proseguía con tres más, daba tres más hacia delante.

Ah, esto no tiene sentido...

Ni siquiera sabía hasta dónde debería caminar con sus pisadas que iban hacia atrás o en
dónde estaba la salida en primer lugar.

Además, ¿este lobo no me perseguirá hasta las últimas?


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A pesar de la confusión de Hiro, el lobo repentinamente se quedó en el suelo. Abriendo su


gran boca y haciendo un movimiento fuera de lugar. Rascándose su cabeza con sus patas
traseras, luciendo aburrido. Sin alejar su mirada de Hiro, el lobo se estiro como si fuera un
gato y se echó en su sitio. Está alerta; si me muevo, me morderá. Sus dorados ojos me lo
insinúan.

¿Cuánto tiempo ha transcurrido…? El lobo que repentinamente se había echado en el suelo,


sacudió sus puntiagudas orejas y se levantó. Casi al mismo tiempo, un sonido susurrante se
escuchaba desde detrás de los arbustos. No esperaba el mirar a otro lobo... pero lo que
apareció ante Hiro fue una hermosa chica.

[¿Hmm? ¿Quién eres tú?]

La chica se detuvo delante del lobo mientras secaba su cabello mojado con un pañuelo.
Manteniendo su mirada en Hiro, coloco su mano sobre el lobo y comenzó a acariciarlo.

[.....]

Inclinó su cabeza con curiosidad hacia Hiro que estaba observando el transcurso de las
acciones silenciosamente.

[Hey... Te lo pregunte a ti, ¿sabes?]

[Eh, ah, aah, ¿me lo preguntaste a mi quieres dices?]

[¿Quién más está por aquí aparte de ti?]

Me quedé fascinado por ti, no hay manera que él dijera eso.

Su rojizo cabello le recordaba a una llama en una esplendorosa hebra de seda. Su rostro
bien proporcionado era más precioso que un rubí, y con unos ardientes ojos de color carmesí
de abundante voluntad. Debajo de su piel tan blanca como la porcelana, sus venas se
observaban azules y transparentes. A menudo se comenta que el cielo no te concedería dos
obsequios, así que, desgraciadamente, sus pechos fueron pequeños, pero aquel encanto no
se reduciría ni a la mitad, y seguramente a futuro se transformaría en una mujer rebosante
de encanto.
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[Ahaha... Soy Ouguro Hiro.]

Como no podía permanecer callado siempre, Hiro menciono su nombre, la chica levemente
inclino su cabeza mientras su mirada divagaba.

[¿Ouguro Hiro?]

[Sí... pero si es complicado decirlo, llámame Hiro.]

[Bien. Entonces, te llamaré Hiro, pero ¿qué haces aquí?]

[He estado buscando la salida, pero…]

[Hmm.]

Haciendo un diminuto ceño fruncido, la mirada de la chica se aferraba al cuerpo de Hiro,


como si le estuviera observando.

Siendo solo por un momento.

[Bien, okay. No te ves como una persona sospechosa. Buscas una salida, ¿verdad?]

De este modo, la chica le dijo y comenzó a caminar. Hiro se apuró en seguir su espalda.
Como para defender a la chica, el lobo se interpuso. Mientras caminaba, él observaba como
la cola del lobo se balanceaba de un lado a otro, y eventualmente pudo distinguir una gruesa
capa de luz al final del bosque.

Esa era la salida que no pudo encontrar a pesar de estar caminando por tanto tiempo. Sin
embargo, fue tan sencilla de hallar, y Hiro se sintió como si hubiera sido arrastrado por un
zorro.

Nunca pensé en hallar la salida así de fácil...


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A pesar de que estaba confundido, prosiguió su caminar a través de los árboles que se
volvían partículas, y sobrepaso la luz.

[Eh...]

Hiro parpadeaba mientras observaba la escena que se extendía ante él. Al levantar su vista,
En lo azul del cielo el sol brillaba arrogantemente sin nubes mientras miraba hacia abajo. El
sol era vertido hacia la tierra plenamente, y las antenas de hierba eran balanceadas
confortablemente por el viento.

Mientras sus ojos eran atraídos hacia los diversos pastizales, Hiro se encontró a un extraño
grupo en su vista. Era un grupo que estaban montados sobre caballos de guerra en una
formación horizontal con armadura pesada, de lanzas bien mantenidas, y con espadas en
sus cinturas. Las miradas que le eran dirigidas por las personas a caballo no se veían muy
agradables.

A medida que Hiro se volvía vacilante, un caballo se dispersó del grupo. El hombre en el
caballo llevaba una gran cicatriz en su mejilla. Además del hecho de que portaba una
armadura le daba la impresión de un guerrero. El hombre observaba a Hiro con sus agudos
ojos, como una bestia y después se giró hacia la chica.

[Princesa... ¿Te estuviste bañando nuevamente?]

[Después del entrenamiento hizo bastante calor, ¿sabes?]

[¿Al menos podrías llevar un guardaespaldas contigo?]

[Ara, lleve un guardaespaldas, ¿sabes? ¿No es cierto, Cerberus?]

Cuando la chica mencionó el nombre del lobo blanco, le dio palmaditas en su cabeza.

[Woof.]
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Cerberus dio un ladrido alegremente. Después de respirar, el hombre negó con su cabeza
consternado. En una perspectiva de 3ra persona, se ve como cuando un hermano mayor
discutiera con su hermanita marimacho, pero—

[Entonces, ¿quién es ese sujeto?]

Repentinamente, el hombre le señalo a Hiro con su pulgar.

[Um, sólo soy un niño extraviado... así que, ¿puedo irme ya?]

Él dijo eso y le dio una afectuosa sonrisa.

[¿Estás tratando de engañarme…?]

Sin dudas, fallo por la vena creciendo en la frente del hombre.

[Él es Hiro.]

La chica coloco su mano contra el hombro de Hiro.

[Nos conocimos más antes. Ya somos como amigos, ¿cierto?]

La chica caminó frente a Hiro y le miro el rostro. El rostro de Hiro se tiño rojizo rápidamente.
Puede ser que no estuviera acostumbrado al hablar como una chica a una distancia tan
corta, pero lo era aún más al ser una belleza.

[Q-Quizás sea su amigo, ¿me pregunto? Sin embargo, no sé si nos podremos considerarnos
amigos.]

Hiro dijo aquello rápidamente para que no se percatara de lo aturdido que estaba.

[Woof.]
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Cerberus le lanzo un ladrido. Tal vez estando de acuerdo con él. Por supuesto, el hombre
de la cicatriz frunció el ceño.

[¿Es tu amigo...? Eso sería bastante sospechoso.]

El hombre ni siquiera trato de ocultar su molestia al observar a Hiro.

[¿Y qué con esa ropa rara? Tú no eres del imperio, ¿verdad?]

De hecho, Hiro era la única persona de aquí que usa un uniforme escolar. Partiendo, Hiro
no estaba acostumbrado al mirar personas con armaduras y espadas en sus cinturas, pero—

[Y lo más importante aquí, tu rostro y el color de tu cabello no es igual que la gente del
Imperio. ¿De qué país vienes?]

Después de que el hombre con heridas en las mejillas se lo dijera, él se percató de que
todos no tenían rostros tan japoneses. Además de que todos llevaban el cabello rubio o
castaño, pero nadie lo tenía negro como el de Hiro. Y dándole un vistazo más cercano, sus
rasgos eran más afilados, con hombros más altos y anchos. En comparación con el cuerpo
de Hiro, son dos medidas diferentes.

Cuando Hiro se revelo confundido, la chica que se había trasladado a su lado le dio un ligero
golpe en su hombro. Cuando giro su cabeza en su dirección, la belleza se le acercó y le
señalo su nariz.

[Tienes un rostro muy fino; incluso tus ojos brillan, te pareces a un mini Cerberus.]

Estaban tan cercanos que, si le empujaran su espalda, sus labios se rozarían. El aroma
levemente dulce le estimulaba las fosas nasales a Hiro. A pesar de la situación de que Hiro
se sentía nervioso, la chica tenía una sonrisa despreocupada.

[Me gusta eso, ¿sabes?]

[Eh, aah... G-Gracias.]


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¿Qué dijo tan así de repente…? Mi mente se está volviendo violentamente loca.

[¿De qué te sonrojas? Eso le hace ver más sospechoso. ¿Tú sabes dónde estás?]

[Dios. No seas tan amenazante con el niño. ¡Lo asustas!]

[Princesa. Incluso si es un niño, ¿no es aún sospechoso?]

Las palabras no fueron escuchadas por Hiro. Estaba bien para el hombre llamado Dios le
dijera niño. Sin embargo, era extraño para una chica— quien era más joven que él—decirle
que es una chica.

[¿Por qué? Es muy lindo...]

[No es para nada lindo—]

Hiro levanto su mano, mientras interrumpía las palabras de Dios que le causaban mover su
boca.

[U-Um...]

[¿Qué es?]

La chica le miro con una mirada piadosa. Era lamentable que descubriera que se la estaba
dando a un chico.

[Incluso si yo me veo así; Aún tengo 16 años. 17 en este.]

[Es mentira, ¿cierto? ¿Tú eres mayor que yo?]


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¿Por qué me mira como si la hubiera estafado? Cuando observo a Dios en su caballo, pareció
tan impactado como la chica, y su boca se vio medianamente abierta.

[¿En verdad no tienes como unos 10 años?]

La chica se le acerco sin creerle.

[En verdad tengo 16 años. Absolutamente no tengo 10 años.]

De hecho, con frecuencia a los japoneses se les considera jóvenes a pesar de su edad real.
Ante todo, Hiro mide 165 cm. Siendo pequeño para un estudiante de 2do de secundaria, no
muy distinto de una chica. Además de eso, tiene rostro infantilizado, que, mezclado con su
atractiva apariencia. Lo hace ver más cierto.

Cuando Hiro se preguntó que debería hacer para que le creyeran.

[¿Eres un tipo de espíritu?]

Dios le lanzo una mirada seria.

[¡Oh, ya veo! Por ello estabas en el bosque, pero me pregunto si los espíritus se pueden
extraviar…]

Tan pronto como la chica fue convencida, ella inclino su cabeza y gruño, “Hmm”.

Es una chica que constantemente cambia sus expresiones. Siendo divertido de mirar, pero
para cuando Dios detuvo el caballo, Hiro una vez más se reboso de tensión.

[Por ahora, llevaremos a este sujeto con nosotros.]

[¿Eh? Nosotros no podemos. Sus padres deberían estar en su búsqueda. Tenemos que
asegurar que llegue a su casa.]
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[Princesa, este sujeto tiene 16, ¿no? A un niño se le puede perdonar, pero es el un adulto
responsable. Paso por la propiedad de la familia real sin permiso. Por dudas, deberé
interrogarlo.]

[Eh, no creo que debamos preocuparnos. Llevémoslo a casa.]

[Podría ser un espía del enemigo.]

[No creo que sea eso, pero...]

[No.]

[Entonces, hare que lo traigan a mi carruaje. ¿Está bien?]

Dios abrió su boca, mientras las arrugas entre sus cejas se arrugaban por la chica que no
quería rendirse.

[Josh, Okay. Entonces regresemos a la fortaleza.]

Dios, que había hecho unas vueltas desde su caballo, regreso con sus subordinados. Como
si fuera un sustituto, un lujoso carruaje apareció delante de Hiro.

[Pasa, entra. Por dentro hay mucho espacio, por lo que no lo sentirás estrecho.]

Cerberus entró primero, y cuando Hiro observo hacia adentro, había el suficiente espacio
para que 6 personas se pudieran sentar. Después de evadir a Cerberus, quien se había
echado en el suelo, Hiro se sentó en el asiento que le proporcionaron. Mientras que la chica
que se subió después se sentó rostro a rostro con él.

[Lamento el asustarte de varias maneras.]

[No, esto es solo un sueño, no te culpes.]


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Incluso ahora, Hiro todavía no quería admitir que la situación era real. La chica inclinó su
cabeza en asombro.

[¿Un sueño…?]

[Sí. Hay varios detalles que no podrían ser explicados.]

[¿No pueden explicarse por qué?]

[Hace un tiempo estuve de camino a la escuela, y después me vi aquí. ¿Sabes que, en los
sueños, la escenografía cambia repentinamente, y una persona que nunca has visto
aparece?]

[Bueno, sí. Pero tú estás aquí, yo creo que esto es real.]

De repente, la chica movilizo sus caderas y se le acerco a Hiro. Justo cuando se preguntó
que sucedía, le fue puesta una cálida mano sobre su mejilla, sintiendo su suavidad para
después su atención ser llamada por un intenso dolor.

[¡Duueeleeeee!]

La chica le pellizco las mejillas a Hiro con la fuerza que más pudo.

[¿Cómo estás? ¿No te duele?]

[¡Placentero!]

Cuando menciono una palabra tan incomprensible, la chica alejo su mano, y se sentó
nuevamente en su sitio original. Sorprendido por tal grito de Hiro, Cerberus, que estaba
cerca de sus pies, movió los ojos.

[Observa. Esto no es un sueño, ¿cierto?]


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[Pero tú no debiste pellizcarme.]

[Perdón. Pero yo pensé que sería el método más sencillo de saberlo.]

[Mmm...]

No hay nada que pueda decirle después de una sonrisa tan bonita. ¿Qué sucederá si
despierto un extraño hábito sexual? Mientras Hiro se frotaba sus mejillas estremecidas, la
ventana del carruaje sonó.

[¿Pasa algo?]

Dios le observo con sospecha, pero la chica le contesto sin dificultades.

[No es nada. Hiro me dijo que esto era un sueño, así que le di un pellizco en su mejilla.]

[Hmm, escapando de su realidad, eh... Como lo pensé, es un espía.]

Con ello, Dios se distancio de la ventana. Hiro dejó escapar un suspiro mientras sujetaba
sus adoloridas mejillas. Aunque en una parte de su cabeza lo acepto, en algún sitio en el
extremo superior de su mente, no pudo abandonar esa esperanza de que todo era un sueño.

[¿Qué haré ahora?]

Hiro miró hacia sus pies en el suelo y se tomó la cabeza. Lo sintió superficial por el
comprender que este era otro mundo por el dolor en su mejilla, pero... ¿Puede regresar a
su mundo, o escapar de estas circunstancias? La ansiedad del qué debería hacer de ahora
en adelante era un gran desbordamiento uno tras otro.

[Hey... ¿Estás bien?]

La chica sentada frente a él le dio un golpecito con su mano, que estaba en un estado
perdido.
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[No te deprimas mucho. Está todo bien; No es como si hubiera sido una falta de respeto.]

[No es eso lo que me tiene deprimido, pero... ¿qué quieres decirme con falta de respeto?]

[Oh, cierto, aún no me he presentado.]

La voz de Hiro, que fue vocalizada en un tono muy débil, pareció no haber llegado a sus
oídos.

[Soy Celia Estreya Elizabeth von Grantz, la 6ta Princesa del Gran Imperio de Grantz, y acabo
de cumplir 15 años. Todos me dicen Liz, Hiro también me puedes llamar así.]

Ella colocó una mano sobre su pecho y lanzo una sonrisa elegante.

[.....]

Sería una falta de respeto si le llamara a una Princesa por su apodo ¿no? Tal vez también
debería cambiar la forma en que le hablo. No quiero que me decapiten por una situación
tan absurda.

[¿Qué sucede?]

[¿No sería muy irrespetuoso llamarte así, Liz?]

[Todo bien. Yo dije que está bien. Mira, incluso Dios puede hablar o hacer cosas sin ser
irrespetuoso.]

[Oh, pensando en ello, tienes razón... Entonces, supongo que te llamaré Liz.]

Ella es muy amigable desde que nos conocimos, así que tal vez es una de esas Princesas
agradables.
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[Sí, es bueno que seas honesto. Pero como es de esperarse, sin embargo, inclusive Dios no
me llamaría por mi apodo.]

[Uwooooooooo. ¡Fui engañado! ¡Sabía que esto era muy irrespetuoso!]

Al observar a Hiro tan agitado, Liz se burló teniendo lágrimas en las esquinas de sus ojos.

[Hahaha, no te preocupes por eso. Pero supongo que no deberías llamarme por mi apodo
en público. Incluyendo a Dios, las personas en la fortaleza se enfadarían por eso.]

¿Cómo alguien más joven que yo me la puede jugar así—? Se ríe y divierte mientras se
sujeta el estómago, pero agradecería que no bromes con la vida y la muerte. Pero ¿por qué
me dejas llamarte por tu apodo y eres tan amable conmigo de tantas formas distintas?

[Tengo unas preguntas para ti…]

[¿Qué es?]

[¿Por qué eres tan amable conmigo?]

[Porque sigues vivo.]

[¿Huh?]

Incliné mi cabeza, sin comprender el significado de sus palabras.

[¿Podrías explicármelo más detalladamente?]

Con esas palabras, Liz movía su mirada con un dedo en su mentón, diciendo: “Hmm”.

[Hmm. Cerberus no te estuvo mordiendo y, además, los espíritus tampoco se pusieron


ruidosos.]
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[Um... ¿qué hubiera sucedido si Cerberus me mordía y los espíritus se ponían ruidosos?]

[Tendrías que estar muerto.]

Liz se encogió de hombros y prosiguió.

[El bosque de antes era el bosque de Anfang que es habitado por muchos espíritus. Su
Majestad, el 1er emperador, realizo un trato con ellos para proteger el bosque a cambio de
que vivieran allí, e incluso ahora, después de 10.000 años más tarde, aún siguen
protegiéndolo de la manera más disciplinada. Es por ello por lo que a nadie más que la
realeza se le deja la entrada al bosque, y ellos tampoco podrían salir con vida.]

[No sabía que estuve en un sitio tan peligroso...]

No había manera de huir de allí. Si me hubiera quedado, podría haber muerto. Escalofríos
surgían desde la columna vertebral de Hiro al oír tan horripilante historia.

[Por ello te salvé. ¿Te convenciste?]

[Sí. Comprendo lo peligrosa que era mi situación. Pero ¿por qué sigo con vida? Ni soy de la
realeza, ¿sabes?]

[Por eso es extraño. Así que Dios sospecha que eres un espíritu.]

[Aah, por eso... reaccionó de ese modo, ¿huh?]

[Así están las cosas. Así que, ya que te he convencido, ¿Podrías decirme tu historia?? ¿Qué
hacías allí? ¿O en verdad eres un espíritu?]

[Si solo lo supiera, no tendría tantos problemas…]

[¿Amnesia?]
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[No es eso. Sólo soy un plebeyo, y un estudiante de secundaria en sus 16 años.]

[¿Qué es un estudiante de secundaria?]

[¿Hm…? ¿Los estudiantes que van a la escuela?]

[Oh... ¿Te refieres a los estudiantes de la escuela formativa?]

Como era de esperarse, no pudo lograr el que comprendiera su historia. No hay forma de
que hubiera estudiantes de secundaria en este mundo. El idioma le pareció ser japonés,
pero eso no significaba en que las palabras del mundo de Hiro las pudiera comprender...

No, esto es diferente.

Hiro finalmente se percató.

[Yo estoy hablando japonés, ¿no?]

[¿Japonés? No sé si haya un idioma así.]

Liz inclinó su cabeza y resoplo.

[Um, sólo por confirmar, ¿qué idioma estoy hablando ahora?]

[Grantzian.]

[¿Qué significa eso?]

[Eh, ¿qué?]

[No, sólo me pregunto cómo puedo estar hablando en Grantzian.]


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[No sé qué quieras decirme con eso. Y lo más importante, dime, ¿qué es ese tal estudiante
de secundaria?]

Liz se inclinó y acerco nuevamente su rostro hacia él. Esta era su 2da vez hoy, pero aún no
se podía acostumbrar a eso, y Hiro mostro que tan agitado se sintió al punto de que su
corazón casi se le sale de la boca.

[¡Tan cerca! ¡Estás muy cerca!]

[¿Sí? No debes gritármelo…]

Cuando Liz se alejó con una mirada triste en su rostro, Hiro sintió escalofríos desde su pecho
y quiso pedir perdón. Pero igual sentía que sería fatal el que se acercara su rostro
nuevamente. Finalmente, no pudo decir una disculpa y tuvo demasiadas cosas en cuales
pensar, pero Hiro decidió contestar su pregunta para huir de esa disculpa.

[Volviendo al tema... los estudiantes de secundaria son como los estudiantes en la escuela
formativa que tú mencionaste.]

[¡Heh! Así que, en el mundo de los espíritus, se les llama estudiantes de secundaria.]

Ella unió sus manos como una doncella en rezo, y Liz se giró hacia él con ojos brillantes.
Hiro le lanzo una sonrisa irónica, y luego el abrió su boca.

[No, no soy un espíritu. Soy humano como tú.]

[Como te lo comenté antes, tienes un rostro demasiado juvenil. Además, pareces tener un
tono más agudo que el de un adulto.]

[En mi mundo, un chico de 16 años es menor de edad, sin embargo. Como sea, ¿los espíritus
que mencionas se ven como yo?]

[Definitivamente no. Los espíritus no poseen voz o cuerpo. Pero Su Majestad, el 1º


Emperador, parecía ser capaz de hablar con ellos.]
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[Entonces, ¿cómo crees que yo soy un espíritu?]

Por solicitud de Hiro, Liz inclinó levemente su cabeza mientras un dedo descansaba sobre
su fino mentón.

[Um... ¿Lo siento de alguna forma así? Además, tiene más sentido para ti el ser un espíritu.]

Él fue impresionado al contemplar que una chica podría lograr que cualquiera de sus gestos
fuera fascínate, Liz repentinamente dio una mirada a través de la ventana.

[Deberíamos estar llegando pronto a la fortaleza. Soy algo quisquillosa, pero te tratare como
un correcto invitado, así que tomate el tiempo que quieras por favor.]

Hiro giró su mirada en esa misma dirección, y el sol se observaba a punto de desaparecer
en el horizonte, dejando un color rojizo junto a un resplandor en el suelo.

____________________________

El Gran Imperio de Grantz, es el supremo gobernante del Continente Central. Su capital es


llamada la gran Capital Imperial, Cladius, está ubicado a dos días en pie desde el extremo
oriente de la ciudad, Fortaleza Taoen.

Esta fortaleza en la historia fue registrada como fundamental por el 1º Emperador. La razón
de esto era que cuando el país estuvo al borde de la destrucción, fue de aquí, en donde el
país siguió su camino hacia delante.

Los posteriores generales de esta fortaleza tan histórica y fundamental eran nombrados por
aquellos que portan parentesco con la familia imperial de Grantz. Actualmente, Celia Estreya
Elizabeth von Grantz, la 6ª Princesa de Grantz, posee este nombramiento. En la actualidad
se celebraba una reunión entre ella y su séquito en el salón de mandos operacionales
adentro de la fortaleza.

En el centro de la recamara, Liz junto a dos hombres rodeaban un escritorio.


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[Todo el equipo se cargará en los carruajes. Ahora todo lo que debemos hacer es saber
cómo llegar a la fortaleza de Berg...] Dijo el hombre con una cicatriz en su mejilla, Dios von
Michael, el actual capitán de los Cien Pendones.

[No podemos eliminar la posibilidad de ser atacados.]

Continuando esas palabras de Dios, el que hablaba era Tris von Termier, el actual capitán
de los Quinientos Pendones. A pesar de ya ser un veterano guerrero, su cuerpo aún
expulsaba una gran masculinidad en su vejez. Ni siquiera trato de ocultar su confusión al
seguir hablando, mientras se rascaba la nuca.

[Este plan de la Princesa es sabido por todo el Imperio. No hay seguridad de si alguien haya
cometido una falta de respeto.]

[Como es de esperarse, un centenar de caballería y 200 soldados de infantería no son


suficientes, ¿eh?]

El rostro de Liz se volvió sombrío al mirar a Dios.

[No se puede evitar. La mayoría de los soldados en la fortaleza de Taoen son de la Primera
Armada Imperial. No podemos traerlos con nosotros. Además, si nos dirigimos a la Fortaleza
de Berg... No, si nos dirigimos hacia el Territorio de Margrave Grinda, podremos estar a
salvo.]

La Fortaleza de Berg en el territorio de Margrave Grinda es gobernada por el tío de Liz,


Margrave Luzen Kiork von Grinda.

[Mi tío estará contento de poder recibirme... Pero me preocupa lo que está sucediendo en
el Principado de Lichtine.]

En el extremo sur de los Territorios de Margrave Grinda se ubica el estado esclavista del
Principado de Lichtine. Dependiendo del movimiento del lobo hambriento del desierto, la
política futura tendrá cambios.

Cuando una expresión de preocupación surgió del rostro de Liz, Dios le tranquilizo
afectuosamente.
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[Estaremos bien. No podría imaginarme que el principado lance un ataque.]

El Principado de Lichtine ha estado bajo el poder del Gran Imperio de Grantz durante varios
años. Por lo tanto, a pesar de la situación que el territorio de Margrave Grinda y el Principado
de Lichtine compartan una frontera, esta seguía siendo un sitio pacifico sin conflicto alguno
en las últimas décadas.

[Cierto, pero el problema en esta ocasión es lo que se oponen a la Princesa.]

Tris se unió a la conversación y prosiguió con esas palabras.

[Supongo, que lo más doloroso es la intromisión de los demás herederos al trono.]

Aquel plan se debe por la intromisión de los herederos al trono. Ya que ella fue movilizada
a una zona pacifista en donde no hay batallas, lo que le significaba la eliminación de su
escalada hacia la cima ya que no tomaría créditos por ello.

[No comprendo. Nuestra princesa es 8ª en el orden de sucesión al trono. No hay sentido en


que se metan con usted.]

Dios evito el decirlo directamente, por un lado, por la presencia de Liz, pero no está mal
decirle que se quedó corto.

[Eso es porque... se le fue otorgada una de las cinco espadas del rey de los espíritus.]

[¿Qué importa eso? Eso es sólo una espada, ¿no?]

Por tales palabras insolentes de Dios, Liz le lanzo una mirada para acusarlo.

[Ara, si papá te escuchara, te mataría por tal falta de respeto. O tal vez serias maldecido
por el rey de los espíritus.]

[H-Hmph, si tuviera miedo de los espíritus, no habría modo de que este aquí en la guerra.]
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Dios dijo fuertemente, pero en su rostro se le marcaba del miedo. Tris se burló con vigor
ante tal vista.

[Gahahaha, asegúrate de pedir perdón antes de ir a la cama.]

Las cinco espadas espirituales del emperador. Estas eran cinco espadas preciosas que fueron
refinadas por el 1º emperador luego de que el rey de los espíritus le otorgara poderes. Se
dice que en las cinco espadas ronda la voluntad de los espíritus, como el nombre indica.

Nunca aparecerían si ellas no te reconocieran como su dueño, y si tú intentaras en forzarles


a hacer aparición, obtendrías una maldición. Sin embargo, si llegaran a ser reconocidos, se
otorgará una astronómica cantidad de poder.

Por esa razón, también fueron nombradas como el “Obsequio” del rey de los espíritus.

El Emperador Espiritual de las Llamas es una espada en la que reside el espíritu del
fuego.
El Emperador Espiritual de Hielo es una lanza en la que reside el espíritu del hielo.
El Emperador Espiritual del Trueno es un hacha en la que reside el espíritu del trueno.
El Emperador Espiritual del Viento es un arco en el que reside el espíritu del viento.

La espada espiritual sobrante fue perdida en el tiempo tanto así que no hay documentación
de cómo era. Sólo se sabe por las leyendas que esta favoreció al 2º emperador.

Entre ellas, el Emperador de las Llamas era la preferida del 1º Emperador. Sin embargo,
ningún emperador después de él fue nombrado con el Emperador de las Llamas... Después
de 1000 años, el nuevo propietario de la espada del Emperador Espiritual de las Llamas
apareció. Ella era Celia Estreya Elizabeth von Grantz, la 6ª Princesa.

Incapaz de poder ceder a la Princesa propietaria del Emperador de las Llamas en matrimonio
a otro país, su padre, el Emperador, le concedió a la 6ª Princesa el título de general de
división y la traslado a la Fortaleza de Taoen, que está en la jurisdicción del primer ejército
real. Hasta ahora, todo iba bien, pero había quienes que no se querían quedar de brazos
cruzados y dejar que aquello ocurriera.

Los herederos al trono.


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A medida que la fuerza central de la 6ª Princesa, que fue nombrada como el emperador de
las llamas iba en más y más en aumento con los días y de que, al mismo tiempo, la gente
iba rumoreando que ella era la reencarnación del 1er Emperador y le brindaron su apoyo.

Decidiendo sobre el peligro que era tener aún a la 6ª Princesa en la Ciudad Imperial, el 1º
Príncipe Imperial, Reinhardt Schtobel von Grantz, decidió el transferirla a la frontera.

Normalmente, aquí es en donde todos serían criticados por hacer uso de sus ejércitos
personales, pero en esta ocasión no fue el caso. Esto fue debido a la armonía entre los
demás herederos y el 1º príncipe. Ya que trabajaron todos juntos para darles presión a los
nobles que se había levantado a Liz.

Después de perder su respaldo, Liz finalizo como una general de una fuerza lejana, y en su
camino, no había seguridades de que la facción Schtobel no tratase de enviarle un ejército
para matarla. También era posible que otro heredero enviara su ejército personal. Así que
debía atravesar estos peligros para llegar a la fortaleza de Berg.

Dios se rascó su cabeza y señalo hacia el mapa estirado en la larga mesa.

[Hay dos rutas hacia la Fortaleza de Berg. Una que va desde el sur directamente, esta se le
puede considerar una trampa total. Asesinos, tropas, ladrones y con bandidos de todo tipo.
La otra se ubica en el este, es más allá del Monte Himmel por las montañas de Glaozarm,
en un sitio pequeño en el país de Baum, está en el territorio del Margrave Grinda.]

[Lo sabes, también, también tenemos jinetes. Ellos no podrán atravesar el Monte Himmel.]

[Si escogemos el sur, no podremos evadir nuestra total destrucción. La única forma de
elevar las posibilidades de supervivencia es atravesar el Monte Himmel.]

Continuando las palabras de Dios, Tris cerca de él ubicó dos piezas sobre el mapa.

[Nos separaremos. No podemos llevar a todos nuestros hombres al Monte Himmel;


necesitaremos una distracción. Dios, quiero que tomes a la caballería y los traslades hacia
Berg. Si te encontraras con enemigos por la carretera, abandona los carruajes y haz todo
posible por obtener la ayuda de Margrave Grinda. ¿Le parece, Princesa?]
P á g i n a | 38

Liz no se vio muy convencida, pero después de un momento, ella dio un pequeño
asentimiento. Dios dejó escapar un suspiro aliviado al ganar en política, y se dirigió a Tris.

[¿Qué hay de ti, viejo?]

[Cruzaré la montaña con la Princesa.]

[Eres solo un viejo, así que no te des tanta presión...]

[Hmph, no estoy preparado para ver que un novato me derrote aún.]

[¿Es eso así? Tienes tus brazos mucho más delgados últimamente ¿sabes?]

[¿Qué? ¡¿De verdad?!]

La broma de Liz pudo llevar algo de luz a través del salón de mandos operacionales.

____________________________

En el exterior lejos de las ventanas, el sol había desaparecido completamente, y las estrellas
brillaban sobre el cielo en el anochecer. En una habitación en la fortaleza Taoen, Hiro yacía
allí, sentado en su cama, sin hacer nada.

En la mesa a su lado había un plato que contenía comida que había sido devorado hace
bastante tiempo. Aparentemente, Liz no mintió, Hiro fue hospedado como un invitado.

Aunque él nunca había sido interrogado, sus movimientos eran restringidos, y todo el tiempo
delante de su puerta habría un soldado en guardia. Era egoísta seguir alarmado, pero para
Hiro, que está en un mundo que ni sabía izquierda o derecha, no había manera de que no
se moviera con cautela en este mundo.

Sin embargo, el tiempo trascurría en vano mientras trataba pensar en qué hacer a futuro,
sin tener buenas ideas. Esta fue la etapa en que Hiro comenzó a batallar con su somnolencia.
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[Lamento interrumpir tu descanso.]

Repentinamente la puerta se abrió, y Liz entro. Prontamente como ella se acercó al


impactado Hiro, Liz se rasco su mejilla como pidiendo perdón.

[Hay algo urgente que debo hacer…]

[¿Qué está sucediendo?]

[Nos largamos de aquí, y será esta noche.]

[¿En otras palabras…?]

[Tendremos que devolver este lugar al Primer Ejército Imperial, y Hiro no te podrás quedar
aquí.]

[Eso es... ciertamente, un problema.]

Siendo abandonado en un extraño lugar, en donde no sabe ni izquierda o derecha. En su


noche no habría algo más abrumador que esto. Quería pensar en el que hacer, pero...
Repentinamente observo a Liz y se percató de la mirada impaciente de su rostro. Tal vez
no hay tiempo para pensar.

Entonces... Hiro decidió.

[¿Está bien si te sigo?]

[¿Eh?]

Liz hizo parpadear sus ojos mientras Hiro le lanzaba una sonrisa irónica.

[¿No puedo?]
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[Será un viaje complicado. Estarás muerto si no tienes cuidado, ¿estás seguro de que
quieres eso?]

[De igual forma, probablemente muera si soy echado en una noche como esta.]

[Sabes, no te dejaría partir con tus manos vacías. Al menos te daría algo de flexibilidad y
comida.]

[Yo te debo una comida, Sin embargo. Hay oportunidad de que salde este favor, pero... Sí
es bueno seguirte, lo haré.]

[Eres un tipo extraño, ¿cierto, Hiro?]

[Sí. Me lo dicen a menudo.]

Sin embargo, sobre todo lo dice Fukutaro.

Liz lo traslado hacia la plaza central de la fortaleza, allí, una hoguera alumbraba el lugar.
Mirando hacia el cielo, la luna llena se mostraba cerca de las nubes, cubriendo al suelo con
una luz relajante.

Frente a la puerta principal de la fortaleza, un gran digito de soldados esperaban en sus


armaduras que resplandecían con un tono opaco hacia la luz de la luna. Al frente de ellos
estaba Dios y otro hombre de unos 40 años. El hombre de mediana edad se acercaba a Liz
mientras tiraba de las riendas de un caballo.

[Princesa. Estamos preparados, podemos irnos en cualquier momento.]

[Gracias. Entonces, partamos.]

Después de tomar las riendas dadas por el hombre de mediana edad, Liz se subió
elegantemente a su caballo. Un momento después, surgió un estallido de aclamaciones.
Cuando Hiro se giró sorprendido, observo a muchos soldados de la fortaleza que habían
venido a esta despedida, independientemente del número reunido.
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[¡Celia Estreya-sama, cuídese!]

[¡Larga vida a Celia Estreya-sama!]

[Larga vida a el Gran Imperio Grantz.]

[¡Que recibas las bendiciones del Rey Espiritual!]

[Que reciban las bendiciones de los Doce Dioses de Grantz.]

[¡Nos veremos nuevamente!]

Liz dio una sonrisa y los saludo, atrayendo otra ronda de aplausos.

[¡Partimos!]

Mientras Liz lanzo un grito y giraba el cuello de su caballo, un cuerno se pudo escuchar, que
señalaba su partida. Los soldados comenzaron a caminar. Hiro estaba detrás del caballo de
Liz para no alejarse mucho de ella.

[Cuando ya no se pueda ver la fortaleza... nos separaremos. Solo me sigues, para no


separarnos.]

La voz de Liz se escuchó sobre su cabeza.

[Sí. Comprendo.]

Después de devolver su respuesta, Hiro continúo su camino en silencio. Nadie más comento
algo en privado. Sólo estaba el sonido de las armaduras sacudiendo el aire en el anochecer.
Mientras se rodeaba de un extraño sentido de tensión, repentinamente observo hacia atrás
y el fuerte estaba con niebla y alejado de la vista.

[¡Tris! ¡Es mejor que nos guíes por el camino perfectamente!]


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Liz gritó y saltó de su caballo.

[Me pregunto solo si usted se podrá poner al día con este anciano, Princesa.]

Tris comenzó a correr delante de Liz.

[¡Hiro! ¡Vamos!]

Liz tomo la mano izquierda de Hiro, y empezaron a correr sin mencionar alguna palabra.
Detrás de ellos, se veían separados de las filas de soldados, que seguían sin complicaciones.
Junto a ellos, Cerberus corría en un ritmo estable con una mirada cómoda en su rostro.
Levemente envidioso por esa agilidad del lobo, Hiro realizo lo posible para que sus pies no
se estorben, y siguió desesperado a Liz.

Más bien, era concreto decir que estaba condenado a correr. Cuando Hiro se acercó a sus
limitaciones, Liz comenzó a caminar.

[¿Estás bien?]

Liz le observo su rostro. Su frente estaba cubierta de sudor, pero su aliento no fue estorbado
en lo más mínimo. Sorprendido por ella. Hiro le dio una frágil sonrisa.

[Lo estoy.]

Mientras respiraba con salvajismo, y con cautela para no morderse su lengua, lo comento,
y Liz le dio una sonrisa.

[¿Es así? Avísame si estás complicado. Podemos tomar un descanso si es a…]

[Princesa, usted no puede hacerlo.]

Era Tris el que intervino en la conversación.


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[Si mimas al chico, sólo se volverá un debilucho. Un hombre crece siendo lanzado desde las
montañas.]

Él querría contradecirle, pero con su boca apropiándose del oxígeno, no pudo hacerlo. Como
para si se burlara de Hiro, Cerberus corría por ahí con alegría.

[Hiro es sólo un niño. Si lo lanzara fuera de la montaña, morirá.]

[¿Hm? Este chico tiene 16, ¿no? Eso es lo que me ha contado Dios.]

[Pero por fuera es un niño. Debes ser amable con él.]

[¿Hm? ¿Es verdad que se ve joven para tener 16... Pero ¿es un niño? Fumu, no comprendo.]

Apartando la mirada de Tris, que empezó a reír, Hiro observo hacia detrás de él. Un gran
digito de soldado les seguían. A pesar de que sus respiraciones se veían alteradas por la
pesada armadura, no se observaban en caída.

Todos debieron tener un buen entrenamiento. Aun así, hay algo más sorprendente.

Una vez más, miro a Tris, que a pesar de ser el más mayor aquí, ni sudaba. De todas
maneras—

[¿Hay alguien más así atrás?]

Liz dijo preocupada y veterano soldado se vio confiado.

[Aquí no existen debiluchos. No nos entrenamos a medias.]

Sin dudar, Tris le afirmo. Parecía que les tiene bastante confianza a sus soldados, y tal
confianza se reflejaba en sus palabras.

[¿Es eso así? Entonces está bien…]


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Liz dejo escapar un suspiro aliviada, y Tris le dio una sonrisa de lo más natural.

[Bien, hasta ahora. Deberíamos ser capaces de poner nuestros pies sobre las montañas
antes de que amanezca. Si proseguimos así, nadie nos vera.]

[¿Cómo piensas que Dios lo está haciendo?]

[No se preocupe. Ese tipo es fuerte.]

Mientras Hiro escuchaba su conversación, el cielo empezó a volverse despejado, y pudieron


contemplar las montañas frente a ellos. Liz aún sostenía la mano de Hiro. Tal vez era por
su cansancio... o tal vez era porque se estaba acostumbrando, no se sentía tan avergonzado
como en la primera vez.

Cuando pasaron la entrada hacia el camino montañoso. Liz se acercó a su rostro. El rostro
de Hiro se puso rojizo por tal repentino acercamiento, pero él decidió escuchar sus palabras
en silencios en su espera.

[Más allá de esta montaña, se ubica el pequeño país de Baum, y es un sitio lo bastante
seguro. Con una bella ciudad llena de la naturaleza. Sin embargo, no hay tiempo para ir
allí.]

[Me hubiera encantado mostrarte todo. Lo lamento.] Liz le murmuro con culpa y llamo a
Tris.

[¿Me pregunto si el contacto de mi hermano ya se habrá comunicado con el pequeño país


de Baum?]

[Me encantaría decir que no deberíamos preocuparnos, pero no creo que sea un pensar
tranquilizador. Sin embargo, no podemos eliminar que se hayan informado sobre nuestro
plan.]

Tris realizo un rostro complicado y continúo hablando.


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[Además, esta vez no pudimos enviarle una notificación al país de Baum, tendremos que
dirigirnos hacia al territorio del Margrave Grinda lo más rápido que podamos sin crear
problemas innecesarios.]

[Tienes razón. Quiero decir, somos del tamaño de una empresa, así que es capaz que se
percaten rápido.]

[Inclusive si lo supieran, no podrían hacer nada contra el Imperio. Aunque ellos nos lo hayan
jurado anteriormente.

[Me siento culpable de que estemos usando su debilidad.]

[Les enviaré una carta con nuestro perdón cuando nos las arreglemos en el territorio de
Margrave Grinda.]

[Sí. Estoy segura de que nos darán su perdón al ver porque lo hacemos.]

Después de que ya finalizaran, Liz giro su mirada hacia arriba. Cuando Hiro le observo,
contemplo una agradable colina. El camino se llenaba de plantas que eran excelentes para
un picnic, y aunque había escuchado que era algo inclinado, el aire se sentía tan calmado
que no se notaba. Un diminuto animal corría por la montaña, y mientras Hiro lo miraba, sus
ojos se suavizaron.

[Fufu, parece que te diviertes.]

Liz le dijo. Hiro asintió con su cabeza con una sonrisa en su rostro.

[Sí. Escuche que era inclinada. Y me prepare para ello, pero es una bella colina, perfecta
para darse una siesta.]

[Ciertamente. Himmel es una de las montañas más sencillas de escalar aquí en la cordillera
de Glaozarm. Pero está tan copada de monstruos que los vendedores ambulantes no pueden
transitar. Sin embargo, hasta aquí esta excelente.]

[¿M-Monstruos?]
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Preguntó nuevamente con una voz miedosa.

[Sí, así es. Cuanto más cerca la cumbre, más aguerrido se pone. En esta ocasión debemos
cruzar hacia el otro extremo, así que será complejo, ¿sabes?]

Es espeluznante escuchar tales palabras por el vocabulario de una bella chica. Es porque su
rostro persiste tan firme que se ve creíble.

[No te preocupes por eso, yo te protegeré, solo debes estar parado detrás de mí y tener tu
pecho en alto.]

[Woof.]

Cerberus le ladro. Yo también te protegeré, hermano. Eso parecía decir, observando su


expresión. Pero después de un instante, no le miro, para luego.

[¿Por qué no tenemos un descanso aquí?]

Liz le dijo a Tris. Y el veterano guerrero le asintió mientras acariciaba su caballo.

[Tiene razón... Teniendo en cuenta lo que vendrá, es mejor recuperar fuerzas.]

[¡Entonces está decidido! ¡Cada uno puede tomar su descanso como desee!]

Los soldados comenzaron a poner sus espadas y escudos sobre el suelo, como fue dicho
por la voz de Liz. Hiro se posó en una roca en las sombras mientras le miraba de costado.

No es tan duro como pensé que sería...

Tal vez está muy sencillo ya que recién habían entrado en la montaña... pero su cuerpo
estaba aguantado el trayecto más de lo que había pensado. Ciertamente fue igual cuando
corrió desde la Fortaleza Taoen hacia la entrada de la montaña. Aunque no tanto como Liz
y los demás, Hiro logro estar al día de una forma decente.
P á g i n a | 47

Era impresionante que Hiro, que nunca realizo actividades en su club, fuera capaz de correr
como los soldados que lo hacían con frecuencia.

Tal vez es por eso... Me sienta relajante.

Cuando Hiro no pudo evitar sonreír.

[Oh, muchacho. Lo estás haciendo bien.]

Un veterano soldado le dio una palmadita a Hiro en su hombro y le dijo.

[Eres lo suficientemente sólido para tu juventud. Pienso que estarás corriendo nuevamente
en 1 o 2 horas.]

[A duras penas, sabes, no es sencillo.]

Un joven soldado se le acerco riendo. El veterano soldado le negó con gesto en exageración.

[Sin embargo, te mereces un cumplido al seguirnos a tu edad, ¿no?]

[Sí, cierto. Sin dudas en un logro hacerlo a tu edad.]

De alguna manera... pareció ser malentendido, así que Hiro les corrigió.

[Para que lo sepan solamente... Tengo 16, ¿de acuerdo?]

[Haha, este chico tiene palabras cómicas que decir.]

[Así es. No deberías bromear.]

[Es verdad.]
P á g i n a | 48

Liz intervino en la conversación. Los dos soldados incomodos observaron a Liz.

[No, ¿eh, en serio?]

[Sí, es verdad. ¿Crees que yo mentiría?]

Cuando Liz sonrió y asintió con su cabeza, el veterano soldado observo a Hiro mientras se
rascaba su cabeza preocupado.

[No, Princesa-sama no mentiría. Pero, muchacho, es muy confuso…]

[Bueno, ahora que lo pienso, es entendible que tenga 16.]

Los dos soldados le dieron un buen vistazo. Hiro estaba perplejo, pero desde el rabillo de
su ojo, se percató de que Liz le observaba feliz.

Ah... ¿tal vez me está dando demasiada atención?

Un tipo desconocido los acompañaba en su viaje. Naturalmente, los soldados estarían con
tentación en preguntar su identidad. Sin embargo, debido a la presencia de Liz, no pudieron
hacerlo. Liz pudo haber intervenido en la conversación para tratar esa distancia tan sensible.

[Entonces, okay, el descanso termino. ¡Partiremos!]

Además, la intervención fue en el momento clave de la conversación. Él no sabía cuándo se


presentaría el siguiente descanso, pero estaba seguro de que la distancia entre él y los
soldados sería menos de lo que es actualmente. Hiro se levantó, y le dio las gracias a Liz
por eso.
____________________________

Han transcurrido 5 horas desde que Hiro ha estado subiendo hacia la cima de la montaña
mientras fomentaba amistades con los soldados.
P á g i n a | 49

El sol hizo su aparición completa mientras Hiro observaba sobre su cabeza, con el sitio
enteramente iluminado. Cuando asomo la vista, pudo contemplar la cima de la montaña,
pero en ese momento.

Repentinamente un sujeto hizo aparición.

Un rostro regordete y antiético. Con dos ojos inyectados en sangre como si estuviera
calificando a Hiro y a los demás. Dando un vistazo a su boca que se encontraba abierta, se
podían mirar dientes amarillentos con algunos caídos. Su cuello era más extenso que la
cintura de Hiro, y su estómago se expandía como un globo. Era un horripilante monstruo
humanoide.

[¿Qué es... eso...?]

Liz al momento siguiente se acercó a Hiro, que se aterrorizo y le hablo.

[Es un Ogle. Se dice que originalmente fueron humanos, pero un espíritu los maldijo y por
ello tienen esa horripilante forma. Es un monstruo exilado de la civilización humana y que
habita en estas cordilleras, atacan y comen la carne de los viajeros.]

Liz le explico con tranquilidad, pero no pudo concentrase mucho ya que su aliento le rosaba
las mejillas.

[Es fuerte pero no muy listo, sin embargo, no será complicado someterlo.]

Prontamente a que Liz dejo de hablar, Cerberus salió corriendo.

[¡Guruaaahhh!]

En un instante sus garras aparecieron sobre el cuello del ogle. Con un inquietante sonido,
la parte alta del cuello del ogle cayo, y la tierra se tiño de un rojo oscuro mientras brotaba.
Brutal... Hiro se giró, pero incluso por encima de eso, Paso una de esas escenas que le hizo
cubrirse los ojos. La cabeza del ogle resonaba mientras rodaba por la pendiente. Mientras
Liz miraba esa escena, hubo una sonrisa en su rostro como si una flor hubiera aparecido.
P á g i n a | 50

[¡Observa!]

[... Sí.]

[Como se esperaría de Cerberus-dono. ¡Que garra invisible! Fue una acción digna de ver.]

[Woof.]

Cerberus contestó a esos elogios de Tris meneando su cola.

[Por allí existen muchos más fuertes que ese.]

Una sonrisa amenazadora se formaba en el rostro de Liz mientras se giraba. Hiro se encogió
de hombros y dejo escapar un suspiro.

[Ni siquiera me lo puedo imaginar…]

Después de murmurar a las espaldas de Liz, Hiro empezó a caminar nuevamente, pero
sentía un continuo dolor desde las plantas de sus pies.

Como era de esperarse, se está poniendo más difícil.

Lo que una vez fue un verdoso sendero en las montañas, ahora se había convertido en un
sendero mezclado de grava y grandes rocas. Con cada paso realizado más dolor sentía
desde las plantas de sus pies. Sin embargo, si intentase el perder su concentración, su
fuerza se desvanecería. Liz observo el rostro de Hiro preocupada, tal como se mostraba en
su rostro.

[Hiro, ¿estás bien? Si duele, te llevaré en mi espalda, ¿de acuerdo?]

[No, no dejare que una chica me lleve en su espalda... Después de todo, soy un hombre.]
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Al mostrar su gratitud por tal atención, Hiro se concentró en la cumbre. Le parecía cercana,
pero tan lejana. Aun así, ver el cambio de escena le hizo sentir que había progresado.

Además, Liz entre medio otorgo sufrientes descansos. Para no permitir fragilidad. Algo
fundamental era, que cada que los soldados les daban un descanso, ella decía, “Eres muy
decidido” y “Sólo ten un poquito más de paciencia”. Así que fue más una sensación
gratificante que dolorosa. Desde el fondo de su corazón, él estaba contento de acompañarla
en su viaje.

Cuando Hiro se centró en tal sentido de satisfacción que ni en su mundo anterior podía
conseguir, Liz le lanzo una mirada seria.

[De aquí en adelante habrá muchos monstruos, por lo que nunca te alejes de mí, Hiro.]

[¿Aún veremos algo como el Ogle?]

[Síp. Mejor dicho, aquí hay muchos ogles.]

[Es en serio...]

[Sabes, lo digo en serio.]

Mientras Liz hacía una imitación de Hiro, una gran cantidad de rocas rodaron hacia adelante.

[¡Ocúltense detrás de las rocas!]

Cuando Tris gritó en voz alta, los soldados se ocultaron velozmente detrás de las rocas. Hiro
también intento ocultarse, pero no pudo. No logro moverse ya que Liz lo tomo del brazo.

[¡Liz! ¡Hay que huir rápido!]

Cuando la frustración se notó en su voz, Liz le sonrió con tranquilidad.


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[No. Deberías quedarte aquí. Es mucho más seguro para ti estar cerca de mí.]

[¿Qué eres tú—?]

El suelo tembló fuertemente, lo que dificultó la estabilidad. Una roca impacto contra otra y
se volvió pedazos en el suelo. Con los escombros cayendo sobre ambos. Estaba bien si eso
hubiese sido todo, pero como si fueran meteoros, un enorme grupo de rocas caían. Y entre
una de las enormes rocas que caían al suelo.

No lo lograremos. Seré aplastado. Hiro no pudo evitar el cerrar sus ojos ante el pensamiento
de ser aplastado. Pero no importase cuanto tiempo pasara, el dolor no hizo aparición.
Cuando abrió sus ojos, dimensiono una roca partida a la mitad y que se estaba
derrumbando.

[Eh, ¿qué es esto...?]

Hiro le observo con una mirada sorprendida en su rostro. Sin embargo, no había solo una.
La roca derrumbada se utilizó como un apoyo, y con un sonido sordo y fuerte, más rocas se
pusieron encima de esa. Cuando una gran roca caía hacia Hiro y los demás:
Repentinamente, la roca fue cubierta por llamas y destrozada. Los escombros se dispersaron
evadiendo a Hiro y el resto.

[Hiro! ¡No te vayas de aquí!]

Cuando el estupefacto Hiro contestó a la voz, Liz se apresuró hacia las rocas. Los soldados,
que estaban ocultos detrás de ellas, habían llegado hacia donde Hiro con rostros
imperturbables. Junto a ellos, Cerberus se estiraba distraídamente mientras miraba hacia el
cielo. Cuando Hiro fue desconcentrado por su amplio margen de maniobra, los tímpanos del
estupefacto Hiro fueron sacudidos por una fuerte explosión.

Contemplando a la fuente del sonido, miro a un cabello rojizo danzando. Con las rocas
delante de ella, Liz movió sus brazos, y extrañamente, las rocas se destrozaron una tras
otra, escombros se formaron en el aire y cayeron hacia el suelo, logrando que un hedor a
quemado se sintiera en las fosas nasales mientras un humo blanco se acentuaba en los
alrededores.

[Me pregunto si vendrán más. Hiro, ¿estás herido?]


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Liz, que había afrontado a todas las rocas, regreso sin sudar.

[Eh, no, no, pero...]

Hiro trató de preguntarle algo, pero.

[¡Allí hay un grupo de Ogles!]

Alguien había gritado eso. Haciendo que las miradas de todos se giraran hacia el mismo
sitio. Un grupo de horripilantes ogles les observaba. En el centro del grupo yacía un enorme
ogle, con 7 más que le rodeaban.

[También hay un ogro. Si Dios estuviera aquí, estaría feliz.]

Liz a un lado, murmuraba con nerviosismo.

[¿Ogro?]

Cuando Hiro pregunto de regreso, Liz asintió, con una mirada sin cambios.

[Así es. Uno enorme y aterrador, ¿cierto? Es una mutación; siendo más listo y violento que
el resto. Por ello forman grupos y atacan a las personas.]

[Es posible que el derrumbe de esas rocas fue...]

[Acertaste. Ellos lo hicieron. Supongo que pensaron que sería agradable devorar carne
humana.]

[... Pero ¿todo saldrá bien?]

[Esta no es la primera vez que afrontamos a un ogro, si mantenemos la calma no habrá


complicaciones. Además, está la situación de que a Dios le apodan el ´Ogro´ debido a la
cantidad de veces que ha matado ogros.]
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[Heh--...]

Mientras Hiro y Liz charlaban, los soldados se alistaban para la batalla. Frente a Hiro una
gran muralla hecha de escudos era puesta por la infantería fuertemente armada. Detrás de
ellos, los arqueros preparaban las cuerdas de sus arcos mientras esperaban la señal.

Liz, que les miraba, levantó su mano hacia el cielo y la movió verticalmente.

[¡Arqueros, disparen!]

Innumerables flechas se dispararon hacia el grupo de ogles. En un abrir y cerrar de ojos,


Varias flechas traspasaron los cuerpos de los gigantes matando a 4 de ellos en el momento.

Dos Ogles enfurecidos corrieron hacia adelante, por la muerte de alguien de su propia raza.

[¡Arqueros, dispárenles a las piernas!]

Como Liz ordenó, los Ogles, que habían sido impactados por tal precisión, cayeron hacia el
suelo fuertemente. Chocando contra la enorme pared de escudos que los soldados hicieron
de improviso deteniendo sus movimientos, sólo para ser asesinados por las lanzas que
estaban en las aberturas.

El Ogro sobrante junto con un ogle decidieron escapar y se retiraban por la cumbre.

[¡Cerberus!]

[¡Woof!]

Contestando a la voz de Liz, Cerberus saltó sobre el muro y corrió con un ritmo acelerado.
Velozmente llego hacia el ogle e le arranco la cabeza, haciendo que el ogro parara.

[Infantería con armamento pesado! ¡Liberen el frente! ¡Infantería ligera, vengan conmigo!]
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[¡Oooh!] Gritaron los soldados al mismo tiempo.

El muro de escudos se abrió en dos francos distintos, Desde allí Liz fue quien tomó la
delantera. Tris junto a la infantería ligera le seguían desde atrás.

[¡No bajen su guardia solo porque es uno! ¡Él es mucho más listo y fuerte que los Ogles!]

El grupo de infantería ligera se concentró en sus piernas. Retirándose velozmente para no


poder ser contratacados, para luego realizar un disparo inicial, siendo no lo suficientemente
fatal. El Ogro seguía avanzando a pesar de ser atravesado por varias flechas. Era una
extraordinaria lucha de ida y vuelta contra la vitalidad del ogro.

Sin embargo, el equilibrio fue roto gracias a las manos de una chica pelirroja.

[¡Retrocedan! ¡Yo me encargo del resto!]

Llegado a este punto, Hiro finalmente se percató de lo que tenía Liz en sus manos.

[Oh, ¿es la primera vez que la ves, chico?]

Uno de los soldados golpeteo el hombro de Hiro y le comento. Hiro mantuvo su mirada
mientras abría su boca.

[Eh, ¿qué quieres decir?]

[Contempla la Espada Espiritual, el Emperador de las Llamas.]

Su corazón latía y latía.

[Oh, sí... probablemente es mi primera vez.]


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Hiro tomo su pecho mientras observaba a Liz batallar con el ogro. En su mano una sola
espada rojiza había, con una bella hoja color rubí, con una brillante empuñadora similar al
sol. El horripilante rostro del ogro era distorsionado por el miedo cuando unas infernales
llamas surgían desde la hoja de la espada. El Ogro decidido que el combate cuerpo a cuerpo
era peligroso y dio comienzo a lanzar rocas cercanas a él a Liz.

Sin embargo, Liz continúo evadiendo sin esfuerzo, con las rocas siendo quemadas
inevitablemente por el emperador de las llamas. En el momento en que Liz cerro la distancia
entre ella y el ogro prudentemente, un viento ardiente estaba en el aire. Prosiguiendo un
intenso grito del monstruo, con el gran ogro envuelto en un loto carmesí. Las llamas se
volvieron más fuertes, en vez de bajar, hasta que el cuerpo se convirtió en cenizas.

[¡Lo ha vencido!]

Después de confirmar la muerte del monstruo, Liz hizo una gran sonrisa encantadora y
corría hacia Hiro agitando su mano. Tal vista de ver a Liz con la Espada del Emperador de
las Llamas apuntando hacia el suelo, atrapó a los ojos de Hiro.

La belleza que puede rivalizar con cualquier cuadro. Nuevamente, En las profundidades de
su pecho eran como fuertes golpes, Hiro dejo escapar un aliento ardiente mientras se
tomaba el pecho.

[Qué pasa... ¿qué es esto...?]

Su corazón latía rápidamente, sabiendo que algo furioso se asentaba dentro de él. Pero
entonces la bella chica pregunto: “¿Estás bien?”, mirándole el rostro regreso a sus sentidos.

[¡Hiyau!]

[¿Hiya?]

Hiro fue sorprendido e hizo un extraño sonido. Liz también lo fue y giro los ojos.

[¿Qué paso? ¿Te lastimaste en algún lado?]


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[Lo lamento. No estoy herido... ¡Pero quiero decirte, te viste tan genial! ¡Así que—!]

Mientras Hiro movía sus manos por su rostro mientras expresaba sus pensamientos, el rostro
de Liz se acercó aún más, sin querer perderse de eso.

[¿En serio? ¿Fue tan genial?]

[Eh, no, no lo sé, es sólo... un tipo...de impresión; en verdad... es tan bello.]

[Geez. ¡No me avergüences con eso! ¡Sin embargo, puedes mencionarlo de nuevo!]

Liz le dio palmaditas a Hiro repetidamente en el hombro mientras meneaba su cabeza con
vergüenza.

[Bien, chicos, vámonos.]

[Hey, chico, lleva algo de mis cosas.]

[Quiero que hagas lo mismo con lo mío igual.]

[Yo también.]

[Por favor.]

[Tal vez puedas ayudarme.]

Los soldados que habían sido amables con Hiro cambiaron sus actitudes. Una gran cantidad
de espadas, lanzas, arcos y escudos fueron apilados alrededor del estupefacto Hiro.

¿Estos no son objetos fundamentales para defender sus vidas? ¿Qué pasa? Incluso Tris-san
también se está beneficiando de esto ...
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El notorio acoso le causo un dolor de cabeza, mientras observaba hacia el cielo, que se
estaba transformando en un café rojizo. Liz había mencionado que en la noche llegarían a
la cumbre, pero tal vez el plan significaba que las cosas no saldrían como uno se espera.

[Por hoy aquí tomaremos un descanso ¿verdad?]

Liz dijo, y Tris asintió.

[Está bien. El número de monstruos de aquí en adelante ira en aumento. Creo que será
beneficioso acampar aquí.]

[Entonces preparemos el equipo y levantaremos las tiendas antes del anochecer.]

Después de decir eso, Liz omitió las instrucciones detalladas, y los soldados empezaron a
moverse coordinadamente. Para cuando finalizaron en instalar las tiendas, la oscuridad
había cubierto por completo el área.

Cuando Hiro observo hacia atrás, miro a los soldados instalando tiendas para dormir,
Solamente que todo estaba centrado en la tienda más grande que era para el uso exclusivo
de la Princesa. También se instalaron varias hogueras para evitar la aparición o
acercamiento de los monstruos, y la infantería pesada estaba defendiendo en pares de 4
personas todos los francos sin impórtales de donde vinieran los monstruos.

[Haah... nos las hemos arreglado para sobrevivir hoy, ¿no es así?]

Hiro dejó escapar un extenso aliento y se puso a observar las estrellas en el cielo nocturno.
Después de mirarlas por un tiempo, Liz salió de la tienda mientras soplaba sus manos.

[¿Qué sucede? Ya sabes tenemos que ir a dormirnos temprano... o ¿tienes hambre?]

Hiro negó con su cabeza a eso.

[No, no. sólo miraba las estrellas.]


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Había otras razones...

[¿A Hiro le gustan las estrellas?]

[No, en verdad no. Pero nunca las he mirado tan de cerca, esto es inusual.]

[Ya veo.]

Liz se acercó hasta el punto de que sus hombros se tocaban el uno con el otro. Para ocultar
su aturdimiento, Hiro miró hacia el cielo nuevamente. El cielo estaba rebosante de estrellas
que podría tomarlas con una mano, otorgándole un abrumador resplandor. El aliento
exhalado se volvió blanco, pero raramente no se sintió su frio.

[Supe de eso por mi madre hace mucho tiempo.]

La voz directa y dulce de Liz llego plácidamente a los parpados de Hiro.

[Cuando las personas fallecen, se transforman en espíritus, con esas almas espirituales
volviéndose estrellas, mientras observan el mundo junto al Rey Espiritual. Cuando estés
asustado, triste, o solitario, solo ve hacia el cielo, y así veras que no estás solo.]

[Ese es un dicho acertado.]

[Todos los ciudadanos del Imperio conocen esta canción de cuna.]

Liz sonrió tímidamente y tomo la mano izquierda de Hiro mientras sus dientes blancos
aparecían.

[Regresemos a la tienda y vayamos a dormir antes de que podamos contagiarnos de un


resfriado.]

Hiro fue lanzado hacia una situación vergonzosa.


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[¡E-Espera! ¡Espera! ¡Yo no puedo hacerlo!]

[¿Por qué?]

[“¿Por qué, lo preguntas? Porque un hombre y una mujer en esta edad, durmiendo ambos
en la misma tienda es solo...]

Esa fue su razón para quedarse afuera.

Cuando Liz había terminado en instalar la tienda, sus palabras, [Hiro dormirá aquí también.]
hicieron a Hiro estremecerse. Queriendo evitar eso, planeo de que el tiempo transcurriera y
que ella se durmiera primero, pero todo se volvió inútil.

[Cerberus también está.]

[No, aún...]

Dentro de la tienda, Cerberus yacía dormido.

["¡Vamos, sólo entra, entremos!]

Hiro fue empujado desde su espalda y entro en la tienda. En el extremo superior de la


tienda, una linterna con velas daba luz a la tienda. Siendo no tan brillante para mostrar todo
el lugar, pero si lo fue en darle una iluminación haciendo que el corazón de Hiro latiera más
rápido. El suelo fue cubierto por una gran manta para lastimarse por la grava.

Cerberus estaba posicionado en el centro, y dando un vistazo a su izquierda, una manta


similar a un edredón fue preparada para ellos.

[Hubiera sido agradable si nos hubiéramos duchado, pero lo lamento si tengo olor a sudor,
¿de acuerdo?]

[No, quiero decir, como lo esperaba, no puedo dormir contigo.]


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[Eh, ¿en verdad huelo sudorosa...?]

Liz comenzó a olfatear su propio olor corporal con su suave y bien proporcionada nariz.

No hablo de eso. Más bien, probablemente yo sudo más que tú ahora.

Cuando Hiro no tenía seguridad en que decir, Liz le dio una sonrisa sin preocupaciones.

[En verdad no sé a qué huelo. Pero sabes, descansemos sin preocuparnos el uno del otro.]

[No, no quiero acostarme aún.]

[Geez. ¡Para con tus quejas! ¡Te dije que mañana hay que levantarse temprano!]

[¡Gubuh!]

Hiro dejó escapar un gran suspiro por un choque desde su espalda. Por un momento, su
visión se puso en negro, y al momento siguiente de abrir sus ojos, ya estaba acostado. El
rostro de Liz estaba tan cerca ya que lo podía ver desde un costado, todo su cuerpo se
sentía caluroso, por lo que no tenía que molestarse en confirmarlo con sus ojos.

[Cerberus no me deja abrazarlo al dormir.]

Pero eso no significa que me uses como su remplazo. Dijo Hiro en su interior.

[Fuwaah, hoy creo que me dormiré temprano...]

El corazón de Hiro palpitaba con demasiada fuerza que no podía dormirse, contrariamente.

[Fuu... nnn...]

[Qué gran dormilona eres.]


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Bueno, qué hare ahora...

Sería ideal que las ovejas hagan pronto su aparición, pero todo lo que dio presencia fue un
diablo. Inclusive ahora, esto es peligroso, pero al mirar a su costado, no pudo evitar el
desarrollar sentimientos malvados. Hiro fue hacia la oscuridad mientras trataba de
encargarse de un demonio uno tras otro.

____________________________

Al mismo tiempo.

En cien celdas (a 300 km) al sureste de la gran capital imperial, Cladius, existe un pequeño
poblado llamado Zegen. Debido a su poca distancia con la segunda capital imperial, es un
lugar seguro sin muchos bandidos y monstruos, pero en la actualidad estaban rodeados de
una atmosfera sombría.

En la aldea fueron instaladas tiendas de distintos tamaños, con infantería de armamento


pesado patrullando. Los aldeanos, por no involucrarse o por miedo, se encerraron de igual
forma en sus casas.

Decenas de unidades de infantería pesada rodearon el hogar del jefe del pueblo. Enfrente
de la puerta yacía una bandera con un espada sobre un escudo sobre una base de color
purpura, mientras era movida por el viento circundante.

Una vez dentro, a la izquierda había un pasadizo bien resguardado, que hacía llegar a la
habitación de huéspedes. Habiendo dos personas allí, una chica con gran encanto y un joven
de rostro intrépido.

[Aura-sama. ¿Debería revisar más este lugar?]

El joven que se llamaba Lawrence Alfred von Spitz. Observaba a su mayor, que era alabada
como una diosa.

[.....]
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Tal vez debido a su cabello plateado y ojos grises, se miraba mortalmente fría. Pero también
es cierto que su flequillo separaba la parte alta de su frente, y capazmente debido a sus
enormes ojos, se le miraba tan resguardada como un pequeño animalito. Debido a su
pequeña y bien proporcionada figura, la palabra ´encantadora´ le venía muy bien. A pesar
de sus 17 años, se podría mencionar que su figura era milagrosa.

Ah... Las miradas otorgadas por esta diosa son tan excelentes como las de la familia imperial
de Grantz.

A un lado su apariencia, también posee un gran trasfondo.

Trea Luzandi Aura von Bunadara. Graduada de la escuela de practicantes en el grado más
alto. Siendo la más joven en ser seleccionada por la Tercera Armada Imperial y capitán en
jefe, en la actualidad es una jefa de gabinete. Convirtiéndose en jefa de gabinete a sus 15
años.

También coincidió con el año en que el tercer príncipe, Brutar, querría lograr más hazañas,
invadiendo Felzen, una gran potencia en el extremo oeste, con quien se había involucrado
en enfrentamientos a pequeña escala diariamente. Sin embargo, se obligó a batallar con
más dureza de lo esperado causando un gran daño en la confianza del emperador.

El Tercer Príncipe, Brutar, que se vio acorralado, reunió a sus súbditos y dijo: [Quien pueda
ideárselas en hacer una estrategia para ganar esta guerra, ¡Da un paso adelante! ¡Si dices
algo mal! ¡Serás decapitado!]

Todos los miembros del personal se callaron, y con el enfado del tercer príncipe, Brutar, al
borde de alcanzar sus límites.

[Su Excelencia. Puedo guiar esta guerra a la victoria.]

La chica, que había sido agregada de las últimas en el personal, dio un paso hacia adelanto
y dejo muy curiosos a las personas en la mesa. El tercer príncipe, Brutar, otorgo el título de
jefe de gabinete por su valentía, como fue decepcionado por la situación de que nadie más
de los presentes expreso algo, decapito al resto sin incluir a los hijos de los nobles con
poder.
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Fue escogida como jefa de gabinete, dando prontamente a su extraordinaria inteligencia


una buena utilidad. Ella ideó, ejecutó y triunfo sucesivamente en planes inteligentes y
astutos, y en un pestañeo, comenzó a acentuarse en el territorio de Felzen. Mientras tanto,
la gran potencia de Felzen consecutivamente tuvo una guerra tras otra, resultando en
innumerables muertes y una gran decaída en el poder nacional. Se tomó la decisión de que
si había una guerra más grande colapsarían, por lo que Felzen ofreció un cese el fuego,
dando resultado las negociaciones.

El tercer príncipe, Brutar, le elogió como la “Doncella de la Guerra” por su contribución en


la victoria del Imperio, en honor al apodo del 2º Emperador, el Dios de la Guerra. En este
momento ella se apoyaba sobre su silla mientras abría un libro.

[.....]

En la habitación en donde el sonido había caído eran solo páginas siendo giradas. Tal vez
ella no lo escucho, o tal vez le ignoraba, pero aun así, Spitz no quiso rendirse y la llamaba.

[Aura-sama. Agradecería que escuchara lo que tengo que decir, en vez de estar leyendo un
libro.]

Siempre que dispone de tiempo libre, Aura posee el hábito de leer libros. Además, siempre
anda leyendo libros sobre la vida del 2º Emperador. Probablemente en todo el imperio nadie
más lo conocería tanto como ella.

[Aura-sama, por favor escúcheme.]

Finalmente, los ojos de Aura se volvían hacia Spitz mientras cerraba su libro, tal vez porque
su voz fue escuchada. Spitz se conmovió tanto que se puso de rodillas.

[Vizconde Spitz. Lo que diré ahora no es una ofensa hacia Su Majestad el 1º Emperador.]

[¿Huh?]

Ella está comenzándolo de nuevo, Spitz se lamentó en su interior. Después de haber leído
ese folclore, siempre comienza con esta historia.
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[El reinado de Su Majestad Altius, el 1º Emperador, era brillante. Pero quien sentó las bases
para eso fue... Su Majestad Schwartz, el 2º Emperador, quien llevo a la victoria a un país
en decadencia, conquistando a los países circundantes. Sin él, no existiría el gran imperio
de Grantz.]

[Eso es muy cierto, madam.]

[Después del fallecimiento de Altius, su hermano, Su Majestad Schwartz, tuvo más de 70


años al heredar el trono. Quedándole escaso tiempo. De hecho, falleció un año más tarde
de subir al trono. Si él hubiera sido el 1º Emperador, pudo haber unificado al mundo.]

La cabeza de Spitz fue derribada en un solo párrafo al observar a su mayor, que estaba
hablando de una manera apasionada con expresiones apagadas. Ella hablaba de una historia
de hace 1.000 años, ambos siendo alabados y nombrados los 2 dioses de Grantz. Dado que
el gran Imperio de Grantz persiste, es cierto que ambos fueron reales.

Sin embargo, la historia debió ser adaptada de distintas formas. Por ejemplo, el 2º
Emperador, Schwartz, venció a 10.000 hombres en su última batalla. Además, de un solo
golpe con su espada, en las leyendas aquella ciudad fue destruida, pero inclusive con las
cinco espadas del Rey de los Espíritus, tal logro sería imposible de hacer.

Después de todo, su portador es solo un humano. También eso era un lio en temas de
fuerza física. Spitz estipulo que fueron 1.000 personas en el mejor universo. Siendo un gran
logro, pero...

Me encantaría que te centraras en lo que hay delante de ti ahora en vez de eso ahora.

[¿Cuánto tiempo se quedará, Aura-sama?]

[... Aún tengo más cosas que decir.]

[Una carta de Brutar-sama llego para ti.]

Al decir ese nombre, ella dio una queja, pero lo escucho de mala gana.
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[Mmm... ¿Qué dice?]

[Aún no la he leído.]

[¿Por qué?]

[No puedo abrir una carta de un miembro de la familia real sin tener permiso.]

[Acabo de leer el folclore de Su Majestad Schwartz. Quiero gozar el efecto de eso. Así que
debes leerla, Lord Spitz.]

[... Bien. Entonces le daré una leída para ti.]

Spitz tomo un sobre elegantemente adornado.

En el trozo de papel decía: [Mi querida Doncella de la Guerra. Han transcurrido 10 días
desde que abandono el castillo y estoy sorprendido de aun no escuchar las buenas noticias.
No debes dudar ya que lidias con alguien de la familia imperial. Dale a esa insolente y
pequeña niña su merecido con el martillo de la muerte. Si tienes preocupaciones, enviaré
un ejército en tu ayuda, tantos como desees. Que los doce grandes dioses de Grantz le
bendigan, mi “Doncella de la Guerra.]

[Eso dice.]

[Una persona idiota…]

Aura declaró con una mirada llena de disgusto en su rostro. Spitz coloco una sonrisa con
ironía en su rostro.

[No puede evitarse. A pesar de ser el 3º en orden de sucesión, si algo le pasara al 1º


Príncipe, la 6ª Princesa, que posee la bendición de las cinco espadas del emperador, subiría
al trono.]
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[El 28º y 36º Emperador ni siquiera saben el cómo usar una espada. No trata de ser escogido
por una de las espadas espirituales, sino de poseer los rasgos de un emperador.]

[Yo espere que Brutar-sama lo comprendiera.]

[Si lo hiciera, no haría nada por caer en la ira del emperador. De hecho, él ni siquiera pensó
en que su posición peligraría.]

[Bueno... el temperamento que tiene se queda corto.]

[Quema esta carta, es horrenda.]

[Entendido.]

Después de tirar la carta hacia un horno en las cercanías, Spitz saco un papel rojizo. A
medida que lo lanzaba, un diminuto pilar de fuego surgió y lo transformo en cenizas, sin
quedar ningún resto de la carta atrás. Cuando Spitz se regresó para mirar a Aura, un color
de complicación se expandía por su rostro.

[Es un desperdicio que un talismán espiritual se use para quemar una carta.]

[Hemos quemado cartas de la Familia Imperial. Si incluso el trozo más pequeño se queda
atrás, Aura-sama estaría en peligro. Debemos ser precavidos con temas así, o no sabremos
que nos sucedería.]

[Mm.… tienes razón. Enviaré una carta al Templo del Rey del Espíritu más tarde. Estos
papeles deben ser costeados por Brutar-sama… ¿20 serán suficientes?]

[No, no debe hacerlo, un solo talismán espiritual no es gran cosa.]

Spitz decía, pero el costo de un talismán espiritual es de 3 monedas de oro Grantz. El salario
de un plebeyo al día es de 3 monedas de plata Dratz. 10 monedas de plata Dratz equivalen
a una moneda de plata Gratz, y 10 monedas de plata Gratz equivalen a una moneda de oro
Grantz.
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Aunque para costear son bien rostros para una persona promedio, los talismanes espirituales
tienen su gran valor en curar enfermedades. Mucha gente, independientemente de su
estatus, se dirigen al Templo del Rey del Espíritu para comprar talismanes.

Sin embargo, es una posibilidad muy baja que un plebeyo pueda comprarlos. Esto es debido
a que la cantidad de papeles producidos por día es entre 80 y 100, y la familia imperial junto
a los nombres compran la mayoría. Y si coincidentemente dieran su aparición en el mercado,
la mayoría de ellos serían vendidos al doble de su precio.

[También poseemos algunas reservas, así que deberíamos tener lo suficiente para esta
misión.]

Hoy en día se usan fundamentalmente en armas espirituales por ser costosas y raras. Así
que nadie lo utilizaría para quemas una carta como ahora. Inclusive si se tratara de la familia
imperial, si le dieran ese uso, sus finanzas se desplomarían, y esa espera les conduciría a
su ruina.

La familia Spitz no era pobre, pero tampoco era ricos. Los talismanes espirituales son muy
valiosos, pero...

Por el bien de Aura-sama, no me importa si mi casa se derrumba.

Spitz tiene el pensamiento de que no es un gran gasto si es por su respetada y amada


madam. Observando a tal subordinado adicto a su trabajo, Aura suspiró y luego se puso
seria.

[No es que juegue aquí. Este sitio se ubica al lado del territorio de Margrave Grinda.]

Si viajasen unas docenas de celdas hacia el sur, podrían entrar hacia el territorio del
Margrave Grinda.

[¿Los invadiremos?]

[No te apresures. Y, ante todo, no tienes razón para ello. Si lo hicieras, tu cabeza saldrá
volando.]
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[Entonces, ¿por qué estamos aquí?]

[Para una reunión con la 6ª Princesa.]

[Dudo que estén dispuestos a obedecer después de vernos en persona, ¿cierto?]

[Entonces me rendiré y me marchare a casa.]

Si la 6ª Princesa se negara, Aura se marcharía a su casa como menciono. Sin embargo, si


lo hiciera, Aura sería la responsable.

[Brutar-sama quiere matar a la 6ª Princesa.]

[¿Qué cree que suceda si asesinamos a la 6ª Princesa?]

[Si Su Majestad el Emperador se enfada, el peor escenario es que Brutar-sama seria


decapitado.]

[El portador del Emperador de las Llamas es raro. Estoy seguro de que Su Majestad no daría
perdón a tal barbaridad de su hijo.]

[Pero peligraríamos si no acatamos las ordenes de Brutar-sama.]

[Por lo tanto, debemos ganar tiempo para que Su Majestad regrese de su campaña.
Entonces Brutar-sama también se rendirá.]

En la actualidad, el Emperador no estaba en el Gran Imperio de Grantz. Debido a que las


negociaciones para cese al fuego con Felzen fracasaron, y junto al 1º Príncipe estaban en
una invasión. En otras palabras, el 3º Príncipe, Brutar, como ventaja, aprovechaba la
ausencia del Emperador para asesinar a su hermana. Si el Emperador regresara, el 3º
Príncipe, Brutar, no tendría más remedio que rendirse, pero tal ira por su fracaso se dirigiría
hacia aura.

Eso no debe pasar.


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Spitz tomo la decisión de no verse afectado por fuera.

[Comprendo. ¿Qué quiere que realice primero?]

[En 1ª, escríbele una carta a Margrave Grinda. Con un contenido acorde.]

Para luego Aura dejo caer su mirada y regreso a su apreciada lectura. Spitz dejo la habitación
de huéspedes, mientras dejaba escapar un gran suspiro mientras se apoyaba contra la
puerta.

[Debo hacerlo ya que se trata de esto.]

Cuando se trata de eso, Aura se volverá muy testaruda. No daría un movimiento, pasase lo
que pasase. Spitz inclinó su cabeza en dirección a la puerta y abandono la casa.
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Capítulo 2: Vislumbrar

Nada se puede sentir tan extenso como el tiempo en que uno está despierto. Nada se puede
sentir tan breve como el tiempo en que uno está dormido. Envuelto sobre una manta yacía
un chico con solo su cabeza expuesta.

Era hiro.

[Cerberus. ¿No crees que él está durmiendo plácidamente?]

[Woof.]

[Me siento apenada por él, pero debo despertarlo.]

[¡Woof!]

Aunque sus párpados eran un peso, la conciencia de Hiro fue retirada de la oscuridad al
escuchar ese intercambio. Pero aún no quería desistir de tal calor y alegría. Así que se cubrió
con su manta. En ese momento—

[¡Gubooohhhh!]

Los ojos de Hiro saltaron por el shock que fue extendido desde su estómago hacia todo su
cuerpo.

[Esa… no era la reacción que esperaba ver.]

Su vientre sentía un intenso dolor, pero su cuerpo no pudo moverse, a pesar de que deseaba
hacer desaparecer ese dolor. Hiro sólo pudo hacer movimientos con su boca como si fuera
un pez siendo arrastrado hacia tierra.

[Fufu, ahahahahahaha.]
Las carcajadas descendieron como la agitación de una campana.
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[H-Hiro... ¿Por qué estás haciendo una cara así? ¿Quieres que me burle tan temprano?]

Hiro observo hacía allá con sus ojos llorosos y visualizo a Liz tocando su estómago.

[Esa es mi línea... ¿qué haces?]

Estaba cerca del estómago de Hiro. Era el sitio de dónde provenía ese intenso dolor. La
fuente de este dolor es absolutamente ella. Cuando le pregunto por qué hizo algo tan
barbárico—

[¡P-Porque quería despertarte!]

[No, pero eso no significa que no exista un modo más agradable para despertarme.]

Hiro no pudo finalizar sus palabras. Eso era ya que en la entrada de la tienda un demonio
permanecía de pie.

[Pequeño mocoso. Qué estás haciendo...]

Era un cuerpo similar al de un oso, Tris.

[¡Esto difiere de lo que estás pensando!]

Dependiendo del punto de vista, parecía sospechoso, pero la verdad es que no era una
historia tan sexualizada. Liz observo a Hiro con su rostro en blanco.

[¿Cuál es la diferencia?]

[Esto se está poniendo aún más difícil, ¿no puedes hablar, aunque sea un segundo?]
Para Hiro era una situación de vida o muerte. Tris se acercó con pisadas similares a la de
un oso.
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[No sabía que con tal rostro serías un animal... Princesa, por favor aléjese de él. Tengo que
destrozar a este bastardo.]

La hoja desenvainada de la cintura de Tris brillaba ligeramente, y Liz, al no tener la


capacidad de leer la atmosfera, inclino su cabeza.

[No comprendo, pero... ¿estamos preparados para irnos?]

[Sí, estamos preparados, pero...]

[Entonces partiremos tan pronto como el desayuno termine.]

El peso sobre Hiro se esfumo.

[Hiro. Estamos teniendo pan y sopa para el desayuno, ¿puedes comerlo?]

[Oh, sí... Está bien, pero…]

[¡Entonces, comeremos rápidamente, y podremos atravesar el pequeño país de Baum! Tris,


no te quedes parado allí. ¡Ve a tomar tu desayuno!]

[P-Pero— Chico, por el bien de Princesa, hoy te la dejare pasar…]

Con sus impulsos asesinos activos, Tris dejó caer sus hombros y se retiró de la tienda.
Después de darse algunas palmaditas en el pecho con alivio, Hiro cogió el desayuno que Liz
le trajo. Mientras masticaba algo de pan duro, bebió un sorbo de su sopa, que contenía un
pollo bien asado.

Cerberus estaba frente a él sentado con una mirada hambrienta, y para cuando desvió su
vista, Liz se estuvo cambiando la ropa.
[¿Hm? ¡Así que te estabas cambiando la buhoooh!]
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El desayuno escupido fue directamente hacia el rostro de Cerberus en lo posible. No


habiendo tiempo para una disculpa. Hiro inmediatamente protesto en voz alta.

[Qué—, cof, qué, cof cof, ¿qué estás haciendo?]

[¿Qué quieres decir con el qué hago? Me cambio de ropa, obviamente.]

[¿Por qué te cambias de ropa?]

[Quiero decir, aún no me he duchado, así que pensé en al menos cambiarme mi ropa
interior, ¿sabes?]

[No, supongo que tienes razón, pero sabes, estoy aquí también.]

[¿Qué tiene de malo eso?]

Liz observo a Hiro curiosa. En cuanto a la situación de ayer, ¿ella no sabe que es un hombre?
Ante de todo no posee el sentido de la vergüenza... Hiro tuvo el impulso de darle un
interrogatorio a la persona que crio tal chica.

[Sabes... los hombres son—]

[¿Podemos hablar de aquello cuando me vista?]

Liz puso su mano sobre su chaqueta, y Hiro se apuró en detenerla.

[¡Espera, espera! ¡Espérate a que hable!]

[Geez, ¿por qué es esto?]

[Me girare, y tú cuando me gire te cambiaras, ¿de acuerdo?]


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[No hay problema... pero ¿por qué?]

[Bien; No quiero decírtelo. ¡Me girare! ¿De acuerdo?]

[No sé para qué, pero bueno.]

Cuando Hiro le dio la espalda, sólo los sonidos de su piel siendo flotado y el de la ropa
interior emanaban en la tienda. Cada segundo lo sentía como mucho tiempo, e Hiro
esperaba callado en tan doloroso plazo.

[Hecho.]

[Muy...]

Se cubrió en sudor. Sintiéndose tan exhausto como si hubiera corrido por un tiempo extenso.
Sin querer saber más de la persona en frente de él, Liz comenzó a poner sus manos en su
desayuno con un rostro despreocupado.

[... De todas maneras, yo también debo comer.]

Al observar hacia abajo... sólo visualizo un plato vacío. A dónde se fue lo que había en el
plato—

[Parece que Cerberus lo comió.]

Liz le contesto. Buscó a ese ladrón, y pudo verlo en la entrada de la tienda, Cerberus estaba
afuera, moviendo su cola.

[Parece que sí. Mueve su cola muy feliz.]

Mientras Hiro lanzo un profundo suspiro, una cuchara de plata se estiro ante él.
[Aquí, aah.]
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¿Me veo tan lamentable? Hiro se preguntó.

[No, pero, como era de esperarse, esto es...]

Y cuando intento negarse— su estómago levanto una bandera blanca.

Después de un desayuno vergonzoso, el trasparente sol les dio la bienvenida al irse de la


tienda. Hiro estiro sus brazos y tomo aire con todo su cuerpo. Luego observo alrededor y
se percató de que todas las tiendas de los soldados fueron sacadas.

Lo único que quedaba en el sitio fue la tienda en donde Liz y Hiro estuvieron, y al percatarse
de que Liz estaba sacando la tienda, los soldados se apresuraron. Entre ellos también estuvo
Tris. Hiro también se les unió, a la vez que la tienda fue retirada, el destino próximo era el
pequeño país de Baum. Después de bajar la montaña, a lo extenso de la montaña se
movieron por el sur.

Según Liz, el territorio de Margrave Grinda está a 16 días a pie. Aunque se preparó para
esto, nunca pensó que fuera un viaje tan largo. Sin embargo, no estaba arrepentido. Su
cuerpo solo estaba algo fatigado, pero debía tener paciencia.

A medida que la bajada comenzó a ser continua, a mitad de su camino en la montaña


Himmel, un nuevo monstruo apareció. No era ni un Ogle u Ogro, sino fue más enorme que
eso.

[...Es enorme.]

Debió ser 3 veces más alto que Hiro. Teniendo un rostro incoloro sin rastros de vida, y con
su musculoso cuerpo cubierto de una oxidada armadura. Solo al observar la parte alta de
su cuerpo, podría ser visto como humano, pero su trazo inferior era tan movedizo como una
serpiente. Sus ojos inyectados en sangre los miraba como si una serpiente cerrara sus ojos.

A continuación, un rugido surgió, con un dominio fuera de lo normal, Hiro no pudo evitar
salir por esa presión.
[Es un Gigas. Se dice que originalmente fue un espíritu, pero que fue exiliado aquí por
revelarse al Rey Espiritual.]
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[Entonces, ¿es tan fuerte como se ve?]

[Inclusive si está corrompido, anteriormente fue un espíritu, así que lo es. ¡En comparación
al ogro, es mucho más listo y—!]

Como Liz estaba dando una explicación, los Gigas se acercaron a donde ella con una
velocidad increíble. Frente al estupefacto Hiro, una gran cola se movió hacia donde se ubicó
Liz. Con una enorme explosión, el suelo fue destrozado, y el polvo de los escombros se
levantó. Fue tan repentino que Hiro no logro comprender la situación, y sentía como su
garganta era estrangulada.

[¡Hiro, te quedas aquí!]

Junto con esas palabras, Liz voló junto con el Emperador de las Llamas en su mano. Era
tranquilizador verle sana y salva, pero después ella se disparó con ese impulso hacia el
Gigas.

[¡Infantería ligera, sigan a la Princesa! ¡Arqueros! ¡Den apoyo a la Princesa! ¡Infantería


pesada, mientras tanto hagan una formación!]

La infantería ligera junto a Tris al mando apuñalaba a los Gigas. Mientras tanto, la infantería
pesada formo dos tropas con escudos, mientras que detrás de ellos, los arqueros tensaban
sus arcos y apuntaban hacia los Gigas.

[¡Lo entretendré! ¡Mientras tanto, preparen sus lanzas!]

Liz dio órdenes a la infantería ligera y movió el Emperador de las Llamas hacia los Gigas. Un
vulgo de llamas apareció y se movió hacia el Gigas, por un instante, el monstruo se aterro.

[¡Ahora! ¡Lancen!]

Las lanzas fueron arrojadas hacia el Gigas. Entonces la voz de Tris sonó.
[¡Arqueros, disparen!]
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Las flechas que dieron cruce del aire hicieron una curva abierta en el cielo. En un instante,
un grito provino de los Gigas, que se transformó en una aguja en el suelo. Su cola destruyo
el cielo y se arrebató en los alrededores.

[¿Huh? ¡Aléjense!]

Al mismo tiempo, mientras Liz, al detectar peligro, dio un grito, la cola del Gigas se dirigió
hacia la unidad de infantería ligera.

[¡Guaah!]

[¡Guh!]

Unas escasas unidades de infantería ligera se esfumaron en polvo.

[¡Consiguiere algo de tiempo, así que aléjense!]

Liz le apuñalo con el Emperador de las Llamas, pero los Gigas velozmente giraron sus
cuerpos y lo esquivaron. Los Gigas empezaron un contragolpe. Girando sus enormes brazos,
atraparon el viento circundante, y golpeó sus puños en varias ocasiones hacia Liz.

[¡Ah!]

Liz supo ver a través de ello, y prosiguió a esquivar lo de delante de ella, mientras alzaba al
Emperador de las Llamas. Después, el brazo del Gigas salió disparado por los aires con
sangre brotando, con los trazos del brazo.

Como para tragar su dolor, los Giga se enfurecieron. La infantería ligera que le rodeaba fue
atrapada saliendo disparada de ellos. La infantería ligera rodaba por la cumbre a una
velocidad aterradora, posiblemente serían consumidos por el fangoso arroyo cercano.

Al contemplar la escena, el rostro de Hiro, que se imaginó el futuro de ser destrozado, se


tiño de desesperación. Y luego sus pies dieron un paso hacia delante
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Eeh...

La acción de haber dado un paso hacia delante con el ardor en sus ojos se precipitó al
mismo tiempo.

¿Qué es esto...?

Hiro soltó un gemido, mientras sostenía ambos ojos.

[¿Ugh...?]

Información le era enviada como si estuviera enloqueciendo. Su corazón latía con fuerza.
Un ser insoldable le hablaba, le decía que masacre al enemigo por delante y que es capaz
de realizarlo. Un espíritu de lucha inimaginable surgió desde las profundidades de su
corazón.

[¡Niño, no te quedes allí! ¡Los Gigas te agarraran!]

La infantería pesada comandada por Tris llego en el momento justo y comenzó a armar una
formación en la primera línea.

[¡Apúrense! ¡Contamos con todos ustedes ahora!]

Bajo el liderazgo de Tris, la infantería pesada apoyo sus escudos en el escudo así creando
una barrera de acero improvisada.

[¡Princesa! ¡Por aquí!]

[¡Sí!]

Liz contesto a la voz de Tris y tomo refugio en la barrera de acero.


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[¡Hace una ligera presión sobre su intestino! ¡Apoya tus pies en el suelo! ¡No puedes llamarte
soldado de infantería pesada si te derriban! ¡Arqueros, den apoyo a la infantería ligera!]

Las tropas de infantería ligera se retiraron por el apoyo en las flechas de los arqueros.
Después de sobrevivir a la lluvia de flechas, los Gigas hicieron una caza espantosa, pero
para solo finalizar golpeando su cola contra la barrera de acero.

[¡A su vez carguen a los heridos hacia la retaguardia!]

El soldado herido fue cargado hacia la retaguardia que estaba en la dirección de Liz. La
barrera de escudos temblaba descontroladamente ante las cargas de las gigas.

[¡No podremos aguantar mucho más!]

La infantería pesada lanzo un grito. La barrera de hierro fue deformándose antes los
constantes ataques de los Gigas. Sólo sería cuestión de tiempo en que la barrera fuera rota.

[¡Princesa! ¡Tenemos que encárganos de esos ataques primero!]

Tris le gritó con una voz impaciente a Liz asintió y observo a los Gigas por la brecha creada
en los escudos.

[¡Llamaré la atención de ellos, y tú usa la chance para cortar su cola!]

[¡No seas ridícula! ¡Sería seguro atacar primeramente junto a la infantería pesada!]

[Pero ello formaría más daños. ¡Es mejor que sea yo la persona que llame su atención!]

[No podemos dejar que algo le suceda, Princesa. Será lo último—]

Tris no pudo finalizar sus palabras. Liz también hizo una expresión estupefacta en su rostro.
Lejos de su mirada, el franco de la esquina en la barrera fue destrozado. Los Giga no
perdieron tal ocasión poniendo sus enormes brazos en la brecha y derribando a la infantería
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pesada. Confiados de su triunfo, los Gigas dejaron escapar un grito enloquecido y tomaron
a un soldado caído.

[¡Tris! ¡Cúbreme, por favor!]

Antes de que ella obtuviera la respuesta, Liz ya estaba apresurándose.

[¡Princesa! ¡Por favor, espere!]

La voz de Tris debió haberse escuchado como una bofetada en su espalda, pero Liz ni
siquiera se giró. Sólo contemplaba un área, el brazo del Gigas.

[¡Devuélveme a mi subordinado!]

Liz con su Emperador de las Llamas preparado dio un salto, pero la hoja nunca se precipito
hacia allí. Esto debido a que la cola del Gigas cruzo desde el borde de su vista.

[¡Kuh--!]

Para cuando se percató, ya era tarde. El cuerpo de Liz, que fue golpeado por la cola del
Gigas, salió disparado fácilmente.

[¡Agghh! ¡Ugh!]

Sin capacidad para defenderse, su cuerpo cayo contra el piso fuertemente, rondando en
varias ocasiones. Finalmente, al detenerse, Liz inmediatamente trató de pararse, pero se
derrumbó sobre sus rodillas. Ella apretó sus dientes frustradamente mientras su cuerpo no
le respondía.

[¡Ugh!]

Liz clavó al Emperador de las Llamas en el piso y lo utilizo como apoyo.


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[¡Ugh!]

El dolor se precipitó hacia su cabeza, y mientras Liz mantenía sus manos, la sangre fluyo
desde las grietas formadas en su rojizo cabello. Tal vez su cabeza siendo impactada al
chocar contra el suelo. Sin embargo, ante el vistazo de su sangre su voluntad no vacilo. De
hecho, sus ojos carmesíes brillaban como fuego.

[¡Debo ir rápidamente!]

Si alguien fuera a vencer a los Gigas, esa sería Liz junto a su Emperador de las Llamas.
Observo a los Gigas, pero repentinamente, su visión fue obstaculizada.

[¿Hiro…?]

Era la espalda de un chico. Teniendo un rostro amable, pero con una gran fuerza dentro de
él. Los caminos montañosos desconocidos debieron ser atroces para él. Debió tener terror
antes los monstruos que le atacaron. Sin embargo, la gran espalda del chico estaba ante
ella como si nunca hubiera mostrado debilidad.
____________________________

[¿Hiro…? ¿Qué estás haciendo?]

Una voz confundida impactó la espalda de Hiro. Una sonrisa amarga surgió desde su rostro.
No sabía lo que hacía. En el rostro de Hiro se percibía la vacilación. Sin embargo, dio un
paso, para después dar otro, y dio otro paso más fuertemente. La chica se lastimó antes
que él. Esa era una razón más que suficiente para que él peleara.

No quiero ir... pero no dejaré que te hieran más.

Eso podría escucharse muy simple y superficial, pero como sea. Lo fundamental aquí es que
ella le había tendido su ayuda sin pedir nada cuando fue lanzado a este mundo. Y ella en
este momento acababa de colapsar herida. Si no se muevo ahora, ya no podría llamarse un
hombre.
Cuando Hiro lo pensó así, su vacilación se esfumo rápidamente, y una pequeña sonrisa se
asomó en su rostro.
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[¡Hiro, detente! No lo hagas—]

Rechazando las protestas de Liz, Hiro pateó el suelo y corrió directamente hacia los Gigas.

[Desde aquí... Yo trataré con ellos.]

Los Gigas percibieron que Hiro les golpeó la cola, no, él no lo hizo, ella traspasó a Hiro como
una ráfaga de viento, golpeando el suelo y formando numerosos escombros. Se
transformaron en afiladas cuchillas y volaron hacia Hiro, pero...

[Lo lamento. Puedo verlas venir.]

Para los asombros, Hiro pudo evadir todo. Literalmente evadió todo moviendo su cabeza,
pies, manos y hombros con una breve postura. Si hubiera hecho un cálculo erróneo, no
tendría tiempo y hubiera sido lastimado.

[¡Liz! ¡Llamaré su atención para que puedas derrotarlo!]

Hiro agarró la lanza que la infantería ligera había abandonado. Los Gigas noquearon a la
infantería pesada y los habían capturado y observaron a Hiro como si hubieran percibido a
una nueva presa. Liz, que fue sorprendida, se percató de ello y cambió su expresión.

[¡Es muy temerario! ¡Regresa!]

En medio de su oración la voz de Liz se transformó en un grito. Tal vez en su cabeza se


había imaginado un final desastroso. Pero eso era lo contrario a lo que ella imaginaba... Los
Gigas movían sus brazos por el aire. No solo daban golpes con sus colas, sino que también
disponían de veloces ataques sin complicaciones. Un solo golpe destrozaría el quebradizo
cuerpo de las personas. Ello es aún más posible si no estás utilizando armaduras u otra
cosa. Sin embargo, sorprendentemente, el ataque de los Gigas no impactó a Hiro.

[¡De ninguna manera—!]


Liz contempló la escena con una mirada estupefacta en su rostro.

[¿Qué significa…?]
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Con todos los ataques de los Gigas sobre Hiro, Tris y los soldados lograron más espacio para
poder moverse.

[No puedo confiar en esto, ¿es esto en verdad obra de un ser humano?]

La boca de Tris quedo abierta de la sorpresa. Ello era un efecto después de tres años.

Para Hiro, los movimientos de su rival parecían haberse detenido. Para un artista marcial,
lo podrían llamar un tipo de límite. Se trataba de una habilidad que solo un puñado de gente
podía lograr al entrenar toda su vida. Al poder visualizar las partículas al dar un respiro,
pueden atrapar sus acciones por el aire y percatarse de todo.

Sin querer darle más preocupaciones a su familia, Hiro no le contó a su doctor tratante de
ello. Incluso si lo hubiera dicho, no sabrían cómo ello se ocasionó. Pero las personas de
Aletia sabían de ello. Eso era.

[Espíritu del Ojo Celestial…]

El murmullo de Liz se esfumo en el olvido.

[¡Por aquí!]

La lanza que Hiro había lanzado fue destrozada. Sin embargo, tuvo la capacidad de llamar
la atención del Gigas. El fuertísimo brazo del Gigas se movió y, sin embargo, ni siquiera
pudo tocar a Hiro.

Aquellos que han dominado las artes marciales deberían haber dado suspiros admirables
ante esto. Fue una postura tan delicada y refinada, pero causó una gran cantidad de sudor
desde la frente de Hiro. Siendo causada por la extenuante subida a la montaña y por la tal
situación de vida y muerte actual. La combinación de ambos factores causó rápidamente
fatiga en Hiro.
Pero, aun así, Hiro continuó esquivando los ataques del Gigas, una sonrisa surgió desde su
rostro como si hubiera enloquecido por el terror.
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[También allí está un lobo feroz, sabes.]

Los Gigas, que estaban siendo burlados por Hiro, se pararon momentáneamente. No había
seguridad de si comprendían el lenguaje de los humanos, pero en verdad se detuvieron.

[¡Guaaaah!]

Cerberus, que bajó su respiración, esperaba una brecha, saltó desde el costado de Hiro. Su
veloz figura se asimilaba a una bala, sus afiladas garras desgarraron el espacio mientras se
encontraba con el Gigas.

Tan pronto como Cerberus dio un aterrizaje en el suelo, la sangre brotó del cuello del Gigas
como el agua que se escapaba de los grifos. El gran cuerpo del Gigas tembló y no hubo
modo que tal chica perdiera tal chance.

[¡Yo me encargo de lo que queda!]

La emperatriz de las llamas yacía vestida por un loto que quemaba el aire. Cuando tal ola
ardiente se acercó al Gigas, la figura de Liz se esfumo completamente de la visión del
monstruo. El aire explotó en la parte trasera del Gigas.

Sintiendo que Liz fue la causante, Hiro tomó una lanza y la tiró. Cogiendo nuevamente una
lanza la arrojo con un gran impulso. Ahora, las dos lanzas no fueron destrozadas, y ambas
lanzas apuñalaron hacia el pecho del Gigas como si hubieran sido absorbidas.

Mientras la asquerosa sangre se esparcía, el Gigas tembló y cayó al suelo. Entonces,


repentinamente el monstruo no se movió. Debieron percatarse de lo sucedido. Que solo su
trazo superior tenía movilidad. En su área cercana, lo que solía ser la parte baja del Gigas
fue quemada. El Gigas sentó un grito. Siendo un grito que hizo al viento rechinar. Y un
asqueroso olor fue trasladado por el viento hacia donde Hiro.

[Ugh...]
Cuando Hiro sostuvo involuntariamente su nariz, pudo reconocer a esa chica. Liz estaba
saltando con el Emperador de las Llamas muy cercana a la puesta de sol.

[¡Ahora haré todo lo más fácil para ti!]


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La hoja del Emperador de las Llamas partió fácilmente al Gigas. La sangre de su cuerpo
divisada fue evaporada, y humo blanco cubría a su cuerpo. Sin gritos desesperantes, el gran
cuerpo del monstruo se vio cubierto por llamas mientras silenciosamente caía al suelo.

[¡Hiro!]

Él se percató de que Liz se le acercaba con sus brazos estirados para tenerle cerca, pero su
cuerpo no le quería escuchar. Hiro no sabía si es por la tensión de su primer intento, o si
estaba exhausto. Como si a un títere le hubieran cortado sus cuerdas, su fuerza se le escapó
de sus rodillas, y se derrumbó en el suelo como un títere desarmado.

[¡Aguarda allí, Hiro! ¡Tris, ven conmigo! ¡Hiro es, Hiro!]

Hiro quiso decirle algo a Liz, cuando ella le miraba con un rostro de preocupación. Su boca
se podía mover, pero su voz no salía. Su conciencia se tornó borrosa. Mientras sentía la
agradable sensación de su cabeza siendo abrazada, Hiro cayó a las profundidades de la
oscuridad.

************

Al mismo tiempo, Dios, que seguía en su avance hacia el sur, se le presento una situación
difícil. La razón fue la presencia de un ejército justo delante de él. La infantería pesada se
formaba en una línea horizontal para retener su movilidad, mientras la caballería pesada
aguarda en la retaguardia.

[Ya están aquí, ¿eh? Además, traen 2.000 versus los menos de 200 de los nuestros.]

[Y tampoco portan bandera.]

Dios asintió con la cabeza a las palabras de su subordinado. No había escudo armero por
ningún lado para corroborar su identidad.

[Tienen sus excusas, es seguro que esto es algún complot de los nobles de alto rango.]
P á g i n a | 88

Lo acentuaron para verse como unos bandidos, aunque de ellos había demasiados. Después
de unos instantes de contemplarse mutuamente, un mensajero se acercó a Dios. Tal vez
por qué no podían dejar que sus rostros sean recordados, el mensajero tenía una capucha
puesta, y su expresión no podía ser vista. A medida que los ojos de Dios se tornaban agudos,
la boca del mensajero comenzó a moverse con lentitud.

[¿Está su Alteza Elizabeth presente?]

[No sé lo que hacen aquí, ¿crees que te lo diré?]

[¿Y tú eres…?]

[Dios von Michael.]

[Oh... eres el ´Ogro´, ¿Huh?]

Dios observo al mensajero, con ni siquiera intentando ocultar el malestar por ser llamado
por su apodo.

[Hmph. ¿Eso quieres saber?]

[Huh, cierto. Eso no es de importancia.]

El mensajero alzo su mano.

[Seré preciso. Entréganos a la Princesa, y la vida de tus hombres será salvada.]

[Sí, te comprendo. ¿Solo esperas que dé una aceptación obediente?]


[Entonces no tienes la intención de entregar a la Princesa, ¿es así?]

Al contestar las palabras del mensajero, Dios lanzo un suspiro junto a una sonrisa
provocativa.
P á g i n a | 89

[Hey hey, dijiste lo que quisiste hace un rato, ¿no? Somos el ejército privado de la 6ª
Princesa. Debes saber algo sobre la etiqueta.]

[Desafortunadamente, no hay necesidad de dar cortesía a alguien como tú. Dime sobre la
Princesa... Oh el Ogro.]

[Bastardo. Nunca te dejaré decir ese nombre nuevamente.]

Por las palabras enfurecidas de Dios, la boca del mensajero se transformó en una cruel
sonrisa.

[Joven. Ten claridad en tus modales.]

El mensajero movió su mano hacia abajo, con ello la formación de infantería abrió un hueco,
y desde el medio la caballería avanzo.

[Ha, de todos modos, quieren matarnos, ¿no?]

[Iba a dejar a uno de ustedes vivir.]

[Tú bastardo.]

Después de lanzar maldiciones, Dios retiró su mirada del mensajero y observo a la caballería
que venía cargando. Todavía hay una cierta distancia entre nosotros. Los ojos de Dios se
acentuaron infinitamente de locura mientras los regresaba a su posición original.

[Por ahora, me aseguraré de que mueras aquí correctamente.]

Aunque arrojó su lanza fuertemente, el ataque de Dios no fue exitoso.

[Qu.... ¿Qué?]
P á g i n a | 90

El mensajero lo manejó con facilidad. En la mano del mensajero yacía una bella espada con
decorado de oro y plata.

[¿Por qué te sorprendes?]

[¿Es eso... un arma espiritual?]

Los espíritus de agua pura extraña vez producen cristales que porten sus rostrocterísticas.
La belleza de tales cristales, que poseen un brillo similar a los de una piedra preciosa, se les
llama respetuosamente piedras espirituales por las personas. En el territorio del Imperio, se
descubren 3 a 7 piedras espirituales al año. Ello era por la escasa tierra del Imperio, pero
también había países que no podían obtener muchas piedras espirituales.

Por lo tanto, año a año por la rareza de las piedras su valor aumentaría. Con una sola piedra
espiritual, uno podría obtener lo suficiente para vivir el resto de su vida. Incluso ahora, sólo
la Familia Imperial, o aquellos que se relacionen a ella, podrían tenerlas.

[¿De dónde la sacaste?]

[No tengo porque decírtelo.]

*Bikibiki* Un raro sonido se escuchaba. Cuando Dios concentro su atención sobre su lanza,
la punta de la lanza se congelaba animadamente.

[¡Tsk!]

Inmediatamente arrojo su lanza y retiro la espada de su cintura. La caballería en su espalda


ya había preparado sus lanzas, y la infantería ya tenía sus espadas sobre sus manos. Sin
embargo, incluso si lucharan aquí, sería complejo afrontar a un arma espiritual.
Aunque probablemente se deba a su original versatilidad en la lucha, también su capacidad
física debió haber aumentado por las bendiciones del espíritu. De lo contrario, no habría
forma de que hubiera repelido la lanza de Dios tan fácilmente.

Dios dio un suspiro y reflexionó. Mientras sentía ansiedad por matar a ese sujeto, entraría
en contacto con la caballería adversaria. Si eso sucediera, no podrían evadir su aniquilación.
Dios alzó su espada y fuertemente tornó su voz para escucharse hasta en las llanuras.
P á g i n a | 91

[¡Bastardos! ¡Si caen sus camaradas no necesitarán ayuda! ¡No observen hacia atrás, solo
sigan corriendo a adelante como siempre!]

“¡Oh!”, gritaron sus soldados al mismo tiempo.

[¡¡¡A la carga!!!]

Con su espada retirada, Dios pateó en la parte media de su caballo y fue el primero en
correr a través de la llanura. Sin embargo, cuando sobrepasó al mensajero—

[¿Qué, eso harán? ¿Huh?]

Dios de hecho escucho esos apagados murmullos. Pero para poder reunirse con su señorita
estando vivo, no pudo permitirse el mirar atrás. Un sentimiento de frustración le ahogaba,
pero lo dejo a un lado. Dios gritó con pesar esas palabras tan fuertemente como se le
permitió.

[¡Bastardos, síganme como si estuvieran al borde de la muerte!]

[¡Uwoooooooooohh!]

Con un grito de guerra, fue seguido por un centenar de jinetes, y por 50 de infantería que
habían dejado sus carretas. Inmediatamente impactaron contra la caballería pesada del
enemigo.

[¡Oraa!]

Dios arrebató la lanza a un enemigo y lanzó a la caballerearía fuera de sus caballos.

[¡Capitán Dios! ¡Estamos alejados del grupo!]


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Su subordinado, que corría a su costado, grito. En la retaguardia, la caballería y la infantería


fueron acorraladas y unilateralmente hostigadas por la caballería pesada del enemigo.

Su entrenamiento habitual no era a medio corazón. Se enorgullecía de poder decir que su


habilidad es tan excelente como la del Primer Ejército Imperial. Sin embargo, al igual que
sus números, no eran contendientes para la caballería pesada. Ello era por el ligero equipaje
portado para su movilidad.

[¡Los dejamos!]

Dios no tuvo más remedio que decidir eso. Habiendo tan abrumadora falta en los números.
No habría modo de salvarlos. Aun así, su ayudante no pudo estar esperanzado y regreso a
la retaguardia.

[¡No es demasiado tarde!]

[¿No miras lo que sucede aquí?]

[P-Pero... ¡Es el irremplazable ejercito privado que Su Alteza nos confió!]

[¡También, ellos son mis hombres! ¡No lo diré de nuevo!]

Se negó a hablar más. No, es más concreto decir que no podía decir nada más. Esto era
debido al que el rostro de Dios era abundado por la rabia. Con una mirada diabólica en su
rostro, empujó y destrozó la lanza del enemigo cercano. Cada vez que una lanza les era
quitada él los asesinaba.

[¡Muévete! ¡No dejaré que una papa frita obstaculice mi camino!]

[Tú eres el Ogro, ¿Huh? ¡Eres bastante bueno! ¡Muy bien, dejaré que pruebes mi habilidad!]
Un enemigo con voz alegre se le acercó a Dios. Fue un corpulento caballero con gran
armamento que sobre su brazo mantenía un listón purpura, siendo un signo de los 100 jefes
bandera.

[¡Cállate!]
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Dios coloco su lanza horizontalmente y la arrojó con todas sus fuerzas como un proyectil.

[¡Giguooh!]

La lanza atravesó el casco haciéndolo deforme. Mucha sangre brotaba del casco.

[¿¡Oigan, el capitán es—!?]

El capitán de la caballería pesada salió disparado sin finalizar sus palabras. Al mismo tiempo,
cuando la salpicadura de sangre se intensificaba, Dios señalo su espada teñida de sangre
hacia su costado derecha.

[¡Cargare a través del franco izquierdo del enemigo! ¡Abriré el camino! ¡Solo ignoren a los
debiluchos y síganme!]

A la vez que traspasen a la caballería con armamento pesado, la infantería pesada les
esperaría. Hasta los arqueros lo harían. Sería una decisión absurda dirigirse allí.

Dios decidió evadir eso destrozando el franco izquierdo. No era erróneo, pero varios de sus
soldados deberían ser dejado atrás para poder abandonar el campo de batalla. El mensajero
observo silenciosamente la espalda de Dios mientras batalla contra un solitario ejército.

[Es un oficial militar decente para la matanza, ¿no?]

A medida que el cráneo de uno de los soldados de la caballería ligera era pisoteado hasta
su muerte, la siguiente infantería, que no podía huir, fue apabullada hasta su aniquilación.
Sus números en primera eran muy diferentes. El daño en su lado era mínimo, y prontamente
en el otro el control sería tomado.
Cuando la masacre unilateral dio comienzo, tres jinetes se acercaron al costado del
mensajero. Uno de los jinetes bajo de su caballo y con una de sus manos contra su pecho
se arrodillo.

[Al parecer una 20ª de hombres han sido masacrados y el resto ha retrocedido. Mataremos
a todos los que queden atrás ¿Está bien?]
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[Haz lo que quieras. ¿Y qué daños hemos sufrido?]

[La 6ª Princesa no ha sido vista muerta actualmente. Y hemos confirmado que uno de los
capitanes de las 100 Banderas y que 12 caballeros han muerto. Actualmente estamos viendo
las muertes entre los heridos de gravedad y los leves.]

[Oh. El daño fue lo bastante grave.]

[¿Deberíamos ir tras ellos?]

[No, déjenlos en paz, ninguno de ellos saldrá ileso. Serán atacados hasta su muerte por los
bandidos hasta que puedan entrar en el territorio de Margrave Grinda.]

[¿Está seguro de que no es necesario atrapar a la 6ª Princesa?]

[Ella no iba entre ellos. No hay necesidad de perseguirlos.]

[¿Es posible que ella se haya disfrazada?]

[Ella no es tan habilidosa.]

[Entonces, ¿dónde estará la 6ª Princesa?]

Hubo una pausa momentánea, y después el mensajero movió su boca.

[Debe estar en el pequeño país de Baum. Ella pudo haber cruzado el Monte Himmel.]
[Entonces, ¿también nos dirigiremos al pequeño país de Baum?]

[No, como es de esperar, seremos percibidos si nos movemos demasiado. Libera al ejército.]

[Como desee.]
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El mensajero retiro su mirada del soldado que inclinó la cabeza y observo la cordillera de
Glaozarm, sus ojos semejantes como a un tigre brillando desde la oscuridad mientras cazaba
a su presa se asomaban desde su capucha.

____________________________

Lynx, la ciudad central en el territorio de Margrave Grinda, es la combinación única de


pastizales y de desierto. Mientras los pastizales son el hogar de la clase alta, en el distrito
sur la zona desértica es el hogar de la clase baja.

En el distrito norte, está la mansión de, Margrave Luzen Kiork von Grinda. Siendo de paredes
blancas, y con un edificio de torre octagonal en su centro, con techos inclinados en sus
alrededores.

La mansión es de madera con dos pisos, construida en la meseta para dar vista hacia la
ciudad, otorgándole ese aire de dignidad propio de un noble. Una gran pared cubre la
mansión, y en el medio de la pared, en frente de una puerta de hierro, un hombre cayó.

En los costados un guardia se apresuró hacia él.

[Hey. ¿Qué sucedió?]

[Esa es una lesión gravísima.]

Los rostros de los soldados se tornaron pálidos cuando colocaron al hombre boca arriba. Su
cuerpo era cubierto por contundentes heridas, y mucha sangre brotaba de él. La sangre ya
estaba seca, pero su herida se observaba fresca. Los soldados fueron sorprendidos al ver
que seguía vivo.

Repentinamente, el hombre tomo a uno de los soldados.

[T-Transmite mi mensaje a Margrave Grinda inmediatamente.]

[¡Hey! ¡No sé qué te habrá pasado, pero suéltame!]


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[Estás muy herido. ¡Tranquilízate, por favor!]

A los brazos bien entrenados de los soldados se les había aplicado una fuerza anormal. Los
dos soldados intentaron alejarse, pero con desesperación el hombre sujeto a uno de los
soldados.

[¡P-Por favor! Soy Dios von Michael... Sirvo a Celia Estreya-sama... Por favor, mi mensaje.]

[Bien, muy bien. ¡Suéltame! ¡Informare inmediatamente!]

[Por favor... no queda mucho tiempo…]

Los dos soldados se miraron con miradas aturdidas. No tenían el tiempo suficiente para
confirmar la verdad. Pero si fuese mentira, estarían en grandes complicaciones, y si fuese
verdad, no sabrían que castigo tendrían por eso. Decidiendo que para ellos sería difícil de
manejar, el soldado tomado por Dios grito.

[¡Hey! ¡Informen al capitán de la guardia!]

El otro soldado que estuvo a punto de sacarse a Dios asintió, y corrió hacia la mansión. El
capitán de la guardia que había sentido la anormalidad de la situación había salido por la
puerta. Acercándose a Dios le dio un suave golpe en el hombro.

[Grinda-sama se reunirá contigo. Entonces, ¿Por favor, soltarías a estos tipos?]

Ambos lados comenzaron un concurso de miradas, Dios soltó al soldado y se sentó en su


sitio.
[Por favor... Su Alteza Elizabeth está en peligro.]

[Sí, Comprendo. Primero hay que atenderlo.]

[Lleven a Dios-dono hacia la enfermería.] El capitán de la guardia agrego al final.


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Con dos soldados cargándolo ente sus hombros, Dios fue guiado a la enfermería de la
mansión. Adentro, un hombre le esperaba y al verlo comenzó a mover su boca.

[Me hubiera gustado saludarte primero, pero ¿te importaría si primero te pregunto por la
situación?]

Probablemente él era Margrave Grinda. Se miraba tan amable como Liz le había contado.
Mientras el médico le daba tratamiento, Dios fue dejado sobre la cama y hablo.

[Éramos algo más de 150... Y yo soy el único que sobrevivió.]

Las palabras de Dios se tiñeron de frustración. Después de poder salir del campo de batalla,
los soldados estando heridos murieron uno a uno sobre sus caballos. Siendo aún más
desafortunados, ellos también fueron atacados por los bandidos. ¿Cuánto más un hombre
exhausto por la batalla podría acumular? Cuando más iba por el sendero de la muerte, y en
que su visión se oscurecía, quedaba solo.

Al oír la explicación de Dios, la expresión de Margrave Grinda se torció por el dolor.

[Ya veo. Has hecho un gran trabajo. Me hubiera gustado decir que descansase,
primeramente, pero...]

Negó con su cabeza y al tragar sus palabras, le extendió una carta a Dios.

[Esto llego ayer.]

Con una mirada de curiosidad en su rostro, Dios tomo la carta.


[¿Esto es...?]

Después de leer el mensaje, Dios observo a Margrave Grinda con sus ojos entrecerrados.

[Al parecer es un enorme ejército de 2000 personas. Pero no te preocupes. No traicionaré


a mi sobrina.]
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[Pero... eso es...]

[Conozco de sobra a la “Doncella de la Guerra”. A pesar de que aquí es un área alejada,


escucho ese término a menudo. Dudo en poder igualarla. E incluso si deseara suplicar al
Emperador, en la actualidad él está en medio de una campaña militar.]

[Así que, ¿usted entregará a la Princesa?]

[Te lo dije. No voy a traicionar a mi sobrina. Ella es un recuerdo dejado por mi hermana
menor, sabes.]

[Tu oponente son unos 2.000, ¿cuántos soldados eres capaz de reunir aquí?]

[Incluso durante la guerra, se podría decir que este lugar está libre de guerra. El territorio
de Grinda tiene tres mil reservas permanentes. Eso no significa que podamos reunirlos a
todos, ni tenemos tiempo... Supongo que podemos reunir mil.]

[Eso no es suficiente...]

Su oponente es la “Doncella de la Guerra”. No bajará la guardia sólo porque sus oponentes


son tan pocos en número. Ella saldrá a aplastarlos con todas sus fuerzas. Esto está
demostrado por su historial de guerra hasta ahora.

[Los retendré hasta que el Emperador regrese. Incluso si mi oponente es la temida Doncella
de la Guerra.]

[¿Cuándo volverá el Emperador?]


[La noticia sobre su triunfo llego hace unos 5 días. Ya debe venir de regreso con el 1º
Príncipe. Yo he enviado a un mensajero, pero podrá llegar en 5 días... o 3 prontamente.
Hasta entonces, no habrá más remedio que batallar en una guerra que no debemos
permitirnos perder.]

[Una guerra que no debemos permitirnos perder, eh...]


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[Sí. Los exploradores me han informado que sus tropas se están movilizando hacia el sur
desde la aldea de Zegen hacia las llanuras de Grole.]

[Por lo tanto, la batalla decisiva será en las llanuras de Grole...]

Margrave Grinda asintió ante las palabras de Dios...

[El enemigo debe estar apuntando hacia las fronteras en el pequeño país de Baum. Pero no
se los permitiremos. En primera, los emboscaremos en las llanuras de Grole.]

[Entonces iré con usted.]

[No, quiero que lleves a 200 hombre contigo y te encuentres con Elizabeth en la Fortaleza
de Alto. Esa Fortaleza no es exactamente robusta... pero en ese momento, usted deberá
comprar tiempo dando asedio o algo así.]

La Fortaleza de Alto fue construida cercanamente a la frontera del pequeño país de Baum,
pero al no estar inducidos en la guerra solo un centenar de soldados se resguardaban allí.
Además, se comenta que su equipo no es tan resistente y la Fortaleza también.

El territorio del Margrave Grinda pudo haber disfrutado de mucha paz, sin embargo, Dios
no tenía deseos de lanzarles la culpa ya que así era en tiempos de paz. Además, Margrave
Grinda no estuvo llenándose los bolsillos, sino que él utilizo ese dinero para socorrer a su
pueblo.

[Lo lamento. Si hubiera estado más decidido, no habríamos llegado a esta situación.]

[No, yo fui el que se involucró. Así que, yo debo disculparme.]


Era Dios el que trajo la chispa de problemas hacia esta mesa de personas. Si quisiese
defender su estatus, solo debería entregar a la Princesa. Aun así, Margrave Grinda trataba
de intentar luchar esta guerra. Él solo tenía gratitud hacia el Margrave por dar pelea en una
guerra en que no había oportunidades de ganar.

[Lo lamento...]
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[La Princesa diría lo mismo. Así que pon tu cabeza en alto por favor.]

[Gracias por decir eso... En verdad lo aprecio.]

Una vez en que Dios pensó en que el Margrave levanto su cabeza, ya la había bajado
nuevamente. Durante un tiempo no hubo signos de que la levantaría, así que Dios decidió
cambiar el tema.

[Entonces, ¿qué va a hacer usted ahora?]

[Tan pronto los soldados se reúnan, me marcharé.]

[Bien, entonces, por favor, tenga cuidado. Debo ir a encontrarme con la Princesa, y…]

[Enviaré un mensajero hacia la Fortaleza de Alto. Te encargare a Elizabeth.]

[Comprendo. Hasta la próxima.]

Dios dio gala de su mano. Margrave Grinda dio una sonrisa y apretó firmemente su mano.

[Umu. Te veré nuevamente con Elizabeth.]

[Sí. Ciertamente.]

Por lo tanto, ambos se juraron volverse a ver nuevamente y cada uno paso a ser sus
deberes.
**********

El campamento del Tercer Ejército Imperial fue establecido a ocho celdas (24Km) de
distanciamiento de las Llanuras Grole. La vista de cientos de tiendas alzándose no fue nada
más que impresionante.
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En el núcleo de todo, dentro de una tienda negra, un hombre y una mujer se cruzaban
frente a un escritorio. El hombre inclinó su cabeza para luego girarla hacia la mujer que
estaba abriendo un libro en frente de él.

[¿Espíritu del Ojo Celestial?]

[Sí. ¿Has oído hablar de ello, Vizconde Spitz?]

[Sé de él, por supuesto. Es uno de los tres grandes ojos que son confidenciales ante el
mundo, que incluso tal raza de orejas puntiagudas y largas no posee, y que en el pasado y
en la actualidad solo el Segundo Emperador los ha portado.]

Entonces Spitz recordó algo y siguió hablando.

[Ah, sí. Hablando de la raza de largas orejas, creo que había uno que es oficial en el estado
del 1º Príncipe de Schtobel.]

[Sí. Hable con esa persona en un par de ocasiones. Ello fue cuando supe del Ojo Celestial.]

[Con su vejez y saber, estoy seguro de que sabía bastante de eso.]

“Fue muy revelador. Comento que el Espíritu del Ojo Celestial puede comprender el Cielo y
la Tierra y controlar el campo de batalla. Y añadió era un ojo absurdo e indignante.]

[Era una broma, ¿no? No creo que un ojo pueda poseer tanto poder, pero...]

Spitz se encogió de hombros con incredulidad. Sin embargo, su expresión prontamente dio
cambios. Esto se debió a que las mejillas de Aura se hincharon de una manera desagradable.
[Estoy segura de su veracidad. El “Dios de la Guerra” es la prueba. Aún más importante,
ello fue contado por uno de las orejas largas, a ellos no les gusta hacer bromas. Es creíble.
¿No lo crees, Vizconde Spitz?]

Aunque tuvo miedo en negar las palabras de su tierna aura, aun podía creer en lo que no
lo hacía. Así que, sin vacilar, Spitz abrió su boca, mientras escogía sus palabras con cuidado.
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[No puedo creer en eso. Eso solo haría que tácticas y estrategias no tuvieran sentido alguno.
Ya que la victoria debe ser tomada por manos humanas; no se puede ganar solo mirando.]

[Por supuesto, no estás equivocado. Son las personas que toman el cielo, que dan un paso
en la tierra y que manipulan a la gente. Con sólo dar tu mirada, no eres mejor que un
espectador. Aun así, yo deseo esperar, quiero que el Espíritu del Ojo Celestial sea cierto.]

Cuando Aura dijo eso, su mirada cayó sobre el mapa extendido en el escritorio. Spitz siguió
su acción y también le dio un vistazo. Múltiples piezas eran colocadas sobre el mapa. Aura
con lentitud en su mirada la movió para verificar el terreno y hablo.

[¿Estás seguro de que el número de soldados que Margrave Grinda ha podido reunir es de
900?]

[Sí, los exploradores del Tercer Ejército Imperial son infalibles. Soy seguro de ello.]

[Tomando en cuenta el tamaño del territorio de Margrave Grinda, deberían tener la


capacidad de reunir a 3.000 soldados... Pero tal vez ya que no han librado una batalla en
muchos años, o tal vez es que su capacidad de poder prepararse en el momento no les ha
funcionado bien. Aunque no debemos ser descuidados, esta es una guerra fácilmente
ganable. Este es el orgullo y la felicidad del Tercer Ejército Imperial, la élite de 2000 de los
"Caballeros azabaches imperiales”.]

[¿Has recibido la respuesta sobre la carta a Margrave Grinda?] Aura hablo. Spitz arreglo su
postura y entrego la carta que acababa de recibir.

[Sí. El mensaje es el esperado, Se negó.]

Spitz lo dijo con un suspiro. Aura dio afirmación al mensaje de la carta y asintió.
[Era obvio. Debemos hacer nuevamente el intento de intercambiar mensajes para realizar
todo silenciosamente.]

[¿Huh?]
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Spitz se encontró asombrado. Pensó que le había entendido mal. Sin embargo, al mirar el
rostro de Aura, ese no fue el caso.

[P-Por favor espere. Entonces, ¿cuál fue el propósito de la estrategia pasada?]

Inclinándose hacia delante del escritorio — Spitz le preguntó. Aunque ellos no estaban
presentes actualmente, muchos capitanes de unidad y soldados escucharon de la estrategia
de Aura anteriormente. Si no planea luchar, ¿cuál es el punto de todo esto? De hecho, ¿cuál
fue el punto de venir aquí en primera?

En diferencia al agitado Spitz, Aura siguió calmada e inclino su cabeza con ternura.

[El propósito único es charlar. Pero si Margrave Grinda es sólo un idiota que no quiere
comunicación, entonces tendremos que luchar contra él. Sin embargo, la estrategia es por
un por si acaso.]

[Pero tratándose de este punto, una batalla es inevitable...]

[No es tan tarde. Debemos evitar conflictos entre el poblado del Imperio.]

[Eso es cierto, pero...]

Spitz no pudo librar su segunda frase. Pero ello fue de esperarse. Pensó que su amada
señora no cedería aquí. Por eso concedió el primer paso. Al confirmar falsamente la orden
de Aura, ordeno a muchas unidades invadir el territorio de Margrave Grinda y darle captura
a la 6ª Princesa.

Aunque no quería dar un movimiento sin el consentimiento de su amada señora, tal vez su
decisión era la acertada. Justo cuando el silencio surgía, un mensajero, lleno de barro, se
aceleró hacia la tienda.
[¡Urgente! ¡El Principado de Lichtine con aproximadamente 15.000 soldados se está
acercando a la frontera!]

[¿Qué?]
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Spitz cuando se levantó de su silla quedó aturdido. Aura paro el movimiento de la pieza que
se iba a colocar en el mapa y le dio su atención al mensajero.

[Infórmanos los detalles.]

[Según las órdenes de Aura-sama, la unidad que daba espera a Su Alteza Celia Estreya
cercana a la frontera dio vista de un movimiento sospechoso del Principado de Lichtine,
luego de dar envió a los exploradores, dimos confirmación de la movilización de un ejército.]

Después de oír el informe del mensajero, los ojos de Aura fueron estrechados violentamente.
Por otra parte, el corazón de Spitz estaba a punto de detenerse. Esto era debido a que Aura
se enteró del envío de la unidad fronteriza por ella misma.

[... Lord Spitz.]

Naturalmente, no es sorprendente que Aura no de basto en algo que ella no recuerda. Una
mirada furiosa atravesó a Spitz. Pero actualmente no era el momento para eso, Aura negó
con su cabeza, se movió hacia el mensajero y le informo.

[Sé que estás exhausto, pero solo hazme un favor.]

[Como ordene.]

Aura sonrió ante la rápida respuesta.

[Me gustaría que le contaras esto a Margrave Grinda. También que si él nos puede ayudar.
Escribiré una carta inmediatamente.]

Papel y una pluma se pusieron sobre el escritorio. Aura escribió con suavidad con la tinta
que estaba sobre la punta de la pluma. El sonido de esa punta de la pluma se había
escuchado un tiempo en esta tienda de alto rango.

Cuando Spitz, momentos después de recuperar su compostura, no tenía seguridad de si


debía pedir perdón o no, los ojos de Aura, que se miraban llenos de furia, al terminar se
regresaron hacia él.
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[Debería enfadarme, pero esta vez no te cuestionaré.]

[¿...Eh?]

[Si tú Lord Spitz no hubieras dado envió a esos soldados a ocultarse en la frontera,
probablemente no hubiéramos sabido lo que el Principado de Lichtine hacía. Así que esto
no es un problema.]

[¿En verdad?]

Spitz se paró de su silla alegremente. Aura, que le dio la carta al mensajero, dio un vistazo
a Spitz.

[Pero si no te doy castigo, no dará muestra a los soldados de que te estoy disciplinando. Y
así que, solo te recompensare por tu futuro trabajo.]

Después de dar por concluido eso Aura tomo el libro sobre el escritorio y comenzó a leerlo.
Spitz, que había estado dándole miradas apasionadas, se movió de su silla y se puso de
rodillas.

[¡Lo haré! ¡Sin dudas este favor será devuelto!]

Spitz juro, mientras su voz temblaba de la emoción.


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Capítulo 3 – Despertar

[Me pregunto cuándo despertará…]

Liz miro por sobre la cama con preocupación y vio que Hiro estaba durmiendo tranquilo— o
más bien, no había despertado ni una vez desde que se desmayó. El doctor lo ha examinado,
pero no tiene idea cuál es la causa de su condición.

[No puedo decirlo bien, pero estoy seguro que estará bien. Estoy seguro que despertará
muy pronto.]

Tris dijo eso con un gruñido y volvió su atención a Liz, acariciando su barba.

[También tiene que descansar, Princesa. No será nada bueno si el chico se despierta y la
princesa se desmaya, sabe.]

[…Tienes razón.]

Liz asistió y entonces llevo su mirada fuera de la ventana. El cielo estrellado era interminable,
iluminando el suelo al darle la luz de las estrellas a la ciudad debajo. Esta es la única ciudad
en el pequeño país de Baum, conocido como Natua.

En el centro de la ciudad, la cual se extiende en una gentil base— hay una caja blanca con
forma de templo que exude dignidad. La Sexta Princesa y su séquito estaban al cuidado de
su templo, el cual también es conocido como el “Templo del Espíritu del Rey”.

[Entonces volveré en la mañana a despertarte otra vez.]

Liz palmeó la mejilla de Hiro, el cual no despertó, y entonces dejo la habitación. Cuando la
puerta está cerrada, el silencio trata de llenar el cuarto con el aire de la noche— y no lo
hizo.

Un ronquido se escapó de la boca del durmiente Hiro en cama. Su cara se tornó fea de la
angustia.
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Él estaba—estaba soñando.

Empezó muy de pronto. Fue llevado a un campo de batalla lleno con tantos cuerpos como
el ojo podía ver—un encuentro entre 10,000 tropas, un horrendo número de cuerpos
producido del resentimiento. Sangre tornó roja la tierra, y los cielos tristemente se agitaron
por las gotas de lluvia.

En medio de la confusa batalla, había un chico. Su túnica negra ondeaba con el viento. Sus
brazos se movieron en sincronía. La blanca espada plateada cortaba el espacio, con un
ligero movimiento que parecía proteger a los insectos. Con solo ese movimiento, las cabezas
de cinco soldados volaron. El interés del chico cambió a algo más, y golpeó el suelo y salió
corriendo.

— El objetivo es la cabeza del general.

Es la manera más efectiva para terminar la guerra, y es una forma segura de ganar. Pero,
no hay forma que su oponente lo deje pasar tan fácilmente. Lo que se pone en su camino
es mil tipos fornidos bien entrenados.

La línea frontal está llena con interminables muros sin brecha entre ellos, y su es por una
persona ordinaria, la cabeza del general se veía bastante lejana. Sin embargo, el chico fue
hacia adelante sin enfrentarse a ellos, cortando la cabeza de los soldados enemigos. Todo
el camino tenía un punto muerto. Es la diferencia entre lo largo y corto. Imaginar cómo se
sintió el general cuando vio la apariencia del joven—

[¿E-Estúpido? ¿Cómo llegaste aquí?]

[…]

El general enemigo jadeaba mientras miraba el rostro del chico, bañado en sangre. Los
profundos ojos negros azabache atrajeron los ojos del general enemigo como si los
absorbiera.

[…Esas obsidianas ojos. Oí de ellos antes.]

El general enemigo dijo, su voz se quedaba con nerviosismo o quizás miedo.


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Uno entre los soldados exiliados quienes avanzaron a una precipitada velocidad y crecían
en fuerza. El hombre que podía leer y entender el cielo y la tierra, un hombre que había
hablado de los países alrededor.

Fue un don dado por el Espíritu del Rey.

[Solía burlarme de esa ridícula historia, pero… Ese es el Espíritu del Ojo Celestial, ¿no?]

El general enemigo dio un paso por delante. En su mano había una gran hacha.

[Te mataré aquí y tomaré tus ojos como botín de Guerra.]

Mientras el general enemigo levantaba su mano, soldados enemigos rodearon al chico.

[Es un increíble hecho que te atrevas a venir aquí solo, pero solo puedo decir que eres un
idiota.]

Ya que solo hay un oponente, inevitablemente causará algunas preocupaciones.

[¡Sufrirás y morirás sin mucho, pero—!]

Con sonido sordo, la cabeza del general enemigo rodo en el suelo cubierto en lodo. Los
soldados enemigos que estaban rodeándolo estaban asombrados. Nadie podía entender lo
que había pasado excepto por el chico de negro. El chico ligeramente piso el suelo con un
porrazo y empezó a danzar.

Habiendo recuperado sus sentidos, los soldados enemigos lanzaron la punta de sus lanzas,
pero terminaron solo pasando en frente de los ojos del chico. Varias lanzas son expulsadas.
Sin embargo, el chico solo saltó, se agachó y cortó las cabezas de los soldados enemigos.

Cuando se movió las espadas brillantes blancas y plateadas como si le acariciaran, las
cabezas de los soldados enemigos cayeron al suelo una a una, como frutas cayendo de un
árbol.
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Un escalofrío pasó por los soldados enemigos— porque pasó en un abrir y cerrar de ojos.
Eso claramente no era el trabajo de un ser humano. No estaría mal llamarle un monstruo.

[¡Qué rápido!]

La espada de blanco plateado, la cual agitaba las gotas de lluvia empaba la tierra, dividió la
armadura del enemigo desde su parte superior e inferior del cuerpo. Incapaz de resistirlo,
los cuerpos de los soldados enemigos cayeron uno a uno en los charcos. Salpicadura de
sangre brotaba como fuente en todos lados, y el horrible aroma de la sangre fresca mezclada
con la lluvia dominaba el aire.

[¡¿H-H—?!]

Incluso ni les dio el tiempo de hablar. No llevo mucho para que una pila de cuerpos se
formara cerca.

Con la pérdida de su comandante, el enemigo fue totalmente destruido. Las fuerzas


enemigas fueron rebasadas por los aliados del chico como si fueran a aplastar gusanos. El
grito de batalla de las fuerzas enemigas derrotadas— y el grito de batalla de sus aliados en
persecución de ellos— resonó por las planicies. El chico, quien había dejado el grito y temible
campo de batalla, había llegado al campamento principal.

[¡El Dios de la Guerra!]

Quien sea que lo dijo primero, uno tras otro, los soldados pronunciaron el alias. Pronto se
volvió en alabos que sacudió el aire.

[¡Dios de la Guerra! ¡Dios de la Guerra! ¡Dios de la Guerra!]

Cientos de soldados están gritando, resonando el núcleo de sus cuerpos. Es como si la tierra
se sacudiera, una ilusión, y cada vez que el chico daba un paso hacia adelante, el océano
de soldados abría el paso. Eso es lo que gente llama— el camino del rey. Una larga línea de
soldados se formó para solidificar ambos lados, y el chico camino con valentía por el centro.
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Entonces un joven apareció frente al chico. Levanto una de sus manos al aire. El silencio
reino en el área como si hubiera sido golpeado por agua. Dio un paso adelante y se acercó
al chico, pero su buena cara estaba llena de enojo.

[Es bastante increíble que mi estratega militar vaya a las líneas frontales…]

[No podemos permitirnos más paros. Nuestras líneas están bien abiertas. Cuando se acabe,
tendremos que movernos al oeste, ¿ah?]

La cabeza del chico fue golpeada al rehusarse. Cuando miro al joven, los labios del joven se
curvaron, haciendo una maliciosa expresión en su rostro.

[Vamos, también tendrás que hablar conmigo. Hagamos un lio juntos en la línea frontal.]

[Eso sería aburrido. Bueno, como sea. Es inútil hablar de lo que se ha hecho.]

El joven tomó los hombros del chico.

[Schwartz… bien hecho. Me alegra verte de regreso a salvo. Perdí unos cien años de mi vida
cuando escuché que estabas en el campo de batalla. Aunque escuchar que asesinaste al
general enemigo añadió otros cien años a mi vida.]

[Estás exagerando, Altius— Bueno, sí, traje la cabeza del general, ¿qué quieres hacer con
eso?]

Schwartz señaló detrás de él con su dedo, y un tipo de infantería allí estaba parado con una
caja blanca.

[Un chico que solía vomitar solo de ver un cuerpo se trajo una cabeza, ¿huh? Supongo que
acostumbrarse es algo de miedo.]

[Haha… Aún no estoy acostumbrado a eso. Matar personas, personas muriendo… pero otra
vez, si tuviera que preocuparme por ese tipo de cosas, estaríamos en la posición opuesta.]
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[Eso es.]

Asistiendo con satisfacción a la respuesta de Schwartz, Altius se dirigió al soldado


sosteniendo la caja blanca.

[No hay necesidad de un examen físico de la cabeza. Mándala de vuelta a su tierra natal.
Incluso si son enemigos, si olvidamos mostrar cortesía a la muerte, no somos mejores a las
bestias.]

[¡Ha!]

Apartando su mirada del soldado inclinado, Altius puso su brazo alrededor del cuello de
Schwartz.

[Ahora vayamos a reportar nuestra victoria hermano nuestro, el Espíritu del Rey. Y vayamos
a beber para celebrarlo.]

[No puedo beber. Aún soy un menor, sabes.]

[¡No te preocupes! ¡Te traeré algunos jugos de uvas!]

[Ya lo tienes preparado, ¿verdad?]

Le dio una sonrisa amarga a quien siempre es el mismo.

Ah… este es un sueño. Porque no se supone que esté aquí.

Un sueño que le recuerda un distante y nostálgico recuerdo. También es un milagroso


momento de encontrarse con esos con los que se puede reunir otra vez. Es un glorioso
recuerdo que nunca desaparecerá. Sin embargo, el sueño eventualmente desaparecerá—

[Hey, Hiro… ¿aún no estás despierto?]


P á g i n a | 112

Escuchando una voz que sonaba como un llanto, Hiro levantó sus parpados. Una hermosa
chica con cabello rojo entró a su vista.

[¿Liz…?]

Hiro murmuró levemente y levanto la parte superior de su cuerpo, y Liz abrió sus ojos con
encanto y le abrazó.

[¡Gracias a Dios! ¡Pensé que nunca despertarías! ¡Me alegro mucho!]

Escuchando sus palabras, Hiro miro los alrededores. Era un cuarto con una atmósfera que
se sentía como que no había sido usado por un largo rato. Pero no significaba que no haya
sido limpiado. El acabado escritorio de oficina se acero a la ventana está limpio y ordenado.
Y viendo al libero cercano, hay viejos libros amarillentos, pero no tienen polvo.

Hay dos banderas cerca de la ventana. Una bandera estaba con una balanza en el blanco
fondo. La otra era un dragón sosteniendo una espada plateada en el fondo.

Hiro está durmiendo en una cama al muro cerca de la entrada. Antes que Hiro pudiera
preguntar dónde están… Liz abrió su boca.

[¿Te duele en alguna parte?]

[U-Un. No si hay algo… pero como sea, ¿dónde estamos?]

[Um, bueno, luego que Hiro se desmayara, tuvimos que bajar la montaña de inmediato…]

Liz y los otros se detuvieron en una villa cercana para cuidar de Hiro. Sin embargo, fueron
notados por el pequeño país de Baum y fueron rodeados por un grupo de caballeros. Pero
parece que no estaban allí para capturar a Liz y los otros—

[No debes acomodarte aquí. Si gustas, ¿Por qué no vas al Templo del Espíritu del Rey? La
Princesa del Santuario de la Doncella quiere verte.]
P á g i n a | 113

No hay rey en el pequeño país de Baum, sino en cambio es representado por una doncella
llamada la Princesa del Santuario de la Doncella.

[¿Nos escucharás?]

Luego que se lo dijera el Caballero Comandante, Liz rápido accedió a hacerlo así,
considerando la herida. Es por eso que—

[¡Vamos por el desayuno! Debes estar hambriento.]

Luego de terminar su explicación, Liz tomó el brazo de Hiro. Hiro le sonrío sin más antes de
acceder.

[Sí. ¡Vamos a comer—!]

Cuando se paró, se tambaleó, y Liz le ayudo con su cuerpo.

[¿E-Estás bien?]

[Hm… está bien. Acabo de despertar, así que parece que no puedo levantarme de pronto.]

[Puedes decirme si es difícil para ti. Necesitas ver a un doctor como se debe, ¿bien?]

Al decir eso, Liz abrió la puerta del cuarto.

[¡¿Hiyah?!]

[¡¿Uwaa?!]

Los dos retrocedieron en sorpresa. La razón es que había una mujer que estaba postrada
en frente de ellos.
P á g i n a | 114

[Buenos días. ¿Dormiste bien?]

Su suave piel, la cual está húmeda y gotea, brilla a la luz del sol, y la esencia del color del
acecho en su extraordinaria belleza realza con poder su encanto. La refrescante fragancia
que emana de ella encaja con su belleza, la cual atrae el corazón involuntariamente.
Mientras usa un kimono blanco y una hakama negra, ella es…

[Soy la Princesa de la Doncella del Santuario. Soy la representante del pequeño país de
Baum.]

Cuando inclinó su cabeza, su azul cabello llegaba hasta el suelo, mostrando sus oídos que
eran inusualmente largos y punteados para un humano. Cuando Hiro la miro de cerca.

[¿Estás curiosos por mis oídos?]

[Uh, bueno… tienen una inusual forma.]

[Fufu, sí. Debe ser una rara vista para los humanos.]

Tocó sus propias orejas con risa, sin perder su buen humor. Liz, quien estaba parada a la
par de Hiro, le golpeó en su costado con su codo.

[Ella es de la raza de orejas largas. Sus características son longevidad, pero lo envidiable es
que todas las personas de la raza de orejas largas son bellos—]

[Y-Ya veo. Tienes razón; tiene una cara de otro mundo, pero…]

Tú no eres diferente. No había forma que Hiro pudiera decir tan sensible línea. La Princesa
del Santuario de la Doncella los está observando murmurando entre sí con una sonrisa.

[Además, también es muy lista. También se volvió en miembro del personal de mi hermano
mayor, pero eso aún—]

[¡Princesa! Qué está haciendo aquí— Espera, tú otra vez, ¿huh? ¡Pequeño bastardo!]
P á g i n a | 115

[Eh, eh. ¡No hice nada, sabes!]

El gran hombre de apariencia de oso, Tris, se acercó con una cara de enojo, pero su impulso
se detuvo a medio andar. La razón de eso es porque la Princesa del Santuario de la Doncella
estaba parado entre él y Hiro.

[Tris-sama. Por favor calma en el Templo del Espíritu del Rey.]

[U-Umu… mis disculpas.]

Tris se puso de rodilla y bajo su cabeza.

[Gracias por su compresión.]

La Princesa del Santuario de la Doncella giro su rostro a los dos otra vez y paso a su lado.

[Entren. El desayuno ha sido preparado para ustedes. Quizás podamos hablar un rato.]

[Oh sí. Por favor.]

[Tenía hambre. ¡Gracias!]

Los dos siguieron a la Princesa del Santuario de la Doncella mientras les dirigía, pero…

[N-No solo una, sino dos veces. Pequeño bastardo, recordaré esto.]

Hiro sí lo escucho mientras pasaba por Tris, pero lo ignoró y apresuro sus pasos. Ya que
sintió un intento asesino pasar por él, llamó a la Princesa del Santuario de la Doncella para
distraerlo.

[¿A dónde vamos?]


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[El comedor está en la sección sur. Por favor síganme, no se pierdan.]

El interior del Templo del Espíritu del Rey está dividido en cuatro secciones principalmente.
La sección del medio es el bautisterio donde el Espíritu del Rey es adorado— un lugar donde
los bebés recién nacidos y primeros visitantes son invitados al Templo del Espíritu del Rey.

La sección este es donde las aprendices a doncellas del templo están practicando, y los
exteriores no tienen permitido entrar. La sección oeste está el área residencial para las
aprendices a doncellas— el lugar donde Hiro y Liz usaron para quedarse. Y la sección sur
es un lugar de descanso, donde Tris y los soldados pasaron la noche. De camino al comedor,
la Princesa del Santuario de la Doncella se detuvo y dio su mirada a Hiro.

[Ya que recuerdo… Hiro-sama aún no estaba bautizado, ¿verdad?]

[¿Bautismo?]

[¿Hm? ¿No sabías de eso, Hiro?]

No tenía ningún recuerdo de ser bautizado luego de llegar a este mundo.

[Sí, no recuerdo ser bautizado…]

[Entonces, ¿Hiro-sama vendrá conmigo para el bautizo?]

[No se puede evitar. Tienes que asegurarte que le agrades al Espíritu del Rey.]

[Hmph, espero que ese mocoso sea maldecido.]

La Princesa del Santuario de la Doncella se giró a Liz.

[Celia Estreya-sama. Por favor desayune primero. ¿Conoce el camino al comedor?]

[No te preocupes. He estado aquí unas veces, así que no me perderé.]


P á g i n a | 117

[Entonces procederé a escoltar a Hiro-sama al bautisterio. ¿Está bien?]

[Sí. Hiro, no hay nada que temer, así que ve y sé bautizado en paz.]

Liz desapareció en el oscuro pasaje con Tris atrás. La Princesa del Santuario de la Doncella
observó y de pronto tomó la mano de Hiro.

[Ven aquí. Oh, até nuestras manos juntas para que no nos separemos.]

[¿A-Así es eso? E-Eso me sorprende.]

Le dijeron eso con una sonrisa llena de encanto adulto, el corazón de Hiro se aceleró al
punto que sintió como que iba a explotar. Luego de eso, camino en silencio por el corredor,
rodeado por muros blancos por un rato.

Yendo de lugar a lugar, bajando por el mismo corredor, tanto que es imposible saber el
camino de regreso. Gradualmente se puso más y más oscuro por delante, y el lugar donde
Hiro fue llevado era—

[Estamos aquí. Este es el bautisterio.]

[…Esto es.] Hiro estaba sorprendido de ver a la Princesa del Santuario de la Doncella
soltando su mano y desapareció en algún lugar.

Hiro no estaba seguro de ello— estaba tan abrumado. Luego, el camino se cortó en seco
como si hubiera sido cortado con una espada, y el bosque se extendía más allá de ello. Los
pies de Hiro estaban avanzando inconscientemente. El helado aire azul estaba flotando, y
una fría sensación pasaba por su piel. El cantar de las aves se esparcía por el aire.

Mientras caminaba por el bosque, se encontró en un área abierta. Había un manantial frente
a Hiro. Era un brillante manantial rodeado por pilares. Del otro lado, había dos grandes
estatuas de bronce. Una esfera blanca flota entre ellos, emitiendo una divina luz. Al sentarse
y llegar a tocar el agua, había un susurro en el césped detrás de él. Entonces con un gran
golpe, Hiro se volteó.
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[Gracias por tu paciencia. Ahora me gustaría empezar con el bautismo.]

La Princesa del Santuario de la Doncella parada allí, tenía una piel tan fina y blanca como la
nieva que era visible. Sus pechos eran bastante visibles, y bajo el borde de su sexy pecho,
una delgada cintura. Si uno viera más, la base de las piernas y la forma entre ellas es visible.
El agudo, blanco y deslumbrante cuerpo femenino frente a los ojos de Hiro. Todo era visible;
sería aún mejor si no estuviera usando nada.

[¿Qué pasa?]

[Um… Bueno, ¿Qué es el bautismo?]

[Es para ser bendecido por el Espíritu del Rey.]

[¿Puedo hacerlo solo?]

[Este es un caso especial.]

[¿Qué es tan especial en ello?]

Trato de mantener su cara abajo y no mirar, pero podía escuchar el susurro y pasos en el
césped. Podía decir que la Princesa del Santuario de la Doncella estaba acercándose.

[No puedo hablar por mí misma. Pero puedo darte una prueba.]

Descubrió que la Princesa del Santuario de la Doncella se había agachado. Era porque sus
lujosos muslos atraparon los ojos de Hiro. Y entonces una mano fue colocada en su hombro,
y se movía lentamente para tocar la mejilla de Hiro. Quería ver, pero no podía resistirlo. Él
y la Princesa del Santuario de la Doncella se miraron a tal distancia que sus narices estaban
tocándose.

[…Mi corazón se siente tan a gusto por tu salvo regreso.]

Una sola lágrima rodo de sus ojos azules a su mejilla, tocando y rozando sus lindos labios.
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____________________________

[¡Tris! ¡Hiro no estaba allí!]

[Calma. 6ª Princesa, no debe correr por ahí así.]

[¡Pero no estaba en el bautisterio! Debe haberse perdido…]

[Me temo que no es posible ya que estaba con la Princesa del Santuario de la Doncella…]

[Y a dónde fue entonces… Estoy segura que está llorando.]

Liz volvió a sentarse en su silla y cubrió su cara con sus manos. Platos vacíos están yaciendo
en la mesa frente a ella. A sus pies está Cerberus, durmiendo con cara de placer. Sentado
a su lado puesto está Tris.

[No hay forma que un chico de 16 años vaya a llorar. Quizás—]

Se levanto con esa figura que le llamó la atención.

[Princesa, parece que está de vuelta.]

[¿Eh?]

Cuando se dio la vuelta, vio a Hiro en la entrada. Quizás por su bautismo, pero su expresión
está algo más cansada.

[¡Hiro! ¡Por aquí!]

Ella ondeó su mando y le llamó, y entonces Hiro lanzó su mirada a Liz.

[¡Jesús! ¡Estás tarde!]


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Incapaz de resistir el lento paso de Hiro, Luz corrió a él y tomó su mano y le hizo sentarse
a su lado.

[Hiro, te ves algo cansado, ¿estuvo duro el bautismo?]

[Sí, estoy cansado mentalmente.]

[¿En serio?]

[No sé a dónde mirar y, he sido tocado en muchas maneras.]

[Bueno, parece que hay muchas personas hoy aquí. Hiro tiene una cara más bien linda, así
que no es de extrañarse si un viejo se hace ideas equivocadas.]

[¿Huh? ¿Viejo?]

[Eran hombres viejos, ¿cierto?]

[¿Eh?]

[¿Eh?]

Con los dos inclinando sus cabezas, una sombra cayó entre ellos.

[—Celia Estreya-sama. ¿Cómo estuvo su desayuno?]

Cuando se voltearon, la Princesa del Santuario de la Doncella estaba parado entre ellos.

[Oh fue delicioso. Como se esperaba del comedor del Templo del Rey del Espíritu.]

[Me alegra escucharlo. ¿Le gustaría quedarse otra noche más hoy?]
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[Hm. Es muy tentador, pero tenemos que irnos pronto.]

[Qué mal. Sé que está ocupada con muchas cosas, pero espero que nos visite otra vez.]

[Volveré pronto. Necesito volver a recoger a mis hombres lastimados.]

No podían llevarse a los soldados lastimados. Porque desde este punto en adelante, no
saben qué pasará. Sería difícil protegerlos y pelear con ellos si una batalla da pie. Quizás
sintiendo los pensamientos de Liz, la Princesa del Santuario de la Doncella les asistió.

[Eso es. En ese momento, Hiro-sama también nos visitará. Estaría feliz de hablar contigo de
muchas cosas otra vez.]

[Oh um, sí. Volveré a visitar…]

[¿Hiro? Tu cara está roja. ¿Cogiste un resfriado?]

[No, e-estoy bien, ¿bien?]

[Fufu, supongo que me iré ahora.]

[Oh gracias por todo. Nunca lo olvidaré.]

[Es el deber de un sirviente del Rey del Espíritu ayudar a los necesitados. Si puedo ser de
utilidad, siempre pueden contar conmigo.]

[¡Muchas gracias!]

[He preparado unos caballos afuera. Siempre pueden usarlos como gusten.]

Entonces, mientras doblaba su cintura y se inclinaba, la Princesa del Santuario de la Doncella


se alejaba. Luego de verlo, Liz se sentó en la silla otra vez y vio a Hiro.
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[Hey, tu cara aún está roja, ¿sabes?]

Hiro entro en pánico cuando Liz se lo señaló.

[¡N-No, es solo tu imaginación! ¡Mejor aún, necesitamos adelantarnos!]

[¿Hm? ¿Por qué entras en pánico?]

Liz tiene un signo de pregunta en su cara mientras Hiro aleja su brazo.

[¡Vamos al curro!]

La Princesa del Santuario de la Doncella ha estado mirando su intercambio desde las


sombras por un rato. Cuando Hiro y la espalda de los otros estaba fuera de la vista, empezó
a caminar. Sus pies se dirigieron a la sección norte del Templo del Rey del Espíritu.

El área que solo la Princesa del Santuario de la Doncella le era permitido entrar— el Palacio
del Bautismo. Había una esfera brillando allí. La Princesa del Santuario de la Doncella miro
directo a ello. Era una hermosa chica con una reputación de nunca dejar de sonreír, pero
ahora, tenía una expresión que era rara.

[En qué estás pensando ahora… ¿Por qué decidiste invocar de vuelta a ese rey heroico? O
padre nuestro, el Rey del Espíritu. Por favor respóndeme.]

Un raro silencio cayo, como estar al borde del fin del mundo.

[¿Puedes responderme…?]

Con un suspiro, la Princesa del Santuario de la Doncella puso su atención a las dos estatuas
detrás de la esfera. Todos quienes vivieron en este mundo saben de los dos pilares de los
12 Grandes Dioses de Grantz.

Uno es una estatua de bronce de un chico guapo con una espada incrustada en la tierra—
el rey bravo que fundó el gran imperio, Leon Welt Altius von Grantz.
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La otra es una estatua de un hombre colgando de su cinturón su espada con ambas manos
y llevándola al cielo— el rey heroico que estableció el gran imperio, Herth Ray Schwartz von
Grantz.

[…Su Majestad Altius, por favor proteja a Su Majestad Schwartz.]

**********

Luego de dejar Natua, Hiro y el resto del grupo estaban cerca de la frontera del pequeño
país de Baum. Incluso eran menos de 70, el sonido de los caballos cabalgando en el suelo
todos a la vez podía hacer mover el corazón de alguien. Era Liz, claro, quien estaba
dirigiendo el camino. Maniobrando habilidosamente su caballo, su bello cabello rojo giraba
al viento. Hiro estaba tomado de su cintura con su brazo alrededor de ella.

[Y-Ya estamos en la frontera, ¿cierto?]

[Sí. Vamos a ir directo al territorio de Margrave Grinda.]

Tris, quien estaba yendo con ellos, hizo una mala cara por haber escuchado su conversación.

[El grupo de avanzada no ha vuelto. No sabes qué pasa allá. Siendo así, tendremos que
abandonar a nuestros caballos y caminar.]

[¿Aún crees que la mano de mi hermano ha estado en ello?]

[Es difícil decirlo con certeza. No queda mal ser precavidos.]

[Entiendo…]

Liz asistió y miro adelante. El camino entre el pequeño país de Baum y el territorio de
Margrave Grinda era un desierto.
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Un tercio del terreno del territorio de Margrave Grinda es estéril y le falta agua, y aunque
no está claro si esa es la razón, el área cercana a la frontera del pequeño país de Baum
también es seca y cubierta con tierra y polvo.

En una pequeña colina hecha de arena. Arenisca bajaba de una pendiente. Una tierra
desértica sin árboles o pasto. El grupo abandonó sus caballos en la entrada del desierto—

[Deberíamos tener cuidado desde aquí.]

Liz empezó a caminar por el desierto con sus ojos en los soldados. A ese paso, en cerca de
media hora más, entrarían al territorio de Margrave Grinda. Escondido detrás de los
acantilados sin sospecha, Liz y los otros procedieron con un paso cauteloso.

[Princesa. El equipo de avanzada no ha vuelto. Debemos asumir que algo ha pasado.]

[Sí… puede ser peligroso si seguimos yendo así.]

Liz concordó con las palabras de Tris y empezó a subir la roca con sus manos. Se movieron
a donde podían ver la frontera. Notando la ansiosa expresión de Hiro, Liz sonrió para
tranquilizarlo.

[Está bien. Es el territorio de mi tío.]

Era como si se lo dijera a sí misma. Terminaron subiendo el acantilado donde podían ver la
frontera, y Tris se arrastró al borde. Un rato después, una señal es enviada a Liz. El hecho
que no había vuelto y le llamó para ir, significaba que algo estaba mal. Liz se acercó a Tris
con una dudosa apariencia en su rostro, y mirando al suelo desde el borde del acantilado—

[¡¿—?!]

Liz se apresuró a cubrir su boca ya que casi gritaba. La escena extendida frente a ella era
nada más que desesperación. Incapaz de creer en sus propios ojos, Liz froto sus ojos otra
y otra vez. Aunque, el cruel paisaje seguía igual. Lágrimas salieron de los ojos de Liz.

[Qué ha pasado…]
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En la entrada del Territorio de Margrave Grinda, diez equipos de avanzada fueron expuestos
como miserables cuerpos. Debieron haber sido torturados, y a todos ellos les faltaba partes
de sus cuerpos.

Detrás de ellos estaban tres mil soldados equipados. Usaban armaduras de cuero con trapos
cafés alrededor de sus cabezas, exponiendo sus brazos y hombros. Colgando de sus cinturas
estaba una guadaña con una lanza con un escudo oval incrustado en el suelo.

El viento que soplaba en el desierto hizo que la bandera de la cresta del tigre ondee en el
suele café, apoyado en la parte superior.

[Parece como que es el Principado de Lichtine, ¿huh?]

Tris retorció su rostro en amargura y añadió. [Los lobos hambrientos del desierto, el
Principado de Lichtine— un estado nada más que brutal e inhumano. Las personas de un
país hostil solo tienen dos opciones: volverse esclavos o ser asesinados. Es por eso que es
un país donde la esclavitud aún existe.]

[Sé eso sin que me lo digan. Pero ¿por qué los soldados de Lichtine están aquí?]

Había estado bajo la influencia del Imperio Grantz por varios años, e incluso no había habido
una pelea en las últimas décadas. La razón para esto era la esclavitud.

El Gran Imperio había abolido la esclavitud, así que no podían redimir a los oficiales de
países hostiles que habían capturado en guerra o vendérselos a su gente en Lichtine. Lo
que es en las líneas de batalla, el Gran Imperio de Grantz era un favorito y, sobre todo, tan
poderosos como para ser engañados para atacar. Debieron pensar así.

[Ya que han desplegado sus fuerzas aquí, su objetivo debe ser la princesa, 9/10 de seguro.]

Tris les dio una feroz mirada a las fuerzas enemigas.

[El cómo saben que la princesa está pasando aquí es un misterio. Por ahora, volvamos al
pequeño país de Baum.]
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[No. No podemos involucrar a la Princesa del Santuario de la Doncella.]

[No creo que atacarían al pequeño país de Baum. Si lo hacen, incurrirán en la ira de muchas
naciones.]

[Esta es una invasión a un territorio noble. Es más, es contra del Gran Imperio. No creo que
esas personas dudarían en destruir el Templo del Rey del Espíritu.]

[Eso es…]

Liz abrió su boca mientras Tris murmuraba eso a su lado.

[Deberíamos hacernos nuestro camino aquí y unirnos a mi tío.]

[Si están aquí, significa que han violado el Fuerte Berg.]

Llegados a ese punto, tendrían que pasar el Fuerte Berg y entonces el Fuerte Alt en ese
orden. Considerando el hecho que las fuerzas enemigas sean encerradas en ese lugar, hay
una gran posibilidad que puedan caer.

[Y no pueden quedarse en el territorio del imperio para siempre. Siendo así, la Cuarta
Armada Imperial debería llegar a rescatarnos.]

[Si no aparecen, arrasarán las villas aledañas. Incluso pueden invadir el pequeño país de
Baum.]

Imaginando un futuro donde las villas y ciudades son quemadas, y las personas son
invadidas, Liz, quien apretó su puño y lo golpeó al suelo, miro a la armada del enemigo
debajo de ella.

[No puedo soportar la idea de personas inocentes siendo heridas por mí.]

[No podemos ganar. Si algo fuera a pasarle, Su Majestad—]


P á g i n a | 127

[Es el papel de la familia real pelear por su gente. No importa las circunstancias.]

[¿…No se rendirá?]

[Claro que no. Soy la 6ª Princesa del Imperio de Grantz.]

[…Bueno, no más. Iré contigo entonces.]

[Cuento contigo.]

Dejando la conversación, los dos se unieron a sus hombres quienes estaban ocultándose
detrás de las rocas cercanas. Parándose, Liz olvidó limpiar el polvo y lo primero era acercarse
a Hiro.

[Estamos por tener una fiera batalla. Hiro, vuelve al pequeño país de Baum.]

[¿Eh?]

[Hiro será una carga desde ahora, así que… Sería lo mejor para ti si no te quedas con
nosotros.]

[No, pelearé contigo.]

La resolución de Hiro parecía ser firme. Nunca había experimentado la guerra antes. De
hecho, cuando bajo su mirada, sus piernas estaban temblando del miedo.

[No, no puedo. Hiro, vuelve de donde viniste y huye.]

Liz le arrojo todos sus sentimientos personales y lo evitó, pero Hiro al momento estuvo
asustado, pero siguió.

[¿No te ayude con el ogro? Esa vez—]


P á g i n a | 128

Sintiendo la amabilidad de Hiro, la expresión de Liz estaba llena de deleite, pero fue
remplazada por confusión, lo que pronto se volvió en determinación.

[Seré honesta contigo. Me distraigo cuando Hiro está cerca. Así que no quiero que me sigas.]

Escuchando eso, el cuerpo de Hiro está temblando como si un objeto pesado lo hubiera
retenido. Aunque, Hiro apretó sus puños y dio un paso atrás. Debe haber muchas cosas que
quiera decir, pero nada se le viene a la cabeza, y está tratando desesperadamente de decir
algunas palabras. Sintiendo el afecto de Hiro, Liz puso su mano en su mejilla.

[Está bien. Realmente estaré bien… Te veré más luego.]

Como si lo protegiera, Liz dijo esas palabras con bastante gentileza.

[Gracias… por venir conmigo.]

Si hablará algo más, seguramente desearía que se quedará con él. Liz tomó las mejillas de
Hiro como si estuviera arrepintiéndose de perder la vida y—

[El viaje se acaba aquí. Ha sido muy divertido.]

Ella dijo su despedida.


____________________________

[¿Estás segura que esa fue la forma correcta de decir adiós así?]

Tris pregunto en una voz gentil.

[Sí, será una dura pelea. No hay necesidad de involucrar a Hiro en ello.]

El chico era un santurrón no importa qué tan lejos fuera, y si Liz se lo hubiera dicho, él
habría de pelear hasta el final. Es por eso que quería que viviera. Esa amabilidad no es algo
que puedas andar dando por aquí.
P á g i n a | 129

[¡Vienen!]

Cuando Liz gritó a la negra masa flotando en el cielo, tiñendo el cielo como una neblina de
nubes. La forma en que cae con fuerza mientras dibuja una línea parabólica es como un
torrencial aguacero.

[¡Agáchense y suban sus escudos!]

[¡Sí!]

Al instante, cientos de flechas cayeron al suelo— un rugiente sonido domino el campo de


batalla como si un gran número de bloques de hielo hubieran caído. Cuando el sonido salió,
un gran número de flechas perforaron los escudos de la infantería pesada armada.

[¡Hagan un muro!]

Liz dio instrucciones. Es tan grande como para seis adultos pasar hombro a hombro por la
infantería armada estancando sus escudos y preparándose por el ataque enemigo del frente.

El lugar que Liz y los otros escogieron para la batalla era una estrecha banda de tierra entre
los acantilados de ambos lados.

— La primera cosa es hacer uso de las ventajas del terreno para superar la desventaja de
número. Incluso si hay unos 3000, no pueden derrotar a los acantilados para avanzar.

Por ello, naturalmente se volverá una batalla entre un pequeño número de personas. Liz
lanzó una lanza al enemigo aproximándose.

[¡Goahh!]

Aunque golpeara al objetivo, un nuevo enemigo está aproximándose.

[¡Arqueros! ¡Disparen!]
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Tan pronto como el Emperador de las Llamas fue movido verticalmente, muchas flechas
pasaron por sobre su cabeza desde atrás. Las flechas disparadas a rango cercano golpearon
a solo uno de ellos.

El frente de línea del enemigo había caído a la destrucción, impidiendo su progreso y


causando que los soldados enemigos en la línea trasera cayeran. Sin embargo, al pisarlos,
los soldados enemigos no perdieron su impulso mientras avanzaban.

[¡Wooooo!]

Un aire de rugido sacudió sus tímpanos.

[¡Princesa! ¡Hágase atrás!]

La infantería pesada armada apretaba sus dientes mientras forzaban sus brazos. Un cambio
en la dirección del viento causo que el polvo envolviera a la infantería pesada. Un momento
después, un golpe— el sonido de una colisión pudo escucharse, y al mismo tiempo, el sonido
del metal golpeando entre sí pudo escucharse también.

[¡Hah!]

Alejando el polvo por la presión del viento, Liz lanzó al Emperador de las Llamas. Sintiendo
la respuesta, Liz lo saco y movió al otro lado. Mientras sintiendo la presencia del enemigo,
Liz ataco sin pausa.

Cuando el vendaval de viento golpeo por el muro y limpio la visión, los alrededores de Liz
están llenos de cuerpos muertos. A una corta distancia, allí está Tris, quien golpeo al
enemigo con su lanza.

[¡Princesa! ¡No se aleje! ¡Vuelva!]

[¡Aún no! ¡Me encargaré del enemigo aquí tanto como pueda!]

El enemigo llego a Liz mientras iban bajando por el estrecho pasaje.


P á g i n a | 131

[¡Uraaah!]

[No hay forma que ese ataque pueda darme.]

[¡Gobuuuh!]

Ella pudo cortar el ataque de los soldados con su sola espada.

[¡Guraaahh!]

[¡Guraaah!]

Cerberus saltó y cortó el cuello de los soldados enemigos con sus dientes. Saltó a los
soldados enemigos uno tras otro, cazando sus vidas. El pelaje blanco de Cerberus se tornó
rojo en nada. Liz uso su pierna derecha mientras un eje mueve el Emperador de las Llamas
a su izquierda.

[¡Phew!]

Ella cortó el brazo de uno de los enemigos que estaba tratando de ir tras ella.

[¡Agaaaahh!]

Ignorando a los enclenques que gritaban, apuñalo al enemigo al borde de su visión y lo


mató. Aprovecho el impulso y retorció su cuerpo, dejando la cabeza del enemigo a su
izquierda.

[¡Agouuuhh!]

Finalmente, cortó la cabeza de un debilucho que había perdido un brazo.

[Voy a comprarles algo de tiempo.]


P á g i n a | 132

Una masa de llamas fue sacada de la Espada Roja y explotó como si fuera a engullir el área.

[¡Hyii, retirada!]

Al momento de ser presionada por las estrechas líneas largas no iba a detenerse tan
fácilmente. La mayoría de los enemigos decapitados fueron quemados a morir, y el olor de
la quemazón empezó a pasar por el campo de batalla. Liz corrió y cortó y decapitó a los
divididos enemigos que estaban entre ella y sus aliados. Por el tiempo que se unió a Tris, el
camino de cadáveres se había creado.

[¡Princesa! ¿Está herida?]

[Estoy bien. Aún hay muchos enemigos allí afuera. Necesitamos estar listos para los
siguientes.]

Con poco más para pensar, Liz no puedo evitar pensar en Hiro. Fue un terrible adiós. Cuando
pensó en la agonizante cara de Hiro, se llenó de arrepentimiento. Si pudiera verlo otra vez,
se inclinaría a él sinceramente y le pediría su perdón. Pero no hay punto en reflexionar en
eso antes que la batalla acabe.

La batalla solo acaba de iniciar…

Liz chasqueo y palmeo la cabeza de Cerberus. Decidió preocuparse en si podía sobrevivir


apropiadamente.

[¡El enemigo se está acercando!]

[¡Vayamos a patear sus traseros! ¡Arqueros fuego! ¡Infantería pesada avancen!]

La primera fila de infantería pesada se movió con sus escudos listos sin brechas entre ellos,
bajo la cubierta de los arqueros. Los rostros de los soldados enemigos en frente de ellos
todos tenían apariencia de atónitos, pero no se les permitió detenerse. Porque si se
detuvieran, serían atrapados por los alineados enemigos detrás de ellos.
P á g i n a | 133

Tan pronto los dos lados chocaron, la infantería pesado lo retuvo, pero las fuerzas enemigas
siguieron. Las puntas de las lanzas salían de la brecha entre los escudos, y la infantería
pesada se detenía por el peso de los soldados enemigos caídos. Entre tanto, la segunda
línea de la infantería pesada estaba esperando en las cercanías para unírseles.

[¡Vamos a darles marcha atrás!]

No hay mayor inspiración que un comandante peleando en la línea de frente. De hecho, no


hay miedo en la cara de los soldados, solo una voluntad de defender a su Señor. A pesar
de la desventaja numérica, el entusiasmo le gano al miedo. Desde el punto de vista del
enemigo, no hay nada más problemático que esto, y los soldados enemigos son fáciles de
matar. Sin embargo, lo que da miedo es llegar al momento en que no puedan reconocer a
sus alrededores.

[…No jodas.]

Liz lo notó y murmuró mientras miraba al cielo. Su cara estaba pálida. Quizás por el
momento, la infantería ligera empezó a moverse, dejando a su Señor atrás.

[¡Princesa, está herida en alguna parte!]

[¡Tris! ¡Arriba!]

La voz era un grito inquietante que parecía un llanto.

[¡De prisa, escudos! ¡Cerberus, por aquí!]

Ella abrazó a Cerberus con su mano izquierda y ondeó su brazo derecho a sus aliados en
señal, pero ya era muy tarde. La infantería ligera miró al cielo en un chaz; sus pensamientos
se detuvieron.

Unos momentos luego, un puño de puntas de flechas llenó el cielo y volaban juntas. Los
ataques del enemigo, los cuales incluso involucraron a sus aliados, hicieron la batalla caótica.
Las flechas que llenaron el suelo y el pequeño montaje de agujas que dotaba el suelo en
lugares que apenas se podía discernir si eran personas, era imposible decir si eran enemigos
o amigos.
P á g i n a | 134

El hecho que ni una solo persona se moviera significa que la unidad de infantería ligera pudo
fingir haber sido eliminada.

[¡Princesa, ¿está bien?!]

Unas cuantas flechas se clavaron en la espalda de Tris, pero por el movimiento, no parece
haber llegado a una herida fatal. La situación de la batalla ha cambiado completamente, y
la infantería pesada que ha entendido la situación actual está en un estado fatal.

Tris abrió su boca como si estuviera tratando de conseguir algo de vida en ellos.

[¡La infantería pesada debe reagruparse de inmediato! ¡Refuercen la entrada y contengan


el avance del enemigo!]

[¡Haa!]

Se le olvidó el dolor de sus propias heridas mientras dejaba las instrucciones y corría a Liz.

[Eso nos cogió con la guardia baja…]

La cara de Liz se retuerce del dolor, y sacó la flecha metida en su brazo izquierdo con su
mano derecha y la lanzó lejos. Mientras Cerberus lucía ansioso al fluir de la sangre, Liz le
palmeo en la cabeza para protegerle. Un número de armada pesada pasó luego de ellos y
rápidamente construyeron un muro de acero en la línea frontal.

[Tenemos que ir por ellos de inmediato…]

[Solo átalo, y estará bien. Prefiero ver el daño…]

[Se lo dejaré a otros.]

[¡Capitán Tris!]
P á g i n a | 135

Uno de los de la infantería pesada interrumpió al viejo soldado que estaba cerca de regañar
a Liz. Tris se dio la vuelta en forma de enojo al estar acercándose en tal emergencia.

[¡¿Qué es eso?!]

[¡Hay un cambio en el movimiento del enemigo!]

Una vena apareció en la frente de Tris al reportar el objetivo.

[¡Necesitas hacer un reporte apropiado!]

[P-Pero… ¡Mira eso!]

El soldado señaló a la incompresible escena. Dos ciento o más soldados Imperiales se


alinearon en una línea, sus brazos atados alrededor de sus espaldas. Un hombre entre las
fuerzas enemigas se detuvo por la brecha.

[Mi nombre es Vile Narmel Lichtine, y tengo algo interesante que mostrarles…]

[Qué irá a hacer…]

El hombre dibujo un arco que sostenía en su cintura y colocó su pie en el hombro del soldado
Imperial, forzándolo a inclinar su cabeza con todas sus fuerzas. De inmediato, una espada
fue movida, y la cabeza del soldado Imperial salió volando. El hombre golpeo el sangrentado
cuerpo y entonces movió su mirada a Liz con una sonrisa en su boca.

[¡Oh 6ª Princesa! Si estás dispuesta a rendirte de inmediato, detendré la ejecución. Si aún


continúas resistiéndote, les cortaré las cabezas a todos los soldados Imperiales aquí.]

[¡Tienes que estar bromeando!]

La cara de Tris se encendió con enojo. Liz oyó en silencio, luciendo como si fuera a llorar.
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[Igual no me importa. Como sea, vas a ser capturada, sabes. Y serás una esclava. ¡No
vivirás sola! ¡Cuidaré de ti cada día! ¡Todos los días!]

Como una operación, las cabezas de los soldados Imperiales eran rebanadas con
indiferencia. Era un espectáculo de fuerza para hacerles perder la voluntad de luchar.

[¡Vamos, toma tu decisión! ¡Sexta Princesa, Celia Estreya!]

La sangrienta espada brilló a la luz del sol.


____________________________

Hiro se sentó solo en una roca y miro al suelo. La única cosa que pasaba por su mente era
su propia insuficiencia en ser tan lamentable.

¿Por qué vino a este mundo, y por qué no tiene poder? Pero con la habilidad de solo ser
capaz de ver bien, no puede siquiera luchar por ella.

¿Para qué vine aquí…?

Su triste sonrisa apareció en su mente. Deseo que le pidiera luchar con ella. Incluso si es
una batalla que no puede ser ganada, no ha sido capaz de pagar la deuda de gratitud por
el cuidado que recibió en este mundo.

Pero… si se torna en una lucha, estoy seguro que no será capaz de soportarlo.

Todo está bien, pero Liz, la que protegió a Hiro, podía lastimarse.

Luego de sacudir su cabeza, Hiro miro al cielo. La fuerte luz del sol brillo en la seca tierra.
La oscura brisa evoco irritación y le hizo sentir algo indescriptiblemente mal.

¿Qué debería hacer ahora…?


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Dejo la roca y se dio la vuelta a ver los remanentes, y allí está ella al final de ese camino.
Por ahora, la batalla habría empezado. Tres mil en números, contra menos de cien, es inútil.
Pero Liz es fuerte. Incluso para su inexperto ojo, es por eso. Por favor ayúdala a reunirse
con Margrave Grinda a salvo, Hiro le oro al Espíritu del Rey.

[…Vamos.]

Cerró sus ojos como si descartara su amor no correspondido y trato de irse rápidamente.
Sin embargo, de inmediato se detuvo.

¿Qué…? ¿Personas?

El sonido de muchas pisadas podía escucharse, pero eran las voces que eran llevadas por
el viento. Se escondió tras una roca, y entonces vio un grupo familiar de personas saliendo
de una brecha en un acantilado.

[¿Es justo allí?]

[Sí, en esta área está el pequeño país de Baum. Si seguimos yendo al sur por la frontera,
deberíamos poder llegar detrás de la Sexta Princesa.]

[¿Hay una villa por aquí?]

[Solo sé paciente.]

[Le cogimos pelea al Imperio. Es inútil para mí a menos que pueda conseguir tres esclavos.]

Aunque no podía seguir el rastro del número, un gran número de soldados estaban saliendo
de las sombras. Son soldados del Principado de Lichtine. Todos los hombres tienen cuerpos
bien entrenados, sin vergüenza exponiendo su morena piel mientras procedían por el camino
del que Hiro venía con una mala cara.

[Luego de capturar a la Sexta Princesa, todo lo que queda es quemar las villas cercanas. A
pasarla de posta.]
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[La Sexta Princesa… ¿sería alguien que se enoje conmigo si la molesto?]

[Bueno, estoy seguro que solo te quitarán la cabeza.]

[Espero que valga la pena.]

Gyaha, las personas avanzando con risas vulgares, hicieron que Hiro sintiera enojo y por
voluntad saltara desde atrás de las rocas. La vista del chico apareciendo de pronto hizo que
los soldados enemigos se sentarán, pero de inmediato levantaron su guardia. ¿Cuál es el
miedo infundado al chico que apareció mientras les temblaban sus piernas del miedo?

[…Un chico perdido, ¿huh?]

[Un chico, ¿huh? Solo es una mujer.]

El vulgar soldado dejo caer sus hombros en consternación. Pero pusieron sus manos en sus
barbillas y miraron a Hiro con una mirada nerviosa.

[Pero se luce muy bien. Estoy seguro que se venderá bien. ¿Debemos atraparlo?]

[No, solo se meterá en el camino. Solo mátalo.]

Sería problemático si lo reporta el pequeño país de Baum. Los serios soldados murmuraron
y sacaron sus espadas. Pero el vulgar soldado extendió su brazo para detener a los soldados.

[Espera, espera, me ocuparé de ello.]

[No pierdas nuestro tiempo.]

[Sí, sí, bueno, yo haré el trabajo, y ustedes pueden observar. ¿O quieren apostar?]

De inmediato, una dichosa voz llego de los soldados en el fondo.


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[No hay mucho para apostar.]

[El chico está muerto. Salgamos de aquí.]

[No perdamos mucho tiempo en ello. Su Excelencia te matará.]

[Lo sé. Solo dame un segundo.]

El vulgar hombre tomó el hombro de Hiro con su mano izquierda. Clavó su lanza en su mano
derecha en el suelo y en lugar de sacar la guadaña y presionarla con fuerza contra el cuello
de Hiro.

[¿Tienes tanto miedo para hablar? No te preocupes; no lastima. Te daré un corte fino en tu
nuca.]

El brazo derecho del hombre vulgar se extendió. Estaba por rebanarlo desde la distancia
con gran vigor. El cuerpo de Hiro estaba temblando del miedo. La sonrisa del hombre se
profundizo mientras imaginaba que tipo de grito escucharía, pero—

[Lo siento…]

Hiro murmuro.

[Es muy tarde para rogar por tu vida ahora.]

El hombre palmeó los hombros de Hiro como para reconfortarlo y trató de sacudirlo con
todas sus fuerzas.

— Pero el brazo no se movió. Con una dudosa cara, el hombre miró al lugar donde su brazo
había estado. Por fin notó que lo había perdido desde el inicio de su hombro derecho.

[¡¿Ah?! ¿Q-Qué? ¡Udeaaaghhh!]


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Puso su mano remanente en sí como si tratara de detener la sangre que se había salido.
Sin embargo, la sangre salía de entre sus dedos y no se detuvo.

[¡¿Aaaagaaahhh?!]

El hombre sufriendo por el severo dolor rodo en el suelo. Y había alguien quien miró en
despreció con ojos fríos.

— Era Hiro.

En su mano, el brazo arrancado del hombro del hombre fue apretado. La base del brazo—
con sangre cayendo al suelo estaba siendo succionada por el suelo.

[Ah.]

Hiro ciertamente lo escuchó dentro de sí.

[Ya veo…]

El terrible sonido de algo rompiéndose resonó dentro de su cuerpo. Nunca volverá a la forma
que era. Debió de haber estado completamente roto.

[Yo…]

La sensación de claridad en algún lugar de su cabeza le refresco. Hiro luego saco la lanza
que perforó la tierra.

[¡Maldito chico!]

Perforó el pecho del enemigo acercándose. Le robó la espada de la cintura de su enemigo


mientras estaba por caer.

[¡Oraa—!]
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Le cortó la cabeza al siguiente enemigo. Puede sentir el poder expandiéndose por cada
rincón de su cuerpo.

[¿Qué carajos están haciendo? ¡Rodéenlo!]

Asesino a otro enemigo y tomó la lanza y la clavó a un costado. Las cabezas de tres soldados
enemigos volaron por el aire. El muro que estaba suprimiendo el cuerpo del chico por
completo ha desaparecido. Pudo sentir su cabeza más clara. Pudo sentir su cuerpo
volviéndose más y más ligero. Pudo sentir sus cinco sentidos ser más afilados. El chico— se
dio cuenta que su anterior yo había vuelto. Como si lo confirmara, apretó sus manos, dos o
tres veces.

[…]

No hay emoción flotando en los ojos del abismo; solo hay la nada.

Solo oscuridad.

Solo profundidad.

Solo frío.

— Las cortinas de la matanza se han levantado.

*************

¿Qué fue mal? ¿Qué hice mal?

La cabeza del hombre se fundió solo con esas palabras. Hubo tiempo de sombro hace un
rato, pero tal cosa no hay ahora. Todo lo que podían hacer ahora era escapar del enemigo
que les perseguía desde atrás.
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Solía ser un esclavo, pero fue liberado por el desarrollo de sus propias habilidades al avanzar
su conocimiento. Su vida finalmente estaba empezando a volver al ruedo, pero había
encontrado algunas cosas desagradables.

Además, ¿dónde están todos esos amigos que estaban con él?

Habrá unos 500. ¿Qué diablos está pasado?

500 hombres asesinados por un solo oponente sin más que una sola espada. Si esto no es
un sueño, entonces el único monstruo que podía hacer cosa es un ser espiritual. De pronto,
el hombre se detuvo luego de llegar a ese pensamiento.

¿Podía ser que era ese tipo de espíritu…?

Escondido tras una roca para recuperar su aliento. Luego de eso, probablemente se dirigió
a reportar a su comandante. Vigilando sus alrededores, Karelis decidió aclarar su cabeza
con su respiración.

Eso es. Si no fuera por los espíritus, no hay forma que Dagner hubiera muerto en tal
antinatural forma.

Le hizo estremecerse por recordarlo ahora. Antes que pudieran marchar, un chico apareció,
y el brazo de Dagner fue arrancado mientras trataba de eliminarlo. Desde allí, la imparable
matanza empezó. Todo quien lo confrontaba era asesinado, y esos que huían eran
decapitados desde atrás. No hay emoción en la cara del chico mientras mataba gente tan
fácilmente. El recuerdo de la cara del chico hizo que su cuerpo temblara del miedo.

Cómo pasó esto… Debió haber sido un trabajo fácil. ¡Solo tenía que ir tras la Sexta Princesa!

Ni siquiera está frío, pero su cuerpo se está agitando, y sus dientes se golpean entre sí. Ni
un sonido debía hacerse. El chico lo notará. Karelis presionó su boca. Hay una grieta— y un
sonido de la roca salió. Cuando Karelis cerro sus ojos, un sombrío viento acaricia su mejilla.
El miedo era tan grande que casi lo volvió loco.

No quiero morir. No quiero morir. No quiero morir. No quiero morir.


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Pero— la desesperación no se le escapo.

[…Te ofrezco dos opciones. Tomar tu propia vida, o dejarme tomar tu vida.]

[¡Hyii, p-por favor, perdóname! No sé lo que hice, pero fue mi culpa. ¡Así que por favor
déjame ir!]

El chico miro a Karelis, quien bajo su cabeza, con ojos inorgánicos.

[Por favor. ¿Qué hice para merecer esto? ¡No hice nada! He perdido a mis amigos, ¿qué
más quieres que haga—? ¡¿Gahh?!]

Karelis fue tomado por el cuello y levantado. El corazón de Karelis cedió por completo a este
punto, ya que no sabía qué tipo de poder tenía los delgados brazos de Hiro.

[¡Por favor, no hice nada! ¡Por favor no me mates! ¡Aún no quiero morir!]

[Aún no has hecho nada. Pero puedes hacer algo si te dejo ir. Es mejor morir. Alguien puede
lastimarse por dejarte ir. Y no puedo soportarlo.]

[Q-Qué con eso… ¡Es por eso que los estás matando! ¿Realmente crees que eres un Dios?]

[Sí… supongo que ahora soy un Dios.]

[Ogooh— ¡¿Pubuh?!]

Una reluciente espada le cruzo el pecho y escurrió sangre de su boca. Mientras la consciencia
de Karelis se desvanecía, recordó una vieja historia. Era una historia común que los padres
le leían a sus hijos que se quedaban hasta tarde.

Cuando se quedaban hasta tarde—

— La Interminable Desesperación viene para tomarte.


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____________________________

Un hombre con su parte alta expuesta y su parte baja vestida en seda llamativa con
ornamentación dorada y plateada. Era de piel morena como los otros soldados, pero su
bendecido cuerpo y la atmósfera que exudaba lo alejaba del resto.

Vile Narmel Lichtine.

El tercer hijo del principado, era el comandante de un destacamento de la armada del


Principado de Lichtine. Su mirada se fijó en la princesa de cabello rojo fisgoneando entre
los acantilados.

[Eres bastante terco, ¿no? Eso es intrigante.]

Detrás de él, dos cientos soldados Imperiales que estaban alineados con ambas rodillas en
el suelo. Vile dijo mientras cortaba las cabezas de unos sin pensarlo un segundo.

[Bien, es suficiente. Maten a todos. Y trae a ese chico a mí.]

Los soldados del Imperio no pudieron resistir, fueron apuñalados en el pecho, sus gargantas
fueron arrancadas, y todos sus cuerpos fueron cortados, dejando solo a uno de ellos para
ser asesinado. La sangre saliendo de los cuerpos humedeció la tierra seca.

Y un hombre con una gran cicatriz en su mejilla fue llevado frente a Vile.

[¡Dios!]

Una voz que parecía el grito de una chica de cabello rojo se escuchó. La cara de Vile se
deformo de diversión.

[Kuku, haha, aah… ¡Bueno! ¿No es esa una maravillosa voz? ¡Por fin estás de ruidoso!]
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Se paró en la cabeza de Dios, quien apretó sus dientes en frustración.

[Por la cara de pánico… parece que eres un miembro de los ayudantes de la Sexta Princesa
o así.]

Un hombre que mostró una orden de peso de magnitud más grande que otros soldados del
Imperio cuando atacaron el Fuerte Alto. Está bendecido con una buena fuerza física, y el
hecho que fuera capturado con vida, pensando que su esclavitud duraría por mucho tiempo,
probo ser un éxito.

[Parece que he sido suertudo.] Dijo Vile.

[Finalmente voy a poder capturar a laSexta Princesa, gracias a ti. Qué, no te preocupes.
¡Me ocuparé de ella frente a ti!]

[¡Gahah!]

Luego de patear a Dios en la cara, Vile alzo su voz a la chica pelirroja.

[¡Si quieres que este hombre vuelva a salvo, entonces debes rendirte sin más!]

Aunque no podía ver la expresión de la Sexta Princesa, viendo que estaba siendo detenida
por un soldado, estaba seguro que ella estaba de mal genio. Un empuje más… pesando en
eso, Vile movió su espada al hombro de Dios.

[¡¿Uguh?!]

El brazo que fue cortado fluyo en lo alto del cielo y cayó al suelo mientras giraba.

[¡Goooohh!]
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Dios lo soportó, apretando sus dientes. Había perdido su brazo; el dolor pudo haberlo
noqueado de un solo. Sangre fresca salía como una vigorosa corriente, y Vile le hizo una
señal a su hombre.

[¡Detén el sangrado!]

[¡Ha!]

De inmediato, su hombre saco un trapo y lo envolvió alrededor del hombro de Dios. Apuñaló
el brazo caído con su espada y lo movió con vigor, lanzándolo a los pies de la chica pelirroja.

[Oh, Sexta Princesa. ¡Si no lo trata rápidamente, tu precioso subordinado morirá! ¡Hahaha!]

Ahora, atacar, rendirse, o lo que sea que quiera hacer, lo hará. La imagen de la Sexta
Princesa llorando estaba flotando en la mente de Vile. Solo imaginarlo era suficiente para
hacerle pasar el placer por él.

La torturaré, violaré, la trataré como basura. Dejaré que todo el Imperio la vea llorar y
gritar, Vile pensó.

Vile no podía contener su risa mientras imaginaba ese futuro cercano. Aunque no duro
mucho—

[¡Su Majestad Celia Estreya Elizabeth von Grantz!]

Dios gritó.

[¿Hm?]

Vile miro a Dios con una cara de duda.


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[¡Siga luchando! ¡Incluso si muero, mi alma está contigo, junto al Gran Imperio de Grantz!
¡Haga sus sueños realidad! ¡Realice el gran sueño del que una vez hablo hacer!]

[¿De qué estás hablando?]

[¡Si ese sueño se hace realidad, entonces ceda mi alma a los Doce Dioses de Grantz!]

[¡Cierra la boca!]

[¡Gunuhh!]

Uno de los hombres de Vile pateó a Dios en la cara, pero siquiera se movió un poco. Vile
apartó la mirada, presionado por la dureza de los ojos de Dios. Luego de escupir un poco
de sangre, Dios continúo.

[¡El camino en el que está es difícil, y muchas dificultades serán encontradas! ¡Pero nunca
se detenga! ¡Vaya más allá de los cuerpos! ¡Debe seguir adelante en el Camino Alto!]

[¡Deja de hablar!]

[¡Ugaah!]

Dios fue pateado en el hombro donde perdió su brazo, y cayó al suelo. Vile, quien estaba
mirándolo del enojo, de inmediato regreso su atención a la Sexta Princesa. Ella estaba por
desaparecer en el otro lado del muro de hierro.

[¡Espera! ¡¿No te importa lo que le pase a este tipo?!]

De prisa agarró el cabello de Dios e hizo que lo viera. Pero la espalda de Liz ahora está
escondida detrás del acantilado.

[Kuku, eso es mucho. Solo date prisa y mátame. Miladi nunca será tu esclava.]
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[…Ya veo. Entonces te humillaré hasta arrancártela con todo mi poder.]

Aplastó la cara de Dios en el suelo y se paró en él con sus tacones repetitivamente con
vigor. Continúo moviendo sin piedad sus tacones en Dios, quien siquiera grito, como si
sacara su frustración.

[Hmph, puedes sentarte y ver a tu princesa ser contaminada en el después de la vida.]

Cuando Dios dejo de temblar, Vile cortó su nuca y lo lazo a los pies del hombre.

[Tenlo expuesto. Exponlo así todos podrán verlo mejor.]

Sin siquiera una mirada a su cabeza, como si hubiera perdido interés, Vile levantó su
sangrienta espada y gritó con fuerza en el campo de batalla.

[¡Todas las tropas, a la carga!]

*************

[¡Vengaremos a todos! ¡Protejan a la princesa a toda costa!]

La voz enojada de Tris resonó por los acantilados. La infantería pesada en silencio golpeó a
sus escudos. Los arqueros lanzaron sus flechas y detuvieron al enemigo de siquiera respirar
bajo esas instrucciones. Siendo más, estaba la figura de Liz con su cara hacia abajo. Sus
párpados estaban rojos, hinchados y dolían. No había señal de la chica que estaba llena de
energía.

Hiro…

Ella piensa en el chico con la cara más amable. Probablemente no tiene idea de cuán
tranquilizadora su presencia había sido en este viaje. El desconocido chico que la siguió
incluso sin saber lo que iba a pasar.
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El chico de buen corazón que se quedó con ella hasta el fin del viaje, sin nunca expresar
debilidad. Cuando dijo que pelearía con ella, casi lo abraza de la felicidad.

Quería disculparme…

No queda más energía para pelear. Ella ya no podía soportar el pensamiento de alguien más
muriendo. Solo unos cuantos soldados privados quienes la acompañaron en su viaje habían
sobrevivido. Eso sería borrado en menos de un segundo.

Hiro… estoy tan cansada.

Sostuvo sus rodillas y hundió su cara entre ellas, rechazando al mundo. La chica, cuyas
lágrimas ya se han secado, cerro sus ojos mientras se quedaba dormida. Su consciencia
llego a las profundidades que ni le importo el ruido del campo de batalla.

Por eso, no lo noto.

— El cambio en la situación de la guerra.

La brillante luz del sol baño la tierra en el desierto con fuerza, y entre el polvo mezclado con
el calor y la sangre del campo de batalla, un terrón de la más profunda oscuridad cayó al
suelo como una gota de agua.

Cayó desde el cielo y con éxito abriendo la distancia entre ambos lados. Todos dejaron de
pelear y miraron a ello con caras curiosas.

Negro y brilloso cabello como laca está danzando en el viento. Los ojos estaban llenos con
una fría razón y emitieron una clara luz negra. El chico, usando ropa que parecía rencarnar
la oscuridad, en silencio atrapó al enemigo.

[…]
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El chico levemente movió la espada de blanco plateado en su mano. Una gentil briza paso
por las fuerzas enemigas. Un momento después— una salpicadura de sangre se alzó de
varios soldados.

No tomo mucho tiempo que ello cubriera todo su campo de vista. Los soldados enemigos
que han sido manchados con la sangre de sus compañeros están llenos de preguntas. Sus
cerebros parecen haber dejado de pensar, incapaces de entender al ver a sus compañeros
caídos.

No tienen idea de por qué la sangre ha caído en ellos o qué ha pasado. El tiempo en el
campo de batalla se había detenido, con la única excepción siendo el chico, que empezó a
caminar lentamente. Sin mirarlos, el chico movió su espada a un lado, y las cabezas de los
soldados enemigos que han estado viéndolo con asombro salieron volando.

Retorciendo su cuerpo, las espadas blancas cortaron los esqueletos de dos soldados
enemigos. Antes que se pudiera ver una mancha de sangre, dio un paso adelante y corto a
una persona, y dos pasos adelante y corto a tres personas.

El chico remplazo la espada de blanco plateado en su mano izquierda y cogió una lanza que
ha caído al suelo. Lo lanzó al azar, y perforó los cuellos de cuatro tan fácil como dispararle
a una manzana. Por eso, clavo su espada izquierda por la garganta de un asombrado
enemigo y cortó el cuello del enemigo a su par como si estuviera acariciando su cuello.

Luego de llegar tan lejos, cualquier persona volvería a sus sentidos. Un grito vino de los
soldados enemigos. Es tan ruidoso que el cuerpo del chico salió volando.

[¡Q-Qué es ese bastardoooo!]

[¡Qué rápido!]

Una brillante espada blanca cortaba el aire, y los torsos de los soldados enemigos se
separaron y cayeron en el suelo con un sonido ensordecedor.

[¡Urraaahhh!]
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[¡Ah!]

Navega en el pecho del enemigo, que mueve su lanza y estaca su espada en el pecho. El
impulso de cosechar de la vida de dos hombres, y el chico golpea el suelo y salta al cielo.
Con un ruido sordo— varias lanzas se clavaron en el lugar donde estaban antes. El chico
que dio un salto atrás en el aire danzaba en el medio de los enemigos.

[¡Haahh!]

Ondeó sus brazos, dos y tres veces para tallar una cruz. Un número de líneas blancas fueron
creadas en el espacio, y los enemigos cercanos se volvieron cadáveres de una vez sin
siquiera sentir dolor. El chico rebaso la armada enemiga tan fácil como si estuviera
aplastando hormigas.

El campo de batalla estaba cambiando a un rápido paso, y Tris fue incapaz de hablar. Tris
no es el único en silencio. Los soldados en su lado también estaban prestando atención al
chico así no lo perderían de vista.

Un extraño aire envolvió el campo de batalla. Una masa negra lentamente erosiona el campo
de batalla como agua mojando ropa. La línea frontal del enemigo ha colapsado por
completo. Será bastante difícil reconstruirlo desde ahora.

Las caras de los soldados enemigos en la línea frontal estaban distorsionadas del miedo, y
sus expresiones hablan de querer huir ahora. Sin embargo, se dio la orden de atacar, y no
se les permitió retirarse debido a estar presionados por sus aliados cercanos.

La única cosa que podían hacer es caer presa de la oscuridad.

[¿Es ese… chico?]

Tris inclino su cabeza mientras miraba al chico que estaba devastando las líneas enemigas
con la espada de blanco plateado en mano. Incluso desde la distancia, no tenía la misma
atmósfera débil la cual tenía cuando se encontraron.
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Era como si hubiera cambiado como si estuviera poseído por algo.

[¿Y qué es esa espada?]

No importa cuántos enemigos asesine, su espada nunca será cubierta en sangre. La bella y
brillante espada blanca y plateada continúa brillando con la misma luz brillante como lo hizo
al principio.

No es de extrañarse que Tris no sepa al respecto.

Eso es— era lo que una vez se le llamó la Espada de los Héroes.

La espada de un rey que salvó a un país que estaba al borde de la destrucción y conquistó
los países cercanos. Luego de mil años, la legendaria espada fue enterrada en la gran
historia y llamada la espada perdida.

Herth Rat Schwartz von Grantz, el Segundo emperador del Gran Imperio de Grantz.

En su saber, está escrito. Hay una espada en las negras manos del rey que controla los
cielos, la tierra, y las personas. La espada invencible que seguramente le traerá la victoria.

Nadie aquí sabe lo que pasó en esos días.

Pero si estuvieran aquí, habrían sido superados por la emoción. La espada es blanco puro
en ambos picos de la espada y la empuñadura como si fuera cubierta por la nieve, sin una
sola mancha, y la hoja presume un filo que brilla como incontables estrellas parpadeando
dispersándose.

Sostenida por el chico de ropa negra, lo que uno asocia son las estrellas flotando en el cielo
nocturno.

El Quinto Emperador del Espíritu de la Espada. Era dicho ser la última y más hermosa
espada—
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— El Emperador Celestial.

Fue el momento cuando apareció otra vez en este mundo.

[¿El enemigo… se está retirando?]

Alguien en la armada pesada murmuró. Un cambio había llegado al campo de batalla que
había aceptado en silencio la matanza. Quizás las noticias finalmente habían llegado al
general enemigo.

Mientras vigilaban a Hiro, la armada de Lichtine lentamente se retiró del campo de batalla.
El chico observo la retirada del enemigo un rato, pero luego se alejó como si hubiera perdido
el interés.

En ese momento, la expresión de Tris cambió y grito.

[¡C-Chico! ¡Detrás de ti!]

Incontables flechas volaron desde atrás del enemigo retirándose. Su voz no llego al chico,
o ni siquiera miró a esa dirección. No, incluso si pudiera escucharlo, Hiro, quien no tenía
escudo, no sería capaz de prevenirlo.

Pensando que todo acabo, Tris cerro sus ojos. Sin embargo, al siguiente momento abrió sus
ojos, Tris no podía distinguir entre la realidad o ilusión. Como una cascada cayendo, flechas
habían perforado el suelo, evitando al chico.

Tris, quien había estado observándolo con una mirada de asombro en su cara, miró a los
ojos del chico y abrió su boca.

[Espíritu del Ojo Celestial, huh…]

Luego de un breve rato, el chico empezó a correr.


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[¿Qué?]

No era sorpresa que lo estuviera cuestionando ya que estaba yendo a Tris y los otros con
toda su fuerza. Su cara ya no era la expresión que llevaba al abismo que había tenido hace
rato, sino la misma débil y rajona mirada que había tenido cuando se encontraron.

[¡T-Tris-san!]

[¡¿Ooh?! ¿Qué?]

Tris está sorprendido de ver a Hiro abrazándolo de pronto, pero Tris lo alejo.

[¡L-Liz! ¿Dónde está Liz? ¡Está a salvo, ¿no?!]

[¡C-Calma! ¡La princesa está descansando atrás! ¡Eres quien nosotros deberíamos estar
preocupados, ¿no?!]

Se podía decir que es inútil preocuparse ya que está de buena salud, pero Tris no pudo
evitar preguntar. Pero el chico miró alrededor de su cuerpo antes de decir.

[¡Parece que estoy bien! ¡Me voy con Liz!]

[¡N-No, espera, chico! Ella ahora está—]

Extendió su mano, pero el chico fue directo al fondo.

Hiro no pudo evitar fruncir el ceño. El calor amortiguado se juntó entre los acantilados junto
con el olor de la muerte. Cuántos soldados estaban muertos, siendo cuidadoso de no
pisarlos, continúo al fondo.

[Oh, Liz—]
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Cuando la deseada chica fue encontrada, casi sonríe, pero su sonrisa al instante cambio a
una de mirada de lamento. Porque la chica pelirroja, rodeada por cuerpos, estaba sentada
en una roca. La atmosfera que tiene parece que se derrumbará a cualquier momento, y
hace que su pecho se apriete a la vista de ella.

[…]

Mientras sube la roca, Cerberus, quien estaba a la par de Liz, le dio una mirada a Hiro.
Acarició la cabeza de Cerberus y entonces puso su mano en el hombro de Liz con su cara
caída.

[Liz…]

La chica que rechazó al mundo siquiera notó que fue tocada en el hombro.

[¡Liz!]

Hiro soltó su voz en alto y sacudió sus hombros.

[…]

[¿Huh?]

Viendo a Liz, quien por fin levanto su cabeza, Hiro quedo en shock. Los ojos sin brillo solo
se abrieron desenfocados, y los hinchados parpados estaban rojos del dolor.

Ah… ¿quién fue el que te lastimo así?

Gentilmente puso sus brazos alrededor de su cabeza y la acerco. No puede encontrar las
palabras para decirle, estando cansado.

[Liz… lo siento.]
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Hiro no sabía por qué se estaba disculpando, ya sea que fuera que no podía pensar en las
palabras o que no había sido capaz de llegar con ellos a tiempo. Con un tic, la chica pelirroja
movió sus dedos. Ella tomó el brazo de Hiro y alejo su cara de su pecho.

[¿Hiro?]

[Sí, sé que vas a enojarte conmigo, pero volví.]

Cuando Hiro asistió con una cara avergonzada, la mano de Liz tocó su mejilla. Aunque hace
calor y húmedo como el verano, su mano está temblando del frío.

[¿Por qué estás aquí?]

[Porque ahora sé lo que puedo hacer.]

Llevando la mano de Liz a su mejilla, Hiro la tomó y apretó gentilmente para calentarla. La
luz volvía sus ojos. Quizás era por darse cuenta que era real. Pero los ojos de Liz cayeron
mientras una expresión triste aparecía en su cara.

[Dios está muerto…]

[Sí…]

[Era más como un hermano mayor que mi verdadero hermano. Siempre pensé en el cómo
mi hermano real.]

[Sí.]

[Pero… no pude salvarlo.]

[…]
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[Me dijo que haga mis sueños realidad.]

Su voz temblaba, y sus ojos se llenaban más con lágrimas.

[Yo… uuuwaaahhh—]

Enterró su cara en el pecho de Hiro y empezó a llorar sin consuelo. Poniendo sus brazos
alrededor de su espalda, Hiro la atrajo para abrazarla. Incluso si fuera el usuario de una
Espada Espiritual, aún era solo una chica que había llegado a los quince.

El que amo como familia fue asesinado frente a sus ojos. Debió haber sido un pensamiento
que partió su corazón.

Ah sí… esta chica se parece a ti.

Aunque no tienen el mismo color de cabello o gestos faciales, sus corazones son
exactamente los mismos. Estuvo en el trono a una temprana edad, con grandes ambiciones,
pero fue incapaz de hacer algo por ello debido a su posición.

Todo lo que podía hacer era ver a su país muriendo en silencio.

¿Es por eso que me invocaron de vuelta?

Mientras Hiro palmea la cabeza de Liz, sabía porque había vuelto a este mundo. Podía estar
equivocado. Pero está bien conmigo. Hiro pensó.

Tris y la infantería pesada miraron con dolor como la Sexta Princesa llora tranquilamente en
la roca. Los fuertes hombres están llorando con lágrimas fluyendo de sus ojos— están
llorando entre dientes sin hablar.

En medio de todo eso, Tris nunca mostró ni una lágrima sino estaba temblando con rabia
con una sola línea de sangre fluyendo desde el rincón de su boca.
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Dios von Michael. Un joven que estaba por llegar a los 28 años.

Un antiguo mercenario, varias veces había sido herido y llevado por el Imperio, donde Tris
lo había amenazado y llevado. Nunca perdió un día de entrenamiento y a buen paso acumuló
logros en el campo de batalla. Cuando su fuerza fue reconocida, se volvió un miembro del
sequito de la Sexta Princesa, Tris estuvo a gusto como si fuera cosa suya.

Si Liz era como su hija, Dios debió ser su hijo. Como si enterrara la memoria del pasado,
Tris alzó su pecho con orgullo. Dejando golpes en su armadura, rompió el silencio y cayó
de rodillas en el lugar y grito.

[¡Su Alteza Celia Estreya Elizabeth von Grantz!]

Todos volvieron a la ruidosa voz que resonaba por el aire.

[No hay tiempo para descansar. ¡Dios no desea eso! El sol está por ponerse. ¡Vamos a
encontrar una forma de pasarles!]

Era Hiro quien respondió a las palabras enojadas de Tris.

[Entonces, tengo una idea mejor.]

[¿Qué?]

[¿H-Hiro?]

Liz saco su voz con un toque de consternación. No es sorpresa que estuviera sorprendida
ya que parecía un chico normal en su mente. Hiro hizo una sonrisa amarga en su cara y
continuo su historia.

[Entonces, incluso si no lo llamamos aniquilación, necesitamos reducir el número de


enemigos tanto como sea posible para que no puedan hacer algo como vandalismo.]
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[Nos quedan solo 20 hombres. ¿Cómo podemos derrotar a 2000 hombres? ¿Nos estás
pidiendo matar a cien enemigos por persona?]

[Yo no aguantaría. Estamos cansados.]

Hiro sonrió mucho, y sostuvo su dedo índice mientras saltaba de la roca.

[Es una simple estrategia que incluso a un niño se le podría ocurrir.]

Un hombre que una vez fue temido como el “Dios de la Guerra” renació.

____________________________

La armada de Lichtine había establecido un campo de dos celdas (seis kilómetros) lejos del
acantilado. Hay cientos de barracas dentro de una amplia área, y hay una lujosa tienda en
el centro de ello.

Dentro, hay una reunión en el centro, el personal y los comandantes de varias divisiones
parados en fila una al lado de la otra. En el fondo del cuarto, Vile, sentado en una silla, está
escuchando el reporte de daños de los miembros del personal con una cara de enojo.

[…Seis comandantes, 820 de infantería, 229 heridos. Eso es todo.]

Luego de terminar su reporte, el Jefe de Personal regreso a la línea. No solo fueron los 500
soldados que se habían sorprendido por el enemigo ante la aniquilación, sino también
perdieron a muchos soldados cuando la Sexta Princesa se resistió más de lo esperado.

[¡¿Cerca de 1000 soldados murieron en la batalla contra un enemigo de menos de 100?!]

Vile lanzó su vino al suelo, y el vidrio se quebró ruidosamente.


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[¿Qué debería decirle a mi hermano? ¿Decirle que perdimos a 1000 hombres por nada y
fallamos en capturar a la Sexta Princesa?]

El Jefe de Personal se detuvo otra vez.

[Algo inesperado también paso. Su Excelencia debió haberlo visto también. ¡No es algo que
pueda llamar un ser humano por la más loca imaginación!]

De hecho, era el hombre de negro quien debería ser temido. De pronto, parecía que estallo
en el campo de batalla, y en un pestañazo, pasó y cortó a los soldados en pedazos.

Pero—

[Huh, ¿quieres que le diga a mi hermano que solo una persona mató a un millardo? ¡Si hago
eso, mi cabeza será cortada!]

Incapaz de ocultar su frustración, Vile pateó la silla. La silla colisionó con el escritorio y se
quebró con un fuerte ruido. Aún no satisfecho con la situación, Vile tomó a uno de los
comandantes.

[Tenía un increíble poder. Pero ¿quién fue el que le permitió hacer lo que sea que quería?
¡Ustedes son los comandantes!]

[¡…Luego de tener tanto poder desplegado ante mí, claro que me iba a asustar, solo pude
retirarme!]

[¡Eres más que patético! ¡Aunque son soldados del Principado de Lichtine!]

Hizo retroceder al comandante y luego vio la cara de sus hombres en su tienda.

[Tan pronto como la noche caiga, lanzaremos un asalto. No se les permite retirarse. Quien
sea que tenga un problema con eso que dé un paso adelante. Le cortaré la cabeza.]
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Se suponía sería una pelea fácil. Normalmente, se suponía que acabara en unas cuántas
horas. Es por eso que— no estaban preparados para una batalla de noche, y terminaron
dándole un descanso al enemigo.

[Nadie, huh. Bueno, la junta termino. Designen de inmediato reemplazos para los
comandantes muertos. No tiene tiempo para dormir. Vengan con una buena idea antes del
amanecer, o esclavizaré a los demás.]

Sus subordinados tomaron sus hombros izquierdos con sus manos derechas, quedaron de
rodilla, y abrieron sus bocas.

[Como desee.]

En pronto, un mensajero llego a la tienda con una expresión diferente.

[¡Ataque enemigo! ¡El número es desconocido! ¡Y ahora estamos bajo ataque!]

Todos parecían estupefactos. Es entendible; el enemigo está siendo eliminado, no hay forma
que vayan a atacarlos. Dudando en las palabras, Vile pregunto.

[¿Qué dijiste…?]

[¡Repito! ¡Estamos bajo ataque! ¡El número es desconocido! ¡Y ahora estamos bajo ataque!]

[No tiene sentido… el enemigo ya está en nuestra nuca.]

Vile de prisa dejo su tienda. Los oficiales y comandantes de varias unidades salieron
corriendo. Hubo un grito, un grito, un rugido de pasos de caballos, y los soldados que habían
estado descansando entraron en pánico.

[¡Qué significa esto! ¡Me estás diciendo que los refuerzos del enemigo han llegado!]
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El enemigo remanente que se suponía es una unidad de infantería y arqueros. No hay


caballería, y de haberla, podían ser refuerzos. Pero eso es imposible.

[No jodas… ¿mi hermano perdió?]

Entonces ocurrió, él pensó.

[No, no es eso.]

Vile fue rápido en negarlo. Su fuerza principal de 12000 debía estar atacando el Fuerte de
Berg. A menos que sean derrotados, el enemigo no recibirá ningún refuerzo.

[Oí que el enemigo es la Doncella de la Guerra, pero…]

Fue solo dos días atrás que organizo un despacho de tropas para capturar a la Sexta Princesa
y llego aquí. No importa cuánto alguien sea alzado como la “Doncella de la Guerra”, ella no
será capaz de derrotar a 12000 hombres. Pero si no eran refuerzos, no hay forma de juzgar
la situación.

Además del confundido Vile, el oficial estaba dando instrucciones a cada comandante.

[¡Regresen al comando de sus respectivas unidades! ¡Reúnanse aquí cuando las cosas estén
hechas!]

[¡Ha!]

Un comandante trató de huir, pero cayó al suelo. Más allá del cuerpo, un chico se acercó
con una vieja lanza en mano.

[Gracias a Dios… me estaba preguntando que habría hecho si el consejo militar no lo hubiera
retenido.]
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Viendo al chico respiró del alivio.

[¡Hyiii!]

Uno de los miembros del personal gritó y se echó atrás. Lanzando la vieja lanza, el chico
tomó la espada del comandante muerto.

[Sí. Está bien cuidada. Demuestra que es un hombre con una buena ética de trabajo.]

Cuando el chico— rápidamente movió su espada al costado, la cabeza del miembro del
personal sentado cayó. La apariencia del chico en negro que había estado arrasando por el
campo de batalla. El miedo infundido no será fácil de quitarse. E hizo que las caras del
personal y comandantes de varias unidades se pusieran sombrías y dieran marcha atrás.

[No puedo dejarte ir. Si te dejamos ir, algunas personas serán infelices.]

El chico cambia su espada a una posición horizontal y la lanza. Con un ruido sordo— se
clavó en la frente de un chico llorando. Un charco de sangre se hizo, y viendo eso, los otros
gritan y tratan de escapar.

[Ya te lo dije. No te dejaré ir.]

Sin embargo, no se le extrañaría al chico. Se hicieron carne y sangre mientras dan una
oración por la salvación.

[¡Maldición!]

Todo lo que quedo fue Vile, y de prisa huyó a la tienda. Y el chico recogió una espada del
interior y fue tras él.

[Kuku, no sé quién eres, pero eres tan bueno como un bebe en frente de esta espada.]
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La sonrisa de Vile se profundizo mientras sostenía la espada en joyas en su mano.

[¿Un… arma espiritual?]

El chico bajo sus hombros y movió su espada a los restos de una silla cercana. Moviendo
una y otra vez la espada tirada sobre el borde de la tienda.

[¿Qué estás haciendo…?]

Vile levantó sus cejas incrédulo al chico que empezó a actuar de la nada. El chico se giró, y
en su mano estaba un objeto desechable que no podía retener su apariencia de espada.

[¿Sabes qué? Aprendí de mi cuñado que las personas pueden ser crueles porque son
racionales, y sí que estaba convencido.]

[¿De qué estás hablando?]

[Te haré algunas preguntas, y quiero que las respondas.]

[C-Como dije, ¿de qué diablos estás hablando?]

Vile gritó, sintiéndose mudo a la incapacidad del chico para tener una conversación.

[Me gustaría empezar con tus dedos, pero ya que no tengo mucho tiempo, empecemos con
tus brazos.]

El chico desapareció de la vista. Cuando la figura se vio otra vez, hay un abismo viendo a
Vile. Luego, miró a sus brazos con un intenso dolor. Una hoja dentada, como una Cierra, se
estaba moviendo en sus brazos.

[¡Aaaaahh!]
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[Pregunta. ¿Mataste a Dios-san?]

[¡¿Gaahh?!]

Fue golpeado en su cara, y su gran cuerpo salió volando.

[Guuhh, a-alguien— ¡Ayúdenme!]

Vile va con su arma espiritual y puso sus manos en sus brazos, retorciéndose del dolor.

[Siguiente, ¿deberíamos ir por el tobillo? Por favor, espero que me respondas antes de
morir.]

Vile levanto la mirada, y estaba en la nada. Ni una emoción se le vino a la mente. Había un
ser no humano, algo que le hacía preguntarse si incluso era una persona. Recordó que los
soldados de las líneas frontales se habían alocado y estaban repitiendo las mismas palabras
una y otra vez.

Lo que estaban murmurando juntos era— “interminable desesperación”.

[P-Por favor para… me rendiré… Es nuestra derrota.]

Con el corazón rotó, Vile arrastró su cabeza contra el suelo.

[¿Por qué?]

[Las regulaciones para los prisioneros de guerra bajo nuestros acuerdos bilaterales. Abuso
excesivo y matar a esos que se han rendido—]

Las palabras de Vile para explicar fueron interrumpidas a medio camino por el chico de
cabello negro.
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[No lo sé. No soy un soldado Imperial, sabes. No es de mi incumbencia.]

[¿…Huh?]

[Más importante, no has respondido mi pregunta. No tengo tiempo. ¿Hablarás si te arranco


los pies?]

El chico llego a él, hablando con indiferencia.

[¡Aghh!]

Hundiendo su espada en su pierna, el chico libero un frío respiro.

[¿Mataste a Dios-san—?]

Con Hiro saliendo de la tienda, el cielo en el este estaba empezó a alumbrar levemente.
Bajo circunstancias normales, tendría que forzar sus ojos para ver sus pasos. Pero ahora,
había un lugar en alguna parte del desierto que lanzaba una abrumadora fuente de luz que
ya no se necesitaba.

Era el campo de la armada del Principado de Lichtine.

Ahora no era solo incorpóreo y cruelmente destruido, sino había sido acabo por las llamas.
Muchos soldados fueron hechos carbón, y un peculiar olor se quedó en su nariz,
contaminando el aire. Un caballo sin jinete podía verse galopar por el área, y en el centro
de la infernal escena, un chico de cabello negro—Hiro—estaba mirando a la destruida tienda.

Entonces un caballo corría y llego a un abrupto alto al lado de Hiro. La chica quien estaba
sobre él saltó, haciendo a su cabello rojo danzar.

[¡Hiro!]
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La chica saltó a él con una cara algo impaciente— Liz, examino el cuerpo de Hiro mientras
lo tocaba de aquí y allá.

[¿Estás herido? ¿Sientes dolor en algún lugar?]

Cuando empezó a tocarle su cara, Hiro sonrió con amargura con sus mejillas poniéndose
rojas.

[Estoy bien. Como puedes ver, no hay nada de qué preocuparse.]

Levantó sus brazos y retorció su cuerpo de lado a lado en el lugar para probar que estaba
bien. Los ojos de Liz se suavizaron, y tomó un respiro.

[Gracias a Dios— ¡pero por qué vienes solo!]

Una mano pasó por el aire con una gran velocidad.

[Mugu.]

Ella tomó sus dos mejillas con una mano.

[Hiyaa, no se puede evitar.]

[¡No tengo idea de lo que estás hablando! ¡Demando una disculpa!]

La fuerza enviada de sus delgados dedos causó que su mandíbula empezara a crujir. En
primer lugar, no había forma de explicarlo, o si podía disculparse por ello.

[Desde ahora, debes decirme cuando vayas al campo del enemigo. Quiero pelear contigo
también.]
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[Fuwaah.]

Viendo a Hiro, quien asistió en obediencia repetidamente, Liz finalmente soltó su mano.
Mientras Hiro acariciaba sus hinchadas mejillas, Liz dijo, “ah”, como si tuviera una idea.

[Ahora que lo pienso… Hiro, puede manejar una espada, ¿huh?]

El “Emperador Celestial” estaba retenida en el cinturón de Hiro. Liz se agachó y le dio un


vistazo a su postura.

[Huwaa— Viéndolo de cerca, es una hermosa espada. Mi “Emperador de las Llamas”


también es hermosa, pero esta es realmente hermosa, ¿cierto?]

Liz sacó su “Emperador de las Llamas” y empezó a compararlos como si estuviera


alabándolas. Sudor estaba en la frente de Hiro. No hay forma que pueda decirlo. No— no
hay forma que pueda explicarlo, es ahora una espada perdida o algo así, y es la espada de
un héroe de hace mil años. No hay forma que pueda decirlo.

Eee, cómo puedo— y luego de tenerlo en su mente, Hiro decidió mentir.

[Luego de dejar a Liz, encontré algo en el costado del camino.]

[Eh… ¿Encontraste eso?]

[S-Sí. Era algo hermosa, así que la recogí.]

[Hee, no puedo creer que encontraras esa cosa en medio de la nada, justo cerca del
pequeño país de Baum.]

[¡S-Sí, también es lo que creo!]


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Cualquiera sabría que era una mentira, pero parecía que le creía; no estaba seguro si era
una persona realmente pura o una cabeza hueca natural.

Sin embargo, ella dijo, “siento el poder de un fuerte espíritu… hay algo especial aquí… N-
No, quizás es por la fuerte influencia del Espíritu del Rey. Por eso—” Ella empezó a
preocuparse en serio.

En cuanto a Hiro, el hecho que los pechos de Liz están a toda vista por los espacios en su
armadura se vuelve un problema. Puede ser que esto sea lo que dicen “Una dificultad tras
otra”.

Ya que está viendo al “Emperador Celestial” mientras sacude su cuerpo, sus pechos, sin
embargo, pueden ser no tan grandes, han cambiado la forma lo suficiente para mostrar su
flexibilidad. El sudor en su suave piel blanca le prende, y su figura le hizo querer soltar su
incontrolable deseo.

Pensando que esto no era bueno, quito a Liz de su vista y miro a la gran sombra detrás de
él.

[N-Niño… ¡esa debe ser una buena vista!]

Un hombre musculoso, como un oso en un caballo, cubrió su mirada. Sintió que el calor se
calmó de una vez. En su mano estaba una espada que brillaba y se sentía. La razón por la
que está temblando es probablemente que está desesperadamente tratando de suprimir el
deseo de matar.

[E-Estás mal…]

[¿Qué ocurre? ¡Eres un hombre insolente que tiene a la princesa de rodillas y mete su nariz
por ahí!]

[¡Yo no la pongo de rodillas!]

[Cállate, has estado cubriendo tus virtudes desde el inicio de nuestro viaje, ¿no?]
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[¡No saques conclusiones! ¡Espera! ¡Por favor escúchame!]

Así que Liz se paró y volvió a Tris.

[Sé que ustedes se llevan bien, pero calma. Como sea, ¿qué pasa con la situación de la
guerra?]

[Mumu… ¿l-llevarse bien? Su Alteza, eso no—]

[Dime de la situación. ¿Estamos en territorio enemigo?]

[¡Gunuh! G-Gracias a ese mocoso, como puede ver, no hay duda que estamos ganando.]

Hiro primero les instruyo a coger los caballos que habían abandonado por el camino. Como
se espera, era imposible cogerlos todos, así que reunieron cerca de 60 caballos, divididos
en tres grupos, y lanzaron un asalto desde tres direcciones. Solo uno de los hombres llevaba
los caballos.

El resto no tenía amos, así que algunas veces huirían en medio del ataque. Si fuera la luz
del día, serían sometidos a burlas y al ridículo, pero no sería tema de risa si estuviera oscuro.
El rugido del cabalgo de los caballos resonaron en el silencio del desierto, rodeados por la
oscuridad, dándole la ilusión de muchas personas.

Los soldados enemigos estaban cansados de la batalla del día. Era un ataque sorpresa donde
fueron incapaces de tomar una decisión calmada. Habría pocos soldados que serían lo
suficientemente valientes para enfrentar a los caballos.

[Y solo hay unos cuantos enemigos que escaparon de matarse entre sí.]

Hiro tenía a unos cuantos de infantería vestidos como soldados enemigos y entonces se
aprovechó de la confusión para meterse en las líneas enemigos y les ordeno atacar. Los
varios soldados quedaron en pánico con su comandante ausente debido al consejo militar.
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Ninguno quería mentir; quería sobrevivir a toda costa. Es por eso que las fuerzas del
enemigo, en un estado de incredulidad, se matarían entre sí. El resto del tiempo, Hiro atacó
a la tienda principal así que cada comandante no podía detener el caos.

[Ya veo… gracias por sus esfuerzos. Mantengan la guardia. Hay una posibilidad que los
soldados enemigos puedan colarse. Una vez hayan investigado el área, júntense aquí.]

[¡Ha!]

Tris puso su mano en su pecho y corrió por el campo con su caballo. Liz, quien había visto
eso, se giró a Hiro.

[¿Qué fue eso, Hiro?]

[…]

Hiro en silencio señaló con un pulgar a la tienda que se había hecho cenizas.

[¿Está muerto?]

[Sí.]

[Ya veo…]

El silencio entre ellos quedo por algunos segundos antes que Liz hablara con una cara de
problemas.

[No lo sé. Hay una parte de mí que está feliz que mi enemigo esté muerto, y una parte de
mí se siente vacía. No sé qué hacer con estos sentimientos…]

[Algún día… lo llegarás a entender.]


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Justo como yo, Hiro murmuro en su corazón.

Ella es tan pura, para bien o mal. Algunas veces produce resultados crueles. Si Liz hubiera
estado allí, habría aceptado su rendición. Debido a los fuertes vínculos de ser la Sexta
Princesa, habría soportado sus propios sentimientos.

Ese el pensar de Hiro, y no le pregunto por sus sentimientos. Las personas podían llamarle
a esto arrogancia, pensando y juzgando las cosas de una manera les queda bien. Pero no
cree que era un error atacar al actor principal basado en sus propias ideas.

Debes enterrar las semillas de su desgracia lo más pronto posible.

En el medio del deslumbrante brillo solar bajando desde el cielo este— un fuerte sonido de
punzada cortó el triste aire. Hiro rolo sus ojos y miro a la fuente del sonido— era la chica
con sus manos en sus mejillas.

[¡Unh! ¡Suficiente de preocupaciones!]

Liz, quien había cerrado sus parpados y soportado el dolor, dijo con una refrescante
mirada en su cara.

[¡Hiro, vamos a reunirnos con mi tío!]

Una sola flor roja está floreciendo en el desierto. Eso es más preciado y hermoso que
cualquier joyería.

No debí haberme preocupado por ella… Después de todo es su descendiente.

Hiro sonrió con amargura, pero—

[¡Primero, te daré mi gratitud!]


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Ella saltó al confuso Hiro.

[¿Eh? ¿Eeehh?]

[Hiro, hiciste que fuera posible que viviera. ¡Nunca olvidaré esta deuda de gratitud!]

Un suave toque en su mejilla, y cuando se dio cuenta que lo había tocado, su cuerpo se
alejó.

[¡Por favor sigue con el buen trabajo desde ahora!]

[Ha… Sí, déjamelo a mí.]

— Como uno pensaría, tienes una buena sonrisa.


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Capítulo 4: Doncella de la Guerra

Mayo 28, 1023, Año Imperial, dos días luego de la batalla sin nombre en el desierto. El
grupo de Hiro estaba pasando 24 kilómetros desde la frontera ciudad de Lynx.

Al principio del viaje, 300 soldados los habían acompañados, pero luego de repetidos
encuentros con monstruos y batallas con el Principado de Lichtine, sus números se habían
reducido a menos de 10 ahora.

Aun así, la cintura de Liz continúo moviéndose, y Hiro tenía sus brazos alrededor.

[Cuando lleguemos al Fuerte Berg, tengo que entrenar a Hiro para montar a caballo.]

[No… no puedo montarlos.]

Incluso hace 1000 años, el Primer Emperador Altius solía ser un maestro y lo entrenó día y
noche, aun así solo podía arrearles, no podía siquiera hacerles caminar, y así que no hizo
ningún esfuerzo.

Ya que siempre usó un carruaje en el campo de batalla, nunca lo sintió inconveniente, pero
podría tener que esperarlo.

Había dos razones para que llegara a esa idea. Una era que la cara de Tris era de miedo.
La otra era que los suaves pechos que ocasionalmente le tocarían. El último era un asunto
particularmente problemático para Hiro.

Hace 1000 años, solía montar justo detrás del Primer Emperador, pero ya que el otro era
hombre, no le causó ningún sentimiento extraño. Pero ahora quien estaba en frente de él
era una mujer. Aunque parece que sus pechos no son para tanto, en el futuro, será conocida
en el mundo como una mujer de hermosa belleza.

¿Por qué son tan suaves… es porque es la Princesa Imperial?

Mientras tenía un tonto pensamiento, Tris, el cuidador, pasó su caballo por él. Claro, no
olvida mirar a Hiro. Se llama un compromiso.
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[Princesa. Tomemos un breve descanso una vez avancemos un poco.]

[Sí. Me gustaría saber la situación de Lynx, y Cerberus parece estarla pasando mal, y me
gustaría darle a mi caballo un descanso.]

Cerberus, quien está corriendo con ellos, está galopando con su lengua por fuera.

[Enviaré a un par de hombres a mirar la ciudad. No es muy tarde para ir a la ciudad cuando
escuchemos los reportes.]

Originalmente, habrían estado en el Fuerte Berg por ahora. Pero los inesperados eventos
pasaron en una rápida sucesión, así que no les afectaría ser más precavidos.

[Vamos a tomar un descanso en dos más pasos. ¿Eso está bien para ti, Hiro?]

[Creo que merecemos un descanso ahora mismo.]

No es porque esté cansado o así; es simplemente porque su trasero le duele. Comparado a


Hiro, Liz no parece estar sufriendo, y parece más calmada. Incluso su trasero se ve suave…
casi estaba por revisar si estaba duro, cuando le llamó la atención y gritó.

[¡Liz! ¡Alto!]

Reaccionaron de inmediato, y esos caballos se detuvieron de pronto. Tris y los soldados que
vienen desde atrás fueron lentos para notarlo y les pasaron antes de detenerse.

[¿Qué ocurre? ¿Te mordiste la lengua?]

[¡No es eso! ¡Hay un chico que está siendo atacado por allá!]

Sonó impaciente.
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[¡Eso no es bueno! ¿Dónde está? ¿Quién está atacando?]

La cabeza de Liz se tornó al área en pánico.

[¡Por allá!]

Viendo a la punta del dedo índice de Hiro, la tensión desapareció del cuerpo de Liz de una
vez.

[Ese no era un chico.]

[¿Eh? Se ve como un humano, pero…]

¿Estaba equivocado? Repetidamente se sobó sus parpados al pensamiento, pero fuera de


su mira, algo que parecía como un a chico siendo atacado por una especie de ave que era
dos veces más grande que un buitre.

[¡Tris! Sé que es un poco temprano, pero tomemos un descanso.]

[¡Ha!]

Liz se bajó de su caballo primero y le extendió su mano a Hiro.

[Sabes, el que se parece a un ave se llama Geldem, y el que parece un chico es un Goblin.]

Al descender con la ayuda de Liz, Hiro inclino su cabeza para ver al Goblin. Había monstruos
hace unos 1000 años, pero no debió de haber ningún monstruo pequeño. Un pequeño
cuerno estaba creciendo en su cabeza, ojos redondos, piel, y una cara de niño que le daba
una apariencia de encanto. Usaba un traje verde con un gran ornamento y falto de una
pieza, en su mano, sostuvo una rama y la movía al Geldem.

[¿No debimos ayudarle? Me siento muy, muy mal por esto.]


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Incluso desde la distancia, podía ver que era desesperado cuando es así de pequeño, no se
puede alcanzar, y no será capaz de repeler ataques enemigos desde el cielo. Hiro, quien se
veía ansioso, está cerca de tomar la decisión de ayudar, pero Liz le tomo por el hombro.

[Si te llegas a acercar, serás atrapado, así que no te preocupes por eso.]

[Bueno, supongo que tendré que involucrarme.]

[No, no. Lo sabrás cuando lo veas un poco más.]

Liz luego se sentó con sus rodillas entre sí en el suelo. Tris instruyó a los soldados, diciendo
“Vayan a revisar la ciudad”.

Los dos caballos cabalgaron por la densa y terrible hierba. Hiro miró a los feroces Goblins,
pero tan pronto lo vio claramente, su cara se puso pálida.

Los Goblins salían del suelo en rápida sucesión. Uno de los Goblins escaló sobre la espalda
de su compañero, y luego el otro Goblin saltó a lo alto. Es como si un pilar fuera formado y
golpearan al Goblin con una ramita.

[Qué fue eso…]

[Los Goblins eran originalmente espíritus de la tierra. El Espíritu del Rey al parecer se enfadó
con ellos y los hizo espíritus de la tierra en Aletia. Se llevan bien con los enanos. Solía verlos
ayudarse con la herrería.]

La vista de ellos llegando a un oponente que es dos veces más grande que sus propios
cuerpos, es impresionante, y están jugando con sus oponentes con rápidos movimientos
que no dejan lugar al contraataque. Pero una ramita les está tocando, lo más seguro era
molesto. Por eso, el Geldem solo parecía molesto y no parecía ser una molestia.

Siendo así— los Goblins son lindos, Hiro pensó.

[Si vas a ayudarles, probablemente habrías sido golpeado junto con el Geldem.]
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[…Qué bien que no fui. Parece que es un molesto ataque.]

[Fufufu, sí. Pero los Goblins dan miedo cuando dejan de usar las ramitas.]

[¿Qué dices?]

[Hm. Tris casi estaba muerto por eso. Algunas personas incluso le llaman al ataque Goblin
el “Meteoro de la Muerte”. Es como esperas de un antiguo espíritu.]

Un golpe que sería tan bueno para tomar la vida de Tris, da miedo. Cuando sintió un frío
pasando por su columna, el Goblin lanzó la ramita y empezó a atacar. Pero la vista del
Geldem soportándolo se sintió más de miedo. Eventualmente, la pelea terminó cuando el
Geldem no pudo soportar más el ataque del Goblin y salió volando por el cielo.

[Por cierto, los Goblins solo son mujeres.]

Escuchó una palabra que llamo su atención, pero los soldados que se habían ido a revisar
la ciudad acababan de regresar a tiempo. Estaban acompañados por un pequeño hombre
maduro de buena vestidura. El hombre rápidamente bajo de su caballo y puso sus manos
en su pecho y se puso de una rodilla, sin preocuparse el ensuciarse.

[Su Majestad Celia Estreya, es un placer conocerla por primera vez. Mi nombre es Kurt von
Termier. Actualmente estoy a cargo de la delegación del Margrave Grinda en su ausencia.]

Liz se paró y puso una mano en su pecho de regreso.

[Mi nombre es Celia Estreya Elizabeth von Grantz. El Emperador me ha concedido el rango
de General Mayor.]

Ya que es la Sexta Princesa, su agraciada e interesante cara es admirable.

[Lord Termier en funciones, ¿a dónde se ha ido mi tío?]


[Margrave Grinda está en el Fuerte Berg. Hace 4 días, el Principado de Lichtine nos atacó
desde la frontera. De acuerdo al reporte, hay 2000 hombres. Aun así, gracias a la Doncella
de la Guerra, la situación se mantiene como un punto muerto entre nosotros.]
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Termier sostenía una sola carta para ella.

[Él dijo, si su sobrina se detiene en Lynx, dale esto.]

Liz tomó y rasgó la cera de sellado y miró por la hoja de papel. Asistió mientras estaba
mordiendo sus labios varias veces y miro a Tris.

[¡Tris…!]

[¡Ha…!]

Los seis hombres de infantería pesada, incluido Tris, se dejaron de rodillas en el lugar.

[Nos vamos al Fuerte Bert. Pero primero, vamos a Lynx a descansar algo.]

Luego de unas batallas, montaron sus caballos al punto sin dormir. No importa lo bien
entrenado que un soldado esté— aunque no hay señales de eso en la cara Tris y los otros,
fatiga debía haberse metido claramente.

[¿También quieres leerlo, Hiro?]

[¿Está bien que me dejes leerla así de fácil?]

Él miro a Liz con algo de sorpresa. Aunque hay diferencias en sí, este tipo de carta personal
es algo que no debería ser mostrado a cualquiera. Al menos eso es lo que Hiro es sabido.
Pero, accediendo levemente, Liz le entrego la carta a Hiro. El contenido de la carta es—

Mi amada Elizabeth.

Me alegra que lograras llegar a salvo a Lynx.


Pero debemos tener una larga charla cuando nos volvamos a encontrar.

Te estaré esperando en el Fuerte Berg.


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[Lord Termier en funciones. ¿Cuál es la fuerza de las tropas en el Fuerte Berg?]

[Toda la 3ª Armada Imperial traída por la “Doncella de la Guerra” es cerca de 3000


hombres.]

[Es una gran brecha.]

Era una gran armada de 12000 contra tres mil, así que no era sorpresa para Liz tener una
cara de mala suerte. Hiro casi suspiro mientras se preguntaba qué hacer. Pensando en ello,
Hiro no tenía estatus en este mundo. Si fuera a decirlo, sería menos que un plebeyo. Si no
hubiera encontrado a Liz, se habría perdido en las calles. Si tal persona hiciera un plan de
acción, no hay forma que sea adoptado.

Además, es un héroe de hace 1000 años. E incluso si dice eso, nadie le creería.

Liz puede confiar en mí, pero…

Como sea, planeo esperar hasta que pueda lidiar con la situación. Cuando el momento
llegue, pensará en ello; no es muy tarde para decidir cuál es la mejor situación. Cuando Hiro
miró arriba de él, el cielo azul era tan claro como el día, inconsciente de la presencia humana.

La ciudad fronteriza Lynx, una extraña ciudad donde el desierto y la pradera coexisten, está
dividida en los distritos norte y sur. El Distrito Sur, la entrada a la ciudad, está localizada en
el desierto, y normalmente las calles estarían pobladas con vendedores, pero debido a las
señales de guerra, nadie ha abierto una tienda. Incluso los ciudadanos de clase más baja
quienes viven aquí se han encerrado en casa. Solo hay unas cuantas personas aquí y allá
en las posadas y tabernas.

En la parte norte de la ciudad, solía estar una diligencia para la nobleza. Ahora está llena
con aristócratas que han empacado sus pertenencias para evitar ser atrapados en la guerra,
creando una desolada atmósfera.

Desde allí, el camino los llevará a la mansión del Margrave Grinda. En el primer piso de la
mansión, cerca el pasadizo que lleva a los baños, hay un cuarto lleno con la historia de la
ciudad y la historia del imperio.
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El cuarto cuadrado está lleno con libreros en los cuatro lados, conteniendo tanto nuevos y
viejos libros. Libros que no cabían allí se colocaron en el piso. En el centro del lugar, también
llamada librería, un gran escritorio, robusto y sin gala, parado allí como el maestro del
cuarto.

Debajo estaba la figura de Cerberus, ahora escondido, no el majestuoso perro blanco, sino
su tembloroso cuerpo como un cachorro empapado en la lluvia. Una pila de libros ocupó el
escritorio, y por el mismo, un hombre estaba leyendo con sus caderas abajo al suelo. Era
un chico de cabello y ojos negros con una cara que podía ser descrita tanto patética y
sumisa— Hiro.

[Huh… esto es embarazoso.]

Hiro puso el libro que estaba leyendo en el escritorio y luego puso sus dedos para aflojar
sus cejas. Se sintió como si estuviera viendo una historia negra de uno de 8º grado.

Cada libro mencionaba al Primer Emperador, y claro, con él también en ello, con el nombre
que fue llamado Schwartz. Para Hiro, fue hace tres años; para este mundo, fue hace 1000
años. Incluso lo hicieron una deidad, y solo pensar en ello hizo que le doliera la cabeza.

[Pero esto es raro…]

Tres años atrás, a la edad de trece años, debió haber regresado a su hogar. La Tierra, de
Aletia. Sin embargo, todo el saber popular decía que Hiro está viviendo su natural vida como
el Segundo Emperador.

¿Quién es este Schwartz?

Los pensamientos de Hiro llegaron a una posibilidad, pero de inmediato la sacudió para
aliviarse.

— Eso fue hace 1000 años. No importa lo que diga ahora, no lo cambiaría.
En un intento para cambiar su humor, llevo su mirada fuera de la ventana. Las nubes de la
puesta de sol que se extendían desde el cielo oeste estaban jugando trucos con el sol que
estaba flotando en el trasfondo.
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Con la luz entrando por esa ventana, saco una carta desde el bolsillo interior de su uniforme.
Le fue dado por el Primer Emperador Altius antes que volviera a su mundo original.

[Bueno, parece como una carta espiritual, pero…]

El libro tenía una lista de imágenes de cartas iguales, pero no eran simples o gruesas. No
sabía qué es eso o cómo usarlas.

[No se parece a la del “Emperador Celestial”…]

La bendición del Espíritu del Rey es un poder “Exterior” que existe fuera de los límites de la
sabiduría humana. Cuando Hiro vio al espacio vacío, un sonido de romper se escuchó, y una
grieta apareció. Una empuñadura blanca salió de allí como si estuviera arrastrándose
lentamente.

Viendo bajo la cintura, el mango del “Emperador Celestial” desapareció como si hubiera sido
cortada. Cuando tomó el mango que flotó en el espacio y se salió, el “Emperador Celestial”
desapareció de su cintura y apareció en la mano de Hiro.

— Has ganado el favor del Emperador Celestial.

Y entonces recordó que Altius lo había dicho cuando se lo mostró.

…El espíritu de la espada tenía una mente propia.

Con un deseo, el “Emperador Celestial” se materializo por la puerta entre Aletia y el espíritu
del cielo. Tan pronto como lo libero, se desapareció en el aire justo antes de caer al suelo.
Mientras el silencio caía en el cuarto, una tranquilidad se esparcía como una onda.

Oscuridad tranquilamente sello el cuarto. Los sonidos de pisadas se acercaron con un sonido
sordo y llamativo. Un rato después, la puerta se abrió, y una chica de pelo rojo entro,
viéndose enojada.

[¡Cerberus! ¡Sé que estás aquí!]


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[¡Bufuh!]

Girando a ella, Hiro se asustó al punto del asombro malévolo. Cerberus se escondió tras la
espalda de Hiro con sus orejas puntiagudas levantadas.

[¡Hey! Ven aquí. O al menos lava tus pies.]

Liz se acercó y llego a Cerberus, pero el lobo solo gruño con descaro. Viendo a sus ojos,
ardían como si hubiera encontrado a su némesis. Estaba firme con su voluntad de no
moverse una pulgada.

[¡Dios! ¡Por qué odias tanto los baños!]

[Uh… lo siento, Liz, siento interrumpirte, pero ¿tienes un momento?]

[¿Qué?]

[Bueno, uh, ¿por qué no estás usando ropa?]

[Para llevar a Cerberus al baño. Me mojaría si me quedo en ropajes. Es por eso que me las
quite. Y estoy cubierta apropiadamente con una toalla, así que no importa.]

[No, sabes qué… eso no es bueno.]

Era cierto que la toalla escondió solo la parte más importante. Era muy difícil de juzgar, pero
Hiro alejo la mirada para evitar ver lo más imposible y solo concentrar su mirada en su cara.

Esa era compasión en su mirada, pero por una vez, no tuvo elección.

[Cerberus, ¿puedes ir al baño por mí?]


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Tuvo que hacer algo antes que Tris llegara. Como se esperaba, no hay excusa para esta
situación. Forzando su brazo alrededor del cuerpo del lobo, el cual se rehusaba al agitar su
cabeza, Hiro lo entrego a Liz.

[¡Hey! ¡No te hagas el loco!]

[…]

Hiro no pudo decir algo, frunció sus ojos abiertos. Un ataque de poder, el cual nunca había
sentido con el Espíritu de la Espada, se estaba reuniendo en su parte baja. Al mismo tiempo,
olvidó respirar, y su cara se puso roja.

— Oxigeno.

Es la cosa más importante para las personas. Podía decirse es esencial para la vida.

[¡Buhah!]

Hiro finalmente pudo volver a sus sentidos al recordar cómo respirar. Y de la entre puerta,
había una presencia viendo a Hiro.

— Era Tris.

Lo que flota en su cara no es enojo o tristeza; es algo muy extraño. Mientras Tris se acercaba
lentamente, Hiro se quedó de rodillas con una inmediata decisión.

[Por favor. Solo pido que salves mi vida.]

[Chico, necesito preguntarte algo.]


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[Haré lo que sea para ayudarte… así que perdona mi vida.]

[¿Vida? Qué es eso… ¿qué has estado diciendo desde hace rato?]

[¿Huh…?]

[¿Me estás escuchando?]

La cara de Hiro quedo abajo. Se dio cuenta que la conversación no era igual. Al parecer, la
apariencia de Tris no era por Liz estando desnuda. Se alegro de darse cuenta de eso. Si
hubiera continuado la conversación como era, lo habría confesado por su cuenta.

Hiro levanto la mirada con una sonrisa en su rostro.

[¿Q-Qué puedo hacer por ti?]

Tris miro con duda al extraño comportamiento de Hiro, pero de inmediato se frenó con su
boca en una forma que lo hacía difícil de decir.

[Bueno… Nah. Hubo muchas idas el otro día, así que fue algo difícil.]

Como esperaba, no era por Liz. Por raro que es, suspiro del alivio y escuchó las palabras de
Tris.

[Déjame hacerte una simple pregunta. Chico— ¿cuál es tu verdadera identidad?]

[A qué te refieres…]

Los rayos del sol se reflejan y brillan, y una espada fría llego contra su cuello.

[Dependiendo de tu respuesta, puedes perder tu cabeza.]


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[…]

Pudo ver en los ojos de Tris que es serio.

[Te tengo confianza, chico. Estoy en deuda contigo por salvarnos de la muerte. Pero no
puedo hacer ojos ciegos a tal demostración de poder.]

[Bueno, tienes razón.]

[Le pondría una mano a mi benefactor si la princesa saldría mal parada. Creo que es todo.]

Hiro trago su salida y limpió su garganta.

Soy el Segundo Emperador. Si dijera eso, su cabeza probablemente rodaría en el suelo. Pero
eso no significa que pueda decir que es de la Tierra. Su cabeza caería si dijera eso. Mientras
Hiro dudaba en cómo responder, Cerberus llego corriendo al cuarto con una asombrosa
velocidad. Su apariencia es la misma cuando fue tomado por Liz— En resumen; debe haber
escapado.

[Está bien. ¡He cambiado mi ropa así que no te dejaré ir más!]

Liz llego al cuarto también, gruñendo y quejándose, y—

[¡Tris! ¡Qué estás haciendo!]

Se dio cuenta que Tris apunta su espada a Hiro y corrió a él. Justo así, ella tomó el cuello
de Hiro y lo hizo abajo, entonces levanto la mirada y miro a Tris.

[¡No sé lo qué está pasando, pero es un hecho que es mucho!]

[Su Majestad…]

[Silencio. Y aleja tu espada.]


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En un tono evasivo, Tris se dejó en una rodilla con su espada envainada. El cuerpo de Liz
deja una dulce esencia.

[Tris. Explícame exactamente qué pasa.]

[Liz. Justo a tiempo para escuchar algo.]

Hiro también se sentó y se quedó entre ellos.

[¿Qué?]

[—Acerca de quién soy. Estoy seguro que se han preguntado por eso.]

[Si no quieres decirme, está bien. No me importa si no quieres.]

Viendo sus ojos vacilar, Hiro dudo un poco antes de palmear su cabeza. Hiro le chasqueo a
Liz, quien lucía con el corazón roto, como un niño que había sido separado de sus padres.

[Está bien. Es solo que quiero decirlo.]

[Bien, muy bien. Escucharé lo que Hiro tenga que decir.]

[No es tan complicado como suena—]

Luego de un rato, Hiro murmuro.

[Soy un descendiente del Segundo Emperador.]

[¿Huh…?]

[¿Nuh…?]
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Si fuera a ser honesto con algo, tendría que contar una historia de hace mil años. Pero,
tenían que irse mañana, y no había forma que pudiera explicarlo en medio día y así. Así que
decidió mentir.

[Si me pides una prueba, diría que es el color de mi cabello y ojos. Es como una herencia
genética.]

[…]

[…]

Hiro continúo, preguntándose en su silenciosa reacción.

[Por cierto, creo que se me permitió entrar al Bosque Anfang por la línea de sangre del
Segundo Emperador.]

[Hiro. ¿Sabes lo que eso significa?]

Hiro inclinó su cabeza a Liz, quien pregunto con una seria apariencia en su rostro.

[Eh, ¿a qué te refieres?]

[Si eso fuera cierto, entonces Hiro sería el heredero al trono.]

[No es cierto. Solo soy un descendiente.]

[Digo, ¿del Héroe de Guerra?]

[Sí… supongo, pero…]

[Entonces serás el último de la Familia Imperial. Quizás.]


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[¿Por qué?]

[Porque el Primer Emperador dejo la última petición.]

[¿La última petición?]

[Sí. Menuda rara petición, ¿huh?]

Liz miró a Tris, quien estaba en silencio.

[Si alguien clama ser un descendiente de Schwartz, asegúrense en el Templo del Espíritu
del Rey. Si lo es, dadle el estatus que se merece. El Espíritu del Rey maldecirá a aquellos
que violen está última petición. Y—]

— Altius… ¿qué estabas haciendo…?

Es un hombre listo. Pudo haber tenido un indicio de lo que iba. Quizás se aseguró que no
habría inconveniente cuando sea que Hiro volviera a la era. Sin embargo, era un terrorífico
hombre que ha predicho que se llamaría a sí mismo un descendiente.

[Así que, puedes ser un miembro de la Familia Imperial. ¿Estás feliz?]

Una sonrisa apareció en la boca de Liz mientras envolvía sus brazos su alrededor. Si Hiro no
hubiera sido tan insensible, pudo haber sentido que ella estaba enamorada de él. Pudo
haberse dado cuenta que no era amor que se alza de las diferentes medidas sociales.

Pero Hiro hizo una gran sonrisa al inesperado giro de eventos y le pidió a Cerberus ayuda,
pidiendo algún consejo que pudiera darle. Como si estuviera arraigado lo que paso antes,
fue ignorado mientras Cerberus giraba y se alejaba.

[…Fumu, supongo que ahora está bien.]


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Con una inconveniente expresión en su cara, Tris se paró con un sentimiento de


desaprobación. No es sorpresa que decir sus origines no explica el misterio de su poder,
pero con Liz en frente a él, no tiene más opción que dejarlo.

[Pero otra vez, no sabía que Hiro fuera un descendiente del Segundo Emperador. Bueno,
supongo que es una pena que no fueras un espíritu.]

Quería modificarlo, preguntándose si aún estaba por sacar más cosas, pero había más cosas
importantes que hacer.

[Um, ¿por favor puedes no decirle a nadie que soy un descendiente del Segundo
Emperador?]

[Lo sé, lo sé. No estamos en esa situación justo ahora, y algunas cosas igual me molestan…]

[Sí… gracias.]

Aunque se metió en esto, su mentira había hecho las cosas incluso más complicadas. Esto
podía ser a lo que se refieren por un astuto maquinador dibujando su propio plan. Suspiro
al hecho que nada iba como quería con su vida en este mundo alternativo. La mente de
Hiro se aceleró desesperadamente con pensamientos del futuro.

____________________________

El Fuerte Berg está rodeado por el desierto. La villa más cercana está a un día de camino,
y dos días a caballo está la ciudad fronteriza de Lynx.

Aunque se dice estar en la línea frontal de sur, los dos países, Principado de Lichtine, los
cuales usan el sistema de esclavitud y el Gran Imperio Grantz, ni siquiera han tenido una
pelea en años, y podía decirse que sus relaciones están bien. Por ello, aunque el Fuerte
Berg está bien mantenido, no es confiable y no es muy robusto cuando miras a una batalla
de larga duración.

En una pequeña colina de tal fuerte– la armada de Lichtine estaba estacionada allí. Había
un aire de tranquilidad que hacía difícil creer que era tiempo de guerra. Aunque algunos de
los guardias estaban allí, la mayoría estaban sentados en el suelo haciendo nada.
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Los oponentes solo eran tres mil, y la armada de Grantz fue confinada a un vulnerable fuerte
que se acabaría si fueran atacados. Quizás era algo natural para ellos pensar que habían
ganado.

Un caballo galopa entre los soldados que parecen poder beber tal licor. La persona en el
caballo tiene una ropa roja envuelta en su brazo, la cual es la prueba de un mensajero. El
mensajero bajo de su caballo en frente de la tienda del comandante de la armada de Lichtine
y se apresuró a la entada.

[¡Déjenme pasar ahora! ¡Es una emergencia!]

[No. Incluso si eres alguien conocido, aún tengo que hacer una inspección física.]

Dos soldados parados frente al mensajero. Con una pista de molestia en su voz, el
mensajero dijo; “No tenemos tiempo para hablar. ¡Algo terrible ha pasado!” Los dos
soldados en guardia se miraron entre sí como si estuvieran confundidos por las palabras del
mensajero.

[Entiendo. Pero no digas que no has pasado apropiadamente por la revisión.]

El soldado en guardia bajo sus hombros y giro su cuerpo al costado. El mensajero de


inmediato se metió a la tienda.

Había varios hombres adentro. Todos lanzaron una burlona mirada al mensajero. Es normal,
había sido sacado, pero quizás porque estaba en apuros, el mensajero abrió su boca sin
dudar.

[¡Tres mil fuerzas separadas han sido destruidas! ¡Vile-sama, a pesar de su tremendo
esfuerzo, fue asesinado en batalla!]

El lugar estaba movido con la información que el mensajero había traído.

[Cállate.]
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Un grito. Con solo eso, el lugar se tranquilizó. Quizás es por el inusual enojo mezclado con
el sonido de la voz.

Rayhill Lemaire Lichtine. Es el heredero y el siguiente en la línea del Clan Lichtine.

[¿Qué pasó con el arma espiritual que mi idiota hermano tenía en su posición?]

Estaba más preocupado por lo que le pasó a la preciosa arma espiritual que la vida de su
hermano. No hay espíritus en el Principado de Lichtine. Por eso, no podían obtener piedras
espirituales. No es imposible comprarlas si pones algo de dinero, pero el intercambio es
declinado por su país.

[Quizás está en las manos de la Sexta Princesa.]

[Qu… qué desastre. Ese idiota.]

Aunque solo estaba entrenando su cuerpo y no era muy listo, Rayhill no esperaba que su
hermano pequeño perdiera al liderar tres mil tropas. De acuerdo a la información que le fue
traída, la Sexta Princesa solo fue capaz de tener unos cientos. ¿Podía ser que… fue atrapado
en una trampa?

Rayhill miró a la fuente de la información, el hombre con capucha.

[¿Qué es? ¿Tienes algo que decirme?]

[¡Dijiste que tres mil serían suficiente para capturarla! ¡Y que la Sexta Princesa solo tiene
menos de cien guardas para protegerla!]

[¿No te atreves a decirme que he te he traído información falsa?]

Un instinto asesino salió del hombre en capucha. Rayhill bloqueó la presión.

[N-No… no dije eso. Debe haber un error…]


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[También me dijiste no subestimar al Espíritu de la Espada. Aunque la Sexta Princesa aún


tiene que ser manejada, la original Emperador de las Llamas puede asesinar a miles de
enemigos.]

[Así que… ¿dices que ella lo ha dominado?]

Rayhill pregunto, y el hombre encapuchado agitó su cabeza.

[No creo eso. Pero es algo que tiene que ser prioridad.]

El hombre encapuchado pensó en la situación. Y Rayhill se sentó en su silla. El plan era solo
capturar a la Sexta Princesa y entregársela a este hombre. Luego de eso, todo lo que tenían
que hacer era asegurar esclavos en el territorio de Margrave Grinda y regresar a salvo a
casa.

¿No debí tomar el reto?

Ha conocido a este hombre encapuchado por bastante tiempo y ha intercambia cartas con
él por años. Ahora, le envió una carta diciendo, “Si capturas a la Sexta Princesa, yo te daré
un centenar de Monedas de Oro de Grantz y dos Armas Espirituales como recompensa por
tu éxito.” Lo rechazó, claro, ya que no confiaba en él. Sin embargo, luego de repetidas
peticiones y pago avanzando por un arma espiritual, Rayhill de inmediato persuadió a su
renuente padre y junto a las tropas.

Sobre todo, fue tentado a decir que la 4ª Armada Imperial no se movería.

También estaba escrito para indicar que no importaba cuánto alborotaran el territorio de
Margrave Grinda, el Gran Imperio de Grantz no tomaría represalias contra el Principado de
Lichtine.

Si fuéramos a retirarnos ahora… nos dejaría un mal sabor de boca.

Luego de tomar una decisión, Rayhill volvió al hombre encapuchado.

[¿De verdad la Sexta Princesa no está explotando el poder del Emperador de las Llamas?]
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[Sí, no creo que lo hiciera. Lo aseguro.]

El hombre asistió. Rayhill confirmó.

[Así que, ¿la 4ª Armada Imperial no se moverá tampoco?]

[¿No cree en mi palabra?]

El hombre encapuchado río, su garganta temblando. Rayhill siseó en duda.

[¡Claro! ¡No solo hemos perdido tres mil soldados, sino también hemos perdido a nuestra
arma espiritual!]

[Entonces te diré algo.]

Encogiendo sus hombros, el hombre encapuchado tomó un arma de atrás de su capa y la


coloco en el escritorio. Era un arma spiritual decorada con plata y oro.

[Si capturas a la Sexta Princesa, añadiré otra cosa más. Te daré 200 monedas de oro.]

Rayhill se puso rígido a la recompensa, la cual era muy irrazonable. Entonces la mano del
hombre encapuchado llego a él.

[Y te daré esto también.]

El hombre encapuchado tenía una bola en su mano que parecía una nuez.

[¿Qué es eso?]

[Bueno, bebe. Es un milagro que se desbloqueará el poder de tu arma espiritual.]

Nunca escucho eso. Rayhill inclino su cabeza mientras recibía la bola.


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[No es un veneno, ¿cierto?]

El hombre encapuchado se río con disimulo cuando lo vio escéptico.

[Supongo que de eso es la medicina. Si no confías, lo arrojare.]

Rayhill miró el arma espiritual en el escritorio y luego levanto el borde de su boca.

[Confío en ti.]

Arrojo la bola en su boca y la trago. Luego, reviso su propio cuerpo.

[¿En serio… funciona?]

[Creo que tomará tres días para que surta efecto.]

[Hm. ¿Así es eso… entonces debería atacar el Fuerte Berg en tres días?]

[Sí, sería lo ideal.]

El hombre encapuchado dijo eso y se paró.

[Entonces, si me disculpas.]

Antes de dejar la tienda, el hombre encapuchado giro una vez más.

[Si me decepcionas— ya lo sabes, ¿verdad?]

Cuando Rayhill suspiro y miro a la entrada, el hombre ya no estaba allí.


____________________________
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En el 1º de junio, 1023, del año imperial, cuando la Sexta Princesa y su equipo llegaron al
Fuerte Berg. No había señal de un asedio del enemigo, y la armada del Principado de Lichtine
estaba simplemente colocando sus posiciones a distancia y se miraron entre sí.

Tris dio una señal a los soldados en guardia, y la puerta de hierro fue abierta. Una vez
dentro, lo que llamó su atención fue la plaza central. Principalmente es tratada como un
terreno de entrenamiento para soldados, y cuando miras al este, hay muchas oficinas de
oficiales, mientras que al este, hay una fila de tiendas donde los soldados están.

La torre central, la cual alberga el centro de comando de operaciones, un gran baño, y el


comedor, puesto al norte. Guiado por los soldados, Hiro y los otros entraron a la torre
central. Luego de caminar en la escalera espiral, a una corta distancia, llegarían al cuarto
de comando de operaciones.

En el muro este del cuarto estaba un mapa del continente central, y a la par estaba un mapa
del mundo. Hay sillas para diez personas en el centro del cuarto, colocadas a lo largo del
escritorio. Una bandera de la cresta de un león de oro en un trasfondo blanco y una bandera
de cresta de rosa en un trasfondo café estaba erigida por la ventana viendo la plaza central.

Cuando Hiro y los otros aparecieron, tres hombres y una mujer dentro se pararon de sus
sillas y les saludaron.

El primero en acercarse era un elegante caballero con barba. Usaba una buena armadura y
abrazó a Liz con un claro sonido.

[Buen trabajo en llegar aquí a salvo. Has crecido luego de un buen tiempo de no verte.]

[¡Tiempo sin verle, Tío Grinda!]

Los dos estaban felices de verse otra vez. Mientras Hiro los observaba sonriente, se dio
cuenta de una mirada y giro su cabeza para ver a una delicada chica parada allí.

Su delgado y flexible cabello plateado brillaba en el flujo de la luz del sol metiéndose por la
ventana. Su cara era pequeña, y sus ojos estaban ahuecados, se parecía a un pequeño
animal, te hace querer protegerla. Sus flequillos estaban recortados lo suficientes para
ocultar sus cejas, para contribuir más a su juventud.
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Quizás era el color plomo de sus ojos, o tal vez era su inexpresividad que le daba una fría
impresión. Era incluso más baja que Hiro, quien era consciente de su baja estatura. Usa un
uniforme militar negro, pero las mangas son tan largas que sus manos están escondidas a
la vista. Estaba usando un uniforme militar tan grande que la palabra “Holgado” le quedaba.

Me pregunto si es un soldado. Creo que es muy joven para eso.

En su mano izquierda, estaba sosteniendo un libro que lucía familiar. Hiro trato de
recordarlo, pero sus pensamientos fueron interrumpidos con la chica acercándose.

[¿Quién eres…?]

Ella dijo con una expresión seca y una apariencia aturdida. La chica parece estar viendo a
Hiro, pero sin mirarlo exactamente, y tenía esa extraña atmósfera.

[Q-Qué idiota…]

Escucho un gruñido. A la par del lugar donde la chica estaba al inicio, un guapo hombre con
cabello café estaba viéndolos con una cara de sorpresa.

¿Qué es eso…?

Mientras Hiro inclina su cabeza y se pregunta, las mangas de su uniforme estaban colgando,
causando que sus ojos regresaran a la chica otra vez.

[¿Quién eres…?]

[Mi nombre es Hiro. Y soy un plebeyo.]

[¿Hiro… Hiro… Hiro? Hiro, Hiro, Hiro, Hiro.]

Hiro sonrió amargamente a la chica que empezó a murmurar y dijo su nombre. Por favor
deja de decir el hombre de las personas como si fuera el llanto de un animal.
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[Ya veo…]

La chica asistió y tocó sus largas mangas antes de sostener su blanca mano. En eso algo
estaba envuelto en papel.

[Te lo daré. El Segundo Emperador Manju.]

[G-Gracias…]

Estaba sorprendido que hubiera una cosa como el manju en este mundo, pero lo aceptó.
Calentado por piel humana, es un poco difícil de comer. Puede ser una recompensa para
cierto tipo de ser humano… Ahora, el chico guapo de cabello café estaba mirando a Hiro
con una fuerza que estaba por hacerle llorar lágrimas de sangre. Si le pide un apretón de
manos, una espada probablemente saldría.

En frente de los desconcertados ojos de Hiro, la chica puso su mano en su pecho mientras
bajaba sus largas mangas.

[Trea Luzandi Aura von Bunadara. Mi rango es General de Brigada. Llámame Aura.]

[Qué cortés…]

Hiro inclino su cabeza mientras le toma interés a tal confiable chica, y luego levantó su
cabeza y miro a la chica en serio.

[¿Qué…?]

[Um, ¿puedo hacerte una pregunta?]

[No importa. ¿Qué es?]

Inclino su cabeza con una gran sonrisa en su cara. Es una inexpresiva pero entrañable cara.
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[¿Eres la rumoreada Doncella de la Guerra?]

[Sí.]

Ella respondió de inmediato sin dudar. Además, ser llamada la Doncella de la Guerra es solo
como una cosa trivial para ella, pero su cara parece haberse suavizado un poco, y se puso
orgullosa. La chica una vez fue conocida como la “Doncella de la Guerra”, y admiraba su
apodo. La persona más joven en ser seleccionada como un miembro del personal del Tercer
Príncipe, y un prodigio que sirve como jefe del personal a sus solos 17 años.

¿Cómo podía ser tan pequeña? Para empezar, Hiro estaba sorprendido que era más adulta
que él.

Así que esta chica era…

Mientras Hiro se echaba atrás por el inesperado hecho—

[¡Oomph!]

Aura desapareció de la vista con una voz como de un anciano. Cuando lo siguió con sus
ojos de prisa, encontró a Aura siendo presionada y siendo tomada en sus mejillas por Liz.

[¡Aaw, qué linda! ¿Qué es esto? ¡Es tan suave!]

[…]

[Así que esta es la Doncella de la Guerra. ¡Increíble! ¡Pude haber perdido ante esta
abrumadora lindura!]

[…]

Con una deprimida apariencia en su rostro, Aura se dejó ir con Liz. No estaba seguro si ella
no se resistió porque Liz era una Princesa Imperial, incluso si era una depravada, o porque
fuera un lío, pero Hiro decidió detener a Liz ya que Aura no parecía gustarle la situación.
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[Liz. No parece que le guste, así que para.]

[¡Pero ella es tan suave!]

Oh, supongo que no queda de otra. Hiro murmuro y se hizo atrás. No es que tuviera miedo
por esos ojos asesinos o algo.

— Lo siento. Así que no me mires así, dijo eso Hiro.

Se disculpo con Aura, quien estaba mirándolo con una cara de resentimiento y luego decidió
dejarlo hasta que Liz se aburrió. Luego el elegante tío llego al costado de Hiro.

[Hola. Creo que has escuchado de mí por Liz, pero déjame presentarme.]

El tío extendió su mano, y Hiro la tomó. Parece delgada, pero es obvio que sus manos son
fuertes y no les falta entrenamiento.

[Soy Luzen Kiork von Grinda. Soy el Margrave del territorio de Grinda. Siéntete libre de
llamarme Tío Kiork.]

[Soy Hiro. Bueno, creo que solo te llamaré Kiork-san.]

¿Cómo puede llamar a tal excelente persona tío? Kiork murmuro en silencio. [Parece que
aún es temprano.] pero Hiro no lo escuchó.

[Mis disculpas.]

Y luego de ser rechazado por Hiro, Kiork fue hacia Cerberus y Tris. Como si lo reemplazara,
un guapo tipo con cabello café apareció frente a los ojos de Hiro.

[La tensión aquí está por estallar por ustedes chicos. Bueno, hay 12000 oponentes, así que
probablemente es mejor ponerse nervioso, pero todas las cosas se arruinan.]
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El guapo tipo de cabello café sostuvo su mano con un bufido. Hiro apretó la mano del tipo
de cabello café, el cual reaccionó como un tsundere.

[Soy Lawrence Alfred von Spitz. Un vizconde y oficial de segunda clase. Ahora mismo soy
ayudante de Aura-sama. Puedes llamarme Spitz-sama.]

Los oficiales militares del Gran Imperio de Grantz son principalmente del sector militar, y
también hay oficiales civiles y oficiales administrativos. Los rangos de primer, segundo, y
tercero son los oficiales más altos, y el cuarto, quinto y sexto rango son los oficiales más
bajos. Por cierto, Tris, es un oficial militar de tercera clase.

[…Entonces te llamaré Spitz.]

[Bueno, no me importa igual.]

[Sí… bien.]

Hiro pensó que era el tipo de chico que se negaría el pedirle llamarle sin honoríficos, pero
parece que es diferente. Era solo un poco inmaduro, eso es lo que Hiro pensó.

[¿Cómo puedo yo, un noble, ser ofendido por un plebeyo?]

Dijo eso en un tono sarcástico, lo cual hizo que Hiro se retractara de su previo dicho.

[Ah, bien… tengo algo que decirte, asistente.]

[¿Qué es?]

[¿No deberías estar ayudando a Aura?]

[Soy un noble del Gran Imperio de Grantz. Puedes no saber esto como un plebeyo— pero
¿cómo puedo darle una orden a Su Majestad?]
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Cruzo sus brazos en una pomposa forma y dijo eso.

[Y mirar a dos bellas doncellas entrelazadas. Estoy satisfecho solo con eso.]

Este chico no tiene un gramo de tensión, Hiro pensó.

Como sea, luego de alejar con éxito a Liz de Aura, cada uno se puso en sus sillas junto a la
mesa. Liz fue la primera en abrir su boca.

[¿Por qué la Tercera Armada Imperial de la Doncella de la Guerra está aquí?]

Liz inclino su cabeza y pregunto, siendo suficiente, Spitz se puso rígido y sobo sus ojos con
algo de negligencia. Hiro frunció sus ojos al comportamiento de Spitz y miró cada
movimiento que hace para asegurarse de no perderse nada.

[D-Déjame explicar esto—]

Spitz se paró con vigor, pero una larga manga estaba aplastando su rostro. Era el trajo de
Aura, cuyas manas están colgando.

[Se los diré. Señor Spitz, por favor siéntese.]

[S-Sí…]

Con una intimidación sobrenatural liberada, la fuerza dejo las rodillas de Spitz, y se sentó
en su silla. Aura, quien estaba a su par, se paró, tomó un respiro, y llevó su atención a Liz.

[Estoy aquí para capturar a Su Majestad.]

¿Alguien escuchó el sonido del aire agrietarse?

Un extraño sonido incurrió en un cuarto lleno de silencio. Fue un profundo sonido, pero
puedo haber sido solo un sonido. Sin embargo, hay solo persona que lo notó.
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Era Hiro, el único que llego al abismo. El espacio en su mano se agrieto, y un pequeño pomo
emisor de luz sobresale. Dependiendo en cómo el oponente llegue, él sacará al “Emperador
Celestial”. La expresión en la cara de Hiro decía eso, pero esa oportunidad nunca llego.

[Pero no tengo la intención de hacerlo. No te preocupes.]

La tensión pasó de la escena de una vez. El siguiente en hablar fue el tío de Liz.

[Bueno, hay muchas cosas, pero decidimos llegar a una tregua. La razón de esto es, como
sabes, porque el Principado de Lichtine nos atacó. Lastimosamente, lo descubrí solo porque
el Conde Bunadra me informó de ello.]

Una vez esas palabras fueron cortadas, Kiork continuo.

[Estaba sorprendido. Ondearon la bandera blanca que ya no habría pelea. Tan pronto como
dude, un mensajero vino a mí y me dijo que el Principado de Lichtine estaba actuando
sospechosamente.]

[Es natural. No tenemos tiempo para peleas familiares.]

Aura intervino.

[Es cierto… incluso si no estamos compaginados, el Gran Imperio de Grantz siempre debe
ser fuerte ante las caras enemigas. Aunque hay algo que no cuadra dentro de esta cosa.]

Y le dio a la Doncella de la Guerra una muestra de eso, añadió Kiork, orgulloso.

Aura levantó sus cejas irritada y dijo. [Siquiera peleamos, así que no perdimos.]

Ella inflo sus mejillas. Es un gesto bastante lindo. Hiro le dio una sonrisa amarga. Liz, sentada
a su par, también le mando una apasionada mirada a Aura, quizás porque tenía algo que
pensar, pero luego de un rato, puso su dedo en su mentón e inclino su cuello.

[¿Huh? Hablando de ello, tío, ¿qué pasó con la Cuarta Armada Imperial?]
P á g i n a | 207

[…Les he mandado varias cartas, pero no han respondido.]

Kiork respondiendo a las palabras de Liz, miro por el cuarto, y de pronto murmuro.

[Ahora que lo pienso; aunque no veo a Lord Dios.]

Y luego el ambiente cambió. Sin notar el cambio, Kiork continuó.

[Se supone que ha dejado el Fuerte Alto para recogerle, Liz… ¿puede ser que no lo
encontró?]

Viendo a Liz con una sombría cara, Kiork parece haberse dado cuenta de su error. Aunque,
las palabras que fueron dichas no podían deshacerse. Tris levantó sus cejas y llego en un
intento de romper la rara atmósfera.

[Hubo una emboscada por las fuerzas del Principado de Lichtine cerca del pequeño país de
Baum. En ese momento…]

[Ya veo…]

Los hombros de Kiork cayeron mientras descansaba su espalda contra la silla. Kiork debía
de saber que tres mil tropas separadas del Principado de Lichtine estaban dirigiéndose en
dirección al Fuerte Alto, pero viendo a salvo a Liz, debió haber pensado que Dios estaría a
salvo también.

[He jurado encontrarme con él otra vez, pero…]

Cuando Hiro miro al rostro de Aura, también se veía sorprendida y aparto la vista.

[¿Ese “Ogro”…?]

Aura murmuro en silencio. Kiork también tenía lamentos.


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[Si no hubieras dejado a las fuerzas enemigas separarse…]

Spitz, el ayudante de Aura, respondió eso.

[Ahora es momento de hablar de “ellos”. De hecho, los dejamos pasar sin más, pero sería
suicidio perseguir tres mil tropas con nuestras espaldas contra la pared.]

Todos se pusieron de acuerdo. Si abandonan el fuerte y persiguen al enemigo, no solo serán


atrapados cerca, sino también pueden ser atrapados en el fuego cruzado. El primer paso es
derrotar a los doce mil hombres y perseguirlos, pero no es una prueba que pueda ser tomada
así de simple.

[Pero Su Majestad se ha ocupado de las tres mil tropas despachadas.]

Aura prosigue.

[El enemigo sabría de eso por ahora. Sabes que son muy cuidadosos. El hecho que no nos
estén atacando es prueba suficiente.]

Hiro asistió. El oponente sabría que Liz había entrado al Fuerte Berg. En cuanto porque no
se estaban moviendo, uno tendría que preguntarse si aún estaban alterados por los cientos
de soldados que habían derrotado a su número de tres mil, o que fueron incapaces de
moverse debido a otro cierto factor.

[No tenemos tiempo de sobra, pero parece que podemos prepararnos para algunas cosas.]

Varias ideas llegaron a su cabeza… Hiro no estaba seguro cómo transmitirlo. Aunque, la
indecisión fue de inmediato alejada porque Aura dijo eso con un espíritu de pelea.

[Ahora es nuestro turno…]

Una pequeña llama se encendió en los ojos de Aura. Kiork enderezo su postura y pregunto.

[¿Tiene alguna buena idea?]


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[Vamos a salir del Fuerte Berg.]

[Solo tenemos tres mil aquí. No ganaremos si peleamos de frente.]

[Margrave Grinda se quedará en el fuerte con Su Majestad, solo por sí acaso.]

Entonces solo dos mil tropas tendrían que lidiar con una gran armada de doce mil. Hiro
pensó que escuchó mal, pero viendo a su ayudante, Spitz asistió con orgullo en un lugar,
no parecía ser ese el caso.

Kiork suspiro profundamente.

[Esto es absurdo. Sería mejor ir a la pelea juntos.]

[Estará bien. Solo déjamelo a mí.]

Aura no agitó su cabeza. Luego, trató de convencer muchas veces a Liz, pero continuó
rechazándole.

Hiro de alguna manera se dio cuenta de las intenciones de Aura. Por algo, no podía
coordinarse con los soldados del Margrave Grinda. Hay una diferencia en el nivel de
habilidad, y sobre todo, es la caballería que ha traído con ella.

En contraste, los soldados del Margrave Grinda fueron hechos para infantería. Sería
importante llenar sus debilidades sin destruir las fuerzas entre sí, pero sería malo ya que
nunca habían entrenado juntos.

La otra cosa que podía pensar era que podía ser su propia forma de disculparse. Quizás
sentía culpa por causar una confusión innecesaria en el territorio del Margrave Grinda. Como
tal, Kirok dejo la persuasión y decidió tener otra reunión mañana, y el consejo militar fue
terminado.
____________________________

Bueno, dudo que pueda ser persuadida.


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Aura podía ser terca, pero probablemente también posee un fuerte sentido del deber. Hiro
sonrió con amargura y se quitó su uniforme y lo lanzó al cesto.

Aun así, estoy sorprendido que tengan un baño aquí.

Un baño existe en la base de la torre central del Fuerte Berg. Parece ser usado más por los
oficiales. Sin embargo, parece estar brotando del suelo, así que parecen ser aguas termales.
Luego de lavar su cuerpo y sumergirse en agua caliente, Hiro suspiro admiración de su boca
y entonces—

[Wow, hay mucho vapor.]

[Parece caliente.]

Oyó algunas voces familiares de mujeres. Bajo sus hombros y miró detrás de él. No era solo
la figura de Liz sin ropa; Aura también estaba allí.

[¿Cómo está el agua? ¿No está caliente?]

Liz se acercó felizmente.

[…]

Las mejillas se Aura se rigieron al notar a Hiro, y su cara estaba roja de la vergüenza.

[Sí, eso es. Necesitamos echarnos algo de agua en nuestros cuerpos primero—]

Liz se agachó, puso sus manos en la tina, y empezó a verter agua caliente sobre su cuerpo.

[¿Por qué estás aquí?]

[Solo quería tomar un baño.]


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[No, no es lo que estoy preguntando. Ahora estoy dentro.]

[Sí. Pensé en que iría contigo.]

Sintió tener una corazonada que ya no pensaba en Hiro como un hombre, pero ese no era
el caso. Cuando miró a Aura, a diferencia de Liz, ella trató desesperadamente esconder su
cuerpo con sus manos mientras su cara se sonrojaba.

[Hola… ¿Aura también quería tomarse un baño?]

Trató de llamarle, pero no hubo respuesta. Fuera de su visión, Liz estaba metiendo su cuerpo
en la tina.

[Mm, se siente tan bien—]

Y cuando se acercó a Hiro, le vertió agua caliente, diciendo, “Eii, eii”. No importa cuánto
vapor hubiera, aún podía ver lo que podía ver.

[Entra, Aura, deberías entrar también. Se siente bien.]

Aura miró a Liz con una cara que decía que no podía creerlo, pero decidió hacerse a la idea
y entró a la tina con un gran salto.

[¡Hey! ¡Tienes que echarte agua caliente en tu cuerpo primero!]

La atención de Liz quedo fuera de lugar.

Si Liz es un gato, entonces quizás Aura es un perro.

Hiro pensó mientras se le salpicaba agua.

*************
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Al día siguiente— como uno esperaría… Aura no podía ser persuadida, Hiro y los otros lo
dejaron y estaban en el techo de la torre central del Fuerte Berg.

Este lugar es donde puede tener la vista entera del campo de batalla, pero la caliente luz
del sol es una desventaja. Estaban sudando quisieran o no. Para distraer su mente, Hiro
miró abajo del techo al parque central y vio tres mil caballos de caballería y setecientos de
infantería alineados cerca de la puerta principal.

Si algo pasa, estarían en espera para salir al rescate de una vez. Por el otro lado de la puerta
de hierro— había una armada de dos mil liderados por Aura en una extraña formación.

[Hey, ¿todo está bien…?]

Y entonces el sonido de una preocupada voz salió de la par de Hiro. Cuando Hiro volteó su
cara al costado, Liz miro al suelo con una cara ansiosa.

[Aún creo que es mejor para nosotros quedarnos en la ciudad.]

[No, es una mala idea. Este fuerte es algo robusto desde fuera. Fácilmente puede caer si se
expone al fuego enemigo por mucho tiempo.]

[¿No podemos esperar que la Cuarta Armada Imperial llegue?]

[Es un punto difícil. En primer lugar, no sabemos si la Cuarta Armada Imperial realmente
viene. No deberías esperar mucho.]

[Ya veo—]

La cara de Liz cayó en decepción, pero de inmediato levanto la vista.

[Bueno, ¿no podemos pelear junto a Aura? Creo que es mejor darles un poco de
probabilidades de ganar.]
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[Los soldados del Margrave Grinda y los de Aura tienen diferentes niveles de habilidad. Si
pelean juntos, pueden ser una carga en el campo de batalla. Pero si pelean por separado,
solo serán destruidos individualmente.]

[Es complicado.]

[No tanto cuando tienes el mismo número que tu oponente, pero esta vez, ya te lo
imaginas.]

Pero sería bastante difícil derrotar a doce mil con solo dos mil. Si el comandante fuera un
inútil, serían eliminados al instante.

Pero cuando Hiro miro la extraña formación de Aura debajo de él, su boca se levantó y una
sonrisa se formó en su cara. Dos mil soldados estaban compuestos de caballería pesada.
Había cinco en línea horizontal con mil hombres como uno, y tres detrás de ellos, incluyendo
la fuerza principal de quinientos como uno. Sería una tontería si iban a este punto, pero…

Ya veo… Formación de “Tridente”, huh…

Viendo la vieja formación, Hiro sintió que estaba en la vieja Alethia. El campo de batalla
empezó a moverse como la primera ola de trompas empezando a actuar.

*************

De norte a sur, dos mil jinetes negros avanzaban lentamente. Son los “Caballeros Imperiales
Negros” liderados por Aura, quienes claman ser la elite de la Tercera Armada Imperial.

Los caballos estaban envueltos en armadura. Se estaba envuelto en su cabeza en fuerte


hierro. Los cuerpos de los caballeros usando pesadas armaduras negras sobre ellos los
hacen tan grandes como osos. Con un fuerte viento, las banderas de la espada y escudo se
agitan en el purpura suelo.

Un grito de batalla lleno de tensión fue entregado desde la posición del enemigo. No era
irrazonable. A una edad joven de 17, Aura es la Jefa de Personal de la Tercera Armada
Imperial y es conocida como la Doncella de la Guerra. Ya no había nadie en el Continente
Central que no conociera de su existencia.
P á g i n a | 214

Las fuerzas enemigas habían dejado a sus arqueros en la línea frontal esperando por los
Caballeros Imperiales Negros acercarse. Una mueca apareció en sus rostros. Naturalmente,
su enemigo se formó solo de caballería. Aun así, estaban bastante armados de caballería
sin movilidad.

Un gran número de flechas se dispararon del arco del enemigo y al momento cubrió su
visión. No hay forma de saber qué escena apareció en la mente del otro, ya sea que el
enemigo estuviera muriendo, o las flechas que estaban siendo bloqueadas por armaduras y
escudos se rompiéndose cruelmente.

Aura sonrió. Alzó su mano izquierda. Un sonido de tambor, y toda la armada llego a un alto.
Flechas cayeron en frente de los soldados en el frente. Por sorpresa, ni uno fue herido.

[Ahora es el momento— vanguardia.]

Ella levantó su mano al cielo y la ondeó. Tres tambores sonaron, y el frente de línea galopó
al desierto, golpeando a sus caballos en la pansa mientras levantaban sus escudos de acero.

Las cinco unidades se fueron verticalmente para formar cinco líneas. Flechas fueron
disparadas del enemigo, pero su mira era pobre, la mayoría perforó el suelo, y si impactaran,
eran bloqueadas por los escudos. Entonces salió el caballo. Pero el caballo también está
cubierto con armadura. Si es así, no hay otra forma más que apuntar a los ojos o pies, pero
los líderes del escuadrón enemigo están confundidos, y sus ataques son pesados.

[Aura-sama. He pasado las instrucciones a cada líder de escuadrón.]

A la par de Aura, quien escuchaba el rugido de la herradura, era Spitz quien metió su caballo
a su par.

[Entonces avanza sin ser notado por el enemigo.]

[¡Ha!]

Spitz levantó dos dedos y ondeó sus brazos al costado. Cada líder de escuadrón se aseguró
de eso, y la línea trasera empezó a avanzar. El hecho que están usando caballos armados y
armadura pesada no significa que las flechas no impactarán a los soldados.
P á g i n a | 215

Inevitablemente impactarían si toman unos cuantos golpes. Unos cuantos del equipo de
avanzada cayeron al suelo y se volvieron en objetivos para las flechas enemigas. Viendo
eso, Aura se puso rígida infelizmente.

[Haremos nuestro siguiente movimiento. Prepara los tambores.]

[¡Ha!]

Spitz levanto su brazo derecho y los de caballería en el fondo prepararon los tambores.

[Tomaremos la iniciativa antes que repongan su compostura.]

Aura extendió su brazo derecho al costado. Dos tambores fueron golpeados dos veces, y
dos banderas fueron alzadas. Luego dos unidades se unieron juntas y empezaron a ir en
círculo al borde del flanco izquierdo del enemigo. Si podían distraer y confundir la atención
de los soldados enemigos al flanco derecho—

[Siguiente.]

Aura extendió su brazo izquierdo al costado. Dos tambores sonaron dos veces, y cuatro
banderas se levantaron. Dos unidades se unieron juntas, y van al borde del flanco derecho
del enemigo.

[Al final.]

Las largas mangas se movieron en el viento con Aura juntando sus manos. Cinco tambores
fueron sonados, y cinco banderas fueron levantadas.

[A por ellos.]

La última unidad va al centro del enemigo. Al mismo tiempo, el ataque empezó del flanco
izquierdo y derecho. Las fuerzas enemigas trataron de rebajar a sus arqueros, pero no
pudieron hacerlo así a tiempo y fueron presa de las lanzas de la caballería pesada.
P á g i n a | 216

Aura ve la oportunidad en las confusas líneas enemigas.

[Toda la armada a la carga.]

Ella sacó la espada en su cintura y la libero y levanto en lo alto de los cielos. El arma
espiritual es reflejada en la luz del sol. Se veía tan hermosa. Viendo la figura de su diosa,
Spitz sacó su espada y la desenvaino.

[¡Todas las tropas, a la carga! ¡Victoria para nuestra Doncella de la Guerra!]

[¡Uoohhh!]

Los jinetes de armadura pesada respondieron al golpear la empuñadura de sus lanzas contra
el escudo. Escuchando eso, Spitz se apresuró al frente de línea, y quinientos jinetes iban
desde atrás con un abrumador sentido de intimidación.

La retaguardia y los flancos izquierdo y derecho, como el frente de línea, se distanciaron de


la fuerza principal en un círculo para hacer un ataque de pinza. El frente de línea se encontró
con los enemigos y se fueron por la línea principal enemiga como una sola lanza.

Mil quinientos jinetes se aproximan; los soldados enemigos en el frente de línea están al
tanto de ello. Aunque, con una gran armada de doce mil, la transmisión de información será
retrasada.

— Impacto.

Muchos soldados enemigos muestran sus espaldas donde las embocaduras de quinientos
de la fuerza principal cayeron. Un soldado enemigo es aplastado y muere en un charco de
sangre. Es como si un fangoso arroyo se llevará los árboles destruyendo los muros creados
por personas. Es solo cuestión de pasar por el camino de la vanguardia, y los flancos de
ambos lados estaban sacando a los enemigos para unirse a la fuerza principal.

[Sigan presionando a la línea principal enemiga así— ¡¿Huh?!]

Spitz gritó y luego lo miro con una cara de sorpresa.


P á g i n a | 217

[Lord Spitz, no hay margen de error. ¿Quiere morir?]

Eso fue por Aura, quien se suponía estar en el campo principal, estaba cabalgando en paz
en caballo. Mientras levemente mueve su arma espiritual y asesina a los soldados enemigos,
Aura se estaba adelantando.

[¡Qué está haciendo! ¡Es peligroso aquí!]

[Tengo un arma espiritual. Soy más fuerte que Lord Spitz ahora.]

[¡Es cierto, pero…! ¡No sabemos qué hay afuera! Tiene que volver ahora—]

Spitz miro atrás y notó que ya estaba lleno con soldados enemigos, no son muchos, pero
no era suficiente para que solo Aura pasara. Los flancos izquierdo y derecho ya se habían
unido, y todo lo que queda era unirse al equipo de avanzada y evadir la línea principal
enemiga.

[¡Nunca me dejes, por favor nunca me dejes!]

Habiendo llegado tan lejos, no tuvo más que ir por ello. Además, al menos su moral será
elevada.

La Doncella de la Guerra está con nosotros; no hay forma que podamos perder. El gozo de
los soldados podía sentirse. En ese momento, las mejillas de Aura estaban empapadas, y
miró al cielo con sus cejas levantadas.

[…No va bien.]

El cielo se había puesto negro. El sol, el cual había brillado tan deslumbrante, estaba
empezado a corroerse. El tibio viento llevaba la esencia de la muerte de los enemigos, así
como señales de lluvia.
____________________________
P á g i n a | 218

En tanto, la torre central del Fuerte Berg. Las personas en su techo también sintieron algo
extraño en el cielo. Cabello carmesí danzaba en el viento que se hacía más fuerte. Liz
sostuvo su cabello con una mano y le dio la cara a Hiro.

[Aura, y los otros son increíbles… no esperaba que llegaran al campamento enemigo.]

Liz señaló un tridente que caería en territorio enemigo. Hiro asistió en acuerdo.

[Eso es. Es una forma rara de ir, pero creo que hicimos un buen trabajo.]

[¿En serio?]

[Si fuera cierto, tendrían que abrir la puerta del centro del lado enemigo con infantería antes
de poder hacerlo así. Pero Aura la abrió con su caballería. No es difícil de imaginar. Si las
cosas salen mal, serán eliminados.]

Si los números en un lado son abrumadoramente pequeños, no es el primer método de


guerra que escogerías a usar. Esto sería más de un atributo de un soldado bien entrenado
que un elogio a ella.

Luego de unirse sin interrupción, la carga sin prisa, y el explosivo poder viniendo de ello.
Luego de eso, cuando el enemigo fue distraído por la línea frontal y se marcharon, el
liderazgo de Aura fue brillante. Fue una increíble vista de admirar. Esto es algo que puede
decirse porque son aliados, pero hay algo irresistible para el enemigo.

[¿Pueden ganar?]

[Si las cosas salen bien, creo que ganarán.]

No habla de su ansiedad. Al menos, las cosas van bien ahora. Continuarían atacando al
campamento enemigo, sacando al general, y entonces dejarlo así. Lo único que queda es
arrasar a los soldados sueltos que han caído en pánico, pero hay algo de lo que Hiro estaba
preocupado.

Dependiendo en la fuerza militar del general enemigo…


P á g i n a | 219

En el pasado, cuando uso esta estrategia, hubo fieros peleadores que eran conocidos como
los “Cinco Generales Negros Celestiales”. Era porque se habían puesto a la vanguardia de
la batalla que pudieron ganar con esa estrategia. Ya sea que haya muchos fieros hombres
en el campamento de Aura o no.

Además…

Cuando miro al cielo, incluso más ansiedad le paso. En menos de un minuto más, el cielo
empezará a sonar y mojará el suelo. La caballería pesada que es menos movible, su poder
destructivo será reducido en el terreno mojado. Cuando Hiro miro al campo de batalla, la
línea enemiga había sido destrozada desde el centro por los “Caballeros Imperiales Negros”
liderados por Aura. Es un recordatorio de un dragón negro ascendiendo a los cielos y cautiva
al espectador.

[Liz. Mientras tanto, ¿puedes decirle a Kiork-san que se vaya alistando?]

Si algo sucede, deben alistarse a ir al rescate inmediato. Las personas inevitablemente crean
brechas en sus vidas, no importa la situación. Si algo inesperado pasa, se notará. Un
enemigo arrinconado no se rendirá; nadie quiere morir, después de todo.

[Bien.]

Liz accede sin decir palabra. En su actual posición, no tuvo elección.

[Gracias. Por favor.]

Hiro murmuro una palabra de gracias antes de observar su espalda mientras iba a Kiork.
Cuando miro arriba, vio sombrías sombras y nubles de tormenta en el cielo.

********************

El campo de batalla era un torbellino. Aunque era solo mitad de la mañana, el alto sol estaba
oscurecido por nubes. Debajo de ellos, la armada en el campo estaba siendo presionada
por un grupo de jinetes muchas veces inferior a ellos.
P á g i n a | 220

El sonido de los jinetes golpeando la tierra pisoteando los gritos del enemigo. Una sola línea
estaba cerrándose en el campamento enemigo. Sin embargo, su velocidad gradualmente se
reducía como pequeños granos saliendo desde las nubes del cielo. Antes que mucho tiempo
hubiera pasado, grandes granos de lluvia habían ganado impulso y penetraron el suelo,
aplastando por completo el impulso de los “Caballeros Imperiales Negros”. El tipo de cabello
castaño segundo al mando, Spitz, abre su boca para su oficial inferior que estaba corriendo
junto a él.

[¡Aura-sama! ¿Qué deberíamos hacer?]

[El general enemigo está justo frente a nosotros. Tomaremos su cabeza y nos retiramos.
Escaparemos hasta el Fuerte Berg.]

[¿Es nuestra única opción…?]

[No me fijaré en eso. Si parece imposible, nos retiraremos de inmediato.]

[¡Ha!]

Aura miro al campo enemigo para localizar al general enemigo. La visibilidad no es buena
por la lluvia, pero con desespero saca todo a sus ojos para la victoria. Ella siquiera miro al
caballo armado mientras se alejaba del enemigo, sino solo se concentró en el campamento
enemigo, un soldado la señaló con su cara de pánico. El rostro de un soldado está tensa del
miedo. Un soldado esperando con una bestial expresión en su cara. Ni uno de ellos es el
que quiere.

Quitando todo de su vista—

Sus ojos con éxito lo capturo como un flash de luz.

[Lo descubrí. ¡Síganme!]

Inusualmente, Aura levanto su voz. No solo eso, heroicamente alzó su arma espiritual y
palmeo la barriga del caballo. Spitz estaba horrorizal. Sin embargo, rápidamente recupero
su compostura y fue tras Aura con todas sus fuerzas. Cambio su espada por su lanza.
P á g i n a | 221

[¡Caballeros Imperiales Negros! ¡Sigan a Aura-sama!]

Él grito tanto como podía. Los caballeros respondieron con espíritu de ataque en lugar de
una voz. Asesinaron a la infantería enemiga alrededor y enterraron la sangre del siguiente
enemigo llegando en lo alto del cielo. Aura podía sentir el espíritu viniendo desde su espalda.
Podía sentir el calor juntándose en sus manos, las cuales estaban frías de la lluvia. Bendecida
por la bendición del arma espiritual, Aura detuvo a los soldados enemigos protegiendo al
general. Los soldados enemigos mantuvieron su distancia para evitar ser despistados por
los jinetes.

Solo son soldados que fueron forzados. Barbaros que venían de otros países buscando
esclavos. No tienen una causa o ambición. No hay espacio para que tales personas pisoteen
el territorio del Imperio.

[Dedico esta victoria a Su Majestad Schwartz.]

El arma spiritual de Aura brillo. La cara del general enemigo estaba llena de asombro y
desesperación. La hoja del arma espiritual de Aura se clavó en su cuello. Un feo sentimiento
se sintió en su mano, y al mismo tiempo, usó el impulso de su caballo para moverse. La
cabeza del general enemigo rodo por el suelo, ensuciándose del lodo. La figura, la cual es
grande, caía. Aura, quien atestiguo el evento, levanto su arma espiritual a lo alto del cielo.

[¡He matado al general!]

Aplausos salieron de sus aliados detrás de ella, y agitación salía de los enemigos a su
alrededor. La cara de Aura se endureció mientras reprimía su gozo y parecía irse.

[¡Lord Spitz! ¡Recoja la cabeza de una vez!]

No había punto en solo matar al general enemigo para terminar esta guerra. Si su muerte
fuera escondida, tendrían que continuar lidiando con 10000 enemigos. Deben recuperar
rápido la cabeza del general enemigo e informarlo a todo el campo de batalla.

[¡¿Qu—?!]
P á g i n a | 222

Los ojos de Aura se abrieron de asombro mientras se daba la vuelta. Es porque ella vio al
general enemigo quien había perdido su cabeza pararse en paz y recoger su propia cabeza.
El cuerpo entero de Aura se llenó de miedo. Ya no era humano, moviéndose sin su cabeza.
La decisión de Aura fue rápida. La palabra “Retirada” de inmediato paso por su mente. Su
garganta se endureció, y un grito salió de su boca.

[¡Vizconde Spitz! ¡¿Retirada—?!]

Aura no pudo gritar hasta el final. Es porque el general enemigo, quien ató su cuello, saltó
a Aura con su arma especializada en mano. Sacó su arma spiritual rápidamente y repelió el
ataque enemigo, lo que hizo un gran sonido, y el cuerpo de Aura flota en el aire. Y entonces
rodo con vigor en el suelo, cubierto en lodo.

Su caballo perdió su cabeza con todo su cuerpo en armadura y cayo al costado, salpicando
sangre de donde fue cortado. El punto de vista del hombre viendo a Aura, quien había
dejado de moverse, no se fijó, y abrió su boca mientras mira al vacío.

[¡No te dejes llevar, mocosa!]

Se acerco a Aura a largos pasos, con una elegante espada decorada en joyas en su hombro.

[¡Aura-sama!]

Spitz corrió y lanzó su lanza desde su caballo, pero fue atrapada entre dos grandes hombres.

[¡Qu—!]

Mientras se levantaba, Spitz fue tirado al suelo. Al mismo tiempo, un golpe de agua saltó
ruidosamente, pero es un cambio insignificante en la lluvia cayendo.

[¡¿—?!]

El general enemigo golpeo su talón en Spitz, quien estaba luchando por respirar. Una gran
cantidad de sangre salía de la boca de Spitz mientras es golpeado repetidamente.
P á g i n a | 223

Con el fin de salvar al segundo al mando quien estaba por ser asesinado, un jinete de
armada pesada practico un ataque.

[¡Ura—!]

[¡Bastardo!]

El general enemigo sacó su espada a la cara del soldado en un pestañeó. Un soldado


inconsciente se cayó de la parte trasera de su caballo. La muerte de un soldado valiente
que salvó a Spitz, pero estaba inconsciente y lluvia le cayó, la cual causó que la sangre se
esparciera por su cara.

Es cuando Aura finalmente se paró. Su brazo izquierdo, sostenido por su mano derecha,
estaba colgando, y lodo estaba goteando de su puño. Su brazo está roto. La vista de dolor
domino la expresión en su cara, probablemente es la mejor evidencia de eso.

[¿Arma espiritual…?]

Aura miro a la espada en la mano del gran hombre con sus ojos que no podían salirse del
punto de vista.

Y así… ¿qué diablos pasa con este brazo?

No hay bendición en un arma espiritual que pueda curar las heridas de un humano que ha
sido decapitado. Si hay tal milagro, ¿es un arma spiritual habitada por un espíritu o—?

O incluso los grandes tesoros de las cinco espadas … pero es un arma espiritual en todo
sentido. No solo poderosa.

Mientras estaba pensando, los soldados enemigos se estaban cercando a Aura. Los
“Soldados Imperiales Negros” dibujan un círculo para amenazarlos y mantenerlo a la vista.
Pero no podían contenerlo por mucho. No importa cuán amenazante los jinetes son, son tan
lentos en la lluvia. Más sin embargo, son superados en números, nada es más fácil de cazar
que un enemigo reunido en un lugar. La ventaja que tenían se acaba de perder.
P á g i n a | 224

El general enemigo movió sus ojos por separado y miro alrededor. El feo gesto hizo que
Aura se sintiera mal.

[Viendo cómo los soldados no te han abandonado, debes ser la Doncella de la Guerra, ¿uh?]

Los labios purpuras del general enemigo se dividieron en forma de una cresta y salió una
sonrisa.

[Fumu… es una lástima que no seas de mi gusto. Pero aún te llevaré conmigo. Tampoco
soy un demonio. Serás liberada cuando tenga el rescate.]

Cuando el general enemigo movió su arma espiritual, la hoja cortó el espacio y envió gotas
de lluvia a volar.

[¡¿Ugohh?!]

El soldado que se dio contra el general enemigo para proteger a Aura fue asesinado.

[¡Los soldados te usan como un juguete, eso es!]

Para rescatar a su Lord, un pelotón de los “Caballeros Imperiales Negros” vienen a ellos. No
dejarían que un solo dedo enemigo tocara a Aura, y con un espíritu que les haría pensar
así, atacaron al general enemigo con una furiosa fuerza.

[¡Su Excelencia! ¡Solo un momento, por favor! ¡Llegaremos a toda costa!]

[Fuhaha, que valiente. Esos que quieren morir vengan primero a mí. Soy más fuerte ahora
que tengo un arma espiritual.]

Aura no podía creer lo que oyó de las palabras del enemigo. Es por eso que, aunque las
armas espirituales le daban una gran bendición, el poder que sintió del hombre nunca había
sido algo traído por un arma espiritual. Sin embargo, una increíble escena se desarrolló a
los ojos de Aura. Incluso si sus muñecas fueron cortadas, su pecho perforado, y había
perdido sus piernas, el general enemigo no retrocedió y mató a los “Caballeros Imperiales
Negros”.
P á g i n a | 225

[¡Oraa! ¡Siguiente! ¡No dejaré que nadie me venza!]

[¡No den marcha atrás! ¡Nos aseguraremos de salvar a Su Excelencia!]

Los subordinados de Aura continuaron peleando, alzaron sus voces sin miedo, incluso con
sus compañeros asesinados sin piedad.

[¡Zeeahh!]

[¡Agaahh!]

El último soldado fue perforado en el pecho y cayó de su caballo.

[Fuh— haha… haha… esto de hecho es cansado.]

El general enemigo miro por arriba de su cabeza, sacudió sus hombros, y empezó a respirar.
Hay una pila de cadáveres cerca, probando que un pelotón de los “Caballeros Imperiales
Negros” ha0 llegado a su muerte. Las heridas en todo el cuerpo del general enemigo son
todas fatales, pero las heridas se están cerrando mientras las mira.

Aura apuntó el arma espiritual al general enemigo y le pregunto.

[¿Qué hay de ese sobrenatural poder que posees…?]

[¿Te refieres a esa arma espiritual?]

Piedras espirituales nunca han sido encontradas en el Principado de Lichtine. Una de las
razones de eso es que toda el área es un desierto. Sin embargo, hay muchos bellos oasis y
lugares donde espíritus parecen vivir. Sin embargo, personas se reúnen a vivir en esos
lugares. Para los espíritus que prefieren un lugar tranquilo, no hay nada más que dolor.
Sobre todo, al espíritu no le gusta la atmósfera sombría de los estados esclavistas.
P á g i n a | 226

Aunque es posible que pudieran haberlo comprado en otro país, el Principado de Lichtine
no tiene el presupuesto para eso. La razón de ser, una sola piedra espiritual sería suficiente
para los plebeyos el vivir el resto de sus vidas.

A diferencia de las espadas espirituales, armas espirituales son objetos consumibles que se
romperán eventualmente. Pueden romperse luego de unas batallas. Si son forjadas en una
mala forma, se volverán simples piedras. Aunque el poder de las piedras espirituales es
atractivo, es mejor mejorar el equipo de los soldados que gastar el presupuesto estatal en
tales cosas. Por eso, incluso el poderoso Gran Imperio de Grantz, solo las personas que
poseen armas espirituales son las familias imperiales o esos que están atados a ellos.

[Aunque estoy interesado en cómo obtienes las armas espirituales, estoy incluso más
centrado en ese poder tuyo.]

[No hables de cosas que no tienen sentido. Y ¿qué conseguiste al comprar tiempo?]

[No te das cuenta de tu propia condición, ¿verdad? No, incluso si eres consciente de ello,
no creas que es algo fuera de lo ordinario.]

[No puedo tener una buena conversación contigo. No más habla; de lo contrario te mataré.
¡Y mira, tus soldados están atrapados!]

El área se tornó en un caos. Los “Caballeros Imperiales Negros” están empezando a ser
tirados de sus caballos. De inmediato de paraban y luchaban, pero eran superados. Fueron
rodeados y reducidos en número, uno a uno y otra vez. La sangre fluyendo de las heridas
de la caballería pesada está mesclada con lodo y mierda.

[Pronto será tiempo que jadees de placer. ¡Estaré jugando contigo hasta entonces!]

El general enemigo movió su espada a ella. Aura la atrapó con su arma espiritual, pero su
pequeño cuerpo salió volando. Cayó con su hombro al suelo. Y entonces la patada del
general enemigo impacto su costado. Pero antes de poder quejarse, su boca fue bloqueada
con lodo, y continúo rodando en el suelo, una, dos, y tres veces. Cuando por fin se detuvo,
la vida se le había escapado.

[Aagh…]
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Sus subordinados están peleando, y como un comandante, no podía rendirse con facilidad.
Eso la inspira. Pero cuando trata de levantarse del suelo con sus manos, de inmediato pierde
su fuerza en sus codos.

Mientras hundía la cara en el charco, Aura notó lo que fluía de sus ojos. ¿Está llorando? Ella
pensó, pero no podía decirlo por la incesable lluvia. El general enemigo se está acercando.
Él tomó el cabello de Aura sin cuidado y le hizo levantar la mirada.

[¿Qué es eso, estás cerca de perder la consciencia? Puedes estar más feliz así. Serás dada
a incontables hombres desde ahora en adelante.]

[…]

[No te preocupes; te trataremos gentilmente así podremos recoger la recompensa. Así que
nos ocuparemos de ti así no morirás.]

[…]

Aura no dijo nada. Solo puso sus ojos en blanco. Cuando el general enemigo soltó su mano,
la cabeza de Aura fue llevada al lodo. Entonces quitó su mirada como si hubiera perdido el
interés y recogió el arma espiritual de Aura que había caído cerca.

[Capturé a la “Doncella de la Guerra” y conseguí dos armas espirituales. Mi estúpido


hermano perdió una, pero aún es suficiente para hacer el cambio.]

No lo había notado. No— no hay forma que pudiera notarlo.

[Debo agradecer al hombre.]

El general enemigo extendió sus brazos como si expresara su gozo. Al mismo tiempo, el
arma espiritual de Aura cayó al suelo con su muñeca.

[¿Hm? ¿Qué es esto?]


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Una gran cantidad de sangre brotó del lugar donde había perdido su muñeca. Aunque, no
le prestó atención. Sus ojos fueron llevados al arma espiritual que apareció frente a él.

[¿…Esa es el… arma espiritual que le di a mi estúpido hermano? ¿Por qué está allí?]

Algo extraño estaba pasando detrás del general enemigo que estaba observando con
asombro. Hay una luz blanca pasando por el campo de batalla llena con una gran armada.
Era como si estuviera volando por el cielo, y “eso” estaba acercándose al general enemigo.

El resplandor de la espada desenvainada que corta la oscuridad y la desesperación—

— El “Trueno Blanco” brotó del suelo.


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Capítulo 5: Despertar del Dios de la Guerra

El tiempo vuelve a un rato antes—

Un fuerte viento estaba soplando, y una pesada lluvia estaba tocando la piel. En el techo de
la torre central del Fuerte Berg— docenas de hombres y mujeres fueron incapaces de decir
palabra. Se estaban sintiendo sofocados como si el pesado aire estuviera añadiendo
presión. La chica pelirroja a la par de Hiro, viendo al campo de batalla, levanto sus cejas en
preocupación.

[Hiro, ¿no es eso malo…?]

[No, aún tiene el impulso…]

El terreno enemigo es un desorden, y la única cosa que queda por hacer es derrotar al
general enemigo. Aunque se alentaron por la repentina lluvia, los “Caballeros Imperiales
Negros” liderados por Aura no han perdido su impulso.

Quedan cerca de 8000 enemigos, huh…

La situación actual también es una oportunidad para nosotros de atraparlos. Solo hay mil
personas en ese lado, pero el enemigo está completamente distraído por los Caballeros
Imperiales Negros. Escondidos por la pesada lluvia, debieron ser capaces de retrasar a los
soldados enemigos de notarnos. Incluso si se dan cuenta, la cadena de mando debe ser un
desorden con todo ese caos.

— Debemos atacar.

Miré a Liz cuando decidí tomar esa decisión, pero ya no estaba más a mi par. Es porque ya
estaba corriendo a Kiork.

Juzgando por el hecho que estaba hablando de algo, podía sentirse de la misma manera
que Hiro. Viendo que Kiork asistió y envió instrucciones a los soldados, Hiro puso su atención
al campo de batalla otra vez.
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[¿Ellos los derrotaron?]

El “Espíritu del Ojo Celestial captó las señales de victoria llegando del campo de batalla”.
Pero entonces el dragón negro, se partió en dos como si hubiera golpeado un gran muro,
empezó a dibujar un círculo en el campo enemigo.

[¿Por qué se van…?]

Hiro puso su mano en el muro de apoyó y forzó sus ojos. Podía decir que algo extraño había
pasado. Pero hay una mezcla de información, y no podía conseguir la información exacta.

Supongo que no tengo más elección que ir.

No hay tiempo para dudar. Subiendo el muro, Hiro llego al borde. Desde abajo, podía ver a
los soldados moverse en lio. Es una altura donde puede morir fácilmente.

[Fuh…]

Luego de un respiro, Hiro se hizo a la idea y se alejó del espacio vacío— y cayó.

[¡Hiro!]

Liz grito en sorpresa mientras mira a Hiro caer desde arriba de la torre. El sonido de la lluvia
rápidamente se ahogó, y Hiro siquiera lo noto.

Si tuviera que tomar las escaleras cada vez, no lo lograría…

La gravedad lo lleva al suelo. Sintió como si sus órganos estuvieran siendo apachados. Hiro
invoco el “Emperador Celestial” en el camino. Tan pronto como la espada aparece debajo
de sus pies, lo usa como el punto de apoyo y salta. Lo invoca otra vez y salta por el aire.

En el suelo, soldados pueden verse saltar de las puertas uno tras otro, yendo al campo de
batalla. Liz y los otros usarían las escaleras para bajar a la superficie ahora.
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Hiro aterrizo en el suelo luego de saltar por la puerta un paso delante de ellos.

Hubo un grito de los soldados aliados que habían salido de la puerta. No hubo tiempo o
necesidad de molestarse a explicárselos. Con la blanca espada plateada en mano, Hiro
golpeó el suelo. Era como si estuviera corriendo por un soleado prado, corriendo por ello
levemente sin ser manchado de lodo. Cuando llego al campo de batalla lleno de enemigos,
miro alrededor por una brecha. Este es el camino que los “Caballeros Imperiales Negros”
hicieron con esfuerzo para abrirlo. Luego de encontrar una gran brecha, Hiro salió a por
ello.

[¡Estoy de prisa!]

Un flash de luz golpeo la espalda del enemigo bloqueando su camino. Antes que la sangre
salpicara, tomó la vida del siguiente enemigo y abrió el camino. Soldados ordinarios nunca
lo notarían. La cabeza del soldado enemigo está volando cuando el flash de luz paso. Con
la espada brillando, los soldados ordinarios murieron antes de poder reconocerlo.

[¡¿Qué diablos eres?!]

El líder de escuadrón enemigo lo noto y movió su espada a Hiro.

[¡Fuh!]

Se agachó y luego le cortó al costado. La espada del líder del escuadrón enemigo golpeo en
medio del centro de la mano; la espada cayó al suelo. Al mismo tiempo, el silencioso líder
del escuadrón se volvió un cadáver y fue enterrado en el lodo. Los enemigos alrededor de
él estaban en un desorden.

Corriendo, Hiro otra vez corrió y dejo al enemigo sin más. Gracias a la bendición del
“Emperador Celestial”, esta velocidad es imposible para que una persona ordinaria lo logre.
Al correr por las brechas, finalmente pudo captar la figura de Aura en sus ojos. Viendo a la
chica cubierta en lodo y colapsada, los ojos de Hiro estaban llenos de enojo.

Como Hiro deseo en su corazón, el espacio frente a él se abrió en respuesta. Una sola arma
espiritual emergió de una grieta, con gemas de colores. Sin dudar, recogió el mango y lo
lanzó. El filo de la espada cortó por el aire y rebano la muñeca del general enemigo. Hiro al
instante acabó la distancia entre él y el general enemigo para acercársele. Antes que fuera
a notarlo, él destello el “Emperador Celestial” al costado.
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[¡¿Gugoohh—?!]

El sentimiento del cuello siendo cortado desde el hueso se quedó en su mano. Es una
manera segura para darle muerte al general enemigo.

[Pero… ¿por qué aún está vivo?]

Hiro se detuvo y volvió al general enemigo como para hacerle una pregunta.

[¿Quién… eres?]

Hiro es un repentino intruso. No es sorpresa que le dé a Hiro una mirada confusa. Hiro lo
ignoro y miro el cuello del enemigo. Confirmó que estaba conectado.

[Si te corto otra vez, veré si puedo descubrir algo…]

Hiro apunto su espada “Emperador Celestial” al general enemigo.

[No planeas decirme tu nombre, ¿huh? Pero te diré mi nombre. Creo que es importante
saber el nombre de la persona que te mató.]

El general enemigo sonrió ferozmente.

[Rayhill Lemaire Lichtine. ¡Soy el próximo Príncipe del Principado de Lichtine!]

Reyhill, quien se presentó, movió su espada, un arma espiritual. Hiro lo recibió con su
“Emperador Celestial” y golpeó de vuelta. Una chispa se destello entre los dos.

[¿Me han hecho retroceder…?]

Rayhill, quien había retrocedido por la fuerza, inclino su cabeza, y un signo de pregunta
apareció en su cara. Luego le dio una vista a su propia mano y entonces vio a Hiro.
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[¿Qué es esa espada…? ¿Un arma espiritual?]

[No tengo la obligación de responderte.]

Hiro estaba algo sorprendido. Era porque la fuerza física de su oponente estaba más allá de
su imaginación. Aunque lo hizo retroceder, Hiro se tomó dos pasos atrás de su lugar original.

[Kuku, haha, bien. ¡No tienes que decir nada! Luego de matarte, le daré una vista a fondo.]

Rayhill se aceró a Hiro, moviendo su espada sin cuidado. Hiro golpeó el suelo. Manteniendo
el impulso, torció y giró su cuerpo, golpeó al pecho de Rayhill dejando de lado el “Emperador
Celestial” con vigor— pero fue fácilmente captado, una sensación de hormigueo regresó a
su mano. Deleite se pasó por la cara de Rayhill.

[De hecho eres formidable. Pero todo lo que tienes es velocidad.]

Con una sonrisa en sus labios, Rayhill movió su espada con fuerza. Sin embargo, el cuerpo
de Hiro, que trató de repelerlo con el “Emperador Celestial”, flota ligeramente.

¡El poder es incluso más grande que antes!

Si alguien estuviera viendo esta lucha a muerte, pensarían que el chico saldría volando.
Pero, Hiro desvió la hoja de su espada al costado para tomar la fuerza y luego hacerse atrás
para abrir la distancia. Hiro estaba tratando de tomar control de la situación, pero cuando
volvió su mirada a—

[¡…!]

[¡Gurraaahh!]

[¡Kuh!]

Momentos después de agacharse, una tormenta paso por su cabeza de izquierda a derecha.
P á g i n a | 234

Luego de esquivar el taque, Hiro lanzó el Emperador Celestial, pero Rayhill golpeo la hoja,
y la punta de la espada señala a los cielos. Mientras los brazos de Hiro se levantaban, una
gran apertura fue creada en sus brazos.

[¡Chico, se acabó!]

La hoja de la espada que hacía al aire rugir como rayo se ha fijado en la cabeza de Hiro.
Sin embargo, fue bloqueada por dos espadas que aparecieron acabando con el espacio.

[¡¿Q-Qué?!]

Las dos armas espirituales fueron almacenadas en el mundo espiritual por el Emperador
Celestial hace mil años. Las dos armas espirituales que han hecho su trabajo han
desaparecido de este mundo, y no queda nada en el medio de Hiro y Rayhill.

[¡¿Qué es eso?!]

La confusa expresión de Reyhill apareció en su cara, sin entender lo que había pasado.

[¡Ahora!]

Sin alguna obligación para responder, Hiro lanzó su espada el “Emperador Celestial”.

[¡No me tomes a la ligera!]

Solo resulto en un corte poco profundo al costado de Rayhill.

Su tiempo de reacción también está aumentando.

Si es el Reyhill de hace rato, no habría sido capaz de esquivarlo… Tiene el presentimiento


que algo nada mal.

¿Y qué es esa extraordinaria recuperación…?


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La muñeca que había cortado se estaba regenerando, y la herida en su costado de antes al


instante se cerró.

Un arma espiritual no debería tener ese tipo de bendición.

Es posible que las armas espirituales de esta Era pudieron haber evolucionado, pero no hay
arma espiritual que dé tal bendición, al menos en la memoria de Hiro.

Quizás…

Hiro recordó algo, pero Rayhill interrumpió sus pensamientos.

[¿Lo encuentras extraño? ¿Creíste que me matarías así? ¡Qué estúpido!]

Rayhill, que colocó la espada en su hombro, señaló al “Emperador Celestial” que Hiro tenía.

[No sé qué es esa espada, pero sé que es un arma espiritual o una de las cinco grandes
espadas. Siendo así, las bendiciones de esta arma mejorarán las habilidades físicas de uno.
Pero el resto depende en la fuerza del individuo. Así que—]

Luego de una pausa, Rayhill continua.

[¡No te emociones mucho luego de cortar debiluchos, chico! ¡Cuando un fuerte hombre
como yo aparece, un hombre débil como tú será expuesto! ¡Si tu poder original es débil,
entonces “eso” es solo un “inútil tesoro”!]

Cuando termino, el cuerpo de Rayhill se transformó, su espalda se amplió, y sus brazos se


hicieron más gruesos. La “causa” de la fuerza del general enemigo— por fin pasó por la
mente de Hiro.

[Ya veo…]

[¿Huh?]
P á g i n a | 236

Hiro golpeó el “Emperador Celestial” en el hombro del general enemigo y lo cortó.

[¡Fuhaha, no funcionará!]

Rayhill no sintió dolor, pero bajo su espada con una cara retorcida de diversión. Tomándola
con la blanca espada plateada, Hiro miro a Rayhill como si luchara por competir con él.

[Lo que dijiste antes es cierto. Pero, sabes, tu poder justo ahora—]

[¡Urraaaa!]

[¡¿Agh?!]

La patada de Rayhill se hundió en el plexo de Hiro, y su cuerpo salió volando. Rodó en el


suelo, incapaz de respirar mientras era golpeado por el intenso dolor que parecía romper
todo su cuerpo.

Hiro por fin se detuvo mientras chocaba con un soldado enemigo que estaba liándola en el
campo de batalla que se hizo una turbulenta batalla. Lentamente subiendo, Hiro no tuvo
más la fría expresión de antes en su cara, pero un chico, con expresión humana que era
apropiada a su edad.

[No quiero saber por qué tomaste al “demonio”…]

La punta de la lanza de los soldados enemigos que habían notado la presencia de Hiro
flotaron alrededor. Luego de verlos, Hiro habló como si no le preocupara.

[Pero ves, una vez aprendiste cómo usar tu poder, no tenías que depender de esa cosa.]

Tan pronto como Hiro movió su mano izquierda a su costado, su espada se incrusto en el
pecho de “todos” los soldados enemigos rodeándolo. Cada soldado enemigo tiene una cara
de pregunta, pero sin saber la razón, escupieron un coagulo de sangre y murieron sin más.

____________________________
P á g i n a | 237

El campo de batalla era un caos. La línea frontal, los soldados de Grinda liderados por el
Margrave Grinda estaban luchando. En el centro del campamento enemigo, Hiro estaba
enganchado a una fiera batalla con el general enemigo. No— se podía decir que Hiro estaba
atacándolo unilateralmente.

Una sola arma espiritual que apareció luego de cortar el espacio. Con su mango en su mano,
cortó a Rayhill y al instante se movió al punto ciego. Entonces, el espacio en su mano se
abrió, y una nueva arma espiritual apareció.

Luego de cortarlo con eso, con vigor apuñaló con las dos armas espirituales. Como era,
golpeó el suelo y fue por la cabeza de Rayhill— aterrizando detrás de él, sacando una nueva
arma espiritual, y perforando la espalda de Rayhill.

— Todo esto sucedió en un abrir y cerrar de ojos.

Desde el punto de vista de un tercero, uno solo podría ver el resplandor blanco y plateado
saliendo a todas las direcciones, como la tela de una araña. Es más, los ataques de Hiro
eran imparables, y las armas espirituales fueron lanzadas al gran cuerpo de Rayhill a un
furioso paso, salpicando sangre en el suelo. Rayhill estaba pasándola mal mientras soltaba
un grito.

[¡Ooooohh!]

No había heridas en sus brazos, piernas, o pecho que no fueran fatales tanto como podía
ver. Y así, Rayhill seguía vivo. Un aura negra y malvada estaba en Rayhill, curando las
heridas en un pestañeo. Las armas espirituales que fueron clavadas en el medio de la caída
en el suelo y luego desaparecieron. Había un sentimiento de incomodidad desde el inicio. Y
Hiro había visto todo antes.

[El Caído… ¿huh?]

Es un nombre para los “idiotas” que trataron de capturar el poder de los espíritus. Hace mil
años, un rey, con curiosidad, aplastó una piedra espiritual en una fórmula llamada
“Seimamaru” y se la dio a uno de sus soldados para beberla.

Se dice que cuando se la dio a uno de sus soldados para beber… nada pasó en ese rato, y
el rey estaba decepcionado.
P á g i n a | 238

Entonces a la media noche, cuando todos estaban dormidos, el hombre empezó a sufrir. La
apariencia del hombre cambió, y perdió su razón y se volvió un monstruo. El patrullero,
quien notó el cambio, fue la primera víctima, y luego el monstruo que devoró al rey sin más
mató a todos en el castillo, ya sea joven o anciano. La confusión explotó, y el país fue
anexado por otro país, y Hiro se vio envuelto en la batalla.

[Qué idiota eres… una vez el espíritu “demonio” ha invadido tu vida, nunca serás capaz de
volver a la normalidad.]

De hecho, las bendiciones de los espíritus podían ser atractivas. Pero no significa que será
muy efectivo si las tomas en tu cuerpo. No es un poder que pueda ser contenido en un
recipiente humano. No queda en un cuerpo humano. Pero aun así, Hiro recordó que no
había fin en el número de personas que habían descendido de los descendidos.

Los reyes de los países que estaban cerca de ser destruidos pensarían que el “demonio”
tomaría venganza. Hay incluso personas que usan ese “demonio” para matar en las oscuras
épocas. Sin embargo, nadie ha perdido su razonamiento, y hay quienes pueden soportarlo
en raras ocasiones. Hay quienes fueron capaces de superar a los humanos en fuerza física
mientras mantienen sus sentidos. Las personas llaman a los humanos que han soportado
al demonio como:

Demonkin—

Sin embargo, el cuerpo de Rayhill, el cual ya era dos veces más grande que el de Hiro, se
había agrandado ante sus ojos a lo que es seis veces su tamaño. Ya no podía ser llamado
un humano. Es más como un ogro o un Gigas, algo cerca a eso, un “monstruo”.

Pero ese es un error.

Tan pronto Hiro levantó el Emperador Celestial, el monstruo empezó a moverse. Aunque,
no se mueve a Hiro, sino empieza a atacar a los soldados del Principado de Lichtine.

[Hyiii— ¡¿Gyaa?!]

Un movimiento del brazo— la presión del viento mando a volar a cinco soldados del
Principado, y los pisoteado esparcieron las células de sus cerebros en el suelo.
P á g i n a | 239

[¿Qué diablos fue eso?]

[¡Ataquen! ¡Hay un monstruo!]

[¡Gugyaa!]

[¿Dónde está Su Excelencia?]

A pesar del caos, los soldados del Principado de Lictine empiezan a atacar. La locura del
monstruo es tal que mata a cada uno de los soldados del Principado. Lo que es más, el
Principado de Lichtine no se da cuenta que el monstruo es Rayhill.

No hay señal del antiguo Rayhill en el monstruo, así que tal vez no se puede evitar. Esos
con arcos y flechas en sus manos, esos que valientemente se enfrentaron a ello, y esos que
voltearon sus espaldas a ello con lágrimas en sus ojos. Todos fueron enterrados por la mano
del monstruo.

Las personas mueren tan fácil como si fueran hormigas aplastadas. Sobre todo, la frustrante
situación de los corazones de los soldados del Principado de Lichtine. Y luego una llama
salió del fondo del campamento principal.

[N-No jodas.]

[Hey, en serio… ¿ese lugar?]

[Allí está la logística…]

[¿Dices que se está quemando en esta lluvia?]

Un grito vino de los soldados enemigos. Cuando Hiro vio a las ardientes llamas, de inmediato
supo que Liz lo estaba haciendo. En esta pesada lluvia, solo el Emperador de las Llamas
podía hacer tal cosa. Sería justo decir que la victoria ya estaba decidida. Luego de perder a
su comandante y logística, todo lo que quedaba era retirarse o rendirse.
P á g i n a | 240

Pero no es una situación donde puedan rendirse solo así. Si bajan sus armas, serán
asesinados por el monstruo. Si tuvieran un comandante, aún podían recuperarse, pero las
manos de Hiro habían matado a todos ellos.

El único camino restante para ellos era bajar sus armas y huir con desespero.

[¡Retirada! ¡Salgamos de aquí! ¡Ya no podemos hacerlo!]

[¡T-También huiré!]

[¡Maldición, esperen! ¡Voy con ustedes!]

Nadie quiere morir; nadie quiere pelear por nada. De inmediato se echaron a correr a su
propio país. Viendo desde el cielo, era como una avalancha, yendo hacia el Principado de
Lichtine con gran fuerza.

Hiro no los persiguió. Fue porque había otras cosas con las que tenía que lidiar, Hiro cerró
sus ojos y regulo su respiración.

La forma en que tomó el mango del Emperador Celestial con ambas manos y la sostuvo se
parece a la estatua del 2º Emperador. Su flequillo se balanceaba mientras el monstruo ruge.
Hiro tranquilo vio al monstruo y saltó.

No es inusual para los “monstruos” ser encontrados en Alethia. Podía decirse que están en
abundancia. Varían en fuerza, y si son lo suficientemente grandes, entonces hubieran sido
derrotados por un grupo. Si alguien fuera a tomar el desafío, las personas seguramente se
burlarían de la imprudencia, en especial si son soldados que han recibido varios
entrenamientos.

Pero nadie se río del chico. El “héroe” quien pelea con valentía contra el monstruo no es
nadie para burlarse.

El nombre del chico en la batalla es Ouguro Hiro. También conocido como Herth Ray
Schwartz von Grantz. Él es el mismo “Héroe”, quien fue alabado como el “Dios de la Guerra”
en Alethia hace mil años. Hoy en día, es un “héroe” mítico de leyenda. Luego de conquistar
los países vecinos, volvió a su viejo mundo, pero regresó del otro mundo.
P á g i n a | 241

Una espada plateada está en la mano del chico que salió del mito. Es una espada perdida
que no ha sido grabada en leyenda. Uno de los Cinco Emperadores del Espíritu de la
Espada— el “Emperador Celestial. Tanto el pico y el mango de la espada son blanco puro y
hermosas como si fueran cubiertas en nieve, y la hoja de la espada brilla como si fuera
dotada con incontables estrellas brillantes.

[Kuh.]

Un gran puño paso por la nariz de Hiro. La presión del viento envió varios de sus pelos a
volar por el aire. Hiro torció su cuerpo y agitó el “Emperador Celestial”. Salpicadura de
sangre salía de los brazos del monstruo. Pero la herida abierta al instante se cerró.

Hay una criatura que no morirá, no importa cuánto sea rebanada. ¿Qué haría una persona?
Lo más probable es que huiría. Aunque, sería raro que una persona se opusiera a ello. Hiro
es de los últimos. En su mente, escapar no es una opción. No había miedo o impaciencia en
su cara, sino irritación.

¡Aún es lento! ¡No es suficiente!

Pidiendo por ello. No es lo mismo como lo fue. No es suficiente que el monstruo deje de
respirar.

[¡Torbellino!]

Blande al Emperador Celestial en frustración. Un gran brazo vuela en el aire. Si fuera un ser
humano, habría sido una herida mortal. Sin embargo, el oponente es un monstruo que ha
sido capturado por el mismo espíritu del “demonio”. Aunque la sangre derramada enrojeció
la cara de Hiro, aún se fue sin miedo.

[¡Mierda!]

Han sido tres años de nada desde que volvió a su mundo original. Podía decirse que Hiro,
quien había estado disfrutando la paz, se había debilitado. Pero no quería usarlo como una
excusa. Debido a la experiencia que había cultivado en ese punto, las cosas importantes
para él aún estaban allí.
P á g i n a | 242

No quiero ir y cagarla.

Cada nudo en su cuerpo grita. Apretando sus dientes, Hiro aguantó. Luego de varias
batallas, el cuerpo del chico estaba llegando a su límite. Aun así, Hiro continúo atacando.
Un flash de luz blanca plateada desapareció como si fuera succionada por el monstruo. Cada
vez que la sangre del monstruo teñía la tierra, un rugido de dolor hacía el espacio temblar.

Estuviste allí. Estuviste allí siempre. Es por eso que seguía ganando.

Sus talones en el suelo y sus manos en la tierra.

Todo se ha ido…

Incontables armas espirituales aparecieron alrededor del monstruo. Con el monstruo


sacudido, el Emperador Celestial sacó el arma al aire sobre la cabeza del monstruo.

— Voy a encontrar la victoria por el bien de la historia que ustedes han dejado atrás.

Hiro cerró sus ojos y empezó a respirar. Viendo la situación de Hiro, el monstruo decidió
tomar ventaja de la oportunidad y lazar un ataque. Si golpea, es un golpe de muerte al
instante. Bajando repetidamente desde arriba de la cabeza del chico. Pero para su horror,
no golpeo en nada a Hiro.

[Ahora— Empecemos.]

Cuando los párpados de Hiro se abrieron, no había abismo en sus ojos que apareciera, solo
pura luz. Las gotas de lluvia sacaron la sangre como si curase. Las partículas mezcladas en
el aire incrementaron el brillo como una bendición. El chico vio el respirar del mundo, y una
sonrisa se formó en su boca.

Altius… aunque no estás en este mundo.

Detrás de él, una chica pelirroja le observaba con ansiedad.


P á g i n a | 243

Tu voluntad se mantiene. El pasado y el futuro están conectados.

Los comienzos son repentinos, y les fines son inevitables. Incluso cuando partimos, aún
estamos conectados, incluso si nunca nos volveremos a ver. El mundo sin ti. Un mundo sin
mí. Me pregunto cómo serías. ¿Estarías feliz? ¿Triste? Me gustaría verte sonreír, y me
gustaría verte feliz. Y si estás pensando de la misma manera.

— Se los diré.

Por favor descansa.

Él está viendo al monstruo.

No te preocupes.

El poder del espíritu llena cada pulgada del cuerpo de Hiro.

Me estoy divirtiendo.

El chico entonces golpeó el suelo…

— Dejando el sonido del mundo detrás.

Uno, tres, ocho, catorce armas espirituales que estaban flotando alrededor del monstruo
desaparecieron en una aterradora velocidad. El único sonido que se propago fue el sonido
del corte del aire en la lluvia cayendo en el campo de batalla.

La carne del monstruo fue cortada, y los blancos flashes envolvieron el grito del monstruo,
ahogando incluso sus rugidos. Más que detenerse, el fiero corte se acelera más, creando
diez mil estrellas en el suelo en nada a un ciento de brillos y un millardo de luces brillantes.

Es un privilegio reservado para esos que tienen al Emperador Celestial. El chico, quien había
perdido su camino, está bendecido por la bendición del Emperador Celestial, “Divina
Velocidad”, la cual viene con todo efecto.
P á g i n a | 244

— Divino rayo de luz brillando.

Un fiero corte liberado a gran velocidad. Todas las armas espirituales desaparecieron, una
hermosa espada cayó del suelo. Hiro golpeó el suelo y saltó y tomó el mando del Emperador
Celestial.

[¡Haaaahhh!]

Cuando la cabeza del monstruo fue cortada y se balanceaba, la punta de la espada se clavó
en el suelo. Un sonido de rugido sacude el suelo. Al mismo tiempo, impacta el suelo,
causando que el suelo se agite.

El cuerpo del chico se destrozó como si hubiera explotado y, trozos de carne se esparcieron
y se hundieron en el suelo. En medio de todo— un Hiro respirando salvajemente levantó la
mirada y tomó oxígeno. La lluvia se había detenido, y el sol brilló cálidamente por las grises
nubes arremolinadas para celebrar el regreso de Hiro.

[¡Hiro!]

La chica pelirroja— Liz, corre a Hiro y lo abraza. Hiro quien ha dado su todo, cayó de
espaldas, incapaz de recibirlo. Le gustaría decir algo, pero su boca no se mueve como le
gustaría porque cree que el oxígeno es prioridad.

[Hay mucho que decir, pero me alegra que estés… a salvo.]

Liz suspiraba del alivio mientras tocaba la cara de Hiro entre sus manos y jugaba con ella,
sonriendo. Como es usual, Hiro no podía decir nada, así que hizo lo que quiso.

Entonces Cerberus llego a Hiro y sobo su cabeza en su hombro. Fuera de la visión de Hiro,
Aura, apoyada por un soldado, estaba viéndolo. Spitz aún está inconsciente y recibiendo
tratamiento del médico. Tris y el Margrave Grinda se les acercaron con miradas de emoción
en sus caras.

[¡E-Es increíble! Es increíble que pudieras derrotar a un monstruo como ese tú solo.]
P á g i n a | 245

El Margrave Grinda pincho sus propias mejillas, preguntándose si estuviera soñando.


Seguido a eso.

[Muh… ¿Quién exactamente eres, chico?]

Y era Tris quien murmuraba. Como si fuera el inicio de algo, jubilo explotó detrás de ellos.

[Wow… ese ataque… ¿l-lo viste?]

[¡Eh, s-sí, claro, lo vi!]

[No jodas. No serías un privado si pudieras verlo.]

[H-Hey… ¿eh?]

[¡¿Q-Qué es—?!]

La emoción de los soldados se calmó rápidamente. El rugido de un caballo, el cual se parece


al sonido de la agitación de la tierra, agita el espacio y violenta tus tímpanos. Cada vez la
situación baja, la presión del corazón se pone dura. Si no fuera por los aliados, pudieron
haber huido. Con tal sentimiento de intimidación, la gran armada apareció.

[¡¿La Cuarta Armada Imperial…?!]

____________________________

Nueve kilómetros al oeste del campo de batalla donde Hiro estaba peleando. Había varios
grandes acantilados, y como si se escondieran detrás de una gran sombra, una armada de
20000 tropas llena el desierto. Era la Cuarta Armada Imperial del Gran Imperio de Granzt,
la fuerza dominante en el Continente Central.

Al mando de la armada, montado en un caballo de melena blanca, el que estaba avanzando


levemente era el hombre al comando. Su nombre es Trey Frien von Loing. Su rango es
general. Él es un fiero general y uno de los cinco grandes generales del Imperio Grantz.
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El General Loing mira abajo. Allí, un lujoso carruaje estaba pasando mientras se sacudía
debido al irregular suelo. Alguien importante al general y el Gran Imperio de Grantz estaba
montándose. El General Loing se fue, y el caballo llego galopando desde el frente. Era uno
de los escoltas.

[¡General! ¡Estoy reportando! La batalla no va bien ya que los soldados del Margrave Grinda
están peleando en la frontera.]

[Probablemente sea el caso. La armada del Principado de Lichtine debe ser 15000 en
números. No sé cuántos tiene el Margrave Grinda, pero no hay forma que puedan ganar. O
más bien, debería alabarlo por contenerlos hasta ahora.]

Es un área que siquiera ha tenido un encontronazo en varios años. Su destreza es imposible


de conocer.

No importa qué tipo de habilidad tengan, la armada regular del territorio del Margrave
Grinda es al menos de tres mil. También hay tropas que no puede ser movidas para
mantener la seguridad. El General Loing pensó que era cerca de mil luego de ser reunidos.
Con solo eso, se preguntó por qué habían sido capaces de tomar a quince mil enemigos
hasta ahora, y entonces—

[Parece que la Doncella de la Guerra está allí.]

El reporte del escolta por fin tuvo sentido para él.

[Hoho. ¿Así que vinieron desde el oeste al sur?]

[Pero no pude confirmar si estaba viva o muerta; parece que el general enemigo ha sido
derrotado.]

[Así que la chavala fue al frente, ¿huh? Santo Dios, ¿por qué no solo se queda atrás?]

Pensó que era una mocosa lista, pero estaba mal. Tanto por confundir la imprudencia por
coraje. Para tal persona, el título del “Héroe de Guerra” sería bastante pesado. Los caprichos
del 3º Príncipe Blutar, quien le dio ese título, también es problemático.
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Loing pensó que él era el que merecía el título del “Héroe de Guerra” y regresó su atención
al carruaje otra vez. Entonces una voz con una pista de amenaza vino del interior del
carruaje.

[Loing.]

Cuando su nombre fue llamado, el General Loing bajo de su caballo y puso su cara a la
ventana del carruaje. El interior algo iluminado, y lo que podía ver era un hombre rodeado
por una mujer desnuda— el hombre era el 1º Príncipe Stobel, quien había seguido la
conquista del emperador.

El 1º Príncipe Stobel, junto con el emperador, habían destruido recientemente Felzen, la


cual tenía un gran poder y tenía una significante influencia en las naciones hasta su derrota
por Aura hace dos años. En lugar de volver a la gran ciudad imperial intacto, el 1º Príncipe
Stobel trajo consigo su guardia de élite e incluso la princesa de Felzen, un premio de guerra.

Quizás era por su pesimismo acerca de su futuro, o quizás porque había visto el infierno,
pero por su desgracia ha perdido la luz en sus ojos como la muerte. Cuando el 1º Príncipe
tuviera suficiente, pronto sería vendida como esclava. Lamentando su futuro cercano, el
General Loing respondió.

[¿Qué puedo hacer por ti?]

[Llama a tu escolta. Tengo una pregunta.]

[¡Ha!]

El General Loing miró al escolta quien había llegado a reportar de inmediato. El escolta llevo
su caballo al carruaje. De cara a la ventana. El General Loing movió su mandíbula al aire. El
escolta acerco su cara a la ventana con una apariencia nerviosa en su cara.

[¿Qué hay de Rayhill…?]

El escolta parecía asombrado cuando Stobel le dijo eso.


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[Se te ha ordenado ver a Rayhill.] Él dijo.

El asombrado escolta abrió su boca en apuro.

[Estaba sorprendido cuando un chico misterioso interrumpió la batalla. Sin embargo, incluso
el general enemigo armado con un arma espiritual no es capaz de lidiar con eso—]

[¿Un chico misterioso?]

[Ha, apareció en el campo enemigo con una espectacular velocidad— ¡¿Guahh?!]

Tan pronto como dijo eso, la venta se rompió ruidosamente, y los pedazos perforaron la
cara del escolta que suelta dolorosos gritos. Esto es porque un gran brazo llego desde donde
la ventana estaba, y una gran mano cubrió la cara del escolta.

[¡¿Ogoo?! ¡Uuh, uugh!]

El caballo huyo del escolta, quien no podía respirar. Pero los pies del chico seguían flotando,
balanceándose en el aire. Loing suspiro, tomó al escolta por la cintura y llamó a Stobel.

[Príncipe Stobel… por favor deje de jugar. Quite sus manos—]

Antes que Loing terminara, hubo un sonido de gorgojo, y la fuerza del cuerpo del escolta
fue liberada. La princesa de Felzen, quien estaba en el carruaje, lo oyó y gritó. Loing pensó
que estaba perdiendo los estribos, pero quizás era porque recordó algo que hizo salir su
voz. Cuando Loing liberó la cintura del soldado cuyo cuello fue roto, los restos que cayeron
al suelo desaparecieron justo al caer.

[¿Hay algo de esto que no le guste…?]

[Su reporte fue inadecuado. Por eso, lo estoy ejecutando. ¿Tienes problema con eso?]

Su voz estaba llena de frustración y el intento asesino que asustaría a cualquiera a fondo.
Pero Loing solo bajo sus hombros. Podía decirse que tenía bastante agallas.
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[No creo que me escucharía si yo lo dijera.]

[No hables sí. Pero aún tengo curiosidad por esa deslumbrante velocidad. Y dice que es de
un chico.]

[Si ese no es un error, entonces es posible que tenga una de las “Cinco Grandes Espadas”.
Si ese es el caso, incluso dándole un arma espiritual, aún es una pesada carga para que
Rayhill maneje.]

[No, no lo creo así. Le dio esa cosa para beber.]

[Fumu… Entonces, no estoy seguro cuál sería el resultado.]

Cuando Loing había escuchado de la ambición de Stobel, recordó abrir su boca sin poder
cerrarla. Al mismo tiempo, quería ver dónde este hombre terminaría. Incluso ahora, cuando
lo recordaba, hizo que su corazón ardiera. Loing río para sí mismo.

[Quizás la maldición del Rey del Espíritu estará en mí en algún punto.]

[¿Qué crees que el Espíritu del Rey puede hacer ahora?]

Loing no podía decirle nada a Stobel, quien lo dijo en voz decepcionante.

[¡Ciertamente seré…#%&!]

Las palabras murmuradas de Stobel fueron apagadas por la lluvia, las cuales sacudieron tan
fuerte que nunca llegaron a los oídos de Loing. O incluso si hubieran llegado a él, Loing no
debió haber podido decir algo…

Cuando Loing llego al campo de batalla la misma termino. Había cuatro hombres y una
mujer frente a él, incluyendo a la 6ª Princesa. Cada ojo lo estaba mirando con cautela. No
es difícil de entender; a ese punto del momento, querrían preguntarle por qué apareció. La
que sea la acusación, la única cosa que tiene que hacer es evitarlo. Con elegancia se bajó
de su caballo y puso su mano en su pecho. Loing bajo su rodilla en frente de la 6ª Princesa.
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[Su Excelencia Celia Estrella, sinceramente lamento el retraso. Parece que la lluvia que
estuvo cayendo hace rato retraso nuestra marcha, y fuimos incapaces de lograrlo.]

Loing levanto la mirada y vio a un chico siendo abrazado por la 5ª Princesa. No importa qué
tan acabado esté, aún es capaz de derrotar a un “Demonio”…

Él pensó que, si alguien pudiera derrotarlo, sería la 6ª Princesa que posee al Emperador de
las Llamas. Esa fue la única cosa en un grupo de pelea, e incluso entonces, no pensó que
alguien sería capaz de derrotarlo solo… El General Loing estaba asombrado en que un chico
no más grande que la 6ª Princesa lo hubiera logrado.

Esto es… interesante.

Era una vergüenza que no llego a ver al chico pelear. Aunque, el solo resultado es algo que
enciende el gran instinto del general. Quiere intentarlo. Ver con sus propias manos cuán
fuerte él es. Sin embargo, Loing apretó sus manos muy fuerte que su sangre salió, y lo
soportó. Derrotar a un oponente debilitado no es divertido o interesante. Podía ocuparse
del chico ahora con una sola mano.

Dejemos la diversión por ahora. Y no es que esté aquí por eso.

Y entonces lo notó— una fuerza emanando a la par de él.

[Eso estuvo cerca.]

El que murmuró en voz baja era el 1º Príncipe Stobel. La figura montando un caballo tiene
una abrumadora presencia como un supremo Rey. Su cabello dorado va y viene como una
corona. Y sus fuertes ojos perforan al chico sin esconder su instinto asesino.

No es bueno…

Loing pellizco sus mejillas.

[Por favor espera. En esta situación—]


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Un rayo brotó de la mano de Stobel. Era imposible seguirlo con solo los ojos. Aunque, el
rayo paso por el suelo y estalló justo delante del chico.

[¿Huh?]

Una asombrada voz vino de Loing.

Ridículo… es el rayo del Emperador del Trueno de las Cinco Espadas Espirituales. ¿Cómo lo
detuvo?

No tenía idea de lo que iba. El chico había hecho algo; estaba seguro de ello. Pero no tenía
idea cómo lo había manejado para evitar el ataque de Stobel.

[¿Qué quieres…?]

Una voz llena de inimaginable instinto asesino de su liviana apariencia— fue liberada. La
presión del chico aumentó mientras se paraba, y Loing se retiró involuntariamente. Y
entonces se asombró.

¿Para mí ser presionado… por tal chico que es más joven que yo?

El chico está debilitado ante mí. Pero, estaba asustado de la presión que el chico irradiaba.

Había pasado por varias batallas y pasado por varias escenas de masacre, y no ha sentido
miedo por un buen rato. Es por eso que no está listo. Solo estaba asombrando de su falta
de preparación.

¿Creía que ser llamado un gran general y que sobresale en la cima de su juego?

Pero ahora, más que eso, tenía que reprender a su señor. Cuando le dio una mirada a
Stobel— estaba sacando su asombro de su desafortunada boca.

[Kuku, interesante. ¿Quién eres? ¿Cómo previste eso?]


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[1º Príncipe Stobel. Por favor espere. Cualquier queja será escuchada por Su Majestad.]

Loing susurro, pero Stobel ignoró, y esta vez, señaló su mano a la 6ª Princesa— no al chico.

[Trata de desviarlo.]

El cielo retumbo, y el aire rugió y rayos se esparcieron. Un rayo eléctrico de desesperación


se disparó alrededor de la chica.

— El chico danza.

Con una gran velocidad, interceptó el rayo para proteger a la chica. Sin embargo, el
debilitado chico no pudo prevenirlo del todo, y cuando Loing lo notó, solo pudo ver al chico
volando como una bola de papel.

[¡Hiro…!]

Era Liz quien gritó primero. Ella corrió al chico mientras caía al suelo, siendo derrotado.

[¡Espera! Oh no. ¡¿Por qué?!]

Stobel saltó de su caballo y se acercó con un gran paso. En su mano está una gran hacha
de las Cinco Espadas Espirituales “Emperador del Trueno”.

[Elizabeth. Quítate.]

[¡Deja de cagarla! ¡Por qué le hiciste eso!]

El llanto de Liz resonó con lágrimas en sus ojos. Llamas salieron de la hoja del Emperador
de las Llamas como en respuesta a su enojo. El electrochoque rugió del Emperador del
Trueno en respuesta a su rival.

[No creo que puedas ganar al poner tu espada ante mí, ¿verdad?]
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[No me importa si no gano. ¡No permitiré que lastimes a Hiro!]

Esto es lo que significa estar en una explosiva situación, y no es sorpresa si empiezan a


matarse entre sí en cualquier momento. No— Liz solo será torturada para morir.

[Solo estoy tratando de eliminar a una peste que se mete con mi hermanita, ¿sabes?]

[Hiro es una peste, ¿dijiste?]

Loing piensa que es terrible, pero no puede pensar en una forma de detenerlo. Si Liz fuera
asesinada aquí, sería imposible esconderlo del emperador.

— Hay muchos testigos.

Y si asesinan al portador del Emperador de las Llamas aquí, el trono estaría lejos de por sí.
Debería de saberlo. Debería estar consciente de ello.

¡Así de grande es la amenaza!

Stobel abrió su boca en molestia.

[¿Ese hombre es importante… o hay alguna razón para que necesites protegerlo a fuerza?]

[Sí, tengo. Si lo matas, Padre nunca te lo perdonará, estoy segura de ello.]

[¿Qué dijiste?]

Quizás era una dura decisión para tomar. Luego de darle una vista al chico en el suelo, la
cara de Liz estaba con una profunda tristeza.

[Él es— es el descendiente del Segundo Emperador.]


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Con esas palabras, el sonido desapareció del mundo por al menos un momento. Todos se
quedaron sin habla; todos abrieron sus ojos. Todos los ojos se concentraron en el chico que
se había desmayado.

— El dado ha sido lanzado.

— El mundo empezó a moverse con el chico en su centro.

____________________________

Hiro estaba debilitado en un extraño lugar luego de ser noqueado por el rayo de Stobel. Un
espacio blanco puro, un mundo que ha perdido su color. Hiro no tenía idea de lo que ha
pasado, y la confusión en su cara es evidente. Alguien llamó a Hiro desde atrás.

[Estás aquí. Eso significa… ¿volviste a Alethia?]

Hiro se dio la vuelta en sorpresa para ver a un tipo de ojos azules y cabello rubio.

[Ha sido un tiempo. Quizás no ha sido del todo cierto. No sé cuántos años han pasado desde
que volviste a la Tierra.]

Los ojos de Hiro se abrieron del asombro, incapaz de decir algo. Un trono dorado adornado
con joyas. Podía decirse que es cursi. Y el joven estaba sentado allí.

Su bien arreglada apariencia, como si hubiera saltado de una pintura, habría causado un
gran grito si una mujer lo hubiera visto. Él es un joven tan bello que incluso un hombre lo
vería en asombro.

La larga y esbelta figura elegante de piernas cruzadas hizo que el cursi trono luciera
extrañamente apropiado. Cuando Hiro por fin recobró su compostura, le hablo al tipo de
ojos dorados con una mágica impresión.

[Eres Altius… ¿cierto?]


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El tipo entonces le dio una astuta y desagradable sonrisa. Hiro quería echarle lío, pero se
contuvo. Se dijo a sí mismo que no era así. Miró alrededor para distraerse de su molestia.
Como Hiro pensó, es solo un espacio blanco que dura para siempre.

¿Ha desaparecido? Luego Hiro volvió a ver a Altius, pero aún seguía sonriendo felizmente.

[Sí. Es un sueño.]

Hiro lo aseguro. Debía estar en el campo de batalla en primer lugar. Más importante, estaba
a mil años y ahora desmayado en Alethia. Quizás, solo quizás, está muerto, y este es el otro
lado del mundo… Eso explicaría por qué Altius está aquí.

Con Hiro empezando a preocuparse, Altius sonrió con amargura a él.

[Hiro. No entendió por qué estás confundido. Puedo entender por qué quieres pensar de
esto un sueño. Pero sabes—]

Luego de dejar las palabras, Altius señaló al pecho de Hiro. Cuando miró a ello, una clara y
pálida luz salió de su pecho.

[Esto es…]

Desabrochando su uniforme y revisando su bolsillo interior, encontró una carta. Esta es una
carta blanca que Altius le dio hace mil años.

[Perdón por meterte en un sueño… pero ¿este también es un talismán espiritual?]

[Exacto. Ese es un talismán espiritual.]

[Pero lo he visto en varias referencias, y no he encontrado un talismán espiritual como este.]

[Recibí un cierto espíritu del Rey del Espíritu y lo hice para ti. No es sorpresa que no lo
sepas.]
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[Estoy teniendo un sueño raro de… ¿qué tiene esto que ver conmigo?]

[Puse algunos pensamientos residuales en ese talismán espiritual. Es por eso que la única
cosa que tengo es mi memoria de esos días hasta que Hiro volvió a la Tierra. Tu llegada
aquí significa que se han cumplido las condiciones para usar el talismán espiritual. Algo debe
haber ido mal. Lo que significa que ya no estoy allí.]

Era lo único por el momento, Altius tenía una triste expresión en su cara, y entonces de
inmediato estalló en una voz de júbilo.

[¿En qué era fuiste invocado? Has tenido muchas sorpresas, ¿verdad?]

[Me volvieron a invocar en mil años. ¿Cómo no puedo estar sorprendido?]

[¡Haha! ¡Eso es grandioso! ¡Esa es una abrumadora cantidad de años!]

[No lo es para nada. Aún no puedo creerlo.]

[Ya veo… has aparecido en un período de “punto de retorno”.]

[¿Huh? ¿Un punto de retorno?]

Hiro pregunto de vuelta, pero Altius lo ignoró.

[Es un período divertido. Me gustaría ir al mismo lugar que tú, pero no tengo el alma atada
en mí, así que no puedo ir contigo.]

[No me ignores… Y no entiendo de lo que estás hablando. Dime de lo que estás hablando.]

[No te preocupes… Lo descubrirás eventualmente.]

[Siempre eres así.]


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[Es mi naturaleza, sabes. Como sea, solo puedo decirte que pienso que es lo mejor para ti,
mi amigo. ¡Es todo lo que puedo decirte!]

Levantándose de su trono, Altius levanto la mirada al espacio blanco y extendió sus brazos.

[¡Es un gran mundo! ¡Es por eso que las posibilidades son infinitas! ¡Vive la vida que quieres!
¡No hagas tu mundo tan pequeño! Vive libre. ¡Está listo para todo!]

Altius se acercó a Hiro y presionó su puño en su pecho.

[Mi querido cuñado, no es tan malo. No lo subestimes. Si es un mal hábito tuyo. Sé más
poderoso que cualquier rey. Se más arrogante que cualquier rey. Se más fuerte que
cualquier rey. Y por eso, te daré muchas opciones.]

Altius dice felizmente eso y palmea los hombros de Hiro.

[Lo observaré. Veamos a dónde mi cuñado va y el futuro va con él.]

Es como si estuviera satisfecho con el hecho que pudo decir lo que quería, pero Altius se
sentó en su trono con una pomposa apariencia en su cara. Lentamente, estiró su brazo
derecho y le dio su palma a Hiro.

[Vamos; es hora de despertarse.]

[…Eso fue abrupto. Supongo que solo quieres decir lo que quieres decir y decir adiós.]

[¿Me entiendes un poco mejor?]

Hiro bajo los hombros a Altius, quien sonríe. Ha sido golpeado por un golpe ciego. No hay
forma que pueda argumentar a eso.

Hace mil años, Hiro de pronto decidió regresar a la Tierra. Altius trata con desespero
detenerlo, y sin darle razón, Hiro volvió. Es imposible para Hiro culparlo por eso.
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Hay varias cosas que le molestan, pero si vuelve a sus intenciones originales, solo
conseguiría desviarse si pregunta. Así que, decidió hacer la pregunta más importante de
todas.

[¿Realmente es una despedida?]

[Dudo que incluso podamos llamarle una reunión en primer lugar. Estoy aquí porque soy un
pensamiento residual, igual.]

[Ya veo…]

[Sí. Nos veremos otra vez. Pero—]

Altius suspiro mientras le cortaba las palabras.

[Parece que se nos está acabando el tiempo.]

Mientras señalaba a los cielos, Hiro le miro por arriba. Negra oscuridad había aparecido en
el espacio en blanco. Gradualmente incremento la velocidad y tiñó el oscuro vacío negro.
Altius sonrío y le dijo a Hiro.

[La verdad es— tú— confundes— la intención— seguramente—]

Era difícil escuchar claramente debido a las palabras interrumpidas. La visión de Hiro
rápidamente se ponía negra. La figura de Altius desapareció como neblina.

Adiós… cuñado.

— Hiro abrió sus ojos otra vez, y un desconocido techo apareció en su vista.

El olor a químico golpeó su nariz, despertando su consciencia. La suave sensación que cubrió
su cuerpo, y mientras se arrepentía, Hiro levanto su cuerpo. Cuando miro alrededor, vio ese
color de haber regresado al mundo, y los estantes teniendo los químicos iluminados por la
luz de la luna metiéndose por las ventanas.
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Luego de convérsese que debía ser la infantería o algo, notó a Liz durmiendo por la cama
con una cara de felicidad. Sonríe y cubre su cuerpo con la manta, y la coloca sobre los
hombros de Liz.

Hiro pensó que había despertado de su sueño. Trato de salir de la cama, pensando en sí
como si fuera el sueño de alguien más. Pero es cuando puso un pie en el suelo. El mundo
tembló. Su visión iba mal mientras giraba sus ojos. Su espalda dio al suelo fuerte con gran
sonido.

[¡¿Augghh?!]

Dejo de respirar y gruñó, pero sintió algo saliendo de su pecho y presionó su boca.

[Oguhh… ¡Ugh!]

Incapaz de sostenerlo, vomito salió. La sangre sale de la cara de Hiro mientras su respiración
empieza a ponerse lenta.

¿Hay algo malo con mis ojos…? ¿Qué es esto...?

Un vasto golpe de información es trasmitido a su cerebro por su ojo izquierdo. No podía


cerrarlo. Independiente a su voluntad, acepto todo y lo metió en su mente. Incluso con sus
ojos cerrados, aún podía ver. Nunca había sentido algo así antes. Aunque es su propio
cuerpo, no tiene idea de lo que le está pasando.

[¡¿Hiro?!]

Liz parece haberse despertado cuando notó algo raro. Pero Hiro no tuvo el tiempo de
responder. Liz corrió al forzado Hiro y palmeó su espalda.

[¡Aguanta! ¡Por favor, alguien, por vengan!]

[¿De qué va?]


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Tris, quien estaba esperando afuera, entro. Miro a Liz y luego a Hiro. De inmediato se dio
cuenta de lo que estaba pasando y volvió a salir.

[¡Conseguiré a un doctor de inmediato!]

[¡Por favor! ¡Traigan uno rápido!]

Vomito se esparció en el cuerpo de Liz mientras sostenía la cabeza de Hiro. Sin embargo,
no le importo y colocó la cabeza de Hiro en su regazo. Liz se quitó un ropaje y empezó a
limpiar la boca de Hiro gentilmente.

[Está bien. Respira con calma…]

Hiro vomita, pero nada sale. Toda la comida en su estómago había sido vomitada.

[Hiro, ¿puedes escucharme?]

Quería desviar la atención de Hiro. De hecho, Hiro reacciono a una voz tan clara como el
amor de mamá. (Véase la referencia a Downy, xD). Su sangrado ojo vio a Liz— la pupila de
su ojo izquierdo está extrañamente agrandado y enrojecido.

[¡¿Huh?!]

Liz casi grita involuntariamente y sostenía su boca. La sensación de tener su mente viendo
escalofríos enviados a su espalda, pero no podía asustarse. Quería alejar el dolor de Hiro
tanto como pudiese. Liz dijo, tratando de ser animada.

[Estaba tan sorprendida cuando me encontré con Hiro la primera vez.]

Fue la primera vez que se reunieron en el Bosque Anfang. Luego de volver de un baño
rápido, vio a un chico siendo intimidado por Cerberus. Un chico de ojos y cabello negro. Era
como si—

[Te pareces como al 2º Emperador como imagine.]


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El 2º Emperador es el único de los emperadores de todos los tiempos cuyo retrato no existe.
Es imposible saber cómo lucía. Las personas solo podían imaginarlo de lo que está escrito
en leyendas. Incluso la estatua del 2º Emperador fue creada en base a la leyenda.

[Su Majestad Schwartz, el cual siempre he admirado.]

Siempre había sido una chica marimacho, y estaba más interesada en espadas que muñecas.
Antes de ir a la cama, le pedía a su madre dormir mientras escucha las historias de los Doce
Grandes Dioses del Grant en lugar de cuentos de hadas.

La popularidad del 2º Emperador siempre había sido grande en el estado militar de Grantz,
así que era natural que ella, quien quería volverse un soldado, estaría interesada en el 2º
Emperador.

[He trabajado duro en mi entrenamiento, no importa lo qué la gente diga de mí. Nunca
obtuve crédito por ello porque era una mujer.]

Primero, quería ser un soldado. Luego ser general, entonces, ser un gran general. Con cada
pasado que daba, el sueño crecía.

Nadie se río de Liz, pero las cosas empezaron a caerse.

— Fue favorecida por el “Emperador de las Llamas”.

La primera persona que se acercó fue la cabeza de la familia Kelheit, uno de los grandes
nobles de Grantz.

Con su influencia en la Región Este, los pequeños y medianos nobles todos expresaron su
apoyo a Liz. Ella se volvió tan poderosa para que los otros herederos al trono la ignoraran,
pero la cabeza de la Casa Kelheit fue asesinado por alguien y al instante colapsó. Lo
siguiente que supo, Tris y Dios eran los únicos que quedaban con Liz.

[Entonces… me dijeron que había sido degradada, y necesitaba un cambio de escenario, así
que fui al baño en el Bosque Anfang.]
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Luego ella conoció al chico— un chico que se veía como el 2º Emperador que ha admirado.

Liz sonríe mientras pone su mano en la mejilla de Hiro. Hiro aún está respirando con dolor,
pero quizás se ha calmado un poco. La mirada en los ojos de Hiro se había suavizado un
poco, y levantó su vista a Liz.

[Yo, sabes. Tengo un sueño.]

Es cuando escucho el sonido de pisadas desde fuera.

[¡De prisa! ¡El chico se está muriendo!]

[¡No hagas correr a este anciano!]

[¡Entonces te llevaré en mi espalda!]

[¡¿Hyiiee?!]

Liz río y puso su boca cerca del oído de Hiro para asegurarse de no perder nada. Murmuro
palabras… no había sorpresa en la cara de Hiro como si Hiro hubiera esperado las palabras
que fueron murmuradas.

Es un grandioso sueño. Nunca será un camino fácil. Mientras se alejaba de Hiro, la luz de la
luna iluminó su rostro, haciendo su bella apariencia verse aún más radiante.
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Epílogo

El 11 de Julio, 1023 del Año Imperial.

Diez días después de la batalla con el Principado de Lichtine.

Fuerte Berg, Torre Central. Hiro estaba en el cuarto que le dieron. Era una habitación vacía
con una cama cerca de la ventana y un espejo largo a la derecha. En sí, no había algo como
pertenencias personales. La única cosa que trajo consigo de la Tierra es su uniforme.

[Fufu, bien.]

Hiro se paró frente al largo espejo, viendo su figura. Más bien, estaba acariciando una parte
de su cara. Un parche que cubre la mitad restante del rostro de Hiro se reflejaba en el
reflejo. Es un parche especial purificado con un talismán espiritual.

Aunque nunca se acostumbraría al incómodo sentimiento, gracias a eso, ya no pudo sentir


al mundo fuera de lugar, y pudo continuar pasando su tiempo como antes. Si se lo quita, el
mundo girará como antes. Hace que su cerebro capte más información que podría explotar.

[Bueno… supongo que estoy acostumbrado. El punto es, solo tengo que acostumbrarme.]

Eso es; es solo cuestión de dominar el Espíritu del Ojo Celestial. Es su propio ojo; será capaz
de usarlo en el futuro cercano. Y no es algo malo. Se siente bastante maduro con el parche.
Por eso, Hiro cruzó sus brazos y levantó su barbilla para lucirlo. Se está preguntando si
debería llamarle “Emperador Celestial” también cuando empiece a cogerle ritmo a las cosas.

[¡Hiro! Voy a entrar.]

Una chica pelirroja entró sin tocar la puerta. Quería decir cosas acerca de la privacidad y
eso, pero la situación era aún peor que eso.

[¿Qué estás haciendo?]


P á g i n a | 265

Con una gran sonrisa, Liz se paró frente a la puerta. La cara de Hiro al instante se puso
roja— fue visto, y es bastante vergonzoso. Sus latidos se aceleraron. Pudo ver que su cuello
se estaba poniendo rojo. Hiro desarmó su postura y ondeó sus manos.

[¡N-No! ¡Esto es diferente!]

[¿Qué es diferente?]

Liz inclinó su cabeza y agitó su rojo cabello. Fue un hermoso gesto, pero Hiro no tuvo el
tiempo suficiente para disfrutarlo. Si es posible, quería huir de ese lugar ahora mismo. Pero
la puerta es bloqueada por Liz.

[No… ¿qué debería decir…?]

Sería mucho más fácil si pudiera decir que su cuerpo fue dominado por su Chuunibyou. El
silencio cayó. Un tipo de rareza flotó por el aire. Con Hiro inseguro de lo que hacer, fue Liz
la que se movió primero.

[¿A qué te refieres con eso? ¡Por ahora, ven conmigo!]

Ella tomó el brazo de Hiro como si no le importara que esté apenado. Luego de ser sacado
del cuarto con una tremenda fuerza, salieron corriendo del cuarto y vieron una escalera en
espiral conectada al primer piso.

[¿A dónde vamos a ir—?]

Aún estaba enfermo del otro día, pero no podía decir esas palabras porque empezó a bajar
las escaleras a toda velocidad. Si hablan en tal situación, se morderán sus lenguas.

Ellos bajaron las escaleras tan rápido como pudieron. Mientras salían de la torre central,
fueron saludados por el escuadrón central. El brillo del sol está quemando el suelo. Podían
sentir su piel sudar.

[Aura va a volver al este, así que vayamos a despedirla, ¿bien?]


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[¡A-Aún hay tiempo, cierto! ¡No hay porque apresurarnos!]

Aura se había quedado en el Fuerte Berg para enterrar a los soldados que habían sido
asesinados en la última batalla, incluyendo a los del tratamiento médico. Por desgracia,
había muchos soldados que no pudieron ser encontrados. Había muchos lastimados, y era
difícil saberlo por los cadáveres cubiertos de lodo, ya sea que fueran amigos o enemigos.
Incluso si estaban lastimados, Aura había estado viendo los cadáveres de sus hombres hasta
caer la noche.

Todos los cadáveres de la armada del Principado de Lichtine se reunieron en un lugar y se


enterraron. Debido al miedo de una posible plaga, se decidió ocuparse de ellos lo más rápido
posible con la ayuda de la Cuarta Armada Imperial. Luego de eso, la Cuarta Armada Imperial
se dividió en varias partes en el territorio del Margrave Grinda.

Eso fue porque los remanentes de la Armada de Lichtine podían seguir en el territorio del
Margrave Grinda y empeoraría la situación. El 1º Príncipe Stobel, quien estaba
acompañándolos, regreso a la Ciudad del Gran Imperio con sus guardias de élite.

Algún día… tendré que pagar esa deuda.

Como Altius se lo dijo ese día, Hiro quiere vivir su vida a gusto. Mientras tanto, le pagará
algún día al 1º Príncipe Stobel, así que no dejará salir su enojo ahora. Porque hay alguien
que debe ser despedido con una sonrisa.

[¿Despedida? No es necesario.]

Una chica con un brazo suspendido con un cabestrillo— Aura con la misma mirada
mortificada en su cara como siempre. Está al lado de Spitz, cuyo cuerpo está envuelto en
vendajes. Es una dolorosa figura, pero no podía evitar reírse a su algo cómica apariencia.

[Su Majestad, y… descendiente-dono. Gracias por despedirme.]

La voz de Spitz sonaba bastante disgustada cuando dijo “Descendiente-dono”. Hiro no podía
ver la expresión en su cara debido a los vendajes, pero sabe qué tipo de mirada está
haciendo.
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Liz puso su mano en sus caderas y dijo.

[Sí, hemos pasado por mucho. Ambos tienen suerte de estar vivos.]

[Sí. El resultado es un desastre. Pero muchas cosas buenas salieron de ello.]

Aura dijo, y luego— miró a Hiro.

[¿Cómo están tus ojos?]

Hiro le dio una afectuosa sonrisa a los ojos cenicientos que parecían estar buscando algo.

[Sí. Supongo que tomará un rato el sanar.]

Solo Liz, Tris y el doctor saben del problema de sus ojos. Al resto de personas se les dijo
que es como una herida de guerra. Así que no hay forma que Aura pueda entender, pero
¿por qué siente como que lo sabe ya que lo está mirando para observarlo?

[Ya veo… me alegra que no quedaras ciego. Pero es un gran parche.]

[Sí, bueno, eso es…]

La única forma de prevenir que el talismán espiritual sea visto era usar el gran parche. No
hay forma de explicarlo. Mientras Hiro estaba pensando en qué excusa hacer, Liz le dio una
mano.

[¡Se hizo una gran herida! ¡Qué puedo decir de eso… era una increíble cicatriz!]

[¿Se quedará así…?]

Aura le dio una mirada de preocupación. Hiro abrió su boca, tratando de escapar de la culpa.
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[Oh, no, creo que estará bien. No dolerá, y me quitaré el parche cuando la herida sane.]

[Ya veo… eso espero.]

A pesar de las palabras, esos ojos grises están mirando al parche de Hiro con incredulidad.
No importa cuánto tome, su mirada se queda viendo a Hiro. Quizás pensando que eso no
va a llegar a ninguna parte, Liz se paró frente a Hiro para interrumpirlos.

[Les enviaré una carta.]

[Y, también les enviaré una carta cuando me asenté otra vez.]

[Aura-sama. Ya es hora.]

Spitz interrumpió la conversación. Detrás de ellos— Aunque sus números han sido reducidos
bastante, los “Caballeros Imperiales Negros” están alineados.

Debido al calor, no están usando la armadura pesada sino una ligera, y los jinetes también
se quitaron sus armaduras. En cuanto a cuando se quitaron la armadura pesada, fue puesta
en un cartón con comida y agua.

[Entonces nos iremos. Cuídense ustedes dos.]

Aleteando las mangas de su uniforme militar y rodeando el cuerpo de su caballo, Aura se


fue a la puerta principal. Luego de avanzar un poco, se dio la vuelta. Su mirada llego a Hiro.

[Hiro. Te veré luego.]

Con eso, no volvió a voltear la mirada. Una horda de jinetes liderados por ella lentamente
salió de la puerta. Aunque era tan caluroso, su corazón se enfrío y un escalofrío le golpeo.

Liz palmeó la espalda de Hiro mientras se ponía rígido.


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[Hiro, es temprano, pero vamos a practicar el montar un caballo.]

Ese fue el dicho que hizo que Hiro se congelara otra vez. Hiro estaba expuesto a él abrazador
sol, y se quedó con más rasguños.

— Dos días después.

Un edicto del actual Emperador le llego a Hiro.


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Afterword

Gracias por coger la Leyenda Mitológica de Otro Mundo del Héroe Legendario Vol 1.

Me gustaría contarles una historia que me inspiró a escribir este trabajo.

Desde que era chico, he tenido la más delirante imaginación que nadie más en el mundo, y
hubo veces cuando pensé en volverme un artista de manga. Pero no tengo la paciencia. No
tengo la paciencia; no la tengo. Llamémosle aburrimiento… No hay forma que pueda ser un
artista de manga, así que los años solo pasaron tan ociosamente mientras vagaba.

Un día, tuve un dramático encuentro en una librería. Era una novela ligera, una novela para
estudiantes del bachiller y escuela media. Oh… es la forma de hacerlo. Entonces escribí el
mundo que quería en palabras. ¡Qué gran idea! Pero no tengo la habilidad de escribir, y
más importante, ni siquiera pude escribir 100 palabras. Estaba buscando una buena historia
para escribir… eso mejoraría mi velocidad de tipeo y mis habilidades de escritura cuando
me cruce con una página, “Seamos un novelista”.

A pesar del hecho que mi escritura era pobre, recibí apoyo de mucho de mis lectores. Gracias
a eso, pude recibir una llamada de mi editor, S-sama, y terminamos publicando el libro…
Honestamente, tengo miedo que es tan bueno para ser verdad. Estoy asustado que cada
día vaya a ser un discordio en alguna parte. Estoy escribiendo así, esperando no pase…

No hay, ¿en serio? ¡Por favor, Dios!

Sí, Dios es un mito. Hay muchos mitos esparcidos por el mundo, y han de tener una gran
influencia en este trabajo. Más bien, este trabajo nació debido a mi deseo de escribir mi
propia mitología. Escribí este trabajo con todas las fuerzas de mi mente de Chuunibyou y
no le puse frenos, espero que resuene contigo. He escuchado que el número de chuunibyou
está en alza cada año, así que estoy seguro que resonara en ti.

Finalmente, me gustaría dar mis gracias.

Gracias al editor, S-sama, por sus esfuerzos en publicar el libro. Gracias a Miyuki Ruria-sama
por el hermoso cover y las bellas ilustraciones, basados en mi falta de gusto en apariencia
y vestimentas. A los lectores quienes han estado leyendo este libro desde “Syosetu”. A los
lectores quienes han tomado este libro. Editores, diseñadores y calificadores.
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Mis colegas del trabajo que me han escuchado, mi familia, quienes me han apoyado en este
punto, y mi abuela.

Gracias a todos ustedes, pude llegar a sacar mi trabajo. Quiero darles las gracias.

Voy a continuar extendiendo mi síndrome de chuunibyou con más fuerzas, así que por favor
sigan apoyándome en el futuro también.

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