Magnus

Arcana
Un suplemento para vieja Escuela

Alvaro J. Aragoneses
Magnus
Arcana
Un suplemento para vieja Escuela

Versión 1.0

Alvaro J. Aragoneses
 Escrito por

Álvaro J. Aragoneses Martín

Diseñado y Maquetado por

Jesús Muñoz a.k.a. “omiK”

Editado por

perversod20.cc

Aportaciones, correcciones y sugerencias

Alex Ojeda, Juan Manuel Gálvez “Oceanorrolero”,

Abel “IkkI” García Jimenez, Daniel Redondo

Agradecimientos

A Jesús Muñoz a.k.a. “omiK”

A Jennifer García Arocha
Al grupo de Telegram de Vieja Escuela
Al grupo de Telegram La Yegua Feroz
A la tienda Madakiba de Valdemoro

El texto recogido en este juego se considera Open Game Content

bajo la licencia OGL 1.0a de Wizards of the Coast.

El arte, estilo de la maquetación y los términos Vieja Escuela y Magnus Arcana,

se consideran Product Identity, y quedan bajo licencia Creative Commons
Reconocimiento - NoComercial - CompartirIgual.

Los grabados son de varias fuentes de dominio público.

creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/

2
 0.
Prólogo
‘¿pero esto qué es y por qué debería interesarme?’
Los sistemas de magia en cualquier juego de rol es siempre el primer capítulo que leo en
cualquier manual. Da igual que juego sea, que ambientación, que mecánicas tenga, voy
como un sabueso a por el capítulo de magia.

Y cuando hice lo mismo en el segundo número del Fanzine “Vieja Escuela”, en el que Ja‐
vier “Dwayne Hicks” García plasmó la primera versión del sistema Vieja Escuela (y creo
que nunca se lo agradeceremos lo bastante), me fascinó ver que toooodo el sistema de
magia se resolvía en un párrafo. Simple. Elegante. Y funcionaba, que es lo más cachondo.

Peeeeero soy un culo inquieto y mis influencias de comerme tochos de reglas intere‐
santes (cof cofPathfinder cof cof que tos más tonta, ¿no?) me hizo empezar a buscar sis‐
temas complementarios, alternativas, reglas añadidas… en fin, lo que pillara. Pero al
final, siempre volvía a lo mismo: las listas de hechizo no me convencían mucho, la gracia
del sistema era la magia abierta, pero necesitaba algo más, veía que los magos podían ser
muy poderosos.

Y en estas que topé con uno de los artículos de diseño del Cabo Hicks en el que hablaba
que, por limitaciones de espacio no había podido implementar un sistema de magia
blanca y negra, entre eso y el concepto de cantrips que me había inventado, creé mi pri‐
mer hack de Vieja Escuela (al que mis amigos apodó cariñosamente “Aragohack”). La
cosa era simple, todos tenían versiones pequeñas de los hechizos que tiraban d4 en lugar
de d6, y si eras mago blanco o negro, tenias más limitado lo que podías hacer (magia
negra, ofensiva, magia blanca, curativa y de protección) pero cada POD daba 1d8 en lugar
de 1d6.

Este pequeño cambio fue, entre otros, el germen del concepto de Fuerza Mágica, que
empleé en todo el manual de Vieja Ciudad y del que más orgulloso estoy. Y gracias a ese
concepto, empecé a crear objetos, hechizos, poderes… se me fue bastante de las manos, la
verdad. Y al final, llegué a una conclusión: necesitaba estandarizar y estructurar todo el
caos de sistema que había creado.

Y después de toda esta historia llegamos a este documento: un suplemento que no es un

sistema de magia propiamente dicho, sino una serie de normas
para crear sistemas de magia estructurados, independien‐
temente de la ambientación, o dicho de otra forma, aquí
vas a encontrar todas las herramientas para crear tu pro‐
pio sistema, así que disfruta.

¿Empezamos?

3
 1.
Qué es la magia y cómo conecta
con el mundo en el que transcurre la partida
En palabras de Arthur C. Clarke, “La magia es sólo ciencia que aún no comprendemos”, y
siguiendo esta premisa, antes siquiera de establecer sistemas numéricos, ámbitos de la
magia y demás parafernalia, debemos definir qué es la magia en el mundo en el que
transcurre nuestra partida. En líneas generales, la magia se definirá como aquellos suce‐
sos que transgreden las leyes de la naturaleza que rigen ese mundo y se conocen en ese
momento, por lo que debemos tener en cuenta esos dos factores a la hora de establecer
los mecanismos de la magia en nuestro mundo. Puede parecer una obviedad, pero con la
capa de pintura adecuada, una escopeta (cuyas reglas conocemos de sobra y que está de‐
bidamente modelada en los distintos manuales de VE) puede pasar como una vara má‐
gica con X cargas.

La primera conclusión a la que debemos llegar es, pues, definir qué leyes y conocimientos
se aplican, para definir qué los transgrede y, por ende, qué es la magia en ese mundo.

1.1. necesitamos un sistema completo de ma‐

Magia dura VS Magia Blanda
Volviéndonos a apoyar en hombros de gi‐
gante (porque para qué vamos a reinven‐
tar nada, la verdad), el escritor Brandon
Sanderson, autor de grandes obras como
el archivo de las tormentas o Nacidos de
la Bruma (obras que, por supuesto, no me
he leído), es también conocido por una
saga de 3 artículos (estos si que me los he
leído, tranquilidad) en los que teoriza
acerca de los sistemas de magia en la li‐
teratura fantástica, estableciendo una
escala en el primero de ellos en los que se
refiere a magia dura y magia blanda, sien‐
do la primera aquella que se atiene a unos
sistemas precisos que el lector conoce, y
la blanda aquella en la que la magia es
misteriosa y poderosa y suele escapar a la
comprensión del lector acerca de sus en‐
tresijos.
gia cuando podemos crear una serie de
recursos más místicos que doten a la
partida de un matiz misterioso del que
carecería de otra forma. Un ejemplo de
esto podemos encontrarlo en VE Pulp!, en
el que la magia se manifiesta, principal‐
mente, en forma de objetos que transg‐
reden las propias reglas del juego en
formas muy concretas; Sin embargo, el
propósito de este suplemento es la de dar
un sistema estructurado y expandible
para la magia, por lo que este tipo de
implementaciones quedan fuera del pro‐
pósito de este texto, pese a que se darán
directrices para la creación de objetos má‐
gicos usando este sistema.

A la hora de plantear un sistema de magia

en una variante de VE es útil conocer esta
dicotomía y preguntarnos si realmente
4
 2.
Triada de la Magia
Ya metidos en harina, el sistema básico de magia de MA se fundamenta en lo que he de‐
nominado la tríada de la magia; tres aspectos que equilibran el sistema a la vez que esta‐
blecen ciertas reglas para su correcto funcionamiento.

Ésta tríada se compone del ámbito de la magia, su coste y su fuerza, o potencia del efecto,
y pasaremos a detallarlos en profundidad más adelante, pero para ejemplificar esta
tríada, recordemos el sistema de magia de VE:

Un hechicero puede lanzar conjuros invirtiendo puntos de POD en la realización de he‐

chizos; los hechizos deben consensuarse con el master, pero por normal general, cada
punto de POD invertido en el hechizo generará un efecto de 1d6 (puntos de vida recu‐
perados, objetivos a los que alcanzar, daño infligido, etc.)

2.1. Tomemos como ejemplo ilustrativo a Za‐

Fuerza Mágica
El primero de los conceptos a desarrollar
es la relación POD <=> 1d6 de efecto. El
problema más inmediato si se realiza un
análisis pormenorizado de esta relación
es que, a niveles altos, la potencia de los
hechizos viene dada por la cantidad de
POD que puedas almacenar, ya que no
hay reglas que te impiden invertir ingen‐
tes cantidades de POD en un hechizo. Di‐
cho de otra forma, el POD está pa’
gastarlo.
Esto, que es una forma tan lícita y sensata
de equilibrar el sistema como cualquier
otra, adolece de un pequeño problema
conceptual: los magos poderosos lo son
no sólo porque puedan realizar un hechi‐
zo grande, vistoso, peligroso y potente,
sino también, y esto es una apreciación
personal, porque pueden realizar hechi‐
zos mucho más humildes con la facilidad
que ofrece la experiencia de haberlo he‐
cho mil veces.
5
carías Pieldelobo, mago de nivel 10, y a su
pupila, la joven Covadonga Exposito, he‐
chicera de nivel 1. Para realizar una
sencilla saeta de fuego de 1d6 de daño,
Covadonga debería invertir uno de sus
preciados PODs, mientras que Zacarías
deberá invertir…. exactamente la misma
cantidad. Más incluso si desea que el
efecto sea mayor.
Esta dinámica puede crear un problema
de equilibrio a medio-largo plazo, con
lanzadores de conjuros que poseen una
cantidad desmesurada de POD y que son
capaces de realizar muchos hechizos
pequeños en lugar de unos pocos
grandes. Y si bien es una aproximación
clásica y que ha demostrado ser tremen‐
damente eficaz, planteo una alternativa,
en la que utilizo el concepto de Fuerza
Mágica, o F. Mag.
La F. Mag., a efectos de juego, es el tipo de
dado que se obtiene al invertir un punto
de POD, dejando que sea este parámetro
el que escale a diferencia de la propia re‐
serva de POD, o incluso a la par que ésta.
 Es decir, que por cada punto de POD
invertido se obtiene un dado de F. Mag.
En el caso de que la F. Mag. se manifieste
como un dado y un bonificador, este
último también se verá afectado por los
POD invertidos, multiplicándose por el
número de ellos; Por ejemplo, un he‐
chicero que invierta 3 POD en un hechizo
y que posea una F. Mag. de d4+1 lanzará
al ahora de realizar el efecto del
hechizo 3d4+3.
Este hecho permite crear a personajes con
una cantidad de POD mucho más limi‐
tada pero que, independientemente del
POD que inviertan, harán que sus hechi‐
zos sean más poderosos. Volviendo al
ejemplo anterior, la F. Mag. de Zacarías
podría ser de 1d12, mientras que la de Co‐
vadonga sería de tan solo 1d4, lo que,
utilizando el mismo ejemplo de la saeta
de fuego, hará que la de zacarías,
invirtiendo el mismo “esfuerzo”, es decir,
un POD, sea potencialmente mucho más
destructiva que la de su pupila. Volvere‐
mos a este concepto más adelante, así que
guardadlo bien porque luego tiene más
sentido.
2.1.1.
La F. Mag. como valor umbral
En ocasiones, es útil considerar la F. Mag.
como un valor que nos indica, de forma
narrativa, cuán fuerte es un personaje en
según qué ámbitos. Uno de los efectos
más claros es determinar, por ejemplo,
que el efecto de un poder se incrementa si
la F. Mag. supera cierto umbral, como por
ejemplo, que sea superior a d8, valor
escogido por ser, más o menos, el valor
medio de la escala de dados clásicos de
rol, sin tener en consideración el d20.
6
2.2.
Coste (pod)
El siguiente de los aspectos a tratar es el
coste en puntos de POD, así como la
recuperación de los mismos. En resumi‐
das cuentas, el POD es un sistema más
sencillo que la magia vanciana clásica de
D&D y derivados (Esto es, niveles de he‐
chizo y huecos de hechizo, que no tienen
que tener correlación con el nivel del
lanzador, por que eso nos haría la vida
más sencilla a todos), lo que permite crear
efectos fácilmente reconocibles y escalab‐
les, aunque como se ha visto en el
apartado anterior, tiene sus ventajas y sus
desventajas. Para ello, habría que estab‐
lecer sistemas convivientes con el de POD
para la recuperación del mismo, factor li‐
mitante del abuso de la magia, así como
los costes alternativos o añadidos al
lanzamiento de los hechizos.
2.2.1.
Recuperación de pod
De manera clásica, los magos recuperan
sus puntos de POD descansando, o
memorizando sus conjuros, rezando, etc.
en función del sistema y la ambientación
utilizada. Sin entrar en muchos más de‐
talles, a la hora de desarrollar un sistema
de magia para MA debes tener en cuenta
cual es la mecánica de recuperación de
POD, donde puedes optar por dos vías
principales: obtener de golpe el máximo
de tus puntos de POD realizando una ac‐
ción concreta, como descansar, rezar, leer,
etc. o realizar pequeñas acciones que
recuperen pequeñas cantidades de POD.
Esta segunda variante se explota profu‐
samente en Vieja Ciudad (VC a partir de
ahora) en la que la práctica totalidad de
las esencias obtienen un poco de POD al
realizar tareas propias de su especie (por
ejemplo, con los vampiros alimentándose
de sangre), frente a la primera alternativa,
que es la utilizada en la versión clásica de
VE.
2.2.2.
Costes alternativos o
adicionales
Uno de los aspectos que en las reglas de
VE se tocan de pasada es la posibilidad de
que el master imponga costes alterna‐
tivos o adicionales a los puntos de POD
para el lanzamiento de determinados he‐
chizos, como puede ser, por ejemplo, la
pérdida de puntos de cordura (muy típico
en hechizos especialmente potentes o re‐
lacionados con magia muy oscura o
cósmica) o la utilización de componentes
materiales a la hora de lanzar un hechizo.
Adicionalmente a estos, existe la posibili‐
dad de utilizar chequeos de habilidad o
atributo, dado que oficialmente la magia
es automática; ésto último puede ser
especialmente útil para el lanzamiento de
hechizos de impacto directo, haciendo
que una saeta de fuego pueda errar el tiro
si su receptor está lo bastante atento
como para esquivarlo. Esta posibilidad
podría utilizarse como un factor de equili‐
brio más para hechizos especialmente po‐
tentes o. incluso, en ambientaciones en
las que el uso de magia no esté atada al
coste de POD, como podría ser una
ambientación de Superhéroes, en la que el
superpoder siempre está presente, no “se
agota”, pero sin embargo, puede fallar.
7
2.2.3.
Dificultad como Coste
A tenor del apartado anterior, cabría la
posibilidad de utilizar el chequeo de una
habilidad concreta en lugar del pago de
un coste como manera de invocación de
un hechizo; la dificultad, en este caso, va‐
riará en función de las circunstancias, del
cansancio, de la propia complejidad del
hechizo, etc. Un ejemplo de esto lo pode‐
mos encontrar en el manual de Vieja Es‐
trella (VEst a partir de ahora) en el que se
establece que, a diferencia del sistema
clásico, los lanzadores de hechizos no
tendrán más limitación para hacerlo que
superar una tirada contra la defensa del
objetivo o contra una dificultad estableci‐
da por el master que, en ese sistema, se
denomina “Prueba de Poder”.
2.3.
Ámbito de la magia
El manual original de VE se prescindía del
concepto de ‘color de la magia’, pudiendo
realizar los magos cualquier clase de he‐
chizo, sanador y destructor. La con‐
secuencia directa de ello es que las clases
típicas de magia blanca, como los cléri‐
gos, dejaban de tener sentido más allá de
lo narrativo.
Ésto es así dado que el ámbito de la magia
en VE es el más extenso posible, cualquier
mago puede realizar, teóricamente,
cualquier tipo de hechizo siempre que
pueda permitirse el coste (en POD, cor‐
dura, tiradas o cualquier otro coste que el
master tenga a bien imponer) del lanza‐
miento de dicho hechizo. Si bien esto no
es un problema en si mismo, dada la
naturaleza del propio manual de VE (que,
recordemos, se trata de un
juego minimalista en el que prima la
narración y que tiene un sistema de ma‐
gia abierto de manera intencional) si que
su creador, en su blog personal, apuntó
que le hubiera gustado desarrollar más
los conceptos de color de la magia que,
por falta de espacio, no pudo.
Sin embargo, aun no he explicado a que
me refiero con ámbito, y es tan simple
como los límites de la magia. En VE,
virtualmente, no existe limitación (al
igual que en VEst con el talento “Manipu‐
lación de la realidad”), a diferencia de VC,
en donde cada poder es un ámbito en sí
mismo, uno pequeño y bastante concreto,
pero aun así con cierto margen para que
el jugador pueda crear los efectos que de‐
see; al final, los ámbitos no dejan de ser li‐
mitaciones narrativas para saber hasta
dónde puede llegar el hechicero.
2.3.1.
Colisión de Ámbitos
Uno de los principales problemas que
presenta este punto es la llamada colisión
de ámbitos, es decir, el hecho de que un
efecto sólo pueda ser realizado por la
unión de dos ámbitos. La solución más
inmediata, y que sería matar moscas a
cañonazos, sería la creación conceptual
de un nuevo ámbito, estableciendo para
el mismo las reglas apropiadas. Esto, si
bien es fácil para implementaciones
pequeñas, no es sostenible a medio-largo
plazo, puesto que las combinaciones de
ámbitos pueden llegar a multiplicarse ha‐
sta ser difícilmente abarcables.
Para ello, se propone que la colisión de
ámbitos se resuelva como una pena‐
lización del uso del ámbito más poderoso
de los implicados en el proceso además de
8
añadir, si es necesario, costes adicionales.
Y como esto suena un poco a galimatías,
aquí tenéis un ejemplo:
Covadonga Exposito posee capacidades
mágicas en los ámbitos del fuego y el aire,
y desea conjurar un tornado de fuego para
impresionar a su maestro Zacarías
Pieldelobo. Para ello, la jugadora que
controla a Covadonga desea realizar una
colisión de ámbitos, que el master decide
resolver de la siguiente forma: a la hora de
determinar la fuerza del hechizo, el dado
de F. Mag se lanzará con desventaja (esto
es, se lanzará dos veces y se aplicará el
peor de los dos resultados). En este caso, la
F. Mag. de Covadonga es 1d4, y al
lanzarlo dos veces obtiene un 2 y un 3,
quedándose con el 2 como resultado final.
Éste ejemplo, aun siendo demostrativo,
no sienta cátedra de ningún tipo (ni es su
intención), dejando manga ancha a cada
Master de hacer y deshacer a su antojo,
aplicando como crea conveniente las
desventajas adecuadas, por ejemplo, esta‐
bleciendo distintos penalizadores en
función de cuánta intrusión de un ámbito
en otro se va a realizar; Para explicar este
supuesto, tomemos como ejemplo los
ámbitos de la conjuración y la evocación,
haciendo que Zacarías conjure una
espada de fuego; para este ejemplo, debe‐
mos saber cuánto se entromete la conju‐
ración en la evocación, o dicho de otro
modo, cuánto influye añadir el fuego a la
espada: una pequeña influencia implica
poca penalización, por ejemplo, si el daño
de la espada es la F. Mag. de su conju‐
rador, aplicando la colisión de ámbitos
con la evocación, haciendo que la espada
brille (dando luz, pero no aplicando daño
adicional de ningún tipo) aplicaría un -1
al daño (quedando en F.Mag. -1); Sin
embargo, si se desea que la espada sea de
fuego, deberá aplicarse un penalizador
más grave (F.Mag. con desventaja, por
ejemplo) a cambio de aplicar una nueva
propiedad a la misma (daño por fuego de
1d4 PV durante 1d4 turnos, por poner un
ejemplo).
Existe otro caso particular en el que cada
ámbito tiene una F. Mag. determinada, en
cuyo caso bastará con aplicar, por
ejemplo, la F. Mag. del ámbito más débil
de los dos, aplicando algún bonificador
en caso de que las F. Mag. de ambos
ámbitos sea muy dispar (se desarrollará
un ejemplo de esta idea en los ejemplos
de implementación del sistema para acla‐
rar a qué me refiero).
2.4.
Equilibrando la triada
Una vez que hemos detallado las 3 patas
que conforman el sistema, lograr un
equilibrio en las mismas es más un
arte que una ciencia,
aunque es una bue‐
na norma esta‐
blecer que,
siempre
que se
ob‐
9
tenga una mejora en uno de los campos,
otro empeore, partiendo de la base estab‐
lecida en el manual de VE. De esta forma,
podríamos, por ejemplo, establecer un
sistema de magia blanca, gris y negra, en
la que la magia blanca solo se utilizaría
para hechizos de curación, protección y
expulsión de no-muertos, frente a la neg‐
ra, dedicada al manejo elemental y a la
destrucción, obteniendo sus hechiceros
Covadonga Exposito posee capacidades
mágicas en los ámbitos del fuego y el aire,
y desea conjurar un tornado de fuego para
impresionar a su maestro Zacarías Pielde‐
lobo. Para ello, la jugadora que controla a
Covadonga desea realizar una colisión de
ámbitos, que el master decide resolver de
la siguiente forma: a la hora de determi‐
nar la fuerza del hechizo, el dado de F.
Mag se lanzará con desventaja (esto es, se
lanzará dos veces y se aplicará el peor de
los dos resultados). En este caso, la F.
Mag. de Covadonga es 1d4, y al lanzarlo
dos veces obtiene un 2 y un 3, quedándo‐
se con el 2 como resultado final.
1d8 por cada POD invertido en un hechizo
en lugar de 1d6 que obtendrían los magos
grises, quienes, en cambio, serían más
versátiles, puedes podrían utilizar todos
los tipos de magia. Es decir, con este
pequeño cambio, hemos logrado ampliar
el sistema sirviéndonos de dos de las 3
patas del mismo, restringiendo el ámbito
a cambio de aumentar la F. Mag.
Si llevamos este planteamiento al
extremo podríamos crear cualquier
variante de sistema de magia, haciendo
ámbitos cada vez más específicos y
aumentando la F. Mag., o manteniéndola
pero cambiando el sistema de recuperación
de POD. Un ejemplo de ésto es el sistema
de poderes de VC, en el que se combinan
poderes con ámbitos muy concretos con
F.Mag. asociadas al desarrollo del
personaje y gran capacidad para obtener
POD, de forma que para poder abusar de
dichos poderes se deben realizar ciertas
tareas, normalmente asociadas a los
aspectos más oscuros de dichos
personajes.
3.
Sistemas Alternativos
No obstante, frente a todo este sistema,
siempre hay que plantearse una pregunta:
¿Es realmente necesario? Pongamos, por
ejemplo, una ambientación en la que la
totalidad o la inmensa mayoría de sus
habitantes poseen poderes de algún tipo
y pueden acceder a ellos a voluntad. ¿Es,
en ese supuesto, necesario un sistema tan
farragoso como el expuesto o cabría la
posibilidad de utilizar alguna mecánica
más sencilla?
10
3.1.
Habilidad dedicada
Frente a esto, y valiéndonos nada más que
de las herramientas ya expuestas en los
distintos “sabores” de VE, nos encontra‐
mos con que la solución más práctica se‐
ría la inclusión de una (o varias)
habilidades, de forma que la realización
de magia quedaría supeditada a la su‐
peración de un chequeo en dicha habili‐
dad. Este sistema ofrece muchas ventajas,
como que el sistema de POD queda supri‐
mido en pro de la utilización del sistema
de dificultad de las tiradas o la CA del
enemigo, amén de que la habilidad ya de
por sí establece el ámbito de actuación,
aunque, sin embargo, no solventa todos
los problemas, siendo necesario el estab‐
lecimiento de una F.Mag. para realizar el
cálculo de los efectos de dicho hechizo.
Sin embargo, esta aproximación presenta
algunas dificultades técnicas: el hecho de
tener una habilidad, y partiendo de la
premisa de que no todos los jugadores
son capaces de hacer magia, nos
encontramos con que, o bien no todas las
fichas tienen esa habilidad (que supone
un pequeño problema logístico en las fi‐
chas, nada muy farragoso pero hasta el
momento en el que se escribe este texto,
ningún sabor de VE posee una lista de ha‐
bilidades variable) o bien se crea una ha‐
bilidad específica para todos los temas
relacionados con la magia (conocimiento,
comprensión, afectación de la misma…) y
uno o varios talentos que habilitan el uso
de dicha habilidad para lanzar hechizos.
 3.1.1.
Habilidad derivada
Como continuación del punto anterior,
existiría una aproximación distinta, que
es usar una habilidad preexistente, tal y
como puede verse en la Mística de VEst,
en la que determinadas clases poseen una
forma especial de lanzamiento de hechi‐
zos basado en la utilización de una, o va‐
rias, de sus habilidades ya existentes a
modo de habilidad especial. Esta alterna‐
tiva, sin embargo, vuelve ligeramente más
farragoso al sistema, en tanto en cuanto
una misma habilidad tiene más propósi‐
tos que los que originalmente se estab‐
lecieron, pero solamente en determinados
jugadores.
3.3.
Hechizos cerrados
Por último, cabría destacar una aproxi‐
mación vista en el Anexo II de la edición
expandida de VE, y que transgrede
(ligeramente) la filosofía de magia abierta
del sistema original, que sería la creación
de hechizos o efectos cerrados, es decir,
fijados en su potencia, gasto de poder o
ámbito de actuación. Es decir, volver a la
magia Vanciana. Otra vez.
Si bien seguramente esta sea la menos
atractiva de las soluciones propuestas
(para quien escribe este texto lo és), es
necesario ponerla en valor dado que fijar
los parámetros de uso de un hechizo
permite que éste sea fácilmente replicab‐
le, hecho útil en ambientaciones que se
sirvan de la automatización de sus proce‐
sos, aun siendo éstos mágicos; por poner
un ejemplo, este sistema engarzaría
perfectamente en una ambientación de
fantasía urbana descubierta (como po‐
11
dríamos encontrar en Shadowrun o en la
película Bright), en la que se puede sis‐
tematizar el uso de hechizos encerrán‐
dolos en piezas de equipo u objetos
consumibles, haciendo que el uso de, por
ejemplo, una saeta de fuego de POD 1 y
F.Mag. 1d6 se transforme en un pequeño
papiro de un único uso que puede ad‐
quirirse en cualquier armería de la ciu‐
dad, siendo éste accesible a todo el
mundo (como consideración adicional, en
este tipo de ambientaciones, el factor de
especialización sería el hecho de que los
magos son capaces de utilizar la magia
sin recurrir a objetos de este tipo, siendo
mucho más versátiles).
Para este supuesto, mantener la estructu‐
ra de la triada de la magia es útil para la
realización del hechizo, pero a ojos de los
jugadores ésta quedaría oculta, restando
una capa de complejidad para los mis‐
mos, que no deberían preocuparse de ese
subsistema en particular.
3.3.1.
Hechizos modulares
Como término medio a la dicotomía entre
hechizo cerrado y abierto, existe la alter‐
nativa que puede denominarse “Hechizo
modular”; en estos casos, su efecto es
siempre el mismo, variando aspectos del
hechizo tales como la intensidad, el nú‐
mero de objetivos, etc. pero sin desvirtuar
el efecto del hechizo base. El principal
obstáculo a la hora de diseñar estos he‐
chizos es determinar qué parte se mantie‐
ne fija y que parte se modula, además de
decidir hasta dónde se puede modular; si
bien, en la mayoría de los casos, que sea el
efecto el que se mantiene fijo mientras
que la intensidad o el número de obje‐
tivos sea la parte modular, ésto no debe
ser una norma escrita en piedra y cada
hechizo debería ser único a cada jugador,
creando una suerte de manifestaciones
del mismo hechizo.
Ejemplo: Covadonga desea realizar el
hechizo “Saeta de Maná”, que tiene como
base el gasto de 1 POD y una potencia de
F.Mag, para impactar a un objetivo de
forma automática; determinamos, pues,
que la descripción del hechizo será:
- Coste: 1 POD
- Potencia: F. Mag.
- Impacto: Automático
- Objetivos: uno
- Tipo: Ataque
- Elementos o Efectos adicionales:
Ninguno
Establecer esta división en cada hechizo
permite conocer, de manera rápida, los
elementos fundamentales que lo forman
para así poder discriminar cuales de esos
elementos forman la parte fija y cuales la
parte modular. Aquí entra en juego la
capacidad del creador del hechizo (bien el
master o bien los jugadores) para dotar al
hechizo de personalidad, pero para este
ejemplo procederemos así:
- A la vista del tipo de hechizo, no tiene
mucho sentido, a priori, que no sea de
ataque, por lo que el tipo será Fijo.
- Además de esto, la saeta es de Maná,
siendo el maná generalmente utilizado
como fuerza no afín a ningún elemento,
y que tampoco genera efectos adicionales
generalmente, por lo que fijaremos
también que no se pueda añadir ningún
elemento u efecto adicional.
- Por último, la relación entre POD y
F.Mag. hace presuponer que el hechizo
va a ser de impacto automático, por lo
12
que, aunque este punto es altamente
discutible, vamos a establecer también
que el impacto sea fijo. Esto nos deja la
Potencia y el número de objetivos como
parámetros variables del hechizo,
haciendo que, por ejemplo, Covadonga
pueda lanzar una saeta de maná de 2
F.Mag. con 2 objetivos a un coste de 3
POD (1 del hechizo base + 1 del
incremento de F. Mag. + 1 por el
incremento de Objetivos). Como puede
verse, queda a la discreción del master
establecer el coste de los aumentos,
aunque se recomienda que se siga
alguna suerte de patrón, como en este
caso, que cada incremento de F. Mag. y
de Objetivos añade 1 POD al coste total.
4.
Objetos como lanzadores de
hechizos
Mención aparte merecen los objetos
como lanzadores de hechizos, es decir, el
uso de cualquier objeto, de índole mística
o tecnológica, que sea la fuente del hechi‐
zo, a diferencia de todos los sistemas
anteriores que parte de la premisa de que
el jugador (o un PNJ o enemigo) son los
desencadenantes de la magia.
A este respecto, el análisis a realizar es
simple: los objetos lanzadores de hechi‐
zos deben tener, solamente, dos atributos
mágicos, que serán el POD y la F. Mag.
Definidos estos dos parámetros, podemos
tratar los objetos como cualquier otro
lanzador de hechizos, aunque segu‐
ramente los efectos producidos por éstos
sean bastante menos modulares que si el
lanzador fuera el propio jugador.
 4.1.
Sintonización
Para paliar esto, vale la pena rescatar la
mecánica de la sintonización (aparecida
en la sección de los objetos mágicos de
VE), que permitiría acceder a mayor con‐
trol del objeto superando una tirada de
una dificultad determinada que se estab‐
lecerá en función de la peligrosidad o po‐
tencia del objeto en cuestión; de esta
forma, una vez el jugador se haya sintoni‐
zado al objeto, podrá acceder a su poder
tratándolo como si fuera suyo. Además,
existe la posibilidad de crear varios nive‐
les de sintonización, estableciendo suce‐
sivas dificultades, para ayudar a modular
el poder del objeto, haciendo que, por
ejemplo, se obtenga más POD, F. Mag. e
incluso ámbitos más amplios a medida
que se sintonice más con dicho objeto.
5.
Aplicaciones y efectos
Aunque durante todo el texto se ha hab‐
lado de la triada de la magia como el cata‐
lizador de los hechizos, la otra mitad de la
magia en sí es el efecto que causa.
Analicemos pormenorizadamente los
más comunes de los posibles efectos que
se pueden generar.
5.1.
Ataque directo
La forma más simple de utilizar la magia
es crear algún tipo de ataque que busque
causar daño; para expresar esto, bastará
con establecer que el daño que genera el
hechizo al impactar es igual a la F.Mag. de
su lanzador, multiplicada por la cantidad
de POD invertida en el hechizo.
13
Un hecho a recalcar en este punto es esta‐
blecer si el impacto será o no automático
de forma general, esto es, si el hechizo de
ataque directo más básico posible impac‐
tará en el objetivo sin realizar ninguna
tirada o si, por el contrario, habrá de su‐
perarse algún tipo de chequeo, bien por
enfrentarnos a la CA del oponente o bien
por imponer una tirada de salvación con
la que el oponente mitigue el daño de
alguna manera. Dado que existen
múltiples argumentos a favor y en contra
de ambas filosofías, se va a optar por de‐
tallar ambos enfoques y establecer todos
los puntos para que, llegado el caso, sea el
propio master el que decida cuál se adap‐
ta mejor a su estilo de juego, narrativa o
diégesis.
5.1.1.
Impacto Automático
En este supuesto, se plantea que el
impacto no dependerá del éxito en ningu‐
na tirada, por lo que las únicas variables a
considerar serán el número de objetivos,
que se incrementará en tantos como POD
se invierta, y la fuerza del hechizo en sí,
que se incrementará de igual forma.
Ataque Directo (Impacto Automático)
Efecto Básico 1 POD por
infligir F.Mag. a
un objetivo
Incremento +1 POD para infligir
de Potencia F.Mag. adicional
Incremento +1 POD para añadir un
de Objetivos* objetivo adicional
*NOTA: siempre que se hable de objetivos
se podrá extrapolar el cálculo a áreas de
efecto, siendo la suma de los objetivos el
equivalente en m2 (es decir, un hechizo
que afecte a 3 objetivos podría ser interp‐
retado como un área de 3m2).
 5.1.2.
Impacto No Automático
En este caso, el impacto estaría supedi‐
tado al éxito en una tirada de ataque a
distancia, o, alternativamente, una habili‐
dad arcana adecuada; en este supuesto, el
éxito se dará al igualar o superar la CA del
objetivo (o la CD, si es un objetivo inani‐
mado, que el master estime oportuna),
haciendo que con un fallo el hechizo no
tenga ningún efecto. Existe la posibilidad
de invertir más POD para mitigar la
CA/CD del objetivo, a razón de -1 a la
CA/CD por cada POD invertido de esta
manera.
Ataque Directo (Impacto No Automático)
1 POD por infligir F.Mag. a
Efecto Básico un objetivo al igualar o su‐
perar su CA/CD
Incremento de +1 POD para infligir F.Mag.
Potencia adicional
Incremento de +1 POD para añadir un obje‐
Objetivos* tivo adicional
Decremento de +1 POD para aplicar -1 a la
la Dificultad CA/CD del objetivo
*NOTA: siempre que se hable de objetivos
se podrá extrapolar el cálculo a áreas de
efecto, siendo la suma de los objetivos el
equivalente en m2 (es decir, un hechizo
que afecte a 3 objetivos podría ser interp‐
retado como un área de 3m2).
5.1.3.
Tiradas de Salvación
Como efecto adicional a una tirada de
ataque, se pueden invertir POD en asegu‐
rar al menos parte del daño que el obje‐
tivo va a recibir, forzando una tirada de
salvación que, en caso de superarse, ga‐
rantizaría que al menos la mitad del daño
se efectuará (la totalidad del daño calcu‐
lado si la tirada de salvación falla).
14
Tirada de Salvación
+1 POD para incluir una
tirada de Ins + Atto. Ó Ha‐
bilidad adecuada contra
Efecto Básico CD 10. Si se tiene éxito, el
oponente recibirá mitad de
daño.
Incremento +1 POD para añadir +1 a la
CD de la
CD de la tirada de
Tirada de salvación.
Salvación
Ejemplo: Covadonga (Atq. Distancia +1,
F.Mag. d6) va a realizar un hechizo de
Bola de Fuego contra su maestro, Zacarías
Pieldelobo, quien posee una CA de 14;
Covadonga desea infligir la mayor
cantidad de daño posible, por lo que va a
invertir al menos 2 POD en incrementar
la potencia del hechizo. Además, dado que
desea asegurar parte del daño, va a
añadir un efecto de tirada de salvación de
INS + DES, aprovechando que su maestro
ya no se mueve tan rápido como antes. Por
último, desea disminuir la CA de su
maestro en 1 punto, para facilitar el
impacto.
- Gasto de POD con Ataque Automático: 1
(Base) + 2 (Incremento de F.Mag.x2) +1
(Tirada de Salvación) +0 (No aplica la
disminución de dificultad a los hechizos
automáticos) => Total: 4 POD
- Gasto de POD con Ataque No
Automático: 1 (Base) + 2 (Incremento de
F.Mag.x2) +1 (Tirada de Salvación) + 1
(CA -1) => Total: 5 POD
- Daño: 3d6 (1d6 Base + 2d6
incrementos)
- Salvación INS + DES vs CD 11+.
-Tirada para impactar: 1d20 + 1 (Atq.
Dist.) vs. CA 13 (14 base -1 por
Disminución CA)
 Notas de diseño: Como puede apreciarse,
para un hechizo similar, la inversión de
POD en entorno con Ataque No
Automático es ligeramente superior, por
lo que se recomienda su uso en ámbitos en
los que los magos posean gran cantidad de
POD a niveles medios y altos.
5.2.
Barreras
En este apartado englobamos todos los
efectos que impiden cualquier clase de
ataque o generan una impedimenta para
el movimiento de los jugadores o los
enemigos. A este respecto, todos los efec‐
tos de barrera se mantendrán durante
F.Mag. turnos y generarán un escudo o
impedimenta que generará una CA o una
CD igual a 10 + el POD invertido en el he‐
chizo, o que otorgará una protección di‐
recta de POD PV adicionales al objetivo
del hechizo.
Barreras
Efecto Básico Genera un escudo o
(Escudo/ impedimenta de
Impedimenta) CA/CD 10 + POD
Efecto Básico
Obtiene protección de
(Protección di‐
POD PV Adicionales
recta)
Duración F.Mag. Turnos
5.3.
Creación de Objetos
Determinados hechizos pueden des‐
embocar en la creación de objetos, cuya
duración será igual a la F. Mag. del convo‐
cador, usándose este como su equivalente
normal (una espada conjurada será,
durante F. Mag. turnos, mecánicamente
indistinguible de una espada normal).
También se puede invertir la relación
15
POD y F. Mag., siendo la F. Mag. del
lanzador la que determine el efecto o
daño que dicho objeto producirá y los
POD el número de turnos o usos que éste
posee.
Creación de Objetos
Generar durante F.Mag.
Efecto Básico turnos un objeto equi‐
valente al mundano
Genera durante POD
Objeto Mágico Turnos/Usos un objeto/
arma de potencia F.Mag.
5.4.
Alteración de Estadísticas
Algunos hechizos pueden provocar que
algunas estadísticas se modifiquen a la
alza, o a la baja, durante un periodo de
tiempo. En este caso, se recomienda que
la F. Mag. Sea la que rija cuanto tiempo se
mantendrá dicho cambio, siendo el gasto
en POD el número de estadísticas que se
modifican o cuánto se modifican, en re‐
lación uno a uno.
Alteración de Estadísticas
La estadística en cuestión
Efecto Básico aumenta/disminuye
en 1
por cada POD invertido
durante F.Mag. turnos.
 5.5.
Modificación de la probabilidad
Este efecto generado por un hechizo pro‐
vocará que las siguientes tiradas se vean
afectadas de forma positiva o negativa. Se
plantean dos mecanismos para esto:
otorgar ventaja/desventaja para un efecto
muy concreto, efecto que puede ampliar‐
se a costa de invertir POD (por ejemplo, si
se ataca con un arma concreta, durante el
siguiente turno, se obtiene ventaja; apli‐
car varios PODs hará que el efecto se apli‐
que a varios tipos de arma). El otro efecto,
y el que recomiendo personalmente, es
aplicar un bonificador/penalizador en
base al resultado obtenido de una tirada
de F. Mag., y solo una, haciendo que el ga‐
sto en POD sea lo que determine la di‐
ficultad de aplicar esa alteración de la
probabilidad (por ejemplo, al aplicar una
merma de F.Mag. a un enemigo más ex‐
perimentado que nosotros, el coste en
POD debe ser, en sana lógica, más elevado
que lo que nos costaría en un aprendiz de
luchador).
Modificación de la Probabilidad
Ventaja/Desventaja a un
Efecto Básico efecto concreto para el si‐
guiente turno por 1 POD.
Incremento de +X POD, en función de la
amplitud del efecto
Efecto deseado.
+/- F.Mag. con coste de
Efecto Básico POD en función
(alternativo)
del objetivo.
16
5.6.
Adición de efectos
Este es uno de los efectos menos concre‐
tos y dependerá mucho de la improvi‐
sación del máster a la hora de reglar el
efecto que se añade. Los más comunes
son otorgar efectos elementales a de‐
terminadas armas, que desembocará en
daño adicional para según qué tipo de
enemigos, daño recurrente, como puede
ser con el fuego o el veneno, o impedi‐
mentas para el desplazamiento, como po‐
dría ser el hielo. Como siempre, las
posibilidades son casi infinitas, y en este
caso la F. Mag. debería tratarse más como
un valor narrativo y orientativo en cuanto
a la fuerza del efecto que como un nú‐
mero más, por ejemplo, haciendo que, si
se añade la propiedad de fuego, el daño si
sea de ese elemento pero la posibilidad de
generar daño recurrente por quemadura
no se dé salvo que la F. Mag. sea superior
a d8.
Adición de Efectos
1 POD por añadir un
efecto concreto a un
Efecto Básico objeto/arma durante
F.Mag. turnos.
+1 POD por crear efectos
de estado recurrentes si la
Incremento de F.Mag. es mayor que d8.
Efecto Invirtiendo más POD el
umbral de F.Mag. necesa‐
rio disminuirá.
5.7.
Adición de Talentos
Como consecuencia de un hechizo que con‐
lleve, por ejemplo, una transformación
física, es posible obtener, de manera tempo‐
ral, un talento ya existente o uno creado ex
profeso para ese hechizo. En estos casos se
recomienda que la F. Mag. del conjurador
del hechizo sea la que determine la canti‐
dad de turnos durante los que dicho talento
estará disponible, dejando que sea el POD el
que determine la potencia de ese talento.
Como nota adicional, este uso de la magia
tiene todas las papeletas de crear efectos
muy desequilibrantes, por lo que el ma‐
ster debería tener especial cuidado en su
uso.
Adición de Talentos
X POD para obtener,
durante F.Mag. Turnos,
Efecto Básico el talento en cuestión.
X dependerá del talento
elegido.
5.8.
Cambio de ámbito de habilidades
Este efecto, si bien puede también ser
consecuencia de un talento (y, de hecho,
es mucho más común que se manifieste
de esta forma) puede ser un efecto des‐
eado en un hechizo. En este caso, tendría‐
mos dos opciones: o bien el ámbito de
una habilidad cambia para abarcar un
ámbito no definido por ninguna otra ha‐
bilidad, o bien el ámbito de una habilidad
se superpone al de otra. En cualquiera de
los casos, el factor determinante del
tiempo será, una vez más, la F. Mag. del
lanzador del hechizo y el coste en POD
será consecuencia de cuanta intrusión en
otro ámbito se produzca.
17
Cambio de ámbito de habilidades
X POD para que, durante
F.Mag. turnos, una ha‐
bilidad contemple un
Efecto Básico ámbito que no debería
o bien se usa una habili‐
dad para superponerse al
ámbito de otra.
5.9.
Alteración de las leyes naturales
Tenemos, por último, el cajón de sastre de
las habilidades mágicas, englobando aquí
todo efecto que no tenga una con‐
secuencia directa sobre un personaje o
enemigo, sino sobre elementos del en‐
torno que pueden crear una ventaja, o
como resolución alternativa de pro‐
blemas. Estaríamos hablando aquí pues
de efectos que oscilan entre la comu‐
nicación entre personajes o la alteración
del campo de batalla para obtener, por
ejemplo, una distracción o una posición
ventajosa. Estos casos son tremendamen‐
te difíciles de mecanizar de forma estruc‐
turada, por lo que se recomienda utilizar
de forma extensiva los umbrales de la F.
Mag. para determinar la potencia del
efecto deseado.
Alteración de las leyes naturales
X POD para alterar la
realidad de una forma no
contemplada por los su‐
Efecto Básico puestos anteriores, siemp‐
re que la F.Mag supere un
cierto umbral en base a la
potencia del efecto.
 5.10.
Invocaciones
Las invocaciones son un tema peliagudo,
que bien puede resolverse de la forma
más sencilla o bien requeriría un su‐
plemento propio para tratarlo
adecuadamente (y no uno pequeño, ha‐
bría que añadir).
Para la aproximación que vamos a propo‐
ner en este caso, tomaremos la F. Mag.
Como base para calcular el número de
turnos que la invocación estará en juego y
los POD invertidos en la invocación para
determinar el resto de sus parámetros.
Detengámonos un momento en determi‐
nar qué parámetros serán necesarios
exactamente: si tomamos la plantilla de
los PNJs o adversarios de los distintos sa‐
bores de VE, en especial de la versión de
fantasía del mismo, tenemos que bastará
con establecer el nivel del adversario para
obtener así su PV, su defensa y su bono de
Atq.
Estos son, en esencia, los datos más bá‐
sicos necesarios para un adversario y po‐
drían servir del mismo modo para un PNJ
o, en el caso que nos ocupa, una invo‐
cación.
Volviendo al sistema propuesto, bastaría
con asociar los POD invertidos en el he‐
chizo con el nivel de la invocación des‐
eada y, siguiendo una mecánica similar a
la propuesta en VE o en VC, obtener el
resto de sus parámetros.
Ahora bien, cabría la posibilidad de au‐
mentar los bonificadores de forma indivi‐
dual sin incrementar el nivel, aplicando
18
puntos de POD para incrementar los bo‐
nificadores directamente.
Por ejemplo, se propone el siguiente sis‐
tema:
- Invocación básica: 1 POD (Nivel 0)
- Def.: 9 + Nivel
- Atq.: 0 + Nivel
- PV: 1d8 x Nivel (a nivel 0, 1d4)
- Salud Mental: 10 + Nivel
- Resto de habilidades y/o Atributos: -1 +
Nivel
- Relación Nivel <-> POD : por cada Ni‐
vel, (2 x Nivel) -1 (es decir, a nivel 1, (2x1)
-1 = 1, a nivel 2, (2x2) -1 = 3, etc).
- Incrementar una habilidad o atributo
en concreto: +1 por cada POD invertido.
- Poderes y capacidades especiales: de 1
a 3 POD por cada poder o capacidad.
- F. Mag. : El siguiente dado más bajo en
la escala con respecto a la F. Mag. Del
invocador y sin bonificadores ni pena‐
lizadores (mínimo 1d3). Ejemplo, si el
invocador tiene una F. Mag. de 1d6 +1, su
invocación tendrá 1d4.
- POD: tantos como Nivel.
Por ejemplo, siguiendo este sistema, una
invocación de nivel 2 con un +1 adicional
endefensa (haciendo que sea 12) y otro en
Atq., (alcanzando el +3), tendrá un costo
en POD de 1 (básico) + 1 (Nivel 1) + 3 (Ni‐
vel 2) +1 (Atq. +1) +1 (Def. +1) = 7 POD
 Invocaciones
1 POD para generar un PNJ de nivel 0
(Def. 9, Atq. 0, 1d4 PV, Salud Mental 10, Resto de habilidades
Efecto Básico o atributos -1, F.Mag. dado menor en la escala con respecto a
la del Invocador, POD 0).

(2 x Nivel)-1 POD por cada nivel incrementado. El efecto debe

Incremento de Nivel pagarse por cada nivel.

Incrementar una habilidad o +1 por cada POD invertido en una habilidad o atributo con‐
atributo en concreto creto.

Poderes y capacidades especia‐ +1/+3 POD por cada poder o capacidad.

les

6.
Conclusión

Una vez llegados a este punto tendréis a
vuestra disposición todas las herramien‐
tas que ofrece MA para empezar a generar
vuestros propios sistemas, te‐
niendo en cuenta todos
los apartados expues‐
tos y los ejemplos
dados; a partir de aquí, la labor es vuestra,
y quiero alentaros a que utilicéis todas las
herramientas aquí expuestas, o incluso
nuevas herramientas, para
desarrollar nuevos sis‐
temas de magia.

¡Copiad, modificad, usad lo que necesitéis y desechad el resto!

19
notas

20
21
22
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