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El Aprendizaje Cooperativo
El Aprendizaje Cooperativo
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Javier Fernandez-Rio
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All content following this page was uploaded by Javier Fernandez-Rio on 17 May 2014.
TÍTULO
AUTORES
Javier Fernández-Río
Universidad de Alcalá
Javier.rio@uah.es
RESUMEN
El aprendizaje Cooperativo se ha revelado como una herramienta metodológica muy
importante para su uso en todos los niveles educativos; permite potenciar todo el
proceso de enseñanza-aprendizaje que tiene lugar en el aula, al tiempo que posibilita la
individualización de la enseñanza. Ha habido numerosas investigaciones que
demuestran las bondades de su empleo en el aula, pero para poder usarla
adecuadamente, es necesario conocer diferentes técnicas de aplicación y sus
posibilidades reales en la práctica; de esta manera podremos adentrarnos en el uso de un
tipo de metodología que posibilita que el alumno sea participante activo de su propio
proceso de enseñanza-aprendizaje, al tiempo que se involucra en lo que pasa en el aula,
con lo que la clase pasa a ser "al menos en parte" responsabilidad totalmente suya.
INTRODUCCIÓN.
Cuando algunos docentes se plantean introducir el Aprendizaje Cooperativo en sus
aulas, después de leer interesantes artículos en donde se les cuenta todas las ventajas de
usar este tipo de metodología con todo tipo de alumnos (desarrollo de la autoestima y de
sentimientos de mayor apoyo y aceptación, desarrollo de competencias cognitivas, de
relación interpersonal y de equilibrio personal, desarrollo de conductas prosociales:
ayudar, confortar, compartir, cuidar, asistir, animar..., desarrollo de actitudes
participativas y de integración social, y de una gran comunicación e interrelación) las
dudas que asaltan a estos docentes son del tipo:
¿Cómo aplico estas ideas en mis clases?
¿Cómo se puede lograr trasmitir conocimientos a través de métodos cooperativos?
¿Cómo tengo que plantear las actividades?
¿Cómo presento las tareas?
¿Cómo distribuyo los contenidos? ...........
Como se puede comprobar, ningún estudiante podría hacerlo bien sin la ayuda de los
demás miembros del grupo, y cada uno de ellos tiene una contribución especial que
hacer al trabajo total; es decir, es una persona valiosa, importante y necesaria para el
grupo.
Como se puede ver claramente, esta técnica tienen cierto componente competitivo entre
los diferentes grupos.
Así mismo se considera como aplicable en todos los niveles educativos.
B) Teams-Games-Tournament (TGT): (De Vries y Edwards, 1973; De Vries y
Slavin, 1978; Slavin, 1986)
Es una técnica muy parecida a la anterior, pero en este caso se sustituye los exámenes
por “torneos académicos” semanales, en los que los estudiantes de cada grupo compiten
con miembros de otros grupos de similares niveles de rendimiento (en función de sus
puntos individuales) para intentar obtener puntos para el grupo.
Se ve un componente competitivo importante en esta técnica, pero también se plantea
que cada individuo puede hacer contribuciones a su grupo y el profesor se asegurará que
se medirá con otro estudiante de su mismo nivel.
También se considera aplicable a todos los niveles educativos.
C) Team Assisted Individuation (TAI): (Slavin y cols, 1985; Slavin y Karweit, 1985;
Slavin , Leavey y Madden, 1986)
Es muy parecida a las técnicas anteriores, aunque se combina el aprendizaje cooperativo
con la instrucción individualizada.
Se aplica preferentemente en la enseñanza de las matemáticas en alumnos de 3º a 5º de
primaria con los siguientes pasos:
· se pasa a los alumnos una prueba inicial para formar grupos de acuerdo a
diferentes niveles de conocimiento.
· cada individuo sigue su propio ritmo de aprendizaje dentro de su grupo de
nivel en una instrucción individualizada.
A partir de este momento comienza el trabajo cooperativo verdadero:
· dentro de los grupos se forman parejas o tríadas, localizan la unidad en la que
habían trabajado individualmente y la llevan al grupo, donde intercambian las
respuestas a las preguntas de la unidad.
· cada estudiante lee su hoja de instrucciones y pide ayuda a sus compañeros o al
profesor si no comprende algo.
· cada estudiante trabaja en los 4 primeros problemas de su hoja de trabajo y
verifica las respuestas con su compañero; si son todas correctas pasa a la
siguiente hoja de trabajo, si hay alguna incorrecta la corrige y pasa a resolver
los siguientes 4 problemas, repitiendo el proceso hasta que obtenga las 4
respuestas correctas de un mismo bloque.
· cuando el estudiante contesta correctamente a 4 preguntas de un bloque, éste
pasa a realizar individualmente un “examen A” de 10 preguntas parecidas a las
de las última hoja de trabajo. Cuando lo termina, un compañero lo corrige y si
tiene 8 respuestas correctas se lo firma indicando que el grupo certifica que ha
llegado al “final”; si no tiene las 8 respuestas se pide al profesor que le ayude,
volviendo a realizar un “examen B” de 10 preguntas parecidas a las del primer
examen; una vez que lo realiza, vuelve a realizar el “examen A” para alcanzar
el “final”.
El profesor cada semana suma el número de unidades completadas por los miembros de
cada grupo y da recompensas grupales.
Los estudiantes se responsabilizan de revisarse mutuamente lo aprendido, y de ayudarse
para resolver las dudas.
El profesor puede dedicarse a explicar determinados aspectos a determinados alumnos.
Cada miembro del grupo de lectura no se examinará hasta que su grupo haya decidido
que está preparado para ello.
Las recompensas grupales se dan a los grupos de lectura en base a la calificación media
de todos los miembros del grupo en las diferentes actividades de lectura y de escritura
propuestas por el profesor.
3.- Learning Together: (Johnson y Johnson, 1975; Lyons, 1980; Roy, 1982)
En este tipo de técnica, el docente debe seguir los siguientes pasos:
· seleccionar la lección a enseñar.
· distribuir los estudiantes en grupos homogéneos.
· situar a los estudiantes dentro de los grupos de manera que estén cerca unos de
otros.
· proporcionar los materiales adecuados para poder llevar a cabo la tarea; por
ejemplo una “sábana de respuestas” donde cada miembro del grupo pone su
firma (interdependencia positiva); para Aronson otra manera de enfatizar el
trabajo cooperativo es “dividir” los materiales para que cada miembro del
grupo tenga una parte y una responsabilidad asociada a su parte de la tarea.
· promover actividades de trabajo en grupo: discusiones, debates, intercambio de
opiniones, contraste de hipótesis, etc..
· supervisar el funcionamiento de los grupos, destacando determinadas actitudes
(ayudas, ánimos, buenas palabras o ideas, respeto a los turnos o el esfuerzo,
etc..) y corrigiendo otras perjudiciales para la buena marcha del grupo (malas
palabras o acciones, falta de trabajo o de compromiso, etc..).
Se persigue que los estudiantes tengan control sobre lo que hay que aprender y sobre
cómo aprenderlo; por supuesto, siempre dentro de unas líneas marcadas por el docente.
Esta técnica fue utilizada expresamente para el aprendizaje de las matemáticas y se basa
en que todos los niños mejorarán: unos por recibir atención personalizada de los
mejores, y éstos dominarán más la materia al tener que explicarla a otros compañeros y
compañeras.
CONSIDERACIONES FINALES.
Hasta aquí un buen número de técnicas para desarrollar el aprendizaje cooperativo en el
aula; insistimos en que la forma en que cada una de ellas es llevada a la práctica
depende del profesor y del grupo de alumnos; es labor del docente “decidir” cuál es la
mejor para emplear o cuál necesita modificaciones en virtud de sus circunstancias,
necesidades, experiencia, intereses, etc..
También es necesario tener en cuenta que el docente debe “aprender de sus propios
errores” y reflexionar sobre su práctica diaria; cuando se utilizan métodos de enseñanza
no habituales como la metodología cooperativa, es normal encontrar dificultades
“extras”, pero éstas no deben servir de freno a las “intenciones de cambio y mejora” de
nuestra labor docente diaria.
Los métodos de trabajo cooperativo requieren de un tiempo de “aclimatación” al cambio
que supone utilizar de diferente manera los materiales, los contenidos o las tareas de
aula, al cambio que supone la labor del profesor (ésta pasa de ser muy directiva y de
control, a ser de guía y supervisión), al cambio que se produce en las relaciones de aula
(tanto entre alumnos como entre docente y alumno). Pero es cuestión de paciencia
porque el cambio merece la pena.
BIBLIOGRAFÍA.
ARONSON, E., BLANEY, N., SIKES, J., STEPHAN, C. y SNAPP, M. (1975). The
jigsaw classroom. Beverly Hills, CA: Sage.
JOHNSON, D.W. y JOHNSON, R.T. (1975,1987,1991): Learning together and alone.
Boston: Allyn and Bacon.
KAGAN, S. (1985): Cooperative learning; San Clemente, CA: Kagan Cooperative
learning.
OVEJERO, A. (1990). El aprendizaje cooperativo. Una alternativa eficaz a la enseñanza
tradicional. Barcelona: PPU.
SHARAN, S. y SHARAN, Y. (1976). Small-group teaching. Englewood Cliffs, NJ:
Educational Technology Publications.
SLAVIN, R.E. (1978). “Student teams and comparisong among equals: effects on
academic performance and students attitudes”. Journal of Educational Psychology, 70,
pp. 532-538.
— (1990): Cooperative learning: theory, research and practice. Boston: Allyn and
Bacon.
ÚRIZ, N. (1999). El Aprendizaje Cooperativo. Gobierno de Navarra: Departamento de
Educación y Cultura.