Propuesta Observación Parentalidad v. 1.
0
(Construida desde Modelo Descriptivo ODISEA1)
La siguiente propuesta de observación puede ser empleada tras una entrevista con el adulto responsable y luego de la
observación de una interacción cuidador-niño/a (en visita domiciliaria o tras solicitar un juego libre). En la primera tabla se presentan
algunas posibles preguntas a realizar al cuidador, junto a posibles interacciones que solicitar a la diada adulto-niño/a. No obstante,
mucho de esto puede ser observado en una visita, juego libre, o salida a una plaza con la diada.
Propuestas para la Entrevista con el Cuidador e Interacción Adulto-Niño/a
Competencia
Parental Posibles Preguntas para el Cuidador
¿Podría describirme a su hijo/a? / Cuénteme de algún momento en que
sintió que usted y su hijo/a estaban sintonizados o en la “misma onda” /
Hábleme de cómo ustedes se expresan cariño y deme algún ejemplo de un
momento de ternura entre ambos / ¿Qué cree usted que su hijo/a siente y
Competencias
piensa sobre (algo X, Ej. la escuela)? / ¿Cuál cree que es un sueño o deseo de
Vinculares
su hijo/a? / ¿Cómo usted se da cuenta que su hijo/a está triste (u otra
emoción)? ¿Qué señales ve en él o ella? / Descríbame la relación que usted
tiene con su hijo/a, deme ejemplos de esto / Cuéntame con detalles de los
gustos y preferencias de su hijo/a / ¿Qué siente usted al estar con su hijo/a /
Cuénteme un momento de desencuentro con su hijo/a y lo que ocurrió
(cuando ambos querían cosas distintas) / ¿Cómo cree usted que se debe
educar a un niño/a? / Hábleme de alguna ocasión en que su hijo/a haya
hecho algo muy malo y lo qué ocurrió / Cuénteme de los valores o
Competencias enseñanzas que quiere dejar para su hijo/a y cómo lo hace / Dígame alguna
Formativas técnica de estudio que emplee con su hijo/a y deme un ejemplo de su uso /
Hábleme de cómo espera que su hijo sea hoy y en el futuro / Deme un
ejemplo de alguna vez en que su hijo estaba furioso y lo qué usted hizo /
Cuénteme cómo hace para lograr que su hijo/a haga algo que al principio no
quiere / Qué haría usted si su hijo robará algo (u otra acción transgresora) /
Descríbame un día normal de su hijo/a desde que se despierta hasta que se
duerme / ¿Qué rituales o actividades repiten en la familia? / Descríbame la
dieta o alimentación cotidiana de su hijo/a / Deme dos ejemplos de alguna
vez que su hijo/a se enfermó o accidentó y lo qué usted hizo (algo no grave y
algo más grave) / ¿Cuáles son sus principales preocupaciones con su hijo/a?
Competencias / ¿A qué riesgos o amenazas podría estar expuesto su hijo/a? ¿Qué hace
Protectoras usted ante cada riesgo, deme algunos ejemplos? / ¿En quienes confía para
criar o cuidar a su hijo cuando usted no puede?, cuénteme sobre esas
personas / ¿Ha utilizado servicios de su municipalidad o la red para apoyar a
su familia? ¿cómo llegó a estos y cómo fue la experiencia? / ¿Conoce los
derechos de los niños? ¿Cómo se respetan en el caso de su hijo/a? / ¿Cómo
resuelve los problemas económicos, deme un ejemplo? /
Cuénteme de alguna ocasión en que usted se sintió sobrecargado o
colapsado en su rol de padre/madre y lo qué hizo / ¿A qué o quienes recurre
cuando necesita ayuda en la crianza? / Defínase a usted mismo en su rol de
padre/madre, cómo si se viese desde afuera / Describa la relación con su
hijo/a, ¿En qué se diferencia de la relación con sus otros hijos/a? ¿En qué es
distinta a la relación de usted mismo con su papá/mamá? / Si piensa en su
historia de vida, ¿qué eventos o personas han contribuido a su forma de ser
papá/mamá? ¿Y cuáles eventos han sido menos positivos, dañinos o
Competencias
perjudiciales para su rol de papá/mamá? / Cuénteme de sus dudas sobre la
Reflexivas
crianza de su hijo/a / ¿Cómo se imagina qué será la crianza de su hijo/a en
un año más o tres años más? / ¿Qué retos o desafíos cree usted que se
aproximan para su hijo/a o para su familia? / ¿Cómo se imagina que será la
crianza de su hijo/a cuando X (algún evento real próximo, Ej. Nazca su
hermanito, salga el papá de la cárcel o se cambie al otro colegio)? / Hábleme
de usted en un rol distintos a la parentalidad, cómo es, y deme ejemplos de
esto (con su pareja, trabajo o amigos) ¿Cree que alguno de esos roles tiene
consecuencias o impacto en la relación con su hijo/a? /
1
El modelo ODISEA fue desarrollado por Esteban Gómez y Magdalena Muñoz. Es una propuesta de evaluación e intervención en parentalidad que integra un modelo descriptivo (define cuales son las competencias
parentales), un modelo comprensivo (explica cómo se desarrollan esas competencias), además de una forma de intervenir (con distintas metodologías, siendo una de las principales el videofeedback). En este resumen se ha
empleado el modelo descriptivo ya que resulta esclarecedor y muy organizado. Esto no implica que los autores estén de acuerdo con todas las sugerencias aquí presentadas. Para mayor información del modelo original se
sugiere visitar los sitios de: Fundación ideas para la infancia y Fundación América por la Infancia.
Ps. Francisco Romero C.
Posibles Actividades de Interacción y Juego
Presente a la diada cuidador-niño/a distintos juegos y
pida que jueguen libremente. / Presente a la diada
distintos libros ilustrados y pida al cuidador que
seleccione uno para leer a su hijo/a. / Pídale al
cuidador que le diga a su hijo/a las cosas maravillosas
que el niño/a hace o tiene. / Pídale a la diada que se
miren a los ojos en silencio durante un minuto. /
Solicítele al cuidador que invente un saludo secreto
junto a su hijo/a (saludos de manos) /
Presente a la diada cuidador-niño juegos en que deban
competir o sea posible hacer trampa (juegos de mesa o
cartas) / Solicite a la diada que armen un
rompecabezas / Pídale al cuidador que le enseñe algo
nuevo a su hijo/a / Solicítele al cuidador que le hable a
su hijo/a sobre las personas, la familia o la naturaleza /
Antes del juego dele al padre un chocolate o golosina
en presencia del niño/a e indique que debe dárselo al
finalizar la sesión / Pídale al padre que dé “una charla
motivadora” a su hijo/a (sobre la vida, escuela, etc.) /
Estas competencias pueden estar implícitas en las
interacciones anteriores. No óbstate:
Antes de las interacciones es posible observar qué tan
aseado o saludable asiste el hijo/a a la sesión / En una
visita domiciliaria es posible conocer la limpieza y
orden de la casa, además de otras personas que
frecuentan el lugar / En las visitas es importante
preguntar o ver cuánto material para el niño/a existe
en el hogar (juguetes, libros, botiquín, barandas, etc.) /
En coordinaciones con la red se puede conocer de la
participación del cuidador con su hijo/a en la escuela,
barrio, consultorio o municipio /
Durante las interacciones cuidador-niño/a es posible
observar cuando el cuidador verbaliza cosas sobre su
rol (“Esto me cuesta”, “Lo hago así porque…”) / Luego
de las sesiones o interacciones con su hijo/a el cuidador
también puede decir que ha “descubierto algo” o “se
dio cuenta” de algo, el lenguaje en primera persona en
y presente también es una señal de reflexión / Estando
solo con el cuidador solicítele al adulto que haga una
lista de sus cosas positivas y no tan positivas como
padre/madre / Muéstrele al padre un video de una
interacción anterior con su hijo/a y pídale que describa
lo que ve o nota en sí mismo o la relación / Pídale al
cuidador que cree un horario de su semana y vea
cuanto tiempo dedica para sí mismo / En general las
competencias reflexivas pueden ser evaluadas en
entrevistas a solas con el adulto (ver preguntas
sugeridas) o mediante el uso de videofeedback /
 Propuesta Observación Parentalidad
En la siguiente tabla se enlistan los distintos componentes de las competencias parentales (de acuerdo al modelo ODISEA) y se ejemplifican
algunas señales concretas de un despliegue positivo (recursos del cuidador), junto a otras señales de un despliegue con dificultades (aspectos a
trabajar en la intervención). Los indicadores mencionados pueden ser observados en las conversaciones con el adulto, la visita domiciliaria y el análisis
de interacciones cuidador-niño/a. Los componentes de las competencias vinculares y reflexivas tienen el doble de indicadores, pues a juicio del autor
son los aspectos más relevantes a observar; ya que en ellos se sostienen las otras competencias y porque en la intervención son las principales
puertas al cambio/fortalecimiento parental (reconstruyendo vínculos o invitando a la reflexión).
Competencia Despliegue Parental Positivo
Parental (Recurso del Cuidador)
El cuidador habla sobre las emociones, pensamientos o
motivaciones de su hijo/a (“ella se siente”, “él cree”, “necesita
que…”, etc.). O se los refleja (Ej. “estás aburrido”, “te gusto eso…”).
Mentalización
El cuidador le atribuye con frecuencia una mente bondadosa a su
hijo/a (buenos sentimientos y buenas intenciones), y le asigna
pensamientos o necesidades acordes a la edad.
El cuidador le presta atención a su hijo/a cuando el niño/a lo
demanda (el adulto lo mira y escucha cuando el niño/a le habla,
toca o muestra algo).
Sensibilidad
El cuidador responde contingentemente a su hijo/a (contiene si el
VINCULARES
niño/a llora, acompaña si el niño/a explora, seguriza si el niño/a se
asusta, calma si el niño/a se enoja, etc.).
El cuidador se muestra interesado en hablar sobre la vida de su
hijo/a (salud, escuela, relación del niño/a con otros, etc.) o de los
recuerdos y sueños que tiene junto a su hijo/a.
Involucramiento
El cuidador conoce con detalles los gustos e intereses de su hijo/a
(programas de TV, actividades, mejores amigos, etc.). El adulto
acompaña al niño/a en algunas de esas actividades.
El cuidador le habla con un tono calmado y tierno a su hijo/a,
cuando hace esto usa contacto físico cariñoso (besos, caricias,
abrazos, etc.) y lo mira a los ojos.
Calidez
El cuidador le dice halagos o mensajes de amor explícitos a su hijo/a
(“te quiero”, “me gusta cuando…”, “eres lindo/a”, etc.). Y se
muestra dispuesto a hacerlo si se le pide.
El cuidador motiva al niño/a a compartir sus opiniones durante una
Estimulación conversación o incentiva que su hijo/a participe de las actividades
de la sesión (dialogo o juegos).
El cuidador ayuda al niño/a a canalizar sus emociones de forma
positiva, le presenta alternativas para que su hijo/a puede retrasar
FORMATIVAS
Orientación
sus demandas (“después podemos”) o le muestra otros modos de
hacer lo pedido (“también podemos”).
El cuidador responde antes los errores del niño/a usando
Disciplina
explicaciones, negociaciones, consecuencias lógicas o actos de
Positiva
reparación.
El cuidador le enseña a su hijo modales, límites o pautas de
Socialización comportamientos apropiadas durante la sesión o visita (saludar,
escuchar, compartir, etc.). El cuidador da el ejemplo.
El cuidador reconoce y evita situaciones de riesgo para su hijo/a
(contacto con desconocidos, contacto con presuntos agresores
Garantías de sexuales, presencia de sustancias tóxicas en el hogar, armas en
Seguridad casa, tiempo sin supervisión, etc.). Durante interacciones (en
sesión o en una plaza) el cuidador está atento a posibles
accidentes.
El cuidador logra mantener la salud, dieta balanceada y aseo de su
Cuidados hijo/a. Además de la limpieza y el orden del hogar. En el hogar se
Básicos cuenta además con materiales como barandas, botiquín, y juguetes
PROTECTORAS
apropiados a la edad del niño/a.
El cuidador mantiene una rutina para su hijo/a, esta rutina incluye
momentos cuidador-niño/a (rituales de estar juntos, salir, comer,
hacer algo entretenido, etc.). Los horarios son estables, pueden ser
Organización de verbalizados por el adulto y anticipados por el niño/a. Además, el
la Vida adulto puede saber dónde está su hijo/a a distintas horas del día
(coincidiendo con lo verbalizado por el niño/a). Durante la visita al
domicilio se observan señales de la rutina (preparaciones o
resoluciones de actividades).
El cuidador conoce y utiliza recursos de apoyo para la crianza, tanto
Búsqueda de de familiares-amigos (incluye otros adultos conocidos y
Apoyo competentes) como de la red institucional (educación, salud,
municipio, etc.).
Despliegue Parental con Dificultades
(Desafío de la Intervención)
El cuidador sólo habla de las conductas, rasgos (físicos o de
personalidad) o deberes de su hijo/a, sin aludir a estados mentales
(posibles emociones, creencias o motivaciones).
El cuidador le atribuye una mente malvada a su hijo/a (intenciones
de dañar o manipular), o le asigna pensamientos o necesidades no
acordes a la edad.
El cuidador se muestra indiferente (no mira, ni escucha) cuando el
niño/a le habla, toca o muestra algo. O el niño/a debe insistir varias
veces o intensificar su reacción para recibir atención del adulto.
El cuidador responde de modo no atingente a su hijo/a (regaña si
el niño/a llora o se asusta, prohíbe si el niño/a explora, o se burla
ante la tristeza o enojo del niño/a).
El cuidador rechaza o evita hablar sobre su hijo/a, centrándose en
sí mismo (vida de pareja, trabajo, historia personal, etc.), ni alude
a esa parentalidad especifica (habla sólo de sus otros hijos/as).
El cuidador desconoce los gustos de su hijo/a (programas, juegos o
actividades favoritas); o le asigna gustos equivocados. El cuidador
no acompaña al niño/a en ninguno de esos pasatiempos.
El cuidador emplea un tono de voz acelerado o agresivo con su
hijo/a. Hay poco contacto visual. Y mantiene una postura mecánica
y rígida al interactuar físicamente con el niño/a.
El cuidador no emplea mensajes de amor con su hijo/a. Cuando se
le solicita que lo haga el adulto dice no estar acostumbrado o se
excusa (“pero si él lo sabe”, “¿para qué?”, “no se lo merece”, etc.)
El cuidador no permite que su hijo/a opine, siendo el adulto quien
responde todo. O el cuidador desalienta la participación de su hijo
en las sesiones (no lo invita, regaña o hace todo por el niño/a).
El cuidador actúa permisivo (deja hacer) o sólo restrictivo (prohíbe
sin dar alternativas) si su hijo/a quiere hacer algo diferente en la
sesión o si el niño/a actúa transgresor (en los momentos de
aburrimiento, vergüenza o enojo del niño/a).
El cuidador justifica utilizar violencia con los niños/as; o
efectivamente emplea castigos, golpes, gritos o insultos con su
hijo/a cuando el niño/a se equivoca.
El cuidador minimiza o valida los comportamientos groseros o
egoístas de su hijo/a durante la sesión o visita (no saludar, no
escuchar, insultar, etc.). El cuidador hace lo mismo.
El cuidador expone a su hijo/a a personas de riesgo (contacto con
desconocidos, contacto con presuntos agresores sexuales). En el
hogar existen tóxicos o armas al alcance del hijo/a. El niño/a
presenta accidentes frecuentes en el hogar. Durante interacciones
(en sesión o en una plaza) el cuidador no mira al niño/a, se distrae
en otras cosas o se olvida del hijo/a durante la conversación.
El cuidador no logra mantener la salud y aseo de su hijo/a
(desnutrición, obesidad, enfermedades sin tratamiento, hongos,
pediculosis, etc.). El niño/a se ve inapropiadamente vestido para la
ocasión o el clima. El hogar permanece sucio y desordenado.
El cuidador no mantiene una rutina para su hijo/a. Los horarios de
levantarse, comer, dormir, entre otras actividades, cambian
permanentemente. El cuidador no logra tener una rutina ni para sí
mismo/a. El niño/a evidencia señales de negligencia (se duerme en
clases, está permanentemente hambriento o cansado, no asiste a
la escuela, etc.). Durante la visita al domicilio no hay señales de
rutina (no hay preparaciones o se ven actividades sin resolución, ej.
Platos sucios de comidas de días anteriores).
El cuidador desconoce o rechaza la ayuda institucional. O el apoyo
informal (familiares o amigos) representa posibles riesgos para el
hijo/a (adultos con consumo, adolescentes como cuidadores,
adultos desconocidos, presuntos agresores sexuales, etc.).
 El cuidador realiza comentarios o preguntas sobre los cambios o
desafíos futuros que se aproximan para su hijo/a o para su
parentalidad (Por ingreso a la escuela, adolescencia, llegada de un
Anticipar
nuevo hermano/a, etc.).
Escenarios
El cuidador logra verbalizar planes o acciones a tomar ante posibles
cambios futuros. En estos planes incluye acciones a tomar por su
cuenta y también la búsqueda de apoyo en terceros.
El cuidador logra mantener un ambiente positivo en la casa, la
escuela y el barrio, tanto con otros miembros de la familia (pareja,
abuelos, otros hijos/as, etc.) como en la relación con los vecinos,
profesores y profesionales de la red. El cuidador es capaz de darse
Monitoreo de
cuenta del impacto de esas influencias en el niño/a.
Influencias
El cuidador intenta que sus problemas personales (de pareja o de
trabajo) no impacten en su hijo/a. para esto pide ayuda de
REFLEXIVAS
terceros, conversa con personas significativas o utiliza actividades
de expresión o distracción.
El cuidador acepta hablar de su parentalidad y colabora en la
sesión. Además, el cuidador es capaz de reconocer recursos y
debilidades en su rol y percibe la relación especifica con su hijo/a
de un modo realista (real es lo triangulado entre la opinión de los
Meta- profesionales, el niño/a u otros significativos de la familia).
parentalidad El cuidador es capaz de conectar en un relato su parentalidad
actual con su pasado o historia de vida (familia de origen), este
pasado integra aspectos positivos y dolorosos. El cuidador
desprende de esa conexión compromisos, aprendizajes, desafíos y
legados para la relación con su hijo/a (sueños y retos futuros).
El cuidador describe la parentalidad como una experiencia
mayoritariamente positiva, con momentos de estrés que logran ser
afrontados. El adulto es capaz de tener tiempo para sí mismo.
Auto-cuidado
El cuidador cuenta con redes de amigos/as. Además, el adulto
participa de actividades recreativas o enriquecedoras diferentes a
la crianza (clubes, artes, deportes, etc.).
El cuidador no realiza comentarios o preguntas sobre los cambios
futuros de su hijo/a o de familia. Tampoco es capaz de imaginar los
cambios, aunque explícitamente se lo indiquen (“yo creo que será
igual”, “no sé, entonces veremos”).
El cuidador se muestra abrumado o paralizado ante los cambios
que imagina (“no sé qué haré”, “va a ser terrible”). Se evidencia
confundido y pese a esto no solicita ayuda.
El cuidador discute con su pareja o familia frente al niño/a. El
cuidador se asila de momentos grupales positivos de su vecindario
o familia. El cuidador pelea con los profesores de su hijo/a o
devalúa a profesionales de la red en presencia del niño/a. El
cuidador no logra ver las consecuencias de esto para su hijo/a.
El cuidador se muestra claramente afectado por problemas ajenos
a la parentalidad (pareja o trabajo) y esto impacta negativamente
en la relación con su hijo/a (cuidador irritable, deprimido, no
disponible, etc.). El adulto no se da cuenta de ese impacto.
El cuidador adopta una actitud defensiva o de rechazo para hablar
acerca de su parentalidad. O bien, el cuidador percibe su rol de
padre/madre de manera polarizada (todo bien o todo mal), y
percibe la relación especifica con su hijo/a de manera idealizada
(todo fantástico) o catastrófica (terrible e irreparable).
El cuidador evita hablar de su pasado (rechaza conversar o idealiza
su historia), o también, se muestra abrumado / desorganizado al
conversar. Se presentan indicadores de traumas no resueltos en la
expresión y el discurso (congelamientos, incoherencias,
movimientos repetitivos, agresiones, etc.).
El cuidador se muestra altamente estresado por su ejercicio
parental, señala no tener tiempo para sí mismo o que las exigencias
de su hijo/a son excesivas e insoportables.
El cuidador no cuenta con una red de amigos/as, ni participa de
actividades recreativas o enriquecedoras distintas a la crianza
(clubes, deportes, artes, espiritualidad, etc.).