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Morfología

El tamaño puede variar desde unos pocos milímetros en unas especies a 8 cm. de
largo en otras especies. Los ortópteros tienen el cuerpo generalmente cilíndrico,
cabeza grande y redonda, aparato bucal robusto y masticador, ojos compuestos
grandes y cilíndricos, pueden o no tener ocelos, las antenas son filiformes, muy largas
en el Suborden Ensifera, o cortas en el Suborden Caelifera.

Tórax con primer y tercer segmentos grandes, el segundo y tercer segmento toráxico
están soldados con el primer segmento abdominal.

Poseen dos pares de alas, las anteriores o tegminas son más estrechas que las
posteriores, algo endurecidas y del mismo color del cuerpo; las posteriores más
anchas y membranosas sirven para el vuelo; en reposo se pliegan bajo las anteriores.
El tercer par de patas es muy desarrollado, fuerte y se hallan adaptado para el salto
con tibias y fémures alargados.

Pueden poseer adaptaciones para producir sonidos característicos en las mismas


patas, o por roce entre alas y patas. Muchos ortópteros poseen oídos timpánicos. En
los Ensifera estos están localizados en las tibias de las patas protoráxicas, en los
Caelifera están en el primer segmento abdominal.
El abdomen es alargado, cilíndrico, constituido típicamente de 11 segmentos.

Ciclo de vida
Tienen reproducción sexual. Son ovíparos y hemimetábolos o con metamorfosis
gradual o incompleta. Poseen tres fases, huevo, ninfa y adultos.
Al eclosionar los huevos nacen las ninfas, que tienen aspecto similar a los adultos
pero carecen de alas. Estas ninfas realizan un número variable de mudas, en cada
una de las cuales se parece más a un adulto, hasta que llegan a la forma de un adulto
con alas y aparato reproductor completamente desarrollado. Su ciclo de vida dura
aproximadamente un año.

Hábitos
Se hallan en la mayoría de los hábitat terrestres, pero algunos son acuáticos. Son
mayormente fitófagos, se alimentan de un gran número de plantas,
constituyendo plagas de cultivos; algunas especies son omnívoras o depredadores
especializados. Muchas especies de ortópteros son gregarias, y un gran ejemplo de
ello es la langostas, las cuales vuelan en grupos de millones.

Algunos de los ortópteros que presentan oídos, también producen sonidos por medio
de estridulaciones, y los usan para diversas formas de comunicación entre individuos
dentro de su misma especie, generalmente para atraer a la hembra como parte del
cortejo, aunque en algunas especies la hembra también produce estos sonidos. Los
huevos son puestos en sitios protegidos, bajo el suelo o la corteza de los árboles. La
puesta se realiza en grupos de huevos, protegidos por una ooteca formada por una
secreción espumosa que se solidifica con el aire.

Importancia económica
Pocos ortópteros son de gran importancia económica a pesar de ser fitófagos. Las
excepciones son las pocas especies de Caelifera que tienen la facilidad de formar los
enjambres de langostas, que resultan sumamente destructivas, volando por millones y
arrasando con toda la vegetación que hallan a su paso, aquí se hallan la angosta
migratoria (Locusta migratoria) y la langosta del desierto (Schistocerca gregaria).

Ortópteros como alimento


Los grillos y langostas han sido utilizados en la alimentación humana desde la
antigüedad. Se sabe que las langostas no siempre son consideradas como una plaga,
a veces son una fuente de comida bienvenida(1).

Si bien el uso de estos insectos como alimento se basan tradicionalmente en la


recolección, en la actualidad varios países hacen su cria en granjas, dedicadas al
consumo humano o para el ganado. Actualmente en Tailandia existen una 15 mil
granjas de crianza de grillos domésticos para consumo humano(1)

Taxonomía
Suborden Caelifera (antenas cortas)

 Superfamiia Acridoidea
 Superfamiia Eumastacoidea
 Superfamiia Pamphagoidea
 Superfamiia Pneumoroidea
 Superfamiia Pyrgomorphoidea
 Superfamiia Trigonopterygoidea
 Superfamiia Tetrigoidea
 Superfamiia Batrachideidae
 Superfamiia Tridactyloidea

Suborden Ensifera (antenas largas)

 Superfamiia Grylloidea
 Superfamiia Schizodactyloidea
 Superfamiia Tettigonioidea
Aparato digestivo
El aparato digestivo de los ortópteros es completo y como en todos
los insectos, consta de tres partes conocidas bajo el nombre de estomodeo,
mesodeo y proctodeo. En el orden orthoptera el estomodeo es la primera
sección de el sistema digestivo y está formado en primer lugar por un
aparato bucal con el que tritura el alimento, seguido encontramos un largo y
ancho esófago que termina en una válvula para regular la entrada de
alimento a la siguiente parte.
A partir de aquí, empieza el mesodeo, con el estómago teniendo la función
de disolver el alimento gracias a las enzimas. Seguido de esto, encontramos
el intestino que realiza la función de absorber los nutrientes.
Por último, está el proctodeo posee la última sección del intestino conocido
como recto y el ano para poder enviar los deshechos al exterior del cuerpo.

Aparato respiratorio
El aparato respiratorio de los ortópteros es traqueal. Esto es debido a
que el orden orthoptera presentan unos poros en el exterior del cuerpo que
comunican con el interior para que pueda entrar el aire con oxígeno. En el
interior seguido de estos agujeros están unos tubos conocidos
como tráqueas donde se produce el intercambio de gases y con esto
la respiración.
Estas tráqueas pueden derivarse en tubos más pequeños conocidos como
traqueolas. El oxígeno generado se envía a el aparato circulatorio que se
encarga de dispersarlo por todo el cuerpo.
Tipos de alas en insectos. Dos pares de alas membranosas de tamaño diferente:
Himenópteros (A y B). Primer par membranoso normal y segundo par reducido o
atrofiado (halterios): Dípteros (C). Primer par protector y segundo par membranoso
y funcional, con tres posibles modelos: tegminas (Ortópteros) (D), hemiélitros
(Hemípteros-Heterópteros) (E) y élitros (Coleópteros) (F y G). Dos pares de alas
escamosas funcionales: Lepidópteros (H). Dos pares de alas plumosas:
Tisanópteros (I).  
ALAS

Las alas, presentes en la mayoría de los insectos, han proporcionado enormes ventajas para el
desplazamiento y la dispersión de estos animales. Aunque algunos insectos no presentan alas, comúnmente
poseen dos pares de alas que se insertan en el segundo y tercer segmento del tórax, pudiendo faltar uno de
los dos pares, que queda reducido a unas estructuras llamadas balancines. Las alas,
normalmente membranosas, se encuentran a veces esclerotizadas o bien cubiertas por escamas. Las
modificaciones de las alas en cuanto su textura, forma y tama�o sirven para identificar diferentes grupos de
insectos.

dos alas cuatro alas alas iguales alas desiguales

membranosas con tegminas con escamas con hemi�litros con �litros

Abdomen
El abdomen de los insectos puede ser globoso o alargado, con la segmentación bien visible y, aunque carece
de apéndices locomotores, puede presentar una especie de colas terminales llamadas cercos, a veces
terminados en pinzas. También son visibles en algunas especies los apéndices sexuales, especialmente
el ovopositor de algunas hembras.

globoso alargado
(menos de dos veces m�s largo que ancho) (dos o m�s veces m�s largo que ancho)

sin cercos con cercos con ovopositor


ANTENAS

Las antenas son unos importantes órganos sensores para los insectos. Están constituidas por
varios artejos y pueden tener forma y tamaño variados, por lo que resultan útiles para identificar algunos
grupos

filiforme en maza aristada

lamelada geniculada plumosa


OJO CON LOS INSECTOS
ASCASO PUYUELO FJ1, CRISTÓBAL BESCÓS JA1

La mirada de un insecto encierra un mundo de fascinantes imágenes propias de la


ciencia ficción. Es un misterio comprender qué esconden esos enigmáticos ojos y de
qué manera contemplan el mundo. Reza el refrán que «dos ojos son mejor que
uno». Los insectos, en su concentrada perfección, fueron más allá, y a sus dos
enormes ojos compuestos, añadieron varios ojos simples u ocelos.

 
Fig. 1. La voraz mantis (Mantis religiosa).

Los ojos compuestos, cual hermosos brillantes tallados, funcionan como si miles de


ellos estuvieran concentrados en uno, proporcionando una visión en mosaico. Con
aspecto de panal, constan de numerosas celdillas llamadas omatidios. Su número, del
cual depende el poder resolutivo del ojo, es mayor en aquellos insectos que son
diestros voladores y persiguen sus presas guiados por la vista. Por ejemplo, las
libélulas, que pueden alcanzar los 28.000 omatidios, cazan mosquitos en vuelo al
anochecer, cuando está tan oscuro que nosotros sólo sentiríamos su zumbido. Cada
omatidio, unidad visual provista de córnea, cono cristaliniano y retícula sensitiva,
posee su propio campo visual, completamente diferente al de los elementos vecinos.
Así, el insecto reticula el cielo y el terreno que sobrevuela, manteniendo una dirección
concreta según la respectiva posición del sol.

 
Fig. 2. El llamativo colorido de los ojos de un tábano (Hybomitra micans).
Gracias a los ocelos u ojos simples, sensibles a la luminosidad ambiental,
determinan exactamente el momento del primer despegue matutino y el último vuelo
posible al anochecer.

 
Fig. 3. Caballito del diablo (Platycnemis pennipis).

Aunque su percepción de las formas es mucho menos precisa que la nuestra, algunos
insectos pueden distinguir hasta 250 imágenes por segundo, frente a las 16 del ser
humano. También distinguen colores, pero su espectro visible difiere del humano,
siendo poco sensibles al rojo, pero sí a infrarrojos y ultravioletas, imperceptibles para
el hombre.

 
Fig. 4. Mosca cernícalo.

Olvidando el aspecto más o menos desagradable de un insecto, si apreciamos la


inusitada y oculta belleza que encierran algunos de sus ojos, comprenderemos que
estamos ante hermosas creaciones de la Naturaleza, que a modo de escultor, se ha
esmerado en el modelado de órganos tan perfectos.

FERNANDO JORDÁN MONTÉS

Numerosos insectos emplean la vista para localizar el alimento, la pareja


sexual, el nido, las posibles presas y los eventuales enemigos. Los adultos
presentan dos tipos de órganos visuales: los ojos simples (ocelos) y los
compuestos. La mayoría de los insectos poseen dos ojos compuestos, que
pueden coexistir con los ocelos, estos últimos generalmente en número de
tres.

Los ojos simples son una estructura muy rudimentaria y carecen de


mecanismo de enfoque; no crean una verdadera imagen de los objetos,
tan solo distinguen diferencias en la intensidad de la luz. Su función
consiste en activar y desactivar determinados mecanismos fisiológicos del
organismo.

Los ojos compuestos son órganos sensoriales mucho más complejos,


capaces de generar en el cerebro de los insectos imágenes que revelan la
forma y el color de los objetos. Están formados por la agregación de
omatidios, cuyo número oscila mucho según las especies. En los distintos
géneros de hormigas varía entre 6 y 1000; la mosca doméstica posee unos
4000; la abeja, unos 6000; las mariposas, entre 10.000 y 30.000, según
la especie; y las libélulas, más de 40.000.

Los omatidios se hallan separados unos de otros por medio de una capa
de pigmento, de modo que cada uno de ellos se comporta como un ojo
independiente. Así, una imagen completa se obtiene a partir de la suma de
las imágenes parciales recogidas por la totalidad de los omatidios. Como
resultado, los insectos logran una visión con más grano
y menor definición que la que proporciona el ojo de los
animales superiores, aunque la resolución final depende
del número de omatidios. Los insectos dotados de
decenas de miles de omatidios (mariposas y libélulas)
consiguen una agudeza visual excelente.

Las últimas investigaciones desarrolladas en este campo


hacen pensar que, del mismo modo que en los
vertebrados la información procedente de los dos
nervios ópticos es analizada en el cerebro para ofrecer una imagen única,
quizás en los insectos suceda algo semejante, y el resultado final de la
visión de un ojo compuesto no sea tan granulado como cabría esperar. El
ojo del insecto crea miles de imágenes parciales, pero tal vez su cerebro
elabore, a partir de éstas, una representación cromática nítida y única.
El sistema endocrino de los insectos y sus hormonas
marzo 06, 2018
Las hormonas son unas sustancias químicas que, al ser liberadas, producen
variados efectos en los organismos, controlando muchos procesos.
Principalmente pueden ser eicosanoides, esteroides, aminas, péptidos o
proteínas. Cada una con una función que viene dada por su naturaleza
bioquímica.

Las hormonas de los insectos han sido estudiadas en varias especies y sus
patrones de producción y funciones se pueden extender a todas las especies de
insectos. El papel de las hormonas es, por lo general, importante pero tiene un
papel absolutamente crucial en el proceso de muda y metamorfosis

Las hormonas en los insectos son producidas por centros neuronales,


neuroglandulares o glandulares. Hay órganos como los ovarios que también
pueden producir hormonas aunque no sea su función principal..

En este esquema de un insecto se marcan los principales centros productores de


hormonas. Vemos que hay muchas neuronas encargadas de producir
hormonas, como algunas del cerebro o del ganglio subesofágico.
Las células neurosecretoras son las mayores productoras de hormonas. Son
neuronas modificadas que se encuentran distribuidas por el sistema nervioso.
Estas células producen la mayoría de hormonas conocidas en los insectos,
exceptuando algunos ecdisteroides y hormonas juveniles que son producidas
por tejido no neuronal. Aún así, la síntesis y posterior liberación de los
ecdisteroides y hormonas juveniles siempre está regulada por la producción de
neurohormonas del sistema nervioso central.

Glándulas productoras de hormonas

Corpora cardiaca: son un par de cuerpos neuroglandulares localizados a


ambos lados de la aorta y detrás del cerebro.Pueden producir sus propias
hormonas (como la AKH) pero también almacenan y liberan otros tipos de
hormonas, como la PTTH, originada en el cerebro. La PTTH promueve la
actividad secretora de las glándulas protorácicas.

Glándulas protorácicas: de localización difusa, siempre se encuentran a pares


en varias regiones del cuerpo como el tórax o detrás de la cabeza. Secretan un
ecdisteroide, normalmente la ecdisona, la cual, después de ser hidroxilada,
promueve el inicio del proceso de muda de la epidermis. En la gran mayoría de
los insectos estas glándulas se van atrofiando a medida que el insecto crece,
hallándose casi inservibles en el estado adulto. En casos excepcionales como los
pececillos de plata, estas glándulas siguen funcionando durante su adultez por
que no dejan de mudar durante su vida.

Corpora allata: son pequeños y pareados cuerpos glandulares que se derivan


del epitelio y se localizan a cada lado del tubo digestivo. En algunos insectos se
encuentran fusionados como una única glándula. Su función es producir la
hormona juvenil, la cual tiene papeles importantes en la regulación de la
metamorfosis y la reproducción. En las mariposas, estas glándulas también
almacenan y liberan la PTTH.
Células Inka: son células endocrinas y son el componente mayoritario de las
glándulas epitraqueales, que son unas estructuras pareadas unidas a los tubos
traqueales, cerca de cada espiráculo. Se encuentran en los segmentos
protorácicos y abdominales de mariposas, moscas y algunos escarabajos e
himenópteros. Las células Inka producen y liberan las hormonas pre-ecdisis y
hormona iniciadora de la ecdisis, péptidos que activan la secuencia de fases de
la muda, activando receptores del sistema nervioso central. Las fases de la
ecdisis consisten en pre-ecdisis, ecdisis y comportamientos post-ecdisis,
involucrando contracciones de grupos concretos de músculos esqueléticos,
generando movimientos para facilitar la expulsión de la antigua cutícula.
e

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