La década revolucionaria

La caída de España a manos de Napoleón, produce cambios significativos en términos geopolíticos,

que van a repercutir no solamente Europa, sino también en las posesiones coloniales de forma
significativa. En ese mismo contexto y luego de repeler con éxito las invasiones inglesas, Buenos Aires
toma nota del debilitamiento del orden imperial español, lo que conduce a los primeros focos
revolucionarios en el entonces virreinato del Río de la Plata. Estos cambios irán evolucionando
constantemente y con ellos tomará forma la emancipación latinoamericana, no sin atravesar un largo
período de guerras civiles, producto del surgimiento de dos posiciones políticas antagónicas, como
fueron unitarios y federales. Dentro del contexto de emergencia de estas dos cosmovisiones políticas,
tiene lugar la figura de los caudillos, quienes formaban parte de las élites criollas y que serían de gran
importancia; para ocupar el vacío de poder que reinaba en el contexto antes mencionado. Estos
nuevos actores políticos supieron cohesionar los nuevos ideales que surgían, dando a la vez
contención social, al tiempo que sostuvieron cierta institucionalidad en sus respectivos territorios, en el
marco de la necesidad de sentar las bases de un orden jurídico que reconozcan, la deseada
autonomía política y económica de cada provincia. En este marco se destaca el proyecto alternativo
de organización surgido desde el artiguismo, como núcleo de lo que fue la Liga de los Pueblos Libres,
bajo la tutela de Artigas. Proclamaba ideales como independencia, república, confederación,
libertades, igualitarismo social y americanismo, totalmente en contraposición al proyecto centralista de
Buenos Aires, líder de la revolución y capital virreinal. Se destaca la firma del Acta de Ávalos en 1820
que tiene como premisas libertad y la unión de los pueblos más el reconocimiento entre sí como base
de la futura organización política. Otro de los puntos importantes de este proyecto, fue lo que se
conoció como el reglamento de distribución de tierras que contenía a todos los estamentos de la
sociedad, particularmente a aquellos que habían integrado las filas de los ejércitos revolucionarios.
Sectores populares de la sociedad, tales como los zambos, indios y criollos pobres eran así
reconocidos, siendo quizás uno de los más completos planteamientos en términos de inclusión y
justicia, en orden a los méritos que esta parte de la sociedad había hecho por la revolución. 

Por último yendo a la década posterior a la revolución de mayo entre 1810 y 1820, se sucedieron
intentos de distintas formas de organización política y con ellas guerras internas que no contribuyeron
más que a la fragmentación del antiguo virreinato. Cada provincia quedó bajo la protección de sus
caudillos y lograron imponer su respectivo ordenamiento jurídico marcando la ruptura con el poder
central. Buenos Aires se vio sumida en un proceso anárquico hasta el intento de un nuevo
reordenamiento político, dónde Rosas será una de las figuras más destacadas. En el orden externo
estará la derrota de las tropas realistas y la irrupción de otras potencias europeas que impondrán su
poderío económico lo que sin dudas tendrá marcadas influencias en el futuro ordenamiento jurídico y
político nacional.

Saludos cordiales.