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REPÚBLICA DE ARCADIA vs.

REPÚBLICA DE HIDAYA

Agentes de la República de Arcadia.


N° de identificación A552
Estado demandante - A552

ÍNDICE

Abreviaturas y siglas…………………………………………………………………………..3
Hechos del caso……………………….……………………………………………………….4
II. I. Análisis legal del caso……………………………………………………………………7
II.1. Cuestiones vinculadas con la competencia y admisibilidad……………………………...7
II.1.A. Consideraciones iniciales relativas a la competencia de la Corte IDH en el trámite de la
presente comunicación interestatal………………………………….……………………....…7
II.1.B. Excepciones preliminares planteadas por el estado de arcadia en el presente caso....…8
a) La Honorable Corte IDH carece de competencia ratione materiae para aplicar los artículos
10, 11 y 12 del Protocolo de San Salvador.................................................................................8
b) Inobservancia de las normas sobre determinación e incorporación de presuntas víctimas....9
II.1.C. Excepciones preliminares planteadas por el Estado de Hidaya en el presente caso.......11
a) Falta de competencia ratione loci respecto de la muerte de Camila Ponce y su hijo............11
b) Falta de agotamiento de los recursos de jurisdicción interna respeto de la muerte de Camila
Ponce y su bebé.........................................................................................................................13
II.2. Cuestiones vinculadas con el fondo del asunto.................................................................13
II.2.A. Posición del Estado de Arcadia respecto de la responsabilidad internacional de la
Republica de Hidaya por la muerte de Camila Ponce y su bebé (artículos 1.1, 4.1, 5.1, 17.1 y
19 de la CADH)........................................................................................................................13
II.2.B. Posición del Estado de Arcadia respecto de su falta de responsabilidad internacional en
relación a la muerte de Camila Ponce (artículos 1.1, 4.1 y 5.1 de la CADH y art. 10 del
Protocolo de San Salvador)......................................................................................................22
II.2.C. Posición del Estado de Arcadia respecto a su falta de responsabilidad internacional en
relación con el supuesto trabajo forzoso al que se verían expuestos los nacionales hidayadenses
albergados en Arcadia (arts. 1.1, 5.1 y 6 de la CADH)............................................................24
II.2.D. Posición del Estado de Arcadia respecto de su falta de responsabilidad internacional en
relación con las condiciones de salud en las que viven los nacionales hidayadenses albergados
en Arcadia (arts. 1.1, 4.1 y 5.1 de la CADH, como así también los arts. 10, 11 y 12 del Protocolo
de San Salvador).......................................................................................................................27
II.2.E. Posición del Estado de Arcadia respecto de su falta de responsabilidad internacional en
perjuicio de la niñez y adolescencia hidayense que no recibe educación en Arcadia (arts. 19 de
la CADH en relación con el art. 13 del Protocolo de San Salvador)........................................29

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II.2.F. Reparaciones solicitadas en el presente caso.................................................................31


II.3. Petitorio.............................................................................................................................33
III. Bibliografía.........................................................................................................................34
III.1. Normas de derecho internacional.....................................................................................34
III.2. Decisiones de los sistemas internacionales de protección de los derechos humanos......34
III.2. A. Corte Interamericana de Derechos Humanos..............................................................34
III.2.B. Tribunal Europeo de Derechos Humanos....................................................................37
III.2.C. Corte Permanente de Justicia Internacional.................................................................37
III.2. D. Informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos...............................37
III.2.E. Dictámenes de los mecanismos de protección de Naciones Unidas.............................38
III. 2. F. Opiniones Consultivas................................................................................................38
III.3. Doctrina relevante............................................................................................................39

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ABREVIATURAS Y SIGLAS.

Art. Artículo
CADH Convención Americana de Derechos Humanos
CEDH Convenio Europeo de Derechos Humanos
CIDH Comisión Interamericana de Derechos Humanos
Corte IDH Corte Interamericana de Derechos Humanos
DADyDH Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre
DDHH Derechos Humanos
DESC Derechos Económicos, Sociales y Culturales
OEA Organización de los Estados Americanos
OIT Organización Internacional del Trabajo
TEDH Tribunal Europeo de Derechos Humanos
DIDH Derecho Internacional de los Derechos Humanos
CDN Convención de los Derechos del Niño
PSS Protocolo de San Salvador
SIDH Sistema Interamericano de Derechos Humanos

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I. HECHOS DEL CASO.


a) Los Estados de Arcadia e Hidaya.
1. Arcadia es un Estado que considera de vital importancia la integración regional y el fomento
de valores como la paz y los derechos humanos. Por ello es miembro de la OEA, ha ratificado
todos los instrumentos de protección de derechos humanos del SIDH y del Sistema Universal
y ha reconocido la competencia de la CIDH y de la Corte IDH para recibir y examinar
comunicación entre Estados.
2. También es un país en vías de desarrollo que enfrenta diversos problemas (mujeres y niñas
siguen representando un grupo de gran vulnerabilidad, alrededor del 70% no alcanza el nivel
socioeconómico medio y dos tercios se encuentran en situación de analfabetismo), pero cuenta
con mejores condiciones de seguridad, y una menor brecha de desigualdad que algunos Estados
limítrofes como el caso de la República de Hidaya.
3. Hidaya se ha transformado en una ruta estratégica para el crimen organizado y el tráfico de
drogas que se produce en el Estado de Bolera, generando una grave situación de inseguridad
en las fronteras norte y sur de dicho país, con presencia de cárteles, secuestro y reclutamiento
de niñas y adolescentes para usarlos de sicarios o con fines de trata, entre otros. Por otro lado
los salarios deficientes, los problemas de infraestructura y acceso al agua potable y a la salud
en la que se encuentran los ciudadanos hidayadenses, han generado un alto flujo migratorio de
ese Estado hacia Arcadia.
4. En consonancia con los principios enunciados en el párrafo 1°, la política exterior de Arcadia
ha buscado afrontar el creciente flujo migratorio desde la República de Hidaya (en el último
año ingresaron un total de 2754 migrantes, de los cuales el 25% ha solicitado la condición de
refugiados), a través de la construcción de albergues en las fronteras del Estado y facilitando
el acceso a los servicios de salud y educación.
b) El deceso de las víctimas y la respuesta de Arcadia frente a la problemática migratoria.
5. En enero del 2016 se registró la más alta migración de los últimos años de ciudadanos
hidayenses hacia Arcadia: 393 personas ingresaron de manera simultánea, entre las cuales se
encontraban niños, niñas, ancianos, ancianas y mujeres embarazadas. Sobre el total, 112
personas presentaban un delicado estado de salud. Entre ellos se hallaba la señora Camila Ponce
quien había emigrado desde la República de Hidaya con un embarazo avanzado y un severo
cuadro de salud que incluía vómitos, diarrea y cansancio extremo. A pesar de encontrarse en
esta condición el Estado de Arcadia le facilitó el ingreso a su territorio y la acogió en un
albergue. Dos días después de haberse instalado, sus malestares aumentaron, por lo que acudió

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al Hospital Civil Norte de Arcadia destinado a la atención médica de migrantes provenientes


en su mayoría de la República de Hidaya.
6. Luego de transcurridas seis horas debido al alto nivel de saturación, mientras se encontraba
en espera y luego de insistir por atención médica, la Sra. Camila Ponce perdió el conocimiento.
Inmediatamente fue llevada a revisión por el personal de salud del nosocomio donde se
constató su fallecimiento y de su bebé debido a un fuerte cuadro de deshidratación.
7. Por otro lado, los y las migrantes de la República de Hidaya alojados en los albergues del
Estado de Arcadia han manifestado que sus condiciones son mejores a las de su país de origen,
en cuanto a seguridad y servicios básicos. Y si bien no están obligados a permanecer en los
mismos han señalado también que el gran aumento del flujo migratorio ha generado cierta
escasez de agua, alimentos y hacinamiento, y que no se cuenta con la infraestructura y el
personal para impartir educación a niños, niñas y adolescentes migrantes.
8. A efectos de afrontar estos eventuales problemas, Arcadia emitió el Decreto N° 789-16
(ratificado por el Tribunal Constitucional arcadiano), el cual dispone que las personas mayores
de edad, en capacidad de trabajar y beneficiarias de los servicios brindados por el Estado en
sus albergues deberán inscribirse en las cuadrillas de trabajo del albergue. En las mismas
deberán llevar a cabo, bajo la coordinación del Ministerio del Trabajo, en horarios ordinarios
de acuerdo con los Tratados Internacionales, labores de mantenimiento, construcción,
mejoramiento y ampliación de los albergues sin percibir remuneración monetaria. Además, las
labores serán asignadas de acuerdo a las capacidades de cada persona y en razón de lo
establecido en el Código Laboral. Por otro lado, los menores de edad, adultos mayores,
personas enfermas, mujeres embarazadas y madres de menores de edad se encuentran exentos
de la disposición del referido decreto. Para el Estado de Arcadia dichas labores constituyen
prestaciones de servicio social, no encuadrando en la figura del contrato de trabajo.
c) Trámite ante los órganos de protección del Sistema Interamericano de Derechos
Humanos.
9. Como consecuencia de lo acaecido con la Sra. Camila Ponce y su bebé, el Estado de Arcadia
presentó una comunicación ante la CIDH donde alegó la violación incurrida por la República
de Hidaya de los artículos 4.1, 5.1, 17.1 y 19 de la CADH en conexión con el artículo 1.1 del
mencionado instrumento.
10. La CIDH tramitó dicha comunicación en virtud de lo establecido en los artículos 45 y
siguientes de la CADH y dio traslado de la misma a la República de Hidaya. Ese Estado, a su
turno, interpuso excepciones preliminares vinculadas con la inadmisibilidad de la
comunicación en razón del lugar y por la falta de agotamiento de los recursos internos. También

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presentó una comunicación interestatal ante la CIDH contra el Estado de Arcadia con base en
cuatro puntos concretos: a) la presunta violación de los artículos 4.1 y 5.1 en relación al artículo
1.1 de la CADH y 10 del PSS en razón de la muerte de Camila Ponce, b) presunta violación de
los artículos 5.1 y 6 en relación con el artículo 1.1 de la CADH en perjuicio de sus nacionales
que se encuentran en los albergues de Arcadia, en razón del trabajo forzoso al que son
sometidos con base en el Decreto N° 789-16, c) presunta violación de los artículos 4.1 y 5.1 de
la CADH en relación con el artículo 10, 11 y 12 del PSS en perjuicio de sus nacionales, por las
condiciones de salud en que viven en los albergues, y d) presunta violación del artículo 13 del
PSS en relación con el artículo 19 de la CADH, en perjuicio de la niñez y adolescencia
hidayense que no recibe educación en el Estadio de Arcadia.
11. Ante ello la CIDH resolvió que tiene competencia para conocer las comunicaciones
aludidas y que se habían cumplido los requisitos de admisibilidad, razón por la cual resolvió
acumular ambas comunicaciones y darle tratamiento conjunto. Luego, notificó a las partes del
Informe de Admisibilidad y concedió un plazo de 3 meses para que ambos Estados presenten
sus observaciones adicionales sobre el fondo de las peticiones, poniéndose a disposición de
ellas a efectos de un proceso de solución amistosa.
12. Arcadia presentó sus observaciones sobre el fondo de la petición con los respectivos
anexos. También informó con posterioridad su negativa a dar trámite al acuerdo de solución
amistosa propuesto por Hidaya.
13. Cumplido los trámites procesales pertinentes, la CIDH emitió el Informe de Fondo N°
75/16, por el cual consideró responsable internacionalmente a la República de Hidaya por la
violación de los artículos 4.1, 5.1, 17.1 y 19 de la CADH en conexión con el artículo 1.1 del
mencionado instrumento en perjuicio de la Señora Ponce y su bebé. También se decidió la
responsabilidad del Estado de Arcadia por la violación de los artículos 4.1, 5.1 en relación con
el artículo 1.1 de la Convención y 10 del Protocolo de San Salvador debido a la muerte de la
Señora Ponce; 5.1 y 6 de la CADH en relación con el artículo 1.1 del mismo instrumento en
perjuicio de los nacionales hidayenses albergados en Arcadia; 4.1, 5.1 de la CADH en relación
con el artículo 10, 11 y 12 del PSS en perjuicio de los nacionales hidayenses por las condiciones
de salud en los albergues y artículo 13 del PSS en relación con el artículo 19 de la CADH en
perjuicio de la niñez y adolescencia hidayense que no recibe educación en los albergues.
14. Pasados tres meses, la CIDH resolvió elevar el caso ante la Corte IDH a efectos de que
resuelva la disputa. En esa instancia, el Estado de Arcadia interpuso las excepciones
preliminares de falta de competencia en razón de la materia y falta de individualización y
determinación de las víctimas, solicitando asimismo se declare la responsabilidad internacional

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de la República de Hidaya por la violación de los artículos 4.1, 5.1, 17 y 19 de la CADH en


relación con el artículo 1.1 del mismo instrumento en perjuicio de la señora Ponce y su bebé;
y por último que no se declare responsable internacionalmente a la República de Arcadia. A su
turno, la República de Hidaya reiteró las excepciones interpuestas a la CIDH, solicitó se declare
la falta de responsabilidad de Hidaya y finalmente insistió en la responsabilidad del Estadio de
Arcadia en los términos señalados en su comunicación ante la CIDH.
15. La Corte IDH dispuso convocar a una audiencia sobre excepciones preliminares, fondo y
reparaciones, a llevarse a cabo entre los días 5 a 9 de junio de 2017.

II. ANALISIS LEGAL DEL CASO.


II.1. CUESTIONES VINCULADAS CON LA COMPETENCIA Y ADMISIBILIDAD.
II.1.A. CONSIDERACIONES INICIALES RELATIVAS A LA COMPETENCIA DE
LA CORTE IDH EN EL TRÁMITE DE LA PRESENTE COMUNICACIÓN
INTERESTATAL
16. De conformidad con lo establecido en el artículo 45 de la CADH y en virtud de que el
trámite de las peticiones individuales y de las comunicaciones interestatales es idéntico con la
salvedad de lo previsto por los artículos 44 y 45 de la CADH y subsiguientes de la CADH1 esta
Honorable Corte es competente: a) ratione parsonae toda vez que tanto Arcadia como la ilustre
República de Hidaya han declarado, en el momento del depósito de su instrumento de
ratificación o adhesión de la CADH o en cualquier momento posterior, que reconocen la
competencia de los órganos del SIDH para recibir y examinar las comunicaciones en que un
Estado Parte alegue que otro Estado Parte ha incurrido en violaciones de los derechos humanos
establecidos en la Convención2; b) asimismo, es competente ratione loci por cuanto se alegan
violaciones de derechos protegidos en la CADH que habrían tenido lugar dentro del territorio
de los Estados demandantes, c) también es competente ratione materiae -con las salvedades
que oportunamente se llevarán a cabo al analizar las excepciones preliminares interpuestas por
este Estado-, toda vez que se alegan violaciones a los derechos consagrados en la CADH y en
el PSS, que otorgan a la Corte IDH competencia ratione materiae para su examen y d) es
competente ratione temporis, en tanto los hechos denunciados ocurrieron con posterioridad a
que se ratificaran los instrumentos internacionales señalados.

1
FAÚNDEZ LEDESMA, Héctor: El sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos: Aspectos
institucionales y procesales, IIDH, San José de Costa Rica, 2004, pág. 235.
2
Cf. CIDH, Informe N°. 112/10, Petición interestatal PI-02, Admisibilidad, Franklin Guillermo Aisalla Molina,
Ecuador - Colombia, 21 de octubre de 2010, párr. 66 y CIDH, Informe N° 11/07, caso interestatal 01/06, Nicaragua
c. Costa Rica, 8 de marzo de 2007, párr. 124.

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17. No obstante lo anterior, este Estado entiende que la comunicación interpuesta por la
República de Hidaya no cumple con ciertos presupuestos procesales exigidos para la
procedencia de la competencia del Tribunal Interamericano, razón por la cual se interponen
dos excepciones preliminares vinculadas con la falta de competencia en razón de la materia
respecto de ciertas alegaciones de la representación hidayadense vinculadas con el PSS y con
relación a la falta de determinación e individualización de las víctimas que conforman parte de
las alegaciones de ese Estado, todo ello en orden a que la Excelentísima Corte IDH emita una
decisión que “prevenga o impida el análisis sobre el fondo del aspecto cuestionado o de todo
el caso”3.
18. Asimismo, en el presente acápite se darán los motivos por los cuales corresponde rechazar
las excepciones preliminares planteadas por la República de Hidaya con base en la falta de
competencia del Tribunal ratione loci y la supuesta falta de agotamiento de los recursos
internos.

II.1.B. EXCEPCIONES PRELIMINARES PLANTEADAS POR EL ESTADO DE


ARCADIA EN EL PRESENTE CASO.
a) La Honorable Corte IDH carece de competencia ratione materiae para aplicar los
artículos 10, 11 y 12 del Protocolo de San Salvador.
19. El Estado de Arcadia interpone la presente excepción preliminar solicitando a este
Distinguido Tribunal que se abstenga de conocer las alegaciones del Estado de Hidaya
vinculados con presuntas violaciones a los artículos 10 (derecho a la salud), 11 (derecho a un
medio ambiente sano) y 12 (derecho a la alimentación) del PSS, como consecuencia de la
limitación establecida por el artículo 19.6 de dicho cuerpo normativo4, que veda la posibilidad
de que este Tribunal pueda determinar consecuencias jurídicas con base en dicho instrumento.
20. Así, es imperativo señalar que esta misma Corte IDH ha señalado la diferencia entre
“interpretar” y “aplicar” un tratado. Mientras que este Honorable Tribunal podría interpretar
las normas del PSS, como así también de “cualquier tratado internacional”5, solo podría aplicar

3
Corte IDH, Caso Castañeda Gutman Vs. México. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 6 de agosto de 2008. Serie C No. 184, párr. 39 y Corte IDH, Caso Garibaldi Vs. Brasil. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de septiembre de 2009.Serie C No. 203, párr. 17.
4
Artículo 19.6: “En el caso de que los derechos establecidos en el párrafo a) del artículo 8 y en el artículo 13
fuesen violados por una acción imputable directamente a un Estado parte del presente Protocolo, tal situación
podría dar lugar, mediante la participación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y cuando
proceda de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, a la aplicación del sistema de peticiones individuales
regulado por los artículos 44 a 51 y 61 a 69 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos”.
5
Corte IDH. "Otros Tratados" Objeto de la Función Consultiva de la Corte (art. 64 Convención Americana sobre
Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-1/82 del 24 de septiembre de 1982. Serie A No. 1, resolutivo N° 1.

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las normas del mismo que le confieren expresa competencia. Ello como consecuencia de las
insalvables limitaciones que el PSS presenta para la protección jurisdiccional de los DESC, ya
que solamente dos derechos, educación y sindicalización tienen esa naturaleza como son en la
especie los artículos 8 y 136.
21. Cabe destacar que la Corte IDH ha acogido favorablemente excepciones como la aquí
planteada cuando se le ha solicitado, no solo que interprete, sino que aplique normas que no le
da competencia para ello7. Ello nos conduce a insistir en que si bien el tribunal podría
interpretar las obligaciones del Estado con base en las normas apuntadas (artículos 10, 11 y 12
del PSS), no tendrá competencia para deducir responsabilidad del Estado con base en ellos.
22. Por las razones expuestas, solicitamos a esta Ilustre Corte IDH tenga a bien hacer lugar a
la solicitud interpuesta y se declare incompetente para el análisis de las presuntas violaciones
a los derechos consagrados en los artículos 10, 11 y 12 del Protocolo de San Salvador invocadas
por el Estado de Hidaya.

b) Inobservancia de las normas sobre determinación e incorporación de presuntas


víctimas.
23. La presente excepción preliminar se interpone en relación con dos cuestiones concretas del
trámite de la presente comunicación.
24. En primer lugar, por la falta de determinación de las presuntas víctimas de las violaciones
alegadas por el Estado de Hidaya, en contra de lo establecido por los artículos 46.1.b, y 46.2.b
de la CADH8, 74 del Reglamento de la CIDH y 35.2 del Reglamento de la Corte IDH.
25. Así, las referencias a los “nacionales que viven en los albergues de Arcadia” y la “niñez y
adolescencia hidayense que no recibe educación en el Estado de Arcadia”, no llegan a
conmover la necesidad de determinar qué persona especifica que resida en un albergue ha visto
sus derechos convencionales violados o que niño o adolescente ha visto su derecho a la
educación menoscabado en territorio hidayadense.
26. Ha señalado la Corte IDH en tal sentido que, en su función jurisdiccional, y de conformidad
con el artículo 62 de la CADH, tiene competencia sobre todos los casos relativos a la

6
VENTURA ROBLES, Manuel: Jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en materia de
derechos económicos, sociales y culturales, en: Instituto Interamericano de Derechos Humanos: Revista IIDH, N°
40 (julio-diciembre 2004), San José de Costa Rica, 1986, pág. 130.
7
Corte IDH. Caso Las Palmeras Vs. Colombia. Excepciones Preliminares. Sentencia de 4 de febrero de 2000.
Serie C No. 67, párr. 33 y 34.
8
Corte IDH. Responsabilidad internacional por expedición y aplicación de leyes violatorias de la Convención
(Arts. 1 y 2 Convención Americana sobre Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-14/94 de 9 de diciembre
de 1994. Serie A No. 14, párrs. 45 y 46.

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interpretación o aplicación de tal cuerpo normativo con el propósito de establecer la


responsabilidad internacional de un Estado Parte de la CADH por presuntas violaciones a los
derechos humanos de las personas sujetas a su jurisdicción, por lo cual estima necesario la
debida identificación por su nombre del presunto lesionado en el goce de su derecho o libertad9.
27. Asimismo, ha entendido la Corte IDH que la seguridad jurídica exige, como regla general,
que todas las presuntas víctimas estén debidamente identificadas10, y si bien la CIDH tiene
autonomía e independencia en el ejercicio de su mandato conforme a lo establecido por la
CADH y, particularmente, en el ejercicio de las funciones que le competen en el procedimiento
relativo al trámite de peticiones individuales11 en aras de asegurar la procedencia de los
requisitos de admisibilidad y los principios de contradicción, equidad procesal y seguridad
jurídica12, las mismas deben estar identificadas.
28. Cabe señalar finalmente, que el Ilustre Estado de Hidaya tampoco ha manifestado
fehacientemente la imposibilidad de identificar alguna o algunas presuntas víctimas de los
hechos del caso por tratarse de casos de violaciones masivas o colectivas de conformidad con
lo previsto en el artículo 35.2 del reglamento de la Corte IDH, razón por la cual se solicita a
esta Distinguida Corte que se abstenga de resolver sobre las alegaciones del Estado de Hidaya
vinculadas con presuntas violaciones a los derechos a la vida, integridad física, salud,
educación y medio ambiente sano en perjuicio de la población hidayandese en territorio
arcadiano, con los alcances ya expuestos.
29. También es procedente esta excepción preliminar respecto de las presuntas violaciones
alegadas por el Ilustre Estado de Hidaya en perjuicio del bebé de Camila Ponce. Ello, debido a
que no fue tenido por víctima por la CIDH respecto de la pretensión de dicho Estado al
momento de elevar el caso ante la Corte IDH, y si bien este Estado sí reclamó por sus derechos
(y la CIDH lo tiene por víctima en tal sentido), no conlleva a sostener que las alegaciones que
el Estado demandado lleve a cabo en esta instancia puedan tener efecto.

9
Corte IDH. Caso "Instituto de Reeducación del Menor" Vs. Paraguay. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de septiembre de 2004. Serie C No. 112, párr. 107.
10
Corte IDH. Caso Radilla Pacheco Vs. México. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 23 de Noviembre de 2009. Serie C No. 209, párr. 110 y Corte IDH. Caso De la Masacre de las Dos
Erres Vs. Guatemala. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de
2009. Serie C No. 211, párr. 20.
11
Corte IDH. Caso Manuel Cepeda Vargas Vs. Colombia. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 26 de mayo de 2010. Serie C No. 213, párr. 31.
12
Corte IDH. Control de Legalidad en el Ejercicio de las Atribuciones de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (arts. 41 y 44 a 51 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-
19/05, supra nota 8, párr. 27.

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30. Así, cabe recordar que la Corte IDH ha rechazado la inclusión de víctimas no incorporadas
en el momento procesal oportuno aun en casos complejos de desapariciones forzadas de
personas13, condiciones carcelarias14, ejecuciones extrajudiciales masivas15, e incluso en casos
de masacres16, lo que debe aplicarse también en el caso bajo análisis.
31. Cabe señalar nuevamente que, en este supuesto, tampoco procede la regla de excepción del
artículo 35.2 del Reglamento de la Corte IDH, razón por la cual debe omitirse el análisis de
presuntas violaciones a los derechos reconocidos al bebé de la Sra. Camila Ponce.
32. Por las razones expuestas solicitamos a este Honorable Tribunal que acoja la excepción
preliminar formulada por el Estado de Arcadia con los alcances que se han manifestado en el
desarrollo de las mismas.

II.1.C. EXCEPCIONES PRELIMINARES PLANTEADAS POR EL ESTADO DE


HIDAYA EN EL PRESENTE CASO.
a) Falta de competencia ratione loci respecto de la muerte de Camila Ponce y su bebé.
33. El Estado de Hidaya ha planteado esta excepción por entender que la muerte de Camila
Ponce y su bebé habrían ocurrido en territorio arcadiano, lo que conllevaría a que la Corte IDH
solo pueda entender de lo ocurrido en el territorio de este Estado.
34. Si bien el artículo 1.1 de la CADH señala que los Estados deben respetar y garantizar los
derechos a toda persona que se encuentra bajo su jurisdicción, ello no implica que en el en caso
concreto la aplicación estática del concepto de jurisdicción excluya la responsabilidad de otro
Estado (como es en este caso Hidaya).
35. Los antecedentes históricos de la redacción de la CADH plasmaron los conceptos de
“territorio” y “jurisdicción” para la definición contenida en la obligación general contemplada
en el artículo 1.1 convencional17. Sin embargo, al momento de adoptar la CADH se eliminó la
referencia al territorio ampliando el margen de protección a los derechos reconocidos en la
CADH, en la medida en que los Estados no sólo podrían llegar a ser responsables
internacionalmente por actos u omisiones que les fuesen imputables dentro de su territorio, sino

13
Corte IDH. Caso Gomes Lund y otros ("Guerrilha do Araguaia") Vs. Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de 2010. Serie C No. 219, párr. 77/80.
14
Corte IDH. Caso Vera Vera y otra Vs. Ecuador. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 19 de mayo de 2011. Serie C no. 226, párr. 25/33.
15
Corte IDH. Caso Fleury y otros Vs. Haití. Fondo y Reparaciones. Sentencia de 23 de noviembre de 2011. Serie
C No. 236, párr. 20/21.
16
Corte IDH. Caso De la Masacre de las Dos Erres Vs. Guatemala. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de 2009. Serie C No. 211, párr. 14/21.
17
CONFERENCIA ESPECIALIZADA INTERAMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS, San José,
Costa Rica, 7-22 de noviembre de 1969, Actas y Documentos, OEA/Ser.K/XVI/1.2, pág. 14.

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también por aquellos actos u omisiones cometidos por fuera de su territorio, pero dentro de una
esfera en la que ejerzan jurisdicción18.
36. La CIDH ha sostenido que “en ciertas circunstancias, el ejercicio de su jurisdicción sobre
actos ocurridos en un lugar extraterritorial no sólo será congruente sino requerido por las
normas pertinentes”19, por ello cada Estado está obligado a respetar los derechos de todas las
personas dentro de su territorio y de aquellas presentes en el territorio de otro Estado pero
sujetas al control de sus agentes20.
37. Pero, además, cabe señalar que el deceso de Camila Ponce y su bebé (como se demostrará
en el presente escrito) se debió principalmente a una situación continuada que inició en
territorio hidayadense en el contexto que representó su migración hacia Arcadia y la falta de
controles oportunos del Estado emisor respecto de una persona con alto nivel de vulnerabilidad.
38. Así, se ha dicho que "la responsabilidad internacional de un Estado Parte en un tratado
de derechos humanos surge al momento de la ocurrencia de un hecho - acto u omisión - ilícito
internacional (tempus commisi delicti) imputable a dicho Estado, en violación del tratado en
cuestión”21.
39. En consecuencia, si partimos de un concepto dinámico de jurisdicción (máxime en casos
donde se presentan grandes movimientos migratorios) y teniendo en cuenta que el hecho
comenzó a ejecutarse en territorio hidayadese, es que corresponde rechazar la excepción
preliminar planteada por ese Estado, teniendo la Honorable Corte IDH plena competencia en
razón del lugar para entender en ese caso respecto de Hidaya.

b) Falta de agotamiento de los recursos de jurisdicción interna respeto de la muerte de


Camila Ponce y su hijo.
40. El Estado de Hidaya plantea que en el caso del deceso de Camila Ponce y su bebé no se
habrían agotado los recursos de jurisdicción interna de conformidad con lo previsto en el
artículo 46 de la CADH22, lo que conduciría al archivo de las presentes actuaciones.

18
CIDH, Informe N°. 112/10, Petición interestatal PI-02, Admisibilidad, Franklin Guillermo Aisalla Molina,
Ecuador - Colombia, 21 de octubre de 2010, párr. 90. En tal sentido, también: TEDH. Drozd y Janousek vs.
Francia y España, Sentencia de 26 de junio de 1992, párr. 91, Corte EDH, Drozd y Janousek c. Francia y España,
Sentencia del 26 de junio de 1992, párr. 91 y Corte EDH, Issa y otros c. Turquía, Sentencia del 16 Noviembre de
2004, párr. 71.
19
CIDH. Informe No. 109/99, Fondo, Caso 10.951, Coard y otros (Estados Unidos). 29 de septiembre de 1999,
párr. 37.
20
CIDH, Informe No. 86/99, Caso 11.589, Armando Alejandre Jr y otros, Cuba, 13 de abril de 1999.
21
Corte IDH. Caso Palamara Iribarne Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de noviembre de
2005. Serie C No. 135, vto razonado del Juez A. A Cançado Tridade, párr. 12.
22
El artículo 46 de la CAH establece en su inciso 1° que “Para que una petición o comunicación presentada
conforme a los artículos 44 ó 45 sea admitida por la Comisión, se requerirá: a) que se hayan interpuesto y

12
Estado demandante - A552

41. En primer término, cabe señalar que tal como se desprende de la plataforma fáctica, los
familiares de las víctimas interpusieron y agotaron los recursos de jurisdicción interna pocos
meses después de que ocurriera el hecho fatal que aquí se discute, aun cuando los mismos no
hayan arrojado los resultados por ellos esperados, cuestión que escapa al presente análisis y se
inserta en lo que se ha denominado “cuarta instancia” lo cual no sido planteado por el Estado
de Hidaya.
42. Por ello, cuando se sostiene que la regla del previo agotamiento de los recursos internos
está concebida en interés del Estado, pues busca dispensarlo de responder ante un órgano
internacional por actos que se le imputen antes de haber tenido la ocasión de remediarlos con
sus propios medios23, cabe recordar que el Estado que presenta esta excepción debe especificar
los recursos internos que aún no se han agotado y demostrar que estos se encontraban
disponibles y eran adecuados24, idóneos y efectivos25 , lo que no ha sido planteado en el caso
concreto, razón por la que cabe rechazar in limine la excepción articulada por el Estado de
Hidaya.

II.2. CUESTIONES VINCULADAS CON EL FONDO DEL ASUNTO.


II.2.A. Posición del Estado de Arcadia respecto de la responsabilidad internacional de la
Republica de Hidaya por la muerte de Camila Ponce y su bebé (artículos 1.1, 4.1, 5.1, 17.1
y 19 de la CADH).
43. La República de Hidaya es internacionalmente responsable por la muerte de la Sra. Camila
Ponce y su bebé violando en consecuencia, las normas convencionales vinculadas con el
derecho a la vida (art. 4.1 de la CADH), integridad personal (art. 5.1 de la CADH), protección
de la familia (art. 17.1 de la CADH) y medidas especiales de protección para niños (art. 19 de
la CADH), todo ello en relación con las obligaciones generales de respeto y garantía de los
derechos humanos (art. 1.1 de la CADH).
44. Justamente, la obligación general de respeto y garantía, impone en cabeza del Estado el
deber de respetar los derechos y libertades reconocidos en la CADH sin discriminación alguna

agotado los recursos de jurisdicción interna, conforme a los principios del Derecho Internacional generalmente
reconocidos…”.
23
Corte IDH. Caso Velásquez Rodríguez Vs. Honduras. Fondo. Sentencia de 29 de julio de 1988. Serie C No. 4,
párr. 61, y Corte IDH. Caso Masacre de Santo Domingo Vs. Colombia. Excepciones Preliminares, Fondo y
Reparaciones. Sentencia de 30 de noviembre de 2012. Serie C No. 259, párr. 33.
24
Corte IDH. Caso Velásquez Rodríguez Vs. Honduras. Excepciones Preliminares. Sentencia de 26 de junio de
1987. Serie C No. 1, párr. 64.
25
Corte IDH. Caso Velásquez Rodríguez Vs. Honduras. Excepciones Preliminares. Sentencia de 26 de junio de
1987. Serie C No. 1, párr. 88 y 91, y Corte IDH. Caso Mémoli Vs. Argentina. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de agosto de 2013. Serie C No. 265, párr. 46 y 47.

13
Estado demandante - A552

por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole,
origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social
como en los hechos es, la situación migratoria de la Sra. Ponce en su condición de embarazo.
45. Cabe recordar en este orden de ideas que existe un núcleo o estándar mínimo de derechos
universalmente aplicable a cualquier individuo con independencia de su nacionalidad, que
incluye al menos el derecho a la vida, a la integridad física y moral, la personalidad jurídica y
el debido proceso, todos ellos invocables en el contexto más amplio del respeto de la dignidad,
la libertad, la igualdad y la seguridad de la persona26. Los dos primeros se vieron directamente
afectados por la conducta omisiva del Estado de Hidaya.
46. La responsabilidad de Hidaya por la violación al derecho a la vida, surge como
consecuencia de que tanto Camila Ponce como su bebé, fueron víctimas de las omisiones de
control del Estado demandado, al traspasar las fronteras de su país hacia el Estado de Arcadia
en delicado estado de salud, cursando el sexto mes de embarazo, con vómitos, diarrea y
cansancio extremo, y en tanto no surge de los registros que haya recibido ayuda o atención
médica en la frontera para aliviar y mejorar su condición es posible inferir que “es suficiente
la demostración de que ha habido apoyo o tolerancia del poder público en la infracción de los
derechos reconocidos en la Convención, u omisiones que hayan permitido la perpetración de
esas violaciones”27.
47. La Corte IDH ha señalado que “para que surja esa obligación positiva, debe ser
establecido que al momento de los hechos las autoridades sabían, o debían haber sabido, de
la existencia de un riesgo real e inmediato para la vida de un individuo identificado o de
algunos individuos respecto de actos criminales de terceros, y que tales autoridades no
tomaron las medidas dentro del alcance de sus poderes que, juzgadas razonablemente, podían
esperarse para evitar dicho riesgo”28.
48. Además, ha dicho el Tribunal Interamericano que “los Estados deben adoptar las medidas
necesarias para crear un marco normativo adecuado que disuada cualquier amenaza al
derecho a la vida (...) y salvaguardar el derecho a que no se impida el acceso a las condiciones

26
JIMENEZ PIERNAS, Carlos: Introducción al derecho internacional público. Práctica de España y de la Unión
europea, Tecnos, Madrid, 2011, pág. 253.
27
Corte IDH. Caso de la "Masacre de Mapiripán" Vs. Colombia. Sentencia de 15 de septiembre de 2005. Serie C
No. 134, párr. 110.
28
Corte IDH. Caso de la Masacre de Pueblo Bello Vs. Colombia. Sentencia de 31 de enero de 2006. Serie C No.
140, párr. 63.

14
Estado demandante - A552

que garanticen una vida digna, lo que incluye la adopción de medidas positivas para prevenir
la violación de este derecho”29.
49. También aplica aquí el criterio según el cual los Estados tienen deberes que cumplir para
garantizar el respeto por la integridad personal de sus ciudadanos, entre ellos el deber de
prevención. La Corte IDH ha sentado una posición al respecto al afirmar que hay
responsabilidad cuando los Estados no otorgan una protección especial y más personalizada
que permita prevenir posibles violaciones dirigidas a personas específicas que están expuestas
a un peligro claro e individualizado del cual el Estado tiene conocimiento30.
50. Ha señalado la Corte IDH que la vulnerabilidad de las personas migrantes se funda
primeramente en el hecho de su condición de no nacionales. Esta condición de vulnerabilidad
tiene una dimensión ideológica y se presenta en un contexto histórico que es distinto para cada
Estado, y es mantenida por situaciones de jure (desigualdades entre nacionales y extranjeros
en las leyes) y de facto (desigualdades estructurales)31. Ello ha llevado incluso a que se pondere
la protección de este derecho tan esencial en normativa específicamente aplicable a
migrantes32.
51. En términos generales, la República de Hidaya no ha tomado las medidas que propendan a
mitigar la grave situación de inseguridad en la que viven los habitantes hidayenses, quienes son
empujados hacia condiciones de pobreza de carácter extremo al punto de contar con
infraestructuras sumamente deficientes y con escaso acceso al agua potable, generando
problemas de salud en la población. Desde el Estado de Arcadia no se reclama una carga
imposible o desproporcionada al vecino país, sino el desarrollo básico de políticas públicas que
garanticen un recurso tan preciado como puede ser el acceso al agua potable, una vivienda
digna y condiciones mínimas de seguridad que no obliguen a sus ciudadanos a emigrar de
manera masiva hacia los Estados vecinos.
52. Cabe destacar que las migraciones y los desplazamientos forzados, cada vez más intensos,
se han caracterizado particularmente por las disparidades en las condiciones de vida entre el

29
Corte IDH. Caso Comunidad Indígena Sawhoyamaxa Vs. Paraguay. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 29 de marzo de 2006. Serie C No. 146., párr. 153.
30
Corte IDH. Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de 2009. Serie C No. 205., párrafo 279-280.
31
Corte IDH. Condición jurídica y derechos de los migrantes indocumentados. Opinión Consultiva OC-18/03 de
17 de septiembre de 2003. Serie A No. 18, párr. 112; Corte IDH. Caso Vélez Loor Vs. Panamá. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de noviembre de 2010. Serie C No. 218, párr. 99, y
Corte IDH. Caso familia Pacheco Tineo Vs. Bolivia. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 25 de noviembre de 2013. Serie C No. 272, párr. 128.
32
Por ejemplo: Declaración sobre los Derechos Humanos de los individuos que no son nacionales del país en que
viven de 1985 (art. 5) o la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de todos los Trabajadores
Migratorios y de sus Familias de 1990 (art. 9), entre otros.

15
Estado demandante - A552

lugar de origen y el de destino de los migrantes, con el consecuente desarraigo que ello
conlleva33, y la conciencia de que tal traslado tiene carácter permanente34, con todo lo que ello
implica.
53. En el presente caso nos referimos a dos vidas perdidas, la de la Sra. Ponce y la de su bebé
en gestación, quienes emigran hacia el Estado de Arcadia, inmersos en una situación de especial
vulnerabilidad traspasando la frontera con visibles síntomas de malestar. Desde el Estado de
Arcadia nos preguntamos: ¿podía razonablemente la República de Hidaya a través de sus
autoridades desconocer que una mujer en situación avanzada de gravidez y con todos síntomas
visibles de un estado delicado de salud cruzaba las fronteras? ¿A tal punto es la tolerancia que
la República tiene frente a situaciones claramente violatorias de los derechos humanos que la
Señora Camila Ponce recibió atención primaria recién cuando ingresó al Estado de Arcadia?
54. Es oportuno señalar que “el derecho a la vida no pueda ser restringido ni suspendido ni
siquiera en estados de excepción; y que su regulación deberá hacerse mediante ley, con los
más estrictos parámetros de necesidad, proporcionalidad y racionalidad”35, por lo que cabe
descartar cualquier argumento del Estado de Hidaya en tal sentido.
55. Finalmente, cabe destacar que el derecho a la vida representa “un derecho indispensable
para la existencia de los demás derechos convencionales y que por tanto, restricciones
arbitrarias a este derecho afectarán de manera arbitrarias a los demás derechos”36. En virtud
de lo expuesto analizaremos las demás consecuencias que derivaron del calvario que sufrió la
Sra. Camila Ponce y su bebé.
56. En lo que respecta a la violación a la integridad personal previsto en el artículo 5.1 de la
CADH, cabe señalar en primer lugar que este derecho constituye uno de los pilares básicos de
la protección del ser humano y, por tanto, la Corte IDH ha entendido que la infracción a la
integridad física y psíquica de las personas tiene diversas connotaciones de grado, con secuelas
físicas y psíquicas que varían en intensidad según los factores endógenos y exógenos que deben
ser demostrados en cada situación concreta37. Esto implica tener en cuenta las características

33
CANÇADO TRINDADE Antônio A y RUIZ DE SANTIAGO, Jaime: La nueva dimensión de las necesidades
de protección del ser humano en el inicio del siglo XXI, ACNUR, San José, 2001, pág. 32.
34
ARLETTAZ, Fernando: Extranjeros e inmigrantes: cuatro cuestiones de derecho internacional y filosofía
jurídica, Fundación Aranzadi Lex Nova, Valladolid, 2014, pág. 17 y ss.
35
STEINER, Christian y URIBE Patricia: Convención Americana sobre Derechos Humanos. Comentario, Konrad
Adenauer Stiftung, Argentina, 2014, pág. 118.
36
STEINER, Christian y URIBE Patricia: Convención Americana sobre Derechos Humanos. Comentario, Konrad
Adenauer Stiftung, Argentina, 2014, pág. 118.
37
Corte IDH. Caso familia Barrios Vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre
de 2011. Serie C No. 237, párr. 52.

16
Estado demandante - A552

personales de la víctima, en el caso de la Sra. Camila Ponce su condición se agravó por


encontrarse en una situación de embarazo considerablemente avanzado.
57. Analizando los sucesos en torno a la lesión a la integridad psíquica de la Sra. Camila Ponce,
no puede la República de Hidaya desconocer en primer lugar la presencia del crimen
organizado en su frontera sur con el reclutamiento principalmente de jóvenes como sicarios
para extorsionar a las comunidades y la situación de pobreza en la que se encontraban inmersas
estas. En segundo lugar, que en los últimos tres años se ha ido acentuando el movimiento
migratorio de comunidades del sur de la República de Hidaya hacia el Estado de Arcadia. Esto
nos lleva a plantearnos como Estado ¿cuán grande puede llegar a ser la incertidumbre de poder
satisfacer las necesidades básicas propias y la de su bebé en gestación en la cual se encontraba
la Sra. Camila Ponce para tomar una decisión tan determinante como cruzar una frontera de un
país a otro con todos los riesgos que ello conlleva?
58. De todo lo mencionado anteriormente, se desprende que la República de Hidaya no
garantizó el deber de prevención que hubiera impedido el profundo sufrimiento mental y
psicológico de la víctima en el peregrinar hacia el Estado de Arcadia en su condición y estado
de salud. Sumado a ello la ruptura del vínculo identitario como es el sentimiento de pertenencia
que tiene una persona con su lugar de origen y residencia al verse condicionada a abandonarla.
59. Resulta aún más importante destacar que la víctima se encontraba en una situación de doble
vulnerabilidad, por su condición de mujer migrante y por los sucesos que atravesó, enmarcados
en un contexto de migraciones masivas (la más alta registrada en los últimos años), nos permite
razonablemente inferir que todo lo sucedido provocó en la Sra. Ponce un sentimiento profundo
de temor y desprotección; violando su integridad psíquica en dos momentos: en primer lugar,
cuando se encontró condicionada a migrar hacia el Estado de Arcadia en búsqueda de un futuro
que le permita al menos satisfacer sus necesidades básicas y la de su futuro bebé; y en segundo
lugar, cuando al cruzar por la frontera en su delicado y frágil situación de salud, la República
de Hidaya no llevó a cabo ninguna acción que permita mitigar tal sufrimiento.
60. También se probará que la República de Hidaya es responsable internacionalmente por la
violación del art. 17.1 de la CADH relativo a la protección de la familia respecto de la Sra.
Ponce y su bebé en relación con el art. 1.1 del mismo cuerpo normativo por su condición de
migrante.
61. Numerosos instrumentos de protección de los DDHH coinciden en que la familia es el
elemento natural y fundamental de la sociedad, por esa razón recibe una amplia protección. Si
bien en el ámbito internacional no hay una definición unánime acerca de lo que significa el
término familia; conforme a los principios de igualdad y no discriminación los órganos de

17
Estado demandante - A552

protección de los derechos humanos, a través de su jurisprudencia han establecido que “en la
Convención Americana no se encuentra determinado un solo concepto cerrado de familia ni
se protege un solo modelo “tradicional” de la misma. Al respecto el Tribunal reitera que el
concepto de vida familiar no está reducido únicamente al matrimonio y debe abarcar otros
lazos familiares de hecho donde las partes tienen vida en común por fuera del matrimonio”38.
En definitiva, se han reconocido una amplia gama de formas de familia, entendiendo que el
vínculo familiar es una cuestión de hecho que debe ser analizada caso por caso por las
autoridades competentes.
62. Por su lado, la DADyDH reguló la protección de la familia junto con otros derechos y en
forma autónoma. Cabe destacar el art. VII el cual dispone que: “Toda mujer en estado de
gravidez o en época de lactancia, así como todo niño, tienen derecho a protección, cuidados y
ayuda especiales”. A ello se suma la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de
Discriminación contra la Mujer, la cual en su artículo 16 establece que: “Los Estados Partes
adoptarán todas las medidas adecuadas para eliminar la discriminación contra la mujer en
todos los asuntos relacionados con el matrimonio y las relaciones familiares (...)”.
Ahora bien, situándonos en el contexto de la Sra. Camila Ponce -nacional de la República de
Hidaya, en cuanto a su situación social se encontraba inmersa en una zona con presencia del
crimen organizado, de cárteles que reclutan niños y adolescentes con el objetivo de
transformarlos en sicarios y a niñas y adolescentes para la trata de personas, y en cuanto a su
situación económica, esta resulta aún menos favorable, ya que los pobladores (entre los que se
encontraba la Sra. Ponce y su bebé en gestación) se enfrentan a una situación de pobreza que
obliga a las familias a sobrevivir con un promedio de dos dólares (US$ 2,00) al día, a vivir con
infraestructura deficiente y con escaso acceso a un servicio tan básico como el agua potable.
Sumado a esta situación, la Sra. Ponce y su bebé constituirían una familia monoparental, dado
que no surge de los registros la presencia del cónyuge, pareja estable o progenitor presente.
63. Estos factores son susceptibles de generar migraciones forzadas, las que han evidenciado
su punto máximo en enero del 2016, cuando tuvo lugar la más alta migración registrada en los
últimos años desde la República de Hidaya hacia el Estado de Arcadia. Entre el contingente de
personas se encontraba la Sra. Ponce con una situación de vulnerabilidad todavía mayor por su
estado de gravidez avanzada. Además, en la actualidad del contingente de migrantes
internacionales, el 48% está constituido por mujeres, proporción que ha ido en aumento en las

38
Corte IDH. Caso Atala Riffo y niñas Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de febrero de
2012. Serie C No. 239, párr. 142.

18
Estado demandante - A552

últimas décadas en todas las regiones del mundo, implicando una transformación radical del
fenómeno migratorio conocido como feminización de la migración. Incluso un gran número de
mujeres que migran lo hacen por su propia cuenta y no como miembros de la familia de otros
migrantes. Todo lo mencionado, sumado a patrones estructurales y culturales de discriminación
que aún persisten, han hecho que la CIDH manifieste su preocupación por la grave situación
que deben enfrentar las mujeres migrantes a quienes se las reconoce como un grupo de
particular riesgo a violaciones de DDHH por la discriminación y violencia que históricamente
han sufrido en razón de su género39.
64. Es de esencial importancia la Corte IDH ha dicho que “…la familia constituye el ámbito
primordial para el desarrollo del niño y el ejercicio de sus derechos. Por ello, el Estado debe
apoyar y fortalecer a la familia, a través de las diversas medidas que ésta requiera para el
mejor cumplimiento de su función natural en este campo”40. Además, como lo ha señalado el
Informe de Progreso de la Relatoría Especial sobre Trabajadores Migratorios y Miembros de
sus Familias del año 2005 “El papel de los Estados emisores en la protección y garantía de
los derechos humanos de los trabajadores migratorios y sus familias es supremamente
relevante”41 y que “a pesar de no encontrarse en el territorio del Estado del cual son
nacionales, los trabajadores migratorios y sus familias mantienen sus vínculos con el Estado
emisor y en muchas ocasiones dependen del mismo para poder ejercer y gozar de sus derechos
humanos42.
65. Por tanto, la familia como entidad colectiva debe ser destinataria de medidas especiales de
protección del Estado. Así también lo ha entendido el TEDH en el caso Marckx c. Bélgica, en
el cual dictaminó que el modelo compuesto por una madre y su hija se configuraba como una
familia merecedora de la protección del art. 8 del CEDH (Derecho al respeto a la vida privada
y familiar) y que dedujo de esta disposición una obligación positiva del Estado parte de actuar
de forma tal de asegurar el respeto a la vida familiar de la madre y su hijo43.
66. La República de Hidaya incumple su obligación de asistir a las familias a fin de favorecer
el desarrollo y el fortalecimiento del núcleo familiar. Ello, hubiese implicado un

39
CIDH “Derechos Humanos de migrantes, refugiados, apátridas, víctimas de trata de personas y desplazados
internos: Normas y Estándares del Sistema Interamericano de Derechos Humanos” OEA/Ser.L/V/II Doc 46/15
31 diciembre 2015. Original: Español, página 21-22.
40
Corte IDH. Condición jurídica y derechos humanos del niño. Opinión Consultiva OC-17/02 de 28 de agosto de
2002. Serie A No. 17, resolutivo 4to.
41
CIDH. Séptimo Informe de Progreso de la Relatoría sobre Trabajadores Migratorios y miembros de sus familias,
Año 2005, párr. 184.
42
CIDH. Séptimo Informe de Progreso de la Relatoría sobre Trabajadores Migratorios y miembros de sus familias,
Año 2005, párr. 184.
43
TEDH. Marckx c. Bélgica, 13 de junio de 1979. A 31, párr. 31.

19
Estado demandante - A552

acompañamiento estatal de la Sra. Camila Ponce durante su embarazo, haciendo factible la


posibilidad de dar a luz en su propio país en un contexto de mayor seguridad que el que puede
otorgarle un proceso migratorio. La relatoría incluso remarca la importancia del trabajo
consular que deben llevar a cabo los Estados, frente a lo cual la República de Hidaya se
encuentran en una ausencia de carácter preocupante, dejando a las familias migrantes y en este
caso a la Sra. Camila Ponce y su bebé librados completamente a su suerte.
67. Finalmente, cabe señalar que la República de Hidaya es internacionalmente responsable
por la violación del art. 19 de la CADH relativo a los derechos del niño respecto del bebé de
la Sra. Ponce en relación con el art. 1.1 del mismo cuerpo normativo.
68. El Preámbulo de la CDN declara que el niño, por su falta de madurez física y mental,
necesita protección y cuidado especiales, incluso la debida protección legal, tanto antes como
después del nacimiento. Del mismo modo, la Corte IDH ha sostenido que el Estado debe asumir
su posición especial de garante con mayor cuidado y responsabilidad, y debe tomar medidas
especiales orientadas en el principio del interés superior del niño44. Este concepto se funda en
la dignidad misma del ser humano, en las características propias de los niños, y en la necesidad
de propiciar el desarrollo de estos, con pleno aprovechamiento de sus potencialidades45;
atribuyendo deberes específicos en este sentido a la familia, la sociedad y el Estado46.
69. Para comprender y abordar en su totalidad el fenómeno de los derechos del niño y tomar
decisiones conforme a ello, se debe tener en cuenta que tanto la CADH como la CDN forman
parte de un comprensivo corpus juris internacional de protección de los niños que debe servir
a esta Corte IDH para fijar el contenido y los alcances de la disposición general definida en el
artículo 1947, tomando en cuenta además la especial vulnerabilidad que representa la situación
de migrante de las víctimas. Se ha señalado en tal sentido que “el disfrute de los derechos
estipulados en la Convención [sobre los Derechos del Niño] no está limitado a los menores
que sean nacionales del Estado Parte, de modo que, salvo estipulación expresa en contrario
en la Convención, serán también aplicables a todos los menores -sin excluir a los solicitantes

44
Corte IDH. Caso de la "Masacre de Mapiripán" Vs. Colombia. Sentencia de 15 de septiembre de 2005. Serie C
No. 134, párr. 152.
45
Corte IDH. Condición jurídica y derechos humanos del niño. Opinión Consultiva OC-17/02 de 28 de agosto de
2002. Serie A No. 17, párr. 56.
46
Corte IDH. Caso "Instituto de Reeducación del Menor" Vs. Paraguay. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de septiembre de 2004. Serie C No. 112, párr. 147.
47
Corte IDH. Caso de los “Niños de la Calle” (Villagrán Morales y otros) Vs. Guatemala. Reparaciones y Costas.
Sentencia de 26 de mayo de 2001. Serie C No. 77, párr. 194.

20
Estado demandante - A552

de asilo, los refugiados y los niños migrantes- con independencia de su nacionalidad o


apatridia, y situación en términos de inmigración”48.
70. Aquí es relevante recordar al ex Juez de la Corte IDH Cançado Trindade, cuando apuntaba
que en las relaciones entre desiguales, el DIDH se posiciona en defensa de los más necesitados
de protección, no busca obtener un equilibrio abstracto entre las partes, sino más bien remediar
los efectos del desequilibrio y de las disparidades en la medida en que se afecten los derechos
humanos. No se nutre de las concesiones de la reciprocidad, sino se inspira más bien en las
consideraciones de ordre public en defensa de intereses comunes superiores49. Es en este
contexto donde el Estado demandado debió desplegar las medidas necesarias acordes a las
obligaciones internacionales asumidas y así procurar evitar daños a bienes esenciales como los
que aquí se discuten.
71. Por las razones expuestas, la República de Hidaya es internacionalmente responsable por
la muerte de la Sra. Camila Ponce y su bebé y, en consecuencia, violó las normas
convencionales vinculadas con el derecho a la vida (art. 4.1 de la CADH), integridad personal
(art. 5 de la CADH), protección de la familia (art. 17 de la CADH) y medidas especiales de
protección para niños (art. 19 de la CADH), todo ello en relación con las obligaciones generales
de respeto y garantía de los derechos humanos (art. 1.1 de la CADH).

II.2.B. Posición del Estado de Arcadia respecto de su falta de responsabilidad


internacional en relación a la muerte de Camila Ponce (artículos 1.1, 4.1 y 5.1 de la CADH
y art. 10 del Protocolo de San Salvador).
72. La Republica de Hidaya pretende responsabilizar al Estado de Arcadia por la muerte dela
Sra. Camila Ponce, arguyendo para ello que el deceso de la nombrada en una institución
pública arcadiana, luego de esperar ser atendida, implicó un atentado a su vida, integridad física
y su derecho a la salud.
73. El Comité de DDHH en su Observación General N°6 ha dicho que el derecho a la vida “se
trata de un derecho que no debe interpretarse en un sentido restrictivo”50 y que “ha sido con
mucha frecuencia interpretado en forma excesivamente restrictiva. La expresión "el derecho

48
Comité de los Derechos del Niño, Observación General Nº 6: Trato de los menores no acompañados y separados
de su familia fuera de su país de origen. Párrafo 12.
49
CorteIDH. Caso Blake Vs. Guatemala. Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de enero de 1999. Serie C No.
48, voto razonado del Juez Cançado Trindade, párr. 7.-
50
Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Observación General N°6: Artículo 6 (Derecho a la Vida),
30 de abril de 1982, párrafo 1.

21
Estado demandante - A552

a la vida es inherente a la persona humana" no puede entenderse de manera restrictiva y la


protección de este derecho exige que los Estados adopten medidas positivas”51.
74. Si bien la falta de atención a la salud y de necesidades básicas son susceptibles de
constituirse en una violación al derecho a la vida o la integridad de las personas, máxime
cuando se está frente a una persona en situación de vulnerabilidad como es el hecho de ser
migrante y en el caso de la Sra. Camila Ponce, además ser una mujer en contexto de migración,
ello no conlleva a que en el Estado de Arcadia se haya producido una violación de semejante
entidad con respecto a la vida y a la integridad de la Sra. Camila Ponce.
75. Se debe comprender que hay riesgos asociados con cualquier población que es desplazada
o que lleva a cabo migraciones colectivas y mayor aun cuando quienes llevan a cabo ese
proceso migratorio poseen problemas de salud que arrastran desde el Estado de origen.
76. En efecto, Camila Ponce ingresó al Estado de Arcadia con un embarazo de seis meses y
con vómitos, diarrea y cansancio extremo, frente a lo cual el Estado de Arcadia en primer lugar
procedió a trasladarla a un albergue, en conjunto con otras 392 personas que ingresaron por la
frontera.
77. Dado que en el contingente migratorio se encontraban personas que poseían un delicado
estado de salud, el ingreso a los albergues como primera medida le permite al Estado determinar
la situación de cada uno y disponer si es necesario la atención en el Hospital Civil Norte de
Arcadia.
78. Ello se da en el marco de que los Estados tienen la facultad de fijar sus políticas migratorias,
es decir, controlar sus fronteras, definir los requisitos de ingreso, estancia y expulsión de los
extranjeros de su territorio52, entendida la política migratoria como “constituida por todo acto,
medida u omisión institucional (leyes, decretos, resoluciones, directrices, actos
administrativos, etc…) que versa sobre la entrada, salida o permanencia de población
nacional o extranjera dentro de su territorio”53.
79. Asimismo, la conducta del Estado debe analizarse de acuerdo a lo sostenido por esta
Distinguida Corte cuando entendió que la atención médica en casos de emergencias debe ser
brindada en todo momento para los migrantes en situación irregular, por lo que los Estados
deben proporcionar una atención sanitaria integral tomando en cuenta las necesidades de

51
Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Observación General N°6: Artículo 6 (Derecho a la Vida),
30 de abril de 1982, párrafo 5.
52
CIDH “Derechos Humanos de migrantes, refugiados, apátridas, víctimas de trata de personas y desplazados
internos: Normas y Estándares del Sistema Interamericano de Derechos Humanos” OEA/Ser.L/V/II Doc 46/15
31 diciembre 2015. Original: Español, página 12.
53
Corte IDH. Opinión Consultiva OC-18/03 de 17 de septiembre de 2003. “Condición Jurídica y Derechos de los
Migrantes Indocumentados”, párr 163.

22
Estado demandante - A552

grupos vulnerables. En este sentido, el Estado debe garantizar que los bienes y servicios de
salud sean accesibles a todos, en especial a los sectores más vulnerables y marginados de la
población, sin discriminación por las condiciones prohibidas en el artículo 1.1 de la
Convención.54
80. Ahora bien, una vez en los albergues (entendidos estos como un espacio que brinda
seguridad y acceso a servicios básicos), quienes se encuentran allí alojados pueden moverse
libremente. Por ello, y tal como se desprende de los registros, a los dos días de haber ingresado
al albergue, cuando la Sra. Ponce sintió un aumento en su malestar, se dirigió por sus propios
medios al Hospital Civil Norte para recibir atención médica, lugar éste que se encuentra
específicamente destinado para atender a personas migrantes.
81. Con respecto a la alegada violación del art. 10 del PSS55 (el que ya se explicó no es
justiciable ante la Honorable Corte IDH), desde el Estado de Arcadia como “Estado receptor”
de migrantes se ha trabajado activamente para garantizar el derecho de atención primaria a la
salud de los migrantes que ingresan a su territorio.
82. Esta medida se ha materializado facilitando el acceso a los servicios de salud para los
migrantes, destinando para ello el Hospital Civil Norte de Arcadia a fin de poder brindar
atención médica a las y los migrantes que en su mayoría provienen de la República de Hidaya,
donde lamentablemente la Sra. Ponce perdió la vida producto de los síntomas que presentaba
antes de ingresar al Estado de Arcadia.
83. Ahora bien, no puede desconocerse que en muchas ocasiones los migrantes enfrentan
problemas de salud que tienen incidencias a largo plazo. En este contexto, destaca que la Sra.
Camila Ponce llevaba solo cuarenta y ocho (48) horas en el territorio del Estado de Arcadia
cuando se produjo el deceso, lo que hacía imposible implementar acciones concretas que
pudieran brindarle inmunización, prevención y tratamiento de enfermedades endémicas y la
educación sobre la prevención y tratamiento de problemas de salud. Tampoco puede
desconocerse que la Sra. Ponce ingresó al Estado de Arcadia junto con otras 392 personas,

54
Corte IDH. Caso Nadege Dorzema y otros Vs. República Dominicana. Fondo Reparaciones y Costas. Sentencia
de 24 de octubre de 2012. Serie C No. 251, párr. 108.
55
Artículo 10: “1. Toda persona tiene derecho a la salud, entendida como el disfrute del más alto nivel de
bienestar físico, mental y social. 2. Con el fin de hacer efectivo el derecho a la salud los Estados partes se
comprometen a reconocer la salud como un bien público y particularmente a adoptar las siguientes medidas para
garantizar este derecho: a. la atención primaria de la salud, entendiendo como tal la asistencia sanitaria esencial
puesta al alcance de todos los individuos y familiares de la comunidad; b. la extensión de los beneficios de los
servicios de salud a todos los individuos sujetos a la jurisdicción del Estado; c. la total inmunización contra las
principales enfermedades infecciosas; d. la prevención y el tratamiento de las enfermedades endémicas,
profesionales y de otra índole; e. la educación de la población sobre la prevención y tratamiento de los problemas
de sangre, y f. la satisfacción de las necesidades de salud de los grupos de más alto riesgo y por sus condiciones
de pobreza sean más vulnerables”.

23
Estado demandante - A552

alcanzando la tasa más alta registrada en los últimos años. Más grave aún, es que del total de
personas que ingresaron 112 presentaban un delicado estado de salud. El Estado de Arcadia,
respectando el principio de no devolución, trasladó tanto a la Sra. Camila Ponce como al resto
de los migrantes a los albergues destinados a ellos.
84. En conclusión, desde el Estado hay mecanismos y herramientas claras que tienen por
objetivo poder brindar una atención primaria de la salud, donde incluso la Sra. Camila Ponce
fue revisada luego de que se desmayara en la sala de espera y falleciera producto de un cuadro
de deshidratación que arrastraba desde la República de Hidaya.
85. Por todo lo expuesto, y al no existir relación de causalidad entre el deceso de la Sra. Camila
Ponce y las medidas positivas instadas por el Estado de Arcadia, se solicita que este Honorable
Tribunal tenga a bien desestimar la petición entablada por la República de Hidaya respecto a
la violación de los artículos 4.1 y 5.1 en relación con el artículo 1.1 de la CADH y el art. 10
del PSS.

II.2.C. Posición del Estado de Arcadia respecto a su falta de responsabilidad


internacional en relación con el supuesto trabajo forzoso al que se verían expuestos los
nacionales hidayadenses albergados en Arcadia (arts. 1.1, 5.1 y 6 de la CADH)
86. La República de Arcadia no es responsable por la violación de los arts. 5.1 y 6 en relación
con el art. 1.1 de la CADH.
87. Al momento de presentar su respectiva comunicación interestatal, la República de Hidaya
sostuvo que Arcadia había violado dichas normas al emitir el Decreto N° 789-16 que establece
un sistema de prestaciones gratuitas por parte de las personas mayores de edad alegando que
se trata de una situación de “trabajo forzoso”; luego, reitera su pedido al momento de elevarse
el tratamiento a la Corte IDH.
88. La desafortunada expresión “trabajo forzado” aparece en numerosos instrumentos del
Derecho Internacional que fijan sus características esenciales y delimitan su campo de análisis.
Al respecto, el Convenio 29 de Trabajo Forzoso de la OIT (instrumento que la Corte ya ha
señalado como útil y apropiado para tratar casos relativos a supuestas violaciones al art. 6.2)56,
sostiene en su artículo 2: “…2. [...] a los efectos del presente Convenio, la expresión trabajo
forzoso u obligatorio no comprende: [...] inc. b) cualquier trabajo o servicio que forme parte
de las obligaciones cívicas normales de los ciudadanos de un país que se gobierne plenamente

56
Corte IDH. Caso de las Masacres de Ituango Vs. Colombia. Sentencia de 1 de julio de 2006. Serie C No. 148,
párr. 157.

24
Estado demandante - A552

por sí mismo; [...]d) cualquier trabajo o servicio que se exija en casos de fuerza mayor, es
decir, guerra, siniestros o amenaza de siniestros, tales como incendios, inundaciones, hambre,
temblores de tierra, epidemias y epizootias violentas, invasiones de animales, de insectos o de
parásitos vegetales dañinos, y en general, en todas las circunstancias que pongan en peligro
o amenacen poner en peligro la vida o las condiciones normales de existencia de toda o parte
de la población; e) los pequeños trabajos comunales, es decir, los trabajos realizados por los
miembros de una comunidad en beneficio directo de la misma, trabajos que, por consiguiente,
pueden considerarse como obligaciones cívicas normales que incumben a los miembros de la
comunidad, a condición de que la misma población o sus representantes directos tengan
derecho a pronunciarse sobre la necesidad de esos trabajos.”.
89. Relacionando estas consideraciones, el TEDH ha sostenido que “dos condiciones
cumulativas tienen que ser satisfechas: el trabajo no solo tiene que ser realizado por la persona
en contra de su voluntad, sino que la obligación de realizarlo tiene que ser ‘injusta’ u
‘opresiva’ o su realización tiene que constituir ‘una dificultad evitable”57.
90. La Corte IDH ha señalado, en este sentido, que para tener por configurado el que el trabajo
o el servicio se exige “bajo amenaza de una pena”, y que estos se llevan a cabo de forma
involuntaria. Respecto de este último requisito se ha dicho que consiste en la ausencia de
consentimiento o de libre elección en el momento del comienzo o continuación de la situación
de trabajo forzoso. Esta puede darse por distintas causas, tales como la privación ilegal de
libertad, el engaño o la coacción psicológica58. Nada de esto ocurre en el caso bajo análisis.
91. Las prestaciones requeridas a los beneficiarios de los servicios que el Estado de Arcadia
brindaba para migrantes y desplazados, encuadran en lo previsto mediante una aplicación e
interpretación conjunta de los incisos b, d y e del Convenio de la OIT ya referido. Ello cobra
relevancia en el hecho de que la actividad solicitada no constitye en sí una situación laboral,
sino un sistema de cooperación colectiva que permitía a los miembros de la propia comunidad
migrante mejorar su situación y la de sus compatriotas, la cual -si bien era cualitativamente
mejor que en su país de origen- presentaba algunas dificultades por ellos señaladas, tales como
hacinamiento y falta de acceso al agua potable, que podían ser superadas con el esfuerzo
conjunto de la comunidad migrante y el Estado Arcadiano.
92. Cabe agregar aquí, que la gravedad de los flujos migratorios puede ser asimilada a los
“casos de fuerza mayor” a los que refiere el convenio de la OIT referido, sobre todo si se

57
TEDH, Van der Mussele c. Bélgica, solicitud núm. 8919/80, 23 de noviembre de 1983, serie A núm. 70.
58
Corte IDH. Caso Trabajadores de la Hacienda Brasil Verde Vs. Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de octubre de 2016. Serie C No. 318, párr. 292 y 293.

25
Estado demandante - A552

advierte que el mismo data del año 1930 y a la luz de noción de que los tratados de derechos
humanos son instrumentos vivos cuya interpretación tiene que acompañar la evolución de los
tiempos y las condiciones de vida actuales. Tal interpretación evolutiva es consecuente con las
reglas generales de interpretación consagradas en el (…) artículo 29 (de la Convención
Americana), así como las establecidas en la Convención de Viena sobre el Derecho de los
Tratados59.
93. Entendiendo que la mencionada situación no configuraba un caso de trabajo forzado, el
alegado como violado art. 6 de la CADH, en relación a este aspecto, sostiene que el servicio
impuesto en casos de peligro o calamidad que amenace la existencia o el bienestar de la
comunidad no constituye una situación de trabajo forzado. Las carencias apuntadas por quienes
se favorecían de los servicios de los albergues, representaban un peligro presente y
potencialmente creciente al bienestar de su comunidad (teniendo en cuenta la magnitud y
crecimiento constante del flujo migratorio proveniente de Hidaya), motivo por el cual el Estado
acude en su socorro solicitando el aporte de los beneficiarios del servicio, buscando mejorar su
situación en ese contexto de emergencia.
94. Es pertinente también recordar que el art. 17 de la DADyDH sostiene que toda persona
tiene derecho a que se le reconozca como sujeto de derechos y obligaciones -similar a lo
señalado por el art. 32 de la CADH relativo a la correlación de derechos y deberes-, y el art. 35
del mismo instrumento, que manifiesta que toda persona tiene el deber de cooperar con el
Estado y con la comunidad.
95. Del análisis de ambas disposiciones, podemos afirmar que lo dispuesto por el gobierno de
Arcadia en relación a la prestación de servicios comunitarios no constituye una violación de
ningún derecho, sino la imposición de un deber totalmente ajustado a la normativa
internacional aplicable a la materia, máxime teniendo en cuenta que los beneficiarios directos
de esas acciones son los residentes en dichos albergues –donde se encuentran alojados
voluntariamente- desbordados por la ola inmigratoria registrada.
96. La inexistencia de una situación de trabajo forzado en las circunstancias expuestas, conlleva
entonces a reconocer que no ha habido ningún tipo de violación a la integridad personal de los
sujetos alcanzados por el Decreto N° 789/16 y, por consiguiente, no se presenta una situación
de discriminación, de amenaza de pena o de ausencia de consentimiento, sino una
diferenciación por la cual solamente las personas residentes en los albergues que se encontraran

59
Corte IDH. Caso Claude Reyes y otros Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 19 de septiembre
de 2006. Serie C No. 151. Voto razonado del Juez Sergio García Ramírez, párr. 2.

26
Estado demandante - A552

en mejores condiciones para aportar a la optimización de los mismos debían abocarse a ello,
quedando fuera de esta categoría menores de edad, adultos mayores, personas enfermas,
mujeres embarazadas y madres menores de edad. Todo esto sin perder de vista lo afirmado al
final del párrafo anterior.
97. Por lo expuesto, se solicita a este Honorable Tribunal tenga a bien desestimar la petición
entablada por la República de Hidaya respecto a la violación de los artículos 5.1 y 6 en relación
con el artículo 1.1 de la CADH por parte de la República de Arcadia.

II.2.D. Posición del Estado de Arcadia respecto de su falta de responsabilidad


internacional en relación con las condiciones de salud en las que viven los nacionales
hidayadenses albergados en Arcadia (arts. 1.1, 4.1 y 5.1 de la CADH, como así también
los arts. 10, 11 y 12 del Protocolo de San Salvador).
98. Mediante la mención de estos artículos en relación al 10, 11 y 12 del PSS la República de
Hidaya pretende hacer creer que Arcadia pone en peligro la vida de los nacionales de aquella
y viola su integridad personal por no tener condiciones de salud, medio ambiente y
alimentación sanos. Esta situación resulta inadmisible, tanto desde lo conceptual como desde
lo práctico, por parte de esta representación.
99. El presente planteo podría encontrar sustento en afirmaciones de este Excelentísimo
Tribunal que sostiene la existencia de una “vinculación directa e inmediata entre los derechos
a la vida y a la integridad personal con la atención a la salud humana”60; es por esto que la
supuesta violación a los mencionados artículos será desarrollada en el presente de manera
integral.
100. Esta Distinguida Corte ha señalado también que “la expulsión o devolución de una
persona podría considerarse violatoria de las obligaciones internacionales, dependiendo de
las circunstancias concretas de la persona en particular, en casos en que dicha medida
redunde en la afectación o el deterioro grave de la salud de la misma o, incluso, cuando pueda
derivar en su muerte”61. Para saber si ha habido una vulneración a la Convención o a la
Declaración “habrá de tenerse en cuenta el estado de salud o el tipo de dolencia que padece
la persona, así como la atención en salud disponible en el país de origen y la accesibilidad
física y económica a la misma, entre otros aspectos. Así lo ha entendido también el Tribunal

60
Corte IDH. Caso Vera Vera y otra Vs. Ecuador. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 19 de mayo de 2011. Serie C No. 226, párr. 43.
61
Corte IDH. Derechos y garantías de niñas y niños en el contexto de la migración y/o en necesidad de protección
internacional. Opinión Consultiva OC-21/14 de 19 de agosto de 2014. Serie A No. 21, pár. 229.

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Estado demandante - A552

Europeo de Derechos Humanos62, el Comité de Derechos Humanos63 y la Comisión


Interamericana de Derechos Humanos64”. Estas consideraciones, en abierta alusión al
Principio de No Devolución, ya de por sí se encuentran en perfecta armonía con las acciones
llevadas a cabo por el Estado de Arcadia para con los migrantes ingresados, a quienes recibió
con los brazos abiertos a pesar de que el 28% de ellos llegaron en malas condiciones de salud
desde su país de origen en enero de 2016, y se les brindó atención que, si bien pudo tener
falencias por la imprevisibilidad de la magnitud de la ola inmigratoria, se correspondía con una
actitud solidaria que los instrumentos internacionales que nos rigen solicitan tener.
101. El compromiso de la República de Arcadia con la salud de los migrantes responde a una
política de estado acorde a la idea de que, tal como señaló el Relator Especial sobre los derechos
humanos de los migrantes, “no se justifica un mero compromiso de brindar una atención de
urgencia, no sólo desde una perspectiva de derechos humanos, sino también desde el punto de
vista de la salud pública, puesto que no recibir ningún tipo de atención preventiva y primaria
puede generar riesgos sanitarios tanto para los migrantes como para la comunidad de
acogida”65. Hay que tener en cuenta, en este sentido, que una situación generalizada de falta
de salud y de condiciones ambientales y alimentarias no acordes con la realidad y necesidad de
los y las migrantes, escapa a los fines y propósitos de un estado consciente de que al negarles
el acceso a intervenciones primarias de salud, se expone a mayores costos financieros y riesgos
de salud pública, debido a que las enfermedades podrían volverse crónicas y más costosas de
tratar si no interviene en los primeros momentos66.
102. Este análisis es traído a consideración para que este honorable cuerpo tenga en cuenta las
innumerables acciones que lleva adelante la República de Arcadia en pos de una recepción que
pueda, en la medida de las posibilidades del país, cubrir las necesidades básicas de los
migrantes que no pueden satisfacerlas en sus países de origen. El hecho de cuestionar, por un
lado, la falta de servicios suficientes en los albergues y, a su vez, la solicitud de prestación de
servicio comunitario que realizó oportunamente el Estado de Arcadia, en respuesta al desborde
ocasionado por la recepción de migrantes que como país receptor no es posible prever, resulta
ilógico a los fines de atribuir responsabilidad internacional por violación a los Derechos

62
TEDH, Caso D. Vs. Reino Unido, No. 30240/96. Sentencia de 2 de mayo de 1997, párr. 53
63
Comité de Derechos Humanos, C. c. Australia (Comunicación No. 900/1999), UN
Doc.CCPR/C/76/D/900/1999, dictamen adoptado el 13 de noviembre de 2002, párr. 8.5.
64
CIDH. Caso Andrea Mortlock Vs. Estados Unidos. Informe de admisibilidad y fondo No. 63/08, 25 de julio de
2008, párr. 94.
65
ACNUDH y OMS, “El Derecho a la Salud”. Folleto informativo Nº 31 (Ginebra, 2008), págs. 18-20.
66
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Organización Internacional
para las Migraciones (OIM) y Organización Mundial de la Salud: Migración internacional, salud y derechos
humanos, Ginebra, 2013, pág. 19.

28
Estado demandante - A552

Humanos a un pueblo que se esmera por generar mejores condiciones de vida que las de su
lugar de origen (de cuya realidad escapan) y que, según admiten ellos mismos, son mejores que
las de su tierra.
103. Somos conscientes como Estado de que ninguna política puede justificar en la extranjería
o en la situación migratoria irregular67, la negación a una persona de los derechos básicos que
le corresponden por el hecho de ser una persona. De allí que, con base en todo lo expuesto,
solicitemos a esta Honorable Corte que desestime la petición realizada por la República de
Hidaya en relación a la violación de los artículos 4.1 y 5.1 de la CADH en relación con los
artículos 10, 11 y 12 de PSS.

II.2.E. Posición del Estado de Arcadia respecto de su falta de responsabilidad


internacional en perjuicio de la niñez y adolescencia hidayense que no recibe educación
en Arcadia (arts. 19 de la CADH en relación con el art. 13 del Protocolo de San Salvador).
104. En el petitorio realizado por la República de Hidaya, el derecho a la educación previsto
en el artículo 13 del PSS, se encuentra denunciado como violado con relación al art. 19 de la
CADH. El mismo enuncia el derecho de los niños y las niñas a la protección por parte del
Estado, la familia y la sociedad. No obstante, dicha situación no se presenta en el caso en
cuestión, ya que todos los niños y las niñas migrantes tenían acceso a la educación en iguales
condiciones.
105. El mencionado artículo 19 exige al Estado una serie de medidas de protección para los
derechos del niño que deben definirse en la lógica de protección integral, esto es, propendiendo
al pleno disfrute de todos los derechos reconocidos en la CDN y en otros instrumentos
aplicables68, en especial el derecho a la salud, a una alimentación adecuada, a la educación69,
así como al juego y a las actividades recreativas propias de su edad. En particular, la Corte
considera que deben estar inspiradas en la promoción del bienestar y el aseguramiento del
desarrollo de la niña o del niño través de tres ejes principales: (i) la satisfacción de las
necesidades materiales, físicas y educativas básicas, (ii) el cuidado emocional y (iii) la

67
Organización Internacional para la Migración: “Los estándares internacionales en materia de derechos humanos
y políticas migratorias”, Buenos Aires, 2007, pág. 8.
68
Corte IDH. Condición jurídica y derechos humanos del niño. Opinión Consultiva OC-17/02 de 28 de agosto de
2002. Serie A No. 17, párrafos 26 y 88.
69
Corte IDH. Derechos y garantías de niñas y niños en el contexto de la migración y/o en necesidad de protección
internacional. Opinión Consultiva OC-21/14 de 19 de agosto de 2014. Serie A No. 21, párr. 164.

29
Estado demandante - A552

seguridad en tanto protección efectiva contra cualquier tipo de abuso, explotación o forma de
violencia70.
106. Según la Corte IDH, este derecho favorece la posibilidad de gozar de una vida digna y
contribuye a prevenir situaciones desfavorables para el menor y la propia sociedad 71, además
de ser una de las principales herramientas para luchar contra la desigualdad, procurando lograr
una real igualdad de oportunidades para todos.
107. La educación de los niños en particular, ha sido definida por el TEDH como “el
procedimiento total mediante el cual cualquier sociedad de adultos inculca a los más jóvenes
sus creencias, hábitos y demás valores, mientras que la enseñanza o la instrucción se refiere
especialmente a la transmisión de conocimientos y a la formación intelectual”72.
108. Del análisis del caso se desprende que, si bien hay beneficiarios de los albergues que
manifestaron no tener infraestructura ni personal adecuado para impartir educación a sus niños
en esos lugares, esto no obsta a que los mismos hayan podido acudir a los centros de educación
dispuestos especialmente para migrantes de todo tipo de nacionalidades.
109. Los centros de educación no necesariamente deben estar dispuestos en las instalaciones
de los albergues, que tienen como fin -como su nombre lo indica- albergar a las personas que
ingresen al país. Ni tampoco es menester una separación de los niños inmigrantes por
nacionalidades, sino al contrario, se debe propiciar su plena integración en la sociedad de
manera que se respeten todos sus derechos y puedan desarrollar todas sus potencialidades.
110. Por las razones expuestas, se solicita a esta Honorable Corte que rechace la solicitud del
Estado de Hidaya respecto de la presunta violación a los derechos consagrados en los artículos
19 de la CADH y 13 del PSS.

II.2.F. Reparaciones solicitadas en el presente caso.


111. Ha quedado demostrada la responsabilidad internacional de Hidaya por las violaciones a
la CADH. En consecuencia, nace para el Estado una obligación jurídica nueva, que consiste en
la obligación de reparar73. Cabe recordar que “se trata de un principio de derecho

70
Comité de los Derechos del Niño, Observación general N° 14 sobre el derecho del niño a que su interés superior
sea una consideración primordial (artículo 3, párrafo 1), supra, párrs. 71 a 74.
71
Corte IDH. Condición jurídica y derechos humanos del niño. Opinión Consultiva OC-17/02 de 28 de agosto de
2002. Serie A No. 17, párr. 84.
72
TEDH. Caso Campbell y Cosans c. Reino Unido. Sentencia del 25 de Febrero de 1982, párr. 33.
73
Corte IDH. Caso Garrido y Baigorria Vs. Argentina. Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de agosto de 1998.
Serie C No. 39, párr. 40.

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internacional, e incluso una concepción general de derecho, que cualquier incumplimiento de


un compromiso entraña la obligación de reparar”74.
112. Como ha señalado esta Excelentísima Corte IDH en su jurisprudencia constante, “Las
reparaciones, como el término lo indica, consisten en las medidas que tienden a hacer
desaparecer los efectos de las violaciones cometidas. Su naturaleza y su monto dependen del
daño ocasionado en los planos tanto material como inmaterial”75. Asimismo se ha dicho, que
“Las reparaciones constituyen el horizonte natural de las expectativas individuales y sociales
en los casos contenciosos”76
113. Actualmente, el Tribunal requiere del Estado condenado el cumplimiento de medidas de
reparación integral comprensivas tanto de indemnizaciones compensatorias (máxime en un
caso como el que aquí se discute donde la restitución es de imposible cumplimiento), como
también de medidas de rehabilitación, satisfacción y garantías de no repetición77.
114. Con base a estas consideraciones, se solicita a este Distinguido Tribunal que disponga lo
siguiente de conformidad con lo previsto en el artículo 63.1 de la CADH:
● Se ordene al Estado de Hidaya el pago de una indemnización compensatoria, fijada por
aplicación del criterio de equidad, en concepto de daño material, inmaterial, patrimonial
familiar78, con especial consideración en la afectación del proyecto de vida79 de la Sra. Camila
Ponce y su bebé, las que deberán ser abonadas a sus familiares siguiendo las reglas sucesorias
del derecho hidayense. A tales efectos, el Estado de Hidaya deberá adoptar las medidas
necesarias para localizar a los familiares de Camila Ponce para el pago de las indemnizaciones
que se ordenen. Asimismo, y mientras se adoptan dichas “medidas de localización” y, de
conformidad con la práctica de la Corte IDH, el Estado de Hidaya deberá depositar en una
cuenta de ahorros bancaria en una institución financiera solvente y segura, en las condiciones
más favorables según permitan la legislación y práctica bancarias de su institución bancaria
pública, a la orden de la Corte IDH las sumas determinadas en la sentencia. Si al cabo de diez
años la indemnización no es reclamada, la suma será devuelta con los intereses devengados al

74
P.C.I.J. Factory at Chorzow (Germ. v. Pol.), 1928 (ser. A) No. 17 (Sept. 13), párr. 73.
75
Corte IDH. Caso Acevedo Jaramillo y otros Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 7 de febrero de 2006. Serie C No. 144, párr. 175.
76
GARCÍA RAMÍREZ, Sergio: Los derechos humanos y la jurisdicción interamericana, UNAM, México, 2002,
pág. 147.
77
Por ejemplo, el caso: Corte IDH IDH. Caso J Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 27 de noviembre de 2013. Serie C No. 27
78
Corte IDH. Caso Baldeón García Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de abril de 2006.
Serie C No. 147, párr. 187; Corte IDH. Caso Gutiérrez Soler Vs. Colombia. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 12 de septiembre de 2005. Serie C No. 132, párr. 77.
79
Corte IDH. Caso Loayza Tamayo Vs. Perú. Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de noviembre de 1998.
Serie C No. 42, párr. 147.

31
Estado demandante - A552

Estado Hidayense, lo cual no será interpretado como que el derecho a reclamar la


indemnización haya caducado o prescripto80.
● El Estado de Hidaya debe investigar de manera seria, imparcial y efectiva81, las posibles
responsabilidades de funcionarios que hayan intervenido en el proceso de emigración de la Sra.
Camila Ponce y su bebé.
● El Estado de Hidaya debe publicar las partes pertinentes de la sentencia en el territorio
de Hidaya. Esta medida se debe implementar en diarios de amplia circulación, como también
por medio de emisoras radiales de amplia cobertura82 y en sitios web oficiales83.
● El Estado de Hidaya debe llevar a cabo un acto público de desagravio de las víctimas y
del reconocimiento del carácter lesivo de su conducta, el que deberá ser llevado a cabo por las
más altas autoridades del Estado84.
● El Estado de Hidaya debe capacitar a sus operadores judiciales, administrativos o de
cualquier otra índole que se encuentren involucrados en cuestiones migratorias incorporando
la sentencia dictada por esta Corte IDH en sus programas de formación, como también
instruyendo sobre la necesidad de prestar debida atención a las personas en situación de
vulnerabilidad
● El Estado de Hidaya debe adecuar su normativa interna vinculada con su política
migratoria, en orden a regular lo relativo al tratamiento de personas migrantes en situación de
vulnerabilidad.
● En orden a evitar la repetición de hechos como los ocurridos en el presente caso y a
“conservar viva la memoria de la víctima”85, el Estado de Hidaya debe erigir un monumento
en su territorio (preferentemente en la zona de frontera con la Republica de Arcadia) que
describa el padecimiento sufrido por la Sra. Camila Ponce y su bebé.

80
Corte IDH. Caso Garrido y Baigorria Vs. Argentina. Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de agosto de 1998.
Serie C No. 39, párr. 86 y Corte IDH. Caso Acosta Calderón Vs. Ecuador. Supervisión de Cumplimiento de
Sentencia. Resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de 07 febrero de 2008, considerando N°
7.
81
Corte IDH, Caso Ibsen Cárdenas e Ibsen Peña Vs. Bolivia. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de
septiembre de 2010 Serie C No. 217, párr. 65.
82
Corte IDH. Caso Yatama Vs. Nicaragua. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 23 de junio de 2005. Serie C No. 127, párr. 253; Corte IDH. Caso Tiu Tojín Vs. Guatemala. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de noviembre de 2008. Serie C No. 190, párr. 108; Corte IDH. Caso
Chitay Nech y otros Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 25
de mayo de 2010. Serie C No. 212, párr. 245.
83
Corte IDH. Caso Manuel Cepeda Vargas Vs. Colombia. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 26 de mayo de 2010. Serie C No. 213, párr. 220.
84
Corte IDH. Caso Atala Riffo y Niñas Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia del 24 de febrero de
2012. Serie C No. 239, párr. 263.
85
Corte IDH. Caso Aloeboetoe y otros Vs. Surinam. Reparaciones y Costas. Sentencia de 10 de septiembre de
1993. Serie C No. 15, párr. 96.

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II.3. PETITORIO.
115. Los agentes del Estado de Arcadia solicitan respetuosamente a esta Honorable Corte, en
razón de los argumentos precedentemente expuestos que: 1) Se tenga por presentado en tiempo
y forma el escrito de pretensiones, excepciones y argumentos; 2) Se desestimen las excepciones
preliminares interpuestas por la República de Hidaya; 3) Se haga lugar a las excepciones
interpuestas por el Estado de Arcadia; 4) Se declare la responsabilidad internacional de la
República de Hidaya por las violaciones a: Art. 4.1, 5.1, 17.1 y 19 en relación con el art. 1.1 de
la CADH; 5) Se declare la falta de responsabilidad del Estado de Arcadia respecto de: artículos
4.1, 5.1 en relación con el artículo 1.1 de la Convención y 10 del PSS debido a la muerte de la
Señora Ponce; 5.1 y 6 de la CADH en relación con el artículo 1.1 del mismo instrumento en
perjuicio de los nacionales hidayenses albergados en Arcadia; 4.1, 5.1 de la CADH en relación
con el artículo 10, 11 y 12 del PSS en perjuicio de los nacionales hidayenses por las condiciones
de salud en los albergues y artículo 13 del PSS en relación con el artículo 19 de la CADH en
perjuicio de la niñez y adolescencia hidayense que no recibe educación en los albergues y 6)
Se ordene las medidas de reparación solicitadas hacia la República de Hidaya en el apartado
anterior.

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III. BIBLIOGRAFÍA.
III.1. Normas de derecho internacional.
 Convención de Viena sobre el derecho de los tratados (1969).
 Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades
Fundamentales (1950).
 Convenio sobre el trabajo forzoso - C029- (1930).
 Convención sobre los Derechos del Niño (1989).
 Declaración sobre los derechos humanos de los individuos que no son nacionales del país
en que viven (1985).
 Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores
migratorios y de sus familiares (1990).
 Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en Materia de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales Protocolo de San Salvador (1.988).
 Convención Americana sobre Derechos Humanos (1969).
 Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer
(1979).
 Declaración Americana de los Deberes y Derechos del Hombre (1948)
 Reglamento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (2003).
 Reglamento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (2013).

III.2. Decisiones de los sistemas internacionales de protección de los derechos humanos.


III.2. A. Corte Interamericana de Derechos Humanos.
 Corte IDH. Caso Velásquez Rodríguez Vs. Honduras. Excepciones Preliminares. Sentencia
de 26 de junio de 1987. Serie C No. 1.
 Corte IDH. Caso Velásquez Rodríguez Vs. Honduras. Fondo. Sentencia de 29 de julio de
1988. Serie C No. 4.
 Corte IDH. Caso Acosta Calderón Vs. Ecuador. Supervisión de Cumplimiento de
Sentencia. Resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de 07 febrero de
2008, considerando N° 7.
 Corte IDH. Caso Aloeboetoe y otros Vs. Surinam. Reparaciones y Costas. Sentencia de 10
de septiembre de 1993. Serie C No. 15.
 Corte IDH Caso J Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 27 de noviembre de 2013. Serie C No. 27

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 Corte IDH. Caso Garrido y Baigorria Vs. Argentina. Reparaciones y Costas. Sentencia de
27 de agosto de 1998. Serie C No. 39.
 Corte IDH. Caso Loayza Tamayo Vs. Perú. Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de
noviembre de 1998. Serie C No. 42.
 Corte IDH. Caso Blake Vs. Guatemala. Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de enero
de 1999. Serie C No. 48, voto razonado del Juez CANÇADO TRINDADE.
 Corte IDH. Caso Las Palmeras Vs. Colombia. Excepciones Preliminares. Sentencia de 4
de febrero de 2000. Serie C No. 67.
 Corte IDH. Caso de los “Niños de la Calle” (Villagrán Morales y otros) Vs. Guatemala.
Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de mayo de 2001. Serie C No. 77.
 Corte IDH. Caso "Instituto de Reeducación del Menor" Vs. Paraguay. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de septiembre de 2004. Serie
C No. 112.
 Corte IDH. Caso Yatama Vs. Nicaragua. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 23 de junio de 2005. Serie C No. 127.
 Corte IDH. Caso Gutiérrez Soler Vs. Colombia. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 12 de septiembre de 2005. Serie C No. 132.
 Corte IDH. Caso de la "Masacre de Mapiripán" Vs. Colombia. Sentencia de 15 de
septiembre de 2005. Serie C No. 134.
 Corte IDH. Caso Palamara Iribarne Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
22 de noviembre de 2005. Serie C No. 135, vto razonado del Juez A. A Cançado Tridade.
 Corte IDH. Caso Acevedo Jaramillo y otros Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 7 de febrero de 2006. Serie C No. 144.
 Corte IDH. Caso Comunidad Indígena Sawhoyamaxa Vs. Paraguay. Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 29 de marzo de 2006. Serie C No. 146.
 Corte IDH. Caso Baldeón García Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 6
de abril de 2006. Serie C No. 147.
 Corte IDH. Caso de las Masacres de Ituango Vs. Colombia. Sentencia de 1 de julio de 2006.
Serie C No. 148.
 Corte IDH. Caso Claude Reyes y otros Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 19 de septiembre de 2006. Serie C No. 151. Voto razonado del Juez Sergio García
Ramírez.

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 Corte IDH, Caso Castañeda Gutman Vs. México. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de agosto de 2008. Serie C No. 184.
 Corte IDH. Caso Tiu Tojín Vs. Guatemala. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26
de noviembre de 2008. Serie C No. 190.
 Corte IDH, Caso Garibaldi Vs. Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 23 de septiembre de 2009.Serie C No. 203.
 Corte IDH. Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de 2009. Serie C
No. 205.
 Corte IDH. Caso Radilla Pacheco Vs. México. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de Noviembre de 2009. Serie C No. 209.
 CORTE IDH. Caso De la Masacre de las Dos Erres Vs. Guatemala. Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de 2009. Serie C No. 211.
 Corte IDH. Caso Chitay Nech y otros Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de mayo de 2010. Serie C No. 212.
 Corte IDH. Caso Manuel Cepeda Vargas Vs. Colombia. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de mayo de 2010. Serie C No. 213.
 Corte IDH, Caso Ibsen Cárdenas e Ibsen Peña Vs. Bolivia. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 1 de septiembre de 2010 Serie C No. 217.
 Corte IDH. Caso Vélez Loor Vs. Panamá. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 23 de noviembre de 2010. Serie C No. 218.
 Corte IDH. Caso Gomes Lund y otros ("Guerrilha do Araguaia") Vs. Brasil. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de 2010. Serie
C No. 219.
 Corte IDH. Caso Vera Vera y otra Vs. Ecuador. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 19 de mayo de 2011. Serie C no. 226.
 Corte IDH. Caso Fleury y otros Vs. Haití. Fondo y Reparaciones. Sentencia de 23 de
noviembre de 2011. Serie C No. 236.
 Corte IDH. Caso familia Barrios Vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 24 de noviembre de 2011. Serie C No. 237.
 Corte IDH. Caso Atala Riffo y niñas Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 24 de febrero de 2012. Serie C No. 239.

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 Corte IDH. Caso Nadege Dorzema y otros Vs. República Dominicana. Fondo Reparaciones
y Costas. Sentencia de 24 de octubre de 2012. Serie C No. 251.
 Corte IDH. Caso Masacre de Santo Domingo Vs. Colombia. Excepciones Preliminares,
Fondo y Reparaciones. Sentencia de 30 de noviembre de 2012. Serie C No. 259
 Corte IDH. Caso Mémoli Vs. Argentina. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 22 de agosto de 2013. Serie C No. 265.
 Corte IDH. Caso del Tribunal Constitucional (Camba Campos y otros) Vs. Ecuador.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de agosto de
2013. Serie C No. 268.
 Corte IDH. Caso familia Pacheco Tineo Vs. Bolivia. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de noviembre de 2013. Serie C No. 272.
 Corte IDH. Caso Trabajadores de la Hacienda Brasil Verde Vs. Brasil. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de octubre de 2016. Serie C
No. 318.
III.2.B. Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
 TEDH. Drozd y Janousek vs. Francia y España, Sentencia de 26 de junio de 1992.
 Corte EDH, Drozd y Janousek c. Francia y España, Sentencia del 26 de junio de 1992.
 Corte EDH, Issa y otros c. Turquía, Sentencia del 16 Noviembre de 2004.
 TEDH. Marckx c. Bélgica, 13 de junio de 1979.
 TEDH, Van der Mussele c. Bélgica, solicitud núm. 8919/80, 23 de noviembre de 1983.
 TEDH, Caso D. Vs. Reino Unido, No. 30240/96. Sentencia de 2 de mayo de 1997.
 TEDH. Caso Campbell y Cosans c. Reino Unido. Sentencia del 25 de Febrero de 1982.
III.2.C. Corte Permanente de Justicia Internacional.
 P.C.I.J. Factory at Chorzow (Germ. v. Pol.), 1928 (ser. A) No. 17 (Sept. 13).
III.2. D. Informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
 CIDH, Informe No. 86/99, Caso 11.589, Armando Alejandre Jr y otros, Cuba, 13 de abril
de 1999.
 CIDH. Informe No. 109/99, Fondo, Caso 10.951, Coard y otros (Estados Unidos). 29 de
septiembre de 1999.
 CIDH, Informe N° 11/07, caso interestatal 01/06, Nicaragua c. Costa Rica, 8 de marzo de
2007.
 CIDH. Caso Andrea Mortlock Vs. Estados Unidos. Informe de admisibilidad y fondo No.
63/08, 25 de julio de 2008.

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 CIDH, Informe N°. 112/10, Petición interestatal PI-02, Admisibilidad, Franklin Guillermo
Aisalla Molina, Ecuador - Colombia, 21 de octubre de 2010.
 CIDH. Séptimo Informe de Progreso de la Relatoría sobre Trabajadores Migratorios y
miembros de sus familias, Año 2005.
 CIDH “Derechos Humanos de migrantes, refugiados, apátridas, víctimas de trata de
personas y desplazados internos: Normas y Estándares del Sistema Interamericano de
Derechos Humanos” OEA/Ser.L/V/II Doc 46/15 31 diciembre 2015. Original: Español.
III.2.E. Dictámenes de los mecanismos de protección de Naciones Unidas.
 Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Observación General N°6: Artículo 6
(Derecho a la Vida), 30 de abril de 1982.
 Comité de los Derechos del Niño, Observación general N° 14 sobre el derecho del niño a
que su interés superior sea una consideración primordial.
 Comité de Derechos Humanos, C. c. Australia (Comunicación No. 900/1999), UN Doc.
CCPR/C/76/D/900/1999, dictamen adoptado el 13 de noviembre de 2002.
 Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos,
Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y Organización Mundial de la
Salud: Migración internacional, salud y derechos humanos, Ginebra, 2013.
III. 2. F. Opiniones Consultivas
 Corte IDH. "Otros Tratados" Objeto de la Función Consultiva de la Corte (art. 64
Convención Americana sobre Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-1/82 del 24 de
septiembre de 1982.
 Corte IDH. Responsabilidad internacional por expedición y aplicación de leyes violatorias
de la Convención (Arts. 1 y 2 Convención Americana sobre Derechos Humanos). Opinión
Consultiva OC-14/94 de 9 de diciembre de 1994.
 Corte IDH. Condición jurídica y derechos humanos del niño. Opinión Consultiva OC-17/02
de 28 de agosto de 2002.
 Corte IDH. Opinión Consultiva OC-18/03 de 17 de septiembre de 2003. “Condición
Jurídica y Derechos de los Migrantes Indocumentados”
 Corte IDH. Control de Legalidad en el Ejercicio de las Atribuciones de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (arts. 41 y 44 a 51 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-19/05.

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 Corte IDH. Derechos y garantías de niñas y niños en el contexto de la migración y/o en


necesidad de protección internacional. Opinión Consultiva OC-21/14 de 19 de agosto de
2014.
III.3. Doctrina relevante.
 ARLETTAZ, Fernando: Extranjeros e inmigrantes: cuatro cuestiones de derecho
internacional y filosofía jurídica, Fundación Aranzadi Lex Nova, Valladolid, 2014.
 CANÇADO TRINDADE Antônio A y RUIZ DE SANTIAGO, Jaime: La nueva dimensión
de las necesidades de protección del ser humano en el inicio del siglo XXI, ACNUR, San
José, 2001.
 GARCÍA RAMÍREZ, Sergio: Los derechos humanos y la jurisdicción interamericana,
UNAM, México, 2002.
 FAÚNDEZ LEDESMA, Héctor: El sistema Interamericano de Protección de los Derechos
Humanos: Aspectos institucionales y procesales, IIDH, San José de Costa Rica, 2004.
 JIMENEZ PIERNAS, Carlos: Introducción al derecho internacional público. Práctica de
España y de la Unión europea, Tecnos, Madrid, 2011.
 STEINER, Christian y URIBE Patricia: Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Comentario, Konrad Adenauer Stiftung, Argentina, 2014.
 VENTURA ROBLES, Manuel: Jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos en materia de derechos económicos, sociales y culturales, en: Instituto
Interamericano de Derechos Humanos: Revista IIDH, N° 40 (julio-diciembre 2004), San
José de Costa Rica, 1986.
 CONFERENCIA ESPECIALIZADA INTERAMERICANA SOBRE DERECHOS
HUMANOS, San José, Costa Rica, 7-22 de noviembre de 1969, Actas y Documentos,
OEA/Ser.K/XVI/1.2.
 ACNUDH y OMS, “El Derecho a la Salud”. Folleto informativo Nº 31 (Ginebra, 2008).
 Organización Internacional para la Migración: “Los estándares internacionales en materia
de derechos humanos y políticas migratorias”, Buenos Aires, 2007.

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