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ESCUELA NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA

HISTORIA Y LEGITIMIDAD. SAN NICOLÁS TOTOLAPAN Y SUS


TÍTULOS PRIMORDIALES

TESIS

QUE PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE

LICENCIADO EN HISTORIA

PRESENTA

Israel Sánchez Pérez

DIRECTOR DE TESIS: Dr. Rodrigo Martínez Baracs


ASESOR DE TESIS: Dra. Stephanie Wood

CIUDAD DE MEXICO 2020

0
A mi abuelita Guadalupe Muciño,

por demostrarme su cariño y apoyo incondicional.

Aún siento que estás conmigo siempre.

A mis padres Luis y Guadalupe, mi hermano

Abraham y su hijo Gibran.

1
Índice
Agradecimientos 4
Introducción 6
1. San Nicolás Totolapan 13
1.1. Entorno geográfico 13
1.2. Toponimia y Glifo 14
1.3. Santo patrono y parroquia 14
1.3.1. El santo patrono. San Nicolás Tolentino 14
1.3.2. Parroquia de San Nicolás Totolapan 15
2. Microhistoria de San Nicolás Totolapan 17
2.1. Época Prehispánica 17
2.1.1. Vestigios y primeros asentamientos en Totolapan 17
2.1.2. Los imperios tepaneca y mexica 18
2.2. Conquista y fundación de San Nicolás Totolapan 20
2.2.1. La hacienda de labor de San Nicolás Mipulco 21
2.3. San Nicolás Totolapan bajo el dominio español 23
2.3.1. Siglos XVI y XVII 23
2.3.2. Siglos XVIII y XIX 26
2.4. De la Independencia al Porfiriato 31
2.5. El siglo XX en San Nicolás Totolapan 35
2.5.1. Agitación social en San Nicolás Totolapan 36
2.5.2. El origen del ejido 41
2.6. San Nicolás Totolapan contemporáneo 44
3. Los Títulos Primordiales de la Nueva España 47
3.1. El caso de los manuscritos Techialoyan 47
3.2. Historiografía de los Títulos Primordiales 53
4. Los Títulos Primordiales de San Nicolás Totolapan 60
4.1. Estudios previos del corpus documental 60
4.2. Características físicas del documento 62

2
4.3. Estructura de los Títulos Primordial de San Nicolás Totolapan 63
4.3.1. Estructura narrativa 63
4.3.2. Los linderos. Aspectos toponímicos y geográficos 65
4.3.3. Particularidades del entorno político y social 68

4.3.4. Comparativa con otros Títulos Primordiales 69

5. Paleografía, traducción y transcripción de los Títulos Primordiales 79

Conclusiones 106
Anexo 1 109
Anexo 2 147
Fuentes consultadas 153

3
Agradecimientos

Toda mi vida estaré en deuda con mis padres Luis y Guadalupe, que siempre me han apoyado
y me han motivado a culminar mis proyectos de vida y el de titulación, en todo momento han
sido mi soporte económico y anímico. A mi hermano Abraham, siempre me ha me ha
ayudado a cumplir mis sueños y ha sido mi mejor amigo siempre.

Quiero agradecer a toda mi familia materna y paterna, desde mis abuel@s, tí@s,
prim@s, que, de manera voluntaria e involuntaria, han sido siempre un apoyo incondicional
en este proceso.

De manera especial, estoy profundamente agradecido con mi director de tesis el Dr.


Rodrigo Martínez Baracs, quien desde el primer momento que le pedí su tutela, siempre me
ha apoyado con recursos bibliográficos, observaciones y apoyo moral, sin su ayuda hubiese
sido imposible terminar esta tesis.

Imprescindible fue el apoyo que recibí de mi asesora la Dra. Stephanie Wood, de la


cual recibí buenos comentarios, grandes observaciones y profundas enseñanzas. Ella me
complemento múltiples ideas, que yo había formulado de una manera inexperta y que en el
desenvolvimiento de este trabajo se verán reflejadas. A pesar de que ella se encuentra en
Eugene, Oregón, siempre recibí su puntual ayuda y ánimos a seguir adelante.

No menos importantes, agradezco a mis sínodos, que me leyeron, me proveyeron sus


puntos de vista, ya que me recomendaron diversa bibliografía y material documental, para
complementar la investigación. Al Dr. Raymundo Martínez García, que me leyó e hizo
observaciones bastantes importantes, además de enviarme sus puntuales sugerencias y acepto
ser mi sinodal de manera inmediata. A mi amiga la Dra. Elena Ramos que desde que la
conozco se ha dedicado a proveerme de diversa bibliografía y me ha ayudado en diversos
proyectos académicos. A mi compañero de náhuatl y de PIF el Mtro. Eduardo Ambrosio
Lima que me leyó y siempre obtuve su respaldo. Mi amigo y paisano Lic. Josué Portillo
Motte platicamos en innumerables ocasiones sobre mi tesis, agradezco su lectura hacia mi
trabajo. A mi secretaria de actas, la Mtra. Fabiola Sánchez Gómez, le agradezco su
accesibilidad y su continua formación académica.

4
A mis amigos, compañeros y profesores que se tomaron parte de su tiempo les
agradezco su paciencia al Dr. Yukitaka Inoue Okubo, agradezco sus sugerencias acerca de
los Títulos Primordiales y sus puntuales sugerencias. A mi compañero el Lic. Aarón Escobar
por su apoyo hacia el trabajo de estilo y corrección. A la Mtra. Carmen Herrera Meza que de
manera preliminar me apoyó con la traducción y transcripción del códice. A mi amigo el Lic.
Luis Armando Quintanar Basurto el cual me dio sus puntos de vista y me proveyó material
documental sobre la temática.

Resalto el trabajo que realizó mi amiga y colega Cristina Esteves Román, al apoyarme
con la corrección de estilo y procesos técnicos en la ordenación de la información. A los
señores José Ruiz de San Nicolás Totolapan y Ubaldo Mendoza Verdiguel, los cuales me
proporcionaron documentos de enorme valor histórico y una versión digital de los Títulos
Primordiales de San Nicolás.

Quiero agradecer a Pbro. Lic. José Velasco Arias, Pbro. Lic. Víctor Rubén Velásquez
García, Pbro. Lic. Benigno Medrano Flores, Lic. Sergio Fuentes Galindo y a todas las
personas que me apoyaron de manera incondicional en mi estancia laboral y académica en
Tijuana, Baja California, estaré en deuda toda la vida.

A mis amigos de La Lupita, los cuales siempre me han apoyado moralmente y de una
manera muy particular. También a mi hermanito Uriel.

Mucho debo de agradecer al pueblo de San Nicolás Totolapan y a su gente, al cual


dedico este trabajo de investigación, mencionar que aún falta mucho más por historiar y
pasado por registrar.

5
Introducción

San Nicolás Totolapan está ubicado al sur-poniente de la Ciudad de México, es un pueblo


con mucha experiencia con el colonialismo tras los siglos. Es por ello que este proyecto de
investigación está orientado a estudiar un pueblo como microcosmos, para entender así la
experiencia de la transculturación1, en forma indígena y luego europea. Enfocando en
mantener cierto territorio para soportar la agricultura y el mantenimiento de las familias de
la comunidad.
De ahí entonces cabe señalar que durante el periodo prehispánico fue habitado en
primer momento2 por diversos grupos humanos provenientes de las planicies centrales, que
principalmente eran cazadores y recolectores. Sus montes colindan con el actual Estado de
México, de mayoría otomí y chichimeca. Posteriormente con la erupción del volcán Xitle,
aproximadamente en el 50 a. C., los pobladores próximos a Cuicuilco y Copilco, migraron
hacia las zonas altas (Ajusco y Cerro de las Cruces) y formaron comunidades en la zona de
Totolapan3, de las cuales abundaremos más adelante. Se han encontrado diversos objetos
arqueológicos que demuestran la sedentarización de los lugareños.
En el Posclásico tardío, Totolapan fue un tributario de los tepanecas de Azcapotzalco,
a los que principalmente daban servicios personales y materias primas como tributo. Bajo el
dominio español y con las continuas congregaciones4 que hicieron los europeos, con el fin
de hacer más eficaz el mando y la recolección de tributo. La cabecera del pueblo fue
reubicada a una zona alta, muy cercana al pueblo vecino de Atlític, con el cual compartió
problemáticas comunes y antagónicas.
En el periodo colonial, Totolapan se desarrolló como un tlaxilacalli del altépetl de
Coyoacán. Estas tierras al poniente de la cuenca de México se le otorgaron como

1
La transculturación, es el proceso mediante el cual dos culturas se encuentran y se influyen mutuamente, dando
como resultado la creación de una formación cultural inédita. FIGUEROA HERNÁNDEZ, Rafael, Salsa
mexicana. Transculturación e identidad, Universidad Veracruzana, Xalapa, 2017, p. 9.
2
Sus montes colindan con el Estado de México, de mayoría otomí y chichimeca en ese momento, en eso me
baso en esa hipótesis, para aclarar que, en un primer momento, fue habitado por nómadas, a partir de los diversos
objetos encontrados por pobladores y arqueólogos.
3
No confundir con el municipio de Totolapan en el estado de Morelos.
4
Las congregaciones fueron un conjunto de medidas establecidas por los españoles, para fomentar la fundación
o reducción de algunos poblados, a causa de las diferentes epidemias, que mermaron a la población indígena.
Para ahondar más en el tema consultar a: GERHARD, Peter, “Congregaciones de indios en la Nueva España
antes de 1570”, en Historia Mexicana: Los pueblos de indios y las comunidades, México, El Colegio de México,
vol. 26, Núm. 3 (103), enero-marzo de 1977. pp. 30–79.

6
agradecimiento por su apoyo prestado durante la conquista española del territorio
mesoamericano, por parte de la corona, al cacique Don Juan de Guzmán Iztolinque (o
Itztollinqui), que en primera instancia eran asociadas con las encomiendas que otorgaban
servicios personales y tributos al reino español.
Encontramos una primera referencia a Totolapan en un documento donde Don Juan
de Guzmán hace deslinde y toma de posesión de las tierras de Totolapan, Tecocusco y
Tlascuaque, en el barrio de la Magdalena y en Ocotepec en el barrio de San Gerónimo.5
Durante el periodo colonial temprano es muy escasa la información o los menciones
al pueblo de San Nicolás Totolapan. Localizamos menciones en relaciones de visitadores y
oidores de la audiencia, así como en el testamento de Don Juan de Guzmán Iztolinque.6 Es
probable que el pueblo de San Nicolás Totolapan haya sido fundado de nuevo por los
colonizadores y congregado a inicios del siglo XVII, es aquí en donde quizás haya mayor
número de testimonios, a causa de la creación de la hacienda de San Nicolás Mipulco, con la
cual mantuvo disputas por territorio, agua y conflictos personales.
Esta hacienda de San Nicolás Mipulco o Eslava mantuvo bajo su hegemonía al pueblo
de San Nicolás Totolapan. Los pobladores fueron violentados, lo que hace interesante estos
conflictos es conocer como los indígenas de Totolapan mantuvieron su continua lucha contra
la hacienda y en ocasiones, como veremos más adelante, ganar en las cortes distintos pleitos
judiciales.
La continuidad de estos litigios, durante los siglos XVIII y XIX, configuró una
conciencia de lucha por los derechos territoriales que tanto reclamaban. El aumento
demográfico en el centro de México durante este periodo se vio reflejado en las continuas
querellas por territorio, una de las posibles causas de la creación de los Títulos Primordiales
por estas fechas, en la cual los pueblos sin poder demostrar la posesión desde tiempos
inmemorables de estos terrenos, recurrían a escribanos que dotaban de papeles, por una
cuantiosa cantidad monetaria para esos tiempos.
Una vez dada la Independencia los indios de San Nicolás Totolapan pasaron a ser
ciudadanos, lo cual trajo diversos problemas para los nicolaítas, aunado a los litigios

5
CARRASCO, Pedro y MONJARÁS-RUIZ, José, Colección de documentos sobre Coyoacán, México, INAH,
1976, vol. 2, p. 34.
6
CARRASCO, Pedro y MONJARÁS-RUIZ, José, Colección de documentos sobre Coyoacán, México, INAH,
1976, vol. 1 y Vol. 2.

7
territoriales y naturales, que tuvieron durante el siglo XIX con las haciendas circunvecinas y
los pueblos próximos. 7 Es durante este periodo que los Títulos Primordiales de San Nicolás
Totolapan son presentados en juzgados para legitimar sus tierras y defender sus recursos
naturales.
A inicios del siglo XX se presentan continuas luchas dentro del contexto de la
Revolución Mexicana, donde esta población fue víctima de los continuos abusos de los
hacendados y de las tropas federales, razón por la cual San Nicolás Totolapan se declara
zapatista. Durante la revolución San Nicolás defendió sus intereses territoriales, viéndose
reflejados en primera instancia en 1924 con la primera dotación de tierras que se otorgan bajo
el mandato del presidente Álvaro Obregón y posteriormente con la reforma del presidente
Lázaro Cárdenas en 1939.
Lo anterior nos demuestra las diversas coyunturas que dieron forma a San Nicolás
Totolapan como pueblo en la modernidad presente, de igual manera se explica cómo crearon
su conciencia histórica y dieron forma a su identidad.

***

A lo largo del tiempo diversos especialistas han estudiado los Títulos Primordiales de San
Nicolás Totolapan, para abordar la cuestión agraria, aunque principalmente, han sido
peritajes filológicos y de autenticidad, para saber si no es apócrifo el documento. De ahí
entonces, lo que a mí me interesa plasmar en esta investigación es cómo se da el proceso de
legitimización del documento y como se va formando una conciencia histórica alrededor de
él. El señor José Ruiz es el Comisario de Bienes Comunales del pueblo de San Nicolás
Totolapan, quien tiene en su posesión a los títulos primordiales, me facilitó solamente los
facsímiles. A pesar de que soy originario del pueblo y mi familia es nativa de la comunidad,
no me mostró el original del documento, que guarda celosamente, en su casa.
El señor José Ruiz en sus pláticas siempre se refiere al carácter mítico de este documento
y lo sigue utilizando, en pleno siglo XXI, en juzgados para reclamar territorio del pueblo,

7
Para abundar más en el proceso de integración de los “indios” a la nación mexicana ya como “ciudadanos” y
las distintas confusiones que trajo para los pueblos de indios, es importante consultar a RUIZ MEDRANO,
Ethelia, BARRERA GUTIÉRREZ, Claudio y BARRERA GUTIÉRREZ, Florencio, La lucha por la tierra. Los
títulos primordiales y los pueblos indios en México, siglos XIX y XX. México, Fondo de Cultura Económica,
2012.

8
aunque sin éxito. Estos Títulos constan de 19 fojas divididos en cuatro documentos: Códice
de San Nicolás Totolapan, Cédula real, Titulo-mapa y una paleografía de 1866.
El objetivo de este proyecto de investigación es realizar una microhistoria del pueblo de
San Nicolás Totolapan, que muestre la transformación social y geográfica de la localidad.
Otro objetivo es hacer un análisis histórico y paleográfico de los Títulos Primordiales de San
Nicolás Totolapan. Con lo anterior, los objetivos particulares son los siguientes:
1. Conocer el contexto histórico y cultural del pueblo de San Nicolás Totolapan y la función
que adquirió como región estratégica durante distintas etapas coyunturales.
2. Analizar los Títulos primordiales de San Nicolás de acuerdo a su elaboración y su
discurso, así como estudiar su relación con la geografía y la organización política y social
de la población.
3. Realizar una traducción y transcripción objetiva y clara de los Títulos Primordiales de
San Nicolás Totolapan.
4. Determinar la fecha en la cual se elaboraron los Títulos Primordiales de San Nicolás
Totolapan en su conjunto.

Esta investigación es de suma importancia ya que solo existen tres estudios sobre la
historia de San Nicolás Totolapan de temas diversos: una investigación trata del zapatismo y
la Revolución Mexicana dentro de la localidad,8 y las otras dos tratan de los Títulos
Primordiales, una de 1964,9 que es una publicación fotográfica, y la otra es un peritaje
paleográfico realizado en 1996 por Alfredo Ramírez Celestino (1955-2016) del Instituto
Nacional de Antropología e Historia.

***
Para complementar, como bien lo marca la investigación histórica, es necesario establecer
ciertos parámetros conceptuales, que son necesarios para el oficio de historiar. Aunque más
adelante abundaré sobre el tema, es necesario definir cuál es el significado de los Títulos
Primordiales, ya que son un conjunto de documentos, que al igual que cedulas reales, mapas,

8
CAMACHO DE LA ROSA, Gerardo, Raíz y razón de Totolapan. El drama de la guerra zapatista, México,
CEACATL/GDF, 2007.
9
MONROY SEVILLA, Salvador, Códice de San Nicolás Totolapan, México, Departamento de Asuntos
Agrarios y Colonización, Museo Agrario, 1964.

9
lienzos, y anales, forman parte de los procesos jurídicos y de la vida cotidiana de España y
sus colonias de ultramar. Jugaron un papel importante dentro del ordenamiento indiano,
además de ser instrumentos legales.
En los Títulos Primordiales se plasmaba la fundación y la cantidad de territorio de los
pueblos de indios, y esto servía como fundo legal para resistir cualquier apropiación foránea.
Estos títulos, prevén de información importante, ya que en base a ellos podemos verificar
múltiples características, demográficas, históricas y geográficas de distintas comunidades.
Principalmente hablan de una segunda fundación que se encuentra descrita y estrechamente
ligada con la llegada de la religión católica al pueblo.10
Una de las corrientes historiográficas en las cuáles se coloca el presente proyecto
sobre el pueblo de San Nicolás Totolapan y el contexto de los Títulos Primordiales es la
microhistoria, pues se basa en esencia en la reducción de la escala de observación, en un
análisis microscópico y en un estudio intensivo del material documental. La escala, como
objeto de análisis, sirve para medir los distintos aspectos en el campo de las relaciones
humanas.11 Además de lo microscópico y la particularidad, que puede ser la percepción
genérica que podemos tener sobre la microhistoria, está la manera en la que da respuesta a
las limitaciones metodológicas y las continuas interrelaciones cambiantes.
Para el estudio de fuentes nos basaremos en esta emergente corriente de investigación
histórica, para afinar diversos análisis a la documentación colonial y también en la más
moderna. Estos testimonios en lenguas mesoamericanas rompen con el paradigma de la
historia oficial, que dejaba fuera el testimonio indígena y su interpretación de la realidad.
La nueva filología12 es un concepto acuñado por el historiador anglosajón Matthew
Restall, quien nos dice que:

10
INOUE OKUBO, Yukitaka, “Fundación de pueblos indígenas novohispanos según algunos Títulos
Primordiales del Valle de México”, Ritsumeikan International Affairs, 2007, vol. 5, p. 115.
11
LEVI, Giovanni, “Sobre microhistoria” En BURKE, Peter (edit.), Formas de hacer la historia, Alianza
Universidad, España, 1993, p. 122.
12
Mattew Restall explica de manera somera, como los investigadores estadounidenses impulsados por James
Lockhart, profesor e investigador en la UCLA. Escriben la historia de los pueblos originarios del centro de
México, impulsados por los “documentos mundanos”, término que acuñó Lockhart, para nombrar al conjunto
de documentos notariales, jurídicos, eclesiásticos, etc. Que son fuentes de información para estudiar a diversos
pueblos o personas, principalmente en el idioma nativo. Analizándolo con diversas técnicas y métodos,
paleográficos, estratigráficos y filológicos. Para ahondar más en esta cuestión es recomendable leer el artículo:
RESTALL, Matthew, Filología y etnohistoria. Una breve historia de la “nueva filología” en Norteamérica.
Desacatos, número 7, México, 2001. pp. 81–102.

10
Las dos principales contribuciones […] de la historia colonial de América Latina, han sido
el acercamiento a las fuentes primarias indígenas con el centro fundamental de la
investigación etnohistórica, y la reorientación de la historia colonial, combatiendo de esta
manera la marginalización de la historia de los pueblos nativos. […] La nueva filología es
deductivista más bien que inductivista, y es cautelosa y sensitiva en su acercamiento a las
fuentes, mas no sumamente crítica de las mismas. 13
Esta aproximación a las fuentes en lenguas indígenas, impulsada a partir de 1976 por
James Lockhart,14 es un parteaguas en el devenir historiográfico que, aunque ya se ha venido
practicando por muchos historiadores mexicanos, aún es terreno fértil para futuras
investigaciones. Es importante complementar que esta “nueva filología” bien se aplica a
documentos, pinturas, fotografías y cualquier otro tipo de producto material humano.
Dentro de esta propuesta de investigación se incorpora una metodología
interdisciplinaria. Me he apoyado de otras ciencias auxiliares, entre las que destacan la
diplomática, la paleografía, la antropología, la estratigrafía, y la arqueología. Es interesante
señalar que fue un proceso con demasiadas exigencias. Al pretender transcribir un
documento, sin tener acceso a él, de esta manera, la metodología heurística jugó un papel
trascendente, para analizar de manera completa el conjunto de documentos útiles en este
trabajo.
Partimos de las siguientes hipótesis:
• Los topónimos de parajes y barrios del pueblo de San Nicolás Totolapan, y el ambiente
ecológico, siguen siendo el mismo de acuerdo a los Títulos Primordiales y la
documentación colonial.
• El pueblo de San Nicolás Totolapan fue crucial en el desarrollo de los pueblos y haciendas
circundantes, a causa de su posición geográfica y su condición ecológica, al tener acceso
al agua, pastos y montes.
• El Códice de San Nicolás Totolapan que está dentro del corpus documental de los Títulos
Primordiales, pertenece a los demás del grupo Techialoyan, relacionados con el taller de

13
RESTALL, Matthew, Filología y etnohistoria. Una breve historia de la “nueva filología” en Norteamérica.
Desacatos, número 7, México, 2001. pp. 81–102. p. 87.
14
ANDERSON, Arthur J.O., BERDAN, Frances y LOCKHART, James, trad. y ed., Beyond the codices. The
Nahua view of colonial Mexico, Berkeley, Los Ángeles, Londres, University of California Press, 1976. Y
KARTTUNEN, Frances, y LOCKHART, James, Nahuatl in the Middle Years, Berkeley y Los Angeles,
University of California Press, 1976.

11
Don Diego García de Mendoza Moctezuma un arriero, además de elaborador y
distribuidor de títulos y códices, que vivió a mediados del siglo XVII e inicios del XVIII.

• La Cédula real y el título-mapa fueron elaborados dentro del taller de Pedro Villafranca
alrededor del siglo XVIII, ya que comparte similitudes físicas y de contenido con
documentos de zonas aledañas.

Las dos últimas hipótesis parten como sugerencia de la Dra. Stephanie Wood, al analizar
los documentos de San Nicolás Totolapan, con otros con características similares de
zonas aledañas a la población. En un principio se pensaba que en su totalidad todo el
corpus documental era de un solo taller, pero observando meticulosamente, se postuló
como premisa que fue encuadernado en el s. XIX, pero cada una de sus partes de diferente
origen o taller.

Estos temas serán trabajados a lo largo de mi investigación. En el primer capítulo,


“San Nicolás Totolapan”, hablaré sobre la situación geográfica del pueblo de San Nicolás
Totolapan, sus recursos naturales, su localización geográfica, y también sobre la estructura
arquitectónica de su iglesia y la hagiografía de su santo patrono San Nicolás de Tolentino.
En el segundo capítulo, “Microhistoria de San Nicolás Totolapan”, se analizará de manera
completa la historia desde los primeros pobladores, pasando por el periodo colonial y el
México Independiente, hasta llegar al presente. El tercer capítulo, “Títulos Primordiales”
aborda un interesante análisis historiográfico sobre los diversos investigadores que han
estudiado diversos Títulos Primordiales principalmente en el centro de México, que han sido
los precursores en abordar este tipo de manuscritos. En el cuarto capítulo, “Los Títulos
Primordiales de San Nicolás Totolapan”, se realiza un estudio de los Títulos del pueblo de
San Nicolás y en el quinto se presenta la paleografía, transcripción y traducción del
documento.

12
1. San Nicolás Totolapan

1.1. Entorno geográfico


El pueblo de San Nicolás Totolapan, se encuentra en la parte sur-poniente de la actual Ciudad
de México, en la delegación La Magdalena Contreras. Se encuentra en las coordenadas
geográficas: latitud norte 19° 18´ y latitud oeste 99° 14´, a una altitud de 2550 metros sobre
el nivel del mar.15 Colinda con los pueblos de la Magdalena Atlític, San Bernabé Ocotepec,
San Miguel Ajusco y el poblado de Xalatlaco en el Estado de México.
Gran parte del entorno orográfico del pueblo de San Nicolás Totolapan comprende el
margen inferior de la Sierra de las Cruces, y entre las elevaciones más importantes
encontramos: Cerros de Cehuiloya con 3760 metros, Piedras Encimadas 3200 metros, El
Aguajito 2350 metros, Tarumba 3470 metros, y Cerro Sasacapa 3250 metros.16
Los ríos y manantiales de San Nicolás Totolapan han sido objeto de numerosos
litigios con otros pueblos y haciendas, a causa de su enorme abundancia, que ha ido
decayendo en la actualidad. El río Magdalena, a pesar de que no corre dentro de sus linderos,
es parte de su propiedad, y el pueblo a lo largo de su historia lo ha aprovechado. Otro río
importante es el Río Eslava. Los manantiales que se alojan a lo largo del territorio son:
Pericos, Mal Paso, Apapaxta (o Apapaxtlan, originalmente), Las Ventanas, Cieneguillas, Los
Cuervos y San Miguel. 17
El terreno montañoso hace que sea un lugar abundante en recursos acuíferos, esto
hace que haya una diversidad en la flora y la fauna. Entre los animales que podemos encontrar
están las ardillas, venados, conejos teporingos (o zacatuche, de zacatl, hierbas, y tochtli,
conejo), cacomixtles (originalmente, cacomixtli), gavilanes, aguilillas, coyotes, ratones de
campo, serpientes de cascabel, mazacuatas (de mazatl, venado, y coatl, serpiente, para hablar
de una serpiente muy grande), tlacuaches (originalmente, tlacuachin), comadrejas, zorros,
armadillos, tuzas (del náhuatl tuzan o tozan), y una gran variedad de insectos. Alguna vez
quizás hubo jabalíes, y probablemente osos y pumas.
En lo referente a la flora, hallamos grandes árboles como el capulín, ocote (ocotl),
pirul, fresno, el sauce, ahuehuete (ahuehuetl), pino, cedro y encino. Además de muchas

15
Cuaderno estadístico delegacional. s/a, La Magdalena Contreras, México, 1997, p. 4.
16
Cuaderno estadístico delegacional. … p. 10.
17
Cuaderno estadístico delegacional…, p. 13.

13
plantas comestibles como epazote (epazotl), el romero, el quelite (quelitl), y la manzanilla,
entre otras.

1.2. Toponimia y glifo


En el Códice de San Nicolás Totolapan se hace referencia a la fundación de cuatro pueblos:
Aculco, Atlític, Ocotepec y Totolapan. A este último, algunos han puesto, “lugar de las
gallinas”. Sin embargo, sugiero tener en cuenta los aspectos geográficos y naturales ya que
en la región se observa una gran variedad de aves y corrientes de agua. Además, la parte final
del topónimo, “apan”, refiere a un lugar con agua. De esta manera la interpretación de
TOTOLAPAN sería mejor como el “lugar del río de las aves”. No necesariamente se trata de
aves como el guajolote (huexolotl); implica toda clase y género de aves. De interpretarse
como “río de los guajolotes” el vocablo náhuatl correspondería a Huexoloapan.18
La etnohistoriadora Mariana Jiménez sugiere que la etimología de Totolapan es “lugar
de pájaros o aves sobre el agua”. El glifo usualmente es representado con un ave (guajolote)
arriba del agua, tal y como lo describe el topónimo.

1.3. Santo patrono y parroquia


1.3.1. El santo patrono. San Nicolás de Tolentino.
La elección del santo deriva de una iniciativa que emana de los indígenas. Mejor dicho, fue
un deseo de los “padres”, de los “fundadores”, a decir verdad, de los notables antepasados,
los cuales escogieron el santo. El episodio reviste de tanta importancia que alimenta un relato
prodigioso inspirado libremente en la hagiografía cristiana.19
El santo patrono es San Nicolás de Tolentino, Nicolás de Gurutti nació en 1245 en
Sant Ángelo, Pontano, Macerata, Italia. Se incorporó a la Orden de los Agustinos cuando era
joven. Se cuenta que un día, después de haber ayunado durante mucho tiempo, Nicholas
estaba físicamente débil. Mientras oraba, Jesús le dijo que comiera un pan marcado con una
cruz y empapado en agua para recuperar toda su fuerza. Así surgió la costumbre agustiniana

18
JIMENEZ MUCIÑO, Mariana, Simbolismo y culto religioso. Una interpretación sociocultural del ciclo
agrícola y festivo en San Nicolás Totolapan Distrito Federal, Tesis para optar por el título de Licenciada en
Etnohistoria, ENAH, México D.F, 2011.
19
GRUZINSKI, Serge, La colonización de lo imaginario. Sociedades indígenas y occidentalización en el
México español, Siglos XVI-XVII, Traducción de Jorge Ferreiro Santana, FCE, 2013, p. 122.

14
de bendecir y distribuir el pan de San Nicolás en su memoria. Durante la mayor parte de su
vida adulta, San Nicolás vivió en Tolentino, Italia, donde murió el 10 de septiembre de 1305.
Fue canonizado en 1446 por el papa Eugenio IV.20
En San Nicolás Totolapan, se le venera y se realiza su fiesta el día 10 de septiembre,
cuando se realizan primeras comuniones, bodas, comidas, bailes, ferias y jaripeos en su
honor. Participan los barrios aledaños: Chisto, Ex-hacienda de Eslava, Cazulco, Las Huertas,
La Vía, Surco de Encino, La Vía Chiquita, Subestación, Tlacochcalco, y más. Vecinos de
estos barrios aportan la comida, bebidas (como el pulque, entre otras), cohetes, bandas de
viento, mariachis o espectáculos para el santo patrono También vienen en correspondencia
otros pueblos aledaños, entre los que destacan; San Miguel Almaya, San Miguel Ajusco,
Santa Magdalena Atlític, San Bernabé Ocotepec, San Jerónimo Aculco-Lídice, Guadalupe
Yancuictlalpan y otras ermitas o capillas de la localidad.

1.3.2. Parroquia de San Nicolás Totolapan.


El templo de San Nicolás Totolapan se localiza en la calle actual de Benito Juárez, entre las
de General Vértiz y Soledad. Se trata de un templo sencillo que en su origen era de una sola
nave, pero ahora se le han hecho capillas laterales para formar una especie de crucero y
transeptos. Tiene una alineación noroeste-suroeste, con la fachada al noroeste. Se cubre con
tres tramos de bóvedas con lunetos, separados por lastras adosadas a los muros. Un coro alto
moderno se halla sobre el acceso. El presbiterio es más estrecho que la nave y también lleva
bóveda de lunetos; lleva un altar neoclásico con imagen de San Nicolás de Tolentino en el
centro, identificado por llevar un crucifijo florecido de lirios en la mano derecha, un plato
con una perdiz y panes en la izquierda y el hábito negro agustino lleno de estrellas ceñido
por cinturón de cuero.21 La portada resaltada es de lo más simple: vano con arco de medio
punto, al lado izquierdo y adelantada respecto a su fachada, se levanta la base de la torre
exenta con un cuerpo y cupulín.

20
“San Nicolás de Tolentino”, https://www.aciprensa.com/recursos/san-nicolas-de-tolentino-3296. Consultado
el 8 de julio de 2017.
21
Señala Jaime Abundis Canales que le resulta un tanto extraño, encontrar en una zona de evangelización
dominica a un santo agustino. En ABUNDIS CANALES, Jaime Antonio, La huella carmelita en San Ángel.
México, INAH, 2007, p. 679.

15
En la nave principal, justamente en la fachada hay una placa que señala que el templo
fue construido en 1535, lo cual es muy incierto, ya que no hay fuentes que lo corroboren.
Hubo una renovación en 1981. Hasta no hace más de diez años su cabecera eclesiástica era
la Magdalena Atlític, y misioneros josefinos atendían el culto.22 Fue hasta que paso de templo
a parroquia, donde se iniciaron grandes transformaciones y cambios estéticos.
Sobre el origen de la construcción de la iglesia hay diversas hipótesis. Por ejemplo,
varias personas señalan que un primer templo se construyó en un paraje llamado Totolapan,23
que no es el lugar donde se encuentra la iglesia en la actualidad. No hay vestigios sobre la
construcción de dicho templo, ya que puede haberse compuesto de materiales perecederos,
propios del entorno natural. La creencia común es que San Nicolás se aparecía en el lugar
actual de la parroquia,24 y como consideración se construyó el templo en ese lugar.

22
ABUNDIS CANALES, Jaime Antonio, La huella carmelita en San Ángel. México, INAH, 2007, pp. 679–
680.
23
Se encuentra en la actual colonia llamada Chichicaspa, que también fue un asentamiento prehispánico.
24
Estas creencias son muy comunes en muchos pueblos, el más significativo es el mito de la Virgen de
Guadalupe y su aparición en el cerro del Tepeyac.

16
2. Microhistoria de San Nicolás Totolapan

2.1. Época prehispánica


2.1.1. Vestigios y primeros asentamientos en Totolapan.
Cerca del actual territorio de San Nicolás Totolapan, en Copilco, se hallaron asentamientos
del periodo Preclásico Superior (400 a.C. –250 d.C.) antes de la erupción del Xitle, y de la
segunda ocupación después de ésta. En una cavidad de San Ángel se extrajo cerámica
correspondiente a dos periodos, uno relacionado con las postrimerías de la hegemonía
teotihuacana y otro derivado de ésta, en el cual se halló un “complejo Coyotlatelco”.25
La destrucción de Cuicuilco implicó una gran migración de pobladores hacia distintos
puntos de la cuenca, algunos de ellos decidieron quedarse en el actual San Nicolás Totolapan.
Así, de esta manera la población creció y el pueblo comenzó a cultivar principalmente maíz,
tomate (xitomatl), chile (chilli), epazote (epazotl), chía (chian), amaranto y calabaza. Su dieta
también se complementaba con algunos productos de caza y pesca.
En 2013 se encontró un entierro de una mujer, con diferentes vasijas de barro, un
metate en su mano, un comal (comalli) y un malacate (de malacatl, en náhuatl, usado para
enrollar fibras de maguey o de algodón, que sirve para realizar prendas textiles).
Posiblemente corresponda al periodo Posclásico Tardío (1350–1520).26 Fue un hallazgo de
suma importancia, ya que se encontró en el paraje Totolapan, donde se cree que fue la primera
fundación del pueblo de San Nicolás. Posteriormente, con la colonización española, hubo
una congregación a mediados del siglo XVI, que hizo que se fundara de nuevo en otro sitio.
Habitaban en casas construidas con troncos, muros de lodo y piedra, además de otros
materiales perecederos. Su industria incluía la lítica (elementos hechos de piedra), la
cerámica, la cestería y la plumaria.27
Es muy común que, hasta la fecha, agricultores encuentren piezas arqueológicas u
óseas al momento de rascar o meter el azadón en la tierra, sobre todo en las faldas del pueblo.

25
MORENO CABRERA, María de la Luz y VILLANUEVA VILLALPANDO, Jorge, “Hallazgos
arqueológicos en el pueblo de la Candelaria, Coyoacán”, en Presencias y encuentros. Investigaciones
arqueológicas de salvamento, 1995, En PÉREZ ROCHA, Emma. El tributo colonial en Coyoacán en el siglo
XVI, INAH, México, Conaculta, 2008, p. 17.
26
VÉRTÍZ DE LA FUENTE, Columba. La mujer del maíz de Totolapan.
http://www.proceso.com.mx/348589/la-mujer-del-maiz-de-totolapan. Consultado el 18 de julio de 2017.
27
ABUNDIS CANALES, Jaime Antonio, La huella carmelita en San Ángel. México, INAH, 2007, p. 271.

17
2.1.2. Los imperios tepaneca y mexica
Es preciso abordar la historia de los tepanecas (su origen, desarrollo y su derrota a manos de
los mexicas) para comprender la forma en la cual se origina San Nicolás Totolapan como un
pueblo establecido. Es de suma importancia el papel del establecimiento de la cultura
tepaneca y posteriormente mexica, dentro de la Cuenca de México.
Es significativo puntualizar, que Totolapan y sus pobladores, siempre fueron
tributarios, en primera instancia del señorío de Coyoacán, bajo el imperio tepaneca, después
mexica y finalmente bajo la Corona española.
A finales del siglo XII, el imperio tolteca se desintegró, sin duda buena parte de los
grupos que estaban integrados en la unidad política tolteca permanecieron en la cuenca
central, ya fuera dispersándose y siendo acogidos en otras poblaciones, o bien después de un
más o menos largo periplo migratorio que les haría finalmente retornar. Seguramente el
componente civilizatorio de estos restos toltecas sería bien recibido en grupos menos
desarrollados que se enfrentaban a la necesidad de establecerse en el área lacustre y recrear
la alta cultura agrícola perdida o disminuida. En cuanto a los chichimecas, se trata en
principio de pueblos migratorios que vienen del norte. Sin embargo, se hacen necesarias
ciertas precisiones.28
En términos generales y de acuerdo a varias fuentes, los tepanecas fueron un grupo
indígena, que migró hacía la Cuenca de México aproximadamente en el siglo XIII. Este grupo
al momento de establecerse, mantenía rasgos culturales y costumbres toltecas, chichimecas
u otomíes. Carrasco29 cifra en el ciclo 1324–1375 el comienzo de la hegemonía tepaneca en
el área central mesoamericana, que traerá de nuevo la tendencia a la centralización política
perdida desde el declive tolteca, con la extensión de la alta cultura azteca a las poblaciones
advenedizas. Durante el reinado de Tezozómoc en Azcapotzalco como huey tlatoani
tepaneca, en los tres últimos decenios del siglo XIV y primeros años del XV, dicha nación
irá imponiendo su hegemonía a los demás pueblos del área, hasta unificar el Altiplano Central

28
SANTAMARIA NOVILLO, Carlos, El Sistema de dominación azteca: El imperio tepaneca. Memoria para
optar al grado de Doctor, Facultad de Geografía e Historia, Departamento e Historia de América II
(Antropología de América), Universidad Complutense de Madrid, Madrid, 2005, p. 298.
29
CARRASCO, Pedro, Los otomíes. Historia y cultura prehispánica de los pueblos mesoamericanos de habla
otomiana. UNAM, México, 1950, p. 263. En SANTAMARIA NOVILLO, Carlos, El Sistema de dominación
azteca: El imperio tepaneca. Memoria para optar al grado de Doctor, Facultad de Geografía e Historia,
Departamento e Historia de América II (Antropología de América), Universidad Complutense de Madrid,
Madrid, 2005.

18
y otras áreas bajo su dominio. A su muerte se abrirá la crisis interna del Imperio Tepaneca
que desembocará en el conflicto de 1428 y la refundación de un nuevo imperio, esta vez con
el centro en Tenochtitlan.30 Los tepanecas ocuparon la zona de Azcapotzalco, Tacuba y
Coyoacán. En Azcapotzalco habitó la corte y era donde se dirigían los productos derivados
de la tributación.
Es difícil determinar el grado de dependencia política existente entre Coyoacán y
Azcapotzalco debido a la poca información con que se cuenta. Por lo que respecta a los
mexicas, el grupo que migró a la Cuenca de México, se había ido consolidando a la sombra
de los tepanecas. Al paso del tiempo los mexicas conscientes de su avance, consideraron que
había llegado el momento de liberarse de los tepanecas. Entonces, y a manera de provocación,
les pidieron los mexicas a los tepanecas no sólo agua de Chapultepec, sino también materiales
de construcción y que aportaran mano de obra para construir el acueducto que transportaría
el agua.31
Esto y el asesinato del hijo de Tezozómoc, Chimalpopoca, desencadenó la llamada
Guerra Tepaneca desatada en 1428. Puede ser visto como una crisis de crecimiento tras la
cual, y con el correspondiente reacomodo de poder que significa la fundación de la Triple
Alianza, las estructuras políticas de dominación serían más estables y efectivas, y estarían
prestas para la expansión. Desde aproximadamente 1370, Azcapotzalco fue imponiendo su
dominio sobre los pueblos y territorios adyacentes. Fue sólo tras la citada Guerra Tepaneca
que varios de los pueblos hasta entonces sometidos a los de Azcapotzalco, liderados por los
mexica-tenochcas, tomaron el poder y fundamentaron el nuevo imperio sobre las estructuras
del derrotado estado tepaneca o tepanecayotl.32
Cabe destacar que los señoríos tepanecas de Coyoacán y de Tacuba no participaron
en dicha guerra contra los mexicas. El tlatoani Maxtla rechazó cualquier tipo de intervención
militar a favor de Azcapotzalco. Una vez terminada la guerra con los de Azcapotzalco, los
de Coyoacán, temiendo que les aconteciera lo mismo, decidieron ponerse a la defensiva y

30
SANTAMARIA NOVILLO, Carlos, El Sistema de dominación azteca: El imperio tepaneca. Memoria para
optar al grado de Doctor, Facultad de Geografía e Historia, Departamento e Historia de América II
(Antropología de América), Universidad Complutense de Madrid, Madrid, 2005, p. 360.
31
PÉREZ ROCHA, Emma. El tributo colonial en Coyoacán en el siglo XVI, INAH, México, Conaculta, 2008,
p. 19.
32
PÉREZ ROCHA, Emma. El tributo colonial en Coyoacán en el siglo XVI, INAH, México, Conaculta, 2008, p.
281.

19
luchar contra los mexicas, con lo que se inició la segunda etapa de la guerra contra los
tepanecas. El gobernante Maxtla pidió ayuda a los señoríos vecinos, sin éxito. De este modo
se inició una cruenta lucha, de la que salieron victoriosos los mexicas, quienes obligaron a
los coyoacanenses a retraerse primero a Axochxo (Ajusco), para refugiarse finalmente en
Ocuila, Xalatlauhco y Atlapulco, pueblos con los que debieron de haber tenido nexos.33
Con la derrota de Coyoacán termino el ciclo correspondiente a la hegemonía tepaneca
y se inició la expansión mexica; no obstante, no se dio el aniquilamiento de los tepanecas
quienes continuaron señoreando en Tacuba en la Triple Alianza.34 A pesar de esto, Coyoacán
continuó siendo la cabecera de los distintos barrios circundantes, que eran de su propiedad
bajo el dominio tepaneca. La mayor parte de los pueblos y barrios circunvecinos a Totolapan
entregaban tributo en especie o en trabajo al altépetl de Coyoacán y éste a la vez, lo
administraba para dar tributo a México-Tenochtitlan. En el Códice Mendocino, se puede
apreciar lo que tributaba Coyohuacan (Coyoacán), entre lo que destacan madera, plumas,
piedras preciosas, maíz y servicios personales.

2.2. Conquista y fundación de San Nicolás Totolapan


No lejos del Ajusco y del Xitle se encuentra Totolapan, pueblo que tomó su nombre del río
homónimo, que luego se llamó Eslava. Se cree que el glifo del pueblo aparece en el Códice
Mendoza como una cabeza de guajolote o pavo, pero en realidad pertenece al de Totolapan
(actual estado de Morelos). No obstante, el glifo nos puede dar la idea de cómo representar
el de San Nicolás Totolapan. El pueblo de San Nicolás Totolapan aparece ocasionalmente
designado como San Nicolás Mipulco, que se debería de interpretar como “lugar de las
cementeras grandes”. Sobre las faldas de los cerros vecinos a Totolapan se encuentra el sitio
llamado Chichicaspa; esta voz es una deformación de Tzitzicaspan, “río de chichicaste”, de
tzitzicastli, especie de ortiga con usos medicinales y apan de “río”.35
En las proximidades de este paraje llamado Chichicaspa, se han encontrado restos
óseos y en ocasiones pedazos de flechas y obsidianas (esto según algunos campesinos), en la

33
PÉREZ ROCHA, Emma. El tributo colonial en Coyoacán en el siglo XVI, INAH, México, Conaculta, 2008,
p. 20.
34
PÉREZ ROCHA, Emma. El tributo colonial en Coyoacán en el siglo XVI, INAH, México, Conaculta, 2008,
p. 20.
35
ABUNDIS CANALES, Jaime Antonio, La huella carmelita en San Ángel. México, INAH, 2007, p. 282.

20
actualidad a pesar de ocupar parte de terreno de conservación y de cultivo, ha sido invadido
por colonos y no conserva casi ningún rasgo natural pasado. A partir de 1530, ante el
decrecimiento demográfico del grupo indígena, el gobierno español trató de concentrar a los
indios (que de acuerdo con los patrones de asentamientos prehispánicos vivían dispersos), en
pueblos. Esta medida tenía la finalidad de ejercer un mayor control sobre ellos, para facilitar
su explotación (tributo y fuerza de trabajo) y su evangelización. Las congregaciones se
llevaron a cabo con mayor intensidad entre los años 1550–1564 y entre 1595–1605, cuando
murieron miles de indios a causa de las grandes epidemias.36 Cuando los pueblos se negaban
al traslado, sus tierras, casas y hasta la iglesia eran arrasadas por el fuego. Con ello las
autoridades pretendían garantizar que los indios no regresarían a sus antiguos
asentamientos.37
Es probable que, al momento de la formación de la colonia de la Nueva España, los
poblados de Totolapan y de Atlític sufrieran una reorganización territorial y poblacional,
también llamada congregación. Con lo cual diera el origen a la nueva fundación de los dos
pueblos. En términos generales, es factible que la fundación de San Nicolás Totolapan fuera
producto de una reducción. No podemos comprender el origen de San Nicolás Totolapan
dejando de lado a Santa María Magdalena Atlític.

2.2.1. La hacienda de labor de San Nicolás Mipulco


El desarrollo de la hacienda a partir de las labores y estancias de ganado y su posterior
consolidación sólo fue posible gracias a la expansión territorial. La expansión, que inició
desde la segunda mitad del siglo XVI, se acentuó notablemente durante los siglos XVII,
XVIII y XIX, que correspondieron al periodo del auge de la hacienda.38 Durante el periodo
colonial, la tierra circundante al pueblo de San Nicolás Totolapan, era (sigue siendo) muy
rica en recursos naturales, y por eso siempre ha sido codiciada por diversas haciendas,

36
FLORESCANO, Enrique, Haciendas, latifundios y plantaciones en América Latina, México, Siglo XXI
Editores, 1975. En VON WOBESER, La formación de la hacienda en la época. El uso de la tierra y el agua,
2da. Edición, México, UNAM-IIH, 1989. p. 6.
37
RUIZ MEDRANO, Ethelia, “El universo y nosotros. Ejemplos de símbolos de poder entre los pueblos indios”
pp. 443–474, En OLIVIER, Guilhem, coord., Símbolos de Poder en Mesoamérica, México, IIH-IIA (UNAM),
2008. p. 448.
38
FLORESCANO, Enrique, Haciendas, latifundios y plantaciones en América Latina, México, Siglo XXI
Editores, 1975. VON WOBESER, Gisela, La formación de la hacienda en la época. El uso de la tierra y el
agua, 2da. Edición, México, UNAM-IIH, 1989, p. 96.

21
ranchos o pueblos. No podemos entender la historia de Totolapan si no conocemos las
diversas luchas y disputas de territorio que se dieron con las diversas corporaciones.
El pueblo de San Nicolás Totolapan, no solo colindaban sus límites con la hacienda
San Nicolás Mipulco, sino que compartió querellas y recursos con otras, como la Hacienda
de la Cañada que igual limitaba con el pueblo vecino de Santa María Magdalena Atíltic.
Hubo conflictos, además, con el convento de los Carmelitas de San Ángel, que ejercía como
una especia de hacienda-empresa, y tenía sus conflictos con otros pueblos y haciendas.
La hacienda de labor y astillero de San Nicolás Mipulco o de Eslava, está próxima al
pueblo de San Nicolás Totolapan, de donde tomo su principal apelativo. El virrey Luis de
Velasco senior mercedó las tierras del cerro Quaitlaca, de la Cañada Honda (conocida como
Arriaga), de una segunda cañada junto a los cerros de Larga Alatzalan, Zacatépetl y tierras
de San Jerónimo, el 8 de julio de 1563, con las que se formaron dos importantes haciendas:
la de San Nicolás Mipulco y la de la Cañada. 39
Gracias a las grandes dimensiones que tuvo esta hacienda, no se sabe a ciencia cierta
los límites de ésta. Esta propiedad fue conocida, a partir de 1643, cuando la compró Antonio
Rodríguez Eslava, por siete mil pesos, poniendo el nuevo nombre de San Nicolás Eslava a la
hacienda. Los terrenos que la conformaban fueron vendidos por un descendiente de Don Juan
de Guzmán Iztolinque, ya que sus terrenos formaban parte del cacicazgo de la nobleza
indígena de Iztolinque.40
Al adquirir San Nicolás Mipulco, hipoteco a una esclava china, a siete angoleses y su
botica localizada junto al convento de San Agustín (calle de Uruguay, actual Centro
Histórico), y al tomar posesión las autoridades advirtieron a los propietarios y a los vecinos
que se respetarán entre sí, y no obstaculizarán por ningún motivo “la servidumbre del
acueducto”. A pesar de esto, hubo numerosos conflictos entre los pueblos y haciendas
circundantes.41 La hacienda de San Nicolás Mipulco, fue pasando durante casi un siglo y
medio, por muchos propietarios, de los cuales, expandían o disminuían su extensión. Gracias

39
PERCHERON, Nicole, Los problemas agrarios del Ajusco: siete comunidades agrarias de la periferia de
México siglos XVI-XX. México, SEDEREC; CEMCA, 2008, 2da. ed., p. 89.
40
En la actualidad a un barrio de San Nicolás Totolapan se llama Ex-hacienda de Eslava, es probable que, en
las colindancias con dicho pueblo, estaba el casco de dicha hacienda. PERCHERON, Nicole, Los problemas
agrarios del Ajusco: siete comunidades agrarias de la periferia de México siglos XVI-XX. México, SEDEREC;
CEMCA, 2008, 2da. ed., p. 90.
41
REYNA, María del Carmen, Haciendas al sur de la Ciudad de México. México, INAH, DDF, 1997.

22
a la información documental que tenemos de esta hacienda, sabemos que ninguno de sus
propietarios anteriores tuvo tan mala relación y tantos pleitos judiciales con los pueblos y
corporaciones aledañas como el señor Manuel Esteban de Enderica.
Manuel Esteban de Enderica, era un español nacido en Logroño en 1739. En el año
1783 compró la hacienda de San Nicolás Mipulco y los ranchos circundantes a su alrededor,
que los anexo a ésta. Esteban era una persona culta y con ideas liberales, de acuerdo a su
contexto, en este caso el de la Ilustración, que enarbolaba conceptos, como igualdad,
fraternidad y demás nociones que no eran gracia de los religiosos. En ocasiones tuvo pleitos
verbales con vecinos, blasfemando y criticando el papel de la iglesia, éstos lo denunciaron a
la Santa Inquisición, el tribunal cateo su casa y encontró entre sus pertenecías libros en ese
momento restringidos por la iglesia.
Así como tuvo pleitos con el clero, también recibió múltiples denuncias de parte de
los pueblos circundantes a su hacienda. Sus ideas y acciones lo condujeron a caer en las
cárceles de la inquisición, la que lo condenó a diez años de destierro el 27 de junio de 1795.
Murió en 1802, después de padecer múltiples problemas de salud.42 A lo largo del tiempo
dicha hacienda tuvo múltiples propietarios, hasta los años setentas del siglo XX, cuando el
terreno se fraccionó y se incorporó al ejido de San Nicolás Totolapan. De esto ahondaremos
más adelante y en el apéndice, se complementa con una tabla donde temporalmente se
ordenan los distintos dueños que tuvo la hacienda.

2.3. San Nicolás Totolapan bajo el dominio español


2.3.1. Siglos XVI y XVII
A pesar de que no es muy claro en documentos y existe muy poca información sobre esto; es
muy probable que San Nicolás Totolapan, fuera una estancia de la Magdalena. Esto lo señalo,
porque en documentos muy tempranos a la colonia, en la visita del oidor Quesada43 en 1551,
sólo señala como barrio a Atlitique44 y en 1553 en la visita del oidor Gómez de Santillán,
aparece de igual manera “Sta. Ma. Madalena Atlitique”. En 1559, el cacique de Coyoacán,

42
Un estudio más detallado de la vida de Esteban de Enderica lo podemos encontrar en REYNA, María del
Carmen, Haciendas al sur de la Ciudad de México, México, INAH, DDF, 1997.
43
CARRASCO, Pedro y MONJARRAS-RUIZ, Jesús, Colección de documentos sobre Coyoacán, México,
INAH, 1976, vol. 1.
44
Hace referencia sólo al pueblo de la Magdalena Atlític, mas no a San Nicolás Totolapan.

23
Don Juan de Guzmán Iztolinque, hace un deslinde y toma de posesión de unas tierras situadas
en Totolapan, Tecocusco y Tlascuaque, en el barrio de la Magdalena y en Ocotepec en el
barrio de San Gerónimo:
E después de lo susodicho en treinta días del dicho mes de junio de mil quinientos e
cincuenta e nueve años, de pedimiento del dicho don Juan, el dicho señor juez fue a ver
otro pedazo de tierra que el dicho don Juan tenía en el barrio de la Madalena que se llama
Totolapa que es uno de los contenidos en la provicion real de Su Majestad y bi esto hallose
una loma la qual no se pudo medir por ser tierra muy agria y aspera y de muchas quebradas
en la qual dicha tierra se puso el primer mojon de tierra en una loma que corre del oriente
a el poniente y tienen por linderos tierras y montes del barrio de la Madalena y ansimismo
tiene por términos montes del tierra de Tzitzicazpa que es el dicho de don Juan y desde
allly tira por una lomilla y de allí vuelve a dar a dos casas de renteros del dicho don Juan
y quedan otras dos casas a la mano derecha junto a las otras que son del barrio de la
Madalena y desde allí vuelven los mojones y la tierra hacia el norte do se puso el segundo
mojon ensima de otra loma pasadas las casas asia el norte[…]45

Este documento, en el cual encontramos la primera mención de Totolapan, aunque no tenía


el estatus de barrio (tlaxillacalli en la perspectiva nahua)46, en su caso el pueblo vecino de
Santa María Magdalena Atlític, si aparece con ese estatus, es probable que no era considerada
como tlaxicalli a causa de su poca población y a la lejanía con la villa de Coyoacán, en ese
momento.
A los pobladores (macehuales) que impedían medir y partir sus tierras, se les
amenazaba con el destierro de la comunidad o en su defecto servir como esclavos en las
minas para la Corona española.47 Tradicionalmente se piensa que la fecha de la nueva

45
CARRASCO, Pedro y Jesús MONJARRAS-RUIZ, Colección de documentos sobre Coyoacán, México,
INAH, 1976, vol. 2, p.29.
46
Para abundar en la terminología náhuatl de tlaxilacalli, el equivalente a barrio y altépetl a cabecera, revisar:
LOCKHART, James, Los nahuas después de la Conquista. Historia social y cultural de los indios del México
central del siglo XVI al XVIII. México, Fondo de Cultura Económica, 1999.
47
CARRASCO, Pedro y Jesús MONJARRAS-RUIZ, Colección de documentos sobre Coyoacán, ..., p. 34.

24
fundación48 del pueblo es el 14 de julio de 1563, es la que se celebra en San Nicolás
Totolapan. Esto de acuerdo a la Cédula Real, emitida por el Virrey Luis de Velasco.49

Con el establecimiento del pueblo de San Nicolás Totolapan se diseñó un modelo


para la traza de las villas y los pueblos que tenía como centro una gran plaza con la iglesia
principal y los edificios administrativos, y a partir de dicho centro, en los alrededores se
establecieron las calles de manera cuadriculadas, al estilo europeo.

Para asegurar las posibilidades de subsistencia de las comunidades y para protegerlas


en contra de la expansión territorial de los agricultores y ganaderos, se les concedió en 1567,
el derecho legal sobre las tierras, aguas, montes y demás recursos naturales que estaban
incluidos en el área de 500 varas (1 vara = 0.836 m) a partir del centro del pueblo, hacia los
cuatro puntos cardinales.50

Originalmente, las medidas se empezaron desde las últimas casas, pero en 1695 se
modificó la ley otra vez, y esta vez a favor de las haciendas, anunciando que las medidas
tenían que empezar desde la iglesia. Muchos pueblos habían construido casas más lejos del
centro del pueblo, buscando que la base territorial fuese mucho más grande. Es una historia
interesante que muestra la audacia de los pueblos para defender sus tierras y las
negociaciones con la corona, aunque al final, las haciendas se expandieron en el siglo
XVIII.51

A causa de que la iglesia queda como centro fundamental del poblado y parte de ahí
para fragmentar cuadricularmente, las casas y los terrenos de los pobladores.

El cacique Don Juan de Guzmán Iztolinque, menciona a Totolapan en su testamento:

Yten declarava e declaro por sus bienes las tierras que llaman Totolapan que son y están
antes de llegar a el monte de la Madalena junto a la estancia de Feliciano de Bacones y
otras tierras en Ajosco que llaman Tescaltitlan frontero de San Miguel las quales unas y

48
Hay que aclarar que ya existía un asentamiento previo a la conquista, hablamos de una nueva fundación o
asentamiento colonial.
49
Títulos Primordiales de la Fundación del Pueblo de San Nicolás Totolapan.
50
VON WOBESER, Gisela, La formación de la hacienda en la época. El uso de la tierra y el agua, México,
UNAM, 1989. p. 16.
51
WOOD, Stephanie, Corporate Adjustments in Colonial Mexican Indian Towns: Toluca Region, 1550–1810,
Ph.D. UCLA; Latin American History, 1984, p. 156.

25
otras de suso referidas en esta claussula manda se vendan luego que Dios la lleve de esta
presente vida para ayuda a su enterramiento […].52

Este documento menciona a Totolapan como una parte de sus bienes de Don Juan de
Gúzman, es probable que a la muerte de este cacique la población que habitaba este paraje
haya sido reubicada y pasada a ser una reducción dependiente a la cabecera de Coyoacán.

En 1695 fueron otorgadas cuatro fuentes de agua de este mismo pueblo a la hacienda
de Borja, que estaba a una distancia considerable al nordeste del pueblo y que pertenecía a la
Compañía de Jesús. Los representantes del pueblo vecino de Atlapulco fueron convocados
para ser interrogados si no sufriría prejuicio alguno; y estos respondieron que no utilizaban
las aguas pretendidas. En efecto, los manantiales de Viborillas nadie los captaba y como se
infiltraban poco más abajo, al igual que los de la Cañada, Barranca Honda y Monte Alegre,
se perdían entre barrancas. A la postre los manantiales fueron concedidos a los padres jesuitas
para riego de trigo y maíz. En el mismo año, la Real Audiencia hizo repartos de las aguas del
rio Magdalena entre los pueblos de San Nicolás Totolapan y Tizapán y las propiedades de
Mipulco y del colegio de los carmelitas en San Ángel.53

Es bien sabido que había múltiples haciendas y ranchos que eran dueños de riachuelos
o atravesaba algún afluente acuífero, estos eran aprovechados por hacendados para explotar
y amenazar a los indios de diferentes pueblos circunvecinos, con el pretexto de no brindarles
agua para su consumo, para el ganado y el riego. Durante este periodo las luchas por el agua
y las tierras se desarrollaron plenamente en estos terrenos ricos en recursos naturales. En
ocasiones los indígenas saboteaban instalaciones de los hacendados y estos últimos
maltrataban y constreñían la economía de los pueblos. Más adelante se especificará sobre
problemáticas de este tipo en particular.

2.3.2. Siglos XVIII y XIX


La sustitución en la Corona de España, tras la Guerra de Sucesión de 1700 a 1714, de la
dinastía de los Austrias por los borbones, francesa e ilustrada, trajo un fenómeno intelectual

52
CARRASCO, Pedro y MONJARRAS-RUIZ, Jesús, Colección de documentos sobre Coyoacán, México,
INAH, 1976, vol.2, p. 62.
53
PERCHERON, Nicole, Los problemas agrarios del Ajusco: siete comunidades agrarias de la periferia de
México siglos XVI-XX. México, SEDEREC; CEMCA, 2008, 2da. ed., p. 115.

26
político que condujo a la búsqueda de una modernización del gobierno y de la sociedad tanto
de la península como en los reinos de ultramar.54
El siglo XVIII fue un siglo de cambios para la Corona española y para sus colonias,
que mantenía aún en América, el Caribe, el Pacifico y África, ya que distintas coyunturas
causaron una modificación en lo referente a la forma de vida que mantenían los súbditos
reales.

Específicamente en la segunda mitad del siglo XVIII y hasta las vísperas de 1810,
los reyes borbones Fernando VI (1746–1759), Carlos III (1759–1788) y Carlos IV (1788–
1808) tomaron en las Indias una serie de medidas administrativas, políticas, económicas,
ideológicas, culturales y religiosas, hoy conocidas como las reformas borbónicas, que
implicaron la urgente necesidad de recobrar el control político y de aumentar el
aprovechamiento económico, ambos muy debilitados en el siglo XVII. Este doble propósito
alteró a fondo la relación de la Corona con los reinos de ultramar, que solo entonces
comenzaron a ser consideradas “colonias”.55

Es de vital importancia comprender el proceso de la modernización borbónica, ya que


como antes se había mencionado implica una serie de transformaciones en la forma de vida
de los tributarios de la metrópoli de la periferia española, específicamente de los indios,
mestizos, criollos y cualquier otro insubordinado de las colonias. En lo que respecta a este
siglo es donde encontramos mayor información relacionada a pleitos jurídicos y agrarios,
entre el pueblo de San Nicolás Totolapan, haciendas circunvecinas, otros pueblos aledaños y
además pleitos personales entre los mismos habitantes del pueblo.

En 1712, se llevó a cabo un litigio entre Sebastián de Yslaba (Eslava), dueño de la


Hacienda de San Nicolás Mipulco, dentro del cual los indígenas expusieron circunstancias
por las cuales atravesaron, para defender su territorio. Los Eslava se aprovechaban del flujo
del rio para cortarles el cauce, también al sorprender a un indígena cortando leña o recogiendo
la misma en terrenos limítrofes a la hacienda, les quitaban su herramienta o animales, como

54
MARTÍNEZ BARACS, Rodrigo. “Los indios de México y la modernización borbónica”, pp. 23-82. En
GARCÍA AYLUARDO, Clara, coord. Las reformas borbónicas, 1750-1808. México: CIDE, FCE, Conaculta,
INEHRM, Fundación Cultural de la Ciudad de México, 2010. p. 57.
55
MARTÍNEZ BARACS, Rodrigo. “Los indios de México y la modernización borbónica”, pp. 23-82. En
GARCÍA AYLUARDO, Clara, coord. Las reformas borbónicas, 1750-1808. p. 58.

27
represalia. Cansados de esto, tuvieron un juicio en el cual se mediaron los conflictos y se
llegaron a acuerdos.

En la práctica, aun con acuerdos, se seguían desobedeciendo las órdenes del Juez de
Paz, de parte de los pueblos y los hacendados, causa por la cual no siempre existían litigios.

Como bien sabemos, el análisis de documentos y la realización de paleografía son


componentes mediante los cuales se pueden conocer diversos aspectos, como la demografía,
las mentalidades, la forma de vida y la cultura de la sociedad. Al analizar la diversa
documentación sobre San Nicolás Totolapan, nos encontramos con una enorme cantidad de
casos en los cuales el indígena es agredido, por los hacendados y además es despojado de sus
tierras, algo común en el devenir de este y muchos pueblos de indios de la Nueva España.
La documentación relativa a procesos judiciales es trascendente, ya que sirve como
ventana de análisis a la sociedad de ese momento. Es importante señalar el caso llevado a
cabo en el pueblo de San Nicolás Totolapan, en el cual el natural (originario) de dicho pueblo
Melchor de los Reyes, es acusado por robo de ganado, acusado por parte de Miguel de los
Santos, avecindado del mismo pueblo y respaldado por el alcalde de San Nicolás en ese
momento, otro originario, llamado Domingo Ramos en 1752.
El acusado responde a esto, afirmando que el retiro del ganado de Miguel fue a causa
de que éste tenía una deuda monetaria y los agarró como prenda. Aunque ilegal, por medio
de dicha acción el señor Melchor de los Reyes estaba cometiendo un delito, pero al parecer
la usura era una práctica cotidiana en los pueblos por parte de los caciques locales o los
hacendados.
Domingo Ramos, fiscal del pueblo, debía de actuar en legítima mediación para las
dos personas, pero actuó del lado del demandante, por diversos intereses, entre ellos los
monetarios. Parece que dicho alcalde era el cacique del pueblo desde hacía muchos años, ya
que se encuentra una pequeña nota pegada con una grapa y fechada en 1770, la cual era un
pagaré por parte de una mula hacía José Luis Cimbrón y como testigo su esposa Bernarda
Antonia.56

56
Archivo General de la Nación, Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, Corregidores
(Coyoacán) Procesos criminales, caja 2017/177073/14, Expediente 7553.

28
Esto nos hace suponer que dicho Domingo Ramos actuaba como prestamista,
manejando negocios y poder dentro de la comunidad, no sabemos si actuaba de mala fe, por
la escasa información, pero actuó mucho tiempo como autoridad, deja las puertas abiertas
para suponer múltiples cosas. Los pueblos de indios también se resistían y en ocasiones tenían
variadas problemáticas de orden interno, además de recurrir a las autoridades indianas para
defenderse de agresiones externas, al igual la hacían desde el mismo núcleo comunitario.

En el año de 1754, un indígena originario del pueblo de San Nicolás Totolapan


llamado Salvador José presentó una queja con la autoridad de Coyoacán en contra del
administrador de la hacienda de San Nicolás, Gregorio Eslava. El indio natural reclamaba la
devolución de una milpa que el administrador junto con trabajadores de la misma despojó, y
no dejaron sembrar por que se adeudaba una cantidad irrisoria, derivada de los intereses que
produjo está.57

Es sugestiva la forma en la que los indígenas actúan bajo estas circunstancias,


apropiándose de los mecanismos disponibles para defender su patrimonio, en este caso el
indígena fue abusado, ya que, en circunstancias poco claras,0. fue despojado de dicho terreno
y golpeado por estas personas. Este es un caso del gran microcosmos que representan los
pueblos de indios y la violencia que ejercían los administradores de la hacienda.

En los juicios llevados a cabo entre la Hacienda de San Nicolás Mipulco y los pobladores
de San Nicolás Totolapan en 1778, donde encontramos un veredicto que emana el teniente
general Don José Castañares, asistido por el Corregidor Don Juan Barrocha,58 que actuó
como juez receptor. Aquí, el testimonio del alcalde del pueblo de San Nicolás Totolapan,
Don Isidro Joseph Mendoza:

[…] comparecemos ante vuestra merced y decimos que en contradictorio juicio que siguió
con nosotros Don Antonio Mendoza, como mayordomo que era de la Hacienda de Mi-

57
Archivo General de la Nación, Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, Corregidores
(Coyoacán), Procesos civiles, caja 210/5725/5, Expediente 7176.
58
Este nombre aparece en una transcripción de este documento en 1866, pero la versión original de dicho caso
aparece el nombre del corregidor como Don Pedro Antonio de San Juan y Barroeta, esto quizás a un error de
transcripción por parte del escribano. Son muy similares y se llega a la conclusión de que es la misma persona.
Documentos referidos: Archivo José Ruiz, Fondo Juicios de San Nicolás Totolapan, 1778–1881, Expediente 1;
y Archivo Histórico de la Ciudad de México, Fondo Municipalidades, Sección San Ángel, Serie Ayuntamiento,
Caja 6, Expediente 24, 1864.

29
pulco a nombre de su dueño en el juzgado de dicha villa sobre imputarnos barios daños
en su monte y tierra se impedirnos el que nuestros animales entren a los pastos de ella
obtuvimos sentencia a nuestro favor, en que fuimos absueltos de su demanda, y solo le
mando el que dejase a dichos animales pastar en los mencionados pastos, y a nosotros
sacar la leña necesaria para el uso de nuestras casas y que no continuará el, ni sus sirvientes
a golpearnos ni a maltratarnos, como lo benia haciendo, y lo avia hecho antes, ni tampoco
de su autoridad propia los enserraze, ni nos quitase nuestras tilmas, hachas
y otras prendas, como lo hazia reteniéndolas. […]59

En lo anterior, el alcalde de San Nicolás Totolapan expone el veredicto de un juicio anterior


contra dicho administrador de la hacienda de San Nicolás Mipulco, donde el juez otorgo
castigo a los abusos del administrador y el demás personal de la hacienda. En algunas
ocasiones los administradores de las haciendas tenían plena libertad para tomar decisiones
sobre los recursos materiales y naturales de la finca, ya que el dueño usualmente estaba de
viaje o no le importaban los asuntos externos, solo lo monetario.

Más adelante, el mismo alcalde San Nicolás Totolapan, se queja de la forma en la cual el
nuevo administrador Don Joseph de Celis, sigue cometiendo abusos, en contra de los indios
del pueblo:

[…] Don Joseph de Celis, este con ygual executa lo mismo velándonos, y aprehendiendo
nuestros dichos animales, como en el día sucede que le han quitado a Juan del Carmen
hijo tributario de nuestro pueblo, dos mulas, pribando a este miserable de el usufructo de
ellas, y estandolos trabajando en su hacienda sin querenselas de volver hasta que le
satisfaga dos pesos, [..] y a nuestro pedimiento le sea notificada la sentencia ejecutoria,
por la cual seha de servir [..] que el susodicho Selis, incontinente sin escusa alguna,
devuelva las espresadas mulas, sin contribución alguna, y so graves penas se abstenga en
lo venidero de todos esos excesos, y obedesca, y cumpla […].60

59
Archivo José Ruiz, Fondo Juicios de San Nicolás Totolapan, 1778–1881, Expediente 1.
60
Archivo José Ruiz, Fondo Juicios de San Nicolás Totolapan, 1778–1881, Expediente 1.

30
Dentro del siguiente diálogo, podemos observar cómo a pesar de un cambio en la dirección
de la hacienda encontramos irregularidades, en la forma de actuar de estos en contra de los
indios, abusos y reprimendas fuertes. Los pobladores de San Nicolás vivían constreñidos por
la hacienda y su sistema. Estas confiscaciones eran parte de la vida cotidiana de los pueblos,
sin olvidar el papel de la retórica indígena en los casos judiciales.

Al final el juez debía de actuar como mediador, para evitar que las confrontaciones
llegarán a un grado mayor. Lo que realmente se quería evitar eran los enfrentamientos entre
las dos partes. No debemos de quedarnos con la idea del “indio pasivo”. Era realmente un
indio negociador, el cual aprovechaba las herramientas jurídicas que estaban a su alcance
para defender su patrimonio personal y el de la comunidad.

En 1783 hubo una gran irritación de los habitantes de San Nicolás Totolapan, puesto
que la hacienda de Mipulco había construido canales y represas para acaparar el agua del rio
Eslava. Debido a todas estas exacciones, su propietario, Manuel Esteban de Enderica, tuvo
que enfrentar serias disputas con los pueblos vecinos. Los campesinos de San Nicolás
Totolapan invadieron varias veces la hacienda durante la noche para romper las represas y
permitir el flujo del agua hasta su pueblo. Un proceso posterior devolvió sus derechos al
pueblo.61 La continua lucha y las convulsiones sociales durante la parte final del siglo XVIII,
configuraron el ámbito político, social y territorial en la mayoría de los pueblos de indios del
centro de México.
Coincido con varios autores que afirman, que el pueblo indígena jugó un papel importante
el crecimiento demográfico y la estabilidad económica del virreinato, a pesar de la gran
cantidad de conflictos agrarios y problemáticas sociales durante este periodo.

2.4. De la Independencia al Porfiriato


Los años que siguieron a la Independencia, es decir, entre 1821 y 1855, no significaron
ningún cambio en el régimen de propiedad de la tierra de México. Sin embargo, también
subsistieron los conflictos y las contradicciones entre grandes propiedades privadas, laicas y

61
PERCHERON, Nicole, Los problemas agrarios del Ajusco: siete comunidades agrarias de la periferia de
México siglos XVI-XX. México, SEDEREC; CEMCA, 2008, 2da. ed., PERCHERON, Nicole, Problemas
agrarios del Ajusco, p.116.

31
eclesiásticas, y los pueblos en donde las tierras de propiedad comunal habían sido usurpadas
durante el transcurso de la época colonial.62
Encontramos varios casos de pleitos internos y problemáticas respecto a la elección
de las autoridades locales. Con la independencia de México y la creación de los estados y las
municipalidades, cambio completamente el orden jurisdiccional en los pueblos de indios. En
las decisiones internas, ya no se elegía libremente y mayoritariamente a las autoridades
locales, sino eran impuestas a conveniencia de la municipalidad, de acuerdo a intereses
económicos o políticos. Esto causo grandes problemáticas internas en los pueblos (y que
tampoco eran extrañas, bajo el periodo colonial).
Sobre esto, los pobladores del pueblo de San Nicolás Totolapan, se quejaron ante el
presidente y los regidores del Ayuntamiento de la municipalidad de San Ángel en el año de
1869 de la destitución de su antiguo juez auxiliar, Narciso Eslava, y los malos manejos que
hacía el nuevo juez, Eusebio Durán.
Como interesados en la prosperidad de nuestra población, en la que hemos visto la primera
luz del día, vemos con sentimiento, que se ha colocado al frente de sus destinaos, a una
persona que no ha de mirar por el bien común; que como extraño al pueblo al que no le
liga vínculo alguno, ha de menospreciar los intereses generales, que siendo sumamente
pobre, y estando como está viviendo de caridad, no puede tener independencia propia de
su cargo; que como particular y vecino, ha recibido algunos terrenos de repartimiento para
malvenderlos, sin tener derecho para ello, que ha enajenado a vil precio los documentos
que justifican la propiedad del pueblo.63

Este nuevo juez auxiliar del pueblo posiblemente fue impuesto por alguna persona que ejercía
alguna presión social y económica para realizar a su antojo tratos a nombre del pueblo. Eran
común estas prácticas para ejercer poder en la sombra por parte de los caciques de los
pueblos, imponiendo a personas “títeres”. Ese pudo ser el caso, ya que nos habla de una
situación pobre del nuevo juez y la forma en la que actúa con alevosía. Lo que hace
interesante este documento es que en ello nombran los Títulos Primordiales y la forma en la

62
PERCHERON, Nicole, Los problemas agrarios del Ajusco: siete comunidades agrarias de la periferia de
México siglos XVI–XX. …, p. 123.
63
Archivo Histórico de la Ciudad de México, Fondo Municipalidades/Sección San Ángel, Serie Ayuntamiento,
Caja 6, Expediente24, 1864, foja 1.

32
cual el nuevo juez los dio a un tercero. Vale notar como estos títulos de propiedad aún eran
usados por comunidades indígenas para defender su propiedad después de la época colonial.
Es más interesante, como los pobladores del pueblo se interesan por la educación y nos
derrumba completamente la visión del indio ignorante, despreocupado por la educación,
al denunciar al profesor del pueblo. Pedimos también que se destituya al Preceptor de
primeras letras C. José Ma. de la Vega, porque, habiendo desempeñado este mismo cargo
en años anteriores no recibieron los niños instrucción alguna; porque no quiere admitir en
su establecimiento a los niños de poca edad, aunque este sea la más a propósito para las
primeras letras; porque desatiende la educación ocupándose en el oficio de sastre y en
otras cosas ajenas de su instituto, y finalmente, porque maltrata a los muchachos, ya
ocupándolos en los mandados ya obligándolos a prestar todos los servicios de un criado
doméstico.64

Como bien dije anteriormente, esto nos deja de lado la visión que tenemos o se tiene de los
pueblos de indios, como pueblos despreocupados por la educación y sumidos en la
ignorancia, los indígenas de San Nicolás Totolapan se preocupaban de que sus hijos
recibieran una instrucción de parte del profesor optima, aunque de igual manera podemos
inferir que el preceptor era una persona que no le importaba la educación, menos de los
indígenas y además el trato hacía los niños era infrahumano y casi de esclavitud.
El uso y explotación del monte, en la zona comprendida de San Nicolás Totolapan, se ha
realizado desde que hubo pobladores en el periodo precolombino, desde el periodo colonial
se evitó, la continua explotación y abuso del desmonte, preocupándose así por el bienestar
del ecosistema. Durante gran parte del siglo XIX, no fue ajena esta situación, dentro de la
documentación que se encuentra, durante estos años, las autoridades sancionan o advierten
sobre la explotación forestal y la tala inmoderada. 65
Por ejemplo, en 1866 el juez auxiliar de San Nicolás Totolapan, Narciso Eslava, contestó
a los oficios emitidos por el Municipio de San Ángel. En el intercambio, el administrador de

64
Archivo Histórico de la Ciudad de México, Fondo Municipalidades, Sección San Ángel, Serie Ayuntamiento,
Caja 6, Expediente24, 1864, foja 1 y 2.
65
En 1785 una cedula real prohibía cortar árboles y maderas tiernas en los montes de San Nicolás Totolapan, y
las autoridades vigilarían que esto se llevará a cabo con visitas so pena de multa a los infractores. Archivo
Histórico de la Ciudad de México, Fondo Municipalidades, Serie San Ángel, Sección Tierras, INV.300, Caja
1, Expediente 98, Año 1882, Foja 1.

33
la Hacienda de San Nicolás Mipulco contraria los derechos reconocidos por los dueños
anteriores y de los vecinos de los pueblos aledaños. Alega que:
[…] los hijos de este pueblo, tienen el derecho de usar para sus casas y familias de los
montes de Mipulco, y aprovecharse de los pastos que necesitan para sus animales […] Por
tal motivo ruego a vuestro señor que para evitar mayores males prevenga al Administrador
de la hacienda, no ponga obstáculos al libre uso que tienen los naturales, según la
sentencia, y que cumpla con los preceptos de la misma, cuando tenga que reclamar alguno
perjuicio, sin maltratar a los vecinos de este pueblo, ni quitarles sus hachas y ganados,
apercibido de que se procederá con el mayor rigor. 66

Por un lado, los pueblos de indios actuando de manera plural, aprovecharon los derechos que
les otorgaron desde la época colonial sobre dichas tierras, en gran medida se creían dueños
de la tierra en la cual recogían leña o pastaban sus animales, pero con las políticas liberales
de la segunda mitad del siglo XIX, le otorgaron el poder de las tierras comunales a las
haciendas, propiciando una serie de problemáticas entre corporaciones privadas y los
pueblos.
Por otro lado, generalmente los pueblos indios optaron por negociar con las
autoridades como lo habían venido haciendo desde la época colonial, negociación que partía
por lo común de su aprehensión de la propia legislación que les iban imponiendo.67 Tiempo
después el 18 de mayo de 1877, la prefectura de Tlalpan toma su postura respecto a lo
expuesto anteriormente: el desmonte, en una carta emitida durante ese periodo.
Siendo el desmontes uno de los motivos más poderosos para la escases de las aguas, cuyo
liquido hace una falta extraordinaria en los principales puntos de ese municipio, y a efecto
de procurar que aquel no siga escaseando en adelante por los perjuicios que de ello
resultaría, el C. Prefecto ha tenido a bien acordar diga a V. como lo verifico que queda
absolutamente prohibido el desmonte en los puntos de San Nicolás, la Magdalena y
Hacienda la Cañada, recomendándole que bajo ningún pretexto ni por ningún motivo se

66
Archivo Histórico de la Ciudad de México, Fondo Municipalidades, Sección San Ángel, Serie Justicia, Inv.
142, Caja 11, Expediente 16, año de 1866.
67
RUIZ MEDRANO, Ethelia, BARRERA GUTIÉRREZ Claudio y BARRERA GUTIÉRREZ, Florencio
La lucha por la tierra. Los títulos primordiales y los pueblos indios en México, siglos XIX y XX. México, Fondo
de Cultura Económica, 201, p. 41.

34
permita, bajo la pena de 5 a 25 pesos de multa se aplicará al que se encontrare tumbando
los palos de los montes referidos para cuyo cumplimiento notificará V. a las autoridades
subalternas para que vigilen el cumplimiento de esta disposición. Tlalpam mayo 18 de
1877, Jesús Retana SrIo. Al PteMpal de SA.68

Como mencionaba anteriormente, las autoridades se preocupaban por el cuidado del monte,
ya que todos sacaban provecho de la naturaleza, es interesante apreciar la forma en la cual se
preocupaban por que hubiese un monte de donde explotar los recursos y los medios de
producción.

2.5. El siglo XX en San Nicolás Totolapan


Desde 1891 Anselmo Villavicencio tenía cargo de juez de paz en Totolapan, y en 1909 los
vecinos cansados de sus constantes abusos escribieron al Ministerio de Justicia para que se
castigase, por la muerte del secretario Juan Gutiérrez a quién:
El sábado de gloria, Anselmo emborrachó a Gutiérrez (su secretario) en la casa de Pablo
González, compadre de Villavicencio; la borrachera llego a tal punto que Gutiérrez sacaba
el alcohol por las narices, entonces fue cuando decidieron sacarlo de la casa de González.
Ya afuera Gutiérrez se abrazó del portal. Julián, el cuñado de Pablo, lo golpeo, le quito las
manos y le dio un empujón a petición de Anselmo, mientras éste se carcajeaba. Cayó de
golpe y comenzó a agonizar. Viendo que se moría lo llevaron a su casa y después culparon
a su mujer de haberlo golpeado, incluso sobornaron al médico para que levantara el acta
y emitiera el certificado a su conveniencia.69

El cacicazgo de Villavicencio se había consolidado en San Nicolás, La Magdalena y San


Bernabé. Por el miedo de los pobladores, Villavicencio logró mantenerse como líder y en su
cargo durante muchos años más.
Durante la última etapa del Porfiriato la desigualdad social y económica crecía junto con la
persecución de los opositores. Ocasionó que en el norte los hermanos Flores Magón, influidos

68
Archivo Histórico de la Ciudad de México, Fondo Municipalidades, Serie San Ángel, Sección Tierras, Inv.
300, Caja 1, Expediente 75, año de 1877.
69
CAMACHO DE LA ROSA, Gerardo, Raíz y razón de Totolapan. El drama de la guerra zapatista, México,
CEACATL/GDF, 2007, p. 22.

35
en la filosofía de Bakunin y definidos como anarquistas, estaban de acuerdo que había que
transformar la situación del campesino, del obrero y del peón sin las ataduras del estado.
Esto les ocasiono diversos problemas con el gobierno porfirista y con cualquier de
tipo capitalista (E.U.), publicaron un periódico ilegal llamado “Regeneración”. De los
hermanos Flores Magón viene la frase “la tierra es de quien la trabaja”, y en sus escritos
radicales llamaban a la insurrección popular y al sabotaje en las fábricas.
Muchos obreros de las fábricas circundantes a San Nicolás Totolapan como: “El
Águila” “Santa Teresa”, “La Hormiga”, “Loreto”, “Peña Pobre”, además de personal de las
haciendas próximas, cansados de la explotación laboral, salarios risibles, condiciones
laborales infrahumanas y malos tratos, se organizaron formando círculos o clubes de obreros,
donde debatían las problemáticas de los pueblos y las relaciones con caciques y hacendados,
posteriormente en la Revolución Mexicana estos obreros se alinearían al zapatismo que fue
muy fuerte en la región.
En el año de 1900 la población de San Nicolás Totolapan ascendía a los 1512
habitantes, ocupando puestos de trabajo en las fábricas de Contreras y Santa Teresa. En
mayor medida los pobladores realizaban trabajos ligados directamente a los haberes de la
Hacienda de Eslava, en cuyo casco habitaban 46 peones y otros tres más en Rancho Viejo.70

2.5.1. Agitación social en San Nicolás Totolapan


El pueblo de San Nicolás Totolapan, a razón de su condición geográfica esencial, atrajo la
atención de diversos grupos bélicos, desde los federales, que utilizaron el pueblo como
contención, a los zapatistas que lo utilizaron como centro de vigilancia de los demás pueblos.
Además, los zapatistas utilizaron los montes de esta localidad como zonas de combate y
lugares de provisiones de materias primas. El pueblo y su población fueron testigos de
masacres, abusos y calumnias por parte de los zapatistas como de los federales, motivo por
el cual hubo una migración de nicolaítas hacia otros pueblos o comunidades vecinas.

70
Totolapan concentraba, después de La Magdalena, al mayor número de habitantes de la Municipalidad de
San Ángel; La Magdalena contaba con 4 mil 208, San Jerónimo con 741, San Bernabé 661, Contreras 268, en
la Fábrica de Contreras vivían 15 operarios y en la de Santa Teresa otros 111, en la Hacienda de la Cañada
vivían 75 peones y en el Rancho de Anzaldo 38. (Censo poblacional de 1900). En CAMACHO DE LA ROSA,
Gerardo, Raíz y razón de Totolapan. El drama de la guerra zapatista, México, CEACATL/GDF, 2007, p. 18.

36
El movimiento revolucionario que tuvo inicio con Francisco Madero en 1910, que
motivaba y viraba hacía el cambio de régimen. Era una retórica, ya que cambiaba de vertiente,
pero no de esencia política y jurídica: una elite militar de raíces Porfiristas, hacendados ricos,
con latifundios extensos y privilegios únicos en un estado feudal. Ciertamente seguiría
habiendo injusticias sociales y desigualdad económica.
Una vez en el poder, Madero fue incapaz de incumplir promesas con campesinos y
rebeldes que apoyaron su movimiento. Además, fue rodeado de los mismos personajes y
formas Porfiristas. Fracasó en su intento de cambiar el modelo Porfirista, y como
consecuencia múltiples líderes sociales y agrupaciones se levantaron en armas, en casi todos
los estados de la república.
En noviembre de 1912 se proclamó el Plan de Ayala. El agrarismo radical de la mano
de Emiliano Zapata había tomado forma y proclamado una identidad, basada en el
repartimiento de tierras a campesinos pobres de comunidades, dominadas por caciques y
hacendados que azolaban a la población y subyugaban a comunidades enteras. Siguiendo esta
cuestión en San Nicolás Totolapan, los mismos caciques y funcionarios encargados del
orden, seguían como autoridades a perpetuidad desde el Porfiriato.
Anteriormente habíamos visto los continuos abusos hacía el pueblo por parte de Anselmo
Villavicencio que era juez de paz de San Nicolás Totolapan desde 1891. El 9 de enero de
1912, Gregorio Amaya oriundo de Totolapan, le escribe a su hermano Filomeno Amaya que
vivía en la Ciudad de México, sobre Villavicencio:
Hoy unidos con Anselmo los que son los más allegados de uña y carne, que beben en un
mismo vaso como dice el proverbio, son Pablo González, el comisario; Pablo Gaitán, el
secretario; Manuel Musiño y Canuto Camacho. Los que ayudan a que sus deseos sean
logrados como los desea (…) la hace (Villavicencio) en La Magdalena y en San Bernabé
en todas partes donde tiene sus intereses fincas, terrenos, y magueyes (…) aunque seamos
sin estudios, aunque seamos indios, pueblo remoto, ya la venda de la ignorancia está
desapareciendo. Dicen los vecinos que ya no quieren más caciquismo, no quieren que una
sola persona gobierne el pueblo, ni tampoco que sean los mismos de su partido, ni de los
allegados, de sus adictos (…) ese dominio tan hostil, y tan convenenciero no siendo de los

37
de su partido de él, otro que vea por el pueblo, otro que no los tenga debajo de la planta
del pie.71

La forma en la cual Villavicencio se hizo de poder en el pueblo de San Nicolás dejaba mucho
que desear, desde emborrachar a indígenas para hacerlos firmar cesiones de tierra, hasta
utilizar la fuerza en contra de los nicolaítas. Es sugestivo prestar atención a estos fenómenos
sociales en la localidad, ya que podemos observar el dinamismo en el cual estaba envuelto el
tejido social del pueblo. Además, en la forma en la cual el grupo dominante, ejercía presión
y manipulaba la dinámica de los dominados.
Desde el inicio del conflicto revolucionario hasta 1912, los campesinos y leñadores
que subían al monte escuchaban o eran testigos de incursiones zapatistas, en los límites de
San Nicolás Totolapan y Xalatlaco (Estado de México), aún no había un apoyo de parte del
pueblo (o bien eso hacían creer para pasar inadvertidos), hacía este grupo, además de que las
continuas expediciones de federales en el pueblo, hacía que la población temiera que los
involucraran o los etiquetaran como zapatistas.
Pero llegó el 6 de mayo de 1912, por la mañana, y la Hacienda de Eslava se vio
amenazada por una numerosa partida zapatista. Inmediatamente José Celis, el administrador
de la hacienda, pidió ayuda a las autoridades de la capital. El gobernador de la Ciudad de
México, el Ing. Rivero, giró la orden de que todos los destacamentos, entre los que se
contaban los de San Ángel, Contreras, Tizapán, Tlalpan y Ajusco, se trasladaran
inmediatamente hacia la hacienda para recuperar las propiedades amagadas. De igual forma
envió un pelotón de rurales para apoyar en la recuperación. Dada la incapacidad de las fuerzas
gubernamentales para llevar a cabo su acción, el gobernador ordeno la salida de a 200
hombres más de la gendarmería montada.72
El gobierno federal sentía un temor profundo, cuando las tropas zapatistas
incrementaron sus incursiones a poblados muy cercanos a la Ciudad de México. Es por esto
que se reforzó la seguridad para poder contraatacar cualquier tipo de incursión zapatista, que

71
Carta de Gregorio Amaya a Filomeno Amaya, 9 de enero de 1912. Fondo Genovevo de la O. Vol. 1,
Expediente. 2, ff.3, 4. En CAMACHO DE LA ROSA, Gerardo, Raíz y razón de Totolapan. El drama de la
guerra zapatista, México, CEACATL/GDF, 2007, p. 27.
72
El Diario, 7 de mayo de 1912. En CAMACHO DE LA ROSA, Gerardo, Raíz y razón de Totolapan. El drama
de la guerra zapatista, México, CEACATL/GDF, 2007, p. 28.

38
ya dominaba casi en su totalidad el actual estado de Morelos y ejercía presión en algunos
municipios del Estado de México.
Durante este periodo, diversos colectivos zapatistas hacían incursiones desde la zona
del Ajusco y de San Nicolás Totolapan hacía distintos puntos de la ciudad, pero casi ninguna
concluyó de manera exitosa. En San Nicolás Totolapan, como ya habíamos mencionado
anteriormente, el Juez de Paz del pueblo, Anselmo Villavicencio, imponía su ley y el
ordenamiento de cualquier acción obedecía a sus propios intereses.
En los días anteriores a mayo de 1913, realizó detenciones arbitrarias, en su mayoría
parientes de zapatistas y simpatizantes, con la intención de ponerlos al servicio de las armas
de Victoriano Huerta. Villavicencio, entre otras cosas, se encargaba de llevar a cabo la leva.
El sábado de 17 de mayo de 1913, vecinos y simpatizantes zapatistas avanzaron sobre la casa
de Villavicencio y lo capturaron junto con el administrador de la hacienda de Eslava. Se cree
que fueron colgados en el árbol que se encuentra frente a la iglesia y actualmente es sede del
Edificio Ejidal.73
El pueblo de esta manera ajustó cuentas con la persona que había amedrentado y
dominado la vida pública de los pobladores. El año de 1913 fue un año en el cual el ejército
zapatista se consolidaba en sus bastiones y planificaba incursiones más organizadas en
terreno capitalino y sus poblados.
El 9 de febrero de 1913, de los Dínamos y Mal Paso, los zapatistas de San Nicolás y
la Magdalena bajaron y tomaron las plantas eléctricas, destruyéndolas parcialmente. Al día
siguiente se mandaron 150 hombres del cuerpo de exploradores como escolta para los
hombres que las repararon.74 Destruir la infraestructura fue un mecanismo de sabotaje que
ejercía el ejército zapatista, como estrategia para hacer ataques de manera sigilosa y crear
pánico entre los pobladores. Además, la energía eléctrica, producida por los dinamos, servía
para alimentar las máquinas de diversas fábricas, en las que los dueños eran parte de esta
hegemonía represora y explotadora, en contra de sus obreros y poblados vecinos.
En los diversos pueblos, en los cuales había actividad zapatista, se realizaban
detenciones arbitrarias, implementando una política de terror hacia los pobladores, para así
tratar de ahuyentar cualquier intento de adhesión formal al lado revolucionario. También se

73
CAMACHO DE LA ROSA, Gerardo, Raíz y razón de Totolapan. El drama de la guerra zapatista, México,
CEACATL/GDF, 2007, p. 33.
74
CAMACHO DE LA ROSA, Gerardo, Raíz y razón de Totolapan. El drama de la guerra zapatista, …, p. 46.

39
apreciaba la poca disciplina existente entre los soldados federales, al estar continuamente en
estado inconveniente (ebrios, peleas callejeras y pleitos de faldas), habiendo abusos hacia la
población. Esto desencadenó un malestar general de la población, aunado a la continua falta
de recursos económicos y alimenticios.
A inicios de 1914 se conforma el grupo de voluntarios del grupo “Defensas rurales”,
entre pobladores de San Nicolás Totolapan y la Magdalena Atlític, que sumaban más de 60m.
A petición de estos se instaló la primera línea telefónica de la San Ángel a Totolapan, además
armados con rifles máuser, se pensaba que con esto los ataques zapatistas disminuirían. Pero
el 8 de marzo de 1914 por la noche los zapatistas bajaron de Mal Paso y amagaron la
Hacienda de la Cañada, donde el combate duró hasta casi la media noche. El día 27 entraron
a San Nicolás donde abatieron a los voluntarios y después atacaron un tren militar a pocos
kilómetros de Eslava. El 1 de abril tirotearon la Hacienda de Eslava, y para el día 13 ocuparon
y volaron uno de los Dínamos.75
Desde 1914 hasta la emboscada que terminó con la vida del General del Ejercito
Libertador del Sur, Emiliano Zapata, el 10 de abril de 1919, las poblaciones próximas al
núcleo zapatista sufrieron un continuo asedio por parte de las tropas federales y también
sufrieron cierto acoso por parte del ejército guerrillero. De esta manera, los pueblos fueron
abandonados por sus habitantes. El pueblo quedo parcialmente deshabitado, ya que su
población prefirió vivir en el monte, a causa de lo anterior.
A pesar de que, en este periodo, la zona próxima a San Nicolás sufrió innumerables
bajas por fuego cruzado, las comunidades lucharon por seguir perviviendo en la zona. A
causa de esto, numerosas personas originarias de la zona cuentan hoy día con un número
importante de antecedentes familiares provenientes directamente de revolucionarios
zapatistas.
San Nicolás Totolapan fue un pueblo, el cual impactaban de manera importante las
coyunturas y los hechos que ocurrían en el acontecer de la lucha armada, por su cercanía a
zonas maquiladoras (fábricas, obrajes y generadores de energía), por su zona geográfica
cercana a la serranía (actividades zapatistas) e importante guarnición federal (Contreras),
como retaguardia para impedir desplazamientos hacía el centro de la Ciudad de México.

75
CAMACHO DE LA ROSA, Gerardo, Raíz y razón de Totolapan. El drama de la guerra zapatista, México,
CEACATL/GDF, 2007, p. 47.

40
Es por esto, que una vez entrando al poder Venustiano Carranza, su misión primordial
fue pacificar al país y eliminar cualquier tipo de amenaza potencial. Así que, por órdenes de
él, fue asesinado Emiliano Zapata en la Hacienda de Chinameca, el 10 de abril de 1919,
menguando con esto la lucha zapatista. Con la presidencia de Álvaro Obregón, también se
buscó eliminar cualquier resquicio zapatista del centro de México, dotando de pequeñas
porciones de tierra a campesinos, pero de igual manera, despreciando y asesinando a antiguos
jefes zapatistas.
En el caso de San Nicolás Totolapan, el general zapatista Julián Gallegos tuvo que
salir del pueblo. El acoso en su contra por parte de los nuevos caciques y los viejos que
regresaron lo obligaron a terminar en Tizapán, en la pobreza total. Murió antes de 1930 y sus
descendencias directas en el pueblo se perdieron. Lo mismo ocurrió con la familia del general
Pablo Vértiz. Su viuda, Antonia Muciño Palacios, quien sirvió como soldadera-adelita
revolucionaria y fue costurera del pueblo hasta el final de sus días, recibió dotación de tierras
con la reforma agraria. Ella falleció en 1983 a la edad de 106 años, bajo el cuidado de su hija
Guadalupe Muciño. 76
El periodo revolucionario influyó en la construcción cultural y mentalidad de San Nicolás
Totolapan, ya que este pasado de lucha y de inspiración agraria sigue en el pensamiento de
muchos nicolaítas. Aunque la pérdida de identidad, por muchos factores de los cuales más
adelante abordaré, juega un papel importante, sin embargo, la lucha zapatista, pervive y se
vive a diario por las calles y montes de San Nicolás Totolapan.

2.5.2. El origen del ejido


El ejido de la Revolución nació como proyecto intelectual entre 1912 y 1915 con la idea de
reconstruir, más por necesidad política que por convicción o admiración, las formas y
prácticas de las poblaciones autóctonas de México. Entre estas prácticas percibidas como
indígenas se incluye una tenencia agrícola y una organización social supuestamente
colectiva. Estos orígenes se remontaban a los pueblos coloniales de indios, y a través de ellos
a los calpullis del mundo indígena prehispánico (prácticas colectivistas que supuestamente
habían pervivido sin mayores trastornos internos hasta que el Liberalismo individualista de
la Reforma las había condenado a morir). Para restablecer la paz rural tras la caída de Porfirio

76
CAMACHO DE LA ROSA, Gerardo, Raíz y razón de Totolapan. El drama de la guerra zapatista, …, p. 103.

41
Díaz, no había más remedio que acceder a restituir algo de esos espacios de propiedad y de
esa praxis percibida como comunitaria.77
De esta forma, conforme a lo anterior, es muy factible que el gobierno revolucionario,
no quisiera una dotación como ejido, ni tampoco al zapatismo, que por su parte estaba a favor
de la propiedad comunal, muy diferente a la colectivización, que presupone el ejido. En su
acepción original “ejido” según el investigador, Emilio Kouri, es un concepto medieval,
utilizado en los territorios de Castilla. Era un lugar predeterminado, fuera del poblado,
principalmente bosques o terrenos, cuya posesión se utilizaba de manera colectiva.78
El 22 de diciembre de 1920, los vecinos de San Nicolás Totolapan solicitaron ante la
Comisión Local Agraria del Distrito Federal (CLA) la restitución de propiedades que les
fueron despojadas, sus tierras, montes y aguas que según ellos les pertenecía por derecho
desde la Colonia. Denunciaron en ese momento al dueño de la “Hacienda de San Nicolás
Mipulco”, Nicolás de Teresa y a Joaquín Fuentes, dueños de la “Hacienda de El Arenal”, a
los señores Veyan, Jean y Cía., dueños de la fábrica de “La Magdalena” y del Rancho
Hacienda “La Cañada”.79
Como era de esperarse, esta petición de restitución de tierras y en su caso, el juicio,
duró más de un año, en donde se presentaban pruebas de las dos partes, para legitimar la
propiedad. San Nicolás Totolapan reclamaba una superficie de 50,000 hectáreas. En un
informe de los ingenieros de la Comisión Local Agraria (CLA) del Distrito Federal, D.
Guevara y N. Ocampo, fechado del 11 de julio de 1921, hablan del territorio que pretende
San Nicolás Totolapan:
Dan a conocer que los terrenos que el pueblo de San Nicolás Totolapan, pretende que se
les restituyan, según el decir de los vecinos del pueblo, están comprendidos en los linderos
que a continuación se expresan: Partiendo del centro del pueblo al norte hasta los linderos
de Tlalpan y Peña Pobre, es decir como a 12 kilómetros de distancia, al sur hasta lindar
con los pueblos de Xalatlaco, Tilapa, Atlapulco, Acopilco, pueblos ya del Estado de

77
KOURI, Emilio, “La invención del ejido”, Nexos, 2015. En
https://www.nexos.com.mx/?p=23778Consultado el 23 de marzo de 2019.
78
KOURI, Emilio, “La invención del ejido”, Nexos, 2015. Consultado el 23 de marzo de 2019.
79
AGRA (Archivo General de la Reforma Agraria). Expediente 24/937, folio 00078. En RIVERA LONA,
Miguel. La Transformación del suelo ejidal en suelo urbano. El caso del ejido de San Nicolás Totolapan, tesis
que, para obtener el título de Licenciado en Sociología, Universidad Autónoma de México, Ciudad de México,
1987, p. 25.

42
México, situados como a 20 kilómetros y al poniente con el pueblo de la Magdalena, o
sea unos 3 kilómetros de distancia; por estos datos puede deducirse que el pueblo solicita
en restitución una superficie de 50,000 hectáreas. 80

Tal pedimento de restitución era bastante ambicioso, y a pesar de que, en el periodo colonial,
como vimos anteriormente, era quizás esa la extensión original del pueblo, no era posible
darle tal petición al pueblo, por varios factores. Existían intereses particulares por parte de la
creciente burguesía que gozaba de los recursos naturales, desde haciendas hasta industrias,
textiles y papeleras, además de los poblados aledaños. Tal reposición traería conflictos con
estos.
Finalmente, el 15 de diciembre de 1921, la CLA determinó un fallo en contra del
pueblo de San Nicolás Totolapan, debido a que los Títulos de posesión que presento el
pueblo, eran considerados “apócrifos” por la autoridad competente. Aun así, se ordenó la
dotación del ejido para la comunidad, realizando primeramente un censo, para conocer las
condiciones demográficas de la comunidad. 81
El 6 de abril 1924, en ese momento bajo mandato presidencial del general Álvaro
Obregón, Totolapan recibió su primera dotación de tierras de 1300 hectáreas. Luego, para
1935, los campesinos pidieron una ampliación, enfatizando la necesidad por el déficit de
parcelas. Y en 1939 el presidente Lázaro Cárdenas lo amplía con 1404 hectáreas más.82
Es pertinente decir que, dentro del ejido de San Nicolás, aún en la actualidad, se han
corroborado casos de corrupción al vender muchas tierras para ponerlas en manos de
particulares. El sociólogo y estudioso del ejido en San Nicolás Totolapan, Miguel Rivera
Lona, hace referencia83, a que desde los años 40’s del siglo XX, se conocen las primeras

80
RIVERA LONA, Miguel. La Transformación del suelo ejidal en suelo urbano. El caso del ejido de San
Nicolás Totolapan, tesis que, para obtener el título de Licenciado en Sociología, Universidad Autónoma de
México, Ciudad de México, 1987, p. 27.
81
RIVERA LONA, Miguel. La Transformación del suelo ejidal en suelo urbano. El caso del ejido de San
Nicolás Totolapan, tesis que, para obtener el título de Licenciado en Sociología, Universidad Autónoma de
México, Ciudad de México, 1987, p. 29.
82
Monografía La Magdalena Contreras, p.18, En JIMENËZ MUCIÑO, Mariana, Simbolismo y culto religioso.
Una interpretación sociocultural del ciclo agrícola y festivo en San Nicolás Totolapan, Distrito Federal. Tesis
que, para optar por el título de Licenciada en etnohistoria, ENAH, Ciudad de México, 2011.
83
RIVERA LONA, Miguel. La Transformación del suelo ejidal en suelo urbano. El caso del ejido de San
Nicolás Totolapan, tesis que, para obtener el título de Licenciado en Sociología, Universidad Autónoma de
México, Ciudad de México, 1987, p. 33.

43
irregularidades cometidas por autoridades del ejido, desde desfalco de miles de pesos hasta
la misma mala gestión con los terrenos del pueblo.
Aunque no es algo extraño, ya que desde los años 60´s y 70´s, cuando comenzó la
migración desde el interior de la república a esta zona, aun con vegetación y tierras de cultivo,
las mismas autoridades ejidales facilitaron el establecimiento de “paracaidistas” en algunos
de sus parajes. Con esta ambición, los terrenos del pueblo pasaron a manos de privados. Esta
problemática es un recurso y una causa de las diversas problemáticas demográficas que
afectan al pueblo en la actualidad. Entre ellas son la falta de agua y la proliferación de
viviendas en zonas de riesgo, que traen problemas dentro del tejido social.
Esta continua venta de terrenos hace que en la actualidad casi la gran mayoría de
ejidatarios ya no tengan tierras y aun perviviendo las tierras comunales en mayor medida.
Zonas con estos problemas incluyen El Gavillero, La Subestación, Chichicaspa, La Vía
Chiquita, Tierra Colorada, y Surco de Encinos, entre otros. Deben en gran medida su
precarización al establecerse irregularmente, también a la irresponsabilidad al actuar por
parte de los comisariados ejidales, ya que, sin planificación urbana, se llevó a cabo la
construcción de casas de habitación. Hace que la problemática ambiental aumente, al irse
talando los montes y a la creciente explotación de los mantos acuíferos.
Sin alejarnos del objetivo de este capítulo, lo anterior sirvió para no confundir dos
conceptos de la historia agraria, ya que a menudo solemos pensar que es lo mismo las tierras
comunales y la propiedad ejidal. La primera impulsada por la Corona española, desde los
primeros años de la invasión del Altiplano y la segunda, como forma de legitimar el
movimiento revolucionario y así tener un mayor control de la propiedad colectiva de los
pueblos, principalmente dentro de la Cuenca del Centro de México, donde hubo mayores
levantamientos campesinos.

2.6. El San Nicolás Totolapan contemporáneo


Hoy en día, en el centro de la localidad se encuentran dos edificios principales: el civil, donde
los ejidatarios y la comunidad en general se reúnen para la toma de decisiones, y el religioso,
que resguarda las imágenes sagradas, y donde el Santo Patrón San Nicolás de Tolentino es el
principal protector de sus fieles. Frente a la iglesia, a un costado del edificio ejidal, se localiza

44
el quiosco que se emplea en los días de fiesta o cualquier otro evento de importancia para los
nicolaítas.
A partir de 1970 han llegado a establecerse, por un lado, un número mayor, cada vez
de familias de clase media y de altos recursos económicos, observadores en el proceso de
producción de suelo urbano. La transformación de este para usos habitacionales cobra
relevancia, porque constituye la principal demanda. El mercado habitacional se subdivide
según los estratos de ingresos de aquellos a quien se dirige la oferta.84 A partir de esta fecha
se presentan problemas demográficos y territoriales.
Como se abordó anteriormente, la continua migración hace que se configure un
pueblo muy heterogéneo, aunque también conservando parte de sus tradiciones. Es
importante considerar como, a pesar de que se sufrieron varios impactos demográficos dentro
del pueblo, aún conserva su perfil pueblerino, en diferencia a sus otros pueblos vecinos.
El censo de 1980 detectó entre 1150 y 1200 familias y 10665 habitantes, de los cuales
550 eran ejidatarios o trabajaban la tierra y la explotación forestal. Encontrábamos el 35% de
población económicamente activa. De este 35% de la población, de esta población activa del
ejido, aproximadamente un 25% de ellos complementaban sus ingresos de la parcela con el
trabajo de la tala de árboles en los bosques del mismo, bien sea por su cuenta o para las
fábricas de Loreto y Peña Pobre. 85
Durante estos años 80´s, ya la gran mayoría de las personas se dirigían hacia el centro
de la ciudad o a la urbanidad, para trabajar como prestadores de servicios, obreros, o en su
caso los pocos profesionistas que había. El cultivo y el oficio de campesino disminuyó
drásticamente, a causa de las continuas cesiones de tierras para el establecimiento de
viviendas. A pesar de que la gran mayoría de estas tierras eran de reserva ecológica, se
siguieron vendiendo e invadiendo dichos terrenos.
Dentro del pueblo existía un caño o tubería de agua limpia que bajaba desde el paraje
Ocotenco y llegaba hasta el tanque, donde en la actualidad está la cancha de futbol rápido.
No solo ahí sino en otras partes de San Nicolás, existían los llamados “lavaderos”, que eran

84
MORENO JUÁREZ, Hugo Juan, Plan de acción urbano arquitectónico en San Nicolás Totolapan.
Delegación La Magdalena Contreras. Tesis que, para obtener el título de Arquitecto, Universidad Nacional
Autónoma de México, México D.F. 1993, p. 8.
85
MORENO JUÁREZ, Hugo Juan, Plan de acción urbano arquitectónico en San Nicolás Totolapan.
Delegación La Magdalena Contreras. Tesis que, para obtener el título de Arquitecto, Universidad Nacional
Autónoma de México, México D.F. 1993, p. 9.

45
donde se configuraba el tejido social, se juntaban las familias para convivir y platicar
mientras lavaban, llenaban sus provisiones de agua y los niños jugaban. Escuchando de boca
de otras personas recuerdan esta etapa de los “lavaderos” como algo entrañable y donde sus
vecinos ya no eran esas personas ajenas, sino alguien de la familia, que platicaban y
compartían sus continuos infortunios y éxitos. Aquí compartían agua familias nativas y
avecindados.
El oficio del campesino ha ido disminuyendo a lo largo del tiempo, ya que las nuevas
generaciones a partir de los 90´s, optaron por estudiar y prepararse profesionalmente, sin
olvidar sus raíces. De esta manera, la actividad agropecuaria se convirtió en algo de
autoconsumo y en ocasiones son productos que se venden en el mercado o tianguis de San
Nicolás.
San Nicolás Totolapan, entre su infraestructura pública, cuenta con un centro de salud,
para atender a pacientes de cualquier edad. Lo provee el gobierno de la Ciudad de México.
Cuenta con una biblioteca, con un centro de cómputo. Los nicolaítas tienen tres canchas de
futbol que ocupan la propiedad del ejido. El pueblo cuenta un servicio de lechería y productos
subsidiados de Liconsa, donde los pobladores satisfacen sus necesidades de comestibles.
El pueblo de San Nicolás, con raíces prehispánicas, se resiste a los cambios que le impone
la modernidad, aun realizando sus festividades, imponiendo un misticismo en la celebración
de diversas tradiciones populares. Es un pueblo único en su zona por la manera en la que aún
se puede ver la vida campirana en su máximo esplendor. Uno puede ver desde leñadores
cortando raja, como se hacía en el periodo colonial, o a alguien disfrutando de un buen pulque
como se tomaba antes de los españoles. San Nicolás es un pueblo que si bien, con dinamismo
social, goza de los continuos cambios macro históricos a su manera.

46
3. Los Títulos Primordiales

3.1. El caso de los Manuscritos Techialoyan


En la investigación histórica dedicada al periodo colonial, encontramos diversas fuentes en
español y en náhuatl (entre otros idiomas indígenas). Dentro de estas diversas fuentes se
encuentran los Títulos Primordiales. Intrínsecamente del mismo ramo documental que los
Títulos Primordiales, muchos investigadores están considerando los Códices (o Manuscritos)
que se llaman “Techialoyan”.86
Los manuscritos de este subgrupo de Títulos Primordiales tienen características
similares, sobre todo por su intención de presentar las historias de los pueblos desde tiempos
inmemoriales en la época prehispánica hasta después de la llegada de los invasores europeos.
La parte pintada es mucho más marcada que en los otros títulos y el papel es de amate y muy
grueso. Estos documentos están escritos en náhuatl y dan un énfasis en sus linajes fundadores,
en la fundación de los pueblos, la llegada de la nueva fe, el bautizo, la construcción de las
iglesias, la formación de cabildos, y, dan mucho espacio a la delineación de sus territorios.
Estos manuscritos, aunque escritos y pintados en el siglo XVII o XVIII (muchos c.
1700–1705), arguyen un origen del siglo XVI, presentándose como evidencia de una historia
profunda, una ocupación muy larga de la tierra, y hasta dar la impresión de que son códices
tempranos, todo para legitimar su pasado indígena con derechos corporativos, cierta
autonomía en decisiones locales, y acceso a tierras. Es por eso que los autores de estos
manuscritos tratan de evitar el uso de palabras prestadas del español87 e insertan unos cuantos
glifos (aunque ya no los manejan con la facilidad de los verdaderos códices tempranos).88

86
WOOD, Stephanie, Corporate Adjustments in Colonial Mexican Indian Towns: Toluca Region, 1550–1810,
Ph.D. Tesis, Universidad de California, Los Ángeles, 1984. Ver capítulo 8. Esta idea lo publicó de nuevo
HARVEY, Herbert en “Techialoyan Códices: Seventeenth Century Indian Land Titles in Central México”,
Handbook of Middle American Indians, Austin, University of Texas Press, 1986. Suplemento núm. 4, pp. 153–
164.
87
WOOD, Stephanie, “The Techialoyan Codices.” En LOCKHART, James, SOUSA, Lisa, y WOOD,
Stephanie, Sources and Methods for the Study of Postconquest Mesoamerican Ethnohistory, (versión
provisional), Eugene, Oregon, Wired Humanities Project, University of Oregon, 2007.
(http://whp.uoregon.edu/Lockhart/Wood.pdf).
88
WOOD, Stephanie, “Thematic Intersections in Nahua Texts and Pictorials (Late-Colonial México),”
Ponencia presentada en la Universidad de Warsaw, Polonia, 22 de marzo de 2017. En su PowerPoint muestra
los ejemplos de un corazón (yollotl) y un león (tecuani) usados con poca delicadeza para indicar los nombres
de los lugares Yollotlan y TecuaniYchocayan (escrito yhocayan, usando la “h” donde debe de usar “ch”). Estos
ejemplos vienen del manuscrito Techialoyan asociado con Santa María Iztacapan, Hidalgo (hoy El Cardonal).

47
Una de las causas de la posible elaboración de los códices (yapresentado por
Stephanie Wood)89, y que desde mi perspectiva es muy plausible, es el ascenso demográfico
a mediados del siglo XVII e inicios del XVIII junto con la proliferación y ampliación de las
haciendas.Con esto los pueblos crecen en población y tienen más necesidad de tierras, agua
y monte, peleando por los derechos con otros pueblos y haciendas circundantes, haciendo
necesario fundamentar los presuntos derechos ancestrales. Esto representa un cambio
importante en el centro de la Nueva España, porque vale destacar que durante el siglo XVI y
hasta la primera mitad del siglo XVII hubo una depresión demográfica, esto a causa delas
batallas con los españoles cuando ellos consolidaron su poder y, aún mucho más, por las
enfermedades introducidas sin intención pero que circularon ferozmente dentro de las
poblaciones indígenas. Otra realidad que explica la fecha de la apariencia de estos
documentos c. 1700 es que las modificaciones de las leyes de las “seiscientas varas” son de
1687 y 1695. Estos mandatos resultaron en los 90’sy a principios de los 1700’s en el hecho
de que decenas o cientos de pueblos en el centro de la Nueva España recibían sus dotaciones
de estas bases territoriales y se compusieron sus títulos. La importancia de tener un soporte
documental para defender el territorio de un pueblo seguramente llegó a la conciencia de los
responsables dentro de los pueblos.90
A pesar de que no todos los manuscritos de tipo Techialoyan han sido estudiados a
profundidad, la gran mayoría de estudiosos coinciden que estos textos probablemente se
escribieron a mediados del siglo XVII e inicios del XVIII. De esto nos podemos dar cuenta
por diversos factores. Los manuscritos del siglo XVI tienen cierta uniformidad de lenguaje,
vocabulario, caligrafía, y ortografía. Los tipos de papel al alcance fueron limitados también.
Hay diversas hipótesis sobre en dónde y sobre qué circunstancias se elaboraron los Códices
Techialoyan. Después de haber descubierto el caso judicial de don Diego García de Mendoza
Moctezuma, la historiadora Stephanie Wood concluyó que la mayoría de estos manuscritos
probablemente salieron de uno o más talleres, de las manos de gente itinerante,

Ver la publicación por Wood de este manuscrito:


http://mapas.uoregon.edu/mapa_single_intro.lasso?&mapaid=iztac>.
89
WOOD, Stephanie, Transcending Conquest: Nahua Views of Spanish Colonial Mexico, Norman: University
of Oklahoma Press, 2003, p. 170, nota 51.
90
WOOD, Stephanie, Corporate Adjustments in Colonial Mexican Indian Towns: Toluca Region, 1550–1810,
Ph.D. UCLA; Latin American History, 1984, p. 117-118 y los capítulos 5,6 y 7.

48
probablemente caciques como don Diego García que viajaban de pueblo a pueblo buscando
clientes para ayudarles en la preparación de las historias de sus pueblos. Es posible que el
primer contacto entre los de los talleres y los representantes de los pueblos se hizo en la
capital, cuando gente iba en busca de antiguos títulos para sus pueblos, pero luego los de los
talleres visitaban a los pueblos para conocer mejor las circunstancias locales.
Hicieron estos documentos en un papel de corteza que ya no se empleaba en la época,
escribían en un náhuatl marcado con idiosincrasias, un vocabulario casi único, y una
caligrafía y ortografía curiosa.91 Wood escribió que creía que los individuos que hacían
ambos tipos de manuscritos (los títulos primordiales y los manuscritos Techialoyan] no
operaban en un puesto oficial que estuviera reconocido por las autoridades coloniales, y a
veces estas trataron de poner un alto a la producción de estos documentos.
Puede ser que a algunos pueblos si llegaron gente de los “talleres andantes” y en estos
pueblos se les vendieran los “derechos ancestrales”, pero hay otros donde se evidencia que
alguien de la misma comunidad posiblemente contribuía al contenido con información local,
puesto que hay exageradas referencias geográficas y políticas, que solo alguien interno
pudiese analizar a profundidad y plasmarlo en el documento. A pesar de esta posibilidad de
influencia local, no se ha registrado formalmente el caso de algún Techialoyan con un autor
conocido. Wood presenta una lista de los supuestos nombres de tlacuilos dados en varios
manuscritos Techialoyan, los cuales no son típicos del siglo XVI ni de a mediados de la época
colonial. En fin, parecen imaginados o inventados.92
Para entender mejor el por qué detrás de este corpus documental de los manuscritos
Techialoyan, se debe de comprender el campo de actuación y contexto de cada pueblo o
grupo indígena y las circunstancias por las que pasó por la etapa colonial. Imaginando a
quienes fueron los elaboradores de los documentos, podemos encontrar diversas teorías que
hasta a la fecha solo algunas se pueden comprobar. Por ejemplo, tenemos el caso judicial de
don Diego García de Mendoza Moctezuma, un cacique y arriero que para su beneficio,
supuestamente distribuyó varios manuscritos Techialoyan por el sur de lo que hoy es el

91
WOOD, Stephanie, “The Techialoyan Codices.” En LOCKHART, James, SOUSA, Lisa, y WOOD,
Stephanie, Sources and Methods for the Study of Postconquest Mesoamerican Ethnohistory, Humanities
Project, University of Oregon, 2007. (http://whp.uoregon.edu/Lockhart/Wood.pdf), pp. 3, 7–16.
92
WOOD, Stephanie, “The Techialoyan Codices.” En LOCKHART, James, SOUSA, Lisa, y WOOD,
Stephanie, Sources and Methods for the Study of Postconquest Mesoamerican Ethnohistory, p. 17.

49
Estado de Hidalgo y el oeste del Estado de México. Stephanie Wood concluye que
posiblemente este hombre tenía un taller que ayudó a los pueblos necesitados a fundamentar
sus demandas territoriales, mientras también él mantenía su propio estatus enfatizando el
papel de sus supuestos ancestros implicados en la fundación de los pueblos, y que también
pudo haber proporcionado genealogías, concesiones de privilegio y escudos de armas a su
propia familia y a otros caciques.93
Desde mi punto de vista los tlacuilos o escribanos que hicieron estos documentos
extraordinarios se mantuvieron siempre al margen de la legislación colonial y hasta afuera
de los círculos normales dentro de los pueblos. Los escribanos dentro de los pueblos, que
escribían diariamente en su lengua, el náhuatl, se manejaron con más habilidad. Los autores
de los textos Techialoyan tuvieron usos extraños de ese idioma. Por ejemplo, era muy común,
aún desde el siglo XVI, utilizar palabras prestadas del español dentro de textos en náhuatl.
Pero los autores de los manuscritos Techialoyan llegan a inventar neologismos para evitar el
uso de préstamos. Además, es muy común usar “h” en vez de “ch” en este corpus. Es una
práctica poca conocida pero escasamente evidenciada en el valle de Toluca.94
Para comprender el funcionamiento y el origen de estos documentos, es
imprescindible el estudio de las leyes y la jurisprudencia territorial del imperio español antes
de la conquista y sus propias reformas elaboradas con el proceso de la colonización en
América. La ley Europea tiene un largo brazo y una posición firme en cuanto a la cuestión
de si un manuscrito sería ‘verdadero’ o ‘falso’. Muchos historiadores han tenido dificultades
con esta cuestión. Los Títulos primordiales, género que incluye los manuscritos Techialoyan,
muchas veces han sido denunciados como falsos. Pero el análisis es más profundo y la
explicación un tanto complicada.95

93
“El problema de la historicidad de los Títulos y los códices Techialoyan”, en NOGUEZ RAMÌREZ, Xavier
y WOOD, Stephanie, De tlacuilos y escribanos: estudios sobre documentos indígenas coloniales del centro de
México, El Colegio Mexiquense and El Colegio de Michoacán, México, 1998, pp. 167–221, p. 176; y WOOD,
Stephanie, “Testaments and Títulos: Conflict and Coincidence of Cacique and Community Interests in Colonial
Mexico,” En RESTALL, Matthew y KELLOG, Susan, eds., Dead Giveaways: Indigenous Testaments of
Colonial Spanish America, University of Utah Press, Salt Lake City, 1998, pp. 85–111.
94
WOOD, Stephanie, “The Techialoyan Codices.” En LOCKHART, James, SOUSA, Lisa, y WOOD,
Stephanie, Sources and Methods for the Study of Postconquest Mesoamerican Ethnohistory, Wired Humanities
Project, University of Oregon, 2007. (http://whp.uoregon.edu/Lockhart/Wood.pdf), p. 9.
95
WOOD, Stephanie, “El problema de la historicidad de Títulos y los códices del grupo Techialoyan,” en
NOGUEZ RAMÌREZ, Xavier y WOOD, Stephanie, De tlacuilos y escribanos: estudios sobre documentos
indígenas coloniales del centro de México, El Colegio Mexiquense and El Colegio de Michoacán, México,
1998, pp. 167–221.

50
La riqueza de estos documentos radica en el discurso histórico de los pueblos indios,
la situación en que ellos se encontraron a mediados de la colonia, y en el carácter de los
manuscritos como herramienta para presentar a la comunidad como una entidad con
integridad y una porción de autonomía, con una historia profunda, y con ciertos derechos,
entre ellos para defender sus tierras. Un enfoque en la supuesta falsedad deliberada, es un
evento que, por lo demás, no da cuenta de los elementos válidos que estos manuscritos
ofrecen.96Respecto a la supuesta veracidad de los Títulos Primordiales, la investigadora Paula
López Caballero dice que:
Es posible comprender las supuestas incongruencias o los “errores” que aparecen en los
Títulos como la expresión de esa doble vía. Son historias indígenas pero imbuidas de la
realidad colonial, y ello no implica oposición alguna entre esos dos términos. Ahí las
inexactitudes tienen un sentido; forman parte de un discurso significante y por lo tanto son
interpretaciones circunscritas a un momento específico dentro del cual tienen validez.97

En cierta forma nos afirma que estos documentos a pesar de tener ciertos errores históricos
(fechas, personajes, etc.) son importantes y verdaderos de acuerdo a su propio contexto. Las
fechas inexactas les dan un valor aún mayor, al surgir dudas como ¿Para que los elaboraron?
¿Cómo los elaboraron? ¿Bajo qué contexto?
Estás dudas surgen al observar dichas inexactitudes, y vuelvo a subrayar que dichos
documentos son verdaderos y apreciados como documentos legítimos desde su presente o
contexto histórico.Caeríamos en un anacronismo al querer mostrar desde nuestra época que
son documentos falsos a causa de que no sabemos si cumplieron su objetivo aun teniendo
datos y fechas.
Los Títulos Primordiales por si mismos se han tomado por mucho tiempo más bien
como particulares esfuerzos indígenas, posteriores a 1650, cuyo fin era el de inventar
reclamaciones de tierra y crear una genealogía local presentable. Como explica Robert
Haskett, puesto que con frecuencia están rodeados de detalladas mediciones de linderos, ha

96
WOOD, Stephanie, “The Social vs. Legal Context of Nahuatl Títulos,” in Native Traditions in the
Postconquest World, BOONE, Elizabeth Hill, y CUMMINS, Tom, coord., pp. 201-231. Washington, D.C.:
Dumbarton Oaks (Harvard University), 1998; y, LÓPEZ CABALLERO, Paula, Los títulos primordiales del
centro de México. México, Conaculta (Cien de México), 2003, p. 27.
97
LÓPEZ CABALLERO, Paula, Los títulos primordiales del centro de México. México, Conaculta (Cien de
México), 2003, p. 68.

51
sido fácil estigmatizarlos (sin justicia) como instrumentos empleados para engañar a los
españoles respecto a la tierra cedida a las comunidades para lo cual no tenían ninguna otra
reclamación documental reconocida.98 Esto ocurre de manera similar con el caso de los
Techialoyan donde el pasado juega un lugar particular dentro de la memoria colectiva trazada
en un documento que no tiene la apariencia típica de la colonia.
Es decir, se puede considerar lo ilegitimo como algo no oficial, o en pocas palabras,
los documentos emanados directamente del gobierno virreinal se consideran legítimos. Pero
eso favorece el punto de vista de los colonizadores y deja a los pueblos de indios en una
posición sin poder alguno. Claudio Barrera justamente utiliza el término “supletorio” para
significar a los títulos y códices que los pueblos de indios mandaron a elaborar durante los
siglos XVII y XVIII, mientras que evita el término “apócrifo” cuya connotación y carga
ideológica actual se atribuye a los documentos que tratan de justificar derechos falsos y que
son elaborados con el único propósito de engañar a sus destinatarios.99
El discurso inserto dentro de los manuscritos Techialoyan, ha sido objeto de polémica
y de discusiones dentro del ámbito académico, ya que se ha querido desacreditar a estos
documentos al señalarlos como falsos, pero lo importante como historiadores es comprender
el contexto que obedece la elaboración. Por esta simple razón tienen mucha validez, además
de un discurso que solo la comunidad se puede llegar identificado, una memoria colectiva
que hasta la fecha aún puede ser rastreada en muchos pueblos del altiplano central.
Se ha querido descalificar la autenticidad de estos, pero como lo muestra el análisis
comparado del conjunto, o el estudio individual de algunos de ellos, se tratan de documentos
muchas veces con cierto contenido auténtico, abrazados por muchos pueblos como una
expresión de sus historias y sus intereses. Quizás preguntarse la falsedad o veracidad de un
documento histórico parece imparcial y ambicioso, pero es meramente subjetivo. Para varios
pueblos, estos Títulos primordiales (inclusivo los manuscritos Techialoyan), rellenaron un

98
HASKETT, Robert, “El legendario don Toribio en los Títulos Primordiales de Cuernavaca” En NOGUEZ,
Xavier, y WOOD, Stephanie, coord., De tlacuilos y escribanos. Estudios sobre documentos indígenas
coloniales del centro de México. Zamora, Michoacán y Zinacantepec, Estado de México; El Colegio de
Michoacán A.C. y el Colegio Mexiquense A.C. 1998. p.138.
99
BARRERA, Claudio, Descripción y análisis de documentos claves para la reconstrucción de la historia
territorial del pueblo de San Miguel Mimiapan. Tesis que, para optar por el título de Licenciado en Historia,
Universidad Autónoma del Estado de México, Toluca, México, noviembre de 2007, p. 9.

52
vacío documental en la segunda mitad de la colonia y se aceptaron como representativos de
sus perspectivas.
Algunas personas, lugares y sucesos son verificables, otros son probables. En los
Techialoyan parecen tener un grado de invención y se oponen a otros registros indígenas.
Debido a que se presentan como una reclamación supletoria, los documentos pueden estar
inclinados a la exageración. A pesar de tales circunstancias, sostengo que estos manuscritos
no solo son históricos, sino que representan una forma indígena de escribir la historia, un
género único que ofrece una reflexión de los tiempos difíciles de la colonia y una estrategia
de defensa muy razonable.100
En la actualidad siguen sirviendo como documentos oficiales insertos en el derecho
mexicano de los pueblos, aunque obedecieron a circunstancias diferentes a las del objeto de
creación. Aún sigue siendo lo fundacional del altépetl y su territorio del pasado y del mismo
presente.

3.2. Historiografía de los Títulos Primordiales


Los Títulos Primordiales son un conjunto de documentos que se elaboraron principalmente
durante el periodo colonial, dentro de los cuales algunos pueblos definían su territorio y lo
narraban de forma presencial, usualmente a los pobladores de la comunidad. Este corpus
documental ha sido objeto de estudio dentro del ámbito académico y crecientemente se ha
ido ampliando diversas investigaciones, desde diversos puntos de vista. Es importante revisar
las diversas posturas historiográficas y la metodología que se usa para abordarlos. Los
diversos trabajos relacionados a estos documentos se caracterizan por divergencias y
abordajes. Por eso, vale la pena pensar cuáles de estas ideas cuentan para el presente trabajo.

Para ahondar más en el tema, revisar: BORAH, Woodrow, “Some Problems of Sources,” en HARVEY,
100

Herbert, y PREM, Hanns J., Explorations in Ethnohistory: Indians of Central Mexico in the Sixteenth Century,
Albuquerque, University of New Mexico Press, 1984; WOOD, Stephanie, “El problema de la historicidad de
los Títulos y los códices Techialoyan”, en NOGUEZ, Xavier, y WOOD, Stephanie (coords.), De tlacuilos y
escribanos, Zamora, El Colegio de Michoacán/El Colegio Mexiquense, 1998, pp. 167–221. p. 206; WOOD,
Stephanie, “The Techialoyan Codices.” En LOCKHART, James, SOUSA, Lisa, Sources and Methods for the
Study of Postconquest Mesoamerican Ethnohistory, (versión provisional), Eugene, Oregon, Wired Humanities
Project, University of Oregon, 2007. (http://whp.uoregon.edu/Lockhart/Wood.pdf); y WOOD, Stephanie, “The
Social vs. Legal Context of Nahuatl Títulos”. En BOONE, Elizabeth Hill, y CUMMINS, Tom, coord.., Native
Traditions in the Postconquest World, Washington, D.C.: Dumbarton Oaks, Harvard University, 1998, pp. 201–
231.

53
A partir de los setentas se había localizado, organizado, traducido, publicado y
analizado un número considerable de fuentes primarias coloniales en náhuatl, en algunas
lenguas mayenses, y en otras lenguas mesoamericanas. Sin embargo, la suma de estos
trabajos no había cristalizado en una interpretación coherente de las sociedades
mesoamericanas durante el período colonial ni había influenciado de manera decisiva la
historiografía de los pueblos nativos de México o Guatemala.101
Diversos pueblos de Mesoamérica eran amantes de descubrir el pasado y de ilustrarlo,
aunque deliberadamente podemos observar un uso político de la historia desde el periodo
prehispánico con los códices de origen precolombino. La fundación y el establecimiento de
un pueblo o comunidad siempre va a ser el origen de la cosmología colectiva de dicha
comunidad, y en Mesoamérica, dentro de las percepciones de la gente, la historia ha sido bien
conectada con la fuerza de esa comunidad. Es aquí donde la escritura, se conjuga con la
oralidad que se pasa de generación en generación, no solo para ilustrar un pasado accesible
a la memoria, pero también para dar forma al futuro.
Dentro del sistema colonial apenas y hubo una cierta resistencia generalizada, en la
cual los locales aceptaron al nuevo sistema, al adaptarse de una manera casi intuitiva, tal y
como lo hacían antes de la Conquista, ya que diversos pueblos del centro de México, eran
imperios opresores y con una jurisdicción política y social muy parecida al impuesto por los
europeos. Tal y como lo dice la historiadora, Stephanie Wood:
Como se ve en los Títulos Primordiales, aceptaron el sistema, dando gracias a los reyes y
los virreyes que reconocieron a sus pueblos y les dieron mercedes, y expresan como
felizmente aceptaron el bautizo y la nueva fe, pero sus comentarios negativos están
dirigidos a españoles vecinos.102

Los Títulos Primordiales nacieron en un contexto en el cual había diversas luchas de


motivación territorial entre pueblos de indios con otros pueblos o con haciendas, obrajes y

101
RESTALL, Matthew, “Filología y etnohistoria. Una breve historia de la nueva filología en Norteamérica”,
Desacatos, núm. 7, otoño, 2001, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social
Distrito Federal, México, pp. 85–102. Aborda sobre estoJames Lockhart, un historiador que conoció cientos de
documentos en náhuatl y escribió un tomo importante, Los nahuas después de la Conquista. Historia social y
cultural de los indios del México central, del siglo XVI al XVIII, México, Fondo de Cultura Económica, 1999.
102
WOOD, Stephanie, “The Social vs. Legal Context of Nahuatl Títulos”. En BOONE , Elizabeth Hill, y
CUMMINS, Tom, coord., Native Traditions in the Postconquest World, eds., Washington, D.C.: Dumbarton
Oaks, Harvard University, 1998, pp. 201–231.

54
congregaciones religiosas. Estas motivaciones aunadas con el crecimiento demográfica que
se dio durante la segunda mitad del siglo XVII, forzaron a algunos pueblos a necesitar más
recursos y a explotarlos en terrenos que anteriormente eran de su uso y habían sido ocupadas
por particulares o comunidades.
En un estudio de la coincidencia entre los Títulos primordiales y los testamentos de
caciques, Stephanie Wood muestra que a veces los caciques empezaban a buscar sus propios
intereses, dejando aparte su papel histórico para proteger a la comunidad.103 Diversos autores
difieren de la fecha de la elaboración de los Títulos Primordiales, aunque generalmente se
estandariza posterior a 1650. Ante esto nos surge una pregunta, ¿Por qué esta fecha y no la
fecha que aparece en el manuscrito u otra diferente?, sobre esto James Lockhart, nos da
alguna fundamentación:
El género de los títulos es distinto a otro tipo de escritos en náhuatl (…) es un fenómeno
que pertenece completamente a la Etapa 3; ningún ejemplo conocido proviene de antes de
1650. Por lo menos esta es la conclusión a la que se debe de llegar por muchos indicios,
como vocabulario y sintaxis, las fechas escritas en el papel, las fechas de presentación y
traducción, la caligrafía y la confusión sobre personajes y eventos bien conocidos del siglo
XVI, aunque muchos de los títulos pretenden tener fecha de mediados del siglo XVI o
antes.104

Lockhart hace un análisis filológico de diversos documentos coloniales y se cuenta que, de


los documentos, a pesar de contener errores y no coincidir con la supuesta fecha de
elaboración, se pueden extraer más información y más interrogantes, y esto es lo que los hace
más interesantes.
J. Lockhart afirma que la intención de los Títulos Primordiales es: “dar el punto
de vista autentico del altépetl sobre los derechos de la corporación, fundamentándose
en su historia y apegándose muy de cerca a lo que los ciudadanos habían dicho y creído
por un periodo tan largo como el que podía recordar el miembro más viejo de la

103
WOOD, Stephanie. “Testaments and Titulus: Conflict and Coincidence of Cacique and Community Interests
[in Colonial Mexico]”. En RESTALL, Matthew, y KELLOGG, Susan, coord., Dead Giveaways: Indigenous
Testaments of Colonial Spanish America, pp. 85–111. Salt Lake City: University of Utah Press, 1998.
104
LOCKHART, James, Los nahuas después de la Conquista. Historia social y cultural de los indios del México
central, del siglo XVI al XVIII, México, Fondo de Cultura Económica, 1999, p. 583.

55
comunidad”. Lo importante para Lockhart es la expresión corporativa o comunitaria
de estos documentos, muy aliados con la integridad del altépetl y expresados en el
propio idioma indígena.105
Serge Gruzinski añade que hay que considerar que los Títulos Primordiales se
encuentran en un contexto importante:
Estos documentos anónimos consignan los confines de una tierra exhortando a los indios
del lugar a defenderlos con obstinación. En ciertos aspectos están emparentados con una
familia de documentos extendidos con frecuencia en el transcurso de la época colonial y
aun en nuestros días: los títulos de propiedad. En este caso se trataba de expedientes más
o menos abultados, que reunían actas de donación, de venta, de otorgamiento de
jurisdicción, peritajes practicados in situ (las vistas de ojos) y destinados a definir los
límites de las tierras, interrogatorios contradictorios, en fin, actas de confirmación para
sancionar una toma de posesión.106

De esta forma nos damos cuenta que Gruzinski ve a estos documentos como títulos de
propiedad afectadas por la visión europea, a pesar de que en sus demás investigaciones hace
hincapié en el pasado prehispánico y el papel “mítico” de los documentos y con la posterior
colonización su medio para defender su territorio. Se podría decir que, para él, los
documentos guardan un pasado indígena, se mezcla con el pasado europeo, y los Títulos
primordiales juegan un papel meramente territorial.
No debemos de olvidar que los españoles que colonizaron y gobernaron
tempranamente América tenían una herencia medieval-renacentista. En su momento se vivía
dichas etapas histórica. La herencia medieval rica en tratados, documentos de tierra y la
creciente burocracia humanística, da origen a una costumbre. Esta es la elaboración de títulos
de tierra particulares y de corporación, y resulta que desde muy tempranamente, en el
establecimiento de instituciones jurídicas coloniales, algunos “pueblos de indios”, pidieran
mercedes para sus fundaciones y las instituciones les otorgaron el derecho de formar pueblos

105
LOCKHART, James, Los nahuas después de la Conquista. Historia social y cultural de los indios del México
central, del siglo XVI al XVIII, …, p. 18.
106
GRUZINSKI, Serge, La colonización de lo imaginario. Sociedades indígenas y occidentalización en el
México español. Siglos XVI-XVII, Traducción de Jorge Ferreiro Santana, FCE, 2013, p. 104.

56
formales. Con lo anterior se diferenciaría la concepción que tienen de los Títulos los
historiadores Michel Oudijk y María de los Ángeles Romero Frizzi:
Los títulos primordiales son documentos que contienen la historia sagrada de los pueblos
indígenas y pertenecen a la antigua tradición mesoamericana que tuvo su origen en el
mundo prehispánico que continuó durante la época colonial en los clásicos títulos
primordiales y en otros documentos manuscritos y pictográficos, cruzó el siglo XIX y
llegó hasta nosotros en los mapas y documentos que las autoridades de las comunidades
indígenas presentan en los tribunales agrarios y está presente en la tradición oral de esos
mismos poblados.107

Los ancianos o los “conocedores del pasado” forman parte activa dentro de la explicación
de los linderos en documentos, al ser portadores de conocimiento geógrafo e histórico. A
veces ellos dan testimonio del origen mitológico de su comunidad en tiempos primordiales y
esto se captura en las narrativas de los títulos. A veces hablan de orígenes del pueblo en la
época colonial (sin pensar en esos términos, exactamente).
El historiador japonés Yukitaka Inoue Okubo, al abordar los títulos primordiales nos
señala que forman parte de una tradición mesoamericana al vincularlos directamente con la
segunda fundación, que se da con las congregaciones de indios para así fundamentar su
origen, algo que se da durante la “primera fundación” en la época prehispánica.108
Para este historiador los títulos primordiales se vitalizan con la iconografía cristiana. La
fundación del pueblo, la selección del santo patrón, y la descripción de los linderos va ligada
a la elaboración de dicho documento. Pero Inoue también reconoce las influencias de los
programas de composición de los siglo XVII y XVIII y los pleitos de tierras. Explora como
varios títulos residen hoy día en el ramo de Tierras del archivo nacional y que un documento
podría tener un origen en un contexto y luego utilizarse para otro fin en otra época.

107
ROMERO FRIZZI, María de los Ángeles y OUDIJK, Michel, “Los Títulos Primordiales. Un género de
tradición mesoamericana. Del mundo Prehispánico al siglo XVI”. Relaciones. Estudios de historia y sociedad,
vol. XXIV, núm.95, verano 2003, p. 22.
108
En sus dos textos: INOUE Okubo, Yukitaka, “Los títulos primordiales del Centro de México: una perspectiva
para su análisis”, Cuadernos CANELA, vol. XV, Confederación Académica Nipona, española y
Latinoamericana, 2004, pp. 85-97; y, “Fundación del pueblo, cristiandad y territorialidad en algunos Títulos
primordiales del centro de México”, Cuadernos CANELA, vol. XVIII, Confederación Académica Nipona,
Española y Latinoamericana, 2007, pp. 113-127. Otro estudio de Yukitaka Inoue es, “El significado de los
Títulos primordiales para los pueblos coloniales y actuales”, en línea
(https://www.kufs.ac.jp/ielak/pdf/kiyou13_02.pdf).

57
Oudijk y Romero Frizzi señalan que los títulos conforman un género mesoamericano
que ha permanecido a través del tiempo y el espacio, cambiando de forma pero conservando
su núcleo: reforzar y proteger el territorio del pueblo y su identidad. Las particularidades y
características de cada periodo histórico hicieron necesario que los pintores o escribanos de
los títulos insertaran nuevos temas, dejaran otros de lado o enfatizaran ciertos elementos
informativos de acuerdo con lo que cada momento era más o menos importante, creando así
un corpus diverso y complejo.109
Sobre esto nos dice Paula López Caballero:
[…] puesto que son memorias locales, los Títulos se articulan en función de una línea
argumentativa: la defensa de la tierra comunal. Al ser repetitivos el discurso adopta un
ritmo mucho más lento, un ritmo que va y viene, que avanza y regresa. Tenemos entonces
una estructura cíclica de la narración de los Títulos. La repetición es imprescindible en el
discurso oral. En la llamada “literatura oral”, la reiteración es esencial para que aquello
que se quiere transmitir resulte comprensible para el auditorio.110

Claro, no se puede generalizar afirmando que estos pueblos nahuas eran de tradición oral
exclusivamente, ya que fueron pueblos de tradición escrita y pictográfica, que se puede
apreciar por la enorme cantidad de códices precolombinos y de documentos alfabéticos en
náhuat y en otros idiomas indígenas.
Robert Haskett por su parte afirma que:

Los Títulos Primordiales por sí mismos se han tomado por mucho tiempo más bien como
particulares esfuerzos indígenas, posteriores a 1650, cuyo fin era el de inventar
reclamaciones de tierras y crear una genealogía local presentable. Puesto que con
frecuencia están rodeados de detalladas mediciones de linderos, ha sido fácil
estigmatizarlos como instrumentos empleados para engañar a los españoles respecto a las
comunidades para lo cual no tenían ninguna otra reclamación documental reconocida.111

109
ROMERO FRIZZI, María de los Ángeles y OUDIJK, Michel, “Los Títulos Primordiales. Un género de
tradición mesoamericana. Del mundo Prehispánico al siglo XVI”. Relaciones. Estudios de historia y sociedad,
vol. XXIV, núm.95, verano 2003, p. 25.
110
LÓPEZ CABALLERO, Paula, Los títulos primordiales del centro de México. México, Conaculta (Cien de
México), 2003, p. 55.
111
HASKETT, Robert, “El legendario don Toribio en los Títulos Primordiales de Cuernavaca.” En NOGUEZ,
Xavier y WOOD, Stephanie, coord., De tlacuilos y escribanos. Estudios sobre documentos indígenas coloniales

58
Los Títulos han funcionado como una lente a través de la cual es posible entrever, de manera
directa, las sociedades indígenas coloniales de la época tardía del virreinato, el contexto del
crecimiento poblacional y la enorme necesidad de legitimar grandes porciones de territorio,
para cubrir las necesidades de sus habitantes. Son también un ejemplo de la dimensión
histórica que tiene el recuerdo y de cómo éste va unido a los procesos de construcción de la
identidad de un grupo.

del centro de México. Zamora, Michoacán y Zinacantepec, Estado de México; El Colegio de Michoacán A.C.
y el Colegio Mexiquense A.C. 1998, p.138.

59
4. Los Títulos Primordiales de San Nicolás Totolapan

4.1. Estudios previos del corpus documental


Los Títulos de San Nicolás Totolapan han sido estudiados y analizados por diversos
investigadores y especialistas en la materia. En 1866 se encuentra la primera paleografía y
copia manuscrita a los títulos de 1563, que se encuentra incluida en este compendio, después
del mapa. A pesar de esto no se tiene conocimiento de la razón por la cual se hizo dicha copia,
en lo que respecta del códice, en papel amate no se tiene constancia si se realizó una
paleografía o copia por estas fechas.
En 1866, el Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización tomo en cuenta el Título al
presentarlo a los pobladores, para que se le hiciera una traducción (específicamente al Códice
de San Nicolás Totolapan):
nos han indicado la necesidad de practicar dicha traducción, encomendándola a una
persona practica en materia de documentos y pinturas antiguas: y como el Sr. Don
Francisco Rosales vecino de esta corte, reúne estas condiciones, por ser el intérprete
traductor del idioma mexicano en el Archivo General de la Nación y demás nacionales, al
juzgado suplicamos que habiendo por presentada la merced de tierras que se nos
concedieron para la fundación de nuestro pueblo… haga la traducción de lo escrito en
idioma mexicano, explicando los jeroglíficos y pinturas que contiene con lo demás que
sea necesario…112
He encontrado documentos que son la propiedad de Ubaldo Mendoza, originario de la
Magdalena Atlític,113 pueblo vecino de San Nicolás Totolapan, en los cuales hay constancia
que este estudio paleográfico fue requerido por pobladores de las dos comunidades para
establecer límites territoriales y para legitimar la ocupación de tierras.
En 1963, Fernando Horcasitas Pimentel recuerda la existencia de este manuscrito
cuando se encontraba todavía en el Museo de Asuntos Agrarios y Colonización, depositado,

112
TIRSO ROSALES, Francisco, Códice de San Nicolás Totolapan, p. 9-10. En Dictamen pericial del Códice
Primordial de la Fundación del Pueblo de San Nicolás Totolapan, el cual fue elaborado por el Maestro Alfredo
Ramírez Celestino. Coordinación Nacional de Asuntos Jurídicos-INAH. 3 de julio de 1996. Oficio número:
401-3-1484.
113
Archivo personal del señor Ubaldo Mendoza Verdiguel, originario de la Magdalena Atlític.

60
desde hacía casi cien años, como evidencia de un litigio de tierras. 114 Este estudio y su
explicación, aparece en la publicación de Salvador Monroy Sevilla,115 dentro que de la misma
manera la editora del libro es la misma Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización.
Dentro de esta publicación hace un estudio introductorio, añade fotografías del Códice de
San Nicolás Totolapan y de la traducción de 1866. Cabe destacar que las fotografías son de
muy pobre calidad y casi no se alcanza a leer lo que dice cada foja.
En 1973, la Procuraduría General de la Republica, aconsejaba nuevamente un
dictamen, nombrando así al profesor Antonio Pompa y Pompa y Zita Baschich de Camessi.
En el dictamen de Pompa y Pompa vemos claramente que sólo hacen la revisión paleográfica
del señor Tirso Rosales. Por otra parte, dan testimonio de que el primer tomo contiene los
documentos primordiales de indiscutible autenticidad y los documentos que aparecen en los
otros tomos no sugieren alteración ni modificación, por lo que se consideran auténticamente
históricos.116
Y posteriormente en 1974, Donald Robertson lo describe en su catálogo de
manuscritos y pinturas Techialoyan, publicado en el mítico Handbook of Middle American
Indians, en el cual le asigna el número 732 al manuscrito, que incluye en su lista. En
septiembre de 1989 se le comisiona un nuevo peritaje a Alfredo Ramírez Celestino, por parte
del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Esté estudio fue hasta su fecha el más
completo y llegó a elaborar una pauta y darle un orden correcto a la estructura en la cual se
debía de dicho documento.
En 1996 la Coordinación Nacional de Asuntos Jurídicos del Instituto Nacional de
Antropología e Historia, entrega una copia certificada del Códice Primordial de la Fundación
del Pueblo de San Nicolás Totolapan, el cual fue elaborado siete años antes, por Alfredo
Ramírez Celestino, que requirieron los comuneros de San Nicolás para fines jurídicos.117

114
ROBERTSON, Donald, “Techialoyan Manuscript and Paintings, whit a Catalog”, en Handbook of Middle
American Indians, Austin, Texas, vol. 14, 1975, p. 275. En Dictamen pericial del Códice Primordial de la
Fundación del Pueblo de San Nicolás Totolapan, el cual fue elaborado por el Maestro Alfredo Ramírez
Celestino. Coordinación Nacional de Asuntos Jurídicos-INAH. 3 de julio de 1996. Oficio número: 401-3-1484.
115
MONROY SEVILLA, Salvador, Códice de San Nicolás Totolapan, México, Departamento de Asuntos
Agrarios y Colonización, Museo Agrario, 1964.
116
RAMÍREZ CELESTINO, Alfredo, “El Códice Techialoyan de San Nicolás Totolapan”, Oxtotitlán
Itineranticas antropológicas, Universidad Autónoma de Guerrero, Unidad Académica de Antropología Social,
Número 1, agosto 2007, p. 30.
117
Dictamen pericial del Códice Primordial de la Fundación del Pueblo de San Nicolás Totolapan, el cual fue
elaborado por el Maestro Alfredo Ramírez Celestino. Coordinación Nacional de Asuntos Jurídicos-INAH. 3 de
julio de 1996. Oficio número: 401-3-1484. Archivo personal del señor José Ruiz.

61
El estudio que se realizó sobre estos Títulos Primordiales lo demandaron los
originarios de San Nicolás Totolapan en 200. El encargado de realizar dicho análisis fue el
profesor y especialista en náhuatl y jefe del Departamento de Asesoría de Grupos
Campesinos y Obreros (en ese momento), Ignacio Silva Cruz. Dentro del cual, hace un
análisis muy detallado de los elementos que integran en conjunto los Títulos Primordiales de
San Nicolás Totolapan.118
Como anteriormente se aclaró, la investigación, la paleografía y la traducción de los
Títulos Primordiales de San Nicolás Totolapan, fueron completados gracias a las
investigaciones que anteriormente enumeré, así como a los excelentes aportes y sugerencias
de los investigadores y estudiosos del náhuatl Mtra. María del Carmen Herrera, Dr. Rodrigo
Martínez Baracs y Dra. Stephanie Wood.

4.2. Características físicas del documento


Este libro está empastado en su totalidad en el año 1866 y en su tapa dice: Títulos
Primordiales de la Propiedad Territorial que los Virreyes Concedieron al Pueblo de San
Nicolás Totolapan para su fundación. Arriba del título aparece el número 276.1/2672, que es
el número de inventario en el cual está catalogado como bien de la nación.119 Las dimensiones
aproximadas de dicho libro es de 33 X 24.5 cm. Este documento está divido en cuatro
documentos:
- El primero es el Códice [Techialoyan] de San Nicolás Totolapan, escrito en náhuatl,
que consta de 11 fojas y 7 fojas en papel de amate con pictografías y dibujos
relacionados a las actividades agrícolas, sociales y económicas de la población.
- El segundo consta de una foja, que señala los Títulos pertenecientes al pueblo de San
Nicolás Totolapan y merced hecha por el excelentísimo señor Don Luis de Velasco y
al reverso anotaciones hechas, al parecer en 1770, dentro de este se encuentra una
foja donde encontramos la Cédula real emitida por el virrey Luis de Velasco, fechada
con el 8 de junio de 1563.

118
Dictamen de Autenticidad solicitado por la comunidad de San Nicolás Totolapan, delegación Magdalena
Contreras, Distrito Federal, emitido por el Archivo General de la Nación y realizado por el historiador Ignacio
Silva Cruz, 2002. Archivo Personal del señor Ubaldo Mendoza Verdiguel.
119
RAMÍREZ CELESTINO, Alfredo, “El Códice Techialoyan de San Nicolás Totolapan”, Oxtotitlán
Itineranticas antropológicas, Universidad Autónoma de Guerrero, Unidad Académica de Antropología Social,
Número 1, agosto 2007, p. 38.

62
- El tercero consta de 6 fojas de los títulos-merced y una foja completa dedicada a un
mapa adjunto a los Títulos, el cual se encuentra en una excelente condición.
- El cuarto apartado, dedicado a la paleografía de la cédula y la merced de los Títulos
de San Nicolás Totolapan en 1866 por Tirso T. Rosales, cabe destacar que no hay
ninguna del códice.
La primera parte escrita en náhuatl (códice) está elaborada en papel amate,120 que utilizaban
los indígenas de Mesoamérica en la elaboración de sus códices y documentos, antes y un
poco después de la llegada de los europeos. Ya en los demás apartados la elaboración es del
papel conocido como europeo.

4.3. Estructura del Título Primordial de San Nicolás Totolapan


4.3.1. Estructura narrativa
El contenido de este conjunto de documentos consiste en un recorrido por los principales
linderos y delimitaciones de la localidad. Lo interesante que hace a este, es la forma debido
a lo cual, su discurso busca convencer hacía el “otro”. El otro está visto de esta manera como
el ente externo que busca despojarlos o quitarles terrenos de la localidad, en este caso los
hacendados, otros españoles u otros pueblos.
El contenido narrativo de los Títulos Primordiales, está formado a manera de prosa,
de tal forma que, uno se puede imaginar a una comunidad, caminando con la autoridad
española y dictándole lo que ven y lo que se habla, al escribano, que en este caso registra y
da fe a lo que plasma en el documento.
Los indígenas muestran sus tierras a los del pueblo y a las autoridades coloniales, y
de igual manera los españoles hacen saber a los indígenas cuáles son sus obligaciones como
poseedores y tributarios de la corona española. El discurso de los Títulos busca convencer.
Es posible que la exhortación que se hace en ellos tuviera un referente social real, por
ejemplo, las asambleas o reuniones en que efectivamente los ancianos o caciques hablaban y
discutían los problemas del pueblo. Esa escena está sugerida en estos manuscritos como
contexto de elocución.121

120
Amate. Del náhuatl amatl. Árbol de la familia de las moráceas, que abunda en las regiones cálidas de México,
y cuyo jugo lechoso se usa como resolutivo. Hay dos especies: el blanco y el negro. Diccionario de la Real
Academia Española. Consultado el 26 de junio de 2017. http://dle.rae.es/srv/search?m=30&w=amate.
121
LÓPEZ CABALLERO, Paula, Los títulos primordiales del centro de México. México, Conaculta (Cien de
México), 2003, p.36.

63
En este caso, la particularidad de este pueblo de San Nicolás Totolapan, es que nos
encontramos con dos documentos de diferente corpus documental. En esta cuestión, un
códice colonial y la merced real. También, las dos incluyen una “vista de ojos” (informal, en
el caso del manuscrito Techialoyan, y formal en el caso de la merced). Este último se hizo
supuestamente junto con la autoridad civil del corregimiento, así como con pobladores que
sirven de testigos.
En esencia, la mayoría de los títulos fue escrita desde una perspectiva atemporal muy
parecida en la que se encuentra a los mitos, y el material se ordenó en forma temática, sin
procurar hacer distinciones entre fenómenos similares que ocurrieron en diferentes tiempos,
sino más bien unirlos, convirtiendo en uno solo a todos los líderes del altépetl, así como a
todos los nuevos inicios y a todas las amenazas externas, porque todas tenían la misma
función.122
La perspectiva atemporal en la cual, se escriben estos documentos, parecen siempre
estar en tiempo presente, eso permite una vigencia. Dentro del Códice de este conjunto
documental, es más persistente la idea de una mitificación, ya que manejan preceptos
utilizados en el periodo prehispánico que ya no se utilizaban para la época, por ejemplo:
Que sepan, que escuchen
todos lo verán, lo contarán
el libro de la tierra, de su propiedad, aquí
en el poblado de Coyoacán, ahora en el
tiempo de nuestro año, en el mes Etzal-
cualistli, en la cuenta de quince días de su cuenta (mil) quinientos
treinta y cinco…123
Podemos apreciar, que a pesar que se ha comprobado que es un documento colonial,
busca legitimarse como si se conservará parte de la tradición indígena, aunque en esencia,
sea una estrategia retórica, para parecer ser de la época prehispánica utilizando títulos, fechas
e imágenes de tradición mesoamericana.
Como anteriormente se expresó, los indígenas en este momento no hacen hincapié a
ningún tipo de usurpador. En otros títulos de la zona, los documentos prohíben que los

122
LOCKHART, James, Los nahuas después de la conquista. Historia social y cultural de los indios del México
central, del siglo XVI al XVIII. México, Fondo de Cultura Económica, 1999. p. 591.
123
Folio 1v. Títulos Primordiales de San Nicolás Totolapan.

64
españoles vean o tengan los documentos. En el caso del de San Nicolás Totolapan no hace
ningún tipo de sugestión respecto a algo o alguien. Pero el discurso también (o aún más
importante), por lo menos del manuscrito Techialoyan, es para la educación de los
pobladores, la gente del pueblo, para que sepan la historia de su pueblo, su fundación, los
supuestos fundadores, la llegada de la nueva fe, la construcción de la iglesia, la selección del
santo patrón, la formación del cabildo, y, muy importante (lo que sabemos por la cantidad de
esta materia) los parajes que componen su territorio.

4.3.2. Los linderos. Aspectos toponímicos y geográficos


El propósito de la gran mayoría de los Títulos Primordiales que existen en México, es la
demostración de los linderos, que son las limitaciones de los pueblos, principalmente con un
nombre de algo, que haya ahí o que sea característico. Así tuvieron el propósito de delimitar
la extensión territorial de las poblaciones y hacer que sea más fácil identificar
geográficamente a los pueblos.
De hecho, lo que sirve de señal de los linderos según los Títulos es muy variado:
pueden ser cosas naturales como rocas, montes y cerros, cuevas y lugares con agua, o los
artificiales como cuexcomatl, camino real y cruces de caminos.124
En el caso del Códice de San Nicolás Totolapan, nos ilustra muy bien, sobre cuáles son sus
linderos:
los linderos en donde está la tierra de los principales,
[…] se dirige (el lindero) por abajo del cerro, da vuelta
en donde esta Tecocosco; llega a Tez-
tlalpan, que es propiedad de la gente de San Nicolás. Llega a
Milpolco, Xacayacatitlan, llega a Totolapan
andando125 el camino llega a Tlaxipehual-
oyan, al gran cerrito de Tlaxipehualcalco
se dirige al gran cerrito de Xictitlan,
el camino se dirige y llega a Cuauhte-
titlan, al gran cerrito de Tetetlan,

124
HASKETT, Robert, “Problem Paradise”, 2005, pp. 136-141 En INOUE, Yukitaka, Fundación del pueblo
cristiandad y territorialidad.
125
Andando el camino debe entenderse como “siguiendo la demarcación”.

65
va (el lindero) y rodea a Zacatepec,
todo ello lleva (tiene) agua en donde se junta (el camino).
Andando el camino está la que es propiedad de
los pobladores126, de nuestros viejos.
Llega (el lindero) a Ocotlantonco, da vuelta y
llega a Tzatzacalpan, llega a Ocotitlan
y se dirige a TlalxonacatlanZacamulpan127

El recorrido se narra como una experiencia personal; tiene el carácter de una práctica
concreta, humana e histórica. Este recurso se emplea únicamente para hablar de los límites
territoriales. Es una referencia para las siguientes narraciones relacionadas con los
linderos.128
Tenemos una particularidad en este documento, debido a que en el Códice habla de una
fundación y delimitación de dos pueblos, mientras que, la merced y sus documentos
complementarios hablan sobre, que se debe de limitar la fundación: en este caso, del pueblo
de la Magdalena Atlític, pueblo vecino de San Nicolás, conélque ha habido diferentes
conflictos territoriales. A este pueblo, hace referencia:
[…]Tecuantitlan (que es) gran
Bosque, Tlacomontitlan, Xochinaca
(y a) AtlihticZolinco, son tierras de ellos,
De los habitantes aquí en Santa Maria Mateltzin129
Atlihtic. (Los habitantes) de San Nicolás, aquí
presentes, lo que es propiedad de los principales, la gente
del bosque, por ello se dividió la tierra que les ofreció
nuestro gran señor, sus tierras de labor.
a todos los principales

126
No se especifica quienes son los pobladores, pero entendemos que son los de Santa María Magdalena.
127
Folio 3r. Títulos Primordiales de San Nicolás Totolapan.
128
LÓPEZ CABALLERO, Paula, Los títulos primordiales del centro de México. México, Conaculta (Cien de
México), 2003, p. 40.
129
Corroboración de lo expresado en la nota anterior.

66
todos están presentes en el libro130
del pueblo frente a nuestro
gran señor131, así se dividió la tierra, en donde
se asientan los pueblos mencionados, de
los barrios, de los pueblos
mencionados132, cada habitante del
pueblo trabajará la tierra (dada).
Aquí se contaron los cordeles133134

La forma en la que el recorrido se narra presenta dos vertientes: una mera descripción
geográfica que enumera, con un ritmo preciso, los lugares que sirven de referencia para
delimitar el territorio y el recuento de una serie de acontecimientos “extra geográficos”.135
Es fascinante la manera en la que, dentro de las pictografías, se hace referencia a esto,
tratando de rescatar elementos indígenas, al tener ilustraciones de caballeros águilas y
hombres jaguar. Pero retomando ilustraciones de frailes y españoles, estas son características
de la simbiosis cultural, que da lugar a lo primario de la cultura mestiza.
Más que la construcción de la iglesia dedicada al santo patrono, más aún que el
episodio agitado de las “congregaciones”, la demarcación de los límites es la pieza clave de
la fundación del pueblo, el objeto principal de los títulos. Concretamente la operación
consiste en seguir los límites del terreno para conocerlos y marcarlos de común acuerdo con
los pueblos colindantes, esta es la esencia de los Títulos Primordiales en su conjunto. 136

130
La importancia de los grupos indígenas que se desarrollaron en Mesoamérica está probada desde épocas más
tempranas de la colonización.
131
Quiere decir “frente al representante del Virrey”.
132
La repetición de frases es una característica común de los documentos de los pueblos indígenas, aún en la
actualidad.
133
Mecates, según la traducción original del náhuatl (mecatl).
134
Folio 3v. Títulos Primordiales de San Nicolás Totolapan.
135
LÓPEZ CABALLERO, Paula, Los títulos primordiales del centro de México. México, Conaculta (Cien de
México), 2003, p. 39.
136
GRUZINSKI, Serge La colonización de lo imaginario. Sociedades indígenas y occidentalización en el
México español. Traducción de Jorge Ferreiro Santana, Siglos XVI-XVII, FCE, 2013, p. 124.

67
4.3.3. Particularidades del entorno político y social
En los Títulos Primordiales no se hace ninguna referencia a que el pueblo de San Nicolás
haya sido ocupado o conquistado por los españoles durante la primera mitad del siglo XVI.
Es muy importante esto ya que hay varios Títulos Primordiales en el Centro de México que,
si lo toman en cuenta y otros que no, por ejemplo, nos dice la historiadora Paula López
Caballero que:
Asimismo, la Conquista y el periodo colonial se narran en función de una perspectiva en
extremo localista, que no toma en cuenta, e ignora incluso, la historia general de la región
en época prehispánica y durante los posteriores gobiernos españoles. Ni a manera de
referencia lejana parecen tener importancia; únicamente si aquello desempeña un papel
relevante para el desarrollo general de la narración histórica local.137

Las más altas autoridades españolas y los santos católicos aparecen por doquiera como
garantes del orden o, antes bien, del nuevo orden establecido y de los derechos legítimos de
las poblaciones. La diligencia busca establecer y proteger derechos territoriales oponiendo a
las eventuales usurpaciones la memoria de ilustres patrocinios. Deslizándose en el discurso
del poder español los indios sin duda dan por descontado que harán intervenir en su favor el
peso de autoridad real.138
Como se dijo anteriormente, los dos protagonistas de los Títulos Primordiales, tanto
españoles, como los indígenas, establecen un diálogo, mediante el cual el indígena es dotado
de tierras, pero de igual manera está condicionado a ser un fiel tributario hacia la corona (el
mismo que daban a los señoríos en el periodo prehispánico), así mismo de no descuidar el
territorio otorgado. Por su parte la autoridad colonial es en gran medida responsable de
otorgar garantías, para que no se violente el derecho sobre las tierras.
Incluso para la representación del pueblo y su territorio durante los siglos XVII y
XVIII se dio la “reutilización” por parte de algunas comunidades, especialmente ante los
tribunales coloniales, de códices y pictografías que fueron elaborados cien o doscientos años

137
LÓPEZ CABALLERO, Paula, Los títulos primordiales del centro de México. México, Conaculta (Cien de
México), 2003, p. 62.
138
GRUZINSKI, Serge La colonización de lo imaginario. Sociedades indígenas y occidentalización en el
México español. Siglos XVI-XVII, Traducción de Jorge Ferreiro Santana, FCE, 2013, p. 121.

68
antes, o incluso la utilización para litigios de sólo fragmentos sobrevivientes de códices más
antiguos.139
Es lo que hace especial a estos documentos, la manera en la que se negocia, un claro
ejemplo del nuevo orden colonial, casi toda Mesoamérica, se dio esta forma de negociación,
para esperar algo a cambio. Nos demuestra cómo se da el proceso de vinculación entre el
dominado y el dominador.

4.3.4. Comparativa con otros Títulos Primordiales


Como bien habíamos abordado anteriormente, diversos talleres manufacturaban documentos
falsificados en el periodo colonial y asombrosamente durante el periodo independiente. Es
curioso preguntarse, como nativos de San Nicolás Totolapan, cómo estos documentos afectan
la historia de nuestros orígenes. ¿Puede ser que un documento falsificado que, de todos
modos, nos de legitimidad y en cierta manera una conciencia histórica a manera de génesis?
A pesar de ser un tema bastante espinoso y controversial dentro de los diversos
pueblos, el poner en tela de juicio estos documentos siendo nativo, es algo visto como mera
traición a las raíces, puesto que en dichos papeles primordiales podrían fundamentar la
identidad y vincular el pasado ancestral con la modernidad. Aunado a esto es el fundamento
de este apartado, lo cual no es afirmar tajantemente la falsedad de documentos, sino algo más
rico aún, indagar las necesidades que tuvieron nuestros antepasados y nosotros tenemos,
todavía, para realizarse y conocer el contexto histórico de San Nicolás Totolapan en ese
momento.

Durante el siglo XVIII, hubo por lo menos dos falsificadores de documentos, cédulas
reales, genealogías, escudos de armas, códices, mapas, y más, se llaman Diego García de
Mendoza Moctezuma y Pedro Villafranca. Diego García (un cacique de Tezontepec, Estado
de Hidalgo) se asocia más con la producción de los manuscritos Techialoyan y Pedro
Villafranca (un cacique de Jilotepec, Estado de México) con la producción de mercedes,
autos de posesión y amparo, y mapas en castellano, pretendiendo ser de la mano del virrey
don Luis de Velasco, pero reflejando su interpretación indígena de como escribir y pintar.

139
RUÍZ MEDRANO, Ethelia, “El universo y nosotros. Ejemplos de símbolos de poder entre los pueblos
indios” pp.443-474 En OLIVIER, Guilhem, coord., Símbolos de Poder en Mesoamérica, Instituto de
Investigaciones Históricas-Instituto de Investigaciones Antropológicas, Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM), México, 2008. p. 448.

69
Este esfuerzo en tratar de pasar inadvertido para elaborar las mercedes de tierras, resultó en
meticulosos detalles pero algunas veces erróneos en, por ejemplo, la alineación de número y
género, o en datos, y cayendo en ocasiones en anacronismos. 140

En ocasiones los documentos presentados por los pueblos fueron considerados


apócrifos en el dictamen paleográfico.Pues sólo aparentemente eran títulos antiguos
otorgados por las autoridades virreinales, hablando de las obras de Villafranca o, en el caso
de los manuscritos Techialoyan, hechos de manera autóctona dentro de los pueblos y
supuestamente por escribanos nahuas. Esto ocurrió por que ciertos pueblos, al no contar con
los papeles legales que ampararán sus derechos territoriales, mandaron elaborar documentos
que consignarán la posesión de tierras, en respuesta a las nuevas políticas en la materia que
se fueron adoptando en las épocas colonial y decimonónica.141

Dentro de los documentos que ha detectado la historiadora Stephanie Wood, de una


posible manufactura de Pedro Villafranca son aproximadamente una veintena, entre los que
destacan títulos, mapas y cédulas. Villafranca cobró por sus servicios entre 12 pesos y 30
pesos, algo costoso para la época.

Pedro Villafranca murió 1761 en circunstancias muy poco esclarecedoras.Es posible


que haya sido un asesinato a causa de ir a cobrar una deuda de un pueblo por sus servicios en
la expedición de algún documento. Villafranca imitaba la escritura característica del siglo
XVI, añadiendo encima de muchas palabras unas líneas horizontales, descrita por un
sacerdote del Valle de Toluca como “gusanillos”. El lenguaje y la terminología que empleaba
parecían auténticos, particularmente a quienes buscaban el nombre de quien recibía la
concesión, el lugar u la ubicación, el donante, la fecha, y no tomó el tiempo para leer toda la
narrativa. La documentación española tenía varias fórmulas que rara vez se molestaba alguien
en leer todo el texto de las concesiones formales, los poderes judiciales, los pagarés y
similares. Para que el papel que se empleaba pareciera más auténtico, Pedro había aprendido

140
WOOD, Stephanie, Corporate Adjustments in Colonial Mexican Indian Towns: Toluca Region, 1550–
1810, Ph.D. UCLA; Latin American History, 1984, pp. 343-352.
141
RUIZ MEDRANO, Ethelia, BARRERA GUTIÉRREZ Claudio y BARRERA GUTIÉRREZ, Florencio, La
lucha por la tierra. Los títulos primordiales y los pueblos indios en México, siglos XIX y XX. México, Fondo de
Cultura Económica, 2012, p. 91.

70
la técnica de ponerlo sobre el humo de un ocote quemado, para oscurecerlo y darle así un
aspecto de antigüedad.142

Esto nos da una idea y cambia el paradigma del indio débil e ignorante, del indio que
no salía de su pueblo, esta imagen medieval que a veces tenemos de los pueblos de indios.
En realidad, los pueblos intercambiaban ideas, así como intercambiaban productos.
Entendieron muy bien sus necesidades para defender sus tierras, y buscaron remedios cuando
no tuvieron los papeles que las cortes posiblemente iban a pedir. Este continuo flujo de
personas y las necesidades urgentes, hizo posible la elaboración y la distribución de estos
documentos. Pedro Villafranca era originario de Jilotepec, un poblado otomí, el cual se
encuentra aproximadamente a unos 150 kilómetros de San Nicolás Totolapan.

Cabe destacar que, como parte de la zona de la Sierra de las Cruces, que conecta a los
pueblos del poniente de la Ciudad de México con los pueblos del Estado de México, San
Nicolás Totolapan en la actualidad tiene una conexión muy importante con esos pueblos. Por
ejemplo, muchos pobladores de San Nicolás Totolapan van a comprar animales, insumos y
productos agropecuarios a Santiago Tianguistenco, poblado que desde el periodo
prehispánico era conocido por ser un poblado de comerciantes (lo cual explica el nombre del
pueblo que deriva de la palabra “tianguis”, refiriéndose a los mercados). También se realizan
distintas peregrinaciones al Señor de Chalma en Malinalco y a la virgen “Gualupita” en
Guadalupe Yancuitlalpan, además de contar con una puntual asistencia como invitados por
la Mayordomía de San Miguel Almaya a la fiesta de este pueblo en el Estado de México.

WOOD, Stephanie, “Pedro Villafranca y Juana Gertrudis Navarrete: falsificador de títulos y su viuda (Nueva
142

España, siglo XVIII)” en SWEET, David y NASH, Gary, Lucha por la supervivencia en América colonial,
México, Fondo de Cultura Económica, 1987, p. 477.

71
Fig. 1. Códice de San Nicolás Totolapan y Manuscrito Techialoyan de Tepexozuca.

Con lo anterior reafirmamos dicha hipótesis sobre el origen de los Títulos


Primordiales de San Nicolás Totolapan, la cual confirma que estos documentos fueron
emanados de un taller ¿itinerante? .

Distintos documentos del Valle de Toluca y del poniente de la Ciudad de México


cuentan con estilo y contenido similar al Códice de San Nicolás Totolapan. En lo que respecta
a la variedad de Códices Techialoyan, es evidente que también hay características similares.

La que realmente me sorprendió fue la habilidad del pintor al elaborar estos


documentos. En esta cuestión, el Códice de San Nicolás Totolapan y el de San Francisco
Tepezoyuca cuentan con imágenes totalmente parecidas. Aunque cambia el color del papel
y un poco el tipo de letra, el contenido es básicamente el mismo.

Desde mi punto de vista los dos documentos se realizaron por el mismo autor o taller,
ya que enla gran mayoría de las fojas son similares las representaciones, además de que

72
comparten el mismo formato que utilizaba el escribano, para ahorrar papel el cuál es
delimitado por una línea a la mitad de la hoja.

A pesar de que el Códice de San Nicolás se encuentra más dañado, es probable que
el Manuscrito de Tepexozuca sea una elaboración más tardía al de San Nicolás, ya que el
estilo es más “moderno”, el papel es más claro y la escritura más fluida. En los dos se pueden
apreciar en la parte de arriba a dos personas que caminan por una cuesta con algo en la
espalda, probablemente piedras para construcción y con dos bastones. En la parte inferior se
encuentran dos aves frente a una corriente de agua, mientras que en el de San Nicolás están
juntas y al parecer son aves de tierra (gallinas, pavos).En el de Tepexozuca estan separadas
dichas aves y al parecer se preparan para volar.

El parecido a este subgrupo documental, no soló se limita a esto sino a animales,


plantas, casas, en sí figuras humanas o religiosas. Ya con profundidad algunos autores
(Joaquín Galarza, Federico Gómez de Orozco, Donald Robertson, James Lockhart, Stephanie
Wood, Yukitaka Inoue, entre otros), han estudiado de manera sustancial las decenas de
similitudes que comparten estos documentos. Yo no abordaré lo que ellos ya plasmaron. Pero
algo que me llamo la atención fue la estilización de los magueyes.

El maguey, que desde tiempos prehispánicos hasta la actualidad su cultivo y cuidado sirvió
para fines estratégicos. La representación de magueyes junto con arboles sirve para dividir
terrenos o marcar mojoneras, de esta manera es importante e imprescindible su
representación. En la siguiente figura se puede apreciar de manera particular como se
representa de forma igual en los tres documentos.

73
Fig. 2. Códice de San Nicolás Totolapan, Códice de Cuajimalpa y Techialoyan de
Tepotzotlán. 143
A pesar del paso del tiempo son visibles los colores que utilizo el autor, el verde claro
y una tonalidad más oscura para el caso de el de Tepotzotlán. Es interesante observar como
se plasma de manera con el mismo estilo gráfico pero con escenarios diferentes.

Se puede inferir que el San Nicolás y el de Cuajimalpa se manufacturaron casi al


mismo momento ya que geográficamente son cercanos. Me quiero imaginar que Diego
García de Mendoza Moctezuma fue a Cuajimalpa144 primero y ofreció sus servicios
posteriormente a San Nicolás, que en esa época contaba con una población y extensión
territorial menor a Cuajimalpa. Supongo que fue el Códice de Cuajimalpa primero, a causa
que en este códice hay una pintura que ilustra a San Nicolás e infiero que tuvo que ir para
conocer los linderos y las poblaciones próximas.

El Códice de Cuajimalpa es más extenso y tiene más fojas, por que es más grande y
se tiene que señalar los diversos parajes y barrios con los que contaban, el caso de San Nicolás
habla sobre la creación de dos congregaciones diferentes con la Magdalena Atlític. Ese era
el punto dar a conocer que no eran una misma reducción.

Anteriormente ya se había mencionado la infinidad de detalles compartidos dentro


del corpus Techialoyan, pero en este otro caso un diferente tipo de documentos nos ocupan.
Aquí ya podemos hablar claramente de un deseo de decepcionar a las autoridades,

143
Techialoyan de Tepotzotlán. http://amoxcalli.org.mx/codice.php?id=081, Consultado el 1 de octubre de
2019. Códice de Cuajimalpa, http://bdmx.mx/documento/codice-techialoyan-cuajimalpa, Consultado el 1 de
octubre de 2019
144
Señala su esposa de Pedro Villafranca sobre una deuda que tenían los del pueblo de Cuajimalpa con él y va
a cobrarla, además de esconderse ahí después de su detención en Santiago Tianguistengo. En WOOD,
Stephanie, “Pedro Villafranca y Juana Gertrudis Navarrete: falsificador de títulos y su viuda (Nueva España,
siglo XVIII)” en SWEET, David y NASH, Gary, Lucha por la supervivencia en América colonial, México,
Fondo de Cultura Económica, 1987, p .472.

74
falsificando la firma del virrey don Luis de Velasco, y copiando otros documentos que
normalmente se producían junto con las mercedes virreinales. A cambio, los manuscritos
Techialoyan representan un esfuerzo para capturar de nuevo la tradición de ‘códices’, en
papel de amate y con textos en náhuatl, iluminando las raíces profundas de los pueblos
originarios, sus ilustres antepasados, su aceptación de la fe cristiana, su conformidad al
sistema de cabildos, y, sobre todo, la identificación de sus territorios y mojoneras para que
los jóvenes los protejan. Aunque el taller de Diego García manufacturó docenas de
manuscritos que ahora llamamos los “Techialoyan”, y los vendió a muchos pueblos, el taller
de Pedro de Villafranca más directamente quiso engañar a la autoridad española.

No sabemos si Pedro Villafranca, un cacique de Jilotepec, quiso engañar a los


pueblos, parece que tuvo el motivo de ayudarlos en ampliar sus territorios, pero tal vez
principalmente por su afán de lucro, podría haber sido una tentación para los pueblos
contemplar la compra de una de estas ‘mercedes’ falsas para defenderse de la haciendas
colindantes que se expandían rápidamente en el siglo XVIII.145
El tamaño de los territorios que las ‘mercedes’ indicaron fue ingenuo o poco realista.
Como señala René García Castro y Jesús Arzate Becerril en su artículo 146, es imposible que
un pueblo pueda pedir como derecho de posesión siete mil varas, los cuales son un vasto
territorio y que ninguna autoridad virreinal estaría dispuesta a entregar. Pero a veces los
productos de Villafranca obtuvieron resultados, como en los Títulos de La Asunción
Malacatepec en el actual Estado de México, donde los pobladores si lograron engañar a los
jueces coloniales en 1790. No encontré registro alguno sobre si los indios del pueblo de San
Nicolás Totolapan utilizaron como amparo legal su propia ‘merced’ durante el periodo
colonial.

145
Y posiblemente los compradores no supieron que las mercedes y sus documentos fueron falsos.
GARCÍA CASTRO, René y ARZATE BECERRIL, Jesús, “Ilustración, justicia y títulos de tierras. El caso
146

de del pueblo de la Asunción Malacatepec en el siglo XVIII”, Relaciones, El Colegio de Michoacán, Núm.
95, verano 2003, vol. XXIV.

75
Es de reflexionar como la merced de Malacatepec y la de San Nicolás Totolapan
comparten rasgos parecidos, situando el área de trabajo del falsificador aún más extensa, ya
que Malacatepec es un territorio mazahua y no otomí o náhua.

Fig. 3. Merced real de San Nicolás Totolapan y de Malacatepec.

Si analizamos los dos documentos, el contenido es casi el mismo, solo cambiando los
nombres de los gobernantes locales y el de los pueblos con sus parajes. Pretende imitar la
rúbrica del Virrey Luis de Velasco y de su escribano Antonio de Turcios.

76
Los mapas son similares desde la representación de la iglesia como eje rector y el
centro para todos los pueblos, hasta la misma figura y representación simbólica. Están
situadas en la misma posición, siempre ilustrando las corrientes de agua, importantes para la
supervivencia de los pueblos, aunque dichos dibujos sean pobremente ilustrativos respecto a
esto, al parecer el pintor no tenía grandes conocimientos de cartografía.

Fig. 4. Mapa de los Títulos de San Nicolás Totolapan y La Asunción Malacatepec147

La intención de Villafranca no fue mostrar el territorio representado de manera


geográfica, ni tampoco mostrarlo con dibujos precisamente representativos, sino de legitimar
por medios de la retórica, expuesta en el discurso de la merced, nombrando a autoridades
importantes y dando las firmas, los cuales prestarán esa impresión de legitimidad. Sin más
estudios, no sabremos la porción de estos documentos hechos a mediados del siglo XVIII

147
GARCÍA CASTRO, René y ARZATE BECERRIL, Jesús, Ilustración, justicia y títulos de tierras. El caso
de del pueblo de la Asunción Malacatepec en el siglo XVIII, Relaciones, El Colegio de Michoacán, Núm. 95,
verano 2003, vol. XXIV.

77
tuvieron éxito en las cortes, pero parece que el taller tuvo satisfacción en encontrar pueblos
deseosos de proteger sus territorios (o hasta agrandarlas) por este medio y pagar los 28 pesos,
más o menos. 148 El pueblo de San Nicolás, ubicado en la orilla de la cuenca de México, un
lugar céntrico de población antigua-indígena y buscado por los colonizadores para establecer
su agricultura en el siglo XVII y XVIII, compró estos manuscritos de los caciques García y
Villafranca, tratando muy razonablemente a defenderse de las fuerzas invasoras.

148
WOOD, Stephanie, “Pedro Villafranca y Juana Gertrudis Navarrete: falsificador de títulos y su viuda
(Nueva España, siglo XVIII)” en SWEET, David y NASH, Gary, Lucha por la supervivencia en América colonial,
México, Fondo de Cultura Económica, 1987, p .472.

78
Capítulo 5. Paleografía, traducción y transcripción de los Títulos Primordiales de San
Nicolás Totolapan

Aclaraciones preliminares
Los Títulos Primordiales de San Nicolás Totolapan constan de 19 fojas y están
divididos en cuatro partes, así:
1) Códice y pictografías de la foja 1 a la 11.
2) La foja 12, solo consta de la Cédula real y al reverso de anotaciones hechas en
1770.
3) Los Títulos Primordiales y su mapa, abarcan de la foja 13 a la 17.
4) Las fojas 18 y 19, contienen la paleografía hecha en 1866.

El orden de la paleografía esta ordenada con la abreviatura, (Folio. 1r.) que significa
folio 1 recto y (Folio 1v.), que significa folio 1 vuelta.
Una vez más recalco que la paleografía y la traducción fueron un trabajo conjunto y
complementé las diversas investigaciones y puntos de vista. Respeté las investigaciones y
estudios anteriormente mencionados. Por ejemplo: en el Códice y en el Título Primordial, no
modifiqué la forma en la que se escribieron las palabras, ni las faltas ortográficas (para
nuestro español moderno), a excepción de los acentos, para darle una mejor pronunciación a
las palabras.

79
Paleografía, traducción y transcripción de los Títulos Primordiales
de San Nicolás Totolapan

Portada

276. A/2672

276. A/2672

TÍTULOS PRIMORDIALES

DE LA PROPIEDAD TERRITORIAL QUE LOS VIRREYES CONCEDIERON

AL PUEBLO DE

SAN NICOLÁS TOTOLAPAN

PARA SU FUNDACIÓN

(Paleografía, traducción y transcripción del Códice de San Nicolás Totolapan)

80
Folio 1r. Folio 1r.
Altepeam En la Villa de
yni ca Coyoacán Coyoacán […]
Tepehtlacuallym149 en la serranía
cuauhtlalli
(caracteres ilegibles) Folio 1v.
(caracteres ilegibles) XOOOXXXXX(crismón)OOOOOXXX
(caracteres ilegibles) Que sepan, que escuchen
Folio 1v. todos lo verán, lo contarán
XOOOXXXXX(crismón)OOOOOXXX el libro de la tierra, de su propiedad, aquí
Ma quimatican ma quimaquican yn en el poblado de Coyoacán, ahora en el
ynquintinquitasque quipohuasque tiempo de nuestro año150, en el mes de
yn tlalamatl altepetlalquitl nican Etza-
altepetl Coyoacan axcan ypan yn cualiztli, en la cuenta de151 quince días de
tlaytl toxiuh molpia metztli e- su cuenta (de mil) quinientos
tzacualitstli tlapohua caxtolylhuytl treinta y cinco
[x]ihuytl ytlapohual centzontli ypan años aquí se asentó
macuylpoali yhuan cenpoali oncax- que nuestros señores se extendieron152 en
toly xihuytl nican omotlalxexe[…] esta mencionada población Coyoacán,
[..]que totecuyohuan omoma[…] se fundaron los llamados
oteneuh ynin altepetl Coyoacan barrios153, se les dio […]
omomanque omoteneuhque a los pobladores tierra
tlaxilacalli omomacac omac[…] para que las trabajaran
ynique altepehuaque yn teqitl[-]
ali yntla no tequipanosque

149
Puede ser: tepetlacayotl “cosa de montaña o de españoles identificaron como barrios, sin embargo,
serranía”. MOLINA DE, Alonso, Vocabulario en ese tema sigue causando polémica entre los
lengua castellana y mexicana y mexicana y investigadores. Hace poco, siempre se hablaba del
castellana, 1571, Tomo 2, náhuatl a español, f. calpulli, pero al estudiar bien los miles de
102v. col. 2. En https://nahuatl.uoregon.edu, documentos escritos en náhuatl dentro de los
150
Literalmente “… de nuestra atadura”. pueblos, empezamos a ver que la palabra
151
Debe de entenderse como “…a los…”. tlaxilacalli fue mucho más común, y calpulli más
152
Vale tanto como “se asentaron”. restringido al primer siglo de la Colonia y a ciertas
153
En la época prehispánica no había barrios, había regiones más que otras.
una unidad llamada tlaxilacalli, a la cual los

81
Folio 2r. Folio 2r.
quixtlahuasque yn itlacalaquil las repartirán para pagar tributo a
totecuyo tohueytlatocatzin ca coh[…] nuestro señor154, nuestro gran señor. Están
xoh manin mohyntlen omacoque [yn] puestos155 los linderos, les fueron dados
pilhuan nestimani auh ypanpa [ce-] a los señores presentes, por ello
micac machistitos nehuapol Tomas por siempre hago saber, yo don Miguel
Xanta Malia [X]ihuytl [T]emoctzin[…] de Santa Maria Xihuytltemoctzin156
[...]tequipanotoc altepetl ycatzinco toh[?] estoy trabajando en esta villa por él,
ytlatocatzin yn ica yn noto[?]catzin nuestro señor, aquí está su nombre, su
nitla[cuylo?] tierra
auh nahuatia ma motecpanam ameh[-] pido que se haga en su palacio157 los libros,
machioti ynin tlalamatl altepematl que se haga este libro de tierras, el libro del
nican quitasque quitepotzocasque yn poblado.
altepehuaque yn tleyn tali otimacoque Aquí lo verán, lo tomarán (en cuenta)
ypanpan nestilistli mochiuhtos nican Los habitantes de esta tierra que nos fue
ytec ynin totecpanchan tlatzontecoyan dada
moçenechicoque moh yn tinaltepehua- Porque en verdad se dice aquí.
que centlalitoc yc eixpan totequitlato- Junto a nuestro templo, en el tribunal
que tlayancanque tepixque moh aquy se reunieron todos los habitantes158
intlehuacan (ilegible) se reunieron los tributarios,
los dirigentes, los vigilantes y todos los
[…] para darles noticia.

154 157
Se refiere al impuesto que se debía de pagar a la En una corte o tribunal virreinal.
158
Corona Española. Era costumbre prehispánica reunirse todos los
155
Debe entenderse como “están establecidos”. habitantes de un poblado para resolver lo que debía
156
Si no es el supuesto escribano, tal vez el hacerse en un problema. Lo mismo sucede en las
documento trata de dar la impresión que este comunidades indígenas actuales.
personaje don Miguel fue una autoridad, como un
juez indígena, que daba cuentas al Virrey.

82
Folio 2v. Folio 2v.
quen ispouhque nican tlatilnalme yn Aquí presentes les fue dado
Nomoçihuysque nestimani yntle A esos habitantes
macoqueyniquealtepehuaatla de Santa María Mateltzin159
yntlemotlapieliaxantemaliamateltzin en donde se llama Atlihtic y nuestro padre
motenehuaatlytecyhua totlaçotatzin amado
Micolax yquin canin nican oquin Nicolás. Aquí es donde
mocahuyliteneuhque totecuyohuan Heredaron la tierra nuestros señores
huehuetque auh ynaxcan topan Los viejos y ahora que sobre nosotros llegó
co tlanetolquiliztli ynic tlalxexe La fe160, se dividió la tierra
oloco macoque ynique altepeme Y fue dada a estos pueblos.
tlali onpehuatepetlapantleco moh Comienza (la tierra) Tepetlapa,
ucçehuycatimanitlaxtli ona- sube hasta donde está el mirador,
zi tlacohcolco teçoquipan tecpan o(n) llega al templo de Tlacochcalco
pan oocotitlan mohiquiçehuy Tozoquipan
atlacomoli mani cohuaxcoh ptli- pasa por Ocotitlan, sale por
(que-ye) tlayahualo atexayacatitlan Atlacomoli, se extiende161 por donde
mani tehuehuec nenemi (ilegible) se rodea Texayacatitlan
se asienta en donde esta Tehuehuec;
andan162

159 160
Basándonos en las demás traducciones que se Se hace referencia a la fe católica.
han hecho a este documento, se llega a la 161
Vale tanto como “va por…”.
conclusión que esto es lo que ahora se conoce como 162
Entiéndase como “pasan”.
la Magdalena. Mateltzin es el nombre dado para
otros pueblos con el nombre Magdalena, también.

83
Folio 3r. Folio 3r.
xohtli mani tlatocatlali tecutlali- los linderos en donde está la tierra de los
toque Xante Malia Mateltzin ona-163 principales,el sitio de la tierra señorial, de
tlacua moh quiçehuycatocatentli Maria Mateltzin [i.e. Magdalena], alla
neçitepetl ytzintlan tlacolohua çen- se dirige (el lindero) por abajo del cerro, da
pal mani tlatitec ocosco onaçi tez- vuelta
tlalpan Xa micolaxtlaca ymaxca onaçi en donde esta Tecocosco; llega a Tez-
Milpolco Xayacatitlan onaçi Totolapa Tlalpan, que es propiedad de la gente de
nenemi cohuaxohtli onaçi tlaxipehua- San Nicolás. Llega
[lo]yan tlaxipehualcalco hueytepet(zin)-164 Milpolco, Xacayacatitlan, llega a
tli nenemi cohuaxohtli onaçi onazi cuauh- Totolapan
tetitlan tetetlan huey tepetzintli andando165 el camino llega a Tlaxipehual-
contlacolhua çacatepec moh qui- oyan, al gran cerrito de Tlaxipehualcalco
huyca atl ynechicoayan necehuy- se dirige al gran cerrito de Xictitlan,
tlan nenemi cohuaxohtli mani tla- el camino se dirige y llega a Cuauhte-
..c altepehuaque ymaxca ..huehuetoc- titlan, al gran cerrito de Tetetlan,
tlan toncohual tlacoloha onaçi ytzin- va (el lindero) y rodea a Zacatepec,
tlan onaci ocotitlan moh quicehuy todo ello lleva (tiene) agua en donde se
tlamacatlan çacamulpan (ilegible) junta (el camino).
Andando el camino está la que es
propiedad de los pobladores166, de
nuestros viejos.
Llega (el lindero) a Ocotlantonco, da
vuelta y llega a Tzatzacalpan, llega a
Ocotitlan
y se dirige a Tlalxonacatlan Zacamulpan

163 165
Al parecer faltan letras, ya que es ilegible el Andando el camino debe entenderse como
final del párrafo. “siguiendo la demarcación”.
166
No se especifica quienes son los pobladores,
164
No se alcanza a ver bien la otra palabra, pero entendemos que son los de Santa María
pero probablemente sea el reverencial Magdalena.
“tzintli”, ya que abajo en otra línea aparece de
igual manera.

84
Folio 3v. Folio 3v.
ynto mayoquititla nahuacuauhtitlan Va a Tomaizquititlan y Ahuacuautitlan
moh quiçehuyca tecuantitlan hueycuh- Se dirige a Tecuantitlan (que es) gran
tlatlacomontitlan xochinaca Bosque, Tlacomontitlan, Xochinaca
yn atlytec çolinco yehuatl ynin yntlal (y a) Atlihtic Zolinco, son tierras de ellos,
altepehuaque nican xante malia mateltz- De los habitantes aquí en Santa
in atlytec Xa micolaxtlaca nestimani MariaMaltetzin168 Atlihtic. (Los
mohyntlen imaxca tepilhuan cuauh- habitantes) de San Nicolás, aquí
atlaca ynic otlalxeloloc oquinmoma- presentes, lo que es propiedad de los
nili tohueytlatocatzin yntequitl- principales, la gente
al mohyntin yniq uetepilhuan coy- del bosque, por ello se dividió la tierra que
oacantlaca moh ytec nestimani yn al- les ofreció nuestro gran señor, sus tierras
tepeamatl ca ytencopatzinco yn toh- de labor. a todos los principales
(uey)167tlatocatzin ynic otlalxexelocon- todos están presentes en el libro169
manque altepeme omoteneuhque del pueblo frente a nuestro gran señor170,
tlacalmeotitla ocoliloque otinpa- así se dividio la tierra, en donde se asientan
noque yca yn tleyn tlali quitequipa- los pueblos mencionados, de los barrios,
nosque çesen altepetl tlaxilacalli q- de los pueblos mencionados171, cada
uen ispouhque nican tlatitanala habitantes del pueblo trabajará la tierra
ypan ynin huey altepetl Coyoacan […] (dada).
(parte ilegible) cohuaxoh mani tequitlali Aquí se contaron los cordeles172
En este gran poblado de Coyoacán. Donde
están las tierras de labor.

167
Probablemente por sugerencia de Alfredo 170
Quiere decir “frente al representante del
Ramírez Celestino el complemento es “uey”, Virrey”.
171
aunque no sea muy legible en el documento. La repetición de frases es una característica
común de los pueblos indígenas, aún en la
168
Corroboración de lo expresado en la nota actualidad.
anterior. 172
Mecates, según la traducción original del
169
La importancia de los grupos indígenas que se náhuatl.
desarrollaron en Mesoamérica, está probada desde
épocas más tempranas de la conquista.

85
Folio 4r. Folio 4r.
tlica yn icuac omoyaochihuylique (otorgadas) cuando nuestros antepasados
totecuyohuan ye ycuac oquima- hacían la guerra, fue dada173 (la tierra)
nilique Auh ynaxcan topan oasico y ahora que sobre nosotros llegó
teoyotica tlaneltoquilistli ocsepa la divinidad174, nos fue dada otra vez175,
tehmactique otehmonemactli se nos dio, nos fue dotada
[to]hueytlatocatzin ynic amo ac[…] por nuestro gran señor para que nadie
[…] nestimani yn tlen imaxca [contradiga esto?] se manifiesta lo que es
ixtlahuacantlaca cuauhtlatepe- propiedad
tlantlaca nestimani nenemi co- de la gente de Ixtlahuaca, de la gente de
huaxohtli mamani cohuaxohpix- Cuauhtla Tepetlan se manifiestan los
que Auh axcan nehuapol to miquel linderos.
te xante malia xihuytltemoctzin Los vigilantes de los linderos están
nican onicynçentlali mochyntin presentes.
altepehuaque tequihuaque tlayaca- Y hoy yo el humilde Don Miguel
nque y[n] çemixpann ontlacuatzi de Santa María Xihuitltemoctzin
nahuatia y[n] çemixpan moh altepetl aquí reuno a todos los
namacocan yn atlitectlaca tepil habitantes del altepetl, a los tributarios,
yhuan ynin amatzintli ytehquitl gobernantes,
tstocasque quitasque yn tequitl frente a todo el pueblo
tlali axca ycan ynin huelitiliz y les es dado a la gente de Atlihtic
y este documento en donde
verás las tierras de labor.
Es su propiedad por medio de esta
autoridad.

173
Era costumbre entre los mexicas, que, a la hora después lo repartirían entre los soldados
de hacer la guerra, una vez ganada la batalla a los destacados.
174
enemigos, los mexicas se repartían la tierra, O: la creencia, la nueva fe.
175
empezando por el tlahtoani y por el cihuacoatl, De igual manera fue repartida la tierra.

86
Folio 4v. Folio 4v.
yn tictopielitoque yca ymtocatzin Nosotros fuimos a guardarlo en el nombre
[to]Hueytlatocatzin nican timohyn de nuestro gran señor, aquí todos nosotros,
Yn tequihuaque altepehuaque loçeyo176 los tributarios, los habitantes del altepetl,
acopatic tlilmachiotia ynin tlala- pintamos177
matl quimopielisque atl ahuytectli de negro (escribimos) este papel
tlyquiçayan tepilhuan çemicac de tierras. Los principales cuidarán
macyes yn tlayacanque yuan del agua178 y todos serán gobernantes
tlalpixque auh ypanpa neltilistli cuidadores (de la tierra) para siempre y por
nican mochiuhtos nican tictlahlli ello en verdad
totoca tictlilmachiotia […] aquí ponemos, asentamos nuestros
nican ypan ynin tlalamatl auh nombres, se manifiestan en negro…
ypan ynin cahuytl toxiuhmolpia aquí en este libro de tierras
(crismón) (crismón) en este tiempo, en esta atadura de años.
Tton Petolo Miquel Tton Miquel Don Pedro Miguel
Te xante malie Don Miguel de Santamaria
Pixqui (firma) Guardian Xihuitltemoctzin
Xihuitltemoc (firma) Simón Pedro
Ximon Petolo Don Diego Jacobo
Tton Tieco Xacopo Guía Don Diego de Gante
Tlayencanqui (firma) Nicolás Moysés
Micolax Moyseys Don Melchor Gaspar
to tieco te cante Humilde yo, Don Baltazar de San Miguel,
Tton Melchiol Caxpal escribano lo señalo179 … en este
Nehuapol tton Paltaxal te xan miquel documento
ma[……]tlacuylo onimachioti
ynte[…]pan(ilegible) ynin amatl
(firma ilegible)

176
Alfredo Ramírez Celestino pone “loçeyo” pero 178
Debe entenderse como “lo tendrán a salvo”.
puede decir “toçeyo”. 179
Vale tanto como “doy fe”.
177
Vale tanto como “dejamos testimonio”.

87
Folio 5r. [La parte abajo]
[La parte abajo] tecpilalpan mani ontzontli me[-]
Xante malia mateltzin atlytec. catl tlali altepetl yaxca Tlacochcalco
Folio 5v. Folio 5r.
[La parte arriba] Santa María Mateltzin [i.e. Magdalena],
Totolapan. Atlihtic.
[La parte abajo] Folio 5v.
Hueycalco totolapa En Totolapan.
Folio 6r En la casa grande de Totolapan.
[La parte abajo] Folio 6r.
nican motlalpi[-] xa micolax Aquí se guarda nuestro amado padre San
elia totlazota[-] Nicolás.
tzin xa micolax Folio 6v.
Folio 6v. (sin anotaciones)
(Sin anotaciones). Folio 7r.
Folio 7r. Lugar de bautizos; aqui se bautiza la gente
[La parte arriba] de Atlihtic.
nequatequil.oy[..] Aquí llegaron los sacerdotes.
omoquatequi[…]atlytectlacah Folio 7v.
[La parte abajo] Es el otro lado.
nican omaxitico teopix[-] Es un lado.
catzitzin[-]ti Folio 8r.
Folio 7v. Tlaxipehualoyan, todos los hijos de la
[La parte arriba] gente, hacia las tierras de los nobles.
oc centlapal El lugar de las tierras de los nobles; 800
[La parte abajo] cordeles de tierras, la propiedad de la gente
centlapal del altepetl.
Folio 8r. Es Tlacochcalco [o, lugar de la casa de los
[La parte arriba] dardos].
Tlaxipehualoyanmohintin tepilhuan
tecpilalpan

88
Folio 8v. Folio 8v.
[La parte de abajo] Es Tlatentiloyan.
Tlatentiloyan Se asientan mil doscientos mecates [de
mani yetzontli tierra] sembrados en maguey.
mecatl meyotoc Folio 9r.
Folio 9r. Tlaxi… [ilegible].
[La parte de arriba] Aquí se llama… [ilegible] se asientan
Tlaxi […] tierras[¿?].
[La parte de abajo] Folio 9v.
[…]nican mo[-] Es Tecocozco [o, el lugar de piedras
tocayotia [..]tomatitlan[?] mani tlali amarillas], todo sembrado en magueyes.
[ilegible] [Aquí en] Tecocozco hay mil seiscientos
Folio 9v. mecates de tierras, propiedad del pueblo.
[La parte de arriba]
…sco moh meyotoc
[La parte de abajo]
Nican tecocosco ma nauhtzontli mecatl
tlali altepetl yaxca.

89
Folio 10r. […] yetzontli
[La parte de arriba] [La parte abajo]
Necehuyloyan mani Mecatl milpolco texayacati[-]
ontzontli ypan caxtoli tlan otzontli […]
[La parte de abajo] tlali.
nican atl inechicoyan tototlan mani Folio 10r.
[…] yax […] altepetl Maquitl[…] Es Necehualoyan[¿?]. Hay ochocientos
hua […] nemi cohuax[oh] quince[…].
La parte arriba]
[…]yocan na Aquí en Atl Ynechicoyan Tototlan [o,
[…..]pohua Lugar donde se junta el agua, lugar de
[…..]qua gallinas]
[La parte abajo] es la propiedad del altepetl de […]. Corren
Quauhtla imaxca los linderos.
altepehuaque Folio 10v.
Folio 11r. Es Quauhtlan [o, En el bosque]. Es la
[La parte arriba] propiedad de los del altepetl.
Tlamimilolpan meyotoc Folio 11r.
[La parte abajo] Es Tlamimilolpan. Sembrado en
tecuantitlan camp […] magueyes.
[ilegible] Es Tecuantitlan [o, Lugar de fieras].
[ilegible Folio 11v.
Folio 11v. […] mil doscientos
[La parte arriba] mecates. Es Milpolco Texayacatitlan.
[…]tlan Ochocientos
[ilegible] mecates […] tierra.

90
(Paleografía y transcripción de la cédula real y de la merced real)

Folio 12r.
Titulos pertenecientes al pueblo de
Sn Nicolás Totolapa y Merced echa por
el Exmo. señor dn. Luis de Velasco, de
Siete mil varas de asiento de tierra
para su fundacion y Diligencias
a su continuación practicadas, en
el amparo y posesión qe se les
dio a sus causantes, con una
copia simple y a la letra de las
mismas Diligs practicadas por
don Melchor de Cueto Justicia mor
que fue de Coyoacán en el año de
1563
Folio 12v.
Los nombrados, para el pleo [i.e. ¿pleito?] de Republi-
Ca son los siguientes, en este año de
1770
Alcalde hordinario
Don Manuel Marcelino Soria
Alcalde segundo
Don Balentin Faustino Xuares
Rexidor Mayor
Don Juan Rodrigues
Rexidor segundo
Don Cleto
Alguasil mayor hordinario
Don Miguel Garcia

91
Folio 13r.
[Crismón]
don luis de velasco visorey, gouor. e capitan gl. por su magestad en esta
nueva españa e prestte. de la rreal audiencia que en ea.
resdeetc. por el prestte. en nomvre de su maj sin peo.
de su dro ni del ottro tercero alguno Les ago mrd a los
natts. del puo. de s Nicolás ttottolapa de siete mil vaas.
asiento de tierras para su fundn. y congren. que en cada
un puo. de yns. se ha de aver según lo que mandan y dispoe.
a su maj alado de unos cerros grandes entre dos ca
nadas que nase de dhos cerros Lo que en virtud de u-
n Licendo acordado ntro fue a ver y vido de Melchor
de Quetto jusa mar de Cuyocā, Lo ql. aviéndose ff [fecho? i.e. hecho] las dili
gs y averigusines as , conforme Lo que se le mando de dar
o[¿?]y serttifico por parecer estar sin prejuo y poder
se le aser La dha mrd Lo ql les ago con cargo y condi
cion de dhos natus que agan su funn y povLación
con todos hors y en ningún tiempo Las puedan des
povLar o ajenar ni camvr ni aver persona alguno
sopena esta mrd sea ninguna manera y ningun valor efecto
que de aca las diligs y averigs para poder aser merced de ello
livremte a otra persona y que no sea despojado su posn
sin que primte sea oydo por fuero dro vencido, mdo a la
jusa de su maj. que se fuere de dho puo agan guardad
y cumplir, egecutar lo de este mato contenido que ni
guna persona vaya contra al tenor del es ff [i.e. fecho] en Mexco
a ocho días del mes de julio de mil y quis y sesen[-]
e ttres as.
[Tres firmas y dos rúbricas]
[Firma)

92
Dn Luys de
Veco
[…]do Jesus […]

Dn antoturcios[¿?]

Mrd a los natts de la funn de S NiCoLás ttottoLapa de siee


mil varas asiento de tierras paa su fun y congren al pie del […]

Folio 14r.

En el puo de cuyacn a beynte


del mes de julio de mil e quios
y sesenta y tres años Dn Melchor
de queto Jua mar por su magd q
Ds qe actuando ante mi como
Juez receptor, con el scrivao
puo se presento sta petn jun-
tamente con la merd de mayo so por
el contenido de ella.
Dn Luis Franco gentil, Dn Estevan gusman, Dn
Pablo de Estrada, Dn Elixio Martinez, Dn Anto
de Sta Ma, Dn Lorenzo de la Corona, Dn Franco de Sn
juo [Juan] y demas común de nats del puo de Sn nicols
totolapa sujeto deste puo de cuyuacan y
en nombre de nra repca pr estando vos y
caucion que mexor proceda salud los fa-
vorables, que protestamos usar donde
y ante quien nos convengn parecemos an-

93
te vmd [vuestra merced] asernos demostran y presentamos
una mrd [merced] de una soga dada y siugnada [asignada]
por su excmo sr visorrey de la ciudad de Mexio
tocante de siete mil vas (varas), asiento de tierrs
para nra funn y congren de dho nro puo
nos isien graa y donn y mrd a su exm o pa[…]
nra funn asi asi como jusa mediante sea de ser-
bir a vmd de mandar o pasar de dho nro
puo a amparar nos posen las dhas ties
dada por mrd y las diligs que se fundan por
vmd se sirva de mandar que nos vuelva
original su nta mtee con la mrd para en
guarda de nro dco [derecho] asi esperamos su
jusa de vmd por lo qual
a vmd suplicamos se sirva vmd de mandar
a ser y determinar como llevamos pedidios
por ser asi de jusa juramos en debida for-
ma este nro escrpto, ser cierto y no de
malicia y en lo necesario ento [entendido nuestro]

Firma [ilegible] Luis Francisco Gentil

En dho dia mes y año dn Melchor de […]

Folio 14v.
de Queto jusa mar abiendose
visto la petn y la mrd pre-
sentada por el común y

94
nats de dho puo de Sn nicolas
de Totolapa y ante dhos de su
expren y la qual dicha mrd
de una soga dada y livrada
por su esmo sr visorrey de la
siudad de mexico la qual
ovedesco con el cont [ilegible, aunque posiblemente “contenido”]
debido, estoy pronto a guntar
y cumplir el contenido
dca mrd y la qual devia
mandar y cuando les ago
saber y sitar a los vesinos
de la posen que preten
den y piden al mensiodo
comun de totolapan de sus
tierras dada por mrd assi
el que tuviere algo que desidir
que comparesca de este jus-
gado de otro del termo de
tres días, assi lo provey e
ante [m]y firm180[…] con dho scrivao
puo y valtazar anto de andra-
da y todos los que supien fir-
mar.
[firmas] Melchor de Cueto Diego de Osaya
Don Baltazar Antonio de Andrada
En el puo de sanicolas totoa
Sujeto de cuyoacan en veyn-
Titres de julio de mil e […]

180
Firmaron

95
Folio 15r.
quin [quinientos] y sesenta y tres años
estandonos en dho lugar
al pie de unos cerros altos
sobre unas lomas quevra-
das distana a la cavesera
con mas de tres leguas
poco mas o menos
nia […] del scrivao puo dn val-
tazar anto de andrada y
Torivio de los reyes alqe [alcalde]
Mar y el ynterprete nombrado
diego de osaya y demás vesi-
nos sitados mande que se
leyera la mrd y el autositan
mediante dho ynterprete a quie-
n les dio entender de la len-
gua e idioma mexicana to-
dos respodien todos digen
que lo oyen y entendidos
de su efecto se dan por si
todos y por vueno la posen
que piden tomar al referi-
docomun de sus tierras
dada por mrd y se deben admy-
tir y dar premiso dad […] mrd
por ser pua antiguada y por
noser en perjuo de tercero
alguno en cuya conformi-
dad en nombre de su mgd q[ue]
Ds [Dios] ge [guarde] se mande el alguasil

96
Mar le coxio por la mrd al señ[or]
D[on] Luis Frao gentil lo metio
en posen ampario en la puer-
ta del senr lo pasio y tiro pies y arranco yervas y demás
señal de posen esta fue en el
sentro de dhas tierras como
se sigue primeramente fui-
mos al reconocimiento y vista

Folio 15v.
de ojos por Asia al aparte
del ponte fuimos vajando
por to[da] una questa asta
donde se enquentra[n] dos
cañada[s] de dos cerros al-
tos y por etse lado ay otra
pretenn de otras funn que
se quiere nombrar en la
magdalena, pero no osen
de de una y otro por ser
que los mismos funs prose-
guimos adelante para
[ha]sia al rumvo del sur fui-
mos subiendo del cerro
grande que nomvra quay-
tloco a caer en una cañada por
el monte y que nombvra, â-
rriaga y por este lado te-
nor de la mrd y al auto si-
tan [¿citación?] medianta [e] dho ynterpe
nombrado digan todos

97
que asta este lugar lle-
gan las tierras de dho pueblo
de totolapa sin contran
ni perjuo de persona
alguna por aver montes
valdios […] y proseguis
adelante por el asia al rum-
vo del norte fuimos por
toda alado del otro cerro
subiendo del ceo [cerro]
alto asta la segunda ca-
ñada donde ase pintita
de dos cerros largos

Folio 16r.
tlasala y por esta parte
en virtud de la mrd y el auto-
sitación mediante dho yn-
terprete nombrado a quien
les dio entender a todos de
la lengua e idioma mexica-
na y todos respondieron dijen
de una mrd [¿vos?] que asta este
lugar llegar a las tierras
de dho puo [….]
de persona alguna por aver
tierras y montes valdios […]
proseguimos adelante por
asia a la parte del monte fui-
mos por todo unas varrancas
hondas asta junto a la sega

98
de otro arrollo corriente y por
este lado ay otra fudn que
llaman Sn gemo y no ofenden
de una y otro por aver
suficientes para las dos funs
y que tiene tierra de Sn gmo, por
el norte costa de sus titus
de ellos… y proseguimos ade-
lante por asia a la parte del
ponte anterior fuimos por
toda la sega de la varran-
ca que myra por el norte
asta el lugar qe nomvra
en Saltepec siempre en
termino de dha funn sitada
anterior sin titus todos en
presentes los sitados mâ-
de que se le yeva la mrd y el a-
uto sitan mediante dho
terprete nombrado a quien
les dio entender de la len-
gua e idioma mexicana
Folio 16v.
todos rrespondien dijen qe
los oyen y entendidos de su
efecto se dan por sitados y pr
bueno la posen que toman al
mencionado común de Sn Ni-
colas Totolapa de sus ties
dada por mrd desta [e]s la ul-
tima posen y reconocimto

99
y vista de ojos de lo qtro bien-
tos y contorno de las siete
mil varas asiento de tierras
fue sin contran ni perjuo
de tercero alguno les [d]an
posesión tierras montes, pastos y a-
guajes según van apiando
a la vuelta desta y que nosea
despojado su posen sin que
primero sea oydo por fuero
dro [derecho] vensido assi lo cumpla
mande y firme con dho [cargo] […]
puo y todos los que supieron firmar
dho dia mes y año

Firmas de Toribio de los Reyes, Melchor de Queto, Diego de Osaya y Baltazar de Andrade

Folio 17r.
MAPA

100
(Paleografía y transcripción de los Títulos Primordiales en el siglo XIX)
Folio 18r.
Don Luis de Velasco Visorrey, Gobernador y Capitan General por
su Magestad en esta Nueva España, y Presidente de la Real Audiencia que en
ella reside Vuestra majestad Por el presente, en nombre de su magestad, sin prejuicio desu
derecho, ni de otro tercero alguno, le hago merced a los Naturales de el
Pueblo de San Nicolás Totolapa, de siete mil baras de asiento de tierras
para su fundación, y Congregación, que en cada un pueblo de Yndios ha
de aver, según lo que manda, y dispone su Magestad al lado de unos
cerros grandes, entre dos cañadas que nacen de dichos cerros, lo qual en
virtud de una licencia acordado mio, fue a veer, y vido Don Melchor
de Cueto, Justicia de Cuyoacan, lo qualaviendose hecho las diligencias
y averiguaciones nessesarias conforme lo que se le mandó de dar, y certificó
por parecer estar sin prejuicio, y ponderarlo hacer la dicha merced; la qual
les hago con cargo y condicion de dichos naturales, que hagan su fundación
y población con todos ordenanzas y en ningún tiempo las puedan despoblar, o
agenar, ni cambiar, ni haber persona alguna, sopena de esta merced, sea nin-
guna manera, y de ningún valor y efecto que de aca las diligencias y averiri-
guaciones para poder hacer merced de ellos libremente a otra persona y que
[ilegible] sean [ilegible], sin que primero sea oydo su derecho
vencido: mando a la Justicia de su Magestad que se fuere de dicho pue-
blo, haga guardar, y cumplir, y executar lo de este mandato contenido,
ninguna persona vaya conbia el tenor de él. Es fecho en México a ocho
días deel mes de Julio de mil y quinientos, y sesenta y tres años = Don
Luis de Velasco= Por mandato de su Excelencia Don Antonio Turod181
En el Pueblo de Coyoacán a veinte del mes de Julio de mil y quinientos y sesenta y tres años,
Don Melchor de Cueto Justicia mayor por su magestad [hoja incompleta]
Dios que, actuando ante mí como Juez Receptor, con el escribano R[eal]
Y público se presentó esta petición juntamente con la mercedes de una [hoja incompleta]

181
No se puede visibilizar de manera plena el apellido, ya que la hoja ha sido pegada con cinta adhesiva
transparente, es probable que en el pasado dicha hoja se haya rotó.

101
[Ilegible], por el contenido en ella.
Don Luis Francisco Gentil, Don EstevanGuzman, Don Pablo de Estrai [hoja incompleta]
Don Eligio Martinez, Don Antonio de Santa Maria, Don Lorenzo de la Corona,
Don Francisco de San Juan; y demás común y Naturales deel pueblo de [San]
Nicolás Totolapa, sugeto de este Pueblo de Coyoacán, en nombre de [nues]
tra Republica, presentando voz y causion182 que mejor proceda, sobre los favorables
protestamos usar, donde y ante quien nos convenga: paremos ante Vuestra majestad, ha
cemos demostración y presentamos una merced, de una vara, dada, y [cele]
brada por su excentesimo señor Visorrey de la Ciudad de Mexico, tocante
Foja 18v.
Siete mil de asiento de tierras para nuestra fundación, y congregación de
dicho nuestro pueblo, nos hicieron gracia y donación y merced, a su excelentísimo para
nuestra fundación así como justicia mediante, se ha de servir a Vuestra Majestad de man
dar o pasar de dicho, nuestro pueblo, ampararnos posesión las duchas tierras, da
das por merced, y las diligencias que se formaron por vuestra merced, se sirva de mandar
que nos buelva original juntamente con la merced, para en guarda de nuestro
derecho: assi esperamos su justicia de vuestra merced. Por todo lo qual.
A vuestra majestad suplicamos se sirba, de mandar, hacer y determinar, como llevamos
pedido por ser assi de justicia, juramos en debida forma este nuestro escrito,
ser cierto, y no malicia, y en lo necesario nuestra= Don Luis Francisco
Gentil.
Auto. En dicho día, mes y año, Don Melchor de Cueto Justicia Mayor asiéndose visto
la petición y la dicha merced presentada por el común y naturales de dicho pueblo
de San Nicolás Totolapan; y entendido de su expresión, y la qual en dicha
merced de una foja, dada, y librada por su excelentísimo señior visorrey de la Ciu-
dad de México, la cual obedesco con el acatamiento debido, estoiprompto [comprometido]
a executar, y cumplir el contenido de dicha merced y la qual debía man-
dar y mando les hago saber y citación a los vecinos de la posesión es

182
Caución, significa: Prevención, precaución o cautela, garantía. Garantía que presta una persona u otra en su
lugar para asegurar el cumplimiento de una obligación actual o eventual. Consultado del Dicciónario de la Real
Academia de la Lengua Española en http://dle.rae.es/srv/fetch?id=7z4jpFL . Consultado el 19 de octubre de
2017.

102
pretende, y piden tomar a el mencionado común de Totolapan de sus
tierras dada por merced; assiell que tuviere que deducir, que comparesca
[ilegible] dentro de el termino de tres días; assi lo provei y actue
firme, con dicho Escribano Publico Don Bathasar Antonio de Andrade
todos los que supieron firmar= Don Melchor de Cueto=Diego de
Osaya=Don Balthasar Antonio de Andrade.
En el pueblo de San Nicolás Totolapan, sujeto de Coyoacán, en veinte y
tres de Julio de mil y quinientos y sesenta y tres años, juntándonos en dicho lu-
gar al pie de unos cerros altos, sobre unas lomas quebradas distantes a la
cabecera, como más de tres leguas,, poco mas o menos, yo en compañía
de el Escribano Público Don Balthasar Antonio de Andrade, y Thoribio de
los Reyes Alguacil mayor y el intérprete de nombre [nombrero] Diego de Osaya
y demás vezinos citados; mandé que se leyera la merced, y el auto de [ilegible]
[ilegible], mediante dicho interprete; a quien les dio a entender de la Len-
gua e idioma mexicana; todos respondieron, dijeron que los oyen y
entendidos de su efecto, y se dan por citado, y por la buena posesión que
piden tomar del referido común de sus tierras, dadas por merced, y se
debe admitir, y dar permisso la dicha merced, por ser población antiguada
y por no ser en perjuicio de tercero alguno. En cuya conformidad en
nombre de su Majestad, que Dios que, le mande el Alguacil mayor, le co-
gio por la mano al fundador Don Luis Francisco Genti, y lo metió en
possesion amparo, en la puerta del cementeri, lo paseó y tiro pie-
dras y arranco yerbas, y demás señal de posesión, esta fue en el
Foja 19r.
Centro de dichas tierras. Como se sigue, primeramente fuimos a ellreconoci-
miento y vista de ojos asia la parte de el poniente , y fuimos vajando por toda
una cuesta hasta donde se encuentran dos cañadas de dos cerros altos, y por
este lado ay otra pretención de otra fundación, que se quiere nombrar
en la Magdalena, pero no ofende de uno, y otro por ser que los mismos fund-
adores de Totolapan, son los mismos los que pretenden esta fundación, y que
ay tierras suficientes para que las dos fundaciones: y proseguimos adelante

103
por azia el rumbo del sur, y fuimos subiendo del cerro grande, que
nombran Juayttloco, a caer en una cañada honda con agua, que mira
dicha cañada por el nort, que nombrann Arriaga, por este lado el tenor
de la merced y el autocitación, mediante dicho interprete nombrado, dije-
ron todos que hasta este lugar llegan las tierras de dicho Pueblo de Totolapa
sin contradicción ni perjuicio de persona alguna por aser montes valdios;
y proseguimos adelante por asia el rumbo del oriente, fuimos por todo
a el lado de el otro cerro alto hasta la segunda cañada, donde hace puen-
tecito de dos cerros larga Tlatzalan, y por esta parte en virtud de la mer-
ced, y el auto de citación, mediante dicho interprete nombrado, aquien les dio
a entender a todos de la lengua, e idioma mexicana; y todos respondie-
ron de un mezmo voz dijeron que hasta este lugar llego las tierras de
dicho pueblo: asi mismo sin perjuicio de persona alguna,, por aver tierras y montes valdios.-
proseguimos adelante por [ilegible] de el norte, fui-
mos por unas barrancas hondas, hasta la ceja de otro arroyo cor-
riente, y por este ladoay otra fundación que se llama San Geronimo, y no
ofende de uno, y otro por aver tierras suficiente para las dos fundaciones
y que tienen tierras de San Geronimo por el norte, conta de sus títulos
de ellos y proseguimos adelante por asia la parte de el poniente anterior
fuimos por toda la ceja de la barranca, que mira por el norte, hasta el lu-
gar que nombran en Xaltepeque, siempre en termino de dicha fundación
citada anterior, y a sus títulos, todos en presentes los citados mande, que
se leyera la merced, y el autocitación, mediante dicho interprete nombra=
do, a quien les dio a entender de la lengua, e idioma mexicana; todos respondieron, digieron
que los oyen, y entendidos desus efecto, se dan por
citados, y por buena la possesion que tomaron del mencionado común de
San Nicolás Totolapan de sus tierras, dada por merced. Esta es la ultima
possesion y reconocimiento , y vista de ojos de los quatro vientos, y contarnos de
las siete mil varas, asiento de tierras, fue sin contradicción ni perjuicio
de tercero alguno , les ampare posesión, tierras, montes, pastos y aguajes, segúnva mapeando
a la vuelta de esto, y no sea despojado su possesion,

104
sin que primero sea oydo por fuero derecho vencido; assi lo cumplí, mande
firme con dicho Escribano Publico, y todos los que supieron firmar en dicho día,
mes, y año= Don Melchor de Cueto= Toribio de los Reyes= Diego de
Foja 19 v.
Osaya= Don Balthasar Antonio de Andrade Escribano Publico.
En el pueblo de San Nicolás Totolapan, sugeto de Coyoacán, en veinte y tres de el mes de
Julio de mil, y quinientos y sesenta y tres años, mando Don Melchor de Cueto, común, por
todo son seis fojas útiles, merced citación, possesion, vista de ojo, mapa y testimonio, donde
consta su mayor cumplimiento, que hizo dicha justicia de México, tocante de siete mil baras
de asiento de tierras para su fundación entreguen al mencionado común, para en guarda de
sus derechos en todo tiempo: assi lo certificado, y doy fee, y testimonio de verdad = Don
Balthasar de Cueto= Hago mi signo testimonio de verdad= Don Balthasar Antonio de
Andrade.

105
Conclusiones

Al inicio de este escrito aludí que no se había realizado con anterioridad un trabajo de
investigación histórica sobre San Nicolás Totolapan, específicamente desde el periodo
prehispánico hasta la actualidad. Esto fue lo que se pretendió desde un principio, por medio
de la documentación primaria y fuentes secundarias. Realizar la historia de un pueblo siempre
es complicado, ya que nos encontramos con diferentes tipos de mitos y leyendas que
complementan el saber histórico, además de con un gran número de documentación
abundante en un periodo y totalmente desértica en otros.
En este caso la microhistoria de San Nicolás Totolapan, fue un intento por reconstruir
el pasado que se descuidó de forma tajante en la comunidad, si bien en diferentes archivos
podemos encontrar documentación variada sobre el pueblo, no se cuenta con un archivo
propio, sea en el comisariado ejidal o en la parroquia. Eso hace que la tarea de historiar la
comunidad sea como caminar con los ojos vendados.
A pesar de lo anterior, sin contar con documentación histórica propia en el pueblo, se
ha conservado un volumen de documentos que quizás sea el más importante de la zona de La
Magdalena Contreras, ya que es el único pueblo que cuenta con documentos primarios de
origen colonial, como lo son los Títulos Primordiales.183 Este volumen, que fundamenta el
derecho de propiedad, como ya vimos, ha sido presentado en los juzgados desde finales del
siglo XVIII.
Es preciso decir que dichos títulos aún existen y algunas personas se han dedicado a
su preservación y a seguir luchando por los derechos territoriales del pueblo,
fundamentándose en los títulos. Esto es cierto, aunque quizás en la actualidad y para la mayor
parte del pueblo pasen desapercibidos estos documentos. Forman parte de la memoria
colectiva, y por eso quizás se esconde con tanto celo su ubicación y muy pocas personas los
han tocado o visto con sus propios ojos.
Según Giovanni Levi, “los individuos crean constantemente su propia identidad y los
grupos se definen de acuerdo con conflictos y solidaridades que, sin embargo, no pueden ser
asumidas a priori, sino que derivan de la dinámica que constituye el objeto de análisis”.184

183
Cabe recordar que también existe el Lienzo de San Bernabé Ocotepec, aunque sea una reconstrucción fiel,
es más tardío al de los títulos primordiales, aproximadamente del siglo XVIII.
184
LEVI, Giovanni, “Sobre microhistoria” En BURKE, Peter (edit.), Formas de hacer la historia, Alianza
Universidad, España, 1993, p 133.

106
En esta investigación realizamos una transcripción lo más fiel al original del manuscrito
Techialoyan, basándonos en los diferentes estudios paleográficos que se habían hecho, el del
historiador Ignacio Silva Cruz y del finado Alfredo Ramírez Celestino. Estos a su vez se
basaron en el trabajo de don Francisco Tirso Rosales del siglo XIX. Aunque si cambia de
manera sustancial, no quise desligarme de sus aportaciones, ya que cada uno realizó diversas
contribuciones particulares a la transcripción, paleografía y traducción del título; desde
palabras en náhuatl muy diferentes entre sí, hasta diferencias filológicas.
El estudio de estos títulos contribuye a conocer el contexto social y cultural del pueblo
durante el periodo de su elaboración. Podemos apreciar que funcionaba en su totalidad con
cierta autonomía, aunque siempre dependiendo de su cabecera, que era Coyoacán. Logramos
observar valiosa información demográfica, que nos ayuda a analizar los oficios, ocupaciones
y la forma de gobierno de la comunidad.
Es importante analizar el juego temporal que realizan los autores de estos
documentos, ya que reproducen una escena del siglo XVI, pero hablan de una realidad del
siglo XVIII: las enajenaciones de las tierras. Y puesto que la antigüedad es el principal valor
de autentificación en estos grupos sociales, podemos decir que esta legitimidad se obtiene
del hecho de colocarlo en el pasado.185
Aunque si bien lo transcendental en este proyecto no era demostrar que fuesen falsos
o no los títulos primordiales, ya que siempre ésta polémica ha rodeado a estos documentos,
pienso que lo que hace interesante a estos es la manera en la cual podemos analizar su origen
y ver las causas que orillaron a los pueblos a comprar dichos documentos, sean mercedes
supuestamente reales o “códices” coloniales.
Los autores de los títulos casi habrían perdido la capacidad para distinguir entre las
cosas de origen español y las de origen indígena, siempre que pertenecieran a la tradición
local. También se había perdido la conciencia de las diferencias entre el periodo anterior a la
conquista y el que siguió. En algunos casos es posible que se atribuyera la cristiandad y los
procedimientos legales españoles a los mexicas de antes de la conquista, o que se proyectara
a las antiguas guerras hasta las congregaciones posteriores a la Conquista.186

185
LÓPEZ CABALLERO, Paula, Los títulos primordiales del centro de México. México, Conaculta (Cien de
México), 2003, p.66.
186
LOCKHART, James, Los nahuas después de la conquista. Historia social y cultural de los indios del México
central, del siglo XVI al XVIII. México, Fondo de Cultura Económica, 1999. p. 593.

107
Lo que planteábamos en la hipótesis sobre el origen del documento, confirmamos que
la “triada” (códice-cédula-merced), tuvo un origen artificial y ajeno a las normas reales,
además de también al pueblo, fueron elaborados en un taller particular, presumiblemente en
el del indio cacique Pedro Villafranca, que vendía dichos documentos y su muerte acaecida
por este motivo a mediados del siglo XVIII, esto bajo sugerencia y análisis de Stephanie
Wood. Aunque también no descartamos que el Códice de San Nicolás haya sido
manufacturado por el arriero y cacique Don Diego García Mendoza Moctezuma, que se tiene
evidencia distribuyó documentos con estas características en varios pueblos del centro de
México, a finales del siglo XVII.
Dichos talleres tomaron medidas muy precisas para evitar el uso de palabras prestadas
al español, hasta inventando o buscando un nuevo vocabulario nahua a veces. Supieron que
los códices antiguos se pintaban en papel de amate, y por esto hicieron un esfuerzo de obtener
una gran cantidad de ese papel, sabiendo muy bien que ya no se usaba en el siglo XVIII
dentro de los pueblos. Tienen mucha conciencia de la llegada de los invasores españoles y
de la nueva fe y todos los cambios que esto promovió dentro de los pueblos (la nueva
fundación de los pueblos, el bautizo, la construcción de las iglesias, la formación del cabildo,
etc.).
La mayoría de los títulos primordiales de la colonia son escritos en idiomas indígenas y están
dirigidos a la gente de los pueblos, para la preservación del territorio y el conocimiento de la
historia antigua de la comunidad y sus fundadores. Estos documentos muchas veces tienen
frases muy negativas, hablando de los colonizadores españoles. No iban a escribir estos
documentos y dirigirlos a los españoles locales (aunque posiblemente a la Corona, pidiendo
ayuda en contra de los colonizadores).

Se debe considerar la manera en la cual estos títulos dan un sentido de legitimidad y de


génesis a los pueblos originarios, en el sentido en que forman parte del mito fundacional de
la localidad. Después de la emisión de estos documentos, inicia un proceso continuo de
legitimación de las posesiones territoriales otorgadas por las autoridades coloniales a los
pueblos de indios, en este caso San Nicolás Totolapan.

108
Anexo 1. Los Títulos Primordiales de San Nicolás Totolapan. Reproducción facsimilar
de los folios.

109
Folio 1r.

110
Folio 1v

111
Folio 2r.

112
Folio 2v.

113
Folio 3r.

Folio 3v.
114
115
Folio 4r.

116
Folio 4v.

117
Folio 5r

118
Folio 5v.

119
Folio 6r.

120
Folio 6v.

121
Folio 7r.

122
Folio 7v.

123
Folio 8r.

124
Folio 8v

125
Folio 9r.

126
Folio 9v.

127
Folio 10r.

128
Folio 10v.

129
Folio 11r.

130
Folio 11v.

131
Folio 12r.

132
Folio 12v.

133
Folio 13r

134
Folio 13v.

135
Folio 14r.

136
Folio 14v.

137
Folio 15r.

138
Folio 15v.

139
Folio 16r.

140
Folio 16v.

141
Folio 17r.

142
Folio 17v.

143
Folio 18r.

144
Folio 18v.

145
Anexo 2.

Fig. 5. Plano de los ejidos de San Nicolás Totolapan (1924), en el municipio de San Ángel
que muestra curvas de nivel, haciendas de Eslava y de la Cañada; terrenos del pueblo, las
fábricas; pueblos de la Magdalena, San Nicolás y Contreras. Mapoteca Manuel Orozco y
Berra. CGF.DF.M6. V9.0538.

146
Fig. 6. Plano de La Magdalena Contreras y su zona urbana (1929), que muestra el municipio
y sus pueblos; San Bernabé Ocotepec, San Nicolás Totolapan, las vías del Ferrocarril Central
de Cuernavaca, camino a los dínamos, las colonias de Padierna, del Rio, San Jerónimo y
Aculco: cerro del judío, Barranca del Xoqui y los Frailes. Mapoteca Manuela Orozco y Berra.
CGF.DF.M6.V8.0466.
147
Fig. 7. Plano de los terrenos del pueblo de San Nicolás Totolapan (1922) que muestra montes
de San Nicolás, colindancia con montes de la Magdalena, hacienda de Eslava y el Estado de
México; curvas de nivel, cerros, barrancas, terrenos del pueblo y polígonos de dotación.

148
Fig. 8. Reglamentación del Rio Magdalena. (s. XX) Anexo 8 que muestra la poligonal del
terreno dividido en parcelas. Contiene una tabla donde referencia los nombres con el esquema
y superficies. Mapoteca Manuel Orozco y Berra. CGF.DF.M6.V6.0413.4.16.

149
Fig. 9. Reglamentación del
Rio de la Magdalena que
muestra el esquema de
aprovechamiento del rio
Magdalena y la distribución en
los ejidos de San Simón, Santa
Cruz, San Jerónimo, San
Nicolás Totolapan, Magdalena
y población de Chimalistac.
Comenzando de la toma 1 a la
18 y la presa Cruxtitla.
Mapoteca Manuel Orozco y
Berra. CGF. DF. M6. V6,
0413-3.16.

150
Tiempo de adquisición de la hacienda Dueño
1643 Antonio Rodríguez de Eslava
No se sabe la fecha exacta-1719 Francisco Valenzuela Venegas
1719-1731 Convento de los Carmelitas descalzos de
San Ángel.
1731-1746 Gerardo Moro
1746 Gregorio Bermúdez Pimentel
1762 Miguel de Iribarren
1776 Hermanos de Miguel de Iribarren
1783 Manuel Esteban Enderica
1806 Juan de Dios Martínez
1848 Antonio Lanz Cano
1849 Tomás Benavides
1853 Enrique de la Tijera
1856 Mariano Cosió
1858 Nicolás de Teresa
1931 Compañía José Pérez Gil y Ortiz

Fig. 10. Dueños de la Hacienda de San Nicolás Mipulco. Tabla de mi autoría, información
de REYNA, María del Carmen, Haciendas al sur de la Ciudad de México, México, INAH,
DDF, 1997.

151
Fuentes Consultadas

Archivo General de la Nación


• Archivo General de la Nación/ Instituciones Coloniales/ Tierras/ Volumen 2018/
17739/1 /Expediente 1.
• Archivo General de la Nación/ Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México/
Corregidores (Coyoacán)/ Procesos Civiles/ Caja 214/ 57253/ 62/ Expediente 7407.
• Archivo General de la Nación/ Hospital de Jesús/ Volumen 223/ Legajo 117 (1) /
4832/ 11/ Expediente 11.
• Archivo General de la Nación/ Hospital de Jesús/ Volumen 223/ Legajo 117 (1) /
4832/ 12/ Expediente 12.

Archivo Histórico de la Ciudad de México

• Fondo Municipalidades, Serie San Ángel, Sección Tierras, Inv. 300, Caja 1, Exp. 68.
• Fondo Municipalidades, Serie San Ángel, Sección Tierras, Inv. 300, Caja 1, Exp. 75
1877.
• Fondo Municipalidades, Serie San Ángel, Sección Obras Públicas, Inv.174, Caja 1,
Exp. 64 1877
• Fondo Municipalidades, Serie San Ángel, Sección Tierras, Inv. 300, Caja 1, Exp. 84,
Año 1878.
• Fondo Municipalidades, Serie San Ángel, Sección Tierras, Inv. 300, Caja 1, Exp. 87,
Año 1879.
• Fondo Municipalidades, Serie San Ángel, Sección Tierras, Inv. 300, Caja 1, Exp. 90,
Año 1880.
• Fondo: Municipalidades, Serie San Ángel, Sección Tierras, Inv. 300, Caja 1, Exp.98,
Año 1882.
• Fondo Municipalidades, Serie San Ángel, Sección Tierras, Inv. 301 Caja 2, Exp.11
Año: 1895.
• Fondo Municipalidades, Serie San Ángel, Sección Tierras, Inv. 301, Caja 2, Exp. 14
Año 1900.

152
• Fondo Municipalidades, Serie San Ángel, Sección Obras Públicas, Inv. 179, Caja 6,
Exp. 26, 1906.
• Fondo Municipalidades, Serie San Ángel, Sección Obras Públicas, Inv. 180, Caja 7,
Exp. 4, 1907.
• Fondo Municipalidades, Serie San Ángel, Sección Gobierno, Inv. 101, Caja 3,
Exp.42, Año 1878.
• Fondo Municipalidades, Sección San Ángel, Serie Justicia, Inv. 142, Caja 11, Exp.
16, Año 1866.
• Fondo Municipalidades, Sección San Ángel, Serie Ayuntamiento, Caja 6, Exp. 24,
1864.

Mapoteca Manuel Orozco y Berra


• La Magdalena Contreras, 1929. CGDF.DF.M6V8.0466.
• Reglamentación del Rio de la Magdalena, siglo XX, CGDF.DF.M6. V6.0413-4.16.
• Reglamentación del Rio de la Magdalena, siglo XX, CGDF.DF.M6. V6.0413-3.16.
• Plano de los terrenos de San Nicolás Totolapan, 1922, CGF.DF.M6V11.0649.
• Planos de los ejidos de San Nicolás Totolapan, 1924, CGF, DF.M6V9.0538.

Archivo del señor José Ruiz (Líder de comuneros de San Nicolás Totolapan)
• Dictamen pericial del Códice Primordial de la Fundación del Pueblo de San Nicolás
Totolapan, el cual fue elaborado por el Maestro Alfredo Ramírez Celestino.
Coordinación Nacional de Asuntos Jurídicos-INAH. 3 de julio de 1996. Oficio
número: 401-3-1484.
• Juicio promovido por el común y vecinos de San Nicolás Totolapan contra Don
Manuel Esteban de Enderica dueño de la Hacienda de San Nicolás Totolapan.
Archivo José Ruiz/Fondo juicios de San Nicolás Totolapan/1778-1881/Expediente 1.

153
Archivo personal del señor Ubaldo Mendoza Verdiguel.

• Dictamen de Autenticidad solicitado por la comunidad de San Nicolás Totolapan,


delegación Magdalena Contreras, Distrito Federal, emitido por el Archivo General de
la Nación y realizado por el historiador Ignacio Silva Cruz, 2002. Archivo Personal
del señor Ubaldo Mendoza Verdiguel.

154
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