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INSTITUTO TEOLÓGICO SAN PABLO

PLANTEL TOLUCA

PROPEDÉUTICO 2021

ASIGNATURA:
DEFINICIÓN MINISTERIAL

PROFESOR:
HNA. AZUCENA SÁNCHEZ

ALUMNO:
LUIS DONALDO LÓPEZ PICHARDO

IGLESIA:
GETSEMANÍ UNO, TABERNILLAS

TAREA No. 7
RESUMEN 2 RADICAL

Almoloya de Juárez, México, junio 2021


Resumen- Capítulo 2 Demasiado hambriento para hablar; Capítulo 3 El comienzo al
final de nosotros mismos

En el capítulo dos, Platt considera la narración de su experiencia en la iglesia clandestina,


habla acerca de como precisamente los que ahí se reunían anhelaban conocer más y más
acerca de la Palabra de Dios y de como hicieron estudios que tenían una larga duración
acerca del antiguo y nuevo testamento, lo que de manera impresionante muestra lo que es la
suficiencia de las Sagradas Escrituras, escena que deja bajo la interrogante ¿La Palabra es
suficiente para nosotros?

En ese sentido el autor narra que en su iglesia comenzó con estudios bíblicos para ver los
resultados, y definitivamente obtuvo una respuesta favorable, sin embargo, quedaba lugar a
duda si se obtendrían los mismos resultados sin las comodidades a las que aun estaban
acostumbrados. También se pone en tela de juicio si en realidad se le está dando la
verdadera importancia al evangelio, ya que muchas ocasiones tendemos a malinterpretar,
minimizar, manipular el evangelio para amoldarlo a lo que nosotros deseamos o esperamos.

Considerando la Palabra de Dios, Platt, habla acerca de como es que Dios no solamente es
un Dios de amor, sino también de juicio. Y esto se pasa muchas veces por desapercibido ya
que estamos acostumbrados a lo bello y amable pero no nos gusta enfrentar a un Dios de ira
y de disciplina, esto parece indicar que hay aun oposiciones a Él. Además, considerando su
narración acerca del profesor que lleva a sus alumnos a las lapidas mortuorias, hace una
analogía indicando que hay mucha gente muerta espiritualmente, y solamente las palabras
de Dios pueden dar vida espiritual, lo que nos hace pensar en que nuestro corazón es malo,
hemos creado a un “dios”, pero aborrecemos al Dios de la Biblia ¿Por qué? Porque nos
revelamos contra Dios y sus mandatos, porque consideramos nuestra satisfacción antes que
cumplir cabalmente la voluntad de Dios, y en esto tiene influencia la forma de evangelizar,
pues muchas ocasiones se presenta a un Dios de amor y maravilloso, pero no se confronta
la vida de pecado y de maldad que habita en nosotros.

Continúa hablando acerca de cómo es que Dios no necesita que lo aceptemos, cuando la
realidad nosotros somos quienes le necesitamos. Por lo tanto, es importante considerar si
hay una verdadera ya autentica confianza en Jesús para nuestra salvación, o sólo estamos
vacilando ser sus hijos, pensando que estamos por caminos correctos, pero en realidad son
caminos de perdición y de pecado oculto, y posiblemente en el juicio nos diga “¡Aléjense
de mí, hacedores de maldad!”. Esto es un engaño espiritual, puesto que muchos van a las
congregaciones, pero en realidad no estamos seguros de que sean salvas, los creyentes se
han conformado y se han quedado en un momento se confort, creyendo que ya son salvos,
pero no buscan más de la llenura de Dios en sus vidas, esto se debe a que muchas veces el
pecado es solapado. Por eso es importante considerar que la relevación la revelación de
Dios en el evangelio es buena, por lo tanto, debe existir pasión por la Palabra de Dios.

Continuando con el capitulo tres, el autor comparte parte de su experiencia en una


graduación de un seminario en Indonesia, en el cual a los alumnos se les pide que planten
una Iglesia con al menos 30 congregantes bautizados en regiones musulmanas, donde hubo
testimonios impactantes, y vidas perdidas por esa causa, pero sobre todo donde el poder de
Dios se manifestó en esas personas, esto indudablemente muestra que Dios no cambia y su
poder es permanente.

Como creyentes debemos tener la convicción de que el evangelio nos llama a morir a
nosotros mismos, a confiar en su poder, pero esto es con la dependencia de Él, porque
separados de Él nada podemos hacer, pero preferimos logar por nuestras propias fuerzas
antes que atribuirle la gloria a Dios. Podemos ver a través de la Biblia que Dios se deleita
en nuestra incapacidad, nos pone frente a circunstancias para encontrarnos con Él, muestra
de ello es cuando se derriban los muros de Jericó, Jehová buscaba adjudicarse la gloria por
el suceso, pues al final el pueblo reconoce que sólo Dios pudo haber hecho tal cosa.

Considerando lo anterior es que el autor comienza a hablar acerca de la dependencia,


¿dependemos de nuestras habilidades? ¿de nuestro buen trabajo que realizamos? Porque
muchas ocasiones se realizan buenos programas en las iglesias, pero dejamos de lado a
Dios, se planea un lugar espectacular, un predicador de renombre, y todo aquello que
atraiga de manera emocional (buena música, pantallas, etc.), y es así como funcionan las
iglesias que buscan el éxito, pero, lamentablemente muchas ocasiones no existe una
dependencia del Espíritu Santo. Y esta dependencia precisamente se puede observar en los
discípulos, puesto que ellos perseveraban en oración, no confiaban en su propia prudencia,
incluso estaban llenos de miedos y temores, pero cuando el Espíritu viene sobre ellos su
vida es transformada, ahora se levantaban a proclamar con denuedo la palabra de Dios, y
comienzan a extender el reino de Dios a través de la predicación, hacia muchas señales y
prodigios entre el pueblo, los enfermos sanaban, los espíritus huían, y el evangelio seguía
extendiéndose hacia otras regiones, basto sólo tener el Espíritu Santo.

Así que no importa la cantidad de recursos humanos, lo que importa es tener el Espíritu
Santo y esto va a provocar cambios radicales en nuestro entorno, Dios no busca a alguien
extraordinario, se deleita en usar cristianos comunes que deciden dejar su confianza en Él y
en su provisión. Por eso la llenura del Espíritu es importante y la debemos pedir en oración,
para que las promesas de ese poder se hagan patentes en nuestras vidas, por eso es
necesario pedir que ese poder radical more en nosotros, para que ya no actuemos bajo
nuestro pensamiento, sino que busquemos cumplir el propósito para el que estamos aquí, un
propósito que puede lograrase bajo la cobertura del poder del Espíritu.

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