Marzo de 2014 [Templo de Nuestra Señora de los Ángeles]

HORA SANTA EN COMPAÑÍA DE JESÚS

SACRAMENTADO.
Queridos hermanos: estamos ante la presencia amorosa
de Jesús Sacramentado, en esta Hora Santa.
Estamos aquí por tres finalidades:

• La primera: para adorarlo.

• La segunda: para exponerle nuestras
necesidades.
• Y la tercera: para orar por intercesión
de las personas que lo necesitan.

PRIMERA FINALIDAD: ADOREMOS A JESÚS SACRAMENTADO.

Todos: Señor Jesús Sacramentado, en esta noche, estamos aquí a tus pies, para contemplar tu
gloria, esa que irradia y llena este lugar. Reconocemos, Señor, de acuerdo a nuestra fe, que
estás presente en este augusto sacramento; por eso, Oh Señor, nos reconocemos como tus
creaturas y reconocemos que tú eres nuestro único salvador y nuestro único Señor; y desde lo
más profundo de nuestro ser, te adoramos; te adoramos porque tu eres nuestro Rey; te
adoramos porque tu eres nuestro Redentor; te adoramos porque tu eres nuestro jefe; el Señor
de los Señores y el Rey de Reyes. Te adoramos porque eres el pan de vida que nos alimenta en
nuestro camino hacia ti y por eso decimos: ¡”Bendito seas por siempre”! ¡”Alabado seas por
siempre, Señor”!

(Nos quedamos un momento en silencio contemplando al Señor Sacramentado y, en nuestro mirar, le

mostramos nuestros sentimientos de adoración)

SEGUNDA FINALIDAD:
LE PRESENTAMOS NUESTRAS NECESIDADES.

Lector: Después de que nos hemos rendido a tu amorosa presencia y hemos adorado tu gran
ser, Oh Señor, queremos pedirte por nuestras necesidades… y comenzamos por las espirituales:

Todos: Si Señor, cuántas necesidades espirituales tenemos. Necesitamos de ti, Señor; que
vengas a darnos la gracia de tu amor. Queremos sentirnos amados por ti para que nos
transformes en hombres y mujeres nuevos. Tu que eres el gran alfarero, toma el barro de
nuestro ser y transfórmalo. Danos el anhelo de ti, de amar como tú amas; de tener compasión
como tú lo tienes; de perdonar como tú perdonas.
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HORA SANTA
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Que en nuestro corazón, Señor, no haya odios ni rencores… que a nadie le miremos con odios ni
rencores; que a nadie le miremos con odio o resentimiento, Señor. Libera nuestra mente y
nuestro corazón de todos los sentimientos negativos que hasta ahora hemos guardado; haz que
nos demos cuenta de ello… nada ganamos y más nos alejamos de ti Señor, entre más odios
tengamos.

CANTO: “Vaso Nuevo”

Gracias quiero darte por amarme,

gracias quiero darte yo a Ti, Señor.
Hoy soy feliz porque te conocí,
gracias por amarme a mí también.

YO QUIERO SER, SEÑOR AMADO

COMO EL BARRO EN MANOS DEL ALFARERO.
TOMA MI VIDA, HÁZLA DE NUEVO
YO QUIERO SER UN VASO NUEVO.

Te conocí y te amé
te pedí perdón y me escuchaste.
Si te ofendí perdóname Señor,
pues te amo y nunca te olvidaré.

Lector: También Señor, queremos pedirte por nuestras necesidades físicas:

Todos: Si, Señor… tú sabes mejor que nosotros lo que tenemos en nuestro cuerpo. No nos
hemos portado con él a la altura Señor, por eso nos enfermamos. Por eso, Oh Señor de Señores,
Oh Rey de Reyes, ven a nuestro cuerpo. Tú que eres el Pan de Vida y nos quieres ver siempre
sanos, te lo pedimos, Señor, ¡”Sánanos de nuestras enfermedades y dolencias”! Extiende tu
mano poderosa, Señor, y por tu sangre preciosa derramada en la Cruz: ¡”Sánanos, Señor”!
Toca esa parte de nuestro cuerpo que necesita de tu salud y sánalo.
Sana ese cáncer, Señor… creemos que tú puedes hacerlo.
Sana esa parte de nuestro cuerpo que está enfermo.
Sana nuestro sistema óseo… el digestivo… el circulatorio… el respiratorio.
Sana esos órganos enfermos de nuestro sistema reproductor.
Tú conoces todo nuestro cuerpo, porque tú lo creaste, Señor.
Mira qué parte necesita de tu Salud y sánala Jesús.

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HORA SANTA
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CANTO: “En Jesús puse toda mi esperanza”

EN JESÚS PUSE TODA MI ESPERANZA,

ÉL SE INCLINÓ HACIA MI
Y ESCUCHÓ MI CLAMOR, Y ESCUCHÓ MI CLAMOR.

Me sacó de la fosa fatal, del fango cenagoso.

Puso mis pies sobre roca, mis pasos consolidó.

Puso en mi boca un canto nuevo, una alabanza a nuestro Dios.

Muchos verán y creerán, y en Jesús confiarán.

En ti se gozan y se alegran, todos los que te buscan.

Repitan sin cesar: ¡”Qué grande es nuestro Dios”!

(Permanecemos un momento en silencio contemplando a Jesús Sacramentado)

TERCERA FINALIDAD:
ORAMOS POR LAS PERSONAS QUE LO NECESITAN.

Lector: Trae a tu mente y a tu corazón a aquellas personas que tu crees que necesitan alguna
gracia especial de Jesús.
Puede ser un familiar cercano tuyo… o lejano… no importa.
Puede ser algún amigo o vecino.
Puede ser alguien que está enfermo o en la cárcel.
O bien, puede ser alguien que hace tiempo no le ves.
Puede ser una persona con la que te has enemistado.
Háblale así a Jesús:

Todos: Señor, Jesús Sacramentado, también en esta hora santa, queremos interceder por
aquellos que más te necesitan. Tú lavaste los pies a tus discípulos, en señal de humildad y de
servicio, y les dijiste que entre ellos se sirvieran; nosotros Señor, queremos hacer esta oración
por nuestros hermanos y hermanas que te necesitan…

(Ahora dile en silencio el nombre o nombres de la o las personas por quienes quieres interceder)

A estos hermanos(as) Señor, concédeles aquello que necesitan.

Lector: Sana, Señor, sus corazones.

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HORA SANTA
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Todos: Señor, queremos pedirte que les sanes su corazón; que les liberes de todo aquello que
les estorba para vivir tu reino.
Libérales:
 Del Odio.
 Del rencor.
 Del resentimiento que les ha traído su vida pasada.
Libérales de las intenciones malas, Señor, de los sentimientos negativos.

Lector: Sánales también de sus enfermedades, Señor.

Todos: Si, Jesús Bendito, sana también su cuerpo si tienen alguna enfermedad o dolencia;
sánales Señor, por tu sangre preciosa… por tus llagas benditas; dales la salud plena Señor para
que puedan glorificar tu nombre, ¡Oh Señor Sacramentado!

CANTO: “Si conocieras…”

Si conocieras cómo te amo, si conocieras cómo te amo,

dejarías de vivir sin amor.
Si conocieras cómo te amo, si conocieras cómo te amo,
dejarías de mendigar cualquier amor.
Si conocieras cómo te amo, cómo te amo, serías más feliz.

Si conocieras cómo te busco, si conocieras cómo te busco,

dejarías que te alcanzara mi voz.
Si conocieras cómo te busco, si conocieras cómo te busco,
dejarías que te hablara al corazón.
Si conocieras cómo te busco, cómo te busco, escucharías más mi voz.

Si conocieras cómo te sueño, si conocieras cómo te sueño,

preguntarías lo que espero de ti.
Si conocieras cómo te sueño, si conocieras cómo te sueño,
buscarías lo que he pensado para ti.
Si conocieras cómo te sueño, cómo te sueño, pensarías más en mí.

Lector: hermanos, también nuestros sacerdotes necesitan que oremos por ellos, que
intercedamos ahora que está Jesús Sacramentado.
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HORA SANTA
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Todos: Señor Jesús, Buen Pastor, presente en el Santísimo Sacramento, que quisiste perpetuarte
entre nosotros por medio de tus sacerdotes, haz que sus palabras sean sólo las tuyas… que sus
gestos sean sólo los tuyos… que su vida sea fiel reflejo de la tuya.

Lector: Que ellos sean quienes hablen a Dios de los hombres y que sean quienes hablen de Dios
a los hombres.

Todos: Que no tengan miedo al servicio, sirviendo a la Iglesia como ella quiere ser servida. Que
sean hombres de Dios, testigos del amor eterno en nuestro tiempo, caminando por las sendas
de la historia con tu mismo paso y haciendo el bien a todos.

Lector: Que sean fieles a sus compromisos, celosos de su vocación y de su entrega, claros
espejos de la propia identidad y que vivan con la alegría del don recibido.

Todos: Te lo pedimos por tu Madre, Santa María… ella que estuvo presente en tu vida y que
estará siempre presente en la vida de tus sacerdotes. Amén.

CANTO: “Estoy a la puerta y llamo”

Estoy a la puerta y llamo, esperando a que me abras.

Ábreme que quiero entrar, que estoy a la puerta y llamo.
El corazón que te he dado, es morada que yo anhelo.
Pero es tan digno y sagrado, que estoy a la puerta y llamo.

SI ME ABRES ENTRARÉ, Y YO CENARÉ CONTIGO

SI NO ME ABRES SEGUIRÉ AFUERA COMO UN MENDIGO.

Lector: Antes de retirarnos, queridos hermanos, hagamos una oración de acción de gracias a
Jesús aquí presente:

Todos: Gracias Señor por este tiempo que nos has concedido para adorarte y venerarte, en esta
Hora Santa.
Gracias Señor, por la Iglesia, madre de nuestra fe, donde te conocemos, celebramos y seguimos.
Gracias Señor, por tu muerte y resurrección, que nos salva.
Gracias Señor, por todos los beneficios que nos concedes.
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HORA SANTA
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Gracias Señor, por esta hora de comunión contigo.

Gracias Señor, por tus palabras que reconfortan y sanan.
Gracias Señor, por tu cruz que tanto enseña.
Gracias Señor, por tu sangre que a tantos salva.
Gracias Señor, por tu amor sin tregua ni fronteras.
Gracias Señor, por concedernos las gracias que necesitamos.
Gracias Señor, por atender nuestra oración de intercesión a favor de los demás.
Gracias Señor, por nuestros sacerdotes, en los cuales tu sacerdocio único se perpetúa.
Gracias Señor, por tu pan partido en la mesa de la eucaristía.
Gracias Señor, porque, aún siendo Dios, te arrodillas y nos enseñas a servir.

CANTO: “Te doy gracias Jesús”

TE DOY GRACIAS JESÚS, POR HABERTE ENCONTRADO

POR HABERME SALVADO, TE DOY GRACIAS JESÚS.

Hoy ya se el camino, y hacia él me dirijo,

es la senda bendita que representa el Hijo.

Hoy Jesús es mi guía, el dirige mi vida

y no hay ser eterno que mi cariño mida.

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