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Communication pour le Colloque International

« Images et récits de l’exil et des exodes


en Amérique Latine au XXIème siècle »

Mario Alfonso ALVAREZ DOMINGUEZ


Doctorant à l’Université de Lille

Poemas y relatos sobre la migración en el México contemporáneo


El caso del Libro centroamericano de los muertos de Balam Rodrigo

Hablan en el poeta voces varias:


escuchemos su coro concertado
adonde la creída dominante
es tan sólo una voz entre las otras.
Luis Cernuda, “Díptico español”.

En 2018, Balam Rodrigo gana, con el Libro centroamericano de los muertos, el Premio Bellas

Artes de Poesía Aguascalientes, el premio nacional de poesía con mayor prestigio; el jurado lo

integran miembros de instituciones académicas y culturales del gobierno mexicano. Este evento

concedió una mediatización en el campo de la literatura al tema de la migración de los pueblos de

América Central el mismo año que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, criticó las

“caravanas de migrantes”. Se intuye luego que el tratamiento literario difiere del mediático, aunque

ambos apelen a la verdad; aquí dejaré de lado la cuestión mediática y me centraré en la expresión

artística. En estas páginas trataré de ligar dos aspectos muy puntuales, sin agotarlos, para abrir de

nuevo un debate en torno a la poesía mexicana contemporánea. El primero de ellos es un problema

de poética: el sujeto lírico y su autenticidad; el segundo, un poco más amplio, el problema de la

verdad y la memoria histórica en las obras literarias. Como trataré de mostrarlo a continuación, lo

que está en juego es el derecho al artificio de la parte del poeta cuando busca legitimar su testimonio

mediante el uso de recursos factuales y ficcionales.


2

Al comienzo de su Libro…, el poeta chiapaneco testifica o textifica las vivencias de

alrededor 300 migrantes que recibió su familia entre 1981 y 1987 en Villa Comaltitlán, Chiapas;

es decir, en él se evocan hechos de un pasado público y personal. Primero, al ayudar en la

organización de una memoria colectiva y, luego, al honrar la memoria de su padre fallecido:

La idea que subyace a la escritura de Libro centroamericano de los muertos es cercana a la


manera en que Edgar Lee Masters escribió Spoon River Anthology o en la que Luis Miguel
Aguilar concibió su Chetumal Bay Anthology. Sin embargo, lejos de utilizar únicamente el
epigrama funerario y las tipologías más conocidas del género, en Libro centroamericano de
los muertos, como en Marabunta (el primer libro de mi trilogía centroamericana), incluyo
historias personales, familiares, cercanas, decididamente testimoniales, que se relacionan con
los y las migrantes centroamericanas (más de 300) que vivieron en casa de mis padres en Villa
de Comaltitlán, y a quienes ellos ayudaron lo más que pudieron durante su paso por mi pueblo
mientras migraban. A partir de la muerte de mi padre en 2009 decidí retomar la escritura de mi
trilogía centroamericana, con el firme propósito de escribir al menos un par de libros que le
gustaran a mi padre, y que fueran entendidos tanto por él como por cualquier otra persona,
particularmente quienes puedan reflejarse en los poemas de carácter testimonial de Marabunta
y Libro centroamericano de los muertos.1
Así aparece implícita en estas líneas una vieja premisa: la poesía es un arte de la memoria.2

Entonces, el autor chiapaneco utiliza ‘pruebas de verdad’ o ‘recursos factuales’ –una crónica

intervenida, imágenes, coordenadas geográficas, encabezados de prensa– que mezcla con ‘recursos

ficcionales’ –monólogos dramáticos, referencias mitológicas, religiosas y literarias– con la

intención de atestiguar. Más adelante discutiré algunas implicaciones éticas y estéticas de su

estrategia y para eso será necesario evocar las reflexiones de Cristina Rivera Garza expuestas en

Los muertos indóciles.3

Luego de la premiación del libro de poemas, además de entrevistas en el medio cultural

mexicano, aparecieron unas cuantas notas de prensa, algunas reseñas más o menos críticas –entre

1
Armando Salgado, “La compulsiva obsesión de Balam Rodrigo por la escritura” en La Gualdra 330, La jornada
Zacatecas, 12 marzo 2018, < https://ljz.mx/2018/03/12/la-compulsiva-obsesion-de-balam-rodrigo-por-la-escritura/ >.
2
Philippe Lacoue-Labarthe, La poésie comme expérience, p. 35.
3
Cristina Rivera Garza, Los muertos indóciles. Necroescrituras y desapropiación. México: Penguin Random House,
2019.
3

las cuales se encuentra una que publicó hace unos meses Rivera Garza4– y, es cierto, muy pocos

trabajos académicos al respecto. Aquí mencionaré sólo dos de estos últimos que sirvieron de base

para construir mi reflexión.

El primero es un artículo de Paul-Henri Giraud donde se analizan cuatro casos de poesía

mexicana frente a la violencia contemporánea. A partir de estos ejemplos paradigmáticos, Giraud

argumenta que, en la escritura poética de los últimos años, “no es fácil decir ‘yo’ frente a la

aniquilación del ‘otro’. El ‘nosotros’, en cambio, cobra vigencia, como para unir las fuerzas de los

vivos frente a ‘ellos’ y ‘ellas’: las víctimas, y también los verdugos”.5 El Libro centroamericano

de los muertos prueba lo anterior en la medida en que la voz lírica logra decir “yo” a pesar de las

dificultades surgidas del contexto histórico mexicano, donde los referentes extralingüísticos de

todos los pronombres personales corren el riesgo de ser aniquilados. En este sentido, aunque

“resultara obsceno decir ‘yo’”, Balam Rodrigo “hace hablar a las víctimas” mediante “monólogos

dramáticos”.6 Entonces, por un lado, aunque se basan en hechos reales, estos poemas no son

auténticos testimonios de migrantes: son, a lo más, verosímiles; por el otro, una prueba de verdad

los precede: las coordenadas geográficas, que recuerdan sitios donde se cometieron atrocidades en

contra de los migrantes.

Este último gesto hace alusión a lo expresado por Paul Celan en “Le Méridien”: “Tal vez

lo que es nuevo en los poemas que se escriben hoy es justamente esto: el esfuerzo, el más legible

entre todos, por conservar la memoria de las fechas”.7 Ahora bien, en el caso de la poesía de Balam

4
Cristina Rivera Garza, “Rapiña: una escritura geológica de Balam Rodrigo” in Literal Magazine. Latin American
Voices. 08 septiembre 2020, < https://literalmagazine.com/rapina-una-escritura-geologica-de-balam-rodrigo/>.
5
Paul-Henri Giraud, “El otro, nosotros y yo. La poesía mexicana frente a la violencia a principios del siglo XXI” in
Diaspore. Quaderni di ricerca: L’altro sono io. El otro soy yo. Scritture plurali e letture migranti, Susanna Regazzoni
y M. Carmen Domínguez Gutiérrez, editoras. Venecia : Edizioni Ca’ Foscari, 2020, p. 240.
6
Giraud, art. cit., p. 247.
7
Apud Lacoue-Labarthe, op. cit., p. 59.
4

Rodrigo, para resguardar la memoria colectiva de los pueblos centroamericanos es imperante

conservar nombres propios y nombres de lugares, además de las fechas que ya señalaba Celan. A

partir de lo anterior, se percibe un juego tenso entre las voces auténticas y las ficticias, entre

imaginación y memoria, verdad y ficción en el Libro centroamericano de los muertos.

El análisis del sujeto lírico se vuelve entonces más complejo porque, al retomar relatos

biográficos de algunos de ellos, el sujeto de la enunciación reproduce las voces de los migrantes,

que conviven con la del propio poeta y con las palabras de Bartolomé de las Casas. Antes de

pronunciarme sobre este asunto, examinaré algunos detalles del segundo texto académico que tomé

en consideración para mi trabajo.

Se trata del artículo de Teresa Georgina González Arce, el estudio más completo y extenso

que se ha escrito hasta ahora sobre el libro del autor chiapaneco. El documento presenta de manera

sucinta al ganador del Premio Nacional de Poesía 2018 y recuerda a otros poetas oriundos de la

misma región que obtuvieron igualmente este reconocimiento en años pasados. 8 Esto sirve para

revelar, como veremos a continuación, la dimensión histórica de la figura del autor y de su libro,

pues se reafirma, por un lado, la presencia de poetas sureños en las letras mexicanas y, por el otro,

se pone en evidencia el diálogo que establece el Libro centroamericano de los muertos con textos

de otros tiempos, desde el Popol Vuh hasta la Brevísima relación de la destruición de las Indias,

pasando por el Libro de los muertos del Antiguo Egipto.9 Esta es una estrategia literaria planteada

por Balam Rodrigo que está acompañada de varias más examinadas a detalle por González Arce.

Aquí comentaré brevemente otra de ellas.

8
Teresa Georgina González Arce, “Recorrido por la geografía del horror. Lectura de Libro centroamericano de los
muertos de Balam Rodrigo” in Sincronía. Revista de Filosofía, Letras y Humanidades. Universidad de Guadalajara
(México): año XXIV, número 78, julio-diciembre 2020, p. 249.
9
Ibid, p. 250-259.
5

10

El escribidor de poesía –de esta manera se autodenomina el autor al inicio del libro– señala

que algunos elementos peritextuales –subtítulos y epígrafes– pertenecen, en principio, a la obra de

Bartolomé de las Casas. “Sin embargo, confiesa el poeta chiapaneco, realicé intervenciones,

actualizaciones, incorporaciones y reapropiaciones en dichos epígrafes a manera de palimpsesto”.11

Veamos por ejemplo el texto titulado “De la provincia e islas de Tierra Firme de Honduras”, donde

se aprecia la pluma del obispo español y las intervenciones –en cursivas– del escritor mexicano:

Desde a pocos días mataron a muchísimos migrantes […] y después suscedieron otros muchos
tiranos crudelísimos de distintos cárteles que con matanzas o crueldades espantosas y con hacer
esclavos e venderlos a los tratantes de seres humanos, a los pederastas, a los varones de la droga
[…] e con la tiránica servidumbre ordinaria, desde el año de mil y novecientos…? Y hasta el día
de hoy año de dos mil e catorce […] asolaron a aquellas gentes migrantes de las provincias e reino
de Honduras. (Balam Rodrigo 71)
Frente a esta declaración, me interesa retomar las palabras de Rivera Garza cuando explica

un aspecto de la poética de la desapropiación: al decidir poner en primer plano “el proceso de

elaboración del texto mismo” –es decir, las lecturas previas que hizo el autor–, queda al descubierto

“una práctica productiva y relacional”,12 cuyo resultado es un texto desapropiado que “lleva

consigo las marcas del tiempo y el trabajo de otros, del trabajo de producción y del trabajo de

10
Balam Rodrigo, El libro centroamericano de los muertos, p. 15
11
Balam Rodrigo, El libro centroamericano de los muertos, p. 13.
12
Rivera Garza, op. cit., p. 65-66.
6

distribución de otros, es decir del trabajo colectivo hecho junto con otros en el lenguaje”. 13 En

resumen, la cita del Libro centroamericano de los muertos muestra cómo las palabras del fraile

dominico se actualizan con la intención de poder denunciar, mediante el escribidor de poesía, la

violencia contemporánea que sufren los migrantes del centro del continente y ya no solamente la

violencia del pasado en contra de los pueblos originarios. El relato histórico intervenido se suma

entonces a los monólogos dramáticos evocados hace un momento para dar cuenta de la variedad

de registros presentes en la brevísima relación literaria del año 2014. Asimismo, en una reciente

publicación, la mexicana Rivera Garza sostiene que, si bien existen varios libros que documentan

el viacrucis migrante hacia los Estados Unidos, el trabajo poético en el Libro centroamericano de

los muertos “convoca textos que, a manera de capas, dan cuenta del tiempo profundo de la

devastación”. Este argumento de “capas sobre capas” de lenguaje lo presentó en su famoso ensayo

Los muertos indóciles y ahí lo plantea como una “estrategia de escritura que abraza y da la

bienvenida a las escrituras de otros dentro de sí de maneras abiertas, lúdicas, contestatarias”. Se

trata, pues, de una “escritura geológica” en tanto que se pone en evidencia “la pluralidad que

antecede a lo individual en el proceso creativo”.14 La obra de Balam Rodrigo así lo demuestra

porque ahí se yuxtaponen extractos de testimonios orales y de libros históricos, además de

encabezados de prensa y “la voz original” del poeta. No obstante, los atributos originales de esta

última parecen perderse entre la multitud de voces-escrituras capturadas en el libro de poemas.

Generalmente, el peritexto nos permite elucidar a quién pertenece la voz de cada poema, a

pesar de que el sujeto gramatical de cada uno de ellos sea la primera persona del singular.15 Así,

13
Ibid, p. 76.
14
Ibid, p. 100.
15
« C’est le contexte – imposé notamment par le titre et, éventuellement, des indices paratextuels (préface, avant-
propos, quatrième de couverture, etc.) – qui confère au « Je » sa valeur fictive explicite ». Dominique Combe, « La
référence dédoublée », in Dominique Rabaté, Figures du sujet lyrique, p. 53.
7

cuando un poema tiene por título las coordenadas geográficas de algún lugar dentro del territorio

mexicano, entendemos que la voz lírica que dice ‘yo’ corresponde a la de un migrante; mientras

que la voz del poeta –donde coinciden el sujeto lírico y el sujeto histórico– se identifica en las

secciones del libro llamadas “Álbum familiar centroamericano”. Sin embargo, el peritexto resulta

a veces problemático. En primer lugar, porque en algunos poemas no es clara la dinámica entre las

palabras de Bartolomé de las Casas y las del poeta chiapaneco, y por lo tanto se dificulta la

identificación del sujeto de la enunciación, como en estos ejemplos16:

Luego, porque los encabezados de prensa parecen ser utilizados indistintamente, ora como

subtítulos de secciones del libro donde hablan los migrantes, ora como subtítulos de secciones

16
Balam Rodrigo, op. cit., p. 111-112.
8

donde habla el poeta. Dicho de otro modo, no se sabe ciertamente quién es quien dice ‘yo’ en este

Libro…. Un examen más minucioso tendría que llevarse a cabo para resolver esta cuestión, pero

no olvidemos que las diferentes voces –las distintas escrituras– convergen intencionalmente en

estas páginas para tener un impacto más amplio en la experiencia de lectura, pues en el Libro

centroamericano de los muertos no sólo se denuncia la violencia ni únicamente se expresa el dolor.

El compromiso con la verdad y con la memoria parece del mismo modo evidente.

Ahora bien, entre los múltiples aspectos que se abordan en el artículo de González Arce,

me interesa rescatar el de la autorrepresentación del poeta. Cinco de las catorce partes que

componen este libro llevan por título “Álbum familiar centroamericano” y en dos de estas cinco se

añaden fotografías de la infancia del autor. De esta manera, en palabras de González Arce, podemos

identificar esos dos poemas como “ejercicios ecfrásticos” acompañados de imágenes que “dan fe

de la autenticidad del testimonio”.17 Es decir, mientras que los poemas describen las fotografías,

estas últimas respaldan lo expresado por los primeros. Ambas representaciones, la verbal y la

17
González Arce, art. cit., p. 266.
9

pictórica, se solidarizan la una con la otra con la intención de reforzar lo que presentan: los

momentos compartidos entre el autor, su familia y sus amigos, los migrantes centroamericanos.

Sin embargo, una pregunta surge de la conclusión previa: ¿por qué Balam Rodrigo

consideró necesario introducir en el libro estas imágenes que acompañan sus poemas? Si las

fotografías sirven para dar legitimidad a los textos, ¿quiere decir que ellos no pueden garantizar

por sí mismos la veracidad de la descripción y del relato? De ser así, comprendemos que el poeta

tomó una decisión inevitable: duplicar la representación para dar su testimonio verdadero y que no

se confunda entre los testimonios de los migrantes. Pero, ¿por qué ocurriría una confusión entre la

voz genuina del poeta y las otras voces del libro? Porque, como ya lo intuimos, la mayoría de los

poemas, la mayoría de los relatos en el Libro… tienen como sujeto de la enunciación a la primera

persona del singular.

En un artículo sobre este tema, Dominique Combe expone que, después de la época

romántica, “el uso de la primera persona no constituye de ninguna manera una garantía de

‘autenticidad’ –es decir, de referencialidad–, y puede inscribirse en el marco de la ficción”.18 De la

misma manera, Dominique Rabaté comenta que el poema cantado en primera persona tiende a

decir algo que rebasa al sujeto, aunque en él se describa una experiencia personal.19 Una

consecuencia de lo anterior sería la pérdida de la autenticidad del testimonio y, por ende, la pérdida

de la memoria. Para hablar entonces de verdad de historias migrantes, ya no es suficiente con “la

voz original” y sincera del poeta, puesto que ella se contagia de las otras voces ficticias y producen

juntas una tensión al interior de la obra.20 Dicho de otra manera, apelar a un testimonio verdadero,

18
Dominique Combe, « La référence dédoublée. Le sujet lyrique entre fiction et autobiographie », in Dominique
Rabaté, Figures du sujet lyrique. Paris: Presses Universitaires de France, 1996, p. 52.
19
Ibid, p. 106.
20
« Tout discours référentiel comporte fatalement une part d’invention ou d’imagination qui ressortit à la « fiction »,
et réciproquement toute fiction renvoie à des strates autobiographiques ». Dominique Combe, art. cit., p. 55.
10

rememorar y conmemorar sería impensable ante la presencia de recursos ficcionales, además de

que la autenticidad del sujeto lírico estaría en riesgo. Por tal razón, me parece que el autor recurre

a la fotografía, que aporta una prueba doble, de verdad y de memoria.

Aunado a esto, la yuxtaposición de otros recursos factuales como la Brevísima relación…

de Bartolomé de las Casas, las coordenadas geográficas y los encabezados de prensa refuerzan las

palabras del poeta; sin embargo, sigue siendo una obra que se mueve, bon gré mal gré, entre la

imaginación y la memoria, entre lo universal y lo singular, entre el mito y la historia.

Pensemos, finalmente, la fotografía como una captura de imágenes que da cuenta de un

momento, de determinados cuerpos y de ciertos lugares. Así funcionan las fotografías del “Álbum

familiar centroamericano” de Balam Rodrigo. Podríamos concluir entonces, con Rivera Garza, que

el Libro centroamericano de los muertos también es “una forma de captura momentánea de la

escritura, una estación de paso”21 de los relatos de las personas migrantes. Como muchas de ellas,

sus historias tendrán que seguir desplazándose con la esperanza de encontrar un soporte material

más justo. Mientras tanto, hay que cuidarlas en la escritura, en el poema.

21
Rivera Garza, op. cit., p. 104-105.
11

Referencias

Balam Rodrigo. Libro centroamericano de los muertos. México: FCE / ICA / INBA, 2018.
—. El poeta es un ángel que atraviesa el corazón con la lengua desenvainada. Entrevista con
Balam Rodrigo Hamlet Ayala. Tierra Adentro, 26 julio 2018. 26 octubre 2020.
<https://www.tierraadentro.cultura.gob.mx/el-poeta-es-un-angel-que-atraviesa-el-
corazon-con-la-lengua-desenvainada-entrevista-con-balam-rodrigo/>.
—. La compulsiva obsesión de Balam Rodrigo por la escritura Armando Salgado. La Jornada
Zacatecas, 12 marzo 2018. 28 octubre 2020. <https://ljz.mx/2018/03/12/la-compulsiva-
obsesion-de-balam-rodrigo-por-la-escritura/>.
Combe, Dominique. «La référence dédoublée. Le sujet lyrique entre fiction et autobiographie.»
Rabaté, Dominique. Figures du sujet lyrique. Paris: Presses Universitaires de France, 1996.
39-63.
Giraud, Paul-Henri. «El otro, nosotros y yo. La poesía mexicana frente a la violencia a principios
del siglo XXI.» Diaspore. Quaderni di ricerca. L'altro sono io. El otro soy yo. Scritture
plurali e letture migranti 12 (2020): 239-248. 28 septiembre 2020.
<https://edizionicafoscari.unive.it/it/edizioni/libri/978-88-6969-396-0/>.
González Arce, Teresa Georgina. «Recorrido por la geografía del horror. Lectura de Libro
centroamericano de los muertos de Balam Rodrigo.» Sincronía. Revista de Filosofía, Letras
y Humanidades (2020): 248-276.
Lacoue-Labarthe, Philippe. La poésie comme expérience. Paris: Christian Bourgois Editeur, 2015.
Rabaté, Dominique. Gestes lyriques. Paris: Editions Corti, 2013.
Rivera Garza, Cristina. Los muertos indóciles. Necroescrituras y desapropiación. México: Penguin
Random House, 2019.
—. «Rapiña: una escritura geológica de Balam Rodrigo.» Literal Magazine 08 septiembre 2020.
26 octubre 2020. <https://literalmagazine.com/rapina-una-escritura-geologica-de-balam-
rodrigo/>.
Ruiz Núñez, Juan Pablo. «Escritura del desastre.» Revista de la Universidad de México (2018):
155-159. 28 octubre 2020. <https://www.revistadelauniversidad.mx/articles/016d5dad-
3a74-409b-8a73-c6569ee501ad/libro-centroamericano-de-los-muertos-de-balam-
rodrigo>.

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