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Arequipa 2016, 6(2), 401-421/ Recibido: 17-02-2017/ Aceptada: 05-03-2017/ ISSN 2221-786X
versión impresa / ISSN 2307-4159 versión electrónica
401
Resumen: Summary:
Las confabulaciones se refieren The confabulations refer to fake me-
a falsas memorias surgidas en el mories in the context of neurological
contexto de trastornos neurológi- disorders. On the other hand, delu-
cos. Por otro lado, los delirios son sions are defined as “false beliefs”
definidos como “falsas creencias” y and may be associated with both
pueden estar asociados tanto a tras- mental and neurological disorders. A
tornos mentales como neurológicos. common feature between the two is
Una característica común consiste an elaboration that does not respond
en que ambas son distorsiones de to reality and is maintained by the
la realidad y son mantenidas por el subject, despite the evidence against.
sujeto, a pesar de las evidencias en It is the purpose of this work to
contra. Es propósito de este trabajo develop explanatory models on con-
desarrollar los modelos explicativos fabulations, and on the other hand, to
sobre las confabulaciones, y por otro try to clarify the differential aspects
lado, intentar clarificar algunos as- with delusions in organic disorders.
pectos diferenciales con los delirios The main difference between delu-
en trastornos orgánicos. La principal sions and confabulations refers to
diferencia entre los delirios y con- the fact that while in the former they
fabulaciones alude al hecho de que, involve the formation of a belief, they
mientras las primeras envuelven- are systematic or generalized and
la formación de una creencia, son more stable, the latter are associated
sistemáticas o generalizadas y más with mnesic deficits, they are presen-
ted in isolation Or fleeting AND are
Cómo citar:
Tirapu, J., & Sánchez, A. (2016). Neuropsicología de los delirios y confabu-
laciones: Una revisión actualizada. Revista de Psicología de Arequipa, 6(2),
401-421.
INTRODUCCIÓN
El estudio de las confabulaciones data de finales del S.XIX, cuando Emil
Kraepelin (1856-1926) fue el primero en describirlas. Sin embargo, Sergei Sergeie-
vich Korsakoff, psiquiatra ruso nacido en 1845, hizo una descripción sistemática
derivada de sus observaciones en pacientes alcohólicos, lo que hoy se conoce bajo
el síndrome de Korsakoff. Entre 1887 y 1891 publicó una serie de artículos que to-
maron como base el estudio de varios casos de polineuritis alcohólica con síntomas
mentales distintivos: pérdida de memoria, amnesia de fijación, desorientación espa-
cio-temporal y confabulación. Describió así un trastorno del pensamiento (psicosis)
asociado a inflamación de nervio periférico (polineuritis) que producía debilidad
muscular debido al alcohol, llamando a este síndrome “psicosis polineuritica” y sus-
tituyéndolo más tarde por el término de “cerebropatía psíquica toxémica”.
Los pacientes descritos tendían a inventar una situación ficticia y repetirla cons-
tantemente, desarrollándose un delirio basado en falsos recuerdos a los que llamó
“pseudo-reminiscencias”. Posteriormente Bonhoeffer (1868-1948) sustituyó el tér-
mino por el de confabulación (Talland, 1965) y propuso (1901,1904) dos formas:
“momentáneas”, normalmente en respuesta a preguntas y generalmente plausibles
y “fantásticas”, de hechos imaginados. Más recientemente Berlyne (1972) propuso
que estas eran entidades diferentes y que se observaban en pacientes con síndrome
Korsakoff y demencias de diversas etiologías. Otra distinción ha sido propuesta por
Kopelman (1987) dónde establece confabulación “espontánea” en contraposición a
la “provocada” basándose en el contenido, más que a la modalidad de evocación.
Para ello se apoya en los datos ofrecidos por el recuerdo de historias de las escalas de
Memoria Lógica de Wechsler. Las confabulaciones eran evaluadas como intrusiones
o cambio en el sentido de las historias durante la fase de recuerdo.
Las confabulaciones muestran así la importancia de la memoria como proceso
reconstructivo de la realidad, y no tanto como un reflejo de la realidad en sí misma.
Las primeras explicaciones acerca de este fenómeno estaban gran influenciadas
por la corriente psiquiátrica del momento, que las consideraban como una tenden-
cia del sujeto a rellenar huecos, reflejo de un mecanismo psicológico de defensa,
activado en respuesta a una situación embarazosa o en un intento de cubrir los
vacíos de la memoria, (e.g. Weinstein & Kahn, 1955; Zangwill, 1953; ver Berly-
ne, 1972; DeLuca, 2000a, 2000b; Mercer et al., 1977). Actualmente sin embargo,
se ha encontrado poco respaldo empírico a estas hipótesis (Dalla-Barba, 1993a;
Kopelman et al., 1997; Mercer et al., 1977; Schnider et al., 1996b) debido a que por
un lado, una de las características más sobresalientes de las confabulaciones es la
falta de conciencia sobre el déficit de memoria (de modo que, sería poco probable
que alguien que no fuese consciente de su déficit e incluso, fuese indiferente a este,
necesitase recurrir a la confabulación con la finalidad de reducir la ansiedad que le
producen los lapsos de memoria.)
tres modelos que se encontrarían en la base de las mismas (ver Gilboa, Mos-
covitch, 2002.).
i) Déficit en la contextualización temporal de los recuerdos
La hipótesis de la confabulación como un trastorno temporal establece que
los pacientes que confabulan tienen un sentido de la cronología distorsionado de
forma que pueden recordar los acontecimientos, pero no el orden en que ocurrie-
ron o su relevancia respecto a los hechos actuales. Desde esta línea de investiga-
ción, existen dos perspectivas. Dalla Barba (1998,1999) defiende que las confa-
bulaciones representan una conciencia patológica de la temporalidad personal.
Distingue dos tipos de conciencia, una conciencia de conocimientos (hábitos y
semántica) y una temporal (eventos personales) que recuerda mucho a la diferen-
ciación propuesta por Tulving (1985) entre conciencia anoética (procedimientos)
noética (semántica) y autonoética (episódica).Diferencian tres dimensiones de
temporalidad (pasado, presente y futuro) que pueden relacionarse con tres tipos
de confabulaciones asociadas a recuerdos episódicos pasados, desorientación
espacio-temporal y planes futuros respectivamente.
Asimismo, puede suceder que estos pacientes presenten también un pro-
blema para ubicar la fuente o el origen de los recuerdos (monitorización de la
fuente), o distinguir entre eventos reales o imaginados (monitorización de la
realidad). Como consecuencia de esta alteración, los pacientes mezclan eventos
que han ocurrido en distintos momentos temporales, o incluso los experimentan
como si estuvieran ocurriendo en el momento actual. Para Schnider (1996) y su
equipo, son el resultado de una confusión de la realidad actual con los aconteci-
mientos pasados, es decir una “confusión temporal-contextual”. En apoyo expe-
rimental a esta hipótesis Schnider y sus colaboradores, aplicaron el paradigma
del reconocimiento continuo a un grupo de pacientes confabuladores.
En este paradigma, se presenta una secuencia de imágenes o palabras que
representan diversos objetos, algunos de los cuales, los estímulos objetivo, se
repiten varios ensayos después dentro de la misma serie. La tarea del sujeto
consiste en decidir si el objeto que aparece es “nuevo” (es la primera vez que
se ha presentado en esta serie) o “viejo” si juzga que es la segunda vez que se
presenta. Tras un tiempo variable se vuelve a presentar otra serie que incluye los
mismos objetos pero esta vez con distintos estímulos objetivo; supuestamente la
sensación de familiaridad que suscitan los objetos que se repitieron en la primera
serie puede llevar a los sujetos a responder “viejo” ante estímulos que se han
presentado por primera vez en esta segunda serie.
Este fue el caso de los pacientes del experimento de Schnider, que fallaron
mucho más en la segunda serie. Tales resultados fueron interpretados como un
problema de contextualización temporal: los pacientes confabuladores tienen
grandes dificultades para ubicar los estímulos en su contexto temporal (en este
caso, la serie), experimentando una confusión entre los distintos recuerdos, o
entre un recuerdo y la realidad actual del paciente. Por lo que llamaron a éste
déficit “Temporal Context Confusion” (TCC). (Schneider & Ptak, 1999.)
ii) Hipótesis de la supervisión de la fuente (Source Monitoring)
Johnson y su equipo sugieren que las confabulaciones se producen debido
a un déficit en el control de la realidad por lo que las personas son incapaces
de distinguir tanto el origen de diferentes recuerdos (Confusión tiempo-contex-
to) o distinguir entre eventos reales e imaginados (sucesos experienciados versus
imaginados). Diferentes mecanismos podrían estar en la base, incluyendo fallo
en codificación, recuperación, motivación y procesos de evaluación. (Johnson et
al., 1997; Johnson & Raye, 1998). La monitorización de la realidad se refiere a un
proceso de distinguir una percepción pasada de un acto de imaginación pasado.
Contempla la capacidad de distinguir fuentes de información y especificar las con-
diciones bajo las cuales el recuerdo fue adquirido (contexto espacial, temporal).
iii) Hipótesis de la recuperación estratégica (Retrieval déficit).
Estas hipótesis surgen a partir de observaciones de Moscovitch sobre pa-
cientes y de Burguess y Shallice, a partir de controles sanos. Para ellos, las con-
fabulaciones son el resultado de fallos en los procesos de recuperación. La evi-
dencia más solida a favor de esta hipótesis alude al hecho de que esta afectación
abarca tanto a recuerdos remotos, como aquellos adquiridos tras la instauración
del déficit. Pero la recuperación no es un proceso unitario y se trata de determi-
nar que factor de la recuperación se haya afectado.
Gilboa y Moscovitch elaboraron un modelo neuropsicológico global de la
memoria que puede explicar el fenómeno de las confabulaciones. Estos autores
distinguen dos tipos de procesos de recuperación, asociativo (dependiente de
pistas) y estratégico. El primero es relativamente automático, en el cual una pista
especifica interacciona con la información almacenada. Están asociadas a es-
tructuras del lóbulo temporal medial y neocortex posterior (la pista directamen-
te activa el grupo neuronal hipocámpico-neocortical). Por otro lado, los procesos
de recuperación estratégica son rutinas que se aplican a la memoria cuando las
pistas proximales son ineficaces. En el nivel de input, los procesos estratégicos
contribuyen a encuadrar el problema de memoria (establecer modo recupera-
ción), utilizar conocimientos generales y personales para crear la búsqueda hasta
que las rutinas dependientes de pistas asociativas puedan generar una solución
posible. En el nivel de output, se encargan de monitorizar, evaluar y verificar el
recuerdo recuperado y situarlo en un contexto espacio temporal.
Moscovitch y Melo (1997) plantean tres condiciones necesarias para que
se produzca una confabulación: en primer lugar, debe existir una afectación de
estos últimos, tienden a ser sobre ideas que involucran reorganizar y reconstruir
aspectos de la realidad más que con la invención de material completamente
nuevo. A fin de lograr un diagnostico diferencial, es importante tener en cuenta
que en el discurso de los pacientes neurológicos es el contenido lo que resulta
extraño, siendo difícil de seguir aun cuando los temas son sencillos, mientras
que en los desórdenes del pensamiento se encuentra el uso de palabras anor-
males y una estructura distorsionada de las oraciones, postulándose que estas
alteraciones a nivel lingüístico no son propias de las fabulaciones. Además se
postula que los pacientes neurológicos presentan más fallos en la memoria epi-
sódica, mientras que en la esquizofrenia podrían ser más debido a fallos en la
memoria semántica. (Lorente-Rovira et al., 2007, 2010.)
Mientras que la literatura apoya la idea de que en los pacientes amnésicos se
encuentran más afectados los procesos de recuerdo-consolidación y no tanto los
procesos de reconocimiento, algunos investigadores sostienen que los amnési-
cos con afectación temporal- medial presentan tanto afectación en consolidación
como en recuperación. Por el contrario los pacientes amnésicos y confabulado-
res por aneurisma de la ACoA muestran mayor afectación en el recuerdo que en
el reconocimiento (Hanley et al., 1994; De Luca & Diamond, 1995). Por tanto,
una gran discrepancia entre el recuerdo y reconocimiento podría ser un aspecto
diferencial relevante entre las amnesias tipo Korsakoff y aquellas producidas por
afectación de la ACoA.
Por último, consideramos relevante plantear algunos aspectos diferenciales
entre las confabulaciones y los delirios asociados a trastornos neurológicos des-
de una perspectiva tanto clínica como fenomenológica. De acuerdo con Langdon
y Turner (2010), las confabulaciones se definen como “falsas memorias”. Por
otro lado, los delirios son definidos como “falsas creencias” y pueden estar aso-
ciados tanto a trastornos mentales como neurológicos.
Una característica común, tanto de los delirios como las confabulaciones es
que ambas consisten en una elaboración que no responde a la realidad y que es
fielmente mantenida por el sujeto, a pesar de mostrar evidencias en contra. Para
Hirstein (2006) las confabulaciones son comunicadas a otros, mientras que los de-
lirios no, manteniéndose en el ámbito de lo privado. A su vez, estos son objeto de
atención clínica y de tratamiento psicofarmacológico (Hamilton, 2007; Stephens
& Graham, 2004). A su vez, dentro de los delirios, sobre todo los que aparecen
en el contexto de alteraciones neurológicas, pueden estar dañados los procesos
de reconocimiento, produciéndose lo que llamamos “falsas identificaciones” (p.e.
síndrome de Capgras, síndrome de Frégoli y paramnesias reduplicativas).
La principal diferencia entre los delirios y confabulaciones alude al hecho de
que, mientras en las primeras envuelven la formación de una creencia, son sis-
temáticas o generalizadas y más estables, las segundas envuelven déficits en los
Bortolotti y Cox (2009., p.27) afirman a su vez que las confabulaciones pue-
den responder a dos funciones motivacionales i) establecer continuidad en su
propia narrativa personal y ii) preservar su autoimagen mientras que los delirios
podrían cumplir la finalidad de dotar de coherencia a la realidad que percibe
CARACTERÍSTICAS DELIRIOS EN T. CONFABULACIÓN
NEUROLÓGICOS
EN T. NEUROLÓGICOS
SINTOMAS PRINCIPALES Falsas creencias Falsas memorias
Y falsas identificaciones
CONTENIDOS Estructurado y constante Variable y cambiante
OBJETIVO Dotar de coherencia a rea- Dotar de sentido de conti-
lidad nuidad
PLAUSIBILIDAD Plausible No siempre plausible
RECEPTOR Yo mismo Yo y el otro
ETIOPATOGENIA Búsqueda de explicaciones Enunciados incorrectos e
racionales irreales para cubrir lagu-
nas en la memoria
a experiencias perceptivas
anómalas (Kopelman)
VERACIDAD Carecen de veracidad Pueden parecer veraces
(más las provocadas)
No veracidad (las espontá-
neas)
ANTECEDENTES Antecedentes de trastor- No antecedentes
nos psiquiátricos
CONTENIDOS MNÉSI- Memoria semántica Memoria episódica y se-
COS AFECTADOS mántica
PROCESOS MNÉSICOS No es necesaria afectación Codificación, consolida-
AFECTADOS mnésica, si la hay es de re- ción y recuperación
conocimiento
CORRELATOS NEUROA- Frontal bilateral y regiones Córtex prefrontal ventro-
NATÓMICOS posteriores del hemisferio medial (CPVM) y orbito-
derecho frontal (COF), prosencéfalo
basal, corteza cingulada
anterior y áreas límbicas
anteriores
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Recibido: 17 – 02 – 2017
Aceptado: 05 – 03 – 2017