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UNIDAD 1: Derechos

Los pueblos juegan


Por Hugo Calcagno

El texto que les proponemos a continuación es un texto que podemos


denominar como participativo o reflexivo.

¿Por qué lo llamamos así?, porque a medida que vayamos desarrollando algunas
ideas y definiciones sobre el juego, la cultura y el deporte, vamos a pedirles que vayan
reflexionando sobre sus propias prácticas y sus propias experiencias, sobre sus
vivencias, sobre su historia y la relación que fueron teniendo con el juego en general y
los deportes en particular.

Para comenzar, entonces, te proponemos que pienses de qué manera el


Deporte ha estado presente en tu vida. Esto incluye desde los Deportes que
practicaste, hasta los que hubieses querido practicar y por diversas
cuestiones no pudiste; así como también desde tu rol de espectador o
“hincha”, hasta si estás llevando adelante actividades relacionadas con el
Deporte en tu Comunidad.

Vayamos entonces a las primeras definiciones. Si bien sabemos, siguiendo las


palabras del filósofo francés, P Bourdieu (1978) y nuestras propias experiencias, que
la definición social del Deporte es objeto de permanentes luchas, donde se ponen
en juego por lo menos dos cuestiones; por un lado la capacidad monopolizadora de
imponer la definición y la función legítima de las prácticas y actividad deportiva, y por
otro, la definición del cuerpo legítimo y del uso legítimo del cuerpo (¿qué cuerpos
pueden jugar y a qué?), podemos plantear una primera aproximación a la misma
afirmando que el Deporte es Juego institucionalizado.
Y por “institución” no entendemos sólo a las federaciones y asociaciones deportivas,
sino también a una normatividad y reglamentación más rígida que la que se da en las
prácticas lúdicas (1).

Toda “definición” implica un posicionamiento y un recorte, con sus


respectivas disputas de sentido.

En el recorrido que hiciste al inicio sobre la presencia del deporte en tu vida:

● ¿Reconocés alguna forma más presente de definir al Deporte?

● ¿Todos los cuerpos tienen el mismo acceso a la práctica deportiva?

● ¿Identificás alguna Federación o Asociación deportiva?

● ¿Conocés los reglamentos de los Deportes con los que te vinculás?

Llegados a este punto, navegaremos brevemente por esta palabra con la que todos y
todas nos hemos relacionado en algún momento de nuestras vidas: el Juego.

Vamos a pensar el Juego desde “lo cultural”, ¿qué significa esto?, lo vamos a
considerar como una realidad específicamente humana, y en cuanto tal,
compleja y abierta. Y si bien podríamos notar que los animales también juegan, en
nuestra especie esta práctica incorpora otros factores.

Jugamos a lo largo de nuestra vida, y de esta manera desarrollamos el carácter, la


personalidad, y configuramos tanto la inteligencia como los vínculos sociales. El
Juego es una constante vital en la evolución, maduración y aprendizaje del ser
humano; y Huizinga (1979) llega a afirmar incluso que el Juego es más viejo que la
Cultura, que ésta brota del Juego, y se desarrolla en el Juego. El Juego es
Cultura más que un componente formal de la Cultura.

¿Recordás tus primeros Juegos? Te invitamos a que hagas un breve listado


con los mismos, y que nos cuentes cómo aprendiste a jugarlos.

Etimológicamente (2), la palabra Cultura proviene de “cultivo”; nos conecta a la


tierra, nos arraiga (3) y nos hace sentir Comunidad. Y así como los primeros juegos
estaban relacionados con la mera supervivencia (correr-saltar-lanzar), luego se fueron
desarrollando otros vinculados a las diversas facetas culturales del ser humano, y a los
acontecimientos y tareas habituales de sus comunidades:

● Ritos

● Fiestas

● Cultos a las épocas del año

● Fenómenos meteorológicos

● Agradecimiento a dioses

● Logros

● Pasajes de edad

● Nacimiento

● Boda

● Muerte

Por lo tanto, podemos afirmar que los Pueblos han jugado siempre, a lo largo y
ancho de nuestra Casa Común que es la Tierra, y de nuestra historia larga. E,
incluso, hay autores que conjeturan que los seres humanos nos manifestamos primero
como “homo ludens” (que juega) y “homo faber” (que trabaja), que como “homo
sapiens” (que piensa). Y con esto no queremos significar que para trabajar y para
jugar no se piense, sino más bien que estas prácticas edifican la racionalidad.

¿Qué Fiestas se celebran en tu Barrio?

¿Cuáles se dejaron de celebrar?

¿Hay momentos de juego, en estas celebraciones?

Al convertirse en social, entonces, el juego se fue volviendo más sofisticado,


propiciando el surgimiento del Deporte. Sin dudas es un pilar en el que se apoya la
historia cultural de nuestro tiempo (quizá equiparable a la Música) y un soporte de lo
propio, en tanto humanos.

De esta manera, podemos rastrear los orígenes del deporte en las habilidades mismas
que prehistóricamente eran necesarias para sobrevivir, así como también en los
juegos rituales, tradicionales y populares de los Pueblos, que se repetían en distintas
latitudes, con las particularidades de cada comunidad arraigada en la geografía que
habitaba. Es así que encontramos juegos de pelota desde China hasta las Islas
Británicas y desde México hasta Italia, prácticas muy similares al Hockey en
Sudamérica (el “Palín”), o incluso que nuestro Deporte Nacional (el “Pato”) se juega de
manera casi idéntica en las estepas asiáticas… ¡pero con un cordero!

Si pensamos en las habilidades de “Correr-Saltar-Lanzar”, ¿en qué Deportes


considerás que las mismas están presentes?

¿Identificás un Deporte que básicamente se trata de estas tres cosas?

¿Cuál es el Deporte más practicado en tu Barrio (y por quienes)?

¿Conocías el “Pato”,en tanto Deporte Nacional?

¿Relacionás algún momento de tu vida con algún evento deportivo en


particular?

(Yo, por ejemplo, recuerdo perfectamente que estaba haciendo cuando Maradona le
metió el gol a los ingleses; o me acuerdo del cumpleaños de 15 de una prima,
porque llegamos corriendo con mi viejo, que me acompañó a la final de un Torneo
–que no me podía perder, obvio…-).

La palabra DEPORTE designa un término que es auténticamente ecuménico (4),


tanto en su sentido de universalidad como de capacidad comunicativa. Gran
parte de la humanidad se vincula, de una u otra manera, con esta “religión laica
globalizada” (Beltrán Olivera, 2006, pág. 3), ya sea como práctica, espectáculo o
estilo de vida.

Ahora bien, lo que comúnmente llamamos Deporte Moderno, puede ser entendido
como la confluencia entre el espíritu agonal (5) griego, la secularización (6) de
prácticas festivas y rituales de las clases populares de la Edad Media (con sus
silencios y ocultamientos), y las prácticas de divertimento y ocio de la aristocracia
inglesa, que se desarrolló en las instituciones educativas de las élites entre los siglos
XVIII y XIX.

Pero sin desconocer que domesticar los juegos populares era y es una manera de
domesticar a los trabajadores para que sepan cumplir las nuevas leyes que las clases
dominantes empezaron a establecer para manejar los Estados nacientes, que hace
dos siglos y medio atrás se convierten en una nueva manera de organizar a la
sociedad con el nacimiento del capitalismo y la revolución industrial.

De la misma manera entendemos que la instalación del deporte moderno y sus


diferentes disciplinas, que se vienen desarrollando desde mediados de 1800 a esta
parte, es producto de la colonización europea. Muchos de los deportes que nos gustan
y jugamos con gran placer ilustran la imposición de unos reinos imperialistas que han
destruido pueblos y culturas enteras en todo nuestro continente (también en otros
continentes cómo África).

Hay mucho terreno por investigar y dar a conocer sobre los juegos de pueblos
originarios de esta región. Recuperar estas prácticas corporales, de juego, también es
mantener vivas a culturas que han sufrido uno de los mayores genocidios de la
historia.

Con todas estas características, es que el Deporte Moderno se exporta a


América Latina con la política expansiva de los capitales ingleses en el último
tercio del siglo XIX, para ir generando en nuestro país un Deporte Criollo (con su
institución propia y original: el “Club de Barrio”) y un Modelo Deportivo
Nacional.

La deportivización de nuestras sociedades nos obliga a interrogar al fenómeno, ya sea


para producir saberes como para participar en la gestación de políticas públicas. Y
todo esto nos lleva a una tensión en el Deporte actual: por un lado, el Juego, su
dimensión lúdica y plus de sentido, y por otro lado, el espectáculo massmediático (7),
en donde la pérdida de gratuidad lo emparenta con la actividad económica y el juego
pasa a ser una mercancía
Ante esta situación, Alabarces (1998) nos llama la atención sobre la puesta en escena
de lo corporal, como significante y lugar conflictivo en la disputa cultural de saberes, en
donde se reinstala la pluralidad de capitales y desde donde poder pensar los usos
diferenciales y distintivos de los variados cuerpos sociales.

Debemos, entonces, superar el carácter ideológico del Deporte que asume una
función de adaptación y control social, para verlo como Cultura. De manera plural,
polisémica (8) y hasta contradictoria (Alabarces: 1998).

Debemos leer el deporte en su multidimensionalidad, como uno de los


escenarios privilegiados para atisbar (9) las representaciones que una sociedad
se hace de sí misma con su centralidad metafórica, su convocatoria renovada y
su persistencia identificatoria. Afirmando el lugar de lo corporal para las clases
populares en el mercado simbólico. Reivindicando estrategias como
mecanismos de disputa. Conectándonos con la dimensión lúdica de la Cultura
mediante el Deporte, que a pesar de su mercantilización (10) conserva ese plus
de sentido refugiado en el Juego.

Ya que la Cultura en una sociedad de masas viene determinada en buena medida por
la forma en que la mayoría de la población que no es elite usa su ocio y tiempo libre, el
Deporte en tanto Cultura Popular nos lleva a replantear su organización en nuestra
sociedad y estimular el desarrollo de determinados valores en detrimento de otros
(Ferrando: 1983).

Por lo tanto, el Deporte Popular y Comunitario, con toda su carga de espontaneidad y


libre expresión, requiere condiciones sociales y políticas que lo estimulen, y es allí
donde “la dimensión lúdica reaparece en los intersticios (11) de la mercancía”
(Alabarces, P., pág. 9).

A través del Deporte, el ser humano puede “cultivarse”, acceder al uso y disfrute
de recursos acumulados, para acrecentarlos y trasmitirlos a través de espacios
que se afirmen como núcleos de buen sentido desde donde fortalecer la
organización comunitaria.
El Deporte es un buen reflejo desde donde mirar a nuestra sociedad.
● ¿Qué lugar ocupa el Deporte en tu Barrio? ¿Para qué lo querés en tu
Barrio?
● ¿Es generador de convivencia o de conflictividad?
● ¿Luego de desarrollar o de participar en estos espacios de encuentro
deportivo comunitarios, notaste cambios en la forma de relacionarse
del Barrio?

Para finalizar, afirmaremos que el Deporte es esa tela de araña que, abarcando los
distintos campos de la naturaleza del ser humano, puede enriquecer su realización
personal y colectiva para contribuir a su felicidad, así como también puede ser un
agente de reproducción o de transformación social. En definitiva, la calidad de vida de
una Comunidad se ve afectada y mejorada por el Deporte “cuando es práctica
generalizada, alegre y espontánea, y no espectáculo restringido y alienante”
(Ferrando, M., 1983, pág. 4).

Terminado este primer recorrido, ¿pudimos sumar algo a lo que entendíamos


por Deporte?

QUE EL DEPORTE NO SEA SÓLO UN ESPECTÁCULO DONDE SOMOS


CONSUMIDORES… ¡¡QUE EL DEPORTE SEA UNA CELEBRACIÓN POPULAR;
UNA FIESTA DONDE TODXS SOMOS PROTAGONISTAS!!

Glosario

(1) Las prácticas lúdicas son todas aquellas actividades físicas y recreativas que
nos permiten desarrollarnos, estimularnos y relajarnos.
(2) Se denomina etimología al estudio: ▪ Del origen de las palabras ▪ De la
cronología de su incorporación a un idioma ▪ De la fuente y los detalles de sus
cambios estructurales y de significado.
(3) Echar raíces [una planta]. Hacer firme y duradera una cosa, como una
costumbre, un sentimiento, un vicio, etc.
(4) Que pertenece o se refiere a todas las personas del mundo, a todos los países
y a todos los tiempos.
(5) Que tiene relación con competiciones y juegos públicos.
(6) Desaparición de los signos, valores o comportamientos que se consideran
propios o identificativos de una confesión religiosa.
(7) Medios de comunicación de masas, como cine, radio o prensa.
(8) Que tiene más de un significado.
(9) Observar algo con atención, pero con disimulo.
(10) La mercantilización es el proceso de transformación de bienes y servicios
en mercancías comercializables con fines de lucro. Es decir que el valor de
cambio de los objetos prevalece sobre su valor de uso.
(11) Espacio pequeño entre dos cuerpos o entre dos partes de un mismo
cuerpo.

Bibliografía

● Alabarces, P., (1998), “¿De qué hablamos cuando hablamos de Deporte?”


● Beltrán Olivera, (2006), “Hacia una nueva concepción del Deporte: Factores
endógenos y exógenos”
● Bourdieu, P., (1978), “Deporte y Clase Social”
● Bracht, V., (2017), “Esbozo de una crítica inmanente al Deporte de Alto
Rendimiento”
● Brohm, J. M., (1978), “20 Tesis sobre el Deporte”
● Corriente y Montero, (2011), “Citius, altius, fortius: el Libro Negro del Deporte”
● Dupuy, M., (2016), “El juego y el jugar como puerta de entrada a auténticas
experiencias de movimiento”
● Ferrando, M., (1983), “Deporte para todos es Cultura para todos”
● Gerlero, J., (2004), “Hacia un concepto de Recreación”
● Lester y Russell, (2011), “El derecho de los niños y las niñas a jugar”
● Paredes Ortiz, J., (2002), “El Deporte como Juego”

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