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Cómo persuadir a los demás para salirte con la tuya.
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“La capacidad de vender, de comunicarse con otro
ser humano, cliente, empleado, jefe, esposa o hijo,
constituye la base del éxito personal. Las habilidades
de comunicación como escribir, hablar y negociar,
son fundamentales para una vida exitosa”.
-Robert Kiyosaki.
“Mañana querrá usted persuadir a alguien de que
haga algo. Antes de hablar, haga una pausa y
pregúntese: ¿Cómo puedo lograr que esta persona
quiera hacerlo?”.
-Dale Carnegie.
CONTENIDO
Introducción
Finalmente...
Contacto
Introducción
“Sacaba malas calificaciones.
No era popular en la escuela.
Me despidieron de seis empleos.
Tuve serios problemas con las drogas.
Era la oveja negra de la familia.
Aún así, lo logré”.
-Grant Cardone.
Cuando hablo de vender, influir, persuadir, negociar o convencer,
me refiero a todo aquello que tenga que ver con obtener lo que tú
quieras.
Lo anterior incluye todo tipo de situaciones: Ya sea que tus clientes
compren tus productos, lograr que tu enamoramiento salga contigo,
pedir un préstamo al banco, levantar capital, educar a tus hijos,
entre muchas otras cosas más.
Como ves, si no sabes influir, no te irá bien en la vida.
Por desgracia, en la escuela nunca nos enseñaron estas habilidades
tan básicas pero tan poderosas que hasta un niño de ocho años
utiliza para lograr que sus papás le compren un juguete o un helado.
Tal vez ya hayas intentado convencer a alguien de tomar alguna
acción en específico, pero no resultó como esperabas. Y es que
persuadir a los demás es más fácil de lo que crees, pero más difícil
de lo que parece.
La buena noticia es que persuadir es una habilidad que se puede
aprender. Ningún líder o negociador nace con ella. Todos la
aprendieron y tú también puedes hacerlo.
Y es por eso que en este libro te mostraré las estrategias que toda
persona (no solamente emprendedor o vendedor, sino persona),
debe conocer para influir y persuadir a los demás en cualquier
situación:
El arma secreta
“Paga cada deuda, como si Dios hubiera escrito la
factura”.
-Ralph Waldo Emerson.
Hace algunos años cuando yo era estudiante, hubo un día en el que
asistí a la escuela sin haber desayunado en mi casa, ni tampoco
llevaba desayuno para la hora del almuerzo. No llevaba dinero y no
tenía nada para comer. Si al caso mis amigos me daban una galleta o
algo por el estilo, pero nada más.
Me acuerdo que yo les preguntaba a todos como en un tono
bromista y sarcástico, que si me podían prestar $10 pesos para
comprarme algo. Les decía algo así como: “Ey, ¿me prestas $10 pesos
o que?”, y obviamente nadie me daba nada.
Y en una de esas, le pregunté a un chico que iba saliendo de la
cafetería:
-Ey Fer, ¿me prestas $10?
Y a pesar de que yo lo decía como de broma (pero en el fondo
realmente tenía hambre), Fer, muy generosamente me prestó $10.
Simplemente me los dió, no lo pensó ni por un segundo. No porque
me tuviera miedo o porque fuéramos muy amigos, sólo me hizo un
favor. No me pidió nada a cambio ni nada por el estilo; solamente me
ayudó.
Desde ese momento, yo he sentido un fuerte deseo de prestarle todo
el dinero del mundo a Fer para devolverle el favor. Si él me llamara
hoy mismo pidiéndome dinero, le daría el doble de lo que me pida.
La ley de reciprocidad dice que:
“Si tú haces algo por mí, yo haré algo por ti.
Me siento obligado a devolverlo”.
Me acuerdo que cuando alguien le hacía un favor a mi mamá, por
más sencillo que fuese, mi mamá le devolvía el favor. No se lo pedían,
simplemente ella se los daba.
Si alguien nos hacía el favor de llevarnos a algún lado, mi mamá unos
días después les llevaba unas galletas de regalo. Simplemente para
mostrar su gratitud hacia ellos.
Y es que los humanos tenemos una fuerte necesidad de estar
equilibrados. Siempre nos gusta estar a mano con los demás.
Por lo tanto, si tú haces algo bueno por alguien, él te lo regresará.
Si tú haces algo malo por alguien, pues… también te lo regresará.
Y la razón de que queramos siempre devolver los favores, es que
sentimos que si no lo hacemos, entonces nosotros seremos los
villanos de la historia. Sentimos que si no ayudamos a quienes nos
ayudaron, entonces seremos percibidos como tacaños.
Nadie quiere ser reconocido como una persona egoísta y conchuda.
Y es por eso que siempre devolvemos cualquier favor, por más
simple que sea.
Botón de la Justicia
Si quieres resolver algún conflicto o lograr que alguien cambie de
opinión, puedes usar el “Botón de la Justicia”.
Científicos han comprobado que en la televisión y en los debates,
especialmente de política, que cuando se usa la palabra “Justo” es la
que más provoca y capta la atención del público; y es uno de los
mejores argumentos que una persona puede utilizar.
Cuando un político, abogado, o cualquier persona dice frases como:
“Esa no es una justa interpretación de la situación” ó,
“Esa no es una manera justa de describir el problema”, ó,
“Eso no sería justo para mí o algunas personas”.
Esto provoca una alta tensión en el público y en el oponente, ya que
ahora él es quien está siendo acusado de injusticia. Y alguien que
comete injusticia es una persona injusta.
Y es que si a alguien se le dice que eso no es justo, y esa persona no
cambia de opinión, entonces sería etiquetada como alguien injusto,
corrupto y se convertiría en el villano de la historia.
Por eso los niños pequeños siempre dicen: “Eso no es justo, eso no
es justo”. Ellos saben el poder que tiene esa palabra. Úsala tú
también.
Maneras en las que podemos aprovechar la ley de
reciprocidad.
Ya sea para aumentar las ventas de nuestro negocio o conseguir que
una persona nos haga un favor, te mostraré algunos ejemplos muy
prácticos que tú mismo puedes utilizar.
● Regala un objeto. Cuando entras a una agencia de autos,
normalmente te regalan una botella de agua completamente
gratis. Incluso después de hacer alguna compra de algún
vehículo, sobre todo con marcas de alto estatus, te regalan
todo tipo de cosas como chamarras, gorras, lentes, entre otras
cosas. También puedes decir que lo que das es un regalo, pero
incluirlo en el precio. Por ejemplo, si vendes algo a $40 y el
envío cuesta $9.99. Mejor dí que el producto vale $49.99 y el
envío es completamente gratis.
● Haz alguna acción. Si vas caminando por la calle y alguna
persona te sonríe, tú, naturalmente le devuelves la sonrisa. Si
alguien te saluda y te pregunta cómo ha sido tu día, tú haces
exactamente lo mismo. Lo poderoso de este truco es que para
la próxima vez que se vean, tú serás el primero que inicie la
conversación. Es así como la gente agradable con la que todo el
mundo quiere estar, se ganan a las personas. Sonríen y quieren
pasar tiempo con los demás. Y después son los demás los que
le sonríen y quieren pasar tiempo con él.
● Ayuda a los demás. En el vecindario donde vivo, existe un
hombre al cual le gustan mucho los autos y sabe mucho de
motores y todas esas cosas. Cuando se nos dañaba la
camioneta o necesitábamos pasar corriente, él muy
amablemente nos ayudaba. Si a él se le llegara a dañar su auto,
¿Crees que le ayudaríamos? Hasta le prestaríamos nuestro
auto con tal de quedar a mano.
● Haz algún favor. Hace algún tiempo salí con una chica y pues
como cualquier pareja joven, fuimos al centro comercial a
tomar una nieve. Ella insistía en pagar su helado, pero yo la
pagué por ella. El lunes, ¿Quién crees que me estaba esperando
a la entrada de la escuela con dinero en mano?
Sólo recuerda que recibes lo que das.
Negociación
“Lo más importante en una negociación, es escuchar lo
que no se dice”.
-Peter Drucker.
Estés consciente de ello o no, todo el tiempo estamos negociando.
No sólo negociamos la compra de una casa o un préstamo en el
banco. En realidad, negociamos cosas muy pequeñas todos los días.
Negociamos la hora de llegada a la casa, el canal de televisión, el
turno en el baño, quién lava los platos, a dónde vamos esta noche,
cuántas rebanadas de pizza le toca a cada quien... y también qué
hacemos en vacaciones, quién usa el carro o la salida del domingo.
En este capítulo te mostraré los conceptos básicos de negociación
que necesitas conocer para negociar mejor, y te daré algunos trucos
para que obtengas los mejores acuerdos en todo lugar y en todo
momento.
Es sólo un juego
El error que mucha gente comete es creer que negociar se trata de
pelear y de ganarle a la otra persona. Piensan que es una situación
en la que uno sale ganando y el otro sale perdiendo.
Es cierto que en algunas situaciones es imposible que ambas partes
salgan ganando o queden del todo satisfechas, pero en realidad estas
situaciones son las menos comunes.
No te lo tomes todo tan a pecho. Es mejor ver la negociación como
un juego; como algo divertido. Esto no sólo te pone en una mejor
actitud y disposición; sino que también abrirá tu mente y te
permitirá encontrar mejores soluciones a los problemas.
El precio y los términos
Estos dos conceptos son los conceptos más básicos que todo buen
negociador debe entender si quiere conseguir los mejores tratos.
Por ejemplo, si vas a comprar una casa de $100,000 y tienes dos
meses para pagarla; entonces los $100,000 son el precio, y los dos
meses son los términos.
Los negociadores amateurs se preocupan y se fijan mucho en el
precio, y dejan muy de lado los términos. En cambio, los mejores
negociadores saben que la verdadera mina de oro se encuentra
jugando con los términos.
Por ejemplo; si el vendedor de la misma casa es muy estricto con su
precio y no está dispuesto a bajar de ahí, puedes decirle que le pagas
los $100,000 pero no en dos, sino en cuatro meses. Esto sería una
buena opción si el vendedor necesita esa cantidad de dinero, pero
no la necesita urgentemente.
En cambio, si al vendedor no le preocupa mucho la cifra y el pensaba
utilizar el dinero para invertirlo en algún lugar que le dé un ingreso
mensual, puedes decirle que le pagas la casa mensualmente durante
varios años.
Si vas a sacar un préstamo al banco pero te das cuenta que los pagos
mensuales serían muy altos, puedes pedirle al prestamista que te
permita pagar el préstamo en más tiempo, y a cambio él te sube la
tasa de interés.
La clave está en encontrar la motivación del vendedor (o comprador)
y ofrecerle la mejor solución de acuerdo a sus necesidades. Siempre
buscando un “ganar-ganar”.
Negociar sin el precio
El otro día fui al mercado a comprar fruta. Las manzanas y las
naranjas estaban al mismo precio: $1 dólar el kilogramo.
Entonces se me ocurrió intentar obtener un descuento a la hora de
comprar estas dos frutas.
Al señor de las manzanas le pregunté si me daba 10kg de manzanas
por sólo $9. Es decir, si me regalaba $1. Me dijo que no.
Cuando fui con el señor de las naranjas, le pregunté si le compraba
10kg de naranjas, me regalaba un kg extra. Es decir, yo pagaba 10kg y
me llevaba 11kg. Aceptó.
En ambos casos me ahorré $1. Pero, ¿Porqué uno de ellos sí accedió
a hacerme un descuento y el otro no?
Hay dos razones: Una matemática y otra psicológica.
La razón matemática nos dice que es más rentable para el vendedor
regalarnos sus productos que regalarnos un descuento.
Ya que si el vendedor compra su producto a 80 centavos y lo
revende a $1, entonces a él le conviene regalarnos el producto que el
descuento, porque al hacer esto nos regala 80 centavos y no $1
dolar.
Por otra parte, algo en la mente nos dice que regalar las cosas no es
tan malo como regalar el dinero. Simplemente tendemos a valorar
más el dinero que las cosas.
Entonces, para la próxima vez que quieras obtener un descuento, no
pidas un descuento, mejor pide que te regalen algo más.
Método Socrático
Una de las claves para obtener grandes tratos es acordar
lentamente. Es muy fácil acordar de una manera rápida y
apresurada, pero no siempre es la mejor opción.
Es mejor avanzar lentamente aunque no haya ningún tipo de
desacuerdo ni ningún tipo de problema.
Siempre ve lento. Mientras más lento vayas, más fuerte se hará la
relación entre ustedes dos y más difícil será decirte que no en un
momento donde la otra parte no esté de acuerdo contigo.
Es más difícil decirle que no a un amigo de toda la vida, que a alguien
que recién acabas de conocer.
Ventas
“Todo mundo es vendedor. Vivir es vender”.
-Grant Cardone.
¿Cuáles son las empresas más exitosas del mundo? Las que más
venden.
¿Cuáles son las personas más ricas del mundo? Las que más venden.
¿Cuáles son los países más ricos del mundo? Los que más venden.
¿Cuáles son los cantantes más ricos del mundo? Los que más
venden.
¿Cuáles son los futbolistas más ricos del mundo? Los que más
entradas, camisetas y productos venden.
Si quieres ser exitoso en los negocios y en la vida, necesitas ser
bueno en las ventas.
Por desgracia, al oír la palabra “Ventas”, mucha gente sale corriendo
asustada porque piensan que vender es algo malo. Imaginan
prácticas oscuras como manipulación, trucos psicológicos y
aprovecharse de la gente. Nada más lejos de la realidad.
Puedo entender ese pensamiento. Nos han hecho ver a las ventas
como una actividad hecha diseñada para personas malas y
codiciosas.
Lo más gracioso es que las personas terminan trabajando y
vendiendo su tiempo en un empleo de una compañía que sobrevive
gracias a las ventas.
Pero déjame decirte algo: Si piensas que vender es algo malo o un
acto cruel, entonces no podrás convertirte en un buen vendedor (o
tener una empresa que venda mucho).
Esas viejas técnicas de manipulación están acabadas. Mi abuelo
aprendió esas técnicas; con mi padre ya se habían ido, y conmigo ya
son historia. La manera de vender hoy es completamente diferente a
la de hace veinte años.
Cuando yo vendo algo, la verdad me siento orgulloso. Me alegra
saber que le estoy resolviendo los problemas a la gente.
No se trata de manipular a las personas para que te compren.
Se trata de ayudar a las personas y ser recompensado.
Una vez entendido esto, te voy a mostrar tres poderosas técnicas
que puedes utilizar para disparar las ventas de tu negocio.
1. Repetir Ventas
Es mucho más fácil vender un producto a alguien que ya te conoce,
que tratar de salir y buscar clientes nuevos que jamás han oído de ti
y tu negocio.
A decir verdad, hoy en día nos centramos tanto en el marketing y en
la publicidad, y nos esforzamos demasiado en atraer nuevas
personas a nuestro negocio, que olvidamos por completo a los
clientes satisfechos.
Un cliente leal a una marca es el mejor activo que una empresa
puede tener. Los clientes leales suelen gastar mucho más dinero en
el negocio, cuestan menos de atraer, y suelen recomendar los
productos a sus amigos, los cuales al tener los mismos gustos que
sus amigos y saber que existen otros clientes satisfechos, tienen
altas probabilidades de convertirse en clientes leales también.
Para retener y fidelizar clientes es necesario construir una relación
con ellos. Es necesario que tú te enamores de ellos, y así ellos lo
harán contigo. Desde el principio necesitas generar confianza y
demostrarles que su felicidad es tu preocupación número uno en el
planeta.
Realizar una venta y traer dinero al negocio es una alta prioridad,
pero no tan alta como superar las expectativas de los clientes. Si de
vez en cuando les regalas cosas como descuentos, productos,
detalles, o incluso a veces un simple correo simpático puede hacer
toda la diferencia entre el éxito y el fracaso de un negocio.
Si te preocupas por darles lo mejor y siempre lograr que se lleven
una sorpresa por los detalles y lo bueno que eres, tendrás clientes
de por vida.
2. Up-selling y Cross-Selling
Tal vez ya hayas escuchado estas dos técnicas para incrementar las
ventas. Son muy utilizadas por restaurantes de comida rápida
debido a la variedad de productos y paquetes que suelen ofrecer.
El up-selling consiste en vender algo más grande al producto elegido
por el cliente. Por ejemplo, si una hamburguesa sencilla se vende en
$1.99, el restaurante suele preguntar si desea aumentar su pedido
con una hamburguesa de doble carne, la cual cuesta $2.49.
En cambio, el cross-selling se basa en ofrecer productos
relacionados con el producto ya elegido.
- “¿Desea añadir papas y refresco?”
Esa es la pregunta que hace la diferencia entre una empresa
millonaria y una empresa multimillonaria.
3. “Regala” algo
A la gente le encanta escuchar que algún producto es gratis, o que
recibirá algún regalo si compra un producto.
Por ejemplo, si tu producto se vende a $40 y el envío cuesta $9.99,
mejor díles que el producto cuesta $49.99 y el envío es
completamente gratis.
Si tienes un negocio de ropa y unos pantalones los vendes a $30, una
camisa a $20 y una gorra a $10, mejor explicales que los pantalones
valen $35, la camisa $25 y la gorra se la llevan gratis si compran las
otras dos.
Conozco personas que venden cursos e incluyen que al comprar el
curso obtendrán un libro gratis, varios checklist, y diferentes PDF
que serán de mucha ayuda, y sólo los puedes obtener si compras el
curso.
Y por último: No te desanimes, recuerda que Coca Cola vendió 25
botellas en su primer año.
Finalmente…
Quiero darte las gracias por haber llegado hasta aquí. De verdad ha
sido un placer haber pasado este tiempo contigo. Espero que pronto
nos podamos encontrar para que me cuentes tu historia de éxito y
superación personal. Siempre tendrás mi apoyo y es por eso que te
brindaré los mejores libros, cursos y contenido sobre ventas,
liderazgo, persuasión, negociación y más temas por el estilo. Te
deseo muchos éxitos, yo sé que llegarás muy lejos. Sin más que
decir, un abrazo y que Dios te bendiga.
-David Roldán, fundador de:
CarnegieUniversity
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