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Lino Müller Antropología del género

Fausto Sterling, A. (2006). Duelo a los dualismos ¿Macho o hembra? In Cuerpos


Sexuados. La política de género y la construcción de la sexualidad (pp. 15–20).

Este breve texto pertenece a la introducción del libro “Cuerpos Sexuados. La política de género y la
construcción de la sexualidad”, escrito en el año 2000 por la bióloga y activista social Anne Fausto-
Sterling. En él, a parte de introducir la temática discutida en el libro, la autora pretende demostrar a
través de un ejemplo en la esfera deportiva, la fluidez y liquidez de los conceptos dicotómicos sexo-
género para abogar finalmente por una concepción del sexo — originariamente considerado por los
propios discursos feministas, entre otros, como algo natural y biológico — manipulada por el sesgo
cultural.
El ejemplo que la autora propone nos presenta una deportista española, participante en las
actividades olímpicas del siglo pasado, que tuvo un largo y continuo enfrentamiento con la COI y
otras instituciones deportivas por una cuestión en relación a la asignación de sexos durante las
pruebas deportivas. La deportista, aún siendo mujer, y mostrando rasgos fenotípicos de mujer, daba
negativa en las pruebas de feminidad: se detectaba un cromosoma Y en los exámenes realizados y
no podía, por lo tanto, ser considerada mujer. Aquí la autora introduce dos puntos clave que
constituyen las siguientes páginas del texto. El primero, relacionado con el poder que tiene la
institución (en este caso, deportiva) a la hora de legitimar y regular ciertos aspectos sociales o no; y
el segundo, directamente relacionado con el primero, la “construcción sociocultural” del término
sexo y de las nociones que éste aporta.
En cuanto al primer punto, la relación de poder que se genera entre la institución y el individuo, ya
mencionada por las feministas de los años 70, influenciadas en parte por el pensamiento
postestructuralista de Foucault; la autora cuestiona determinados reglamentos preestablecidos por la
institución deportiva para considerar lo que es una mujer o un hombre. El hecho de que el Comité
Olímpico Internacional tenga el poder de legitimar si un individuo es considerado hombre o mujer
no puede ser considerado neutral. Aunque la institución necesite aferrarse a determinadas
concepciones del sexo binarias, la diversidad sexual encontrada en los cuerpos de los individuos es
innegable y se enfrenta, de esta manera, a la asignación de sexo de un modelo rígido, dicotómico y
excluyente. Los parámetros utilizados para asignar el sexo tienen un sesgo cultural que invisibiliza
la enorme variedad existente de otras variables que no son consideradas importantes para las
pruebas deportivas. De esta forma, se generan unas pruebas deportivas profundamente diferenciadas
por la categoría de sexo, sin tener en cuenta otros factores que son igual o mucho más
determinantes.
El segundo punto es un concepción teórica de cómo las explicaciones biologicistas han explicado el
término de sexo. Si la creación del concepto de género se creó para diferenciar aquellas conductas
culturales de las biológicas, lo que intenta hacer la autora es mostrar cómo la concepción del propio
término sexo también tiene sesgos, que fundamentalmente ha sido infundados por preconcepciones
culturales. En palabras de la propia Fausto-Sterling, “nuestra concepción de género afecta al
conocimiento sobre el sexo producido por los científicos en primera instancia” (2006, p.17). La
autora sigue: “las señales y funciones corporales que definimos como masculinas o femeninas están
ya imbricadas en nuestras concepciones de género” (2006, p.19), y por tanto, la condicionan. La
asignación de un sexo dicotómico en base a unas premisas culturales no está exento, por lo tanto, de
la acción por parte de la institución de imponer una concepción determinada sobre el individuo y la
variabilidad que su cuerpo que presenta. Esta decisión, a menudo, es violenta para el individuo, se
impone y anula la completa expresión del cuerpo de éste en un sentido performativo. Se niega la
variabilidad sexual fuera del código binario, y las instituciones políticas, médicas, sociales
deportivas, son formas de accionar sobre el cuerpo, regularlo y controlarlo.
Lino Müller Antropología del género
El sexo así es una cuestión cuya variabilidad existente no debe ni negarse, ni modificarse, ni
corregirse. La necesidad performativa de los cuerpos de expresarse de la forma más variada hace
que deba generarse una configuración social completamente nueva y distinta, fuera de lo
dicotómico que debe atravesar así todas las esferas, tanto política, económica, deportivas, etc.

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