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EPISTOLA DE SANTIAGO
a) Sobre el autor
¿Quién era?
En el primer versículo se menciona el autor él se llama a sí mismo “Santiago, siervo de Dios y
del Señor Jesucristo” (Stg 1:1). Este sencillo comienzo demuestra que Santiago (Jacobo) era
un líder importante que no necesitaba presentación. La mayoría de los maestros de la Biblia
están de acuerdo en que el autor Santiago fue Jacobo el medio hermano de Jesús (Gálatas
1:19). Es probable que él fuera el mayor de los hermanos de Jesús, puesto que se menciona
primero en la lista de Mateo 13:55. “¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre
María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas?” (Mt 13:55-56).
El Nuevo Testamento dice mucho sobre Jacobo, el hermano del Señor, no era creyente durante
la vida de Jesús (Jn 7:2-8). Sin embargo, Jesús se le apareció después de la resurrección (1 Co
15:7). No sabemos lo que sucedió ese día, pero sabemos que Jacobo se convirtió en seguidor
de Jesús. Él estaba entre los que fueron llenos con el Espíritu el día de Pentecostés (Hch 1:14).
Llegó a ser un líder pentecostal importante en la iglesia primitiva.
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¿En qué entorno estaba?
Jacobo lideró la iglesia de Jerusalén durante un tiempo de transición. Numerosos cristianos de
Jerusalén eran judíos seguidores de la ley judía (Hch 21:20). El templo seguía siendo un centro
de adoración. Pero cuando los gentiles comenzaron a seguir a Cristo, surgieron los conflictos
sobre la ley de Moisés. Los judíos legalistas les dijeron a los creyentes judíos que debían
obedecer la ley de Moisés. Por el contrario, Pablo les enseñaba que la salvación viene por la fe
en Cristo, y no por obedecer la ley. Algunos veían a Jacobo como un campeón por obedecer la
ley. Cuando ciertos hombres enviados por Jacobo llegaron a Antioquía, Pedro se negó a
continuar con su costumbre de comer con los gentiles. Pablo lo reprendió por esto (Gá 2:11-
14). Sin embargo, nos encontramos con una visión diferente de Jacobo en Hechos 15. Ante
una discusión en Jerusalén, Jacobo condujo a la iglesia a una postura que evitó que esta se
dividiera. (Hch 15:13-21). Por esta solución fue posible que los creyentes judíos y gentiles
vivieran en armonía. Jacobo fue un líder excepcional de la iglesia.
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b) Sobre los destinatarios:
¿Quiénes eran?
Los lectores de esta carta son nombrados “las doce tribus que están en la dispersión” (1:1).
Aparentemente Santiago se preocupaba por todos los judíos convertidos al cristianismo que
antes habían formado parte de la congregación de Jerusalén, pero ahora residían en otras partes
del mundo. Su dispersión se incrementó después del martirio de Esteban (Hch 7:54–8:3) y
también durante la persecución bajo Herodes Agripa I (Hch 12:1–2). El historiador Josefo
describe la situación de esta manera: “Ahora estos judíos han emigrado a todas las ciudades, y
es difícil encontrar un lugar en el mundo habitado que no haya admitido a este grupo de
hombres, y que no sea posesión de ellos” (Antigüedades, XIV, vii). Siendo uno de los libros
del N.T. con características más judías, esta carta contiene más de cuarenta referencias al A.T.
y más de veinte alusiones al Sermón del Monte. Inclusive, se retiene un nombre hebreo para
Dios en 5:4 (Señor de Sabaot, i.e., Señor de los ejércitos). Santiago emplea quince veces este
saludo común entre los creyentes judíos.
¿Cuál era su condición social? (judíos, gentiles, ricos, pobres, lideres o creyentes)
Los cristianos a los cuales se dirige Santiago parecen ser, en su mayor parte, gentes pobres,
que realizan materialmente en sí mismos la pobreza, ensalzada por Cristo. Pero también hay
entre ellos algunos que no se contentan con ser pobres, sino que tienen envidia a los ricos y
aspiran a poseer para gozar como los ricos.
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CONTEXTO CULTURAL
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¿Hay detalles históricos específicos que explicar?
Los comienzos del cristianismo
Para los judíos, el cristianismo comenzó siendo una nueva secta, una más entre las que ya
existían. En la Biblia nos encontramos por ejemplo con los Fariseos, Saduceos y Herodianos
en Mateo 3:7; 12:38; 16:6; 22:23; Marcos 8:11; 10:2; 12:13; Hechos 4:1; 5:17 y otros muchos.
Y también sabemos de la existencia de otras comunidades y sectas como ser la de los esenios,
quienes formaban una comunidad aislada. Vemos además en el libro de los Hechos que desde
el principio, los judíos se oponían a la predicación del evangelio. Y podemos leer por ejemplo,
sobre la persecución que el mismo Saulo de Tarso realizaba en su contra en Hechos 8:3.
Obviamente este hombre tenía el permiso de las autoridades judías para hacerlo.
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¿Hay detalles culturales específicos que explicar, cómo roles, costumbres, intereses
económicos, asuntos políticos, creencias o prácticas religiosas?
En el seno de las comunidades cristianas primitivas existían, a pesar de su ardiente fe en
Cristo, desigualdades sociales. Estas daban ocasión a envidias y a injusticias entre ricos y
pobres. Muchos ricos se creían dispensados de hacer obras buenas en favor del sector
necesitado de los cristianos e incluso negaban el salario al obrero y esclavizaban al justo,
Santiago, habiéndose enterado de este estado de cosas, escribió su epístola, en la que se
propone dar ánimos a los fieles víctimas de las injusticias sociales y exhortar a ricos y pobres a
una vida más conforme con los principios cristianos. Esto le lleva a inculcar a los cristianos
laxos el cumplimiento de las obras de caridad, de las que se consideraban dispensados.
Por este motivo, la carta de Santiago contiene una serie de normas morales inspiradas en los
libros Sapienciales del Antiguo Testamento. Tiene la forma de una instrucción o de una
exhortación moral. El autor parece mirar a las dificultades de orden moral y social, sobre todo
a una cierta tensión existente entre los pobres y los ricos. El fin principal de la epístola sería,
por lo tanto, recordar la enseñanza auténtica del Evangelio acerca de la riqueza y de la
pobreza, de la paciencia en soportar las pruebas y de la paz social