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LA POLIMATÍA

Polimatía (o el respeto a la multidisciplinariedad): sabiduría que abarca conocimientos


diversos. Es la definición que da la Real Academia Española, a una habilidad que se está
convirtiendo en la más preciada por los reclutadores, especialmente en el sector
tecnológico. Este vocablo proviene del griego, concretamente de “ polymátheia”, que
etimológicamente quiere decir, amplios conocimientos. De esta manera, la persona con una
vasta cultura sobre materias muy diversas es un polímata. Francisco González Bree,
director del Master in Business Innovation (MBI) de Deusto Business School, explica en
qué consiste un trabajador polímata y el por qué de su valor.

"La historia del trabajo se ha caracterizado por un incremento continuo hacia la


especialización. Sin embargo, en la era de convergencia tecnológica, las personas
polímatas son extraordinariamente valiosas, especialmente en tecnología. Las barreras
sectoriales existentes entre las start-ups tecnológicas centradas en salud, energía,
transporte, banca, retail, turismo, etcétera se están difuminando" apunta González Bree.
Este efecto de búsqueda de innovaciones en las intersecciones de sectores no es algo
nuevo. De hecho, es conocido como "efecto Medici". Según este efecto, las explosiones
de innovación y creatividad se dan en contextos de frontera entre disciplinas. La familia
Medici y en concreto, Lorenzo de Medici ("Lorenzo el Magnífico"), financiaron y apoyaron
a investigadores, artistas, arquitectos, científicos y pensadores, conectando y creando
intersecciones entre disciplinas y culturas, generando contextos de frontera.

"Para poder favorecer esta polinización cruzada que supone el “efecto Medici”, es
importante mezclar creativos y expertos de diferentes áreas y funciones. Básicamente,
se proponen dos fórmulas para ensamblar equipos y crear empresas con soluciones
multidisciplinares. Una opción es contar con algunos polímatas expertos
interdisciplinarios. Otra opción es formar equipos más grandes, con expertos
especialistas en su materia", señala González Bree.

"Al introducir polímatas también se reducirán los costos, ya que se necesitarán menos
expertos especialistas y finalmente, se ahorrará tiempo en todo el proceso. Por ejemplo,
el desarrollo de vehículos autónomos o semiautónomos no requiere tan sólo de ingenieros,
sino de expertos en software, tráfico, la psicología de los conductores, sociología y
procesos regulatorios, entre otros", expone el profesor de Deusto Business School.

Una persona polímata es aquella que destaca en diversas ramas; domina varias disciplinas,
generalmente de las artes y las ciencias. Un estudio del año 2008 del "Journal of
Psychology of Science and Technology", sugería que, en comparación con otros
científicos, los Premios Nobel están mucho más involucrados en proyectos artísticos
paralelos y en otras aficiones. Es decir, los Premios Nobel se acercan en mayor medida al
perfil del polímata, que otros científicos. Uno de los más famosos polímatas de la Historia
era Galileo. Descubrió montañas y cráteres en la Luna, no porque su telescopio fuera
especialmente potente (no lo era), sino porque gracias a su conocimiento de dibujo y
pintura, supo reconocer un patrón de separación entre las partes claras y oscuras de la
Luna.

Tres grandes polímatas: Leonardo da Vinci, Aristóteles y Thomas Jefferson. Un


polímata puede ser un gran conocedor de temas muy variados y no relacionados entre sí.
Como es lógico, muy pocas personas tienen esta singularidad. Entre ellos podríamos
destacar a tres personajes: Leonardo da Vinci, Aristóteles y Thomas Jefferson.

Leonardo es un hombre del Renacimiento y el arquetipo de genio creador. Su inquietud


intelectual le impulsaba hacia todo tipo de asuntos: la ingeniería, el dibujo, la
arquitectura, la filosofía o la poesía, entre otras muchas disciplinas.

Aristóteles también tenía grandes conocimientos sobre todo tipo de materias: lógica,
poesía, metafísica, biología, política, ética o retórica. En todas estas áreas demostró un
gran rigor intelectual.

Thomas Jefferson fue presidente de los Estados Unidos entre 1801 y 1809. Además de
un político, es considerado como un erudito en su época. Fue inventor, fundó la
universidad de Virginia, fue uno de los padres fundadores de EEUU y se dedicó a la
horticultura, a la arqueología y a la música. Conocía el griego, el latín y el francés y
profesionalmente se dedicó a la abogacía.

Polimatía versus especialización. El polímata es alguien con una curiosidad infinita y, por
consiguiente, alguien excepcional. En la actualidad, resulta difícil encontrar personas
como Jefferson, Aristóteles o Leonardo. Como norma general, la inquietud intelectual se
orienta hacia un ámbito concreto del conocimiento. Así, frente a la polimatía de otras
épocas, se puede hablar de la especialización, como tendencia general en nuestros días.

La especialización tiene dos caras diferenciadas. Es positiva, porque el individuo que


conoce a fondo una materia concreta, se puede convertir en un profesional de éxito en su
sector. Es negativa, porque la exclusividad en el conocimiento puede implicar un grado de
ignorancia sobre temas de cultura general. Como es lógico, lo ideal sería tener una cultura
amplia sobre asuntos muy diversos y, al mismo tiempo, apostar por la especialización.

Claves para entender la polimatía. Además de la inmensa curiosidad por el saber y una
vasta cultura, los polímatas son individuos que saben pensar con planteamientos creativos.
En este sentido, son capaces de relacionar conocimientos distintos o de crear nuevas
ideas a partir de las ya adquiridas.

Leonardo Da Vinci definía a la polimatía como, “la capacidad de abarcar conocimientos


sobre campos diversos en la ciencia, arte y humanidades”, y tal es la definición actual de
lo que es un polímata. El concepto de polimatía nace en el Renacimiento italiano ( uomo
universale), con las acepciones ya conocidas como “hombre renacentista” o “erudito”,
recogiendo de este modo los principios básicos del humanismo de la época: el hombre es
un ser todopoderoso, que debido a sus capacidades ilimitadas, debía abarcar todos los
campos del conocimiento y desarrollarlos.

León Alberti, afirmó que: el artista, en este contexto social, no debe ser un simple
artesano, sino un intelectual preparado en todas las disciplinas y en todos los terrenos .
De igual modo, expresó que: un hombre puede hacer todas las cosas si él quiere.

La primera mención escrita de “polimatía”. La primera vez que vemos un título que
contiene la palabra “polimatía” en Europa, fue publicado en el año 1603, por el filósofo
alemán Johann von Wowern, en su obra “De Polymathia tractatio: integri operis de
studiis veterum”. En su libro, von Wowern define la polimatía como: el conocimiento de
varios temas, extraídos de todo tipo de estudios que se extienden libremente a través
de todos los campos de las disciplinas. A su vez, el filósofo enumera erudición, literatura,
filología, filomatía y polihistoria, como sinónimos. Debemos tener en cuenta que, si bien
el centro está en el Renacimiento, entre los polímatas se incluyen a los grandes
pensadores de ese período histórico, pero también de la Ilustración y de la Edad de Oro
Islámica.

Sin embargo, el término “hombre del Renacimiento” comenzó a popularizarse en el siglo


XX y se aplica a pensadores, independientemente del momento en el que vivieron (antes,
durante o después del Renacimiento).

La polimatía en la comunidad científica. El profesor de fisiología Robert Root-


Bernstein, se considera el principal impulsor del despertar de la polimatía en la
comunidad científica, al firmar, junto a muchos colegas, diversos trabajos de gran
trascendencia, que se centraban en el estudio moderno de esta aptitud. En ellos, Root-
Bernstein enfatiza el contraste que existe entre el polímata y otros dos tipos de
personas: el especialista y el diletante.

Polímata. Es una persona que es capaz de dedicar una cantidad significativa de tiempo y
esfuerzo a sus pasatiempos, al tiempo que encuentra formas de utilizar sus múltiples
intereses para respaldar sus vocaciones.
Especialista. Demuestra mucha profundidad en un tema determinado, pero carece de
amplitud de conocimiento.

Diletante. Demuestra amplitud superficial, pero tiende a adquirir habilidades


simplemente por su propio interés, sin pensar en implicaciones más amplias o en
integrarlas.

Por otro lado, el profesor emérito de Historia Cultural de Cambridge, Peter Burke, llama
a los polímatas como una “especie intelectual”, presentando incluso una descripción
histórica total sobre su ascensión y declive. Según Burke, en la Antigüedad y Edad Media,
los eruditos no necesitaban especializarse, pero los cambios que se producen a partir del
siglo XVII, como el aumento del conocimiento o la investigación sistemática del mundo
natural, hacían que fuese cada vez más difícil para una persona dominar tantas
disciplinas, como ocurría anteriormente. Así, se pasó del conocimiento “de todos los
campos académicos, al conocimiento en varios campos”, a la vez que se pasó de hacer
contribuciones originales, al consumo masivo de lo que otros hacían.

Según Burke, ahora es más fácil encontrar “polímatas pasivos”, que consumen mucho
conocimiento en múltiples disciplinas, pero que forman su reputación en una única
disciplina, adaptándose así al mundo actual.

Los multipotenciales. En la actualidad, está surgiendo un nuevo movimiento conceptual


que puede asemejarse a los polímatas: los multipotenciales, que, según la definición de
multipotencial que nos dan desde Moove Magazine, son aquellas personas que muestran
una actitud constructiva, exploradora y en constante búsqueda activa del desarrollo de
sus potencias, sean todas aquellas que deban ser; además, cuentan con la aptitud y
habilidades suficientes como para que dicho desarrollo sea posible.

Así podríamos decir, que los multipotenciales pueden llegar a ser polímatas y a su vez,
todos los polímatas son multipotenciales. Para tener una idea general, polímatas famosos
fueron:

Pitágoras de Samos 580 a.C. – 495 a.C.


Demócrito 460 a.C. – 370 a.C.
Aristóteles 384 a.C. – 322 a.C.
Hipatia de Alejandría 355 – 415
Isidoro de Sevilla 560/570 – 636
Avicena (Ibn Sina) 980 – 1037
Averroes 1126 – 1198
Antonio de Nebrija 1444 – 1522
Leonardo da Vinci 1452 – 1519
Nicolás Copérnico 1473 – 1543
Galileo Galilei 1564 – 1642
Miguel Ángel 1475 – 1564
René Descartes 1596 – 1650
Blaise Pascal 1623 – 1662
Isaac Newton 1643 – 1727
Benjamin Franklin 1706 – 1790
Jean-Jacques Rousseau 1712 – 1778
Johann Wolfgang von Goethe 1749 – 1832
Alexander von Humboldt 1769 – 1859
Andrés Bello 1781 – 1865
Rabindranath Tagore 1861 – 1941
Bertrand Russell 1872 – 1970
Karl Jaspers 1883 – 1969
Isaac Asimov 1920 – 1992
Hedy Lamarr 1914 – 2000
Michel Foucault 1926 – 1984
Mario Bunge 1919 – 2020I

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