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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

PROGRAMA DE POSGRADO EN CIENCIAS POLÍTICAS Y


SOCIALES
MAESTRÍA EN COMUNICACIÓN
TEORÍAS CONTEMPORÁNEAS SOBRE COMUNICACIÓN I

ALEJANDRO ÁVILA HUERTA

UNIDAD UNO: TEORÍAS DE LA COMUNICACIÓN. ENFOQUES CRÍTICOS

Lucien Sfez. Crítica de la comunicación. Argentina: Amorrortu, 1995.

ESTUDIOS LGBTTTI:

Una cultura nueva exige que haya una invención simultánea de nuevas relaciones intelectuales entre
los seres humanos y las cosas, y medios apropiados para hacerlas comunicables. Como no consiste
en un conjunto virtual de posibilidades destinadas a expresarse progresivamente, no puede ser
totalmente definida por sus principios, sino sólo por sus realizaciones. (Pierre Francastel) (p. 19)

HOMOFOBIA:

Se opera teniendo en cuenta el éxito, dice Habermas, y reserva una parte de las actividades de
comunicación al entendimiento, que sería el terreno de lo dialógico. Cuando corta así en dos partes
la acción comunicativa, preserva la idea de una actividad de discusión posible y vela púdicamente la
importancia de lo tecnológico (como forma simbólica) como estructura del pensamiento general.
Sería más realista ver en el racismo, por ejemplo, como comportamiento sustitutivo del conflicto de
ideas, una especie de contrapeso, tanto más violento porque otros enfrentamientos habrían
desaparecido en ese caso. (p. 24)

POBLACIÓN LGBTTTI:
El modo de conexión sin choque exigido por la tecnología (como forma simbólica) se refuerza con
la omnipresencia social de algunos conceptos a través de los cuales se dibuja la forma de una nueva
relación entre individuos. La red: que acepta formación rápida y deformación, y que puede
enriquecerse de modo casi ilimitado guardando siempre sus características flexibles. El principio de
indeterminación: que juega sobre las posiciones y las hace fracasar, por referencia a un contexto
donde el individuo y el grupo son interactivos. El estatuto de la imagen-copia o imitación (en todo
caso representación): se desvanece en tanto tal, y también la distinción entre representado y
representante. (p. 25-26)

COMUNICACIÓN:

Ciertos conceptos trabajados por las élites de la ciencia comunicacional (núcleo epistémico) se
convierten en realidades del mundo social y político (forma simbólica), forman la pantalla por
medio de la cual construimos el mundo y que ni siquiera podemos percibir; tanto los utilizamos,
tanto nos envuelven (p. 20). En teoría no podemos describirlo. Tendríamos la capacidad de dibujar
sólo sus aproximaciones o su silueta proyectada (p. 18-19).

Las tecnologías del espíritu (como episteme) tratan de los procedimientos para poner en acción la
comunicación. Unas obedecen a la representación, otras a la expresión. Las primeras son máquinas
para administrar un acervo de informaciones previamente transformadas en signos. Las segundas
ponen en acción los mecanismos más complejos donde lo determinado y lo indeterminado hacen
buenas migas. Ningún elemento del sistema de comunicación se encuentra aislado, actúa sobre su
situación en la red y es actuado por ésta (p. 21)

La comunicación propone la distinción emisor-receptor e introduce un canal entre ellos. La


representación apela a un mundo objetivo y a uno representado, y los reúne por un mediador. En los
dos casos se acuerda a los medios de comunicación poderes considerables y exclusivos. El receptor
del mensaje no puede más que registrar la realidad objetiva transportada por el canal. El
representante tiene, por sí solo, el poder de garantizar la objetividad. (p. 49)

La expresión constituye una indiscutible flexibilización del esquema representativo. El medio ya no


es un personaje aparte, traductor del mundo objetivo para un receptor pasivo. El medio está en el
mundo, lo mismo que el receptor, así como el mundo está en el medio y en el receptor. (p. 51)
Sujeto y objeto, productor y producto están entonces confundidos. Pérdida de la realidad, del
sentido, de la identidad. Este sistema desemboca en la confusión total entre emisor y receptor. En
un universo donde todo comunica, sin que se sepa el origen de la emisión, la comunicación muere
por exceso de comunicación. A esto denomino tautismo, neologismo que es contracción de autismo
y tautología, al mismo tiempo que evoca en él la totalidad, el totalitarismo. (p. 52-53)

Jesús Martín-Barbero. Pensar la sociedad desde la comunicación. Un lugar estratégico para el


debate a la modernidad, en Diálogos de la comunicación, edición número 32, Perú: Federación
Latinoamericana de Facultades de Comunicación Social, 1992.

POBLACIÓN LGBTTTI:

La modernización no agota la razón moderna, y la racionalización del mundo de la vida que ella
efectúa produce nuevas formas de integración al sistema pero también nuevos modos de resistencia
provenientes de los mundos de vida, en cuanto ámbitos de acción orientada al entendimiento. La
renovación de la teoría crítica apuntaría así a una superación de la crisis basada en el
reconocimiento de la experiencia de racionalidad y sociabilidad que contiene la praxis comunicativa
cotidiana, donde se hace constatable un telos de reconocimiento y entendimiento que es, a la vez,
posibilidad de acceso a las experiencias del otro y reserva de normatividad. (p. 30)

Es a la racionalidad comunicativa a la que, según Habermas, apelan los movimientos sociales que
hoy rompen con las posiciones legitimistas y las neoconservadoras. Lo que los nuevos movimientos
disidentes recuperan es el potencial de resistencia, reflexión y orientación que se produce en y desde
la lucha por el fortalecimiento de la autonomía de los mundos de vida amenazados en su capacidad
comunicativa. Convergen en la búsqueda y construcción de espacios públicos autónomos en los que
las identidades colectivas puedan incorporarse a las corrientes profundas de la comunicación en las
que se producen los verdaderos cambios del espíritu de la época. (p. 30)

REPRESENTACIONES SOCIALES:

Es desde las nuevas formas de juntarse y de excluirse, de reconocerse y desconocerse, que adquiere
espesor social y relevancia cognitiva lo que pasa en y por los medios. Pues es desde ahí que éstos
han entrado a constituir lo público, esto es, a mediar en la producción del nuevo imaginario que
integra la desgarrada experiencia urbana de los ciudadanos, sustituyendo la teatralidad callejera por
la espectacularidad televisiva de los rituales de la política, o desmaterializando la cultura y
desgarrándola de su sentido histórico. (p. 29)

IDENTIDAD:

Ha habido que soltar pesados lastres teóricos e ideológicos para que fuera posible analizar la
industria cultural como matriz de desorganización y reorganización de la experiencia social, en el
cruce con las fragmentaciones culturales de la vida urbana. Una experiencia que está obligando a
repensar las relaciones entre cultura y política, a conectar la cuestión de las políticas culturales con
las transformaciones de la cultura política en lo que tiene de espesor significativo, lo que a su vez
revierte sobre el estudio de la comunicación masiva, exigiendo su análisis como espacio decisivo en
la redefinición de lo público y en la construcción de la democracia. (p. 29-30)

En las transformaciones estructurales de las imágenes del mundo se hace visible la crisis de las
identidades y la necesidad de que la teoría crítica de la sociedad se haga cargo de las patologías de
la modernidad, que son las que padece una sociedad en la que el Estado se autonomiza frente al
mundo de la vida constituyendo un fragmento de socialidad vacía de contenido normativo, y a los
imperativos de la razón que rigen en el mundo de la vida les impone sus propios imperativos
basados en la conservación del sistema. (p. 30)

COMUNICACIÓN:

El relevamiento de la estructura comunicativa de la sociedad llamada de la información conduce a


un replanteamiento decisivo: lejos de ser un mero instrumento o modalidad de la acción, la
comunicación pasaría a ser elemento constitutivo de las nuevas condiciones del saber, que es donde
se está produciendo el cambio de sentido de esta época, en un saber que se mueve entre la apertura
de un horizonte ilimitado de exploración y la conciencia del carácter limitado de cada forma de
conocimiento, del irreductible carácter local de los discursos. (p. 30-31)

Eduardo A. Vizer. La trama invisible de la vida social. Comunicación, sentido y realidad.


Argentina: La crujía, 2003.
HETEROCENTRISMO:

Lo excluido siempre nos habla sobre los que deciden, y sobre los valores y la significación de lo
que se da por supuesto e incluido, ya sea en la sociedad, en un discurso o en un sistema formal. Nos
habla sobre las reglas, el poder y los dispositivos de regulación y control. Foucault nos proponía
estudiar las formas instituyentes del poder, a través de la historia de la formación y el
funcionamiento de estos dispositivos en la sociedad y en la cultura. (p. 106).

A lo largo de la historia, los diferentes pueblos han ido construyendo creencias, mitos y universos
de sentido a través del aprendizaje social (la socialización). Conocimientos acerca de cómo actuar
sobre la naturaleza, entre ellos mismos y frente a los otros y lo otro. (p. 127)

Ideas, creencias y prácticas legitimadas por sectores dominantes con instrumentos de poder y
control sobre los recursos producen modos de apropiación social que atraen y reclutan a hombres y
mujeres por tradición, por convicción o por interés. Este poder de convocatoria y los respectivos
mapas mentales construidos por el sistema educativo y la experiencia históricamente aseguran la
producción y reproducción de las estructuras organizativas de las diferentes instituciones. Éstas
organizan a los individuos como agentes en la sociedad. Son sistemas autoorganizativos con
fronteras e identidad propia que tienden a cooperar o confrontar con otras en la búsqueda de
recursos materiales y económicos, poder e influencia. La institución es así un conjunto tanto real-
social como simbólico e imaginario que se define como un universo de sentido y de acción social.
(p. 130)

La trama de lo social se construye por la acción de los agentes y por medio de las reglas y los
recursos que la historia de la sociedad ha estructurado en la cultura, la que a su vez se manifiesta en
forma concreta en la figura de las instituciones. El espacio público no es solamente el resultado de
una representación social colectiva como un escenario, sino también es el espacio de acciones y de
la interacción social y política, que genera espacios instituyentes e instituidos. En los mismos, los
actores pueden leer el contexto y evaluar su pertinencia en relación a diferentes universos sociales
específicos y colectivos, de acuerdo a su formación y competencias culturales particulares. (p. 131)

COMUNICACIÓN:
El desarrollo de las ciencias de la comunicación debe tomar en consideración el estado de situación
de las ciencias sociales1, al menos en tres sentidos: en función de la cambiante realidad social (nivel
uno, óntico); en relación a la necesidad de desarrollar teorías que permitan interpretar e integrar la
complejidad e interdependencia de procesos críticos de esa realidad (nivel dos, epistemológico); y
responder a las demandas más urgentes de los sectores sociales que permanecen al margen, así
como una inevitable función crítica y reconstructiva de escenarios sociales deseables (nivel tres,
valorativo y pragmático). (p. 133-134)

Podemos decir que nuestro objeto de estudio se podría definir como el conocimiento de los
procesos, las reglas y las estrategias que utilizan los seres humanos, las instituciones y la sociedad,
para (re)construir su cultura y sus realidades, tanto materiales como simbólicas e imaginarias. (p.
135)

Aníbal Ford. Navegaciones. Argentina: Amorrortu, 1994.

POBLACIÓN LGBTTTI

En la relación con los medios, los procesos de generalización y particularización, de


homogeneización y heterogeneización, de localización y de globalización, están generando nuevos
ordenamientos culturales, nuevas formas de pensarse a sí mismos, proponiendo, mientras los seres
humanos se localizan cotidianamente, localizaciones simbólicas transversales, no territoriales, que
avanzan en paralelo a los peligros de colapsos comunicacionales a informacionales. (p. 140-141)

HOMOFOBIA:

No preocupa tanto la desnaturalización o la anulación del contexto en un videoclip, en el caso de


que esto sea realmente así, sí preocupa cuando se pierde ante procesos históricos actuales. Con esto
quiero señalar los peligros de algunas miradas posmodernistas llevadas al extremo de una
relativización fluctuante muy semejante a la que nos proponen las tecnologías interactivas. (p. 143)

1
Crece la comprensión de la futilidad del intento de fundamentar una disciplina social en forma aislada del
contexto intelectual, fraccionada y reduccionista en la descripción y la interpretación que hace de la
cambiante realidad social. Morin y Prigogine intentan transformar el minifundio intelectual de las ciencias en
una epistemología posible que ayude a cultivar un campo intelectual transdisciplinario, aunque también hay
que reconocer la propia dificultad de rearmar campos de conocimiento tradicionales cuando aún no se cuenta
con los instrumentos epistemológicos y metodológicos adecuados.
COMUNICACIÓN:

¿Hasta dónde llega la importancia de los medios? La gente en general diferencia bien lo
massmediático de la vida real. Los estudios sobre la crisis proveniente de campos no
comunicológicos no les dan tanta importancia. A veces parece que se les carga con más culpas que
las que tienen, con lo cual se descarga consciente o inconscientemente a otros sectores. La crisis
social y cultural que estamos transitando a nivel macro o micro no fue ni es producida ciertamente
por los medios. Pero es claro que su desarrollo está produciendo complejas transformaciones en la
cultura, las formas de percepción, los sistemas de construcción de sentido. O por su extensión y
globalización o por su peso en la construcción del mensaje o por su desarrollo interactivo. Aunque
también exige en el receptor el desarrollo de nuevas competencias especiales ante las nuevas formas
de representación. (p. 141-142)

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