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2o Simposio Internacional sobre Saneamiento Ecológico, abril 2003

Ecosan: un fallido plan de saneamiento en una escuela


rural: Lecciones aprendidas por el fracaso del proyecto

Aussie Austin CSIR Building & Construction Technology


P O Box 395,Pretoria,0001 Sudáfrica
correo electrónico: Laustin@csir.co.za

Palabras clave

Sesión C
Ecosan, letrinas institucionales, alumnos, escuela, profesores, desviación de orina

Resumen

La escuela preparatoria Emzamweni es una institución educativa de Sudáfrica que brinda


servicio a un grupo de comunidades de bajos ingresos. El saneamiento era uno de los
aspectos más alarmantemente descuidados. Las instalaciones consistían en letrinas de fosa,
las cuales se encontraban en condiciones deplorables, sucias y poco higiénicas debido a la
falta de cuidado y mantenimiento adecuados. El municipio decidió construir una nueva caseta
de sanitarios, y aprovechó la oportunidad para hacer una demostración de una tecnología de
saneamiento ecológico. El reto consistía en introducir ecosan en unas instalaciones
institucionales, en vez de en el hogar. Por ello, el concepto fue discutido ampliamente con el
director y los profesores, quienes serían los responsables últimos de comunicar a sus alumnos
los conocimientos necesarios sobre procedimientos de operación y mantenimiento, con el fin
de asegurar un uso apropiado de las letrinas. Asimismo, se prepararon folletos y carteles, que
luego se distribuyeron en la escuela como apoyos pedagógicos. Sin embargo, a pesar de una
cuidadosa preparación y un adiestramiento intensivo, los profesores no se comprometieron a
asegurarse de que los alumnos dieran un uso apropiado a las instalaciones, por lo que el
proyecto resultó en un fracaso. Con todo, se aprendieron algunas valiosas lecciones para la
futura implementación de proyectos de sistemas sanitarios de desviación de orina en las
escuelas sudafricanas.

Introducción

La escuela preparatoria Emzamweni es una institución educativa situada dentro de la frontera


municipal de Msunduzi, en la provincia de KwaZulu-Natal, en Sudáfrica. Se localiza en un área
panorámica y presta sus servicios a una serie de comunidades de bajos ingresos del distrito
circundante. En la mayor parte de las escuelas a las que asiste la población negra los sistemas
sanitarios han sido gravemente descuidados por las autoridades anteriores, y mientras el
presente gobierno se ha comprometido a mejorar el sistema sanitario de las instalaciones
escolares, ha debido esforzarse por dar solución a una acumulación de servicios inadecuados.
Los “sanitarios” de Emzamweni consistían en una serie de dilapidadas, malolientes y
antihigiénicas letrinas de fosa, comunes y corrientes, carentes de instalaciones para el lavado
de manos. Asimismo, se encontraban en condiciones deplorables, debido en parte al
vandalismo, pero sobre todo a la falta de cuidado y mantenimiento adecuados (Figura 1). Este
último problema fue en gran medida resultado de la falta de decisión de los profesores, quienes
disfrutaban de sanitarios de descarga conectados a una fosa séptica, así como lavamanos de
agua corriente adecuados, y estaban o del todo inconscientes de la difícil situación por la que
atravesaban los alumnos, o simplemente no les importaba. El conserje de la escuela

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obviamente también evitaba hacerse cargo de la limpieza de las letrinas de los alumnos, pues
el piso nunca había sido siquiera barrido. El resultado de tal descuido fue que las alumnas
nunca utilizaron las instalaciones, prefiriendo esperar a regresar a sus casas, mientras que los
alumnos simplemente orinaban detrás del árbol más cercano o contra la pared. Un hecho digno
de subrayar es que los sanitarios de los profesores tampoco estaban limpios ni tenían un
mantenimiento apropiado.

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Figura 1: Las letrinas escolares existentes

Aunque el terreno de la escuela pertenecía al departamento provincial de educación, el


municipio decidió, como proyecto comunitario, auspiciar la construcción de instalaciones
sanitarias mejoradas. Sin embargo, se estipuló que el municipio daría apoyo económico sólo
para la mitad de la cantidad total de letrinas requeridas para todos los alumnos, y que se
esperaba que la escuela misma juntara fondos para construir la otra mitad. Se solicitó la
asistencia de CSIR en los aspectos técnicos y sociales, y se convino en aprovechar esta
oportunidad para hacer una demostración de la tecnología de saneamiento ecológico,
completamente desconocida en esta zona. También significó un interesante reto introducir un
sistema de desviación de orina en una escuela, en vez de en el hogar (siempre resulta más
sencillo ejecutar un proyecto de saneamiento en un ámbito doméstico, ya que la familia es
dueña del sanitario y la madre casi siempre es la que se hace cargo de él, lo mantiene limpio y
le enseña a los niños a utilizarlo adecuadamente). Una letrina institucional no es susceptible de
tal tipo de cuidado personal, por lo que la cuestión de su propiedad podría representar un
problema. Así, los aspectos sociales se volvieron prioritarios durante la puesta en marcha del
proyecto.

La puesta en marcha del proyecto

Se programó una reunión entre el equipo del proyecto de CSIR y el personal de la escuela
(director y profesores), en la que se dio una explicación en torno a la tecnología de desviación

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de orina (Figura 2). El objetivo era lograr una aceptación inicial de la tecnología propuesta
antes de dar comienzo a una elaboración en detalle del proyecto. Hubo un gran interés por
parte de los asistentes –así como un poco de escepticismo—y una gran cantidad de
interrogantes surgieron en torno al funcionamiento y mantenimiento de los sanitarios.

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Figura 2: Reunión inicial con profesores, en la que se explicó la tecnología de desviación de orina

El siguiente paso consistió en organizar un taller para los maestros (Figura 3). El objetivo de
este taller era transmitirles los conocimientos necesarios para que, a su vez, enseñaran a los
alumnos cómo utilizar y cuidar los nuevos sanitarios. Esto incluía abordar en detalle diversos
aspectos relativos a la práctica de saneamiento, comenzando con conocimientos básicos de
higiene y rutas de transmisión de enfermedades asociadas con prácticas sanitarias deficientes.
Luego se discutió en detalle, con el apoyo de carteles preparados especialmente para este fin,
el funcionamiento y cuidado de los sanitarios desviadores de orina, así como la reutilización de
la excreta en agricultura (Figura 4). Un amplio debate se suscitó en torno a este último aspecto,
debido a que la reutilización de la excreta humana constituye un concepto extraño en
Sudáfrica.

Figura 3: Taller para profesores

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A manera de apoyos didácticos, se entregaron a la escuela folletos con toda la información que
se discutió durante el taller, así como copias de los carteles empleados. Se les señaló con
claridad a los profesores que sólo ellos, y nadie más, estaban en posición para transmitir este
conocimiento a los alumnos, y que sería su responsabilidad hacerlo una vez que los nuevos
sanitarios hubiesen sido instalados. También sería su responsabilidad asegurarse de que los
alumnos mantuvieran los sanitarios limpios y les dieran el cuidado adecuado. Así, se sugirieron
algunos métodos de mantenimiento, como la elaboración de listados para que los distintos
grupos participaran en las actividades de limpieza, asegurándose de que hubiera una
supervisión adecuada, limitando el uso de las instalaciones a sólo la mitad de los alumnos, etc.

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Figura 4: Ejemplos de carteles de ecosan

Los folletos contenían una descripción escrita e ilustrada del sistema sanitario de desviación de
orina, así como información sobre salud e higiene básicas, enfermedades relacionadas con el
agua y la excreta, funcionamiento y mantenimiento de los sanitarios, y reutilización de la orina y
las heces deshidratadas. La Figura 5 muestra algunas de las ilustraciones contenidas en los
folletos.

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Figura 5: Ejemplos de las ilustraciones contenidas en los folletos de apoyo didáctico

Mientras tanto, la construcción de la caseta de sanitarios había empezado. La cantidad de


alumnos dictaba que, para la primera fase de la construcción acordada, se requerirían seis
sanitarios con taza desviadora para las mujeres y cuatro para los hombres. A los hombres se
les instalaría un mingitorio adicional. Las cámaras para las heces estaban diseñadas para ser
fácilmente accesibles, mientras que el mingitorio se descargaría mediante el agua sobrante
canalizada desde el lavamanos. Toda la orina se recolectaría en una sola tubería y se dirigiría
a un tanque de almacenamiento, donde quedaría disponible para uso agrícola se así se
deseara. La Figura 6 ilustra dichos aspectos, mientras que la Figura 7 muestra los detalles de
diseño más relevantes.

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Figura 6: Detalles de la obra: a la izquierda, el lavamanos y parte del mingitorio; a la derecha, el tanque
de orina; abajo, la estructura casi completa

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Figura 7: Detalles de diseño de los sanitarios y las cámaras.

Resultados

La construcción de los sanitarios concluyó en julio de 2002. Debido al hecho de que habían
pasado ya algunos meses desde que se desarrollara el taller para profesores, se ofreció una
sesión de repaso acerca de los aspectos más importantes de los sanitarios de desviación de
orina. Ésta tuvo lugar justo antes de que las instalaciones quedaran abiertas. A los profesores
se les recordó que los sanitarios no funcionarían apropiadamente si ellos no se comprometían
a asegurarse de que los alumnos se apegaran a los procedimientos de operación y
mantenimiento correctos. Esto resultaría particularmente importante a principios de año,
cuando un nuevo conjunto de alumnos ingresaría al plantel. Se colocaron carteles dentro del
edificio de sanitarios, y se suministró una buena cantidad de ceniza así como de cubetas de
plástico. El director nombró a uno de los profesores varones como supervisor de los sanitarios,
sobre quien recaía la responsabilidad de velar por su correcto uso y mantenimiento.
Se llevó a cabo una ceremonia de inauguración, a la que asistieron varios dignatarios,
incluyendo al alcalde y funcionarios del departamento de educación. Hubo mucha pompa, con
discursos de los dignatarios y coros de alumnos. El evento terminó con el corte del listón que
inauguraba de manera oficial las nuevas instalaciones. Aunque parecía reinar mucho
entusiasmo en torno a las nuevas instalaciones, el director aprovechó, durante su discurso, la
oportunidad para cabildear a favor de más aulas y mejor equipo escolar. De manera que el
enfoque inicial, dirigido al tema del saneamiento, comenzó a diluirse. Aun así, se esperaba que
el uso de las letrinas resultara exitoso y de utilidad, como se había planeado originalmente.
Esto, sin embargo, no habría de suceder.
Aun cuando los profesores intentaron al principio explicarles a los alumnos la tecnología, muy
pronto comenzó a verse que no estaban realmente comprometidos con la tarea. Durante una
visita realizada sólo unas semanas después de que los sanitarios comenzaran a utilizarse, se
descubrió que los alumnos habían estado defecando en la parte delantera de las tazas
(receptáculo para orina), y que habían tirado el material de limpieza anal en la cámara en vez

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de hacerlo en los contenedores de plástico que se les había proporcionado para ese fin.
Algunas de las tuberías de salida de los mingitorios quedaron tapadas debido a un uso
inadecuado, y las letrinas estaban malolientes. También se descubrió que el director no estaba
enterado de los problemas. Al ser informado, sin embargo, amonestó al supervisor de los
sanitarios, quien a continuación mandó limpiar las instalaciones.
Una visita más se llevó a cabo alrededor de siete meses después, en el mes de febrero de
2003. Ésta tuvo lugar unas seis semanas después de iniciado el nuevo año escolar, y se
realizó sin previo aviso. Un olor desagradable, similar al que se había encontrado en las viejas
letrinas de fosa de la escuela, pudo detectarse ya desde afuera del edificio de los sanitarios.
Una inspección reveló que los sanitarios habían de nuevo recibido un grave maltrato, que casi
todos los receptáculos para la orina habían quedado tapados con heces y basura, los
lavamanos llenos de colillas de cigarros, y que las cámaras para las heces contenían papel y

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basura, pero muy poca ceniza. Las instalaciones también habían sido objeto de vandalismo, ya
que los carteles didácticos habían sido arrancados de las paredes y rotos algunos de los
accesorios. Al ser abordado el director para interrogarlo acerca de esto, de nuevo resultaba
claro que no estaba al tanto de tales problemas. De hecho su único comentario fue que no
había suficientes sanitarios para toda la escuela, que los problemas se debían a una
sobresaturación, y que era necesario que se construyera ya la instalación de la segunda fase.
Asimismo, el profesor que había sido nombrado supervisor de las instalaciones aseguró que la
limpieza se había llevado a cabo de manera regular, pero era obvio que no había sido este el
caso. La Figura 8 muestra algunos de los resultados del maltrato.

8: SomeAlgunos
Figura8:
Figure graphic examples
ejemplosofgráficos
toilet misuse
de maltrato de los sanitarios

Discusión

Ciertamente, no puede decirse que el proyecto haya sido un éxito. Por el contrario, resultó una
experiencia embarazosa para el equipo del proyecto, para quienes un proyecto fracasado era
una experiencia muy poco común. Sin embargo, durante el proceso fue posible aprender
algunas lecciones saludables. Así, podríamos trazar las siguientes conclusiones con respecto a
la instalación de sanitarios desviadores de orina como muebles de uso institucional (a
diferencia de los sanitarios domésticos) dentro del contexto sudafricano:
• La profesión educativa en Sudáfrica, especialmente la que se desarrolla en escuelas de
gobierno pobres y de bajos recursos, se ha visto sometida, desde hace varios años ya, a
una gran presión para elevar sus resultados académicos pero con muy limitados recursos.
Asuntos como el de las instalaciones sanitarias, aunque al parecer son importantes para las
autoridades, no lo son tanto para el personal académico. Esto resulta tanto más evidente

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cuando los profesores mismos, aun teniendo mejores instalaciones que las de los alumnos,
no cuidan adecuadamente sus propios sanitarios.
• Por lo general ha sido bastante exitosa la implementación de sanitarios desviadores de
orina en el ámbito del saneamiento doméstico, por las razones mencionadas anteriormente
(propiedad, etc.). Por ello probablemente resulte recomendable asegurar que dicha
implementación se lleve a cabo entre la comunidad de donde provienen los alumnos antes
de pretender instalar este tipo de sanitarios en la escuela misma. De esta manera, los
alumnos estarán ya bastante familiarizados con dicha tecnología y entenderán acerca de
los detalles operativos sin necesidad de recibir ningún tipo de instrucción por parte de los
profesores, quienes de por sí se muestran poco dispuestos a hacerlo.
• Si las autoridades educativas no hacen obligatorio que los profesores velen por una
instrucción adecuada de los estudiantes con respecto a estas tecnologías, es muy poco
probable que nazca de ellos la motivación necesaria para hacerlo. Los departamentos de

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educación y salud tendrían que hacer cumplir programas de mantenimiento y cuidado
adecuados, que deberían llevar a cabo las mismas escuelas, por medio de visitas
periódicas de los inspectores, y establecer sanciones por falta de cumplimiento. A ello se le
podrían agregar incentivos tales como más o mejores materiales de apoyo didáctico.
• Tanto profesores como alumnos deberían tener el mismo tipo de sanitarios, de modo que
unos y otros compartan experiencias similares.
• La propiedad de alguna cosa siempre va a constituir un problema cuando se está
proporcionando algo a cambio de nada. Todas las escuelas, sin importar cuán pobres sean,
deberían contribuir con algo para las nuevas instalaciones sanitarias, con el objeto de
despertar cierto sentido del compromiso en lo que toca a su cuidado.

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