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Grado en Psicología

Atención, Percepción y Memoria

Unidad didáctica 1. La atención (I)


UD 1. La atención (I) ....................................................................................................... 3

1. Desarrollo del contenido ............................................................................................... 4

1.1. Conceptualización .................................................................................................. 4

1.2. Antecedentes de estudio en el proceso de atención .................................................... 5

Antecedentes de estudio en el proceso de atención (II) ..................................................... 6

Antecedentes de estudio en el proceso de atención (III) .................................................... 8

Antecedentes de estudio en el proceso de atención (IV) .................................................... 9

Antecedentes de estudio en el proceso de atención (V).................................................... 10

Antecedentes de estudio en el proceso de atención (VI) .................................................. 12

Antecedentes de estudio en el proceso de atención (VII) ................................................. 13

Antecedentes de estudio en el proceso de atención (VIII) ................................................ 14

Antecedentes de estudio en el proceso de atención (IX) .................................................. 15

Antecedentes de estudio en el proceso de atención (X).................................................... 16

Antecedentes de estudio en el proceso de atención (XI) .................................................. 17

Antecedentes de estudio en el proceso de atención (XII) ................................................. 18

1.3. Funciones y clasificación de la atención ................................................................... 19

Funciones y clasificación de la atención (II).................................................................... 20

Funciones y clasificación de la atención (III) .................................................................. 20

Funciones y clasificación de la atención (IV) ................................................................... 22

Funciones y clasificación de la atención (V) .................................................................... 23

1.4. Factores determinantes......................................................................................... 23

Factores determinantes (II) ......................................................................................... 24

1.5. Propiedades básicas ............................................................................................. 26

2. Resumen .................................................................................................................. 29

3. Mapa conceptual ....................................................................................................... 31

4. Recursos bibliográficos ............................................................................................... 32

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UD 1. La atención (I)

A lo largo de esta unidad se expondrán el concepto de atención, como proceso psicológico, y los
estudios más importantes que a lo largo de la historia se han ido realizando para dar cuenta y
explicación de tal proceso.

También veremos las funciones que cumple la atención en el ser humano y los tipos en los que
se ha clasificado, sin olvidarnos de los factores que se han encontrado como determinantes y
las propiedades básicas de esta.

El temario de la atención está dividido en dos unidades, y el objetivo de esta primera es


acercarnos a lo siguiente:

Diferenciar y conceptualizar la atención de otros procesos psicológicos.

Conocer las corrientes psicológicas que han estudiado la atención.

Saber clasificar los distintos tipos de atención y sus funciones.

Mostrar los factores internos y externos que determinan dicho proceso.

Aprender las características básicas de la atención.

En la segunda unidad referida a este proceso se expondrán tanto los modelos teóricos surgidos
de su estudio como las técnicas que se han empleado para poder investigar este proceso y
llevar a cabo una evaluación y valoración de los posibles problemas que puedan existir en las
personas a la hora de realizar adecuadamente las funciones que dicho proceso tiene
encomendadas.

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1. Desarrollo del contenido

1.1. Conceptualización

¿Quién dijo…?

«Es el proceso por el que la mente toma posesión, de forma vívida y clara, de uno de los
diversos objetos o trenes de pensamiento que aparecen simultáneamente. Focalización y
concentración de la conciencia son su esencia. Implica la retirada del pensamiento de varias
cosas para tratar efectivamente otras».

Figura 1. William James, 1890. Fuente: Wikimedia

«Mecanismo central de capacidad limitada cuya función primordial es controlar y orientar la


actividad consciente del organismo conforme a un objetivo determinado» (Tudela, 1992).

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«La atención es el proceso a través del cual podemos dirigir nuestros recursos mentales sobre
algunos aspectos del medio, los más relevantes, o bien sobre la ejecución de determinadas
acciones que consideramos más adecuadas de entre las posibles. Hace referencia al estado de
observación y de alerta que nos permite tomar conciencia de lo que ocurre en nuestro entorno»
(Ballesteros, 2002, p. 170).

La atención es un concepto complejo, considerada como un mecanismo central, que incluye


varios procesos: produce cambios que facilitan e inhiben la actividad neuronal en las áreas de
procesamiento de la información, modifica la actividad fisiológica y la actividad
electroencefalográfica, y afecta al comportamiento motor y cognitivo. Además, está asociada
con la conciencia del estímulo, es decir, la experiencia subjetiva de «darse cuenta» o
«percatarse».

A lo largo del tiempo, la atención se ha concebido de muy diversas formas, como un mecanismo
que permite seleccionar información (Broadbent, 1958, citado en Colmenero, 2004), como un
conjunto de recursos cognitivos o esfuerzo (Kahneman, 1973, y Wickens, 1984, citados en
Colmenero, 2004) y como un sistema implicado en nuestra capacidad para mantener la
actividad mental (Parasuraman, 1984, citado en Colmenero, 2004).

Hoy en día sabemos que la atención no funciona en solitario, sino que se relaciona con
múltiples aspectos de la actividad psíquica, como la percepción, la emoción, la motivación, la
memoria, etc., interaccionando con ellos.

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[63] Redes. «Magia y neurociencia en red».

De este modo, siguiendo a Colmenero, Catena y Fuentes (2001, p. 47), la atención puede
definirse como un «mecanismo central de control del procesamiento de información que actúa
de acuerdo con los objetivos del organismo activando e inhibiendo procesos, y que puede
orientarse hacia los sentidos, las estructuras de conocimiento en memoria y los sistemas de
respuesta».

1.2. Antecedentes de estudio en el proceso de atención

A, B, C…

La introspección se define como la capacidad que tiene un sujeto para observar sus propios
estados mentales y su propia conciencia e investigar dentro de ellos.

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Dentro de la psicología se establecen tres etapas fundamentales en el estudio de la
atención. La primera etapa corresponde a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, y se
producen las aportaciones del estructuralismo y el funcionalismo. A partir de la primera década
del siglo XX comienza la segunda etapa, con el auge del conductismo, y, algo más tarde, con la
psicología de la Gestalt. Finalmente, la tercera etapa se produce a partir de los años 30, y se
concreta a mediados del siglo pasado, con la llegada de la psicología cognitiva y el
procesamiento de la información.

El primer laboratorio de psicología se fundó en 1879 en Leipzig, Alemania, por Wilhelm


Wundt, a quien se le considera en la literatura científica el padre de la psicología. Estudió los
aspectos fisiológicos y filosóficos que formaban la base de la psicología, así como describió la
anatomía del cerebro y sus funciones, para lo que analizó las características de las sensaciones
e investigó los procesos mentales conscientes.

Wundt fue, además, el máximo representante del estructuralismo o psicología de la


conciencia. Para esta, el interés de estudio versaba sobre la introspección de la mente
humana, adulta y normal, con lo que se convirtió en el paradigma de la psicología, que se basa
en la identificación de los elementos de la conciencia humana y trata de descubrir cómo
se combinan en percepciones, pensamientos y sentimientos.

Figura 2. Foto del grupo de investigación de Wundt en el primer laboratorio de psicología. Fuente: Universidad de
Leipzig.

Antecedentes de estudio en el proceso de atención (II)

El objeto de estudio de la psicología para Wundt es la mente humana y la experiencia


consciente, para tal fin:

1. Analizó los elementos más simples en que se podía descomponer la conciencia: las
sensaciones.

2. Se centró en el análisis de dos aspectos concretos de la conciencia: la intensidad y el


espacio de conciencia.

3. Consideró la atención como función básica de la conciencia.

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Wundt hizo uso de la experimentación empírica y desarrolló el concepto de apercepción. Cuando
los procesos mentales (p. ej., una sensación) tienen lugar dentro del foco de la conciencia, se
da la apercepción (la conciencia de la percepción). Entendía por intensidad de conciencia
el grado de claridad con que se presentan estas sensaciones en la conciencia.

Nota

La apercepción se refiere al «darse cuenta», el «ser consciente» de algo y poder


interpretarlo, teniendo en cuenta tu experiencia previa.

Por ejemplo, recuerda cuando empezamos a aprender matemáticas de niños y un concepto


como las divisiones. Quizá al principio empezamos a resolverlas siguiendo unos pasos
mecánicos sin entender realmente qué es dividir, hasta que, un día, cuando ya se ha
acumulado el conocimiento suficiente, se es consciente de lo que significa dividir. En ese
momento algo habrá cambiado en el estado «atencional» al realizar divisiones.

A través de dicho término se pretende destacar el carácter activo de la mente, para la que se
entiende como una actividad de orden superior que transforma los estímulos exteriores. Hay
que destacar que la apercepción supone la participación activa de la persona, y su intención o
voluntad de atender a unos contenidos psíquicos, por lo que también recibe el nombre de
voluntarismo.

En relación con el espacio de conciencia, se refiere a la cantidad de contenido que se puede


captar en un solo acto de apercepción; en nuestros días se conoce como alcance o amplitud de
la atención.

1. Investigar procesos vitales (conciencia) situados entre la experiencia externa e interna


de las personas.

2. Comprender la conciencia en su totalidad y proporcionar, así, la comprensión total de


la existencia humana.

El estructuralismo de Wundt se basa en el dualismo, el hombre se halla dividido en dos partes,


mente y cuerpo.

Desde este enfoque, la atención se considera como claridad en el foco central de la


conciencia, por ello, en el centro de la atención habría mucha claridad y, a medida que nos
acercamos a la periferia, esta claridad se iría haciendo más borrosa y difusa.

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Dado que el proceso de atención se produce en la conciencia y que con la introspección vemos
qué aspectos se pueden discernir con claridad y cuáles quedan menos iluminados, podemos
entender que la atención es la cantidad de claridad con la que un sujeto percibe sus
propios fenómenos psíquicos que ocurren en su conciencia.

Antecedentes de estudio en el proceso de atención (III)

Llega más lejos

El estructuralismo entiende la atención como un estado de conciencia que conlleva una


nitidez sensorial, mientras que el funcionalismo lo hace como una función activa del
organismo basada en las emociones y con carácter adaptativo.

Las aportaciones de William James, a finales del siglo XIX, promueven el estudio sistemático
de los procesos atencionales, considerando a este autor como el precursor del funcionalismo.

El interés de estudio desde esta perspectiva se basó en lo siguiente:

1. Las funciones de los procesos mentales.

2. Las patologías psicológicas.

3. El desarrollo evolutivo del ser humano normal.

Para contrarrestar las limitaciones del método introspectivo, el funcionalismo hace uso de
diversos métodos de investigación, tales como los cuestionarios estandarizados y diversos
experimentos fisiológicos.

A diferencia del estructuralismo, los funcionalistas ponen su foco de interés en el aprendizaje y


facilitan a los posteriores conductistas la aceptación de algunos de los principios funcionalistas.

Los estudios de James se centraron en la función selectiva de la atención, la conciencia y,


especialmente, la motivación. Relaciona la captación de la atención con el interés: «Atendemos
a aquello que nos interesa», es decir, a los estímulos que nos resultan atractivos y a los que
decidimos atender.

En su obra Principios de psicología, de 1890, James analiza tanto los procesos mentales como
las emociones, así como define la atención y establece una taxonomía o criterio de clasificación.

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Los criterios de clasificación de la atención de James son los siguientes:

Según el objeto al que va dirigida Sensorial: atendiendo a estímulos que llegan a


través de los sentidos.

Intelectual: atendiendo a estímulos cognitivos.

Según el interés o motivación que evoque Inmediata: el estímulo promueve mucho interés.
el estímulo
Derivada: el estímulo evoca escaso interés.

Según el modo de control Pasiva: se produce de forma involuntaria, sin


intervención ni esfuerzo.

Activa: se realiza de forma voluntaria, requiere


cierto tipo de esfuerzo.

Tabla 1. Criterios de clasificación de la atención según W. James.

Antecedentes de estudio en el proceso de atención (IV)

Dentro de esta primera etapa de estudio sobre la atención cabe mencionar a Edward B.
Titchener, fisiólogo, psicólogo y filósofo inglés, discípulo de Wundt.

Titchener estudió la conciencia, entendiendo esta como la suma total de las experiencias de
una persona. Así, la mente humana es la suma de todos los procesos mentales
experimentados por la persona, sus sentimientos, ideas, impulsos, etc.

Dado que este autor entiende que la conciencia solo puede ser observada por la persona que la
experimenta, hace uso del método introspectivo, pero con una visión diferente a la de
Wundt.

Su método es más sistematizado y debe ser llevado a cabo por personas que hayan realizado
un entrenamiento previo.

Titchener pretende hacer una psicología científica y empírica, pero su método dificulta la
construcción de un sistema objetivo y verificable, debido al hecho de que la introspección solo
pueda realizarse con personas entrenadas. Indica que para llevar a cabo el estudio de la
conciencia hay que utilizar la observación, incluyendo también la experimentación.

Para Titchener, la atención es un atributo de la sensación, no una actividad, ni un proceso,


que denominó «atensividad». Con este término se refiere a la claridad con que varían las
sensaciones, y es la atención lo que hace que los contenidos de la conciencia se perciban con
mayor claridad.

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Este autor, a través de sus investigaciones, concluyó que los procesos de selección están
estrechamente unidos a la atención, de tal modo que, cuando un estímulo es seleccionado,
la atención actúa como filtro, llegando antes que otros estímulos que no son atendidos o se
atienden con menor intensidad.

Figura 3. Edward B. Titchener. Máximo impulsor de la psicología experimental. Fuente: EcuRed

Para Titchener, son tres los tipos de atención:

1. Atención involuntaria Aparece sin la intervención de un proceso volitivo, por lo tanto, es


pasiva e inconsciente, y no hay una orientación por parte de la
persona hacia ningún elemento en concreto.

2. Atención voluntaria Se produce cuando las causas por las que se presta atención
dependen de la propia persona, es decir, de su propia motivación, y
no de estímulos externos, por lo que requiere un grado de esfuerzo.

3. Atención habitual Aparece de forma casi automática e inconsciente, al igual que la


atención involuntaria, pero, a diferencia de esta, este tipo de
atención guarda relación con los conocimientos previos y/o hábitos
adquiridos de la persona.

Tabla 2. Los tipos de atención según Titchener.

Antecedentes de estudio en el proceso de atención (V)

El funcionalismo sirvió a la psicología para romper con los métodos y las restricciones
estructuralistas. Durante la primera década del siglo XX comienzan a surgir cambios importantes
en la psicología, y se abrió, así, camino a la segunda etapa; en ese momento cabe destacar el
surgimiento en Norteamérica del conductismo, mientras que en Europa, en la segunda y tercera
década de dicho siglo, surge la psicología de la Gestalt.

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El máximo representante del conductismo norteamericano fue John Watson, quien comienza
con esta corriente en 1913. Esta corriente o movimiento promueve un cambio radical en la
concepción de la psicología, dado que pasa a convertirse en una ciencia objetiva y
experimental.

Recuerda

Para refrescar vuestros conocimientos sobre Skinner y sus teorías, repasad los materiales de
Psicología del Aprendizaje.

El conductismo se centró en estudiar la conducta, ya que esta podía ser directamente


observable y cuantificable.

Realiza múltiples críticas al método introspectivo de Wundt, por su poca fiabilidad y sus fallos
metodológicos, y tanto Watson como el resto de autores de esta corriente aspiraban a una
revolución metodológica que excluía la autoobservación introspectiva en aras de métodos
objetivos.

Considerando que Watson consideraba la atención poco científica, no tiene en cuenta en su


concepción de la psicología, y, por tanto, este movimiento no tiene como objeto de interés su
estudio.

Dentro de esta corriente, surge el conductismo radical de la mano de Burrhus Frederic


Skinner, quien consideraba que para entender la conducta no había que referirse a actividades
mentales ni fisiológicas, ni a constructos hipotéticos como la atención, a la que tampoco prestó
dedicación ni estudio.

Esta variante extrema del conductismo no admite ningún tipo de variable que no fuera
observable, su metodología se basaba en un máximo control en las condiciones experimentales,
de ahí su aportación al desarrollo de la psicología científica.

Figura 4. B. F. Skinner. Autor: Silly rabbit. Fuente: Wikimedia.

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Antecedentes de estudio en el proceso de atención (VI)

Alrededor de 1930, surge otro nuevo enfoque dentro del conductismo, el neoconductismo.
Este movimiento acepta las aportaciones de Watson sobre la conducta como objeto de
investigación psicológica, así como sobre las técnicas experimentales objetivas como método
científico, pero sometió el resto de la teoría a revisión.

A través del neoconductismo se intentaron superar las deficiencias que aparecían al explicar la
conducta como estímulo‑respuesta, y se añadió para ello una serie de variables intermedias, no
directamente observables, entre el estímulo y la respuesta. Dichas variables hacían referencia,
principalmente, a procesos fisiológicos.

Como decíamos, apoyado en las tesis watsonianas, el neoconductismo adopta una postura más
flexible e incorpora a sus postulados el uso de variables intermedias como mapas cognitivos o
las expectativas de la persona para explicar la conducta, lo que supone considerar el
organismo como algo activo con capacidad de adaptación y que aprende por refuerzo.

Entre los representantes de esta corriente encontramos a Edgard Chace Tolman y Clark
Leonard Hull.

Tolman eliminaba la mente y la conciencia al estudiar la conducta en psicología y, como


Watson, defendía la cognición como algo observable y objetivo de la propia conducta.

Si bien, Tolman es considerado por muchos como el primer cognitivista, dado que, por un lado,
hace uso de conceptos mentalistas como el propósito y la cognición, y, por otro lado, propone la
existencia de mapas cognitivos, con lo que parece defender una teoría representacional.

Figura 5. Edgard C. Tolman. Fuente: EcuRed.

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Antecedentes de estudio en el proceso de atención (VII)

Como hemos expuesto, ninguno de los representantes del conductismo desarrolló teorías sobre
la atención, desde esta perspectiva solo se realizaron dos aportaciones:

• Mediante el estudio de la alerta.


• Mediante el estudio de la respuesta de orientación.

La propuesta de la atención como alerta, a través de las aportaciones del conductista Daniel
Berlyne, indica que la atención se encuentra relacionada con la selectividad de estímulos y,
sobre todo, con la intensidad, es decir, con el nivel de arousal o estado de alerta de la persona.

A, B, C…

Arousal: término procedente del inglés, se utiliza para referirnos al estado psicológico y
fisiológico que surge a partir de una estimulación. Implica la activación del sistema reticular en
el tronco cerebral, el SN autónomo y el sistema endocrino. Se asocia a incremento de
frecuencia cardiaca y de presión sanguínea, como preparación del organismo para responder.
Se emplea como sinónimo de «estado de alerta» o «activación».

Según este autor, el nivel de arousal está relacionado con la intensidad de la atención, y se
encuentra determinado por las propiedades particulares de los estímulos que le llegan y por las
propiedades colativas, que pueden producir curiosidad o tienen un significado especial para la
persona.

Las propiedades colativas descritas por Berlyne son las siguientes:

Complejidad

Variedad de componentes que caracterizan los estímulos.

Novedad

Características nuevas del estímulo o que pasaron previamente desapercibidas.

Incongruencia

Grado en que el estímulo no se ajusta a su contexto.

Sorpresa

Aparece cuando no se confirman las expectativas de la persona.

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Antecedentes de estudio en el proceso de atención (VIII)

Nota

Desde el punto de vista neurofisiológico, la respuesta de orientación humana está activada


desde tres niveles distintos del SNC:

• Pulvinar: se halla en la parte posterior del tálamo, bloquea los estímulos sensoriales
no atendidos y permite al SN ocuparse del estímulo atendido.
• El colículo superior: en el cerebro medio, centrado fundamentalmente en la atención
visual.
• Lóbulo parietal: en la corteza, se encarga de la acción ejecutiva, se asegura de que se
complete el procesamiento de un estímulo antes de procesar el siguiente.

Figura 6. Sistema atencional posterior. Fuente: http://images.slideplayer.es/26/8850163/slides/slide_38.jpg.

Lejos de Norteamérica, la psicología soviética, a través de Pavlov, Bechterev o Séchenov,


estudia la atención como respuesta de orientación. La entiende como una conducta refleja
y la equipara al reflejo de orientación. De esta forma, se permitían estudiar sus aspectos
observables.

El reflejo de orientación, conocido como la respuesta de orientación (RO), es la respuesta


natural y estereotipada que dan todos los animales ante la aparición de un estímulo novedoso o
extraño o significativo, o cuando se produce en ellos algún cambio cualitativo. Se trata, por
tanto, de un fenómeno central diferente de los reflejos simples, es una respuesta inespecífica
que se expresa mediante cambios electrofisiológicos, vasculares y motores.

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Según esta corriente, la actividad atencional pasa por tres fases, y la función prioritaria de
cada una de ellas es optimizar su eficacia.

Fase de inicio o Los receptores sensoriales captan la fuente de estimulación. Esta fase
captación viene determinada por los factores de novedad, significación e intensidad
del estímulo. Cuanto más novedoso, significativo e intenso es, más intensa
será también la RO.

Fase de La duración es variable. La respuesta de orientación permanece focalizada


mantenimiento durante un tiempo para percibir el estímulo o desarrollar la tarea que ha
captado dicha orientación.

Fase de cese Pasado un tiempo, que será variable según la estimulación, se deja de
atender al estímulo o tarea que se estaba realizando.

Tabla 3. Fases de la actividad atencional según la Escuela Soviética.

Antecedentes de estudio en el proceso de atención (IX)

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Con esta infografía podrás hacer una primera aproximación a las leyes de la Gestalt.

Durante este periodo conductista, a partir de los años 20 y 30, surge en Alemania la corriente
denominada psicología de la Gestalt, que también se erige en contra del estructuralismo y el
funcionalismo de la época.

Esta escuela critica el elementalismo o concepción atomista que promulgaban tanto Wundt
como los representantes del asociacionismo. Al contrario, plantea un enfoque molar y holístico.

Para la Gestalt, la característica más importante de la conciencia es su aspecto global, su


organización y estructura. Entiende la mente como una entidad compleja que tiene una
estructura, donde la forma destaca sobre el fondo, y el todo siempre es mucho más
que la suma de las partes.

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Por ello, para este movimiento estudiar una conducta en forma de elementos destruye la unidad
de los fenómenos que están siendo estudiados.

Figura 7. ¿El cubo está orientado hacia adelante o hacia atrás? ¿Hay una copa o dos caras? Autor: Alan De Smet.
Fuente: Wikimedia.

Al igual que los conductistas, tampoco prestaron demasiada importancia al estudio de la


atención, y llegaron incluso a poner en duda su existencia. Si bien, la consideraban como una
dimensión de otros procesos mentales más que como un proceso mental independiente.
Para estos, la importancia de la atención radica en su relación con la percepción, tema que
estudiaron detalladamente.

Algunos autores de la Gestalt consideran que la atención juega un papel importante en el hecho
de percibir una región de la escena como figura o como fondo, es decir, el hecho de que
prestemos más atención a una región determinada hace que esta se nos presente como figura,
y el resto de la escena, como fondo.

Según la Gestalt, son las leyes de la organización perceptual las que hacen las funciones
que se le venían atribuyendo a la atención, es decir, la configuración figura-fondo es anterior a
la selección que realiza la atención, y es dicha configuración la promotora de que atendamos
más a la región que se percibe como figura que al fondo, y no al contrario.

Antecedentes de estudio en el proceso de atención (X)

Entramos finalmente en la tercera etapa con el desarrollo de la computación, unido a los rígidos
postulados del conductismo y las deficiencias del neoconductismo, produciéndose una
importante crisis en la psicología; así, a finales de los años 50 surge la psicología cognitiva
contemporánea, que acaba convirtiéndose en una corriente dominante.

La psicología cognitiva vuelve al estudio de la mente mediante el uso de técnicas


experimentales y el diseño de programas de simulación de conductas por ordenador.

En 1942, la cibernética trata de modo interdisciplinar el estudio de los comportamientos de


cerebro y ordenador y de imitar la conducta humana.

Posteriormente, en 1948, a través de la teoría de la información, Claude E. Shannon


demostró que la información puede ser analizada independientemente de su contenido, y se
centró en la transmisión de información ente un emisor y un receptor, y analizó las limitaciones
que dicha comunicación tiene a través de un solo canal. Esta teoría reduce toda la información a
un conjunto de fórmulas matemáticas, intentando cuantificarla mediante dígitos binarios o bits
de información, siguiendo el modelo de la máquina.

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Entre otras, esta teoría recibió críticas sobre la reducción a bits de información de cualquier
proceso cognitivo, entendiéndose esto como imposible. Aun así, esta teoría aportó un nuevo
modo de pensar, y de ello surgió la teoría del procesamiento de la información.

Desde esta se establece una analogía entre el funcionamiento de la mente humana y el del
ordenador, y se adoptaron los programas informáticos como metáfora del funcionamiento
cognitivo humano.

Entre los postulados más destacables encontramos:

La conducta está guiada por los conocimientos adquiridos sobre el mundo.

El sujeto tiene un papel activo sobre la adquisición de sus conocimientos.

El objetivo prioritario de la psicología es el estudio de los procesos cognitivos implicados en


la conducta.

Antecedentes de estudio en el proceso de atención (XI)

Esta teoría se interesa de forma especial en el estudio de los mecanismos atencionales y origina
modelos explicativos, entre los que destacan los modelos de filtro o los de capacidad
limitada.

Cabe indicar que el mecanismo por el cual se lleva a cabo el procesamiento de la información
tiene una capacidad limitada, y, por lo tanto, se colapsaría si la información tuviera acceso sin
ningún tipo de control. De ahí surge la idea de que la atención funciona como un filtro que
controla la información que accede a nuestra conciencia, dejando pasar los contenidos de
manera serial, de uno en uno, para evitar sobrecargas.

No obstante, si el énfasis se pone en la capacidad atencional, van a intentar dar respuesta los
modelos de capacidad limitada, los cuales basan la selección de la información en los límites
de los recursos atencionales por parte del sistema cognitivo de la persona. Estos pueden ser
utilizados para la realización de diferentes tareas, y, por tanto, es la atención la que se
distribuye entre ellas.

Estos modelos sobre la atención los veremos con detenimiento en la siguiente unidad.

En la última década del siglo XX, la neurociencia, junto con las ciencias cognitivas y los modelos
computacionales, empieza a tener una gran influencia en el estudio de la atención, y se
empieza a concebir la atención como un sistema compuesto por muchas redes neuronales
interconectadas.

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En los últimos años se ha avanzado en las investigaciones relativas a las funciones ejecutivas
cerebrales, y en el ámbito de la psicología cognitiva (dentro de la psicología del procesamiento
de la información) se viene estudiando el sistema ejecutivo, al que se le atribuye la
realización de tareas de planificación y control, es decir, tareas de dirección y supervisión de
todo el resto de sistemas.

Antecedentes de estudio en el proceso de atención (XII)

El modelo atencional de Posner


Dentro de la psicología experimental y la neurociencia, uno de los modelos de atención más
importantes de las últimas décadas es el modelo neurocognitivo de Michael Posner (Petersen
y Posner, 1990; 2012).

Según este modelo, la atención se puede dividir en tres redes definidas anatómica y
funcionalmente, que interactúan entre sí. Las tres redes funcionales que proponen son las
siguientes:

Red de alerta o vigilancia

Se encarga de ayudarnos a mantener un estado de activación óptimo durante el día para


procesar señales relevantes. Es la habilidad para mantener la atención consciente o vigilancia
durante largos periodos de tiempo; mantener nuestra atención en una tarea durante periodos
de tiempo relativamente prolongados. Áreas implicadas en esta red son el locus coeruleus, el
tálamo y las áreas frontales.

Red funcional de orientación o sistema atencional posterior

Viaja

Áreas cerebrales implicadas en las redes atencionales.

Redes atencionales.

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Se encarga de localizar la información sensorial y orientar nuestra mente hacia el estímulo. Se
corresponde con los reflejos involuntarios de orientación y con el procesamiento automático de
la información. Nos orientamos porque nuestro sistema capta un evento externo que captura la
atención, o porque nosotros voluntariamente dirigimos nuestra atención hacia el evento.
Incluye los lóbulos parietales posteriores, colículos superiores y núcleo pulvinar.

Red de atención ejecutiva o sistema atencional anterior

Relacionada con la regulación de nuestra conducta y la resolución de conflictos en las


respuestas, está implicada en el control de las áreas cerebrales que llevan a cabo tareas
cognitivas complejas como inhibir información distractora, inhibir conductas habituales cuando
no son necesarias, y adaptarnos a las circunstancias del entorno. Por ejemplo, la atención
ejecutiva es la encargada de inhibir el ruido que nos rodea de manera que podamos escuchar
bien una conversación. Se relaciona con las áreas mediales frontales de la corteza y el área
cingulada anterior.

1.3. Funciones y clasificación de la atención

Actualmente, tras los diversos estudios, teorías y modelos, se puede concretar que la atención
humana cumple una serie de funciones.

Por una parte, al entender la atención como una cualidad de la percepción, se hace referencia a
la función de la atención como filtro de los estímulos ambientales. Se trata de un proceso
por el cual los estímulos más relevantes se priorizan con el fin de realizar un procesamiento
más profundo en la conciencia.

Por otro lado, la atención es entendida como un mecanismo de control y regulación de los
procesos cognitivos, desde el aprendizaje por condicionamiento hasta el razonamiento
complejo.

Figura 8. Funciones que cumple la atención.

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Funciones y clasificación de la atención (II)

Siguiendo el enfoque del procesamiento de la información, los procesos implicados en la


atención promueven que esta debe ser entendida y/o clasificada al menos en tres dimensiones:

CLASIFICACIÓN DE LA ATENCIÓN

Atención selectiva

Capacidad del organismo para centrarse en aquellos estímulos que le resultan relevantes, en
presencia de otra serie de estímulos irrelevantes que van a ser ignorados.

Atención dividida o distribuida

Capacidad del organismo para responder de forma simultánea a múltiples tareas o a múltiples
demandas de una misma tarea.

Atención sostenida (también llamada vigilancia)

Se promueve su activación cuando tenemos que centrarnos en una o varias tareas por un
periodo de tiempo relativamente continuo, amplio o prolongado.

Tabla 4. Dimensiones de la atención.

Funciones y clasificación de la atención (III)

Viaja

Interesante artículo de investigación sobre la calidad del sueño y la atención selectiva.


Calidad de sueño y atención selectiva.

Tras varias investigaciones se han desarrollado múltiples clasificaciones con base en la


propuesta del procesamiento de la información.

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Una de las más completas es la de Ballesteros (2002), quien entiende dicha clasificación tal y
como se muestra en la tabla.

Según Tipos de atención

El origen y la naturaleza de los estímulos Interna/externa

La actitud del sujeto Voluntaria (activa)/involuntaria (pasiva)

Las manifestaciones motoras y fisiológicas Abierta/encubierta

El interés del sujeto Dividida/selectiva (focalizada)

La modalidad sensorial Visual (espacial)/auditiva (temporal)

Tabla 5. Clasificación de la atención según Ballesteros.

Autores como García-Sevilla (1997) destacan dos aspectos fundamentales relativos al proceso
de selección atencional en su concepto: la selección de estímulos y la selección de respuestas,
ambos con la función de evitar sobrecargas en el organismo.

Selección de estímulos o de información

Hace referencia al mecanismo de filtrado de información puesto en marcha cuando los


mecanismos atencionales necesitan seleccionar una parte concreta entre toda la estimulación
que confluye en el ambiente para procesarla, de manera que el resto de información, que en
ese momento resulta irrelevante, reciba un procesamiento nulo. La capacidad de procesamiento
es limitada y, para adaptarnos, nuestro organismo responde seleccionando solo algunos
estímulos que son los que atendemos.

Un ejemplo de ello se daría cuando estamos de compras en un centro comercial donde hay
muchos estímulos (tiendas, personas, hilo musical...), y atendemos a estos cambiando el foco
de atención alternativamente de unos a otros.

Selección de respuesta

Una vez procesada toda la información que nos llega, este mecanismo se pone en marcha y su
función es seleccionar de entre todas las respuestas posibles la que resulta más idónea para ese
momento inhibiendo el resto.

Un ejemplo de ello sería cuando vamos por la calle y vemos a un gatito herido en mitad de la
calzada y llevamos las manos ocupadas con bolsas de compra. En ese momento, oímos y
vemos un coche a gran velocidad. Se produce una situación con gran variedad de estímulos y
seleccionamos el que consideramos más importante. En este caso, salvar al gatito, por lo que
soltamos las bolsas y cogemos al gatito para evitar que sea atropellado por el coche.

21
Funciones y clasificación de la atención (IV)

Nota

Los procesos de división o distribución se activan cuando el ambiente exige atender varias
tareas a la vez, al ser todas de baja dificultad y requerir pocos recursos atencionales. En esta
circunstancia toma protagonismo la atención dividida; por el contrario, cuando las tareas son
más complejas, no somos capaces de realizarlas simultáneamente.

A, B, C…

El mantenimiento o vigilia tiene que ver con dos aspectos relacionados con el tiempo (la
duración o el tiempo que el nivel de ejecución puede mantenerse) y la consistencia de la
ejecución durante ese periodo, es decir, la eficacia de esa ejecución.

Cada tipo de atención cumple una función:

Figura 9. Funciones según la clasificación de la atención I.

22
Funciones y clasificación de la atención (V)

Figura 10. Funciones según la clasificación de la atención II.

1.4. Factores determinantes

La atención viene determinada por dos tipos de factores:

1. Factores internos, endógenos o arriba-abajo:

Son los propios de la persona, tales como las necesidades, expectativas e interés del individuo.
Los determinantes internos son factores que provienen del interior de nosotros mismos y que
favorecen nuestra atención.

El nivel de activación o arousal se ha relacionado con diversos procesos psicológicos, pero


guarda especial relación con el proceso atencional. Dicha relación se concreta en que las
personas, cuando se enfrentan a determinadas tareas percibidas como complejas, presentan un
alto nivel de activación, sin embargo, cuando la tarea es percibida como sencilla, el nivel de
activación disminuye.

Por ello, la activación está sumamente relacionada con el rendimiento. Dicha afirmación se basa
y se puede explicar a través de la ley propuesta en 1908 por Yerkes-Dodson. Esta mantiene que
la relación entre la activación producida por un estresor y el rendimiento mantiene una forma
de «U» invertida. De manera que, a medida que sube la activación (o estrés), también crece el
rendimiento.

23
Esta subida continuará hasta llegar a un punto óptimo. A partir de este punto de inflexión, el
rendimiento decrece (figura 8).

Figura 11. Ley de Yerkes-Dodson.

La motivación y las expectativas juegan también un importante papel en la atención.

Las situaciones o los estímulos que producen algún tipo de motivación en la persona son
atendidos de forma preferente y con mayor intensidad. Por ende, los que no evocan ningún tipo
de motivación son atendidos con menor intensidad, de forma no preferente, e incluso pueden
dejar de ser atendidos.

Factores determinantes (II)

2. Factores externos, exógenos o abajo-arriba

Provienen del exterior y facilitan la atención. Se conforman en el estímulo y sus características


son las siguientes:

Tamaño

A mayor tamaño, mayor atención.

Posición

La ubicación del estímulo es un factor fundamental en la captación de la atención.

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Color

La reacción de las personas ante el color es variable, y en ella intervienen una mezcla de
factores innatos y aprendidos. Todos estos factores facilitan que el estímulo llegue con mayor
efectividad al receptor y capte la atención.

Podría decirse de forma general que los objetos de colores atraen más la atención que los
monocromáticos, pero dicha atención disminuye si la mayoría de los estímulos del contexto son
en color, pues en ese caso captarán la atención los estímulos en blanco y negro.

Contraste

Capta la atención de la persona siguiendo esta regla: a mayor contraste, mayor atención.

Intensidad

A mayor intensidad del estímulo, mayor atención.

Movimiento

El objeto en movimiento atrae la atención preferentemente sobre los objetos estáticos.

Forma o complejidad

Sigue los principios de Yerkes-Dodson, dado que se establece una relación de «U» invertida
entre la complejidad del estímulo y la atención, entendiendo que la complejidad media de los
estímulos es la que capta mejor la atención.

Significación

Cuanto más significativo es el estímulo para la persona, más atraerá su atención.

Novedad

Los estímulos más novedosos o inusuales atraen más la atención, en general, que los
familiares. Cabe señalar que si un estímulo es muy débil o común, pero se repite
constantemente, finalmente captará nuestra atención.

25
1.5. Propiedades básicas

Dado el interés de estudio que ha suscitado la atención, han surgido múltiples investigaciones e
intentos de definir las características y/o propiedades de esta. Si bien, fenomenológicamente, la
orientación seleccionadora es considerada como la característica principal de la atención; se
encarga de seleccionar cuáles son los estímulos más relevantes para nuestra mente en un
determinado momento (Kahneman, 1973; Rubenstein, 1982; Rosselló, 1998), y presenta,
además, otras características, entre las que destacan las siguientes:

Concentración

Entendida como la focalización de la información relevante, con mantenimiento de esta por un


periodo prolongado de tiempo, en detrimento o inhibición de la información considerada
irrelevante. Siguiendo a Kahneman (1973), se manifiesta por su intensidad y por la resistencia
a desviar la atención a otros objetos o estímulos secundarios, la cual se identifica con el
esfuerzo que deba poner la persona más que por el estado de vigilia.

La concentración de la atención está vinculada con el volumen y la distribución de esta, los


cuales son inversamente proporcionales entre sí; de esta manera, cuantos menos objetos
haya que atender, mayor será la posibilidad de concentrar la atención y distribuirla
entre cada uno de los objetos (Celada y Cairo, 1990; Rubenstein, 1982).

Distribución o amplitud

García-Sevilla (1997) señala esta característica como la amplitud de la atención, que hace
referencia al número de tareas que podemos realizar de forma simultánea.

A finales del siglo XIX, William Stanley Jevons extrajo dos conclusiones al respecto:

1. Las personas son capaces de captar en un solo acto de apercepción entre cinco y siete
elementos.
2. La amplitud de la atención es variable de un momento a otro, tanto entre sujetos como
en un mismo sujeto. Por lo tanto, entra en contraste con Wundt, quien defendía que el
alcance de la atención era una magnitud constante.

Investigaciones y autores más recientes indican que, cuanto más vinculados estén los
objetos entre sí, y cuanto mayor sea la automatización o la práctica, la distribución se
efectuará con mayor facilidad (Celada y Cairo, 1990; Rubenstein, 1982).

Intensidad

Definida como la cantidad o grado de atención que prestamos a un objeto o tarea. Está
directamente relacionada con el nivel de vigilancia o alerta de la persona, de tal forma que,
cuanto más activa está la persona, mayor es la intensidad de su atención, y viceversa.

Cuando la intensidad no se muestra estática, sino variable, decimos que se producen


fluctuaciones de la atención o fluctuaciones sensoriales.

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Sabías que:

El estudio de las fluctuaciones sensoriales de la atención surge a raíz de las observaciones


de Von Urbantschitsch. Comprobó que cuando se está a una cierta distancia próxima al
umbral absoluto de audición, la percepción del sonido del tictac del reloj desaparece de vez
en cuando y vuelve a aparecer cíclicamente.

Si la duración de dichas fluctuaciones es corta y transitoria, de milisegundos, hablamos de


cambios fásicos.

En cambio, si la duración de estos cambios es larga, de incluso días, y relativamente


permanente, hablamos de cambios tónicos.

Cuando se produce un descenso significativo en los niveles de la atención decimos que ha


tenido lugar un lapsus atencional.

Estabilidad

Referida a la capacidad de mantener la presencia de la atención durante un largo periodo de


tiempo sobre un objeto o actividades dadas (Celada y Cairo, 1990).

Es necesario hacer hincapié en que para obtener estabilidad en la atención se deben


descubrir, en el objeto sobre el cual se está orientado, nuevas facetas, aspectos y
relaciones. La estabilidad dependerá también de condiciones relacionadas con el sujeto. En
un ejemplo cercano, como el estudio de una asignatura, la estabilidad depende del grado de
dificultad de la materia, la peculiaridad y familiaridad con ella, el grado de comprensión y la
actitud y la fuerza de interés de la persona con respecto a la materia (Rubenstein, 1982).

Oscilamiento

También denominado desplazamiento, es entendido como el periodo involuntario de segundos


a los que está supeditada la atención, y que puede ser causado por el cansancio (Rubenstein,
1982).

Para Celada y Cairo (1990), el cambio proviene del carácter de los objetos que intervienen, y es
más difícil cambiar la atención de un objeto a otro cuando la actividad precedente es más
interesante que la actividad posterior. Esta capacidad para oscilar o desplazar la atención puede
ser considerada como un tipo de flexibilidad que se manifiesta en situaciones diversas,
especialmente en las que tenemos que reorientar nuestra atención de forma apropiada porque
nos hemos distraído o porque tenemos que atender a varios estímulos a la vez (García-Sevilla,
1997; Rubenstein, 1982).

27
Esto ocurre cuando se realizan dos tareas a la vez, por ejemplo, ver la tele y hablar por
teléfono. El recurso que se utiliza habitualmente es cambiar el foco de la atención,
desplazándolo de una tarea a otra o de un estímulo a otro. De esta forma, conseguimos recoger
información aislada de ambas situaciones, en vez de captar toda la información de ambos
estímulos.

Por otro lado, otros autores resaltan como característica del mecanismo atencional el control
que ejerce sobre los procesos de selección, distribución y mantenimiento de la atención (García-
Sevilla, 1997), y como un mecanismo de control responsable de la organización jerárquica de
los procesos que elaboran la información (Rosselló, 1998).

Control

Es una de las propiedades más importantes de la atención. El grado de control atencional


incluye variables de tipo motor y de tipo cognitivo. Con base en esto se proponen dos tipos de
atención:

• Atención voluntaria: requiere algún tipo de esfuerzo para mantener el foco de la


atención en un punto. Por ello, se trata de un proceso voluntario y controlado en el que
hay intencionalidad, consciencia, y si se realiza junto con alguna otra actividad
simultáneamente puede producir interferencia.
• Atención involuntaria: relacionada con la aparición de un estímulo nuevo, intenso o
significativo. Este tipo de atención es pasivo y, por ende, no requiere esfuerzo alguno. Es
una respuesta de orientación motivada por los cambios y oscilaciones del ambiente.

Los procesos automáticos, que en un principio sí requerían atención voluntaria, generalmente


se adquieren por aprendizaje mediante la repetición de la tarea. Gracias a los automatismos
podemos dedicar mayor parte de los recursos disponibles para atender a otras actividades de
mayor complejidad. Sin embargo, los procesos de activación automática no se pueden hacer
cuando hay ausencia total de consciencia, así que el procesamiento automático y el controlado,
o atencional, interactúan estrechamente y es muy difícil que ocurran por separado.

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2. Resumen

Dentro de la psicología se establecen tres etapas fundamentales en el estudio de la atención:

Etapa 1. El antiguo mentalismo: estructuralismo y funcionalismo

Desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX, la psicología se caracteriza
fundamentalmente por ser una psicología predominantemente mentalista.

El estructuralismo considera la atención como un estado de conciencia que conlleva la nitidez


sensorial.

El funcionalismo entiende la atención como una función activa del organismo basada en las
emociones y con carácter adaptativo.

Autores representantes de esta etapa: Wundt, William James, Helmholtz, Müller, Pillsbury y
Titchener.

Etapa 2. El conductismo y la psicología de la Gestalt

El conductismo comienza en la primera década del siglo XX en Norteamérica, y a partir de la


segunda y tercera década del siglo llega a Europa la psicología de la Gestalt.

El conductismo estudia la conducta que podía ser directamente observable y cuantificable, con
la intención de convertir a la psicología en una ciencia objetiva y experimental. Rechaza de sus
postulados teóricos la relevancia de este proceso. Autores representantes: Watson, Skinner y
Tolman.

La Gestalt critica el elementalismo de Wundt y es contraria al enfoque atómico en el estudio de


los fenómenos psicológicos.

El enfoque gestáltico es holístico, percibe los objetos y seres vivos como totalidades, por lo que
«el todo es más que la suma de las partes».

La atención se considera una dimensión de otros procesos mentales, más que un proceso
mental independiente, y está relacionada con la percepción.

Autores representantes: Köhler, Max Wertheimer, Koffka y Lewin.

Etapa 3. La psicología cognitiva

Tras la crisis de la psicología, en los años 30, suscitada por el desarrollo de la computación y el
choque con los rígidos postulados del conductismo, surge esta nueva corriente bajo las teorías
del procesamiento de la información.

Estudia la mente a través de técnicas experimentales y diseños de programas de simulación de


conductas por ordenador.

Atribuye a la atención la función de selección de la información.

Autores representantes de esta etapa: Claude Shannon, Broadbent, Treisman, Norman y


Bobrow y Wickens.

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La atención y sus funciones se pueden clasificar, básicamente, de la siguiente manera:

SELECTIVA

Capacidad del organismo para centrarse en aquellos Cumple la función de atender a una
estímulos que le resultan relevantes, en presencia de tarea concreta.
otra serie de estímulos irrelevantes que van a ser
ignorados.

DIVIDIDA o DISTRIBUIDA

Capacidad del organismo para responder de forma Cumple la función de atender a varias
simultánea a múltiples tareas o a múltiples demandas tareas a la vez.
de una misma tarea.

SOSTENIDA (VIGILANCIA)

Se promueve su activación cuando tenemos que Cumple la función de atender a una o


centrarnos en una o varias tareas por un periodo de varias tareas durante un tiempo
tiempo relativamente continuo, amplio o prolongado. prolongado.

La atención está determinada por factores internos y externos.

• Los internos son propios de la persona (arousal y motivación/expectativas).


• Los externos son propios del estímulo (tamaño, posición, color, contraste, significación,
forma, novedad, intensidad y movimiento).

Las características básicas de la atención son las siguientes:

• Concentración.
• Distribución.
• Intensidad.
• Estabilidad.
• Oscilamiento.
• Control.

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3. Mapa conceptual

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4. Recursos bibliográficos

Bibliografía básica

Ballesteros, S. (2002). Psicología general (Vol. 2). Atención y Percepción. Madrid: UNED.

Bibliografía complementaria

Celada, J. y Cairo, E. (1990). Actividad psíquica y cerebro 3. Lima: Neuropsicología y


Rehabilitación.

Colmenero, J. M. (2004). La atención y su papel en la experiencia consciente. Anales de


Psicología, 20(1), 103-126.

Colmenero, J. M., Catena, A., y Fuentes, L. (2001). Una revisión sobre las redes atencionales
del cerebro. Anales de Psicología, 17(1), 45-67.

García-Sevilla, J. (1997). Psicología de la atención. Madrid: Síntesis Psicológica.

Kahneman, D. (1973). Atención y esfuerzo. Madrid: Cincel.

Rosselló, J. (1998). Psicología de la atención. Madrid: Pirámide.

Rubenstein, J. (1982). Principios de psicología general. México DF: Grijalbo.

Otros recursos

Web para crear estereogramas online: http://www.flash-gear.com/stereo/

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